quebrada de humahuaca cartografía táctil para ciegos ... · qué lindo fue volverte a ver en...

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    Nmero 6ISSN: 1853-9505

    Actividades geodsicas en Jujuy

    QUEBRADA DE HUMAHUACA

    Adems: El IGN en la Gestin Mundial de la Informacin Geoespacial/ El Atlas Jujuy 100K/ El Catlogo de Objetos Geogrficos/ El trabajo entre el IGN y las provincias/ Las distorsiones en los mapas/ Las actividades del Comit de Montaa.

    Evolucin y peligrosidad geolgica/ Poblamiento y migraciones/ Valorizacin turstica de productos agrarios/ Cambios histricos y toponimia/ Historia de los caminos/ Biodiversidad y conservacin/ Riesgo ambiental/ Patrimonio de la Humanidad.

    Incluye Imagen satelital.

    Cartografa tctil para ciegosAdems: La Infraestructura de Datos Espaciales de Jujuy/ Fotografas areas con Vehculos Areos No Tripulados.

  • Si por Jujuy te fui buscando una maanay por Tilcara te encontr al atardecerno era lo mismo nuestro amor, era distintoya no era el valle la quebrada era esta vez.Aunque el tiempo te ha llevado de mi ladoquisiera en Jujuy volverte a querer.

    Qu lindo fue volverte a ver en cacharpayaspauelo al aire bailecito atardecerel huayra trajo en su silbido una bagualay en las trincheras se hizo golpe mi querer.Un eco tibio que retumba en la quebradame dice que vuelva me espera, no s.

    Por el Ro Grande me fui en una madrugadapiedras arriba por Lozano remont.Estaba sola Purmamarca enamoraday vi Humahuaca que lloraba sin querer.Desde lo alto de la puna la mirabaazules tus cielos, un gris mi querer.

    Mira que rojo se ha puesto el cielo en la tardemira el azul de aquellos cerros otra vezse oyen las cajas que vienen del horizontey en coplas nuevas Jujuy ha vuelto a nacer.Taen los versos que cantan a la tierrale canto a tus ojos, la luz florecer.

    Olor de albahaca me dej la madrugadaolor de ausencia me dej tu coraznahora soy agua que bajando por el cerrocanto despacio deshojando esta cancin.Cuando a la sombra del sauzal beb tu vinola parra, el racimo, tu olvido, mi adis.

    SI POR JUJUY - ZambaLetra y msica: Juan Ernesto Gonzlez

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    Estimados lectores, en este nuevo nmero abordamos el estudio de una zona muy particular y nica de nuestro pas que, con sus rasgos geogrficos, geolgicos, tursticos y culturales, des-lumbra a la gran cantidad de visitantes que se acercan ao tras ao a descubrir sus innumerables bellezas. Una zona con una historia cultural muy importante, ya que se estima que la presencia humana data desde hace 11.000 aos y que en los ltimos doscientos aos fue protagonista de importantes hechos polticos y culturales para nuestro pas.

    A lo largo de este nmero, y como lo hacemos habitualmente en El Ojo del Cndor, hemos trabajado con cientficos, profesionales y tcnicos de la regin, de distintas universidades y del CONICET desa-rrollando distintos artculos, que a lo largo de las pginas siguientes les ayudarn a comprender la importancia del lugar desde diferentes puntos de vista, incluso explicando el proceso de declaracin de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Nos hemos esmerado en realizar una descripcin detallada de la regin contemplando mltiples aspectos, que involucran diferentes ciencias y disciplinas de singular importancia para conocer y disfrutar la Quebrada de Humahuaca.

    Una novedad que quiero compartir con ustedes es que a partir de este nmero se incorporan en la seccin institucional artculos que resultan de investigaciones y trabajos profesionales afines a las incumbencias del Instituto Geogrfico Nacional, que puedan ser de referencia tcnica o de aplicacin como norma. Esta idea se gener con el objetivo de que la revista se constituya en un referente en la difusin de normas y procedimientos tcnicos especficos, para la inmensa comunidad de usuarios interesados en estas temticas. En este sentido, publicamos el nuevo Catlogo de Objetos Geogrficos y su correspondiente Diccionario de Conceptos, basado en la familia de normas ISO TC 211 - 19100 que permitir integrar la informacin geoespacial capturada por diferentes organismos en una base de datos geoespacial.

    Tambin presentamos, como actividades del IGN, las campaas geodsicas desarrolladas en la regin y los beneficios que generaron en los marcos de referencia geodsicos nacionales. Se incluyen las actividades de representacin de Argentina en el seno de las Naciones Unidas den-tro del Comit de Expertos en la Gestin Global de Informacin Geoespacial, los avances de la Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) en la Provincia de Jujuy, los trabajos desarrollados para la fiscalizacin de un Atlas Tctil para ciegos, entre otros. En fin, como siempre, una cantidad de actividades que merecen ser contadas para el conocimiento de nuestros lectores.

    Espero que disfruten de este nmero tanto como nosotros.

    Editorial del Director del Instituto Geogrfico Nacional

    Agrimensor Sergio Rubn Cimbaro Director del Instituto Geogrfico Nacional

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    Artculos libres

    Sumario

    Dossier: Quebrada de Humahuaca

    Editorial

    La Quebrada de Humahuaca, Un recorrido por su pasado y presente

    Liliana Bergesio, Yaiza Reid Rata, Lucio Malizia y Amlie Le SterBreve descripcin de la regin desde distintos puntos de vista.

    Arqueologa y toponimiaMara Ester AlbeckFormas de hbitat y su repercusin en la toponimia quebradea.

    Evolucin geolgica del paisajeMara Alejandra GonzlezGrandes eras geolgicas y sus huellas en el paisaje de la Quebrada.

    Cartas de Peligrosidad Geolgica a escala regional Omar Lapido

    Carta del Servicio Geolgi-co Minero para la estima-cin de peligrosidad frente a los procesos naturales de origen geolgico.

    Biodiversidad y conservacinYaiza Reid Rata Descripcin de la biodiversidad na-tiva y domesticada de la Quebrada.

    Productos andinosy consumo tursticoMariana Arzeno y Claudia TroncosoRedefinicin de los vnculos entre las reas rural y urbana.

    Proceso de PatrimonializacinNstor JosAntecedentes e inscripcin en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

    Apuntes sobre el poblamiento y las migracionesGabriela A. KarasikRasgos del poblamiento y la movilidad espacial a travs del tiempo.

    Breve hodografahistricaAlejandro BenedettiLos caminos como elementos esenciales de la organizacin espacial quebradea.

    Lo que el agua se llevUna historia ambiental sobre los impactos de inundaciones y aluvionesHortensia CastroTendencias en los impactos y trama socio-ambiental que las configura.

    IDE Jujuy - Una red colaborativa de productores de informacin geogrficaGerardo Ariel Cabezas

    Cartografa Tctil Mapas InclusivosNorma Lilian Coronelpor IGN: Ruben Mauricio Albanese, Rosalinda Ortale y Mariela Miriam Moglie

    Fotografas areas con Vehculos Areos No TripuladosDaniel Francisco Sanguinetti y Vctor Gabriel Vallejos

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    Artculos libres

    institucionalesLa revista El Ojo del Cndor

    es una publicacin peridica del Instituto Geogrfico Nacional

    Presidenta:Dra. Cristina Fernndez de Kirchner

    Ministro de Defensa: Ing. Agustn Oscar Rossi

    Secretario de Ciencia, Tecnologa y Produccin para la Defensa: Lic. Santiago Juan Rodrguez

    Director: Agrim. Sergio Rubn Cimbaro

    CONSEJO EDITORIAL

    Coordinadora Mg. Mara Dolores Puente

    EditoresProf. Anala AlmirnLic. Lucas De Oto

    Silvia HeumanIng. Laura PietrngeloProf. Adriana Vescovo

    Director de ArteJorge Alba Posse

    AsistenteNicols Moser

    Correctora de estiloMilagros Schroder

    Editor responsable: Instituto Geogrfico Nacional

    Esta revista se imprimi en los talleres grficos del Instituto Geogrfico Nacional. Avenida Cabildo 381 (C1426AAD) Ciudad Autnoma de Buenos Aires,

    Argentina.Nmero 06 - Septiembre de 2015

    ISSN: 1853-9505Queda hecho el depsito que marca la

    Ley N 11.723

    Las opiniones expresadas en los artculos son de exclusiva responsabilidad de los autores, y pueden no coincidir con las del Instituto Geogrfico Nacional.

    Prohibida la reproduccin total o parcial de contenidos e imgenes sin la autorizacin expresa de los autores. E-mail: [email protected]

    Actividades geodsicas desarrolladas en la Provincia de Jujuy por el IGN entre los aos 2010 y 2015Diego Alejandro Pin Ricardo Torres

    Por qu hay deformacionesen los mapas?Matas Ezequiel Zylbersztejn y Hernn Javier Guagni

    Catlogo de Objetos yDiccionario de ConceptosHoracio Castellaro, Florencia Manduca y Ricardo Mansilla

    El IGN en el entorno de las Iniciativas de Gestin Global y Regional de Informacin Geoespacial de la Organizacin de las Naciones UnidasRicardo Mansilla

    Comit para el Desarrollo Sustentable de las Regiones Montaosas de la Repblica ArgentinaMara Lidia Testani

    El Atlas Jujuy 100KMariana Gasparotto

    Primera visita del presidente de laAsociacin Cartogrfica Internacionalal Instituto Geogrfico Nacional de la Repblica ArgentinaAdriana Vescovo

    Oficinas Provinciales

    CuriosaMente

    Museo: La fotogrameta terrestre y el estereocomparador de Pulfrich Mara Cristina Lecca y Silvia Heuman

    Biblioteca: HUMAHUACA de Horacio Carrillo Juan G. Cristiano

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    Foto de tapa: Marco Guoli

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    * Magster, Co-Directora Centro de Estudios Territoriales, Ambientales y Sociales, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Universidad Nacional de Jujuy. [email protected]

    ** Magster, Directora sede Jujuy, Fundacin ProYungas, Investigadora Centro de Estudios Territoriales, Ambientales y Sociales, Universidad Nacional de Jujuy. [email protected]

    *** Doctor, Director Centro de Estudios Territoriales, Ambientales y Sociales, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional de [email protected]

    **** Magster, Investigadora Centro de Estudios Territoriales, Ambientales y Sociales, Universidad Nacional de Jujuy. [email protected]

    Ubicacin y contexto regional

    La Quebrada de Humahuaca, transitada por humanos desde hace 10 milenios y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el siglo XXI, se ubica en el centro de la provincia de Jujuy, ocupando parcialmente los departamentos de Tumbaya, Tilcara, Humahuaca y Co-chinoca. Se extiende por un profundo y estrecho valle, en direccin Norte-Sur, por unos 150 km de largo, por donde discurre el pedregoso y cambiante ro Grande, en el que confluyen numerosas quebradas subsidiarias.

