Dando continuidad a nuestro plan de formación como Movimiento Juvenil Salesiano (MJS) presentamos los Recárgate 2016, nuestra preparación en este camino cuaresmal. En este trabajo de equipo decidimos enviar un material de apoyo que busca fortalecer ese camino común que emprendemos rumbo a la semana santa.

La diversidad de nuestro MJS es sumamente grande y colorido, pintando así cada zona de Venezuela con un matiz y forma diferente pero con un mismo sentir: Cristo. Siendo la diversidad una de nuestras riquezas, sabemos que están en esa preparación para su camino cuaresmal y la vivencia de esta semana santa en cada una de las experiencias eclesiales locales por lo que al ritmo en que viven cada una de sus comunidades y con sus particularidades se toma la realización de este mate-rial: es un aporte para nutrir lo que ya desde cada expe-riencia se va ofrendando.

Al hablar de cuaresma resuena en nosotros la palabra “conversión”, un tiempo en donde al igual que Jesús se aparta al desierto y se preparara para su misión, se encuentra con el Padre y sufre las tentaciones, noso-tros también vivimos ese momento con Él. No nos quedamos en una placidez cómoda, sino que vamos a dejarnos servir por Cristo y para así ser como Él; Don Ángel Fernández en el Aguinaldo a la Familia Sale-siana de este año nos los indica: Deseo hablar de Dios y de Jesucristo que es el fundamento de nuestra vida personal y de nuestra Familia Salesiana; pero también hablo de la misión, que describo como “aventura del Espíritu”; y de la comunión entre nosotros y como Iglesia, que formulo en la expresión “recorrer juntos”.

Tomando este camino del Espíritu que recorremos juntos como MJS y a su vez, el año Jubilar de la Misericordia que nos llama a vivir como Iglesia el Papa Francisco, desde la comisión de animación misionera, te proponemos 5 subsidios, que cuentan con toda la flexibilidad necesaria para adaptarlos a

los encuentros formativos que deberás organizar para dar respuestas a temas como: liturgia, animación, orga-nización logística, entre otros de tus grupos. Estos subsidios están iluminados desde el lema que acompa-ñan nuestra Jornada Misionera 2016 como MJS y todo nuestro año jubilar: “Bienaventurados los Miseri-cordiosos” (Mt 5,7). A su vez, esta será la ilumina-ción de nuestro Folleto Misionero. El Papa Francisco nos señala: Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la espe-ranza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado.

Al hablar de Misericordia hablamos de ese corazón que cambia, de unirnos en el sentir por el otro, de acercarnos y juntos sentir el amor de Dios en nues-tro interior y actuar por el hermano. Un corazón de piedra que se vuelve vida desde el Espíritu, pero que se transforma por Cristo. Por lo que tomamos como base fundamental el mensaje que nos da Don Ángel en su aguinaldo para este año, donde nos habla de tener una vivencia de Dios cercana y que por así ha de encontrarnos, a nosotros con un corazón que lo busca, que necesita de Misericor-dia. Estos materiales que proponemos buscan hacer de tus encuentros cuaresmales espacios profundos, ser un complemento que te brinde un hilo conductor en los que, bajo el método de VER, JUZGAR y ACTUAR puedas orar, reflexionar y poner en práctica a través de los siguientes:

Recárgate 1: “Con Jesús, en Jesús y desde Jesús.Recárgate 2: “La Iglesia, un recorrer juntos”Recárgate 3: “Mirar adentro”Recárgate 4: “Misioneros de la Misericordia guiados por el Espíritu”Recárgate 5: “Bienaventurados con Cristo”

2016RECÁRGATE

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MOTIVACIÓN:Comenzamos la Cuaresma, un tiempo de prepara-ción a la Semana Santa, y para nosotros, misioneros, un tiempo significativo porque nos vamos a recargar para salir a anunciar a todos que ¡Jesús VIVE! Y ¿cómo voy a anunciar a Jesús si yo mismo no le conozco bien, si no sé sobre su vida y misión?Este año, el Papa nos regala el Año de la Misericor-dia, un año muy especial para conocer a Jesús y poner en práctica lo que Él hizo y lo que es la Misericordia.

El Aguinaldo del Rector Mayor nos sirve también de motivación con un mensaje muy claro y profundo en lo que es la aventura del Espíritu, y desde ahí vamos a comenzar a cono-cer a Jesús. Te Proponemos leer juntos una parte del segundo punto del Aguinaldo y traba-jarla, titulada “¡Con Jesús!”. Te invitamos a tomar esta meditación como un encuentro personal y reflexivo, donde te permitas interiorizar la figura de Jesús en tu vida posteriormente iremos al mensaje que Don Ángel nos da este año para todos como Familia Salesiana y así primero vernos, juzgarnos e irnos al final con un actuar; el Papa Francisco invita, en una entrevista concedida al inicio de su pontificado, a “embarcarse en la aventura de la búsqueda del encuentro y del dejarse buscar y encon-trar por Jesús” ¿Te animas? Entonces comencemos…

Oración del Encuentro(Preparar previamente con un canto)

Te busqué Jesús para contemplarte con el corazónTe busqué porque sin ti no podía vivir, te busqué y te

encontré.Ahora Jesús te encuentro en el silencio y en el ruido,

En las noches oscuras y en los cielos luminosos.Ahora tú eres mi amigo, siempre me acompañas y vas a

mi lado,Contigo nada temo, en tu amistad crece el amor, mi

amor.Antes no te veía Señor, me decían que eras invisible,Que ya no estabas en la tierra porque habías muertoY te encontrabas sentado en el trono de tu cielo como

Padre.Pero no, Jesús, tú no estás lejano, tú estás en mis

hermanosEstás encarnado en nosotros, vives con nosotros

eternamente.Ahora te veo entre nosotros en mis hermanos pobres

que me piden un trozo de pan, en mis hermanos enfermos que me piden esperanzaen mis hermanos marginados que me piden calor y

amorahora te veo Jesús mío en todos los sitios,

porque vas dentro de mí, estás en mí, vives en mí.Ven amigo mío, ven a las cenas que da Jesús, son

cenas para los hermanos,Cenas de amor, cenas de amistad.

Ven amigo, abre tu corazón, porque Jesús llama a tu puerta.

Jesús te ama, te perdona, te anima, te alegra, porque Jesús es tu amigo fiel.

