remi lenoir - objeto sociologico y problema social

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fr ) ) I I l I LOUIS PfNTO ) , ) ) ) ) ) ) t ) I l t ) ) D l ¡ t D I t D do) asícomo en las tramPas de la lucidezcomplaciente' forma sutil de autoprotección mediante la críticaque utilizan los miembrosde ,.,n "r,rio para adelantarse y desarmar la mirada objetivantede .u.ritu"i., 'fot"tt.ros. La objetivación de un universo al qrre se oertenece exiqeuna actitud radicalmente diferentede la polérnica 'cuva finalidaá es el "ajuste de cuentas"' Si se puede hablar de "oLietiua.ió.t particiPante"es porque el análisis sociológico- surge ro.-,i .ort o uná autoobjetivación obtenida graciasa un verdadero i.lbaio sobre utto mismo.Al ofreceral sociólogo los mediosde un autoántrol, la sociologÍa de los intelectuales cumple a su manera unaexigencia fundamental del conocimiento objetivo: Ias rePresen- iu.i*"i.tpottta"eas y las racionalizaciones del sociólogo no están dotadas dJningún estatuto de excepción' Muy de oira manera, el estudio de un universo dtlerenteal suyo irnpoÉ uf sociólogo el análisis de su relación con el objeto Para ..áp"t . l* difeátes formasde etnocentrismo' él ha de cuestio- ""r itl p-pr.. categorías espontáneas de percepción siruándolas en el espaCíb de categorías equivalentes' Por jemPlo' el estudlooe ior -riot propios dé las claies popularespuede dejar de ser una l-.-."r".J l¿J o menos disfrazadá del "mal gusto" a partir del *oi.n,o .n que el sociólogo seda un princiPio de inteligibilidad lo más carentJ posiblede presupuestos De estemodo' la relacron a.-f* dif.t.",.. grupos iocialés con respecto a las condiciones matcriales de existencia, medida por el grado en qle estos grupos Dueden tomar dist¿nciao estánsometidos' Por el contrarro' a.la fr.-...1¿"J" (Bourdieu, l9?9), permite romPer con la norma 'lel "tiuen gusto" dando razón de lasdilerencias que sehan constaraqo entré l8s grupos.Lejosde tomar una posiciónde sobrevuelo desde la oueel óciólogo contemplaría desde lo alto a los grupos socrales' .]ri-,Ñ"t " r8t "inferioies". el sociólogo tiende a la vez a descri- birlas prácticas de los miembros de otros gruposy a dllucloar ta rir*iOi q". ¿f -^ntiene con éstas' Desde el recabamiento de datos i..o i^ ."ati,".., Ia construcción del objeto lleva la rnarca de esta doble preocuPación. c I I t, OBJETO SOCTOLóGICO y PRoBLEMA SOCIAL REMILENOIR La sociología se asimilacon frecuencia a aquel.las disciplinas cuyo objeto se delimita de acuerdo con t", ."ügo.i". á"'i;';;;.;,.. social, como por ejemptola ergonoml" " l" .iirri".ráeÍ"l í, l;," que la historia de_ los oríge neide la s".iotogia ti.ni!;;;;..i,". estarepresentación del sociólogo .o_o .rp.-.i"lirt" .., to, prott"_ mas "sociales" del momento. Lá sociologíá surgfo ^ _.1-áá", aa sigto)üx / se desa¡rolló a lo largo de la ieg.""a? _i,iá ü;ir*" siglo,es deci¡ en un momento án el que lis luchar;;;. i;;;", sociales se exacerbaron particularmente .o" r. i.*p'.ioi"üun proletariado urbano viniulado "t a.r"..oilt a1- j.1..J".i.:atr".- ción, eso que sedenominaba el ,,pauperismo" (H;"i;il;l;;j y Leclerc. 1979). Dcsde.comjenzos dcl siglo xDq la ciencia económica estaba consrjruida como ral y la acrividadpropiamente económica estaba, ,""a * i".'üá¡ :_o_1!p¡gf:sores,,fitánrropos, potÍricos) co-. "" t., ;;;;,i;;r'i.";;". sa.os. indus rriales o financieros) disociada de los áemás "..,o.)r'ii," actividad social. Es en efectoen la primera miud del siglo xrx cuando se forma la oposición enrrela economia "potiri."" y I" ..o,r.oll" ;;;j;. "" ._inte.esándoselaprimeramás queen..i""r".*ri"i y."p'lJ;" r" ;.;;, según la expresióri de A. de újlleneure BarBemont (citado en Durosellc, 1951, p. 230) y la segunda en el conjunto de án¿iciones de Ia vt;;;;.;^. Esra disrinción no Á únic"-ent" .i producto d"r.,n^ á,rrlJ" o.l i."U", intelectual. Esel resultado, en lo esencial, ae,.rn confticto fot?i1".'q"" a," l"li"^1:,:lea *l "" dejó de oponeq erre.peciar e,, toao ri que;;;;;". a ro que se empieza entonces a ¡lamarlos .problemas socialis", i";;;;.- senranres de la burguesía industrial a lo, ¿i l" u.irro..".l^ .á;;;5;". Aldenunciar los efectos de la indust¡iallración las fracciones-Iriá-s a"^".- vado¡as de la aristocracia cuestiona¡on I" f"6ti-ia"ái" "rt"H;;;- dalidad", basada en Ia producción de bienes Áanufactrrrados f q;;;;; entonces al poderpolítico. L57l

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Page 1: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

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LOUIS PfNTO

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tDItD

do) así como en las tramPas de la lucidez complaciente' forma sutil

de autoprotección mediante la crítica que utilizan los miembros de

,.,n "r,rio

para adelantarse y desarmar la mirada objetivante de

.u.ritu"i., 'fot"tt.ros. La objetivación de un universo al qrre se

oertenece exiqe una actitud radicalmente diferente de la polérnica'cuva finalidaá es el "ajuste de cuentas"' Si se puede hablar de

"oLietiua.ió.t particiPante" es porque el análisis sociológico- surge

ro.-,i .ort o uná autoobjetivación obtenida gracias a un verdadero

i.lbaio sobre utto mismo. Al ofrecer al sociólogo los medios de un

autoántrol, la sociologÍa de los intelectuales cumple a su manera

unaexigencia fundamental del conocimiento objetivo: Ias rePresen-

iu.i*"i.tpottta"eas y las racionalizaciones del sociólogo no están

dotadas dJningún estatuto de excepción'

Muy de oira manera, el estudio de un universo dtlerente al suyo

irnpoÉ uf sociólogo el análisis de su relación con el objeto Para

..áp"t . l* difeátes formas de etnocentrismo' él ha de cuestio-

""r itl p-pr.. categorías espontáneas de percepción siruándolas

en el espaCíb de categorías equivalentes' Por jemPlo' el estudlo oe

ior -riot

propios dé las claies populares puede dejar de ser una

l-.-."r".J l¿J o menos disfrazadá del "mal gusto" a partir del

*oi.n,o .n que el sociólogo se da un princiPio de inteligibilidad

lo más carentJ posible de presupuestos De este modo' la relacron

a.-f* dif.t.",.. grupos iocialés con respecto a las condiciones

matcriales de existencia, medida por el grado en qle estos grupos

Dueden tomar dist¿ncia o están sometidos' Por el contrarro' a.lafr.-...1¿"J" (Bourdieu, l9?9), permite romPer con la norma 'lel"tiuen gusto" dando razón de las dilerencias que se han constaraqo

entré l8s grupos. Lejos de tomar una posición de sobrevuelo desde

la oue el óciólogo contemplaría desde lo alto a los grupos socrales'

.]ri-,Ñ"t "

r8t "inferioies". el sociólogo tiende a la vez a descri-

birlas prácticas de los miembros de otros grupos y a dllucloar ta

rir*iOi q". ¿f -^ntiene

con éstas' Desde el recabamiento de datos

i..o i^ ."ati,".., Ia construcción del objeto lleva la rnarca de esta

doble preocuPación.

cII

t,

OBJETO SOCTOLóGICO y PRoBLEMA SOCIAL

REMI LENOIR

La sociología se asimila con frecuencia a aquel.las disciplinas cuyoobjeto se delimita de acuerdo con t", ."ügo.i". á"'i;';;;.;,..social, como por ejempto la ergonoml" "

l" .iirri".ráeÍ"l í, l;,"que la historia de_ los oríge neide la s".iotogia ti.ni!;;;;..i,".esta representación del sociólogo .o_o .rp.-.i"lirt" .., to, prott"_mas "sociales" del momento. Lá sociologíá surgfo

^ _.1-áá", aasigto )üx / se desa¡rolló a lo largo de la ieg.""a? _i,iá ü;ir*"siglo, es deci¡ en un momento án el que lis luchar;;;. i;;;",sociales se exacerbaron particularmente .o" r. i.*p'.ioi"üunproletariado urbano viniulado

"t a.r"..oilt a1- j.1..J".i.:atr".-

ción, eso que se denominaba el ,,pauperismo" (H;"i;il;l;;j yLeclerc. 1979).

Dcsde.comjenzos dcl siglo xDq la ciencia económica estaba consrjruidacomo ral y la acrividad propiamente económica estaba, ,""a * i".'üá¡:_o_1!p¡gf:sores,,fitánrropos, potÍricos) co-.

"" t., ;;;;,i;;r'i.";;".sa.os. indus rriales o financieros) disociada de los áemás

"..,o.)r ' i i ,"actividad social. Es en efecto en la primera miud del siglo xrx cuando seforma la oposición enrre la economia "potiri."" y I" ..o,r.oll" ;;;j;. ""._inte.esándoselaprimeramás queen..i""r".*ri"i y."p'lJ;" r" ;.;;,según la expresióri de A. de újlleneure BarBemont (citado en Durosellc,1951, p. 230) y la segunda en el conjunto de án¿iciones de Ia vt;;;;.;^.Esra disrinción no Á únic"-ent" .i producto d"r.,n^ á,rrlJ" o.l i."U",intelectual. Es el resultado, en lo esencial, ae,.rn confticto fot?i1".'q"" a,"

l"li"^1:,:lea *l

"" dejó de oponeq err e.peciar e,, toao ri que;;;;;".a ro que se empieza entonces a ¡lamar los .problemas

socialis", i";;;;.-senranres de la burguesía industrial a lo, ¿i l" u.irro..".l^ .á;;;5;".Aldenunciar los efectos de la indust¡iallración las fracciones-Iriá-s a"^".-vado¡as de la aristocracia cuestiona¡on I" f"6ti-ia"ái" "rt"H;;;-dalidad", basada en Ia producción de bienes Áanufactrrrados f q;;;;;entonces al poder polít ico.

L57l

Page 2: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

58 REMI LENoIR

Esta disociación de la vida social en dos secto¡és y la autonomizaciónconceptual y teórica (como lo atestigua por lo demás la expansión de lafilosofía utilitarista en Francia y en Cran Bletaña) de lo que se denominaráIa "gestión de las poblaciones" no cabe duda de que es uno de los factoresque facilitó el surgimiento dela sociología como disciplina disrinta de orrasciencias sociales, en especial de la economía. En la mayor parte de lasteoías sociológicas de aquella época se encuentra el eco de esta división ala vez política e intelectual en forma de pares de opuestos entre dos tiposde sociedades ("cornunidad,/sociedad', sociedad con estatuto/sin estatu-lo, etcétera).

Sociólogos tan dife¡entes como Ferdinand Tónnies, Ceorg Simmel,Max Weber, etc., tuvieron conciencia de lo que Emile Durkheim llamaba'el estremecimiento" de las sociedades europeas en el siglo xIX y lo to-ma¡on como objeto ¡nás o rnenos directo de sr¡s obras. La mayor parte delos trabajos de Durkheim en particular, tratan de remediar la crisissocial que él tenía ante sus ojos, como lo confirma por ejemplo el últimocapítulo de r¡no de sus lib¡os más conocidos, El suicidio (1897), con elencabezamiento muy explícito ("consecuencias prácticas"), o la distinciónentre lo "normal' y lo "patológico" que él desarroll^ ei Las glat d¿l métnd,osociológico (1895).ün gran núrnero de investigaciones llamadas "sociolóti-cas" que se han llelado a cabo desde entonces t¡atan de los "problemassociales', es deci¡ de lo que'en un momento determinado constituyó una"crisis" del sistema social, ya se trate de la "delincuencia", de la "droga", dela suerte de las "personas de edad", de la 'inmigración", del "desempleo",etcétera,

Esta definición socialmente constituida del objeto de la cienciasociológica está además ampliamente reforzada por el empleo quelas diferentes instituciones (administraciones, colectividades loca-les, empresas, organismos sociales, etc.) hacen de los sociólogos.Estas instituciones esperan de éstos que les ayuden a resolver un

^"problema", por definición "social", remiriendo este rérmino por

r , .., _t'lo menos a dos acepciones. La primera, heredada de esta "econo-

,1,J ,.: ..,f mÍa social" como ciencia..auxilla¡ y.a¡rcila¡dd la écoriomíd pófiiia,i' ¡ cubre bastante bien el campo del que tratan "la ayuda social" (los

.' pobres, los casos "sociales", los marginales, etc.), la "seguridadsocial" (la vida fuera del trab4jo, en especial la vida familiar y la delas personas de edad, etc.), en suma, los problemas a lps que seenfrentan profesionalmente los trabajadores "sociales" (asistentes"sociales", educadores especializados, etc.) y que tratan de resolverlas políticas y las leyes "sociales". La segunda acepción proviene deotro sentido que este término tenía ya en el siglo )OX: cercano al

;CIi de "socialismo'i, de *cuestión social" o "de encuesta social", se Oliencuentra aún hoy en expresiones como "socios", "derecho social".

Cj.lconflicto social", etc. Este término designa entonces todo lo que Ypone de manifiesto las relaciones entre giupos "sociales",.r, p"rti- |li

SOCIOLÓCICO Y PROBLEIVfA SOCIAL 5q

cular las relaciones entre los empresarios y los "asalariados", es Gli;decir, el conjunto de condiciones de trabdo dentró de lo que se

c

denomina el "mundo del trabajo'' |l

1' La p;i¡1e¡a..{-ifiqqlted que el sociólogo encuentra tiene que ver -si: Q: con el hecho de que él está ante representaciones prestablecidas C - ¡I ¡ r ,

^hiDr^ ' tc a. f

' l i^ ^, ,a i -á, ,^-- l -

-^-^-^ , - ^^-^"^- , r^-- . - l : C..1¡u objeto de estudio que inducen la manera de aprehender y, por

:, J lo mismo, de definirlo y de concebirlo. El punto de parr.ida de roda. investigación está constituido por representaciones que, como es-

\

rnv€sugacron_esh-constltutdo por represenhciones que, como es- cc rib ió Emi le Du rkh eim en Las reglas dzl m¿¿oda sociológico, s on co m o"un velo que se interpone entre las cosas y nosotros y que nos las Iencubre tanto más cuanto más transparente creemos que es este Ovelo" (Durkheim, 1985, p. l6). Esto es lo que él llamaba las "preno-ciones", que pueden ad.quirir la forma de ;imágenes sensibles,' o de iT'lconceptos burdamente formados", si en Ia "reflexión anterior a la Cciencia, que no hace más que servirse de ella con más m étodo" (id., ¡¡(p. l5). Pero Emile Durkheim precisa que no basta con separar pura Yy simplemente las "falsas evidenciasi y el "yugo de las categorías (3empíricas que.una larga costumbre acaba much4s veces por volver Ctiránicas" (id.., p.32). Estas prenociones tienen un fundamento y

