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HUMAN OSTEOLOGY (Second edition) Tim D. White
CAPÍTULO 14 RECUPERACIÓN, PREPARACIÓN Y CURACIÓN DE LOS RESTOS
ESQUELÉTICOS
Traducción libre: Natalia Restrepo.
En este capítulo se introducirán procedimientos útiles en la recuperación de
material esquelético. El capítulo está organizado de manera cronológica. Primero
se revisarán aspectos de hallazgo y técnicas de recuperación y excavación. Luego
se discutirá el transporte del material osteológico, la preparación primaria del
laboratorio y la restauración. El análisis de los restos está localizado en el capítulo
15.
En cada aspecto del análisis osteológico, tanto en campo como en el laboratorio,
el sentido común es crítico. Si hay toda una regla fundamental, esta es pensar
antes de actuar. No hay una fórmula única, receta o procedimiento a aplicar en
cada situación de campo. Simplemente hay muchos y diferentes contextos de
hallazgo y muchas variaciones de preservación que envuelven los restos
osteológicos. La excavación en cementerio es diferente de una excavación de un
esqueleto aislado, los huesos antiguos son diferentes de los huesos recientes, los
casos forenses son diferentes de los proyectos arqueológicos, y un entierro
saturado de agua son condiciones diferentes de restos momificados en los
desiertos más secos. Hay, sin embargo, algunos principios generales que se
aplican en la mayoría de los casos que se refieren a restos esqueléticos.
14.1 Búsqueda
Los restos osteológicos pueden ser hallados en contextos forense, arqueológico, o
paleontológico, cualquiera como un resultado de una intención profesional, o de
una inspección aficionada o cómo resultado de un accidente. Las metodologías de
búsqueda intencional varían ampliamente, desde las expediciones paleontológicas
a investigaciones por muerte o desaparición. Algunas veces la búsqueda es a
grande escala, apuntado a la recuperación de restos homínidos esparcidos en
terrenos grandes como en Maka, en Etiopía (Ver capítulo 27). Otras ocasiones, la
búsqueda puede ser muy localizada, como en los escombros calcinados del
Complejo de la rama Davidian en Texas (Owsley et al., 1995) o en una escala más
grande como en la búsqueda para el ejército MIAs dentro de los cráteres de
década-antiguas creados por impactos militares de alta velocidad (Hoshower,
1998). Algunas veces los restos de los cementerios con contextos arqueológicos o
históricos pueden ser llevados para la atención de los agentes ejecutores de la ley
o médicos que los examinen por vandalismo o causas naturales (Berryman et
al.,1991). Otras veces, los osteólogos forenses son involucrados en la búsqueda
de fosas clandestinas usando métodos alineados desde las fotografías aéreas
hasta el entrenamiento de perros detectores de olores (France et al., 1992). Por
supuesto, no todas las búsquedas resultan en hallazgos y muchos paleontólogos
regresan con las manos vacías. Los métodos de búsqueda varían ampliamente en
osteología dependiendo del contexto único de cada caso, pero una vez que se
hace el descubrimiento, una serie de pasos se siguen.
14.2 Hallazgo
Los restos óseos son muchas veces encontrados por accidente. Por ejemplo, los
caminantes y los equipos de construcción encuentran a menudo el material
osteológico. Cuando ellos lo hacen, usualmente reportan esto a las autoridades
locales que ejercen la ley. Puesto que hay muchos más huesos de perro, caballo,
y cabra que huesos humanos sobre la superficie de la mayoría de los lugares en la
tierra, éstos son confundidos a menudo como huesos humanos por los no
profesionales y los aficionados. Una regla general par la práctica de la osteología
humana es asumir que el personal que ejerce la ley son quienes a menudo
encuentran primero dichos restos (incluyendo, en algunos casos, investigadores
de muertes violentas) no se califican para rendir opiniones exactas sobre restos
esqueléticos aislados o fragmentados. Por ejemplo, los conejos domésticos que
murieron quemados en remolques han sido identificados por investigadores
oficiales de muertes violentas como niños humanos. Los osteólogos humanos
forenses usualmente encuentran situaciones en las cuales la identificación
morfológica es llevada a cabo fácilmente. (Ver Ubelaker et al., 1991). Por otra
parte, un esfuerzo coordinado entre el antropólogo físico y el investigador de
muertes violentas especialista en escenas del crimen es absolutamente esencial
para la obtención de todas las pistas disponibles (Wolf, 1986; Maples and
Browning, 1994; Dirkmaat and Adovasio, 1997).
En la introducción al material esquelético, el osteólogo humano hace frente con tres preguntas críticas:
Es material humano?
Cuántos individuos están representados? (o cuántos individuos hay?)
Cuál es la antigüedad de esta material? La experiencia es lo más valioso para contestar las dos primeras preguntas.
Cuando surja cualquier duda, consulte material esquelético para comparar o las
ilustraciones en este libro.
La tercera pregunta es usualmente más difícil de contestar acertadamente,
particularmente si es información contextual no es asequible. Para dar una
respuesta exacta es necesario emplear un poco de trabajo de detective. La
condición de los huesos no dice mucho de ellos, porque la condición física de los
huesos está en su mayor parte controlada por el ambiente físico donde cada uno
fue depositado. La erosión y el deterioro del hueso son aceleradas por luz del sol
directa, calor elevado, fluctuaciones de temperatura y humedad, las influencias
bióticas, y la acidez del suelo. Cuando estas variables se mantienen al mínimo, el
deterioro puede progresar muy lentamente. Para calcular la antigüedad de los
restos óseos (no la edad (Período o tiempo) del individuo en la (de) muerte), es
necesario dar las consideraciones elementales al contexto. ¿El esqueleto ha sido
recientemente alterado? ¿Qué clase de artefactos aparecen con los restos?
Dentadura falsa, empastes dentales, monedas, granos, cerámica, clavos de ataúd
y otras evidencias de cultura material (Si se puede establecer una verdadera
relación con los restos óseos) La determinación de la antigüedad de los restos
puede ser crítica. El desgaste de los dientes puede proporcionar a veces pistas del
origen del material esquelético; en muchos lugares, los dientes de individuos
muertos recientemente, usualmente muestran menos desgaste que los vistos bajo
condiciones aborígenes. Porque la información contextual es tan crítica para una
determinación exacta de la antigüedad y el origen de los restos óseos, el
osteólogo debe hacer siempre todo lo posible por visitar el sitio del descubrimiento
y para hacer una evaluación directa y un expediente de primera mano de la
historia y de las asociaciones deposicionales del material osteológico.
