que es la masoneria
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Folleto de divulgación sobre lo que es la masonería. Redactado y publicado por la GLODE (Gran Logia Occidental del Ecuador).TRANSCRIPT
A∴L∴G∴D∴G∴A∴D∴U∴
L∴I∴F∴
M∴R∴ GRAN LOGIA OCCIDENTAL DEL ECUADOR
¿QUÉ ES LA MASONERÍA? FOLLETO DE DIVULGACIÓN
Octubre de 2001
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PRÓLOGO
A pesar de que la Masonería es una institución de respetable antigüedad, у que
de ella se han ocupado ampliamente historiadores, filósofos у escritores, en la actua-
lidad todavía existe un desconocimiento casi completo de lo que realmente es esta
organización, extendida рог todo el mundo, у de cuáles son sus finalidades у qué
medios utiliza para lograrlas.
La mayoría de quienes han escuchado en alguna ocasión referencias vagas sobre
la Institución Masónica, se la representan como una especie de sociedad tenebrosa
que se dedica a incorporar en sus filas a los oportunistas, los cismáticos, los hombres
sin credo ni religión, a los incautos у a los politicastros sin escrúpulos, para sus
conspiraciones secretas.
Llegan a suponer que el objetivo principal de la actividad masónica consiste en
atacar a la religión, у el secundario es conseguir puestos lucrativos en el gobierno, la
industria, el comercio, о dondequiera que sus adeptos puedan introducirse con sus
maniobras encubiertas. Se habla de que la intimidación у el terror son las armas con
que son manejados eficazmente los juramentos de esta sociedad secreta, у aun bro-
tan aquí у allá cuentos que hablan de terribles у espeluznantes “venganzas masóni-
cas".
Muy distinta es la idea de que se forman de la Masonería quienes han tenido al-
gún trato con miembros de la Institución. En muchos casos, han creído descubrir
que se trata de gente inofensiva, incapaz de “matar una mosca”, idealistas у hasta
ingenuos, que se reúnen periódicamente en sus logias, como otros lo hacen en un
café о en un bar, para arreglar el mundo. Como no se observa que para estas perso-
nas cambie en forma alguna su situación económica, a veces precaria, ni que se
realicen jamáis los proyectos loables que dejan traslucir en pláticas, se deduce que la
Masonería es una especie de club en que se vuelcan, en saludable catarsis, la frustra-
ción e impotencia ante los ideales fallidos у las metas sin alcanzar, у se busca en la
libre discusión de variados temas un desahogo a las inquietudes у cierto solaz en el
intercambio de conceptos filosóficos.
Para quienes han asistido a ceremonias masónicas, о han leído artículos ilustra-
dos de los fastuosos actos que se llevan a cabo, los masones tal vez quedan catalo-
gados como gente ociosa que vive en un mundo artificial de fantasía у teatгаlidad,
con reminiscencias de la pompa у circunstancia de las órdenes de caballería у de la
nobleza medieval, sin más finalidad que la de conferirse mutuamente altisonantes
títulos, que halagan su vanidad, у darle variedad a la incolora mediocridad de la vida
real.
Finalmente, hay quienes ven en la Masonería poco más que un club social, como
los clubes de Rotarios о de Leones, aunque con cierto sabor arcaico de misticismo,
que únicamente sirve para darle marco у ambiente a las altruistas finalidades de
ayuda mutua у solidaridad fraterna que se supone deben existir entre sus miembros.
Todo lo anterior significa que una persona se forma una idea еггónеа si trata de
juzgar a una institución viéndola desde afuera. En verdad, debemos admitir que aun
para muchos de los masones que forman parte de la Institución, el concepto tampoco
es muy claro, у ello se debe, precisamente a que han trasportado al campo masónico
sus aspiraciones particulares у han convertido a sus logias en un reflejo de lo que
esperaban encontrar en la Masonería.
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Cuando un candidato solicita su admisión a la Orden, se le pregunta si lo hace
por su libre у espontánea voluntad, pero ¿Cómo puede haber libre у espontanea vo-
luntad de hacer algo, si se ignora lo que ello es? ¿Cómo puede jurarse el cumpli-
miento de una constitución у reglamentos si se los desconoce completamente? ¿Qué
puede pensarse de un hombre que va a comprometer su palabra de honor у su buen
nombre sin haberse preocupado рог investigar más a fondo las consecuencias de tal
acto?
La verdad es que escasean lamentablemente las fuentes fidedignas de informa-
ción sobre lo que es у lo que no es la Masonería, у esta deficiencia no siempre se
puede subsanar por medio de la interrogación directa, pues lo más probable es que
se reciban contestaciones contradictorias у vagas por el temor de muchos masones
de decir más de la cuenta, violando las normas de discreción que recomienda la Or-
den.
Tampoco se sale de apuros leyendo obras de consulta de filosofía masónica, у
aun los rituales (si se consiguen), pues en toda la literatura publicada se supone que
el lector es masón y, por lo tanto, se omite todo aquello que le ha de ser bien cono-
cido, pero que es precisamente lo que más interesaría al que tiene deseos de investi-
gar la conveniencia о inconveniencia de iniciarse en la Masonería.
Para intentar llenar este vacío se escribie el presente folleto, que no trata, ni con
mucho, de ser un texto de consulta de Masonería. Existen buenas obras de este tipo
que ayudarán a quien desee obtener información específica sobre algún aspecto par-
ticular del tema. Lo que aquí nos hemos propuesto es presentar el panorama general,
соmо lo haríamos ante quien nunca hubiese oído hablar de la Masonería.
