reaprovechamiento de capiteles califales en monumento cristiano: la iglesia de san juan del hospital
DESCRIPTION
Autores: Josep Vicent Lerma Alegría, Patrice Cressier. Cuadernos de Madinat al-Zahra, Año 1999, Número 4. Revista de difusión científica del Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra.TRANSCRIPT
GuadernosdeMadinatal -Zahrá'
Vol. 4
Córdoba, 1999
YUHVZ--IY IVN ICIVHI ECI SONUECIVIIf
O Junta de Andalucía. Consjería de Cultu¡a
(O l-os autores.
Imprenta San Pablo, S. L. - Córdob¿
Sot Ángela de ia Crtz, 1.2 - TeLéfono 957 283 JO6ISSN:1139-9996Depósito Legal: CO. 6041 1999
e€z'39d16-2661 sogp 'orun[uo) p? P1/u9,1)
vcINV.¿IV o.¿Iilanfsa'f 'oNvtul ofsrrv 'v
or¡rnfNol rirc Y)rNolrf .
6oz'3y¿pq'?"te)apatuoQa',u,í!,,iíTlYuT;f:,:f {#,'i,i':f ':;;,í::í;;
vsocr.dgf ofsrNor.{'f oruagrv
e n'3v¿pqzp"tg) ap etznbzayy q ua u?Moy2¿-1p ?qV a? u,np,rop? a$a opoqul o1 ap otúoloanb,ro lrytqn /ap rz?pqnra,t ap arup/w
IIüUVi^t OUCI:Id
Eyr'39d(oqop.ry) <puptuld 19" atutl en8uut2 q a? ottabza¡g o7
SVfO'd ONVUOWVZ'W'V,VNNSO VNNf '(I
€.€r'39d(epuala¡) fqdfiH pp aonf aeg ap atnlfu ef :lat2x$/¿tr ltaatunulul.
an ua raloltpt vlaqdot a? lruaruffiqranot(aaa ap lseJ naanu an
vt^I.¿Iaf JNafIA'f 'ualssgul a
VIUVA o
eor'39dsollo¡ ap rzatat s01 a? t2/ ett?cl zt?.txu¿a pp no{g p1 ape? lwlppapaM1 p? nlotatw{ son1qq nl ap uglrnllaa pl ap olpwa 7a e,w{ toto¡¡
VZIgflS OUiINVtIVf 'TI
€.9'39d(?,rqez-/e parypw ua u.aqapl-p ap atqanu o salo"lZ|d{
ZANNN ZANIJUVI^I VINOJNV .'W
6€'39d. ?"t'Ep z-1 t2 1t2urypw ap
a773anp ap seTtala8 se1 ap u{lot7 sol :sa/t"ro1o a? slwqp"tpg
zoNow vNrfow 'v'r.UgISSgUf d .VNVUNIVW V'¿III'dUVTI OIfVN9I
rr'39dZ,tcl?Z-1a puryt W a? st2Jxat?,rar sozatd ap ott,t4gutoanb.w lryn$g
VCINVUV OUiIANfSiI'f'ONVIUJ OTSITVA', V' ZrH)-rrL ZiJryZNOC' J,'W
'zsncJuQox zirfyzNog'r^I'vlfuvc zslyzNog d
SOICI|IISÍ.
1',39du9?rn?0,r1ul
OIUYWNS
VIUVA
UN NUEVOCAPITELESLA IGLESIA
CASO DE REAPROVECHAMIENTO DECALIFALES EN UN MONUMENTO CRISTIANO:DE SAN JUAN DEL HOSPITAL (VALENCIA)
PATRICE CRESSIER, Ca¿ de VelázqaezlCNRS-U MR t618JOSEP VICENT LERMA, SerLicio Arqrcológico hlnnicipal de Valencia
Tl stas brcvcs notas sobrc .los capireles islámicos
-D r.rorouachaclos en un monumenro r risriano de
Valencia marcan, por nuestra parte, la continuidadde una triple serie de trabajos con temáticas com-
plementarias: por un lado el inventario de capite-
Ies islámicos inéditos de Valencia (1), por otronlrestras investigac.iones sob¡e el reaprovechamien-
to sistemático de piezas califales en la arquitecturaposterior (2) y por írltimo nuestros intentos de
profi-rndizar en algunos aspectos específicos de la
escultura de capiteles durante el califato omeya de
Córdoba (3).
