primera etapa de tesis
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Una utopía realizable: una heurística de la ciudad que va más allá de lo establecido como verdad, a
una búsqueda incansable del conocimiento, para una ciudad que no tiene rastros de una cultura en
su arquitectura.
INTRODUCCIÓN
Mi labor como arquitecto no es otra más que ser un opositor a las instituciones que no construyen
historia, pesadas en su orden y en sus cánones. La corrupción, la subvaloración del arquitecto y
sobretodo la falta de fe en las normas, hace que la ciudad sea erigida por empresarios que ven el
paisaje como un negocio y lo modifican a su conveniencia. Y es que los espacios en Bogotá no
tienen nada de interesante, su aspecto es tan aburrido como su contenido, la relación cliente-
arquitecto acá se tergiversa porque se vuelve una relación de meros provechos, es decir un cierto
impulso recíproco donde siempre se busca “venderle” una idea al otro y eso implica sacrificar ciertos
aspectos esenciales que la arquitectura brinda al ser humano: habitar.
En un panorama tan problemático como el Colombiano,, es preciso llegar a algún tipo de salida más
bien que proponga una nueva manera de pensar, a eso me refiero cuando en el título escribo: … a
una búsqueda incansable del conocimiento; por lo tanto agarrar el problema desde la epistemología
es proponer algo novedoso y totalmente alejado de los intereses que hoy rigen el mundo, sería
entonces una utopía, pensar sobre lo inexistente es construir conocimiento y ser un actor de la
historia, por eso me refiero a una heurística de la ciudad, entenderla para girar totalmente su
perspectiva, desde la pluralidad en todo sentido, es necesario construir desde los sueños, porque es la
única manera de vislumbrar el sendero a la felicidad, el sustento de los sueños es lo ideal; sin
embargo, acá el sentido de lo ideal se ve mediado por “el deseo”, y claro está el éxito de la utopía
será proponer algún sistema en donde el deseo del otro sea respetado.
Como problemática principal veo el resultado de una mala manera de pensar y construir la ciudad, la
falta de una ética basada en ciertas leyes lógicas que podrían regular el quehacer de un arquitecto, y
sobre todo la visión reduccionista del ser humano como un cliente potencial que da como resultado
una arquitectura para el bolsillo de las personas y no para las personas.
DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA
La arquitectura siempre ha sido la expresión de un poder, es un medio estratégico, desde una noción
de monumento: simbólica, intocable y eterna; que busca siempre inmortalizar la máxima creencia de
una época.
Desde que el ser humano empezó a tener cultura, y ésta definida acá como la serie de construcciones
simbólicas heredadas de la relación de una comunidad con un lugar, siempre ha buscado cómo
relacionarse con éste por medio del lenguaje. En un principio, la condición de nómada del ser
humano tenía una relación efímera de aprovechamiento con el medio, podría decirse que no existía
una cultura como tal porque no había un aferramiento a un lugar, sólo con la llegada del
sedentarismo fue que las nociones de acumulación, ahorro, intercambio, etc. fueron posibles, y claro
está, sostengo que el sedentarismo sólo llegó gracias a la tecnología, fue lo que nos hizo una raza
diferente y “dominante” sobre las demás especies, una herramienta hizo la diferencia entre animal-
humano, y sobre todo la noción de lo que se podía hacer con esta herramienta, extensión del cuerpo
humano que le sirve de interfaz entre él y lo natural, fue lo que se empezó a denominar cultura.
Cultivar e intercambiar, en un principio son los primeros rastros de una construcción simbólica con
un lugar.
Es claro entonces que el sedentarismo fue el que hizo posible la arquitectura, porque la noción de
espacio dio un giro total en el momento que tuvo que quedarse quieto el ser humano. La noción de
familia y más importante aún de comunidad, era a la que respondía inicialmente el programa, la
función no era más que el resultado de una necesidad asociada al trabajo, el trabajo desde siempre ha
sido repetitivo, amarrado a una rutina, el resultado es una arquitectura estandarizada igualmente
repetible. Sin embargo, los rastros culturales se veían en adornos, colores, dimensiones, más no en la
distribución.
