relaciÓn espacial entre el fenÓmeno de la niÑa 2010 2011 y
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RELACIÓN ESPACIAL ENTRE EL FENÓMENO DE “LA NIÑA” 2010 – 2011 Y
EL COMPORTAMIENTO DEL CULTIVO DE MAÍZ EN LA SUBREGIÓN
MEDIA DE LA CUENCA DEL RÍO SINÚ
Eva María Caro
5 de julio del 2020
Resumen
Colombia experimenta cada año dos fenómenos de variabilidad climática conocidos
como “El Niño” y “La Niña”. Este proceso se ha visto permeado por el cambio
climático, el cual ha hecho que los periodos se intensifiquen, produciendo situaciones
extremas como sequías o inundaciones. En la subregión media de la cuenca del río Sinú,
el maíz es uno de los principales cultivos transitorios debido a que esta cuenta con
suelos aptos para su siembra. En esta investigación se quiere establecer la relación
espacial que existe entre el fenómeno de La Niña ocurrido a finales del año 2010 y
durante el 2011, y el cultivo de maíz en la subregión media de la cuenca del río Sinú,
teniendo en cuenta el área sembrada, área cosechada, la producción y el rendimiento de
este, a partir del año previo (2009) y los años posteriores (2012, 2013, 2014, 2015) al
fenómeno, como referencia para observar el comportamiento del cultivo, antes y
después de lo acontecido. La investigación estuvo basada en información secundaria
proporcionada por los Geoportales institucionales de las entidades competentes que se
relacionaban con las variables utilizadas. A través de esta investigación se concluye que,
el fenómeno de “La Niña” sí influenció en el comportamiento del cultivo de maíz en la
subregión media de la cuenca del río Sinú. De manera directa con las inundaciones,
afectando a los municipios en su producción del cultivo, sin embargo, puede tenerse en
cuenta otros factores como los culturales o prácticas de mejoras en las semillas que
expliquen el comportamiento de cada municipio, así como la localización espacial de
estos y las características del suelo.
Palabras claves
Variabilidad climática, precipitaciones, uso del suelo, inundaciones, producción,
rendimiento, área sembrada, área cosechada
Abstract
Colombia experiences each year two climatic variability phenomena known as "El
Niño" and "La Niña". This process has been permeated by climate change which has
caused periods to intensify, leading to extreme situations such as droughts or floods. In
the middle sub-region of the Sinu River basin, maize is one of the main transient crops
because it has soils suitable for planting. This research seeks to establish the spatial
relationship between the La Niña phenomenon that occurred at the end of 2010 and
during 2011, and the cultivation of maize in the middle sub-region of the Sinu River
basin, taking into account the planted area, harvested area, production and yield of this,
from the previous year (2009) and the following years (2012222), 2013, 2014, 2015) to
the phenomenon, as a reference for observing crop behavior, before and after what
happened. This research was based on secondary information provided by the
institutional geoportals of the competent entities that are related to the variables used.
This research concludes that the phenomenon of "La Niña" did influence the behavior
of maize cultivation in the middle sub-region of the Sinu River basin. Directly, with
flooding, affecting municipalities in their crop production, however, other factors such
as cultural factors or seed improvement practices that explain the behavior of each
municipality, as well as the spatial location of these and soil characteristics, can be
taken into account.
Key words
Climate variability, precipitation, land use, production, yield, planted area, harvested
area
Introducción
La agricultura ha sido desde muchos años una forma de satisfacer las necesidades
básicas de la sociedad. Esta ha evolucionado a través del tiempo, con la implementación
de tecnificaciones e innovaciones se convirtió en una actividad económica principal
para el mundo, sin embargo, el proceso de crecimiento de la población trae consigo
mayor demanda y también diversificación de la misma. La necesidad de producción de
bienes y servicios ha generado que diversos países pasen de ser solamente productores a
transformadores y vendedores de los productos transformados. Los países en los que
aún se lleva a cabo la explotación de los recursos naturales son considerados fuente de
materia prima, como los alimentos, los cuales son necesarios puesto que no pueden ser
sustituidos de ninguna forma. En Colombia la mayor parte de la economía se basa en
esta actividad ya que este es considerado como un país en desarrollo, el cual ha
implementado innovaciones en la agricultura, dicho de otro modo, en la tecnificación
del campo. Como este y otros países localizados en la franja del trópico, Colombia
experimenta cada año dos fenómenos de variabilidad climática conocidos como “El
Niño” y “La Niña”. El primero se distingue por la disminución de las precipitaciones y
aumento en la temperatura, por lo que se considera como temporada seca. El segundo se
caracteriza por tener un aumento en las precipitaciones y disminución en la temperatura,
lo que se conoce como temporada de lluvia o coloquialmente temporada invernal.
Este proceso se ha visto permeado por el cambio climático, el cual ha hecho que los
periodos se intensifiquen, produciendo situaciones extremas como sequías o
inundaciones. Los fenómenos de variabilidad climática son determinantes en los
patrones climáticos del país, y como una clara demostración, se señala la presencia de
“La Niña” 2010-2011, cuya repercusión en el clima de Colombia ha sido bastante
notoria, generando emergencias asociadas a inundaciones lentas, crecientes súbitas y
deslizamientos de tierra, con las consecuentes pérdidas humanas y materiales (IDEAM,
2011)
En relación a la agricultura intervienen diversos factores, como lo es la demanda
hídrica que los cultivos generan, la cual es abastecida a través de los ríos y cuerpos de
agua, asimismo, el riego en forma de lluvia es fundamental para esta. Para los cultivos
transitorios como el maíz, la lluvia es necesaria, pero se debe mantener un equilibrio
entre lluvias y días de sol. No obstante, cuando dicho equilibrio es alterado, las
consecuencias pueden ser devastadoras, así como en el 2010- 2011 años en que el
fenómeno de la niña produjo estragos y gran pérdida, como lo afirma (Aristizabal, s.f.):
Los registros de precipitación fueron los mayores con respecto a los meses de
noviembre de otros años La Niña, como los de 1988, 1995, 1998, 2000 y 2007.
