programa de trabajo para el trienio 2009-2012

COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL PROFÉTICA PROGRAMA DE TRABAJO TRIENIO 2010-‐2012

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INDICE Pág.

1) Identidad 3

2) Análisis de la realidad 3

3) Desafíos 8

4) Contemplación de Fe 8 4.1 La tarea Evangelizadora de la Iglesia 8 4.2 Encuentro con Jesucristo vivo, centro de toda pastoral 9 4.3 Fuentes de la Pastoral Profética 10

4.4 Formar discípulos misioneros de Jesucristo, finalidad principal de la Pastoral Profética 11

4.5 La Nueva Evangelización 11 4.6 Misión Continental 12 4.7 Misión Ad Gentes 12 4.8 Principios teológico-‐pastorales para la Iniciación Cristiana 13 4.9 Elementos que deben ser tomados en consideración En toda acción de Pastoral Profética 15

5) Objetivo general 16

6) Líneas estratégicas 17 6.1 Líneas estratégicas que resultaron de la Primera Asamblea Nacional de Pastoral Profética 17

6.2 Líneas estratégicas Transversales 17 6.3 Líneas estratégicas de dimensiones 18

7) Acciones inmediatas 22

8) Evaluación 22

9) Integrantes 23 9.1 Comisión Episcopal 23

9.2 Secretarios de Dimensión 23 10) Directorio 24


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1. Identidad

LA COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL PROFÉTICA:

1. E

S UNA INSTANCIA EPISCOPAL DE COMUNIÓN ENTRE QUIENES INTEGRAMOS LA C.E. PARA LA PASTORAL PROFÉTICA Y ENTRE LAS DEMÁS CC.EE.

2. ES UNA INSTANCIA DE COORDINACIÓN CORRESPONSABLE ENTRE LAS SEIS DIMENSIONES DE NUESTRA C.E.: Doctrina de la fe, Catequesis, Biblia, Misiones, Educación y Cultura.

3. ES UNA INSTANCIA DE SERVICIO A LA CEM QUE ANIMA , PROMUEVE E IMPULSA EL

PROCESO EVANGELIZADOR DE LA IGLESIA EN MÉXICO.

4. ES UNA INSTANCIA DE SERVICIO SUBSIDIARIO Y SOLIDARIO A LAS PROVINCIAS Y

DIÓCESIS, CONFORME A LOS ESTATUTOS DE LA CEM. 5. ES, EN CONJUNTO, CON LAS DEMÁS COMISIONES EPISCOPALES, EL EQUIPO PROMOTOR

DE LA MISIÓN CONTINENTAL EN MÉXICO de cuyo trabajo, esta CE debe ser punta de lanza.

2. Análisis de la Realidad

Veamos la realidad que nos circunda a la luz de la Providencia, la juzgamos según Jesucristo, camino, verdad y vida, y actuemos desde la Iglesia, cuerpo místico de Jesucristo (...) La adhesión creyente, gozosa y confiada en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y la inserción eclesial son perspectivas indispensables que garantizan la eficacia de este método (D.A. 19)

1. En México sigue en descenso el número de católicos, aumentan los protestantes y los que

declaran no tener religión alguna. Éstas son las cifras de los últimos 50 años, según el censo oficial, aunque los datos presentan variantes según los estudios:

2. A algunos servidores de la pastoral, estos datos les dejan impasibles e indiferentes. No se cuestionan a sí mismos ni sus métodos pastorales. Culpan al imperio norteamericano, a la

Año Católicos Protestantes Sin religión 1950 97. 84 1. 28 0.00 1960 97. 09 1.67 0.56. 1970 96. 17 1.82 1.60 1980 92. 63 3.29 3.12 1990 90. 14 5.00 3.34 2000 87. 27 6.61 3.27


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modernidad, a los medios de comunicación, a la falta de sacerdotes y religiosas, etc., en vez de analizar lo que en los signos de los tiempos nos dice el Espíritu. Hay quienes, en vez de inquietarse y buscar nuevos métodos para evangelizar a los alejados, son conformistas, defienden que los nuevos tiempos son de pluralidad religiosa y hasta llegan a expresar que Dios salva de todos modos sin tanta necesidad de Iglesia Católica. Quizá sea un mecanismo de defensa, para no reconocer lo que es fruto quizá de nuestros errores y deficiencias.

3. El narcotráfico y la corrupción han invadido el país. La violencia, los asesinatos y los secuestros dejan en la indefensión a miles de compatriotas. La lucha por el poder, tanto al interior de los partidos políticos como en las contiendas electorales, desgasta y divide. Los jóvenes crecen desorientados, sin una figura paterna bien definida, refugiándose en la droga, el sexo, los videos, la música, el ruido y la moda, sin identidad personal y sin esperanza. La familia se desvanece y se pierde más y más el respeto a la vida desde el seno materno hasta su término natural. Los abismos sociales y culturales se hacen más profundos, entre los pocos ricos y riquísimos, y los millones de pobres y marginados. Y esto sucede entre católicos, a quienes nosotros hemos bautizado y a quienes celebramos diversos sacramentos. Todos ellos reciben las pláticas presacramentales, aunque a veces sea a más no poder y sólo por cubrir un requisito, pero ¿de qué les han servido? ¿Los hemos evangelizado de verdad? Estos hechos, ¿no son acaso un serio cuestionamiento para nuestra pastoral evangelizadora?

4. Un enorme número de católicos lo son sólo porque fueron bautizados, participan ocasionalmente en celebraciones, mantienen su devoción a la virgen María, a los santos y a alguna imagen de Jesucristo, pero desconocen totalmente su religión, son indiferentes y poco practicantes, no se acercan a la Sagrada Escritura, no educan en la fe a sus hijos, no sacramentalizan su unión conyugal, están a favor del aborto y de la eutanasia. Son, así, presa fácil de cualquier propuesta religiosa, sea protestante o de cualquier tendencia, como el creciente culto a la llamada "Santa muerte".

5. No llegamos a ellos, y no buscamos nuevos métodos y nuevas expresiones para hacerles

llegar el mensaje evangélico. Quizá sólo nos escuchan por lo que los medios informativos transmiten de las entrevistas que hacen a los obispos, pero que no resalta nuestro mensaje religioso, sino únicamente lo relacionado con asuntos de política y economía. En cambio, las emisiones protestantes en radio y televisión, cada día más frecuentes, son marcadamente religiosas y espiritualistas, aunque fundamentalistas irreductibles. Algunos protestantes han dicho que sólo al dejar de ser católicos y cambiarse a la nueva religión, encontraron a Cristo. Todo esto ¿qué nos hace pensar de nuestra acción evangelizadora?