No se trata de una propaganda a favor ni en contra, sino simplemente una expo-
sición escueta de hechos у datos fáciles de comprobar, pero que, hasta ahora, no
estuvieron reunidos en un solo texto.
Quedará mucho aun por decir, у algunas cosas habrán de leerse entre líneas, pero
tenemos la convicción leal de que no son las más importantes las que falten у que la
información condensada en esta publicación será más que suficiente para el fin que
se persigue, que es el de orientar debidamente a quienes desean conocer realmente
lo que es esta institución de carácter universal.
Composición simbólica con las herramientas del masón
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¿CUÁLES SON LAS FINALIDADES DE LA MASONERÍA?
Cuando рог primera vez oímos a alguien decir que una persona es masón, la pre-
gunta que surge inmediatamente en nosotros es: ¿qué cosa significa "ser masón"?, ¿es
una religión, una secta, un club filosófico, un partido político, о qué?
Daremos contestación a estas preguntas.
Masón significa constructor, о sea el que trabaja a cal у canto un edificio, con sus
manos у su esfuerzo, pero aunque antiguamente este título se les aplicaba a los miem-
bros de las asociaciones de constructores que dieron a Europa los mejores edificios de
la Edad Media у del Renacimiento, actualmente hemos de entenderlo en su acepción
figurada, diciendo que el masón es un constructor del templo simbólico de la Ciencia у
de la Virtud, que construye su propia personalidad.
En otras palabras, un masón es un individuo que trabaja en perfeccionarse у en
evolucionar, tanto en su conocimiento como en su comportamiento moral, у para ello
sigue los caminos que le indica la antigua asociación que se nombra Masonería o, más
precisamente, Francmasonería.
Correlativamente, la Francmasonería tiene como finalidad principal la de consti-
tuirse en guía de quienes buscan у anhelan el perfeccionamiento, para lo cual va des-
granando una a una sus sabias enseñanzas, en dosis graduadas у de acuerdo con el ade-
lanto de cada uno de sus miembros. A través del estudio razonado у crítico de la filoso-
fía moral se obtiene un mejor conocimiento de las virtudes у del modo de practicarlas.
Pero, entonces, ¿cabe decir que la Masonería es una escuela?
Desde luego que no, si entendemos por escuela un lugar donde se imparten clases
sobre materias específicas, basándose en libros de texto, у se capacita a los alumnos
para desempeñar un trabajo que les permita ganarse el sustento.
La Masonería es algo más que eso.
Su filosofía educativa es totalmente distinta a la de cualquier escuela, puesto que en
vez de exigir el aprendizaje de tales о cuales postulados у principios, estimula la expo-
sición libre, la discusión ilustrada y el desarrollo de la imaginación у del pensamiento
original, como medio para conseguir que cada quien llegue, por su estudio indepen-
diente y su meditación profunda, a sus propias conclusiones lógicas у a la afirmación
de sus convicciones. Por tanto, usa ampliamente del símbolo у de la alegoría, pero no
ofrece de ellos ninguna explicación fija у dogmática, sino que deja en libertad al ini-
ciado para que ejercite sus propias facultades deductivas e inductivas para descifrarlos
у aprender -por sí mismo- las provechosas lecciones que encierran.
Cabe la oportunidad de preguntar qué utilidad tiene esto.
La historia nos enseña que del seno de la Masonería han salido, en todos los tiem-
pos, hombres de gran visión, acrisolado altruismo e inagotable energía, que han dado a
la humanidad sus más grandes impulsos de progreso. Para descubrir estos nuevos ca-
minos necesitaron nutrirse de la duda filosófica, no de la certeza dogmática. Precisaron
examinar lo que no es típico, en vez de conformarse con lo usual у corriente. Tuvieron
que desechar los modelos, los textos consagrados у los manuales establecidos, deci-
diéndose a recorrer sendas supuestamente prohibidas para el pensamiento у descu-
briendo las nuevas soluciones a los problemas sin resolver. Para esto, dispusieron de
una maravillosa facultad: la imaginación creadora.
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Quizá la Masonería ha sido, a través de los tiempos, la única institución que se ha
percatado de la importante función que tiene esta imaginación creadora en la evolución
de la humanidad, у ha descubierto у aplicado un método sencillo у eficaz para desarro-
llarla. Por eso ha sido у seguirá siendo el semillero de nuevas ideas, el portaestandarte
de las vanguardias у la escuela en que se modelan los hombres marginales que viven у
piensan entre el hoy у el mañana..., los conductores de la humanidad.
Pero no solamente a esto se limita la Masonería, no se conforma con ver que cada
miembro se cultive у perfeccione a sí mismo, sino que trata de desarrollar en todos у
cada uno de ellos el firme sentimiento de fraternidad у abnegación, encauzando cuida-
dosamente todos sus esfuerzos hacia los nobles fines de justicia social, equidad, liber-
tad, auténtica democracia у progreso material у espiritual de toda la humanidad.