La revolución industrial marco el fin de esto, cuando la máquina fue capaz de reemplazar y mejorar
el trabajo del humano, ocurrió un cambio que vendría a reevaluar cómo se hacían las cosas. Desde el
arte, el surgimiento de las vanguardias, el asunto de representar la realidad se volvió algo de
presentar. Una vez más la tecnología, esta vez tuvo su expresión en la guerra, fue la que hizo
cuestionar lo que se venía haciendo. En la arquitectura paso algo análogo que en el arte, la
austeridad, negación del ornamento y el color no era más que la preocupación sólo por el espacio,
así como las vanguardias dejaron de representar la realidad para preocuparse más por el arte en sí, es
decir, la manera de hacer arte, la arquitectura por fin empezó a prestarle atención a sí misma, desde
la óptica clásica forma-función-programa en un diálogo interdependiente. Y esta vez había algo
nuevo, resultado de las guerras mundiales, era la cantidad de masa sin hogar a la que el Estado tenía
que responderle de alguna manera; la mejor, claramente los nuevos arquitectos que concebían la
arquitectura como una máquina, aparecen entonces las hipótesis arquitectónicas con mayor éxito a
modo conceptual, la unité d´habitation en Marsella y el modulor de Le corbusier, ambos, uno
teórico y otro practico del principio de como los objetos y la arquitectura debían estar en una
perfecta armonía con las proporciones humanas, pero que empezó a tomarse como excusa para
diseñar lo mínimo en lo que podía subsistir el humano, el comienzo de una arquitectura
industrializada y llevando la calidad del habitar de las personas hacia algo medible en cifras.
Debido a problemas económicos, corrupción, historias de violencia, etc. Bogotá se ha quedado con
este modelo importado, lo ha sabido adaptar, pero no ha pensado nuevas formas de habitar más allá
de una copia de referentes internacionales, ha sufrido una crisis por el estancamiento del pensar
arquitectónico en cuanto a su cultura, los problemas de seguridad, la vivienda popular, la
fragmentación de la ciudad, podría tener sus raíces en no tener una manera propia de hacer ciudad y
lo peor de todo es que le ha entregado todo a el monopolio del IDU, metrovivienda, amarilo,
cucezar, Pedro Gómez, etc. que la única exploración arquitectónica que tienen es en cuanto a la
eficiencia espacial para reducir costos, generar más espacio y vender a toda costa, bajo estándares de
calidad mediados por lo barato. ¿Dónde queda el ciudadano? la institución o la empresa privada
cumple, construyendo espacios nuevos para la ciudad pero de los que ni siquiera han sido
informados o partícipes, claro está, porque hay un interés mediado por la jerarquización del modelo
colombiano de gobernar, y estos mandatarios creen que la mejor manera de lograr resultados buenos
es mediante el funcionalismo, que a los únicos que beneficia es a ellos mismos.
Y la pregunta es, ¿por qué una vivienda es pensada netamente desde lo barato? costos, el término
eficiencia nos lo han enseñado como hacer con los recursos el trabajo requerido y más, y este
término lo hemos sabido interpretar para salirse con la suya los constructores, que buscan una
economía de los recursos sin meterle el termino calidad. Sería llamarlo un funcionalismo
industrializado, que no es más que buscar dar soluciones rápidas y prácticas, querer estandarizar el
espacio cuando se sabe que la sociedad no es homogénea, la heterogeneidad de una ciudad en
cuanto a la diversidad de culturas y expresiones la hace más interesante, si solo se rescatara esto y se
hiciera arquitectura con el deseo del ciudadano podría ser un muy buen comienzo para dejar atrás la
ola industrial de la arquitectura. El ejemplo más claro de querer homogeneizar la ciudad está en la
vivienda de interés social. Y es que este tipo de vivienda es el reflejo de cómo nos ve una institución:
como algo promediable, establece perfiles en cuanto a los ingresos, número de integrantes,
educación, etc. cosas medibles y promediables, pero no buscan solucionar un problema de
habitabilidad desde las costumbres, tradiciones o deseos. El resultado es que vivimos en una
sociedad fragmentada culturalmente, y que no nos interesa en lo más mínimo el otro.