^una-fu¡ción soiial, y de ahí ü fuerza que poseen: "producrói aé ia tlexperiencia vulga¡ [ellas] tienen ante todo por objeto poner nues- Ctras acciones en armonía con el mundo que nos rodea; [ellas] están oformadas mediante la práctica y para ella", lo cual les confiere esta =especie de'lusteza prictica" (¡d., p. 16) que hace tanro más difícil Cdeshacerse de ellas porque se han convertido en triviales, eviden- {¡tes, consabidas, legíümas. '

b. ..t". ,.p..!lnraciones, la que se presenta bajo la forma de u;-i r9 ,"problema social" tal vez constituya uno d.e los obstáculos más , ..üdifÍciles de superar. Los "problemas sociales" están, en efecto, ' I g:itLttituid,os eA Lod,os los instrumentos qu€ participan €n la formación I t ?lde la visión común del mundo social, yoi. ttut de los organismos , ,.{1,y de las reglamentaciones que tratan de resolverlos, ya se trate de . -.Étlas categorías de percepción y de pensamiento que les correspon- ]den. Esio es tan cier; que una de las particularidades dÉ los 3probtemas sociales es que se encarnan generalmente de manera Omuy realista en las "poblaciones" cuyos "problémas" se trata de

: $

-cA\

Page 3: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

60 RfMr LENO¡R

resolver. Es frecuente que esl'as Poblaciones estén incluso determi

""i"t l. ".".t4..on Ériterios'f isiológicos" ("r 'nujeres"' ' ió:"",tt: '

"viejos', 'minusválidos", algunas caregorías de entermos o oe crerl '

cientes físicos, etcétera)'"''i;"r .i.-"r", una noción como la de accid'ente de trabajo es hoy

""".",""'- i".. iJente' Elaborada y codificadajurídicamente' ella

está en la"base de la actividad de numerosos organismos y servlclos

;;.i;iil;t;.ta laevaluación de tasas de incapacidad o de Ia del

monto de las reparacrones, etc ' así como para la prevención de

;t;;ó;;;;;.i'dente y la def€nsa de los intereses de las víctimas'

enorjUl".t, esta noción, que hoy se ha vuelto tan evidente' ha srdo

;;;t;;;.1 p.od.,.to dt todo un "trabajo social" conducente. a

"rpar v a difundir una nueva categoría de percepción del mundo

i".t"t i *"-"" t. reduce a sólo to-marla en cuenta juridicamente'

;;;t1;,t,";;n por la categoría estadística de "riesgo" de la

"oAO" -"*f de "iulpa",

"' ód" tln" concepción de la justicia

r.ü,',"á" """

uefinitió" d¿ lts relaciones sociales en el seno de

i;;;;;ü toda una relación con el trabajo y' más¿mPliamente''i"i"

í""?,it"¿ ""tt

la vida Io que está imPlicado Por lo tanto' Ia

i".ti"".J" ü "itg.n

del accidente se despLa de la imputación a

ili]'.ü'+F;."ü9.:"-:,::.1'i;ii':,1T::*:;'"iT;T:::l;nes de trabajo, etc', con Petlgr(á" i"*i*i"it

"" ¿efinitiva s-iempre a la propia v.íctima Fn

¡11a';;i;i;i;,1.,.11"11':::H,1'ii::','.'"H'::i:ffS:'11:definición de Io que se oen

"r.i""*t la naturaieza de su causa? De suerte que estudiar las

i^"""tT. i.t"-l¿entes de trabajo corre el riesgo de asemejarse a

un círculo.

En efecto, la mayoía de los estudios establecen que las categorías sociales

1""" i"t"'a" acáidentes de trabajo es la más alta son aquellas que esrán

;fi ;ilü;;:r_:::::':.*¿31ilü,:1iJ:;::*i:,::l$:1:obrera: trabajadores lnmlgraclos'

un "descrrbri-miento" de este tiPo, ¿no reconoce el hecho de que son estas

;;;.;"ü;;;;; totitlt' pt"i'u "nte

las afecadas po¡ los lugares de

uabaio más-peligrosos, los talleres más insah¡bres y los sectores mas

:;;*J;"; iÑo es también a caus¿ de que los -especialistas-

en las

'."i.J8""t t...r.t dent¡o de la empresa" y los jefes del Personal se

t";;;;;i;;; ;; víctimas de los accidentes de trabajo como ''torper'

:;á;;;.;"¡ . "-disciplinados" que los estudios "cien-tíficos" "encon'

""Jtüi"t "*to"nrud'o' ' ' te"o' plusricid¿d funcional" ' menos "inteh-

oBJETO SOCIOLOCICO y pRoBLE tA SOCIAL 6l

gencia concreta", más 'gestos nefastos" y más manifes¿aciones de "¡eberióncont¡a la autorjdad"? (Lenoi¡ l9g0).

Las investigaciones sobre las causas del suicidio son también u¡r*:l:r^.y! -1. la

incidencia y el peso de las definicirc;;;r;t;,-oas que rrgen ranro las condiiiones de observación com.il;;;r,-caciones de los fenómenos estudiados p". 1", ,;;;i;;";;T"l-91]91 i.j"* en efecto que ras estadíiticas-,;b;;r";;: ;.surctdro son en parte el resultado de representaciones qra ra haaanl::,:11".:,:' <luoicos, psicólogos, _iroi"gá,, p"rl.i;: j:;: ;::¡norc¡os a los que recurren estos últimos i."pfi.un

""..r".i"í.r,Luna,teoría de las causas del suicidio. o. n..ú. rr"y i"r", ffi; il:las causas de una muerte accidental no se dan d.ir"";;,:;.;;;

Y::::::-0"] r¡en o se.tiró debajo deliberada_.;il;;'Jlj;

as¡ pues, se ven conducidos a uti l i ;sr una muerte es resurrado de r":i::,11:t::

qTperm.iten estatuirha de e m pezar p., .i ." " o ¡ " a.i; i::j:"""lJll:::H:";.i$:categorías que clasifican una mue;d iferlntes i;.r* ;;;ffi; il'j'_: i.. "'.'

0., p u es to que "rasparcialmente, las causas da,qrral?n

al misrno tiempo, al rnenos

rercer capítulo). - lo que explican" (Merllié, 1987 y

Herbert.Blumer ha mostrado que era vano definir los ,,problemassociales" por una naturaleza o;ción que ofrecerÍa ."r*o, .ro;.rt ,'-ti -tería

ProPia' -o-Por

una pobla'

L"q.'.*;;;ü;;-";;:ffi'fi fi::.9,11["i:J3ii;iir:::,?,?,1.,8j:T:I ry1d-.-gesaparecer como tal en tanrolue los ri,"¿_,j"r.

L RBiLTDAD pREcoNsrRUrDA y coNsrRuccróN DEL oBjETosocfol-ócrco

, 1l::-:^' "_ :: d es isna s u bsis te n. r. ; a;l; ;;:;.::"#l"J !",''1",":::::]?3::i::o]:tt.^:: Estados unidos ru. ""1."". p.""u.ma

-'social" en Ios años 1930 y desapareci¿ ;;;;;r.ffi;:l;l,;

'"1950, o también del racismo queisocral sino hasta los ;;;;;;il"

no se convertirá en un problema

: ' ^Además,

un-mismo problema,,.social,, puede estar cons¡ituido;.por razones diferentes. Este es eñr^hr-_^- ..- t caso de Ia ..vejez,, que remite ade carácte¡ muy diferente: la suer¡e de las personas

Page 4: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

REMT LENOIR OBJETO SOCIOLÓCICO Y PROBI.EMA SOCIAL

ancianas más desProvistas (la "Pobreza"), el "desequilibrio" demo-

gráfico (el "envejecimiento" de la población) y por último' ia pro-

l,ongación de la duración de la vida biológica y los efectos que

implica en las relaciones entre generaciones, tanto en la familia

como en las relaciones de trabajo. Ahora bien, Ia "vejez" es una

categoría aparentemenrc natural y evidente. Por ello una investiga'

ciórrsobre la constitución de la "vejez" como un problema social se

enfrenta a todos los obstáculos que dificultan habitualmente al

sociólogo la construcción del objeto de su investigación.

1.7. una categoría "natural": la ed'ad

Los principios de clasificación del mundo social, hasta los rnás

naturales, remiten siempre a fundamentos sociales. Sin hablar de la

"raza" -sabemos la apuesta social que esta noción y Ias categoría; a

las oue evoca han constituido (Lévi-Strauss, 1952)-, Ios estiSmas

físicós ymás generalmente las proPiedades biológicas, como el sexo

v la edad. sirven muchas veces de criterios de clasificación de los

individuos en el espacio social. La elaboración de estos criterios

está en general asociada al surgimiento de instituciones y agentes

especializados que encuentran en estas definiciones el recurso y el

fundamento de su actividad. Estos principios de clasificación no

tienen, pues, su origen en la "naturaleza", sino en un rabajo social

de producción de poblaciones que llevan a cabo, según criterios

iurídicamente constituidos, difelentes instituciones, de las que las-más

conocidas y las más estudiadas son el sistema escola¡ el sistema

médico y los sistemas de P-{-q!ección social.

Maurice Halbwachs se asombraba de que se pudiera hacer de la

edad el principio de formación de grupos con una cierta "consis-

tenci¡ social". Según é1, la edad no es un dato natural, aun cuando

sirva de instrumento Para medir la evolución biológica de los

individuos como la de los animales: instrumento de medida no

podría dar cuerpo a lo que mide. Es más: la edad no es un dato

inmediato de la conciencia universal. "Un individuo humano ais-

lado, privado de toda relación con sus semejantes y que no se

apoyara en Ia experiencia social, no sabría siquiera que tiene que

*oiir ¡...1. Ést" ás pot lo tanto una noción social, establecida en

comparación con los diversos miembros del grupo" (Halbwachs,

1935a, p. 118).

' La misma noción de edad, la que exPresamos en número de

años, es en efecto el Producto de una práctica social determinada'

medida abstracta cuyo grado de precisión que adopta en algunas

sociedades, se explica sobre todo por necesidades de la práctica

administrativa (la identificación de los individuos, el nombre y el

lusar d.e habiación no bastafl). La edad del estado civil como

crierio de clasificación apareció en Francia en el siglo )<vI, cuando

se generalizó Ia inscripción de los nacimientos en los registros

parroquiales (Ariés, 1973, P.2).

Recordemos que las primeras categorizaciones de las poblaciones según la

edad son muy explícitamente función de prerrogatilas estatales, como lo

atestiguan los reag¡upamientos realizados Por los Primeros ceDsos. Alíp,res, el de T¡évise, llevado a cabo en 1384, distinguía dos categorías: Ios

iombres ma¡ores o menores de @to¡ce años, "contárdose aparte los reliBio-

sos y los domésticos" por la razón de que estos últimos, como los hijos

menores de cato¡ce años y las mujeres excluidas durante mucho t-iemPo de

todos los censos, al no pagar imPuestos y no llelar armas, no eran "bienes

que se pudiera empadronar". Asimismo, las primeras "listas" venecianassólo distinguían dos categorías de personas: la "úri¿" es decir, la población

masculina de 15 a 60 años y Ia "i¿lrir" que reag¡uPa al resto.r

Si la edad del estado civil y las divisiones que esto hace posible son

nociones sociales, las categorías que permite distinguir no forman

por lo tanto grupos sociales. En efecto, las divisiones "aritméticas"

de la escala de edades se pueden convertir en categorías "nomina-

les" (los "viejos", los 'Jóvenes", los "adolescentes") sin designar por

ello grupos sociales definidos en estos términos. Maurice Halb-

wachs observa en primer lugar que este tipo de grupos no pueden

tener consistencia porque por definición Ios individuos no hacen

más que pasar por ellos, a menos que se ampliara considerablemen-

re el intervalo, pero entonces estos grupos no podrían ser definidos

en rigor en términos de edad. Pero sobre todo, como lo escribe este

autot "según la éPoca, las costumbl'es, las instituciones,Ja compo-

sición misma de la población se at!udica más o menos impornncia

a este carácter y la opinión define la vejez, la edad adulta, la

ju-ventud de manera muy diferente". Y agrega: "En otros tiempos,

en América un europeo de 50 años se consideraba joven para

1 R. Molls,Inbbduction a Ia dimogtuphie da !ílbs d'Etro\¿ dLr Xlf .t WIÍ !í¿cl¿s,

Duculor, Gembloux, 1954, t . l , PP. 170-171.

Page 5: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

R-EMI LEr\OIR

iniciar neqocios, en tanto que a esa edad, €n nuestro país' se reüraba

á.1.o-.i. io o t. jubilaba" (Halbwachs' id ' p 334)'

Cuando compara la pirámide de edades de las poblaciones francesa y

"-f.--" "."! las dos guerras, Maurice Halbwachs' después de haber

."".á*¿. q". f"t aatoi numéricos hacían que surgiera" *":t

ti: d]f:'

rencias con iespecto a la reP¡esentación de categorias cle edad en los oos

r"i"" f-¿. "¡óvenes" entonies en Alemania que en Francia)' se Pregunta

ir¿l lt'"iJ.it* a" €sta comParación desde el Punto de visla sociológico:;;;;;. saber -precisa- si el límite que separa la edad adulta de la

iuventr-rd,la velez de la edad adulta -a los ojos de la oPinion- es el m¡smo'en los dos países Se puede dudarde ello pues cuando hay muchosttomores

de edad, ie considéran tal vez más jóvenes de Io que son tenlenoo en

consideración su edad, y donde hay muchosjóvenes' como ungran nume'

ro de ellos ocuPa o s€ dispone a ocupar situaciones reserradas Por oüo

lado a los aduitos, tal vez ellos se consideran y se Ios cons¡dere como

rnayores de lo que son' teniendo en cuenla su edad en años

Inversamente, si se t¡ene en cuenta que uno de estos países está al norle

v el otro rrlás al sur, que tienen una comPosición étnica dlte¡enter Pueoe

le¡ oue los homb¡es sean más precoces en uno' en Francia Por e1emPlo'

ot,"-an "t

otro: entonces se llegaría a adulto anles y se entraría antes

;;bté";; i" ."t"go;" de los ancianos, de manera que la población

f."rr.aru ,"í^ todavia de más edad y la población alemana odavía.más

ioven de lo que parecería resultar de estas rePreseDtaciones . ror ultlmo'

i.ó-o .to t"nai "tt

.,l"nu la diversidad de las clases socnles' oe tas

o.oiario.,"r, ¿. Iot -edios

urbanos y rurales? La pirámide de edades es la

-is-" "n ,ln p"ís,

"n la ciudad y en el camPo' en la industria' el comerc¡o'

la agricultura, las profesiones liberales' en las clases acomodaclas y en ¡as

tlases pobres.---o.Joqr.-o, qr.,e en Fstados Unidos la proporción de adultos es mas

o -*o,

Ltt elevada como en Francia' Do Porque la natalidad sea. muy

,.Juai¿" ¿""¿" hace ti€rnPo, sino a consecuenciá de la afluencia de

i;;i;;;t,"t Son condiciones diferentes las que habría qu-e cubrir' El

estuáo estadístico tendría que Yersar sobre estos gruPos d¡terentes ror

ioáo .llo, lat pi.¿mides de eáades nos dan una idea tan esquemática y tan'";- -- , '- ---^ '^^ ̂ :-¡-r¡-. ' tÁ Fdiñró nos revelan del destino de laspobre como ü que las pirámides de EgiPt

itt l:]::i.lil"i,iJ"t-n"-fÁs qire tuvieron la iaiea de construi¡las" (Halbrrachs'

1935, pp. 335-336)

Si retenemos los principios del análisis de Maurice Halbwachs

lou.. i" .o-p"."ción entre las pirámides de edad de dos países'

"-"¿.-""ot"*"nornos sobre la noción de "envejecimiento demo

gráfico", i". i" l t. apoya también en cortes que' aunque no son

oBJE-rO SOCTOLóCrCO y pRoBLEtlfA socrAl

;'::[""''::J""::i'ii:t'i::'3:'::l-menos abstractos' cambiandoen.,u e,t,,aio .oü;:; ü.i"",?,il'".:'#ff:i:':l_.,,'¿i,T.1lÍl;:: :1Í::: :1,;#:ilT'Ti'#:r': : :"'" q " r" a' r"-ii ;"'5'1 u rn;t*',rx'i:*nttri,:"::,:lF'.Ti:j ji:g::::::t"Jtrj*i+:""J?.J?.j#:j"::.;i{:ii!i.:ilJTil.1i,,..;vacan*s,ruvierorr;J;f ilí:.]ilffi ,lñ::,ilgix jlfi.;:iiJi,lffffiff:T:ffj :l'r11 de.su edad"; es,a ";;,;;;::r*l:::i*:ff :::{ff trHl;::.l,.ljifü#.t"":

A Ia inversa, ,,la enfermedad det sigio", p"." ,.-._"ii..ií.*,ur,

ü:y.ü!,lu¡::: 1,3; I :x, j :**{thi:i_,.,r*.1:J*# i:t:ilJi:il$,lf;;:f ' J"'illt :J lut ;:; ft1l:iii{ii:ii'iii,"i",}ii.I.:?,t1,:ltn,.u:::1:::jl:iestas profesiones (y a lo que les

ft rT*:",'T,I;:***Tfu *:'":#:.j.,q:r'i!'j.:-j"x,1'i:iifyi:;ir{r;**f?.",Jr.Hifd#,f.:#r,iTil"Tl jjlj: .l".forma que asumió .' ..-:",,,ii,.J ri#.ii, ilüi"rl;i;H;r;:r¿*i'oi"'.uni"""Jü;Ji'i'i]'iilTit;11:,"ú;;;,:;: ;i,i.'JJ ,,".",. ..,,tll'g:lí:i,'::*':v::iiü"'.ll.i::T5T3""'j,TI::l"t:':'" ji:3f;1..'#::,::1llj;+:,.n*:::#"::

. Categorías .naturales,, y apueslas social¿s

caregorías de edad son tanlbién a

l : ff : :;.,.j,:,"lt*i1,ill q 1: n::::: ii;"'"x."",?: il¡e pone en dudá en h'manipuru;ffi;:il::r.j:..".:::::

Page 6: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

REMI LENOIR

la definición de los poderes asociados a los diferentes momentosdel ciclo de la vida, variando la extensión y el fundamento del podersegún la naturaleza de lo que está enjuego, en cada clase o en cadafracción de clase, en la lucha entre las generaciones. Lo es asimismola percepción de la actividad profesional como trabajo, como danfe las luchas con respecto a la edad de lajubilación o el reconoc!miento de la actividad doméstica de la mujer.