Con Jesús, en Jesús y desde Jesús

RECÁRGATE1

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VER:Trabajo en grupo:Leemos y comentamos

“Si yo hubiera vivido en la Palestina del primer siglo,

estoy seguro de que habría reconocido a Jesús. Sería tan distinto simplemente verlo y mirar su obra.” Éstas, o parecidas palabras, a menudo se escuchan cuando la gente del siglo XXI se esfuerza por responder a Jesús y su mensaje.

La verdad es que el desafío de ver y creer, de presen-ciar y seguir, posiblemente fuera muy parecido antes y ahora. De hecho, nuestra generación puede que tenga una definida ventaja. Tenemos el testimonio de gente durante siglos y por todas partes de la tierra que han respondido en fe para extender la Buena Nueva de Jesús. Tenemos el don del Espíritu entre nosotros, que mueve nuestros corazones a respon-der. Y sin embargo, la lucha por reconocerlo plena-mente aún está en nosotros.Los evangelios están llenos de episodios de perso-nas que se encuentran con Jesús, con tantos resul-tados variados como los tipos de sus protagonis-tas: escribas y fariseos, recaudadores de impues-tos y prostitutas; sanos y fuertes así como ciegos y cojos; hombres, mujeres y niños; extranjeros y coetáneos judíos. Lo que queda claro en todos los evangelios es que a Jesús le gustaba estar con la gente. Llevaba a cabo los asuntos de su Padre en las interacciones diarias que son parte de toda cultura en todo tiempo y lugar.

Cuando leemos las narraciones de los evange-lios, o los escuchamos proclamados en Misa, se nos da una oportunidad de encontrarnos con Jesús, ese que camino en medio de tantas personas, y que hoy camina contigo.

1. En el brocal del pozo (La Samaritana) Dame, Señor, de tu agua viva (Juan 4, 5-30)

2. Y la oscuridad se convirtió en luz (El ciego Bartimeo) Oración para pedir la gracia de la fe (Marcos 10, 46-52)

3. La suegra que conmovió a Jesús (La suegra de Pedro) Oración para pedir la salud del alma y del cuerpo (Marcos 1, 29-31)

4. El publicano de Jericó (Zaqueo) Oración para pedir los dones de la conversión y del perdón (Lucas 19, 1-10)

5. Una madre convincente (La mujer cananea) Tú, Señor, eres mi fortaleza (Mateo 15, 21-28)

6. El joven que buscaba la Vida eterna (El joven rico) Oración del corazón (Mateo 19, 16-22)

7. Amiga y discípula (María de Betania) Lléname de Ti, Señor (Juan 12, 1-9)

8. Un padre que ama y cree (Jairo, el jefe de la sinagoga) Profesión de fe (Marcos 5,22-24.35-43)

Los evangelios son la manera más importante de revelar a Cristo y de invitarnos a una relación con él. Cada vez que reconocemos nuestra propia historia en las antiguas historias, tenemos la opor-tunidad de responder en fe.

Preguntas para la reflexión/discusión

¿Cuáles encuentros con Jesús que aparecen en el evangelio hablan más acerca de mi experiencia en este momento de mi vida?

Cuando las preguntas surgen en mi vida, ¿siento la libertad de pedirle al Señor que me responda?

¿Qué puedo hacer para prepararme mejor para encontrar-me con Jesús en la misión de Semana Santa?

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Juzgar:Al ya haber reflexionado de manera personal y compartir diferentes opiniones, veamos como Jesús nos va guiando en esa aventura del Espíritu, ese mensaje que nos dice

Don Ángel este año y que nos llama a ese “seguimiento de Jesús”, a tener una verdadera amistad con Él.

“Sólo con Jesús, en Jesús y desde Jesús, podemos hacer un camino que sea realmente significativo y decisivo para nuestras vidas. Al igual que en las llamadas de Jesús en el Evangelio, hoy como entonces se fija y contempla con atención a cada persona, el fondo de su corazón, y desde ahí hace resonar su invitación a seguirlo. De eso se trata en la vida cristiana: arranca de una vocación, del sentirse llamado por el propio nombre. Ésta es, esencialmente, seguimiento de Jesús. Jesús es quien toma la iniciativa, quien sale a los caminos, quien busca el encuentro con premura. Su mirada de elección y su llamada personal piden una decisión llena de confianza y de abandono en Él.

Porque cuando Jesús llama a alguien para que le siga, no le presenta un programa detallado, ni aduce motivos, ni admite condiciones. La llamada de Jesús compromete en una aventura, en un riesgo. Se trata de seguir su mismo destino sin mapa de navegación. Seguir a Jesús significa incomodarse, alzarse y ponerse en pie, no es quedarse a la orilla del camino, como quien ve pasar a alguien que suscita entusiasmo, polémi-ca o disputa. Lo que conocemos de las llamadas de Jesús en el Evangelio se ha ido repitiendo a lo largo de los siglos, y es la misma llamada que nos ha hecho a cada uno de nosotros, Familia Salesiana, y la que hace a cada joven que se encuentra con Él, y que desea y decide ser de los suyos. Una decisión que implica la audacia del discípulo que vence cualquier tipo de miedo y suaviza las dificultades inherentes al seguimiento, como son el rechazo, la exclu-sión, la incomprensión o los riesgo” (Agui-naldo 2016).

Actuar:Dios sembró valores en el corazón de su hijo y con el pueblo, con sus semejantes Jesús los descubrió y desarro-lló. Jesús aprendió lo que sabía gracias al contacto directo con el pueblo… ¿Y yo?

Haz una lista de valores de Jesús y otra lista con tus valores. Señala los que tienen en común y haz el intento de comprometerte a vivirles y a demostrarlos ante los demás.

SÉ EJEMPLO

Jesús nos ha llamado, nos ha comprometido con Él, tenemos un importantísimo compromi-so, ser nada más ni nada menos, que la imagen de Jesús en la sociedad, porque todos están deseando ver el rostro de Jesús.

Conversa ahora con tu grupo cuál ha sido la frase o palabra que más ha quedado en ti, tomando en cuenta que ya has reflexionado mucho mejor como está tu encuentro personal con Jesús en el momento anterior.

Pregúntate en tu grupo, ¿De qué manera veo yo a Jesús? ¿Lo sigo o espero a que Él venga a mi encuentro?

¿Qué tal si yo soy ese rostro?