14.3 Excavación y Recuperación
La apropiada evaluación de algunos restos óseos normalmente requiere una
recolección de los huesos y un análisis de laboratorio subsiguiente. Siguiente al
hallazgo, la inclinación natural del osteólogo (particularmente cuando los restos
fueron el objeto de la búsqueda y especialmente si son fósiles homínidos) es sacar
los huesos – recolectarlos. Este levantamiento inmediato de la muestra de su
contexto es la peor estrategia bajo la mayoría de las circunstancias,
particularmente cuando los huesos son encontrados en contextos arqueológicos o
paleontológicos donde han permanecido por mucho tiempo. Ellos ya no pueden
“caminar” sobre sí mismos. Antes de alterar el contexto, muévase lejos del sitio y
desarrolle cuidadosamente una estrategia para el registro y la recuperación. Si se
pide la celebración del descubrimiento, hágalo fuera del sitio. Sobre el sitio, es
recomendable ser paciente y contenerse, aunque cuidadosamente diseñando una
estrategia apropiada para extraer los restos. La escritura de impresiones bajo la
forma de notas de campo es necesaria y ayuda en esta planificación.
Después de que la emoción y el entusiasmo del descubrimiento hayan disminuido,
es hora para la evaluación seria, objetivo de la situación. Las siguientes preguntas
podrían ser cuidadosamente consideradas:
¿Cuáles son las obligaciones políticas y legales bajo las cuales se debe
proceder a la recuperación? Goldstein (1995) proporciona un caso de estudio
esclarecedor a este respecto. Los osteólogos deberían contribuir con la
gestión del proyecto para asegurarse de que todas las leyes aplicables se
siguieron y que todas las partes en cuestión están informadas.
¿En qué condiciones está el hueso?
¿Qué le ocurrió al hueso, cómo estaba expuesto? ¿Cuánta erosión natural o
humana inducida se descubre en el hueso y cómo está disperso este a través
del campo?
¿Cuál es la información contextual disponible?
¿Cuáles son las opciones que existen para la recuperación del hueso?
Considerar la disponibilidad de tiempo, mano de obra y equipo de trabajo.
Como observa Hoshower (1998), la estrategia de excavación adaptada, es un
componente clave para una recuperación exitosa.
Figura 14.1 Un entierro pionero cerca del histórico Burdeaux Trading Post, al sudeste de
Wyoming. El sepulcro, que parecía estar asociado al puesto de comercio o al Oregon Trail,
fue encontrado en 1980 por un equipo de arqueología de campo bajo la dirección de
George Gill. Izquierda, Vista sesgada de la tumba, delineada por el perímetro del suelo
más oscuro. El cúbito derecho está expuesto cerca del extremo superior en el relleno de la
tumba. Los artefactos encontrados con el esqueleto inluyen un anillo de matrimonio y
adjunto un aro negro de luto y tres monedas. Lo que se ve en esta fotografía son los
pedazos de unas botas y un sombrero de ala ancha sobre el rostro. Un fragmento
desplazado del radio derecho está en pedestal cerca de la rótula derecha. Derecha, la
tumba después de la excavación (de Gill, Fisher y Ziemans, 1984).
Las figuras 14.1 a 14.12 ilustran algunos aspectos de la recuperación esquelética
en situaciones arqueológicas. Ubelaker (1980) es una buena fuente de
ilustraciones adicionales, y los capítulos 25-27 presentan casos de estudios que
involucran la recuperación de partes óseas. El capítulo 21 retoma las
consideraciones especiales incluyen muestreos biomoleculares y precauciones.
Lo siguiente son los pasos generales que se deben seguir en la recuperación del
material óseo:
Si las partes del esqueleto han sido esparcidas por erosión, marcar cada una
con una banderilla y evaluar la distribución para pronosticar donde se pueden
encontrar más piezas.
Figura 14.2 Vista anterior de un cráneo de un hombre excavado en la tumba presentada en
la figura 14.1. observe la herida en el cráneo por disparo de arma de fuego causada por un
arma calibre .44- o .45 - . Una segunda herida por disparo perimortem en la cadera y por lo
menos tres fracturas ya cerradas en las costillas fueron observadas por los investigadores.
Este individuo, un hombre quien probablemente perdió a su esposa antes de su propia
muerte (indicada por anillo de boda), fue abaleado probablemente en 1869 o 1870 (de Gill,
Fisher y Ziemans, 1984).
La preocupación primordial en todos los trabajos posteriores al descubrimiento
de la muestra, en el campo o el laboratorio, es no permitir que se produzcan
daños adicionales. El daño de la excavación y de la extracción a los restos
osteológicos es común pero innecesario. Se deben tomar medidas para
consolidar los huesos frágiles in situ (en el lugar) con conservantes, si es
práctico.
Perder un poco de información es posible, especialmente lo que concierne al
contexto. Los restos, tanto en un contexto forense o arqueológico son de una
clase. Son recursos no renovables. Hay solamente un hueso, un individuo, un
entierro, o cementerio, y esto significa que solamente hay una ocasión para
extraer los restos total y correctamente. Las acciones tomadas durante la
recuperación tienen consecuencias que sobreviven a cualquier investigador, y
representa una responsabilidad pesada para el osteólogo.
Conseguir el equipo apropiado para la recuperación. Las tablas 14.1 son una
lista de suministros y equipo que los osteólogos podrán encontrar útil para
consultar antes de dirigirse a campo. Siempre que los huesos y su contexto no
sean inmediatamente puestos en peligro, la recuperación debe ser suspendida
hasta que las herramientas apropiadas estén disponibles. Utilice su juicio
dependiendo de lo precario de la situación.
Antes de alterar la escena hacer un registro escrito y fotográfico todas los
detalles importantes. Nunca confíe en su memoria. Es usualmente frecuente
para controlar un punto o un dato sobre el sitio, establecer una cuadrícula con
estacas y atada con cuerdas que crucen la superficie. Todos los objetos
recuperados pueden ser relacionados a la cuadrícula. La advertencia de Wolf
(1986) sobre acercarse a una escena del crimen con material disperso como si
se estuviera limpiando un campo minado, es apropiada en este sentido. Una
cámara con Polaroid es valiosa, y una película de 35-mm blanco y negro es
económica y fácilmente tramitable. Un puntero direccional (flecha) a escala
debe ser incluido en todos los dibujos y fotografías. La siguiente fase de la
excavación podría ser fotografiar desde tantos ángulos como sea conveniente.