6. No son raros los casos de sacerdotes que son motivo de escándalo para nuestro pueblo, tanto por las deficiencias celibatarias, como por la prepotencia, el caciquismo clerical, el enriquecimiento inmoderado, el aburguesamiento y la resistencia para ir a lugares pobres. Sigue habiendo deserciones y no aumentan las vocaciones tanto cuanto el crecimiento poblacional requiere. Es necesario explicar los términos con los que expresamos nuestra doctrina, de tal manera que los fieles entiendan perfectamente lo que queremos decir. Además, tenemos que tener


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más capacidad de diálogo, sobre todo, TIEMPO de escuchar a los fieles (que se quejan de que los sacerdotes nunca tienen tiempo de escucharlos fuera de la Confesión). Hay parroquias estancadas en ser simples oficinas de servicios rituales, sin promoción de un laicado maduro y misionero, sin una participación efectiva en los consejos parroquiales y económicos. Hay quienes rechazan en forma tajante los movimientos y los nuevos modelos de evangelización, porque se salen de sus controles pastorales y les desestabilizan sus esquemas. Hay una desigual distribución del clero en el país, sin amplias miras misioneras al interior y al exterior. Cuando invitan a los obispos a presidir las fiestas patronales, o a celebrar algún sacramento pareciera que les ven sólo como un adorno más, que da presencia social. ¿Todo esto, que nos indica? ¿Hemos asumido lo que implica una nueva evangelización?

7. Nos llenan de esperanza, sin embargo, tantas iniciativas evangelizadoras que han surgido

a lo ancho y largo del país. Aumentan los movimientos eclesiales y los grupos de jóvenes, de adultos, de matrimonios y de familias, que beben de la fuente de la Sagrada Escritura, que estudian en el catecismo de la Iglesia Católica, que hacen oración, que organizan misiones, que participan en programas de promoción social. Cada día tenemos más acceso a los medios de comunicación, con catequesis evangelizadoras, y muchas diócesis están activas en la red de Internet. La piedad popular, sobre todo la devoción a la virgen María en sus múltiples advocaciones, en particular a Santa María de Guadalupe, ha sostenido muchos católicos en su pertenencia la Iglesia. Hay un resto fiel, que se mantiene firme en su fe, a pesar de todos los embates externos y los antitestimonios internos.

8. En todas partes contamos con sacerdotes, religiosas, algunos diáconos y laicos muy

comprometidos, dinámicos y entregados, incansables en la atención a personas, a grupos y comunidades. Muchos dan un testimonio heroico de pobreza y austeridad, de cercanía a su pueblo, y acompañamiento a su historia y a su realidad, de sensibilidad a los problemas actuales, de fidelidad al magisterio, de pasión por Jesucristo y su reino.

9. Son quienes nos alientan la esperanza y son ejemplo de los nuevos evangelizadores que la

Iglesia necesita. Las mujeres católicas, como las que estuvieron firmes al pie de la cruz y las primeras testigos de la resurrección, son protagonistas permanentes de la evangelización, tanto en la familia como en los diversos servicios pastorales que cada día desempeñan en las comunidades. Hay indígenas que han asumido su lugar en la Iglesia y en la sociedad, convirtiéndose en sujetos -‐no sólo objetos-‐ de la evangelización. Hay disponibilidad de muchos laicos para dedicar su tiempo a la propia formación religiosa y a servicios misioneros.

10. Los medios de comunicación y la fuerza que tiene el Internet en el ambiente juvenil,

llaman mucho la atención porque tienen una gran demanda. Es preocupante, por otra parte, la falta de organización para la evangelización en estos medios, a los que aún no hemos logrado accesar completamente.


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11. La religiosidad popular tiene un enorme potencial todavía en nuestro país, pero no siempre la hemos sabido integrar. ¿Cómo poder hacer que la religiosidad popular se convierta en un elemento importante para la verdadera evangelización? Podemos tener actitudes extremas: o desprecio a la religiosidad popular creyendo que es un movimiento folklórico (actitud aristocrática), o asumirla y evangelizarla, dándole todas las oportunidades de expresión, convirtiéndola, en parte de una cultura de tradición para la vida del pueblo.

12. Existe una distancia abismal entre la magnitud desafiante de evangelizar, y la exigua

formación para esta tarea, que se imparte en el seminario como formación inicial. El estilo del evangelizador depende, en gran medida de su formación, si ésta es insuficiente, no podemos esperar buenos y excelentes presbíteros evangelizadores. Es necesario atender esta carencia en los seminarios.

13. El aumento de laicos comprometidos en la evangelización es una luz muy prometedora,

y por esto no cabe duda que la presencia del sacerdote es insustituible. La baja de sacerdotes sobre todo en la cultura presente y el arraigo que ésta va teniendo en los sacerdotes jóvenes es un aspecto muy preocupante, porque de alguna manera repercute en la eficacia de la evangelización.

14. Otro aspecto preocupante es el relativismo, no solo moral sino teológico. Hoy en México

ya es común un problema que solamente era visto en Europa: la dictadura del relativismo, el poner en duda la unicidad y la universalidad de la acción salvadora de Jesucristo. Esta situación también invade la vida y ministerio de los presbíteros. Esto representa una tarea urgente para esta Comisión.

15. Un aspecto más que se puede resaltar es la dimensión misionera. Existen algunos presbiterios que están cómodos, instalados, cansados, en la inercia. No pocos sacerdotes que han estado en una parroquia durante muchos años parece que les es complicado hacer un cambio de estructuras caducas para hacer una parroquia misionera. Hay que trabajar por acentuar la dimensión misionera en nuestros presbiterios, comunidades y parroquias.

16. Otros aspectos importantes también son: la ideología de género y el laicismo. Estos

fenómenos están impregnando fuertemente nuestra sociedad y por tanto está siendo agredida y dañada.

17. Se habla también de la evangelización de las culturas. ¿Cómo podemos ir al fondo de

nuestra cultura actual? El contexto misionero es muy urgente, si no asumimos el aspecto misionero las comunidades se van enfriando y desintegrando.

18.-‐ Constatamos en el escenario actual de la Iglesia una acción pastoral poco eficaz y débil,

en razón de un cierto pragmatismo, cuyos síntomas más claros son el cansancio que agobia, la ansiedad, las frustraciones, el aburrimiento, el desaliento, la desilusión, y el desencanto que, en no pocos casos lleva a abandonarlo todo.