Lo que constituye el obj-eto de la invesrigación para el sociólogo. no es z¿njar est¿s luchas s'iiiibóli¡:is, sjno analizar a los agentes ciüelas l levan a cabo, las armas que uti l izan, las estrategias que ponenen práctica, teñieiido én ¿üenta lai relácioriés de fuerza entr.e lasgeneracionés y entre ias ciasis sociales y laslépiésenüciones domr-nantes de prácticas legítimas asociadas a la definlción de unaedad. Desde esta peripectiva tambiá.t está iiiluido fijaq para losmiembros de una misma clase social y a lortiori para cualquierindividuo, la edad a pardr de la que se convierten en "viejos", esdeci¡ "demasiado viejos" para ejerrer una activiüd dada o para ac-ceder legítimamente a algunas categorías de bienes o de posicionessociales.

Es precisamente la deterrninación de esta edad, momento en elque las generaciones másjóvenes obligan a las generaciones de másedad a retirarse de las posiciones de poder para ocuparlas a su vez,!o que constituye el meollo de la lucha enre las generaciones.Podemos así preguntarnos si la sociología de la vejez, que tienecomo objeto una población que se define en lo esencial por la edadlegal o por el estado d€ envejecimiento biológico, no aniquila poradelantado su objeto de estudio en la medida en que consideracomo resuelto aquello que precisamente se trata de explicar.

Esto es lo que hacen Richard Trex.ler y David Herlihy cuandorelacionan el surgimiento de la noción de "adolescencia" en algu-nas ciudades italianas del Renacimiento a las transformaciones delas relaciones entre generaciones en el seno de la burguesía. Lospadres atrasaban la edad del r¡ratrimonio de sus hijos para no serdespojados de una parte de sus bienes y de su pode¡ puesto que elmatrimonio, en esta clase social, iba aconrpañado también de unatransferencia del patrirnonio far¡riliar'.

Ante la presión ejercida por losjóvenes (los parricidios no eranpoco frecuentes en la época), Ios padres daban muestras de unagran tolerancia en lo referente a la sexualidad, con el objeto de noceder en lo fundamental: Ia preservación y la conservación del

OEJETO SOCIOLóCICO Y PROBLEMA SOCIAL

poder sobre la gestión del patrimonio farniliar hasta su(Trexler, 1974; HerlihY, 1972).

La manioulación de las clases de edad implica siempre, es cierto

aue éñ srááó diieiántes, una redefinición de los poderes vincula'

áo, u lofdifer.nt.. momentos del ciclo de vida propio de cada clase

social. Está ma;ip;lación constituye una forma de lucha por -el

.pbdei-<iue las diferentes generaciones Iibran en cada grupo ¡oc.i1l.Lrtose itted. uei.n párticulai cuando este estado de relaciones de

fuerza se modifica, como lo muestra el ejemplo de la evolución en

la segunda mitad del siglo xrx de las relaciones enrre generaciones

en los artesanos del vidrio, consecuencia de la transformación de

las técnicas de producción en este sector (Scott, 1974).

En efecto, la mecanización y Ia simplificación de las tareas

pertinentes a este gremio socavaron uno de los fundamentos del

poder de los maestros vidrieros, a saber, el monoPolio de las

técnicas de fabricación y, correlativamente, el de la transmisión de

las mismas: los sopladores controlaban hasta entonces en beneficio

propio las relacion€s entre las generaciones imPoniendo los tiem'

pos de formación y los niveles de competencia a sus sucesoles,

"chiquillos" y'muchachos grandes", apelativos que designaban

tanto una posición en la escala de edades y en la de la Profesióncomo en términos más generales, una Posición social (rernunera

ción baja, celibato, etc.). Ante la comPetencia de lótjóvenes apren-

dices, los vidrieros, después de haber tratado sin éxito de retardar

la edad de acceso al aprendizaje y de prolongar Ia duración de la

formación, se vieron obligados a adoPtar estrategias defensivas

reconociendo en especial a sus competidores más peli8rosos' cuya

especialización había llegado a ser igual a la suya, un estatuto

especial con objeto de hacer de ella una función Permanente y al

mismo tiempo impedir que los "muchachos", ya demasiado "gran-

des", los suplantaran.

Asimismo, Georges Duby mosúó que la constitución en la Francia del

siglo xll, en la sociedad aristócrata, de u¡ra nueva etaPa claramcote deter'

minada de la existencia a la que se denomi¡¡aba 'Juventud", momento

comprendido entre la armadura, que indicaba la salida de la infancia, y el

matrimonio, que definía al adulto consumado, fue el producto de estra'

regias familiaris de conservació¡ del ¡loder y de preservación del Patri-monio de los linajes. Pertenecer a la'Juventud" esiaba no lanto en f!¡nción

de la edad biológica como de la edad, muyvariable, a la que los he¡ederos

Page 7: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

6g

RE¡II LENOIR

;:::::t[::il';,i:iJ,.:ti:1i*i?i:iiÍ:,'*i"'r"',*l;*;::1".',r,X*;:tilFi:lii':r.rjlt.:*il *;?'."il:'.: ;'Hn*:l;:*:::l :x'J'$:.":: i ?.1lil"lii,il,, " *rLasterminorogías9:li^'ii.tjl:"li::J:".Í'TT,:*#;i'xi::ilT::rilT:::'.1:*,1,$r:l^i,fj:l;r",*:iXT:::TlXil:l'.':::l'?fi ;f i:i:' giupo"o'*r"'.ni siQuiera-uni".,i.""-pu."i*" de los cor'Po-r-ra'Ñn::;":'::tl:':'.:::'::*

l:lii'3ii'.',:i:',Í'!Hjt,'.";;illXlf**:i*l';l!l:Norman B. Ryder denomina -.:t,ttt]T'j'i::,;;;"';;;,

;"it"

:i*;i[¡¡¡1iii1¡";i"].'..."1gh;i."rff.Hqeneraciones para la ocu-pacton ::-¡;¡:''^:;.-; i".-iiiot án r"iédii, a. ra reración * 1.:?.i:n'ñ1ffi::J,::,i,'fi,:l,tfamilia y, más amp)t*lllt:-t_"r"..

."_.'* al"'r."y, ,,la opinión

::f :'.t:"tii.i:l*:iiJ"-ü:u;t'-"á"t""u"tia'ua'.'^q"'se requieren socialm€nte Para Pasar de una clase de edad a otra

( lonei , t9oz, pp.207-208) ' - -^L^ ̂ ̂ , ,É . . i2.r v en (

:"*:'J"'tr1,f "t'^l'"'l*t',l'""#'it*T:ff :ql:[i#il;, il ;, " rl:.':[l; ff ff3jtfi.1:iT]:::: f'11separar de una manera absolt¡ la a rus!¡ ¡wJ w ' l - ] . tr .

"r l^ . , ,r" t t"

l*,',"lu:1fJ"3,":;::li:i'"üi:giliii.:üi{"*=:i::rj".'x¡¿:lll:.':nT.n'Hil#:l':dil":i.{i'i^l:ih::::**ir::l'.'"'";":ru:m,"'f';:f i"'::'f

"':'"':i:'"TLlJ,l',,*",,na tamPoco eue ra,edai 1']::*:.:":t:-';iliio^u

ffi !',:?:f .*il:ffixT.;::',i'.il:"1i"i""?"1#::i"";nineuna realidad sotiul ru tü i i"' tttu"tá" totttittuumente alos

in{ividuos (cumpleaños, trámites administrativos, etc.) y constituyeuna especie de patrón abstracto y de omnibtts d.e identif icación o, sise quiere, un referente que permite las comparaciones. Adenrás, lafi jación de una edad legal, por ejemplo la de la mayoría a losdieciocho años o la de lajubilación a los sesenta y cinco, no deja detener €fecto en la lucha entre las generaciones; t iende a constituiruna especie de norma oficial con la que los agentes han de contar("hay que cederles el lugar a los jóvenes", etc.) aunque sólo seaporque a estas edades hay derechos asociados.

La "vejez", no más que la'juventud", tampoco es una especie depropiedad sustancial que llega con la edad; .r ,.,r ."regoií" cuy"delimitación es el resultado del esrado (variable) de las relacionesde fuerza entre las clases y, en cada clase, de las relaciones entre lasgeneraciones, es decir, de la distribución del poder y de los privile_gios entre las clases y entre las generaciones.

.El ejemplo de la manipulación de la edad de la jubilación esparticularmente esclarecedor porque en él entran en icción Ias dosdimensiones de las luchas que afectan a las definiciones de lascategorías de edad: las que oponen a los grupos sociales y aquellasen las que se enfrentan las generaciones. También es porque nocabe duda de que el valor de los individuos -y en parriculai el delos hombres- en el mercado de trabajo.. r.u á. las variablesesenciales que actúa hoy sobre el envejecimiento social, debido alpeso de la actividad profesional en la definición del valor social delos individuos.

, facultades de adaptación a las lareas, métódos o técnicas nuevos"; después'. vienen la "pé¡dida de velocidad" la "pérdida de fuer¿a"; después la áe ra. v¡enen la pe¡drda de veloc¡dad, la -pérdida de fuerza"; después la de la-.:vivacidad intelectual", " la de-streza,,, la "memoria- y, en últ imo lugar- rla ineptitud para el mando".2 En otros té¡mines, esio significa que" la

. ,

2 En.u..r. lle da a cabo en 196l por el rFop, con IOO jefes de empresas. ydircctores de person¡l de g¡andes ), medianas empresas privadas. CC ',Loitrab{a_

es de cdad en la empresa", eo El Comité Sr¡peiior Consultivo de Ia poblaciói vl^ Flmili^, L¿t ?asonlur dg¿6 a t'opinion en Fmncc, pzrís, t¡ Documentatioi

Lajerarquía de las formas y de los grados de envejecimiento en el campode las profesiones parece reproducir ta jerarquía social y respetar. si ;sípuede decirse, la "jerarquía" hasta denr¡o de las empresas. Esto es lo quesededuce de una encuesta en la que, según los patrones, la ,,clesventaja"

. más gravosa de los trabajadores que envejecen es "el debilitamiento delas

oBJETo socrolóclco y pRoBLEi\.fA socrAL

1962, pp.99-100.

Page 8: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

10 REMI LINOIR

disminución con la edad de las cualidades que se estiman necesarias porparte de_los patronos para el ejercicio de las diversas actividades profesio_nales o, iror así decirlo, la edad a partir de la cual las Ciferentes catego.ía,sociales ernpiezan a "envejecer", es más precoz para los miembros áe lasclases más bajas: para losjefes de empresa, los peones son considerados"productivos al 1007o" hasta la edad media de 5l_54 años únicamente,losobreros calificados hasta los 53-55 años, Ios capataces hasta los 55-59 años,los.cuad¡os.hasta los 57-59 añosyno se fita edad para losjefes de emp¡esa.(;b;d.,p.97).

A través de esta ev¿luación diferencial de la .prodictividad', de las

diversas categorÍas de trabajadores realizada por losjefes de empre -sa, es decir, por los agentes socialmente interesados en i-porr..,rr,"deñnición del envejecimiento, id est un valor en el mercado detrabajo, se comprende que, en este mercado, el enveiecimiento semide, no tanto a "escala de las edades", cuanto según Lriterios cuyaimposición es función del estado de las luchas entre las diferentescategorías de vendedores y compradores de la fuerza de trabaio.

De manera general, los principios de la división del tribaioestructuran a la vez la repartición de las tareas entre los grupássociales y las caregorías de percepción y de evaluación dÉ eitosúltimos. r: división del trabajo social es un trabajo social de divi-s!-ón, es decir, una lucha entre los grupos para imponer los princi-pios de una visión del mundo social que contribuye al minteni-miento o a la transformación de su posición en el espacio social (p.Bourdieu, 1984b).

Las luchas de clasificación pueden desembocar en bansforma.ciones de la visión y en divisiones del mundo social, sobre todocuando a las categorías cuya definición esÉ en juego se asocianderechos como porejemplo, lajubilación para las peÁonas de unaedad determinada. Esto no deja de contribuir a conferir una cierb"consistencia social" a esta categoría que tienden a formar losjubilados puesto que la defensa de los derechos se pued.e convertiren un factor de movil ización cuandq estos derechós están amena-zados.

La "realidad social" es el resultado de todas estas luchas. Semanifiesta en diferentes formas: en el estado de derechos, depertrechos colectivos, de categorias de pensamiento, de movimientos sociales, etc. El estudio del surgimiento de un problemasocial es en este aspecb uno de los mejores reveladorés d.e este

SOCIOLÓGICO Y PROBLEMA SOCIAL

de "construcción social de la realidad", Para retomar elií¡ulo de una obra célebre en sociología (Berge¡ Luckmann' 1986),

71

'"ya que condensa todos los aspectos de este Proceso. Y tratándose

de un problema social, el objeto de investigación del sociólogo

consiste ante todo en analizar el proceso mediante el cual se cons'

y se institucionaliza Io que en un momento dado del t iempo

i! constituye como tal.

2. FIJNDAMENTO SOCIAI DE LAS CATECORIAS PRECONSTRI¡DAS

El trabajo sociológico no podría, así pues, consistir en regisuar los

datos construidos según categorías que son el Producto de un

rabajo social. La sociología de la vejez proporciona en este sentido

un buen ejemplo de las operaciones que lleva a cabo el investigador

puesto que es uno de los casos en que la sociología de la construc-

ción de la noción es el objeto mismo de la investigación.

El investigador se encuentra necesariamente confrontado a defi-

niciones institucionales de su objeto, es decir, a los problemas que

plantean a estas instituciones las poblaciones'lde edad" que ellas

manejan. La "sociologñ de la vejez" es el resultado, así Pues, de una

división no científica de la sociología que se ha constituido en

relación con el surgimiento de un Problema social.