Retirar todas las herramientas, raíces oscuras y masas o montones de tierra
antes de tomar las fotografías. Si la iluminación es un problema, especialmente
en una excavación, utilice una hoja blanca o de aluminio sobre un cartón, o
adhiera el flash para iluminar la muestra. La clave para una fotografía correcta
es el control de la iluminación (ver capítulo15). Si la muestra es de crucial
importancia, será bueno hacer una videograbación de esta para enseñar, dar
una conferencia, un curatorial y para propósitos forenses.}
Tablas 14.1 Equipo y Suministros para el trabajo de campo osteológico
EQUIPO DE TRABAJO:
Compás
Cinta métrica
Martillo (de carpintero y geológico)
Clavos o estacas
Trenza
Líneas de nivel
Palas
Cubos
Picos
Palustres
Sondas de prueba de excavación (dental y madera)
Cepillos (varios tamaños y texturas)
Pantallas
Hachas y sierras
Detector de metales (casos forenses)
Escalera
Cámara trípode
Cámaras (de video, con Polaroid, de 3.5-mm)
Cámara con flash y cable libre
Foto a escala y flecha direccional
Tablero para la información de la foto
Foto Gray card
Alicates, llaves, cortadores, archivos
Cuerdas
Lonas
visor de foto estéreo
Fotografías aéreas
Paraguas de campo
Permisos del recorrido y de la excavación
Grabadora
Mesas portátiles y sillas
Podadoras de arbusto
Sistema de posicionamiento global
Computador portátil
EQUIPO DE SUMINISTROS
Película
Pegamento
Cinta (de enmascarar, gaffer' s, y transparentes)
Solvente para el preservativo
Material de embalaje
Envases (cajas, bolsos, frascos)
Papel de aluminio
Papel fino
Periódico
Cuadernos
Utensilios de la escritura
Plumas de etiquetado
Tinta de etiquetado
Baterías (linterna y cámara)
Alambre
Yeso
Gasa
Agua
Láminas de acetato
Pulimento de clavo
Jeringuillas
Cintas video
Cintas de audio
Figura 14.3 Sitio de arqueología prehistórica en California del Norte, antes y después de la
excavación. Arriba, los esquemas y los llenados más oscuros de los agujeros de tumbas
circulares pueden verse en la excavación, en el suelo de las trincheras. Las escalas están
en pulgadas. Abajo, los entierros flexionados fueron revelados dentro de las tumbas,
levemente superpuesto al entierro 2. Aquí, se muestran los dos individuos del entierro,
ambos flexionados. La misma piedra grande aparece en las esquinas inferiores izquierdas
de las dos fotografías.
EQUIPO PERSONAL
Instrumentos para excavar
Cuchillo de bolsillo
Tijeras
Utensilios de escritura
Radio
Lupa
Linterna, bulbos adicionales
Cuaderno
Calculadora y baterías
Cámara, película, baterías, flash, lentes
Calibrador
Cinta de medición
Fondo para la foto, cable libre, escala, corredera
espejos pequeños para foto
Guantes
Documento de viaje (pasaporte, boletos, certificado
médico, formas del seguro, letras del permiso)
Sombrero
Carpa
Bloqueador
Bronceador
Cantimplora
Plato, taza, cubiertos
Toalla, saco de dormir
Aguja e hilo de rosca
Pequeño kit de preparación
Vidrios o lentes adicionales
Gafas de sol
SUMINISTROS PERSONALES
Dinero
Líquido limpiador de lentes y papeles
Cintas
Papel con membrete y sobres institucionales
Cinta de gaffer
Bloqueador solar
Medicinas, agua purificada
Bolsas plásticas
Marcadores de tinta permanente
Cintas de goma
Clips para papel
Artículos de tocador
Jabón y Champú
Cepillo de dientes y pasta dental
Humectante para los labios
Repelente
Figura 14.4 Entierro flexionado de un adulto acompañado por bienes mortuorios. Cuentas
adheridas al cráneo, piedras en la boca y otras cuentas y pendientes vistas alrededor del
esqueleto poscraneal. Prehistórico, California del norte. La escala es en pulgadas.
Figura 14.5 Cremación prehistórica expuesta en una excavación arqueológica. Los
artefactos obsidianos son asociados con la excavación. Los fragmentos de huesos
cremados pueden verse encima del indicador LAS. 7. Prehistórico, California del norte. La
escala es en pulgadas.
Figura 14.6 Entierro ceremonial de oso. Sobre el cráneo del oso hay tres conchas de
abalone (molusco)
Debido a que estos huesos de mamífero grande usualmente eran explotados por su valor
nutricional, los huesos de mamíferos grandes de los depósitos de basura arqueológicos
están a menudo muy fragmentados; este caso es una excepción obvia. Prehistórico,
California del norte.
Figura 14.7 y 14.8 Un entierro prehistórico extendido del sitio Libben en Ohio. El excavador
(izquierda), despeja la parte central de este entierro, expone cuidadosamente las falanges
de la mano con una sonda dental. Después de un registro completo, el arqueólogo
(derecha) cuidadosamente retira el cúbito y el húmero. Las costillas han sido expuestas
para el registro fotográfico y el bosquejo, pero no fueron puestos en peligro durante la
excavación.
Comience las medidas de preservación de ser necesario (para los
endurecedores y otros conservantes, vea la sección 14.7).
Recoja todos los huesos expuestos sobre la superficie, incluso los fragmentos
que no parecen ser de homínido. Retire sus zapatos de ser necesario y baje
sobre su vientre para ver más de cerca. Asegúrese de que la luz sea la
adecuada antes de hacer esto. Es para su conveniencia que la lluvia haya
lavado los huesos y limpiado la superficie; mientras más disturbios haga, el
suelo se tornará más difícil para reconocer los fragmentos pequeños de hueso.
Muévase lenta y cuidadosamente, sin pisar los restos o artefactos bajo sus
pies.
La pantalla de tierra de la región abdominal de todos los esqueletos para
recuperar la dieta y restos fetales. Retire toda la tierra superficial, floja, dejada
encima de cada esqueleto. Una malla de 1.0 milímetros (cernidor) recuperará la
mayoría de los fragmentos importantes. El agua lava el material excavado a
través de la pantalla para hacer a los fragmentos más visibles y fáciles de
recuperar.
Para entierros, u otros materiales articulados in situ, exponga los huesos uno
por uno. En un contexto arqueológico es importante reconocer que hay una gama de variación cultural muy resuelta y etnográficamente observada muy
grande en prácticas mortuorias humanas. Sin embargo, para la mayoría de los
usos, hay algunas clases generales de entierros a los cuales el osteólogo deba
estar alerta: Un entierro primario es un entierro en el cual todos los huesos
están en posición anatómica " natural". Cada entierro está algunas veces
clasificado de acuerdo a si las extremidades están extendidas o flexionadas.
Aquí no hay una categorización ordenada, y una fotografía vale muchas
palabras de esta descripción. Un entierro secundario es un entierro en el cual
los huesos de un esqueleto no están en una posición anatómica “natural” pero
se han recolectado juntos a una cierta hora después de la desarticulación
completa o parcial del esqueleto y después han sido enterrados. Algunas veces
estos entierros contienen bultos de huesos. Un entierro múltiple es un entierro
en el cual hay más de un individuo. Estos entierros incluyen osarios, las urnas
de entierro contienen más de un individuo, y una variedad de posibilidades. La
cremación es una práctica mortuoria que involucra la incineración intencional
del cuerpo. Las cremaciones muchas veces pueden ser informativas - cuanto
menos eficiente el fuego, más informativa la muestra. Micozzi (1991) repasa
prácticas mortuorias por todo el mundo.
Figura 14.9 Tumba masiva en el Libben prehistórico, el sitio contiene restos esqueléticos
de cuatro niños y un adulto. Las piernas y los pies extendidos de un adulto enterrado
posteriormente resaltan en la excavación de la parte inferior de la fotografía. Cada
superimposición de entierros diferentes, son eventos que comúnmente se encuentran en
cementerios aborígenes, usualmente porque las tumbas no están marcadas con
monumentos de superficie permanentes.
