Psicologia del mexicano

Doctor Rogelio Díaz guerrero

El Dr. Rogelio Díaz Guerrero plantea su obra entorno la psicología del mexicano y en

función de cada una de las peculiaridades que colaboran en integración de la psicología

colectiva social del mexicano ,en comparación con la psicología colectiva social de los

habitantes de otros países; considera el ambiente como uno de los pilares que colaboran a

determinar la conducta de los individuos, específicamente consideran que el ambiente

educativo social cultural y laboral como un determinante para la determinación de la

percepción del universo, así como de las capacidades de reaccionar ante el mismo, las

cuales serían expresadas de manera similar por los individuos de un mismo núcleo social,

situación que es abordada desde la rigurosidad del método y la estadística.

El prolijo autor publicó 484 trabajos para revistas especializadas y congresos, escribió 65

capítulos de libros, fue coautor o autor de más de 30 libros entre los cuales se encuentran

las obras que analizamos.

La psicología del mexicano; pretende escudriñar la manera de ser del individuo mexicano

como correspondía a la investigación social de mediados de siglo XX. Problema que está

estrechamente ligado al carácter y a la identidad nacional esto como consecuencia de la

influencia del estudio de la psicología de los pueblos fundada en Alemania. El problema de

la identidad nacional, ocupó la atención de los intelectuales de varios países de América

latina así como de una generación de políticos nacionalistas que subrayaron la raíz nativa

de los pueblos de américa, lo que propició el análisis del hombre americano, su

procedencia su cultura, la herencia española, la indígena y la simbiosis de razas a través

del tiempo.

El autor inicia su estudio a través de la recolección de frases del discurso usado por la

gente común y corriente en su comunicación con línea, frases como proverbios ideas,

creencias estilos de enfrentar problemas y relacionarse con otros individuos. A estas

frases el autor les dio el nombre de premisas histórico socioculturales, las cuales considera

que conforman un sistema de creencias y valores que actúan como reglas, los cuales

determinan los papeles de los individuos, así como las prácticas sociales y de integración

de una cultura social. El conjunto está aprendiendo dentro del grupo desde tempranas

edades, formalizado un marco que los individuos asimilan y mantienen como verdades

indiscutibles; las cuales son transmitidas de manera informal en la familia, el grupo y la

sociedad lo cual se convierte a través del refuerzo en un pilar de la conducta del individuo

forjado en esa sociedad.

Las premisas histórico socio culturales son similares a las actitudes presentadas, como la

disposición para pensar, percibir o realizar de una manera predeterminada, pero también

se acercan a los constructos cognitivo conductuales, ya que van más allá del individuo y se

expresan como determinantes colectivos del pensamiento, asimismo presentan vigencia

temporal y una vez obsoletas son rechazadas y reemplazadas por otras que reflejen la

modernidad, el autor propone el inevitable conflicto entre la cultura tradicional con el

consecuente estilo conservador y el apego a la estructura cultural que ha sido resultado

de las conductas llevadas a cabo antiguamente y en contraste con esta tradición se

presentan los vectores contraculturales, con una apertura hacia el cambio y

modernización, basado en la innovación científica tecnológica y social lo cual se opone

franca y frontalmente al tradicionalismo.

La medición del efecto que tiene la cultura social en el comportamiento; particularmente

en afectos, actitudes y valores han sido abordados por el autor a partir de las

mencionadas premisas; para operacionalizar esta situación, se acercó al lenguaje típico de

la población, compiló compendios, refranes, dichos, creencias y maneras de hacer frente a

los problemas presentados en la cotidianidad; a partir de lo cual construye cuestionarios,

los cuales se aplican en diversas oportunidades a grupos etarios diversos; con enfoque

particular en estudiantes de la ciudad de México y partiendo del análisis factorial

identificó características en el comportamiento de los sujetos los cuales se describen a

continuación:

1. Machismo. Asume que la mujer debe ser dócil, sumisa, menos inteligente e

inferior al hombre, también a su vez que la vida es más dura para el hombre que

para la mujer y las mujeres deben de ser protegidas.

2. Obediencia afiliativa. Se refiere a la obediencia absoluta al Padre y a la Madre, los

cuales deben de ser queridos, respetados y venerados.

3. Virginidad. Este factor atiende la importancia que se da al tener relaciones

sexuales antes del matrimonio, manifiesta la enorme importancia que para la

mujer mexicana debe tener mantenerse virgen hasta el matrimonio.

4. Abnegación. Manifiesta que las mujeres sufren más la vida que los hombres, y que

son más sensibles.

5. Temor a la autoridad. En particular a los Padres se verifica el grado en el cual el

sujeto considera que los hijos temen a los Padres

6. Status quo familiar. Involucrar la fidelidad entre los esposos, el que los hijos

quieren ser como los Padres.

