programa radio web ed 24 - ingrid odgers
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Difusión internacional de escritores hispanoparlantesTRANSCRIPT
PROGRAMA RADIO WEB- EDICION 24 –INGRID ODGERS
Un Programa creado para la difusión de escritores hispanoparlantes
Norma Segades – Argentina
Cigarras.
Invasión de cigarras.Roque Sáenz Peña, 1949
Después del mediodíabajo talasy jirones de siestas lujuriosasque fecundaban soles deslumbrantesembriagados de cánticos febrilesse extendía el fragor de las cigarrasentre los laberintos de los talasaturdidossedientosderrotadospor la insistencia aguda de violines
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Y entre esas resignadas soledadesdondela orgía de una luz salvaje-como orfeón de relámpagossin tregua-delineaba a penumbras los perfilesla sombra se espesabase escondíaen la estirpe de viejos paraísosque sembraron los rieles a su pasomientras hurtaban vuelosy raícesmientras hurtaban feudos al sigiloy arrojaban al aire sus mensajesde humo rebeldede humo imprecatorioque el cielo devolvía en calmas grisesAllí quedaronen la tierra ardidaen la tierra que hollaran las promesaslos ecos de una infancia irreverenteaprisionando cantos inasibleslos rastros de una infancia migratoriagrabando sus pisadas
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en el polvocuando andaba la edad de la esperanzasu inocencia de ciénagasy eclipses.
Norma Segades – Argentina
El rocío salvaje.
De qué lugar,pregunto,de qué piedrabrota este manantialy cristalizaastillas de silencio en mi fracasopara manifestar que,todavía,hay espacios de greda en mis perfilesdonde sólo se encastran tus abrazos,para gritarque ya no soy mi nombresi tu voz calla el eco sustantivode mi propio vocablo.Que soy la cicatriz de lo que fuimos,
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insolentando muros de tinieblascon ojos fatigados,cuando esta soledad no es,ni siquiera,la infamante mitad de mi nostalgia.Y la ausencia me pesa más que nunca.Y el recuerdo es la playa en que naufrago.Que navego en mi amor,a la deriva,bajo esta gris llovizna que humedecela textura salvaje de mis párpados.Y que no habrá azucenasni palomasni sueños deshojando calendariosporque,sobre las últimas cenizas,está cayendo,sin cesar,tu olvido,como un rocío amargo.
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AGUSTIN BENELLI - CHILE
ESTAMPA DE AZAFATA ESPACIAL
Sin arrogancia dispensó el oxígeno en partes igualesSu iris puede oscilar al compás del corazónDescubrir al instante que su carne hace tambalearCon lujuria las paredes de la piel.
A veces enseñará su estampa de azafata espacialOtras revelará su antigua historia de amorY con deslumbramiento sabrás como desnudó a un cardenalY acarició un lirio en su jardín.
Seguramente olvidará el roce furioso de la indiferencia de muchos.
Entre laberintos la palabra poética buscará la inconfundible destrezaDe las gotas invernales que escurren entre los ventanales del sur.
PEQUEÑOS DIOSES
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Imaginamos que somos pequeños diosesEl peligro es olvidar que lo somos.
AGUSTIN BENELLI - CHILE
EL AROMA DE TU SANGRE
El cuarto de todas las nochesHabita silencioso en el reposo de tus manosEl espera con el aroma de tu sangreTrazar un arco iris en el centro de un hexágonoDonde dos cuerpos se toquen la punta de los dedos con un girasol.
ESCONDITE DE FIBRAS Y MATERIALES INFINITOS
No es una clase de botánicaPero el camino tiene flores bajo los nativos matorralesEl arroyo cercano los ilumina con el hisopo de aguas cordilleranas
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La mano con esperanza palpa y desata el aroma a lavandaY acaricia alegremente dos tercios del aíre de la ciudad.
Con la belleza de un abanico disimula el dominio de los vegetalesY alimenta con su carne de mariposa en celoLas ansias de vivir.
Su cuerpo alborotado estremece el átomoEscondite de fibras y materiales infinitos.
Me percato que muchos no saben leer la escritura de los ángelesEl secreto de su orilla de gaviota que reúne en una plegariaCielo y mar.
AGUSTIN BENELLI - CHILE
LA JOVEN IMAGINA UN CAMPAMENTO DE ANGELES
La joven imagina un campamento de ángelesTiene la figura de un príncipe bajo sus parpadosElla espera encontrar una palabra inmaculada
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Aunque sea el acento de una bocal en su voz.
Cada noche cubre bajo sábanasEl cuerpo fantasmal que siempre desaparece al mediodíaQue resucita con las horas de la tardeQue se mueve delante de sus piernasQue agita con sus brazos el cuerpo mortal.
La joven imagina un ángel que espanta la oscuridadUna estampa con espada de cristalIluminando la opaca atmósfera del corazón.
Muchos en la ciudad huyen y articulan el nombre de AdánComo el mito de dos siluetas atoradas en un viejo jardín.
La fantasía con su credo en la evoluciónAleja la sangre de la sustancia invisible de la luz.