Desde la academia se puede cuestionar todo esto, proponer, cambiar las cosas, pero todo quedará en
el papel y en el olvido si no se baja ese monopolio y se empieza a pensar en una manera propia de
habitar producto de una cultura bogotana que pueda ser más aferrada por las personas, y al fin, dejar
atrás lo que planeación, tiene establecido como norma.
Siendo así, concluyo a manera de propuesta:
Proponer un nuevo orden cultural, de Bogotá, buscando en la ciudad como la prueba viviente sin
descubrir, para encontrar rastros rescatables y crear el escenario donde implantar la arquitectura.
Desde una puesta teórica fuerte, hacer de la arquitectura una respuesta a la manera de habitar de la
cultura de Bogotá.
De acuerdo a la velocidad con que se vive y el cambio, generar espacios desligados de su función en
cuanto determinista y el programa visto como algo abierto a lo indeterminado.
El reto de que en un mundo globalizado, desligarla de intereses corporativos, cargarla de ideologías y
menos del mercado o la “tendencia”.
Llegar a un modelo donde la ciudad no sea construida bajo la mirada funcionalista de las empresas
que la reduce a meros contenedores de actividades, sino que sea hecha por el ciudadano literalmente.
El derecho de verdad a una ciudad, cambiando el concepto tradicional de público y privado.
PREGUNTA
En un mundo globalizado, donde ya no es el Estado el que tiene el poder sino el mercado ¿cómo
generar una arquitectura desligada de las fuerzas económicas, y cargarla de ideologías y los deseos del
ciudadano?
MARCO DE REFERENCIA
Conceptos
Utopía: Del griego οὐ, no, y τόπος, lugar: lugar que no existe.
Los siguientes conceptos son definidos por Joël de Rosnay, un biólogo en su libro el hombre
simbiótico1.
Ego ciudadano: aquel personaje que motivado por intereses comunes no hace más que pensar en
acumular, y que todo su habitar está ligado a sí mismo es decir no le importa el otro.
Eco ciudadano: el contrario acá la figura del otro es vista como algo necesario para mi subsistencia,
claramente en relación con el ser humano y también con el ambiente. Este concepto introduce una
nueva manera de pensar en preservar la vida como objeto principal.
Simbiosis: en el mundo actual es crear una relación simbiótica con gaia (la tierra como organismo
viviente) y el ser humano, visto éste como una neurona de todo un sistema planetario, es decir el
hombre como neurona tiene la capacidad y la responsabilidad de tomar las decisiones que
perjudiquen o permitan el curso de la vida del organismo llamado tierra.
Empresa colectiva: La nueva empresa es un hibrido entre la biología, la mecánica y la informática.
Los procesos dejan de ser lineales y secuenciales, para ser paralelos, ahora es adaptable al entorno
cambiante.
De la autora, Helga Nowotny2:
Futuro: es algo completamente indeterminado, son acciones en el presente no con el fin de asegurar
la continuidad del mismo, sino más bien con el ánimo de proponer un escenario posible dándole
mucho poder a la curiosidad y a la imaginación. Y justamente el futuro al no ser seguro puede que
varíe según lo que teníamos planeado, que “algo salga mal” y cambie todo lo venidero, en eso
consiste no querer asegurar el presente, porque sería una continuación del pasado.
Una definición propia. Como conclusión a lo que describe del mercado el texto de Jacques Attali
Breve historia del futuro.
1 Joël de Rosnay. El hombre simbiótico miradas sobre el tercer milenio (1996). Cátedra: Madrid
2 Helga Nowotny (2008) Insatiable curiosity : innovation in a fragile future. MIT press: Cambridge, London
Mercado: Mercado: Todo aquello que manipula el deseo del ser humano.
TEORÍAS
La máquina de resistencia infinita de Peter Eisenman3
Fundó el instituto de arquitectura y estudios urbanos en Estados Unidos, con la intención de
rescatar de las garras de la práctica corporativa una cultura arquitectónica americana. Justamente lo
que busco, la diferencia es que no hay una cultura arquitectónica Bogotana, es necesario entonces
desprender de la institución a la arquitectura para poder lograr crear una cultura arquitectónica
colombiana.