DOS CAPITELES ISLAMICOS ENLA IGLESIA GóTICA DE SANJUANDEL HOSPITAL
Los dos capiteles objeto de este estudio se
encuentran reaprovechados en la iglesia de San
Jr-ran del Hospital en Valencia. Este edificio pasa
por ser la segunda iglesia construida en la recién
conquistada ciudad -después de la catedral-, a raíz
de una donación por parte de Jaume I a la orden
del Hospital, de unos terrenos cercanos a la anti-glra puerta cle la Xerea (Bab al-iarila). Se trataba
de fundar un priorato de dicha orden, que asocia-
ría iglesia, hospital y convento. Este complejoarquitectónico y fr-rncional se levantó en su mayor
parte entre 1238 y 1261, aunque el conjunto del
convento no se acabó antes de I316 é).
In ¡ner¡nriant Dr¿. il[. Gi/-t\Ia¡care// nagislra opÍirna
La iglesia (fig. 1), construida con caliza local
de las canteras de Rocafort-Godella y cuyas
dimensiones globales son de 36 m. por 10 m.
aproximadamente, consta de una nave única,
cubierta por Lrna bóveda apuntada con plementa-
ria, originalmente de ladrillo, sobre faiones (5)
que descansan sob¡e ménsr-rlas. Está provista de un
ábside pentagonal, dotado de contrafuertes exte-
riores, con bóveda de nervios de crucería y ladri-
Ilo, iluminada por ventanas ojivales -la central
con columnillas adosadas que rematan en capire-
les de temática vegetal bajo impostas decoradas
con roleos de palmetas y círculos enttelazados res-
pectivamente-. Este ábside se debió levantar a
mediados del siglo XIII; más tarde, en el siglo
XIV, se instalaron dos capiilas entre los contra-
fuertes. En la nave, las capillas laterales se abren
pot ojivas cistercienses. Un arco triunfal conecta
la nave con cl presbirerio.
Los dos capiteles califales están reaprovecha-
dos en la zona transicional de la nave al ábside.
Cada uno asciende, a una altura cercana a los siete
metros, la superposición de tres fustes de acarreo
(2,19 m. x 0.2) m. aproximadamente) apilados
sobre sendos collarines o discos moldurados; el de
más arriba es de color rojizo oscuro, mientras que
Ios otros dos son de mármol blanco de Macael
(láms. 1 y 2); esta misma solución la encontramos
también representada en las absidiolas de Ia púc-ticamente coetánea iglesia parroquial del Salvador
r11
de Burriana (6), de acuerdo con el modelo inau-
gurado por el cimborrio y el claustro de la Seo de
Lérida.
Además de l-raber estado enmascarados por el
revestimiento barroco del siglo XVII -obra del
navarro Juan Pérez Castiel, eiiminada en la res-
tauración de 1968-, quizá esta localización de
difícil acceso explica que estos capiteles no hayan
sido identificados hasta hace poco; en todo caso
dificultó mucho las observaciones para el presente
trabajo. A continuación ofreceremos una primeradescripción de les dos ¡iezas.
El capitel compuesto (lám. 3)
Su altura es de 39l,i0 cm., slr diámetro infe-rio¡ en torno a 20 cm., y el ancho al ábaco se
pr-rede evaluar a Lrnos 38 cm.