En casa como hijo y hermano, en el colegio y en el grupo como compañe-ro y alumno, y así en todos los ambientes donde nos movemos. Lo necesario es tener clara qué imagen de Jesús voy a proyectar a los demás…

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2La Iglesia, un recorrer juntos

RECÁRGATE

MOTIVACIÓN:El Rector Mayor, en su aguinaldo 2016, nos ha invi-tado a mirar y pensar en el camino de nuestra vida: lugar donde todo y lo más importante de ella se juega. La vida es el escenario de los senderos amplios y angostos, de las subidas difíciles y los tramos serenos, del caminar tranquilo y de los gran-des retos. Y nosotros, jóvenes con el corazón valiente y con el deseo de vivir la vida en plenitud, estamos asumiendo la aventura de hacer el camino de la vida siguiendo a Jesús.

Pero este camino de seguimiento a Jesús, no lo hacemos solos, es un camino que muchos se proponen transitar, a veces por el sendero, otras veces por los atajos peligrosos y, en ocasiones -más frecuentes de las que quisiéramos-, en dirección equivocada.

Ocurre con frecuencia que realizamos este camino como si no necesitáramos de nadie más. Muchas veces esto lleva a la desorientación, falta esa voz amiga que nos diga: ¡Mira, no es por ahí!, o ¡ánimo, creo que vamos bien! Y, en algún momento será necesaria esa mano que nos ayude a levantarnos, o será necesaria mi mano -nuestras manos- para levantar a alguien más.

VERHagamos caso a la invitación de Don Ángel y detengámo-nos un momento a contemplar

el camino de la vida -nuestra vida-.

Actividad 1. Personal:

Toma una hoja o cartulina (preferiblemente tamaño carta) y dibuja allí un camino como en la imagen. Luego de un breve momento de oración personal, vas a representar en ese dibujo el camino de tu vida. Coloca en la hoja nombres de personas que han estado en diversos momentos de tu vida, coloca sobre el camino los nombres de aquellas personas que han caminado contigo más de cerca, te han ayudado, o tú has ayudado, o se han ayudado mutuamente, y coloca más lejos nombres o dibujos de personas con las cuales debiste haber caminado, pero con quienes poco lo has hecho… o que han representado alguna dificultad.

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Finalmente damos un vistazo a nuestra sociedad: ¿se acentúa lo individual o lo grupal? ¿Nuestra sociedad hace camino de comunidad o solo prevalecen los intereses individuales?

Al finalizar, contempla un rato tu propio dibujo. Ahora responde: ¿He estado haciendo solo el camino de mi vida? ¿Quié-nes van conmigo? ¿Hay personas que deberían estar más cerca? ¿Cuántos nombres están sobre el camino y cuántos están lejos?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Actividad 2. Grupal.

Luego, nos reunimos en grupo (mi grupo misionero, grupo parroquial, grupo de animadores…) coloca-mos sobre el suelo una representación del camino, semejante a la de la imagen anterior. Elaborarán pequeños carteles (lo suficientemente grandes para que puedan ser leídos por todos a colocarse sobre el suelo) con las palabras: familia, comunidad (parro-quia, capilla, barrio…), país, iglesia… (Pueden agregar más aspectos según la realidad de cada grupo).

Escogerán a un miembro del grupo para que colo-que sobre el suelo cada una de esas palabras. Las colocará más cerca del camino si piensan que el grupo va haciendo un buen camino con relación a ese aspecto. O colocará las palabras más alejadas del camino, si piensa que el grupo está caminan-do, alejado del aspecto señalado en el cartel.Una vez que estén colocados todos los carteles sobre el suelo, mirarán un momento cómo han quedado dispuestos y luego compartirán acerca del camino que va haciendo el grupo con relación a cada aspecto:

¿Voy caminando solo en la vida? ¿Nuestro grupo camina como parte de la comunidad o se encierra? ¿Somos conscientes de ser parte de la Iglesia? ¿Prestamos algún servicio a la comunidad? ¿Nuestro grupo implica a las familias de sus miembros? ¿Recurrimos a nuestro acompañante, párroco, animador? ¿Escuchamos-buscamos consejos? ¿Nos relacionamos con otros grupos?

JUZGARFrente a la realidad que nos hemos encontrado en lo personal, en nuestro grupo y en la sociedad, podemos descubrir que muchas veces hacemos el intento de cami-nar junto a los otros. Pero

muchas veces caminamos como si no fuese impor-tante nuestra vida para los demás ni la de ellos para nosotros. (Podemos orar este fragmento leyéndolo a dos coros o por dos voluntarios)

GUÍA 1. El Rector Mayor, Don Ángel Fernández, al invitarnos a pensar en el camino de la vida, también nos ha invitado a “contemplar como imagen bíblica a Jesús recorriendo los caminos de Galilea junto a los suyos, encontrándose con tantas personas, predicando, curando…”. Jesús no hizo camino solo. Se encontró con las perso-nas de su tiempo, con ellos compartió su vida, su misión, a ellos los invitó a seguirlo y entre ellos “pasó haciendo el bien” (Hch 10,38).

GUÍA 2. Estamos invitados a contemplar la realidad de nuestra vida (tomamos en cuenta la reflexión de la actividad del camino), desde la perspectiva del camino de Jesús. Caminar es una auténtica experiencia humana que también realizó Jesús, y que sigue realizando con nosotros. “…nuestro recorrer el camino de la vida con Jesús es un camino que hace-mos en Él (Col 2,6), que hacemos con Él porque nos ha fascinado, y lo hacemos juntos”.

GUÍA 1. No hay otra manera de caminar con Jesús, si no es estando juntos. Seguir a Jesús es una opción personal, pero es una opción que solo se vive en medio de la Igle-sia, en medio de la realidad en la cual nos encontramos.

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GUÍA 2. El mismo Jesús envió a sus discípulos de dos en dos (Mc 6,7), el mismo Jesús caminaba acompañado por mucha gente (Lc 8,2), el mismo Jesús los hizo sentarse en grupos para repartirles el pan (Mc 6,39), el mismo Jesús caminó en medio de los dos discípulos que se alejaban de la comunidad para hacerles ver que debían regresar a esta y trabajar desde allí (Lc 24,15)

GUÍA 1. El camino de nuestra vida de discípulos de Jesús se hace en la iglesia, con la Iglesia, desde la Iglesia. Iglesia que es nuevo pueblo de Dios; Iglesia que no se encierra en sí misma, sino que sale a las calles, a la periferia, en busca de los más necesitados, para que todos sepan, vivan y celebren que somos hijos de nuestro Padre Dios en Jesús, mientras reco-rremos juntos esta aventura del Espíritu.