Figura 14.10 Entierro extendido de un individuo inmaduro del sitio Libben prehistórico. Se
debe tener un gran cuidado con la recuperación de los huesos sin osificar de los individuos
jóvenes.
Figura 14.11 los huesos de un feto fueron encontrados dentro de la cavidad pélvica de este
esqueleto femenino del sitio prehistórico Libben. Los húmeros, las costillas y la escápula
del feto están anteriores a la articulación sacroilíaca.
Figura 14.12 Este esqueleto fetal, material del sitio prehistórico Libben representa uno de
los entierros más pequeños jamás recuperados. La buena preservación combinada con la
gran precaución por los detalles durante la excavación, hacen a la colección ósea de este
sitio arqueológico uno de los mejores disponibles para el estudio de la demografía
prehistórica (ver capítulo 20). Tamaño natural.
En la exposición de los entierros, se usan cuidadosamente las herramientas
apropiadas. Los piquetes dentales son afilados y eficientes, pero pueden dañar
fácilmente el hueso. las herramientas de madera o de bambú a veces pueden
ser convenientes, y una gama de cepillos de varios tamaños y texturas son
indispensables. Trabaje la caja torácica hacia el exterior cuando sea posible.
No utilice la paleta en un movimiento de barrido a menos que usted está
haciendo trabajos de exploración. Trate de dejar los huesos apoyados para
limpiarlos, la limpieza de los pies y los huesos de la mano son la última parte.
Mire en el suelo los cambios de color y de textura, la perturbación de roedores
y raíces, alfombras de impresión, vegetación podrida, madera, restos de
insectos, carbón, y artefactos asociados tales como cuentas o clavijas
rebordeadas. Se debe estar alerta a todos los tejidos suaves que puedan
quedarse allí, incluyendo cabello, piel, huellas dactilares y ligamentos. Escriba
o grabe sus apuntes; la memoria no será suficiente. Registre los ángulos de
flexión, la orientación del cuerpo y la cabeza, la profundidad de los huesos de
la superficie o el dato, y cualquier otra información contextual. Tome muestras
de suelo en el lugar apropiado. Recuerde que todos los detalles del contexto se
deben conservar en una excavación arqueológica o forense. En situaciones
arqueológicas, el contexto a menudo da la mayor cantidad de información del
sitio. La excavación de un sitio lo destruye, y los datos del contexto que se
dejan sin registrar, se pierden para siempre.
Las muestras para análisis bioquímicos e histológicos (ver capítulo 21) deben
tomarse a la mayor brevedad, con herramientas limpias y guantes, en envases
esterilizados, para evitar la contaminación.
La propia remoción de los huesos es uno de los últimos pasos de la
recuperación, luego de la exposición, la fotografía y el bosquejo. Para ayudar
en su endurecimiento, deje los huesos expuestos secar completamente en una
zona bajo la sombra del sol. Separe cada hueso suavemente –no utilice la
fuerza. La tierra (matriz) se puede dejar en las piezas finas (omóplato, pelvis)
para evitar daños en el transporte. No intente una limpieza rigurosa en el
campo; esta se debe realizar en situaciones donde la luz, las herramientas, el
agua, la comodidad, la asesoría, el material comparativo, y el tiempo estén en
mayores proporciones –en otras palabras, en el laboratorio. Tome cada hueso
individualmente, y etiquételos a medida que vaya trabajando, especialmente las
costillas y las vértebras. Guarde los huesos derechos e izquierdos de las
manos, los pies, y las costillas en contenedores separados. Mantenga las
epífisis sin fusionar con sus respectivos huesos. Esté atento cuando remueva
los elementos, observando huesos fetales, sesamoideos, piedras de los
riñones y de la vesícula biliar, y pequeños artefactos. Guarde todo, incluso si
piensa que no podría ser humano. Es más fácil hacer la identificación precisa
en el laboratorio. No desatienda las piezas esqueléticas inmaduras o los
entierros perturbados; tal indiferencia sesgará las representaciones del
cementerio y tendrá en última instancia un efecto nocivo sobre cualquier
reconstrucción demográfica.
Después de la remoción, si el hueso está todavía húmedo, déjelo secar
totalmente en la sombra. Nunca mezcle las muestras durante el lavado o el
embalaje en el sitio. Cierna toda la tierra que permanezca en el punto del
entierro, observando si hay granos, dientes, y otros artículos que pudieron
haberse pasado por alto mientras se retiraban los huesos más grandes.
Las decisiones acerca del lavado del material en el sitio de la recuperación, es
mejor dejarlas al juicio del investigador. Como Brothwell (1981) escribe,
generalmente no hay problema en decidir sobre la resistencia de los huesos,
los huesos en lo general no son engañosos en este sentido. Usualmente es
evidente durante la recuperación si es o no probable que se desintegren al
manipularse. Si hay agua disponible, y el hueso se preserva bien, puede ser
conveniente lavar las piezas de cada esqueleto en campo. A menudo es mejor
quitar la tierra de la bóveda craneal y de las órbitas mientras que el suelo esté
todavía húmedo. No trate de reconstruir los huesos en campo –sólo guárdelos
(los fragmentos) juntos.
Las decisiones sobre la aplicación de los preservantes (sección 14.7) debe ser
tomada durante la exposición, y esta aplicación será a menudo necesaria antes
de la remoción, si es posible.
El papel de aluminio es un material un poco costoso pero muy eficaz que se
puede utilizar para estabilizar, proteger, y mantener los huesos y sus piezas en
el lugar durante el levantamiento y el transporte. Presione la hoja firmemente
alrededor de todas las irregularidades del hueso y de la matriz.
Algunos investigadores utilizan el registro de formas de entierro. Estos pueden
ser útiles, si se emplean con precaución, se utiliza en la determinación del
sexo, de la edad, y de otras características, enmarcadas a menudo por tales
formas. Asegúrese de marcar estas determinaciones de la identidad como
preliminares cuando se hagan en campo.
14.4 Transporte
Cuando la exposición, la fotografía y el bosquejo están completos, los restos
óseos pueden ser removidos del contexto arqueológico. En el contexto forense, la
decisión de remover es tomada por el encargado de la escena del crimen. Esto
comienza una “cadena de custodia” en la cual el osteólogo debe participar (Melbye
and Jiménez, 1997). Si el esqueleto está bien conservado, los huesos se pueden
levantar individualmente. Una vez los huesos hayan sido extraídos, y se haya
limpiado el terreno, estarán listos para embalarlos y transportarlos al laboratorio.
Los vehículos disponibles para el transporte y los materiales embalados varían
mucho. El transporte por lo tanto, depende de lo que haya disponible. Sin
embargo, bajo todas las circunstancias, una norma primaria siempre debe ser
observada: No deje que ocurran más daños.