Ofrece dos coronas de un acanto no franca-
mente espinoso aunque llega a generar un cierto
efecto de encal'e alrededor del cálato. En cada
hoja, grupos de cuatro foliolos bastante estandar-
dizados se distribuyen a 1o largo de la nervadura
axial subrayada por urla tret:'zz- simple. No hay
solución de continuidad entre la parte super.ior
del cálato y el equino que no sobresale del conjun-to, o casi. Aquella zona está ornada por un atauri-que de sencillo desarrollo y que incl,rye entrelazos
circulares con grlipos de cuatro frutos discoidales
y pedúnculo. Las volutas, que no se juntan con la
corona de follaje superior y cuyas caras laterales
llevan una decoración bastante esquemática (una
cinta de incisiones radiales rodeando una florecita)han debido sufrir alguna restauración. El ábaco
está profundamente ahondado en un lado y otro
de la cartela. En conjunto, la factura está cuidada
alrnque el relieve parece falto de vigor, quizá por
el uso de un mate¡ial pétreo poco apropiado -aun-que no se puede excluir tampoco la intervención
de restauraciones o limpiezas drásticas, en parri-cular en la cara inferior de las puntas de las
hojas
Las proporciones casi cúbicas del bloque en el
que se esculpió, la morfología del capitel en gene-
ral, y sr,rs características estilísticas coinciden en
atribuirle a la épc:ca califal. Veremos, después de
presentar la segunda pieza, en c1ué medida se
puede precisar esta cronología.
r74
El capitel corintio (lán;'. 4)
Es ligeramente más achatado qr-re el capitelcompuesto que acabamos de contemplar; su alturaes de unos 38 cm.. su diámetro en la base de unos
24 cm., y el ancho al ábaco deducido de estas dos
medidas sería pues, de unos 38/39 cm.
Las hojas de las dos coronas de acanto son
muy parecidas a ias del capitel anterior, sucedién-
dose a lo largo de cada nervadura axial grr-rpos de
cuatro foliolos dispuestos en abanico. Estas nerva-
dr-rras, sin embargo, no están subrayadas por Lrna
trenza sino por una línea de perforaciones trien-gulares dispuestas puntas arriba. En la base de lacorona inferior ei movimiento general de losfoliolos de las hojas vecinas les lleva a esbozar unmotivo circular.
La forma adoptada por las volutas exteriores,
casi idénticas a las del compuesro anteriormentedescrito, no impiden en esta segunda pieza el
desarrollo de ve¡daderos car-rlículos con sus carac-
terísticas hélices interiores y los cálices de hojas
de los que están surgiendo -aquí muy pegados al
cuerpo del capitel . Esta doble, aLrnque desigual,herencia (del compuesto y del corintio) conviertea este capitel en un corintio un tanto atípico. La
reminiscencia clasicista adoprada para los caulícu-los está apoyada por la elección del motivo vege-
tal acorazonado de la cartela, sobre el que volvere-mos más adelante.
DOS CAPITELES PLENAMENTECALIFALES
Ni la morfología, ni el repertorio vegetal ele-gido dejan la más mínima duda: se trata de dos
capiteles de la época califal clásica. Volutas discoi-dales y proporciones casi cúbicas asegurarían porsí solas qr.re han sido esculpidos entre el siglo X yXI (7), mientras que el acanto -clryo caráctervegetal está todavía muy marcado- Iimita estaposibilidad cronológica al siglo X. EI tratamientode las nervaduras, subrayadas por trenzas o líneas
de perforaciones triangulares, implica qlre no son
anteriores al califa 'Abd al-Rahmán III (8); de
hecho, los paralelos con los capiteles del SalónRico de Madlnat al.-Zahrá' -fechados en 9t6-t1-son, a este respecto, evidentes (!), incluso sabien-
do que piezas anteriores adoptan el mismo trata-miento (10). El origen oriental de éste ha sido
puesto en evidencia repetidamente, allnque dos
vías de influencia hayan sido igualmente posibles:
bien directa, bien a tr¿rvés de la tradición visigo-da.
