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REGLAS DE ORO PARA PERSUADIR

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Reglas De Oro Para Persuadir

¿Por qué es tan necesario que descubras el arte de la persuación?

- ¿Quieres que tus amigos o colegas sigan tus ideas?

- ¿Te interesa desenvolverte mejor en el entorno laboral?

- ¿Tienes hijos o sobrinos y quieres que sigan tus consejos?

- ¿Te gustaría que tu pareja te escuche?

- ¿Te gustaría que tu familia te apoye en todo lo que haces?

- ¿Te gustaría que las personas de tu círculo social te aprecien

más?

- ¿Te gusta que la gente a tu alrededor cuente con tus ideas?


Se ha demostrado que las personas que saben persuadir tienen más éxito que las personas que no lo saben. La persuasión es un arte y lo vas a descubrir a continuación. Los medios de comunicación tienen grandes efectos persuasivos en las poblaciones, y un canal de noticias tiene el poder para influir en el pensamiento de un gran grupo de personas sobre tal o cual político o gobierno. Las Redes Sociales también demuestran el impacto que se puede generar en grupos de de gente. Pero no son estos los únicos medios de persuasión, una sola persona es capaz de persuadir a otra o a muchas. Pensemos en los buenos vendedores de autos o en los grandes oradores, así como en las exitosas campañas de marketing… Persuadir es un habilidad, que requiere una conjunción de varios puntos. ¿Qué hace que alguien pueda imponer sus opiniones ante otros? ¿Es su oratoria, su personalidad o simplemente ha nacido con un don?


Persuadir puede ser una capacidad innata en algunas personas, pero en otras es el resultado de un proceso de aprendizaje, ya que hay técnicas y cursos para aprender el arte de persuadir. Posiblemente alguna vez te ha pasado que, estás con un grupo de personas y, alguno de ellos expone un punto de vista con el cual no estás de acuerdo. Sin pensarlo dos veces, lo contradices y, esa persona, se argumenta muy bien y te hace ver como alguien que no tiene la razón, ganándote la batalla. Es algo frustrante, ¿no? Lo peor de todo es que, después de perder esa batalla, sientes un dolor en el ego que es difícil de curar. Aunque internamente sabes que tenías razón, no pudiste defender tus argumentos. Te vuelves a casa triste y con una gran frustración. Es por eso que es tan importante aprender a tener el poder de la persuasión. El poder de la Inercia Persuadir a alguien o a un grupo de personas se puede facilitar si tomas el siguiente consejo:

- Lograr que estén de acuerdo con un punto de vista previo al que estás a punto de exponerles.

Mira cómo las chicas de la foto se visten de manera provocativa para convencer a los hombres

acerca de su punto de vista.


Si logras que las otras personas entren en un estado afirmativo y acepten lo que les estás exponiendo de forma positiva, vas a estar creando una tendencia en sus mentes de aceptar lo que viene después. Éste principio es muy aplicado en las ventas, se trata de hacer que el cliente responda afirmativamente más de 3 veces antes de llevarlos hacia cierta dirección. Lo que hacen los vendedores expertos es preguntar al cliente cosas que son fáciles de responder afirmativamente. Después los llevan en la dirección deseada. Aquí te doy un ejemplo de ventas en un almacén de ropa: Vendedor: Veo que estás buscando ropa de mujer para el verano que viene. Cliente: Si Vendedor: Tienes apariencia de que te encanta estrenar ropa, ¿es cierto? Cliente: Si, me gusta mucho estrenar, se siente muy agradable. Vendedor: Por el color de tu piel estoy seguro de que te gustan los colores oscuros. ¿Es cierto? Cliente: Si, me gusta mucho el azul oscuro. Vendedor: Bueno, si te gustan los colores oscuros, lo que te voy a enseñar te va a gustar… Gracias a éste ejemplo es posible determinar cómo, un vendedor experto, logra generar esa respuesta afirmativa por parte del cliente y, finalmente, logra llevar a su prospecto en la dirección deseada. ¡Lo mismo pasa en la vida real!