Las lluvias excesivas del segundo semestre del 2010 dieron lugar a
inundaciones, deslizamientos y movimientos en masa que ocasionaron desastres
de extraordinarias proporciones en el territorio nacional, en particular en las
regiones Caribe y Andina (P.4)
La actividad agrícola del departamento de Córdoba representa gran parte de su
economía, esta se desarrolla con ayuda de su principal recurso hídrico, el río Sinú, que
lo abastece y a su vez lo dota de otras riquezas naturales como un suelo fértil.
En la subregión media de la cuenca del río Sinú está emplazada la capital del
departamento, Montería, la cual es conocida nacionalmente como la capital de la
ganadería, sin embargo, en este y en los municipios aledaños como Cereté, Ciénaga de
oro, San Pelayo y San Carlos también se presentan actividades agrícolas, como cultivos
permanentes y transitorios. En esta zona, el maíz es uno de los principales cultivos
transitorios debido a que esta cuenta con suelos aptos para su siembra. Según
FENALCE (2004):
El cultivo de maíz se adapta a una amplia variedad de suelos donde se pueden
producir buenas cosechas, pero los más idóneos son suelos de textura media,
fértiles, bien drenados, profundos y con elevada capacidad de retención para el
agua. También, necesita buena humedad durante los primeros 100 a 120 días de
desarrollo, por lo menos de 500 a 700 mm de precipitación bien distribuida
durante el ciclo del cultivo, y se recomienda sembrar desde fines de febrero
hasta comienzos de abril y desde agosto hasta principios de octubre. La siembra
debe hacerse al iniciar la época de lluvias de tal manera que se disponga de agua
y humedad para la germinación de la semilla, para el crecimiento del cultivo en
prefloración y floración y que la cosecha coincida con época de verano. De
siembra a cosecha son aproximadamente 170 a 180 días.
Flores (2009) sostiene: “Este cultivo es muy sensible también al aniego o
encharcamiento; es decir, a los suelos saturados y sobresaturados. Desde la siembra
hasta aproximadamente los 15-20 días, el aniego por más de 24 horas puede dañar.
Por lo anterior, en esta investigación se quiere establecer la relación espacial que
existe entre el fenómeno de La Niña ocurrido a finales del año 2010 hasta mediados del
2011, y el cultivo de maíz en la subregión media de la cuenca del río Sinú, teniendo en
cuenta el área sembrada, área cosechada, la producción y el rendimiento de este, a partir
del año previo (2009) y los años posteriores (2012, 2013, 2014, 2015) al fenómeno,
como referencia para observar el comportamiento del cultivo, antes y después de lo
acontecido. Además, se tendrán datos sobre las precipitaciones de los mismos años para
identificar por medio de los rangos de las lluvias anuales una estimación de su
influencia en los cultivos de maíz. A partir de los mapas de uso y cobertura de suelo
puede darse una idea general del efecto que tuvo las inundaciones causadas por el
fenómeno de “La Niña” del 2011 en la subregión media de la cuenca del río Sinú. Para
esto se utilizarán dos etapas, uno antes del fenómeno (2005- 2009) y otro después del
fenómeno (2010 – 2012 y 2014 -2015) con el objetivo de identificar el cambio espacial
como la organización de las zonas de los cultivos y la cantidad de áreas por hectáreas.
El desarrollo de esta investigación es importante porque sirve de análisis preliminar
para realizar estudios similares aplicado a otro cultivo, al igual que la metodología
desarrollada. Al tener una relación espacial entre el fenómeno de la niña y las hectáreas
sembradas del cultivo, la investigación permite conocer aproximadamente la
distribución de las zonas de cultivos, esto puede prevenir futuros estragos debido a que
La Niña es un fenómeno recurrente y deben establecerse medidas que permitan afrontar
esta situación, es decir, los fenómenos naturales como las inundaciones tienen efecto
retorno y teniendo en cuenta la organización espacial de los cultivos se puede organizar
por periodos, nuevas áreas de cultivos de maíz que tengan las condiciones aptas para su
crecimiento y de esta manera puedan prevenirse daños en la siembra en el periodo de
inundación. La escala con la que se desarrollará está investigación tendrá variabilidad y
serán datos aproximados debido a la limitación de detalles espaciales y temporales.
Área de estudio
Al noroccidente de Colombia, en el recorrido que realiza el río Sinú por el
departamento de Córdoba se encuentra, en la parte central de la cuenca, la subregión
media del río Sinú (Figura 1). La cuenca se sectoriza en tres subregiones teniendo en
cuenta la ubicación y características físicas y bióticas. Estas son, alto, medio y bajo
Sinú. El Alto Sinú está conformado por los municipios de Tierralta y Valencia; el
Medio Sinú por Montería, San Carlos, Cereté, San Pelayo y Ciénaga de Oro y el Bajo
Sinú a su vez lo conforman el Bajo Sinú Sabanero, Bajo Sinú Costanero y Bajo Sinú
Cienaguero. La zona media, clasificada dentro de un bosque seco tropical con cobertura
boscosa del 0.05% del total de bosques del departamento, la cobertura dominante son
pastos y ocupan un 63.7% del área que incluye la zona aguas abajo de la presa de Urrá,
teniendo en cuenta la subcuenca de Betancí y las microcuencas que caen al río aguas
arriba de la ciudad de Montería, es la zona con mayor producción de algodón dentro del
departamento, sus suelos profundos en gran parte con cultivos transitorios y en el sector
ganadero aporta la mayor producción de carne y leche.