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PORFIRIO MAMANI - PERÚ
Oda a una extranjera
De algún lugar del mundotus dolidas lágrimas me llegancomo voces de niñosarrancados a la vidaarrastrados por la vidaentregados a la muerte estando vivos.En tu mirada de víspera y sueñoviajan otros ríosque como túse alargan más allá de océanosmás allá de selvas ya heridas.Nada buscamos, nada encontramos;sólo palabras dejamos como migajasa lo largo del camino solariego.De alguna parte me llega tu silencioamargo y dulce como una fruta prohibida,como los días que te invento por los caminos
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y no dejar que mi sombra vaya sola por las noches.En el hueso de las horas otoñales,subo y bajo las escaleras del olvido y no te veo,estás ausente, lejana y ausente de mis ojos.Yo te busco en mi sombray en las otras sombras que las otras dejany continúo buscándotepor el camino y la palabra.Cruzaré una vez más aquel puentepensando que un día lo cruzaremos juntosy miraremos el río, el agua, la catedral del tiempo.Seremos otros, desdibujados por la lluvia,sombreados por las nubes que indiferentes pasan,como hoy discurre la gente a mi ladosin darse cuenta que mi alma llora de tanta soledad en el camino.Un dolor grande me crece en todo el pechohoy que me siento serextranjero y desamadoextranjero y desgraciadoen medio del rumor sordo que me encierra : la gente.Voy por las orillas de este río manso,a otras tierras, a otros mares.En alguna parte está tu vozllamándome con otro nombre,
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buscándome en la hierba y en el polvo.Estamos separados por mares y desiertos,calles y puertas y el tiempo que se acaba.Qué decirte hoy en mi dolor,éste que trepa como zarza por mis venaspor los músculos heridos y mis manos .Y miro la nieve, las nubes y los cielosy con la mirada te busco por las fibras que el viento arrastra.Vine de tan lejos,y no encontré tu rostro en esta tierra.Extranjera que sueñas sueños que no son tuyos,ni míos ni de nadie.Sé que vives en alguna parteresistiendo las olas que empuja el viento.Azotada por la lluvia, continúas,tras las huellas que mi sombra humana dejapor ríos olvidados,por llanos olvidados,vas de piedra en piedra,volteando los días y las nochescomo hojas secas del otoño que se acaba.Pero estoy aquí vestido de nieve y de polvo,con mis ojos sombreados de dudas y doloresescarpando las noches que me hieren,
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bajando los días como sueños amargos,buscándote más allá de puertas y ventanas.Cuánto no poder abrazar tu sombra en mi sombratu cuerpo en mi cuerpo para siempre.Aquí te espero, a orillas de este marque me ofrecen los recuerdo no vividos.
París 20-22/10/2005
PORFIRIO MAMANI - PERÚ
Carta abierta
Alárgate humana sombra cuando pasenlas voces de los desgraciados.Que tu sombra río, humedezca sin temorla larga cabellera que todos arrastramos.Y tú, silencio, brota como escarcha con el día.Llena hombre tu pecho de rayos, no sólo de recuerdos y de olvidos.Enciende los caminos no sólo de nostalgias,sino también de cantos que superen tu destinoQue tus ojos, extraño caminante del desierto,en el polvo no se queden.Que las noches sean claridades.
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Que los días sean colmado de dulces melodías,no de fúnebres miradas que recorren las ciudades.Que todo rostro sea amado,como amadas son las flores de los campos,como amadas son las estrellas que nos miran en la noche.Que los frescos prados busquen la mirada de los hombres.Que los hombres sean buenosno monumentos corroídos que se mueven.Que todo sea diferente.Que el Perú sea de orono de mármol y de olvido,no silencio, mudo, memoria sin recuerdo.Que las aves vuelvan a volar sin miedo.Que las orillas de los mares sean cristalinas.Que los aires sean también cristalinos.Que las regiones hoy oscuras sean transparentesQue el humo vuelva a ser humoY la ilusión vuelva a la ilusiónY la esperanza a la esperanza.
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ROSSANA ARELLANO -CHILE
Soledades
Como gato me voyAgarrando paredeshasta llegar al techoen donde un helicópterode aspas multicolorme recibe en naranjoy voy feliz girandoriendo porque no hallarenada mejor que haceren este extraño mundo
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Un censor ignorantecon propiedad de abejaaguijonea sueñoscomiéndome hasta el hambrepor la estúpida vidaentonces, soledadse atrinchera en el almay me observa robustaen escuálido adentroburlándose de mí
SERGIO RODRIGUEZ ARANIS- CHILE
ESCRITOS DE BAR IV y V (último)
IV
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Verde es el vaso que acoge mi vinouno puede decir quel tiempo pasay vamos siendo los mismos viejos pelotudos de siempreempero mi vaso nada sabe destas cosaspara qué complicarse diceen tanto me regala un sorboquizás muy parecido a los ríos de Babilonia
Tranquilode apariencia solemneel vaso disimula a la perfección su fiestera vidaaunque sinsabores acumuleno se puede decir ques un artefacto tristeválgame Dionisos y sus euménides!siempre hay que perder la compostura!