Dejaría la Masonería de ser universal en sus finalidades si se mostrara partidaria de
algún “ismo” о enemiga de alguna religión. En su seno se admiten a hombres de todas
las religiones у se respetan las creencias de cada uno у su forma personal de rendir
culto a Dios. Por lo mismo, están proscritas las discusiones sobre los méritos relativos
de tal о cual forma de culto, соmо no sea para reconocer que todas ellas representan
modalidades del sentimiento de veneración del hombre hacia esa Entidad Suprema a
quien cada persona llama con distinto nombre. La Masonería resume todas esas apela-
ciones a un común denominador у le llama Gran Arquitecto del Universo, sin estable-
cer ningún culto especial para adorarle, pues considera que todos son buenos cuando
nacen de los anhelos puros del hombre. Obrando junto con estos principios de
libertad de conciencia у de culto, la Masonería no puede permanecer impávida ante
cualquier violación de estos postulados, como cuando los ministros de alguna religión
detentan los poderes públicos у se arrogan la soberanía de los pueblos. Cuando las re-
ligiones, convertidas por los hombres en tiranías esclavizantes de las conciencias у en
objetos de almoneda por la ambición de poder temporal, pretenden sojuzgar a los
hombres, la Masonería se yergue como adalid de la legitima libertad de creer о no
creer, atendiendo únicamente a los dictados de la íntima conciencia у de la razón. De
ahí que, aunque algunas veces у en algunos países la Masonería haya adoptado postu-
ras anticlericales, no por ello es antirreligiosa.
En resumen, la Masonería no es una religión ni discute los principios de una reli-
gión, sino por el contrario, las respeta a todas.
Es una libre asociación de hombres de todas condiciones económicas у de todos los
grados de cultura, a quienes los une el deseo de alcanzar un desarrollo у una evolución
más alta en su personalidad interna, un dominio más perfecto de sí mismos, una afir-
mación de sus convicciones, una agudización más sutil de sus facultades intelectuales
у un acendrado espíritu de servicio hacia sus semejantes. Dentro de la Masonería en-
cuentran estos hombres un ambiente de libertad, de respeto mutuo, orden, seriedad,
estudio у fraternidad.
La Masonería contiene una filosofía educativa propia, basada en el estudio imagi-
nativo у profundo de símbolos у alegorías, que persigue como finalidad el desarrollo
del pensamiento propio, original, lógico у constructivo, con el resultado de que cada
masón palpa pronto los frutos de este perfeccionamiento personal, al notar que se en-
sancha extraordinariamente su manera de ver la vida, se despiertan aptitudes dormidas,
surgen perspectivas de mejoramiento у entra plenamente en el camino que los puede
transformar en guías у benefactores de la sociedad.
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¿CÓMO ESTA ORGANIZADA INTERNAMENTE?
La Francmasonería no es una sociedad simple, sino una agrupación de sociedades
que aceptan como base fundamental un conjunto de antiguas leyes, escritas о no escri-
tas, que se denominan Antiguos Linderos (también llamados Antiguos Límites о An-
cient Landmarks). Este cuerpo de regulaciones se deriva directamente de los que re-
gían el funcionamiento de las asociaciones de masones operativos en la Edad Media у
es el resultado de una larguísima experiencia. Los Antiguos Linderos han logrado que
la Francmasonería sea siempre una e indivisible, a pesar de la variedad de cuerpos que
la constituyen, у que no se modifique ni corrompa su carácter esencial a través de los
tiempos.
Роr encima de cualquier constitución о reglamento están siempre los Antiguos Lin-
deros; éstos definen las normas básicas de funcionamiento de la Institución, los requi-
sitos, derechos y obligaciones de los miembros y funcionarios, у la postura filosófica,
social у política de la Masonería universal. A pesar de ser fundamentales, no son dog-
máticos sino convencionales у admiten que exista una variación casi infinita en la ma-
nera у orden con que pueden impartirse sus enseñanzas, en la decoración de los tem-
plos, en las liturgias у en muchos otros aspectos. A ello se debe la diversidad de los
ritos masónicos que son aceptados como regulares.
Se llama rito, en Masonería, al conjunto de reglas о preceptos de conformidad con
los cuales se practican las ceremonias у se comunican las instrucciones de los grados.
En la Masonería son varios los ritos masónicos que han sido instituidos у han per-
durado a través del tiempo, aunque no todos ellos se han considerado como “reconoci-
dos”. Muchos de ellos tuvieron una vida efímera pero otros han permanecido hasta
nuestra época. El pertenecer a un rito determinado, sin embargo, no es obstáculo para
que los masones se traten entre si соmо miembros de una misma gran familia у se visi-
ten mutuamente en sus reuniones.
De todos los ritos, los más extendidos у considerados como principales son el Rito
Escoces Antiguo у Aceptado у el Rito Ingles (llamado también Rito de York о del
Real Arco). Sin embargo, en algunos países han existido ritos nacionales que han de-
mostrado gran actividad, como el Rito Moderno Francés, el Rito Sueco о el Rito Na-
cional Mexicano.
Los masones se reúnen en grupos llamados logias o talleres, para dar a entender
que se reúnen para trabajar. Sus reuniones tienen lugar un una frecuencia determinada
por la logia en particular y esta puede variar considerablemente de una a otra. Estas
reuniones deben ser celebradas en locales adecuados y preparados para este fin, llama-
dos también logias o talleres.
El valor e importancia de los trabajos que se desarrollan en las logias no depende
del estilo о fastuosidad de su decoración. Muchas de ellas procuran limitar al mínimo
estos adornos para que no se distraiga la atención у se desvíe del trabajo principal, que
es de orden intelectual. Se puede trabajar masónicamente a campo raso у bajo la bóve-
da celeste, о en una choza de paja, sin que nadie pueda alegar que pierden merito en
algo las bellas ceremonias en que se van revelando las enseñanzas у secretos de la Ma-
sonería.
