remontar la tristeza (en situaciones de discapacidad)

José María Olayo agosto 2012 olayo.blogspot.com

Remontar Remontar la la tristezatristeza

(En situaciones (En situaciones de discapacidad)de discapacidad)

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En situaciones de discapacidad sobevenida, la tristeza se convierte en acompañante habitual y suele aliarse con otros sentimientos no menos dañinos: pena, ira, pesar, abatimiento ...



… sin apenas darnos cuenta de que el sufrimiento físico está influido muy directamente por las creencias y expectativas que tenemos ...



… la tristeza suele ser el colofón de una mala acción propia, una ausencia no deseada, falta de consuelo, las dificultades vividas día a día ...



… y cuando se alinea con la ira, produce un bloqueo que apenas deja espacio para la reflexión y la acción; los deseos y las aspiraciones quedan relegadas a un segundo plano y nos vemos abocados a la depresión.



El abatimiento, la tendencia casi natural a la huida, la falta de estímulos, el sentimiento persistente de desesperanza, son ingredientes de la tristeza y producen sentimientos introvertidos de impotencia y pasividad …



… la inacción es, entonces, la forma más apetecible de afrontar cada mañana y cada día se convierte en una montaña demasiado escarpada y oscura como para coronarla ...



… florecen por doquier y con fuerza sentimientos de abatimiento, infelicidad, melancolía, compasión y culpa que no hacen más que empujar hacia la soledad.



Para afrontar la tristeza es necesario saber que un mismo desencadenante puede producir sentimientos distintos, porque depende del estado emocional con que nos encuentre y la situación por la que atravesamos en cada momento...



… lo que nos da una primera pista: es importante buscar aliados en cada momento que nos ayuden a superar cualquier ataque que ponga en jaque nuestra estabilidad emocional ...



… unos aliados están ya dentro de nosotros mismos y solo tenemos que afianzarlos: seguridad, confianza en nuestras posibilidades, autoestima, sueños y aspiraciones ...



… otros aliados, no menos importantes, están fuera de nosotros y tenemos que apoyarnos siempre en ellos: amistad, ayuda de los demás, compañía, compartir retos, formar parte de un grupo, relación de pareja, familia.



La tristeza tiene mucho que ver con el abatimiento, la antesala de la depresión, porque va acompañada de falta de ánimo, pesimismo, sentimiento de impotencia ...



… sentimientos muy peligrosos que nos hace entrar en un territorio negativo del que luego cuesta mucho salir: la amargura ...



… un sentimiento duradero de tristeza que gusta adornarse de rencor hacia uno mismo o a otros, sentimiento de humillación, desengaño, injusticia o frustración ...



… capaz por sí sola de bloquear todos nuestros mecanismos de la voluntad y dejarnos atados de pies y manos sinla más mínima posibilidad de reaccionar y remontar el vuelo.



En situaciones de discapacidad sobrevenida, la tristeza nos invade fruto de la desgracia acaecida, la pérdida de algo muy valioso: nuestra vida anterior y los afectos que se dejan en el camino ...



… un cambio brutal para el que, en principio, no estamos preparados y que cortocircuita nuestras decisiones y creencias, anula nuestros deseos y apaga todo atisbo de esperanza y confianza ...



… un nuevo territorio absolutamente desconocido en el que campan a sus anchas sentimientos negativos y destructivos como el pesimismo, desolación, resignación y desconsuelo, que, además, suelen aderezarse con un ingrediente desagradable: el mal humor ...



… una nueva vida oscura y sin futurosi no se sabe afrontar con determinación y optimismo para evadir la resignación y evitar cualquier acercamiento a la depresión y tirar la toalla.



Conviene empezar por tener la cabeza bien amueblada a pesar de las dificultades y el trauma sufrido por la causa que nos aflige; tenemos que reconocer y aceptar el dolor y sufrimiento producidos por la pérdida ...



… son las rimas de la vida y todos debemos afrontarlo en muchos momentos de la vida; hay que saber que la tristeza no es irreversible y se puede remontar totalmente ...



… para ello es necesario comenzar por creérselo, confiar en las propias competencias y dejarse ayudar un poco por los que nos rodean y nos quieren ...



… frente a la tristeza hay que rebelarse, no bajar nunca la guardia y saberse uno capaz para tal empeño: los sentimientos sirven para dirigir la conducta y estos deben ser positivos y orientados a la acción y la indagación permanentes ...



… para cambiar desamparo por cercanía, desconsuelo por afecto, abandono por entusiasmo y determinación, soledad por abrazos, tristeza por sentido del humor.



Es necesario crear un propio estilo afectivo sólido y estable que nos permita afrontar las dificultades de la vida con optimismo, y para ello es imprescindible el autoconvencimiento y la determinación ...



… que nos permita valorar con fiabilidad y credibilidad la situación real en la que nos encontramos, conocer nuestro sistema motivacional, nuestros deseos y proyectos a corto y largo plazo ...



… afianzar nuestras creencias acerca de la realidad en la que estamos inmersos, nuestros valores y expectativas en la situación actual que nos toca vivir ...



… saber cuáles son las creencias acerca de uno mismo y ajustarlas a los nuevos requerimientos de la vida en la situación actual que nos ha tocado afrontar.



Huye de la tristeza, la mejor manera de hacerlo es prevenirla y no darle ninguna oportunidad: practica el optimismo, dale más oportunidades a tu sentido del humor, aprende a relativizar y caer en la cuenta de que lo más pequeño puede ser lo más grande ...



… valora más cada beso y cada abrazo, sácale partido a los que te rodean y déjate ayudar y acompañar, ahí nacen muchas de las oportunidades que te abrirán el camino a la esperanza y el progreso personal ...



… comparte tu dolor porque así es menos, ofrece lo que sientes porque así entras a formar parte del nosotros, date un respiro y cambia los cristalesde tus gafas, así descubrirás que la vida es mucho más de lo que esperas.



“No era la suya una tristeza quejumbrosa y plañidera; era una seriedad levantada sobre lo alegre

y lo triste, que en ella se confunden, ni infantil optimismo ni pesimismo senil, sino tristeza henchida de robusta resignación

y simplicidad de vida”.

Unamuno sobre don Quijote


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