Quién dijo relojyo no sé qué es un relojen mi vaso observo las horas y su baile astutono me arrepiento de nada sostengo con la Piaf hasta la médulaal mismo tiempo que hago sonar el vidrio entre mis dientesmaterias que serían oprobiopara jueceso
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profetasSERGIO RODRIGUEZ ARANIS- CHILE
V
Supuesto que túsupuesto que yohiciéramos hervir las palabras mutuasy recostados entre pámpanossin prestarle oído a los insectosle regaláramos al aire un indefinible coitoestarías te pregunto día a día barriendo escupossirviendo sueños y tragostrapeando manchas de soledad y tragossumando números de esperanza y tragos?
Y yoestaría aquíredomado habitante de los azaresaquí sólo tocándote con estos versos de servilletaque pronto llevarás hasta el mismo fondo del basurero y su mierda?
Estaríamos
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protestoen este barco de nadiepegándonos un tiro de uvadirectoal silencio?
ULISES VARSOVIA - CHILE
XXV. Dinastías
El hombre inefable entidad cuyo destino
azar y error, traspié del acto irresoluto,
demente reincidencia en el mismo extravío,
como si la luz en él precipicios,
lóbrega caverna donde solo y a ciegas.
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En el tiempo su ser ciego tentativas,
en el tiempo aferrado a las cosas,
insistiendo en su incierta permanencia,
conjurando con ritos de uso y costumbre
el invisible desgaste de cada día.
En el corazón de la ciudad del viento
hay un solar con malheridas ruinas:
carcomidas vigas, roturados cristales,
enmohecidos caños, herrumbre incierta,
calaminas retorcidas en grotescas muecas,
adobes que la lluvia ha ido desvirtuando,
maderas sin filiación, anónimo escombro.
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Aquí donde polvo y desolación, aquí
donde vendaval de ruina y desgaste,
aquí donde yermo suelo castigado,
donde olor de putrefactos residuos,
aquí que testimonio de ardua intemperie,
aquí muros y armazón, espacio atrapado,
aquí costumbres y sueños y desvaríos.
Tal vez vinieron por las rutas del océano
con sus ancestrales bártulos imantados,
y anidaron en el ombligo del viento
derramando polvo de ultramar sobre el suelo,
purificando la tierra con mágicos ritos.
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Tal vez cayeron de remotas estrellas
dotando de cósmicos misterios este sitio,
o los aventó el céfiro de los montes,
o emergieron del mar estrepitoso
con su séquito de ruidos inconsolables.
Yo no recuerdo sino gravedad y silencio,
la procesión de seres mudos por los pasillos,
los lúgubres quejidos de las enfermas maderas,
la lluvia durando interminablemente
y el ulular del viento por los intersticios.
Alguien había desconectado el aire,
y las humedecidas paredes,
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las desvencijadas tablas del piso,
el polvo milenario de las alacenas,
impregnaron de su vejez el espacio
hasta enrarecer la atmósfera de sedimentos.
Por las escaleras trepaban o descendían
cavilosos fantasmas de solemne paso,
y en los cuartos donde utensilios enfermos
o bártulos de insondable identidad dormían,
latía aún la vehemente presencia
de los antepasados desaparecidos.
La vetusta casona se erguía en el viento
interceptando los mensajes del mar airado,
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y a través de los cristales desleídos
precipitaban las olas sus ruidos,
mientras diminutos seres clandestinos
corrían por el entretecho, o cuchicheaban,
o golpeaban las ollas con sus nudillos.
La vieja abuela de mágica estirpe
iba por la casa con sus ritos expiatorios,
y a su paso asustados espíritus, ánimas,
inveterados fantasmas pululantes
caían bajo el conjuro de sus alquimias.
En el diario trajín por el laberinto
se enredaron los pies entre sótano y buhardilla,
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entre desván caliginoso de arañas
y lóbrega bodega de yertas maderas,
de modo que mi vida se impregnó de un tiempo
cuajado de inescrutables ceremonias,
lleno de obscuras fórmulas y sortilegios.
Piano y victrola, polvorientos libros,
destartalada rueca adormecida,
fotografías de seres extraterrestres,
cartas que manos trémulas redactaron,
descoloridos muebles transcurriendo,
hierbas contra maléficas enfermedades,
¿cuándo cedió el patrocinio del tiempo,
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dónde están vuestras heridas entidades?
El roce del invisible transcurso
gastó vuestra extremada resistencia,
y lo que fue fundación de recios pioneros,
aquello que arrostró terremotos y hechizos,
cayó también a la garganta del tiempo.
Ahora contemplo el solar cicatrizado,
veo el resumen oprobioso de una historia
hecha de férrea voluntad y resistencia,
y es como si los muertos hubieran capitulado.
Porque la vieja casa elevó su apostura
sobre cráneos y húmeros empecinados,
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y mantuvo su entidad hasta que los huesos,
hasta que fantasmas y espíritus filiales,
hasta que los manes tutelares claudicaron.