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19.-‐ Constatamos una débil vivencia de la opción preferencial por los pobres, un escaso

acompañamiento dado a los fieles laicos en sus tareas de servicio a la sociedad. 20.-‐ Percibimos una evangelización de poca fuerza y sin creatividad metodológica.

Descuidando los procesos y otras tareas pastorales. 21.-‐ Aún tenemos algunos movimientos eclesiales que no se integran adecuadamente en la

pastoral parroquial y diocesana; a su vez, algunas estructuras eclesiales o personas que no son suficientemente abiertas para acogerlos.

22.-‐ Además numerosas personas pierden el sentido trascendente de sus vidas y abandonan

las prácticas religiosas

3. Desafíos

1. El cambio de época que estamos viviendo nos desafía en nuestra tarea y nos exige una EVANGELIZACIÓN, más misionera, más auténtica y en diálogo y conversión pastoral permanentes.

2. El número de católicos que se retiran silenciosamente de nuestra Iglesia nos exige un serio análisis y renovación de los métodos y actitudes que empleamos en la evangelización.

3. La “dictadura del relativismo nos desafía a hacer una evangelización que sepa proponer y

exponer a Jesucristo vivo” dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza con dulzura y respeto. (Cf. 1P. 3, 15s)

4. La urgencia de ser más fieles en nuestra pastoral nos exige la vivencia de una mayor COMUNIÓN ECLESIAL a través de una CONVERSIÓN PERSONAL, PASTORAL Y COMUNITARIA.

5. El mandato misionero de Jesucristo nos exige conocer, asumir y comprometernos en la misión permanente como renovación pastoral, nueva evangelización, diálogo ecuménico y misión ad gentes.

6. La debilidad del tejido social, la ilegalidad, la falta de ética y moral en personas, instituciones y leyes nos desafían a fortalecer la comunión eclesial y la fraternidad, a la construcción de una cultura fundamentada en valores y a la búsqueda de una mayor congruencia individual y social con el Evangelio y la construcción de la paz.

7. La constatación de que “el cristiano de hoy no se encuentra más en la primera línea de la producción cultural, sino que recibe su influencia y sus impactos” (DA 509), nos desafía, para ir más allá de una evangelización con meros criterios geográficos, a formar pensadores y personas que estén en los niveles de decisión, sembrando los valores evangélicos en los ambientes donde tradicionalmente se produce cultura y en los nuevos areópagos (cf. DA 492 y 491).


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4. Contemplación de Fe

La tarea evangelizadora de la Iglesia

1. “La Iglesia está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las nuevas circunstancias Latinoamericanas y mundiales” (DA 11)

“Esto requiere desde nuestra identidad católica, una evangelización mucho más misionera, en diálogo con todos los cristianos y al servicio de todos los hombres” (D.A. 13).

2. En sentido estricto la evangelización consiste en anunciar la Buena Noticia de Jesucristo por medio de la proclamación del Evangelio y del testimonio cristiano a los hombres y mujeres situados históricamente para que se conviertan y vivan en la libertad de los hijos de Dios. En un sentido más amplio, la evangelización se refiere a toda actividad que realiza la Iglesia para hacer presente el Reino de Dios. El objetivo de la acción evangelizadora de la Iglesia es servir al proyecto de Jesús: el Reino de Dios1. La Iglesia busca cumplir este objetivo continuando la acción pastoral de Jesús, a través de los ministerios profético, litúrgico y de caridad.

Encuentro con Jesucristo vivo, centro de toda pastoral

3. La acción evangelizadora de la Iglesia debe conducir a una experiencia personal y comunitaria sólida, profunda y progresiva de encuentro con Jesucristo Vivo. Esta experiencia personal y eclesial es el centro de la acción pastoral. Este encuentro, para que sea sólido, supone presentar íntegro el mensaje, la entrega de la vida y la Resurrección del Señor. No es correcto separar estos elementos. El olvido de la Cruz conduce a un triunfalismo estéril; el rechazo de la resurrección lleva al fatalismo. Los escritos de san Pablo remarcan esta doble dimensión2.

4. Precisamente para que el encuentro con Jesucristo no sea incompleto, el Evangelio de

Lucas (24, 13-‐32) nos ofrece cuatro situaciones en los que podemos descubrirlo: el camino de nuestra vida, sobre todo en los momentos de dudas, incertidumbres y desánimos; la Escritura en la que redescubrimos permanentemente a Jesucristo e iluminamos nuestro caminar; el hermano, principalmente el que necesita de nuestra acogida y el pobre; la Eucaristía, recuerdo vivo del Amor,

1 Por eso, también se dice que la evangelización es una "realidad rica, compleja y dinámica" que no puede encerrarse en una definición "sin empobrecerla e incluso mutilarla" (EN 17).

2 Así por ejemplo Tesalonicenses 4, 14: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de la misma manera Dios llevará consigo a quienes murieron en Jesús”; también en la epístola a los Romanos se dice: “¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, e intercede por nosotros? (8, 34); también: “porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y de vivos” (14,9; 4,25; 2Cor. 5,15).


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motivo y razón por el que Jesucristo entregó su vida. La tarea primordial de la pastoral debe favorecer el encuentro con Jesucristo, quien no está al margen de la realidad humana ni de la vida eclesial. El encuentro con el Señor debe generar con la misma intensidad apóstoles que sean discípulos seguidores y que sean misioneros enviados. Fuentes de la Pastoral Profética

5. Aparecida pone al centro de la evangelización la Palabra viva de Dios; por eso "se hace necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el reencuentro con Jesucristo vivo, camino de auténtica conversión, de renovada comunión y de fraternal solidaridad". (D.A 248)

6. “Con firmeza y decisión, continuaremos ejerciendo nuestra tarea profética” (M.f.A. 3) La

pastoral profética debe “nutrirse de la Palabra de Dios en la Biblia, leída e interpretada en la Iglesia y celebrada en la comunidad3".

7. En este sentido, la Sagrada Escritura nacida de la Comunidad vuelve a ella para edificarla,

servirle de alimento y acompañarla en la Misión permanente de dar testimonio de su fe en el Señor Jesucristo4. Porque “es tan grande el poder y la fuerza de la Palabra de Dios, que constituye el sustento y vigor de la Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual5”.

8. Junto con la Sagrada Escritura debe tomarse como fuente la Tradición, cuya alma es el

Espíritu Santo (LG 33); ambas son los cimientos del pueblo de Dios (LG 38). Además, otra fuente es el Magisterio, "que bajo la asistencia del Espíritu Santo interpreta auténticamente la Tradición y la Escritura" (DV 10; LG 38).