En esta zona, las precipitaciones promedio tienen una magnitud aproximada de 1600
a 1400 mm, descendiendo hasta los 1300 mm en el recorrido final del bajo Sinú hasta su
desembocadura. El régimen de precipitación en la cuenca es unimodal con una
temporada seca y una húmeda al año. Las lluvias se inician en mayo y se extienden
hasta comienzos de noviembre, la época seca va desde mediados de noviembre hasta los
primeros días de abril; el mes más húmedo es junio y los más secos enero y febrero.
Más del 80% de las precipitaciones se producen en época de invierno.
Las características agro ecológicas son aptas para la explotación agropecuaria, siendo
sometida a una fuerte presión, que se manifiesta en la gran transformación de su
cobertura natural, para la incorporación de sus tierras a las actividades agrícolas y
pecuarias en diversos grados de tecnificación. Las tierras en la parte plana están
dedicadas en un gran porcentaje a las actividades agrícolas bajo sistemas de producción
altamente tecnificados que exigen una alta mecanización de suelo; planes de
fertilización basados en las necesidades nutricionales de los cultivos y en la oferta de
nutrientes que aporta el suelo; aplicación de productos de síntesis química como
insecticidas, herbicidas, fungicidas, nematicidas y fertilizantes. Estos suelos por
pertenecer a la llanura de inundación del río Sinú son considerados como uno de los
puntos clave de desarrollo de la cuenca, sin embargo debido al régimen climático, a su
altura sobre el nivel del mar, a su topografía plana (basines y diques) y a la presencia de
suelos de textura pesada, presentan problemas de drenaje (disponibilidad de oxígeno),
por lo cual es necesario realizar canales de drenaje en época de lluvias y riego en época
de sequía, de esta manera se corre el riesgo de inducir el suelo a la salinización y
sodizaciòn (CVS, 2004).
Figura 1. Localización espacial de la subregión media de la cuenca del río Sinú
Fuente: Elaboración propia, información del IGAC
Materiales y métodos
La investigación se desarrolló bajo en un enfoque mixto, mediante la integración del
enfoque cualitativo y cuantitativo. Por un lado, es cualitativo porque toma las categorías
de precipitaciones como referencia para relacionar los cambios en el cultivo de maíz.
Además, toma en cuenta datos generales como la distribución espacial del uso agrícola
en la subregión y el uso recomendado del suelo. Por otro lado, es cuantitativo porque
toma en cuenta variables de cantidad como el área sembrada y cosechada, así como
datos de producción y rendimiento del cultivo de maíz en los municipios por cada año,
asimismo, establece relación de proporcionalidad en las zonas de cultivos a través del
periodo estudiados.
El tipo de investigación es descriptiva – explicativa. En primer lugar, es descriptiva
porque caracteriza el papel de la agricultura dentro del desarrollo económico de la
subregión, también, se toma en cuenta la variabilidad climática del fenómeno de La
Niña y toma en cuenta cada factor que intervienen. En segundo lugar, es explicativa
porque se establece un grado de relación de causa y efecto, entre este fenómeno y el
comportamiento del cultivo de maíz.
Recolección de la información
La investigación estuvo basada en información secundaria proporcionada por los
Geoportales institucionales de las entidades competentes que se relacionaban con las
variables utilizadas. La disposición de los datos fue importante, al ser esta una
investigación desarrollada a través de información secundaria donde el nivel de
precisión está dado a partir de su disponibilidad.
Los datos de precipitación fueron obtenidos del Instituto de Hidrología y
Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM. Mediante un formato shapefile fue
descargada la precipitación de los años correspondientes al periodo de análisis, 2009,
2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015, asimismo, se obtuvo las áreas inundadas por el
fenómeno de La Niña en el año 2011. También, se procedió a consultar la página del
Instituto Geográfico Agustín Codazzi – IGAC, de esta se obtuvo información sobre la
capacidad de uso de suelo, entre otros. Los datos asociados al cultivo de maíz se
obtuvieron del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural en la disposición de los
datos abiertos sobre el EVA (Evaluación Agropecuaria Municipal), la base de datos
tenía información sobre el tipo de cultivo, año y especificaba detalles para cada
municipio como las hectáreas sembradas y cosechadas, la producción y rendimiento. Se
consultó también a la base de datos del Sistema de información ambiental de Colombia
– SIAC, para obtener información sobre el uso y cobertura del suelo, para este caso se
tomaron dos temporalidades, la primera entre los años 2005 – 2009 y la segunda para
los años 2010 – 2012.
Análisis y Procesamiento de la información
El procesamiento se hizo con ayuda de herramientas de sistemas de información
geográfica SIG, como Arcgis 10.3.1 la cual permitió condensar los datos que se
encontraban a nivel nacional y centralizarlos al área de estudio, a partir de ello se
procedió a la realización de la cartografía temática, también se utilizó QGIS 3.12.2 para
procesar imágenes satelitales. La hoja de cálculo, Excel 2016, fue la herramienta que
ayudó a procesar la información relacionada con la producción, rendimiento, área
sembrada y área cosechada de los cultivos para cada municipio, para luego hacer su
representación cartográfica.
Los datos que se encontraban a nivel nacional se le hizo un proceso de selección a
través de la herramienta en Arcgis 10.3.1. Los rangos de precipitaciones anuales se
tuvieron en cuenta como variable para relacionar el comportamiento del cultivo en la
producción, rendimiento y áreas sembrada y cosechada, fueron extraídos por medio de
la herramienta Clip, está permitió acortar la información que estaba a nivel nacional
para la zona de estudio. Esta información se agrupó en una sola salida grafica que
permitiera observar su comportamiento y poder establecer comparaciones. Con las
capas recortadas, se realizó una reclasificación.