Ocasionalmente es necesario remover el entierro o sus partes como una unidad,
en un bloque soportando la matriz, para estudio o exhibición. Para remover un
entierro completo, se emplea la técnica paleontológica de “jacketing”1. Para esto,
primero se aisla la muestra en un pedestal de tierra. Luego, utilice los vendajes de
cañamazo empapados en yeso para formar un molde o una cubierta alrededor de
la muestra. Refuerce esta cubierta cuanto sea necesario, con la consolidación de
barras de metal o de madera. Después de que el yeso se haya endurecido, cave
alrededor de la muestra y sáquelo. Esta es una operación costosa en términos de
material, tiempo y personal. Esto requiere experiencia y debe ser usado sólo
cuando sea necesario.
Una vez el entierro haya sido removido, lávelo y séquelo, las manos, los pies y las
costillas deben ser embaladas teniendo en cuenta el lado y las vértebras teniendo
en cuenta el tipo2. Rotular estos elementos en el momento de la remoción
facilitará enormemente la clasificación en el laboratorio. Rotule todas las bolsas y
cajas usadas con tinta impermeable. Las bolsas de papel son propensas al
deterioro si se utilizan para el almacenamiento a largo plazo, pero respiran
humedad y, por lo tanto, son mejores que las bolsas de plástico para la
clasificación después de la excavación y el transporte del material óseo que
retiene la humedad residual. En el transporte, mantenga los huesos fuera del
agua. Este es lo más importante en este punto de rotular y mantener la
organización de los huesos cuando son extraídos desde su contexto y
transladados al laboratorio.
Cuando se empaquen los huesos, embale herméticamente con una gran cantidad
de relleno (bolsas de plástico o periódico) para evitar el movimiento en el
contenedor. Los paquetes más pesados, los huesos más densos en la parte
inferior de los contenedores y los huesos más frágiles tales como escápulas,
pelvis, y cráneo en la parte de encima. Asegúrese que todos los huesos estén en
su contenedor asignado durante los movimientos bruscos que inevitablemente
acompañan el transporte. Sea particularmente cuidadoso con el cráneo, cuyos
huesos faciales son frágiles. El cráneo y la mandíbula deberían ser embaladas
cada una por separado, y el cuidado se debe tomar para asegurarse de que los
dientes que pudieron desalojarse de sus alvéolos durante el transporte
permanezcan con la quijada que los perdió.
14.5 Clasificación
El osteólogo a menudo se enfrenta con el desafío de la clasificación de los
individuos de una colección en la que hay más de un esqueleto representado. De
importancia primordial en esta clasificación son la edad, estatura y diferencias de
1 Su traducción al español es “cubiertas externas”
2 Es decir, su ubicación.
sexo así como rasgos bilaterales no métricos. La correspondencia articular o de
las facetas interproximales proporcionan a menudo pistas para la asociación. Los
factores de conservación, tales como el color del hueso, la humedad o la
consolidación son de importancia secundaria, pero algunas veces se usan para
clasificaciones individuales.
El número mínimo de individuos (NMI) en cualquier conjunto de huesos es el
número mínimo de individuos necesario para llevar la cuenta de todos los
elementos del conjunto. Un ejemplo muy simple puede ser un conjunto constituido
por dos muestras, un fragmento de cabeza de húmero izquierdo y un fragmento
distal de húmero izquierdo. Estas dos muestras, aunque el eje de intervención
falta, podría representar al mismo individuo (a menos que las muestras tengan
edades individuales claramente diferenciadas). Aunque pudo haber dos individuos
implicados en el valor del NMI, en este caso, sería 1.
Esta lógica básica es usada para determinar el valor del NMI en algún conjunto de
restos humanos, siguiendo este procedimiento: Primero, retirar todos los
elementos no humanos. Luego, separe los huesos de acuerdo a la estructura y
lateralidad. Dentro de cada categoría de elementos para lateralidad derecha,
cuente el número mínimo de individuos, más no piezas, representadas. Considerar
todas las relaciones posibles entre los fragmentos y la evaluación de la edad de
cada fragmento. Realice el mismo procedimiento para ver el número mínimo de
individuos con los huesos del lado izquierdo dentro de cada categoría de
elementos, luego observe los individuos representados por huesos de lateralidad
izquierda que emparejen, o pertenezca posiblemente, a los de la derecha. Éstos
no aumentan la cuenta. Los huesos del lado izquierdo que no emparejan o
corresponden el lado derecho, único en edad o morfología, se agregan a la cuenta
del número mínimo. Después, esto se hace para todos los elementos pares e
impares, el mayor número mínimo de individuos determinado por algún elemento,
constituye el número mínimo de individuos en un conjunto.
Considere, por ejemplo, un conjunto constituido por dos maxilares derechos de
adulto con dentición completa, tres fémures de adulto izquierdos, un fémur de
subadulto derecho, dos sacros, cuatro calcáneos de adulto derechos y tres
incisivos centrales superiores permanentes. El número mínimo de individuos (NMI)
en este conjunto es seis –el subadulto más 5 adultos (determinado por dos
incisivos centrales derechos en un maxilar, y tres incisivos centrales derechos). El
número máximo de individuos es determinado por el conteo de todo sin asociar ni
emparejar las piezas –en este caso, hay un total de cincuenta. Para otro ejemplo,
ver la figura 14.13.
Figura 14.13 Para determinar el número mínimo de individuos para este conjunto de diez
muestras (se observa la mitad del tamaño natural), primero determine que no hayan piezas
no humanas. Clasifique las piezas dependiendo del elemento óseo y lateralidad. Hay dos
astrágalos derechos, tres mandíbulas izquierdas, un maxilar, y cuatro cúbitos derechos.
Uno de los cúbitos es inmaduro. El NMI es igual, por lo menos, a cuatro individuos. Dado
que no hay piezas que se afilien o sean simétricas (lados opuestos de la misma persona),
es posible que cada pieza represente a una persona diferente, por lo que el indicador de
número máximo de esta muestra corresponde a diez.
14.6 Preparación
Las técnicas usadas en la preparación del esqueleto (limpieza) varían de acuerdo
a la condición del hueso y al contexto de su hallazgo. La osteología forense
requiere de un tratamiento especial (mirar más adelante). Se debe continuar
utilizando el sentido común. Si el hueso está bien conservado, este se puede lavar
en agua tibia (sin detergentes o algún otro aditivo) usando cepillos, palos de
madera y botellas con spray. Nunca lave más que un esqueleto al tiempo. Use una
pantalla (malla) en todos los lavados, tanto en campo como en el laboratorio, para
evitar que los huesos pequeños se pierdan. Como el agua del lavado se vuelve
fangosa, los pequeños fragmentos se pueden separar y llegar a perderse en el
sedimento en la parte inferior del lavabo (o del recipiente en el que se está
lavando) o desaparecer por el drenaje. Limpie el Lavabo o el recipiente del lavado
y cierna frecuentemente, asegurándose de que ambos procesos sean controlados
en cada entierro. Dependiendo de la humedad, los huesos lavados se secarán en
un tiempo de 24 a 48 horas sobre los estantes y a la sombra. En el laboratorio, se
puede agilizar este proceso, usando un ventilador para expandir el aire a través de
los estantes de secado de los huesos. Nunca use una fuente de calor debido al
peligro de la exfoliación de la superficie del hueso.