    Los elementos que ms llaman la atencin, tanto de locales como de visitantes, son los cerros de colores que se deben a que la Quebrada es recorrida, en su margen Este, por

    una falla que produce una gran paleta coloreada de altos cerros. Esto es acompaado, en su margen Oeste, por va-rias quebradas menores que tienen una pendiente con una graduacin ms leve. Adems, hay grandes diferencias en las alturas sobre el nivel del mar sobre las que se extiende la Quebrada, las cuales van desde aproximadamente 1600 m hasta 4500 m.

    De manera general, se puede decir que el clima de la Quebrada se caracteriza por ser bastante seco, con lluvias estivales (entre 150 mm y 350 mm anuales), muy fuerte insolacin, presencia casi constante de vientos y marcadas oscilaciones trmicas diarias (sobre todo en verano) con frecuentes heladas. Sin embargo, cabe destacar que el cli-ma no es homogneo a lo largo de todo el valle, la ampli-tud altitudinal de la Quebrada, ms la orientacin del valle principal, y las diferentes orientaciones y caractersticas de las quebradas tributarias producen importantes cambios entre unas zonas y otras.

    Desde el punto de vista ambiental, en la Quebrada de Hu-mahuaca se desarrollan 4 de las 5 ecorregiones presentes en la provincia de Jujuy, si bien la importancia relativa en cuanto a superficie vara sensiblemente entre ellas: Yungas (3%), Monte de Sierras y Bolsones (20%), Puna (40%) y

    La Quebrada de Humahuaca me parece la ms interesante comarca de la tierra argentina.

    Ningn otro pedazo de nuestro suelocontiene tanto carcter,

    tanta profunda poesa, y ningn otro nos habla comola Quebrada de las cosas eternas,

    de los grandes problemas espirituales. GLVEZ, M. (1924): El espritu de la Quebrada, Revista Riel y Fomento, N 24, 8.

    Liliana Bergesio*, Yaiza Reid Rata**,Lucio Malizia*** y Amlie Le Ster****

    LA QUEBRADA DE HUMAHUACAUn recorrido por su pasado y presente

    Dossier

    Quebrada de Humahuaca. Un recorrido por su pasado y presente

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    Altos Andes (37%). Esta diversidad de ambientes, unida a la larga historia de ocupacin humana, configura la existencia de paisajes de gran valor tanto ambiental como sociocultural.

    La Quebrada de Humahuaca representa una va de circu-lacin que ha sido transitada sin interrupcin desde la llegada de pobladores a estas comarcas. En la actualidad, est atravesada longitudinalmente por la Ruta Nacional 9, asfaltada y paralela al ro Grande, a lo largo de la cual se asienta la mayor densidad de poblacin y de actividades econmicas, encontrndose las localidades ms grandes, como Tilcara y Humahuaca.

    Historia de 11.000 aos

    En la Quebrada de Humahuaca hay vestigios de poblacio-nes desde hace 11.000 aos. Esta larga trayectoria de uso y ocupacin del territorio hace que se puedan identificar diferentes periodos histricos:

    Periodo Arcaico (9000 a.C. 1000 a.C.). Corresponde a la poca de los primeros pobladores humanos de la Que-brada, los cazadores-recolectores. Eran grupos igualitarios, en los que no haba jerarqua social en su organizacin y

    LA QUEBRADA DE HUMAHUACAUn recorrido por su pasado y presente

    Foto izquierda: A. Le Ster.Foto derecha: Y. Reid Rata.

    Mapa: Gua de reas Protegidas, Malizia et al. (2010).

    Bergesio, Reid Rata, Malizia, Le Ster , El Ojo del Cndor N 6 (4-9), IGN, 2015

    La Quebrada, hasta el Volcn, tiene los ca-racteres de un camino abierto en medio de una selva. Los cerros ostentan tupida arbole-da hasta sus mismas cumbres: en las riberas del ro lujuriosa vegetacin obstruye el paso, mientras no se descuelgan las terribles cre-cientes que, arrastrando todo, cubren con una capa de menuda arena, barro y grandes rodados aquel jardn natural que ms tiempo tarda en destruirse que en formarse. Ms all de Volcn, la vegetacin pierde fuerza; las cordilleras ostentan la desnudez de sus pe-ascos multicolores; las quebradas que van a desembocar a la de Humahuaca, secas en in-vierno y ridas siempre, se vuelven temibles en verano, cuando las lluvias torrenciales buscan su desage por ellas.

    DEBENEDETTI, S. (1910). Exploracin arqueolgica a los cemente-rios prehistricos de la Isla de Tilcara (Quebrada de Humahuaca, Provincia de Jujuy). Campaa 1908. Publicaciones de la Seccin Antropolgica de la Facultad de Filosofa y Letras de la Universidad de Buenos Aires, (6), 9-10.

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    tenan un profundo conocimiento de los ciclos de la na-turaleza. Se desplazaban para aprovechar los diferentes recursos que el valle ofreca. Sin embargo, las evidencias ms tempranas de restos vegetales domesticados datan de 2000 a.C., algunos de los cuales no son de produccin local, sino que corresponderan a intercambios con otras regiones vecinas.

    Periodo Formativo (1000 a.C. 900 d.C.). El crecimiento de la poblacin, que produjo la disminucin de las reas de caza, junto con una gran sequa y la competencia entre individuos por el poder favorecieron la transformacin de las economas hacia la agricultura (papa, maz, calabaza, poroto y man) y la cra de llamas.

    Periodo de Desarrollos Regionales (900 d.C. 1430 d.C.). Esta poca se caracteriz por los enfrentamientos entre diferentes grupos. La inseguridad hizo que se produjesen grandes cambios en las sociedades y los quebradeos co-menzaron a vivir en grandes aldeas fortificadas, lo que a su vez favoreci la consolidacin de un orden jerrquico. Las ruinas de los poblados se conocen con el nombre de pukars o pucars, que significa fortaleza en quechua, aun-que en realidad no se trataba de sitios militares, sino de asentamientos permanentes.

    Periodo Inca (1430 d.C. 1536 d.C.). Durante el siglo XV el Imperio Inca domin la Quebrada, lo que trajo multitud de cambios polticos y socio-econmicos. Los incas introduje-ron nuevas prcticas agrcolas y construyeron un sistema de caminos y postas que unan la regin con el resto del Imperio. Adems, trajeron una nueva religin (en la que se adoraba al sol) y su idioma (el quechua).

    Periodo Colonial (1536 d.C. 1810 d.C.). La colonizacin de la Quebrada comenz en 1536, las sociedades de la regin vivieron alternando tiempos de guerra y paz, que culminaron con el dominio colonial espaol en 1595. La administracin espaola introdujo cambios profundos en los sistemas socio-polticos. Parte de su poblacin origi-naria fue repartida en encomiendas1 a vecinos de Tarija, Salta y San Salvador de Jujuy. Si bien los indgenas fueron encomendados, lograron una merced de amparo y real pro-visin de propiedad en 1606, que les permiti mantener la base comunal de su estructura agraria y el acceso comn a sus recursos; aunque deban pagar tributo y prestar ser-vicios al encomendero y realizar la mita de plaza2 para los vecinos moradores. Junto con las tierras comunales tam-bin se fue desarrollando la concesin de tierras privadas en manos espaolas y, en algunos casos, los caciques tam-bin posean tierras propias. Los europeos trajeron nue-vos cultivos (zanahoria, albahaca, lechuga, cebolla, trigo y cebada), animales domsticos (vacas, caballos, ovejas, cabras, burros, gallinas) y tcnicas desconocidas en la zona (arado y carretas, entre otras). Todo esto cambi el paisaje

    de la Quebrada y las relaciones entre sus habitantes y el territorio.

    Desde la ocupacin europea, la Quebrada de Humahuaca se insert en el espacio econmico Alto peruano (actual-mente el sur de Bolivia), produciendo para las minas del altiplano, sobre todo las de Potos. En ese esquema, tena un papel importante como va de circulacin de mercan-cas y bienes que provenan desde la Gobernacin del Tucumn, la cual deviene en el notable crecimiento del arrieraje que se evidencia en esta poca. Es as que, en el siglo XVII, muchos integrantes de las comunidades in-dgenas acceden a animales de carga de origen europeo (mulas) y se transforman en arrieros. La poblacin indge-na experiment un fuerte descenso a lo largo de todo este ltimo siglo. Este declive se debi fundamentalmente a las huidas para evitar tributos y traslados, la alta mortandad y las bajas tasas de reproduccin. Luego, a principios del siglo XVIII comienza la recuperacin demogrfica que ser vigorosa en los primeros aos del siglo siguiente y antes del inicio de las guerras de Independencia.

    Periodo Republicano (1810 d.C. al presente). Durante el si-glo XVIII las migraciones son una constante y la poblacin de los pueblos de indios (segn la expresin de la po-ca) de la Quebrada de Humahuaca creci, al tiempo que recibi el aporte de indios forasteros de otras regiones. En las primeras dcadas del siglo XIX la Quebrada ser escenario de las guerras de Independencia lo que produjo, durante unos 15 aos, destruccin econmica y migracio-nes, siendo uno de los espacios principales de batallas y escaramuzas, junto con las continuas invasiones de los distintos ejrcitos (realista y patritico). Para la poblacin esto implic bajas personales, prdida y destruccin de bienes y propiedades y la quiebra de las actividades eco-nmicas que sustentaban vidas y patrimonios.

    Al finalizar el siglo XIX y al empeorar las condiciones de vida en la regin era marcada la divisin del espacio rural en pequeas y grandes propiedades que correspondan a un campesinado de autosubsistencia y un pequeo grupo

    Dossier

    Quebrada de Humahuaca. Un recorrido por su pasado y presente

    1 La encomienda en la colonizacin de Amrica fue establecida como un derecho otorgado por el Rey (desde 1523) en favor de un sbdito espaol. El espaol titular del derecho (encomendero) reciba en enco-mienda tierras con el objeto de cobrar los tributos que los indgenas que all habitaban deban pagar a la corona (en trabajo o en especie y, posteriormente, en dinero), en consideracin a su calidad de sbditos de sta. A cambio, el encomendero deba cuidar del bienestar de los in-dgenas en lo espiritual y en lo terrenal, asegurando su mantenimiento y proteccin, as como su adoctrinamiento cristiano. Sin embargo, fueron numerosos los casos en los que se produjeron abusos por parte de los encomenderos.