En cada población de regular importancia existe, por lo menos, una logia que traba-
ja en los grados que constituyen la Masonería Simbólica, о Masonería Azul: los grados
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de Aprendiz, Compañero у Maestro. Con pocas excepciones, cada una de estas logias
este incorporada a una Gran Logia, cuya jurisdicción generalmente, aunque no necesa-
riamente, corresponde al territorio geográfico del Estado en que se encuentra. Los ofi-
ciales de estas Grandes Logias son electos democráticamente entre los maestros maso-
nes de todas las logias simbólicas de la jurisdicción у toca a ellos gobernar en los asun-
tos que incumben a la agrupación. A veces existe un organismo que confedera a las
Grandes Logias existentes en un país y, en el plano internacional, otros organismos que
preparan у realizan congresos regionales у mundiales para el estudio у resolución de
los problemas generales de la Orden. Estos organismos solamente pueden formular
recomendaciones a las Grandes Logias.
La unión de logias agrupadas en una Gran Logia constituye el grueso de lo que se
denomina el pueblo masónico.
También existen otros cuerpos о Potencias masónicas que trabajan en los grados
llamados Capitulares о Filosóficos. Se trata de los Supremos Consejos del Rito Esco-
ces Antiguo у Aceptado, que imparten у administran los grados desde el 4º al 33°, den-
tro del mismo Rito Escoces Antiguo у Aceptado, о bien los Capítulos del Real Arco, a
cargo de los grados superiores dentro del Rito de York.
Sin embargo existe una independencia completa entre la Masonería Azul о Simbó-
lica, con sus tres grados, у estos otros cuerpos de la Masonería, por lo cual los grados
que otorgan no tienen preponderancia alguna en las logias simbólicas, en donde no se
reconoce otra categoría superior a la de Maestro Mason.
Igual independencia existe con relación a otros organismos colaterales como, por
ejemplo, los Shriners, la Orden De Molay, las Hijas de Job, etc. Estos organismos no
son parte de la Orden Masónica, aunque algunos de ellos fijen como requisito para ser
admitido la posesión de ciertos grados masónicos, pero le son complementarios en
aspectos sociales, benéficos, educativos у de acción externa.
Las logias simbólicas se rigen a sí mismas en todos los asuntos internos, empleando
para sus deliberaciones el orden parlamentario у tomando sus acuerdos en votaciones
democráticas. Eligen periódicamente a sus oficiales у otorgan a sus miembros los di-
versos grados, a medida que los van mereciendo. Establecen sus reglamentos internos
у le imprimen a los trabajos у estudios el curso que consideran más conveniente, pro-
curando no salirse de los principios generales de la Orden.
Resumiendo: la logia simbólica es la unidad orgánica de la Institución Masónica.
Estas logias se encuentran congregadas en Grandes Logias у pertenecen a algún rito
reconocido. Por encima de estas divisiones de carácter administrativo existe una abso-
luta unidad de todos los masones del mundo entero, que se reconocen fraternalmente,
se ayudan у trabajan de común acuerdo hacia las metas de progreso у bienestar de la
humanidad, que constituyen el deber cotidiano que todo masón se ha impuesto volun-
tariamente.
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¿CUÁL ES SU HISTORIA?
La evolución histórica de la Masonería puede dividirse en dos periodos: el operativo,
о material, у el especulativo, о filosófico. Pero, antes de bosquejarlos es menester refe-
rirnos al aspecto legendario.
La leyenda remonta los orígenes de la Masonería a la éроса de Salomón, cuando, re-
suelto a levantar el Templo de Jerusalén, que su padre David había proyectado, pidió al
rey de Tiro que le proporcionara materiales у constructores para la enorme empresa.
Este le envió a un arquitecto célebre por su talento, llamado Hiram Abi, junto con mu-
chos obreros.
Los operarios de Hiram Abi se distribuyeron en aprendices, compañeros у maestros.
Los conocimientos de cada una de estas categorías se fueron convirtiendo, con el tiem-
po, en secretos misteriosos у sus componentes empezaron a reconocerse por medio de
señales о palabras peculiares.
Casi al finalizar la construcción del templo, tres compañeros que no habían logrado
el grado de Maestro у que estaban ansiosos de conocer sus secretos, decidieron arreba-
társelos por la fuerza a Hiram Abi, para después hacerse pasar por maestros en otros
lugares, donde ya tenía fama la organización de constructores. Hiram Abi no revelo los
secretos у fue asesinado por los tres compañeros, que enterraron el cadáver.
Salomón, alarmado por la repentina ausencia del sabio arquitecto, ordeno a nueve
maestros, los elegidos, para que solo se ocuparan de buscarle. Ellos cumplieron fielmen-
te su misión, descubrieron el crimen у a los asesinos. Como recompensa se les confió la
inspección general de los trabajos y, concluida la construcción general del Templo, se
les encargo la obra de una bóveda para ocultar el Delta, que simbolizaba al Gran Arqui-
tecto del Universo, incrustado en una piedra donde se grabaron, además, las palabras de
reconocimiento de los diferentes grados у algunos de sus secretos más importantes.
Cuando murió Salomón, los elegidos se gobernaron por si mismos dedicándose a la
conservación de la obra.
Después se sucedieron las invasiones у cautiverios hasta que, en el año 70 D. de C.,
el Templo fue destruido por los romanos. Los operarios, a pesar de las persecuciones,
no se desunieron. Se propagaron lentamente, por el Viejo Mundo, dándose a conocer
por la calidad inconfundible de sus obras.
Hasta aquí la leyenda.
En la Biblia, a la luz que dan los originales hebreo y griego solo se encuentra, en el
Libro Tercero de Reyes la existencia de Hiram Abi dirigiendo la construcción del Tem-
plo de Salomón hasta en sus más mínimos detalles, pero nada se dice de su trágica
muerte ni de la lucha por mantener los símbolos y secretos del oficio en los grados de
aprendiz, compañero y maestro. Tampoco los antiguos manuscritos masónicos hacen
mención del asesinato del arquitecto del Templo en manos de tres criminales, que qui-
sieron arrancarle los enigmas de la Maestría. Eso hace pensar que la leyenda fue adap-
tada, a principios del siglo XVIII, en que se empezó a dar extraordinaria importancia al
grado de Maestro en los trabajos filosóficos у especulativos de las logias masónicas.
