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REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY
UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO
EL ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO COMO UNA MODALIDAD DE
INTEGRACIÓN COMERCIAL. LA EXPERIENCIA DE ENVIDRIO
Trabajo presentado para optar al Grado de Magíster en
Integración y Comercio Internacional
Autores: Victoria Dutra
Luis A. Sauce N.
Tutor: Dr. Jorge Fernández Reyes.
Montevideo, 24 de Julio de 2015
iii
DEDICATORIA
Al Libertador Simón Bolívar, Padre de la Independencia de Hispanoamérica y asiduo
defensor y promotor de la Unidad de nuestros Pueblos, al cumplirse 200 años de la
Carta de Jamaica, hoy más que nunca, la Unidad no es una simple quimera de los
hombres, sino inexorable decreto del destino.
A Don José Gervasio Artigas, Padre de la Patria Oriental y defensor de las ideas
federativas, como alternativa para la unidad en la diversidad.
A los trabajadores y trabajadoras de la Empresa Envidrio, Ex - Cristalerías del
Uruguay, quienes en su empeño por lograr preservar los puestos de trabajo, hoy nos
demuestran que es posible fomentar una nueva forma de Integración en beneficio de
nuestros países y de sus ciudadanos, materializando su lema “La única lucha que se
pierde, es la que se abandona”. Para Ustedes nuestro humilde esfuerzo.
A la querida Universidad de Montevideo, a su personal docente, administrativo y a
toda su plantilla de alumnos, por haber estimulado el desarrollo de esta investigación,
con el simple anhelo de contribuir desde lo académico, a consolidar los principios de
la ciencia aplicada al desarrollo, al Doctor Pablo Genta y a todo su equipo, este
esfuerzo es producto de vuestro apoyo desinteresado, gracias.
iv
AGRADECIMIENTOS
A Dios, nuestro señor Jesús, por el Don de la vida y la sapiencia, por darnos salud,
entendimiento y permitirnos crecer en lo intelectual, al servicio de su obra más
hermosa, los seres humanos.
A nuestras familias, especialmente a nuestros compañeros de vida, Osvaldo y
Marisela, quienes han soportado ausencias y horas dedicadas a concretar este logro.
A nuestros hijos Santiago, Daniel Alejandro y Diego Alejandro. Para Ustedes nuestro
ejemplo y empeño, porque son los valores supremos que les vamos a dejar durante
nuestra existencia física, el ser hombres de bien, estudiosos, honestos y justos. Como
dijo el Libertador Simón Bolívar “Un ser sin estudios, es un ser incompleto”.
Al personal de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela, especialmente
a su Embajador Julio Chirino y a los funcionarios Aurelín Díaz y Félix Arrúe,
quienes nos facilitaron información valiosa y acompañaron el proceso de la
investigación de campo, con las complejas limitantes que ello acarreaba.
Al personal de Envidrio y Venvidrio, quienes a pesar de las limitaciones de tiempo,
fueron comprensivos en aportar con base a su disponibilidad, datos para el desarrollo
de esta investigación.
A la Universidad de Montevideo, a todos los profesores, al Dr. Pablo Genta, al Dr.
Jorge Fernández Reyes, a los diversos docentes quienes formaron y contribuyeron a
este logro. A los compañeros del área administrativa, Victoria, Chantalle y Jorge por
todo su apoyo, muchas gracias.
Un agradecimiento especial a la Profesora Carmen Ramírez, Docente en Metodología
de la Universidad Simón Rodríguez, en Caracas, Venezuela, quien nos acompañó y
asesoró durante todo el desarrollo de la investigación. Muchas gracias Profesora, este
logro también es vuestro.
v
INDICE GENERAL
LISTA DE CUADROS ...................................................................................... VIII
LISTA DE DIAGRAMAS .................................................................................... IX
INTRODUCCIÓN ................................................................................................... 1
CAPÍTULO I ........................................................................................................... 4
EL PROBLEMA ..................................................................................................... 4
Planteamiento del Problema ......................................................................... 4 Justificación y Limitaciones ......................................................................... 6
Interrogantes de la Investigación ............................................................. 7 Objetivos de la Investigación ....................................................................... 8
Objetivo General ...................................................................................... 8
Objetivos Específicos .............................................................................. 8
CAPÍTULO II .......................................................................................................... 9
MARCO TEÓRICO ................................................................................................ 9
Bases Teóricas .............................................................................................. 9 Encadenamiento Productivo .................................................................... 9
El Enfoque Clúster ................................................................................. 13 Los Clústers en Economías en Desarrollo. ............................................ 16
Clúster en Economías en vías de Desarrollo: La Experiencia de
América Latina .................................................................................. 18
Los Clústers y el papel del Estado en América Latina .......................... 21 La Experiencia de Encadenamiento Productivo en Uruguay ................ 23
La Economía Uruguaya y las cadenas productivas ............................... 24 Mapeo de especialización productiva del Uruguay ............................... 25 Encadenamiento Productivo e Integración ............................................ 28
Integración Económica y Productiva .......................................................... 34 La Integración Económica ..................................................................... 36
La Integración Productiva ...................................................................... 41 La República Bolivariana de Venezuela y su participación en
procesos de integración ..................................................................... 43
La República Oriental del Uruguay y su participación en
procesos de Integración ..................................................................... 50 Integración entre Uruguay y Venezuela ................................................ 60
vi
Autogestión ................................................................................................. 64 Autogestión de Empresas por sus Trabajadores .................................... 66 Autogestión Empresarial y el papel de los trabajadores ........................ 67 Empresas Recuperadas .......................................................................... 71 Papel del Estado en la Autogestión de empresas recuperadas
por los trabajadores. .......................................................................... 76 Bases Legales ............................................................................................. 78
Perspectiva desde Uruguay .................................................................... 79 Perspectiva desde Venezuela ................................................................. 82 Normativa Mercosureña. ....................................................................... 84
CAPÍTULO III ...................................................................................................... 86
MARCO METODOLOGICO ............................................................................... 86
Diseño y Tipo de Investigación .................................................................. 86 Sistema de Variables .................................................................................. 88 Definición Operacional ............................................................................... 89
Población y Muestra ................................................................................... 90 Población ............................................................................................... 90
Muestra .................................................................................................. 91
Procedimiento Metodológico ................................................................. 92
Validez y Confiabilidad .............................................................................. 93 Validez ................................................................................................... 93 Confiabilidad ......................................................................................... 94
CAPÍTULO IV ...................................................................................................... 96
ANÁLISIS DEL CASO ........................................................................................ 96
Introducción ................................................................................................ 96
Contexto Histórico Empresarial. ............................................................ 97 La crisis de los años noventa y el fenómeno del cierre de
empresas ............................................................................................ 98 La toma de la planta y la organización de los trabajadores. ................ 100
Autogestión e Integración. La experiencia de Envidrio con la
República Bolivariana de Venezuela .............................................. 101 El Encadenamiento Productivo como una alternativa de
Integración....................................................................................... 108 El Nacimiento de Alenvidrio. .............................................................. 108
CAPÍTULO V ..................................................................................................... 119
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES .................................................. 119
vii
Conclusiones ............................................................................................. 119 Recomendaciones ..................................................................................... 125
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ................................................................ 128
ANEXOS ............................................................................................................. 135
[Anexo A] ................................................................................................. 136 [Instrumento] ............................................................................................ 136
Cuestionario para Entrevista ................................................................ 136
[Anexo B] ................................................................................................. 138 [Acuerdo para la Construcción de la Alianza Estratégicas de
Empresas del Vidrio]....................................................................... 138 [Anexo C-1] .............................................................................................. 141
[Punto de Cuenta Nro. 050-12] ............................................................ 141
[Anexo C-2] .............................................................................................. 149 [Punto de Cuenta Nro. 030-13] ............................................................ 149
[Anexo D] ................................................................................................. 151
[Diario Oficial N° 29.183] ................................................................... 151
viii
LISTA DE CUADROS
pp.
CUADRO
1 Categorías de Conglomerados…………….…………………………...…….19
2 Cantidad de Empresas en Uruguay por tamaño. (2011)…………………...…25
3 Cuadro Resumen..……...…………………………………………………….26
4 Visiones sobre Autogestión Empresarial………..…………………………...69
5 Identificación y Definición de las Variables………………………………..88
6 Operacionalización de las Variables………………………………………..90
7 Distribución de la Población……………………………………………......91
8 Distribución de la muestra de grupos experimentales……………………...92
9 Resultado de Juicio de Expertos……………………………………………94
ix
LISTA DE DIAGRAMAS
pp
DIAGRAMA
1 Diamante de Porter…………………………….……………..……………….11
2 Diamante de Porter y el Gobierno.……….……….……………………….….22
3 Flujograma del Ciclo Histórico Alianza Estratégica Uruguay - Venezuela
(ENVIDRIO / VENVIDRIO)………………………………………………………114
x
REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY
UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO
Maestría en Integración y Comercio Internacional
EL ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO COMO UNA MODALIDAD DE
INTEGRACIÓN COMERCIAL. LA EXPERIENCIA DE ENVIDRIO
Autores: Victoria Dutra
Luis A. Sauce N.
Tutor: Jorge Fernández Reyes
Fecha: 24 de Julio de 2015
RESUMEN
La presente investigación se ubica en el área del Comercio Internacional e
Integración, y se plantea como objetivo general el determinar cómo se pueden
desarrollar iniciativas de encadenamiento productivo como una modalidad de
integración comercial, analizando el caso de la empresa Envidrio. La investigación se
justifica por el valor que la integración comercial y productiva y los encadenamientos
productivos de los países miembros del MERCOSUR y en particular de la República
Oriental del Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela, lo cual permitirá
aportar, corregir e implementar estrategias de integración entre los dos países. Se
toma como referencia para el desarrollo de la investigación los aportes realizados por
entes gubernamentales de ambas naciones, así como aquellos autores y trabajos de
investigación que han hecho sus contribuciones teóricas relacionadas con el tema. El
estudio desarrollado y la metodología aplicada se fundamentan en una investigación
descriptiva, de tipo documental, dentro de la modalidad de investigación de campo,
bajo un estudio analítico explicativo y de diseño bibliográfico. Se concluye que el
desarrollo de encadenamientos productivos es fundamental para impulsar una
transformación productiva en la región. Para ello, es pertinente avanzar en iniciativas
de encadenamientos productivos o clúster, que permitan sumar las potencialidades y
ventajas que tienen los países. Luego del estudio realizado a la empresa Envidrio,
queda evidenciado que el Encadenamiento productivo y la Autogestión son dos
elementos con un alto grado de factibilidad para su puesta en marcha. Como
recomendación más importante en lo que a Integración se refiere, y específicamente
para el Mercosur, la realidad actual en lo regional y global, debería considerar la
interacción entre sectores y actividades productivas de los diferentes países del
bloque, para avanzar en iniciativas de encadenamientos productivos o clúster, que
permitan sumar las potencialidades y ventajas para una mejor inserción en los
mercados regionales y extra regionales.
Descriptores: Integración, Encadenamiento Productivo, Autogestión, Empresas
Recuperadas por los Trabajadores, intercambio comercial.
1
INTRODUCCIÓN
El intercambio comercial entre la República Oriental del Uruguay y la República
Bolivariana de Venezuela, ha experimentado un crecimiento constante en los últimos
diez años, con bajas importantes en el período 2002 - 2005, producto de la crisis
económica en Uruguay, el golpe de Estado y el paro petrolero en Venezuela. Este
incremento ha estado marcado por la profundización de relaciones entre los dos
países en los últimos años, lo cual ha incidido de manera directa en el comercio
bilateral, sobre todo a partir del año 2004, como consecuencia de la profundización de
las relaciones bilaterales.
A partir del año 2006 y a raíz de la suscripción del “Acuerdo de Cooperación
Energética de Caracas”, la balanza comercial se inclinó a favor de Venezuela,
producto del envío de combustibles de diversos tipos, tales como Santa Bárbara,
Leona y otros insumos demandados por la República Oriental del Uruguay. Es
importante destacar que la matriz exportadora de Venezuela hacia el Uruguay se
concentra solo en este sector de la economía. A pesar que el Uruguay tuvo una
balanza comercial deficitaria con relación a Venezuela, sus exportaciones se han
incrementado año a año, exportando más de cinco productos, en su mayoría semi-
manufacturados, con importantes componentes de aplicación tecnológica y científica,
caso de la producción de lácteos, quesos y carnes en diversas presentaciones.
Para el año 2012, Sauce, L y Arrue, F. en informe elaborado por la Embajada
de la República Bolivariana de Venezuela en Uruguay, según data obtenida del
Instituto de Promociones y Exportaciones Uruguay XXI, señalaron que:
…la balanza comercial entre Uruguay y Venezuela se tornó
superavitaria para Uruguay, alcanzando en el período mencionado
392,5 millones de dólares. Las exportaciones de Uruguay hacia
Venezuela registro 406 millones de dólares y las importaciones de
Uruguay procedentes de Venezuela reportó 13,7 millones de dólares
(no incluye petróleo). Es importante destacar, que Venezuela es el
principal proveedor de petróleo de Uruguay en los últimos años, tal es
2
así, que en el año 2011 el 42% del petróleo comprado tuvo como
origen Venezuela, asimismo, para el primer semestre de 2012,
Uruguay importó petróleo por un valor de 489 millones de dólares
desde Venezuela, representando el principal proveedor de Uruguay en
este rubro con el 60%i. Por otro lado, según el informe de Uruguay
XXI, Venezuela es el quinto destino de las exportaciones uruguayas de
bienes, representando el 5% de las exportaciones totales. (p.3)
Desde la perspectiva de la teoría de comercio, los productos que
intercambian ambos países son clasificados como materias primas semi-
manufacturadas, sin embargo, el uso de tecnología en el proceso de producción o
transformación de los mismas, son una base sustancial para ambos países en términos
de la transferencia de conocimiento y tecnología, bien sea para la explotación y
transformación de recursos energéticos, así como para la producción de bienes
vinculados con el sector alimentario.
Los acuerdos bilaterales han propiciado las condiciones para que ambas
naciones puedan avanzar en proyectos conjuntos de encadenamientos productivos,
sustentados en la transferencia de tecnologías, formación, capacitación y
adiestramiento de recursos humanos, impulsando la complementariedad entre ambos
países. En este sentido se han desarrollado iniciativas productivas y empresariales
tales como; Envidrio, Funsa, Urutransfor, Uruven, entre otras.
En este contexto, el presente trabajo de investigación abordará la integración
en su dimensión teórica y con esquemas comparativos según diversos teóricos y
estudiosos de la materia, los encadenamientos productivos, con énfasis en el estudio
de los países miembros del Mercosur y en particular, de la República Oriental del
Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela y, de la autogestión empresarial de
los trabajadores con el apoyo del Estado, específicamente, la convergencia de los tres
elementos en un caso de estudio, la empresa Envidrio.
Para esto se desarrollará la temática del trabajo de investigación en cinco (5)
capítulos a saber: el Capítulo I, El Problema, contiene el planteamiento del problema,
interrogantes de la investigación, objetivos, justificación, limitaciones y alcances del
estudio. El Capítulo II, Marco Teórico, conformado por las bases teóricas y legales
que sustentan la investigación. El Capítulo III, Marco Metodológico, se expone el
3
tipo y diseño de la investigación, así como el procedimiento utilizado para recoger la
información; el Capítulo IV corresponde la Exposición y Análisis del Caso y
finalmente el Capítulo V proporcionando las Conclusiones y Recomendaciones,
resaltando los aspectos más importantes obtenidos a través de la investigación y su
aplicabilidad en la sociedad a la cual va dirigida. Se cierra el presente trabajo de
investigación con las referencias bibliográficas consultadas para su desarrollo.
4
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
Planteamiento del Problema
El debate actual en torno a la pertinencia de la integración como mecanismo
de inserción internacional e instrumento para confrontar de mejor manera la crisis
mundial, justifica cualquier estudio y aporte en torno al tema. El ingreso de
Venezuela al Mercosur y su potencialidad económica, sumado a la
complementariedad existente entre Uruguay y Venezuela, es un componente que
obliga a analizar las posibles experiencias de integración comercial y productiva
viables entre las dos naciones, para poder insertarse de mejor forma en el contexto
Regional y Mundial.
Es inconcebible en nuestro mundo globalizado, competir sin articular y sumar
las ventajas comparativas y competitivas que nuestros países tienen y en particular, la
ventaja que tiene Venezuela en materias primas y energía barata, así como el
Uruguay en recursos humanos capacitados y experticia en la producción y
comercialización, específicamente en el ámbito exportador. Por tanto, el principal
problema visualizado radica en el hecho que el intercambio comercial es un paso
necesario y fundamental para la integración económica, pero no suficiente para
propiciar la competitividad y la inserción en niveles óptimos de competencia con el
mundo.
Para ello es pertinente avanzar en iniciativas de encadenamientos productivos
o clúster, que permitan sumar las potencialidades y ventajas que nuestros países
tienen y en particular, las observadas entre la República Oriental del Uruguay y la
República Bolivariana de Venezuela.
5
A partir del año 2006 y a raíz de la suscripción del “Acuerdo de Cooperación
Energética de Caracas”, la balanza comercial se inclinó a favor de Venezuela,
producto del envío de combustibles de diversos tipos demandados por la República
Oriental del Uruguay. Es importante destacar que la matriz exportadora de Venezuela
hacia el Uruguay se concentra solo en este sector de la economía.
A pesar que el Uruguay tuvo una balanza comercial deficitaria con relación a
Venezuela, sus exportaciones se han incrementado año a año, exportando más de
cinco productos, en su mayoría semi-manufacturados, con importantes componentes
de aplicación tecnológica y científica, caso de la producción de lácteos, quesos y
carnes en diversas presentaciones.
Para el año 2012, según data del Instituto de Promoción de Inversiones y
Exportaciones Uruguay XXI, la balanza comercial entre Uruguay y Venezuela, se
tornó superavitaria para Uruguay, alcanzando en el período mencionado 392,5
millones de dólares. Las exportaciones de Uruguay hacia Venezuela registró 406
millones de dólares y las importaciones de Uruguay procedentes de Venezuela
reportó 13,7 millones de dólares (no incluye petróleo).
Es importante destacar, que Venezuela es el principal proveedor de petróleo
de Uruguay en los últimos años, tal es así, que en el año 2011 el 42% del petróleo
comprado tuvo como origen Venezuela, asimismo, para el primer semestre de 2012,
Uruguay importó petróleo por un valor de 489 millones de dólares desde Venezuela,
representando el principal proveedor de Uruguay en este rubro con el 60%. Por otro
lado, para el año 2012 Venezuela era el quinto destino de las exportaciones uruguayas
de bienes, representando el 5% de las exportaciones totales.
Desde la perspectiva de la teoría del comercio, los productos que intercambian
ambos países son clasificados como materias primas o semi-manufacturados, sin
embargo, el uso de tecnologías en el proceso de producción o transformación de los
mismos, es una base sustancial para ambos países en términos de la transferencia de
conocimiento y tecnología, bien sea para la explotación y transformación de recursos
energéticos, así como para la producción de bienes vinculados al sector alimentario.
6
Los acuerdos bilaterales han propiciado las condiciones para que ambas
naciones puedan avanzar en proyectos conjuntos de encadenamientos productivos,
sustentado en la trasferencia de tecnología, formación, capacitación y adiestramiento
de recursos humanos, impulsando la complementariedad entre ambos países. En este
sentido, se han desarrollado iniciativas productivas y empresariales como Envidrio,
Funsa, Urutransfor, Uruven, entre otras.
En este contexto, el presente trabajo de investigación abordará la integración
en su dimensión teórica y con esquemas comparativos según diversos teóricos y
estudiosos de la materia, los encadenamientos productivos, con énfasis en el estudio
de los países miembros del Mercosur y en particular de la República Oriental del
Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela y, de la autogestión empresarial de
los trabajadores con el apoyo del Estado, específicamente, la convergencia de los tres
elementos en un caso de estudio, la empresa Envidrio.
Justificación y Limitaciones
En los últimos años están ocurriendo cambios relevantes a nivel mundial.
Termina la guerra fría y las posiciones este-oeste resultan caducas. Hay preeminencia
de los esquemas económicos de mercado sobre los mixtos o los de planificación
centralizada. La economía tiende a la globalización, con la conformación de bloques
continentales y regionales de comercio. Se presentan, en general, transformaciones
que modifican sustancialmente el contexto en que los países establecen sus relaciones
externas, así como sus condiciones internas en que se desenvuelven.
Todo ello impacta en los sistemas políticos locales y en el bienestar de las
sociedades. Los esquemas que por muchos años prevalecieron y que hasta hace una
década parecían viables, actualmente son superados. Hoy se viven nuevas realidades
y se adoptan nuevas políticas para el desarrollo. Una de las manifestaciones
sobresalientes de este proceso de cambio generalizado, se refiere al nuevo papel que
está cumpliendo el Estado, tanto en las naciones capitalistas, como en las que estaban
o continúan con una forma de organización socialista.
El interés que sobre la integración, el comercio y los encadenamientos
productivos como tema de investigación surge en este contexto, bajo el enfoque del
7
cambio estructural y el nuevo papel estatal en la economía y de una mayor
participación privada y social, son determinantes para comprender el presente caso de
estudio y la relación entre la República Oriental del Uruguay y la República
Bolivariana de Venezuela y la empresa Envidrio.
Bajo este argumento, el presente trabajo de investigación se justifica porque se
abordará la integración, los encadenamientos productivos y la autogestión
empresarial de los trabajadores con el apoyo del Estado, específicamente en un caso
de estudio, la empresa Envidrio, pudiendo mostrar así la eficacia y eficiencia de la
inserción de Venezuela al Mercosur y los acuerdos suscritos por Uruguay y
Venezuela.
El acceso a la información puede ser una limitante para poder establecer
conclusiones que permitirán afirmar la interrelación entre el intercambio comercial y
los encadenamientos productivos. Otra limitación radica en la poca información
obtenida durante el arqueo bibliográfico sobre experiencias de autogestión
desarrollada por los trabajadores y su vinculación con políticas estadales asociadas e
encadenamientos productivos o iniciativas de integración. De la misma manera, las
experiencias encontradas sobre encadenamientos o clúster, en su mayoría, se
encuentran vinculadas a iniciativas de empresas privadas constituidas y no, a
gestiones empresariales auto gestionadas por los trabajadores, por lo que no se pudo
acceder a suficiente bibliografía.
Interrogantes de la Investigación
El presente trabajo de investigación está guiado por preguntas centrales
relativas a la internacionalización de la empresa Envidrio y la posibilidad de
desarrollar un encadenamiento productivo con la empresa Venvidrio de la República
Bolivariana de Venezuela, para lo cual se trazaron las siguientes interrogantes:
1. ¿Cuáles fueron las condiciones y factores determinantes que coadyuvaron a la
internacionalización de Envidrio?
8
2. ¿Cuál fue la incidencia de los Acuerdos de Integración con la República
Bolivariana de Venezuela en el desarrollo de la empresa Envidrio?
3. ¿Cuáles fueron las características del encadenamiento productivo en el caso de
la empresa Envidrio?
4. ¿Cómo incidió la política de autogestión empresarial en el crecimiento de la
empresa Envidrio?
Objetivos de la Investigación
Objetivo General
Determinar cómo se pueden desarrollar iniciativas de encadenamiento
productivo como una modalidad de integración entre la República Oriental del
Uruguay y la República Bolivariana de Venezuela, analizando el caso de la empresa
Envidrio.
Objetivos Específicos
1. Identificar las condiciones y factores que coadyuvaron a la
internacionalización de Envidrio.
2. Analizar el efecto de los Acuerdos de Integración y la cooperación de
la República Bolivariana de Venezuela en el desarrollo de la empresa Envidrio.
3. Identificar las características del encadenamiento productivo y la
política de autogestión empresarial en el crecimiento de la empresa.
4. Identificar la incidencia de la autogestión empresarial en la experiencia
gerencial de la empresa Envidrio.
9
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
Bases Teóricas
Encadenamiento Productivo
La integración productiva es un fenómeno bastante amplio, que abarca
situaciones distintas, fenómenos distintos como las redes empresariales, los clústers,
los programas que apuntan al desarrollo productivo, que son diferentes entre ellos.
Sin embargo, tienen un elemento en común: el hecho de que a través de esfuerzos
asociativos se pueden crear ventajas competitivas que de forma aislada no es posible
crear (Dini en “Programa…2008). En efecto, como sustenta Schmit (2000) es
necesaria una mejor y mayor cooperación para responder con éxito en momentos de
grandes oportunidades o de crisis.
Una forma de plantear la asociación entre empresas es a través de la
formación de encadenamientos productivos tendientes a facilitar la investigación e
innovación tecnológica en el área. Comúnmente se los denomina también complejos
productivos, distritos productivos o clúster. (Wompner G. y Fernández M. 2008)
La investigación en materia de clúster industriales creció con mucha rapidez
durante los años 90, y revela que los clúster existen en un rango muy amplio de
países y sectores. Nadie discute que el detonador de esta creciente ola de interés fue
el éxito exportador de los distritos industriales italianos. (Schmitz 2000)
Como lo señala Joseph Ramos, (2009) director de la División de Desarrollo
Productivo y Empresarial de la CEPAL, distintos enfoques teóricos intentan explicar
el por qué se forman los complejos productivos, pero como sostiene el autor sea cual
sea la inspiración teórica, todas estas hipótesis explicativas de la formación de
complejos productivos tienen en común la noción de que la competitividad de la
10
empresa es potenciada por la competitividad del conjunto de empresas y actividades
que conforman el complejo al cual pertenecen.
En efecto, esa mayor competitividad deriva de importantes externalidades,
economías de aglomeración, derrames tecnológicos e innovaciones que surgen de la
intensa y repetida interacción de las empresas y actividades que integran el complejo.
Estas empresas y actividades se refuerzan mutuamente; la información fluye casi sin
estorbo, los costos de transacción son menores, las nuevas oportunidades se perciben
más tempranamente y las innovaciones se difunden con rapidez a lo largo de la red y
la fuerte competencia en precio, calidad y variedad da lugar a nuevos negocios,
fortalece la rivalidad entre empresas y contribuye a mantener la diversidad.
Según se sostiene en el informe sobre Balance de la Economía Argentina
2004, se entiende por encadenamiento productivo, complejo productivo o clúster a
una considerable aglomeración de empresas que se desempeñan en la misma
actividad o en actividades estrechamente relacionadas, dentro de un área
espacialmente delimitada, que cuenta con un perfil determinado, donde la
especialización y el comercio inter-firma resulta sustancial.
El concepto de Clúster adquirió popularidad cuando Michael Porter, (1991),
profesor de estrategia norteamericano, propuso en su libro “La Ventaja Competitiva
de las Naciones” (1991) que… “La competitividad de una región se basa en la
competitividad de sus industrias que a su vez es mejorada si una industria está
sumergida en una profunda red.”(Clúster económico, 2008)
Como lo señalan Jung y Garbarino (2006), citando a Bergman y Freser
(1999), el esquema conceptual más utilizado para el análisis y la gestión de clúster en
el nivel meso, es el desarrollado por Porter (1990). En su visión, la productividad con
que las empresas compiten y la sofisticación de sus estrategias están fuertemente
influenciadas por la calidad del entorno de negocios. Ese entorno se conforma a partir
de aspectos generales (que afectan a todas las actividades, como el sistema tributario
o la burocracia) y aspectos específicos de cada clúster (como recursos humanos o
institutos de investigación).
11
En este marco señalado por los autores, se permite analizar los efectos de la
localización sobre la competencia, a partir de la interrelación de cuatro aspectos
principales: a) condiciones de los factores; b) contexto de la estrategia y la rivalidad
de las empresas; c) condiciones de la demanda; y d) sectores relacionados y de apoyo.
Para Porter (1991.), “los cúmulos constituyen uno de los vértices del rombo
(sectores afines y auxiliares), pero es mejor verlos como una manifestación de las
relaciones existentes entre los cuatro vértices”. (p. 219) tal y como queda reflejado
en su diagrama.
Diagrama 1.
El Diamante de Porter
Fuente: Realización Propia con base a Jung y Garbarino. (2006)
Como lo señala Argañaraz (1978), la base del modelo de la ventaja
competitiva de Porter (1991), es la concepción del desarrollo económico de las
naciones en torno a eslabonamientos productivos y no a sectores aislados.
Estos eslabonamientos surgen de las relaciones que se establecen entre
cuatro elementos fundamentales del modelo: las condiciones de los
factores, las condiciones de la demanda, los sectores conexos y de
apoyo, y la estrategia, estructura y rivalidad de la empresa”. (p. 33)
De acuerdo a esta perspectiva se destaca que la interacción entre estas
determinantes crea la ventaja competitiva de una nación.
Estrategia y
rivalidad
Factores
Sectores
relacionados y de
apoyo (Clúster)
Estrategia y
rivalidad
Factores Demanda
Sectores relacionados
12
Para Porter (ibídem) el conocimiento de la teoría de los cúmulos ha avanzado
y se sigue extendiendo desde que se publicó La ventaja competitiva de las naciones,
hecho que dio pie a la aparición de un creciente número de iniciativas formales de
creación de cúmulos en los entornos urbanos, regionales, nacionales y
supranacionales (como por ejemplo, en Centroamérica)
Para el citado autor un cúmulo es un grupo geográficamente denso de
empresas e instituciones conexas, pertenecientes a un campo concreto, unidas por
rasgos comunes y complementarios entre sí. Por su dimensión geográfica un cúmulo
puede ser urbano, regional, nacional o incluso supra nacional.
Los cúmulos adoptan varias formas, dependiendo de la profundidad y
complejidad, pero la mayoría de ellos comprenden empresas de
productos o servicios afines, proveedores de materiales, componentes,
maquinaria y servicios especializados, instituciones financieras y
empresas de sectores afines. En los cúmulos también suelen integrase
empresas que constituyen eslabones posteriores de la cadena (es decir,
canales de distribución o clientes); fabricantes de productos
complementarios; proveedores de infraestructura; las instituciones
públicas y privadas que facilitan formación, información, investigación
y apoyo técnico especializado (universidades, grupos de reflexión,
entidades de formación profesional) y los institutos de normalización.
(p.205)
Jung y Garbarino (2006), sostienen que las empresas que forman parte del
clúster compiten pero también cooperan, buscando que la pertenencia al conjunto
mejore las posibilidades de desarrollo de sus propias ventajas competitivas.
Parafraseando a Porter (ob. cit.), entonces un cúmulo puede definirse como
un sistema de empresas e instituciones interconectadas cuyo valor global es mayor
que la suma de sus partes.
En esta misma línea de pensamiento Ramos (1999), director de la CEPAL,
señala que se entiende comúnmente por complejo productivo o clúster una
concentración sectorial y/o geográfica de empresas que se desempeñan en las mismas
actividades o en actividades estrechamente relacionadas, tanto hacia atrás, hacia los
proveedores de insumos y equipos, como hacia adelante y hacia los lados, hacia
industrias procesadoras y usuarias, así como a servicios y actividades estrechamente
13
relacionadas con importantes y cumulativas economías externas, de aglomeración y
especialización (por la presencia de productores, proveedores y mano de obra
especializada y de servicios anexos específicos al sector) y con la posibilidad de
llevar a cabo una acción conjunta en búsqueda de eficiencia colectiva.
Se dice que la eficiencia del conjunto del complejo es mayor a la de cada
empresa aisladamente por las externalidades que genera cada empresa para las demás;
es decir, la acción de cada empresa genera beneficios tanto para sí como para las
demás empresas del complejo. Cetrulo (2005), asevera que la clusterización es
aplicable a la mayor parte de las actividades económicas. Según Krugman, (1992),
citado por Cetrulo, tanto sectores tecnológicamente avanzados como poco avanzados
se concentran, lo que demuestra que la concentración no tiene únicamente una
explicación basada en los efectos externos de tipo tecnológico.
Asimismo, sostiene Cetrulo (2005), que un clúster no debe asociarse
únicamente a ejemplos extremadamente exitosos de concentraciones como los
mundialmente famosos Silicom Valley o Route 128, ni asumir que el fenómeno de la
concentración empresarial y sus beneficios está reservado únicamente para las
grandes empresas.
No puede afirmarse que cualquier grupo de empresas que colaboran entre sí
con alguna finalidad puede ser denominado clúster. En efecto, existen otras
manifestaciones de cooperación empresarial como las cadenas empresariales o las
redes empresariales. Interpretando a Michelotti, (2007), ni una red ni una cadena por
si solas pueden ser consideradas un clúster, sin embargo no existen clúster sin
cadenas o redes, puesto que son un componente fundamental.