    2 La mita de plaza era un sistema de trabajo obligatorio aplicado por los espaoles a los indios varones comprendidos entre 18 y 50 aos. Se trataba de faenas laborales realizadas en las ciudades por un plazo se-manal, puede ser construyendo templos, edificios pblicos, reparando calles y caminos, etc.

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    de haciendas con arrendatarios que combinaban activida-des agrcolas y ganaderas. Las grandes propiedades in-cluan las mejores tierras en el fondo del valle, dejando a los pequeos y medianos productores las tierras ms altas y alejadas del riego. Con posteriores particiones a lo largo del tiempo, el problema del minifundio se agrav y ha continuado dando su sello caracterstico a la produccin de la Quebrada hasta la actualidad.

    A inicios del siglo XX, la prolongacin del ferrocarril Central Norte a Bolivia por la Quebrada, entre 1903 y 1908, y la supresin del trnsito de animales y el comercio con Bo-livia y Per provocaron cambios progresivos en la regin. A comienzos de la dcada de 1930, las minas de Bolivia comenzaron a ser abastecidas de bovinos propios y el gol-pe final tuvo lugar con la Guerra del Chaco (1932-1935), que provoc el cierre de las fronteras para el transporte de ganado en pie. All, la organizacin productiva de la Quebrada se encamin hacia la agricultura con huertas de produccin de frutas y hortalizas, perfilando una orienta-cin cada vez mayor hacia los cultivos comerciales, au-mentando su importancia en los mercados del noroeste argentino.

    Sociedad y economa La poblacin actual de la Quebrada de Humahuaca es leve-mente superior a 34.000 habitantes. La mayor cantidad de la poblacin de la Quebrada se concentra en los sectores norte y central; y si bien no hay grandes ciudades, los ncleos urbanos ms grandes son Humahuaca, Tilcara y Maimar. El resto de la poblacin se encuentra ubicada en varias localidades menores (Volcn, Huacalera, Purma-

    marca y Tumbaya), todas situadas a las mrgenes del ro Grande, o bien dispersa en el fondo del valle principal y en alguno de los valles transversales.

    La Quebrada fue, durante la segunda mitad del siglo XX y hasta la actualidad, escenario de mltiples desplaza-mientos de poblacin. Estos son parte de dos procesos superpuestos de migracin de largo plazo. Por un lado, la existencia de una migracin a escala subregional y local hacia los ncleos urbanos principales de la Quebrada de Humahuaca y, paralelamente, un flujo migratorio desde estos ncleos hacia zonas urbanas en el mbito regional y nacional. Son al menos dos los motivos que explican esta migracin de largo alcance: las insuficientes posibilidades de trabajo y la falta de oferta de educacin terciaria y universitaria; lo cual explica que son en su mayora los jvenes quienes abandonan la regin. Tambin existieron tradicionalmente movimientos de poblacin de carcter estacional dentro de Jujuy en la poca de cosecha de la caa de azcar (hasta la dcada de 1960, al denominado Ramal jujeo) y del tabaco (Valles), que coincida con el periodo de menor demanda de trabajo de las tierras altas (Quebrada y Puna).

    En trminos generales, la principal ocupacin de la po-blacin contina siendo la actividad agroganadera, fun-damentalmente la agricultura bajo riego practicada en el fondo del valle y la cra de ganado vacuno, ovino y caprino. Sin embargo, el sector agrario, significativo para la Quebrada de Humahuaca como un todo, ofrece pocas posibilidades para la incorporacin de nueva fuerza de trabajo y, adems, la oferta laboral de ese sector en el

    Tilcara, pukar (sitio arqueolgico). Foto: A. Le Ster.

    Bergesio, Reid Rata, Malizia, Le Ster , El Ojo del Cndor N 6 (4-9), IGN, 2015

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    mbito urbano es escasa (o nula). Es as que, a pesar de la reduccin de empleos estatales sufrida durante la dcada de 1990 por la privatizacin de empresas del Es-tado y el desmantelamiento y cierre definitivo, en 1993, de Ferrocarriles Argentinos en la regin, el Estado sigue siendo la mayor fuente de trabajo: casi la mitad de todos los empleados pertenecen a este, ya sea a nivel nacional, provincial o municipal (46%); luego estn los servicios privados (14%); le siguen en importancia el comercio (12%) y, finalmente, la actividad turstica (10%). El turis-mo, si bien no es una actividad nueva en el rea, est adquiriendo en los ltimos aos una gran importancia, bajo una modalidad de tipo itinerante o de recorrido que articula diferentes destinos del noroeste argentino.

    La crtica situacin del mercado de trabajo y las bajas po-sibilidades de obtener ingresos provocan que alrededor de un tercio de todos los trabajadores se vean obligados a buscar un segundo empleo. Actualmente, las estrategias de empleo secundario para aumentar los ingresos monetarios han superado el carcter estacional y regional que tenan dcadas pasadas. En general, estos empleos comprenden actividades en el rea de la construccin y el mantenimien-to o servicios, en la produccin de artesanas dirigidas al turismo o la ayuda temporal en la agricultura local (siem-bra, recoleccin, cuidado de ganado, entre otras).

    Pueblos originarios actualesLa Quebrada de Humahuaca se destaca por sus valores culturales tangibles e intangibles. Hoy en da, ms de 85 comunidades de pueblos originarios viven en la regin, entre ellos, comunidades de los pueblos Omaguaca (44), Kolla (36), y en menor grado, Tilin (4) y Ocloya (1).

    Las comunidades Omaguaca habran dado su nombre a esta regin. En aymara, Omaguaca significa agua sagrada. Umaguaca en quechua significa uma=cabeza y guaca=lugar sagrado. Estas comunidades viven nicamente en la Que-brada, y casi exclusivamente en el departamento de Huma-huaca. Su poblacin asciende a 10.500 personas segn la EPCI INDEC 2004/2005.

    En cuanto a la poblacin Kolla, est presente en todas las regiones de Jujuy, pero es en la Puna y Quebrada donde se localiza el mayor nmero. La cosmovisin Kolla asocia cultos andinos con ritos catlicos donde la Pachamama re-presenta probablemente la ms popular de las creencias an-dinas, muy difundidas en toda la provincia. El 1 de agosto y durante todo el mes, es tradicin que las familias se renan y realicen el homenaje a la Pachamama, deidad protectora, realizando ofrendas con comidas y bebidas, agradecindole los dones otorgados en el pasado. En quechua, la Pachama-ma o Madre Tierra significa la tierra, el mundo, el tiempo, y su conmemoracin es generalizada en la provincia.

    Dossier

    Uqua, festival de la chicha y la copla. Foto: Y. Reid Rata.

    Quebrada de Humahuaca. Un recorrido por su pasado y presente

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    Bibliografa:

    BERGESIO, L. (2010). Continuidades en un territo-rio dinmico. Turismo, patrimonio y sociedad en la Quebrada de Humahuaca (Argentina). En MARCOS ARVALO, J. y LEDESMA, R. (Eds.) Bienes culturales, turismo y desarrollo sostenible. Experiencias de Espaa y Argentina. (pp. 77 116). Sevilla: Signatura Ediciones de Andaluca.

    GARCA MORITN, M. y CRUZ, M. B. (2011). Comunida-des Originarias y Grupos tnicos de la Provincia de Jujuy. Tucumn: Ediciones del Subtrpico.

    MALIZIA, L., REID RATA, Y. y MOLINA NAVARRO, C. (2010). Gua de reas protegidas de la Provincia de Ju-juy. Tucumn: Ediciones del Subtrpico.

    REBORATTI, C. (Coord.). (2003). La Quebrada. Geogra-fa, historia y ecologa de la Quebrada de Humahuaca. Buenos Aires: La Colmena.

    Las comunidades Tilin y Ocloya se concentran al sur de la Quebrada, en el departamento de Tumbaya. Se considera que a partir de la fundacin de Salta, los Tilin fueron tras-ladados al valle de Salta. Las cuatro comunidades Tilin residen actualmente en la localidad de Volcn, totalizando unas 350 personas.

    Patrimonio de la Humanidad y turismo

    El 2 de julio del ao 2003, la UNESCO declar Patrimonio de la Humanidad a la Quebrada de Humahuaca en la ca-tegora de Paisaje Cultural. Esta designacin internacional abarca una superficie de 541.765 ha, de las cuales 172.116 ha pertenecen al rea de alta proteccin y 369.649 ha al rea de amortiguacin. Las gestiones para la patrimoniali-zacin estuvieron a cargo de distintas reas de la Secretara de Cultura y Turismo de Jujuy, Gobierno de la Provincia de Jujuy y Cancillera de la Nacin, proceso que finaliz con la postulacin oficial ante la UNESCO. A esta articulacin entre autoridades provinciales y nacionales se le suman, desde las narrativas oficiales, la participacin de las comunidades aborgenes locales a travs de talleres realizados en diferen-tes zonas de la provincia.

    Actualmente, la Quebrada representa el mayor eje tursti-co de la provincia de Jujuy. La belleza de sus paisajes, las costumbres ancestrales que mantienen sus habitantes, los sitios arqueolgicos como los de Coctaca, el Pucar de Tilca-ra o Inca Cueva, y las localidades de Purmamarca, Tilcara y Humahuaca constituyen los principales atractivos tursticos de la zona. Las celebraciones populares, como el carnaval en febrero o los mltiples festivales y ferias, as como las conmemoraciones de Semana Santa en abril y la Pachama-ma en agosto, son puntos de particular inters para com-partir y aprender.

    Si bien el turismo en la zona lleva varias dcadas, en los ltimos 10 aos, este destino tradicional ha experimentado un notable crecimiento turstico, manifestado por el aumen-to de visitantes y la consolidacin de la oferta de servicios, lo cual gener ciertos procesos de cambios. Su declaracin internacional y la devaluacin del peso en 2001 que vol-c masivamente el turismo argentino hacia el interior del pas, favorecieron su promocin y su posicionamiento como destino turstico del noroeste argentino a nivel nacional e in-ternacional. A su vez, el crecimiento de esta actividad puso de relieve el dficit de los servicios bsicos y de infraestruc-turas y la necesidad de mayor planificacin territorial. La valorizacin del territorio dada por su nuevo estatus gener un dilema y un conflicto para las comunidades locales rela-cionado con el desarrollo de dicha actividad y la preserva-cin de los valores naturales y culturales.