El corte por edades y las definiciones de las prácticas legítimas asociadas a

ellas tienden en efecto al surgimiento de instituciones y de agentes

especializados, como lo hemos establecido, Por ejemPlo, a Propósito de la

distinción de las primeras edades de la vida en relación con el desarrollo

del sistema escolar. La invención de "la infancia" (Ariés, 1960), de 'la

adolescencia' y más recientemente de "la primera infancia" (Chambore'

don y Prévot, 1973), son el resultado en buena Parte de la prolongación

de la duración de los estudios y de la difusióD de la escuela matemal'Asimismo, en la actualidád, la invención de la "tercera edad", esta nu€va

etapa del ciclo de la vida que tiende a inaercalarse entre lajubilación y la

vejez, es en lo esencial el Producto de Ia generalización de los sis¡emas de

jubilación yde la intervención correlativa de instituciones y de agentes que'

il especializarse en el tratamiento de la vejez, contribuyen al proceso- de

autonomización de la categoría y al mismo tiemPo de la Población que ésta

desiena-

Page 9: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

El obstáculo al que se enfren!,a-e-L!9-ció-l.ago tiene menos que ver con

una especie de complejidad inherente al objeto que con las condi-

cionesin las que se Io ha de estudiar: es el campo mismo, el de los

agentes de la gestión de la vejez, en el que el sociólogo ParticiPan-ecesariamente, el que constituye el verdadero obstáculo para Ia

construcción del objeto sociológico. Es también haciendo la socio-

Iogía de este camPo como el sociólogo encuentra el medio de

sr,r-perar este obstáculo sacando a la luz, en especial, las aPuestas de

definiciones y de clasificaciones que producen los agentes interesa-

dos en el tratamiento de la vejez y en hacerse cargo de ella'

De "la imposición de la problemática" el sociólogo toma mejor

conciencia cuando estudia las poblaciones más dominadas, es de-

cir, aquellas que plantean los problemas llamados "sociales" en el

doble sentido de'caso social" y de "problemas de la sociedad"'

Es asípues el caso del inmigrado el que, como lo analiza Adbelmatej S-a/l$'

acumula todas las formas de dominación: "El inmigrado del que se habla

(ael qu'dhabtan la ciencia y todas las ciencias, del que habla el discursopolítico, etc.) no es a decir verdad más que el inmig¡ado tal como se lo ha

constituido, tal como se Io ha determinado [...]" La fuerza de la deñnición

social del inmigrado y de los "problemas" que él plantea "tiene qu€ ver con

el hecho de que él encama todas las formas de domiración Posibles: es a

la vez el ob¡i¡o, el colonüado, el delincuente, el enajenado mental, el

desempleado, etc, De malr€ra que, como para todas las poblaciones domi'

nadas (campesinos, obreros, pero también niños, mujeres, Pe¡sonas cle

edad, etc.), pero tal vez más todavía en el caso delinmigrado (y todavía más

, en el caso del argelino que del portugués, y del Portugués rnás que en el

del italiano, etc.), no hay objeto social cula problemática (y todas las

tendencias de la investigación vinculadas a ella) esté tan impuesta (A

Sa/ad, 1986)."Una de las formas de esta imPosición, prosigue este autor, es la de

percibir al inmigrado, pensarlo siempre en ¡eferencia a un problema

social, es decir, a un problema que remite a sus condiciones de e¡stenciay en último luqar a su derecho a existi¡ Este acoPlamiento entre una

población y un-problema social (los inmigrados y el mercado de empleo'

icis inmigrados y el desemPleo, los inmigrados yla formación, Ios inmigra'

dos y el iegreso, etc.) es el indicio más evidente de que la problemática de

la in;stieición esrá en continuidad directa con la PercePción social coos-

tituida del inmiSrado: él es el que constitr.¡ye el Problema y el que

plantealos problemas que una sociedad tiene que solucionar"

éNos podemos Pregunta¡ cuál es la naturaleza exacta de los

mas" dela inmiqración? ¿Se trata de P¡oblemas propios de los f :i ::i';*)' fiJ::1":;n::l';ifu:'jjil i,** lü:

REVI LENOIR oBJE-¡o soclol.ócrco y pRoBLElvrA socrAl

aquéllas.

o se trara más bien de los problemasp."p.".;il'il$ jJ""ff T,:l'j:ilff 11i1,':il.,",j;:,iffi ,::El sociólogo h.-a de contar en consecuencra con estas ,,

lij,i1,i.j_"1,^ -:::: :.",; ;;,.,;' ;;üff ]il, :ill.iil..,.,:.:l{:: :1",^1, :: . o,, u i.. r.,, .,' ;; ;ljñ;;' ;;; li lill; i^,Ji'" l'1"::!?:*T:*::l:1r,".i0"";ffi .!il.i:lT:::"1[iJ::,";Í: T:*:r:::: givl"': :'..: lj. *-"*;:i ü :liilil:: :il1"",**::TJi'.::I'i::'.":::l_.r#;;:""'il;i:".'J',üljlill# l " l;::-: 11_11n..'.',,. i o¡;; ", ; ;; ;' J. ?,:'j¿::i"JJ:,fl :::ili'f :T:':::"1::1:ii.,i:;-*;;j.dil"$.::i;il:::',:'$,:""1'"i::l:lrlJ.ü;;:",#":""Ti':':rjA jTg;j¡,,":,l;.o'.o,t.n.ip.i".ipi"'1.ffi ;.:".',u"ü'J.i::'"',.11:,'::

, , . . ,T: . , : : , : que.t ienden a desdeñar las perspect ivast¡v¡stas" del análisis de Ios probremas socrales corno

,""t:;,11"In.., no todo pueáe ser consriruido como

, .<t l

2.1. Translornnciones morfológicas y económtcas -

r:l;ili:i*?í#;:4i:fi :iilliilp!:Iür';H:l.jjffi i":'$.',:qilii:'.'Jr*:"Tt;il'i.t1'*:HT.'1',1",il*i::j:lj:;riili1ii,,:..,?"?',trT..'"T,,ffi iiTTtr

1:f "3l t, i n ter ven c i ó n

- ¿a i."i""i" .11"r ;í; #: fi:

:ffi.[Ti,1";j:1:,:::"- :l 3 p:9p' rerapéu rica (en

:'*ilit iüTiiü: :*:nr¿if;"*xilfn:Lr: j rrg-ra^como disciplin-a médica autónonla que cr.istaliza en laqe ra llga conúa ej Cáncer.

:19",:::lr" a represenhntes de rorro et espacio de la clasente (ar¡stocracia, burguesía finareq¡cos. etc-) .óñ.ti-ix- -^^-

lclera e industrial. polÍ-

"construc-la de Her-"problema

Page 10: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

74 R¡rlfl LENoTR

ampliamente un campo de la vida social (médica, militar, escolar,etc.), se convierta en un "problema social", un problema de socie'dad en el doble sentido del término. Si en su momento el éxito d€la Liga se debió en gran parte a "su capacidad para haber sabidohacer del 'cáncer'un producto cornpetit ivo en el mercado de lasobras de caridad, esto es el resultado de factores objetivos que elanálisis centrado exclusivamente en Ia producción de categoríastiende a dejar de lado o a olvidar, en particular la evolución de lamortalidad y sus causas que las estadísticas nos permiten descubrir:el envejecimiento de Ios franceses aumenta la parte de la poblaciór-susceptible de morir de esta enfermedad que, de octava causa deIos decesos de los parisíenses en 1956 pasa, 30 años más tarde, a-quinto lugar". Este aumento de la incidencia del cáncer va acompañado a la vez de una transformación de la población afectada: escvda vez más frecuente que los hombres sean afectados por laenfermedad y sobre todo, como lo pone de manifiesto Ia objetiva-ción estadística, la separación entre barrios pobres y barrios ricostiende a reducirse. Aumento del número, ascenso del estatus socialde la población afectada, éstas son las condiiÍrines, entre otras. quese pueden reunirpara t¡ansformarun "problema" en un "problemasocial".

Lo mismo sucede con la constitución de la "vejez" como proble-ma social que es correlativo a los trastornos económicos que hanafectado a las estructuras familiares que hasta entonces se hacíancargo de los padres ancianos, incapaces de atender sus necesidadesEn este caso, también el problema de la vejez atestigua la compleji-dad y la diversidad de los factores que están en el origen delsurgimiento de un problema social y recuerda que muchas veces esel conjunto del orden social el que está en cuestionamiento.

"iQué hacer de los viejos que ya no sirven para nada?" Esta es lapregunta que formularon los "economistas" y los "responsablespolít icos" de mediados del siglo xtx a propósito de la vejez en esasclases "desheredadas" en las que se habían conver¡ido las clasesproletarizadas. Desde el origen, el problema de lasjubilaciones hasido el de saber qué grupo tenía que hacerse cargo de la vejez deesas dases que por definición no tenían capital que transmitir: ¿lafamilia o la empresa?, cuyos campos de actividad se habÍan disocia-do con el desarrollo del caoitalismo.

El surgimiento de la "vé¡ez" como problema social afectó enprimer lugar a la clase obrera a raíz de la extensión rápida, sobre

a parrir de mediados oel :ltl'-.Ti:,',li.Llfi :Í""'l"ruil] Éidei trabajo y del sistema 9t."ttt l t ,--.--,,r-

-^ . l rr2h2ro- srn

;ll' li'"'iT'J""lJI'-?' q" r" r"'a i nle rlid.a' e 1'J':^-oij: : :ln?i**:*.1:ri.:::.''";iJi.'*il'"'.::[ii¡'J[l:illil';i.ffi 1?::::"tlx{rryi[#ú'T:ilr¿':iT"tl1:;;lil:JJ'

t* "á"t'¿' t¿r" a h fuerza física' L' "lj::' d:

itos obreros es asimilada entonces por :it:e*td11,:lp:t:::1,I los obreros es as¡¡¡r¡¡4uq v¡¡."":-.jo"ciaad áe producir", como.lo

.'la invalidez", es decir, a -la rncaPac'ua1-Tl",l"]' l-^^',"." .".i"1, *ii,ii-ir. ct'eysson, uno t: ]i'-, ::n']1':'?'":'.i''1":Í.:::;'"t

3:T:i#;: ;';;'";;;: ;;P"'"s de ra época É'sta es ra lóBica con

i;';::'ilü;;':e"i;!!i^li'¡"u**':;+:T"1'""#:::11;i:' la oue rnauP'u' ¿'"" ' '" '- '* - áo. Rolande Tiempé a propósito de

. d.,'.omo Io precisa el historiad" *:1il::,-'i:'i ' l:.:^:'#;;;'..

., Ia compañía minera de uaruraux' ]::i:::lfl jlil'" "*J"'L*"."

la uomPartr' --l l

'iot"' ho"ot"bles de los viejos traba-

i ción, deshaciéndose en cond¡<

l' ñ;;;;;;.tt.Jo pagados para el rendimiento que proPorcrona-

soclol-Óclco Y PRoBll¡'tA soclAL

tan" (TremPé, 1971)'

2.2. P¡oblena socía| 1 formas dc solidarid'ad'

óomo vemos la vejez como problema social no es el resultado me-

."il i.o ¿.r.""t."ü del número de "personas de edad"' como tien-

::; t;;i l i;;;ción ambigua de "'envejecimiento demográf ico"'

i...;;;;;;;;,. utilizada poi los demógiafos v de la que podemos

".r r"

"i.r,"i" ." ra propásición siguiente: "Nos encontti-t: ' ltlt:

;tf*ii;ü, p;;a ioaá pouraaan en un momento deteminado

ante la disribución P =J r A + v' donde P representa la población

ffi ; ffi ;;J; ¡;e _1":l,llT::ih1i::'n #;' il}T.:i;H'*Tj:I;::i:$Tü¡::Tffi .-T.",f ...".''r"-li'l?,"-Hi,;i'i;ilia,' v,'J atr núnrero de viejos con el núnrero.oe¡o-

'"'*t;¿ii;;;il.io" í7¡' a"l número de viejos con el número de

adultos"- (SauvY, 1963, P 371)'-*iL",."*.i,"ustracciones,'l:e!:!q¡::=*lltjrt:t...,s;!

'n dobre_movimienro_gue.jmcica-romper,cliil;l"alil^r,". j"

s qqlalrn q¡te-a.{.mi tidal 9et-hnómeoo1l3 :jt}:':-T;: ffi;;;*;;i; i7;ititióricas' El Primero consiste en ouielvar,-Lqs-dl!

rglgi1,*ej.119.!gs.grupos socrares ;o]tgiPicto-asu'objeto (según el

Page 11: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

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RE]\,{I I.ENOIR

caso, la mortalidad, la edad de la jubilacióni la evolución de lossalarios a lo largo del ciclo de vida, etc.). El segundo aPunta acolocar de nuevo estas diferencias en los conjuntos más generales,a los que podemos denominar "contexto", en los que se desarrollael fenómeno observado. En consecuencia, tal vez no sea tanto en elhospicio de ancianos donde se pueda comprender la evolución delas maneras de hacerse cargo de la vejez como en las transformacio-nes de las relaciones de fuerzas entre generaciones en las familias,que a su vez son resultado de factores externos a la vida familiar. Demanera que el estudio sociológico de la vejez remite a tomar encuenta factores que han modificado aquello que Emile Durkheimdenominó los "modos de solidaridad", es decir, "la naturaleza delos lazos que unen a los individuos" en un grupo dado.

Si la "vejez" de la clase obrera constituyó en el origen un "proble-ma social", como lo atestiguan los numerosos y prolongados deba-tes parlamentarios sobre las 'Jubilaciones obreras y campesinas" aIo largo.de Ia segunda mitad del siglo xx, también se planteó quelas famiiias se hicieran cargo de los ancianos miembros de otrasclases sociales, pero más tardíamente y en condiciones diferentes,Ya no se trataba de los efectos directos de las transformaciones deun modo de producción económico sino más globalmente, de lasconsecuencias del cambio de un modo de reproducción de laestructura social que parece haber afectado sobre todo las relacio-nes entre las generaciones en estas clases.

TRANSFORMACIóN ECONóMICA Y EVOLUCIÓN DE LAS

ESTRUCTURAS FAMILIARES: LA INVENCIÓN DE LA VEJEZ

Todos los obserladores de la época han desc¡ito lo que Max Webe¡denominó la "descomposición de la comunidad doméstica" que,según é1, acompaña necesariamente al desar¡ollo de la economíacapitalista (Weber, 1972, pp. 399405). Su argumentación es Ia si-guiente. La introducción de la moneda favo¡eció el cálculo de lascontribuciones que cada uno de los miembros apo¡taba a Ia vida delgrupo y permitió, para algunos de ellos y a partir de un determinadoumbral, la satisfacción libre de sus necesidades individuales. Sinduda, como Io obserra el propio Max Webei esre paralel ismo no esperfecto, pero a partir del momento en que la actividad económica

oBJF¡o soc¡olócrco y pRoBr-Ervr.r soc¡A¡-

J.il:J:,:::ii?i::::l'i"r i:iu,h :. .gnvrerte en una ..proresión,,::*m:": j'':j*;;';;,Hili:,'::;il:i"::,::1}J:ff :T;;::ft ::':j; ::":r:::i j11_::iq".".' :11"' .H::::l 1::i::1T:establece esta, dis¡ln.iór- p;; ' : i#;j:;::". ;':i"":1.ü,:L"Í: fl:.r:n;.:::ll,:-,1 iffi;:":"taller", etcétera.

. Ios "quehaceres do-é.ti.;;; ' ;-"i

;'"":il:i:}.il.': ri*'i ̂ i p".liu" .i *"ij. lilii'¿ll,ll'i1."1

gffiNffiffi,*'*fiffiH*'*ffiffi*ffir-*ffi$¿.;g**$g*i}*ffi

77

Page 12: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

78 REMI LENOIR

se consrruyó en el siglo XIX, conrra 26.52o anres de 1900, 23.3% enr¡e1900 y 1944 y 9.3V0 entrc 1945 y 1970, yla mayorparre de ellos fueroncreados y firranciados en parte con fondos privados procedentes confrecuencia de familias industriales o de baÍloueros.