9. La Pastoral Profética supone un proceso: suscitar la fe, hacerla madurar e integrar a los

creyentes en la comunidad donde se vive y actúa. Se realiza a través del primer anuncio o kerigma, la Iniciación Cristiana, la catequesis, la acción profética testimonial y misionera; penetra el ámbito educativo, transforma las culturas y va elaborando una reflexión teológica que madure y vigorice la fe.

3 SD 33. 4 Comisión Episcopal de Pastoral Bíblica, Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia. Ideario-‐Guía para la Pastoral Bíblica en México (México 2001) n. 7.

5 DV 21.


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Formar discípulos misioneros de Jesucristo, finalidad principal de la Pastoral Profética 10. La Iglesia es por naturaleza educadora en todos sus ámbitos: acciones, programas y

métodos. Está llamada a INFORMAR, FORMAR Y TRANSFORMAR las personas, las familias y las sociedades.

11. Se hacen necesarios itinerarios formativos en un proceso educativo que ayuden a madurar poco a poco a las personas para que tomen postura, en la sociedad y se involucren en el compromiso de renovarla conforme los criterios del Reino de Dios y se conviertan también ellos en educadores.

12. Es urgente llevar a cabo una formación específica para lograr una incidencia significativa en los diferentes escenarios de los discípulos misioneros: "en el mundo vasto de la política, de la realidad social y de la economía, como también de la cultura, de las ciencias y de las artes, de giro internacional, de los medios de otras realidades abiertas a la evangelización" (D.A. 283) que se llaman "nuevos areópagos" (DA 491).

La Nueva Evangelización

13. La evangelización es un proceso que está al servicio de la conversión permanente y la creación de comunidades maduras y adultas en la fe. El fin de la evangelización consiste en que los creyentes pasen de ser evangelizados a ser evangelizadores, sin dejar de ser evangelizados, es decir, sin dejar de crecer en la fe (Cfr. D.A. 291-‐292).

14. Estamos ante un tema decisivo y fundamental en la vida de la Iglesia; también ante una forma de entender la evangelización que tiene pocas décadas de historia. Hemos estado pasando de una situación eclesial de mantenimiento de la fe a otra situación en la que el problema más importante es suscitar y educar en la fe. En la tarea de la evangelización se juega el ser y la misión de la Iglesia6.

15. En Aparecida es el mismo Papa Benedicto XVI quien nos ha invitado a “una misión evangelizadora que convoque todas las fuerzas vivas de este inmenso rebaño, que es el Pueblo de Dios” en América Latina y el Caribe: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que se prodigan, muchas veces, con inmensas dificultades para la difusión de la verdad evangélica”. Es un afán y anuncio misioneros que tiene que pasar de persona a persona, de casa a casa, de comunidad a comunidad (…) Esa misión evangelizadora abraza con el amor de Dios a todos y especialmente a los pobres y los que sufren” (D.A. 550).

Misión Continental

6 J. Sastré, Evangelización en la Misión y en la vida de la Iglesia, Sinite No. 122, Sep.-‐Dic. 1999.


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16. Con Aparecida, “asumimos el compromiso de una gran misión en todo el Continente, que nos exigirá profundizar y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un discípulo misionero. Necesitamos desarrollar la dimensión misionera de la vida en Cristo. La Iglesia necesita una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres del Continente. Necesitamos que cada comunidad cristiana se convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo. Esperamos un nuevo Pentecostés que nos libre de la fatiga, la desilusión, la acomodación al ambiente; una venida del Espíritu que renueve nuestra alegría y nuestra esperanza. Por eso se volverá imperioso asegurar cálidos espacios de oración comunitaria que alimenten el fuego de un ardor incontenible y hagan posible un atractivo testimonio de unidad para que el mundo crea (Jn 17, 21)” (D.A. 362), cuando la NE se consagre como programa oficial de la Iglesia.

17. Nuestra Comisión Episcopal entiende, acepta y asume el que “hoy toda la Iglesia en América latina y el Caribe quiere ponerse en estado de misión. La Evangelización del Continente no puede realizarse hoy sin la colaboración de los fieles laicos” (D.A. 213) Misión Ad Gentes 18. En la medida en que la comunidad de Jesús responde a la llamada del Espíritu, a continuar la misión de Jesús por nuevos e inimaginables caminos, en esa medida se convierte en Iglesia.

19. Una lectura misionera de los Hechos de los Apóstoles muestra que el origen de la Iglesia está íntimamente conectado con su conciencia de la misión que se abría ante ella, y que de este modo Hechos puede ofrecer, con razón, un fuerte fundamento bíblico para la afirmación de que la Iglesia es, “por naturaleza misionera” (AG 2). Si ser Iglesia es estar en misión, estar en misión es responder a las exigencias del Evangelio en contextos concretos, es estar “REINVENTÁNDOSE” así misma para luchar y enfrentarse a nuevas situaciones, nuevos pueblos, nuevas culturas y nuevos desafíos.

20. La obligación de proclamar la verdad de la novedad de vida que se encuentra en Jesucristo, lleva a la Iglesia a promover la misión ad gentes. “La misión universal de la Iglesia nace de la fe en Jesucristo” (RM 4).

21. Todos los pueblos tienen el derecho a la plenitud de la verdad, así la Iglesia tiene que estar en misión. “No podemos permanecer tranquilos si pensamos en los millones de hermanos y hermanas nuestros, redimidos también por la Sangre de Cristo que viven sin conocer el amor de Dios. Para el creyente, en singular, lo mismo que para toda la Iglesia, la causa misionera debe ser la


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primera, porque concierne al destino eterno de los hombres y responde al designio misterioso y misericordioso de Dios” (RM 86). Principios teológico-‐pastorales para la Iniciación Cristiana

22. El Kerygma y la Iniciación Cristiana son: “un desafío que debemos afrontar con decisión, con valentía y creatividad, ya que, en muchas partes, la Iniciación Cristiana ha nacido pobre o fragmentada. O educamos en la fe, poniendo realmente en contacto con Jesucristo e invitando a su seguimiento, o no cumpliremos nuestra misión evangelizadora”. (D.A. 287)

23. La comprensión de la Iniciación Cristiana debe ubicarse dentro del Proceso Evangelizador

de la Iglesia, que supone un itinerario integral que se realiza en varias etapas.