    La Quebrada de Humahuaca est estrechamente vinculada con otros paisajes del Norte. Hacia el Este colinda con la

    regin de las selvas subtropicales de montaa o yungas, destacada tambin por su alto valor ambiental y cultural. En 2002, una gran parte (1,3 millones de ha) de las yun-gas de Jujuy y Salta fue declarada Reserva de Biosfera por la UNESCO, en vista de promover la conservacin y el desarrollo sustentable de esta regin, que tiene tambin un alto potencial turstico. Adems, un tramo de la red vial andina o Camino Inca que une la Que-brada de Humahuaca con las Yungas (Santa Ana-Valle Colorado, Dpto. de Valle Grande) fue declarado en 2014 Patrimonio Mundial de la Humanidad Qhapaq an. Esta nueva designacin probablemente potenciar a mediano plazo el desarrollo de la actividad turstica vinculando las regiones de Quebrada y Yungas, lo cual requiere la instalacin de infraestructuras tursticas, y reclama plani-ficacin junto con las comunidades locales buscando as una integracin a nivel regional

    Venta de artesanas en la plaza de Purmamarca. Foto: L. Bergesio.

    Bergesio, Reid Rata, Malizia, Le Ster , El Ojo del Cndor N 6 (4-9), IGN, 2015

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    El primer ingreso del ser hu-mano a la Quebrada de Humahuaca correspondi a la llegada de pequeos grupos de cazadores-recolectores en un proceso de exploracin del terre-no y explotacin ocasional de los recursos locales, cuya fecha es di-fcil de saber con exactitud. En la Quebrada, los vestigios humanos ms antiguos identificados tienen casi 11.000 aos de antigedad y provienen de las cuevas y aleros rocosos que brindaban algo de pro-teccin contra las inclemencias del clima. Sin embargo, no es seguro que los restos encontrados corres-pondan realmente a los primeros pobladores. Los asentamientos reconocidos pertenecen a campa-mentos temporarios de bandas que tuvieron una gran movilidad en el paisaje y tal vez en la re-gin y utilizaron estacionalmen-te diferentes sectores y ambientes segn la oferta de recursos. Los hallazgos ms conocidos de esta primera etapa de ocupacin se en-cuentran en Inca Cueva.

    Con posteridad al 2500 a.C. se reconoce la presencia de cazado-res-recolectores con caracters-ticas novedosas en cuanto a su economa, tecnologa y prcticas sociales. Los artefactos y restos re-cuperados indican que las socieda-des estaban sufriendo la transicin de una economa extractiva a una de produccin, es decir, paralela-mente a la caza se estaba experi-mentando con la cra de animales y con una agricultura incipiente. Este proceso tuvo lugar a lo largo de toda el rea andina y dio lugar al surgimiento de especies domesti-cadas, tanto animales como vege-tales. La inclusin de estos nuevos productos en la subsistencia no signific un cambio sustancial en la economa ni en el patrn de asentamiento. La transformacin fue gradual y sumamente lenta, con una incorporacin paulatina de especies cultivadas. En Huachi-

    chocana y en Inca Cueva se han recuperado restos correspondien-tes a estas sociedades. (FIGURA 1)

    Con el correr de los siglos y en vir-tud del progresivo dominio de la tecnologa agro-pastoril se desen-cadenaron cambios significativos en algunas de las primitivas socie-dades andinas, la organizacin so-cial se volvi ms compleja y surgi un nuevo patrn de asentamiento representado por las aldeas. Estas fueron lugares de vivienda disper-sos, ubicados en consonancia con los sitios de produccin agrcola y pastoril, ocasionalmente los gru-pos aldeanos utilizaban tambin las cuevas y aleros de los sectores elevados. La residencia estable y la acumulacin de excedentes pro-ductivos permitieron el desarrollo de nuevas tecnologas como la ce-rmica, la textilera y la metalurgia. Las sociedades aldeanas estuvie-

    Arqueologa ytoponimia

    FIGURA 1. Collar Huachichocana

    Dossier: Quebrada de Humahuaca

    Arqueologa y Toponimia

    Mara Ester Albeck *

    * Licenciada en Antropologa, Dra. en Ciencias Naturales, Investigadora Principal del CONICET, Profesora Titular en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy. [email protected]

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    ron integradas a una compleja red de comunicacin por cuyas vas circulaban bienes, productos e informacin. Los vectores de esas comunicaciones fueron las llamas cargueras que transportaban los bienes y productos provenientes de las distintas zonas ecolgicas. De este momento se reconocen las aldeas de Antumpa, Alfarcito y Estancia Grande.

    Los antiguos poblados fueron cre-ciendo notablemente en tamao y nmero y, hacia el 700 d.C., se hallaban instalados en muchos sectores de la cuenca del Ro Grande, principalmente bajo la influencia de los cursos de agua ms importantes. Se trataba de aldeas ms concentradas, ubica-das por encima de la franja frtil del fondo del valle. Adems de los lugares de residencia, se conocen algunos cementerios donde unas pocas tumbas se destacan por la riqueza de sus ajuares. Esto sera indicativo de una organizacin ms compleja, en la cual las di-ferencias de estratos sociales se hacen mucho ms notorias. As, dentro de un mismo grupo social, existan individuos con mucho po-der poltico, econmico y tal vez ideolgico, que se contraponan a otros con menores recursos y que se hallaban subordinados. Son varios los sitios arqueolgicos que pertenecen a este momento, el ms conocido es el cementerio de La Isla, al norte de Tilcara. Esta etapa de desarrollo socio-cultural fue contempornea con el auge de Tiwanaku que, desde la zona del lago Titicaca, irradiaba influencia y poder en gran parte del mbito surandino. Se desconoce si Tiwa-naku mantuvo con la Quebrada de Humahuaca una relacin similar a la que se ha registrado para las sociedades atacameas contempo-rneas. (FIGURA 2)

    A partir del ao 1000 d.C. se inici una nueva etapa de cambio social

    en la Quebrada de Humahuaca que llev al clmax del desarrollo local, tanto en lo demogrfico como en lo socio-poltico y econmico. A partir del siglo XIII se abandon gran parte de los poblados bajos, cercanos al ro, y los espacios residenciales pasaron a sitios elevados de difcil acceso. Estos, conocidos localmente como pucar fortalezas, en realidad fueron lugares de residencia y muy pocos presentan evidencias de fortifica-cin. Las viviendas se encontraban densamente agrupadas, formando verdaderos aglomerados de po-blacin. Hay un notable aumento demogrfico, evidenciado por un mayor nmero de asentamientos y de mayor tamao.

    Los pucar se encuentran, en su mayor parte, sobre el eje del Ro Grande o sobre sus afluentes y, en

    general, ubicados en la confluencia del curso principal con alguna que-brada lateral. Esto constituye un emplazamiento de importancia es-tratgica no slo por ser un lugar fcilmente defendible, sino porque otorga una notable visibilidad de los caminos naturales de la Que-brada de Humahuaca, potenciada tambin por la existencia de con-tacto visual entre gran parte de los asentamientos de esta poca. Los poblados ms grandes presentan ciertos rudimentos de organizacin urbanstica interna como plazas, sendas de circulacin, reas de basureros y cementerios, como es el Pucar de Tilcara. Es probable que los grandes poblados hayan correspondido a las cabeceras polticas de los principales grupos tnicos que poblaban la Quebrada de Humahuaca a la llegada de los espaoles: omaguacas, tilcaras y

    FIGURA 2. Mscara

    Albeck, El Ojo del Cndor N 6 (10-13), IGN, 2015

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    tilianes. El poder poltico de estos grupos se extendi tambin hacia el oriente y domin los sectores ms elevados de los valles serra-nos adyacentes a la Quebrada de Humahuaca.

    Toda esta poca muestra eviden-cias de una intensa actividad de in-tercambio con las sociedades que habitaban ambientes ecolgicos diferentes, desde la costa pacfica hasta el Chaco. Este trfico estuvo en manos de grupos especializa-dos, los caravaneros, que con sus recuas de llamas cargueras, arti-culaban entre s el amplio espacio que inclua tambin la zona de sel-vas y Chaco, adems de la puna de Jujuy, el sur de Bolivia y el sector atacameo de Chile. (FIGURA 3)

    Entre 1430 y 1480 se produjo la invasin incaica del noroeste ar-gentino y qued trunco el desarro-llo autctono local, iniciado haca ms de dos milenios. La anexin al imperio centro-andino, con asiento en el Cuzco, produjo modifica-ciones en muchos aspectos de la sociedad local, principalmente en

    la esfera econmica, la organiza-cin poltica y la administracin que pas a depender del Estado dominante. El inters del poder incaico en la Quebrada y los valles orientales adyacentes se orient principalmente a la extraccin de minerales minas metalferas y canteras y a la instalacin de reas de produccin agrcola para el Estado. Esto ltimo se puede observar en las localidades de Rodero y Coctaca con la construc-cin de importantes superficies de cultivo que empleaban tecnologas ajenas a los pueblos quebrade-os. Cercanos a estos espacios agrcolas, se crearon nuevos asen-tamientos que probablemente alo-jaron contingentes de agricultores provenientes de otras regiones del Tawantinsuyu (territorio incaico).

    En los principales poblados pre-existentes se construyeron edi-ficios segn el patrn imperial y en Tilcara se instalaron talleres artesanales para la produccin de bienes destinados exclusivamente a su distribucin desde la capital del imperio, el Cuzco. Asociados

    con los caminos, se establecieron centros administrativos y lugares de almacenamiento para los pro-ductos que deban ser consumi-dos o bien redistribuidos desde la esfera estatal. Vinculados directa-mente con la vialidad incaica se encontraban los tambos o postas que servan para el descanso de los viajeros. El importante flujo de productos, bienes, ejrcitos y administradores estatales hacia la capital del imperio dio lugar a la construccin de un complejo sistema de caminos que enlazaba todos los sectores del Tawantin-suyu, desde Mendoza y el centro de Chile hasta el sur de Colombia.

    En la Quebrada de Humahuaca se han identificado muchos segmen-tos del camino incaico que con-taba con un ramal principal que la recorra en toda su extensin norte-sur y numerosos caminos secundarios que lo conectaban con la puna y con los valles orien-tales.

