proyecto jardín
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Es el resultado de un juego entre azaroso y reglado, que tuvo como punto de partida los jardines domésticos de cada una de las personas intervinientes, según el proyecto imaginado por Josefina Barud. Lo que a cada quien le tocó interpretar, quedó librado al albur, y la forma en que se representó, pensó, divagó, leyó o creyó leer, fue un devenir que el tiempo, como en el jardín, fue perfilando desde un magma hecho al principio, solamente de palabras. Las artistas participantes son Guadalupe Aguiar, Josefina Barud, Alicia Garcés, Ivana Goya, Gabriela Riveros.TRANSCRIPT
Guadalupe Aguiar Josefina Barud Alicia Garcés Ivana Goya Gabriela Riveros
Equipo Museo Franklin RawsonDirección Virginia AgoteProducción Natalia SeguradoEducación María Elena Mariel / Natalia QuirogaInvestigación y Patrimonio Emanuel Díaz RuizCoordinador de Proyectos Berny Garay PringlesRegistro y Comunicación Ina EstévezDiseño Ana Giménez / Mercedes CardozoAdministración Carmen PereyraConservación Guillermo Guevara / Facundo GonzálezMontaje Daniel Orellano / Ariel Aballay / Leonardo Arias / Néstor Sánchez Asistencia de dirección y Prensa Melisa GilTienda Graciela Calvo / Daniel CorzoOrientadores de Sala y Guías Gabriela Ruiz / Florencia Echenique / Joel Salinas / Gabriela Pinto / Romina Díaz / Belén Ramírez / Fernanda García / Alicia Deymié / Liliana Medina / Rodrigo Saá / Inés Sández / Emilse Fernández / Melisa Rojas / Florencia Suárez / Manuela Holman / Celia Araya / Carolina IllanesMantenimiento Gerardo De los Ríos
Del 26 de septiembre al 29 de noviembre de 2015 | Sala 3MUSEO PROVINCIAL DE BELLAS ARTES FRANKLIN RAWSONAv. Libertador Gral. San Martín 862 oeste | San Juan | Argentina | +54 (264) 420 0598 | 420 0470 | [email protected] | www.museofranklinrawson.org Museo Franklin Rawson
Autoridades Gobierno de San JuanGobernador Ing. José Luis Gioja Vicegobernador Dr. Sergio Mauricio Uñac Ministro de Turismo y Cultura
D. Dante Raúl Elizondo Secretaria de Cultura
Arq. Zulma Virginia InvernizziDir. Museo Prov. de Bellas Artes Franklin Rawson
Prof. Virginia Agote
Proyecto Jardín Guadalupe Aguiar, Josefina Barud, Alicia Garcés, Ivana Goya, Gabriela Riveros
Proyecto Jardín
Esta muestra es el resultado de un juego entre azaroso y reglado, que
tuvo como punto de partida los jardines domésticos de cada una de
las personas intervinientes, según el proyecto imaginado por Josefina
Barud. Lo que a cada quien le tocó interpretar, quedó librado al albur,
y la forma en que se representó, pensó, divagó, leyó o creyó leer, fue
un devenir que el tiempo, como en el jardín, fue perfilando desde un
magma hecho al principio, solamente de palabras.
Así como de un páramo puede surgir un jardín con la sencilla inter-
vención del agua, surgieron de esas palabras estos jardines singulares
que son también viajes por el tiempo, por las historias personales, por
los deseos y las frustraciones. El modo en que se convirtieron en obra
está ahora aquí, dispuesto a la interpelación de quien los mire. Pero de-
be saber el paseante de estos jardines que ellos también lo miran, que
todo ese paraíso que soñamos y nunca fue, o esos sustitutos de la fe-
licidad, o esa posibilidad de hacer visible lo que no existió, es también
el reflejo de lo que todo ser humano carga como imposibilidad y sue-
ño fallido, lo que extraviamos, lo que dilapidamos, lo que se espera que
llegue algún día presintiendo que lo que no llegará, es ese día.
En Poética de un deseo, su autora sostiene en lo que es casi un ma-
nifiesto, que en esta puesta en escena, el deseo frustrado de un jar-
dín paradisíaco es un problema del arte. Es decir, una imposibilidad
que se transmuta en producción y se vuelve simbólicamente posible.
Y mucho más que eso, es también, y entre otras cosas, dar un cauce a
la manualidad que se escurre como un llanto de las manos y un “ha-
cer de la necesidad virtud”, tejiendo flores que sustituyan, reemplazos,
artificios, insanías desde la lucidez.