El Enfoque Clúster
Ahora bien, Porter (1991), se pregunta: “¿Qué motivos hay para analizar los
sistemas económicos a través de la lente de los cúmulos en vez de recurrir a
agregados más tradicionales: las empresas, los sectores de producto o los grandes
sectores como son la industria y los servicios?” (p. 211). En primer lugar, porque los
14
cúmulos tienen más que ver con la naturaleza de la competencia y las fuentes de la
ventaja competitiva.
En los cúmulos que son más amplios que los sectores se pueden captar
importantes relaciones, complementariedades e influencias indirectas en cuestión de
tecnologías, conocimientos prácticos, información, marketing y necesidades de los
clientes, que se entienden entre diversas empresas y sectores. Como se explicará
posteriormente, estas conexiones son esenciales para la competencia, para la
productividad y, sobre todo, para la orientación y el ritmo de la formación de nuevas
empresas y de la innovación (ibídem)
La mayoría de los integrantes de un cúmulo no compiten directamente entre
sí, sino que atienden a diferentes segmentos. Sin embargo, comparten muchas
necesidades y oportunidades y han de hacer frente a muchas limitaciones y obstáculos
a la productividad comunes a todos. (ibídem)
En este mismo sentido Rodríguez (2010,) citado por el Ministerio de
Industrias, Energía y Minería, (MIEM y Cols 2014): señala:
El enfoque territorial y endógeno de la organización de la producción
pone especial énfasis en los sistemas de producción y redes de
empresas locales como mecanismos a través de los cuales el proceso
de crecimiento y cambio estructural tiene lugar en las economías de los
territorios. Estos conceptos, redes de empresas y sistemas productivos
locales, son contrarios al planteo de la economía tradicional
neoclásica, que considera a las firmas como rivales que buscan
maximizar sus beneficios en forma individual a través de las señales
del mercado (los precios), siendo esta la única relación entre ellas. (p.
24)
Adicional a esto, señala Porter (1991), que:
(…) los cúmulos afectan las competencias en tres aspectos: en primer
lugar, incrementan la productividad de las empresas o sectores que los
integran; en segundo lugar, incrementan su capacidad de innovar, y
con ello su capacidad de aumentar la productividad; y en tercer lugar,
estimulan la creación de nuevas empresas, lo cual apoya la innovación
y expande el cúmulo. Muchas ventajas de los cúmulos estriban en las
economías externas o influencias indirectas que afectan a empresas y
sectores. (p.219)
15
Por su parte Argañaraz. (1998), manifiesta:
…el mensaje principal que trasmite esta teoría es que el incentivo y el
apoyo a los sectores con mayores probabilidades de crear
eslabonamientos productivos es una estrategia de desarrollo capaz de
acelerar el crecimiento económico regional. Extrapolando este
enunciado a países ricos en recursos naturales, se infiere que el
crecimiento económico depende de la rapidez con que se aprende a
procesar e industrializar estos recursos, así como también a desarrollar
las actividades proveedoras de insumos y equipos para ellos. (p. 29)
Dice el citado autor que la ventaja fundamental de un proceso de crecimiento
industrial basado en eslabonamientos productivos frente a otras estrategias de
desarrollo descansa en la reducción de costos de producción y comercialización que
pueden lograr las empresas al pertenecer a un clúster.
El incremento en la competitividad de las empresas se logra gracias a diversos
factores que en conjunto se designan economías de aglomeración, entre las cuales
puede citarse el aumento en la productividad de la mano de obra por la mayor
especialización, la mejor interacción entre proveedores y empresas que deviene en
mayor calidad y precio de los insumos, y la creciente cooperación y colaboración
entre las firmas miembros.
Por su parte Jung y Garbarino (2006), señalan que los factores económicos
que explican la existencia de clúster pueden ser agrupados en dos: a) los factores
asociados a las economías externas, que intentan explicar por qué se da la
concentración geográfica de las actividades; y b) los vinculados a los costos de
transacción y la acción conjunta de las empresas, que ponen el énfasis en los aspectos
de interrelación entre los actores.
Para los citados autores, las primeras se relacionan con la posibilidad de
reducir costos y de compartir conocimiento, de manera de generar mayores niveles de
innovación y mejora de la productividad. Con las segundas se puede establecer que la
concentración sectorial y espacial de empresas favorece la eficiencia colectiva, que es
la ventaja competitiva que se deriva no solo de las economías externas mencionadas,
sino también de las acciones conjuntas de las empresas.
16
Así, la existencia de un clúster facilita los acuerdos de cooperación entre las
empresas, que permiten explotar complementariedades y economías de escala y
alcance, así como aumentar la flexibilidad y velocidad de reacción de las empresas
ante cambios del entorno.
Así mismo, señalan Jung y Garbarino (ibídem) que el enfoque basado en
clúster está siendo adoptado de manera creciente para analizar y promover los
vínculos interactivos entre las empresas y sus entornos de negocios inmediatos
(incluyendo aspectos propios del contexto social y geográfico). Ello está ocurriendo
así por cuanto permite incorporar nuevas dimensiones al análisis de situaciones
concretas y a la ejecución de políticas de desarrollo de la competitividad.
Los Clústers en Economías en Desarrollo.
Para Porter, (1991) los cúmulos son más usados en las economías avanzadas,
donde su profundidad y amplitud suele ser mayor. En las economías en desarrollo, la
proporción de sectores de carácter local o de filiales de empresas extranjeras que
atienden el mercado local es muy superior. Los sectores exportadores, por lo general,
emplean mucha mano de obra y explotan recursos naturales. Los cúmulos de las
economías en vías en desarrollo suelen ser superficiales y necesitan componentes,
servicios y tecnologías extranjeros.
Las empresas de esas zonas suelen estar verticalmente integradas, y producen
no sólo componentes propios, sino incluso electricidad de emergencia; en ocasiones
también tienen que construir y atender no solo infraestructuras materiales, sino
también escuelas y otros servicios. Las empresas relativamente competitivas de las
economías en vías de desarrollo suelen operar más como islas que como integrantes
de un cúmulo.
Señala el citado autor que en comparación con los de las economías
avanzadas, los cúmulos de las economías en vías de desarrollo no solo tienen menos
miembros, sino que también suelen ser diferentes en sociometría. Muchos tienen
forma de redes radiales jerárquicas que rodean a unas pocas empresas de muy grandes
dimensiones, organismos públicos o distribuidores. La comunicación es escasa y las
17
relaciones entre las empresas y las instituciones no están bien desarrolladas. En
cambio, los cúmulos de las economías avanzadas tienen generalmente una densa red
de relaciones y conexiones en continua evolución
El desarrollo de unos cúmulos que funcionen bien es uno de los pasos
esenciales en el camino hacia una economía avanzada. En las economías en vías de
desarrollo, la formación de cúmulos se ve dificultada por el bajo nivel local de
formación y capacitación, por las carencias tecnológicas, por la falta de acceso al
capital y por el insuficiente desarrollo de las instituciones. La política de Estado
también puede ir en contra de la formación de cúmulos.
La restricción del asentamiento industrial y las subvenciones dispersan
artificialmente a las empresas. Los programas de estudio de las universidades y de las
escuelas técnicas, dictados por el Estado, no se adaptan a las necesidades de los
cúmulos. Por ultimo las empresas, protegidas de la competencia, adoptan prácticas
monopolistas que retrasan aún más el desarrollo de los cúmulos.
Fue hacia fines de los 90 y a lo largo de 2000 cuando el concepto de clúster
asumió una hegemónica presencia por parte de los desarrollos teóricos y empíricos
destinados a analizar el papel de los procesos de aglomeración y sus vinculaciones
con el desarrollo y la competitividad, dicho esto por Fernández, V. (2008)
Siendo ese concepto utilizado inicialmente por los aportes de Porter, como se
pudo evidenciar, Fernández, V. (2008) expresa que: “no solo se consolidó en el
escenario estadounidense, sino también ganó relevancia en el contexto europeo,
donde fue progresivamente enriquecido por su interacción con los desarrollos
académicos vinculados con las categorías de Distrito Industrial, regiones
aprendientes, medios innovadores” (p. 87).
Simultáneamente al desarrollo y consolidación del enfoque clúster dominante
en los países centrales, la perspectiva territorialista del análisis de la competitividad
fue introduciéndose en los países periféricos. En tal sentido, no fueron pocos, a lo
largo de los 90´, los trabajos teóricos - analíticos dirigidos a la promoción de clúster
en contextos pocos desarrollados.
18
A través del concepto de clúster, en menor medida de distrito industrial, y
haciendo uso de su instrumental analítico, los trabajos académicos destacaron la
ventaja del cambio estructural de la organización industrial y paralelamente, de la
crisis y transformación del régimen de sustitución de importaciones, para las regiones
latinoamericanas, esto de acuerdo al autor anteriormente señalado, para lo cual agrega
que:
…las posibilidades de su inserción competitiva en las redes
internacionales de proveeduría, especialmente de aquellas
regiones/localidades aventajadas por bajos costos salariales, así como
por las externalidades positivas derivadas de la acción cooperativa
local (joint action) y la desintegración vertical de los procesos
productivos aglomerados. (pp. 25 y 26)
Clúster en Economías en vías de Desarrollo: La Experiencia de América Latina
Según expresa la CEPAL en América Latina, los complejos productivos
(Clústers) que se desarrollan en torno de las actividades productivas y sus
encadenamientos, son muy heterogéneos. Además, distan bastante de la imagen
estilizada que se tiene de ellos y que se apoya en la experiencia y las discusiones
académicas y políticas en Europa y en los Estados Unidos. También aquí, el apoyarse
en una imagen estilizada que no concuerda con el grueso de la realidad local ha
conducido a manejar supuestos erróneos sobre los potenciales de desarrollo de grupos
de empresas, a ignorar la lógica específica que guía la toma de decisiones
empresariales en la región y a subestimar la inercia del medio sociocultural local.
Se destaca que de hecho, la carencia de espíritu empresarial, la falta de
confianza mutua, las barreras para compartir información e impedimentos similares
constituyen fuertes cuellos de botella para el desarrollo de complejos productivos
virtuosos, es decir, innovadores, dinámicos y competitivos.
Siguiendo a Altenburg y Meyer-Stramer citados por la CEPAL, se identifican
tres grandes tipos de complejos productivos en América Latina, requiriendo cada uno
políticas específicas: a) los complejos de sobrevivencia; b) los orientados a productos
producidos en masa, tipo commodity, forzados, para poder sobrevivir, a hacer una
19
reorganización profunda ante la apertura y la competencia internacional; c) los
organizados en torno de empresas transnacionales, que habitualmente disponen de
tecnologías más complejas y están orientados tanto al mercado doméstico como al
internacional, pero suelen tener relativamente pocos encadenamientos con las
pequeñas y medianas empresas (Pyme) y con instituciones locales.
En el cuadro número 1 se presenta lo que para Altenburg y Meyer-Stamer
representan las tres categorías de conglomerados en países en desarrollo.
Cuadro 1
Categorías de Conglomerados
De sobrevivencia Fordista Transnacionales
Principales
Características
Mayormente micro
y pequeñas
empresas. Escasa
especialización.
Poca interacción
entre empresas.
Competencia
basada en la rebaja
de precios.
Similares a los
clusters radiales de
Markusen. Fuerte
presencia de
grandes empresas
de integración
vertical. Escasa
diferenciación
funcional. Poca
cooperación.
Empresas
transnacionales no
solamente como
líderes sino también
como proveedores
de primer y segundo
nivel. Grandes
obstáculos al
ingreso de empresas
nacionales.
Fortaleza Básica Oportunidad de
ingreso para
personas sin
posibilidades de
empleo en el sector
formal.
Ventaja en
términos de costos
debido a las
ventajas pasivas
del conglomerado.
Forman parte de
redes mundiales de
empresas altamente
competitivas y
productivas.
Mayor
debilidad/vulnerabilidad
El bajo nivel de
capacidades limita
las opciones de
innovación y
especialización.
El conglomerado
tiene pocas o
ninguna ventaja, se
combinan las
desventajas del
modelo.
Fuente: Sasso (2008)
El grupo más numeroso es el de los complejos productivos de “sobrevivencia”
de micro y pequeñas empresas que producen productos o servicios de baja calidad
para el mercado local. Estas empresas suelen compartir muchas características del
20
sector informal. El grado de especialización y de cooperación entre las firmas suele
ser bajo, y refleja la falta de especialistas en la fuerza laboral local y también un
tejido social frágil.
Los complejos de sobrevivencia generalmente están ubicados en áreas pobres
con altos niveles de subempleo, ya sea en pueblos rurales o zonas marginales urbanas.
La razón por la que estas empresas están geográficamente cercanas tiene mucho que
ver con la imitación. Se puede encontrar el origen de casi todas en un empresario
pionero que aprendió una habilidad relevante fuera de la localidad, inició una
empresa y capacitó a sus familiares y otros trabajadores.
Éstos, al acceder al capital semilla necesario, se independizaron para hacer lo
mismo. Estas agrupaciones de empresas, si bien distan bastante de las características
de complejos (clústers) “ideales” (en donde una rivalidad virtuosa se traduce en
mejoramiento del producto o servicio mediante la innovación), sin duda tienen
también externalidades positivas, tales como “rebalses” de información (information
spillovers) en cuanto a proveedores; comercialización; diseño de productos de
competidores; mano de obra semicalificada y en contacto con el producto o servicio
desde su infancia; provisión fácil de insumos y maquinaria porque, debido a la
demanda, los proveedores se instalan en la cercanía; costos de transacción bajos para
la venta ya que, una vez que el lugar ha ganado una cierta reputación, los
intermediarios vienen de todas partes y tienen a su alcance decenas, a veces
centenares, de proveedores y estilos.
La mayoría de estos microempresarios funcionan en un entorno social que no
está conectado con la comunidad empresarial del sector formal.
Además, estudios de casos indican que empresas en “regiones centrales”
muestran una mayor probabilidad de interacciones interregionales, mientras que para
las empresas rurales son las relaciones locales o intrarregionales las que dominan.
A su vez, las empresas intensivas en innovaciones muestran un mayor énfasis
en la formación de redes interregionales, mientras que el acceso a fuentes externas de
conocimiento parece ser más importante para empresas en el área de servicios que
para las manufactureras. La actividad de la pequeña empresa presenta a menudo
21
características muy locales, tanto porque su mercado final generalmente es local,
como porque sus recursos humanos tienen características eminentemente locales.
Jung y otros, (2006), siguiendo a Altenburg y Stamer (1999), destacan tres
deficiencias de los clúster en países latinoamericanos en relación a los países
desarrollados:
…a) la mayoría de las Pymes no son competitivas; b) por lo general
se limitan a la producción estandarizada de bienes de consumo o a
operaciones de ensamblaje sin innovaciones sustanciales; y c)
comprenden solo algunas etapas de la cadena de valor y escasos
servicios complementarios, y carecen de capital social necesario para
sustentar acuerdos cooperativos.(p. 39)
Según se expresa en el informe Balance de Economía Argentina 2004,
existen clúster en América Latina y Asia que han logrado una alta especialización y
generado grupos de apoyo. Sin embargo, los encadenamientos o distritos industriales
en América Latina resultan muy heterogéneos y muy distintos a aquellos modelos
estilizados que han influenciado las discusiones en ámbitos académicos y políticos de
Europa y Norteamérica.
Igualmente, se destaca en el citado trabajo, que es necesario recalcar, además,
que los encadenamientos productivos en América Latina se forman en su mayoría en
torno a una actividad con una fuerte ventaja comparativa natural, es decir, en torno a
un recurso natural. Además, se advierte que es necesario tener en cuenta que estos
complejos productivos no se dan solo en torno a bienes físicos, como la extracción de
alguno recurso natural, sino también a la provisión de servicios ligados a los recursos
naturales.
Los Clústers y el papel del Estado en América Latina
Respecto a la participación del Estado en los clúster, Navarro (2001), expresa
que es posible, en la medida en que se trate de acciones indirectas, no directas. Por su
parte, Aranguren (2003), ambos citados por Cetrulo, (2005) plantea que el Estado
puede tener una función de coordinación, ayudando a resolver conflictos, problemas o
diferencias que pudieran aparecer en el clúster. Sin embargo, Cetrulo, (ob.cit.) señala
que estas posiciones están basadas en la realidad europea, en la que el dinamismo
22
empresarial y el mercado mismo son sensiblemente diferentes, respecto de lo que
sucede en América Latina, y en especial en Uruguay, donde las empresas necesitan
del apoyo del Estado para llevar adelante múltiples funciones, que su día a día no le
permiten desarrollar.
Jung y Garbarino (2006) sostienen que el gobierno es un actor clave, en la
medida que define el marco normativo y de incentivos, no solo en el plano general,
sino también en el específico del clúster. Sus acciones afectan a los cuatro vértices del
diamante como se ve en el diagrama 2, por lo que es importante ordenar el análisis de
la forma en que el gobierno incide, a través de sus políticas, en la evolución del
clúster y las empresas que lo conforman.
Diagrama 2.
El Diamante de Porter y el Gobierno
Fuente: Elaboración propia basado en Jung y Garbarino (2006)
Federico Michelotti (2007), señala que las formas de incidir el Estado en
estos procesos pueden ser múltiples.
En el caso de Finlandia se formularon políticas que aseguraron la
perdurabilidad del recurso, en Vale dos Sinos durante años la
competitividad se promovió desde el tipo de cambio. Existen en ambos
casos otras formas de apoyo como la creación de centros de
investigación, la ejecución de obras de infraestructura, operaciones de
financiamiento especiales y otras. (P. 94)
Estrategia y
rivalidad
Factores
Sectores relacionados
y de apoyo ()
Estado
Estrategia y
rivalidad
Factores Demanda
Sectores relacionados
y de apoyo (clústers)
23
La noción de fallas del mercado (por ejemplo, en la insuficiente inversión en
conocimiento) y del gobierno (por ejemplo, en la falta de coordinación de los
diferentes departamentos encargados de la aplicación de políticas) y la importancia
creciente de clúster, ha llevado a una redefinición del rol de los gobiernos en la
formulación de políticas industriales y de innovación en diversos países.
(Aseveración que se hace luego del análisis de lo expuesto por Jung y otros, 2006).
En virtud de lo expuesto, los clúster en economías de desarrollo tienen
particularidades que deben ser tenidas en cuenta al diseñar y ejecutar políticas de
clúster. Jung y otros (2006,) señalan que:
Porter sugiere que la tarea de promover clúster en estas economías
debe comenzar desde el nivel más básico. Esto es, mejorando la
educación, construyendo la capacidad tecnológica, brindando un
acceso abierto al mercado de capitales y mejorando las instituciones y
la capacidad de cooperar. Dadas las condiciones limitantes de las
economías en desarrollo (por ejemplo, dependencia externa en
servicios, componentes y tecnología) el atraer inversión extranjera es
una herramienta importante para el desarrollo de los clústers. (p.39)
Sostienen los autores que posiblemente una de las mayores desatinos en la
intervención del gobierno en el desarrollo de este tipo de iniciativa es que las medidas
de promoción deben ser de largo plazo superando los intereses de corto plazo de
cualquier administración.
La Experiencia de Encadenamiento Productivo en Uruguay
Jung y Garabino (2006) aseveran que a partir de la década de los noventa y
especialmente de los aportes de Porter. (1991), los clúster se han convertido en objeto
de análisis y en instrumento para fomento de iniciativas locales y regionales,
buscando promover la competitividad y empleo.
Para los citados autores lo que sustenta este concepto es que las empresas que
operan próximas a un conjunto de firmas relacionadas e instituciones de apoyo son
frecuentemente más competitivas que las que operan de manera aislada, y que ello se
debe en buena medida a que, al mismo tiempo que compiten, desarrollan actividades
de cooperación. Indican los autores que esto ha llevado a diversos países y regiones a
24
impulsar iniciativas de promoción de clúster, como parte de sus estrategias de
desarrollo competitivo.
En el caso de Uruguay, y si bien no dentro de estrategias competitivas
explícitamente formuladas, se comenzaron a ejecutar en 2005, con apoyo financiero
internacional, proyectos que involucran el apoyo al desarrollo de clúster y
actividades asociativas de Pymes.
La Economía Uruguaya y las cadenas productivas
La evolución económica uruguaya, desde su inserción tardía en el sistema
capitalista a finales del siglo XIX hasta el momento actual, ha estado caracterizada
por una estructura económica basada en el sector primario, atravesando períodos más
o menos delimitados en los que ha sido la fuente principal de crecimiento (finales del
siglo XIX y comienzos del siglo XX), complementada con intentos de
industrialización basada en sustitución de importaciones (mitad del siglo XX) o con
el desarrollo de servicios a la región (finales del siglo XX) según se expresa en
gabinete productivo “cadenas de valor”. (Tomo II)
En los últimos años, luego de la crisis del 2002 y en particular a partir del
2005, la economía uruguaya ha experimentado un proceso rápido crecimiento
económico que se traduce en incrementos del Producto Bruto Interno en el período,
que alcanzan registros históricos.
La combinación de un contexto externo favorable y la consolidación de la
estabilidad y previsibilidad de la economía uruguaya, junto con la reducción de las
vulnerabilidades externas, financieras y sociales y las reformas institucionales que se
han concretado recientemente son las principales causas de dicho fenómeno.
(Gabinete Productivo, 2010)
En ese marco de mejora de la estructura económica del país, la visión de
cadena productiva como unidad de análisis de la estructura productiva recoge a la vez
la tendencia actual del modelo de producción global, producto de la fragmentación
de los procesos y su aglomeración geográfica, la competitividad sistémica que
determina en buena parte la competitividad de las empresas específicas que la
25
conforman y la posibilidad de análisis como cadenas de valor competitivas y
cooperativas al mismo tiempo. ( ibídem, P.10)
Michelotti C, (2007) señala que el nivel productivo de Uruguay está
concentrado en pocos sectores primarios. Dentro de ellos algunas cadenas han ido
desarrollando cierto valor agregado, pero en líneas generales no son éstos los rubros
más exportados. Los principales sectores son el agropecuario, el manufacturero y los
servicios.
Como se puede observar, en el cuadro siguiente, la estructura empresarial en
el país tiene un componente fundamentalmente en la micro y pequeña empresa que
llega a totalizar el 96 % de las unidades económicas.
CUADRO 2.
Cantidad de empresas en Uruguay por tamaño (2011).
Tamaño N° %
Unipersonal 59,049 43,1
Micro 52,237 38,1
Pequeña 20,258 14,8
Mediana 4,685 3,4
Grande 824 0,6
Total 137,053 100,0
Fuente: Asociación Nacional de Micro y Pequeña Empresa. Disponible en: http://www.anmype.org.uy
Mapeo de especialización productiva del Uruguay
Como señala Sasso (2008) citando a Jung y otros (2006), los mismos
realizaron un mapeo de especialización productiva para caracterizar algunos clúster
potenciales en Uruguay. Se analizaron los agrupamientos productivos exportadores, a
partir de la clasificación utilizada por el International Clúster Competitiveness Project
(ICCP), determinando en primera instancia a aquellos con un buen posicionamiento
industrial relativo y analizando luego, la regionalización de la producción al interior
del país.
Según señalan Jung y otros en el citado estudio, en el caso uruguayo las
actividades productivas que cumplieron con las condiciones de base para la existencia
26
de un clúster: carne, cereales y granos (arroz), frutas y vegetales (cítricos), grasas y
aceites, azúcar, melaza y miel, cuero y artículos de cuero, lácteos y productos
relacionados, fibras naturales pesca y productos de la pesca, fabricación de papel,
productos de papel, madera, software y turismo.
Concluyen los autores, que la mayor parte de las actividades consideradas
pertenecen al agrupamiento productos agropecuarios o tienen una alta vinculación
con este sector. A continuación se presenta el resumen obtenido:
Cuadro 3.
Cuadro de resumen
Desempeño
Explorador
Regionaliza
-ción
Factores De Éxito
Sector
Caract.
de
Export.
1
Dina-
mismo
2
Cantidad
de
Empresas
3
Localiza-
ción 4
Ventajas
de base
Instit.
Asocia
das
Índice
de act.
de coop.
Carne AA AB A No Si Si Si
Cereales y
Granos
AA MB A Treinta y tres,
Cerro Largo,
Rocha y
Artigas.
Si Si Si
Frutas y
Vegetales
MB MM M Citricultura:
Salto,
Paysandú, en
menor medida
Río Negro y
Rivera.
Horticultura:
San José,
Canelones y
Montevideo
Si
Si
Si
Grasas y
Aceites
MM AB A
Litoral Sur
oeste.
Fase
Industrial:
Montevideo
Si Si Si
Azúcar, Melaza
y Miel
Cuero y Art.
de cuero
BA
AA
BA
AB
A
M
No
Montevideo
Paycueros en
Paysandú y
Bader en San
José
Si
Si
Si
Si
Si
Si
27
Cuadro 3. (cont.)
Lácteos y
Productos
relacionados
AA AB M F. Primaria:
San José,
Colonia
Florida,
Canelones
Montevideo
F. Industrial:
Colonia San
José
Montevideo,
Soriano,
Florida Río
Negro y
Paysandú.
Si Si Si
Fibras
Naturales
AA BB A Fase
Industrial:
Montevideo,
Canelones,
Flores, Florida
y San José.
Fase Primaria:
San José, 50%
de Stock vino
en Artigas
Salto,
Paysandú,
Rivera y
Tacuarembo
Si Si Si
Pesca y
Productos de la
pesca
MM MB M Montevideo,
Canelones,
Colonia y
Soriano
Si Si Si
Fabricación de
Papel
BB MB M
Montevideo,
Canelones,
Colonia y
Soriano
Si Si Si
Madera en
bruto
BB MM M
Montevideo,
Canelones,
Maldonado,
Rivera y
Soriano
Si Si Si
Software MA AB A Montevideo Si Si Si
Turismo
AA MA A
Relativa
concentración
en
Montevideo y
Maldonado
Si Si SI
Fuente: Jung y otros (2006)
28
1. Se incluyen dos letras de la columna, la primera indica la participación dentro
de las exportaciones totales de Uruguay y la segunda la participación dentro de la
demanda mundial, tomando en cuenta los valores relativos. La participación dentro de
Uruguay se calificó como alta (A) > 6%, media (M) >2%, mientras que la
participación dentro de la demanda mundial se calificó como alta (A) >0.5% media
(M) 0.1% y baja (B) < 0.1%.
2. Se incluyen dos letras en la columna, la primera indica si las exportaciones
nacionales son crecientes (A) decrecientes (B) o no tienen una tendencia clara (M) y
la segunda si el producto aumenta (A) disminuye (B) o mantiene (M) su
participación dentro de la demanda mundial.
3. Cantidad de empresas. Se consideró como bajas (B) menos de 4 empresas, media
(M) menos de 10 empresas y alta (A) más de 10.
4. “No” significa que existe concentración.
Encadenamiento Productivo e Integración
Porter, (1991) manifiesta que el Estado debe tener tres funciones
fundamentales en lo que a la economía se refiere, siendo la primera de ellas el de
alcanzar la estabilidad macroeconómica y política. Lo hace estableciendo
instituciones políticas estables, una estructura básica económica permanente y una
política macroeconómica sólida, en la que cabe destacar unas finanzas publicas
prudentes y una inflación baja.
La segunda de sus funciones consiste en mejorar la capacidad
microeconómica general del país aumentando la eficacia y la calidad de los factores
generales que necesitan las empresas y que se identifican (mano de obra preparada,
una adecuada infraestructura material, una información económica exacta y puntual)
y unas instituciones que lo faciliten. Estos elementos son necesarios en toda la
economía y constituyen la base sobre la cual se construye todo lo demás.
29
La tercera función del Estado, consiste en establecer unas reglas e incentivos
microeconómicos generales que rijan la competencia y que fomenten el crecimiento
de la productividad. Estas reglas e incentivos, presentes en todo momento, deben
incorporar una política de competencia que promueva la rivalidad, un sistema fiscal y
unas leyes de propiedad industrial e intelectual que fomenten la investigación, un
sistema jurídico justo y eficiente, unas leyes que otorguen protección a los
consumidores, unas normas sobre el gobierno empresarial que establezcan la
responsabilidad de los directivos por los resultados y una reglamentación que
promueva la innovación en vez de preservar la situación existente.
Estas funciones son necesarias para el progreso económico, pero puede que no
sean suficientes. A partir del momento en que el Estado empieza a llevar adelante sus
funciones fundamentales, cobra importancia una cuarta función: la de facilitar el
desarrollo y la mejora de los cúmulos: los poderes públicos deberían tratar de reforzar
el desarrollo y la modernización de todos los cúmulos y deberían abstenerse de elegir
entre ellos. Aunque el entorno económico general es esencial para la competitividad,
las circunstancias de los cúmulos son cada vez más importantes para que la economía
pase de la etapa de la competencia en los costes de los factores a las siguientes etapas
de desarrollo.
Por otra parte, la búsqueda de las ventajas de la constitución de mercados
ampliados, frente a los mercados aislados en un mundo globalizado da origen a que
los países se integren entre sí. Como lo señala Fernández Reyes, J. (2006) varios
acontecimientos impactan las relaciones internacionales y plantean la necesidad de
estructurar un nuevo orden internacional destinado a reglar una nueva comunidad.
Señala el autor que se ha asistido a una verdadera formación de un mundo en
bloques, y ellos están conformados por distintos grupos de países que se integran en
una región determinada, caracterizada por su cercanía geográfica o por vínculos
comunes de distinta naturaleza que los lleva a promover una gran variedad de formas
de asociación, tal como lo señala a continuación:
…cuyo objetivo se orienta a incrementar su crecimiento y desarrollo
procurando el bienestar de sus pueblos, como forma de insertarse en el
30
contexto internacional, aumentando el poder de negociación frente a
otros Estados y en el marco de los organismos internacionales. (p. 28)
En efecto, uno de los resultados esperados de la puesta en marcha de un
acuerdo preferencial entre dos o más países (sea éste un acuerdo de preferencias, zona
de libre comercio, una unión aduanera o un mercado común) es la modificación
cualitativa de las estructuras productivas como consecuencia del cambio en los
precios relativos que, en cada una de las economías participantes, se deriva de la
nueva situación arancelaria. (Centro de Estudios Para la Producción, 2010)
Centrando el interés ahora en la región latinoamericana y especialmente el
Mercado Común del Sur (Mercosur), vemos que, como señala Hargain (1996), el
Mercosur fue creado con un propósito muy concreto, establecido en el artículo 1° del
Tratado de Asunción: “La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos
entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y
restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra
medida equivalente…” Como señala el citado autor la voluntad política ha sido
exclusivamente integrarse en el ámbito económico e incluso, dentro de los
innumerables aspectos que comprende la economía, se ha puesto acento en el
comercio de bienes.
Según expresaban Birle, Imbusch, Wagner (1994), la cooperación empresarial
se ha concentrado en los sectores automovilístico, electrónico, de servicios y de la
producción de alimentos. Aseveran que los consorcios multinacionales que operan en
la región y algunas empresas nacionales grandes se preparan activamente para el
futuro mercado común y ya han comenzado a utilizar las ventajas competitivas que
ofrece cada uno de los países: menores costos de producción en Brasil y
reglamentaciones más flexibles para las inversiones extranjeras en Argentina y
Uruguay.
Así surgieron las primeras “empresas regionales” que orientaron sus
estrategias de compras, producción, colocación y marketing a las condiciones del
mercado ampliado. Como lo expresara un informe técnico de la Secretaría del
Mercosur (2006), “…el Mercosur como proceso de integración supone avanzar
31
hacia una Unión Aduanera perfecta, lo que implica cero aranceles al interior del
bloque y un arancel externo común para todos los países de la zona respecto a
terceros productos”. Incluso, el propio nombre del Mercosur supone como meta una
profundización aún mayor del proceso de integración que la referida a la unión
aduanera.
Presume avanzar hacia una libre movilidad de factores al interior del bloque
(trabajo y capital) lo que constituiría un verdadero Mercado Común del Sur (que se
caracterizaría por el hecho de que un mismo bien podría ser adquirido en cualquier
país del bloque con condiciones de precio y calidad idéntico o muy similar). Pero la
realidad del mercado ampliado no se limita a las exportaciones e importaciones sino
que incluye (o debería incluir), la interacción entre empresas y actividades
productivas entre los diferentes países del bloque. No aprovechar esta oportunidad es
desconocer un gran potencial que representa el Mercosur como valor agregado para
los países que se integran, en relación con las estrategias de inserción unilateral en el
mundo.
Un modelo regional de integración de este tipo requiere que las empresas de
los distintos países se conozcan, interactúen, superen desconfianzas, coordinen
acciones, asuman riesgos conjuntamente y articulen intereses (regionales, nacionales,
locales, sectoriales) de forma compatible con un plan estratégico para la cadena
productiva que permita, además, una inserción competitiva en los mercados externos,
tal como queda señalado en el documento de la Secretaría del Mercosur. (ibíd.)