Don Ángel insiste en que “…este recorrido no lo hacemos de manera aislada sino juntos, entre noso-tros y con los jóvenes”. Ya lo recordaba el aguinal-do del año anterior “como don Bosco, con los jóve-nes, para los jóvenes”. Y en definitiva, concluye el Rector Mayor,

TODOS: “…se trata de una experiencia en la que el creyente se siente sostenido por un gran Amor y por una comunidad; una comunidad en camino que tiene un proyecto para el futuro”.

Habiendo compartido Juntos esta reflexión, nos disponemos a orar con el texto al que hemos hecho referencia (Se proclama y se guarda un breve momento de silencio).

ACTUARLa mirada que hemos dado a la realidad, leída luego desde la palabra de Dios (a partir de los aportes de Don Ángel), nos exige acciones concretas.

Aquí sugerimos algunas:

1. A nivel personal:Escribo un compromiso concreto: ¿qué paso debo dar (escoger uno bien concreto-específico) para caminar como un auténtico discípulo misionero, miembro de la Iglesia? (Buscar un acompañante espiritual, dar un aporte concreto a mi grupo, prestar un servicio concreto a mi casa-comuni-dad, etc.)

2. A nivel grupal:

a. Reflexionar como grupo cuáles cambios concretos de actitud grupal son necesarios dar para hacer un camino más auténtico como Iglesia en la que caminamos juntos y servimos a la sociedad.

b. El grupo de misioneros organizará un sencillo momento de oración al que invitará a las familias de cada uno de los miembros, como señal de que el camino de ser Iglesia también se realiza desde la propia casa.

“Así, ya que han acepta-do a Cristo Jesús como Señor, vivan unidos con él, 7 enraizados y cimen-tados en él, apoyados en la fe que les enseñaron, y dando siempre gracias a Dios” Col 2,6-7

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3Mirar Adentro

RECÁRGATE

MOTIVACIÓN:Cuando escuchamos la palabra aventura viene a nuestra mente la idea de algo fuera de lo cotidiano, salir de nuestra zona de confort y adentrarnos a lo inesperado, por más que podamos planificar una actividad sabemos que hay un margen que no pode-mos controlar, y solo nos queda confiar en lo que puede suceder. Ante posibles eventualidades nos preparamos y siempre estamos prevenidos. Todos podemos recordar aventuras con familiares o amigos hacia lugares exóticos donde lo “inespera-do” fue la mejor anécdota del viaje.

Como misioneros entendemos perfectamente la situación de aventurarnos y ser preventivos, no nos conformamos con quedarnos en nuestro lugar sino que así, como el Papa Francisco nos invita: salimos a las periferias, a las calles. Don Ángel en su aguinaldo nos llama a recorrer con Cristo la aventura del Espíritu, es interesante que describa el mensaje de dejarnos guiar por el Espíritu de Dios como una aventura pero que no hacemos solo sino que lo hacemos en comunidad, con Cristo y con la Iglesia.

El concepto de aventurero viene de experi-mentar los propios límites y demostrar la propia capacidad de riesgo y ante este concepto estamos invitados a MIRAR

ADENTRO. Si, suena extra-ño que para salir deba-

mos mirarnos prime-ro pero esa es la

aventura que conlleva dejar-nos guiar por el Espíritu de Dios: una aventura de interioridad y espiritualidad.

VER: Iniciemos la actividad entonando juntos el canto:

Tal Como Soy

E C#m A BTal como soy Señor Sin nada que ofrecer Mas que mi canción No tengo más que darte Pues todo es, tuyo Señor Tal como soy Señor Sin nada que entregar mas que el corazón me entrego todo a TiTómame Señor, tal como soy

E B C#m A E B AAcéptame como ofrenda de amor como un sacrificio agradable en tu honor Grato perfume, yo quiero ser Señor

Actividad Personal

Cierra tus ojos, relájate y calma todo lo que en tu mente y corazón está en estos momentos acelerado. Trata de sentir cada parte de tu cuerpo: tus manos, brazos, pecho, piernas…, contempla la oscuridad que ves en estos momentos pero que es tuya, te estás mirando en estos momentos a ti mismo, trata de verte desde afuera… Contémplate físicamente como eres, que te gusta y que tal vez no tanto; luego trata de ver más allá. Mira a tu corazón: tus miedos, alegrías, deseos, sueños, etc. Quédate contemplando todas tus dimensiones. Date 2 minutos contigo mismo en el silencio.

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Ahora extiende tu horizonte y mira tu familia, amigos, escuela, universidad, trabajo, pastoral, etc. Trata de ver cómo eres TÚ con cada uno de ellos, céntrate en tus actitudes y no en las suyas. Regálate 2 minutos más contigo y el mundo.

Reflexiona: ¿Lo que eres gira solo en torno a ti? ¿Qué valores crees que debe tener un misionero para servir a los demás? ¿Qué cualidades de esas tienes tú? ¿Ves tu interior constantemente o te dejas llevar por lo gene-ral?

Actividad Grupal

En este momento con tu grupo deberán llenar una lista de “supermercado espiritual”: en el lugar dispuesto para la formación u otro lugar más amplio deberán haber carteles identificados con el nombre de los “productos”: AMOR, ENTREGA, MISER-CORDIA, EGOISMO, IRRESPETO, ORGANI-ZACIÓN, COMPAÑERISMO, ORACIÓN, ETC. (Tratar de realizar bastantes para así recolectar cada grupo gran cantidad). Cada grupo buscará los productos por todo el lugar e irán tomando lo que creen que mejor ayuda a todo misionero.

Posteriormente terminada la recolección de productos se reunirán en plenaria y cada grupo tomará un solo producto para explicar por qué es importante para el servicio que brinda el misione-ro.

AM

OR

ENTR

EGA

ORACIÓN

MISERICORDIA

EG

OISM

O

JUZGARDistribuidos en los mismos grupos anteriormente especi-ficados leerán el siguiente fragmento del Aguinaldo del Rector Mayor:

La aventura del Espíritu ES CAMINO DE ESPIRITUALIDAD

¿Cómo podría definirse la espiritualidad? En esencia podríamos hablar de que decir espirituali-dad es decir vivir bajo la acción del Espíritu. En palabras más completas del teólogo Hans Urs Von Balthasar, “la espiritualidad es la actitud básica, práctica o existencia, propia del hombre, y que es consecuencia y expresión de una visión religiosa - o de modo más general, ética - de la existencia”. Es decir, no se entiende la espiritua-lidad como algo que se añade, como algo acci-dental o circunstancial a la persona, sino que hace referencia a la esencia misma de nuestra condición de seres humanos. Entonces, nada en la persona, ni las actitudes, ni los comporta-mientos, ni las relaciones pueden quedar al margen de la espiritualidad. La espiritualidad, por tanto, penetra todas las dimensiones de la persona. Tiene que ver con su identidad, sus valores, lo que da significado, esperanza, confianza y dignidad a su existencia y se expli-cita en la relación consigo mismo, con el prójimo y con cuanto trasciende la naturaleza humana, el misterio de Dios.