Eisenman apuntaba principalmente a la posibilidad de una práctica no necesariamente determinada
por las fuerzas productivas y económicas. Y surgen preguntas claves ¿Era posible el conocimiento
arquitectónico en la era del consumo de masas, los media y el mercado?, ¿Era posible una cultura
arquitectónica en el vacío de las ideologías?4
Modernidad líquida. Zygmunt Bauman5
Zygmunt Bauman pensó en cómo se había dado inicio a una época en la que los sólidos que estaban
incrustados en la sociedad comenzaban a diluirse; unos para permitir la llegada de nuevos y otros
para desaparecer; una breve introducción a lo que serían los tiempos posmodernos e hipermodernos
que vendrían a continuación:
“Los líquidos, a diferencia de los sólidos, no conservan fácilmente su forma. Los fluidos por así decirlo no se fijan al
espacio ni se atan al tiempo. En tanto los sólidos tienen una clara dimensión espacial pero neutralizan el impacto –y
disminuyen la significación- del tiempo (resisten efectivamente su flujo o lo vuelven irrelevante), los fluidos no conservan
una forma durante mucho tiempo y están constantemente dispuestos (y proclives) a cambiarla; por consiguiente, para
ellos lo que cuenta es el flujo del tiempo más que el espacio que puedan ocupar: ese espacio que, después de todo, sólo
llenan “por un momento“6
A su vez Bauman dice que la disolución de sólidos permite la entrada a unos nuevos; por lo tanto
instituciones como la familia, no desparecerían, se transformarían, cambiarían su estructura y
funcionamiento.
Breve historia del futuro, Jacques Attali7
Este no es más que un escenario futuro imaginado por un economista francés, mi objetivo es ser un
poco realista y darme cuenta que lo que este autor describe es algo que ya está empezando a pasar,
por lo cual confío en que lo que él describe hipotéticamente se vuelva realidad.
3 Alejandro Zaera. 1997. La máquina de resistencia infinita de Peter Eisenman (pág. 50) Barcelona: revista croquis.
4 Ibid. 5 Bauman, Zygmunt. 2005. Prólogo Modernidad líquida (pág. 15) Buenos Aires, Argentina: editorial Grafinor
6 Ibid.
7 Jacques Attali. (2006). Cap. 4 el hiperimperio en Breve historia del futuro. 1ra Ed. Barcelona:
El imperio del mercado marcará como en el texto afirma, el fin de la historia, y este fin no es nada
más que la desaparición de la búsqueda de un mejor estado político. Con la muerte de los ideales que
buscan la libertad y felicidad del hombre, éste no se dedicará a otra cosa más que a la eficiencia, ya
que la ciencia no va a ser más un objeto que busque descubrir el porqué de las cosas sino un medio
para hacer más eficiente todo. Con la privatización de todo y el cambio de valores de la sociedad,
los científicos se volverán empleados del control y la vigilancia de las máquinas; en reemplazo de la
sabiduría, la paciencia, la reflexión, la soberanía, la vagancia, vendrá un nuevo ideal, que como la
felicidad será la nueva búsqueda: la eficiencia, producto de ese mismo miedo del hombre al error.
Todo el panorama que el autor visualiza en unos 50 años nos es más que lo que estamos
construyendo ahora: eficiencia para reducir costos, tiempo, mejorar procesos, etc. Todo
perteneciente hasta ahora al campo del trabajo solamente, pero cuando la ciencia descubra que
puede fecundar seres humanos perfectos, y manipular la genética a su antojo se habrá llegado a la
destrucción del ser humano, justamente porque nacerán nuevas personas lejos de la aleatoriedad
natural y creadas a su gusto, que no se preguntan nada, hijos de la industria, y por lo tanto que no
sienten al otro como fin sino como medio.
Estética de la desaparición. Paul Virilio8
Otro panorama que la tecnología indiscutiblemente ya está haciendo aparecer, podría ser una opción
creativa para poder pensar la arquitectura de mi utopía de una manera totalmente diferente a la
establecida.