Asimismo, en el caso concreto del Mercosur existen algunas experiencias que
buscan facilitar la cooperación, el entendimiento mutuo y un clima favorable que
permita lograr acuerdos y estrategias regionales de complementación e integración
productiva entre empresas de los diferentes países. Integración sobre la base de la
especialización en diferentes fases que agregan valor a las cadenas productivas de la
región.
El Programa de Foros de Competitividad de las Cadenas Productivas del
Mercosur, es una de las experiencias piloto que intentan avanzar en el proceso de
integración productiva del Mercosur, buscando interrelacionar más estrechamente las
32
cadenas de generación de valor y desarrollando complementariedades que potencien
los procesos internos de desarrollo.
Por su parte el Grupo de Integración Productiva en el Mercosur (GIP, 2010 )
señala que la experiencia de casi veinte años demuestra que, si bien el Mercosur
acordó una integración económico-productiva para sus países con el propósito de
disputar a mediano y largo plazo espacios de mercado a escala global, y que
efectivamente esa era la fórmula que se habían trazado para su desarrollo futuro los
países miembros, la integración productiva no ha observado hasta la fecha ningún
plan estratégico, salvo algún sector específico(como es el caso de la industria
automotriz, con un régimen de comercio administrado hasta el año 2016) o ciertos
entendimientos que se han producido de forma espontánea en el sector privado.
Semejante situación tampoco ha contado con garantías regionales de
estabilidad económica, lo que ha dificultado llegar a un acuerdo para coordinar las
políticas macroeconómicas del Mercosur.
Cabe agregar, incluso, que la configuración interna del entramado productivo
es una circunstancia que en tiempos normales pasa un tanto inadvertida, pero salta a
la vista ante cualquier crisis económica o situación de alta volatilidad de las
condiciones macroeconómicas, tal como ocurrió con el efecto Tequila, la crisis
asiática (más aún cuando hizo pie en Rusia en el año 1998, con la devaluación del
Real del año 1999, la salida de la convertibilidad Argentina de 2002 o la crisis
financiera del año 2008).
Precisamente se señala, por ejemplo, en el período 1999-2002 Argentina
sufrió un fuerte retroceso en su desarrollo productivo respecto a Brasil, lo que
aumentó la brecha productiva. Así que frente a un escenario de interdependencia
asimétrica, las economías de mayor tamaño, principalmente Brasil, han venido
creciendo, mientras que las menores, por diferencias de escala y de nivel de
competitividad, no han podido desarrollarse en nichos de mercado, ni especializarse
en cubrir demandas intra industriales por vía de la complementación o incorporadas a
cadenas de valor, por dar algunos ejemplos del diagnóstico que se tiene por delante.
33
Frente al reconocimiento de esta situación por los miembros, el tema vuelve a
instalarse en la agenda, sobre todo a partir de la Cumbre de Córdoba de 2006, donde
tuvo lugar el Encuentro por un Mercosur Productivo y Social, que reunió a 514
dirigentes sociales de la región, cuyas recomendaciones fueron tomadas en el
comunicado conjunto de los presidentes. Allí se instruye a los Ministros de las áreas
vinculadas con la producción a definir las pautas que conformarán el Plan de
Desarrollo e Integración Productiva Regional.
Se advierte según el referido informe que del actual consenso que por afinidad
política existe entre los gobiernos de los países miembros, hubo desde entonces un
enorme interés por traer esta asignatura pendiente a la agenda central del Mercosur.
En la misma línea, durante la Presidencia Pro Tempore Argentina de 2008 (PPTA) se
discutió y finalmente aprobó el Programa de Integración Productiva (Decisión GMC
nro. 12/08), que es hoy una plataforma de trabajo y el primer instrumento firme para
discutir los alcances, el contenido y el papel que podrá desempeñar en adelante este
tema clave, resignificado por la crisis financiera internacional.
Mediante la integración productiva en el Mercosur se pretende superar la
disfuncionalidad del modelo respecto a su intención inicial, a fin de lograr una
aproximación más coherente de las estructuras productivas, sin olvidar que este
esfuerzo debe inscribirse en un marco normativo unificado y en una verdadera unión
aduanera.
Junto con el Programa de Integración Productiva del Mercosur, la Decisión
CMCNº 12/08 creó el Grupo de Integración Productiva (GIP) del Mercosur, que es el
órgano encargado de concentrar, coordinar y ejecutar las propuestas y acciones
relacionadas con la integración productiva. Entre las iniciativas de integración
productiva actualmente en desarrollo hay proyectos bilaterales y multilaterales en los
sectores de proveedores de la industria de petróleo y gas y en la cadena automotriz,
ambos financiados por el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur
(FOCEM), en el sector eólico, en materia aeroindustrial, productos fitosanitarios,
sanidad animal, industria naval, cadena de valor de la industria vitivinícola y sector
metalúrgico, entre otros.
34
Integración Económica y Productiva
Para poder esbozar un concepto sobre Integración, es fundamental
comprender dos aspectos claves desde la dimensión teórica; por un lado la raíz
etimológica del término y por otro, la asociación del vocablo con los aspectos
netamente económicos, que abren paso a lo que hoy conocemos como Integración
Económica. La palabra integración viene del latín, integratio-onis, que significa
acción y efecto de integrar o integrarse, constituir las partes un todo, unirse a un
grupo para formar parte de él.
De acuerdo a esto Magariños (1994) señala:
La Integración o fusión se da la mano con la historia y la profecía.
Hace mucho tiempo que Proudhon vaticinó que el XXI sería el siglo
de las grandes federaciones. Y Pio XI, en su encíclica sobre
restauración social (Quadragesimo Anno) advirtió en 1931 que la
historia prueba que muchas cosas solo pueden ser realizadas por
grandes comunidades. El acto transcendente de los próceres
norteamericanos, al agrupar a los trece estados rebeldes bajo una
autoridad central y establecer casi de un plumazo un mercado común,
constituye un antecedente histórico de los procesos actuales de
integración voluntaria. (p.101)
Por otra parte, como lo señala Grien (1994), el termino integración en una
primera etapa, estuvo durante mucho tiempo vinculado a aspectos teóricos y
especulativos como una forma de encarar el desarrollo y particularmente, el
desarrollo económico.
…arrancaba del abstracto vocablo latino integratio, aisladamente
utilizado probablemente desde el año 1600, según supone Machlup y
fue una de esas tantas palabras con las que tantas ideas se pudieron
expresar, desde siempre, en todas las lenguas conocidas, precisamente
en virtud de su abstracción, amplísima vaguedad solo delimitada en su
acepción matemática en la que integración, sin adjetivo alguno,
significó algo tan preciso como el cálculo de una magnitud, partiendo
de la expresión diferencial conocida o más esquemáticamente, la
búsqueda de la integral (F) de una función. (p. 42)
Esta dimensión conceptual se fue ampliando en la medida en que el término
integración se asoció a la dinámica económica y paradójicamente, no precisamente a
35
un fenómeno integrador, sino que por el contrario, a su antónimo histórico derivado
de la crisis de finales de los 30, tal como lo señala Grien (ob. cit.) cuando expresa:
…obviamente la existencia del vocablo presupone la de su antónimo,
desintegración, como desplazamiento de la cohesión y que
precisamente fue el primero de los términos en ser usado, ya referido a
la parcela económica, para expresar la quiebra de la solidaridad que
Wilhem Röpke apreció en su entorno en 1939. (p. 42)
El debate económico mundial y la fuerte vinculación entre la economía y el
Estado durante aquellos años, permitieron un desarrollo progresivo del concepto
integración, que trascendía ya las esferas netamente lingüísticas y era tomado por los
espacios académicos para comenzar a construir lo que hoy conocemos en la
contemporaneidad, como integración económica. Después de su uso reseñado durante
algunos años, salvo las repetidas alusiones del funcionario norteamericano Paúl
Hoffman, en 1949 reseñado por Grien (1994) en las que expresa:
… a la conveniencia de que los países europeos se integrasen frente a
la expansión soviética, el concepto integración económica irrumpiría
profusamente en la literatura especializada de la postguerra, como un
perfeccionamiento teórico de las tendencias a la reciprocidad con la
que el mundo de entonces pretendía paliar los efectos erosionantes de
la insolidaridad creciente. (pp. 42 y 43)
La evolución del concepto de integración con énfasis en aspectos vinculados a
lo económico, lo jurídico y lo político, amplió el abordaje teórico de la integración,
encontrando en la actualidad múltiples acepciones de las cuales destacamos, las de
León L y Mariño J, citados en el artículo El Funcionalismo y los Procesos de
Integración, quienes manejan en su visión de la integración la dimensión pública,
privada, estatal, económica y productiva. León L. (2006) define la integración como:
… los procesos por los cuáles las naciones anteponen el deseo y la
capacidad para conducir políticas exteriores e internas claves de forma
independiente entre sí, buscando por el contrario tomar decisiones
conjuntas o delegar su proceso de toma de decisiones a nuevos
órganos centrales. (p. 42)
Por su parte Mariño menciona que se entiende por proceso de integración
regional el proceso convergente, deliberado voluntario, fundado en la solidaridad,
36
gradual y progresivo, entre dos o más Estados, sobre un plan de acción común en
aspectos económicos, sociales, culturales, políticos, etc.
Fernández Reyes, J. (2006) en su obra, desarrolla en el contexto de las
relaciones internacionales, un concepto transversal del fenómeno integrador:
Para algunos autores la integración es un instrumento de desarrollo,
para otros una estrategia para combatir el subdesarrollo o también
puede considerarse una alternativa de desarrollo que posibilita la
creación de empleos a través de flujos comerciales incentivados, etc.
pero lo cierto, es que en un mundo globalizado, integrado por bloques
de desigual composición económica y diferente grado de desarrollo,
este fenómeno surge como un mecanismo propicio para ir superando
por los Estados afectados por la desigualdad, una situación que se
transforma en una injusticia social para sus comunidades. (pp. 17)
El concepto desarrollado por Fernández Reyes, J. (2006) en su investigación
agrupa, para los efectos de esta tesis, elementos referenciales teórico prácticos
estrechamente vinculados a la misma, mediante el análisis del intercambio comercial
entre el Uruguay y Venezuela y su incidencia en ambas naciones, a la luz de
experiencias concretas que buscan a través de la cooperación, insertarse en un mundo
altamente competitivo, teniendo como resultados el bienestar económico y social, con
una particularidad esencial, el papel de los trabajadores de manera directa en dicho
proceso, como conductores de las iniciativas comerciales y de integración.
La Integración Económica
Es indispensable conocer y comprender en su más amplia dimensión y con las
limitaciones del caso, por lo extenso y desarrollado del tema, que se entiende por
integración económica, tomando en cuenta que la experiencia concreta a analizar
(Envidrio) y sus estrategias empresariales, comerciales y productivas, transversaliza
la teoría clásica de la integración, pero a su vez, fomenta y construye nuevas
iniciativas de cooperación y solidaridad direccionada por la fuerza laboral que
conforma la empresa Envidrio, por lo que se pudiera estar frente a nuevas estrategias
de integración en lo comercial, desde la perspectiva de los trabajadores.
En relación a este aspecto Grien (1994) expresa:
37
Cuando en 1954 el profesor Jan Tinbergen publicó en Ámsterdam el
libro International Economic Integration, en clara replica al de Ropke
y considerando que la unificación económica mundial sería posible
suprimiendo todos los obstáculos artificiales al comercio
internacional, ya hacía tres años que seis países europeos habían
pactado la integración relativa de un importante sector de sus
economías, el del carbón y del acero, el siderúrgico. Eran las seis
naciones firmantes del Tratado de Paris, por el que se habían
constituido el 18 de abril de 1951 la Comunidad Europea del Carbón y
del Acero (CECA) que llevadas por la inicial liberalización del
intercambio en sectores concretos, se proponían obviar dificultades
mutuas, mediante el establecimiento de bases comunes de desarrollo
económico. (p. 43)
La integración económica para múltiples estudiosos del tema tiene su
nacimiento como doctrina y posteriormente, como teoría, a partir de este fenómeno
que se anticipó a la construcción académica de lo que hoy conocemos como teoría de
la integración económica. Incluso, diversos académicos e intelectuales anticipan
experiencias económicas y comerciales anteriores a este fenómeno que recogen los
principios básicos de lo que hoy conocemos como integración económica.
Es así como Grien (1994) describe, como ha ido transformándose el proceso
de integración a través del tiempo, señalando para ello lo siguiente:
Como antecedente materializado, ya antes había tomado forma la vieja
idea del Benelux, con cuya pionera unión (concluida en 1948)
Bélgica, Holanda y Luxemburgo habrían de cuadruplicar su comercio
triangular, estableciendo una tarifa exterior común en torno a un
cuadro basado fundamentalmente en el contrapunto siderúrgico de
hierro por carbón. Se trató de otro empírico ensayo de integración, aun
sin doctrina elaborada, como lo había sido un siglo antes la iniciativa
prusiana de unificar la política fiscal y comercial de los estados
alemanes de Cassel, Darmstat, Baviera y Wurttemberg
preferentemente, formando en 1833-1867 la unión aduanera
Zollverein (zoll, unión, y verein, peaje), que habría de significar un
eficaz anticipo del uso coordinado entre el proteccionismo arancelario
particular y una tarifa externa uniforme. Todavía en otras áreas del
mundo se anticiparon a la doctrina experiencias fácticas, como el
CAME o Camecon, constituido el 25 de enero de 1949 en Moscú, al
que quedaron adscritos automáticamente todos los países de la órbita
comunista. (p.45)
38
Sin embargo, para comprender el fenómeno de la integración económica se
hace necesario contextualizar los diversos fenómenos sociales, políticos y culturales
que subyacen en torno al fenómeno económico en sí. El proceso europeo estuvo
determinado por condicionantes de orden político, comercial, militar entre otras y al
respecto, Magariños (1994) elabora una síntesis que nos permite adentrarnos en la
dimensión de la integración económica, desde la geopolítica y hoy día, desde la
geoeconomía.
En cuanto a los modernos procesos de integración, ellos constituyen
proyectos geopolíticos cuya percepción es a menudo nublada por la
aparente prevalencia economicista de sus etapas primarias. La CEE
(Comunidad Económica Europea) fue precedida por un fallido
proyecto de comunidad de defensa y por la CECA, cuya reacción se
inspiró fundamentalmente en el propósito político de lograr una paz
duradera y no tanto en el deseo de aplicar una formula económica
eficiente para la producción y el comercio regionales del carbón y del
acero (…) ciertamente no puede concebirse la integración
multinacional como un simple negocio económico. Se trata, no ya
solamente de formar una nueva sociedad de inversión, producción y
comercio, para competir más ventajosamente en los mercados
internacionales y acelerar el desarrollo, sino más bien de crear una
nueva entidad multinacional confederada o federada, o una unión
política. (pp.101 y 102)
La construcción de la teoría de la integración económica no se circunscribió
solo a los esfuerzos que desde los Estados Unidos y Europa se desarrollaban al
respecto, América Latina aportó, y lo ha venido haciendo en la dimensión teórica y
práctica, a través de diversos ensayos sobre integración, más allá de las apreciaciones
sobre los éxitos de los mismos, Al respecto, Grien señala:
…esos comienzos de la teorización no fueron absolutamente
privativos del viejo continente, sino que en disímiles áreas del planeta
se produjo cierta consonancia con aquellas líneas iníciales del
pensamiento de numerosos responsables del desarrollo económico. En
América Latina, por ejemplo, un estudio elaborado por la CEPAL en
1953 en torno al comercio inter latinoamericano y sus perspectivas,
colocaría al subcontinente frente a la opción teórica de la cooperación
económica regional, que en los años de 1956 y 1957 era ya tema de
comentario preferente por parte del Comité de Comercio, creado el
primero de aquellos años. (ob. cit. p.46)
39
En la actualidad, América Latina atraviesa una etapa interesante y relevante
desde la perspectiva de la integración, a partir del 2004 se han intensificado los
esfuerzos entre las naciones suramericanas para impulsar nuevas iniciativas de
integración, mediante el reimpulso de nuevas dinámicas políticas, sociales,
económicas y comerciales. Es evidente el nacimiento en América Latina de
propuestas como la UNASUR, el ALBA, La Alianza del Pacifico y más
recientemente, la ampliación del Mercosur, con la incorporación de Venezuela como
miembro pleno y los avances en el proceso de adhesión de Bolivia y Ecuador. Todo
esto permite afirmar, lo señalado por Magariños (1994), acerca de la posible creación
de una nueva “entidad” o “identidad” suramericana, que comprende la necesidad de
avanzar en conjunto, a través de un proceso globalizador que exige la conformación
de bloques para enfrentar esta nueva realidad.
En este sentido y para efectos de esta investigación, se manejará el concepto
exhaustivo que sobre la integración económica desarrolla Fernández Reyes J, (2006),
cuando expone:
La integración comercial y económica puede señalarse también como
un proceso multidimensional, cuyos objetivos van más allá de una
simple reestructuración de sus mercados en procura de la
conformación de economías de escala, y que incorporan aspectos
políticos, sociales, culturales, que le otorgan a dichos procesos, las
mentadas dimensiones políticas, aunado a que el proceso de
integración es de naturaleza política por otras consideraciones,
sociales, culturales.(p. 27)
De la misma manera, la integración económica ha de ser vista desde la
perspectiva de la doctrina jurídica, de acuerdo al alcance territorial, lo cual hace que
en la dimensión económica, los países suscriban acuerdos comerciales debidamente
registrados en organismos subregionales y en las últimas décadas, en la Organización
Mundial del Comercio, compartiendo la clasificación elaborada por Fernández Reyes,
J. (2013) al indicar que existen acuerdos de integración económica y comercial en la
dimensión binacional (dos países), regional (formada por varios países que se
encuentran en una misma región) y multilateral (formada por varios países que se
encuentran en zonas más amplias que una región).
40
Es evidente que la entendida integración económica como un proceso
gradualmente perfectible y su creciente acumulación de
complejidades, la entroncará con casi todos los aspectos teóricos y
prácticos de la economía en general, e incluso su engrosamiento le
hará pasar con facilidad el amplio marco de ese sector económico,
para afectar a la totalidad del acontecer de las sociedades que
decidirán integrarse. (p. 41)
Para la plena comprensión de la investigación, dos factores de importancia se
complementan para analizar desde la dimensión teórica el caso de Envidrio. El
primero vinculado a que la integración, tal y como se ha señalado en párrafos
anteriores no es solo un fenómeno de naturaleza económica, sino que por el contrario
subyacen aspectos de carácter político, social, cultural que facilitan y potencian esta
iniciativa, hecho que será analizado más adelante cuando abordemos el caso de
estudio y como segundo ingrediente, el carácter binacional (cooperación entre
Uruguay y Venezuela) que ha dimensionado un proyecto emblemático no solo para el
Uruguay, sino un verdadero ejemplo para la región.
Todo esto tiene como ingrediente adicional, el no menos importante, el
carácter asociativo y gerencial que han impreso los trabajadores en dicho proyecto,
encontrando en la teoría económica de la integración muy pocos aspectos
desarrollados en la materia, pero si amplia literatura en relación a experiencias
transnacionales, tal como lo describe Grien (ob.cit):
…un tercer elemento o variable entre praxis y doctrina de la
integración económica, lo constituiría la particular integración de las
unidades productivas, más allá de las naciones o integración
transnacional corporativa, en los numerosos casos en que se ha dado y
se da, cuya existencia ha venido a significar mucho más que la
superposición de específicos mecanismos de relaciones productivas
planificadas entre o sobre los sistemas de integración, también
planificados, inter-países. Ciertamente, desde hace bastantes años,
pero muy de manera particular durante el periodo de la posguerra, los
conceptos reverenciales de mercado, comercio internacional,
organización económica mundial y otros, habrían de ser atacados
frontalmente por la eclosión de esa forma distinta de materializar las
transacciones económicas que, obviando fronteras, pusieron en
prácticas las empresas transnacionales (…) un fenómeno a considerar
que constituye un hecho y en gran medida (probablemente un tercio
del comercio internacional se canaliza a través de intercambios entre
41
departamentos o filiales de la propias empresas) un proceso de
especifica integración, de rígida y normatizada micro integración,
dentro de la moderna tendencia integradora hacia la que discurre la
economía mundial. (p.46)
Analizar la experiencia de Envidrio a la luz de la integración económica y
comercial se hace interesante al agrupar estos tres aspectos desarrollados a lo largo de
la investigación: la integración como un proyecto de carácter geopolítico, la
dimensión binacional y regional de Envidrio y particularmente, las asociaciones
productivas, como germen de iniciativas de integración productivas con empresas
hermanas del sector vidrio en la región, con un ingrediente esencial; la gestión de los
trabajadores en dicho proceso.
La Integración Productiva
Cuando se analiza en América Latina el fenómeno de la integración regional
y, específicamente, el de la integración productiva, se evidencia que durante muchos
años se han desplegado esfuerzos para poder consolidar las ventajas comparativas de
nuestros países mediante la asociación estratégica y el encadenamiento productivo
para ser más competitivos en el mundo. Múltiples, aunque reducidas, por los diversos
sectores de la economía abordados y por ser iniciativas de pequeñas escalas
vinculadas sobre todo, a sectores privados y de las pequeñas y medianas empresas,
algunos incluso, con poco o reducido apoyo del Estado, han sido las iniciativas de los
gobiernos y los ejercicios académicos al respecto, encontrando en un estudio reciente
del Comisión Económica para América Latina (2014), (CEPAL) de mayo del 2014,
datos interesantes que nos permiten comprender de manera sintética esta realidad:
La integración regional es un proceso multidimensional, que abarca no
solo las temáticas económicas y comerciales, sino también las
políticas, sociales, culturales y ambientales. La dimensión productiva
en particular fue central en las reflexiones de la CEPAL sobre la
integración. Se postulaba la necesidad de ir más allá de los mercados
nacionales para aprovechar las economías de escala y las ventajas de
aprendizaje que podía ofrecer el mercado regional. Ello a su vez
contribuiría a que las economías de la región evolucionaran hacia
modalidades de especialización productiva más sofisticadas y con
42
mayor contenido tecnológico. Se trataba de avanzar en una
industrialización apoyada en la complementariedad productiva. (p. 9)
Estos esfuerzos iníciales en el continente para impulsar políticas de
integración productiva no lograron lo esperado para los países involucrados y aun
hoy, la deuda con la integración productiva es materia pendiente, tal como fue
planteado por la CEPAL cuando señala:
Los resultados se alejaron de este pronóstico por variadas razones
económicas y políticas. La protección excesiva y prolongada de los
mercados nacionales, la debilidad de las políticas de innovación y
progreso tecnológico y de escasa prioridad otorgada a la construcción
de eslabonamientos entre los recursos naturales y las actividades
manufactureras y de servicios, condujeron, por una parte, a una mayor
dependencia respecto de las divisas generadas por la exportación de
productos primarios y, por otra, a un desarrollo industrial demasiado
dependiente de las decisiones de las empresas transnacionales. A su
vez, la acción de estas empresas se orientó por lo general a aprovechar
las ventajas del mercado protegido, sin fortalecer las capacidades
locales de aprendizaje y difusión tecnológica. De este modo, el nivel
de actividad económica en su conjunto terminaba apoyándose en la
capacidad oscilante de financiamiento externo que aportaba el sector
primario (…). La región, marcada por la presencia de numerosos
regímenes militares, buscó complementar ese financiamiento con un
creciente y poco responsable endeudamiento externo. El resto es
conocido: crisis de la deuda externa, dolorosos ajustes, elevada
transferencia neta de recursos al exterior, incremento de la pobreza y
en suma, la denominada década perdida. (ob.cit. p.9)
La realidad hoy es otra y se hace necesario para los países de la región y,
específicamente, para los diversos sectores de la economía en aras de ser realmente
competitivos en un mundo globalizado, desplegar estrategias e iniciativas de
encadenamientos productivos que posicionen a las empresas latinoamericanas y a la
región en el mundo, tal como lo expresa la CEPAL:
Hoy mantienen su validez los argumentos clásicos a favor de la
integración: el incremento de la eficiencia productiva, el
aprovechamiento de las economías de escala, la ampliación de los
mercados y el mayor espacio para la complementación económica
(…) la irrupción de las cadenas de valor a dado origen a una renovada
atención en el carácter central que tiene el espacio regional. En efecto,
las principales redes mundiales de producción se estructuran en torno
43
a regiones específicas (…) estas se caracterizan por complejos flujos
de bienes, inversiones, servicios y personas. Este hecho plantea la
necesidad de avanzar hacia marcos normativos comunes, que
incentiven a las empresas de cada país a articular sus operaciones con
otras situadas más allá de las fronteras nacionales. Igualmente
importante es la existencia de políticas explicitas de apoyo a la
integración productiva y de una adecuada infraestructura de
transporte, logística, energía y telecomunicaciones. (Ídem. 11)
El escenario económico mundial nos obliga a reflexionar sobre las
perspectivas de la integración productiva y específicamente, sobre la necesidad de
avanzar en encadenamientos productivos para garantizar una inserción competitiva
en el escenario internacional, por ello, la presente investigación se concentra en el
análisis de un caso concreto para visualizar un posible escenario de integración
mediante un encadenamiento productivo entre Uruguay y Venezuela,
específicamente en el sector vidrio a través de la empresa uruguaya Envidrio, para lo
cual la CEPAL (2014) expresa:
El momento actual es propicio para que los países de ALC se planteen una
integración que vaya más allá de la del comercio exterior y la facilitación de
tal intercambio, que ha sido la tónica principal de los acuerdos regionales y
los tratados de libre comercio de las últimas décadas. (pp. 41 y 42).
La República Bolivariana de Venezuela y su participación en procesos de
integración
En América Latina el fenómeno de la integración ha estado acompañado de
manera permanente por los procesos histórico-políticos que se han desarrollado en
cada uno de nuestros países. Son como fuerzas centrípetas que se irradian y
expanden, sustentadas en una historia casi común, con problemáticas conjuntas, que
proyectan y dibujan iniciativas de integración subregionales o en la región.
Venezuela no ha escapado a esta circunstancia, para lo cual el Centro
Interuniversitario de Desarrollo, (CINDA) (1987) señala:
De antemano, es preciso señalar que Venezuela es uno de los países
que ha tenido una indiscutible vocación integracionista, la cual se
remonta hacia los esbozos del panamericanismo del siglo XIX (…)
44
Venezuela se ubicó en la periferia de las dependencias coloniales
americanas, subordinación que a la vez era producto del escaso interés
económico que suscitaba este país a la metrópoli. Con el tiempo esa
situación variaría en los siglos XVII y XVIII al incorporar a la
economía venezolana algunos productos tropicales y agrícolas en los
mercados Europeos. (p. 298)
El proceso independentista venezolano a principios del siglo XIX,
determinaría en su visión política, la necesidad de impulsar los primeros pasos de
una unión necesaria en la región que permitiera amalgamar en objetivos comunes, a
la nación latinoamericana expresando el CINDA, (ob.cit) lo siguiente:
Este nuevo sistema político se configuró luego de una larga guerra,
período durante el cual se perfila entre los líderes venezolanos la
convicción de que el proceso independentista no es un fenómeno
exclusivamente nacional, sino que incumbe a todo el continente. Es
decir, la independencia de un país no se consolida si ella no va
acompañada de un proceso de liberación regional. La presencia de
líderes como Bolívar y Sucre colabora enormemente en el
esclarecimiento de procedimientos y objetivos que más tarde
reafirmarían la independencia latinoamericana. (p. 299)
No se puede entender el planteamiento integracionista de Venezuela sin
estudiar y comprender a Simón Bolívar y su extraordinaria visión, para la época
novedosa, de la integración, la cual no se circunscribe solo al fenómeno político con
fundamentos que se encuentran en sus múltiples escritos, sino que por el contrario,
proyectaba desde aquellos años la necesidad de avanzar hacia un modelo de unión
económica y comercial que robusteciera a una región azotada por las guerras
independentistas y por la relación comercial y tributaria con Europa, básicamente con
la corona española.
De acuerdo a esto Vítale, (1984) señala que:
Las ideas de Bolívar sobre economía nunca estuvieron escondidas en
su pensamiento global acerca de la sociedad. Las leyes económicas
que promulgó en su carácter de gobernante de la Gran Colombia,
estaban indisolublemente ligadas a su visión totalizante del Estado, la
política y la estructura social. Esta concepción era el resultado de
largas reflexiones que se iniciaron en sus viajes por la Europa de
Revolución Industrial y que luego se plasmaron en varios opúsculos,
cartas, artículos, discursos y decretos. Los pensamientos económicos
45
de Bolívar tuvieron la virtud de la originalidad, porque supo aplicar
sus conocimientos de la economía y de los teóricos europeos a la
especificidad de América Latina. (p. 5)
La problemática que aun hoy enfrenta la región en materia económica y
comercial, fue visualizada por Bolívar en su momento, producto de sus múltiples
estudios y viajes por Europa y Los Estados Unidos de Norteamérica. De acuerdo a
esto Vítale (ob. cit.) relata:
El Libertador tuvo que enfrentar una formación económico-social
distinta a la europea, caracterizada básicamente por una economía
prima exportadora. El proceso de colonización hispano-lusitano había
originado formaciones sociales que pasaron a ser parte de una más
global: el sistema mercantilista mundial (…) Nuestra característica de
continente mono productor proviene de la época colonial, ya que toda
la economía giraba en torno a la producción y exportación de metales
preciosos y materia prima. Las colonias cumplían la doble función de
exportadores de materias primas e importadores de productos
elaborados. El desarrollo de la industria autóctono fue trabado por la
política de las monarquías ibéricas. Los productos manufacturados
alcanzaban precios exorbitantes porque los comerciantes españoles, al
no contar con una industria nacional capaz de abastecer la demanda,
adquirirían las mercancías en Inglaterra y Francia y las revendían a las
colonias. (pp. 8 y 9)
Las ideas de Bolívar como conocedor de esta realidad, lo llevó a desarrollar
documentos como la Carta de Jamaica, el Discurso de Angostura o una serie de
decretos donde se demuestra su visión sobre la economía, el comercio y sobre todo la
necesidad de unión en torno a estos temas fundamentales para la independencia de
nuestras noveles naciones, tal como lo describe el autor, (ibídem)
El mérito del Libertador fue haber hecho una contribución a la
Economía Política latinoamericana a través de una praxis consecuente
(…) en la Carta de Jamaica (1815), Bolívar definió las características
esenciales de nuestra condición colonial: relaciones serviles de
producción, monopolio comercial, trabas e impedimentos para
desarrollar la industria y obstáculos para el comercio regional entre
colonias. Decía Bolívar, (nos obligaron a dedicarnos a la crianza de
ganado, a la extracción de oro y a la agricultura y plantaciones es
decir, nos impusieron una economía primaria de exportación). Estaba
convencido de que la única manera de contrarrestar la influencia de las
potencias europeas y norteamericana y de no caer en una nueva
46
dependencia, era a través de una América Latina unida y capaz de
industrializarse con su propio esfuerzo. Por eso, fue uno de los
primeros políticos latinoamericanos en promover el desarrollo de una
industria nacional. El 21 de mayo de 1820, desde la Villa del Rosario,
expedía el siguiente decreto: (Y no habiendo corporaciones que
promuevan, animen y fomenten la actividad productiva, se ordena
crear una Junta en cada provincia para fomentar la industria
proponiendo y concediendo premios a los que inventen, perfeccionen
e introduzcan cualquier arte o género de industria útil, muy
especialmente a los que establezcan las fábricas de papel, paño u otras
a los que mejoren y faciliten la navegación de los ríos). Hay que
promover (la prosperidad nacional por las dos más grandes palancas
de la industria, el trabajo y el saber), decía en Angostura (ob. cit, pp.
13 y 14)
Ese pensamiento Bolivariano proyectado en la praxis integracionista de
Venezuela ha de ser considerado de manera permanente durante este trabajo de
investigación, motivado al caso de estudio de Envidrio y algunas determinantes en el
apoyo que ha brindado Venezuela para la concreción e impulso de este proyecto. Sin
embargo, la dimensión integracionista de Venezuela desde la visión Bolivariana no
generó impacto en Latinoamérica, sino hasta época reciente, tal como queda
expresado por el CINDA (1987).