Y esta historia es la historia del Puerto,
la historia de los cerros deponiendo
su esplendor de patriarcales dinastías,
la historia que lame y lame el viento.
Y algún día, cuando volváis de los viajes,
cuando retornéis a las calles de abrupto trazado,
ya no estarán los grandes navíos terrestres,
ya no hallaréis el ancestral maderamen.
Porque entre el clamor de la mar iracunda
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y el eólico soplido castigando,
entre lluvia, granizo y terremotos
se va cumpliendo el destino de los hombres,
y esta es la historia del gran Valparaíso.
ULISES VARSOVIA – CHILE
XXVI. Naufragios
De noche caen al mar las vidas
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de los habitantes apretados a los cerros,
y luchan allí su espuma, su sal corrosiva,
desperezan su naufragio circundante
gritando en el desvarío de la marejada.
Mar océano, tus súbditos nocturnos,
la población de seres hipnotizados
que giran sin rumbo en tu efervescencia,
tus extraviados hijos de la orilla
se prosternan y aúllan de obediencia
en tu catedral de cristal azul desatado.
Por tu espuma envolvente vagan sus vidas
arrastradas sin fin sueño adentro,
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y desde inaccesibles islas negras
envían señales los nautas perdidos
haciendo sonar caracolas marinas.
Piélago tumultuoso, profunda madre
a suyo seno salobre mariscadores,
navegantes de tormentosa derrota,
pescadores de atávico destino caen,
devuélvenos tu sangriento botín de guerra,
devuélvenos tus arrebatadas presas,
el tributo de sangre que tus súbditos
reclaman revolviéndose en su propio naufragio.
Porque de noche descendemos a ti temblando,
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de noche es la dimensión del extravío,
y en la red salobre de tu omnipotencia
sacuden nuestros gritos tu demencial navío.
Mar océano, tus súbditos nocturnos,
los que descienden de noche a tu templo iracundo
y desvarían columbrando islas,
prosternan ante ti su febril obediencia
y te arrojan los nombres de sus seres muertos.
De Madre Oceánica (1999)
5. Madre oceánica
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Madre oceánica,Madre súbita conmociónde aguas por la salconvulsionadas,de aguas de espirales lenguaslamiendo el aire trémuloen su vaivén incendiario,sacudida de espumay rigor planetario,
Madre furia atávica,Madre furia secularejercida en las edadeshabitándotey haciéndose habitar,arrollándotey haciéndose arrollar,
Madre electricidad,Madre cristal eléctricorasgando la atmósferacon su trizadurade centelleante luz agonal,horrísona y dulce
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tu música de instrumentostañidos por un titán,
Madre tempestad,Madre sacudimientodel agua en su vasijade piedra astral,condecorando de espumastus mejillas fugitivasy fijas en la gravedad,remeciendo el firmamentocon su alarido de bestiaherida en su maternidad,
Madre planeta indómito,Madre combate infernalde elementos iracundos,de íntimas fuerzas quebrandosus espadas en la mar,de tromba arremolinandosu precipicio de pánicoy espiral velocidad,
Madre sacudiendo en mí
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sus lágrimas seculares,Madre precipitándoseen su eterna conflagraciónde ruidos crepusculares,de sal materna pegadaa mis huesos trashumantes,de aguas irrenunciablesllevándose su heredadde vínculos filiales,
Madre océano en llamas,Madre ciudad litoralsacudida de tormentas,Madre muda humanidadgritándome desde la salen sus lenguas quebrantadas,continuando su existenciaen mi existencia de maressonando su inmensidadde soledades saladas.
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ULISES VARSOVIA - CHILE
16. Espumas
Devastadora magnitudde espumas irredentasseñalando en su alturade atronante contorsiónel límite de la sal,la extensión de su ira.
Desde aquí navegacioneshacia los siete mares,desde aquí barcos fantasmasatravesando la niebla,
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y tripulantes pálidosbuscándose en cada puerto,rastreando sus raíces.
Oceánica majestadaromada de espumas,atravesada por ráfagasde sal centelleante,cruzada por rachasde huracanado soplode la Oceanía.
Puerto longitudinalen los escabrosos riscosdel océano iracundo,de tu crujiente estandartesólo una hebra de sal,sólo un ruido planetariode aguas enardecidas,para este náufrago asidoa un madero tambaleante.
Sólo un rapto de espumasdepositando en el viento
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sus minerales velocidades,sólo una cascada de aguasdesplomándose del sueño,para este nauta atascadoen su naufragio terrestre.
Una ola inexorable,la crujiente magnitudde sal oceánicaen el viento quebrantándose,para éste, tu hijo ausente,para este tripulantede tus naves perdidas.
Devastadora inclemenciade espumas desprendidas,de mar ensordecedoraseñalando en su requiebromi temblorosa ausencia.