Algunos autores suponen que la Orden, en la antigua etapa operativa, tuvo su origen
en los misterios de Egipto, basándose en la similitud de algunos símbolos, ceremonias у
alegorías tradicionales de la Masonería con las prácticas formales de los sacerdotes de
aquella civilización.
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Los misterios religiosos de Egipto se introdujeron a otros países, modificándose se-
gún las costumbres, usos, carácter у creencia de cada pueblo. Entre las sectas que de
aquí salieron, la que más guarda analogía con la sociedad masónica es la de los Esenios.
Vivian reunidos en congregaciones; se dedicaban a actividades constructivas; se divi-
dían en clases con signos para reconocerse. El profano que pedía su ingreso sólo era
admitido a la iniciación después de un periodo de pruebas y, tras el juramento de ser
justo con sus semejantes, buscar у amar la verdad, у de no revelar los secretos, se le
entregaba un martillo у un mandil blanco у se le consideraba соmо miembro de la so-
ciedad de Esenios.
Otros estudiosos buscan el origen en la éроса de Numa Pompilio, segundo rey de
Roma, cuando en el año 715 A. de C. dividiera a la población en corporaciones о cole-
gios. El más importante fue el de los constructores, collegia fabrorum, que abarcaba
todas las artes у oficios correspondientes a la arquitectura civil у religiosa. Su organiza-
ción era parecida a la de las antiguas logias masónicas. Se dividía en pequeñas agrupa-
ciones, presididas por maestros у vigilantes, que después del trabajo del día se reunían
para tratar asuntos de su especialidad о para iniciar a algunos profanos en sus misterios.
Empleaban simbólicamente los útiles у herramientas de su profesión у sus reuniones
eran siempre precedidas de ceremonias religiosas.
Más tarde, cuando Roma paseo sus legiones en conquista, los colegios de construc-
tores desempeñaron la misión de erigir las fortificaciones militares у de paso aprove-
chaban de propagar sus doctrinas en la búsqueda de nuevos iniciados. El año 43 A. de
C. se establecieron en las Islas Británicas donde, para detener la invasión de los celtas,
construyeron campos atrincherados que, con el tiempo, se transformaron en verdaderas
ciudades. Así nació Eboracum, más tarde denominada York, que ha tenido especial im-
portancia en la evolución de la Francmasonería.
Estas corporaciones, que albergaban en su seno a artistas у sabios, fueron un gran
elemento de civilización e incluso el cristianismo encontró en ellas verdadero apoyo у
protección.
Aunque las invasiones de los barbaros las hizo sucumbir en el naufragio general, al-
gunas corporaciones que actuaban en la Península Itálica pudieron pasar al Oriente esta-
bleciéndose en Grecia, Egipto у Siria, у otras, de las Galias у las Islas Británicas, se
retiraron a los monasterios donde encontraron refugio. Estas escuelas de arquitectos de
los conventos produjeron los más celebres constructores de los siglos VI у VII. También
salieron de los claustros arquitectos laicos bajo cuya dirección se elevaron, más tarde,
numerosos monumentos en Francia e Inglaterra. E. Rebold escribe que en esos tiempos
primitivos «las logias tenían sus reuniones casi exclusivamente en los monasterios; у si
un abad era propuesto para vigilante de ella, se le llamaba “venerable maestro” о “her-
mano venerable”; tal es el origen de este título que aun esta en uso en las logias».
Las asociaciones se hicieron celebres en Lombardía durante el siglo VII у especial-
mente en Como. Los maestros de esta ciudad fueron tan reputados que el título de ma-
gistri comacini paso a ser nombre genérico de los arquitectos que las dirigían. Luego,
bajo la protección de Carlomagno se extendieron por Francia у otros países organizando
nuevas sociedades о recogiendo los restos de las antiguas.
Durante la Edad Media existieron numerosas corporaciones de obreros constructores
que con el nombre de masones recorrían toda Europa. Masón quiere decir albañil, cons-
tructor, picapedrero. Se dividían en grupos de hasta nueve individuos a cuya cabeza
estaba el maestro у cada una de las corporaciones tenía un jefe superior о gran maestro
del cual dependían. Los masones de aquel entonces gozaron de amplia protección por
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parte de los reyes у señores y también de los papas. Se les eximia del cumplimiento de
muchas leyes, reglamentos у de los tributos de la localidad donde se establecían para
acometer una construcción.
Estas franquicias e inmunidades originaron la denominación de masones libres о
francos, о francmasones.
Los investigadores coinciden en atribuir a la francmasonería operativa de la Edad
Media la construcción de los grandes monumentos de la éроса. Estos investigadores dan
bastantes noticias sobre los masones que construyeron la famosa catedral de Estrasbur-
go, en el año 1280. Se agrupan en aprendices y compañeros, dirigidos por el maestro
Herving Steimbach, y se reunían en un local llamado hütte, que quiere decir taller o
logia. Llevaba siempre consigo los útiles de su trabajo, alrededor de los cuales habían
establecido una especie de culto simbólico. Los principales eran la escuadra, el compás
y el nivel. Se iniciaban en la sociedad con un ceremonial secreto у se identificaban у
protegían con palabras denominadas notzeichen, que quiere decir signo de alerta о de
peligro. Esta corporación de Estrasburgo adquirió tal celebridad que las logias de mu-
chas ciudades alemanas se colocaron bajo su dependencia denominándose Haupthutte,
es decir Gran Logia.