La velocidad, hace desaparecer la conciencia de los fenómenos que nos informan sobre nuestra propia existencia,
llegando a hablar de la formación de una cultura cada vez más alejada del contexto, interesada en
noticias pero que olvida a los pocos segundos, construida sobre el impulso de la incertidumbre de no
estar aferrado a un lugar, una sociedad que busca el movimiento, pero este movimiento, a parte del
desplazamiento incierto por el territorio, necesita estar impulsado todo el tiempo por la información,
el conocimiento, los sentimientos, en otras palabras, estar conectado a una red de impulsos de bits
más que de neuronas, que aleje cada vez más esa sensación de calma o quietud de la que buscamos
escapar todo el tiempo. Si bien el territorio con esto queda olvidado, el espacio ya no es el mismo de
antes y necesita ser mutable para acomodarse a los impulsos del instante, la satisfacción estética con
un edificio o con una escultura bella, estática y eterna, se reemplazará ahora por la transformación de
la forma, ágil, efímera y novedosa, entonces, el talento para crear se reemplaza por uno para
transformar algo existente, y que esto mismo esté preparado para afrontar cualquier crisis, cualquier
acontecimiento.
8 Paul Virilio. (1988). Cáp. IV, Estética de la desaparición. 1ra Ed. Barcelona: Anagrama.
Delirio de Nueva york. Rem Koolhaas9.
La “cultura de la congestión” propone la conquista de cada manzana con una única construcción.
Cada edificio se convertirá en una “casa”: un ámbito privado que se infla para acoger huéspedes, pero no hasta el
punto de pretender alcanzar la universalidad en la gama de sus ofertas. Cada “casa” representará un estilo de vida
diferente y una ideología también diferente.
Con su teoría de la ‘retroacción’, Koolhaas trata de inventar una arqueología de la modernidad, para
aplicarla luego a las ciudades tales como son. El heroísmo de OMA su oficina consiste en nunca
desesperar de un contexto aunque sea mediocre, y en insuflarle una energía nueva y positiva10:
“Si en nuestro trabajo hay un método, sería un método de la idealización sistemática; una sobreestimación de lo
existente, un bombardeo especulativo que, con sus cargas conceptuales y ideológicas retroactivas, inviste incluso lo que
hay de más mediocre”.
Curiosidad insaciable, Helga Nowotny11.
El futuro se construye partiendo de que no es seguro, pero con acciones en el presente no con el fin
de asegurar la continuidad del mismo, sino más bien con el ánimo de proponer un escenario posible
dándole mucho poder a la curiosidad y a la imaginación. Y justamente el futuro al no ser seguro
puede que varíe según lo que teníamos planeado, que “algo salga mal” y cambie todo lo venidero, en
eso consiste no querer asegurar el presente, porque sería una continuación del pasado.
LUGAR
El lugar escogido está delimitado por la calle 26 al norte, la avenida NQS al occidente, la hortúa al
sur y los cerros al oriente. Abarca la mayor parte de la localidad de los mártires. En él se encuentran
los barrios: las nieves, la candelaria, santa Isabel, la sabana y las cruces. Lo escogí principalmente
porque es el escenario perfecto para la aplicación de mi teoría, empezando porque es una amalgama
de tendencias y usos los que tiene, sus actividades como las que ocurren en la sabana y en las nieves
son esenciales para el funcionamiento de la ciudad, y contiene los espacios más degradados de la
ciudad los que por su condición motivan a más creatividad. Así mismo las dinámicas internas se
juegan entre lo solitario de la residencia y lo activo del comercio, entre lo histórico y lo degradado.
Para no ser contradictorio con mi tesis, propongo una manera diferente de analizar el sitio, primero,
y tomando como referencia el método de bombardeo especulativo, utilizado por Koolhaas me aproximo
9 Rem Koolhaas. (2004) Delirio de Nueva York: un manifiesto retroactivo para Manhattan. Barcelona: Gustavo Gili. 10
Mohammed BOUZIANE. La Cultura de la congestión; o el enfoque urbano de Rem Koolhaas dentro del racionalismo. Artículo de internet. 11 Helga Nowotny (2008) Insatiable curiosity : innovation in a fragile future. MIT press: Cambridge, London.
al lugar de una manera meramente descriptiva-especulativa y por lo tanto subjetiva, para luego darle
un poco de sustento con datos objetivos.