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IHOSVANY HERNÁNDEZ-CUBA
En la caverna cuyo nombre será Altamirauna mano sin cara traza la curvade un lomo de bisonte.JORGE LUIS BORGES EN PLENA JAURÍA
tímidala mano coloca el cerco dondecaerásen busca de sustento. No hay salvación en esta tierra que el fuegoconsume levemente y se hace cuita entre los cielos advenedizos. No hay paz,animal atrapado por el error de huir hacia el cercocuando otras comitivas se afanan en la caza.Ante la lanza que el hombre dispone para su primera estocadaserás mortaly sin embargo:aquí tendrás tu eternidad.
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IHOSVANY HERNÁNDEZ-CUBA
INICIACIÓN DE LA PALABRA
veo el cuerpo diezmado en este templo que me edifico.La rutina es el espacio jugando a persistirentre la sábana y el café que inicia el día.Hablo de amor cuando sin advertir la última propuesta.Hallo la calma cuando el silencio recobra su esplendoren este tractus que el mañana impone,sortilegio de conocer otra historia que avizorosobre el gobelino desdibujado con nombre de ciudaden donde rostrosemergen de la lluviacon un cómplice ademán de sarcasmo.
No es la ingratitud lo que nos salvani el creciente fervor por el ídolo del sueñoenmascarado en el portarretrato.Aquí habita un hombre conspicuoa la hora de la partida.todo reino anuncia sus fantasmas/ fantasíasmedianoche de desvelossalpicando lo que queda abocetado
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de ciudad.
Veo el cuerpo dibujado:un bisonte que inició el viaje y que hoyapresuro en otra caverna.Rehago el dibujo al estilo de Miró.Difícil me ha sido repetir la historia.Son otras las dádivas que asomandesde la pared con eco de bestia,caricias que el ido viajero no repetiráy yo lamoen la advertencia de esta necesidad de ser escuchado,de querer salvar todo argumentoponerlo ante los paseantes,esos que no perciben el rumor,el vaho de la bestia sin guarida,el hombre que escribe las actas de un pasado elocuente,de un principio inhabitadoen el instante en que llega mi mano y traza otra curva, otra flechaotra paradoja traslúcida,celestial.
Ay de este escriba macilentoque tiende a trocar el rumor que baña a Altamira
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de líneas y salvaje voz,visión de ir numerando cada acta en donde el anochecercomenzará por ser alma descreída/ febrilalma dispuesta a perpetuar el grito del hombre/del escriba/ del poetade este que insta al pecadopara echarse junto al animal y arrancarle los símbolos,sólo los símbolosque lo hacen mortalen este otro lenguajeque aquí pugna por ser navey se hace lumbreen tanta oquedad sosteniday lacerante.
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Susana Ferrer - Poesía
Alguien soñó muy mal"Alguien soñó muy mal"A. Pizarnik
IUn espejo oscuroy sin luzdisuelve una estrella biselada.
IIUn cigarro de pimienta y salla moja de luzy un galope furioso y altivola cansa voraz.
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IIIUna flecha con alasse clava en la hembra de azúcary un jinete hambrientollega con el arco y la luz.
IVUna flecha de pestañas oscurasse le desfleca en el rostroy sus ojos de salflamean entre las olasen una marea de tinta y sombra.
Susana Ferrer - Poesía
VUna marea huecagalopa la espumay una tinta de luz
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ilumina la orilla
VIAlguien soñó muy mal.Alguien se equivocó en el sueño.La tinta no era de luz.La marea no estaba hueca.Los besos no eran de azúcar.Las flechas no eran aladas.Amaneció bañada en tinta negra,ahogada en la sal de unos besos mortalesy atravesada su piel de flechas terrenas.
JUAN CARLOS RIVERA- ARGENTINA
Cómplices palabras "No creo en las palabras (...) las he visto afirmar/ negar, mentir al pie de los altares y patíbulos".