En cuanto a la cobertura y uso de 2005-2009 y 2010 – 2012 se tuvo en cuenta el uso
agrícola descartando otro tipo de uso, asimismo, con la capacidad de uso del suelo, se
tomó la variable de uso recomendado, seleccionando solo los relacionados con la
agricultura. Añadiendo el área afectada, se tuvieron tres variables de análisis que
permitió realizar el mapa en él se representa las zonas de cultivos para el año 2010 -
2012 afectadas por la inundación del 2011, y teniendo en cuenta la capacidad del suelo
y el uso recomendado, de tal forma que se pudieran identificar zonas que pueden ser
usadas para el cultivo y que no hayan sido inundadas.
Para conocer el área afectada por las inundaciones de la niña del 2011 se realizó una
superposición de capas por medio de la herramienta de Arcgis, arctoolbox, llamada
Erase, los cuerpos de agua se superpusieron sobre las áreas inundadas de tal forma que,
se obtuvieran las áreas afectadas sin tener en cuenta los cuerpos de agua, debido a que,
el IGAC analiza con base en registros históricos, diferenciando los cuerpos de agua en
sus niveles normales, las áreas inundables en la estación invernal recurrente y el exceso
de inundación ocurrido (CEPAL, 2012). A través de ello se obtuvo el área total
inundada en la subregión media del río Sinú.
Con una imagen Landsat 8 se procesó a través de una clasificación supervisada por
medio polígonos la identificación de zonas de cultivo para el año 2014 – 2015, dado así
debido a que se tomaron dos imágenes de años diferente según la disposición de los
datos en Earth Explorer, estas corresponden a periodos de cultivos transitorios
diferentes según el EVA. La primera pertenece al periodo B, el mes de diciembre, y la
segunda, al primero en junio. Estas imágenes fueron sometidas a un procesamiento por
medio del programa QGIS 3.12.2, en este se le hizo un mejoramiento de reflectancia y
de valores de pixel conocido en inglés como pansharpening o corrección atmosferica.
La selección de las zonas estuvo guiada por el uso y cobertura de 2010-2012, también,
teniendo en cuenta el patrón espacial de las zonas de cultivos.
Figura 2. Esquema metodológico
Fuente: Elaboración propia
Resultados
La variabilidad climática que se presenta en Colombia es aprovechada desde la
agricultura con el fin de obtener mejores resultados en los cultivos, y de manera
especial, en los transitorios. Dependiendo de las características agronómicas de cada
especie, el sector agrícola se ciñe al calendario climático dado en el transcurso del año,
es decir, tienen en cuenta los periodos de “El Niño” y de “La Niña”. Sin embargo, a
través de los años ha habido condiciones extremas dadas por dichas variaciones. Las
sequías por parte “del Niño”, y las inundaciones por parte de “La Niña” han generado
pérdidas en las cosechas. Para este último, las altas precipitaciones del 2010 y 2011,
siendo el 2010 el año más lluvioso en el país desde 1970, con 337.5 mm, (Benavides &
Rocha, 2012) causaron desbordamiento en los ríos y crecidas de los cuerpos de agua
inundando 1,352.970 Ha. de zonas de cultivos en el departamento de Córdoba (DANE,
2011). En la subregión media, fueron 1,209.391 Ha. inundadas en el año 2011 por el
fenómeno de “La Niña” (IDEAM, 2011). Del total de zonas de cultivos y pastos
representados en 78,964.834 Ha. entre los años 2010-2012 se inundaron 8,986.674 Ha.
Las precipitaciones en la subregión media durante siete años, iniciando en el 2009 y
finalizando en el 2015, no tuvieron grandes variaciones, manteniendo rangos mínimos
de precipitación de 0-50 mm, 50-100 mm y 100-150 mm, a excepción de los años 2010
y 2011 donde se dio el fenómeno de “La Niña”, en estos, puede identificarse el aumento
de los rangos hasta los 300-400 mm (Ver figura 3.). A pesar de ser rangos medios en
esta zona se dieron inundaciones afectando así distintos sectores de los cultivos en los
municipios.
Figura 3. Precipitaciones anuales en la subregión media de la cuenca del río Sinú desde
2009 hasta 2015.