Los ras¡¡os clasicistas en cambio remiten a unperiodo de tiempo mucho más amplio que abarca
desde el reinado del emir 'Abd al-Rahman II (por
ejemplo con los capiteles trasladados aI tnihráb de
la mezquita de ¿rl-Hakam II) (11) hasta el de este
califa, y que incluye por slrpuesto el largo reino de'Abd al-Rahm¿n III (con Ios capiteles de pilastras
del Salón Rico, esculpidos en su nombre en 9i4-tt) (12). Considerados independientemente unos
de otros, estos raslJos no aportan precisión crono-
lógica: la flor de ábaco corresponde obviamente a
una evolución del modelo emiral antes aludidohasta llegar a una soh-rción próxima a la adoptada
en uno de los capiteles de pilastra del Salón Rico(13), sin por ello alcanzar un gran desarrolio de la
piña central como puede ocurrir más tarde (14);
los cálices de los caulículos, en cambio son más
sencillos qlre los de estos mismos capiteles en el
Salón Rico (11), pero slr estrlrctura reticulada es
más compleja que Ia de ciertos elementos de la/n,rqs/./r,r de al-Hakam II en la mezquita mayor de
Córdoba (16).
Este clasicismo ha sido considerado, en 1o que
r oñt irrnc .r le producción emiral. como releren. irexplícita al anterior gran imperio mediterráneo
el romano- y esta elección política comparada
con la similar voluntad manifest¿rda por ejemplopor los Carolingios (17). El fenómeno se mantiene
en época califal, sin por eso amplifica¡se. De
hecho, bajo al-Hakam II sólo los capiteles de
pilastras de la nave axial de la mezquita mayor de
Córdoba pertenecen al tipo co¡intio (18), así como
unas piezas aisladas de Madrnat al-Zahrá' .
De manera general, Ios lazos estilísticos con la
decoración arquitectónica de Madrnat al-Zahra'son numerosos; además de los subrayados ya, se
pueden ver los fiutos circulares del equino, pre-
sentes en las caras laterales de algunas voiutas de
capiteles del Salón Rico y en tableros parietales
del mismo edificio (19), o bien la ornamentación
de la cartela del mismo capitel compuesto, que
recllerda a la de los equinos de unos compuestos
del Salón Rico (20). No obstante, la factura está,
aquí, menos elaborada y en algunos elementos se
opta por una sencillez que roza la facilidad (por
ejemplo en el tratamiento de la cara frontal de las
volutas, clue renuncia casi a sr-r carácter vegetal).
En estas condiciones, sería muy difícil admitirque estos capiteles de San Juan pr-Ledan ser ante-
riores a los del Salón Rico de Madlnat al-Zahrá' y
debemos considera¡les más bien formando parte
de Ia inmensa producción derivada de esta fase
cumbre de la escultura c¿rlif¿rl. La permanencia de
rasgos de la Antigüedad clásica impide, por otr¿r
parte, fecharles demasiado tarde. Proponemosenronces una fecha incluida entre c)i4-5i (elabo-
ración de los capiteles de pilastras del Salón Rico)y 97 6 (finales del reinado de al-Hakam II).