7. Respeto sobre amor. En contraste una relación de poder frente una relación

amorosa ya que en algunas sociedades tradicionales es más importante respetar y

obedecer que amar a los Padres.

8. Honor familiar. Con énfasis en la fidelidad de la esposa y el castigo severo en caso

de lo contrario.

9. Rigidez cultural. Atiende la severidad de los Padres en la crianza de los hijos.

El seguimiento del estudio a través de los años desde la mitad hasta el final del siglo xx

hizo posible verificar la disminución del apoyo que inicialmente recibieron las premisas, el

paso del tiempo tuvo su efecto por ejemplo en el machismo; premisa dominante, la cual

disminuyó radicalmente en sus manifestaciones más cruciales; como lo fue “el hombre

debe de llevar los pantalones en la familia o es mucho mejor ser hombre que mujer”. La

obediencia de los hijos hacia los Padres y la virginidad antes del matrimonio disminuyeron

de igual manera. Dichas investigaciones hicieron posible la identificación de un grupo de

actitudes, creencias y valores presentes en los mexicanos que también demuestran que el

liderazgo sociocultural puede cambiar y que no todas las manifestaciones cambiarán al

mismo ritmo.

El Dr. Díaz Guerrero promovió la investigación transcultural, la cual pretende dilucidar

problemas psicológicos, los cuales por sus características se relacionan con variables

culturales, promueve dar el Valor de dicha variables como determinantes del

comportamiento asimismo manifiesta en muchos sectores de la psicología no es posible

admitir injerencias de validez universal ya que los patrones de comportamiento cambian

entre una cultura y otra. Las constancias y diferencias en el comportamiento por efecto de

la cultura, se pueden terminar a través de la comparación de datos empíricamente

obtenidos, al estudiar una conducta en individuos de culturas diferentes. De este modo la

generalización de resultados se basará en muestras apropiadamente diversificadas, por lo

tanto cuanto más amplia la variedad cultural de la muestra, más alto el grado de validez

que caracterizará a las aseveraciones. Dichos constructos han permitido la creación de

instrumentos de validez transcultural, a la construcción de pruebas psicológicas

específicas correspondientes a las características idiosincráticas de las culturas en

específico y a la validación de construcciones psicológicas que pudieran carecer de

sentido.

La psicología transcultural atiende el reclamo que manifiesta el etnocentrismo de la

psicología que tenía efecto en la primera mitad del siglo xx a partir de la elaboración del

conocimiento en Europa y estados unidos, con sujetos de características psicológicas y

culturales diferentes a las poblaciones latinoamericanas, el autor cuestionó

construcciones teóricas y alentó a los profesionales latinoamericanos a contrastar las

generalizaciones desarrolladas en otras latitudes; contra el comportamiento específico de

la gente en sus propios países, lo anterior como una reflexión veraz en función del estado

de dependencia en el cual vivía América latina en aquella época y planteaba un

ofrecimiento científico para reformular y conducir a la psicología por nuevos horizontes.

Con esta generación que vivía el despertar de la psicología latinoamericana y comenzó

estudiar al hombre latinoamericano, con su problemática particular real, pero sin dejar de

lado los problemas ecuménicos del hombre, como el motivo de haber sido puesto en el

mundo. La investigación transcultural tuvo su núcleo de desarrollo en México y

procuraba determinar la importancia relativa de los actores que se interrelacionaban en la

formación del individuo, para desarrollar rasgos cognoscitivos de personalidad en niños

escolares de culturas diversas como México y Estados Unidos, Díaz Guerrero aplicó una

amplia batería de exámenes psicológicos, los cuales fueron sometidos a análisis

estadísticos, para determinar su confiabilidad validez, estructura, consistencia interna y

estabilidad temporal. Los resultados arrojados mostraron diferencias en muchas

dimensiones psicológicas entre sujetos de las dos culturas; sin embargo en otras

dimensiones no se encontró diferencia, fue evidente que la clase social y el género

afectaban significativamente los resultados y es evidente que hay un alto grado de

consistencia en los hallazgos transculturales, que permiten concluir la manera en que la

cultura y la personalidad se concreten and de manera indisoluble.