Fuente: Elaboración propia, información del IDEAM 2009 - 2015
La subregión media tiene una capacidad de uso del suelo en su mayoría para las
actividades agrícolas, para el periodo de 2005- 2009 hay un total de 68,654 hectáreas de
zona de mosaico de pastos y cultivos, estas áreas no tienen en cuenta las inundaciones
dado que es un periodo antes del fenómeno, sin embargo, se tiene en cuenta su
distribución espacial para identificar el cambio de patrón espacial que se da después de
La Niña (Ver tabla 1.). En la tabla se observa la cantidad de zonas de cultivos por
hectáreas que ocupan en el municipio, así como el porcentaje que representan. A través
de los periodos se dieron variaciones, y para cada municipio se presenta de forma
diferente. En San Pelayo, Cereté y San Carlos, del primer periodo para el segundo hay un
aumento en las zonas de cultivos, pero para el ultimo hay una disminución considerable
según el porcentaje de cada municipio. En Montería y Ciénaga de Oro hay un crecimiento
constante en las zonas de cultivo
Tabla1. Porcentaje de zonas de cultivos por municipio en los periodos 2005-2009, 2010-
2012 y 2014-2015
MUNICIPIO SUPERFICIE
(HA) DEL
MUNICIPIO
ZONA
CULTIVO
EN (HA) DEL
AÑO 2005 -
2009
(%) DE ZONA
CULTIVADA
EN EL
MUNICIPIO
ZONA DE
CULTIVO
(HA) DEL
AÑO 2010-
2012
(%) DE LA
ZONA DE
CULTIVOS
EN EL
MUNICIPIO
ZONA DE
CULTIVO
(HA) DEL
AÑO 2014-
2015
(%) DE LA
ZONA DE
CULTIVOS
EN EL
MUNICIPI
O
San Pelayo 44,562 11,041.14 24.78 17,191 38.57 7,687.80 17.25
Cereté 29,048.10 12,764.80 43.94 12,945.64 44.56 7,519.33 25.88
San Carlos 44,653.32 5,052.66 11.32 4,196.34 9.39 1,600.22 3.58
Montería 313,747.75 28,419.29 9.06 31,430.75 10.01 69,697.8744 22.21
Ciénaga de
Oro
64,123.96 11,376.97 17.74 13,201.54 20.58 38,947.83 60
Fuente: Elaboración propia, SIAC 2005-2012, Earth Explorer 2014-2015
Para el periodo 2010 – 2012 hubo un aumento en las zonas de cultivo respecto al
periodo anterior (2005 – 2009), sin embargo, para esta fecha se dieron las inundaciones
afectando así un total de 8,986 hectáreas (Ha). Cada municipio se vio afectado de manera
distinta por lo que se asocia el nivel de influencia de las inundaciones para los cultivos de
maíz, como en el caso del municipio de San Carlos en donde no tuvo afectaciones por las
inundaciones, pero en cuanto su producción y área sembrada se mantuvo constantemente
bajo, es decir, hay que tomar como variable el total de área usada para el cultivo, asimismo
con los demás municipios en donde sí tuvieron inundaciones y mantuvieron su producción,
con excepción de Montería en el 2010 y San Pelayo en el 2011 (Ver tabla 2.). En esta tabla
se observa la cantidad de zonas que fueron afectadas por la inundación del fenómeno de La
Niña en el 2011, se toman en cuenta dos periodos, considerando a uno al que corresponde
temporalmente con el fenómeno y otro después de este, demostrando que en dado caso de
nuevamente presentarse una situación similar aún se verían afectados gran cantidad de
zonas de cultivos. Lo cual refleja que no hay una variación en la distribución espacial de
estas zonas.
Tabla 2. Porcentaje de zonas de cultivos por municipio afectadas por las inundaciones del
2011 en los periodos 2005-2009, 2010-2012 y 2014-2015
MUNICIPIO SUPERFICIE
(HA) DEL
MUNICIPIO
ÁREA (HA)
INUNDADA
DEL
MUNICIPIO
EN EL 2010 –
2012
(%) ÁREA
INUNDADA DE
LA ZONA DE
CULTIVO 2010-
2012
(%) ÁREA
INUNDADA EN
EL 2010 – 2012
DEL TOTAL
DE MUNICIPIO
ÁREA (HA)
INUNDADA
EN EL 2014 –
2015
(%) ÁREA
INUNDADA
DE LA ZONA
DE CULTIVO
2014- 2015
(%) ÁREA
INUNDADAE
N EL 2014 –
2015 DEL
TOTAL DE
MUNICIPIO
San Pelayo 44,562 2,664.787 15.50 5.98 1,264.77 16.45 2.83
Cereté 29,048.10 1,439.02 11.11 4.95 959.20507 12.75 3.302
San Carlos 44,653.32 0 0.00 0 0 0 0
Montería 313,747.75 1,808.68 5.75 5.8 918.68938 1.31 0.30
Ciénaga de
Oro
64,123.96 3,074.19 23.28 4.79 482.56133 12.39 0.75
Fuente: Elaboración propia, IDEAM 2011, SIAC 2005-2012, Earth Explorer 2014-2015
Para el periodo 2014 – 2015 hay un crecimiento de las zonas de cultivos referente al
periodo anterior (2010 – 2012) con 125,453 hectáreas (HA), a pesar de que espacialmente en
la cartografía que lo representa, se observa una disminución de las zonas están tuvieron un
aumento, lo que representa un cambio en la distribución espacial de las zonas de cultivo.
Para este periodo se tuvo en cuenta las áreas inundadas en el 2011, están representan 2,361
del total en los municipios, estableciendo así un valor menor con relación al periodo anterior
(Ver tabla3.). En la tabla se observa la relación entre la cantidad de zonas usadas para el
cultivo teniendo en cuenta el uso recomendado, los periodos representan la variación de las
cantidades a través del tiempo y los porcentajes reflejan el comportamiento de cada
municipio, notándose que, hay municipios que aumentaron en las zonas de cultivos, como
Ciénaga de Oro el cual tiene para el 2014-2015 un 144% de suelo para cultivos, es decir
superior a la cantidad de zonas donde se recomienda cultivar, sin embargo, en la cartografía
se nota áreas de cultivos donde no se le recomienda esta actividad.
Tabla 3. Porcentaje de uso recomendado del suelo por municipio en los periodos 2005-
2009, 2010-2012 Y 2014-2015
Fuente: Elaboración propia, SIAC 2005-2012, Earth Explorer 2014-2015
La subregión media es la mayor productora de maíz en toda la cuenca del rio Sinú, en
esta se dan dos esquemas de producción, tecnificado y tradicional. Para el primero, cada
municipio emplea semillas mejoradas, híbridos y variedades importadas y nacionales;
prepara el terreno con maquinaria agrícola; ejecuta prácticas agronómicas tendientes al
manejo de maleza, plagas y enfermedades; utiliza fertilizantes; tiene la posibilidad de
asistencia técnica particular y crédito. La siembra se da con diferentes grados de tecnologías
según las características del relieve, suelo, disponibilidad de tierra, insumos, maquinaria,
infraestructura y costumbres culturales de los agricultores. El segundo, es el cultivo vital
para la economía campesina de subsistencia que se siembra luego de la tumba, pica y quema
del rastrojo, donde la asistencia técnica y la utilización de agroquímicos son muy escasos.