Y en nuestro caso, como creyentes cristianos y seguidores de Jesús, no hablamos solamen-te de espiritualidad en general sino de espiri-tualidad cristiana porque tenemos en Cristo la fuente, la razón, la meta y el sentido de nuestra vida y de la espiritualidad con que la vivimos. Nos descubrimos habitados por Dios, y creemos que hay un sitio en nuestro corazón para Él, y nos descubrimos seres privilegiados por una relación tan perso-nal. Qué bello es esto sabiéndonos al mismo tiempo 'mendigos de Dios'.

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Espiritualidad cristiana es entonces, y ante todo, un don del Espíritu. Él es el “Maestro interior” del camino espiritual de cada persona. Él suscita en nosotros la sed de Dios (Jn 4,7) y al mismo tiempo sacia nuestra misma sed. Esa vida «en el Espíritu» es para S. Pablo «vida oculta con Cristo en Dios» (Col 3,3), vida del «hombre interior que se renueva día a día» (2 Co 4,16), «vida nueva» (Rm 6,4). Es el espíritu el que hace del cristia-no morada de Dios, capaz de acogerle. Es el Espíritu el que da comienzo a la vida espiritual engendrando al hombre como hijo de Dios.

Ahora en el grupo resaltar la frase que más haya llamado su atención para conversar y dialogar sobre el ¿por qué? Posteriormente cada grupo tendrá una lámina de papel bond con la silueta del mapa de Venezuela y deberán crear un eslogan que puedan transmitir al país de forma positiva, demostrando algunas cualidades que resalten el carácter espiri-tual que tiene nuestro país que como señala el men-saje anteriormente leído: Tiene que ver con su identidad, sus valores, lo que da significado, espe-ranza, confianza y dignidad a su existencia y se explicita en la relación consigo mismo, con el prójimo y con cuanto trasciende la naturaleza humana, el misterio de Dios.

Pasado este momento en plenaria se mostraran los diferentes eslóganes que acompañan la espi-ritualidad de nuestro país. Como Misioneros estamos llamados a hacer un cambio en donde estamos, no podemos ser misioneros de casa solamente, debemos serlo en cada uno de nues-tros ambientes y espacios, no podemos quedar-nos solamente con nuestro “metro” de existen-cia sino que debemos ir hacia la sociedad.

¿De qué manera estamos vinculándonos como misioneros en nuestros entornos? ¿Qué respondemos ante la situación política, económica y social que vivimos? ¿Nos calla-mos o anunciamos la mejor propuesta que es Cristo? __________________________________________________________________________________________________________________________________________

ACTUARCada uno por medio de sus redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, etc) deberá compartir: “Vivo la aventura de ser misionero en mi país con…” y deberá completarlo con el valor o la

actitud que le permite servir a los otros y acompa-ñarlo con el hashtag:

#MisericordiaEsMisión

Recuerda que como Misionero debemos: “salir de sí mismos e ir al encuentro de los otros viviendo la fe en la actividad ordinaria de la vida cotidiana”

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4Misioneros de la Misericordia

guiados por el Espíritu

RECÁRGATE

Previo a este encuentro de formaciónVamos a pedir que cada miembro del grupo busque una imagen del Espíritu Santo y la lleve al encuen-tro; estás imágenes, desde luego, se refieren a las manifestaciones sensibles de las cuales tenemos referencia en los textos bíblicos que se ha mostrado el Espíritu Santo: fuego, viento, paloma. Puede ser recortada, dibujada, impresa, eso según las posibi-lidades que cada misionero.

MOTIVACIÓNNuestra fe de cristianos se da muchas veces más en la práctica que en la teoría. Nos sentimos amados por Dios antes de preguntarnos, ¿qué es el amor?, ¿qué es Dios? Sin embargo, en el proceso de maduración de nuestra fe gradual-mente nos debemos ir haciendo estas preguntas y darnos respuestas que vayan nutriendo y forta-leciendo nuestra creencia.

VERDisponemos en el lugar del encuentro las sillas en forma de círculo y en un lugar visible la frase “Movidos

por el ESPÍRITU”. La palabra “espíritu” con letras huecas, formando solo la silueta de la letra para que puedan ser rellenadas con las figuras que cada misionero ha traído.

Además vamos a pedir a cuatro misioneros que se preparen con los textos de los perso-najes que trabajaremos durante este encuentro. Sugerimos poder hacer la dramatización disfrazados del personaje que les corresponde lo más apegado posi-ble.

Como preparación a este encuentro hemos invita pedido a cada uno a que trajera un figura que repre-sente al Espíritu Santo. Vamos a colocar esas imágenes dentro de la pala-bra “Espíritu” y de forma voluntaria compartir por qué nos parece que esa imagen representa qué es el Espíritu.

(Una vez escuchadas todas las intervenciones que se sugieren sean lo más puntual posible, la persona que guía el momento pasa a ser la síntesis).

Cada una de nuestras intervenciones son muestra de nuestra experiencia del Espíritu Santo y sin duda hay una definición que abraza de forma brillante y única qué es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el amor entre el Padre y El Hijo y desde allí se derraman todas sus manifes-taciones en la Historia de la Salvación y en nuestra propia historia de vida.

Ese amor se ha manifestado en puntuales perso-najes de la historia de vida de nuestra Iglesia. Hoy nos daremos el espacio para encontrarnos con ellos.

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JUZGAR:En este momento los misio-neros encargados de los personajes va a ir entrando y quedándose congelados, o bien pueden estar ya todos presentes petrificados e ir descongelándose cuando les corresponda su intervención. Se sugiere colocar un canto

de fondo relacionado con el Espíritu Santo, como “Ven Espíritu” de Marcos Barrientos https://www.-youtube.com/watch?v=tqDMGFPbiJo.

Se le dará una hoja en blanco a cada misionero dando la instrucción que deben ir colocando por escrito la respuesta a la interrogante que cada personaje les ofrecerá.

