27 DE JULIO/LUNES San Pantalen

17 del Tiempo Ordinario Testigos y testimonios de all y de aqu

+ San Pantalen: Naci en el siglo III en la actual Turqua. Fue un mdico muy reconocido que estaba al servicio del emperador Galerio. Conoci el camino de Jess y sigui sus pasos, pero luego lo abandon y sigui su camino de xito laboral y reconocimiento. Hermgnes, un amigo que haba perseverado en la fe lo invit a retornar al seno de la comunidad cristiana y seguir construyendo la justicia del Reino. Aunque a Pantalen no le haba ido mal, senta que algo le faltaba para su vida: el amor de Cristo, sus hermanos de fe, los sueos de realizar el proyecto de Jess. Por eso retorn y fue muy bien acogido por sus hermanos, que hicieron una gran fiesta en honor a Pantalen que volva a ellos y al amor de Cristo vivo.

A partir de entonces su vida fue ms plena: sigui su carrera exitosa ahora entregada ms al servicio de los pobres y necesitados que no tenan acceso por sus escasos recursos. Financiaba jornadas de salud entre los pobres con lo que ganaba con los adinerados de la poca. Algunos colegas suyos envidiosos lo delataron ante las autoridades, pues el cristianismo era ilegal. Entonces se le consider un traidor del imperio y, por negarse a apostatar de la fe, fue decapitado.

+ 27 de julio 1909: Semana trgica en Barcelona; reivindicaciones obreras fuertemente reprimidas.

Antfona (Cf. Sal 67,6-7.36). Dios est en su santuario. Dios hace habitar unnimes en su templo a sus hijos. l es quien da fuerza y poder a su pueblo Oracin colecta Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin quien nada es fuerte ni santo, multiplica sobre nosotros tu misericordia, para que gobernados y conducidos por ti, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros que alcancemos con mayor plenitud los eternos. Por Jesucristo nuestro Seor Jesucristo. Da litrgico: lunes 17 del Tiempo Ordinario. Ao impar Primera lectura xodo 32,15-24.30-34 Este pueblo ha cometido un pecado gravsimo hacindose dioses de oro

En aquellos das, Moiss se volvi y baj del monte con las dos tablas de la alianza en la mano. Las tablas estaban escritas por ambos lados; eran hechura de Dios, y la escritura era escritura de Dios, grabada en las tablas. Al or Josu el gritero del pueblo, dijo a Moiss: Se oyen gritos de guerra en el campamento. Contest l: No es grito de victoria, no es grito de derrota, que son cantos lo que oigo. Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moiss, enfurecido, tir las tablas y las rompi al pie del monte. Despus agarr el becerro que haban

hecho, lo quem y lo tritur hasta hacerlo polvo, que ech en agua, hacindoselo beber a los israelitas. Moiss dijo a Aarn: Qu te ha hecho este pueblo, para que

nos acarreases tan enorme pecado? Contest Aarn: No se irrite mi seor. Sabes que este pueblo es perverso. Me dijeron: Haznos un Dios que vaya delante de nosotros, pues a ese Moiss que nos sac de Egipto no sabemos qu le ha pasado. Yo les dije: Quien tenga oro que se desprenda de l y me lo d; yo lo ech al fuego, y sali este becerro.

Al da siguiente, Moiss dijo al pueblo: Han cometido un pecado gravsimo; pero ahora subir al Seor a expiar su pecado. Volvi, pues, Moiss al Seor y le dijo: Este pueblo ha cometido un pecado gravsimo, hacindose dioses de oro. Pero ahora, o perdonas su pecado o me borras del libro de tu registro. El Seor respondi: Al que haya pecado contra m lo borrar del libro. Ahora ve y gua a tu pueblo al sitio que te dije; mi ngel ir delante de ti; y cuando llegue el da de la cuenta, les pedir cuentas de su pecado.

Palabra de Dios. R/ Te alabamos Seor.

Salmo Responsorial: 105

R/ Den gracias al Seor porque es bueno. + En Horeb se hicieron un becerro, / adoraron un dolo de fundicin; /

cambiaron su gloria por la imagen / de un toro que come hierba. R. + Se olvidaron de Dios, su salvador, / que haba hecho prodigios en Egipto,

/ maravillas en el pas de Cam, / portentos junto al mar Rojo. R. + Dios hablaba ya de aniquilarlos; / pero Moiss, su elegido, / se puso en la

brecha frente a l, / para apartar su clera del exterminio. R. Da litrgico: lunes 17 del Tiempo Ordinario. EVANGELIO Mateo 13,31-35 El grano de mostaza se hace un arbusto, y vienen los pjaros a anidar en sus ramas

En aquel tiempo, Jess propuso esta otra parbola a la gente: El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la ms pequea de las semillas, cuando crece es ms alta que las hortalizas; se hace un arbusto ms alto que las hortalizas, y vienen los pjaros a anidar en sus ramas.