Las áreas dedicadas al cultivo tradicional de maíz, son pequeñas pero numerosas por lo que
sumándole dan un área total bastante significativa. Casi la totalidad de la producción es para
autoconsumo. Ambos esquemas de producción se siembran en el primero y segundo
semestre del año presentando problemas comunes como la nubosidad, la irregularidad en el
régimen de lluvias, poca cantidad de horas luz en el segundo semestre, diferencia de
temperatura día y noche, aspectos que disminuyen la acumulación de carbohidratos (CVS,
2004).
A través de la representación espacial de los años que se estudiaron
(2009,2010,2011,2012,2013,2014,2015) se observa que, las variables de siembra, cosecha,
producción y rendimiento varían sus cantidades para cada municipio en los diferentes años,
resaltando a unos en cuanto a su área sembrada y cosechada y a otros en su producción y
MUNICIPIO SUPERFICIE
(HA) DEL
MUNICIPIO
USO
RECOMENDADO
DEL SUELO 2013 (
HA)
(%) DE USO
RECOMENDADO
DEL SUELO EN
EL MUNICIPIO
(%) DE AREA DE
CULTIVO 2005 –
2009 SEGÚN USO
RECOMENDADO
DEL SUELO
(%) DE AREA DE
CULTIVO 2010 –
2012 SEGÚN USO
RECOMENDADO
DEL SUELO(%)
(%) DE AREA DE
CULTIVO 2014–
2015 SEGÚN USO
RECOMENDADO
DEL SUELO(%)
San Pelayo 44,562 39,684.98 89.05 27.82 43.31 19.37
Cereté 29,048.10 25,349.84 87.26 50.35 51.06 29.66
San Carlos 44,653.32 26,333.32 58.97 19.18 15.93 6.07
Montería 313,747.75 200,727.00 63.97 14.15 15.65 34.72
Ciénaga de
Oro
64,123.96 27,006.37 42.11 42.12 48.88 144.21
rendimiento. En la escala de subregión media se nota dicha relación, observando que cada
municipio tiene un comportamiento distinto en cada año, dado el caso de los municipios que
tienen mayor producción, pero no tienen mayor rendimiento. No hay una constante en los
valores que represente espacialmente los cambios que se pudieron dar por el fenómeno de
La Niña, en el 2010 y 2011 sin embargo, en estos años el valor mínimo es de cero, para
Montería y San Pelayo lo cual señala un efecto que puede relacionarse con las inundaciones
causadas por La Niña.
Durante los siete años cada municipio presentó valores distintos descendiendo y
aumentando, pero, haciendo una suma total de todos los años, se muestra que el municipio
que se destaca es Ciénaga de Oro con la mayor área sembrada y cosechada y también la
mayor producción, pero el mayor rendimiento lo tuvo San Pelayo a pesar de que en 2011 no
haya tenido ningún tipo de actividad agrícola comercial del maíz (Ver figura 4).
Figura 4. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el periodo de 2009 a 2015.
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2009-
2015
El año 2009, tomado como referencia para identificar el comportamiento del cultivo
de maíz antes de que se diera el fenómeno de La Niña muestra espacialmente que para
cada municipio este es distinto, siendo San Pelayo el municipio con mayor área sembrada
y cosechada, con 8745 (Ha) hectáreas de área sembrada y con 8123 hectáreas (Ha) de
área cosechada, Ciénaga de Oro representa el municipio de mayor producción con 32400
toneladas (t) pero Montería fue el que tuvo mayor rendimiento con 10.96 toneladas por
hectáreas ( t/ha), así como San Carlos representa el municipio de menor área sembrada
con 1648 Ha y área cosechada con 1568 Ha, este mismo tuvo la menor producción pero
tuvo un buen rendimiento de 10 t/ha frente a Cereté que tuvo el menor rendimiento con
5.8 t/ha (Ver figura 5)
Figura 5. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el año 2009
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2009
En el 2010 se da inicio a las fuertes precipitaciones que advertían el fenómeno de La
Niña, estas se dieron a finales del año permitiendo así poder desarrollar actividades
agrícolas el primer semestre, anotando que, el cultivo de maíz es transitorio y se por
periodos durante el año. Así como el año 2009, San Pelayo es el municipio que
representa mayor área sembrada con 9290 hectáreas (Ha) y de área cosechada con 7525
hectáreas (Ha), a pesar de ser Ciénaga de Oro el municipio de mayor producción con
236620 t, San Pelayo tiene mayor rendimiento con 12.46 toneladas por hectáreas (t/ha).
Notablemente se observa que, Montería es el municipio con el mínimo de áreas
sembrada y cosechada, así como en producción y rendimiento con 0 Hectáreas y 0
toneladas, es decir, durante el año no hubo siembra de maíz para comercializar, ya que
sí pudieron haberse dado siembra de pan coger. (Ver figura 6)
Figura 6. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el año 2010
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2010
El año 2011 estuvo influenciado por el fenómeno de La Niña hasta mediados del mes
de julio, en este puede notarse que el municipio de Montería tuvo nuevamente
actividades comerciales del cultivo, y que en este caso San Pelayo fue el municipio que
cesó sus actividades teniendo 0 hectáreas sembradas y 0 toneladas de producción. El
municipio de Cereté fue el de mayor área sembrada con 8200 hectáreas (Ha) y área
cosechada con 7655 hectáreas (Ha), asimismo, tuvo la mayor producción con 28851
toneladas y con un rendimiento de 10.96 de toneladas por hectáreas (t/ha), este
municipio representa la relación directa de proporcionalidad entre los procesos del
cultivo de siembra y cosecha, así como de producción y rendimiento (Ver figura 7).