Para los fósiles, se requiere de una preparación técnica más sofisticada. Algunas
veces, los fósiles están encajados en una matriz muy compacta, que resulta ser
más dura que el hueso mismo. Muchas veces la matriz puede ser suavizada con
acetona, disolvente de pintura, e incluso agua. Las muestras fósiles más
representativas, podrían ser moldeadas (ver sección 14.9) antes de limpiarla para
hacer un registro del estado de preparación. Cuando se limpie, la muestra matriz
podría ser guardada para que así los investigadores futuros puedan estar
preparados para establecer la procedencia, la estratigráfica y la posición espacial
de la muestra.
Algunas de las herramientas y técnicas comúnmente utilizadas en la preparación
paleontológica, incluyen las siguientes:
Martillo y cincel. Esta técnica tiene una larga historia, y muchos fósiles tienen
las marcas para probarlo. La velocidad es una ventaja, pero el choque
impuesto en la muestra y la falta de control, son puntos negativos.
Taladro dental. Esta rápida pero peligrosa técnica, ha sido empleada por
muchos años. Los puntos positivos incluyen el poder de cortar bien, más
control que con un martillo y un cincel, y produce un choque mínimo sobre la
muestra. Por otro lado, se debe tener extremo cuidado de mantener alejada la
superficie afilada del taladrador de la superficie del objeto que se comienza a
limpiar.
Pica dental (o aguja sostenida en rosca) bajo el microscopio binocular. Esta es
a menudo la manera más efectiva para limpiar un fósil; esta da al preparador
mucho control y un límite de daño potencial para áreas pequeñas. Por otro
parte, este trabajo requiere una cantidad enorme de tiempo y paciencia.
Tratamiento ácido. Los ácidos acéticos, fórmicos, o hidroclóricos diluídos se
pueden utilizar para disolver la matriz que sostiene a algunos fósiles.
Excelentes detalles se pueden obtener por medio de esta técnica, pero se
requiere paciencia, extender la vigilancia para evitar que el ácido ataque al
modelo en sí, al grabado de su superficie, o el debilitamiento de su integridad
estructural. Tome todas las precauciones estandarizadas de laboratorio cuando
se utilicen ácidos.
Abrasión de aire. Esta técnica de preparación usa una herramienta que
dispara una corriente de partículas a la matriz como un chorro a presión de
arena miniatura. Este provee velocidad y control sin producir un choque. Así
mismo, las partículas abrasivas pueden opacar detalles y cubrir de escarcha
las superficies del hueso y los dientes. Además, esto dificulta controlar el
chorro abrasivo ya que se ramifica a través de las grietas debajo de la
superficie de la muestra.
Trazo de aire / trazo eléctrico. Este punto de acero vibrante es conducido por
aire o electricidad y actúa un como martillo perforador miniatura. Es muy útil en
algunos casos, demostrando una manera de acción micro cinceladora que
exfolia la matriz del hueso. Se debe tener cuidado para evitar una vibración
excesiva, y la extremidad aguda del instrumento debe tocar solamente la
matriz, nunca el fósil en si mismo.
Los ingredientes esenciales más exitosos en la preparación fósil, son la paciencia
y la experiencia, pero la ayuda y el consejo de preparadores expertos con ambos
ingredientes es crucial. Observe que todas las técnicas discutidas llevan con ellas
los peligros que existen para los fósiles. Es mejor ser precavido que lamentarse en
la preparación de fósiles importantes. Los traumas visibles provenientes de la
preparación en fósiles ya limpios, demuestra fácilmente que muchos trabajadores
anteriores no eran suficientemente cautelosos. (Figuras 14.14 – 14.15).
Figura 14.14 Laboratorio – Daño producido a un cráneo de fósil perteneciente a un Homo
del Pleistoceno de Petralona, Grecia. Removido de su matriz por un por una muela
abrasiva de alta velocidad, esto ha producido daño en la superficie original del hueso nasal
izquierdo, y las marcas de cincelado reposan sobre la órbita izquierda. Tamaño natural.
Figura 14.15 Vista frontal de un cráneo inmaduro Neandertal de Engis, Bélgica (A). Los
rasguños superficiales a lo largo de la línea media fueron hechos por una aguja del
instrumento llamado diágrafo, y los que están a lo largo del borde izquierdo quebrado del
frontal fueron hechos por el papel de lija usado para alisar previamente el área de atrás
reconstruida con yeso. Estas marcas fueron interpretadas como evidencia de la práctica
mortuoria de Neandertal (Russell y LeMort, 1986). Esta interpretación ha demostrado ser
errónea por White y Toth (1989). El micrógrafo electrónico de barrido (B-D) muestra las
estrías del papel de lija. Observe el “retroceso” al final del trayecto de cada uno de los
granos del papel de lija y como al final del lijado fue alcanzado a golpear. Estas figuras
ilustran la utilidad del microscopio electrónico de barrido en la investigación de la
modificación del hueso en ampliación.
Otra técnica de preparación especializada en osteología, involucra material
forense con tejido blando adherido. Aquí, la mayor parte del tejido blando se
puede remover cuidadosamente con herramientas de corte. La muestra puede
entonces hervirse con o sin productos químicos tales como la enzima base de los
detergentes. Para la discusión de una variedad de técnicas útiles de limpieza de
tejido blando en la construcción de colecciones comparativas de esqueletos de
mamíferos, consulte a Hildebrand (1968) y a Mori (1970). Asegúrese de consultar
a un patólogo de tejidos blandos antes de la eliminación de los mismos –nunca
destruya evidencia de ningún tipo. Incluso las larvas de insectos contenidas en
estos tejidos pueden proporcionar pistas importantes en un caso forense.
14.7 Preservación
La consolidación de los huesos se puede lograr de varias maneras, durante y
después de la recuperación. Diversos endurecedores o conservantes están
disponibles. Estos son por lo general, ya sea agua –o acetona– soluble, que
incluyen Glyptal (un producto que, cuando está puro, tiene la consistencia espesa
del pegamento), polivinilacrilato (PVA, o Vinac, un plástico disuelto en acetona),
Paraloid B72, Bedacril (que se pueden adquirir en trozos duros que luego se
diluyen en un disolvente orgánico), Butvar3 (un polvo mezclado en disolvente), y
muchos otros. Los pegantes de cianoacrilato de diversos grados de viscosidad son
irreversibles pero pueden ser necesarios para aplicar antes de remover los restos
óseos, particularmente, coronas de dientes muy quemadas o incineradas en
3 Conocido también como polivinilbutiral
contextos forenses (Mincer et al.,1990) Consulte con el curador de la institución
que almacenará el material osteológico sobre la clase de preservativo que
prefiere..