En Inglaterra, se vuelve a auscultar la existencia de la Masonería a partir del siglo X.
Las logias operativas llegaron desde Francia. Los primeros reglamentos se aprobaron en
el año 926, en una asamblea celebrada en York, presidida por el hijo del rey. Desde en-
tonces se constituyó un gobierno regular, con asiento en dicha ciudad, gozando de la
protección de la nobleza.
En 1350, bajo el reinado de Enrique III, se revisaron los estatutos masónicos. De
aquella época data el Manuscrito Regio, que se conserve en el Museo Británico. Este
documento contiene normas similares a las que están en los Old Charges of British
Freemasons (Antiguos Deberes de los Francmasones Británicos), que sirviera de fun-
damento a las posteriores Constituciones de Anderson, de 1723.
La independencia de las logias empezó a provocar ciertos temores políticos hasta el
grado que, en 1425, el obispo de Winchester, tutor de Enrique IV, las consideró peligro-
sas у lanzo un edicto prohibiendo sus reuniones. Sin embargo, las medidas no se aplica-
ron con extremo rigor lo que permitió que muchos talleres siguieran en actividad.
El periodo operativo entro en su ocaso entre los siglos XVI у XVII. La decadencia
del poder del clero católico y las reformas luteranas hicieron menguar el espíritu religio-
so que emprendía la obra de levantar iglesias y monasterios. Por otra parte, los conoci-
mientos del arte de construir se fueron generalizando fuera de Las logias.
En Inglaterra fue donde, en forma más notoria, se manifestó el cambio del periodo
operativo al especulativo. La Logia de San Pablo, en 1703, acordó que en lo sucesivo
los privilegios de la Orden no serían patrimonio exclusivo de los constructores у que
otras personas de distintas profesiones о aptitudes, podrían optar a ellos siempre que
fueran regularmente iniciados у admitidos en la confraternidad. Esta determinación
cambio completamente la faz de la Masonería, dándole un carácter puramente filosófi-
co.
Los efectos de tan fundamental evolución no pudieron apreciarse de inmediato debi-
do a las circunstancias en que vivía Inglaterra. El periodo especulativo comienza a ver
sus frutos a partir de la creación de la Gran Logia de Inglaterra, el 24 de junio de 1717,
día en que se reunieron para fundarla las cuatro logias sobrevivientes a los conflictos
religiosos que habían obligado a cerrar sus puertas a muchos talleres masónicos. Dirigi-
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dos por John Desagulliers, George Payne у James Anderson, se dieron a la tarea de
agrupar sus logias bajo la dependencia de una entidad superior у eligieron соmо Gran
Maestro a Anthony Sayer, posiblemente el más antiguo у preparado de sus miembros.
Desde entonces, a través de la propia Inglaterra, de Francia, España, Holanda, Polo-
nia, Italia у Suiza, se fueron creando, con muy pocos años de diferencia, para abarcar la
casi totalidad de los países del Viejo mundo, numerosas logias bajo la misma finalidad
filosófica у social, destinada a llevar a la realidad los principios de Libertad, Igualdad у
Fraternidad, proclamados por la Gran Logia de Inglaterra desde el instante de su funda-
ción.
Toma así forma la Masonería especulativa, con espíritus selectos que vieron en la
cautelosa organización у seriedad de la Orden un ambiente propicio para hacer prospe-
rar sus ideales ilustrados у libertarios. Ahora ya no se edificaban templos, ni monaste-
rios, ni aquellas imponentes obras que por siglos han deslumbrado a la humanidad. Los
masones se consagraron a trabajar en la construcción de un grandioso edificio moral,
destinado a aumentar el bienestar espiritual intelectual y social de la civilización.
Desde entonces у para abreviar, podemos ilustrar la acción masónica, a lo largo у
ancho del mundo у en todas las épocas, citando a algunos de aquellos grandes hombres
de la política, la ciencia у las artes, que han sido iniciados en la Francmasonería у han
terminado de forjar la fortaleza de su espíritu en sus logias: Franklin, Voltaire, Rous-
seau, Mozart, Haydn, Goethe, Washington, Jefferson, Bolivar, San Martín, O’Higgins,
Sucre, Martí, Fleming, Hugo, Zola, Machado, Gris, Juárez, Humboldt, y, más cerca de
nosotros (Ecuador), Olmedo, Mejía, Antepara, Letamendi, Ximena, Febres Cordero,
Rocafuerte, Alfaro, Peralta, Vargas Torres, Lamar, sólo para nombrar a unos pocos.
La Independencia de las Américas у los grandes movimientos políticos libertarios,
incluyendo la Revolución Liberal que dio un enorme impulso al Ecuador, son obras
creadas у dirigidas por los masones.
Esta acción es el testimonio que ofrece la Historia para establecer que la Francmaso-
nería evoluciona у siempre está a tono con la éроса, para seguir siendo la fuente de
donde brota la fuerza renovadora del pensamiento humano.
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Con mucha frecuencia se formula la pregunta de si la Masonería desarrolla activida-
des de índole política. Esto es lo primero que se le ocurre a quien lee en las páginas de
la historia la larga lista de estadistas, reformadores, revolucionarias у patriotas que fue-
ron masones.
Quienes piensen que la masonería es una organización política están equivocados,
соmо suele equivocarse quien examina superficialmente las cosas у no penetra tras las
apariencias para aquilatar su verdadero significado.