Les dijo otra parbola: El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente. Jess expuso todo esto a la gente en parbolas y sin parbolas no les expona nada. As se cumpli el orculo del profeta: Abrir mi boca diciendo parbolas, anunciar lo secreto desde la fundacin del mundo. Palabra del Seor.

R/ Gloria a Ti, Seor Jess.

Reflexin Primera lectura: Segn la tradicin de muchos pueblos antiguos, los dioses

normalmente mostraban su poder infundiendo amenazas y miedo en los mortales. Aunque no deja de emplear elementos propios de las religiones antiguas, la

experiencia con el Dios Yahv va cambiando esa visin pues este muestra siempre su poder salvando, generando vida digna en libertad.

Para hacer posible esa vida digna, Dios hace Alianza con su pueblo. La alianza entre el Dios Yavh (Dios de la libertad) y el pueblo buscaba garantizar la continuidad del proyecto de salvacin para todos. La Alianza quera ser el sello de pertenencia del pueblo a Dios. El pueblo se comprometa a seguir las indicaciones de Dios, es decir la Ley, y Dios se comprometa con el pueblo a acompaarlo en su dignificacin. Esa pertenencia a Dios tena necesariamente connotacin en las relaciones humanas. El creyente deba respetar los derechos del prjimo. De esta manera se haca posible una nueva sociedad fraterna, totalmente distinta a la que haban dejado dominada por el faran y su sistema esclavista y sostenida ideolgicamente por la religin oficial del imperio y sus deidades.

Entonces, el Dios de la Alianza es un Dios santo que comunica a su pueblo la santidad y le da su gracia para hacer posible esa nueva sociedad. Pero ese proceso es muy difcil. Pensar como personas libres despus de tantos aos de esclavitud no es fcil. Abandonar los sistemas mentales, sociales, religiosos, etc., que por tantos aos han reinado y se han incrustado en lo profundo de la conciencia de las personas es una tarea titnica y siempre inconclusa porque siempre surgen nuevas variables y nuevos desafos.

El dios toro representa a los ganaderos. Es el dios del poder, de los poderosos que los tenan esclavizados. Era mostrado como el dios de la abundancia, de la prosperidad, de la fuerza. Y en medio de la lucha que tenan era fcil desviar la mirada del Dios de la libertad, del Dios de la Alianza que exiga fraternidad y justicia y fijarla en el dios que no peda nada sino que prometa abundancia y poder. Ese dios encarnaba la esclavitud, la injusticia, la indiferencia al dolor humano. Por eso se le considera un dolo, es decir un engao del sistema antiguo del cual estaban escapando. Pero como dira Joseph Goebbeels, ministro de la propaganda nazi, de infeliz recuerdo, aunque a muchos les gusta y siguen empleando sus principios: Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad miente, miente, que al final algo quedar cuanto ms grande sea una mentira, ms gente lo creer. Y becerro de oro fue presentado como el dios del poder que le dara poder a todos Y el pueblo crey y cay en la mentira. Y perdi Pero Dios, no obstante su frustracin y dolor, sigue adelante con su Alianza, con su voluntad de salvar a su pueblo.

Pensemos si nosotros hemos cado en creer y seguir a los dolos de ayer y de hoy que singuen engaando y haciendo falsas promesas. Hemos quebrantado la Alianza con Dios? l nos ofrece su gracia para realizar el camino de vida hacia la libertad. Cuidado con dejarnos engaar hay mucho engaador interesado en esclavizar ayer y hoy, all y aqu

Evangelio: Tenemos hoy dos parbolas que contrastan enormemente, y por medio del contraste explican a la comunidad y a nosotros la fuerza y dinamismo que tiene el reino. Un inicio pequeo, nfimo, casi imperceptible, tiene un final grande, deslumbrante y visible. Estas dos parbolas se complementan y nos dan dos dimensiones del reino de los Cielos: lo pequeo que se hace grande y es enormemente valorado por Jess. Recordemos que para ser grande hay que ser pequeo; si dieron a uno de estos pequeos...; cada vez que no lo hicieron con uno de estos pequeos...; gracias, Padre, porque revelaste esto a los sencillos y pequeos...), y lo poco que llega a todos, valorando la capacidad de penetracin y la

gran transformacin que algo tan poco genera en toda la masa. El grupo de Jess estaba compuesto por pequeos desde la perspectiva

social de entonces, y adems eran pocos. Las parbolas infunden en esa pequea comunidad un nimo y esperanza. Hoy nos deberan animar para seguir haciendo el trabajo del reino, aunque parezcamos ser cada vez ms pocos y ms pequeos. (koinonia.org)

Oracin sobre las ofrendas: Recibe Seor, los dones que, por tu generosidad, te ofrecemos; y concdenos que estos Santos misterios, con el poder de tu gracia, santifiquen toda nuestra vida y nos conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn. Oracin despus de comunin Habiendo recibido, Seor, el sacramento divino, memorial perpetuo de la pasin de tu Hijo, concdenos que nos aproveche para la salvacin este don que su amor inefable nos dio. Por Jesucristo, nuestro Seor. Amn.