remetido y anudado
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REMETIDO Y ANUDADO
Introducción:
Dentro del proceso de preparación de la urdimbre se hallan las operaciones
de remeter o anudar. Situadas a continuación de la operación encolar o de
la operación urdir, si es el caso de que el tipo de hilo no necesita ser
encolado. El remeter forma parte de la puesta en práctica de la teoría de
tejidos. La máquina de tejer cruzará los hilos y las pasadas en un orden
preestablecido, (el ligamento), pero este ligamento para ser obtenido
necesita que los hilos estén situados en un orden gracias al enhebrado de
las mallas de los lizos (Remetido).
A veces las industrias se ahorran el realizar esta operación, pues siempre
que es posible la substituye por el anudar, que es mucho más
económico .Pero esta substitución solo es posible cuando el nuevo plegador
contiene el mismo número de hilos que el anterior y el ligamento será el
mismo.
Remetido:
Se define como remetido a la operación de enhebrar cada hilo de una
nueva urdimbre por la laminilla del paraurdimbre y por el ojal de la
malla del lizo que le corresponda.
Llamado también pasadura, es un conjunto de operaciones que
consisten en pasar los hilos de urdimbre a través de los elementos
del telar, así tenemos:
- el pase del hilo a través del ojal de los lizos.
- el pase del hilo a través de los dientes del peine.
- el colocado de las horquillas, u horquillado.
El remetido se finaliza con el paso de los hilos por el peine de tejer
estas operaciones deben hacerse en el orden descrito si se trabaja
con laminillas paraurdimbre cerradas.
Si dichas laminillas son abiertas pueden ser también situadas en
cada hilo como operación posterior cuando la urdimbre ya está
dispuesta sobre la máquina de tejer.
Maneras de realizar el remetido:
Existen algunas maneras de realizar el remetido la una es manualmente y la
otra con la ayuda de máquinas semiautomáticas y también máquinas
automáticas.
Remetido manual:
Empieza con un peinado suave de los hilos de la urdimbre para
lograr su perfecta paralización en la zona cercana a la cruz.
Los cordoncillos de la cruz que posee la urdimbre son sustituidos
por varillas de madera o acero inoxidable.
En una disposición común, el plegador está situado entre unos
soportes. La urdimbre sigue una línea ascendente hasta las barras
guía y luego sigue una línea vertical descendiente hasta la zona
de las barras de cruz fijadas al bastidor por sus extremos. Una
operaria (entregadora) sentada en medio, selecciona hilo por hilo
ayudándose con las varillas de la cruz.
Delante de la napa de hilos y en otro bastidor se hallan las varillas
con las laminillas del paraurdimbre y los lizos con sus mallas. Otra
operaria (remetedora) sentada frente a los lizos introduce un fino
y largo ganchillo por el ojal de una malla, por el ojal de una
laminilla del paraurdimbre, recoge el hilo que le presenta la
operaria entregadora y tirando hacia sí lo remete.
Cuando no existe las laminillas del paraurdimbre y el número de
lizos que forma el cuerpo de remetido es muy corto (normalmente
cuatro) puede realizarse esta operación sin la ayuda de la
operaria entregadora.
El remetido de hilos gruesos en mallas de gran agujero es mucho
más rápido que al tratarse de hilos finos.
El orden de remetido a orden seguido simplifica la operación. El
número elevado de lizos dificulta la rapidez de la misma.
En el trabajo combinado de dos operarios, la entregadora siempre
debe adelantarse a la remetedora y tener preparado un nuevo
hilo y separada una nueva laminilla. Finalizando el remetido, los
extremos de los hilos se anudan entre sí por grupos.
El remetido del peine es posterior. La operaria entregadora
selecciona el número de hilos que deben enhebrarse por el
mismo diente. La operaria remetedora con la ayuda de un
ganchillo los remete.
El remetido manual es poco frecuente en las tejedurías de hilos
finos y en cambio es muy común hacerlo de este modo en las
industrias que trabajan hilos muy gruesos.
Figura no1.- Detalle del remetido manual.
Remetido semiautomático:
En el mercado existe diferentes maquinas que ayuden a realizar con
menos fatiga la operaciones de remetido.
Quedan agrupados bajo el concepto de semiautomático la que
realizan parte de las operaciones de remetido. Todas ellas se centran
en la eliminación de la operaria entregadora y la simplificación de la
tarea de la operaria remetedora.
Las máquinas de remetido semi-automático son:
La máquina insertadora.- La máquina funciona mediante un
sistema separador universal con o sin encruzamiento, según el
tipo de, material de urdimbre. No es necesario ningún reajuste de
la máquina insertadora.
Máquina colocadora de laminillas.- Pueden colocarse casi todos
los tipos de laminillas abiertas y cerradas que existen,
constituyendo un gran ahorro de tiempo. Su movimiento de
avance está controlado a través de la máquina remetedora de
hilos de urdimbre, el mando separado con su propio mecanismo
de pulsión, permite una inserción garantizada de hasta 6 filas
preseleccionadas de laminillas.
Máquina pasadora de peine.- El último proceso en la preparación
de la urdimbre es el pasado del peine. Esta operación también
puede realizarla un solo operario con la máquina pasadora de
peines que consiste en un dispositivo enhebrado y un bastidor
que sujeta el peine.