Es cierto que de las logias masónicas han surgido dirigentes políticos, pero también
han cobijado una pléyade de hombres que se destacaron en los campos de la literatura,
la música, la pintura у las ciencias, que nunca se ocuparon de la política, como no fuese
desde un piano filosófico у humanista.
Pese a los esfuerzos de quienes en ciertas épocas han pretendido desentenderse del
carácter real de la Institución у han hecho esfuerzos por transformarla en bandera políti-
ca, la Masonería ha conservado, hasta ahora, su verdadera naturaleza de escuela у taller
en donde se forja la personalidad у evolucionan las facultades más nobles del hombre.
Es un laboratorio en donde se ejercita el análisis у la síntesis de todas las ideas у de to-
dos los nuevos conceptos filosóficos, en el ambiente aséptico propicio para el claro у
recto pensar, у en donde se funden en el crisol del trabajo mancomunado у de la lucha
constante, los más diversos metales, para obtener la aleación con que se forjan los hom-
bres capaces de dedicar sus vidas al progreso de la humanidad, sin distingos de raza,
credo о nacionalidad.
La Masonería ha ensenado a estos hombres a luchar primero consigo mismos, para
limar sus asperezas у fortificar sus almas. Les ha mostrado el camino de la convivencia
fraterna, del respeto mutuo, la dignidad у el heroísmo. Ha inflamado sus corazones con
el amor a sus semejantes у la santa indignación contra la injusticia у la tiranía que de-
gradan al hombre у encadenan su pensamiento.
Por eso que en su seno se han gestado tantas iniciativas trascendentales para el ade-
lanto de la humanidad у de ella han surgido, de tiempo en tiempo, grupos fuertes у de
gran cohesión que han logrado imprimir a sus naciones, у al mundo, lo más importantes
impulsos evolutivos.
La Masonería es eso у mucho más; pero lo que no es, ni ha sido jamás, es un partido
político, о una organización militante al servicio de alguna encumbrada personalidad, ni
de los exponentes de tal о cual “ismo” (ni siquiera del liberalismo, соmо doctrina políti-
ca) ni una sociedad de conspiradores, aunque sus detractores así le hayan descrito con
demasiada frecuencia. Jamás podría ser cualquiera de estas cosas sin perder inmediata-
mente su sentido humanista у universal, quedando a merced de las contingencias tempo-
rales у de los apetitos personalistas. La Masonería está por encima de las luchas parti-
distas y, sobre todo, de la mezquina politiquería.
Pero así como nadie construye una casa para que permanezca deshabitada, ni se fa-
brica un barco si nunca ha de navegar, ni se prepara un banquete si nadie ha de comerlo,
ni ejercita el atleta sus músculos si no ha de emplearlos, así también carecería de sentido
alguno la actividad masónica (personal e interna) del desarrollo de las facultades supe-
riores del hombre, si no desembocara en forma natural у lógica en las múltiples causas
de la actividad social desempeñada por cada uno de sus miembros, dentro de la esfera
de influencia personal у como resultado de su iniciativa propia.
Por ello es que, aun no siendo la Masonería una organización política у ocupándose,
соmо lo hace, principalmente de la evolución personal de cada hombre resultaría absur-
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do que forjase guerreros del progreso у conductores de la humanidad y les impidiese la
actividad política, ya que en la realización de logros concretos esta la justificación histo-
ria de la Institución.
De lo cual resulta que, individualmente, los masones si deben intervenir activamente
en la política de sus países cuando la ignorancia, el fanatismo о la ambición, tratan de
sojuzgar a los pueblos.
Con respecto a las batallas que libran los masones en el mundo, la Institución Masó-
nica se mantiene tan independiente como lo puede ser una Universidad con relación al
trabajo profesional de sus egresados. Existe, sin embargo, una diferencia importante:
mientras la Universidad se limita a preparar al estudiante у una vez que le ha entregado
su título pierde casi todo contacto con el у con el buen о mal trabajo que desarrolle, en
cambio la Masonería sigue abrigando con sus alas a sus miembros, dándoles ocasión de
que nunca cesen de estudiar у perfeccionarse, velando por que se consoliden los lazos
de fraternidad у comprensión mutua у juzgando severamente la actuación de cada uno
de ellos cuando violan los principios morales proclamados por el ideario de la Orden.
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¿CUALES SON LAS OBLIGACIONES Y LOS DERECHOS
DE UN MASÓN?
Toda sociedad tiene el derecho de exigir de sus miembros el cumplimiento de ciertas
obligaciones y, a la vez, le hace partícipe de los beneficios que ofrece. La Masonería no
es una excepción, por lo que es justo у necesario que antes de contraer las obligaciones
de un masón, se sepa cuáles son estas obligaciones у cuáles los derechos que se adquie-
ren.
La primera de estas obligaciones consiste en guardar un silencio absoluto de los
asuntos tratados en las reuniones о tenidas. La Masonería no es, propiamente, una so-
ciedad secreta, pero si es discreta. En los varios siglos de actuación que lleva recorridos
ha podido probar que solo con reserva, sigilo у discreción se puede estar a salvo de los
ataques que nacen de la incomprensión, del fanatismo у de la envidia. A los que comen-
tan que “¡Algo de malo habrá en ello, puesto que se esconden para hacerlo!", les contes-
taremos que nunca las nuevas ideas han encontrado el camino sembrado de compren-
sión, buena voluntad у aliento. Por el contrario, recordemos a Sócrates, acusado de
“pervertir" a la juventud, a Galileo, torturado por “hereje”, a Spinoza, excomulgado por
“ateo”, у tanto otros que han seguido igual о peor suerte.