Las premisas histórico socioculturales antes descritas, son llamadas premisas descriptivas

ya que actúan como directrices, aunque hay otras que gobiernan las formas de enfrentar

las situaciones controvertidas y problemáticas; las cuales reciben el nombre de premisas

de confrontación y a través de las cuales el individuo reacciona a los estímulos de su

sistema sociocultural, al canalizar sus necesidades y aprender a consultar los agentes

sociales aceptándolos o rechazándolos, el autor distinguió hipotéticamente dos estilos de

confrontar los problemas de la vida. Los individuos pertenecientes a las culturas activas,

afrontan los problemas interviniendo el ambiente; ya sea personal, físico o social es decir

intervienen y modifican la fuente generadora de problemas. Por el contrario los individuos

integrantes de culturas pasivas, afrontan sus problemas aceptándolos, es decir

adaptándose ellos, modificándose sí mismos. A estas formas de reacción las denomina

dicotomía activo pasiva. Para involucrarse con estos conceptos Díaz Guerrero desarrolló

pruebas en colaboración con psicólogos de otras nacionalidades en las cuales

representaron las culturas pasiva y activa respectivamente; el análisis de los datos logró

identificar cuatro factores:

Autoafirmación activa vs obediencia afiliativa

Control interno activo vs control interno pasivo

Cautela pasiva vs cautela activa

Autonomía vs dependencia

Los resultados permitieron visualizar que los escolares norteamericanos que utilizan el

estilo activo de confrontación eran más autónomos, mientras los escolares mexicanos

que utilizaban el estilo pasivo y la obediencia afiliativa eran más dependientes. Las

diferencias encontradas se explican por diferencias culturales entre ambos países.

Las razones de la conducta humana, según el autor, deben encontrarse principalmente en

la circunstancia histórico cultural en la que han nacido y se han desarrollado los

individuos, también propone que el principal motor del comportamiento es la cultura

social, enfatizando el papel de las variables históricas y culturales como agentes

principales que determinan y explican la conducta, sin rechazar lo biológico ni lo genético;

sin embargo considera que tiene menos sentido explicativo. Le parece natural, tratar de

explicar el comportamiento humano, a partir de las relaciones que suceden entre el

individuo y su entorno, afirma que somos y nos comportamos según el lugar en el que

nacimos, pueblo ciudad, estado; por lo que heredamos, por lo que aprendemos, por los

lugares en donde pasamos la mayor parte del tiempo.

Díaz Guerrero, pone en duda la universalidad de los rasgos de personalidad, mientras

sostiene que esta no es un rasgo científico de la psicología. La teoría culturalista del autor

pretende señalar la influencia que ejerce la cultura sobre el comportamiento humano,

manifestando que las premisas socioculturales explicarán en la mayoría de los casos el

porqué de la conducta humana, propone la existencia de un ecosistema sociocultural

frente al cual sería posible entender el desarrollo individual así como la evolución integral

de los sistemas sociales.

Díaz Guerrero propone la construcción de una etnopsicología, que surge como corolario el

investigación y disertación que tuvo como sede central, la relación existente entre la

cultura y la personalidad del individuo; propone que el objeto central de ella es el estudio

de los efectos fundamentales y primordiales que tiene la cultura en la personalidad de los

individuos que se desarrollan dentro de ella. La etnopsicología pone acento en la

idiosincrasia y pretende encontrar los rasgos dominantes de la personalidad, asumiendo

que la personalidad es resultante de la dialéctica, entre las directrices culturales y las

necesidades biológicas y psicológicas de los individuos; ello como un enfoque nuevo para

atender las consecuencias de la cultura sobre la congnición, el comportamiento colectivo

y la personalidad individual, tomando en cuenta cuanto tiene que ver con el carácter

nacional.

En correspondencia con sus ideas elabora propuestas que pretenden servir de base para

la integración de psicologías autóctonas; el reconoce que la psicología debe empezar

aceptando la existencia de un ecosistema humano específico el cual se distingue de otros;

manifiesta que la cultura comprende un sistema subjetivo integrado por tradiciónes,

creencias, supersticiones, valores, normas que mantienen la adhesión cultural específica;

propone que la investigación psicológica inicia con una identificación y medición de las

premisas histórico socio culturales y seguir enfoque de la investigación científica de

manera indispensable para la comprensión rigurosa del comportamiento humano.

Finalmente es menester resaltar que las ediciones analizadas son de gran apoyo toda vez

que ahondan en las características que permiten diferenciar a los mexicanos de los

individuos de otras nacionalidades, particularmente desde el punto de vista de su relación

con el entorno no solamente físico pero también del entorno cultural y de las relaciones

interpersonales, relaciones de aprendizaje, relaciones laborales, relaciones con la

autoridad así como con el poder; nos permite comparar la manera de reaccionar de los

mexicanos ante las diferentes situaciones, en oposición a los individuos formados en otras

culturas. Analiza la influencia de los principios morales los hábitos y la repercusión que

tienen la influencia social en el comportamiento individual.

Es evidente que el analizar, no solo la manera de actuar de los individuos pertenecientes a

una cultura, pero también los motivos que lo hacen actuar de esa manera; nos permite

comprender la manera de actuar de nuestros colaboradores y más importante aún nos

permite ser capaces de intervenir positivamente para obtener los resultados deseados en

la consecución de nuestros objetivos.