La verdad es que antes de la Primera Guerra Mundial y durante las
últimas tres décadas del siglo XIX, el panamericanismo bolivariano
sufre un gran descrédito entre las naciones latinoamericanas y la
mayoría de estos países orientarán sus políticas externas en términos
de sus propios intereses. (p. 300)
A pesar de circunstancias internas en Venezuela y determinantes de política
internacional, un nuevo auge en torno al papel de Venezuela en la integración se
retoma hacia 1940 y luego a finales de los años 60 con el ingreso a la Asociación
Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), esto de acuerdo al CINDA (1987),
quien manifiesta lo siguiente:
Durante las dos primeras décadas del siglo XX, el sistema político
venezolano entra en su primera fase de modernización (…) esta
política se mantendrá sin alteraciones sustanciales hasta la década de
los 40, durante este periodo, Venezuela vuelve a propiciar una tibia
política americanista apoyando la creación de un sistema de seguridad
regional (…) Finalmente, el ingreso de Venezuela a la ALALC pasa a
47
ser una realidad durante la administración del Presidente Leoni entre
1964 y 1969. (p. 302)
Posterior a estos acontecimientos Venezuela se convirtió de nuevo en un
motor de la integración, con su ingreso a la ALALC, la conformación e impulso del
Pacto Andino, conocido en la actualidad como la Comunidad Andina de Naciones, el
apoyo para el nacimiento de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y
del Sistema Económico Latinoamericano (SELA) como un nuevo orden económico
regional, mostrando así una activa agenda de Política Exterior multilateral.
Un detalle de relevancia e importancia, es el papel que ha desempeñado el
sector industrial privado venezolano, quien históricamente, producto de la realidad
económica venezolana como país rentista, ha visto con desconfianza las iniciativas
de integración., para lo cual el ALALC, destaca lo siguiente:
La incorporación de Venezuela al proyecto integracionista no
involucró una decisión meramente gubernamental (…) Entre los
segundos estaba la poderosa FEDECAMARAS (Federación
Venezolana de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción).
Este grupo era directa y severamente opositor al ingreso de Venezuela
a la ALALC y presionó en tal sentido al gobierno de Betancourt, que a
este no le cupo otra salida que la de postergar la participación
venezolana en el proceso integracionista. (…) Con el tiempo esta
última flexibilizó un tanto su postura, aunque mantuvo una pertinaz
resistencia hacia la participación venezolana en el Pacto Andino. Una
vez más el gobierno propicia la incorporación de Venezuela a un
proceso integracionista que cuenta con la férrea discrepancia del
sector privado. (pp. 301 y 302)
Considerar estos elementos es determinante para comprender en el caso de
estudio de Envidrio, no solo en el apoyo brindado por Venezuela en el marco de su
filosofía de integración, sino del porqué el Estado venezolano y particularmente, los
gobiernos, tienen un papel preponderante en las iniciativas empresariales asociadas a
experiencias productivas, particularmente en la asociación Envidrio -Venvidrio.
La Política Exterior de Venezuela por tanto, ha impulsado en los últimos 50
años el planteamiento integracionista, con matices ideológicos y doctrinarios que se
vinculan o desvinculan de los centros de poder político y económico del mundo,
48
moviéndose pendularmente desde la visión estrictamente liberal, hacia la visión
regional e histórica de Simón Bolívar.
De acuerdo a este señalamiento Romero, (2006) señala:
De 1958 a 1967 la diplomacia venezolana se concentró en la búsqueda
de la consolidación democrática en el país y en la región (…) de 1967
a 1980 la política exterior del país se formuló con el fin de abrir la
agenda exterior hacia los temas económicos de la integración, con
participación en la ALALC, en el pacto andino y de forma plena en la
OPEP (…) de 1980 a 1988 la política exterior de Venezuela se vio
limitada en su extensión, debido a la caída de los precios del petróleo,
concentrándose así en una actuación regional de apoyo a las opciones
pacíficas, como fue el caso del grupo de contadora (…) desde 1989
hasta 1999, dada la convergencia del impacto de los cambios globales
con el deterioro de la situación política interna, durante la segunda
presidencia de Carlos Andrés Pérez se adoptaron las políticas en boga
dentro del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
(p.100)
Un hecho relevante en lo concerniente a la Política Exterior venezolana y en
torno a la Integración, específicamente, por su incidencia hacia el reposicionamiento
de Venezuela en su política integracionista, queda evidenciado en esos años
mediante un hecho poco destacado, pues no fue reseñado de manera amplia por los
medios de comunicación y se conoció solo en los espacios políticos y diplomáticos,
como fue el acercamiento de Venezuela hacia la República Federativa del Brasil,
motivado a la decisión de Política Exterior asumida por el gobierno de los Estados
Unidos de América.
Así lo reseña Romero, (ob. cit.) cuando expone:
Se observó con asombro como el Gobierno del presidente Clinton
decidió apoyar en el año 1994 la candidatura del ex presidente
colombiano Cesar Gaviria a la Secretaría General de la OEA,
eliminando así las posibilidades de triunfo del canciller venezolano
Miguel Ángel Burelli Rivas, quien llevaba unos cuantos meses
promocionando su opción. Posterior a este hecho, un acercamiento de
Venezuela a Brasil fue percibido con ojos críticos por Washington, al
negarse a entrar al Tratado de Libre Comercio sin negociaciones
regionales previas, marcando una distancia con un gobierno como el
del presidente Clinton, empeñado en profundizar las reformas
neoliberales en América Latina. (ob. cit. pp. 101 y 102)
49
Con la llegada del Presidente Hugo Chávez en 1998, Venezuela desarrolló un
planteamiento integracionista retomando los fundamentos filosóficos de Simón
Bolívar, encontrando en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela,(CRBV) (2000), en el artículo 153, que mandata a la integración como
política de Estado “La República promoverá y favorecerá la integración
latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad
de naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y
ambientales de la región”
La Integración en Venezuela adquiere de nuevo, perspectivas de dimensión
estratégica, sustentada en un proyecto de país, que entiende a la Integración como
una necesidad vital para insertarse con éxito en un mundo complejo de relaciones e
intereses, tal como lo expone Márquez, C. (2006):
Como nunca antes se ha hecho sentir la presencia de nuestro país en el
escenario internacional, con una política exterior orientada a promover
el equilibrio internacional a través de la construcción de un mundo
multipolar, por ser este el único camino para alcanzar la estabilidad y
la paz global. Esa política se expresa en el desarrollo de una estrategia
tendiente a la diversificación de las relaciones económicas
internacionales, con el propósito de disminuir progresivamente la
dependencia de un centro hegemónico y para fomentar la
consolidación de bloques regionales. En esa misma dirección e
inspirado en la doctrina bolivariana, esa política se expresa en el
impulso a un proyecto de integración que privilegia la formación de
un bloque regional latinoamericano y caribeño bien diferenciado de
los EEUU, con una visión geopolítica que se deslinda claramente del
panamericanismo monroista, basado en la imposición de relaciones
coloniales que desde el mismo momento de nuestra emancipación,
ocuparon el espacio que dejó el imperio español. (p.8)
En este sentido, Venezuela retomó la senda integracionista propia, bajo la
doctrina bolivariana y con una particularidad iniciada en el segundo gobierno del
Presidente Rafael Caldera a partir de 1993, la mirada hacia el Sur, con la novedad
para esa época que representaba el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), hecho
consumado definitivamente el 31 de julio del 2012.
50
La República Oriental del Uruguay y su participación en procesos de Integración
El fenómeno de la Integración en el Uruguay recoge a lo largo de su historia,
diversas experiencias que pueden ser interpretadas por intelectuales y académicos
como inéditas, tomando en cuenta las particularidades del país, en términos de
ubicación geográfica, estructura poblacional y desarrollo político institucional. De
acuerdo a esto Caetano (1993) expone:
Uno puede decir sin temor a equivocarse o exagerar, que el Uruguay
ha sido un país que a lo largo de su historia ha estado obsesionado por
el afuera del mundo y la región. En realidad no pudo haber sido de otra
manera: si tenemos en cuenta los itinerarios de su historia social, si
reparamos en su configuración demográfica, en el proceso de
construcción de su cultura, en las modalidades colectivas de encarar la
política o de incorporarse a los debates del mundo, difícilmente
podamos contradecir esa percepción. El afuera ha sido para los
uruguayos, como ha dicho Francisco Panizza, una imagen constitutiva
y una mirada constituyente. El mundo y la región, en efecto, han
constituido una y otra vez una referencia de comparación, pero
también han sido concebidos y percibidos colectivamente como un
lugar desde donde se nos mira y se nos constituye, pues en toda mirada
hay un proceso de constitución del que mira. En suma, el de los
uruguayos ha sido históricamente un adentro muy interpenetrado por el
afuera, en donde las fronteras entre una y otra dimensión resultan
borrosas. (p. 1)
No en vano, las instituciones más antiguas del fenómeno integrador y
específicamente, de la integración comercial y económica, echaron base institucional
en la República Oriental del Uruguay, como es el caso de la Asociación
Latinoamericana de Integración (ALADI), se han desarrollado los encuentros
internacionales y conferencias que han marcado el surgimiento de organizaciones de
dimensión global y de reciente data, como la Organización Mundial del Comercio
(OMC), lo cual valida de manera sustantiva lo señalado por Caetano (1993), al
describir al Uruguay como “…un adentro muy interpenetrado por el afuera”,
situación esta que ha generado a lo largo de su historia, una tensión en el buen uso de
la palabra, en como percibir el modelo de integración, desde lo local, lo regional o lo
global, para lo cual el autor expresa:
51
Esa tensión que podríamos llamar constituyente de nuestra experiencia
colectiva ha proyectado y proyecta varios dilemas. Uno de ellos tiene
que ver con los destinos prioritarios del impulso integrador: con los
vecinos o más directamente con el mundo noroccidental. (p. 2)
El dilema integrador del Uruguay ha estado determinado por circunstancias
muy propias de su realidad, al ser el segundo país de la región suramericana de
menor extensión, solo superado por Surinam, con una población que no supera los 3
millones y medio de habitantes, ubicado geográficamente entre dos de las principales
economías de toda la región, sufriendo a lo largo de su historia las particularidades
de esta realidad, con disputas administrativas, contrabando, conflictos limítrofes,
comerciales, que se arrastran desde la época colonial, tal y como lo describe Caetano
(ob. cit.) a continuación:
El historiador inglés John Lynch ha dicho que hubo dos revoluciones
en la región: una revolución en el Río de la Plata y una contra el Río
de la Plata. La revolución oriental, sobre todo durante su primera
etapa artiguista, se ubicó claramente en esa segunda alternativa. Uno
de sus aspectos centrales fue el que ubicó a los orientales del lado de
la defensa de la soberanía particular de los pueblos, contra la vocación
absorbente de las ciudades-puerto. La pugna entre federalismo y
centralismo o unitarismo, tiene que ver directamente con la
confrontación entre distintas concepciones en torno a las modalidades
de autonomía o integración de la comarca. (p. 2)
Es fundamental conocer a fondo esta circunstancia histórica para poder
comprender en la actualidad, las concepciones integracionistas del Uruguay moderno
para ello se toma como referencia lo expuesto por Gaetano (ob. cit.) cuando
desarrolla en su visión:
La lucha entre federales y unitarios fue entonces algo mucho más
hondo que una controversia sobre modelos distintos de organización
política, involucrando por el contrario dos concepciones fuertemente
antagónicas respecto a cómo pensar la revolución y el desarrollo del
futuro.(...) La emergencia del Uruguay solitario, como fruto de un
proceso que todos ustedes conocen, marca sin duda el fracaso rotundo
de ese proyecto de integración federal, de esa resolución equilibrada
de la tensión entre autonomía e integración regional. Durante las
primeras décadas de vida independiente, el Uruguay y sus vecinos
participan de una historia que básicamente es común. Durante ese
52
largo proceso que vincula la revolución independentista, la Guerra
Grande y la Guerra del Paraguay, el escenario por excelencia no es
otro que la región. El Estado uruguayo resulta en esta etapa una gran
entelequia, los grandes conflictos se dirimen en el territorio de la
región. No existen fronteras, ni jurídicas (no las preveía la
Constitución de 1830), ni políticas (los bandos se asocian con los
grupos argentinos y riograndenses), ni económicas, el gran negocio
era llamado comercio de tránsito. (p. 4)
La condición geográfica del Uruguay ha determinado, por una parte, su
relación económico - comercial con los vecinos, fijada por una frontera natural que
para la época colonial, funcionaba como mecanismo de articulación y de
relacionamiento comercial, por donde circulaba todo el comercio de la región con el
mundo Europeo, básicamente el Imperio español y portugués, tal y como lo señala
Magariños (ob.cit.), cuando expone:
El Río de Solís fue el camino para llegar al Perú y transportar a
España los metales preciosos recorriendo una distancia más corta para
evadir al corsario de las Antillas. La penetración platense fue
remontando de Sur a Norte, creando establecimientos de carácter
permanente, para luego expandirse y dar a estas regiones la fisonomía
económica y cultural. Como en ellas no se encontraron metales
preciosos, hubo que buscar otros recursos, de ahí su tendencia
agropecuaria. Apenas consolidada la ocupación, los tres afluentes
principales del Plata pudieron aportar maderas de construcción civil y
naval, tabaco, yerba mate y más tarde cuero y azúcar. En la primera
etapa, del 1600 al 1700, el Río Paraguay fue la vía para la madera y
del tabaco, el Paraná de la yerba mate y de la madera, el Uruguay del
cuero. (p.15)
La cuenca del Río de la Plata ha sido siempre, en la dimensión de la
Integración del Uruguay, un factor determinante en términos de la visión
integracionista, pues es a partir de allí, donde se han generado los problemas
contemporáneos, heredados de la estructura colonial por la práctica comercial de los
centros de poder, tal como lo expresa Magariños (ídem) a continuación:
La herencia de la dominación hispánica, con sus reglamentos
administrativos para las posesiones americanas, ejerció cierta
influencia sobre la consideración posterior del tema. Las restricciones
coloniales solo admitieron un pequeño comercio virreinal y
únicamente Buenos Aires tuvo más tarde, el derecho al comercio con
53
España. Esta coyunda, que ahogaba las economías provinciales, ha
gravitado históricamente en forma negativa sobre la intensificación de
los intercambios intrarregionales. (p.17)
Por tanto el fenómeno de la Integración en el Uruguay está íntimamente
vinculado al devenir histórico de toda Hispanoamérica, con el ingrediente no menor,
de su ubicación geográfica, lo cual determina esa dimensión conceptual de como
percibir la integración, desde lo local, lo regional o lo global y como esta se proyecta,
según la dinámica y las circunstancias propias de la realidad.
Un país frontera, un país de inmigrantes y emigrantes, un país pequeño,
determinan el debate permanente sobre el abordaje y el desarrollo de la Integración,
tal como lo expresa Caetano (1993):
Esa idea y la concepción integradora que sustenta no es entonces para
nada nueva, sino que forma parte de uno de los debates históricos del
desarrollo nacional. Repensar el tema de la integración tiene que ver
con la asunción plena de la condición del país frontera. La frontera es
siempre lo que separa y al mismo tiempo lo que une. Es por definición
un terreno de ambigüedades, una zona de intercambio múltiple y un
ámbito un tanto difuso. La frontera en este sentido no es el límite, sino
bastante más que ello. Un país frontera tiene que auto percibirse como
tal, con todo lo que eso implica (…) La pequeñez y consiguiente
insuficiencia de la variable del mercado interno refuerza otro punto de
partida para pensar el problema de la integración entre nosotros: el
Uruguay debe volcar su economía en una orientación exportadora,
depende profundamente de su inserción en los mercados regionales y
mundiales. En términos económicos, el adentro no puede constituirse
en un factor central de dinamización de nuestra economía,
imponiéndose también por esta vía la comunicación con el afuera.
(p.2)
Una particularidad para el análisis del fenómeno integrador en el Uruguay,
desde dentro, mirando hacia fuera y viceversa, se conjuga en la dinámica social de la
migración y la emigración. Esta característica es muy particular, pues con ella se
proyecta el debate histórico del cómo integrarnos. No existe duda que el proceso de
composición social del Uruguay, ha influenciado en la visión y concepción de la
Integración.
De acuerdo a esto el autor antes mencionado, expone:
54
De algún modo podemos decir que fue recién durante las últimas
décadas del siglo XIX cuando la mayoría de los países
latinoamericanos encuentran un lugar en el mercado capitalista
mundial, al conjugarse un cúmulo de condiciones externas e internas
que posibilitaron los primeros procesos de modernización capitalista
en la región. (…). Esos modelos supusieron una suerte de inscripción
de estos países en la dialéctica de comprar productos manufacturados
y vender materias primas. En el caso uruguayo y rioplatense en
general, el modelo triunfante fue básicamente agro exportador. Fue
esa una integración hacia el mercado capitalista mundial que además
de consolidar marcos de dependencia, limitó las posibilidades de
integración del Uruguay hacia la región. (…). Allí se dibujaba uno de
los núcleos fundamentales de la pugna entre distintos modelos
modernizadores. De un lado se levantaba el programa de una
modernización imitadora sin restricciones de los grandes modelos
modernizadores de Europa; del otro el intento de obtener una base de
desarrollo en la propia matriz nacional y regional, para desde allí
establecer una relación más exigente y dialéctica con las experiencias
civilizatorias transatlánticas. (p. 4)
Muchas décadas transcurrieron para que el Uruguay comenzara de nuevo a
encontrase con la región y ello, producto de las crisis que en el Mundo determinaban
el crecimiento o desvanecimiento de la economía uruguaya. La crisis de 1890 en
Inglaterra, la crisis del 1929 y luego en la postguerra, el Uruguay comenzó a definir
de nuevo su rol en la región sin desvincularse del Mundo, pero determinando para sí,
un perfil propio y particular.
Para Magariños (1994) esto es visto como que:
En la postguerra el Uruguay ha procedido a definir con creciente
claridad una política económica regional con perfil propio y objetivos
concretos. La aplicación de la misma ha determinado una cada vez
más intensa relación mercantil y una más estrecha relación con el área
latinoamericana y muy especialmente, con Argentina y Brasil. (p. 34)
Así como lo señala el autor, en los años 50, el Uruguay comenzaba a
desarrollar instrumentos y mecanismos que ampliaran la cooperación en materia
económica y comercial con Argentina y Brasil, dando paso al establecimiento de
acuerdos de listas indicativas de productos, créditos recíprocos, previsiones
cuantitativas de comercio, etc. que por su rigidez, comenzaron a entorpecer las
55
corrientes comerciales, afectando directamente la balanza comercial, tal como lo
explica en la siguiente cita:
A partir de 1960, año de creación de la ALALC, el comercio con
ambos países se amplió considerablemente, tanto en número de
productos, incluyendo manufacturas, como en volúmenes, pero las dos
cuentas bilaterales siguieron arrojando resultados negativos cada más
grandes para el Uruguay. (…) El Uruguay procuró entonces
entendimientos bilaterales en el marco de una ALALC en crisis y
suscribió con la Argentina el CAUCE de 1974 y con el Brasil el PEC
de 1975. Ambos instrumentos funcionaron positivamente en el
decenio siguiente, generando superávit de consideración para el
Uruguay y corrigiendo en cierta medida, los desequilibrios crónicos de
las respectivas balanzas comerciales. En 1986, el gobierno del
Presidente Sanguinetti renegocio empeñosamente los dos acuerdos,
logrando su reformulación. El comercio del Uruguay con los dos
países, especialmente con el Brasil, se desarrolló expansivamente. (pp.
34 y 35)
En este escenario se gesta lo que será el esquema de integración de mayor
importancia en la historia reciente para el Uruguay, el Mercado Común del Sur
(MERCOSUR), producto de la expansión a partir de los años 60 del relacionamiento
comercial y sobre todo, de la firma del Tratado de Integración, Cooperación y
Desarrollo de 1988 entre Argentina y Brasil.
Dicho esto se puede encontrar que para Abreu (2000) se visualiza una primera
dimensión, desde la perspectiva de la integración, una aproximación al Mercado
Común del Sur (Mercosur) en su percepción más realista como se puede ver a
continuación:
El Mercosur como proyecto político expresa una suerte de
complementariedad en la participación de los países miembros. Brasil
asume una presencia protagónica basada en su cultura y en su
tradición histórica, expresión de un renovado nacionalismo guiado por
el hilo conductor de su estrategia nacional, en la que Fuerzas
Armadas, sector industrial y diplomacia han coincidido
tradicionalmente en la identificación del interés a defender. En otras
palabras, voluntad política sustentada en una apreciación realista de
las necesidades de la sociedad. Argentina por su parte, al decir de
Alain Touraine, si bien no puede emular totalmente el clásico eje
europeo Paris-Bonn, se incorpora a una dinámica de relación desigual
que se constituye en un proyecto político regional que cambia la
56
rivalidad por cooperación. El Paraguay encuentra sentido a su realidad
geográfica y se inserta al viejo tronco de la cuenca rioplatense al que
históricamente perteneció desde la fundación de Asunción. (…) El
Uruguay finalmente, sigue siendo país frontera, pradera y puerto; con
ciertas modificaciones derivadas totalmente de la transformación de su
estructura productiva, pero sin ignorar ese condicionamiento
permanente de su ubicación geográfica. Su posición siempre ha estado
del lado de la seguridad jurídica, como el mejor instrumento para
proteger su interés nacional y desarrollar su estrategia regional. (p.16)
Basta con analizar cada detalle de esta cita, para comprender que el Mercosur
de hoy, se desarrolla sobre tres apreciaciones o dimensiones de poder integradas en
base a las circunstancias políticas y económicas. Una primera aproximación es la
República Federativa del Brasil, con su propia dinámica global e internacional, país
que forma parte del G-20, miembro del grupo de los BRICs, donde se interrelaciona
con las principales economías emergentes del mundo como China y Rusia y sin lugar
a dudas, líder de la región.
Una segunda apreciación, es la particular relación entre la República
Federativa del Brasil y su socio estratégico, la República Argentina. La relación
argentino- brasileña tiene su propia dinámica y sus particularidades, por haber sido
históricamente países con hipótesis de confrontación, esa realidad ha sido trasladada
en algunos aspectos de la relación comercial y económica. Ambos son motor
económico del Mercosur y en términos de la inserción internacional, ambos
pertenecen al grupo del G-20, como actores de América del Sur.
Una tercera apreciación, es la participación en el esquema de integración de la
República Oriental del Uruguay y el Paraguay, ambos países de menor dimensión que
los otros dos socios y, que intentan sobrellevar la carga de formar parte de una
propuesta de integración con dos de las principales economías de la región. En este
sentido, el Mercosur se diverge en tres dimensiones de la realidad política y
económica, que tienen plena vigencia en la actualidad, ello sin considerar aun en el
análisis la incorporación plena de Venezuela y la posible adhesión de Bolivia u otros
socios.
57
El tratado de Asunción surgió como una alternativa a una realidad compleja a
inicios de la década de los noventa, como una respuesta a un escenario de carácter
internacional que obligó a los países a plantear estrategias en torno a la nueva
dinámica internacional, para lo cual Abreu (2000) considera:
Actualmente nos enfrentamos a una ruptura radical de la forma de
sentir, pensar y actuar. En otras palabras, cada sociedad se enfrenta al
desafío de encarar su política de desarrollo económico en un contexto
global. Por tanto, los países en vías de desarrollo en particular
(tomadores de decisiones políticas y de precios internacionales) deben
analizar qué grado de libertad de elección disponen para llevar a cabo
sus respectivos proyectos nacionales. (p.14)
Para involucrarse en las mejores condiciones en el fenómeno globalizador, se
hacía necesario establecer estrategias conjuntas entre dos o más actores, sobre todo,
cuando estos tienen incidencia en la dinámica económica internacional y el Uruguay
apostó a esta modalidad de inserción global junto a sus vecinos inmediatos, para lo
cual el autor detalla que:
Los aspectos tecnológicos y financieros se han instalado en el marco
global, distorsionando las tradicionales corrientes de comercio y
afectando la visión geopolítica de todos los actores. De tal modo que
los escenarios multilaterales, regionales y nacionales se superponen en
forma vertiginosa determinando que al mismo tiempo, las decisiones
que se adoptan en la Organización Mundial del Comercio se reflejan
en el ámbito de los esquemas de integración regional. (p. 14)
En este contexto nació el Tratado de Asunción, donde los países signatarios
del mismo intentaron en un esfuerzo colectivo, sobre la base de una propuesta para la
conformación de un mercado común, insertarse de manera efectiva y eficiente en el
fenómeno globalizador. Dicho esto el autor manifiesta que:
El Mercosur se ajusta a su propia realidad histórica y geográfica,
como respuesta a la globalización; con objetivos planteados en su
norma fundacional, aunque sujetos a las modificaciones impuestas por
la realidad cambiante. (p. 16)
El Mercosur surgió como respuesta al fenómeno globalizador y para el
Uruguay fue el instrumento que le permitió conjugar la disyuntiva histórica entre lo
local, lo regional y lo global, del muy adentro interpenetrado por el afuera. Sin
58
embargo, podemos decir con propiedad que el Mercosur de 1991 no es el mismo del
2014. La realidad política - económica de la época es totalmente diferente a la actual.
Existen características en el sistema internacional o razones exógenas que han
derivado en cambios en la dinámica mundial, enumeradas por Abreu (2000) a
continuación:
En 1990, en la economía internacional se marcaba el predominio de
los Estados Unidos, La Comunidad Europea y Japón. Incluso, la
finalización de la guerra fría dio lugar a un desarrollo vertiginoso de
las tecnologías de la información y las comunicaciones,
profundizando la globalización de la economía (…) En ese tiempo
empezaba a marcarse lo que describía Aldo Ferrer - en un libro que
hemos compartido en la discusión - los cuatros elementos que
caracterizaban el escenario global: la tendencia a marcos regulatorios
multilaterales, el importante aumento del comercio respecto del
crecimiento del producto y sobre todo, el aumento real del comercio
intra firma (pp. 10 y 11)
La realidad internacional cuando se suscribió el Tratado de Asunción y que
fue evolucionando con diversos acontecimientos como el nacimiento de la OMC, la
propuesta del ALCA, el surgimiento de Acuerdos de Libre Comercio, sucesivas
crisis en diversos países del mundo que incidieron de manera directa en la
conformación de bloques de poder geoeconómico, el surgimiento y consolidación de
nuevos actores en la escena económica internacional como China o Rusia,
determinaron que el Mercosur atravesara una serie de fases, tomando el criterio del
investigador y político Lafferriere quien habla de diversas etapas de transición,
evolución e involución del Mercosur:
La primera etapa se caracterizó por las divergencias macroeconómicas
entre sus principales socios, a la vez que convergían en lo
microeconómico. La agenda se basó en la eliminación progresiva y
automática de las barreras arancelarias y la definición de políticas
comerciales comunes, en un ambiente externo favorable: fin de la
guerra fría, auge del liderazgo mundial de EEUU, alta liquidez en los
mercados financieros internacionales, iniciativa para las Américas,
Cumbre de Miami, lanzamiento de las negociaciones del ALCA (…),
en la etapa posterior, la interdependencia entre los países miembros
siguió aumentando, pero a su vez la brecha de implementación entre
las decisiones de política y su internalización comenzó a crecer, por lo
que gran cantidad de decisiones plasmadas en acuerdos, protocolos,
59
resoluciones y decisiones, no pasaron a formar parte del derecho
vigente de los países miembros, y por ende, de Mercosur. Dicha etapa
transcurrió entre convergencias macroeconómicas entre los dos países
miembros más importantes del bloque y divergencias en lo
microeconómico (…) todo ello en un ambiente externo desfavorable:
el acceso a mercados internacionales de capital se deterioró tras las
crisis financieras en países emergentes. (pp. 2 y 3)
Lo proyectado en el Tratado de Asunción y luego ampliado en Brasilia y Ouro
Preto en torno a la conformación de una Zona de Libre Comercio, que abriera paso a
la construcción de una Unión Aduanera y al establecimiento de un Arancel Externo
Común, avanzaba según los ritmos impuestos desde dentro de la propuesta de
integración. Sin embargo, a pesar de esta circunstancia, el Mercosur logró
posicionarse como bloque en la dimensión de la política internacional, siendo un
actor relevante e importante en la región y extra región.
De la misma manera, se evidenciaron avances y retrocesos, teniendo
dificultades en cumplir con la misión de “desarrollo económico con justicia social” y
los objetivos establecidos en el Tratado tal como lo refiere Lafferriere a
continuación:
En el ámbito internacional, tuvo la capacidad de atraer positivamente
la atención de los demás países, de quienes toman decisiones de
inversión. (…) en lo político, el Mercosur atrajo la atención de los
propios sectores públicos del mundo desarrollado, logrando que toda
política exterior que se proyecte para Latinoamérica tenga que tener
en cuenta la existencia del Mercosur. En lo económico comercial,
logró revertir la irrelevancia que existía en la década de los 80 en el
comercio interregional. A ello se agrega la diversificación del
intercambio, las inversiones cruzadas y la planificación privada, etc.
(p.3)
Para el Uruguay, más allá de la incidencia externa y su impacto sobre la
propuesta de integración, subyacen en el Mercosur problemas estructurales, que van
desde cómo abordar las asimetrías, hasta la sinceración de la institucionalidad, la
cual debe estar al servicio de la integración misma y la generación de mecanismos
jurídicos que permitan, bajo el principio de la supranacionalidad, avanzar de manera
60
efectiva en una propuesta colectiva, basada en el interés de “todos los miembros” y
no, de algunos pocos.
El Mercosur es un espacio de integración estratégico que permite conjugar la
inserción internacional, con la relación regional y local y el momento actual de
ampliación del bloque es una oportunidad inédita, para la concreción definitiva en
torno al debate histórico de la integración de Uruguay con la Región y el mundo.
Desde esta perspectiva Abreu (2000) hace el siguiente aporte:
En este sentido, tenemos que rescatar nuestra capacidad de propuesta,
que no está exclusivamente vinculada a un MERCOSUR comercial de
bienes, sino a un proyecto de país estratégico orientado por un lado a
la apertura y por otro, a la complementación de infraestructura, la
hidrovía, la energía, las comunicaciones y sobre todo el comercio.
(…) que un proceso de integración es justicia social, pero también
trabajo, que es la única manera de encontrar un rumbo adecuado para
la realización de la gente en sus actividades de todos los días. El
trabajo y el crecimiento vienen con la inversión, la credibilidad, el
acceso a mercados y sobre todo, con un proyecto estratégico definido
en el que no solo quede asegurado el acceso a los bienes, sino también
a los servicios. (pp. 10 y 11)
La ampliación del Mercosur, para los investigadores, incide directamente en
su fortalecimiento, en la posibilidad de seguir ampliando la inserción en la región, sin
desvincularnos del Mundo, entrando al juego global junto a la región.
Integración entre Uruguay y Venezuela
Históricamente Venezuela y Uruguay han mantenido una relación vinculada
al preciado sueño de unidad Latinoamericana, impulsado por sus líderes de la gesta
emancipadora, el Libertador Simón Bolívar y Don José Gervasio Artigas. En nuestra
historia contemporánea, se han profundizado las relaciones que se han caracterizado
por el respeto, la armonía y la ayuda mutua en los ámbitos político, económico, social
y cultural.
Sin embargo, la historia del relacionamiento Uruguay y Venezuela data del
siglo XIX, encontrando en los archivos históricos de ambas cancillerías información
de gran valía. Las relaciones diplomáticas entre ambos países se iniciaron el 8 de
junio de 1891, con el acto de presentación de Cartas Credenciales al Presidente de la
61
República Julio Herrera y Obes, por parte del Enviado Extraordinario y Ministro
Plenipotenciario de los Estados Unidos de Venezuela, Domingo Santos Ramos.
El Presidente Herrera señaló en su discurso de recepción de cartas
credenciales aspectos de gran valor, que hoy tienen una profunda vigencia en la
cooperación para ambos países:
Señor Ministro;(…) El alejamiento comercial que Venezuela y la
República del Uruguay han vivido hasta hoy por falta de
comunicaciones frecuentes y directas, harán que vuestra misión se
agite en la defensa de los intereses materiales, tan propensas a
producir conflictos en las relaciones internacionales, pero en cambio
tendrá un campo más vasto y noble en qué ejercitarse: la defensa de
los intereses morales que puedan afectar el prestigio y la excelencia de
las instituciones democráticas republicanas, que en forma de teorías
utópicas, presidieron auspiciosas al nacimiento estrepitoso de esta
familia juvenil de Repúblicas americanas que al choque de las armas
surgieron un día como Minerva, armadas de la razón y de la fuerza
para la vida independiente. Agradezco y retribuyo a la gloriosa
Venezuela los sentimientos de fraternal amistad de que os habéis
hecho intérprete en este acto y debéis estar seguro, que en el
cumplimiento de vuestra alta misión, encontraréis en mi Gobierno las
mayores facilidades para el cumplimiento de vuestros cometidos, así
como para vos todas las consideraciones y respetos a que os hacen
acreedor vuestros méritos y talentos personales. (p. forjas 212)
En esta cita, el Presidente Herrera ya proyectaba en su tiempo, las limitaciones
que por razones geográficas y de comunicaciones, existían entre ambas naciones en
términos de la relación económica y comercial, como factores determinantes para la
correlación, tal y como se evidencia en la dicha cita.