El pasaje de un modo de sucesión, según el cual las relaciones entrelas generaciones estaban directarnenre controla<las por los paáres,a u¡ modo en el que el acceso a las posiciones y los bienes ie_haiecada vez más a través de la mediación de diplorhas y de concursos,tiene por efecto transformar lo que esú enjuego en las relacionesentre los hijos y los padres y modificar Ia definición del contenid.oy de la intensidad de sus intercambios, en suma, de sus obligacionesrecíprocas. Además, una serie de campos que eran tradicionahnen_te competencia de Ia familia y que contribuían a hacerla edstircomo gn¡po se fueron delegando progresivamente a institucionesy a un personal especializados. AsÍ pues, la custodia y la educaciónde los hijos se confían desde la más tierna edad a la escuela; elacceso de losjóvenes al mercado de trabajo se asegura cada vez másmediante la vía del concurso o mediante agencias de colocación; lasunidades domlsticas recientes pueden recibir préstamos de institr¡-ciones financieras; por último, el mantenimiento material de lavejez lo aseguran en lo sucesivo las cajas dejubilación, los estableci-mientos especializados, etc. Una transferencia de esta índole tiendca limitar, en medida variable según las clases sociales, el poder quelos padres ejercen sobre sus hijos.

Una parte de las bases de la unidad y de Ia estrucrura del grupofamilia¡ se ve así quebrantada y lo que üba lugar a intercarnbios y anegocfacrones de persona a persona tiende en lo sucesivo a serasumido por instituciones que actúan de acuerdo con su propiaroglca.

En este aspecto, Ia familia campesina constituye ur] caso típico de lasolidaridad que ella organiza entre las generaciones y de la que ella esproducto: esta familia descansa sobre un patrimonio que es a la vez mediode producción, medio de exisrencia y el símbolo de l i posición social dell inaje. La crisis de la sucesión en el medro campesino permire que surjael principio de Ia transformación de las ¡elaciones de fr¡e¡za antr" n n.á-cioDes en la famjlia (Champagne, 1979). No cabe duda de que más'c1ue enlas otras categorÍas sociales, en particula¡ los asalariados, en los que la

oBJETO SOCTOLÓCrCO Y PROBLE L\ SOCIAL

de los hljos al me¡cado de trabajo no obliga a que los padres se

la vejez entre los campesinos, llega mediante los hUos que, p¡rii

Jn iefes de explotación, han de obtener lajubi lación, al merros

de los Dadres. La sucesión en el caso de estos pequeoos emprcs¡'

familiares, parece en efecto encerrada en una alternativa y descans¡

un equilibrio siemPre frágil: o bien los padres logran conservar su

ar¡¡oridad sobre los hljos y los mantienen hasta lo más tarde Posible como

la),udas familiares", o bien los h!jos, Para suceder antes, han de obtener de

los padres una renuncia anticiPada a la gestión del Patrimonio. Esta edad

en Ia que, en el medio campesino, los hljos suceden a los padres es función

del estado de las relaciones de fuerza entre las generaciones, que a su vez

dependen de la posibi l idad que tengan los hl jos de "sal ir" de la empresa

familiar, es decir, de ejercer un ohcio y de poder establecerse en otra ParteAsí, el acceso generalizado delos hijos de campesinos al primer ciclo de

la enseñanza secunda¡ia transformó las relaciones de Poder déntro del

grupo familiar campesino, modificando la división del trabajo de educa-

ción entre la familia y la institución escolar, favoreciendo las comParacio-

nes con los hijos de otras clases sociales y, Por último y sobre todo, dotando

a lasjóvenes generaciones de un caPital escolar.

Los hljos de campesinos ya no tieDen como único futuro posible el de

campesinos o, cuando t ienen que abandona¡ la t ierra, el de subProleta-

rios. Convertirse en campesino en ta¡rto que a¡Trda familiar suPone una

espe¡a que en lo sucesivo se percibe como demasiado larga. Tanto más

cuanLo que el los pueden vish.rmbrar, a Part ir del desarrol lo de indusLrias

locales y de la alteración de las acti tudes corr resPectó a las profesiones

citadinas, llegar a ser ob¡eros o empleados, es decir, "asalariados", cor-

todas las ven¿ajas relativas que imPlica una situación de esta índole er'

comparación con Ias "servidumbres" de la condición camPesina ( inde-

pen¿encia material ptecoz, vacaciones semanales, tiempo de trabajo coti-

diano ñjo, etc.). Por todo ello, la sucesión ta¡día 1a no se da por consabida

y los hi jos están así en condiciones de negociar los l ineamientos del

traspaso eventual de la exPlot¡ción familiar mediante una esPecie de

"chintaje de part ir" a f in de disminuir la edad en la que los padres han

dejubi larse.

Si un problema social es, como toda problemática sociológica,

produito de una construcción, no por el lo los principios dejan de

ier diferentes. Un problema social no es únicamente el resultado

de un mal funcionamiento de la sociedad ( lo cual podría dejar

pensar el empleo a veces abusivo de términos como "disfunción",

"patología", "disidencia", "desorganización", etc.), sino que supone

un verdadero "tr lbaio social" en elsentido de Durkheim cuyas dos

Page 13: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

etapas esenciales son el reconocimiento y la legitimación del "pro-blema" como tal. Por una parte, el "reconocimiento": hacer visibleuna situación particular, convertir la, como se dice, en "digna deatención", supone la acción de grupos socialmente interesados enproducir una nueva categoría de percepción del mundo social a findé actuar sobre este últ imo (Goffman, 1975). Por otra parte, lalegitimación: ésta no se induce necesariamente a partir del simplereconocimiento público del problema, sino que supone una verda-dera empresa de promoción para insertarlo en el campo de laspreocupaciones "sociales" del momento. En suma, a estas transfor-maciones objetivas, sin las que no se plantearía el problema, seagrega un trabajo específico de enunciación y de formulaciónpúblicas, es deci¡ una empresa de movil ización: las condicionessociales de esta movilización y de su éxito son otro aspecto delanálisis sociológico de los problemas sociales.

3. LA CÉ,NESIS SOCIAL DE TJN PROBLEN'fA SOCIAL

El trabajo de formulación pública puede ser cosa de los actores delcampo político que encuentran en la constitución de un problemasocial una causa de interés general que defender. Así, la lucha quea lo largo del siglo xx opuso a los representantes de la burguesíaindustrial y a los de la aristocracia conservadora a propósito de lossistemas de protección social, en especial de lasjubilaciones obre-

, ras, apenas interesaba a aquellos afectados por el problema, comolo pone de manifiesto la ausencia de reivindicaciones y de rnanifes-taciones populares sobre este tema (cl Perrot, 1974). Pero, auncuando fue sobre todo ocasión y pretexto de luchas políticas de lasque la solución al problema no eralo único que estaba enjuego, fueformulado públicamente, es decir, enunciado e integrado a la pro'blemática política del momento.

el .delas

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Eita integración supone con gran frecuencia un trabajo plevio de toma de

conciencia y de formulación q\re la constitución de la vejez obre¡a como

problema social del siglo xx no deja ver de inmediato -Pr-¡es

sólo un

mlnimo de seguridad garantizada por la permanencia del emPleo, la

regularidad dei salario, etc, fa\oreciendo la organización de la vida

diana, perñite el surgimie¡rto de una percepción racio¡'¡al del mur:

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REIVI¡ LENOIR oBJFTo soclol.óclco y pRoBLE\ÍA socrAl 8l

aurcriza le formación de proyectos, dc prcvisiones, en sum¡, una cie¡l_¡Preverrctón con respecto al futrlro que suponen, ent¡e ot¡as, las reivinclica-crones eD mxreri¡ dejubilacioDes (Bor¡rdiiu al aL, 1969, pp. 301312). Esras

::j:l:l:i* no. csrarán garantizadas elt Francia sino hiita fines dcl sigio

rux I soto para Ias categorías más farorecidas de Ia clase obrera.

3.1. Presión y exltruión

Un estudio sobre la transfonrración ciel derecho de familia y deltrabajo de las mujeres en los años l955rl9Z5 (Lenoir; l gg5) peánitedescub'i ' las operaciones que pr.ececlen a la puesra en fo;, '; l ;;;; ica de las.soluciones de un problerna social. En efecto, al coriienzora revuelta contra el eshtuto de la trrujer corno se definía en elcódigo civil de 1804 (apenas nrodificadJun siglo y m.ai, a.rpu¿Jse tradujo antc rodo en las prácricas cotidian; A"

"lgun", á.nol

¡s de rnl¡J€res y repercutió rnás bien como un rnalein. confulo.vago yrelativamente indeterurinado, y para r.ecurrir a uno

-.Ji"*quinica, como un esndo de suspensión. Esra especie d. tr.b;;;;casr Incomunlcable verüalmente, pero cornpaflida por rnuchas mu-J,eres cuya posición-social y nivel escola. eran en prorDedio elevad<.¡soesde co¡ntenzos del siglo xx, encontró, sobre iodo clespués de Ia,gr:i11,,yl

forma de expresión púbtica en .rto, ,,.rp..i"lirt"r-j.ro Ineraole que son a nrenudo los novelistas y, en Lste caso, lasnovelis¿as. t

^, Es sobre todo Ia expansión dc la .,prensa

fenenina,, (Ellz, Marie-\,Latre aparecen en esa época. etc.) la que, para proseguir con la:net:i lora:

precipiró y roiidif l.o esra especie de.,ola en el alma,,¡am¡ltar oe lo temenino, definiéndolo Do tanto en forma de reivin_dicaciones de tipojurídico como en ¡nodelos del arte ae viviro Je

l:,::'::::':rl9:'e a ra. ide ntincación y",.u rn Jan* ; ;;;

¡i:* :l!:ffi .'xli: il]lti.li, ; ::; iiil} ekln:fno educar a lor hUos, aitividades p-f"rio"r¡.r, .;;¿"*). ""*

i: :i.l';:::.f::llbll h,gul.," de Lrn probrema social supone

,de-estos inte¡:l¡)ecliarios, culturai're",. ;;;;,;;,:'ü;

:L"t11?9" de portavoces. En es¿e senrido pu"o.n ie.erados, si bien no como representantes a. r., g_po roairi,

,T,j:.:T.:y inrplícirar;en¡e conrparrida que conrribu-tar. Queda por decir que esta foÁra de presión, que es

Page 14: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

82 &EMr LLNoTR

la expresión pública lleva la

11".ir", ¡. "r.liü;il *';; ::..* :::'i:il::::,::::T,T,"ff ¿:i:::_".1ó", de. manera que el sociólogo ." pr.i.

"iriiri,^ ,",orscursos o¡ganizados, casi sistemátic* yi"h*J*"i p-;i;:;. ",.

gr¡nas.categorías sociales, y hasta de prár..¡J.r, I L"í".]"", o.l"H,i,ílll

* *perimentan pero que no están ni veru.ri."il, "i

En el caso de las reivindicaciones fentinistas, estos discursos nansido sobre todo cosa de mui<

l"^1".1 . : :+;;;; ilil:.ff .ll::, : oi.,H,ff T:Hi::qocentes, médicas, etc.), sino tarnbién "

po.i.io".. r"Ji[,,lri n,permitían poder decir (y públ;las soluciones qu. .

", a.r."L1l-tLle)-la

crisis que.ellas suitían ymosaquÍan..u;c",;;;.:-;fi I jil.ifi *T,'""_),Tff :il:ien la condición privada, en forma.de ,,problemas

pÉrsonales.,,como se dice, se convierten enporque se *rervan p,jbr.;; s;::1",:"b[lli.ff"':::i,"fl )J"..|::,;l^.1:lT".ió".".1:s que estairnujeres te.,í"r,

".c.ro, li;;;;;:;. "la propia posición social de estas mujeres qr. l.r,"r,r.i"r"ü. o.ilT.11":l .**".del.profeta ejer'prr".", r.gr" ü*-ül;.,iil..,::-.^t,.T:r.ti ""

"ejemplo ', de ofrecerse .o_o .¡._pto, ai.inlin_qose 'al ¡nrerés personar de aquetos que sienten rá o.ái.nr. n.1.",-oad de ser salvados y de comoiut" t*.i.""is?r, ;.'niir'""'u'o''tttrlos

a seguir la urisrna vía quern et extremo opuesto. hav otras categorías que no disponen nid:, r,r.redio-s sociales ni de initrumentos i.

".. i .o u ,; ;;;;;, 'pública,.al menos en [orma verbal. Ei curo d.l"r '.b;.;;;:..d;"es especialmenre interesante en la m.Oia, .n q,_r.iti". fo;;;;;"de estas "categorías estigmáticas,,, .o,no h.:;;;;;;;il á"jraman, que son ',incapacesáe una accion .or..tiuu; i luJj;;?;;.someterse",

_para ser reconocidas y escuchad.as á;" ,;i;r,;.rt;,_:j.q]li.tót superior" (Goffma4 1975, pp. ¡á<ói ¡'p.,r."1"algunas tentativas (,,audienciasorganrzar una representación de .l^

estados g€neraies"' etc) para,.Ja. u, "p"rroí";;;;; ,:;

t 'p" detnocrático' los rtptt'.nr"n'

tencla está oficialmente ...onol'11tf d1"expertos" cuya compe-

co nsti tuida .;; ;;;;;;";'li: l-':l' l:i d" a una especia I id'ad

I98a, pp. g0-g7). saDer' ¡a gerontología' (Lenoir,

.o1"ft'il'",:ff ,[?J],T?:',T:l^:.feminista, ras_personas denular una nueva definición de la

SOCIOLOCICO Y PROBLEIvfA SOCIAL

(una nueva manera de ser "viejo", en su caso más bien unade.no serlo) que correspondía, por una parte, a la demanda

podríamos llamar "de identidad" de las nuevas categoríasde "personas de edad", cuya vejez ya no estaba a cargo de

familias sino de los sistemas dejubilación. Esta nueva imagen ,vejez ("la tercera edad") supuso un trabajo de categorización

en lo fundamental en eufemizar el vocabulario oue separa designar a los "viejos". Se ha tratado de hacer men-

es decir público, lo que hasta entonces había estadoirl ido y no podía expresarse oficialmente. Otro ejemplo es elaborto. Esta noción, cuando la autorización del aborto fue

de un debate público, fue remplazada por la de "interrup-voluntaria del embe¡azo" y después por "tvc",x sigla que Lie-

la propiedad de excluir todas las connotaciones semánticas peyo-

..'La constelación semántica tradicional que designa a la rejez, en realidad laiie las clases poprrlares, la Írnica de la que se hablaba pÍrblicamente, todavíacn los años cincuenta, con sus "ancianos sin recursos", sus "encamados" y

, sus "enfermos seniles", abandonados en los "hospicios", se borra en bene-. ficio de otra que tiende a expresar la forma que adopta la vejez en las clasesmedias con sus "personas de edad" (a veces designadas simplemeÍlte con

'-las iniciales "p.a." o "3.A"**), personas qr¡e pertenecen a la.j'gran edad" o"edad de oro", que residen en los "hogares sol" o en las "residenciasJuz",que "se distraen" eD los "clubs de la tercer-a edad" o que se instruyen cn las'r¡nive¡sidades de la tercera edad''.

Sin duda la producción propiarnente dicha de un cierto t ipo deI necesidades (en especial las necesidades de cuidados culturales y

psicológicos que designan en Io esencial la expresión "terceraedad") resulta de la transformación de las relaciones entre lasgeneraciones (descenso de la edad de jubilación, estrechamientodel campo de las carreras familiares y disminución de su duración,etc.). El trabajo polít ico, en tanto tal, consistirá principalmente ennombrar, es deci¡ en designar oficialmente estas necesidades y portanto en permitir¡es una expresión legítina y legal (Lenoir; 1979;Guil lemard, 1986).

' tvc: en francés. iniciales de interrupción vollrntafia del embar'azo {8'ror.rár¿). [r.]

*+ I¡ricial de ¿g¿, edad. [r.]

Page 15: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

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H cliscr¡rso sobre la "tercera edad" no es' así pues' "l

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.tJl,:,ii;;.,;;"nt"titnto at ptocesos objerivos Ejerce tambren

;;.;;;;" ;;;;r;'de legitimacióÁ que contribuve' por una Parte' a

acelerar estos procesos en ta n¡eqida en que rrata.de llevl i:1-?:"':

'..i"i'ri.".'¿'i'¡"bóricaderasq:nTi:T:;l':"-t::;fi ffi':11:das. El trabajo de clasificación efectuto"I":ltt^T:'. ' j i::1::,#;t';

qeneral también son los que estan a carSo de la gestión cultural y

3ri..t¿*t* de la vejez y qu", pot ello' ón sin duda los prinreros

i;;;;;fr"t en Ia clJsificación que ellos imponen' tiene Por conse

.""".i", ."""a. no por funcién' "norn¡ali¿ar".un "probletrra so-

:'m*:**n'i::::::::':x:'";X".lJ:1;""11:"':"fi :'::it-i..