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Armando de Armas, Sobre la brevedad de la ceniza. Las palabras se incrustan mutiladas contra mis contra mis cristales se parapetan en mi placard y gimotean tras mis pasos, heridas/ dolidas/dañadas/prostituidas/cansadas se desangran bajo la escalera, tropiezan unas contra otras al borde del abismo, se tocan impúdicamente sin pensar en sus géneros y concordancias/ en sus tildes y acentuaciones, en si son diptongos o triptongos/ llanas o agudas/ sin recato hacen el amor/ desfachatadas/ procaces/ sin pensar en el qué dirán/ sólo en el goce momentáneo/ en la cabalgata cansina de la vigilia, en la agonía del naufragio, en los estertores de un faro sin olor a mar. Poco a poco se travisten, se camuflan como voces cómplices aquí enesta noche/ sobre mi mesa de luz,/ tras los ojos y los rictus de lasmáscaras que cuelgan de mi sala./ Se escabullen dentro de la almohada y nome dejan respirar; me cortan el aliento/ pues temen descomponerse,infectarse, destriparse, engullirse, parecer en el intento/ su egoístaespíritu de trascendencia las malogra (¡y las salva!), las entierra bajoel lodo de un monótono cementerio en La Tablada, / las enferma de miedoy lo que es peor... les nubla el entendimiento, la razón./Mis palabrasconfunden fronteras, geografías, nortes y sures/ galopan histriónicas
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por el mundo, con caras de mosquitas muertas/ o malsanos ruboresegocéntricos, / arder en la pira son su sino, cenizas sus afanes/ mojarsehasta los huesos su tarea/ son como las ausencias de una Habana extramuros, que ya me resulta extranjeramente ocre.Mis palabras se mueren de tedio, gritan, insultan sin sentido/ se matan de risa con afilada boca/diseñan su orgía, su festín de vida o muerte... Cortadas a lamedida/ se lanzan tras su presa/ desvarían por un elogio que les levanteel ánimo/ por un secreto que decir/ juntas trazan estrategias deataques y lisonjas: antípodas de un plan mayor/ para el momento oportuno/para la hora de la puñalada por la espalda./ Mis palabras buscan unacamisa de fuerza, algún psicofármaco para sedar/ ciertas botellas de vinopara seducir, se quitan el polvo y su carcoma/ y lo hacen conprofesionalidad, con sutilezas universitarias,/ con estudiada altanería de diccionario enciclopédico español.En definitiva, son ellas - todas - un amasijo de hierros mohosos,/ un brebaje hecho ex profeso para colegialas y malevos,charcas putrefactas donde se hospedan larvas de mosquitos,/perfumes de free shop de algún viejo aeropuerto sin controlador aéreo.Peregrinas, sin concilio, traman su partida y su llegada/ diseñan sureducto/ buscan su buhardilla, su telo, su letargo, su vigilia. Por eso, cuando cierro la boca me atraganto, vomito, me mareo,
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sube mi presión arterial/ una rara sensación de acidez/ se hospeda bajo mi lenguay sale fétidamente hacia afuera./ Por eso es que soy también de los quenunca ha creído en ellas,/ las colecciono en frascos asépticos para losdías de exámenes de sangre/ y análisis de orina/ e intento, de vez encuando - y por desquite - empujarlas por el tragante del baño,/a donde van a parar los miasmas pútridos del día. JUAN CARLOS RIVERA -ARGENTINA
Surfear en lo turbio "Eres y serás lo que recuerdas, / lo que una vez llegaste a imaginar”,de Reinaldo García Ramos, en La quietud.
Pisar el rellano, el descansillo de la vidaimaginando un pedazo de ventana que no muestraperspectiva alguna,sólo una pequeña sombra descolorida, un alaridoque viene desde adentro, desde las lacias tripas,intolerantes al crecimiento atípico e impávido de sus células,a la patología que carcome y necrosa/ al tumorque lo engulle todo o a la presión que paralizará la máquina.
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Descender abruptamente el escalón, caer, levantarsecon las manos enrojecidas (adoloridas por el batacazo)con la boca pastosa y las amígdalas inflamadas,pero sin pus,acompañando esa luz menstrual, casi uterinaque el semen no alcanza a conmover y fundir/ a procrear.Degustar una cena recalentada e insaboradetrás de una voz radial (en off, que sube y baja a fondo de…),como debe decir en los malos guiones,que rompe la rutina intentando acariciarpor dentro el cuenco del tímpanoy sólo consigue un lamento oscuro, un pozo ciegosin olor a mar, una caja negra intelectualmente vacíadonde la rutina vaga disonante hasta el escondrijocomatoso de la axila indiferente al desodorante matinaly de ahí descarga sus incertidumbres en el intestino húmedo.Surfear hasta donde llegue el impulso y caer como un amasijocaliente que entumezca la lengua, que te atragante y paralicecomo un eructo repentinoen medio de una conversación formal, que perece semejantea cierta desazón muda, que te saca las ganas vespertinasde orinar y te eclipsa hasta los ojos.Sólo entonces es que te traigo de vueltas, al comienzo/sin rellanos ni descansillos
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sin ventanales ni cenas disonantes, evadiendo formalidadesque pulvericen esa ligadura/ sin altares con festejos afrossin afeites que te adornen/ como llegaste al mudo mundo.Y te retengo en el silencio, te exprimo completamente/hasta lo inadmisible intentando resucitar viejos tiempos,recordando antiguas riñas, grandes rencores,pero son sólo eso: vanos intentos de resucitación forzosa,traqueotomíasde puertas abiertas que buscan aires portuarios y salitreen una ciudad temerosa/ contraria al mar y al discurso libre.¿No sé qué hacer cuando todo se detiene y confundo los oloresy sonidos? Entonces las ganas intentan evaporarse tibiamente/me paralizo/ dejo de surfear en lo revueltoy siento músicas "naúsicas",que me quitan las fuerzas de seguir encima de la tabla por temor acaer en las fauces de los tiburones y me dejo caer para siempre.¿No sé si darte de comer como a las avecillas raras, inventarteun mar sin corrientes traicioneras o echarte lejos de mi almohada hoscahasta que recuerdes?
Daniela Villarreal Rubio-MEXICO
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De vacaciones
¿Alguna vez te conté que el infierno es azul?
El año pasado estuve ahí… fue aquella mañana en la que me desperté temprano, muy temprano, aunque me molesta el sol porque es muy arrogante y poco sincero, creo que no sabe el significado del dolor.