Primera etapa: LA ACCIÓN MISIONERA 24. El ministerio de la Palabra es elemento fundamental de la evangelización y se ejerce de

diferentes maneras. En la primera etapa se realiza por medio de la acción de convocatoria y que abarca el “primer anuncio” dirigido tanto a los no creyentes, a los que habiendo creído han caído en la increencia, a los bautizados que viven al margen de la vida cristiana, a los indiferentes y a los alejados. También comprende los niños que se preparan para los sacramentos de la Iniciación Cristiana.

25. “El primer anuncio tiene la función de anunciar el Evangelio y la conversión… esta

conversión, así sea inicial, lleva consigo la adhesión a Jesucristo y a la voluntad de caminar en su seguimiento. En el actual contexto de la nueva evangelización no podemos dar por supuesta la acción del primer anuncio, es una etapa insustituible en el Proceso de Evangelización” (D.G.C. 51)

26. El D. A. habla de este primer anuncio cuando se refiere al anuncio del Kerygma y dice: “La

Iniciación Cristiana incluye el Kerygma, es la manera práctica de ponerse en contacto con Jesucristo e iniciar en el discipulado” (288); “sentimos la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación a la vida cristiana que comience por el Kerygma” (289).

Segunda etapa: LA ACCIÓN CATECUMENAL E INICIATORIA 27. La etapa iniciatoria o catecumenado es la acción por la que quien se ha convertido y

aceptado la fe es introducido a la Iglesia por medio de la catequesis, por la participación en los sacramentos, por los comportamientos morales y testimonio que brotan de su incorporación.

28. Esta es la etapa a la queremos dedicar más espacio en esta reflexión, porque nos coloca

dentro del proyecto que queremos compartir.


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29. La Iniciación Cristiana se ubica, por tanto, dentro del Proceso de la Evangelización sin identificarse plenamente con ella. En la vida del candidato hay un momento de inicio que se prolonga hasta llegar a un nivel de plenitud. Esta es la Iniciación Cristiana que comprende la iniciación a lo que la Iglesia es para adherirse plenamente a ella: la palabra, el servicio, la celebración, la vida comunitaria y la misión. En esta etapa la Iglesia ejerce la función de iniciación por medio de la catequesis, en íntima conexión con los sacramentos de la Iniciación Cristiana. Este tema está presentado de manera sucinta en el D. A. No. 288

Tercera etapa: LA ACCIÓN PASTORAL 30. La entendemos como la tercera etapa de la evangelización y que está dirigida a los fieles

de la comunidad cristiana ya iniciados en la fe. En sentido estricto no es sinónimo de la acción evangelizadora de la Iglesia.

31. Esta tercera etapa va dirigida a los cristianos ya iniciados que necesitan alimentar y

madurar constantemente su fe a lo largo de toda la vida; es posterior a la etapa catequético-‐iniciatoria y la supone. Es la educación o formación permanente en la fe, tiene el carácter de ser alimento constante que todo el organismo adulto necesita para vivir (Cfr. D. G. C. 57). El Documento de Aparecida lo trata bajo el capítulo de “Catequesis Permanente” y va desde el No. 295 al 300.

Se pueden señalar además otras tres etapas: Cuarta etapa: CORRESPONDE A LA MISIÓN DE LOS DISCÍPULOS. (Cfr. D.A. 266-‐272; 278 e)]. Quinta etapa: CORRESPONDE DE LLENO A LA “NUEVA EVANGELIZACIÓN” que en nuestro

objetivo ponemos al centro.

Sexta etapa: CORRESPONDE A LA MISIÓN AD GENTES. La Iglesia que ha vivido el proceso evangelizador termina interesándose por todos los pueblos, especialmente aquellos que aún ignoran a Cristo y se ofrecen como misioneros para la evangelización de todas las naciones.

Elementos que deben ser tomados en consideración en toda acción de Pastoral Profética. 32. La Pastoral Profética es una acción que debe ser comprendida y realizada como un

elemento del proceso global de la vida de la Iglesia. Por medio de la acción pastoral la Iglesia actualiza la acción salvadora de Cristo, de cara a la implantación del Reino que supone diversas acciones, funciones o mediaciones.

33. El Ministerio de la Palabra, propio de la Pastoral Profética, se articula con el ministerio del servicio (pastoral social) con el ministerio de la celebración (pastoral litúrgica) y el ministerio de la comunión. No es posible, por tanto, forjar proyectos de ninguna de las áreas si se toman de manera


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desarticulada y sin referencia y organicidad con las demás áreas que en conjunto constituyen la acción pastoral de la Iglesia.

5. Objetivo General

ANIMAR E ILUMINAR LA NUEVA EVANGELIZACIÓN, EN EL ESPÍRITU DE LA MISIÓN CONTINENTAL, PARA SUSCITAR, FORMAR Y ENVIAR DISCÍPULOS MISIONEROS DE JESUCRISTO COMPROMETIDOS CON LA IGLESIA EN MÉXICO Y EN EL MUNDO

Recordemos que dentro del triple ministerio de la vida cristiana, el lugar y la función de la

Pastoral Profética es llevar a las personas a través de la acción evangelizadora a conectarse con el acontecimiento revelador de Dios: la Palabra echa carne, Jesucristo. Y una vez establecido esta unión vital con Él, compete a la Pastoral Profética acompañar y nutrir al neófito en el camino de la fe en la experiencia comunitaria a través de mediaciones privilegiadas como la martiria (testimonio), el kerigma (anuncio), la didaskalia (catequesis) y la crisis (formación teológica).

Para poder lograr todo esto necesitamos que las dimensiones de la Pastoral Profética trabajen de modo complementario y coordinadamente y sobre todo de manera articulada.

En vista de promover la integración de esta Comisión Episcopal consideramos que la

Doctrina de la Fe es el campo específico en el que la Iglesia se preocupa de que la Palabra sea la Palabra verdadera y no otra. La dimensión de Cultura es la que tiene que señalar el objetivo a alcanzar. Tanto la “Evangelii Nuntiandi” como la “Ecclessia in América” afirman: “la ruptura entre el Evangelio y la Cultura es el drama de nuestro tiempo”. Por eso es preciso promover la “Cultura de la Palabra”. Las dimensiones de Biblia, Misiones y Catequesis por su naturaleza son transversales, no solo al interior de la CE sino en general. Son un puente para la colaboración a las otras CE.

La dimensión de Educación, centrada en la formación del discípulo, puede convertirse en la

integradora de las dimensiones al interior de la Comisión, en cada momento que haga uso de la Palabra de Dios, de la Catequesis y de la Misión.