Figura 7. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el año 2011
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2011
A partir del año 2012 los años siguientes se toma en cuenta como datos de referencia
para identificar algún cambio en el 2010 y 2011. Espacialmente se observa que el
municipio de San Pelayo representa la mayor área sembrada con 9290 hectáreas (Ha) y
de área cosechada con 7525 hectáreas (Ha) sin embargo Cereté tuvo la mayor
producción con 33180 toneladas (t) y mayor rendimiento con 12.5 toneladas por
hectáreas (t/ha), seguido de San Pelayo con 2870 toneladas en producción y 12.46
toneladas por hectáreas en rendimiento (Ver figura 8)
Figura 8. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el año 2012
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2012
En el año 2013 se observa que Montería representa el área de mayor siembra con
8647 hectáreas (Ha) y también de área cosechada con 8600 hectáreas (Ha), en cuanto a
la producción Ciénaga de Oro tiene la mayor con 32150 toneladas (t), sin embargo no
representa el mayor rendimiento, en cambio para este caso el municipio de San Pelayo
lo representa con 15 toneladas por hectáreas (t/ha), también es notable que el municipio
con menor áreas sembrada es San Carlos, y también en cuanto a la producción, pero su
rendimiento fue el segundo más alto con 14.5 toneladas por hectáreas (t/ha) (Ver figura
9).
Figura 9. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el año 2013
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2013
Para el 2014 Montería representa el municipio mayor área sembrada con 9663
hectáreas (Ha) y de área cosechada con 9521 (Ha), también, tiene la mayor producción
con 26804 toneladas (t) sin embargo, San Pelayo tiene el mayor rendimiento con 14.6
toneladas por hectáreas. El municipio de San Carlos representa los valores mínimos de
área sembrada con 1407 hectáreas (Ha) y cosechada con 1297 hectáreas (Ha), en cuanto
a la producción también tiene el mínimo con 5060 toneladas (t), pero tiene un buen
rendimiento frente a Ciénaga de Oro, el cual tiene el mínimo rendimiento de 11.24
toneladas por hectáreas (Ver figura 10).
Figura 10. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el año 2014
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2014
El año 2015 tomado como último periodo observado, Montería se destaca con la
mayor área sembrada y cosechada, así como con la mayor producción, no obstante, el
mayor rendimiento lo tuvo San Pelayo con 33030 toneladas por hectáreas (t/ha), en este
año, nuevamente San Carlos representa los valores mínimos en área sembrada y
cosechada y en producción pero manteniendo los valores de rendimiento que, para este
año Ciénaga de Oro representa el mínimo con 10.9 toneladas por hectáreas (t/ha) (Ver
figura 11).
Figura 11. Área sembrada y cosechada, producción y rendimiento en la subregión media
del Sinú para el año 2015
Fuente: Elaboración propia, información de Min. Agricultura y desarrollo rural 2015
Uso agrícola en la subregión media de la cuenca del río Sinú, capacidad uso del
suelo y áreas de cultivos inundadas por el fenómeno de La Niña en el 2011
El cultivo de maíz es una especie de cereal que necesita gran cantidad de agua,
pero también, necesita tener suelos de buen drenaje que eviten encharcamientos. El
IGAC clasifica el suelo según su capacidad de uso y establece un uso recomendado para
cada tipo de cultivo, en gran parte de la subregión puede darse el cultivo de maíz con
diferentes grados de tecnificación o prácticas. Esta variable permite determinar una
relación del uso del suelo y la posibilidad de ordenar las zonas de cultivo de maíz
potencializando la producción. Los municipios que se ven afectados por las
inundaciones son los que están con relación al recorrido del río Sinú, en la zona norte se
ven afectadas gran parte del municipio de Cereté, San Pelayo y Ciénaga de Oro en la
parte septentrional de este. En los mapas se observan grandes áreas destinadas para la
agricultura, identificando zonas útiles para el cultivo de maíz, pero que no están siendo
utilizadas, lo cual da la posibilidad de plantear una distribución del cultivo de maíz que
no sea afectado por inundaciones cuando se presente nuevamente el fenómeno de “La
Niña” así como en el 2010 – 2011. En la tabla 4 (Ver tabla 4.) se describen los usos
recomendados que establece el IGAC para los cultivos de maíz y otros relacionados, las
prácticas que se le deben aplicar al suelo y las características edafológicas, esto permite
determinar teniendo en cuenta las características agronómicas del maíz cuales son las
mejores zonas para practicar esta actividad.
Tabla 4. Características de los Usos recomendado del suelo según el IGAC 2013
Fuente: Elaboración propia, información del IGAC 2013
En el 2005 – 2009, antes de las inundaciones, puede observarse una concentración de
las actividades agrícolas hacia la zona norte. Esta organización espacial está dada por la
necesidad de contar con el recurso hídrico del río y otros cuerpos de agua, además, este
es un centro de confluencia entre los municipios de la subregión donde los productores
salen para vender sus productos. Cabe anotar, que la zona según la capacidad de uso del
IGAC estos suelos están dados para una variedad de cultivos, entre ellos el maíz (Ver
figura 12).
