Encargo: Tamizador de luz, de material rígido Para una ventana de 90 *120 cm. Usuario: Ambos sexos Rango etáreo entre 25 – 60 años. Personas que buscan manifestar, expresar y comunicarse, generalmente desde el jugar. “creadora de la circunstancia vital”, (Ortega y Gasset) Capaces de interpretar culturalmente su mundo, soñadoras, imaginativas y gozosas de las cualidades de la creación, “La luz”. Gustan del relajo y la intimidad, dispuestas a emocionarse entorno a la belleza simple de las cosas. Contexto: Espacios amplios, que reciben luz solar de manera directa. Como así también en espacios íntimos, de ritmos lentos. De reflexión y calidez Propuesta conceptual: Crear diferentes ambientes lumínicos, dentro de un mismo espacio, interactuando con el usuario de manera entretenida y lúdica, jugando con la percepción, desde la cinética. Valor de uso: El Tamizador tiene múltiples lecturas, todas dependen de la ubicación del usuario dentro del espacio, como por ejemplo percibir el tamizador cerrado, (se recomienda coincidir con el color de muros, así muro y tamizador se mimetizan), viéndose un espacio único sin luz. Ubicándose de manera diagonal al tamizador, será posible ver formas variadas atravesadas por la luz o generar una distinta y propia configuración, con tan solo pasar la mano por sobre las láminas (modulos independientes que giran en torno a un eje) y determinando su posición, cambiaremos el ambiente de luminosidad en el espacio. Valor simbólico: Las sensaciones frente a este tamizador son variadas, dependiendo de la imaginación de cada individuo, podremos experimentar distintos espacios, jugar con nuestros sentidos, debido a ilusiones ópticas generadas por el mismo usuario. Alumno: Carlos Alanoca Ayudantes: Juan Herrera Mauricio Padilla Macarena Valenzuela Profesor: Héctor Torres Andrea Ordenes