Monitor: La acción del Espíritu Santo llega a su culmen, por designio del Padre, en la persona de Cristo. Toda su existencia es un evento del Espíritu ya desde el momento de su concepción cuando a María, la joven de Nazaret, se le comunica que “el Espíritu Santo descenderá sobre ti, sobre ti exten-derá su sombra la potencia del altísimo” (Lc 1,35). Podremos ver durante este encuentro el testimonio de varios personajes bíblicos que nos hablar de su encuentro con el Espíritu.

MARÍA: (Una joven vestida de María se descongela para hacer su intervención)

Sentir que Dios te habla directamente al corazón es la mayor gracia que puede sentir un creyente. Dios ha sido para mí, María de Nazareth, un encuentro respe-tuoso, mi Dios que me ha propuesto un plan, tenemos un Dios de propuestas ante el cual he dado un sí por la acción que en mi he sentido del Espíritu. Solo me quedó decir: “Aquí está la esclava del Señor, que me suceda según dices” (Lc 1,38).

Un sí que me llevaba a confiarme en totalidad a Dios, un sí de vida. (María hace una pausa como para recordar) Verle de Niño jugar y orar al Padre, estar junto a él en Canaá y verlo iniciar su misión, escucharlo en medio de la muchedumbre, abrazar-lo en la cruz, orar con sus discípulos aguardando su retorno, verle resucitado y sentir el sacudón de aquel Pentecostés.

Seguir al Espíritu es una aventura de vida, un sí sostenido en la sorpresa, la dolencia y la salva-ción ¿Tú a qué le estás diciendo sí en tu vida? ¿A qué te llama el Espíritu? ¿Cuál es tu respuesta?

Monitor: Contemplando a Pedro, el pescador impetuoso de Galilea, en toda su trayectoria de seguimiento del Señor, con sus promesas e infidelidades, sus aciertos y desaciertos, se desprende la gran lección: es el Espíritu quien impulsa a este líder indiscutible, lleno de nobleza y amor al Maestro, a seguir los proyectos de Dios y no deformarlos como simples deseos humanos.

PEDRO: Ya a mis tantos años poco nos sorprende pues, muchos voceros de Dios y charlatanes hemos visto transitar por las orillas de nuestros mares. Siempre entre las redes se cuela alguna piedra que confundi-mos con un pescado. Pero, nunca podré olvidar aquel día en el que el Maestro me llamó con poder, su voz era escuchar a Dios en la tierra; cautivó mi corazón que se había endurecido por el tiempo. Me rendí ante su llamado y le acompañé desde el principio con mis otros hermanos.

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Lloré con amargura haber traicionado a un Dios tan bueno sin embargo, su mirada de amor nunca se apartó de mi mente, él lo podía hacer todo, ¡todo! Yo sabía que me podría perdonar.

¿Quién era yo?, un pobre pescador. ¿Quién era él?, Dios que caminaba con nosotros quien me cambió para siempre, quien convirtió mi vida. ¿Qué debe Jesús convertir en ti? ¿Qué debe el Espíritu tocar en ti?

Monitor: Pablo de Tarso fue el observante de la Ley, que escandalizado ante el inaceptable mensaje de un hombre, un tal Jesús muerto en la cruz, sintió el deber de perseguir a los cristianos y quedó alcanza-do por Cristo Jesús.

(Vestido como un soldado y tirando en el suelo por completo se levanta al comenzar su diálogo).

PABLO: Más grande que una visión o una ilumina-ción fue la fuerza que me arrancó del caballo con el que perseguía a los seguidores de Jesús de Nazare-th. (Muy emocionado e intentando explicar lo inexplicable) ¡Era una revelación del mismo resu-citado! ¡Era Él quien me llamaba! ¡Era una voca-ción que me estaba entregando! ¡Ese día nací de nuevo! ¡Ese día yo nací al Espíritu! Yo que tanto perseguí a los seguidores de Cristo, Yo que estaba decidido en contra de Jesús y Él estaba decido en mi favor hasta que me alcanzó.

El encuentro con Jesús cambió radicalmente mi vida, me llevó a poner todas mis energías al servicio de la causa de Cristo, causa que en momentos anteriores había perseguido ¿A qué debes nacer tú? ¿A qué causa te llama Jesús después de tu encuentro con él?

Monitor: La vida espiri-tual de Don Bosco fue una larga y paciente peregri-nación hacia lo más hondo de su rica e intensa vida interior. En este proceso de interioridad, como todo en su acción apostólica, fue un camino que transitó dando un paso cada vez, consciente de que la meta que Dios le proponía no se podía alcanzar en un solo movimiento.

(Un joven vestido de Don Bosco se descongela la para hacer su enérgica intervención)

DON BOSCO: Don Cafasso, Mamá Margarita y por supuesto la presencia materna de María fueron algunas de las compañía que me guiaron en mi vivir desde niños. Dios sembró en mi corazón el deseo irrenunciable de soñar pero, no cualquier cosa: yo soñaba un mundo distinto para mis queridos jóvenes o mejor dicho, Dios quería hacer a través de mí un mundo mejor para los jóvenes. El llamado que Dios me hizo desde pequeño fue a ser sacerdote, eso creo que fue lo primero que descubrí, Dios sembró en mí un corazón de apóstol entre los jóvenes. Mis manos estaban teñidas del espesor de la reali-dad de esa sociedad piamontesa del siglo XIX, mi corazón ardiente por la salvación de la juventud, mis pies en el camino del com-promiso por los más pobres. Pero todo ello no fue fruto de una improvisación. Cuidé día a día mi vida espiritual para vivenciar la fuerza que me animaba mis ideales más íntimos: Dios. Dios me llamaba a esta aventura del Espíritu. Yo intuía que no era una experien-cia para unos pocos jóvenes con cualidades excepcionales, o una cómoda evasión de los compromisos. Todo joven que entraba en el Oratorio, fuese cual fuese su estado o condición, era invitado a vivir una vida cristiana plena, y llamado a vivir gozosa-mente la vida del Espíritu.

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Por eso introduje en la labor cotidiana pastoral, la idea del gusto por la vida espiritual. Introducía en la vida de aquellos muchachos chorros de luz, de colores, de notas alegres de vida cristiana. En el Oratorio no se aprendía solo un oficio, el sentido del deber, sino que era afinada, “educada” bellamente la dimensión espiri-tual de la vida. ¿Cómo está tu vida espiritual hoy, queri-do joven?