LUGAR DE PRODUCCIÓN. LUGARDEI]TILTZACIÓN
A propósito de estos dos capiteles califalesreutilizados en Lrn monumento cristiano, dos pre-
guntas se imponen de inmediato: ¿dónde han sido
esculpidos? y ¿por c1ué han sido reaprovechados en
este monumento concreto/A la primera pregunta no se puede dar, en el
estado actual de la investigación, respuesta defini-tiva en Lrn sentido u otro. Sin embargo, se puede
observar, por el peculiar estilo de los dos capiteles,
que ambos proceden de un mismo taller y que
éste ni es uno de los de MadTnat a|-Zahrí . ni tam-
poco corresponde a lo que se sabe de los de Có¡do-
ba (sr-rponiendo que éstos eran distintos de los de
la ciudad califal) (21). Se puede admitir entonces,
por 1o menos como hipótesis de trabajo, que tene-
mos aquí una producción propiamente valenciana,
más original en todo caso que la que creímos
deducir -con mucha cautela- de uno de los frag-
mentos del Palacio Real de Yalencia(22).En cuanto a la segr,rnda pregunta, nos parece
qr-re las condiciones de reaprovechamiento de estos
capiteles son muy similares a las de capiteies ybasas califales en este último monumento, reapro-
vechamiento que ya tuvimos oportlrnidad de estu-
diar Q3). Nos parece indudable qr-re tal recurso a
piezas de acarreo responde, en estos momentos
todavía próximos a la concluista cristiana. a unavoluntad explícita (24). En efecto, no era, de nin-guna manera, arquitectónicame nte hablando,necesario utilizar capiteles en esta parte del edifi-cio, ni -en caso de hacerlo- hacía falta recurrir ¿
piezas de este tipo cr-rya calidad estética pasaría,
dada su localización, perfectamente inadvertida.
13t
Esta voluntad explícita tiene además dos compo-nentes: la primera es el posible deseo por parte delos nuevos poderes -ranto el real como el de las
órdenes religiosas combatientes- de marcar unacierta continuidad respecro al anterior Estado, lasegur-rda y sin duda preponderante es la de osten-tar el despojo y Ia reutilización a fines propios de
elementos llamativamenre atribuibies a los venci-dos. En otro sentido, revela un cierto mudejaris-mo arquitectónico que, hasta ahora, no había sidosr-rficientemente valorado. al menos en el á¡eavalenciana. Globalmente, estos fenómenos se repi-ten durante los siglos XIII y XIV en varios pun-tos de la Península más o menos recién conquista-da e interesan siempre a zonas claves del monlr-mento concernido: Salas de Ped¡o el Cruel en elAlcázar de Sevilla (1364), torre señorial de El Car-pio (Córdoba, c.1325), Capilla Real de Ia Caredralde Córdoba (ss. XIII-XIV), etc. Más tarde y salvoen el caso excepcional de la Colegiata de Torrijos(Toledo), para Ia qr-re intervienen facrores culrura-les complementarios (25), Ios reaprovechamientosde piezas califales se dan en monumentos de inre-rés menor, sin ningún senrido más que el meropráctico.
Quedaría por explicar porqué, en los casos
más significativos a los que aludimos se han elegi-do casi siempre para esre propósito capiteles cali-fales y no obras cronológicamente más cercanas:
¿mayor número de piezas disponibles? ¿atribuciónmás clara al ámbito cultural islámico? ¿presenciasistemática en monumentos islámicos localescomo consecuencia de anteriores acarreos (26)?Extremo que parece confirmado por el hallazgo en1992 cle una nueva voluta de capitel con clarosparalelos entre los de la época de 'Abd al-RahmanII, en contextos arqueológicos de Ia Plaza de IaAlmoina, atribuibles aI alcázar valenciano (27).
En suma, estas breves observaciones, a pesafde la modestia de las obras aquí estudiadas no sólonos parecen arro)ar una iuz bastante nueva sobrela arquitectura valenciana, islámica y crisriana,sino que ayuda también a enfocar Ia investigaciónsobre las condiciones de elaboración de la escultu-ra monumental califal a escala de todo al-Anda-lus, pareciendo confirmarse la existencia de talle-
136
res locales. Por írltimo, muestra ei carácter gene-ral del fenómeno de reaprovechamiento sistemáti-co de piezas islámicas, y más concreramenre cali-faies, en monumentos cristianos de cierta impor-tancia política.