La clave para usar algún preservativo, es la correcta disolución. La más frecuente
falla en el uso de preservativos es el error al diluir la solución lo suficiente, lo cual
da como resultado una penetración pobre y la formación de una piel externa dura
en la muestra, pero una falta de endurecimiento interno. La impregnación con el
preservativo que tenga la consistencia de agua es lo recomendado, usualmente
cerca de un 5-10% de solución. Generalmente es mejor sumergir las muestras
enteras en la solución y después dejarlas secar en una pantalla de alambre
(malla). En el caso de restos óseos más frágiles, que no se puedan levantar para
ser sumergidos, vierta la solución sobre esta muestra. Utilice solventes orgánicos
(thinner) con extrema precaución. Muchos de estos químicos son peligrosos, evite
respirar sus vapores y recuerde que estos, en muchos casos, son
extremadamente peligrosos por ser flamables.
14.8 Restauración
La restauración involucra juntar las piezas de huesos rotos nuevamente. Un
conocimiento detallado sobre osteología, simplifica esta procedimiento
enormemente; la habilidad par identificar el sitio y la posición de los fragmentos
permite el rápido ensamble de los mismos. La restauración de lo huesos
fragmentados es muchas veces descrita como algo que genera más dificultad que
armar un rompecabezas. Esto es una exageración. Un esqueleto fracturado tiene
más de una dimensión y mucha más información que un cuadro enigmático de un
oso polar en una tormenta de nieve. La restauración es, casi siempre, rápida y
fácil para los osteólogos competentes (ver figura 14.16 para la ilustración de una
restauración en progreso).
Figura 14.16 En el laboratorio, la muestra osteológica está totalmente rotulada y
restaurada. Aquí la osteóloga observa para poder ensamblar. Cuando se encuentran las
uniones correctas, los huesos son pegados y temporalmente soportados en una caja con
arena, mientras el pegamento se seca. El material comparativo podría ser útil durante
estas operaciones. En segundo plano, se ve el lavado y secado de muestras adicionales.
Las siguientes son guías valiosas para la restauración:
Utilizar un pegamento que pueda ser disuelto luego. Esto asegura a
trabajadores futuros la habilidad para corregir algún error no intencional de
restauración.
No se apresure. Tanto la preparación, la paciencia y la experiencia son
esenciales enana buena restauración ósea.
Restaurar los huesos del rostro y de la bóveda por separado antes de unirlos.
Utilice los cóndilos mandibulares como una guía para restaurar la anchura
craneal correcta, cuando está en duda.
Esté seguro de que los huesos estén pegados a menos que el pegamento sea
soluble en agua y esté siendo usado.
No pegue antes de estar seguro de encontrar una buena unión. Observar, si
es necesario, bajo el microscopio.
Asegúrese de que las superficies que se peguen estén limpias de cualquier
partícula. Cerciórese de que las superficies que ensamblan sean limpias de la
ruina. La adhesión de arena, preservativos, y escamas de hueso pueden dar
lugar al desalineamiento de la piezas fracturadas.
Usar color, textura y lo más importante, encajar las piezas anatómicamente.
No pegue los dientes en las cavidades alveolares, sin estar completamente
seguro de que estos encajan allí. El contacto de las facetas interproximales
son unas guías invaluables pares corregir la posición dental.
No pegue una esquina dejando los agujeros sin rellenar. En lugar de esto,
utilice la cinta adhesiva para hacer ensambles temporales. durante más de un
par de meses y tenga cuidado de liberar la cinta de la superficie del hueso sin
que se exfolie. Cuando esté seguro de que una unión es correcta, quite
progresivamente la cinta y pegue las superficies quebradas.
Re construya sólo donde sea necesario. Utilice yeso blando o una mezcla de
50:50 de parafina y caliente el yeso seco hasta que se vuelva líquido en una
cacerola, sobre una plancha caliente (no sobre una llama directa). No someta
a fuego la parafina. Esta restauración es fácil para trabajar con material
removido o sin remover. En contraste, el modelado de arcilla (o plastilina)
tiende a ser más seboso, y debería, generalmente, no ser usado excepto como
propuestas temporales. Luego de que la restauración esté completa,
asegúrese de marcar lo reconstruído desde las superficies originales. La
reconstrucción (como opuesto de restauración) es raramente justificable para
una muestra original, porque esta es subjetiva y opaca la valiosa información
de la muestra representativa.
Utilice una caja con arena y la gravedad para poner las piezas mientras las
reconstruye. Asegure una parte en la arena y mueva la parte de arriba,
soportando temporalmente lo unido con pegamento y cinta de enmascarar.
Esté seguro de dejar que el pegamento se endurezca completamente antes de
remover las piezas de la caja con arena.
Donde se limiten las uniones y se vean débiles, amortigüe las partes mediante
postes de madera o varillas de vidrio.
No use pegamentos, preservantes o reconstrucción material que haya sido
inhibida con moldeado de goma (o caucho) que pueden ser utilizados en la
muestra en un momento posterior. Compruebe cualesquier sustancia para
saber si hay compatibilidad con el moldeado de caucho antes de aplicarlas a la
muestra.
La restauración completa para algunas muestras es extremadamente difícil,
algunas distorsiones son el resultado de una deformación más que de una
fractura. Cada deformación es imposible de corregir.
14.9 Moldeado y vaciado
Los moldes de material óseo son usados en osteología y paleopatología para
varios propósitos. Estos proporcionan un buen registro de archivo, tridimensional,
de un objeto bajo estudio (Mann y Monge, 1987; Smith y Latimer, 1989). Además
son útiles notificando conclusiones a colegas y cortándola en secciones
transversales, sirve para fines comparativos. Las técnicas especializadas y los
materiales usados en moldeado y vaciado de dientes, están esquematizados en
Hillson (1992,1996). Muchos métodos de moldeado pueden ser usados para
huesos, dependiendo de las necesidades del investigador. Algunas de estas
están listadas aquí:
Impresión dental compuesta. Los polvos mezclados con agua forman el
material que los odontólogos utilizan para hacer impresiones dentales.
Alginato, Geltrato y muchas otras marcas, son buenas para hacer fácilmente
moldes unilaterales y están ampliamente disponibles, son baratas y fáciles de
usar. No hay recomendaciones para sostener detalles muy pequeños o para la
producción de más de uno o dos moldes. Los moldes se deterioran en
cuestión de días, aún cuando se conserven húmedos.
Los moldes de goma de látex. Este material da una resolución más alta y la
habilidad de de hacer dos partes del molde. El material es más caro que los
componentes de la impresión dental, pero dura mucho más.
Moldes de goma Silástica (Silicona). Para moldear detalles y obtener larga
duración, la goma silástica es el material escogido para moldear. Este material,
sin embargo es el más costoso y el que más tiempo requiere al usarlo.
Réplicas de microscopio de barrido electrónico. Una gran variedad de otras
impresiones dentales en goma que se endurecen rápidamente, son usadas
para hacer réplicas con pegamento de pequeñas porciones superficiales de
hueso para trabajar en la cavidad.4
El vaciado más fácil de usar es el yeso, el cual viene en muchas variedades. Los
materiales del vaciado incluyen lo siguiente:
4 Chamber traduce: cámara
El yeso común de pares es barato, pero es blando y fácilmente erosionable
El cemento yeso de alta resistencia y los yesos dentales son los más duros,
especialmente cuando se mezclan con algo más fuerte, especialmente agua.