"fi.i"f e invenándo t"ttu"' no'rnu' qu1 r!al la vida,coti

irr"" tl"t "li*Uades asociadas a esta "nueva edad de la vida"'

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st an ¿ iii is de l d i s cu rso, u el."'':1'"'r'.'Jl:;", ;l ::.il,1 J :T"i?'1:

:"i.|,:'::H:l'j,'J."'i:il:il^;.ii,';;;,. p."""".i" . p"r,u*;:';.;;;;;"i; vista sociológico' estos iactores,soi:::::i'::

íil,Tt'.tffi"*'",',1iilil";:.'il};Irl!:!:i:!:i:iil"{;;;;;;; i l ;.r,to, qut t itttdttt a cónferir una cierta "con

tencia social" a las reiv ind icacion e s' Si bien es cterto que

, i,l"rr" 1.t sentido) de un discurso es resultado en gran Part€

i^, p'oii.ooo., a.l qy: lo 9'".'lt"t tTry::1 :1'lb:::,HT:::,:'rlut.-ri::..*.r.","iiuid"d" del portavoz y su capacidad de "r

v i l izar la opinian' EI estudio ha de cubr i r todas las- lor¡uas

-"" i i i r " . i i . y las condic iones que las hacen'Postbles1

r ienen por efecto acredi tar 13 causa, en esPecial ¡nte los Poo

3.2. Fuena d¿l disc:"tl'so ) frletzas sociales

públicos.E, af.ato, p.r^ qrre un "problema" adopte Ia fomra deun

r¡rd social no basta con que encuentre agentes socialmente

dos como comPetentes para exarrrinar la naturaleza, del

;;;;;;; J'.i"".: *:;:"b!: Ill,l-'l'. I'i?:1'-']:"f "'ijlT,¡"- t - ¡ - - , ,ñ. i . ññr 'ra éh Ia escena de los debates PuDllcos

ia de la conaición de la mujer por los nrovinrientos feministas-en

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;;';ñó-iótó, u" utoti"nodu de un t'abajo de movil la constitución de un problema como problema social es

RElf I LENOIR oBJEro soctoLócIco y pRoBLEMA socrAL

lema que él plantea.

Consagración estatat 1 trabajo de tzgirimación

:l:fl:::rc d. consagración esrarat como probtemas

ry* t "p.t"r t.-"iiodo, ,. .rig.r';;;;;;i#;que

-exigen soluciones colectivas, nruy a ¡n€nudo en for¡na

es generales, de derecbos, de equrpos, de Lrans-:::t:T]:"" etc. &tas soluciones las etaúoian casi siem_l isas" benévolos o profesionales. Una de las fases esen_

t sto suP-one una instrumenlación social elaborada, como la crea-

11 j:111T1'"",#:fi.:::1T;ffiff;l; ;m:*.,* ";: :losrnunciados singulares Ia fuerza de uni.éo)ecrivo,.).Lsto vuelve (al Inenos en unreasesurar las "con"'..,o".,,,, .."|J'jl:'J rl:ilt:'] :"i'"',*i:::

i+:,:',:t :..',,*i::: F rHr,.q::: ml'1 I ;:ll* :r i j* jijción de octavillas y dé esióga.res ,rev istas especializaa"r. ro, ;,"i,i n?rf:f ;t:;:::i:3:::::i::: j:

;:11,:f lilil:::"1":,'l;0.',"o$..-.reres,rienenr,s"..;i;;;;;,ir abr a ", .e i .w.;;i ;;; ;; .;; "".]H,:,1T :::,'Jfr ilj:,: i[: : ;:prensa (Lenoir, l9g5 y capítulo 4).

,_ .fyn cuan{oL-dopre orra forrrra, en eI proceso deconsritución de

ii-.,:i:1i.d:d" como problema socrat se vuetve a enconLrar este

85

rrabajo colectivo de imptsición de una idenridad s*l"f .rp..lf i .".-Pe ro, a diferencia del ,,movi¡niento

fe ¡" l" i.t,";, i*-ñ ".

ü:;; ";;;asociaciones de defensa de los jrbit"d"; ;;i;;;;#:#'::;::

ff:",3::::::Tuch¿s veces-"en er pup.r", .olo r.:;;il;

üii:i:"',:l:1i1".:,3;'';¡4:ffi ,*:;:i:*"'rffen estaoca:ión han desempeñadJun p"p.li"l?r"ñ"iá. i;l]:"_::r_'

S.l en efec.ro ell-os los que con ma/or frecuencia se__* .*,.. cuus ¡os que con ma/or frecuencia setran en el origen de estas asociáciones, redactan y difundentosy las,revistas, participan en todas las manifest'a;;;r;;

que se proclaman reivindicaciones especÍficas, ,.Rol".,ao "

l^Ia exisLencia social del .,sruoo',hr-*- ^. . - i , i

y la imporlancia pol í t ica del

Page 16: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

86

su reconocimiento como hl por las instancias estatales.El sociólogo debe enumerar los espacios en los que se elabo

estas "polít icas" (como las co¡¡risiones del Comisariáo GeneralPlan, las de las asambleas parlamentarias o del Conseio Económicoy Social, etc.), describir las propiedades de ios agenies que concu.rren en la definición de rnedidas, y ésras siempre deben algo de sucontenido a las propiedades sociales y profesionales de ertos ,,esp._

cialistas". Se obtienen así los medios para captar uno de los princi.pios de la evolución de las políticas en un sector determlnado,pudiendo cambiar los agentes involucrados y las relaciones defuerza que los vinculan.

El análisis de la consagración oficial de los,.problemas de Iavejez" -no cabe duda de que debido a que la vejéz es un tema dedimensiones múltiples, sobre todo económicas, pero también Dro.fesionales y morales- revela al rnenos dos formas de leeitimaciónque se combinan y se refuerzan muruamente: la consagiación porlos "sabios", es decir, principalmente por altos funcionlrios pú'bl!cos, y el reconocimiento de loS "expertos".

En efecto, la invención de la "vejez" como una categoría d; h.'acción política (se habla de "política de la vejez", y hal.instanciasministeriales encargadas específicamente de elaborarla y de hacerque se aplique) es típica de esre trabajo de reconocimiento, deunificación y de oficialización, en suma, de normalización, quedefine en gran parte a la acción polít ica estatal.

A comienzos de los años 1960, el gobierno creó una,,Comisiónde estudio de los problemas de la vejez". Esta comisión no era laprimera, pero las que la habían precedido no reunían a mie¡nbrosde tan alto grado en sujerarquía profesional respectiva y no dispo-nían de medios materiales y simbólicos tan importantes. Esta comisión reagrupaba, en efecto, a las personalidadés nlás famosas de lossectores interesados en Ios problemas no tanto de la,,vejez,, cuantodel "enveiecimiento".

SOCIOLÓGICO Y PROBLE¡!L\ SOCIALRETVTI LENOIR

LA COMISIÓN DE ESTUDIO DE LOS PROBLEMAS DE LA VEJEZ

0960r962)

El análisis del proceso mediante el cual acciones hasta entortces

¡tf"á"t "

¿itoait^t, "n

general l leradas a cabo Por Practicarrtes de l3

".. i in tá.i"f,

"*.¿.n a-lestattrto de medidas polít icas' con la [Lrerza

u la uisibilidad que se asocian a todo lo que es oficial' es importalte

p".a .ompr"nd.. lo que está en juego en la construcción d€. rln

iroblema social. Pero una transmutación de esta índole no hubiera

ii-Jun repida si no hubiera sido objeto de una consagración oficial

oo. un" ¿J t"t n,,"uas instancias de legitimación de la accióD social '

instancia que podríamos denominar político-administrat¡va tJle €s

el caso de ia 'Óomisión de estudio de los Problemas de la vejez '

Establecida ante el Primer miüisfo, la Comisión reúne en torno

a" fi"rr" fr."q"., presidente de la secció¡r social del Consejo de

Estado y principal responsable de la ptresta en funcionamiento de la

Seeuriiai Social en 1945, a los dos especialistas del envejecimiento

má"s autorizados y famosos: F¡anCois Bourli¿re, titular de Ia Primcracátedra de geriairía en la Facultad de Medicina de París, y Alfred

Sa,.,vy, proflsor del Collége de France, que han ParticiPado en la

-ayó, part. de los coloquios sobre el ent€jecimiento desde el Prime'

,o i. illo, (las Jornaáas científicas sobre el envejecimiento"' en

1948), cuando nó han sido ellos mismos los promotores' Además'

forman parre de esta comisión el Presidentedirector geqeral de una

compañía de seguros, el comisario general adjunto de1 Plan' varios

a.o.aialirt ,.nii"ttcias sociales que tienen confiada la resPousabi

liád de encr¡estas sobre los diferentes asP€ctos de las condicioftes

de vida de las personas de edad (Pierre Chevry, director adjuJtto del

tNsEE, Louis Chevalier, Profesor de historia en el Coll¿8e de France'

Pierre Ceorge, profesor de geografía en la Sorbona, así comoJean

Fourastié, eiontmista, profesor en el Conservatorio Nacional de

Artes y Oftcios). Aun cuando en esta comisión participan rePresen-

tantes de dife¡entes ministerios P¡eocuPados sobre todoPorlasuette

oue corren los ancianos de las clases populares, la 'Política de la

lejez-, con el "informe l,aroque", se dedica "no sólo a las personas

dá edad más carentes de ,.curtos. sino también al conjunto de la

población de edad" (P. 2i5) y Pasa del sustento d€ la vejez indigente

a la "inserción de las personas de edad en la sociedad" (p 9) "

'Com¡sión de cstudio de los Problemes de la ldez' Polítiqü¿ ü la ui'iUtts¿'

'París, La Documen(al ion Franqaise' 1962 Es¡e ¡nfornre es conocido como

"I¡forme Laroquc', Por el nombre del P¡esidente de la comisión'

Page 17: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

Esta problemática del "envejecimiento" (l lamado "envejecimientodemográfico"), está a punto de convertirse en una "causa nacional"como la de la crisis de la natalidad de la que es la contrapartida. Yano se trata de mejorar, como en el caso de sistenra de asisrenciatradicional, las condiciones de vida miserables de Ios ancianos sinrecursos y de los indigentes, lo cual habría r'¡rovilizado a otrosagentes especializados, como asistentes sociales, médicos de hospicio o de barrio, responsables de la oficina de beneficiencia y deobras caritativas, etc., sino de resolver un problema que se definepor poner en cuestionauriento la reprodtrcción de la sociedad y laperpetuación del grupo nacional (y del orden social vincrtlado a él).El "envejecimiento" se concibe en efecto como un "peligro" nacio-nal, lo cual proporciona a una determinada categoría de agentes la

ocasión de ejercer una especie de magislratura metapolít ica enterrenos relativamente Poco constituidos Políticamente.

A este cambio de "problemática", es decir, de una visión delorden de las cosas -cuyas categorías son en la actualidad muchomás "e'ibnómicas" que "morales"-, no sólo corresPonde una trans'

formación del sistema de los agentes interesado en resolver el

"problema", sino también el estatuto de aquellos a los que se ha

confiado la función de definir el contenido de la "política" que hay

que seguir,-especialmente en el carrpo político. La "gravedad" del

problema ("peligro"), el tamaño de Ia población (el conjunto de las"personas de edad"), la multiplicidad de los sectores concernidos(economía, salud, seguridad social, etc.) son otros tantos factores

que movil izan a estas "personalidades" públicas incuestionables'

tanto en sus profesiones -se encuentran en lo más alto de sujerarquía profesional- como en su tnanera de ocupar el espacio

público son "técnicos" y no "polít icos". Pero estos "profesionales",a diferencia de sus pares, han ejercido también muchas veces fun-ciones públicas y administrativas, ya se trate de direcciones degrandes organismos administra¡ivos o de grandes asociaciones confines morales. En suma, éstos son a los que se denomina los "sa-:

bios", es decir, una especie de "generalistas" de los problentassociales.

La nueva representación de la vejez debe una parte de sual hecho de encontra¡se casi garantizada por algunos agentescampo científico -médico y ciencias sociales- y se apoya endifusión de una "vulgata gerontológica' que es correlativa ainstitucionalización reciente de la gerontología couro una

RITII LENOIR oaJETo socrolócrco y pRoBLE¡.fA socrAL89

;:':::'ií :iff,T¿:?i ;:.;x:: diversas especia,idades

*;*******l'l,**;i:ffi::il::[T:i :"T. iffi :: :T: ::.: :,,,. u" .... i. i " . oi;, ;; :. ": t I n il:".jrlifi::f ;ffi $¡*i *it ¿*TTi,i':";

',.-.".g,.;;ü,lidjf tl_l__,i,,i,tf :,{:ril:rT

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Page 18: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

90 REIfI LENoTR

porposición, t ienen el poder de ..realizar, ', sobre todo gracias a los

medios,,f inancieros que poseen, las repre sentacione! que estosespecialistas elaboran y legitiman.

P.1r elemplo, la invención por Ios gerontólogos de una ¡ueva representa.ción del periodo que comienza con lajubilaiión como,,las grandes vaca-cio¡es de la vida" ha propiciado Ia expansión de la indusrria áel ocio (o entodo caso una mejor rentabilizació¡i de las inrersiones .n ..,. ,".ár¡,

3_:r-ll::ll"l9" o utilización de equipos durante Ias tempo."a""uq;* i,,¡,u

trecuentación es muchas veces de temporada. y esto taÁ¿o más c.,Jnto queel mercado de las .vacaciones

de la ¡ircera edad,, ¡ro se hub¡".0 ¿"rri.o.l lado tanto sin duda si no hubiera sido tan generosamente sr¡¡""n.io"ooopor.los

.mun-icipios y las cajas de jubilació'n, que b¡naron , ,; ;;;; ,"puolrcr€lact, Ia prospección de la clientela y el f inanciamiento de iartede ésta.

Así pues, al sostener que ,,el estado normal de la tercera edad es elocio", el gerontólogo ha contribuido por su parte al creci¡Iiento delas empresas de entretenimienro. A cambio,^al crear serriai* .rp.-cíficamente destinadós a la "tercera edad", haciendo así insrelaresta expresió.n-en las caregorías/de percepción del senrido cá¡nún,ros agentes del campo económico refuerzan la posición de estosespecialistas, que ven en el desarrollo de este nuevo mercado con-firmarse, a modo de plebiscito, las necesidades que ellos contribu_yen a producir mediante sus análisis y sus encuestas (Lenoir,r 979).

3.4. El expnto y et sociólogo

La convocatoria de expertos ante las instancias administrativas noes nueva. Roberr Castel describió la evolución de la lógica que llevaa que estas instancias recurran a especialistas cuya funiión, alcomienzo, era "evaluar a partir de su saber propio urr" ,¡ruuliO.,dqda" (Castel, 1985, pp. 84.92¡. Esra inte.u.ir'.i¿i *;;;;;;l;"por el hecho de que, una vez rrrovilizada la competencia, el ,,capitalpericial" era independiente en relación con los intereses áe lainstitución a la que aquél se dirigía.

, ,El caso límire de este aspectoiécnico de la relación pericial es el

del experro contable al que la autoridadjudicial le pide que haga el

oEJETo soclol-óclco Y PRoBLEIvfA socIAL 9I

balance financiero de una empresa Es también el caso del experto

en balística. A partir de esta "relación de servicio" entre dos institu'

ciones, es como se constituye lo pericial en tanto que "instancia de

lesitimación". Robert Castel, cuyo análisis reproducimos aquí' to'

nü el ejemplo del recurso al perito psiquiátrico Por parte de los

tribunaies, práctica que, en el mediojudicial, se impuso a mediados

del siglo xIX.