Las relaciones a partir de ese momento, se fueron desarrollando de manera
progresiva, centradas en la preservación del buen trato, la defensa de las instituciones
democráticas y la práctica internacional. Sin embargo, la relación comercial no reflejó
a lo largo del siglo XIX y del siglo XX significativos avances para ambos países,
llegando a producirse en algunos momentos, rupturas de relaciones diplomáticas,
destacando por ejemplo, que en 1948 Uruguay no reconoce la junta cívico- militar
que se instala en Venezuela por el derrocamiento del Presidente Rómulo Gallegos,
por lo que rompen relaciones diplomáticas, reanudándose las mismas en 1952.
62
El hecho más conocido en nuestra historia contemporánea, desde la
perspectiva del relacionamiento político de ambos países, está asociado al 5 de julio
de 1976, cuando el Gobierno de Venezuela rompió relaciones diplomáticas con el
Gobierno Militar del Uruguay, a raíz del secuestro de la Maestra Elena Quinteros,
hecho lamentable de la historia entre ambas naciones, producido dentro de la
Embajada de Venezuela en Montevideo, en una flagrante violación a la Convención
de Viena.
Las mismas fueron reanudadas el 1º de marzo de 1985, por medio de un
intercambio de Notas Verbales entre los Cancilleres Enrique Iglesias del Uruguay e
Isidoro Morales Paúl, de Venezuela.
Con la llegada al poder del Gobierno Frente Amplio, durante los períodos
2005-2010 con el ex Presidente Tabaré Vázquez y 2010-2015, con el Presidente José
Mujica, los lazos de hermanamiento entre ambos países se han venido profundizando,
al punto de constituir y fortalecer una alianza estratégica a través de la
implementación de reuniones semestrales de la Comisión Binacional de Planeamiento
y Seguimiento Estratégico (COBISEPLAE), identificando diversos proyectos de
cooperación en ámbitos como la tecnología, agricultura, ganadería, informática, entre
otros, elevando considerablemente los niveles de intercambio comercial y de
relacionamiento.
En la actualidad, ambos países han incrementado su relación en lo político,
económico, comercial, etc. A la fecha se han realizado cinco reuniones de la comisión
de alto nivel, alternándose entre ambos su organización y desarrollo, las cuales han
arrojado como resultado, la suscripción de treinta y tres proyectos de cooperación,
enmarcados en trece áreas estratégicas, para lo cual Chirinos (2014) resalta lo
siguiente:
Entre los elementos que han caracterizado la cooperación binacional,
resalta la constitución del Fondo Bolívar Artigas, que ha servido de
respaldo financiero para ampliar el relacionamiento económico -
comercial, en especial para impulsar el intercambio con las empresas
uruguayas gestionadas por los trabajadores y sus pares venezolanas, así
como, con instituciones del Estado. En este sentido, uno de los
proyectos bandera que está por materializase es la empresa
63
Grannacional Alenvidrio, Alianza Estratégica de Empresas del Vidrio.
(p. 3)
Venezuela ha utilizado mecanismos de apalancamiento financiero, como el
Fondo Bolívar Artigas, que se constituye a través de la implementación del Acuerdo
de Cooperación Energética de Caracas (ACEC), firmado en el 2005 y que contempla
el financiamiento del 25% de la factura petrolera uruguaya a partir de 30 dólares el
barril, a un plazo de 15 años, más 2 de gracia, a una tasa de interés del 2% anual. Este
mecanismo facilita el suministro de Petróleo al Uruguay y a su vez, mediante la
compensación comercial, Venezuela recibe productos para satisfacer su mercado
interno.
La relación comercial de Venezuela con Uruguay, se potenció a partir del año
2006, ya entrado en vigencia el Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación
Económica N° 59, coincidiendo con la suscripción del Protocolo de Adhesión de
Venezuela al Mercosur y con la puesta en marcha del Acuerdo de Cooperación
Energética de Caracas, suscrito el 2 de marzo de 2005, y vigente desde el 12 de
agosto de 2006.
Posteriormente, Venezuela suscribe con el Uruguay el Acuerdo de
Complementación Económica N° 63, motivado al retardo en el ingreso del país al
Mercosur, donde se le otorgó al Uruguay preferencias arancelarias y se desgravaron
de manera unilateral y absoluta 216 productos que poseen alta demanda en el
mercado venezolano. Este instrumento ha facilitado de manera tal el comercio, que
actualmente, Venezuela se ha constituido para Uruguay en un socio estratégico.
En el año 2012, posterior al ingreso definitivo de Venezuela al Mercosur, se
firma el segundo protocolo del Acuerdo de Complementación Económica N° 63,
donde ambos países liberan sus respectivos mercados y profundizan aún más, las
relaciones comerciales entre ambas naciones.
Sin embargo, la dinámica comercial no ha determinado por si sola la relación
en estos últimos diez años. Existen inversiones directas del Estado venezolano a
través de su relación y apoyo a empresas gestionadas por sus trabajadores, así como
la inversión en el sector financiero a través de la adquisición de COFAC, convertida
64
hoy en Bandes Uruguay, generando por tanto, bisagras estratégicas para la
cooperación sustentadas en la complementariedad comercial e instituciones
financieras para el apalancamiento, con la finalidad de construir un nuevo paradigma
de intercambio y cooperación, en aras de promover el bienestar social en ambos
países.
A estos factores se suma, la solicitud de adhesión de la República Oriental del
Uruguay del 23 de Marzo del 2013, al Sistema Único de Compensación Regional
Sucre, como un mecanismo de pago en monedas locales, que incentivará aún más, el
intercambio comercial entre ambas naciones. El mismo se espera sea ratificado por el
parlamento uruguayo.
Lo visualizado el 08 de junio de 1891 por el Presidente Julio Herrera y Obes,
en base a las limitaciones para el fortalecimiento de las relaciones comerciales y
económicas entre Uruguay y Venezuela, si bien no ha sido del todo superada, cuenta
en la actualidad con instrumentos políticos, jurídicos, económicos, financieros y
comerciales que abren un abanico de oportunidades para una nueva relación que
permita dar un salto estratégico en el desarrollo de ambos países.
Autogestión
La palabra autogestión cuyo significado etimológico se asocia al manejo de
uno mismo, desde la perspectiva económica y empresarial tiene una profunda
connotación asociada a una nueva visión de la economía, a la dimensión de la
economía solidaria.
Según Guerra y Reyes (ob. cit.), la economía solidaria puede verse como un
movimiento de ideas, como un nuevo paradigma científico y como un tercer sector
actuando en nuestras economías, que en nada se contrapone a la realidad existente en
nuestro mundo actual, sino que por el contrario, pone en evidencia una diversa
pluralidad de experiencias en materia económica y empresarial existentes en nuestra
realidad, tal como lo definen los autores: “Más allá de las empresas capitalistas y de
las empresas del Estado, existe una pluralidad de manifestaciones de empresas
65
solidarias que se organizan con criterios, herramientas, medios y fines diferentes a
los hegemónicos “ (p. 7).
En esta pluralidad de experiencias económicas y empresariales, la autogestión
es un principio superior, como fundamento de la democratización del manejo de la
economía y como forma de implementar nuevas estrategias gerenciales y
empresariales.
En una investigación desarrollada en Argentina por Favaro e Iurno, (2008)
donde se analizó la experiencia de la autogestión de los trabajadores, se utilizó un
concepto que en el caso que se trata en la investigación objeto de este estudio, es
plenamente compartido, para poder adentrarse en el mismo y en la plena comprensión
de la empresa Envidrio, como experiencia de autogestión empresarial recuperada por
sus trabajadores, dichos autores precisan que:
La autogestión es también un proyecto de vida que exige la
consolidación de un colectivo humano que empieza a hacerse cargo del
destino en un proceso reeducativo que busca un nuevo sentido al
trabajo y que potencia todas las capacidades de los individuos
rompiendo con una tradición histórica de dependencia. (p. 3)
La autogestión desde la perspectiva empresarial tiene particularidades que la
diferencian de la visión clásica que tenemos sobre el concepto de empresa y para
efectos de este estudio, es fundamental comprender desde la dimensión teórico
conceptual a las empresas autogestionadas, las cuales se estudiaran más adelante,
Para ello Guerra y Reyes, (2014), indicaron que:
Desde el enfoque organizacional se denomina habitualmente empresa a
una organización compleja que tiene como objetivo la maximización
de utilidades y que se estructura verticalmente en torno a dos grupos:
un grupo llamado superior, que es el que toma las decisiones, y un
grupo inferior, que es el que recibe las ordenes (…) en realidad, no
todas las empresas se comportan de acuerdo a las definiciones más
clásicas. A saber: no todas las empresas tienen grupos inferiores y
grupos superiores, no todas se estructuran verticalmente, no todas
basan la motivación para colaborar por parte de sus trabajadores en el
salario, no todas generan mercancías, no todas lo hacen con ánimo de
lucro, no todas persiguen la maximización de sus utilidades. (p. 39)
66
En este sentido, la autogestión surge como una alternativa de organización
económica, fundamentada en principios de solidaridad, reciprocidad, igualdad,
satisfacción de necesidades para el buen vivir, etc. como pilar para el desarrollo de la
economía solidaria a lo largo y ancho del planeta, encontrando diversos esfuerzos y
experiencias, por mencionar solo en Europa la Ley de la “Otra Economía” en la
Región de Lazio en Italia o en el informe especial del Parlamento Europeo sobre
Economía Social, del 26 de enero de 2009, a manera de ejemplos.
La autogestión en materia económica y empresarial debe entenderse por tanto,
como un nuevo paradigma que no puede ser comprendido plenamente a la luz de las
teorías económicas clásicas, para ello la Secretaria Nacional de Economía, citada por
estos autores expone:
Ni el liberalismo ni el marxismo, por ejemplo, son suficientes para la
comprensión de muchos comportamientos económicos basados en la
solidaridad, la reciprocidad o el trabajo asociativo animado no por la
maximización de ganancias, sino por la satisfacción de necesidades
humanas. (p. 14)
De acuerdo a ello, es fundamental comprender la autogestión en sus distintas
formas de organización económica, como cooperativas, mutuales, empresas
recuperadas, etc. quienes tienen como motivación la construcción de un nuevo
paradigma económico o la economía solidaria, tal y como lo reseña la Secretaría de
Economía Solidaria de Brasil, (ob. cit.) en su definición del campo de acción para el
diseño de sus políticas públicas:
La economía solidaria es una forma diferente de producir, vender,
comprar e intercambiar lo que es necesario para vivir. Sin explotar a
nadie, sin querer llevar ventaja, sin destruir el medio ambiente.
Cooperando, fortaleciendo al grupo, sin patrón ni empleado, cada uno
pensando en el bien de todos y no es su propio bien. (p. 14)
Autogestión de Empresas por sus Trabajadores
A lo largo de este trabajo se han abordado aspectos que para los estudiosos del
fenómeno de la integración y del comercio resultan comunes, como es el de la
integración económica y los encadenamientos productivos. Sin embargo, cuando se
introduce un elemento como la autogestión para analizar una experiencia empresarial
67
cuyo actor central son los trabajadores y esta, se asocia a una iniciativa de
cooperación, mediante acuerdos de integración entre dos países, desarrollando
propuestas concretas de inversión conjunta como la que estudiaremos más adelante en
el caso de Envidrio, nos encontramos ante un hecho inédito y novedoso.
Si bien el caso de estudio en concreto es sobre la empresa Envidrio,
transversalmente haremos mención a socios estratégicos como Venvidrio y con ella,
la conformación de Alenvidrio como una iniciativa concreta de Encadenamiento entre
empresas de diversos países.
No ha resultado fácil para esta investigación encontrar bibliografía y estudios
científicos que puedan articular la autogestión de los trabajadores en una empresa
recuperada y su vinculación con iniciativas de encadenamiento productivo e
integración, para lo cual Guerra y Reyes, (2014) manifiestan:
Unir a la economía con la solidaridad no es muy usual ni en el mundo
académico ni en los usos cotidianos. Tanto los conceptos de economía
por un lado y de solidaridad por el otro son de por si complejos y han
despertado muchos diferentes significados a través del tiempo. Cuanto
más si aparecen unidos conformando un oxímoron. (p. 9)
Para llegar a ello, es importante precisar que entendemos por autogestión, el
papel de los trabajadores en la autogestión y como esta se ha desarrollado en
experiencias de empresas recuperadas (caso de Envidrio), con el concurso de actores
estatales.
Autogestión Empresarial y el papel de los trabajadores
Para la construcción de un nuevo paradigma de la economía solidaria, la
autogestión y los trabajadores son dos elementos fundamentales, independientemente
de cual sea la forma de organización económica y lo es, más aun, cuando se trata de
iniciativas empresariales. Para ello se debe partir del concepto desarrollado por
Guerra y Reyes (2014), sobre lo que es una empresa: “Una empresa es una unidad
integrada de funciones que utiliza determinada combinación de factores para
producir de manera racional un bien o servicio”. (p.40)
68
Esta definición a juicio de los autores es lo suficientemente amplia, para poder
incluir allí a las empresas capitalistas, públicas y solidarias. Los fundamentos clásicos
encontrados en todos los manuales de Economía, reflejan que los dos factores
relevantes en todo proceso productivo y de generación de riqueza para cualquier
empresa son el Capital (K) y el Trabajo (T).
Para todo constructo teórico, la clásica formula (k - T - K+) describe todo
proceso productivo desde la perspectiva empresarial. Sin embargo y para efectos de
este estudio, encontramos la forma de explicitar como los trabajadores pueden
determinar una dimensión distinta de la organización empresarial, sin perder la
perspectiva “natural” de una empresa en producir bienes y servicios, sino que por el
contrario, a través de mecanismos de autogestión, pueden ampliar los resultados
mediante prácticas gerenciales fundamentadas en el factor trabajo.
Con relación a este planteamiento Guerra y Reyes (ob. cit.) señalan:
Proponemos complejizar el número de factores productivos,
incluyendo además de capital y trabajo, la tecnología, gestión,
infraestructura y factor C o solidaridad convertida en factor
económico. Es posible identificar diferentes tipos de empresas según
cual fuera el factor organizador. En tal sentido, así como existen
empresas de capital, también existen empresas de trabajadores,
empresas solidarias, empresas de gestión pública, etc. En una empresa
de trabajadores, el factor organizador pasa a ser el trabajo, que
seguramente necesitara contratar capital para ampliar el trabajo
original (la formula simplificada seria T – K – T+) (pp. 40 y41)
El factor trabajo es determinante para entender la lógica funcional de una
empresa autogestionada por sus trabajadores, pues son ellos el motor principal de la
empresa y más aún, cuando un porcentaje de las mismas son empresas recuperadas
por los mismos trabajadores, luego de atravesar una compleja crisis que afectó su
funcionamiento.
De la misma manera Guerra y Reyes señalan que (ob. cit.) las empresas de
trabajadores y solidarias aplican otras relaciones económicas para remunerar el
trabajo. Por supuesto que cualquier empresa tiene como finalidad la búsqueda de
beneficios y utilidades y, de trazar estrategias para alcanzar dichos beneficios, pero en
el caso particular de una empresa autogestionada, no solo se rompe con la visión
69
clásica del grupo superior e inferior, sino que estás mismas utilidades y beneficios
son reinvertidos a favor de quienes ahora gerencian y conducen la empresa, los
trabajadores, tal como lo reseñan: “Lo medular de un empresa solidaria no es que no
pretenda perseguir utilidades y beneficios, sino que estos casos de darse no
retribuirán al capital, sino al factor organizador que en este caso es el trabajo o
factor C.” (p. 42).
La autogestión por tanto, implica la participación directa de los trabajadores
en las tomas de decisión, siendo el factor C o solidaridad, el elemento determinante.
En una empresa autogestionada los socios en condiciones de igualdad son quienes
conducen la gestión empresarial, como colectivo, de manera democrática, sin perder
de vista la lógica de generar beneficios económicos y empresariales, pero con una
connotación distinta a una empresa estrictamente capitalista e incluso a las
tradicionalmente conocidas como empresas autogestionarias, incorporando en su
estrategia asesores externos en áreas complejas para el desarrollo del negocio
empresarial.
Guerra y Reyes, (ib.) en la investigación desarrollada en la Universidad de la
República, recogen de manera gráfica y con una visión amplia la conjugación de
estos dos elementos; autogestión empresarial y el papel de los trabajadores, lo cual
nos permitirá abordar más adelante el análisis pleno de nuestro caso de estudio, la
empresa Envidrio.:
Cuadro 4
Visiones sobre Autogestión Empresarial
Visión Clara Visión Ampliada
Sujeto Autogestivo Los Trabajadores Los Integrantes
Asociatividad Todos los socios son
trabajadores
Todos los trabajadores son
socios, pero hay socios no
trabajadores
Categoría Organizadora
Trabajo y Factor C Factor C
Fuente: Realizado por Guerra y Reyes (2014)
70
La visión clásica y la visión ampliada de la autogestión como fenómenos de la
economía solidaria aplicado a las empresas, tiene una amplia connotación en sus
estructuras funcionales y en el desarrollo de la autogestión empresarial, pues
encontramos casos de empresas auto gestionadas por trabajadores donde los mismos
son los dueños de los medios de producción, pero otros donde es el Estado quien ha
impulsado políticas de autogestión mediante el control obrero, por mencionar solo
dos de los múltiples escenarios donde pueden converger ambas visiones como lo
demuestran a continuación Guerra y Reyes, (ob. cit) :
Mientras la empresa autogestionada en la visión clásica se caracteriza
por tener al trabajo como su factor principal (categoría organizadora),
en la visión ampliada el factor principal es el factor C. Ambos factores
son los que caracterizan a las unidades económicas solidarias. (. p. 52).
Las empresas autogestionadas tienen una serie de características que las
diferencian de otras unidades empresariales y específicamente, en relación a las
empresas que guardan relación con la dimensión de la economía solidaria. En base a
lo desarrollado por Guerra y Reyes podemos encontrar empresas autogestionarias
como:
1. Empresas familiares (en la medida que no contraten mano de obra
asalariada con diferenciales en materia de derechos y obligaciones).
2. Cooperativas de trabajo, comunidades de trabajo, empresas de
propiedad social y empresas recuperadas (en la medida que no integren trabajadores
asalariados de forma permanente).
3. Cooperativas de usuarios (en la medida que sus trabajadores
compartan la calidad de socios con el núcleo de socios usuarios) y,
4. Cooperativas de construcción de viviendas (en la medida que la
construcción esté en manos de los socios y que la contratación de personal ajeno a la
cooperativa, por ejemplo ingenieros, abogados, arquitectos, sea de carácter marginal).
La autogestión por tanto, se manifiesta en múltiples iniciativas de
organización empresarial, con características particulares que hacen de cada
experiencia, un caso especial. Sin embargo, las condiciones que aglutinan todas las
empresas autogestionadas se concentran en factores centrales como la propiedad de
71
los medios de producción y de la administración de las empresas por parte de los
mismos trabajadores, característica medular en este tipo de experiencias.
Por tanto, autogestión y trabajadores son dos elementos
complementarios en la autogestión empresarial, tal como lo manifiestan
Guerra y Reyes a continuación:
Una empresa autogestionada en primer lugar implica que la propiedad
y/o administración de los medios es responsabilidad del colectivo que
se asocia. Generalmente el colectivo es dueño de los medios, pero en
otros casos la propiedad de los medios no recae en el colectivo, que sin
embargo es el responsable de su administración. Este último caso es
usual en el marco de sistemas económicos donde el Estado conserva la
propiedad de los medios de producción. (ob. cit. p.52)
La autogestión como estrategia empresarial es una oportunidad que abre
espacio a la construcción de un nuevo paradigma en lo económico y sobre todo, en
países en vías de desarrollo como el Uruguay y Venezuela. Finalmente, en un trabajo
desarrollado por Guerra, P. (2013), el ex presidente José Mújica pone sobre la mesa,
la dimensión prospectiva de la autogestión, sin desconocer la necesidad de
intercambiar roles para comprender que la gerencia de una empresa no es un asunto
sencillo:
La única liberación posible es ser responsable de este desafío, de tener
esta empresa y defenderla, darse cuenta que hay que trabajar el doble y
que el capital tiene que salir del ahorro de nuestra pobreza (…) Eso ha
determinado que un puñado de trabajadores cumpliera el sueño de ser
auto patrón, pero no para tener otros trabajadores que trabajen para
ellos, sino simplemente para asegurarse una fuente de trabajo y
manejarlo con su criterio. Pero al mismo tiempo tuvieron que aprender
la penuria de ser empresario, porque no se puede tirar manteca al
techo, ni despilfarrar lo que no se tiene y hay que tener responsabilidad
con el trabajo y eso significa a veces, la crudeza de decirle a un
compañero de toda la vida vos no servís para esto, carretera hermano,
porque aquí hay que cumplir con el laburo. (pp. 3 y 5).
Empresas Recuperadas
Dentro de la amplia dimensión de la autogestión, las empresas recuperadas
tienen una connotación particular por la condiciones en la cuales los trabajadores han
72
desarrollado diversas iniciativas empresariales, tal como lo reseñan a continuación
Favaro e Iurno (2008):
La toma, la ocupación y la recuperación de fábricas, empresas e
instituciones son estrategias emergentes entre los trabajadores con el
objetivo de enfrentar el desempleo y la desocupación (…) cuando el
trabajador se hace cargo de empresas en quiebra o por
incumplimientos salariales del capital o por el cierre de las mismas. (p.
1)
La autogestión de empresas recuperadas por los trabajadores históricamente
han estado vinculadas a procesos traumáticos, donde las condiciones económicas y
financieras producto de múltiples causas han determinado la ocupación de las
mismas, independientemente que se compartan o no las formas de protestas en las
cuales se han generado estas situaciones.
No es un fenómeno novedoso, más si se propagó en las últimas décadas de
nuestro continente, motivado al impacto directo en la aplicación de políticas
neoliberales en diversos países de la región tal como lo expresa el autor:
La acción de tomar empresas y luego hacerlas producir por parte de los
trabajadores, dejando de un lado los patrones, tiene precedentes - entre otros
casos - en las ocupaciones de fábricas del norte de Italia en los años 1920 o en
las tomas en el contexto del mayo francés de 1968. Existen experiencias
históricas de autogestión en fábricas que logran una trascendencia
experiencial en tiempo y espacio, como las que constituyen los casos en la ex
Yugoslavia, Chile, Bolivia y Perú. (Ibíd. p.2)
En el caso de América Latina las experiencias de empresas recuperadas en las
últimas décadas (finales de los 80 y principio de los 90), ha estado asociada a
implementación de política neoliberales, cuyas consecuencias impactaron de manera
directa en algunos sectores industriales y empresariales, generando por tanto el
detonante de la desocupación como factor determinante para la ocupación de
empresas e industrias, de acuerdo a esto Favaro e Iurno, (ob. cit.) exponen:
La aplicación de las políticas neoliberales en América Latina supuso la
redefinición de las relaciones de dominación y consolida un proyecto
hegemónico con implicancias económicas, sociales, políticas,
culturales que transforma espacios y multiplica la movilización de
trabajadores y las acciones colectivas. Estas se dieron en un repertorio
complejo de reclamos, no solo por fuera de las estructuras sindicales y
73
partidarias, sino también en una variedad de prácticas articuladas en
conjunto. Los cambios en el mercado de trabajo y en la composición
de la clase obrera exponen a sus organizaciones frente a varios
problemas: nuevas condiciones de trabajo y crisis de representación
política (…) La demanda es por trabajo digno, por la materialización
del derecho al trabajo, es decir; por el ejercicio de la ciudadanía real.
(p. 5)
Si bien el germen que subyace en la ocupación o toma de empresas se
fundamenta en el desempleo o desocupación como base, el sector trabajador
comienza a concientizar la posibilidad de construir una nueva dimensión de la
economía desde la autogestión y el manejo directo del negocio empresarial. Este
elemento es fundamental para trascender la mínima aspiración de un empleo, por la
máxima aspiración de ser sujeto autogestivo y protagonista en la generación de bienes
y servicios y en consecuencia; de riqueza.
Las empresas recuperadas por tanto como parte de la economía social,
surgieron por razones de carácter estrictamente económicas, con el impacto de
diversas políticas en sectores industriales y empresariales, lo cual motivó a los
trabajadores a utilizar esta vía para la preservación de sus puestos de trabajo y de su
sustento familiar para lo cual dichos autores afirman:
La exclusión del mercado de trabajo formal, la inserción incompleta o
marginal del mismo, las transformaciones en las formas y en las reglas
de contratación y las particulares modalidades de inserción laboral,
como así las posteriores formas de recuperación de la ocupación,
tienen efectos importantes en la cultura social del mundo del trabajo,
especialmente sobre la conformación de identidades y de los propios
actores colectivos. (p. 5)
Las experiencias en el sur del continente son interesantes y especialmente, las
desarrolladas en la República Argentina y en la República Oriental del Uruguay,
siendo para el Uruguay un fenómeno que no es tan novedoso, sino que por el
contrario, ha estado vinculado a la historia del cooperativismo.
Como lo señala Guerra y Reyes, (2014), para el caso del Uruguay en los años
80, la desindustrialización generó experiencias que no resultaron exitosas, como el
caso de Phuasa y Musa y en base a investigaciones desarrolladas por Juan Pablo
74
Terra, (1986), las condiciones en el surgimiento de estas experiencias, producto de la
realidad económica de las mismas y de la visión del Estado para la época, limitaban
su consolidación y óptimo funcionamiento, más sin embargo, se generó una profunda
raíz de cooperativismo que hoy ha demostrado ser una fortaleza en el aparato
económico y productivo, para lo cual el autor describe a continuación:
(…) yo diría que aproximadamente el 50% de las cooperativas de
producción se forman a partir de empresas fundidas o de empresas que
al Estado les resulta demasiado gravosas, buscando desprenderse de
ellas. Entonces, la cooperativa nace en condiciones muy adversas,
porque el dueño anterior quiere librarse de ella por algún motivo, y por
no cerrarla, por evitar el conflicto con la gremial correspondiente, o
dar una solución de ocupación a la gente, esta empresa generalmente
problemática, en una situación muy difícil, se traspasa a una
cooperativa de los propios trabajadores. (p. 27)
El fenómeno del cooperativismo abrió paso a la gestación de empresas
recuperadas como alternativa novedosa en el Uruguay. Y en torno a esto Guerra y
Reyes expresan:
El concepto de recuperación, este si más reciente, que comienza a
cobrar fuerzas sobre el comienzo de este siglo, cuando el fenómeno
adquiere atención en el marco de la crisis desatada por el modelo
neoliberal primero en argentina, donde se registraron cerca de 200
casos, y luego en Uruguay. (Ob. cid. p. 55)
Según un estudio desarrollado por el Instituto de Estudios Empresariales de
Montevideo (IEEM), en Uruguay se ha desarrollado un fenómeno interesante sobre la
autogestión y las empresas recuperadas tal como lo recoge el diario El Diario el País
en la siguiente cita:
En Uruguay hay unas 40 empresas unidas por una característica poco
común: sus empleados son sus dueños. Se trata de las empresas
autogestionadas, que están intentando trascender su fin primario -
salvar puestos de trabajo - para consolidarse y lograr ser
autosustentables. (…) A todas las une un fin común: mantener los
puestos de trabajo, señaló el decano del IEEM, Pablo Regent. Así lo
refleja el estudio Autogestionadas, ¿la tercera vía uruguaya?, donde se
afirma que este modelo de empresa solo resulta efectivo en casos de
compañías recuperadas por los trabajadores. (p. 12)
75
Por empresa recuperada se entiende, tal y como lo señalan Guerra y Reyes,
aquellas unidades económicas constituidas por trabajadores que vienen de una
anterior experiencia laboral conjunta y que gestionan en común al menos una parte de
los activos, tangibles o intangibles, provenientes de la empresa en la que revestían
como asalariados. Este escenario se deriva de un hecho traumático, como fue la
pérdida del empleo, lo cual obligo a los trabajadores a tomar las riendas de la empresa
y convertirse en una empresa gestionada por ellos mismos.
Sin embargo, las condiciones iníciales en las cuales se ha desarrollado el
fenómeno de las empresas recuperadas, desde la perspectiva de la autogestión
empresarial, tiene hoy connotaciones distintas y encontramos en diversos casos, la
aplicación de estrategias gerenciales asociadas al acompañamiento de expertos en
áreas específicas del negocio como la exportación o el manejo tecnológico de las
empresas, esto con la finalidad de posicionar a las mismas en un mercado altamente
competitivo, para lo cual Favaro e Iurno, manifiestan que :
La recuperación es un proceso que se aleja, cada vez más, de lo
estrictamente laboral, ya que la lucha pasa por sobrevivir y hacer
funcionar la fábrica o empresa en el ámbito económico. Esta acción
tiene que hacer frente a la tensión, por una parte, orientada a la
obtención de una cobertura legal que garantice seguridad para los
trabajadores involucrados y por otro, las tareas que demanda colocarse
en el mercado, es decir, hacer viable el emprendimiento”(p. 5)
En este contexto, el presente caso de estudio, toma un carácter relevante, ya
que dicha iniciativa ha atravesado las diversas etapas desde su desaparición y cierre
como “Cristalerías del Uruguay”, la ocupación de la empresa por parte de los
trabajadores, la refundación y puesta en marcha de Envidrio y el proceso de
internacionalización y modernización de la mano de Venezuela, generando un
fenómeno novedoso y poco estudiado, como lo es la asociación estratégica y la
suscripción de acuerdos de integración entre dos países o empresas hermanas, para la
ampliación de los negocios y el posicionamiento en la región.
76
Papel del Estado en la Autogestión de empresas recuperadas por los trabajadores.
El Estado uruguayo ha estado presente y ha sido un factor de apoyo en la
recuperación de empresas a lo largo de la historia. Como concluye Martí y otros
(2013), la exposición de la historia permite observar cómo el gobierno nacional y los
gobiernos departamentales apoyaron a los trabajadores en la recuperación de
empresas.
Sin embargo, en términos de políticas públicas en esta última etapa (a partir
del año 1998), se ha producido un cambio. El fenómeno de la recuperación de
empresas pasa ser objeto de políticas públicas y se diseñan algunas herramientas
diferenciadas para las empresas recuperadas.
En julio de 2004 se promulgó la ley N° 17.794 sobre Cooperativas de Trabajo,
que presenta una importante innovación en materia de cooperativas y concursos. El
artículo 6 le confería al Juez la potestad de otorgar el uso de infraestructura de la
empresa anterior a la cooperativa que creen los trabajadores. Sabiendo que la falta de
capital inicial es un problema para la cooperativa, la Ley establecía que los
trabajadores pueden solicitar al Banco de Previsión Social (BPS), el pago al contado
y por adelantado del subsidio por desempleo para destinarlo como aportes al capital
de la cooperativa. Sin embargo, este aspecto fue reformado por la Ley General de
Cooperativas N° 18.407, aprobada en octubre de 2008.
Más recientemente, se ha creado otro instrumento de política pública dirigida
a las empresas recuperadas y es la creación del Fondo para el Desarrollo (FONDES) a
partir de la modificación de la Carta Orgánica del BROU (Art. 40 Ley 18.716)
La Ley 18.716 (Carta Orgánica del Banco República) de diciembre de 2010
en su Art. 40 dispone que:
(…) el Poder Ejecutivo podrá requerir contribuciones adicionales de
hasta un 30% (treinta por ciento) de sus utilidades netas anuales
después de debitar los impuestos, con destino a la creación de fondos,
con el objetivo de apoyar el financiamiento de proyectos productivos
viables y sustentables, que resulten de interés a juicio del Poder
Ejecutivo.
77
El Fondo para el Desarrollo (FONDES) se crea el 27 de setiembre de 2011
mediante el Decreto Nº 341/011, de acuerdo a lo previsto en el artículo 40
mencionado, en consideración a la promoción de sectores estratégicos “con especial
atención a proyectos de autogestión donde se conjuguen la propiedad del capital, la
gestión empresarial y el trabajo”.
El art. 1, expresa que en particular, le resultará de interés al Poder Ejecutivo
aquellos vinculados a sectores estratégicos y a modelos de autogestión. El art. 3
define más concretamente la prioridad de este tipo de proyectos: “Se priorizará el
apoyo a emprendimientos económicos con participación de sus trabajadores en la
dirección y en el capital de las empresas, en particular en los casos de
autogestión…”.