BIBLIOGRAFÍA
BARCELÓ, C.; CRESSIER, P.; LERMA, V.(f99h): .Bases et chapiteaux inédits deValence", Caadernas de Madlnat a/-Zahra-',2,pp'29-54'
(1991b): .Basas y capiteles inéditos procedentesdel Palacio Real de Valencia", Architto de
Prehistoria Leaantina (Hatnenaje a D. Eu.iqueP/a), 2o, pp. 409-417 .
gittic cata/á. L'arquitectura a/s .regles XIII iX1V, Vitoria.
CRESSIER, P. (1985): "Les cl'rapiteaux de la gran-
de mosquée de Cordoue (oratoires d"Abd ar-Rahmán II) et la sculptr,rre de chapiteaux á
l'époque émirale. Deuxiéme partie', Madri-der Mitteilungen,26, pp. 217 -313.
(.1991): .El renacimiento de la escultura de capi-teles en la época emiral: entre occidente yorienter, Cuadernos de Madtnat al-Zahra', ),pp.16)-187.
(7995): "Los capiteles del Salón Rico: un aspecro
del discurso arcluitectónico caIjfa|", en ElSalón de 'Abd a/-I?a/unAn III , Córdoba, pp.83- 106.
CRESSIER, P.; LERMA, V. (1989): "Un chapi-te au inédit d'époque ta'ifa á Valence.,Madricler h[irteilangen,30, pp. 427 -431.
CRESSIER, P.; MARINETTO SÁNCHEZ, P.
(1993): "Les chapiteaux islamiques de lapéninsule ibérique et du Maroc, de larenaissance émirale aux Almohadeso,L'acantbe dans /a .rcu/pture rnoauntenta/e. de
/'Antiquití ) la Renaissance, París, pp. 211-246.
CRESSIER, P.; CANTERO SOSA, M. (1995):
"Diffusion et remploi des chapiteaux omey-yades aprés la chute du califat de Cordoue:politique architecturale et architecture poli-tique>, VIe Colloque International du CTHS,Pro¡Juction.¡ et exfiorlafiLttts afriu) ner, A¡rttaIitísarchíologiques en Afriqae du Nord dnt¡.lae et
mídiéuale, París, pp. 159-187 .
DOMÍNGUEZ PERELA, E. (1983): .Los capire-ies hispano-musulmanes altomedievales(hasta el año 1030). Sistemas de proporcio-nes y metrología. Primeros resulradosr,Boletín de la Asociación Española de Orienta-listat, XIX, pp. I23 -161.
EntrERT, CH. (1987): "Los elementos decorativos
en los tableros parietales del Salón Rico de
Madrnat al-Zahñ'", Cuadernos de Madtnatal-Zahran , I , pp. 27 -60 .
E\7ERT, CH.; WISSHAK, J. P. (1981): Forscbun-
gen z/1r a/mr¡bac/iscben Moschee. l: Vorttufen,Madrider Beitráge, !, Maguncia.
GIL i CABRERA, J. LL. (1987): nL'esglesiaparroquial del Salvadorr,, Btrriana en su his-
toria (I), Burriana, pp.99-129.
GOMEZ-MORENO, M. (19t1): El ane árabeupaííol hasta los Almahades. Arte mozárabe, ArsHispaniae III, Madrid.
MARINETTO SÁNCHEZ, P. (en prensa):
"Método para el estudio del capitel bajo'Abd al-Rahmán III", Actas del lV Cong"eso
Ilacional de Historia del Arte. Zaragoza, 1982.PAVÓN MALDONADO, B. (t966): *Las colum-
nas califales de la Colegiata de Torrijos(Contribución al corpus del capitel hispano-musulmán)", Al-Andalus, XXXI, pp. 363-
(1981): E/ arte bispano musulr¿án en su tlecoración flo-ral, Madrid.
TORRES BALBÁS, L. (197]i): Arte hispano ntasul-
mán ha¡ta la caida del califato de Círdoba(7 11-1031), Historia de España Y Madrid.
r)1
NOTAS
1. Cressier, Le¡ma, 1989; Ba¡celó, Cressier, Lerma, 1991a y 14. Por ejemplo Pavón Maldonado, 1981, tabla II-9, n." 75,
199 1 b. pie za de Madlnar al-Zahr á' , sin localizar.