6. Líneas Estratégicas

6.1 Líneas estratégicas que resultaron de la Primera Asamblea Nacional de Pastoral Profética:


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1. Ser coherentes en nuestro trabajo y en nuestras actitudes con las líneas de la nueva estructura de la CEM.

2. Asumir como centro de cohesión y animación pastoral la Palabra de Dios, reconociendo la transversalidad de las dimensiones de Biblia, Catequesis y misiones; el dinamismo formativo de la dimensión de Educación, la ayuda iluminadora de la Doctrina de la fe y el punto de partida y llegada de la dimensión de cultura.

3. Nos comprometemos a darle promoción a la Palabra de Dios trabajando por suscitar la cultura de la palabra, ante la cultura de la acción.

4. Realizar una asamblea nacional de Pastoral Profética cada tres años, al final del trienio que proyecte las líneas a seguir para el siguiente periodo.

5. Proponer, según ritmo y posibilidades de cada provincia, de forma subsidiaria, organizar una asamblea provincial de Pastoral Profética durante el trienio.

6.2 LÍNEAS ESTRATÉGICAS TRANSVERSALES

1. Conocimiento, integración, comunión y solidaridad entre las seis dimensiones y la Secretaría

General.

2. Conocimiento, cercanía, relación y mutua colaboración con las demás C.C.E.E.

3. Animar, iluminar y apoyar el Proceso Evangelizador en las P.E. solidaria y subsidiariamente.

4. Fomentar nuestra formación y capacitación en el significado y las implicaciones de la fuerza profética de la Palabra, la evangelización y la misión de la Iglesia.

5. Descubrir y describir los centros donde se produce la cultura, junto con los nuevos areópagos, para discernir los modos y los medios como podemos hacernos presentes en ellos.

6. Acudir constantemente a la Palabra, buscando su fuerza profética.

7. Mantener presente el mandato misionero de Cristo -‐con sus cuatro implicaciones actuales: pastoral, nueva evangelización, ecumenismo y misión ad gentes-‐ como punto de partida para el crecimiento y desarrollo de todas las dimensiones de la pastoral profética de la Iglesia.

6.3 LÍNEAS ESTRATÉGICAS DE DIMENSIONES

1. Dimensión de la Doctrina de la Fe

PROFUNDIZAR Y ACTUALIZAR LAS REFLEXIONES Y EXPRESIONES TEOLÓGICAS DE MANERA QUE ILUMINEN LA VIDA Y LA FE DE LOS CREYENTES EN CONFORMIDAD Y RESPETO A LA DOCTRINA REVELADA Y AL MAGISTERIO ECLESIASTICO.


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• Asesorando a las demás Comisiones Episcopales para que sus documentos vayan de acuerdo al Magisterio de la Iglesia.

• Presentando en la página web del episcopado y de la Pastoral Profética artículos sobre temas teológicos de interés.

• Diseñando un documento sobre la ley natural y sus implicaciones, a propósito de la reforma al artículo 40 de nuestra Carta Magna, respecto de la connotación “Estado laico”.

• Dando subsidios del Congreso Internacional sobre el Derecho Natural.

• Planteando la necesidad de revivir la sociedad mexicana de teólogos.

2. Dimensión de la Catequesis

PROMOVER E INSTRUMENTAR LA RENOVACIÓN DEL PROCESO EVANGELIZADOR EN MÉXICO, POTENCIANDO EL ANUNCIO KERIGMÁTICO, LA INICIACIÓN CRISTIANA Y EL DISCIPULADO.

• Acompañando y animando el caminar de las provincias, propiciando procesos catequísticos.

• Elaborando subsidios catequísticos

• Propiciando la Formación integral y procesual del discípulo y misionero de Jesucristo para que responda a los nuevos tiempos desde una fe adulta.

• Promoviendo encuentros a diversos niveles, para la promoción, comunión y reflexión de la catequesis.

3. Dimensión de la Biblia

ANIMAR E ILUMINAR SUBSIDIARIAMENTE, DESDE LA SAGRADA ESCRITURA LA TAREA EVANGELIZADORA EN MÉXICO PARA QUE SEA FUENTE PERENNE Y VIGOR DE LA VIDA PASTORAL.

• Ofreciendo a través de la FECCEFOBI y –en coordinación con nuestras instituciones-‐ espacios de capacitación metodológica en la lectura, comprensión, interpretación, oración y actualización de la Palabra de Dios, elaborando y difundiendo material bíblico-‐pastoral que ayude a los diferentes y diversos agentes de pastoral en su ministerio.

• Acompañando momentos especiales de reflexión –mes de la Biblia, semanas bíblicas, congresos-‐ para ir aclarando y sistematizando lo que significa la Animación Bíblica de la Pastoral en el nuevo contexto eclesial. Así como asesorando y acompañando a los responsables de la Animación Bíblica en cada una de las diócesis y/o provincias respecto del significado, alcance y exigencias de la Animación Bíblica de la Vida Pastoral.

• Ofreciendo apoyo y acompañando los responsables de otras Comisiones, Dimensiones o áreas de servicio eclesial que tengan interés de darle un lugar prioritario a la Palabra de Dios presente en la Sagrada Escritura.


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• Sistematizando en un ideario-‐guía la identidad –el ser y quehacer-‐ de la Animación Bíblica de acuerdo a la reestructuración del Trabajo Pastoral de la CEM, las nuevas orientaciones magistrales (Aparecida y el Sínodo sobre la Palabra de Dios en la Vida y Misión de la Iglesia) y los nuevos signos de los tiempos.

• Acompañando o contactando con las personas o agrupaciones adecuadas a las diócesis, comisiones o instancias que deseen acercarse a la Sagrada Escritura para leerla, comprenderla, interpretarla y actualizar mejor su mensaje para la vida.

• Reflexionando permanentemente sobre contenidos bíblico-‐pastorales adecuados, sobre los métodos más oportunos y sobre los sujetos que se acercan a la Sagrada Escritura; y al mismo tiempo profundizando y difundiendo los pasos, principios y criterios adecuados para la lectura, comprensión, interpretación, oración y actualización del mensaje de la Palabra de Dios.

4. Dimensión de Misiones

ANIMAR Y APOYAR A LAS DIOCESIS Y PROVINCIAS EN SU COMPROMISO MISIONERO AD GENTES E INTERGENTES A FIN DE CRECER EN LA CONCIENCIA DE SER MISIONERAS POR NATURALEZA Y SOLIDARIAS CON LA IGLESIA UNIVERSAL, EN ESTRECHA COLABORACION CON LAS OMPE

• Acompañando e impulsando tanto el trabajo del Consejo Misionero Nacional como las Obras Misionales Pontificias, para lograr una mejor unidad operativa en la animación y cooperación en bien de la implantación del Reino de Dios.