    En 1536 se inici el primer avance de los espaoles por el noroeste

    FIGURA 3. Pucar de Campo Morado

    Arqueologa y Toponimia

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    Bibliografa:

    CERRN PALOMINO, R. (2008) Voces del Ande. Ensayos sobre onomstica andina. Coleccin Estudios Andinos 3. Fondo Editorial. Pontificia Universidad Catlica del Per.

    argentino. Fue con la expedicin de Almagro rumbo a Chile: si bien el grueso de la expedicin utiliz el trayecto del camino incaico que segua por la puna, una pequea expedicin se intern en la Que-brada de Humahuaca, pero fracas pues slo dos de los espaoles lograron sobrevivir. La llegada de los invasores europeos cambi de-finitivamente la historia de la Que-brada de Humahuaca. (FIGURA 4)

    FIGURA 4. Camino Esquinas

    La toponimia de la Quebrada de HumahuacaLa toponimia quebradea refleja los cambios histricos que sufri este espacio geogrfico a lo lar-go de milenios. Entre las lenguas representadas se reconoce el es-paol, quechua, aymara, kunza (o atacameo) y voces que no pue-den asignarse a lenguas conoci-das. Probablemente estas ltimas correspondan a las propias de la zona, que debieron extinguirse muy tempranamente en la etapa de con-tacto hispano-indgena sin quedar registradas por los espaoles (una de estas lenguas fue la ocloya).

    Los trminos de origen hispano se hallan poco representados en la

    toponimia ms importante (pobla-dos, quebradas subsidiarias, serra-nas), pero en general son los ms frecuentes en la toponimia menor. Los de origen quechua resultan f-cilmente reconocibles y en general su traduccin es sencilla. Otro tan-to ocurre con los trminos aymara y kunza. Un topnimo importante como Humahuaca se traduce con toda lgica del aymara (pea de agua, en clara alusin a la Pea Blanca que tiene una vertiente a sus pies, dejando menos certeras las ya conocidas cuya traduccin fue hecha por quichua-parlantes, pero que no resultan descriptivas como el grueso de la toponimia andina). Del kunza hay unos pocos como el caso de Yalicapor que sig-nificara Algarrobo Grande.

    Queda un gran conjunto de top-nimos sin traduccin lgica desde las lenguas conocidas, entre ellas poblados, quebradas subsidiarias, cerros y muchos nombres de lu-gares menores. Algunos de ellos con postfijos muy abundantes en el sector central de la puna y que podran corresponder a una lengua propia de ese espacio como los que terminan en te: Yacoraite, Tocan-te, Mocante. Otros probablemente hayan sido ms caractersticas de la Quebrada de Humahuaca como las que finalizan en ra represen-tadas por Tilcara, Huacalera, Ovara; -zo o so presentes en Cianzo, Banzo, Aparzo. Estos topnimos no deberan ser traducidos desde las lenguas conocidas, en tanto probablemente pertenezcan a un antiguo sustrato lingstico cuyo significado deberemos resignarnos a no poder conocer

    Albeck, El Ojo del Cndor N 6 (10-13), IGN, 2015

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    El hermoso paisaje que hoy admiramos en la Que-brada de Humahuaca se debe a que durante mu-chos aos, distintas fuerzas de la naturaleza dieron muestra de su energa. El agua del mar, de los ros, los glaciares y las lluvias arrancaron, transportaron y depo-sitaron toneladas de sedimentos, al igual que el viento. Las fuerzas internas de la tierra a travs de los volcanes y la tectnica, rompieron, plegaron y transformaron ro-cas en otras. La vida tambin dej su huella, desde los fsiles que encontramos dentro de las rocas, pasando por las pinturas rupestres que vemos sobre ellas, hasta las obras del hombre que modificaron la dinmica natu-ral que se refleja tambin en el paisaje.

    Todo comienza hace aproximadamente 650 millones de aos (Neoproterozoico) cuando esta regin del noroeste argentino estaba ocupada por un mar de poca profun-didad. Ese mar trajo sedimentos finos (arenas, limos, arcillas) y algunos depsitos calcreos producto de la primitiva actividad orgnica. Estos carbonatos (calizas y dolomitas) hoy afloran entre Volcn y Brcena, y se explotan comercialmente. Los sedimentos finos, por su parte, se transformaron en rocas marinas que son las ms antiguas de toda la Cordillera Oriental, sobre las cuales podemos observar ondulitas (FIGURA 1). Estas ro-cas sufrieron presiones que las transformaron de rocas sedimentarias marinas en rocas metamrficas (Forma-cin Puncoviscana), y las fuerzas tectnicas (orogenia tilcrica) que las deformaron y plegaron. Todos estos he-chos ocurrieron al finalizar la era Precmbrica que ocupa ms del 80% de la edad de nuestro planeta. Ms tarde, toda el rea se elev y esas rocas quedaron expuestas al desgaste del agua y del viento.

    La siguiente era, el Paleozoico, comienza con la ruptura del supercontinente (Pannotia) que hacia el final se reu-bic formando otro supercontinente (Pangea). Entre dos

    porciones de continente, en esta zona, se form un mar que en su transgresin dej los depsitos de canales y barras de mareas incluyendo llanuras de marea. Luego, un descenso global del nivel del mar, comenz a cam-biar nuevamente la sedimentacin con depsitos ms someros. Estos sedimentos hoy son mayoritariamente areniscas marinas que presentan distintos tonos de ro-sado y morado, como los que se observan en algunos estratos del cerro de los Siete Colores. Las observamos a lo largo de toda la Quebrada, fundamentalmente en las cimas de las montaas. A la altura de la localidad del Perchel (entre Huacalera y Tilcara), se observan estratos muy delgados de estas rocas que se utilizan como lajas para revestimientos. Los estratos ms potentes se utili-zan para mampostera (como los que se observan en la escuela hogar de Tumbaya).

    Estas rocas cmbricas (Grupo Mesn) fueron afectadas por otro movimiento orognico (Fase Iryica) que ampli

    Evolucin geolgicadel paisajeMara Alejandra Gonzlez *

    FIGURA 1: Ondulitas sobre los estratos de las rocas neoproterozoicas. Son el resultado del trabajo que realizaron las corrientes de agua, sobre la superficie de los sedimentos blandos del fondo.

    * Licenciada en Ciencias Geolgicas, Direccin de Geologa Ambiental y Aplicada, Instituto de Geologa y Recursos Minerales, Servicio Geolgico Minero Argentino (SEGEMAR). [email protected]

    Dossier: Quebrada de Humahuaca

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    la cuenca y dio paso a la depositacin de sedimentos marinos de edad Ordovcica (Grupo Santa Victoria). Es-tos materiales constituyeron pelitas, limolitas y areniscas de tonos gris verdosos y amarillentos y corresponden a sedimentos de playas hasta la plataforma profunda. Son muy frecuentes en la Quebrada y son motivo de estudios paleontolgicos por su riqueza. Yendo al Oeste, desde Purmamarca camino al Paso de Jama se atraviesa por Los Amarillos, localidad en la que se pueden apreciar esta rocas (FIGURA 2).

    Acompaando todos los movimientos distensivos, se produjo actividad magmtica que se evidencia en los granitos del Nevado de Chai, la mayor altura de la que-brada en el lmite suroeste.

    Una caracterstica del Paleozoico es la abundancia de f-siles marinos. Durante el Cmbrico en esta regin vivie-ron muchos organismos blandos, que dejaron marcas de sus moradas, escapes o alimentacin (Trazas fsiles), y organismos inarticulados, como los braquipodos, mien-tras que durante el Ordovcico abundaron los trilobites, graptolites, braquipodos, gastrpodos y conodontes.

    Grandes fuerzas del interior de la tierra (Movimientos orognicos) posteriores al ordovcico elevaron la regin, por lo que no encontramos rocas del Paleozoico supe-rior ni del Mesozoico inferior. Durante casi 300 millones de aos (Ma) no se depositaron sedimentos, o si lo hicieron, luego se desgastaron y no quedaron registro de ellos.

    A partir del Jursico y Cretcico inferior hubo actividad magmtica que dio lugar a cuerpos de rocas gneas (gra-nticas) que hoy las observamos en el cerro Fundicin y en la Sierra de Aguilar. En esta ltima, el contacto de ese material cargado de distintos minerales a altas temperaturas provoc la mineralizacin de las rocas que estaban alrededor. Estas son los depsitos de plomo, plata y zinc que se explotan en la Mina Aguilar a partir de minerales como la galena, la pirita y la pirrotina. Si bien hay indicios jesuticos de fundicin de plata en el siglo XVII, la Compaa Minera Aguilar se constituy en 1930.

    Hace aproximadamente 140 Ma se produjeron enormes fuerzas extensionales que provocaron la ruptura del su-percontinente de Gondwana y la apertura del Atlntico. En esta rea se generaron cuencas (rift) asociadas a gran-des fallas. En estas enormes depresiones se acumularon grandes espesores de materiales (Grupo Salta). Comenz con la acumulacin de sedimentos elicos que formaron grandes dunas que en la actualidad estn representadas por las areniscas rojo anaranjadas (Formacin Pirgua); continu la sedimentacin fluvial que se evidencia por

    areniscas pardo amarillentas y areniscas calcreas rojizas (Formacin Lecho); luego, conglomerados y areniscas de tonalidades rojas blanquecinas, seguidas por calizas que contienen restos fsiles de gastrpodos, ostrcodos, y peces (adems de huellas de aves), y calizas estroma-tolticas (formadas por la actividad de las algas) que muestran un descenso regional por lo que la regin es invadida por el mar a travs de los valles (Formacin Yacoraite); finalmente el ambiente se fue continentali-zando, con la formacin de conglomerados, areniscas y limolitas rojizas (Formacin Mealla), areniscas rosadas (Formacin Maz Gordo); y areniscas y limolitas pardo rojizas con presencia de venas de yeso (Formacin Lum-brera). Algunas de estas rocas muy coloridas se observan fcilmente en el Paseo de los Colorados en Purmamarca (FIGURA 3) y en la Pollera de la Coya en la quebrada del

    Gonzlez, El Ojo del Cndor N 6 (14-17), IGN, 2015

    Cuadro estratigrfico

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    ro Yacoraite (FIGURA 4). Esta acumulacin se extendi por cerca de 100 Ma hasta el Eoceno, y hasta nuestros das la sedimentacin se produjo en un ambiente neta-mente continental.

    Con la orogenia andina la corteza fue fallada y defor-mada. As, las extensas fallas generadas de direccin Norte-Sur, separaron lminas de corteza que fueron su-cesivamente empujadas y apiladas hacia el este, expo-niendo en superficie las rocas ms antiguas que estaban en profundidad. Es por eso que hoy vemos franjas de distintos colores (estratos) tan bien expuestas, como las de la Paleta del Pintor enfrente del pueblo de Maimar (FIGURA 5).

    Entre las depresiones que formaron estos corrimientos de las lminas, se depositaron sedimentos negenos (Formaciones Maimar y Uqua) donde se encontraron fsiles de roedores (puercoespn y carpincho), antiguos marsupiales, pecares, coates, camlidos, gliptodontes y los primitivos equinos americanos. Algunos ejemplares se pueden ver expuestos en el Museo del Instituto Geo-lgico de Jujuy.