Es de mucha importancia que, antes de exponer tu punto de vista en un grupo de colegas, logres que estén de acuerdo contigo con algo previo. No tiene que ser algo del otro mundo, puede ser algo básico y de sentido común. De esa manera vas a lograr que la ley de la inercia los lleve fácilmente a aceptar lo que les vas a exponer en unos minutos. Así mismo lo puedes hacer en un auditorio. Desde los primeros minutos de la conferencia puedes hacer preguntas a la gente y asegurarte de obtener una respuesta afirmativa por parte de ellos. Por ejemplo…

Conferencista: ¿Ya están todos aquí? Auditorio: Si Conferencista: ¿Están listos para aprender un tema que les va a aportar mucho a sus vidas? Auditorio: Si Vas a notar cómo, el grupo de personas, cada vez va a estar más abierto a escuchar y aceptar los puntos de vista que estás transmitiendo.


El Orden del discurso Más de una vez te habrá tocado la puerta de tu casa un vendedor o te habrás topado con un vendedor de autos o tarjetas de crédito. La próxima vez que suceda, concéntrate en su discurso, verás que tienen un discurso claro y organizado. No dejan cabos sueltos ni saltan de un tema a otro, sino que organizan el discurso de manera que sea claro y se dirija al punto específico. Las palabras que utilizas Es fácil perder el hilo de la conversación cuando la otra persona utiliza palabras difíciles o demasiado académicas. Tanto como si la otra persona utiliza un lenguaje ordinario y vulgar. Cuando intentes persuadir a alguien o convencerlo de tus opiniones, intenta utilizar un lenguaje simple, afín con el interlocutor, de manera que sienta empatía contigo.

Pues claro, si hablas con un ingeniero podrías usar lenguaje técnico porque lo entenderías, pero son contados casos. Y recuerda, los insultos o las actitudes de menosprecio hacia el otro sólo rebajan tu

argumento a un nivel del que es difícil volver. Por ejemplo: si intentas argumentar que el Partido Rojo es mejor que el Azul, nunca lo lograrás diciendo “es que los azules son idiotas”. Lo único que se logra es generar hostilidad. La gente compra más de aquellos vendedores con quienes se siente más a gusto. Es lo mismo si intentas cambiar la opinión de una persona en la vida real; se sentirá más confortable si haces que esa


persona se sienta tranquila, y sobre todo cómoda cambiando de opinión frente a ti. El Lenguaje corporal La mirada es fundamental, mirar a los ojos de otra persona es un signo de franqueza. No evadir la mirada, no mostrar nervios moviendo excesivamente las manos ni mover la pierna constantemente. Este último se ve como un signo de impaciencia. Tu voz debe ser calma, no levantes la voz, ya que no quieres “imponer” tu opinión. Las Conversaciones son de a 2 Para lograr involucrar a las personas en tus ideas, ellos tienen que tener la oportunidad de participar, poner en el debate sus propias opiniones y sacar sus propias conclusiones. Por ejemplo, cuando una persona va a comprar un auto, el vendedor le deja probar el auto, lo escucha, le pide su opinión para luego convencerlo de cuál es el auto que necesita. De eso se trata, de brindarle herramientas para ponerlo de tu lado, pero sin avasallarlo con palabras u opiniones tuyas. Deja que hable, que exprese su parecer, antes de darle tu punto de vista. Aprovechar los Silencios Si durante tu oratoria te detienes, haces pequeños silencios y pones cara de estar pensando en lo que dices, el interlocutor te escuchará con más detenimiento y respetará más tu opinión; pues parece elaborada y no el audio de un cassette sin pausa.


Una técnica muy usada en las entrevistas televisivas es la de hacer preguntas, esperar que el entrevistado se explaye y luego hacer una pausa, un silencio, para que piense más y diga lo que realmente piensa. Escúchalo con paciencia, deja que su ego se libere. El interlocutor necesita sentirse escuchado. Una vez termine su exposición, ten la actitud de pensar sobre lo que dijo, y luego hazle la pregunta de otra forma. Ejemplo: ¿Y si lo pensamos así…? Reconocer la otra Realidad y encontrar un Beneficio Común Siempre vas a encontrarte con personas que han vivido o viven realidades diferentes a la tuya. Cada cosa que digas pasará por el filtro de la experiencia de la otra persona. Es importante reconocer la realidad de los demás, sin compararla con la nuestra, sino adaptándola al logro de un beneficio común.

Para obtener la confianza de tu interlocutor debes hacerle ver que entiendes su realidad pero que hay otra que puede favorecer a ambos. Así cómo éstos principios, hay muchos otros que te van a permitir dominar el arte de la oratoria, llevándote a un nivel superior, logrando convencer a los demás y no dejando que otras personas derrumben tus puntos de vista.


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