2. Cressier, Cantero Sosa, 1995. 15 Ver nota 1l
3. Cressier, 1995. 16. Definidos por B. Pavón Maldonado (1981, tabla IV, fig.
4. cirici, Gumí cardona, I 977. 12) como "de puntas lanceoladas".
5. Cubierta casi íntegramente reconstruida en 1968. 1 7. Cressier, 1991 .
6. Gil i Cabrer¿, 1987. 18. Ewert, \Wisshak, 1981,láms. 22-27 .
7. Para una visión resumida de la evolución del capitel islá- 19. Sobre los capireles: Cressier. 19!)5. foto 6 (n." 175-10);
mico en Ia Península Ibénca y Marruecos, ver Cressier, sobre los tableros parietales: Ewert, 1987, por e;emplo
Marinetto Sánchez, 1993; sobre las proporciones de los fig.37, p.38.
capiteles califales: Domínguez Perela, 19U3. 20. Cressier, 199i, foto 5 tM2l8. Cressier, M¿rrinerto Sánchez, 1993; Marinetto S¿ínchez en 21. Los capiteles de Córdoba conservados en coiecciones priva-
prerrsa. das han sido objeto de un inventario, todar'ía inédito, por
!. Por ejemplo Gómez Moreno, 1951, fig. lf i, p. f33. Para parte de M. Cantero Sosa.
más detalles: Cressier, 1995. 22. Barceló, Cressier, Lerma, 1991a y 1991b.
I 0. Es ei caso de un capitel de Lola (Granada) fechado en 95 1- 23 Ver nota anterior.
952:Tones Balbás, 1973, ftg.415,p.610. 24. T¡1 como pensamos haberlo demostrado en orra ocasión:
11. Tanto por la presencia de caulículos como por el tipo de Ctessier,CanteroSosa, l99).flores de ábaco: Cressier, 1985 y Ia bibliografía recogida 25. Pavón Maldonado, 1966; ver también a cste propósito
en es¡e arrículo. Cressie¡, Cantero Sosa, 1995.
12. VerporejemploGómezMoreno, 19i1,fig. ll0,p.79; y 26.Sabcmosqueerafrecuenteenlaarquitecturaolicial ¡lmo-
Cressier, 7995 , foto 79. hade: Cressier, Cantero Sosa, I 995 .
13. Gómez Moreno, 1951, figs. 109 y 110, p. 79; Cressrer, 27. NoticiafacilitadaporJ. Pascual.
1995, fotos 16-19.
138
I
Cql/eue
son
tj'oui
Oto
E
-E>N
de C o b of I e r o s
Cotte T r i n qu e t e
Pt€.t5
(l,
c'
Fig. 1: Planta de la igleila de SanJuan del Hospital (Valencia) 1 localizaciín de los capitelu califaks reaprorechadas
(X: compuesto; Y: corintio).
r79
L¿ht¿. l: Lrtc¿tljzdciín de/ cttp)te/ cailtpl/etta t/e ípaca califa/ reaprotechctlo en la )glesin de San.Jtnn del Ha.rpita/ (Vrtlenúa).
140
l4l
:
I'
ffi$* $. $rt*.$r,Ss'
, i..*,¡r #":.
etui.'gii"";
'r
..drl;.1,3i1
kry'J*#e
d.'l__* .$
, t;,{
142
T,án¿. 3: Caltitr:/ nnryttesto de í¡oca califal reapratet'hado en /a ig/e.;ia de SanJtan de/ Ho.rpita/ (Valencia).
,VI
'(rnilrlrA) /pt/4s0H pf ilrl/f LUzS ap p!la{! ,/ ¿ra lfpqra¿al(fpil Taft¡n r.tad2 ap oTnrtlturn l4!dlt) :t 'tut j
I'o#.i
s.*si
tgta\