ACTUARVamos a releer cada una de las preguntas que nos han presentado estos personajes tan importan-te que nos han visitado el día de hoy completan-do nuestras respuestas de forma personal:

- ¿Tú a qué le estás diciendo sí en tu vida? - ¿A qué te llama el Espíritu? ¿Cuál es tu respues-ta?- ¿Qué debe Jesús convertir en ti? ¿Qué debe el Espíritu tocar en ti?- ¿A qué debes nacer tú? ¿A qué causa te llama Jesús después de tu encuentro con él?- ¿Cómo está tu vida espiritual hoy, querido joven?

Por parejas vamos a dialogar acerca de qué tienen en común todas las llamadas del espíri-tu.

Finalmente, vamos a agruparnos por el perso-naje que más se asemeja al llamado que esta-mos sintiendo de Dios y compartir qué nos ha llamado la atención de cada respuesta de los personajes. Este compartir lo sintetizamos en una sola frase por grupo que pudiéramos presentar en una lámina o compartir en voz alta.

Grupo 1: Aquellos que se sienten llamados con radicalidad a llevar a Jesús al mundo, con esa nobleza del llamado a María.

Grupo 2: Quienes sienten que avanzan en medio de sus errores y día a día se van convirtiendo.Grupo 3: Los que sienten la necesidad de renacer de nuevo como lo hizo Pablo. Grupo 4: Los que nos sentido llamado a contribuir al crecimiento de la vida espiritual de los jóvenes como opción radical de apostolado, a semejanza de Don Bosco.

Cierre: Ya antes del inicio de su ministerio en Galilea “Jesús recibe el Espíritu y Dios se le declara Padre amante (Mt 3,17): es constituido Hijo antes de actuar como apóstol”. Mientras Jesús se recoge en oración tras su bautismo “el cielo se abrió y descendió sobre Él el Espíritu Santo” (Lc 3,21b-22a), y por medio del Espíritu el Padre lo unge como Mesías y lo presenta como el Hijo Amado. Lleno del Espíritu Santo “es guiado por el Espíritu al desierto...” (Lc 4,1-13). En el Espíritu, llegado al desierto, vence las tentaciones y se muestra especialmen-te Hijo en el Padre. Siempre en el Espíritu vuelve a Galilea, llega a Nazaret y se atribuye a sí mismo, y públicamente, la profecía de Isaías “el Espíritu del Señor está sobre mí” (Lc 4,18).17 En síntesis, estas sencillas referencias a las citas neo testamentarias nos muestran de manera evidente cómo la vida de Jesús ha estado marcada por la presencia y acción del Espíritu de Dios, y cómo su vida fue un apren-dizaje, todo un aprender a vivir como Hijo del Padre buscando siempre y en todo su voluntad.

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Tarea: Vivir el Espíritu en FamiliaComo seguidores de Jesús nuestra vida también, está marcada de la presencia del Espíritu. Así nosotros hemos sido llamados en nuestro bautizo hijos amados, también. Hemos sido llamados a vivir ese sí de nuestro bautismo de forma permanente en medio de los nues-tros. Como práctica de ello te pedimos que compartas esta oración sobre al Espíritu Santo con tu familia:

Ven, Espíritu Dios Creador,y visita el hogar de tus fieles,

haz un templo de gracia su pechocon el don de tu santa presencia.

Tú, el amor que consuela a los hijoscomo eterno regalo del Padre,Caridad, Fuente viva de gracia

Llama eterna de amor verdadero.

Ilumine tu luz nuestros ojos,y tu amor se derrame en el alma,tu poder nos sostenga en la luchay renueve las fuerzas cansadas.

Ilumine tu luz nuestros ojosy tu amor se derrame en el alma,

sé la mano que venza en sus luchas,el sendero que guíe sus pasos.

Haz que triunfen sus hijos al maly que reine la paz en sus almas,

fortalece la fe del creyenteque ha nacido a la vida divina.

Demos gloria por siempre a Dios Padrey a Jesús triunfador de la muerte

y al Espíritu, vida del alma,alabanza y honor para siempre. Amén.

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5Bienaventurados con Cristo

RECÁRGATE

MOTIVACIÓN:Hemos hablado en los 4 domingos anteriores de la figura de Cristo en mi vida, del caminar que en conjunto hacemos como Iglesia, de una aventura profunda y de espiritualidad acompañada de varios ejemplos de vida como María, los Apóstoles que representados en nuestras familias y comunidad hacemos todos ese caminar con Cristo, desde Cristo y hacia Cristo.

No solo ya hemos ido haciendo este camino cuaresmal como misioneros sino que desde el 8 de diciembre del 2015 se nos ha ido pintando este año de un color distinto, del color de la MISERI-CORDIA. Un tema que parece ahora estar muy en boga a nivel eclesial y que estamos caminan-do juntos hacia ese misterio al que nos llama el Papa Francisco y que nos acerca profundamente a Dios. Además el Papa en su mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud 2016 a cele-brarse en Cracovia, Polonia, nos regala la cita que nos ilumina este año como MJS y que nos conecta a todos: “Bienaventurados los Miseri-cordiosos porque ellos alcanzarán la Miseri-cordia” (Mt 5,7). Es por esto que en todo lo que hemos hecho: discernir, reflexionar y preparar nuestro corazón para semana santa, donde iremos al encuentro con nuestro hermano simplemente se resume a: ser Bien-aventurados con Cristo.

Las Bienaventuranzas son un caminar que debemos hacer nosotros como Misioneros para alcanzar la Misericordia. El Papa Fran-cisco y el Rector mayor lo tienen muy claro: seguir a Cristo requiere de un camino, una aventura que hay que recorrer guiados del Espíritu, las bienaventuranzas son ese camino pero no uno recto y plano, no uno corto ni tampoco sencillo, es un

caminar laberintico. Requiere de varias herramientas y procesos el poder recorrerlo pero que se basan en algo sencillo pero profundo: la Misericordia.

VEREn primer lugar pongámonos en presencia del Señor y todos juntos en un solo coro recemos la siguiente oración de Santa Teresa de Jesús:

Nada te turbe,Nada te espante,

Todo se pasa,Dios no se muda.

La pacienciaTodo lo alcanza;

Quien a Dios tiene Nada le falta:

Sólo Dios basta.Eleva el pensamiento,

Al cielo sube, Por nada te acongojes,

Nada te turbe.A Jesucristo sigueCon pecho grande,

Y, venga lo que venga,Nada te espante.