Su objetivo es dar asistencia y soporte financiero a proyectos productivos viables y
sustentables que resulten de interés a juicio del Poder Ejecutivo, en particular
aquellos que por el tipo de producto o actividad aporten a la comunidad y,
fundamentalmente, los que incrementen la productividad de los factores de la
empresa, promoviendo la concreción de los lineamientos estratégicos definidos por el
Gabinete de Desarrollo Productivo.
Al respecto se ha señalado que el gobierno ha hecho particular hincapié en el
apoyo a empresas recuperadas, fundamentalmente como forma de salvar los puestos
de trabajo y como estímulo a una nueva modalidad de producción que está en la base
del pensamiento filosófico del ex presidente José Mujica.
En efecto, como señala Guerra, nunca antes el país había escuchado desde la
voz de uno de sus principales líderes políticos, tantas referencias al ideal
autogestionario, como sucede a partir del ascenso político de José Mujica. Señala
Guerra, que en una entrevista dada al Diario argentino “La Nación” en diciembre de
2008, Mujica señala que quiere impulsar empresas autogestión de los trabajadores,
para que los que quieran socialismo lo hagan en sus propias empresas, pero que
participen de las reglas del mercado.
El FONDES está integrado por el 30% de las utilidades generadas por el
BROU, según señala la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay(2014), los
78
préstamos se otorgan en dólares a una TEA del 4%. En el perfil del proyecto adquiere
relevancia el modelo de gestión de la empresa y la contribución del proyecto a la
comunidad. Estas dos dimensiones son evaluadas junto a la viabilidad y la incidencia
en sectores estratégicos, de acuerdo a la siguiente ponderación: a) Autogestión: 35%,
b) Aporte a la Comunidad: 35%, c) Viabilidad y sustentabilidad: 15%, d) Sectores
estratégicos: 15%.
Los Proyectos aprobados a enero de 2013 fueron: a) Asociación Productores
Lecheros de San José, b) Cooperativa 7 de Setiembre - FUNSACOOP, c)
ENVIDRIO (Ex Cristalerías del Uruguay), d) URUVEN (Ex Curtiembre Midober´s),
e) Cooperativa de Trabajadores Cerámicos de Empalme Olmos (CTC), f) Cooperativa
de Trabajadores del Emprendimiento Popular Alimentario (CTEPA), g) COTRAPAY
(Ex Paylana), h) Cooperativa de Trabajo Bella Vela, i) PRESSUR, j) Cooperativa
PROFUNCOOP, k) Cooperativa "El Águila" (Ex Kindale), l) Cooperativa Trabajo
Taxis de Fray Bentos " COOTAX", m) Cooperativa La Diaria n) Dyrus S.A.
En el año 2012 se financiaron cuatro proyectos (en total 10 millones de
dólares): a) ENVIDRIO: US$ 5,5 millones, b) Asociación Productores Lecheros de
San José: US$ 53.000, c) URUVEN: US$ 600.000, d) FUNSACOOP: US$ 3,5
millones.
En el año 2013 se otorgaron préstamos a 5 proyectos (sumaron un total de 20
millones de dólares) COTRAPAY: US$ 3,6 millones, Cooperativa de Trabajo Bella
Vela: US$ 75.000, Cooperativa de Trabajadores del Emprendimiento Popular
Alimentario (CTEPA) US$ 216.000, Cooperativa de Trabajadores Cerámicos de
Empalme Olmos (CTC) US 10, 8 millones y PRESSUR US$ 6 millones.
Bases Legales
El desarrollo de toda investigación debe fundamentarse en aspectos legales
que permitan la validación de la misma desde la dimensión científica y a su vez,
aportar a la sociedad estudios y propuestas que contribuyan al desarrollo de la ciencia
y de las políticas públicas. En este sentido, este trabajo se fundamenta, en parte, en
diversos instrumentos jurídicos que se recogen en ambos países mediante el análisis
79
de estos textos novedosos, que cimientan una nueva visión de la economía, la
integración y los encadenamientos productivos desde experiencias autogestionarias.
De acuerdo a esto Guerra y Reyes (2014) sostienen que:
La economía social y solidaria, entendida como un conjunto de
experiencias económicas fundadas en valores solidarios, ha dado lugar
en los últimos años al surgimiento de nuevos actores (…) que
sumados a los actores de mayor tradición (…), caracterizan un sector
específico de la economía a la par de un movimiento social de
considerable dinamismo, sobre todo en países latinoamericanos y
caribeños. A este dinamismo asociativo en el plano socioeconómico,
se le ha sumado un paulatino interés desde las políticas públicas, lo
que se ha traducido en dos subtipos concretos de intervenciones desde
el Estado, a saber; a) la creación de políticas públicas para el fomento,
desarrollo y vigilancia del sector; b) la creación de un marco legal y en
ciertas ocasiones incluso constitucional”. (p.103).
En este sentido, esta investigación recogerá los principales aspectos jurídicos
y bases legales que justifican la misma y contribuyen al desarrollo de la temática aquí
abordada.
Perspectiva desde Uruguay
La Constitución de la República Oriental del Uruguay en el art. 6 inc. 2
establece que la República procurará la integración social y económica de los Estados
Latinoamericanos, especialmente en lo que se refiere a la defensa común de sus
productos y materias primas. Asimismo, propenderá a la efectiva complementación
de sus servicios públicos.
Mediante el mismo surge el carácter prioritario, de principal orientación,
que la Carta otorga al latinomaericanismo. Sin embargo no quedan excluidos otros
ámbitos de la integración. (Korzeniak, 2001, P. 346)
Adicionalmente, existen Leyes y Decretos que procuran el acceso de las
empresas al mercado nacional o internacional, mediante el impulso de la integración
productiva y de la autogestión empresarial.
En cuanto a la integración productiva encontramos la ley N° 16.196 que
aprueba el Tratado suscrito para la constitución de un mercado común, entre las
Repúblicas de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. El artículo 1° del Tratado de
80
Asunción establece: “La libre circulación de bienes, servicios y factores productivos
entre los países, a través, entre otros, de la eliminación de los derechos aduaneros y
restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra
medida equivalente…” La voluntad política ha sido exclusivamente integrarse en el
ámbito económico, e incluso dentro de los innumerables aspectos que comprende la
economía, se ha puesto acento en el comercio de bienes señalan varios autores.
Por otro lado, encontramos la ley 16.906 relativa a la promoción y protección
de las inversiones realizadas por inversores nacionales y extranjeros en el territorio
nacional. La misma establece en su art. 11 que se tendrán especialmente en cuenta a
efectos del otorgamiento de los beneficios aquellas inversiones que: Faciliten la
integración productiva, incorporando valor agregado nacional en los distintos
eslabones de la cadena productiva.
Con respecto a la autogestión empresarial, encontramos en primer lugar que
en julio de 2004 se promulgó la ley N° 17.794 sobre Cooperativas de Trabajo que
presenta una importante innovación en materia de cooperativas y concursos. El
artículo 6 le confería al Juez la potestad de otorgar el uso de infraestructura de la
empresa anterior a la cooperativa que creen los trabajadores. Sabiendo que la falta de
capital inicial es un problema para la cooperativa, la Ley establecía que los
trabajadores pueden solicitar al Banco de Previsión Social (BPS) el pago al contado y
por adelantado del subsidio por desempleo para destinarlo como aportes al capital de
la cooperativa. Sin embargo, este aspecto fue reformado por la Ley General de
Cooperativas N° 18.407, aprobada en octubre de 2008 que en su
artículo 104 establece:
En todo caso de proceso liquidatorio concursal tendrán prioridad a los
efectos de la adjudicación de la empresa como unidad, las
cooperativas de trabajo que se constituyan con la totalidad o parte del
personal de dicha empresa. En tales casos y a solicitud de parte, el
organismo de previsión social podrá disponer el pago al contado y por
adelantado de los importes del subsidio por desempleo que les
correspondiere a los trabajadores socios, siempre que los mismos sean
destinados, en su totalidad, como aportación de partes sociales a la
cooperativa a efectos de su capitalización. Sin perjuicio, en los casos
de empresas privadas a cuyo respecto se haya iniciado un proceso de
81
liquidación, el Juez competente podrá designar depositaria de los
bienes de la empresa, confiriendo facultades de uso precario de los
mismos, a la cooperativa de trabajo que se haya constituido con la
totalidad o parte del personal.
Más recientemente se ha creado otro instrumento de política pública dirigida
a las empresas autogestionadas. Es la creación del Fondo para el Desarrollo
(FONDES) a partir de la modificación de la Carta Orgánica del BROU En efecto, la
Ley 18.716 (Carta Orgánica del Banco República) de diciembre de 2010 en su Art.
40 dispone que:
…el Poder Ejecutivo podrá requerir contribuciones adicionales de
hasta un 30% (treinta por ciento) de sus utilidades netas anuales
después de debitar los impuestos, con destino a la creación de fondos,
con el objetivo de apoyar el financiamiento de proyectos productivos
viables y sustentables, que resulten de interés a juicio del Poder
Ejecutivo.
El Fondo para el Desarrollo (FONDES) se crea el 27 de setiembre de 2011
mediante el Decreto Nº 341/011, modificado por los Decretos N° 117/013 y 100/015,
de acuerdo a lo previsto en el artículo 40 mencionado, en consideración a la
promoción de sectores estratégicos “con especial atención a proyectos de autogestión
donde se conjuguen la propiedad del capital, la gestión empresarial y el trabajo”. El
art. 1, expresa que en particular, le resultará de interés al Poder Ejecutivo aquellos
vinculados a sectores estratégicos y a modelos de autogestión. El art. 2 señala que
son cometidos del FONDES promover y apoyar la creación, desarrollo y
consolidación de emprendimientos productivos con la participación de sus
trabajadores en la dirección y en el capital de la empresa, en particular, los
emprendimientos autogestionarios. Según el citado decreto se entiende por
emprendimiento autogestionario aquel en el que la propiedad del capital, la gestión
empresarial y el trabajo son aportados por el mismo núcleo de personas, o en el que
los trabajadores participan mayoritariamente en la dirección y el capital de la
empresa.
82
Perspectiva desde Venezuela
En Venezuela encontramos aspectos novedosos desde la perspectiva legal,
vinculados estrechamente a la investigación desarrollada en los ámbitos de la
integración, el encadenamiento productivo y la economía solidaria.
En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)
encontramos tres artículos que establecen los lineamientos constitucionales en los
cuales se basa esta investigación, son los artículos 153, 299 y 308. En el artículo 153
se establece:
La República promoverá y favorecerá la Integración latinoamericana y
caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una Comunidad de
Naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales,
políticos y ambientales de la región. La República podrá suscribir
tratados internacionales que conjuguen y coordinen esfuerzos para
promover el desarrollo común de nuestras naciones, y que garanticen
el bienestar de los pueblos.
Por su parte el artículo 299 señala:
El régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela
se fundamenta en los principios de justicia social, democracia,
eficiencia, libre competencia, protección del ambiente, productividad
y solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y
una existencia digna y provechosa para la colectividad”.
Igualmente el articulo 308 contempla que “El Estado protegerá y
promoverá la pequeña y mediana industria, las cooperativas, las cajas
de ahorro, así como también la empresa familiar, la microempresa y
cualquier otra forma de asociación comunitaria para el trabajo, el
ahorro y el consumo, bajo régimen de propiedad colectiva, con el fin
de fortalecer el desarrollo económico del país, sustentándolo en la
iniciativa popular. Se asegurará la capacitación, la asistencia técnica y
el financiamiento oportuno”.
Se puede observar, por tanto, como en Venezuela la integración, la economía
social y solidaria, la autogestión y los emprendimientos asociativos tienen relevancia
constitucional que definen el modelo económico y fomentan el desarrollo de
iniciativas como Envidrio que, a pesar que la misma no se encuentra instalada en
territorio de Venezuela, sin embargo, en los instrumentos que se estudiarán y
83
analizarán a posterior, se podrá observar como existe una cooperación con
experiencias similares en la República Bolivariana de Venezuela, sustentadas en
instrumentos de cooperación, como es el caso de Venvidrio y que a la fecha, se
materializó una inversión venezolana con capital accionario en la empresa Envidrio a
través de la conformación de una Grannacional del vidrio de América Latina.
Adicionalmente, existen dos Leyes Orgánicas, derivadas del marco
constitucional y de reciente elaboración y promulgación, la Ley Especial de
Asociaciones Cooperativas (2001), la Ley de Fomento y Desarrollo de la Economía
Popular (2008) y la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal (2012).
La Ley Especial de Asociaciones Cooperativas contempla en su artículo 1ro
que:
Esta Ley tiene como finalidad disponer los mecanismos de relación,
participación e integración de dichos entes en los procesos
comunitarios con los sectores públicos, privados y con la economía
social y participativa, constituidas por las empresas de carácter
asociativo que se gestionan en forma democrática.
Por su parte la Ley de Fomento y Desarrollo de la Economía Popular (2008)
en sus artículos 9 establece
A los efectos del presente decreto con rango, valor y fuerza de Ley
son formas de organizaciones socio productivas (…) 5) Empresa de
Autogestión: Unidad de trabajo colectivo que participan directamente
en la gestión de la empresa, con sus propios recursos, dirigidas a
satisfacer las necesidades básicas de sus miembros y la comunidad.
La Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal recoge en su artículo 8, numeral
11 lo siguiente
Establecer las medidas necesarias para promover el acceso de las
organizaciones socioproductivas a los distintos procesos de
intercambios socioproductivos, nacionales e internacionales,
preferentemente con países latinoamericanos y del Caribe, en el
ámbito de la integración comunitaria bolivariana y caribeña, para
potenciar el humanismo y la hermandad entre los pueblos.
En este sentido, en Venezuela no solo la Constitución de la República fomenta
y promueve la Integración y el desarrollo de iniciativas de carácter económico
solidarias y autogestionadas, sino que se han generado leyes orgánicas que establecen
84
de manera más específica, las características de estas unidades productivas y su
inserción o asociación estratégica con otros países o experiencias similares. Dentro de
las bases legales existen documentos suscritos por los gobiernos e instituciones
(públicas y privadas) de ambos países, que han fomentado y desarrollado iniciativas
de cooperación, entre ellos, las Actas de las reuniones de las Comisiones
Binacionales, los Puntos de Cuenta, el Acuerdo para la Constitución de la Alianza
Estratégica de Empresas del Vidrio, Alenvidrio, suscrito por el Ex Canciller del
Uruguay , Don Luis Almagro y el Ex Ministro del Poder Popular de Industrias de la
República Bolivariana de Venezuela, Don Ricardo Menéndez, que cimienta las bases
para una cooperación profunda, etc.
Normativa Mercosureña.
En el ámbito del Mercosur es preciso destacar que el camino hacia la
integración productiva regional ha sido allanado por una serie de decisiones y
resoluciones que han tomado en 2004 y 2005 el CMC y el GMC. Esta nueva
normativa del Mercosur favorece el enfoque de cadenas integradas regionalmente,
dándole un marco y herramientas adecuados al trabajo que se desarrolla en el ámbito
del SGT Nº7 (como el ya mencionado Programa de Foros de Competitividad de las
Cadenas Productivas del Mercosur y la encuesta sobre integración productiva a
realizarse con empresas de la región).
En primer lugar, destacamos la decisión CMC 03/05, que concede preferencia
arancelaria a los productos intermedios importados para su utilización en la fase final
de la producción integrada y el régimen de admisión temporaria para productos
intermedios importados para las etapas iníciales o intermedias del proceso productivo
integrado para su posterior re-exportación.
También es importante mencionar la Resolución GMC 21/05, Mecanismo para
la facilitación del comercio intrazona, que corrige problemas puntuales de acceso a
mercados que traban el comercio intrazona a través de barreras no arancelarias.
Finalmente, se debe mencionar la decisión CMC 32/04, Acuerdo para la facilitación
de actividades empresariales en el Mercosur, que persigue el fin de eliminar
85
obstáculos para el establecimiento de empresarios de un país en el territorio de otro
de los países miembros del Mercosur, encontrándose todos estos Acuerdos
disponibles (ob. cit, 2006).
En la misma línea, durante la Presidencia pro tempore Argentina de 2008, se
discutió y finalmente aprobó el Programa de Integración Productiva (Decisión GMC
no 12/08), que es hoy una plataforma de trabajo y el primer instrumento firme para
discutir los alcances, el contenido y el papel que podrá desempeñar en adelante la
temática de los encadenamientos productivos.
86
CAPÍTULO III
MARCO METODOLOGICO
Diseño y Tipo de Investigación
El tipo de estudio utilizado para la realización de este trabajo es el de la
investigación documental, que se refiere, según Aquino (2000), a: “La investigación
bibliográfica realizada en diversos tipos de escritos, tales como libros, documentos
académicos, actas o informes, revistas, documentos personales, etc.” (p. 51).
Por su parte, Bravo. L, (1987), define la investigación documental
como:
… una variante de la investigación científica, cuyo objetivo fundamental
es el análisis de diferentes fenómenos (de orden histórico, psicológico y
sociológico) de la realidad a través de la indagación exhaustiva,
sistemática y rigurosa, utilizando técnicas muy precisas, de la
documentación existente, que directa o indirectamente aporte la
información atinente al fenómeno que se estudia. (p. 17)
Del mismo modo, la Universidad Pedagógica Experimental Libertador UPEL.
(2011) la define como: “El estudio de problemas con el propósito de ampliar y
profundizar el conocimiento de su naturaleza, con apoyo, principalmente, en trabajos
previos, información y datos divulgados por medios impresos, audiovisuales o
electrónicos.” (p. 20)
En este sentido, se analizarán diversos documentos legales, Actas de las
reuniones de las Comisiones Binacionales entre ambos países, Puntos de Cuenta para
la aprobación recursos financieros y proyectos y, el Acuerdo para la Constitución de
la Alianza Estratégica de Empresas del Vidrio, así como material hemerográfico
ubicado por diversas fuentes.
La revisión documental es esencial para la construcción del marco teórico e
implica que las fuentes de información se utilicen adecuadamente para asegurar la no
87
parcialización de la investigación. Se busca acudir a las fuentes primarias, utilizar la
bibliografía, bien sea antigua o moderna, seleccionar la mejor literatura del tema a
tratar, valorar la información recolectada para su análisis y aportes personales, medir
la calidad de la información, no por su cantidad, sino por su contenido y que la
información obtenida sea referida al tema propuesto en el trabajo de investigación.
Por su parte la Universidad Santa María, (USM, 2010) en su manual de
presentación de trabajos de grado y de acuerdo a la definición que plantea la UPEL,
puntualiza la investigación analítica: “es aquella que trata de entender las
situaciones en términos de sus componentes. Intenta descubrir los elementos que
conforman cada totalidad y las interconexiones que explican su integración” (p. 42)
La técnica aplicada para el desarrollo de este estudio documental es la de
elaboración de fichas bibliográficas, que sirven para registrar las diversas fuentes que
se han utilizado y proporcionan datos para anotar la bibliografía.
Finalmente, para Balestrini (2001), en este capítulo se debe dejar planteado
“… el conjunto de técnicas e instrumentos de recolección de información que se
introducirán a lo largo del proceso de investigación… a fin de alcanzar los objetivos
del mismo.” (p. 134).
Por ello que la investigación documental está acompañada de una serie de
entrevistas aplicadas a funcionarios de la Empresa Envidrio en Uruguay y
Venvidrio en Venezuela
El instrumento aplicado contempla 12 preguntas, abiertas, que permiten
responder las interrogantes planteadas en la presente investigación.
88
Sistema de Variables
Según Ferrer (1995), “una variable es una propiedad que puede variar y cuya
variación es susceptible a medirse.” (p. 75).
Por su parte, en las Normas para la elaboración, presentación y evaluación de
los trabajos especiales de grado de la Universidad Santa María (2001), las variables
se definen como “La representación de los elementos… que pueden asumir diferentes
valores cada vez que son examinados… constituyen el centro del estudio.” (p. 36).
Para Aquino (2000), las variables representan los aspectos que adquieren
diferentes valores y, según lo expuesto por Balestrini (2001), “Una variable es un
aspecto o dimensión de un objeto, o una propiedad de estos aspectos o dimensiones
que adquiere distintos valores y por lo tanto varia.” (p. 102).
Finalmente, Hernández, Fernández y Baptista (2006) la definen como “Una
propiedad que puede variar y cuya variación es susceptible de medirse.” (p. 76).
De las citas anteriores se interpreta que las variables aluden a elementos que
pueden alcanzar distintos valores cada vez que son sometidos a estudio, ya que se
pueden reflejar en diferentes formas en función de las situaciones o circunstancias en
que se presentan.
Las variables del estudio se identificaron, definieron y operacionalizaron de
acuerdo con los objetivos de la investigación y la teoría que sustenta el estudio.
Cuadro 5
Identificación y Definición de las Variables
Objetivos Específicos Variable Definición Conceptual
Identificar las condiciones
y factores que
coadyuvaron a la
internacionalización de
Envidrio.
Condiciones y factores de
la internacionalización de
Envidrio
Abarca los aportes que
autores interesados por el
tema han emitido, así como
los datos obtenidos en las
entrevistas realizadas, de-
sarrollando toda una teoría
acerca de la
internacionalización de las
Empresas.
89
Cuadro 5 (cont.)
Analizar el efecto de los
Acuerdos de Integración y
la cooperación de la
República Bolivariana de
Venezuela en el desarrollo
de la empresa Envidrio.
Efectos de la Integración y
cooperación
Examinar y mostrar los
resultados de los Acuerdos y
la pertinencia de ampliar el
MERCOSUR en relación a la
incorporación de nuevos
países.
Identificar las
características del
encadenamiento
productivo y la política de
autogestión empresarial en
el crecimiento de la
empresa.
Características del
Encadenamiento
Productivo-
Visualizar la posibilidad de
desarrollar una teoría de
autogestión y
encadenamientos productivos,
como una nueva forma de
Integración.
Identificar la incidencia de
la autogestión empresarial
en la experiencia del caso
de la empresa Envidrio.
Incidencia de la
autogestión empresarial.
Visualizar la posibilidad de
desarrollar una teoría de la
autogestión empresarial como
método novedoso de gerencia
de empresas.
Fuente: Elaboración propia, según el modelo de la USM (2010).
Definición Operacional
Para la Universidad Santa María (2010):
La definición operacional de la variable representa el desglosamiento
de la misma en aspectos cada vez más sencillos que permiten la
máxima aproximación para poder medirla, estos aspectos se agrupan
bajo las denominaciones de dimensiones, indicadores y de ser
necesario subindicadores. (p. 37)
Balestrini (2001) señala: “El desglosamiento de cada variable debe ser
preciso, ya que en la medida en que se logre un mejor nivel de concreción o
especificidad de las variables se logrará su estudio de una manera más eficiente.” (p.
114).
Los planteamientos anteriores evidencian que la operacionalización de las
variables representa un proceso necesario, en el cual se deben considerar cada uno de
90
los elementos que conforman a los objetivos específicos por separado, lo que implica
que dichos objetivos deben ser desarrollados en su mínima expresión para que la
investigación mantenga la mayor exactitud durante su desarrollo.
La operacionalización de las variables consideradas en el presente estudio se
presenta en el cuadro 6.
Cuadro 6
Operacionalización de variables
Variable Dimensión Indicador
Condiciones y factores de la
internacionalización de
Envidrio.
Económico
Legal
Encadenamiento, Integración y
Autogestión
Cooperación
Campo Laboral
Fundamentos legales.
Efectos de la Integración y
cooperación
Producción Proyección Laboral
Valorización del trabajo
Características del
Encadenamiento Productivo
Teórico Teorías que validan el proceso
Definiciones.
Características
Incidencia de la autogestión
empresarial como estrategia
gerencial
Económico
Comercial
Gerencial
Proceso de Análisis
Fuente: Elaboración propia (2006), según el modelo de la USM (2010).
Población y Muestra
Población
Según Ramírez (1999):
El término población reúne, tal como el de universo, a individuos,
objetos, etc., que pertenecen a una misma clase por poseer características
similares, pero con la diferencia de que se refiere a un conjunto limitado
por el ámbito del estudio a realizar. (p. 63)
91
Para los efectos del presente estudio, la población estuvo conformada por
personal que trabaja en la empresa Envidrio, ubicada en el Cerro PTI, Zona
Industrial, Montevideo, Uruguay y por personal de la empresa Venvidrio, ubicada en
Zona Industrial Carmen Sánchez Jelambí Avenida José Luis Faure, Valera, Estado
Trujillo, Venezuela.
A continuación se muestra el cuadro correspondiente a la población objeto del
estudio.
Cuadro 7
Distribución de la Población en las empresas Envidrio y Venvidrio
Envidrio Venvidrio Total
Masculino Femenina Masculino Femenina
fi % fi % fi % fi % fi %
Gerentes 9 7,2 0 0 129 8,76 19 7,57 157 8,47
Trabajadores 116 92,8 4 100 1.344 91,24 232 92,43 1.696 91,53
Total 125 100 4 100 1.473 100 251 100 1.853 100
Fuente: Elaboración propia. (2015)
Muestra
La muestra, según Ferrer (1996), “es un subgrupo de la población” (p.53).
Por su parte, Ramírez (1992) explica que la muestra “implica que el investigador
obtiene información de unidades de población escogidas de acuerdo con criterios
previamente establecidos” (p. 53).
Así mismo, se presenta a continuación la muestra objeto del estudio.
92
A continuación se elabora la tabla donde se refleja la muestra del estudio.
Cuadro 8
Distribución de la Muestra de grupos experimentales
Envidrio Venvidrio Total
Masculino Femenina Masculino Femenina
fi % fi % fi % Fi % fi %
Gerentes 4 40 1 33,33 5 38,46
Trabajadores 6 60 2 66,76 8 61,54
Total 10 100 3 100 13 100
Fuente: Elaboración propia- (2015)
Procedimiento Metodológico
Los pasos que se siguieron para realizar la presente investigación son los siguientes:
1. Investigación documental. Revisión de la literatura y fuentes secundarias en
las bibliotecas e Internet, a fin de buscar información relacionada con el estudio,
obtención de la literatura, consulta de la literatura, selección y extracción de la
información y procesamiento de la información.
2. Luego de obtener la información disponible y oportuna de las bibliotecas,
se procedió a formular los objetivos (general y específicos) y a precisar las variables;
se analizaron críticamente las fuentes bibliográficas, determinando su confiabilidad y
su periodicidad, con el objeto de descubrir hasta qué punto se han desarrollado
estudios relacionados con el encadenamiento productivo, los procesos de Integración
y autogestión empresarial.
3. Se construyó el marco teórico, es decir, se hizo una búsqueda en los
antecedentes y se estudiaron de manera general los fundamentos conceptuales en
torno al tema objeto de este estudio.
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4. Se completó el trabajo con el marco metodológico, en donde se detalló el
tipo y diseño de la investigación, para, finalmente, formular las conclusiones y
recomendaciones pertinentes.
5. Se desarrollaron una serie de entrevistas a los miembros de la Comisión
Directiva y trabajadores de la Empresa Envidrio en Uruguay y Venvidrio en
Venezuela, con la finalidad de obtener información en torno al caso de estudio.
6. La investigación documental, junto a la sistematización de las entrevistas,
permitió desarrollar el caso de estudio y elaborar las conclusiones y recomendaciones
de la referida tesis de maestría.
Validez y Confiabilidad
Validez
De acuerdo con Ferrer (1995), toda medición o instrumento de recolección de
datos debe reunir dos requisitos esenciales: confiabilidad y validez.
Para Hernández y otros (2006): “se refiere al grado en que un instrumento
mide la variable”. (p. 277). Es decir, la validez indica si un instrumento o prueba
mide o no lo que pretende se medir.
En investigación, la validez se refiere a la existencia o no de una adecuación
entre el objeto de la investigación y el instrumento de la misma. Se dice que una
técnica es válida cuando permite medir con exactitud aquello que está destinada a
medir. El nivel de validez de un método o de una técnica metodológica y de las
investigaciones realizadas con ellos se juzgará por el grado de coherencia lógica
interna de los resultados o por la ausencia de contradicciones con resultados de otras
investigaciones o estudios bien establecidos (Aquino, 2001).
La validez de los instrumentos utilizados en esta investigación se determinó
mediante dos (2) procedimientos. En primer lugar, se verificó la validez de contenido
mediante una tabla de especificaciones que relaciona las variables e indicadores con
los ítems o preguntas del instrumento. La validez de contenido se refiere al grado en
el instrumento o prueba mide lo que se quiere medir, a partir del análisis de contenido
del instrumento de medición.
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Es un tipo de validez no estadística que trata de determinar: (a) si el contenido
del instrumento de medición es representativo del universo de contenido de la
propiedad que se va a medir, (b) si todos y cada uno de los reactivos que conforman
el instrumento pertenecen al universo de contenido de la propiedad bajo estudio.
En la tabla de especificaciones se estableció una relación lineal entre los
indicadores y el número de ítems correspondientes en el instrumento, lo que permitió
determinar la validez de contenido del instrumento.
En segundo lugar, la validez interna o de criterios se determinó mediante
juicio de expertos, para lo cual se consultó a un grupo de profesionales integrado por
un (1) Especialista en Planificación y Evaluación, un (1) Asesor de Investigación,
Diplomado y un (1) Especialista en Metodología de la Investigación.
Los expertos recibieron los objetivos, las variables, los indicadores y los
instrumentos para hacer recomendaciones sobre la redacción, secuencia, coherencia,
presentación, estructura, ítems correctos, ítems que pueden modificarse, ítems a
eliminar e ítems que deben incluirse.
A continuación, en el Cuadro 9, se presenta el resultado del juicio de expertos,
en un formato de doble entrada.
Cuadro 9
Resultados del Juicio de Expertos
Ítems
Instrumento Propuestos Aprobados Sugeridos Modificados Eliminados Total
Entrevista 16 10 2 2 4 12
Confiabilidad
La confiabilidad es la cualidad de los instrumentos para predecir la presencia de
resultados determinados con esos instrumentos que revelen las condiciones reales
medidas en los sujetos. La confiabilidad se obtiene cuando un instrumento, aplicado
en condiciones diferentes a sujetos iguales o equivalentes, arroja resultados iguales o
95
similares. Así, la confiabilidad es la exactitud o precisión de un instrumento de
medición. A mayor confiabilidad, mayor es la aproximación de la medida al valor
verdadero (Aquino, 2001).
De acuerdo con Hernández y otros (2006):
La confiabilidad se refiere a la cualidad de los instrumentos de medición
que expresa el grado con el cual las mediciones de un instrumento son
consistentes, precisas o libres de error. En consecuencia, se puede definir
en tres sentidos, cada una de las cuales se puede determinar
cuantitativamente como medida de estabilidad de las observaciones,
como medida de precisión y como medida de error. (p. 48)
La confiabilidad de las pruebas utilizadas en esta investigación se determinó
mediante una prueba piloto realizada con una muestra de siete (7) trabajadores que no
formaron parte de la muestra final.
96
CAPÍTULO IV
ANÁLISIS DEL CASO
Introducción
Analizar un caso implica establecer un diálogo metódico sobre situaciones
reales con fines de aprendizaje, situaciones exactamente iguales a las que tienen lugar
en el día a día. Un caso trata sobre un hecho concreto con el que tienen que verse
todos los involucrados en la operación y ejecución de un proyecto, por tanto, es la
descripción estricta de un hecho real: no es un ejemplo ni debe tomarse como tal, no
es una situación buena o mala, es simplemente; lo que ocurre u ocurrió en una
situación real determinada.
No se trata pues de inventar situaciones para redactar casos. La intensión que
se busca al describir y analizar un caso, es plasmar genuinas condiciones que han
enfrentado los diversos actores involucrados en el diseño, operación y ejecución de
un programa o proyecto, ello con el fin de ser analizado con miras a identificar y
evaluar cauces alternativos de acción y recomendaciones para quienes toman
decisiones.
Partiendo del anterior señalamiento, hemos tomado como caso de estudio a la
Empresa Envidrio, ubicada en la zona industrial del Cerro PTI, en Montevideo,
Uruguay, no sin antes recordar que dicha empresa surge como iniciativa de los
trabajadores del sector vidrio (ex - Cristalerías del Uruguay) quienes en su empeño
por continuar preservando sus puestos de trabajo ante el cierre de la empresa,
generaron una nueva forma de gestionar y de construir una alternativa empresarial,
que luego de estrategias gerenciales propició iniciativas y proyectos de cooperación e
integración con otros sectores del vidrio en la región. En síntesis, lo que comenzó
como una alternativa para preservar puestos de trabajo, hoy promueve una dimensión
97
novedosa sobre la cooperación, el encadenamiento y la integración, tal y como la
hemos conocido y estudiado en los últimos años.