Uso recomendado Practicas Característica principal
1 Agropastoril (arroz y pastos hidrófilos)
en zonas bajas, en sectores mejor
drenados (maíz, sorgo, soya y pasto
angletón)
Canales de drenaje, fertilización
nitrogenada, rotación de cultivos y
potreros, establecimiento de cercas
vivas
Susceptibilidad a inundaciones y
encharcamientos, drenaje pobre,
nivel freático alto, fertilidad baja,
capas de gravilla en el perfil
2 Agropastoril (maíz, caña, frutales) y
ganadería semi-intensiva
Labranza mínima, siembras en
contorno, riego supletorio. Pastos
mejorados, rotación de potreros
Moderadamente profundos, drenaje
moderado, texturas finas,
susceptibles a la degradación,
fertilidad moderada
3 Agrosilvopastoril con cultivos y
plantaciones de yuca, maíz, plátano,
teca, acacio y ganadería semi-intensiva
Fertilización acorde a necesidades del
cultivo-rotación de cultivos y potreros,
uso de variedades mejoradas
Fragmentos de roca en superficie,
fertilidad baja, profundidad efectiva
muy superficial
4 Agrosilvopastoril cultivos de
subsistencia (maíz, yuca, plátano,
ñame, coco), ganadería extensiva con
pasto faragua y bosque protector -
productor
Siembras en contorno, cultivos
asociados, barreras vivas, acequias de
ladera, rotación de potreros, cercas
vivas, reforestar las zonas erodadas,
proteger la regeneración natural del
bosque
Erosión ligera a moderada, alta
susceptibilidad a los movimientos en
masa, baja fertilidad, acidez fuerte,
toxicidad por alta saturación de
aluminio y deficiencia de nutrientes y
materia orgánica, escasez de lluvias
5 Cultivos de arroz, maíz, plátano,
ganadería semi-intensiva
Canales de riego y drenaje, terraplenes,
fertilización técnica, rotación de
potreros, uso de variedades mejoradas
Susceptibilidad a inundaciones y
encharcamientos, fluctuación del
nivel freático, sales en el subsuelo
6 Cultivos de maíz, yuca, plátano, caña
panelera, frutales y ganadería semi-
intensiva
Aplicación técnica de fertilizantes y
riego supletorio, rotación de potreros,
uso de pastos mejorados
Profundidad moderada, fragmentos
de roca en superficie, bajo contenido
de fósforo y materia orgánica,
escasez de lluvias
Figura 12. Capacidad de uso del suelo y zonas de pastos y cultivos 2005 – 2009
Fuente: SIAC - IGAC
El 2010 – 2012 abarca el año en el que se dieron las inundaciones por el
fenómeno de “La Niña”. En el mapa puede observarse, así como en el primero, la
concentración de las actividades agrícolas hacia el norte de la subregión, también, se ve
un crecimiento de las áreas de cultivo, como se observa en el sur de Montería, cerca de
la ciénaga de Betancí. Como elemento de análisis se agregan las áreas inundadas por el
fenómeno de “La Niña”, a través de esta variable se observan las zonas de cultivos que
fueron afectadas. Cabe resaltar que el cultivo de maíz es transitorio, sin embargo, su
ciclo de siembra es realizado en los meses que inicia el fenómeno de “La Niña” para
aprovechar las precipitaciones. En esta ocasión el exceso de lluvias generó las
inundaciones, viéndose afectadas áreas de cultivo como se puede observar en el mapa.
Las zonas de cultivo en este caso se encuentran generalizadas, no obstante, a través de
los datos de la producción, rendimiento, área cosechada y sembrada por cada municipio
como se observó anteriormente (Ver figura 13).
Figura 13. Capacidad de uso del suelo y zonas de pastos y cultivos 2010 – 2012 en la
subregión media del Sinú
Fuente: SIAC – IGAC
La clasificación supervisada realizada a través de polígonos en la imagen Landsat 8,
permite identificar una disminución en las zonas sur de cultivos en la subregión, pequeños
parches hacia la periferia han desaparecido, en comparación con los años observados
anteriormente. De igual manera se identifican otros como, alrededor de la ciénaga de
Betancí, un gran cuerpo de agua localizado en el sur de Montería, la norte de la ciénaga se
observan zonas de prácticas agrícolas, cambiando su localización en donde años anteriores
están al sur de ella. A pesar de los cambios, sigue existiendo la concentración hacia el
norte. Cuatros años después de las grandes inundaciones en el 2011 se observa aún una
similitud en la distribución de las zonas, cabe anotar que, dentro de este uso hay cultivos
que necesitan zonas de encharcamiento como el arroz. (Ver figura 14)
Figura 14. Capacidad de uso del suelo y zonas de pastos y cultivos 2014 – 2015 en la
subregión media del Sinú
Fuente: SIAC – IGAC – EARTH EXPLOREL
Conclusiones
En la investigación se tuvieron en cuenta variables como: precipitación, uso y
cobertura del suelo, uso recomendado del suelo y evaluación agropecuaria municipal,
las cuales se asociaron para establecer una relación espacial de causa y efecto entre el
fenómeno de “La Niña” y el comportamiento de los cultivos de maíz en la subregión
media del Sinú. También, las variables como el tipo de suelo, temperatura,
precipitación, plagas, tipo de maíz, entre otros, sí intervienen en el comportamiento del
cultivo, debido a que la precipitación influye generando inundaciones y permeando en
el aumento de aparición de plagas y demás dificultades que afectan en la siembra y
producción.
Estableciendo una posible relación directamente proporcional entre el área sembrada
con el área cosechada, sin embargo, en la producción y rendimiento, es distinto puesto
que, hay municipios que tuvieron una alta producción, pero no el mayor rendimiento.
Entendiendo así que existen otros factores o variables que influyen en el
comportamiento del cultivo de maíz, como los culturales o intervenciones en las
técnicas como uso de semillas transgénicas.
Asimismo, cada municipio experimenta los efectos de la niña de formas distintas
puesto que su localización espacial interviene como en la cercanía a cuerpos de agua y
los tipos de suelo que posean, funcionando como un sistema que reacciona a las
inundaciones causadas por el fenómeno de la niña. Espacialmente se nota una
disminución de zonas de cultivos en el periodo de 2014 – 2015, también, se da un
pequeño cambio en la distribución de estos. Los municipios a pesar de tener un
descenso para esta época siguieron con su producción. También, a pesar de tener la zona
gran capacidad para cultivar maíz en otras áreas que no sean afectadas, no hay actividad
agrícola en ellas, produciendo así una subutilización del suelo.
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