Aproximación especulativa al lugar
La sabana y las nieves son los barrios que podría decirse tienen una vocación comercial muy fuerte;
dar un paseo por este sitio más allá de disfrutar del ir y venir de las actividades comerciales, da
cuenta de una arquitectura que es lo suficientemente inflexible como para permitir nuevos usos
producto de la velocidad con que una ciudad cambia.
Santa Isabel, es como una mancha homogénea, es la monotonía resultado de la residencia y de la
poca actividad presente producto de un solo uso.
Más arriba las cruces poseen el potencial que más deseo explotar, y es su propia degradación, física,
social y ambiental. Un sector olvidado por la ciudad.
En el medio de todo esto pareciera que el centro histórico, la candelaria, permanece apático a todo el
ajetreo incesante que ocurre a su alrededor, su arquitectura considerada de patrimonio de la ciudad
por su valor en la historia del país no es más que la de colonia, siendo así, consideramos como
patrimonio la arquitectura de otros, acumulamos los residuos de una arquitectura que no es propia
de nosotros.
Primordialmente una población joven. Por otro lado es de las localidades con menor tasa de
crecimiento lo que significa que en un futuro bien podría cambiar esto con la generación de
proyectos detonantes que puedan hacer crecer en densidad el lugar.
Fuente: Dane encuesta calidad de vida 2007.
Cabe resaltar la forma de organización social que se ha generado por parte de los residentes de los
barrios, actualmente las juntas de acción comunal son las que velan por la ejecución de obras de
espacio público, alcantarillado, pavimentación. Es una buena manera de hacer participar la
comunidad pero, son poco participativas a la hora de grandes proyectos, pudiendo ser un gran
insumo para la generación de propuestas más novedosas que no solo respondan a la tendencia del
mercado sino a necesidades insatisfechas del ciudadano.
Las localidades con mayores niveles de pertenencia son las de chapinero (75,3%) y Usaquén (59.7%),
mientras que las de menor nivel son San Cristóbal (24,5%) y Rafael Uribe (75,3%). Los mártires se
encuentra en el séptimo lugar de densidad con 49,7 % que es ligeramente superior al promedio
(42,2%)12.
12 Departamento Administrativo de Acción Comunal–DAACD, Sudarsky, Jhon. “Densidad y articulación de la sociedad civil local en Bogotá 1997-2001”. Publicado en acción conjunta, número 25, julio de 2003
Recorriendo los mártires: Diagnóstico físico y socioeconómico de las localidades de Bogotá, D.C. 2004.
Los problemas sociales más relevantes son los siguientes: entorno y relaciones maltratantes en el
ámbito familiar, expresada en explotación laboral infantil, abuso sexual, violencia física, psicológica,
intrafamiliar. Los problemas de seguridad, se evidencian en la conformación de pandillas en todo el
territorio. Por último las situaciones de fragilidad social (personas en situación de prostitución, con
discapacidad, desplazadas, drogadictos y habitantes de la calle)
REFERENTES
La ciudad utópica Garden city de Ebenezer Howard, describe un modelo centralizado, donde toda la
vida del naciente de ese ser industrial se puede desarrollar en un ambiente idealizado y pintoresco de
jardín. Surge como una respuesta a la mala vida de los trabajadores de las fábricas en Londres.
La ciudad genérica de Rem Koolhaas.
Aeropuerto ciudad en Seoul, Corea del sur. 1995
En 1994, a través del texto, la ciudad genérica, Koolhaas presentó una extensa y precisa descripción
(y justificación) del urbanismo cínico y pragmático de la década de los 90's. La post ciudad de este
mundo urbanizado, ya no es el espacio del flaneur como la ciudad moderna, si no un estado mental,
sedado y sedentario que percibimos a través del vidrio del departamento, del automóvil, o del
monitor.