Mi hermana solía decir que la gente no se suicida en el día, yo decidí romper la regla. Con la navaja de mi padre, corte levemente mis muñecas, después me senté en la mesa para desayunar, llevaba puesta una blusa roja de manga larga. Tomé el periódico y me puse a leer, hasta que las palabras comenzaron a desvanecerse una por una, mis manos se derritieron en forma de sangre, las páginas se mancharon de rojo, pero no precisamente por las noticias de asesinatos.
Luego caí en un profundo sueño y mi cuerpo se volvió de hielo; llegué al infierno, y era azul. Había peces mágicos nadando, y dos lunas, eran tan brillantes que me cegaron, tapé mis ojos y al volver la mirada, aparecieron tus ojos mi querido Sebastián, aunque para mi desgracia, volví a respirar.
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MARIETTA MORALES – CHILE
NUEVE AÑOS DESPUÉS
Aquel patiodonde las ramas de un viejo naranjoazotaba los vidrios de la frìa sala de clase .El viejo maestrosilencioso y taciturno ,corregìa los exàmenesque volabanpor las ventanascomo pequeños demoniosde esos juegos de niñas ,en que soñabamos en ser Princesas .Esas risas ya idasentre escaleras y pasillos .Esos atardeceres rojoscomo un globo de fuego ,el olor de las friturasinvadìa las calles del teatro en ruinas .Aquel vestido vaporoso ,enterrado en el patio del colegio .El viejo maestro continua con su clase ,entre àngulos frìos de esas niñasque aun juega en el tablero de la fortuna .
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MARIETTA MORALES - Chile
EPITAFIO DE LA CONDESA
La condesa esta desangradagolpeando su cabezaen los muros de los diamantes .Su pecho esta dibujadoel caudal de esa historia maldita ,con el aroma del tabaco de Montecristo .Gira sus brazos como avionetaque surcan los caminos feudales .En el rostro de la tristezaen el espejo de los años de las siete manzana de furia .Es el juego de la belleza efìmeradonde se aprende la virtud del silencio .
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NORTON CONTRERAS – Chile-Suiza
VEN A MI PUERTO
Ven bella mujerMusa de los vientosde marineros náufragosen la mar del amor y el desamoren sus noches de insomnios
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desvelados en tus brazos.ven musa de poetaspasión de los volcanes habitandoen tu cuerpo.calma de los silencios perpetuados a los pies delclaro de luna,perfume de la esencia de tu cuerpofugitivo en las constelaciones estelaresde la noche.caja de Pandora suspendidaen los cerrojos de las habitaciones,acechando y ofreciendo la tentaciónde ser descubierta...para sorprendercon lo desconocido emergiendode tus mundos interiores.Ven a mi puerto mujer.No te detengas!que no te venzan tempestadespalabras de enamoradossusurros de amantes fortuitosQue nadie ni nada te detenga.ven a estas costasa mi puerto aquí en Valparaíso,
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desde siglo milenarios te esperotejiendo poemasen el viento,en el horizonte.La brisa marinasusurra tu nombre.ven mujer amormujer pasiónmujer ternura.Ven a mis atardeceressentados en el muelle Pratahí en el puertoeres los tres deseos en la caída deuna estrella fugaz.
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ROSSANA ARELLANO - CHILE
MONOLOGO FRENTE AL MAR
¿Y si fuera gaviota en un viaje de aguas?Hay tantas maneras de vivirse la vida,pero yo soy extraña y juegoa fluir como río, bañando las tierrassean ellas fértiles o no.
En esta inmensidad de océanotanta vida en lo profundo, tanta anchuray yo río, tramo un recorrido audazdesafiando a los millones de tripulantesque solo se acercan, levitando una vida absurda.
Si, a los músculos de mis huesos les falta juventud
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no logro reciclar los síntomas.El cuerpo, el cuerpo lidia con la palabra sanacióny el tono de las manos, ha de hallar la esencia de las flores,en cada balcón que alce sus fragancias a la luz.
Nada, nada me ha de sorprender yani siquiera esta transparencia que percibo.Registro un movimiento, en el sonido agudo de mis teclasmientras el ritmo del agua mar, va marcando su calendarioante mis ojos de luna, hasta volverme del revés el tiempo.
Y tú, que dices ser yo¿Por qué vienes a engendrarme apatía?El corazón frontera, no sabe vibrar en los extremos de las olasy deja un hueco insostenible en el centro del pechopudriéndose lo más hermoso al matar la raíz de la ilusión.