    En el avance de la orogenia andina se terminan de dibu-jar los grandes cordones montaosos (Sierra de Aguilar, Sierra Alta, Sierra de Tilcara) y las depresiones comienzan a integrarse por erosin fluvial, reunindose y desem- bocando hacia el actual ro Grande. La accin de la gra-vedad, del clima (hmedo, para esas pocas) y de los ros generaron grandes bajadas y abanicos aluviales. Es-tas formas se presentan hoy a diferentes alturas, siendo las ms espectaculares las que se observan subiendo la cuesta de Lipn o en la quebrada de Purmamarca (FIGU-RA 3). Los cambios climticos continuaron y alrededor de los 8000 aos las condiciones de aridez imperantes hicieron que el proceso elico fuese el ms importante, mientras que entre los 3000 y 2500 aos antes del pre-sente se reactivaron los ros, por lo que comenz a tener importancia el proceso fluvial.

    En la actualidad, los procesos de erosin y de movi-mientos de laderas son los ms activos, y sumado a la gran ocupacin del hombre, son los que provocan graves daos. El trazado de la ruta nacional N 9 y del abandonado F. C. G. Belgrano gener desestabilizacin en algunas laderas donde ocurren cadas de rocas y des-lizamientos que obstruyen el trnsito. Los ms comunes son los ocurridos en Corte Azul y Corte Colorado. La erosin de los ros en los terraplenes tambin provoca daos de importancia, como los que se pueden observar al norte del pueblo de Brcena donde las vas estn descolgadas. El proceso de mayor consideracin es la ocurrencia de flujos de barro y detritos que localmen-te se denominan volcanes o aluviones. Estos procesos ocurren, en general, producto de las lluvias estivales torrenciales que arrastran mayoritariamente el material

    FIGURA 2: Afloramientos de edad ordovcica de tonalidades amarillen-tas que se observa sobre la ruta N 52 que lleva al Paso de Jama.

    FIGURA 3: En el fondo se observan las cumbres redondeadas por la erosin de las rocas ms antiguas. Al pie de las laderas se encuentran los depsitos de bajadas y abanicos, cortados por la profundizacin del ro. La erosin del agua sobre estos depsitos poco consolidados genera formas llamadas Bad Lands. En primer plano se observa parte del Paseo de Los Colorados ubicado detrs del pueblo de Purmamarca.

    FIGURA 4: La Pollera de la Coya es un ejemplo de las variadas formas y colores que se encuentra en la quebrada de Yacoraite. La cintura de la pollera presenta tonos amarillos que corresponden a depsitos de un mar poco profundo del Cretcico superior; en estos estratos se encuen-tran evidencias de actividad de algas y restos de peces. La falda roja, la constituyen rocas que se formaron en ambiente continental, a partir de materiales que los ros transportaron hasta depositarlos en las bajadas de las laderas.

    Evolucin Geolgica del Paisaje

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    Glosario:Conodontes: animal invertebrado pequeo que vivi entre el Cmbrico y el Trisico de cuerpo blando que fosiliza sus partes duras semejantes a dientes.

    Braquipodos: invertebrados marinos que poseen una concha formada por dos valvas de distinto tamao y forma. Desde hace unos 500 Ma hasta nuestros das, han sufrido varias extinciones, de 2000 gneros fsiles descriptos, slo quedan unos 70 en la actualidad.

    Gastrpodos: moluscos que poseen una concha generalmente enrollada en espiral. Aparecieron hace 450 Ma en el mar y luego se adaptaron tambin a la tierra hasta nuestros das.

    Graptolites: invertebrados marinos que habitaron los mares durante el Paleozoico inferior (entre unos 570 y 400 millones de aos). Un grapto-lite era una colonia flotante en el mar con los individuos de la colonia distribuidos radialmente.

    Ostrcodos: crustceos muy pequeos que aparecieron en el Cmbrico inferior que poseen un caparazn de dos valvas.

    Trilobites: artrpodos marinos que aparecieron hace 542 Ma y se extin-guieron a finales del Prmico.

    Bibliografa: ACEOLAZA, F. G., MILLAR, H. y TOSELLI, A. (1990). El ciclo Pampeano en el noroeste argentino. INSUGEO. Serie de Correlacin Geolgica (4), 227.

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    FIGURA 5: La sucesin de los cordones montaosos fue generada por grandes fallas que levantaron enormes lminas de rocas. En sectores tambin se observan fallas menores que se dibujan a mitad de ladera superponiendo lminas menores. Un ejemplo es la ladera occidental de la sierra de Tilcara, a la latitud de Maimar. El cuerpo central de la sierra est formado por capas de areniscas cmbricas (Grupo Mesn) y peque-as fallas repiten secuencias de rocas sedimentarias cretcicas (Grupo Salta), de colores claros y variados. La erosin de agua fue labrando pe-queas quebradas que cortan estas capas y dibujan en el faldeo crestas triangulares o hogback que se las conoce como La Paleta del Pintor.

    suelto de las laderas y de los cauces. A lo largo del tiempo han ocurrido grandes flujos como los registrados en los aos 40 en el arroyo del Medio. Esta acumulacin de flujos adquiri tales dimensiones que cort el curso del ro Grande y sus aguas formaron una gran laguna que afect al pueblo de Volcn. Hoy en da los sucesivos depsitos de flujos han formado un enorme abanico que afecta desde la dinmica de la cuenca hasta el trazado de la ruta (se debe subir la pendiente por la ruta con un trazado zig-zag). En los 80, un gran flujo proveniente de la quebrada de Purmamarca afect al pueblo homnimo y hasta lleg a sepultar la estacin del ferrocarril que es-taba en la margen del ro Grande. Para intentar prevenir algunos de estos daos, el hombre construye defensas que a veces aumentan el peligro.

    Otras obras como el dique Los Molinos, localizado aguas abajo de la desembocadura del ro Reyes, al sur de la Quebrada, modifican la dinmica natural del ro, lo que genera erosin aguas abajo y sedimentacin aguas arriba. Esto provoc que los puentes al Norte debieron ser levantados en varias oportunidades, y a los del Sur se les debi reforzar los estribos y pilares.

    Geolgicamente, el ambiente de la quebrada sigue sien-do activo y nos sigue dando muestras de la fuerza de la naturaleza

    Gonzlez, El Ojo del Cndor N 6 (14-17), IGN, 2015

  • Los procesos naturales de origen geolgico nos muestran que el planeta Tierra est en constante actividad interna y externa. El con-cepto de peligrosidad geolgica, hace referencia al efecto de estos procesos, su distribucin areal, magnitud y recurrencia.

    La Direccin de Geologa Ambiental y Aplicada (DGAA) del Servicio Geolgico Minero Argentino (SEGEMAR), desde 1997 amparada en la Ley 24224 tiene como misin realizar la Carta de Peligrosidad Geolgica a escala 1:250 000. Esta posee una nor-mativa que se aplica en la cartografa regional, para la estimacin cualitativa de la peligrosidad espacial del territorio, mediante la aplicacin de criterios cientficos y tcnicos, frente a los proce-sos geodinmicos activos.

    Los principales procesos considerados y carto-grafiados son: volcnicos y ssmicos y los ex-genos englobados bajo la denominacin comn de procesos de movimientos en masa (desliza-mientos, flujos, etc.); procesos fluviales violentos que provocan flujos o inundaciones de detritos (disparados por lluvias locales y torrenciales); los procesos de inundaciones o crecientes tranquilas producidas por grandes lluvias en las cabeceras de las cuencas de llanura; la destruccin de playas e inundaciones en el litoral atlntico y la erosin y sedimentacin y la salinizacin de suelos entre otros.

    La informacin de los mapas se complementa con la realizacin de una memoria explicativa y un in-ventario de los procesos naturales ocurridos, co-nocidos o documentados, con informacin de su ocurrencia espacial y temporal y sobre los daos causados, con lo que se confeccionan las fichas de los peligros geolgicos del rea estudiada, que se incorpora a la Base de Peligros Geolgicos de la Repblica Argentina. La utilizacin de la Base de Datos, como as tambin el uso de los Sistemas de

    Informacin Geogrfica, son herramientas que fa-cilitan la manipulacin eficiente de la informacin, permitiendo detectar aquellas zonas que requie-ran un estudio de detalle para el Ordenamiento Territorial. Las fichas llevan informacin acerca de la ubicacin con coordenadas del proceso, tipo de evento, nombre y nmero de la Carta de Pe-ligrosidad, provincia, localidad afectada, daos materiales, efectos indirectos, nmero de muertos y de heridos, prdidas econmicas y superficie afectada. En el caso de daos materiales se inclu-yen daos en viviendas, infraestructura, cortes de rutas, cierre de aeropuertos, consecuencias en la produccin agropecuaria, etc.

    Las cartas se realizan de acuerdo con el programa de levantamiento sistemtico del territorio nacio-nal, con prioridades basadas en el desarrollo eco-nmico del pas y que se publican como Boletines y los Estudios de Peligrosidad Geolgica a escala de detalle que se realizan a solicitud de organis-mos provinciales o municipales, o como funcin del SEGEMAR, para contribuir a la prevencin o mitigacin del impacto que producen determina-dos procesos naturales. La escala de estos estu-dios va desde 1:25 000 a 1:5 000, o mayor, dependiendo del estudio que sea solicitado: para un diagnstico o para propuestas de obras que se deban realizar en el sitio analizado. Estos estudios se publican en la Serie Contribuciones Tcnicas Peligrosidad Geolgica

    Referencia: http://segemar.gov.ar/index.php/peligrosidad-geologi-ca/proyecto

    Omar Lapido *

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    Cartas de Peligrosidad Geolgica a escala regional

    Dossier: Quebrada de Humahuaca

    * Licenciado en Ciencias Geolgicas, Director de Geologa Ambiental y Aplicada (DGAA), Instituto de Geologa y Recursos Minerales (IGRM), Servicio Geolgico Minero Argentino (SEGEMAR). [email protected]

    Cartas de Peligrosidad Geolgica

    En la siguiente pgina fue incluida a modo ilustrativo la carta 2366 - IV Ciudad de Libertador General San Martn. Su for-mato ha sido modificado a fin de permitir su apreciacin completa. A travs de los diferentes colores y tramas la carta repre-senta una zonificacin segn niveles de peligrosidad geolgica. La carta contiene tambin referencias geolgicas, ssmicas, meteorolgicas y de poblacin.