El recurso se exPlica Por ulla contradicció¡r i¡rlerna al fu[cionamie¡]io de'

aparato judicial. Pari ser castigado, hay qLre, según el código penal, sel

,"rpontubl" dé los Propios actos. Cuando un acto ha sido comelido en

condiciones tales que parece haber sido realizado ft¡era de toda racionali'

dad, el tribunal debe pronunciarse, pero los criterios en los que se basa

para fundamentar sujuicio no pueden ser pertioentes Para la iÍstituciórrjurídica. El recurso al "perito", es decir, a r¡n age¡rte dotado de una compe'

iencia específica externa a la de la institución que recurre a é1, permitirá a

ésta saliidc esta contradicción. "Al decir, prosigue Castel, que el acusado

es responsable o que no es responsable (y al constituir un saber Paradecirló, construyendo concePtos como el de monomanía, etc'), el perito

médico permitirá al aParatojurídico funcionar según su ProPia lógica, es

deci¡, cóndena¡'con toda justicia' o declarar incompetente con buena

conciencia, según entre ono el acto incriminadoen suspropias categorías -

Vemos que en este caso se trata de una relación de serricio: el exPerto

no se constituveen ¡el que decide'. Él transmite un conitjo que corresPon-

de a los dema¡dantes utilizarlo o no. Pero aun en el caso en el que "el

conseio no vincule", como se dice en derectlo, el contenido del dicramen

pericial no deja de influirla decisión. De manera que la legitimidadjudicial

iiende a borrarse ante la legitimidad pericial. "Es ñás, se basa en una

legitimidad pericial que se contenta con reformular en su proPio código "

Eiexpe.to, cott frecuencia médico o psicólogo, en lo que concierne-a los

probLmas sociales es también a menudo el agente que tie¡e,,eIr último

recurso,la autoridad legítimaPara definir las categorías de clasificación de

los individuos y para reconocer en estos últimos los síntomas y los indicios

correspondientes a estas calegorías.

Así pues, el exPerto "que instituye" ejerce una especie de-magiste-

rio, cierto qut basado en un saber (el "capital esPecífic-o" del

especialista); Pero que Produce "hechos normativos", calificacio-

nes y descalificaciones que tienen un estatuto de derecho Este

mandato del exPerto no es, Pues, esencialmente- un mandato técni'

co, sino una c;Pacidad de definir normas. "El no arbitra ent¡e

opciones técnicas, sino entre oPciones de valores" (Castel, 1985'

Page 19: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

RE}fI LENOIR

pp. 8l-92). Encontraremos a propósito de decisiones de orientaciónen las secciones de educación especializadas exacunrente la mis¡¡alógica (ci Balazs y Fague¡ 1986, pp. 115-118), o en la uti l ización depruebas de inteligencia para la orientación escolar (cf. Muel-Drey-fus, 1975).

El surgimiento de un problema social es el resultado, así pues, dedos series de factores: transforrnaciones que afectan la vida cotidia.na de los individuos coulo consecuencia de trastornos socialesdiversos y cuyos efectos difieren según Ios grupos sociales, peroestas condiciones objetivas no dan nacirniento a un proble¡na socialmás que cuando éste ha encontrado uira fornrulación pública. Locual remite a la segunda serie de factores (trabajo de evocación, deimposición y de legitimación) que acaba¡nos de mencionar. Quedauna tercera fase: el proceso de institucionalización, que tiende aparalizar y a fiiar las categorías de acuerdo con las que se haplanteado y resuelto el problema hasta el punto de hacerlas eviden-tes a todos.

4. L.A, INSTITUCIONAIIZ.A,CION

El obstáculo para un análisis propianrente sociológico tiene menos

que ver con la complejidad del objeto que con las condicionessociales de su estudio. El sociólogo se encuentra ante rePt'esentacio-

nes ya constituidas que tienen formas diversas: éstas se presentan

nd sólo en estado de discurso, culto o polít ico-rnora!. sino tambiénen estado de instituciones como sistemas de retribución o de redis-

tribución, de equipos, etc. Éstas son otros tantos factores que con-tribuyen a imponer al sociólogo la definición de su objeto. Esentonces, al intentar hacer la sociología de estas diferentes formasde institucionalizaqión de su objeto cuando el sociólogo encuentrael instrumento que confiere a la crítica ePistenrológica toda sufuer¿a. En este aspecto, y para reto¡¡ar el ejemplo que nos h¿servido de hilo conductor desde el inicio, la gestión colectiva de la

vejez es, una vez más, típica de estas diferentes formas de acuerdo

con las que se institucionaliza un problema social y las solucionesque se le aportan.

OBJETo soclol-Óclco Y PRoBLEilfA soc¡AL

4.l. La buroctatización de las reh¿iones sociales

93

:Tf'.:Trfr siffithi::1if:l*fi";,'.5::::[:'jil:*:';ruli:*: *i.#"* ::i !",ir+ fr ft ü:il:il:l?iiil$tTí *,Tff ri[ H ii:#,,,,.,,..f it flT.1privada y familiar o, en casoracionartada. f;;;;"ir"'q.#i:i,ii.:,1::.ifl11J...............rj;,,1,f;,#pta¡ a,saber, lo que se l larna a

;::*:nxn:*tti*fr:liiüit,1ti ji1,...,,r",i..j1;";::-l jt;"tií'..j;#;:,*{li:ii:.F:lil}:i;$?yaagentessociarmJ;;ü;::::; jil:::1j,.J,T,ffi

1.".,17i::,:ji.::mulll[,ll"l."i?]::lyro,,a.nr,,roi,,.i;;;;,."l:ü'.:¿'."*iiü:i:{*::':i{:"...fi ü:;,x.',:,"it::lT'::*Xi:ÍU"11',';11";'iT':..;,:d$"."?f [,i:.nT:':::il?',':i:;i:a;:,]#i:?#:i1.it.'H:"'¿:'TH::llillr";1"1;1"li.i.d;;;;;;i,f,T"{1i,..i:ilff :"nainshncia."""i;'¿11:"#X,iilil:ft1':l::1.0. il",'u"'I.n. po,.r...;;':ii"f fi "Hi:,J*ji¿dÉil¡"T,.*il,1-'ilil::::,*l;:m ntg ;:i: * : 1" #.x ; :.:iüüiü:"" J'.'"T,Tf,:fi :'ff .:'J;xi:: j..jir*';mü':":l*fj.*::1ff :i:Í;

' puesta en ..r".rán á"'iü.;::]:^' :::"'t.1'.de seguros, con la

l1l"ii",l:::¡:-":;;'üfHT::1 i::::1;.ff "":::1T: i1"",::'nes Se trata aa "g.upor" a" lo; ' "^ ' ' . ' " """ ' ¡ ¡ req¡ante estas relacio-

:, b¡os son .*.lur¡ü-Jn,. i";;:""-':t 'elaciones enl¡ e los 'riern-

i eiempio, los accionisrr.-j"-',, ",tT^^i^"I:

las,que ntantienen, porilljlil'iil,iil"Tll,jl j:.,1"j _.,.¿"0 "'0ii,''",,,",,1-"Jill;llltstán definidas po..r a..".r,o J. op,:ñ;ü,]n,::i.fiJ,.j::[:

Page 20: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

RE\II LENOIR

minadas e independientes de Ios individuos, de una parte delcapital. puesto

_en común que, en el caso particular de lai cajas cle

jubilación, está formado por el conjunto áe hs corizaciones áe losmiembros. Este modo burocrático de gestión de las poblacionessupone Ia elaboración y el reconocimiento de principüs universa-les y absrractos de clasificación que distinguen las p-pi.aad., i.los.titulares de los derechos así como la producció., dé los agentesespecializados yjuramentados para aplicar estos principios.

Para la_ "rejez", los c¡iterios que se acloptan son muy simples: la edad, laduración f el monto de Ia cotización. pa¡a la ,,familia", las fórm,rlas son ááscomplejas. La primera se ¡efiere al .modelo familiar,, que se trata ctefavorecer l la familia "numerose", por ejemplo, la que tiene ti* f l¡, . _ar¡_Lo¡ este l ln se uti l izan las variables siguientes: la situación m-at¡.i¡noDial(como el derecho la define en r¡n momento determinaclo), el lapso entre elmatnmonio y el primer nacimiento, el ¡úmero de h¡os, Ia djferenciainterg-enésjca, el trabajo de la mujer y la uacionalidad. Aí pues, el modelode la familia que el Código de Ia familia de I g39 privilegió es el de Ia famil¡ade nacionalidad francesa, con por lo menos trei h¡os /en la que la madre,casada, vire en el hogar, La segunda serie explicita los criterios según loscuales se pagan y evalúan las prestaciones: ésüs se refieren al hijo (iresen-cia, rango y edad), al mat¡imo¡rio (eústencia, dtrración), a la lru-.;on"li¿"¿y al ñonto de los recursos. Toda ,,polít ica familiar,, podría ser definida oorel peso que ella confiere a uno u ot¡o conjunto de iriterios.

No.cabe duda de.que las catego¡-ías de acuerdo con las que seinstituyen las soluciones polít icas a los problemas sociales constitu-yen, como en los modos de gestión anteriores menos formalizaclos,un conjunto de luchas que enfrentan a diferentes categorías intere_sadas en la imposición de una u otra lórmula: lo ese"ncial de esrecambio es que con este nuevo modo de gestión de las poblaciones,el terreno tiende a desplazarse y las aimas ¡radicionales de losconflictos polít icos van cediendo lugar a estas confrontacio465entre responsables polít ico-administrativos y expertos de la ins¡itu-ción. Todo sucede como si las transformaciones de Ia eslructurasocial (evolución de las relaciones entre Ias clases, evolución de lasrelaciones entre las generaciones, etc.) esluvi€ran en Io sucesivomediatizadas por lo que se designa con la expresión ,,potít ica

so_cial". En efecto, la "polít ica" y su;funciones sociales no se l imitan ala repres entación j urídi ca (partidos, parlamento, gobierno, erc. ),a la que los medios de comunicación y las tecnologías polít icas

95SOCIOLÓGICO Y PROBLf,TL\ SOCIAL

debates parlamenErios, votación de leyes, etc ) nos

!; La polít ica (en particular, "social") actúa así de dos manel'as: Porjuna parte, produce representaciones que tienen.un-grado dc gene-

,:ialid'ad y de validez que legitima la ciencia (biología, demografía'

,psicología, sociología) y que-consagra el derecho, estando estas.

4.2, Los disat¡sos de los institlLciones

Pero el sociólogo se enfrenta sobre todo a discursos que corresPon-

den a la constitución del fenórlreno que él estudia, en la medida en

que una especialidad de disciplinas reconocidas como científ icas

.nau.nt.un en este nuevo objeto de estudio una nueva salida. Las

oroblemáticas de los diferentes discursos sobre Ia vejez reflejan, a

ia mane.a de las capas geológicas, las etapas de la ev.olución de las

disciplinas que han hecho de la "vejez" una especialidad El conte'

nido de cada uno de esros discursos corresPonde a los problernas

que se encuentran en la medida en que las insiituciones esPeciali

zadas en este terreno los desarrollan.

Los primeros discürsos con carácter científ ico provienen del

m\dico y zr2;íten, al principio, al envejecimiento orgánico'

bien el envejecimiento fisiológico constituyó desde muy

i.o.esátuciot.t institucionalizadas en nun)erosos organismos es-

oeciulizados y encarnadas Por exPertos cuya competencia está re-'conocida y garantizadajurídicaulente; Por otra Parte, actúa lnodi-

f icando la i práct icas mismas, desarrol lando un conjunto

diversif icado áe instituciones que cttbren algunos aspectos de la

vida.

pronto un terreno de estudio y de investigación en el campo médi-

io, la "gerontología" (o la "geriatría"), en tanto que disciplina

médica áutónoma que dispone de un cuerpo de saberes y de

especialistas reconocidos, no apareció en Francia sino hasa des-

pués de 1945. Esta disciplina conternPla el envejecirnienlo en tanto

q,r. p.o..ro continuo de usura fisiológica. Una definición-del

envejecimiento de esta índole ha encontrado en Ia exrensión de la

actividad médica (incremento y esPecialización de médicos, desa-

rrollo de servicios hospitalarios) las condiciones favorables para su

difusión como lo atestiguan entre otros rub):os, las múltiples obt as

de divulgación gerontológica escritas por lnédicos desde fines de

compoPero siPero

Page 21: Remi Lenoir - Objeto Sociologico y Problema Social

REI'II LENOIR

los arlos 1950 La "\ulgata gerontológica" consiste en^d.ifundir

i:i':i**i::r:a:Y"Tli.-'?i"'.i:';:?i'l::ffi ..jlii:f;"ttilitl;.u.' con la puesta en matcha de regirnenet 9t.til '1it-'t:', tgáói t" o-i*,,'átita más específicamente econótrrica l"-t:: i'li Je'll,' -ti'' J ;;s de sde er -' ?";'.:i:.:ii:: T *"1:?1il:'.:*ili:;l,ll'JiniltH:.;"i*,,I,-,"i..""'""r''rcL'roder#T :H'#i#l r*: nx*i L':'it'i"ti# {':1lq:l:Tt"rr,r"rr,.". ¿l qíe se sirven las cajas dejubilación pa- tt1r,Y:

-tt;;;;;. Ias cot^izaciones de sus i¡ienrbros y el de las P"ittt::t

;;H;;;;j i ltuJ' D"d'

"t' punto de vista' la vejez se asr¡¡r¡ra

"'"J;!:?:.'"1i"".,ó" g. l::,'L:.':f :::i,::'iTT,1"',lT:il1^:Jiihasta !ntonces no se beneficiat

:ili.:;;;;;;*,*1"::"¿lllXH$:,:..'i:,'.",Sln'i'i,tiactividad de los hombres oe o? arrur

1li ' i '^i^:;;';,;; ' i".i¿n v en

:iiii:k*l'rfi ff :,?ir"$üryr1!"',.¡¡':i''ii""í.*',".."a'"q"'li1'::":"d'rs:.:"J.T:ff i:l1l'',1s,""'Ji',::?';?J;-:::1: ;:::lLTff

"ffi ,i at" ) "p"' "1"'s en ciencias

;tr:"'*::l*' j:T:'.",',::;li,óJ,',s:l.i*.j",::::il::.,",1'r

rin,¡:iítriil:"*i";::1.$',i!F1ie:11"T,'"'yl:#^t d. ilP;;;n^" d"

"dod"' describiéndose cl envejecnrrtenlo

como un Proceso de encogrtnento de la vida social' u^na^":::::"t-'

::lllg:,:n::'ililfi1'l;::J:[il1,::i]:;ji"-:ryr"',"ñ.i "'"v""oü:'1. t"ll'i,1'"'l::::'5:*:' ],"1l.}f.',lT:"'i;su objero en ra. r¡edida

::,:l:;;;,;;;'á.ii,,'ienáo,.. r" *¡.i

::lil:'T::ti,1i'"'1Tl'.ii T; ;;;' iocuti'at't"'"'rl l1l: -llso"crirerios que difieren de acuerdo a

":1':::]:1?jl:*:::"iil;

::jj:;'.**[":'Jil'I'"uLx¡:i".!,;"'*ii:ft [l*ill"'ÍJijTitiii'l',,' ir'iG"*'' esros diicursos contribu)1 manifestación más obvia, por ser la más compar[ida, es la

oBJETo SocIOLóctCo y pROBLEIvTA SoclAL

La ínstítLtcionalización de una nuelc¿ moral

la vejez: al diferenciar Ia "cuarta edad", objeto dé asilo yie cuidaáosjfisiológicos", de la "tercera edad,', que ieclama ante todo'.cuida_-,{os culturales y psicológicos", t ienden a imponer nuevas necesida_

: des y al mismo tiempo Ia necesidad de sus servicios.

sobre todo a acreditar la representación de la vejez como unacategoría de edad aurónoma y con propiedades específicas, relacionadas [undamenralmente con los efecros de la eclad. [-a vejez seconvrerte así en una categofía de edad para los demógrafos (.. laspersonas de 65 años y más"), una categoría médica para los médicos(ios "encamados") y por últ ir lo, en una categoría social para lossociólogos (las "personas de edad", los "jubilados", etcétert.)