Haciendo un poco de historia, la empresa Envidrio abre sus puertas, como
empresa autogestionada por sus trabajadores en Agosto del año 2008, como resultado
de un proceso de toma y ocupación desarrollado por varios años, en concreto y según
describen los propios trabajadores, luego de 409 días desde la toma de la empresa
Cristalerías del Uruguay.
Contexto Histórico Empresarial.
En el año 1914, en un pequeño local de la calle Asamblea, Don José Gercar y
sus dos hijos, Ernesto y José I. fundaron una manufactura del vidrio con el nombre de
“Cristalería Uruguaya”. Provenían de una familia europea, dedicada desde hacía
varios siglos a la fabricación y al perfeccionamiento de esta industria. Se trató de
expertos fabricantes que vinieron a traer el fruto de su experiencia y capacidad,
vigorizando en Uruguay una industria hasta entonces anémica. La fábrica fue
prosperando y creciendo, hasta que en 1925 se transformó en “Sociedad Anónima
Cristalerías del Uruguay”. (Gonella, Muñoz, Wallace ,2009).
En el año 1930 se inauguró la moderna fábrica, dotándola del edificio sobre la
calle Comercio. Esta se caracterizó por su producción de toda la rama de la industria
vidriera. En el año 1932, la empresa Cristalerías de Uruguay innova ingresando en el
sector del plástico, comenzado por fabricar artículos de “bakelita”. Para 1937,
introduce la primera máquina automática para la fabricación de botellas y equipos
para producir ampollas para inyectables, consolidándose como la única fábrica de su
estilo en el país. En 1943, con una visión realmente avanzada para la época, se
implementa una política interna que otorgaba al personal subsidios por fallecimiento,
matrimonio y nacimiento, así como asistencia médica a funcionarios y familiares y,
finales de la década del 60, la empresa emite por primera vez obligaciones al
portador. (Ibídem)
A mediados de la década del 70, el desarrollo y aprendizaje acumulado junto a
la nueva realidad del país de cara a la región, propicia que Cristalerías del Uruguay
98
inicie exportaciones a los mercados vecinos de Argentina, Brasil y Paraguay,
obteniendo sucesivamente en los años siguientes el premio a la exportación al sector,
otorgado por el Banco República. (Ibídem) Este acontecimiento es fundamental para
comprender la realidad actual del caso en estudio.
En el año 1984, la empresa introduce la tecnología PVC, incursionando en el
sector del plástico y fundando la empresa “Cristalplast S.A.”. Para 1994, remarca su
postura innovadora al introducir la tecnología del PET, fundando “Cristalpet S.A.”,
que inicia su línea de producción con la fabricación de envases retornables para Coca
Cola, quien previamente los importaba desde Argentina. Sólo en el sector del vidrio
las inversiones de la empresa entre 1987 y 1992, superaron los U$S 5 millones y
entre 1994 y 1998, alcanzaron los U$S 7 millones y el crecimiento sostenido y
expansivo de la empresa durante más de 70 años, la convertía en una referencia para
todos los uruguayos. (Ibídem)
Sin embargo, el 21 de abril de 1999, a las once y treinta de la mañana y sin
que mediara aviso previo, José Gercar, uno de los titulares de la firma, daba a sus
trabajadores la noticia del cierre de la empresa. Planteaba como irreversible la
decisión de los empresarios y esta, se basada fundamentalmente en el paulatino
predominio del plástico sobre el vidrio hueco, sumando a ello la devaluación del real
lo cual afectaba las exportaciones al Brasil y en el rigor de las políticas sindicales. La
reunión con los trabajadores se cerró con el anuncio de que disponían de los haberes
para pagar los despidos correspondientes. Entre el personal administrativo y de planta
la población trabajadora era entre 250 y 300, quienes quedaban literalmente en la
calle. (López y Bello, 2014)
La crisis de los años noventa y el fenómeno del cierre de empresas
Según expresan Gonella, Muñoz y Wallace, (2009), la economía mundial
comenzó a superar gradualmente a partir de setiembre de 1998, la crítica situación
que caracterizó el funcionamiento de las economías emergentes desde mediados de
1997, la cual afectó sensiblemente a los mercados internacionales y redujo el ritmo de
crecimiento del producto y el comercio mundial, iniciando así una nueva fase
99
caracterizada por una relativa recuperación y mejora de las condiciones de
funcionamiento de los mercados internacionales.
Como señalan los autores en la primera mitad de 1999, el ritmo de expansión
de la economía mundial se aceleró, lo que permitiría alcanzar al cabo del año, una
tasa de crecimiento superior a la de 1998, sin embargo y a pesar de la recuperación de
la economía internacional, en los primeros meses de 1999 la economía uruguaya
continuó recibiendo influencias predominantemente negativas del ámbito
internacional, destacando:
1 - La caída de los precios de las materias primas no petroleras, en particular de los
alimentos. Los precios de los productos de exportación uruguayos, materias primas
agrícolas y de la gran mayoría de los alimentos tendieron a caer sensiblemente.
2 - El aumento del precio del petróleo. El precio de éste que había caído
considerablemente en 1997 y 1998, comenzó a recuperarse a partir de principios del
99. La confluencia de las significativas caídas de los precios de exportación y los
marcados aumentos de los precios del petróleo, determinó un pronunciado deterioro
de los términos de intercambio uruguayos.
3 - La reducción y encarecimiento del financiamiento externo en las economías
Latinoamericanas. La agudización de la crisis financiera internacional sobre todo a
partir de la moratoria Rusa provocó un significativo incremento del “Riesgo País” de
los mercados emergentes, que se tradujo en la limitación y encarecimiento del crédito
externo para esos mercados. El retiro de los inversores externos impactó en forma
muy negativa sobre los mercados de valores y de cambios de los mercados
emergentes. Muchos países tales como Brasil, Chile, Ecuador y Colombia
abandonaron sus políticas de tipo de cambio fijo con bandas cambiarias y adoptaron
regímenes de tipo de cambio fluctuantes. Uruguay que poseía una alta calificación de
riesgo y abundantes reservas internacionales, dispuso del financiamiento y no
modificó su régimen cambiario. No obstante, el restrictivo cambio financiero afectó
indirectamente a Uruguay a través de sus efectos sobre los países de la región.
100
Asimismo, las influencias regionales sobre la economía uruguaya fueron muy
negativas durante los meses del año 99 y estuvieron marcadamente condicionadas por
el efecto negativo de la maxidevaluación de Brasil.
La toma de la planta y la organización de los trabajadores.
Como señalan Gonella y otros (2009), al momento en que se produce el cierre
de la fábrica, los trabajadores decidieron ocupar la misma, negándose a aceptar que
no había mercado para envases de vidrio en Uruguay, pese a que sus dueños
aseguraban que era inviable. Los trabajadores eran todos hombres. La ocupación duró
409 días. En ese ínterin señalan los autores que la actitud del Estado se limitó a
cumplir con las obligaciones relativas a las prestaciones de seguridad social, debido a
que los trabajadores fueron enviados al seguro de paro sin reintegro posterior a la
empresa.
La decisión tomada por los trabajadores aquel 21 de abril de1999 que,
mediante la ocupación de la fábrica, reclamaban la posibilidad de autogestionar la
unidad productiva desechada por los empresarios del grupo Cristalerías del Uruguay
S.A., abrió pasó a diversos actores de los ámbitos académicos, políticos y
empresariales, quienes comenzaron a elaborar un proyecto de viabilidad con el
nombre de “Enciclo”, cuya forma jurídica a los efectos comerciales, sería la de una
sociedad anónima, manejando como posible denominación “Tensilco S.A”.
Dentro de los actores que tuvieron un rol fundamental en aquel proyecto, los
autores Gonella, Muñoz y Wallace destacan al Economista. Daniel Olesker, al Ing.
Nelson Salle y al Lic. Fernando Cetrulo, cuya labor estuvo centrada en la
demostración de factibilidad y viabilidad del proyecto. También destacó el papel que
jugó en lo que tiene que ver con el asesoramiento financiero y político, la Asociación
de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU) y el Secretariado Ejecutivo del PIT-
CNT.
Estás primeras iniciativas y gestiones en diversos ámbitos, permitieron
materializar un primer logro, que sería relevante para la posterior puesta en marcha
del nuevo proyecto empresarial del vidrio y fue la resolución municipal (Resolución
101
N° 3881/99 del 12/10/1999),mediante la cual, ésta pasaría a ser fiador solidario de
Tensilco S.A. por un monto de U$S 5.000.000,00; a los efectos de obtener el
financiamiento necesario para la compra de los Activos Fijos de la empresa
Cristalerías del Uruguay S.A.
Como lo destacan Gonella y otros (2009), el proyecto requería de una
inversión inicial de U$S 9.000.000,00, lo cual hacía necesaria la recurrencia al
sistema financiero. La dilación de los plazos para la obtención del financiamiento
jugó en contra para las aspiraciones de los trabajadores, que no encontraron el
respaldo necesario de las autoridades gubernamentales para su puesta en marcha. Para
el año 2002, la severa crisis económica y financiera en la Argentina y su consecuente
impacto en el Uruguay, el cual se encontraba inmerso en una de las peores crisis
financieras de su historia, lapidó definitivamente cualquier posibilidad de concreción
del proyecto.
Sin embargo, el lema de los ex trabajadores de Cristalerías del Uruguay “La
única lucha que se pierde, es la que se abandona”, fue el aliciente para que su
empeño en retomar el oficio que durante toda una vida habían desarrollado, que era
la fabricación de envases de vidrio hueco, tuviera una alternativa de concreción. A
finales del 2004, se produce un cambio político histórico en el Uruguay, dando así un
nuevo impulso a la posibilidad de concretar la idea de autogestión que motivó la
ocupación de la fábrica de Cristalerías del Uruguay S.A. en 1999, comenzaba a
visualizarse el nacimiento de una empresa autogestionada por los trabajadores, la
empresa Envidrio.
Autogestión e Integración. La experiencia de Envidrio con la República
Bolivariana de Venezuela
El cambio político nacional en el Uruguay abrió paso a un relacionamiento
más estrecho con la región latinoamericana y en particular, con la República
Bolivariana de Venezuela. En el año 2005 se produce la primera visita del Presidente
de Venezuela Hugo Chávez al Uruguay y en esa oportunidad, el mandatario
102
manifestó al Presidente Tabaré Vázquez, su intención de ayudar a través de
financiamientos, a la recuperación de empresas por sus trabajadores.
Este acontecimiento se recoge en lo señalado por el intendente de Montevideo
para la época, Ricardo Erlich en sus palabras durante la visita del Presidente Chávez
al Complejo Industrial el Cerro PTI, el 08 de diciembre de 2005.
…Hace algunos años cuando cerró Cristalerías del Uruguay, todos
compartimos con pesar lo que era el fin de una etapa, veíamos con
dolor que se cerraba un tipo de país. Hoy, con el descubrimiento de
esta placa que hemos compartido hace pocos instantes, lo que estamos
haciendo es dando una señal de que iniciamos una etapa diferente.
Estamos construyendo un nuevo país, es6tamos abriendo el camino
para generaciones futuras. Y esto ha sido posible por varias razones.
Ha sido posible por la lucha, por el combate de trabajadoras y
trabajadores, por reabrir, por recuperar fuentes de trabajo. El combate
por la dignidad, por seguir manteniendo libres los sueños y la
esperanza. Entonces, la señal que estamos dando hoy, es esa, de que es
posible abrir caminos de sueños, es posible construir un futuro
distinto. Esto se hace en un contexto, muy particular, en un contexto
en el que se levantan muy altas las banderas de la solidaridad, valor
que queremos cultivar, que queremos construir y sobre el cual
tratamos de edificar una sociedad nueva. Una solidaridad además, en
el marco de los pueblos latinoamericanos. Los valores solidarios son
aquellos que cuando se establecen ambas partes reciben algo, cuando
hay algo mas que un intercambio, la solidaridad es cuando sentimos
que el bienestar del otro forma parte de nuestro propio bienestar. Y así
lo sentimos. Esto que estamos haciendo hoy es un ejemplo de
solidaridad ante el pueblo y ante los latinoamericanos, y sobre todo,
entonces, constituye, por un lado con el espíritu de los trabajadores y
con el ejemplo de esta amistad de los dos extremos de América
Latina, una muy fuerte señal de seguir construyendo la patria
americana sobre valores de dignidad, sobre valores de trabajo y
valores de solidaridad…
Uruguay y Venezuela firman en diciembre del 2005, el Acuerdo que crea el
“Fondo del Sur”, donde se establecía una transferencia de U$S 5.000.000,00hacia
Uruguay, para financiar proyectos de empresas recuperadas por sus trabajadores, a
cambio de la participación de técnicos uruguayos en programas de capacitación y
trabajos concretos en emprendimientos de trabajadores en Venezuela. A partir de este
103
acontecimiento y con base a lo reseñado en la Gaceta Oficial número 5.822 de la
República Bolivariana de Venezuela que señala en su artículo 1ro:
La República Bolivariana de Venezuela aporta a través del Fondo del
Sur, la cantidad de cinco millones de dólares ($ 5.000.000) con el
objeto de apoyar planes y/o proyectos productivos en la República
Oriental del Uruguay, destinados a la recuperación de empresas
autogestionadas por los trabajadores en los rubros de cauchos y
guantes, vidrio, y curtiembre de cueros.
Es en este contexto donde Envidrio recibe la cantidad de U$S 3.920.000 para
su funcionamiento.
La propuesta de Envidrio, según señalan Muñoz, Gonella y Wallace, fue
menos ambiciosa que la presentada en 1999. En ésta oportunidad, se trabajó pensando
en ubicar fuentes de financiamiento como fase inicial, para comenzar las operaciones
y en una primera instancia, abastecer el mercado interno, para luego de obtener un
posicionamiento estable en el mismo, comenzar a apostar a las exportaciones. Es así
que la inversión inicial de Envidrio requería de algo más de U$S 7.000.000,00.El
financiamiento otorgado por el gobierno de Venezuela permitía entonces cubrir el
56%del total de la inversión necesaria para comenzar la producción. El 44 % restante
debía provenir del sistema financiero, en particular del Banco de la República
Oriental del Uruguay (BROU).
Sin embargo, el apoyo financiero del BROU debía transitar por una serie de
estudios técnicos elaborados por el propio banco, para lo cual los trabajadores
emprendieron la tarea de instalación de la nueva fábrica, ubicándose en el Parque
Tecnológico Industrial del Cerro, un predio municipal destinado a la instalación de
empresas, fundamentalmente de carácter industrial, que emplean mano de obra con
preferencia de la zona, obteniendo ventajas en cuanto a costos de arrendamiento de
espacios, mano de obra, etc.
La compra de maquinarias, horno y demás activos fijos requería de un
desembolso importante de dinero y para minimizar estos costos, se buscó la
declaratoria de Interés Nacional del proyecto. Hasta ese momento, sólo podían
104
obtener la declaración de interés los proyectos presentados por sociedades anónimas,
lo que obligó a los trabajadores a adoptar esta forma jurídica.
Como lo expresara Leonardo Laitano, director de Envidrio en una entrevista
dada a La Diaria en el año 2009:
Es una sociedad anónima. Pero en su función es cooperativa, porque
el 100% de las acciones son de los trabajadores, no se pueden vender
para afuera, ni entre compañeros, ni transferir y el propietario de esas
acciones, es una asociación civil sin fines de lucro llamada 21 de
Abril. La sociedad está constituida por sesenta trabajadores (todos ex
trabajadores de Cristalerías). El directorio está conformado por doce
miembros; los cargos son elegibles, cada cinco años se renueva el
50%, de modo que seis directores permanecen en sus cargos hasta el
siguiente período, para oficiar de nexo con los seis entrantes. Se
autodenominan directores honorarios, dado que ganan en función de
las categorías de producción, con la intención de que no haya
competencia por la dirección.
La nueva sociedad llevaría el nombre de Ebigold S.A., cuyas acciones
pertenecen en un 100 % a la Asociación Civil “21 de abril Envidrio” y el esfuerzo por
obtener la calificación de declaración de Interés Nacional daría sus resultados, lo cual
permitió la exoneración del IVA a la compra de los activos fijos, redundando en un
ahorro de unos U$S 700.000,00 aproximadamente de los fondos existentes. En este
contexto, el desarrollo del Proyecto Envidrio se iba concretizando, ya no como una
aspiración exclusiva de los trabajadores, sino con el apoyo de actores
gubernamentales dentro y fuera del Uruguay.
El proceso de instalación de la fábrica fue seguido por el gobierno a través de
la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, quien oficializó como contralor del mismo
a la Corporación Nacional para el Desarrollo. Entre 2006 y 2007, comenzó la
construcción de la nueva fábrica en el Polo Tecnológico y pese a la inyección de
capital proveniente de Venezuela, el dinero escaseaba y los trabajadores, ya
constituidos en una cooperativa, presentan su proyecto en el II Concurso del BROU.
Finalmente el proyecto fue premiado por el BROU dentro de los mejores
cinco proyectos de producción nacional presentados ante el Banco, lo cual permitió
el acceso a un préstamo de U$S 3.280.000,00, logrando no sólo el capital necesario
105
para culminar detalles de la instalación de la fábrica, sino también, el capital de
trabajo suficiente para comenzar las actividades comerciales.
El apoyo del Estado ya no solo se expresaba desde la perspectiva política y
financiera, sino que desde la dimensión jurídica, el Gobierno dio señales de fomentar
aquellas industrias con el menor impacto ambiental posible. Es así que en el año 2007
y con base a las leyes 17849/04 y 17283/00 referidas a la protección del medio
ambiente, se aprueba el Decreto Nº 260, cuyo objetivo es la promoción del reciclado
de los envases. Gonella, F., Muñoz, J., Wallace, C. (2009).
El producto fabricado por Envidrio, es de muy bajo impacto ambiental y
100% reciclable, lo cual demuestra que la actividad industrial de la nueva fábrica está
en consonancia con el marco jurídico impulsado por el Gobierno Nacional, dándole
fortaleza al proyecto de Envidrio. (Muñoz, Gonella y Wallace (p. 83)
Como expresan López y Bello (2014), la construcción de la nueva fábrica
permitió que el 4 de julio de 2008, se encendiera el horno (que tiene que estar veinte
días en funcionamiento para ser operativo) y el 8 de agosto de 2008, se inaugurara de
manera formal la nueva fábrica de envases de vidrio (Envidrio), concretando el
objetivo buscado por los entonces trabajadores de Cristalerías del Uruguay S.A.
cuando emprendieron la ocupación de la fábrica aquel 21 de abril de 1999, de
preservar sus puestos de trabajo y generar bienes a la sociedad uruguaya.
Tras nueve años de lucha y transformaciones, los ex trabajadores de
Cristalerías del Uruguay instalaron su propio emprendimiento y se constituyeron en
la única fábrica de vidrio hueco de nuestro país, con el apoyo del Estado uruguayo y
el aporte de la República Bolivariana de Venezuela, abriendo pasó así, a la
posibilidad de avanzar en otras alternativas de cooperación, que motivado a las
circunstancias vivenciadas en Venezuela a partir del año 2010, posibilitó a los
trabajadores de Envidrio, en brindar asesoría a los proyectos de vidrio hueco en
Venezuela y proyectar un posible Encadenamiento Productivo.
Sin lugar a dudas que la autogestión, en combinación con el aporte y
acompañamiento estatal en el caso de Envidrio, fueron factores determinantes para su
puesta en marcha y actual funcionamiento, más sin embargo, esta iniciativa no se
106
limitaría solo a un emprendimiento en el Uruguay y la dinámica socioeconómica y
política, incidiría en que los trabajadores de Envidrio en retribución al apoyo de
Venezuela, impulsarán otras iniciativas en la región que hoy aun, están en
construcción y modelación.
La cooperación entre Uruguay y Venezuela se fortaleció con la llegada al
poder del Presidente José Mujica en el año 2010. Mujica, quien es un defensor de las
iniciativas autogestionadas y a su vez, tenía una estrecha relación con el Presidente
Chávez, visualizan en el año 2010, y motivado a la expropiación que el gobierno de
Venezuela hace sobre la empresa productora de vidrio hueco Owen Illinois, la
necesidad que Uruguay apoye a Venezuela en la gestión y el manejo de la ex Owen
Illinois, hoy Venvidrio, mediante la autogestión como iniciativa novedosa en la
gerencia de emprendimientos de este tipo.
En Octubre de 2010, mediante Decreto Presidencial publicado en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela número 39.538, el Gobierno de
Venezuela decreta una expropiación a la transnacional Owen Illinois, para desarrollar
un proyecto denominado “Fortalecimiento de la Capacidad Industrial del Sector
Publico en la Fabricación de Envases de Vidrio”. Esta particular circunstancia
determinó que los trabajadores de Envidrio, quienes años antes habían recibido el
apoyo del Estado venezolano y, ávidos de conocer la experiencia venezolana,
ofrecieran su apoyo en términos de transmitir la amplia experiencia de autogestión y
gerencia que durante años, habían desarrollado en la conceptualización, diseño y
puesta en marcha de Envidrio.
En este sentido, comenzaron a desarrollarse encuentros entre la Directiva de
Envidrio y las autoridades venezolanas, quien desarrollaba el proceso de expropiación
conforme a su legislación y reglamentos. En diciembre del año 2010, mediante
decisión de la Corte de lo Contencioso Administrativo número 2010-1455, se
determina la medida cautelar para el uso de los bienes de la empresa Owen Illinois de
Venezuela, razón por la cual, debía acelerarse la puesta en marcha de dicho
emprendimiento por parte del Estado venezolano.
107
El apoyo y acompañamiento de los trabajadores de Envidrio, facilita y
promueve la creación en Abril de 2011, mediante el decreto 8.134 de la Empresa
Venezolana del Vidrio (Venvidrio), iniciando así sus operaciones ya bajo la figura de
una empresa del Estado, gerenciada por sus trabajadores. El acompañamiento y
asesoría de Envidrio fue determinante en lo concerniente a la autogestión, tomando en
cuenta que la creación de la Empresa Venvidrio parte de una medida ejecutiva del
Estado venezolano, hecho totalmente distinto a lo desarrollado en Uruguay, donde el
cierre de Cristalerías determinó la toma de la empresa y el desarrollo para la
construcción y puesta en marcha de Envidrio.
Venvidrio es una empresa del Estado venezolano y tiene como aspectos
centrales, según lo contemplado en el decreto 8.134, del 05 de abril del 2011, en los
artículos 1ro. y 2do. lo siguiente:
Artículo 1º. Se autoriza la creación de una Empresa del Estado, bajo la
forma de compañía anónima, que se denominará VENEZOLANA
DEL VIDRIO, C.A. (VENVIDRIO), la cual estará adscrita al
Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Industrias
Intermedias, y tendrá su domicilio en el lugar que indique su Acta
Constitutiva Estatutaria, pudiendo establecer sucursales y agencias
dentro y fuera de la República Bolivariana de Venezuela, previa
autorización de la Asamblea de Accionistas y de su órgano de
adscripción. (…)
Artículo 2º. La compañía anónima VENEZOLANA DEL VIDRIO,
C.A. (VENVIDRIO), tendrá por objeto social la producción,
fabricación y comercialización de envases de vidrio en general y sus
derivados, necesarios para suplir las necesidades presentes en las
diversas áreas de la población, así como, contribuir con la
construcción de la soberanía y fortalecer la capacidad industrial, en la
fabricación de envases de vidrio para el pueblo venezolano,
preservando y protegiendo el medio ambiente, consolidando su
capacidad y asistencia técnica para la generación de empleos; y en
general, la ejecución de todos los actos lícitos, que sean necesarios
para la consecución de su objeto.
El acompañamiento de Envidrio a los funcionarios del Estado venezolano se
orientó a la asistencia técnica para que en Venezuela se constituyan también grupos
empresariales y emprendimientos con niveles adecuados de competitividad,
capacitación laboral de trabajadores en la Planta de la zona de Trujillo entre otros; y
108
el mismo redundó en que hoy Venvidrio, mantenga de manera óptima su cartera de
clientes, satisfaciendo la demanda nacional en Venezuela y sirviendo de proveedor a
empresas tanto públicas, como privadas.
Estos dos emprendimientos cuya naturaleza son diversas (uno autogestionado
y otro de carácter estatal), han podido articular en términos de las buenas practicas,
sus estrategias de aprendizaje e intercambio de información y experiencias, lo cual
abrió paso a la posibilidad de explorar un proyecto conjunto para la inserción en el
mercado de exportación, con especial énfasis en la región latinoamericana, la
propuesta ALENVIDRIO.
El Encadenamiento Productivo como una alternativa de Integración.
El Nacimiento de Alenvidrio.
A partir del primer encuentro entre autoridades uruguayas y venezolanas en el
año 2005, donde se suscribió el acuerdo para crear el “Fondo del Sur”, el
relacionamiento entre ambos países se fue fortaleciendo. Sin embargo, era difícil
pensar para la época, que producto de aquel esfuerzo y de circunstancias que se
fueron presentando en años posteriores, surgiera una iniciativa de asociación
estratégica en el sector de la producción del vidrio.
Si bien el Uruguay, en términos del Acuerdo del Fondo del Sur, donde en su
artículo 2 se comprometió a destinar los fondos que aportó Venezuela en el año 2005
a los proyectos especificados en el artículo 1 y en contraprestación, brindó asesoría,
tal y como lo contempla el mismo Acuerdo, al momento que el Estado venezolano
expropio Owen Illinois de Venezuela, no se visualizaba la posibilidad de proyectar
una asociación estratégica e inversión conjunta para la producción, con miras a la
exportación a los países de la región.
En el año 2011, luego de diversas reuniones y conversaciones entre las partes,
se decide firmar el Acuerdo para la Constitución de la Alianza Estratégica de
Empresas del Vidrio (ALENVIDRIO). Este instrumento fue suscrito por los
Presidentes de ambas empresas del vidrio, por la Asociación Civil 21 de Abril
(Envidrio), Daniel Placeres, por Venezolana del Vidrio (Venvidrio), Alexander
109
Sarmiento, por el Ministro de Relaciones Exteriores de la República Oriental del
Uruguay, Luis Almagro y el Ministro del Poder Popular de Industrias de la República
Bolivariana de Venezuela, Ricardo Menéndez. (Anexo B).
Al analizar el referido Acuerdo, encontramos en su estructura unos
fundamentos filosóficos y doctrinales que determinan la naturaleza del mismo,
destacando en sus enunciados, en el párrafo tercero y quinto lo siguiente
“Convencidos de la necesidad de constituir alianzas estratégicas entre
las empresas de propiedad pública, social y colectiva, de forma de
contribuir a complementar las capacidades, necesidades y
potencialidades de los sectores industrial, científico y tecnológico
(…). Convencidos de la necesidad de fortalecer el desarrollo de los
movimientos y emprendimientos sociales y colectivos de los países de
la región, apoyando la recuperación y generación de unidades
productivas solidarias, siguiendo esquemas de cogestión y
autogestión, de forma de apoyar el desarrollo productivo de las partes
(Anexo B).
En estos dos párrafos, las partes (Envidrio y Venvidrio), identifican la
necesidad de constituir alianzas estratégicas para contribuir a complementar
capacidades, necesidades y potencialidades para su desarrollo como unidades
económicas, mediante el impulso de estrategias de cogestión y autogestión, lo cual
determina la voluntad de ambas empresas en asociarse y desarrollar sus estrategias
gerenciales bajo estos principios. Durante este estudio no se identificaron en la
región en el sector vidrio, ninguna experiencia similar, siendo esta la primera de su
tipo.
En el mismo Acuerdo, se reconoce el papel de la inversión pública (el Estado)
en este tipo de emprendimientos, lo cual combina tres factores esenciales en el
referido proyecto: Autogestión, Inversión Pública y Complementariedad.
El preámbulo del Acuerdo (2011) determina el tipo de asociación que
Envidrio y Venvidrio han decidido impulsar, con fines supremos que abarcan no solo
el ámbito empresarial, sino una concepción política-económica de la Integración, tal y
como se aprecia en el párrafo segundo del mismo instrumento : “Impulsados por la
necesidad de los latinoamericanos y caribeños de diversificar y equilibrar las
110
relaciones económicas internacionales con criterios de igualdad y beneficio mutuo,
para la construcción de un nuevo orden multipolar”.
La estructura del Acuerdo establece las formas y ámbitos en los cuales, esta
asociación estratégica impulsará la iniciativa de “asociarse, encadenarse y
complementarse” en el sector vidrio. Un dato relevante es que esta Alianza queda
abierta a otros emprendimientos regionales, pudiendo ellos adherirse a la misma, tal y
como se contempla en el artículo1 de dicho Acuerdo:
El presente Acuerdo tiene por objeto sentar las bases para la
constitución de una Alianza Estratégica de empresas del Vidrio
(ALENVIDRIO), entendida como una asociación solidaria y
articuladora de empresas de propiedad pública, social y colectiva en
una plataforma común de economía de escala en el sector vidrio, con
el propósito de promover el desarrollo productivo de las partes,
mediante el mejoramiento continuo de los procesos de procura y
producción de materia prima, tecnológicos y de innovación,
productivos de distribución y comercialización, y de industrias
complementarias, asociadas o en red.
El artículo 1 define los ámbitos empresariales (mejoramiento de los procesos
de procura y producción, tecnológicos, innovación, distribución y comercialización) y
agrega en la parte final del mismo, las estrategias a seguir para la concreción de estos
ámbitos, como lo son el intercambio de información y experiencias, asistencia y
asesoría técnica en la producción, identificación coordinada de proveedores,
exploración conjunta de oportunidades de negocios, gestión y capacitación del
talentos humano, intercambio de personal técnico y especializado y en un hecho
fundamental establecido en ese articulado, desarrollo y seguimiento de proyectos y
obras entre las partes.
Sobre este particular, el estudio identificó una inversión conjunta entre ambas
empresas, con financiamiento compartido y en etapa de construcción, con una
previsión de culminación en Noviembre del 2015, la nueva planta de producción de
vidrio (ALENVIDRIO), conocida en Uruguay como Envidrio II.
El Acuerdo igualmente establece premisas de trabajo en su artículo 2 e
identifica áreas puntuales de asociación y encadenamiento como se puede apreciar en
el Acuerdo:
111
Las partes incluyen en el plan de trabajo, para asegurar la concreción
del objeto contemplado en el presente instrumento, actividades de
coordinación en las áreas de; Inteligencia de Mercados,
Comercialización Internacional, Compras Internacionales, Articulación
productiva y Capacitación de cuadros técnicos y gerenciales.
El Acuerdo instaura la solución de controversias o diferencias de manera
amigables a través de negociaciones directas y el acuerdo tiene vigencia al momento
de la suscripción, con un año de duración, prorrogable automáticamente. Este
instrumento evidencia la amplia voluntad de las partes en asociarse para constituir un
encadenamiento productivo, mediante una alianza empresarial con apoyo estatal y
abrió paso, a partir del año 2011, a una inversión conjunta entre ambos países, la
construcción de la nueva planta de Envidrio II o ALENVIDRIO.
Luego de haberse firmado el instrumento y mediante gestiones emprendidas
por la directiva de Envidrio para lograr el propósito referido , es que la empresa ha
obtenido un financiamiento de U$S 5.500.000 por el Fondo de Desarrollo
(FONDES) cuyo cometido precisamente es el apoyar a emprendimientos con
participación de sus trabajadores en la dirección y en el capital de las empresas,
priorizándose los casos de autogestión en donde de acuerdo al artículo 3º del Decreto
341/011 se conjuguen la propiedad del capital, la gestión empresarial y el trabajo en
el mismo núcleo de personas. (Mencao y Bello, 2014)
El financiamiento del FONDES para la nueva planta se complementó
mediante la inversión de Venvidrio en noviembre del 2012, cuando el Presidente
Hugo Chávez, aprobó mediante punto de cuenta número 050-12, el 23 de noviembre
de 2012, la inversión y creación conjunta del proyecto ALENVIDRIO, (según se
aprecia en el Anexo C-1)
Esta inversión conjunta en plena ejecución, concretiza la propuesta de una
Asociación o Alianza estratégica entre las partes y, según se puede extraer de lo
reseñado en el punto de cuenta 050-12, coadyuva a lo establecido en el acuerdo
suscrito en Diciembre del 2011, para lograr de manera conjunta incrementar la
producción con miras a abastecer el mercado regional, tal y como se recoge en la
página 6 del referido punto de cuenta:
112
Para atender la demanda de exportación de envases con destino a los
mercados latinoamericanos, se considera una estrategia de
complementariedad entre Venezuela y Uruguay, inicialmente, donde
cada extremo atiende capacidades de producción y maximiza las
potencialidades de su localización y mercados. En este sentido,
requiere aumentar la capacidad productiva existente en Uruguay, la
que se elevará a 70.000 toneladas año. Esto implica construir una
nueva planta industrial (a la ya existente), que ampliará su capacidad
de producción de 50.000 toneladas por año. Se propone que este
aumento de capacidad se lleve a cabo a través de una inversión
binacional (venezolano-uruguaya) de veinte millones de dólares (USD
20.000.000), mediante la cual la empresa Venvidrio tendría
participación accionaria en la nueva planta en Montevideo.