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    Biodiversidad y cons ervacinDossier: Quebrada de Humahuaca

    La Quebrada de Humahuaca, debido a su ubi-cacin altitudinal, caractersticas geogrficas (quebrada del Ro Grande y laderas abruptas asociadas a los Andes) y larga historia de ocupacin humana, posee una biodiversidad muy especial. Por un lado, las adaptaciones a la altura (1.600-4.500 msnm), la extremadamente amplia oscilacin de tem-peraturas (hasta 30 C en el da!) y la escasez hdrica (entre 150 y 300 mm anuales, concentrados en los meses de verano) dan lugar a formaciones naturales de gran inters, pobladas de especies de flora y fauna importantes para la conservacin regional, nacional e internacional. Por otro lado, existe una importante agrodiversidad, que incluye especies, tanto animales como vegetales, domesticadas por las culturas locales a lo largo de los siglos.

    Desde el punto de vista ecorregional, la Quebrada se extiende sobre las ecorregiones de Monte de Sierras y Bolsones, Puna, Altos Andes y una pequea porcin de Yungas (Bosque Montano y Pastizales de Nebli-na). Dentro de estas formaciones vegetales, a su vez, podemos encontrar diversas fisonomas tales como estepas arbustivas, matorrales, pastizales, bosquetes de churqui y de queoa, ambientes ribereos y palus-tres y los tpicos cardonales.

    El valor de este territorio ha sido reconocido por di-ferentes instancias provinciales e internacionales. Por un lado, la Ley provincial 5206/2000 y el Decreto 789-G-2004 lo distinguen como Paisaje Protegido Provin-cial, resaltando as la importancia de las interacciones entre la naturaleza y los seres humanos para la con-formacin del territorio y el modelado del paisaje. Por otro lado, la inclusin en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad, en la categora de Paisaje Cultural, genera una nueva proyeccin de esta regin, articuladora entre la Puna y la Selva, y como la en-trada a la heterogeneidad ambiental del noroeste argentino.

    VEGETACIN DE LA QUEBRADA

    La vegetacin est adaptada a condiciones ambien-tales extremas y est conformada principalmente por pastos, arbustos y cactus tpicos de la vegetacin de la provincia fitogeogrfica del Monte. Un elemento caracterstico de la vegetacin son los cardones, que aparecen salpicando el paisaje y, en muchos casos, asociados a pretritos establecimientos humanos. Los rboles, de porte medio, son escasos, como la queoa (Polylepis sp.), que aparece formando bosquecillos en algunos lugares reparados y con disponibilidad de

    Yaiza Reid Rata *

    * Magister, Directora sede Jujuy. Fundacin ProYungas. [email protected]

    Biodiversidad y Conservacin

    FIGURA 1: Los cardones son grandes cactus cuya madera caracterstica es utilizada por las poblaciones locales para la realizacin de artesanas.

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    agua, y el churqui (Prosopis ferox), que slo aparece en los bordes orientales alrededor de los 3.000 msnm.

    Los cardones (Trichocereus sp.) son grandes cactus con forma de columna. Entre las diferentes especies se destacan el cardn de flores blancas (Trichocereus pasacana) y el cardn de flores rojas (Trichocereus poco). Tienen una madera liviana y resistente, que se ha usado mucho en la zona para construcciones y para la elaboracin de mobiliario y artesanas. El alto ritmo de explotacin de madera de cactus, al hacerse mayor que el de regeneracin (ya que son especies de crecimiento muy lento), unido a la baja capacidad de germinacin de sus semillas y a la proliferacin de algunas enfermedades, puso en peligro la conser-vacin de los cardonales. Por ello, el Gobierno de la Provincia de Jujuy dict un decreto que prohbe el corte y extraccin de cardones en propiedad fis-cal y particularmente en la zona de proteccin de la Quebrada de Humahuaca. Tambin propuso un apro-vechamiento sustentable del recurso en propiedades privadas y slo para uso artesanal.

    FAUNA QUEBRADEA

    La escasez de recursos limita la riqueza faunstica de la Quebrada y ambientes aledaos, pero precisamen-te la adaptacin al medio hace que sean especies de gran inters para la conservacin, como la vicua (Vicugna vicugna), la chinchilla (Chinchilla chinchilla), el gato andino (Felis jacobita) y tres especies de fla-mencos (Phoenicopterus chilensis, Phoenicoparrus andinus y P. jamesi estos ltimos comunes de ver en los grandes espejos de agua del altiplano, por

    ejemplo Laguna de Pozuelos y Lagunas de Vilama).

    La vicua es la especie silvestre ms pequea de la familia de los camlidos. En Argentina se distribuye por las provincias de Jujuy, Salta, Catamarca, San Juan y La Rioja. Habita pastizales semiridos y planicies de elevaciones entre 3.500 y 5.750 msnm. Se alimenta exclusivamente de pastos. Forma grupos gregarios y estrictamente territoriales. Es muy apreciada porque posee una de las fibras de origen animal ms finas del mundo y ms cotizada en el mercado internacio-nal. Esta especie ha sido utilizada por los habitantes andinos desde tiempos prehistricos, aunque en los ltimos siglos la caza no controlada provoc una dis-minucin drstica de las poblaciones de vicuas y la especie pas a estar en peligro de extincin. En esta situacin crtica, se firmaron diversos convenios nacionales e internacionales que prohibieron su caza y comercializacin y se crearon reservas para su pro-teccin, consiguindose la recuperacin de la especie. En la actualidad, se implementan, junto con las comu-nidades locales, experiencias de manejo sustentable de las poblaciones silvestres de vicua, con captura, esquila y liberacin de los animales capturados (ac-tividades realizadas bajo supervisin tcnica de las autoridades locales y nacionales).

    La taruca (Hippocamelus antisensis) es una de las ocho especies de ciervos nativos de Argentina y ha-bita en las montaas aledaas a la Quebrada de Hu-mahuaca, en reas de pastizales hmedos. Es propia de zonas de montaa, de silueta compacta y color pardo. Es difcil de observar en estado silvestre, ya que es muy asustadiza. Actualmente su situacin de conservacin es crtica, por lo que su caza est pro-

    Reid Rata, El Ojo del Cndor N 6 (20-23), IGN, 2015

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    Dossier

    hibida en todo el pas. Es vulnerable a nivel mundial y est incluida en el Convenio CITES (restricciones al comercio internacional) y Declarada Monumento Na-tural Nacional. En el noroeste argentino presenta una distribucin geogrfica amplia, aunque restringida localmente, que incluye las provincias de Salta, Jujuy, Tucumn y Catamarca.

    El Cndor (Vultur gryphus), categorizado por la UICN (Unin Internacional para la Conservacin de la Na-turaleza) como una especie casi amenazada, a nivel mundial se distribuye a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Tierra del Fuego. Es una de las tres aves voladoras ms grandes del mundo, con una envergadura de unos 3 metros y un peso de hasta 15 kg para los machos. El plumaje de los adultos es de un color negro azulado, con una banda blanca en el dorso de las alas y un notable collar tambin de color blanco. Llama la atencin su cabeza sin plumas de color rojizo y que, en el caso de los machos, presenta adems una cresta. Se alimenta de carroa (animales muertos), por lo que cumple un importante papel como servicio de limpieza. El cndor ha sido y es considerado an sagrado por numerosas culturas andinas.

    BIODIVERSIDAD DOMESTICADA

    La Quebrada de Humahuaca y sus ambientes aledaos albergan un importante centro de variedades de cul-tivos andinos y de sus parientes silvestres: en el rea hay 164 variedades correspondientes a 21 especies. Entre ellas, se puede mencionar el maz (Zea mays), una planta considerada sagrada, cuyos granos se con-

    sumen cocidos, tostados o fermentados. Esta ltima modalidad es la que se emplea para la elaboracin de chicha, una bebida alcohlica muy consumida durante las fiestas. Hay numerosas comidas tradicionales que se hacen con el maz como base, tales como tamales, humitas y choclo con queso.

    Biodiversidad y Conservacin

    FIGURA 2: La llama es una especie de ganado autctona de los Andes. Los propietarios acostumbran a marcarlas con flores (de lana) de diversos colores para distinguirlas.

    FIGURA 3: Las duras condiciones ambientales de la Quebrada de Humahuaca modelan sus asombrosos paisajes,principalmente estepas arbustivas salpicadas de cardones.

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    La papa lisa o ulluco (Ullucus tuberosus) es una de las races andinas caracterizada por sus maravillosos colores verdes, blancos, amarillos y rojos. Se consu-me cocida, en guisos, sopas y tortillas, y las hojas pueden ser usadas de forma similar a las espinacas, en ensaladas y tartas. Adems, la papa lisa posee usos medicinales, como por ejemplo la aplicacin de cataplasmas para rebajar hinchazones del cuerpo.

    comenz hace 6000-7000 aos por los Incas en los Andes peruanos, con el fin de aprovechar su lana, cuero, carne, leche y sobre todo para utilizarlas como medio de transporte.

    DESAFOS Y OPORTUNIDADES PARA LA BIODIVERSIDAD DE LA QUEBRADA

    La Quebrada de Humahuaca, que se introduce como una cua al interior de la regin andina del noroeste argentino, es la antesala de una de las regiones ms biodiversas y de ms prolongada historia humana en el pas. Tambin es hoy epicentro de una dinmica ambiental, social y productiva que representa un de-safo importante de planificacin y ordenamiento del territorio. Agricultura, ganadera, turismo, minera y preservacin de la naturaleza son actividades huma-nas que debern coexistir con el respeto y la solucin de los mltiples temas sociales an pendientes de resolucin o de mejora de su implementacin, como por ejemplo la tenencia de la tierra y la precarizacin del empleo. La declaracin por la UNESCO como Pa-trimonio de la Humanidad puso a esta regin (al igual que lo que est ocurriendo ms lentamente en la ve-cina Reserva de Biosfera de las Yungas) en la vidriera internacional, situacin que requiere compromisos y procesos de mejora continua para mantener en el tiempo este estatus adquirido, que est en los ci-mientos de las nuevas posibilidades de desarrollo productivo de la regin

    Reid Rata, El Ojo del Cndor N 6 (20-23), IGN, 2015

    Bibliografa:

    MALIZIA, L., REID RATA, Y. y MOLINA NAVARRO, C. (2010). Gua de reas protegidas de la Provincia de Jujuy. Tucumn: Ediciones del Subtrpico.

    CHOQUE VILCA, M. (2009). Manual de Cultivos Andinos. Jujuy: Lukar.

    GARCA MORITN, M. y CRUZ, M. B. (2011). Comunidades Originarias y Grupos tnicos de la Provincia de Jujuy. Tucumn: Ediciones del Subtrpico.