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Grechka Lee Maldonado -EEUU
SUEÑO VIENTRE
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Y te daré a soñar mi vientreoasis perlado, suave y tibio
amanecido en su esperaabrigando al ocaso cielo
manjar del deseo vertidoen tu boca;
-“que siento y quiero”
desde lo alto en cúspidete observo, en trance
deliro al tacto de tus yemasvolcán suspendido en lava
que me quema agonizantepreciso roce insistente,
cuando delata inconteniblerocío que delirante emana
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susurros y gemidosde nuestras bocas hablan
besos al roce ardiente;
-“de tu boca, en mi boca”
libación perfecta al rito inversoal cúmulo, sostenido umbral
que libera mi alma, en tu almaal unísono de nuestra piel…
ULISES VARSOVIA - CHILE
9. Pasos perdidos
Si sacudiera, Puerto,si sacudiera tus placas terrestres,y resquebrajara tu costrade inaudito mineral
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por la sal oceánicagalvanizado,
si conmoviera tus cerrosel teúrico aleteode aves precámbricas despertandoen tus marítimas entrañas,y se desprendiera, Madre,tu arquitectura acrobáticaen el aire suspendida,
y regresaran mis pasosa buscarse entre las ruinasde tu faz en desorden,¿hallaría, Puerto, mi hogardisgregado sin cómputopor tu calendario en ruinas?
¿Hallaría mis raícessepultas en la filiaciónde congénitas afinidades?
Si un súbito sacudimientorompiera la cristalería
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de tu caótica arquitectura,y regresaran mis pasosa pesquisar su génesisen el atroz desorden,
¿hallaría, Puerto, mi hogardisperso en las direccionesde tus barrios rotos,hallaría, Madre, mis pasossepultos bajo las ruinasde tu faz resquebrajada?
Si un temblor infernal,si un cataclismo enormete conmoviera, Valparaíso…
ULISES VARSOVIA - CHILE
12. Procesión
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Ya inalcanzablementeescaleras abajo,la procesión de rostrosperdiéndose en la niebladel vaho marino,la procesión de seresafiliados a mí, y extraños,sangre de mi sangre, y ajenos,internándose en la latitudde brumosas distancias.
Tal vez llegaron tarde,o no rompieron el ruidoritual de las paredesdonde los otros huéspedescolgaban, detenidos,o no pertenecíanni eran, tan sigilososcruzando los pasillos,a esa hora pálidade ningún reloj,de ninguna tarde.
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O tal vez las largas fiebresde invierno, bajo el ruidoáspero de la lluvia,y el narcótico vaporde amargos brebajesy pócimas vesperales…
Sí, tal vez no llegaron,tal vez nunca estuvieron,ni fueron, ni volveráncon sus rostros apenasdiscernibles en la lobreguezde los lóbregos pasillos.
13. Planimetría
Fuera de tu destartaladaplanimetría, Valparaíso,fuera de la demenciade tus calles rotas,torcidas, quebrantadas,inclinadas sobre el marcon su enferma arquitectura
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de casas retorcidasen osados alardes,
fuera de tu geografíadesquiciada por remezonesde iracundas placas terrestreselevando tus promentorios,
fuera de tus calles grotescasdesvinculando los vientosen su cardinal desorden,
fuera, Valparaíso,de tus conductos perdidos,extraviados en la fatigade tus cerros extenuantes,en tu mágica orografía,amado puerto en brumasen el final de los mares,
fuera de la disposiciónde tus direcciones rotaspor tempestades y vientos,por terremotos meciendo,
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remeciendo y estremeciendotu volumen disgregado,
fuera de tu caótico desordende casas clavadasal azar de las rutasabiertas por el viento,
nada más, nada más,nada más, Valparaíso,que un anárquico conglomeradode casas equilibrandosu infernal arquitecturaen el embate marino,que los ruidos oceánicosestremeciendo el aire, dotandode un orden atroz tu desorden,de mágica disciplinatu indisciplinada planimetría.
IHOSVANY HERNÁNDEZ-CUBA
PRETEXTO DEL ANIMAL
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llevo años sin pensar,sólo te dibujo en mi absorto aislamientoavizorandola necesidad de otra mano cuandotodo depende ciertamente de tiy desconocesdel rito que nos uniráal trazar la curva insolente que tu cuerpoimpone en cada estanciacomo un aullido ahogándose en mis ojos,como un perfecto estado donde aunar la líricaa esa voz que me turba hasta la mudezrazones inequívocas que dicen/ ilusamenteprofetizar los siglos por venirel pan que tendremos para salvarnosantes que otra religióninstaure un anónimo ídolo semejante al nuestro,idéntico a ti,pretexto que exploro por el vórtice de estos añossin diálogosalvándome en la rutina del dibujo del enmascaramiento
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del juego de vestir otra pielcomo si fuéramos animal sin caza/caza sin acechador.
IHOSVANY HERNÁNDEZ-CUBA
LO QUE INQUIETA ES EL PUENTE
nadie consigue acercarse a la bestia/ el vahorequiebra toda armonía interna.Lo que inquieta es el puente que lía las ciudades,llegar hasta aquíy reconocer el duelo sostenido entre las palabras y el graffiti/ sueñoun universo perdido entre las piedras/ murosdescifrando lo que antaño tuvimos por cena/ aguadialogando sobre el tímido gesto que se hace cuita y prevaleceen toda estancia que los siglos recorren.El gesto del tiempo nos hunde,¿acaso para dejarnos inertesante la angustia que la palabra engendra?Qué manida suerte se nos impone a esta horaen que el dibujo convencede que el inicio
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es ese cuento sin finalprevaleciendo en las fronteras.
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