La decisión de desarrollar una inversión conjunta que materializa y concreta la
iniciativa de ALENVIDRIO se ratificó mediante Punto de Cuenta número 030-13,
firmado el 13 de julio del 2013, (Anexo C-2), en este caso por el Presidente Nicolás
Maduro Moros, quien conforme a lo desarrollado por su antecesor y motivado a la
situación particular de la República Bolivariana de Venezuela en términos de su
economía, decide financiar el aporte de capital correspondiente a Venezuela a través
del Fondo Bicentenario ALBA-Mercosur:
La Gran Nacional del Vidrio, Alenvidrio, es una alianza estratégica
entre las empresas uruguayas Envidrio y la venezolana Venvidrio. En
fechas pasadas el Comandante Supremo Hugo Chávez autorizó
mediante Punto de Cuenta 050-12 en fecha 23-09-12, inversiones de
la empresa Venvidrio, para la ampliación de la planta en Uruguay (…)
Esta inversión fue autorizada con recursos propios de Venvidrio (…)
sin embargo, desde la fecha de la aprobación del punto ha cambiado la
paridad cambiaria, así como se han acometido proyectos de inversión
en Venezuela.
En este sentido, se puede apreciar la voluntad política del gobierno de
Venezuela, independientemente de una situación económica compleja ya identificada
en el documento señalado anteriormente, en avanzar en la propuesta de la
construcción de Alenvidrio o Envidrio II, ratificando así lo suscrito en el año 2011.
En el flujograma del ciclo histórico de Envidrio - Venvidrio, que se muestra a
continuación, se puede apreciar cómo se ha desarrollado en un proceso de diez años,
desde diciembre del 2005, la cooperación entre los dos países y la evolución en
113
términos estratégicos, que inició a través de una política de cooperación financiera, a
la opción de desarrollar un proyecto conjunto de elaboración de vidrio hueco, como
una política de encadenamiento productivo e inversiones conjuntas.
114
Flujograma del Ciclo Histórico Alianza Estratégica Uruguay - Venezuela (ENVIDRIO / VENVIDRIO)
Setiembre 2006
Gaceta Oficial República Bolivariana de Venezuela N° 5.822 del 25/set/06. Aporte de Venezuela al Fondo de Sur por U$D 5MM
• Artículo N° 1. La República Bolivariana de Venezuela aporta a través de Fondo del Sur, la cantidad de cinco millones de dólares
($ 5.000.000,00) con el objeto de apoyar planes y/o proyectos productivos en la República Oriental del Uruguay, destinados a la
recuperación de empresas gestionadas por los trabajadores en los rubros de cauchos y guantes, vidrio y curtiembre de cueros.
• Artículo N° 2. La República Oriental del Uruguay se compromete a destinar el aporte efectuado por la República Bolivariana de
Venezuela a los planes y/o proyectos productivos especificados en el artículo I del presente Acuerdo.
2
Diciembre 2005
Uruguay y
Venezuela
acuerdan crear el
“Fondo del Sur”
1
Abril 2011
Decreto 8.134 del
05/abr/11 crea la
empresa Venezolana
del Vidrio
(VENVIDRIO).
5 Octubre 2010 / Diciembre 2010
Gaceta Oficial de la R.B. de Venezuela N° 39.538. Expropiación de Owen Illinois
de Venezuela. Proyecto "Fortalecimiento de la Capacidad Industrial del Sector
Público en la Fabricación de Envases de Vidrio".
20/dic/10 Decisión Corte de lo Contencioso Administrativo 2010-1455. Medida
cautelar para uso de bienes de la empresa Owen Illinois de Venezuela.
4
8
Agosto 2008
Apoyo Fondo del Sur. Inicio de
operaciones de la empresa
ENVIDRIO. Aporte U$D 3.920.000.
Inicia funciones 08/ago/08
3
7 Julio 2013
Punto de Cuenta del Pdte. Maduro 030-13
/ 13/jul/13 Inversión de ENVIDRIO por
U$D 14,5MM en ALENVIDRIO a través
del Fondo ALBA - MERCOSUR)
Noviembre 2012
Punto de Cuenta del Pdte. Chávez 050-12 / 23/nov/12
para el financiamiento, inversión y creación de
ALENVIDRIO. Inversión conjunta ENVIDRIO - U$D
5,5MM (FONDES) y VENVIDRIO U$D 14,5MM.
Diciembre 2011
Firma del Acuerdo para la constitución
de la Alianza Estratégica de Empresas
del Vidrio (ALENVIDRIO) entre
ENVIDRIO y VENVIDRIO.
6
115
Según publicación del Diario Oficial N° 29.183 del 8 de abril de 2015
(Anexo D) ALENVIDRIO S.A. desde el 16/1/2015 es una Sociedad Anónima cuyo
objeto es: a) Industrializar y comercializar en todas sus formas, mercaderías,
arrendamientos de bienes obras y servicios, en los ramos y anexos: de vidrio, b)
Transporte y distribución tanto del producto terminado como de la materia prima, c)
Importaciones, exportaciones, representaciones, comisiones y consignaciones. d)
Compra venta, arrendamiento, administración, construcción y toda clase de
operaciones con bienes inmuebles. e) Participación, constitución o adquisición de
empresas que operen en los ramos preindicados.
Para los trabajadores y directivos de Envidrio y Venvidrio, según lo obtenido
en las entrevistas aplicadas a un grupo de ellos, la experiencia conjunta puede
calificarse como muy favorable.
La mayoría de los entrevistados entiende que por el “encadenamiento
productivo” se logran determinadas ventajas mediante el intercambio no solo de
conocimiento, experiencias y mejores prácticas sino que de la interconexión entre
ambas empresas se logra la expansión y el acceso a nuevos mercados que de forma
independiente no podrían llegar.
Si bien Envidrio ha colocado parte de su producción en el exterior gracias a
acuerdos realizados con otras empresas extranjeras, la capacidad de producción actual
no permite atender a otros mercados. Señalan que la unión con Venvidrio permitirá
reducir costos ya que resulta muy elevado llevar el producto hacia determinadas
zonas.
Asimismo, destacan que este emprendimiento conjunto ha permitido adaptarse
a las nuevas tecnologías y siendo Venvidrio una empresa de mayor tamaño que
Envidrio, esto ha posibilitado que los trabajadores de Envidrio puedan conocer cómo
se trabaja en una planta mucho más grande.
Destacan que la alianza con Venvidrio es además una forma de articular dos
modelos de gestión, dos formas de trabajo diferente; y que la acción coordinada como
116
por ejemplo utilizar los mismos moldes de botellas, permitirá que ambas empresas
realicen un suministro coordinado en la región.
Destacan que esta alianza estratégica permitirá a Envidrio aumentar su
producción, acceder a nuevos mercados que hoy en día no se puede abastecer con la
capacidad instalada, (por ejemplo Brasil y Paraguay), y de esta forma enfrentar
unidas la competencia de los consorcios multinacionales que operan en la región.
Por otra parte, destacan como uno de los logros conseguidos gracias al
acercamiento entre las dos empresas, que Venvidrio ha exportado su producción por
primera vez a Brasil. Los trabajadores señalan que para que este proceso se siga de
manera óptima y para que se repita el modelo en otras actividades, el Estado deberá
seguir acercando a las partes, así como creando centros de capacitación, así como
facilitando el acceso a centros de conocimiento en el exterior.
Con relación a la incidencia de la política de autogestión en el crecimiento de
la empresa, los trabajadores destacan el hecho que las decisiones comprenden a todos
los trabajadores de la empresa a través de la convocatoria a Asamblea (para los
temas delicados) o bien a través de sus representantes en la Dirección elegidos cada 4
años. Destacan como ventaja de esta modalidad de trabajo que ante las dificultades
diarias se busca siempre una solución de forma colectiva.
Respecto a los integrantes de la Comisión Directiva o Directorio subrayan el
hecho de que el compañero que accede al puesto de Dirección de la Empresa, no deja
de desempeñar su función o puesto original en su horario habitual.
Destacan que si bien no tienen formación en Dirección o Gerenciamiento de
empresas, una vez que alguien accede al puesto de Dirección va adquiriendo y
aprendiendo las destrezas necesarias a través de los compañeros que ya tienen más
experiencia en dicha función. Sobre este punto, advierten la necesidad de desarrollar
una visión de mercado para mejorar la gestión.
Afirman que para los aspectos técnicos se ha contratado el asesoramiento de
expertos o especialistas en determinadas área como Ingenieros del Vidrio.
117
Destacan el hecho de que no existen jefes ni encargados, sino que existen
coordinadores o referentes que son aquellos que tienen mayor experiencia en la
actividad. Recalcan la importancia de trasmitir el conocimiento y la modalidad de
trabajo a los compañeros más jóvenes que ingresan a este modelo con condiciones de
trabajo que no tienen otros modelos.
Enfatizan que por más que se esté cumpliendo funciones de dirección, no se
olvidan que siguen siendo obreros, ni que se debe perder la mentalidad de trabajador.
En este escenario, resaltan la importancia del apoyo Estatal en el emprendimiento no
solo porque se ha recuperado una actividad que había desaparecido, sino que la
misma ha generado varios puestos de trabajo directos así como también puestos de
trabajo indirectos en toda la periferia que rodea a la empresa como son los trabajos de
carpintería, nylon, fletes, materia prima, etc.
Señalan la necesidad de que el Estado facilite para los proyectos
autogestionados el acceso al crédito así como a garantías para acceder a préstamos.
Respecto a los acuerdos de integración entre Venezuela y Uruguay, mientras algunos
manifiestan que los mismos han facilitado el acercamiento entre las empresas, otros
señalan que la relación particular entre Envidrio y Venvidrio ha sido independiente
de los acuerdos de integración. No obstante, resaltan los beneficios de profundizar la
relación a través de los acuerdos de integración.
Con relación al ingreso al Mercosur, si bien no han notado incidencia
significativa en este proceso, la mayoría ve favorable el acceso al mercado ampliado;
destacándose el potencial energético del cual dispone Venezuela como principal
fuente de energía en la región.
En cuanto a las sugerencias, para que este proceso de encadenamiento de los
resultados esperados, señalan la importancia de que se tomen medidas a largo plazo
para que la continuidad no dependa de la afinidad de los Gobiernos de turno.
Señalan que la falta de centros de capacitación o una capacitación
sistematizada en el vidrio, considerando que en el caso de Envidrio, la gran mayoría
de los socios fundadores ya se encontraban en la época de cierre en los 40 o 50 años
representa una dificultad. En este sentido, concretar proyectos como la “Escuela del
118
Vidrio”- propuesta que tiene su origen en Venvidrio -, resulta fundamental para
trasmitir el conocimiento. Además, advierten la necesidad de ajustar los planes de
estudio actuales a las necesidades de la empresa incorporando más horas de taller y
de prácticas.
Para los trabajadores de la empresa Venvidrio, el apoyo brindado por Envidrio
en materia de gestión empresarial fue determinante, tomando en cuenta que el Estado
venezolano luego de la expropiación, delegó en los trabajadores la gestión de la
planta de la Ex Owen Illinois. La experiencia transmitida en materia de gestión y
acompañamiento ha sido fundamental, para poder mantener la cartera de clientes que
maneja Venvidrio.
De la misma manera, las entrevistas arrojaron un desconocimiento de la toma
de empresas y autogestión como fenómeno desarrollado en los países del cono sur,
específicamente el Uruguay, considerando que la medida de control por parte de los
trabajadores en Venezuela, fue una decisión ejecutiva del gobierno venezolano, en la
cual los trabajadores se incorporaron de la mano de los sindicatos y no, por una
situación de cierre de la Empresa, a pesar que los mismos comentaron sobre un
proceso de desinversión en las plantas de la Ex Owen Illinois por parte de los
patronos.
Los trabajadores reconocieron no haber desarrollado una estrategia de
exportación durante el manejo de la empresa como Ex Owen Illinois, manifestando
que dicha producción está orientada a satisfacer el mercado interno de Venezuela, por
tanto, el aporte de Envidrio en esta materia es determinante para Venvidrio, tomando
en cuenta la posibilidad de propiciar exportaciones a otros países.
Por último, el Proyecto de Alenvidrio es visto con optimismo, pero a su vez
con reserva por parte de los trabajadores, tomando en cuenta que la planta se
encuentra ubicada en la República Oriental del Uruguay y los volúmenes a producir,
son mucho menores que los producidos en las plantas de Venezuela.
119
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Conclusiones
El objetivo general de la presente investigación fue determinar la posibilidad
de desarrollar políticas de integración económica y productiva a través del
encadenamiento productivo, como resultado del intercambio comercial y el apoyo
estatal en iniciativas autogestionadas por sus trabajadores, identificando y analizando
las características del encadenamiento productivo, el grado de incidencia del
fenómeno de la autogestión empresarial y el apoyo estatal, en un caso de estudio
concreto, el de la empresa Envidrio.
Del análisis desarrollado anteriormente se concluyen una serie de
consideraciones de políticas públicas para el desarrollo de los encadenamientos
productivos. En este sentido, destacan la coordinación y acción colectiva entre los
miembros de un encadenamiento productivo como un factor clave para su desarrollo.
Esta mayor coordinación, requiere de la intervención pública dadas las fallas de
mercado existentes, teniendo en cuenta que las políticas públicas generadas necesitan
de un cuidadoso diseño, adopción y seguimiento para reducir las posibles fallas de
mercado y de los gobiernos.
Para los investigadores, los encadenamientos productivos representan un
nuevo tipo de organización espacial, ofreciendo una nueva alternativa de
organización de la cadena de valor. En comparación con las transacciones de mercado
entre compradores y vendedores dispersos, la proximidad de las empresas e
instituciones en una ubicación y los intercambios frecuentes entre ellas, fomenta una
mejor coordinación y confianza. De esta forma, los encadenamientos mitigan los
problemas asociados a este tipo de relaciones más dispersas, sin imponer las
inflexibilidades que genera una integración vertical.
120
En este sentido, se puede argumentar que el desarrollo de encadenamientos
productivos es fundamental para impulsar una transformación productiva en la
región. Para ello es pertinente avanzar en iniciativas de encadenamientos productivos
o clúster, que permitan sumar las potencialidades y ventajas que los países tienen y en
particular, las observadas entre la República Oriental del Uruguay y la República
Bolivariana de Venezuela.
Luego del estudio realizado a la empresa Envidrio como motor que impulsó
esta investigación, queda evidenciado que el Encadenamiento productivo y la
Autogestión son dos elementos con un alto grado de factibilidad para su puesta en
marcha, generando, por un lado, resultados que redundan en el beneficio de los
trabajadores implicados en este tipo de proyectos y por otro lado, se debe resaltar el
alto grado de compromiso que adquieren los mismos para lograr que la empresa
genere dividendos que redundaran en beneficios, tanto para el país origen del
emprendimiento, como para sus grupos familiares.
Es oportuno mencionar que al organizarse los trabajadores en torno a un
mismo fin, como lo es la puesta en marcha de manera efectiva y eficiente de una
empresa, los mismos generaran una estabilidad y continuidad laboral, desarrollando
en ellos sentido de pertenencia al proyecto productivo, lo cual los hace más
comprometidos con los resultados del mismo.
El papel del Estado es determinante para todo inicio empresarial bajo este
sistema, aportando tanto el capital inicial a invertir, como el asesoramiento
gubernamental a fin de que en sus comienzos, los trabajadores adquieran las
herramientas necesarias para sacar adelante dichas empresas.
Los Acuerdos bilaterales han propiciado las condiciones para que ambas
naciones puedan avanzar en proyectos conjuntos de encadenamientos productivos,
sustentados en la transferencia de tecnología, formación, capacitación y
adiestramiento de recursos humanos, impulsando la complementariedad entre ambos
países.
El ingreso de Venezuela al Mercosur y su potencialidad económica, sumado a
la complementariedad existente entre Uruguay y Venezuela, representan una
121
oportunidad para el desarrollo de proyectos de integración comercial y productiva,
con la finalidad de insertarse de mejor forma en el contexto Regional y Mundial,
considerando que el intercambio comercial es un paso necesario y fundamental para
la integración económica, pero no suficiente para propiciar la competitividad y la
inserción en niveles óptimos de competencia con el mundo.
A través de esfuerzos asociativos como el impulsado por Envidrio y
Venvidrio, se pueden crear ventajas competitivas que, de forma aislada, no es posible
desarrollar, pudiendo responder con éxito en momentos de grandes oportunidades o
de crisis. La formación de complejos productivos como Alenvidrio, tienen en común
la noción que, la competitividad de la empresa es potenciada por la competitividad
del conjunto de empresas y actividades que conforman el complejo al cual
pertenecen.
Envidrio y Venvidrio como un sistema de empresas interconectadas y
asociadas en Alenvidrio, tienen un valor global mayor que la suma de sus partes. Por
tanto, compiten a nivel regional, pero también cooperan, buscando que la pertenencia
al conjunto mejore las posibilidades de desarrollo de sus propias ventajas
competitivas, con miras a insertarse a través de Alenvidrio en el mercado Brasileño y
Argentino. En este sentido, la eficiencia del conjunto del complejo es mayor a la de
cada empresa aisladamente, por las externalidades que genera cada una para las
demás; es decir, la acción de cada empresa genera beneficios tanto para sí, como para
las demás empresas del complejo.
La ventaja fundamental de un proceso de crecimiento industrial basado en
eslabones productivos, como el desarrollado por Envidrio y Venvidrio, frente a otras
estrategias de desarrollo, descansa en la reducción de costos de producción,
comercialización e inteligencia de mercados, que pueden lograr ambas empresas al
clusterizarse y asociarse en Alenvidrio, más puntualmente en lo concerniente a la
expansión mediante exportaciones al mercado regional, como objetivo trazado en al
Acuerdo suscrito por ambas partes.
Los encadenamientos productivos en América Latina se forman en su mayoría
en torno a una actividad con una fuerte ventaja comparativa natural, es decir, en torno
122
a un recurso natural y también, a la provisión de servicios ligados a los recursos
naturales. Por tanto, existe una ventaja comparativa en torno al potencial energético
del cual dispone Venezuela como principal fuente de energía en la región y el
desarrollo del sector vidrio en ambos países, tomando en cuenta la alta demanda de
energía que utilizan estos emprendimientos.
El Estado puede tener una función de coordinación, ayudando a resolver
conflictos, problemas o diferencias que pudieran aparecer en un encadenamiento
productivo. Por su parte, el gobierno es un actor clave, en la medida que define el
marco normativo y de incentivos, no solo en el plano general, sino también en el
específico del encadenamiento, en el caso de la experiencia de Envidrio, los
Gobiernos de la República Bolivariana de Venezuela y de la República Oriental del
Uruguay, han sido un factor dinamizador del emprendimiento, a través de decisiones
políticas, jurídicas y financieras que han contribuido a su desarrollo.
Sin embargo, uno de los mayores desatinos en la intervención del gobierno en
el desarrollo de este tipo de iniciativas, es que las medidas de promoción deben ser de
largo plazo, superando los intereses de corto plazo de cualquier administración. Esto
pudiera traducirse en una debilidad para el proyecto Alenvidrio, si en el marco de las
prioridades gubernamentales, esta iniciativa pierde el apoyo de otras administraciones
públicas.
En el caso de la experiencia de Envidrio, se puede identificar que la
combinación de un contexto externo favorable y la consolidación de la estabilidad y
previsibilidad de la economía uruguaya, junto con la reducción de las
vulnerabilidades externas, financieras y sociales y las reformas institucionales que se
han concretado recientemente, son las principales causas de dicho fenómeno y del
resultado positivo que ha arrojado el mismo en los últimos años.
En el caso específico del ingreso de Venezuela al Mercosur y su potencialidad
con el Uruguay, existen inversiones directas del Estado venezolano a través de su
relación y apoyo a empresas gestionadas por sus trabajadores, así como la inversión
en el sector financiero a través de la adquisición de COFAC, convertida hoy en
Bandes Uruguay, generando por tanto, bisagras estratégicas para la cooperación,
123
sustentadas en la complementariedad comercial e instituciones financieras para el
apalancamiento, con la finalidad de construir un nuevo paradigma de intercambio y
cooperación, en aras de promover el bienestar social en ambos países.
Igualmente desde la perspectiva de la Integración, encontramos en el Acuerdo
constitutivo de Alenvidrio una noción propia desde la dimensión político-económica
de la Integración, al referir la misma a la necesidad de diversificar y equilibrar las
relaciones económicas internacionales con criterios de igualdad y beneficio mutuo,
para la construcción de un nuevo orden multipolar. Este instrumento jurídico
evidencia la voluntad política de construir un nuevo enfoque de la Integración,
mediante la voluntad de las partes (Envidrio y Venvidrio) para conformar una alianza
empresarial, con apoyo estatal, bajo la figura de la autogestión.
En lo concerniente a la autogestión empresarial, la misma surge como un
nuevo paradigma que no puede ser comprendido plenamente a la luz de las teorías
económicas clásicas, encontrando que ni la teoría liberal ni la teoría marxista, son
suficientes para explicar este comportamiento económico basado en la solidaridad,
reciprocidad y el trabajo asociativo basado no solo en la maximización de ganancias,
sino en la satisfacción de necesidades humanas, encontrando en el caso de Envidrio la
materialización perfecta de dicha tesis.
La autogestión en Envidrio se fundamenta en la tesis del factor C expuesta en
esta investigación, la cual implica la participación directa de los trabajadores en las
tomas de decisión, siendo el factor C o solidaridad, el elemento determinante.
Envidrio es una empresa autogestionada, donde los socios en condiciones de igualdad
son quienes conducen la gestión empresarial, como colectivo, de manera democrática,
sin perder de vista la lógica de generar beneficios económicos y empresariales, pero
con una connotación distinta a una empresa estrictamente capitalista e incluso a las
tradicionalmente conocidas como empresas autogestionarias, incorporando en su
estrategia asesores externos en áreas complejas para el desarrollo del negocio
empresarial y específicamente, en la dimensión financiera y del Comercio Exterior.
La autogestión como estrategia empresarial en Envidrio, es una oportunidad
que abre espacio a la construcción de un nuevo paradigma en lo económico y sobre
124
todo, en países en vías de desarrollo como el Uruguay y Venezuela, transfiriendo esta
experticia gerencial a la empresa Venvidrio y fomentando la primera iniciativa
conjunta de integración y encadenamiento bajo la figura de autogestión empresarial,
Alenvidrio.
De acuerdo a este señalamiento, se podría decir que si bien el germen que
subyago en la ocupación o toma de la empresa se fundamentó en el desempleo o
desocupación como base y en la necesidad de recuperar los puestos de trabajo,
producto del apoyo de Venezuela y de una visión estratégica, el sector trabajador
comenzó a concientizar la posibilidad de construir una nueva dimensión de la
economía desde la autogestión y el manejo directo del negocio empresarial, como
fundamento para trascender la mínima aspiración de un empleo, por la máxima
aspiración de ser sujeto autogestivo y protagonista en la generación de bienes y
servicios y en consecuencia; de riquezas, mediante iniciativas de cooperación e
integración.
Igualmente, en la estrategia de autogestión de Envidrio y su inserción
internacional, encontramos que las condiciones iníciales en las cuales se desarrolló la
experiencia, desde la perspectiva de la autogestión empresarial, tiene hoy
connotaciones distintas en la aplicación de estrategias gerenciales asociadas al
acompañamiento de expertos en áreas específicas del negocio como la exportación o
el manejo tecnológico de las empresas, esto con la finalidad de posicionar a las
mismas en un mercado altamente competitivo.
En lo referente a autogestión e integración y las empresas Envidrio y
Venvidrio, se evidencia que estos dos emprendimientos cuya naturaleza son diversas
(uno autogestionado y otro de carácter estatal), han podido articular en términos de
las buenas practicas, sus estrategias de aprendizaje e intercambio de información y
experiencias, generando la posibilidad de materializar un proyecto conjunto para la
inserción en el mercado de exportación, con especial énfasis en la región
latinoamericana; Alenvidrio.
El Acuerdo Constitutivo de Alenvidrio se ha materializado mediante la
decisión de ambos países, a través del aporte financiero y la inversión conjunta en
125
plena ejecución de una Alianza estratégica entre las partes para la construcción de la
planta Alenvidrio por 20 millones de dólares, que según lo reseñado por las partes,
entraría en funcionamiento en noviembre del año 2015.
Para finalizar, se concluye que este estudio es de gran importancia, por ser un
tema en pleno desenvolvimiento en un momento determinante para la Integración
Regional, con un limitado desarrollo teórico e intelectual, motivado a su novedad y
escasa disposición de información.
Estos aspectos expuestos en este trabajo de investigación, tienen como
objetivo central el de ofrecer una base académica inicial para entender, analizar y si
es posible, derivar sugerencias de Política Pública para estos procesos en el Uruguay
y Venezuela, así como en todos los países de la región que consideren que es posible
mediante el desarrollo de proyectos binacionales de encadenamientos, la construcción
de una Política de Integración en este sector.
Recomendaciones
Como recomendaciones los investigadores entienden que el escenario
económico mundial obliga a reflexionar y actuar sobre las perspectivas de la
integración productiva y específicamente, sobre la necesidad de avanzar en
encadenamientos productivos para garantizar una inserción competitiva en el
escenario internacional, siendo el caso de Envidrio un ejemplo relevante a ser
considerado por el Mercosur.
La ampliación del Mercosur incide directamente en su fortalecimiento, en la
posibilidad de seguir ampliando la inserción en la región, sin desvincularnos del
Mundo, entrando al juego global junto a la región.
Un aspecto que deberían considerar ambas empresas (Envidrio y Venvidrio)
así como la asociación Alenvidrio, es que en las economías en vías en desarrollo, los
emprendimientos de este tipo suelen ser superficiales y necesitan componentes,
servicios y tecnologías extranjeros. Por tanto, el éxito de estas iniciativas se ve
dificultada por el bajo nivel local de formación y capacitación, por las carencias
126
tecnológicas, por la falta de acceso al capital y por el insuficiente desarrollo de las
instituciones, a través de políticas sostenidas en tiempo y espacio.
De la misma manera, la carencia de espíritu empresarial, la falta de confianza
mutua, las barreras para compartir información e impedimentos similares constituyen
fuertes cuellos de botella para el desarrollo de complejos productivos virtuosos, es
decir, innovadores, dinámicos y competitivos.
Para ello es pertinente avanzar en iniciativas de encadenamientos productivos
o clúster, que permitan sumar las potencialidades y ventajas que los países tienen y en
particular, las observadas entre la República Oriental del Uruguay y la República
Bolivariana de Venezuela.
El Estado debería tener una función de coordinación, ayudando a resolver
conflictos, problemas o diferencias que pudieran aparecer en un clúster. Por su parte,
el gobierno es un actor clave, en la medida que define el marco normativo y de
incentivos, no solo en el plano general, sino también en el específico del clúster y, en
el caso de la experiencia de Envidrio, los Gobiernos de la República Bolivariana de
Venezuela y de la República Oriental del Uruguay, han sido un factor dinamizador
del emprendimiento, a través de decisiones políticas, jurídicas y financieras que han
contribuido a su desarrollo.
Desde la perspectiva de la Integración y específicamente para el Mercosur, la
realidad del mercado ampliado no se debería limitar a las exportaciones e
importaciones, sino que incluye (o debería incluir), la interacción entre empresas y
actividades productivas entre los diferentes países del bloque. No aprovechar esta
oportunidad es desconocer un gran potencial que representa el Mercosur como valor
agregado para los países que se integran, en relación con las estrategias de inserción
unilateral en el mundo.
Adicionalmente, un modelo regional de integración de este tipo requiere que
las empresas de los distintos países se conozcan, interactúen, superen desconfianzas,
coordinen acciones, asuman riesgos conjuntamente y articulen intereses (regionales,
nacionales, locales, sectoriales), de forma compatible con un plan estratégico para la
127
cadena productiva que permita, además, una inserción competitiva en los mercados
externos.
La solicitud de adhesión por parte de la República Oriental del Uruguay el 23
de Marzo del 2013, al Sistema Único de Compensación Regional (SUCRE), como un
mecanismo de pago en monedas locales, incentivaría el intercambio comercial y las
inversiones entre ambas naciones, extensible desde la perspectiva comercial a los
países miembros del SUCRE, pudiendo ser un canal efectivo para las operaciones
financieras entre Envidrio y Venvidrio. A la fecha, el Acuerdo de Adhesión no ha
sido ratificado por el Parlamento del Uruguay.
Así mismo se advierte que uno de los mayores desatinos en la intervención del
Estado en el desarrollo de este tipo de iniciativas, es que las medidas de promoción
deben ser de largo plazo, superando los intereses de corto plazo de cualquier
administración. Esto pudiera traducirse en una debilidad para el proyecto Alenvidrio,
si en el marco de las prioridades gubernamentales, esta iniciativa pierde el apoyo de
otras administraciones públicas.
Es fundamental efectuar un seguimiento a la demanda que la empresa Owen
Illinois tiene contra el Estado venezolano en el Centro Internacional de Arreglos de
Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI – Caso ARB/11/25), en términos del
reconocimiento de daños y perjuicios por la expropiación, lo cual pudiera generar una
afectación al patrimonio de la empresa Venvidrio y con ello, a Alenvidrio.
128
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135
ANEXOS
136
[Anexo A]
[Instrumento]
Cuestionario para Entrevista
REPÚBLICA ORIENTAL DEL URUGUAY
UNIVERSIDAD DE MONTEVIDEO
ENTREVISTA
El presente instrumento se realiza con la única finalidad de recoger información
inherente al estudio que se realiza, el cual tiene como título: EL
ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO COMO UNA MODALIDAD DE
INTEGRACIÓN COMERCIAL. LA EXPERIENCIA DE ENVIDRIO.
Los datos suministrados por usted no serán del conocimiento público, los
mismos contribuirán a la elaboración del informe final, que permitirá llegar a
conclusiones fidedignas sobre el objeto de este estudio.
De antemano agradecemos toda la colaboración que pueda ofrecernos.
Los investigadores
137
Fecha: ____________________
Hora:_____________________
Lugar: _____________________
Entrevistado:_____________________
Cargo del Entrevistado en la empresa__________________________
Tema: ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO COMO UNA MODALIDAD DE
INTEGRACIÓN COMERCIAL. LA EXPERIENCIA DE ENVIDRIO.
PREGUNTAS DE LA ENTREVISTA
1.-¿Conoce Usted lo que es un encadenamiento productivo? Descríbalo brevemente.
2.-¿Cómo beneficiaría a la empresa Envidrio un proceso de encadenamiento productivo?
3.- ¿Que incidencia tuvo el ingreso de Venezuela al MERCOSUR y específicamente, en el
desarrollo de la empresa Envidrio?
4.- ¿Estaría de acuerdo en que Venezuela y Uruguay profundicen sus relaciones bilaterales en
materia económica y comercial?
5.- ¿Cuál fue la incidencia de los Acuerdos de Integración con la República
__________________ de __________________ en el desarrollo de la empresa
______________?
6.- ¿Cuáles fueron las condiciones y factores determinantes que coadyuvaron a la
internacionalización de Envidrio?
7.- ¿Cuáles fueron las características del encadenamiento productivo desarrollado entre las
empresas Envidrio y Venvidrio?
8.- ¿Cómo incidió la política de autogestión empresarial en el crecimiento de la empresa?
9.- ¿Por qué debe el Estado apoyar a los trabajadores de una empresa autogestionada?
10.- ¿De qué manera puede el Estado intervenir para que este proceso se dé de manera
óptima?
11.- ¿Están los trabajadores capacitados para asumir esta responsabilidad, explique?
12.- ¿Cuáles serían sus sugerencias para que este proceso de autogestión y encadenamiento
dé los resultados esperados?
138
[Anexo B]
[Acuerdo para la Construcción de la Alianza Estratégicas de Empresas del Vidrio]
139
140
141
[Anexo C-1]
[Punto de Cuenta Nro. 050-12]
142
143
144
145
146
147
148
149
[Anexo C-2]
[Punto de Cuenta Nro. 030-13]
150
151
[Anexo D]
[Diario Oficial N° 29.183]