    FIGURA 4: El maz o choclo es un alimento tradicional andino, in-dispensable en la gastronoma de la Quebrada de Humahuaca. Foto: Liliana Bergesio

    La quinua (Chenopodium quinoa) es un grano de altas cualidades nutritivas, como tambin de interesantes posibilidades gastronmicas. Almacena gran cantidad de protenas, vitaminas y minerales. Se puede moler para hacer una harina liviana sin gluten; sus hojas tiernas sirven para ensaladas y las ms viejas de fo-rraje para los animales, sus troncos se utilizan como lea y el agua del lavado del grano (abundante en saponina), se convierte en shampoo y fortalecedor capilar.

    En cuanto a la fauna domesticada, la especie por excelencia en esta zona es la llama (Lama glama). Los camlidos silvestres fueron de gran importancia para los primeros habitantes del continente, como demuestran las numerosas escenas de pinturas rupes-tres en las que aparecen. La domesticacin de las dos especies silvestres de camlidos andinos (la llama, a partir del guanaco y la alpaca a partir de la vicua)

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    Proceso dePATRIMONIALIZACIN

    Dossier: Quebrada de Humahuaca

    Antecedentes

    El proceso de patrimoniali-zacin de la Quebrada de Humahuaca ha tenido como disparador a dos grandes obras encaradas por el Estado provincial ms que por el deseo de sus habi-tantes de verla inscripta en la Lista de Patrimonio Mundial. Estas obras fueron el gasoducto realizado en el ao 1997 y el electroducto, una red de alta tensin, que saliendo de San Salvador de Jujuy atrave-sara todo el largo de la Quebrada de Humahuaca para llegar a La Quiaca. Esto significaba la coloca-cin de torres de alrededor de 35 metros de altura, cada 300 metros de separacin entre una y otra. Imaginemos el impacto que stas hubiesen producido en el paisaje o los efectos negativos de su campo magntico en sembrados, en la ganadera y en el hombre.

    Los habitantes de la Quebrada, sensibilizados por estas obras se preguntaban: esto es bueno?, cules son los riesgos que con-lleva?, es peligroso que pase tan cerca de nuestras poblaciones?, quines fueron consultados? Pero antes de que lleguen las respuestas el gasoducto ya estaba construido. El electroducto corri una suerte diferente. La oposicin fue frrea. La poblacin de la Quebrada y, en general, todos los que se sen-tan involucrados, se pusieron en alerta. Se decidi, con una activa participacin, presentar resistencia e impedir la obra.

    Para ello, se fueron realizando reu-niones informativas y programando acciones tanto en la ciudad capital como en las ciudades de la Que-brada. Esta tuvo la ms importante participacin donde estuvieron, no slo los miembros de las comuni-dades, sino tambin muchas ins-tituciones intermedias como ONG, fundaciones, colegios de profesio-nales, centros vecinales, clubes de-portivos, y todos aquellos que se sentan involucrados en la causa. Aparecieron por toda la Quebrada carteles repudiando la obra, cortes de ruta y marchas.

    El 12 de agosto de 2000, el gober-nador de la provincia en reunin de gabinete decidi suspender el electroducto y orden que se co-menzaran las tareas dirigidas a que

    la Quebrada de Humahuaca sea inscripta en la Lista de Patrimonio Mundial, responsabilidad que reca-y en la Secretara de Turismo y Cultura.

    La postulacin

    En los ltimos meses de 2000, se convocaron a profesionales de di-ferentes disciplinas para estudiar el patrimonio de la Quebrada de Humahuaca, tanto natural como cultural, tangible e intangible. El 31 de julio de 2001 se presentaron los informes correspondientes. Efectivamente, la Quebrada mere-ca estar en la Lista de Patrimonio Mundial.

    A partir de ese momento comen-z la preparacin del dossier para presentarlo al Centro de Patrimo-nio Mundial. El expediente entr en dicho centro en la sede de la UNESCO en Pars el 2 de febrero de 2002 para su tratamiento. En el mismo ao, en julio, se recibi la visita del evaluador, quien hizo el informe correspondiente al Con-sejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), organismo con-sultor y de quien depende en gran parte la decisin de la aprobacin de un sitio.

    La declaracin

    A mediados del siguiente ao, el 2 de julio de 2003, en la XXVII Asam-blea General del Centro de Patrimo-

    * Arquitecto, Profesional Tcnico de la Direccin de Estudios y Proyectos de-pendiente de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy, Asesor Consulto de la Comisin Nacional de Museos, Mo-numentos y Lugares Histricos, Acad-mico Delegado en la Provincia de Jujuy, de la Academia Nacional de Bellas Ar-tes, Miembro del ICOMOS (Comit In-ternacional de Monumentos y Sitios) de Argentina e Internacional y Delega-do en la Provincia de Jujuy del Centro de Estudios Hispanoamericanos. [email protected]

    Nstor Jos*

    Proceso de Patrimonializacin

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    nio Mundial, con la concurrencia de todos los pases miembros, la Que-brada de Humahuaca fue declarada por unanimidad como Patrimonio Mundial, en la categora de Paisaje Cultural Evolutivo, reconocindola como nica y excepcional en el mundo.

    En este acto se recibieron tres recomendaciones por parte del Centro de Patrimonio Mundial: 1) realizar los estudios y acciones para el control de las crecientes del Ro Grande para minimizar los daos sobre el patrimonio, pero sobre todo sobre los habitantes de la Quebrada; 2) completar el Plan de Manejo del Sitio; y 3) participar en la confeccin del informe que llevara al Qhapac an o Camino

    Vial Andino a ser declarado Patri-monio Mundial. Este ltimo debido a las implicancias de los senderos que existieron en la Quebrada, muy utilizados por los Incas, con el Ca-mino Principal Andino que transcu-rra por la Puna.

    La inscripcin en la Lista de Pa-trimonio Mundial de la Quebrada de Humahuaca no signific la fi-nalizacin de un proceso, sino el comienzo de un reto muy grande: la administracin, el manejo, la gestin del sitio sin que se pier-dan los valores patrimoniales por los que ha sido reconocida como Patrimonio Mundial. Tarea difcil, ya que no debemos olvidar que se trata de un sitio complejo, donde habitan alrededor de 40.000 habi-

    tantes, que merecen desarrollar su vida con las mismas oportunidades que cualquier persona que transcu-rre en el siglo XXI. No puede momi-ficarse la Quebrada.

    Esto significa que el Estado, llme-se nacional, provincial o municipal, deber asumir el compromiso para disponer de los recursos, tanto hu-manos como econmicos, para que la Quebrada siga evolucionando sin que pierda su identidad por la que ha sido reconocida mundialmente.

    La Quebrada de Humahuaca

    A lo largo de 10.000 aos, la Quebrada de Humahuaca ha sido el escenario de gran parte de los desarrollos culturales de la re-gin y de los pases vecinos de la Amrica del Sur, en un recorrido ininterrumpido que abarca des-de la instalacin de los primeros pueblos cazadores, hace unos diez milenios, hasta la actualidad. En tal sentido, ha funcionado como permanente va de interaccin, lon-gitudinal y transversal, vinculando territorios y culturas distantes y diferentes, desde el Atlntico al Pacfico y desde los Andes a las llanuras meridionales.

    La Quebrada ha sido camino de arrieros y caravanas en poca tem-prana, ruta de los Incas antes de la llegada de los espaoles, va del comercio entre el Ro de la Plata

    Jos, El Ojo del Cndor N 6 (24-26), IGN, 2015

    FIGURA 1: Pueblo de Tumbaya.

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    Dossier

    Bibliografa:UNESCO (2003). Informe ICOMOS al Centro de Patrimonio Mundial. Pars. UNESCO.

    Equipo Tcnico de la Unidad de Gestin Quebrada de Humahuaca Secretara de Turismo y Cultura de Jujuy. (2002). Postulacin de la Quebrada de Humahuaca para ser inscripta en la Lista de Patri-monio Mundial. Jujuy: Secretara de Turismo y Cultura de Jujuy.

    Equipo Tcnico de la Unidad de Gestin Quebrada de Humahuaca Secretara de Turismo y Cultura de Jujuy. (2009). Plan de Gestin para la Quebrada de Humahua-ca, Patrimonio Mundial. Jujuy: Secretara de Turismo y Cultura de Jujuy.

    y el Potos a travs del Camino Real, vnculo contemporneo entre diferentes pases de la regin. A su vez, ha representado y repre-senta un camino de ida y vuelta para la interfecundacin cultural, como fruto de su propia dinmica y funcionalidad, dejando a su paso resultados patrimoniales tangibles e intangibles que acreditan tanto su irrefutable autenticidad histrica como su integridad patrimonial.

    La multiplicidad de elementos cul-turales, que la constituyen y que la convierten al mismo tiempo en un espacio patrimonial nico, ha deja-do innumerables testimonios tangi-bles de la historia cultural regional. La lnea de recintos prehispnicos fortificados, su asociacin con una vegetacin endmica peculiar y el contacto visual existente entre la gran mayora de ellos, en una lnea ininterrumpida que se prolonga por ms de un centenar de kilmetros, no se registra en otros contextos del espacio andino.

    La gran cantidad de abrigos y caver-nas prehistricas, complejos siste-mas arquitectnicos, ceremoniales y agrcolas precolombinos, pueblos y construcciones posthispanas, his-tricas y contemporneas, ilustran no slo un perodo significativo de la historia humana, sino que han dado lugar a un conjunto de he-chos culturales surgidos del cauce del proceso civilizador, caracteri-zados por su movilidad y por su dinmica espacial. Las creencias, celebraciones, los usos y costum-bres, la msica, las adaptaciones del lenguaje, las manifestaciones religiosas y tradicionales, los mo-dos de vida y hasta los sistemas productivos caractersticos son par-te de los evidentes legados inma-teriales de este itinerario cultural como resultado de la fructfera co-laboracin entre pueblos y culturas diversas. Con tales caractersticas,

    la Quebrada de Humahuaca cons-tituye, a manera de un verdadero sistema, un itinerario cultural de extenso recorrido histrico que ha influido notablemente en el desa-rrollo y la configuracin cultural de su propio espacio, dando lugar a un rico sincretismo que, con per-sonalidad propia, se refleja en sus testimonios patrimoniales materia-les y en otros valores de carcter intangible.

    La Quebrada de Humahuaca con-serva casi intacto su caracterstico entorno natural, adems de cen-tenares de sitios arqueolgicos y arquitectnicos que testimonian su prolongada y rica historia, y una poblacin que mantiene sus costumbres tradicionales excepcio-nales.

    Sin lugar a dudas, quienes viven o conocen la Quebrada de Humahua-ca, saben que haber sido inscripta en la Lista de Patrimonio Mundia