En Jardín interior, las imágenes aluden a los ciclos de vida y sus di-
versas formas de representación, y el jardín que se muestra es el
registro de un cuerpo que se refleja como si las plantas fueran el sis-
mógrafo de su transcurrir. De allí jardín interior, el jardín de las vísceras
y sus flujos, los espasmos y la regularidad con la que ese organismo
vive, todo es traspasado al jardín y éste se transforma en una prolon-
gación del cuerpo.
Pasajes por los jardines de Guadalupe atiende al hecho de un jardín
móvil porque carece de tierra, y partiendo de esa movilidad asume
una forma errática, nómada. Y en ese errar se va por los vericuetos de
los nombres y sus imágenes, por los propios meandros mentales y
creativos de su autora, capaz de ver siempre dobles o triples sentidos;
subyacen allí los altares y los atavismos, los rituales silenciosos, los ex-
votos, las flores de papel, y tanto más.
El jardín de Gabriela es también una redención, una salvación de lo
que se extinguió sin llegar a ser, pero que puede ser expresado. Es en
esas imágenes en las que el jardín finalmente se materializa y “aparece”,
como por arte de un prestidigitador que muestra que donde no había
nada, hay algo, un algo que es casi una parodia, que se muestra por un
dispositivo que tanto mueve a la ternura como a la risa y termina por
configurar una poesía personal de lo más querido por imposible.
El jardín de Plantas anuales, es un recorrido por un tiempo singu-
lar en el que dos personas se conocieron y frecuentaron lugares que
ya no existen, como no existe ya la juventud ni la promesa de una vi-
da dichosa. Como en los antiguos mapas, la alusión a las “plantas” de
esos lugares, se rodea de alegorías y representaciones astronómicas,
de plantas de un jardín y de referencias a años precisos. Es el jardín de
los recuerdos que se visten para salir porque al desnudo, serían inso-
portables.
Proyecto Jardín es finalmente, un pretexto para la amistad entre los
melancólicos senderos que se bifurcan.
Alicia GarcésSeptiembre de 2015
Poética de un deseo
Interpretar visualmente un jardín, que por azar
me fue asignado, ha significado arriesgarme
y, al mismo tiempo, disfrutar de la aventura de
jugar el juego.
El arte para mí es, entre otras cosas, un espa-
cio infinito de juego que se nos abre para ima-
ginar posibles restituciones, para en este caso
particular, imaginar jardines que remplacen el
páramo y hacerlos visibles, amables, cercanos
al jardín deseado.
El punto de partida de mi juego fue la des-
cripción escrita del jardín sorteado, que co-
mienza con la frase: Hay en el fondo de mi
casa un terreno pensado como un jardín
paradisíaco. En el transcurrir del discurso se
hace evidente la imposibilidad de ese jardín,
de modo que imaginé distintas escenas alre-
dedor del término paraíso y de algunas preo-
cupaciones y creencias que caracterizan a la
Josefina Barud
Poética de un deseoInstalación, medidas variables, 2014-2015
autora y propietaria del jardín imposible.
Una primera escena, congrega a Adán y Eva
de Alberto Durero custodiando un jardín de
rosas tejidas y diversos insectos en un entor-
no kitsch; la segunda escena es custodiada por
San Expedito, el santo de las causas imposibles
y por Eva Duarte, la protectora de los humildes.
Una tercera escena es un video, que consiste
en plantar las flores que dibujé y regarlas con el
deseo de que prosperen y reparen la pérdida.
He Jugado a que lo real maravilloso es posible.
Gracias a Yanina Gimenez por el diseño grá-
fico, a Natalia Molina por las resinas y a Martín
Páez por el vídeo.
Josefina BarudMagister en Artes Visuales y Prof. de Artes Plásticas.
Docente e Investigadora de la UNSJ
Pasaje por los Jardines de Guadalupe
La obra surge del relato de Guadalupe sobre su “ jardín móvil” don-
de expresa que durante un largo tiempo, en el que se fue de San
Juan y vivió en diferentes lugares, nunca tuvo un jardín y en cambio
cultivó algunas plantas en macetas y consideró propios los jardines
que veía por las ventanas. De ese relato se aislaron algunos ele-
mentos o temas que fueron interpretados libre y arbitrariamente,
por lo que se han configurado no centrales, sino como episodios.
Ellos son: El jardín de Guadalupe que fue interpretado con obviedad
como el jardín de la virgen de Guadalupe; la sombra de una Santa
Rita que se proyectaba sobre lenguas de suegra, donde se incorpo-
raron imágenes de flores de santa rita, lenguas de suegra y tam-
bién a la santa; Los campos de arroz que se desarrollaron con los
jardines que decoran la vajillas haciendo alusión a los platos, que
son los únicos campos de arroz que conoce la autora; Retortuños;
Un herbario que ella elabora con nostalgia de su tierra y San Juan,
como el desierto simbólico al que Guadalupe vuelve.