Vivimos constantemente en un correr y correr en el mundo, somos jóvenes que no vivimos aislados a una realidad sino que debemos responder a ella. Te has percatado de ello: DEBES dar una respuesta a todas esas reali-dades que tienes: universidad, familia, trabajo, escuela, etc. Es por eso que esta oración busca calmarnos y centrarnos en la respuesta a todo: Dios.

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Así que ante esto, busca calmarte y mirar tu interior. Te presentamos el CAMINO DE LAS BIENAVEN-TURAZAS, donde deberás responder a cada pregunta que te hace para ayudarte a mirar a tu interior:

¿Sientes que tu espiritualidad

está nutrida en Dios?

¿Qué defines tú como Justicia? ¿Cuál crees que es la Justicia que aplicó Jesús?

¿Eres capaz de demostrar tus sentimientos

a los demás? ¿Con quiénes?

¿Tu corazón en estos momentos qué tan limpio esta?

¿Sientes que ayudas a los demás por

entrega misma o por simple "seguir la corriente"?

¿Hay paz en cada uno de los ambientes que transitas: casa, liceo, universidad, trabajo, pastoral, etc.?

¿Te has sentido alguna vez juzgado por el tiempo que dedicas a Dios?

¿Has manifestado en todos tus círculos

sociales (amigos, pareja, escuela, etc.)

el amor de Dios en ti?

AHORA DEFINE LA MISERICORDIA EN UNA PALABRA

JUZGARAl momento de entender entonces las Bienaventuran-zas como ese camino misio-nero que debemos realizar cada uno en el día a día

para alcanzar la Misericordia podemos contem-plar la invitación directa que nos hace Jesús a seguirle. Vivir y transitar este camino no es para cobardes o flojos, es un camino que pide revolu-ción. Nosotros como Misioneros se nos ha repe-tido la frase: salir a las periferias. No sé si te has preguntado “¿Y cómo hago al estar allá en las periferias? ¿Qué hago?” pues aquí hay una idea: Jesús en las Bienaventuranzas, presenta un modelo opuesto al que se vive constante-mente en el día a día, nos dice el Papa Francis-co: En la lógica de este mundo, los que Jesús proclama bienaventurados son considerados "perdedores", débiles. En cambio, son exalta-dos el éxito a toda costa, el bienestar, la arro-gancia del poder, la afirmación de sí mismo en perjuicio de los demás. Ante esto mira tú caminar misionero, mira tú decisión de estar aquí e ir a un lugar donde no conoces a nadie, donde no es tu zona de confort y pregúntate: ¿Por qué he decidido estar aquí? La respuesta la sabes y es que hay algo (tal vez ya lo sabes o no) que te mueve a hacer, a actuar por el otro.

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Actividad Personal:

A continuación te presentamos un extracto del Mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Juventud 2016 en Cracovia, te invitamos a leerlo de forma personal para luego reflexionar en plenaria:

Y tú, querido joven, querida joven, ¿has sentido alguna vez en ti esta mirada de amor infinito que, más allá de todos tus pecados, limitaciones y fracasos, continúa fiándose de ti y mirando tu existencia con esperanza? ¿Eres consciente del valor que tienes ante Dios que por amor te ha dado todo?

La Palabra de Dios nos enseña que «la felicidad está más en dar que en recibir» (Hch 20,35). Precisamen-te por este motivo la quinta Bienaventuranza decla-ra felices a los misericordiosos. Sabemos que es el Señor quien nos ha amado primero. Pero sólo sere-mos de verdad bienaventurados, felices, cuando entremos en la lógica divina del don, del amor gratuito, si descubrimos que Dios nos ha amado infinitamente para hacernos capaces de amar como Él, sin medida. Como dice San Juan: «Que-ridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. […] Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros» (1 Jn 4,7-11).

Reflexiona con el mapa anteriormente trazado cómo vives la Misericordia en tu vida. Trata de traer a tu mente algunos actos donde hayas sentido que ese misterio que nos acerca a Dios por medio de otros se hizo presente en tu vida. Luego de pensarlo individualmente comparte con otro misionero cual fue ese momento en que vivenciaste la misericordia.

Actividad en Grupo:

Para entender mejor el camino al que Jesús

y la misericordia nos llama, vamos a distribuirnos en tres grupos donde podamos trabajar lo que el Papa llama: las parábolas de la Misericordia.

Grupo #1: Parábola de la Oveja Perdida (San Lucas 15, 1 – 7)Grupo #2: Parábola de moneda perdida (San Lucas 15, 8 – 10)Grupo #3: Parábola del hijo prodigo (San Lucas 15, 11 – 32)

Cada grupo leerá el episodio bíblico y se responde-rá la siguiente interrogante: ¿De qué manera está plasmada la misericordia?

Posteriormente conversado el pasaje y la pregun-ta, en un papelógrafo cada grupo plasmará ya sea con un dibujo o una frase esa invitación concreta que, como misioneros nos hace para vivir la misericordia al sitio que vamos.

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ACTUARLa misericordia pinta el mundo de Dios, y es nues-tro trabajo como misione-

ros llevarla a todos, tanto que para eso tenemos las

Obras de Misericordia, en este momento ubícate con tu grupo de misión y reflexionen sobre ellas y respondan:

¿Hay alguna obra de Misericordia – espiritual o física- que sientan que falta? ¿Cuál? ¿Por qué?

Ahora como compromiso del grupo Misionero ubiquen una obra de Misericordia espiritual y una corporal que realizarán en esta Jornada Misionera, deberán realizarlas todos juntos en su sitio de misión. Así como el Papa Francisco nos dice: Como ven, la misericordia no es “buenis-mo”, ni un mero sentimentalismo. Aquí se demuestra la autenticidad de nuestro ser discípu-los de Jesús, de nuestra credibilidad como cristianos en el mundo de hoy.

2016

#CaminoCuaresmalRECÁRGATE

DirecciónGabriel Díaz

Yoselin Rodríguez

Redacción:S. Ma. Henar Alcalde, FMA

Jaime Padrón, SDBYasury Romero

Diseño y Diagramación:Miguel Goncalves

Bibliografía:Papa Francisco. “Bienaventurados los Misericordiosos porque ellos alcanzaran la Misericordia”. Mensaje de la Jornada Mundial de la Juventud, Cracovia 2016. (2015), p. 1 – 7. Papa Francisco. Misericordiae Vultus. (2015), p. 1 – 16. Don Angel Fernandez, SDB. “Con Cristo, Recorramos

juntos la aventura del Espiritu”. Aguinaldo a la Familia Salesiana, (2016). p. 1 – 16.

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