• Sugiriendo e impulsando las iniciativas apropiadas para la formación misionera de laicos y jerarquía en orden a promover la solidaridad entre las Iglesias particulares para que todos se empeñen en la acción “ad gentes” y su compromiso de ser solidarios en la Obra de la Evangelización.

• Promoviendo las Obras Misionales Pontificias Episcopales, garantizando así la identidad y efectividad de cada una de ellas, respetando los Estatutos de las mismas y en íntima comunión con el Episcopado Mexicano.

• Animando y brindando apoyo espiritual y económico, en la medida de lo posible, a los Misioneros religiosos, sacerdotes y laicos que trabajan fuera del País para que experimenten la comunión con los Obispos de México.

• Cuidando que sean promovidas todas las iniciativas de cooperación misionera e informando sobre las colectas a las Obras Misionales Pontificias así como su destino, siempre salvaguardando el carácter universal y prioritario de las mismas.

• Teniendo siempre en cuenta los lineamientos de la Comisión Episcopal para la Pastoral Profética, de la que formamos parte en México.


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• Apoyando las iniciativas diocesanas y provinciales a través de subsidios a fin de que crezca la consciencia misionera.

5. Dimensión de Educación PROMOVER UNA EDUCACIÓN CATÓLICA DE CALIDAD, CENTRADA EN LA PERSONA DE

CRISTO Y EN UNA AUTÉNTICA ANTROPOLOGÍA, PARA QUE DESDE UNA FORMACIÓN INTEGRAL, LA PERSONA SEA CAPAZ DE VIVIR COMUNITARIAMENTE Y COOPERE EN LA TRANSFORMACIÓN Y HUMANIZACIÓN DE LA REALIDAD.

• Fortaleciendo la Dimensión Educativa de la Pastoral Profética.

• Organizando un Simposium sobre temas educativos nacionales. • Manteniendo una fecunda y fructífera relación con las instancias nacionales educativas ad

intra y ad extra de la Iglesia. • Constituyendo un observatorio sobre la Educación en México conformado por especialistas

en la materia.

• Animando la Pastoral Educativa en las PPEE de México

• Continuando con el estudio, redacción y aplicación del Proyecto Educativo de la Iglesia en México.

6. Dimensión de Cultura EVANGELIZAR LAS CULTURAS ORIGINARIAS Y CONTEMPORÁNEAS PARA INCULTURAR EL

EVANGELIO EN TODOS LOS AMBIENTES. • Reafianzando la identidad y las competencias de esta Dimensión y su relación con las demás

Comisiones y Dimensiones en la CEM.

• Reforzando el equipo de asesores y colaboradores, con representantes de la AMIESIC y de la RED de centros de cultura.

• Intensificando la relación con universidades católicas, de inspiración cristiana y laicas, para

apoyar la evangelización de las culturas.

• Organizando reuniones nacionales de responsables de Pastoral de la Cultura de las Diócesis y Provincias, para coordinar trabajos.


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• Promoviendo foros regionales sobre fe, ciencia y cultura en las Provincias que acepten este servicio, con ayuda de AMIESIC, como paso previo para un Congreso nacional sobre Dios y las diferentes expresiones de la cultura actual.

• Integrando grupos interdisciplinares que ayuden a desentrañar lo que el mundo está

viviendo y propongan caminos de reflexión, de búsqueda y de transformación.

• Valorando pastoralmente el reto de las culturas locales y de los fenómenos sociales de la secularización, la modernidad y la post-‐modernidad en la misión de inculturar el Evangelio.

• Alentando la presencia de obispos y de agentes de pastoral en los medios nacionales de

comunicación, para dar testimonio de la fe y crear o fortalecer la cultura cristiana.

• Promoviendo talleres que ayuden a valorar las culturas indígenas y a lograr traducciones bíblicas y litúrgicas propias de las etnias más numerosas, con la colaboración de las Dimensiones de Doctrina de la Fe, Biblia, Liturgia, Catequesis y Pastoral Indígena.

• Elaborando síntesis sobre la cultura contemporánea: Naturaleza, manifestaciones, y efectos, aprovechando los estudios de la Comisión Pontificia, del CELAM, de la CEM, de las Provincias y otras instancias.

7. Acciones inmediatas

a) Elaborar un instructivo que oriente sobre el relativismo y el laicismo que estamos viviendo. b) Elaborar subsidios de Pastoral Profética, en servicio a la Misión Continental con la

participación de cada una de las dimensiones. Uno por dimensión. c) Redactar y operativizar el Nuevo Proyecto Educativo de la Iglesia en México desde una nueva

visión integral de la Educación. d) Promover la página web de la Comisión Episcopal para la Pastoral Profética donde tengan

suficiente espacio las 6 dimensiones.

8. Evaluación

Si se quiere constatar si un proyecto está vivo y avanza, si se van cumpliendo en él los objetivos previstos, es necesario evaluarlo periódicamente. Los estatutos de la CEM marca que las CCEE han de hacer una evaluación anual (art. 28, “d”) y otra al final de cada Trienio (art. 22, “h”)

9. Integrantes


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9.1) Comisión Episcopal

9.2) Secretarios de Dimensión

10. Directorio He aquí un instrumento indispensable para poder comunicarnos, intercambiar y crear relación entre nosotros CE y entre las demás CCEE.