Cada uno de los temas se despliega erráticamente, tanto en sus
formas como en los materiales y formatos, a la manera de un libro
de artista que sigue caminos y profundiza en ellos, o quedan cabos
sueltos y aspectos inconclusos. Es decir que tiene más que ver con el
proceso lúdico/ creativo de la autora, que con el relato de Guadalupe.
Gabriela RiverosMagister en Artes Visuales y Prof. de Artes Plásticas.
Docente e Investigadora de la UNSJ
Gabriela Riveros
Pasaje por los Jardines de GuadalupeInstalación, medidas variables, 2014-2015
Guadalupe Aguiar
El jardín de GabrielaInstalación, medidas variables, 2014
El jardín de Gabriela
Por su imposibilidad de cultivarlo, mante-
nerlo y disfrutarlo como lo había imaginado,
Gabriela lo describe así: “Yo estoy teniendo
un no-jardín”. Este trabajo surge de esa ne-
gación. Ella menciona plantas que tuvo y se
le secaron, un jardín que quiso pero nunca
pudo ver crecer, y que se convirtió con los
años en un desierto.
“El jardín de Gabriela” es una obra en pro-
ceso que pretende dar cuerpo a ese lugar
soñado. Busca echar luz, de manera co-
lectiva y fragmentada, a su espacio íntimo.
Cada tarjeta contiene una de las frases con
las que describe ese “no-jardín”, y la silueta
invisible de alguna de las plantas que tuvo
o soñó tener. La tostadora eléctrica es el
instrumento que la hace aparecer, como
un rudimentario y doméstico laboratorio de
revelado, o el atanor de una alquimista en
busca de lo perdido.
Agradezco a Alfonso García, por el diseño
del logo con su tipografía Árida. A Ina Esté-
vez, por las fotografías. A Pablo Pastor, por el
registro y la edición del video.
Guadalupe AguiarDoctora en Artes Visuales e Intermedia
Docente e Investigadora de la UNSJ
Alicia Garcés
De la Serie Plantas Anualesacuarela y lápiz sobre lienzo, 2015
Plantas anuales
La serie Plantas anuales parte de la descripción
del jardín de Peti. Esta describía la disposición
según un plano que en el transcurso del pro-
yecto, sufrió una modificación. A partir del tra-
zado de esa disposición o planta del jardín – que
había dejado de tener tal forma- surgió la idea
de las plantas arquitectónicas que marcaban los
lugares comunes y los cobijos de antes y ahora.
Un plano es como un mapa, un gráfico orienta-
dor en la bidimensión de lo que se alza en el espa-
cio, y los mapas antiguos solían estar ornamenta-
dos y rodeados de figuras mitológicas, alegorías,
imágenes astronómicas y otras representaciones.
Ese fue el modelo para estas plantas de lugares y
tiempos que establecen un diálogo íntimo entre
dos personas, pero que pueden también trans-
formarse más allá de los puntos precisos, en ma-
pas de recuerdos. Se intercalan en estas plantas,
las plantas del jardín, evocadoras de tantos silen-
cios, de tantos ciclos de vida y de muerte, de figu-
raciones del tiempo implacable, de débiles espe-
ranzas en la vuelta de las flores.
Plantas anuales es una metáfora de la vejez.
Alicia GarcésMagister en Artes Visuales y Prof. de Artes Plásticas.
Docente e Investigadora de la UNSJ
Jardín Interior
Consta de una serie de acuarelas que entra-
man visualmente aspectos de una descripción
escrita realizada por Alicia Garcés sobre su jar-
dín. Su texto contiene los nombres de especies
de plantas, árboles, flores; sus colores, formas
y tamaños; las épocas de floración; su distribu-
ción y orientación geográfica, entre otros. Se
aprecia el conocimiento de las especies culti-
vadas, sus ciclos, los ritmos en que aparecen
y desaparecen las flores, hojas, colores, perfu-
mes. Las imágenes producidas sobre el jardín
de Alicia aluden a la noción de ciclos de vida,
sus diversas formas de representación (como
el calendario, la rosa de los vientos) que se
acompasan con el ritmo interior humano del
latido, la respiración, la inquietud por la dura-
ción y el tiempo. El jardín se traduce en un rit-
mo vital que acompaña la travesía.
Ivana GoyaLic. en Artes Visuales y Prof. de Artes Plásticas.
Docente e Investigadora de la UNSJ
Ivana Goya
De la serie Jardín Interioracuarela sobre papel, 2013-2014