Dispositivo enhebrado controlado por detector.- El enhebrado de
los hilos de urdimbre se realiza por medio de un disco helicoidal
que se libera a través de un detector de hilo (sensor). Después de
la introducción de cada hilo, el disco enhebrado se desplaza
automáticamente al próximo diente del peine, y por lo tanto, está
en contacto continuo con los dientes del peine.
Figura no2.- Máquina
semiautomática de remetido de
Titán
El enhebrado del peine de tejer se realiza también con la ayuda de
pequeñas máquinas.
En algún modelo, la máquina remete en un mismo espacio del peine a
los hilos que se le presenten juntos.
En otro modelo de máquina puede programarse para remeter varios
hilos por un mismo espacio aunque se le presenten por separado.
Dichas máquinas admiten tres situaciones estacionarias distintas:
a) Como complemento a las máquinas de remeter semiautomáticas,
realizando de este modo el remetido de la laminilla, de la malla y
del peine en forma simultánea.
b) Como máquina independiente para realizar, con posterioridad al
remetido de los lizos, dicha operación.
c) Como máquina independiente, a situar en la misma máquina de
tejer para remeter el peine que debe substituir a otro que ha
sufrido un súbito deterioro.
Figura no3.- Máquina de picar el peine Titán
Remetido automático:
También en este caso existen dos niveles diferenciados de
automatismo:
a) La máquina remete la laminilla y la malla.
b) La máquina remete conjuntamente el peine de tejer.
Figura no4. Máquina automática de remetido modelo Delta
Zellweger
En el primer caso es normal un equipo de trabajo formado por tres
personas, dentro de un mismo local, en posiciones apartadas.
La primera persona prepara la urdimbre, la paraleliza, la tensa, repasa
la cruz, prepara los paquetes de mallas y laminillas.
La segunda persona supervisa la operación de remetido y ayuda a la
máquina ante cualquier dificultad en separar un hilo, en seleccionar
una laminilla o bien una falla.
Dicha operaria debe permanecer constantemente atenta a la
operación.
La tercera persona realiza el remetido del peine de una urdimbre
remetida con anterioridad.
La producción depende en gran manera del tipo de malla y del estado
de conservación de las mismas. En general se alcanza con facilidad el
remeter 3000 hilos hora incluyendo las operaciones preparatorias y las
finales consistentes en situar el plegador con los lizos y paraurdimbres
en su carro soporte correspondiente.
Figura no5.
Diferentes tipos de laminillas
En la opción b) cuando la máquina remete conjuntamente el peine de
tejer, la organización del trabajo se realiza con una o dos personas.
Normalmente dos.
Colocación de las laminillas:
Como operación independiente y posterior al remetido. Sólo es posible
realizarlo si las laminillas son abiertas.
Figura no6. Ejemplo de
transporte a la máquina
de tejer de Titán
Presenta ventajas en los hilos delicados que pueden sufrir roturas en el
traslado desde la estación de remetido hasta la máquina de tejer, por efecto
del peso global de las laminillas.
También adecuado para el caso de almacenar remetidos para cuando deban
repetirse ya sea en la misma temporada o en posterior.
Anudado:
Se define como la operación de realizar los nudos entre cada uno de los
hilos de una urdimbre finalizada (normalmente en la máquina de tejer) con
su correspondiente hilo de una nueva urdimbre. De este modo no es
necesario realizar el remetido para cada nuevo plegador de urdimbre para
tejer. En muchos casos es suficiente la operación de anudado que es mucho
más económica.
El anudado será posible cuando la nueva urdimbre es igual a la anterior, o al
menos posee el mismo número de hilos, que su ligamento a tejer permita
usar el remetido anterior y el mismo peine.
El anudado no será posible en materiales que por su elevada torsión o por
su rigidez natural dificultan la obtención correcta de los nudos.
Figura no7. Máquina de
anudadora de Zellweger
Las máquinas anudadoras se encargan de unir las puntas de la urdimbre
terminada del telar con las procedentes del nuevo Carreto o enjulio. La
Urdimbre procedente del telar es oprimida entre dos pares de mordazas con
superficie rugosa después de asegurarse de que no falta ningún hilo y de
que éstos se hallan debidamente cruzados, lo cual se obtiene mediante un
cuidadoso cepillado de los hilos.
Debajo de esta capa de hilos, se coloca otra que viene del Carreto lleno
conservando su lugar por medio de las cruces, y que se mantienen
igualmente sujetos por las mordazas B y B. Entre ambas capas de hilos va
pasando el aparato anudador movido por un pequeño motor eléctrico, este
aparato consta de un selector que toma un hilo de cada capa y los reúne
para ser agarrados por el anudador de agujas, el cual después de producir
el nudo corta con tijeras ambas puntas. Cuando el selector encuentra una
pareja en una u otra urdimbre, lo cual indica que falta o sobra algún hilo,
queda parado y entonces debe intervenir el operario para corregir el
defecto.
Las pinzas del selector, así como las agujas del anudador, deben ser
adecuadas a la clase y al número de hilos que trabajan ya que no pueden
ser las mismas para hilos gruesos que para hilos delgados.