COMISIÓN EPISCOPAL PARA LA PASTORAL PROFÉTICA PRESIDENTE Mons. José de Jesús Martínez Zepeda Obispo de Irapuato Av. Juárez 138-‐407, Centro. 36500 Irapuato, Guanajuato. Tel. (462) 6-‐22-‐35-‐47/ 6-‐22-‐22-‐95 Fax: (462) 62 49 749 E-‐mail: [email protected]

SECRETARIO EJECUTIVO Pbro. Lic. Juan Manuel Chagolla López Habana 148, Col. Tepeyac Insurgentes, Delegación Gustavo A. Madero, 07020, México, D.F. Tel. (01 55) 55-‐77-‐00-‐52 Fax. (55) 55-‐77-‐63-‐73 E-‐mail:[email protected]

DIMENSIÓN DE DOCTRINA DE LA FE

RESPONSABLE Mons. J. Guadalupe Martín Rábago Arzobispo de León Pedro Moreno 312, Centro 3700, León, Guanajuato Tel: (477) 7 13 27 47; 7 14 24 83

SECRETARIO Pbro. Lic. Juan Ernesto Castro Blvd. San Pedro del Monte 401, Col. Santa Rosa, Plan de Ayala 37666, León, Guanajuato Tel: (477) 7 48 81 54; 7 48 81 55


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Fax: (477) 7 14 25 77; 7 13 12 86 Email:[email protected]

E-‐mail: [email protected]

DIMENSIÓN DE ANIMACIÓN BÍBLICA

RESPONSABLE Mons. F. Armando Colín Obispo auxiliar de México Guanábana 322 Col. Hogar y seguridad Delegación Azcapotzalco 02820, México D.F. Tel: (55) 53 56 14 31 Fax: (55) 53 56 14 36

SECRETARIO Pbro. Lic. Antonino Cepeda Tel: cel. (55) 34 84 53 93 E-‐mail: [email protected]

DIMENSIÓN DE MISIONES

RESPONSABLE Mons. Rafael Sandoval Sandoval M.N.M Obispo de Tarahumara Cascada s/n Col. Altavista 33180, Guachochi, Chihuahua Tel: (649) 5 43 02 23 Fax: (649) 5 43 08 82 E-‐mail: [email protected]

SECRETARIO Pbro. Guillermo A. Morales Martínez Pol. Misterios 24, Col. Tepeyac-‐ Insurgentes, Delegación Gustavo A. Madero 07020 México, D.F. Tel: (55) 57 50 05 44 / 55 77 93 20 (oficina) Cel: 55 22 71 93 75 E-‐mail: [email protected]

DIMENSIÓN DE EDUCACIÓN RESPONSABLE Mons. Alfonso Cortés Contreras Obispo de Cuernavaca Hidalgo 17, Centro 62000, Cuernavaca, Morelos Tel: (777) 3 18 45 90; 3 18 45 96 Fax: (777) 3 18 63 18 E-‐mail: [email protected]

SECRETARIO Pbro. J. Abel Castillo Castillo Diagonal san Jorge 40, Col. Vallarta san Jorge 46690, Guadalajara, Jalisco Tel: (333) 6 47 80 14 Fax: (333) 6 47 80 14 E-‐mail: [email protected]

DIMENSIÓN DE CULTURA


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RESPONSABLE Mons. Felipe Arizmendi Esquivel Obispo San Cristóbal de las Casas 5 de febrero y 20 de noviembre, Centro 29200, San Cristóbal de las Casas, Chiapas Tel: (967) 6 78 00 53; 6 78 67 21 Fax: (967) 6 78 31 36 E-‐mail: [email protected]

SECRETARIO Pbro. Mario Ángel Flores Ramos Hidalgo 8, Rancho san Francisco Col. San Bartolo Ameyalco, Del. Álvaro Obregón 01800, México D.F. Tel: (55) 55 85 28 23 Fax: (55) 55 85 28 23 E-‐mail: [email protected]

DIMENSIÓN DE CATEQUESIS RESPONSABLE SECRETARIO Mons. José Antonio Fernández Hurtado Pbro. Lic. Juan Manuel Chagolla L. Obispo de Tuxtepec Oaxaca. Habana 148, Col. Tepeyac Insurgentes Bonfil 597, entre Juárez y Villa, Del. Gustavo A. Madero, cp 07020 Col. Sta. Fe, 68320 México DF, Tel. (55) 55 77 00 52; Tel. (287) 8 75 48 61 Fax (55) 55 77 63 73 Fax (287) 8 75 48 61 Email: [email protected] Email: [email protected] COMISIÓN EPISCOPAL LA PASTORAL LITÚRGICA Presidente: Mons. Víctor Sánchez Espinosa Secretario ejecutivo: Pbro. José Gpe. Martínez Osorio Orizaba 41, Col. Roma, C.P. 06700, México, D.F. Tel: (55) 25 28 96/(442) 2 12 19 74 Fax: (55) 55 25 28 96 E-‐mail: [email protected] LA PASTORAL SOCIAL Presidente: Mons. Gustavo Rodríguez Vega Secretario ejecutivo: Pbro. Armando Flores Navarro Tintoreto 106, Col. Ciudad de los deportes, C.P. 03710, México, D.F.


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Tel: (55) 55 63 65 43/ 55 63 16 04/ 55 98 79 44 Fax: (55) 55 63 39 68 E-‐mail: direccion@ceps-‐caritasmexico.org.mx LAS VOCACIONES Y MINISTERIOS Presidente: Mons. José Rafael Palma Capetillo Secretario ejecutivo: Pbro. José Luís Torres Govea Insurgentes Sur 4135, Col. Santa Úrsula Xitla 14420, México, D.F. Tel: (55) 55 73 32 41 Fax: (55) 55 13 18 02 E-‐mail: [email protected] LA FAMILIA, JUVENTUD Y LAICOS Presidente: Mons. Cardenal Norberto Rivera Carrera Secretario ejecutivo: Mons. Enrique Glennie Graue Alborada 430, Parques del Pedregal, C.P. 14010, México, D.F. Tel: (55) 55 73 32 41 Fax: (55) 55 28 02 98 ext. 128 E-‐mail: [email protected] PARA EL DIALOGO INTERRELIGIOSO Y LA COMUNION Presidente: Mons. Cardenal J. Francisco Robles Ortega Secretario ejecutivo: Pbro. Hilario González García Corregidora 700, Col. Lucio Blanco, C.P. 66218, San Pedro Garza García, Nuevo León Tel: (81) 11 60 13 13/ 11 60 13 46 Fax: (81) 11 60 13 57 E-‐mail: [email protected] PARA LA PASTORAL DE LA COMUNICACION

Presidente: Mons. Luís Artemio Flores Calzada Secretario ejecutivo: Pbro. Antonio Camacho Muñoz MG Prol. Misterios 26, Col. Tepeyac-‐Insurgentes, C.P. 07020, México, D.F


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Tel: (55) 57 77 54 01/ 57 81 80 69 Fax: (55) 55 77 54 08 E-‐mail: [email protected] PARA LA SOLIDARIDAD INTRAECLESIAL

Presidente: Mons. José Ulises Macías Salcedo Secretario ejecutivo: Pbro. Martín Edgardo Moreno Molina Av. Luís Orcí 16 Col. Jesús García, C.P. 83140, Hermosillo, Son. Tel: (662) 2 14 75 94 E-‐mail: [email protected]

programa de trabajo para el trienio 2009-2012

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