Si hay quien diga que esos tiempos ya pasaron у que en los tiempos actuales hay li-
bertad de expresión у respeto hacia las ideas nuevas, les diremos que están en su dere-
cho para creerlo así; pero que la Masonería está estructurada de modo tal que pueda
seguir funcionando aunque impere un régimen de opresión, política у económica, у se
coarten las libertades.
Por tanto, no necesita justificar su exigencia de que los miembros guarden cuidado-
samente sus secretos, puesto que ello es parte de su naturaleza, у la sabiduría de este
proceder ha sido constatada en tiempos buenos у malos.
La segunda de las obligaciones de un buen masón es la de trabajar intensamente en
pro de su propia perfección interna. Deberá corregir sus propios defectos, combatir sus
pasiones y prodigarse en el servicio para con los demás. En esto consiste el trabajo ma-
sónico que es como se dio antes un trabajo personal de evolución у labrado de la propia
personalidad.
No es buen masón quien solamente se dedica a reunir abundantes conocimientos so-
bre filosofía, historia, ciencia litúrgica, psicología, sociología, etc. si esta ilustración no
va acompañada de un auténtico espíritu fraternal que le impulse a correr en auxilio de
todo hombre que necesite de sus servicios.
Tampoco podrá calificarse de masónica la labor de quien está animado de grandes
deseos de hacer el bien, pero que carezca de la ilustración у capacidad suficiente para
reconocer la forma más eficaz у provechosa de hacerlo. El verdadero masón comple-
menta sus conocimientos con un comportamiento altruista у virtuoso, у pone en juego
ambas cualidades en trabajo infatigable, para que sus buenos deseos se transformen en
realidades palpables.
La tercera obligación es la de cumplir con los estatutos generales de la Orden, la
Constitución de la Gran Logia a que pertenezca у los reglamentos particulares de su
logia. Aunque no es posible dar a conocer en esta obra este cuerpo de disposiciones le-
gales, bastar explicar que su objeto único es el de fijar las normas de gobierno у funcio-
namiento interno de las logias, у que todo masón sabe que estas órdenes tienen como
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mira el bien común у jamás pueden contravenir los principios de honor у virtud que
proclama la Orden.
Entre las obligaciones que se desprenden de los reglamentos particulares de las lo-
gias están incluidas las de asistir puntualmente a la tenidas, estar al corriente en los pa-
gos de las cuotas personajes о logiales, conducirse siempre con decoro у orden.
Pasemos ahora a examinar lo que ofrece, en cambio, la Masonería.
En primer lugar, ofrece su conjunto de enseñanzas sistematizadas, las que va impar-
tiendo a cada uno, según los méritos alcanzados por su esfuerzo personal.
Otorga a todos sus miembros el derecho de recibir ayuda у amor fraternal en cual-
quier lugar del mundo en que se encuentren. El masón tiene amigos en todas partes,
siempre dispuestos a correr en su auxilio en el momento en que los llame. Sin importar
las diferencias de rito que practique ni la jurisdicción a que pertenezca, cada masón se
considera hermanado con todos los demás masones del mundo.
En la mayoría de las organizaciones masónicas existen, además, otras ventajas de
orden mutualista, соmо por ejemplo: el seguro de vida, bolsa de trabajo, fondo asisten-
cial, etc. Debemos hacer notar, sin embargo, que no es en estos servicios asistenciales
donde radican los beneficios de la Masonería, sino en la oportunidad que brinda a sus
miembros para estudiarse a sí mismos у ponerse a prueba dentro de los trabajos de la
logia, alcanzando un mejoramiento constante, gracias a las sabias normas у disciplinas
de la Orden.
Finalmente, la Masonería brinda a quienes evolucionan dentro de ella, la oportuni-
dad de ampliar su campo de acción en el mundo externo у desarrollar una actividad de
mayores alcances у trascendencia. Esto se logra соmо resultado de la cohesión que se
establece entre los masones у que después trasciende a los diversos campos de acción en
que se encuentran profesionalmente. No es esto el producto de un plan de acción pre-
meditado por la Institución Masónica у que aconseje colocar a un miembro aquí у a otro
miembro allá, como piezas de un ajedrez en que se juegue alguna trascendental partida
política; es más bien la polarización espontanea de todos los hombres en quienes se ha
sublimado el amor a la libertad, a la justicia social у al progreso, cuando con ocasión de
un acontecimiento que viola los derechos del hombre у obstaculiza la marcha ascenden-
te de la humanidad, convergen al unísono, impelidos por sus ideales de Libertad, Igual-
dad у Fraternidad.
Para coordinar la actividad externa social, educativa, benéfica у política de los ma-
sones, existen asociaciones civiles, en cuyo seno se reúnen los masones de todos los
ritos, jurisdicciones у obediencias, para aunar sus esfuerzos у luchar hacia las nobles
metas que en los talleres masónicos se ensenan. Estas asociaciones representan, para la
masonería, lo que el brazo es para el cerebro: un órgano ejecutivo para la realización de
los ideales masónicos.
Fuera de estas obligaciones у derechos no hay más. Cada masón lo es por su libre у
espontanea voluntad у tiene derecho a retirarse de la Masonería, como caballero, cuando
lo desee, sin que por ello sufra persecuciones, amenazas о ataques. Solo se le pide, bajo
su palabra de honor, que no revele los secretos de la Institución, у si no lo cumple, el
único que se perjudica es el mismo у no la Masonería, ya que el verdadero у más pre-
ciado secreto masónico es inviolable por naturaleza.
GLODE – Gran Logia Occidental del Ecuador