Como prueba de esto, diseña en 1995 un aeropuerto en seoul como el nacimiento de una nueva
ciudad, sin historia, sin identidad, un experimento arquitectónico que valdría la pena averiguar su
resultado.
OBJETIVO GENERAL
Presentar una manera diferente de hacer arquitectura sustentada por una teoría contemporánea
propia para Bogotá.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Buscar en los archivos de la historia arquitectónica de Bogotá, planos, fotos, dibujos, escritos, etc.
para encontrar rastros de una cultura expresada en la arquitectura.
Como trabajo de campo, utilizar Bogotá como la prueba viviente, de esa cultura sin descubrir y así
generar un modelo espacial acorde.
Proponer un nuevo modelo de gestión que no sea regido por instituciones, sino que permita un
intercambio directo con el ciudadano y el arquitecto.
Una propuesta metodología y genérica donde la arquitectura y el urbanismo sea uno solo.
ALCANCE DEL TRABAJO DE GRADO
Una propuesta espacial, una manera diferente de diseñar, un producto genérico arquitectónico,
acorde a una cultura bogotana y evidencia de una exploración teórica que la sostiene.
FUENTES
1. Jacques Attali. (2006). Cap. 4 el hiperimperio en Breve historia del futuro. 1ra Ed. Barcelona:
Paidós.
2. Alejandro Zaera. 1997. La máquina de resistencia infinita de Peter Eisenman (pág. 50)
Barcelona: revista croquis.
3. Bauman, Zygmunt. 2005. Prólogo Modernidad líquida (pág. 15) Buenos Aires, Argentina:
editorial Grafinor
4. Paul Virilio. (1988). Cáp. IV, Estética de la desaparición. 1ra Ed. Barcelona: Anagrama.
5. Rem Koolhaas. (2004) Delirio de nueva york. 1ra edición. Barcelona: Gustavo Gili.
6. Mohammed BOUZIANE. La Cultura de la congestión; o el enfoque urbano de Rem
Koolhaas dentro del racionalismo. Artículo de internet.
7. Helga Nowotny (2008) Insatiable curiosity : innovation in a fragile future. MIT press:
Cambridge, London.
ALIADOS ESTRATÉGICOS
Rafael Hernán Uribe, Iliana Hernández, Juan Carlos González, Amalia Boyer, Jaime Toro.
Juan Camilo Arias Urueña
Seminario de grado
Cristina Neira
2011
POBLACIÓN OBJETIVO
Pensar en una población para mi tema utópico sería algo contradictorio además de inexistente, en
gran parte porque como lo describí anteriormente Bogotá es una ciudad fragmentada donde la
cultura y la gente viven en una apatía con el otro simplemente porque pertenecen a otro estrato, que
en realidad a mi concepto es sólo un mecanismo para cobrar impuestos, pero la gente se lo toma
como una manera de diferenciar la sociedad o cultura. Una población objetivo no es a la que apunto
es ella la que apunta hacia construir mejor y darle más solidez al proyecto, por eso para hacer
realidad una utopía es necesario proponer una cultura nueva, claramente que surja de la moribunda
existente, porque siempre hay algo que rescatar, por más degradado, en realidad es un buen método
creativo darle crédito a lo que algo tiene más de deprimente.
Por otra parte y confiando plenamente que el cambio en el modo de actuar de las personas se logra
es a partir de proponer nuevas formas de vivir, es decir, creando una nueva cultura bajo la cual
pueda surgir una arquitectura acorde a un modelo de ciudad utópico. Por eso, le apuesto más a los
sueños de las personas y a una manera de construir la utopía basándome en el individuo para poder
generar un panorama muy diverso y amplio que pueda dar el origen a la cultura acorde a mi
propuesta. En principio, esta cultura emergente, se podría decir que se propone liquida, que no
conserva una forma, sino que se adapta; busca cambio, acontecimientos (la construcción del
trayecto, es decir un impulso accidental que hace que el rumbo de mi vida cambie radicalmente).
Justamente es la labor de la utopía, para que esto ocurra debe diluir todos los paradigmas e
instituciones, hasta ahora establecidos.