Así pues, para estudiar "la vejez", el sociólogo se ve abocado casiinevitablemente a efectuar una encuesta en las poblaciones social-rnente designadas como "viejas" o corno.envejecidas", aquellasmismas que toman a su cargo las instituciones de las que el sációlo-go depende financieramente: hospicios, casas de retiro, clubes ouniversidades de la tercera edad, por una parte, beneficiarios de lascajas dejubiláción por otra.

Esta autonomización conceptual de la ,,vejez,' es el producto, por

una parte, de la for¡¡ación de un campo de instituciones y deagentes, que en lucha por imponer la definición de la veiez másconforme con sus intereses, contribuyen, mediante sus disiursos vIas formas "realizadas" (edificios, servicios, etc.) o ,.encarnactasl,(gerontólogos, geriatras) de estos discursos. a hacer una..represen.t,ción mental" de la realidad, para retomar la expresión ae Du.k_heirl, la realidad. Medianre la acción que estoi agentes ejer.censobre los individuos, transforman las categorías me"ntales ei insü-t-uciones que tienen la fuerza y la eficacia de lo real. Se ve unejenrplo de estos efectos en la constitución reciente de ia oposició¡entre_la "lercera edad" y la "cuarta edad", que corresponde a )aegada .le nuevos especialisras al sistema de ágentes que manejan

últirno, lo que vuelve particular¡nente difíci l la ruptura con lasniciones social¡rrenle preconstruidas de la vejez ion taurbién

nueyos discursos qu€ acompañan el surgimiento de nuevass de hacerse cargo y que cor.responden a una de¡nanda social

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98

difusión de una nueva moral que rige las relaciones entre laJqeneraciones.

En efecto, el discurso sobre la ,,tercera edad" (y afortiori sobrela

-:i1l*'1 .:

"l discurso.de delegación. Los gerontóiogos son espe.

cialistas aurorizados de la vejez que, al pronrover tormá, nu.uor'd.consumo y de prácticas para las personas de edad, conrribuyentambién a inventar una nueva lnoral donléstica, es decir, unu nrauadefinición socia I de lo que deben ser las relaciones ent.e las gene.raciones en el seno del grupo familiar. Los discursos sobl-e la"tercera edad" legitiman los recursos a eshs nuevas fornras degestión de la vejez como una solución normal, intponiéndose en losucesivo con el carácter oficial que les da la consagración polft ica.

No obstanre, si la transfor¡¡ación de las acritudis con ,Érpaaro uhacerse cargo colectivamente delavejezha tenido tanto éxiro, courolo confirma el desarrollo de estas nuevas instituciones y sobre todola rápida difusión del discurso sobre la,,tercera edadi, es porqueestas actirudes la anrecedían al nrenos en parte. [: ve¡ez ahór.raáo_ra, en especial la de las clases medias, estaba sobre todo orientadaa los hljos: los padres ahorraban "para los hl¡'os" pero, a cambio,esperaban de ellos que se cotnportaran conro..buenos hiios", esdeciq quese desvivieran personalmente por sus padre, y" , iuyo.ar.Delegar a instituciones especializadas el cuidado de ocuparse áe lo,jubilados y volver legítimo el hecho de que los padres de edad ya noahorren, sino que, al contrario, gasten sus pensiones en distraccio-nes y vacaciones repercute también en economizar una importanteparte de ese trabajo de mantenüliento de la relación y del afectoque antes incumbÍa a los h!jos.

Como las relaciones con las generaciones de edad siempre po-nen enjuego en grados diversos la moral del grupo familiai y, porlo tanto, el honor de sus miembros, no basia ion hacer áe'loshospicios lugares "más acogedotes" pa[a que éstos se convie]:tar¡ipsofacto enun solución moral y afectivat¡tente más aceptable. paraque el abandono de las soluciones farnil iares tradicjonales no seaasimilado como un abandono pur-o y sinrple de Ia familia (,,se handesentendido de ellos" o peor aún, a una especie de desclasan.¡iento("la han rnetido allí como a una pobre"), es necesar io que la coloca-ción no se asiu¡i le a un ingreso en el hospicio. t_a rÉducción de-costo. nroral o afectivo puede así aprobarse por el mayor costoeconómico de las nuevas fornlas de hacerse cargo: Ia delegación clelmantenintiento de los padres entrados en años a agentes especiali-

99SOCIOLÓCICO Y PROBIIII"{A SOCIAL

's sólo es posible al precio, si€mPre alto económicamente' de

transfor;ación del hospicio, reconvertido en "residencia"' en

de salud y de cura médica", etcétera'

la variedad y la cualidad de la oferta para hacerse cargo colectivamen-

b""t^ po, ,í.o1" p"r^ emprender elproces: d:.9esc:lPabili?:ió"n En

nob'"rt" "on.ólo"a.a

los padres de edaden "hospicios de lujo" para

los intereses todavía demasiado evidentes de los hÚos en la coloca'

de los pad¡es. Para que el recurso a este tiPo de. i¡rstituciones Do

a los propios individuos la expresión pura y simPle de los inlereses

las generaiionés rnásjóvenes, tiene que estar Preconizado Por agentes

a la familia, que tozar de autoridad eD nombre de r'¡na nueva

del interés bien ;ntendido de las "personas de edad" Cuando'la

"decisión" de ingresar en una i¡tstilució¡¡ a uno de los padres la toma

oflcialmente la familia, raras veces es sin el "consejo" de uno de esos

ministros oficiosos del buen orden familiar que son, según las clases

:sociales, el sace¡dote, el asistente social o el médico, este último ayudando'

no sólo con su "diagnóstico", sino también con sus relaciones a la coloca'

.. ción de la persona d-e edad. AI hacer que agentes fuera de,sospechadefinan

cuáles el i¡rteÉs de las "personas de edad" (estar bien "cuidadas" por un

personal "especializado y competente'), los individuos pueden adoptar

ioluciones conformes con sus propios intereses, aunque parezca que no

obedecen más que a los de sus padres De este modo se co¡forman a la

moral y pueden extraer los beneficios vinculados a esta corfftirmidad'

Así pues, tal vez el último "servicio" que los padres de edad han de

or.ro, u ru, hiios, según una expresión usada con frecuencia por

ios gerontólogós, es no "culpabilizarlos"' Lo que llevan a cabo las

nue"vas formi de hacerse cargo de la vejez no es únicamente la

gestión de los "viejos", es también la gestión de la culpabil idad

irocedente del costo "psicológico" del abandono de los padres ya

entrados en años. "No ler una carga" es en sÍntesis el contenido de

esh moral de renuncia que difunden Ia mayor parte de los manua-

les sobre el "saber envejicer" y las revistas Para Personas de edad

que se han multiplicado simultáneamente con las instituciones Para

la "tercera edad".No cabe duda de que la "política de la vejez" ofrece uno de los

eiemDlos más consumados de una de las funciones que asume el

áodo de gestión p olítica delas relaciones sociales: hacer de modo

que los ariagonismos entre los grupos, ya se trate de generaciones

á de categorias sociales, más o menos constituidos' en un ¡¡rol¡ento

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100

::Hl'"'::'.il:fi ,iil:;::::,?::n','-';::;n:.i:*tll;;[*:l;n::nff ',:]',',':l'il'üi:131.:'::::::: j:jtl,"¿, *a*r"flt"a*e la constitución de "la vejez" como categorra oe

n{iliflii:":li"'".:x..ru::'.:$::a:'1"'i:li:""::k*n*,t,ru?::::l:;:ft:i:h',,*i¡ry=tr*:::ii:::::rj;ii'.:',ffi :.;:;,:::.';::ffi':;Hr::i':''":iüF'ii$:{;l.i;*ri:.';ffiul*:;"xqry+Ttl1+:':',*1fl ::;;;; ;" pui' " tu, *t iuá"i ll'"'ü,::;ll;:iln:"#,llli:l;':::'";.:#i'l;,31H;;;;oosibres'

acunrurando ros

Jif.1.nt , tat tiaót 9ue se les atribuYenl.r,. qu. up.r,u, ,on mensura'

,,.1':lÉ*:$::Ti;H;ilJ;;*"ido'd"'r"s""'':"1",:lel caso de las elecciones por e¡empl': 1-l^"l,lt""l,t-'^l:ll,;f,'lllll

Hlin::rilii*t{ili*ii"illfr;i,:rxr';;"'::"**llll:lllLilllilii"'it" "*ni*.y'

a reforzar este intrincatnien'

i;;;",;;,t;t:""tidos que se les at'ibuven'

iili,i;-r.lh1lii'"Ii::l*T::;T:*xt:;i::::""'.T',''ffil*i*,r,*x***tl[:":"{,:HIitl:,'iii,'l;IüF.sta tórmula es a r¿ ' ?oorque a ella se asocian la prelarmente fa'¡orable Para los Patrones

dad del empleo,la ralta de Promocro"'L::*:i:,1lfij *Ti?i.11"i::1i1",.1x'Jffi T$í,i::"";n:.qqi:1,'ilii:i:,lTs'ffi triiil::ii***¡i¡:;;¡11;::i.',i#iTii:#l'""''".Tü: [:".''""'ffi "1,:il"i.'\',:' : :i: :'r':"'::"'IlT" :::::Tti"Tffi#üi i'iul'-a' 1e86 v cauuiea 1e88)'

obligatoria y el naci¡niento de la infancia anor¡nal,,.

REN,II LENOIRoBJETo soclol-ócIco y pRoBLEivtA soc¡AL

CONCLUSIóNi EL FUNDAMENTO SOCTALDE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES

r0 l

Las categorías según las que se construye la realidad y que seofrecen a la mirada del sociólogo son el resulndo d. Ir..,.h^s. E"tu,luchas.pueden adoptar diversas formas. Si las luchas por la repre-sentación de la vejez, por ejemplo, se expresan

-r¡.hu, u..., .n

té¡minos morales, hallan también sus fundamentos en €sta econo-mía de las relaciones entre las generaciones en las que se niega lasrelaciones propiamente económicas cor¡o tales. Viciversa, coiro Iopuso de manifiesto Abdelinalek Sayad a propósito de la inmigra_ción, la- representación del "prob)ema.' áe ios inmigrantes, iuehabltualmente se plantea en términos de ..costos

y ganancias,,, 'enrealidad es el ejemplo mismo de un problerna polít icá (pertenenciaa un grupo nacional) que se disimula bajo el aspecto de una simpleoperación de orden económico (Sayad, tSAO, p. ZS¡.

El proceso de institucionalización de una problemádca en las

toda una serie de preguntal que por ello mismo se lrelven impen_sa?l.es: p:r ejemplo, para la inmigración, la pregunra de saber aquren le ha costado y a quién ha aportado, o en el caso de la veiez la

, pregunta de-las luchas, ,,inmorales', por definición, entre las !ene_llacrones, Tal vez haya que imputar por una parte a esta disociición¡!úf

ta ec.ongmía política y Ia economía social el origen de estosflelac.tos instiruidos de los que el sociólogo riene tania dif¡culmd

¡cerse. El trabajo sociológico podría consisti¡ mediante elde los presupuestos de las representaciones sociales, en

ir esta economía que integraría;l análisis todos los ,,costos,,los "beneficios" que ignoran las teorías económicas en elrestringido del término, es decir, el conjunto de las luchasagéntes l ibran por construir Ia representjción de la realidad

ello, la realidad más conforme con sus tntereses.

e análisis se podría desarrollar en relación con múltiples

::-11i: :9t"", P- .jemplo, el de Francin. v"et-or.ii,s

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102 REMI IINO¡R

LA NOCION DE "INFANCIA ANORMAL"

En su esrudio sobre 'La escuela obligatoria y el nacimiento de lainfancia anormal", F¡ancine Muel-D¡eyfus muestra todo lo qtre lossistemas de clasificación psiqrriátricos y psicológicos que se ráfierena la infancia deben a las ca¡acte¡ísticas sociales áé los que los proclu-cen y de aquellos a quienes se aplican (F. Muel-Dreyfus, l9i5). Laautora establece las ¡elaciones enlre el surgimiento de estas nosogra-fías y la formación, a fines del siglo rux, de ese campo de actividáesque es el secto¡ 'médico-pedagógico", y describe el contexto en elque vio la luz este secto¡ de la acción adminlstrativa, del oue laescuela g¡atuita, laica ), obligatoria es el esqueleto y la puesta enjuego. Todas estas instituciones (asociaciones, comités, ligas, socie-dades de patronato, etc.) t ienen por objeto la educación de los ¡l ir ios,pero también de los adultos, Ellas tienden a formar en nombre de la'previsión social" a individuos (la Comuna de parís no queda lejos)cuyo compo¡tamrento hene que ser a partir de aquel momento"previsible". La acción en favor de .la infancia a¡rormal" se vinculaentonces a un movimiento más vasto que se refiere a "la infancia enpeligro".

Si bien los organismos en favor de la infancia anormal son dife_renciados y si bien los celadores de la acción médico_pedagógicaejercen profesiones diversas (médicos, abogados, filántropos, Jocen_tes, etc.), no obstante "los especialisras de la infancia auormal ha¡rsido con frecuencia los p¡opagandistas de las sociedades de patrona-to; asimismo parece que los niños afectados sean socialmente tosmismos y que del 'ende.ezamiento moral' a la ,ortopedi¿ moral' sólocambien las palabras; del mismo modo, tos oficiós eue se Drevénpara los pobrecitos (abandonados, deljncuentes o enf;r-o,

-a,rt"_les) reeducados asi apenas varían (a¡udas en jardinería, peones,mozos, domésticos). Ent¡e los pobres de los pobres es dónde sedisimula el futuro pelig¡o social. Solr ellos a los que no se deiará salirde la escuela primaria sino co¡r la etiqueta de anármales, de'sprrés dehaber bregado para que entraran en ella." Así pues, la "anormali-dad" de estas catego¡ías de niños se define en rei 'erencia a la normaescolar.

3

LA CONSTRUCCIÓN ESTADISTICA

DOMINIQUE MERLLIÉ

Contrariamente a lo que sugiere el térnlino "datos", los elementos

de información en los que se apoya el análisis científ ico no son

nunca dados o acabados, sino que sielrlPre son el producto de una

actividad de construcción que ha de constituirlos. El sociólogo, así

pues, no recibe pasivamente los "hechos" que analiza y movil iza en

construcciones teó[icas; análisis y construcción caracterizan tam-

bién a la "fase" de "recabatniento de datos". Mauss y Fauconnet así

lo expresaron en un texto dé presentación de la sociología: "La

observación de los fenómenos sociales no es, como podría creerse

a primera vista, un Puro Procedinriento narrativo. La sociología ha

de hacer algo más que describir los hechos, tiene en realidad que

constituirlos. En primer lugar, en la sociología nq Inás que en

ninquna otra ciencia, no existen los hechos brutos a los que se

podría, por así decirlo, fotografiar. Toda observación científ ica se

refiere a fenómenos metódicamente escogidos y aislados de los

demás, es decir, abstractos" (Fauconnet, Mauss, 1901, p.32).

Lo que es válido para los documentos históricos, biográficos, las

entrevistas o las resPuestas a cuestionarios, se aPlica igualmente a

los "datos" estadísticos, que Pueden Parecer, Por su misma genera-

lidad, el tipo de información más directamente adaPhda a las

necesidade; de hs ciencias sociales. Ahora bien, si la necesidad de

una crít ica del documento, tal como la practican los historiadores,

puede parecer que se impone Por sí misma cuando se trata de un

áo..lml.tto único (el autor de un relato, ipudo decir la verdad, de

quién obtuvo sus informaciones, para quién y con qué fin esóribió),

el carácter generalmente oficial y siempre general cuando no es

oue exhaustivo, de los datos estadísticos tiene muchas veces Porefecto la suspensión de todo esPíritu crít ico o, lo que viene a set un

poco lo mismo, la Propiciación de oPosiciones de principio {contra

ias estadísticas como "forma científ ica de la mentira" o, más gene-

[103]