Los detalles sobre los vaciados en estos materiales pueden ser excelentes y
su reducción es mínima.
Muchos plásticos y pegantes están también disponibles, pero la reducción de
estos materiales, combinados con su tendencia a encogerse a un molde
Hay varias técnicas para colorear los vaciados de todos los materiales y
establecer sus características. Esto incluye un vehículo como el alcohol para
disolver, la difusión de pigmentos empleados por artistas y laca en spray, se
suman a una larga duración y un acabado llamativo y de protección para el
producto final.
14.10 Curación
Durante el proceso inicial del material esquelético, es aconsejable rotular los
huesos individualmente con un prefijo designando el sitio y el número
representativo del esqueleto individual. Por ejemplo, BOD-UP-1/1 es un numero
muestra para la primera vértebra de la primera muestra paleontológica recogida
en la localidad de Bodo en el área de Etiopía en 1981.
Es crucial que esta rotulación sea legible con numerales que cualquiera pueda
leer, se debe ser cuidadoso para no confundir 9s, con 2s o 1s con 7s. los números
de las muestras deberán ser escritas en tinta permanente a prueba de agua
protegidos bajo esmalte de uñas. Para huesos mas suaves, es necesario untar
sobre el hueso previamente seco y endurecer la superficie del hueso antes de
poner el rotulo sobre este. Este tratamiento previene que la tinta se difumine en
una imagen ilegible los números de la muestra son esenciales; representan
vínculos importantes entre los huesos y la información sobre su contexto original.
La mezcla de material etiquetado es una mala práctica en el laboratorio, pero la
mezcla de material sin etiquetar es a menudo irreversible, y por tanto,
imperdonable. Las etiquetas deben estar en los huesos en una fase temprana del
proceso curatorial.
Existen dos objetivos principales de curación. El primero, según los pasos
descritos anteriormente, es prevenir la pérdida de información. La información
perdida puede darse en forma de una verdadera destrucción física de los huesos
y dientes, en la mezcla de materiales sin etiquetar en las colecciones, o en la
pérdida o destrucción de los registros (incluyendo los registros de computador) del
material óseo. Casi todas las fracturas simples de hueso pueden ser reparadas
con pegamento. El objetivo de la curación, no obstante, es evitar la fractura en
primera instancia, con una adecuada manipulación y almacenamiento del material
óseo. Las personas no experimentadas o no calificadas, no deberían manipular el
material osteológico sin supervisión. No debe se permitir que el análisis métrico o
fotográfico del material dañe la muestra. Los huesos son bastante tolerantes a un
rango de almacenamiento, pero su contenido (cajas, bandejas, bolsas, relleno)
debería ser compuesto de material no degradable, un material sin ácido. Los
huesos deben ser almacenados en áreas en las cuales la humedad, la luz y las
extremas temperaturas se mantengan al mínimo. Se deben tomar medidas para
que los insectos y roedores se mantengan alejados de los estantes y registros del
material óseo. Para prevenir pérdidas accidentales de registros por inundación,
fuego, y hurto, es recomendable hacer una copia de todos los registros óseos
(incluyendo una copia del disco duro del computador) y guardar esta copia en un
lugar separado del original.
La segunda regla que rige la curación es la provisión de información par acceder a
la colección. Un investigador debería estar capacitado para moverse rápidamente
y eficientemente entre los restos óseos y sus registros. Las bases de datos del
computador son importantes, no solamente para la organización de las
colecciones, pero también como un medio para aumentar el acceso de la
investigación.
SUGIERO OTRAS LECTURAS
algunas fuentes adicionales publicadas que describen la recuperación esquelética
en contextos arqueológicos y forenses se proporcionan aquí. Observe que no hay
substituto establecidos para la experiencia; el osteólogo no experto encargado de
recuperar los restos esqueléticos debe solicitar siempre la ayuda de colegas más
experimentados, particularmente, arqueólogos.
Brothwell, D.R. (1981) Digging Up Bones (3ra Edition). Ithaca, new york: Cornell
University press.208 pp.
Capítulo 1. Discute la excavación de materiales óseos en contextos
arqueológicos
Feldmann R.M. Chapman, R.E. and Hannibal, J.T. (Eds.) (1989) Paleotechniques.
Knoxville, Tennessee: Paleontological society Publication Number 4. 358 pp.
Una gran variedad de documentos de la técnica sobre la preparación, la réplica y la ilustración de fósiles.
France, D,L., Griffinn T.J.,Swanburg, J.G., Lindemann, J.W., Davenport, G,C.,
Tramell, V., Armbrust, C.T., Kondratiieff, B., Nelson, A.,Castellanos, K., and
Hopkins, D. (1992) A multidisciplinary approach to the detection of clandestine
graves. Journal of forensic Science. 37:1445-1458.
Métodos, resultados, recomendaciones en la búsqueda para las sepulturas clandestinas. Con una buena revisión de literatura.
Haglund, W.D., and Sorg, M.h. (Eds.) (1997) Forensic Taphonomy. Boca Ratoon,
Florida: CRC Press.636 PP.
Un excelente volumen corregido con las revisiones y los estudios de casos que cubren una amplia gama de asuntos.
Joukowsky, M. (1980) A Complete Manual of Field Archaeology: Tools and
Techniques of Field work for Archaeologist. Englewood Cliffs, New Jersey:
Prentice-Hall. 630 pp.
Killiam, E.W.(1990) The Detection of Human Remains. Springfield, Illinois: C.C.
Thomas. 255 pp.
La guía más comprensiva disponible; incluso tiene un capítulo en " métodos Parapsicológico".
Krogman, W.M., and Isçan, M.Y. (1986) the Human Skeleton in Forensic Medicine
(2and Edition). Springfield, Illinois: C.C Thomas. 551 PP.
El capítulo 2 proporciona un buen resumen de los procedimientos de la investigación de la escena del crimen.
Leiggi, P., and May, P.J (Eds.) (1994) Vertebrate Paleontological Techniques.
Cambridge: Cambridge University Press. 421 pp.
Una guía sobre una variedad de las técnicas de campo y de laboratorio usados por los paleontólogos.
Smith, J., and Latimer, B. (1989) A methods for making three-dimensional
reproductions of bones and fossils. Kirtlandia (Cleveleand Museum of Natural
History) 44: 3-16.
Una buena introducción a las técnicas del moldeado y de bastidor usadas con el material osteológico moderno y fósil.
Ubelaker, D.H. (1989) Human Skeletal Remains: Excavation, Analysis,
Interpretation (2and Edition). Washington, D.C.:Taraxacum. 172 pp.
Este texto proporciona ilustraciones y descripciones excelentes a propósito de la excavación arqueológica del material esquelético.
Wolf, D.J. (1986) Forensic anthropology escena investigations. In: K.J Reichs
(ed.) Forensic Osteology: Advances in the identification of Human Remains. pp. 3-
23. Springfield, Illinois: C.C. Thomas.
Una guía sobre cómo acercarse a los restos esqueléticos en un contexto forense