resumen de palenzuela - medieval

141
Cap. I. Desintegración del Imperio romano, por Ana Arranz Guzmán En la desintegración del Imperio intervinieron al menos tres aspectos fundamentales: Los conflictos internos de diversas índole y las invasiones bárbaras Valorar el hecho de que las distintas causas posibles del derrumbamiento no tuvieron la misma incidencia en cada una de las regiones del Imperio. Observar que si su caída oficial se produjo en el año 476, tras la deposición del último emperador romano de Occidente, la idea de Roma se intentaría mantener viva, adaptándola a las nuevas circunstancias del Medievo. 1. Factores Internos La caída de Imperio romano de Occidente se ha venido asociando al destronamiento de su último emperador Rómulo Augústulo (denominado así en lugar de Augusto por su juventud) por Odoacro, rey de los hérulos, y al envío de las insignias imperiales por parte de éste a Constantinopla, al emperador romano de Oriente Zenón. Pero hoy no se otorga a este acontecimiento más que un valor anecdótico, ya que ni siquiera tuvo eco en la sociedad de la época, si lo comparamos con otros como el saqueo de Roma por Alarico en el año 410. Tiempos de crisis, tiempos de reformas Desde el gobierno de Diocleciano (284-305) hasta el 476 hay varias circunstancias que explican la precariedad del Estado, pese a que fuera desde finales del siglo III cuando además de ser conscientes de los problemas del Imperio se empezaron a adoptar una serie de medidas para intentar solucionarlos. Desde Augusto hasta fines del siglo III se idearon diferentes formulas de gobierno con el propósito de mantener la estabilidad estatal. El Principado fue una de las mas sobresalientes. Basado legalmente en el “consensus universorum”, al recibir el poder del pueblo y del Senado, y representando un compromiso entre la República y la Monarquía, el Principado fue en la práctica una forma de poder autocrático en cuanto que su titular disfrutaba de poderes ilimitados al habérsele reforzado la “auctoritas” o potestad ejecutiva. También se intentó encontrar la fórmula sucesoria ideal, que fueron desde el intento de educar a un familiar concreto para desempeñar con posterioridad el cargo, hasta desembocar en la más original de todas ellas, la Tetrarquía de Diocleciano, pasando por el principio hereditario bajo los Flavios, la elección entre los mejores con los Antonios, o el puro golpe de estado llevado a cabo por los generales fronterizos. Intentaron reforzar tanto la teoría como el ejercicio del poder. Así se pasaría de concebir al emperador como un primer ciudadano a verle como un amo absoluto (dominus). Progresivamente se subrayará el origen divino del poder

Upload: solshitou994

Post on 01-Oct-2015

245 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

okijhgf

TRANSCRIPT

Cap. I. Desintegracin del Imperio romano, por Ana Arranz GuzmnEn la desintegracin del Imperio intervinieron al menos tres aspectos fundamentales: Los conflictos internos de diversas ndole y las invasiones brbaras

Valorar el hecho de que las distintas causas posibles del derrumbamiento no tuvieron la misma incidencia en cada una de las regiones del Imperio.

Observar que si su cada oficial se produjo en el ao 476, tras la deposicin del ltimo emperador romano de Occidente, la idea de Roma se intentara mantener viva, adaptndola a las nuevas circunstancias del Medievo.

1. Factores InternosLa cada de Imperio romano de Occidente se ha venido asociando al destronamiento de su ltimo emperador Rmulo Augstulo (denominado as en lugar de Augusto por su juventud) por Odoacro, rey de los hrulos, y al envo de las insignias imperiales por parte de ste a Constantinopla, al emperador romano de Oriente Zenn. Pero hoy no se otorga a este acontecimiento ms que un valor anecdtico, ya que ni siquiera tuvo eco en la sociedad de la poca, si lo comparamos con otros como el saqueo de Roma por Alarico en el ao 410.Tiempos de crisis, tiempos de reformas

Desde el gobierno de Diocleciano (284-305) hasta el 476 hay varias circunstancias que explican la precariedad del Estado, pese a que fuera desde finales del siglo III cuando adems de ser conscientes de los problemas del Imperio se empezaron a adoptar una serie de medidas para intentar solucionarlos.

Desde Augusto hasta fines del siglo III se idearon diferentes formulas de gobierno con el propsito de mantener la estabilidad estatal. El Principado fue una de las mas sobresalientes. Basado legalmente en el consensus universorum, al recibir el poder del pueblo y del Senado, y representando un compromiso entre la Repblica y la Monarqua, el Principado fue en la prctica una forma de poder autocrtico en cuanto que su titular disfrutaba de poderes ilimitados al habrsele reforzado la auctoritas o potestad ejecutiva.

Tambin se intent encontrar la frmula sucesoria ideal, que fueron desde el intento de educar a un familiar concreto para desempear con posterioridad el cargo, hasta desembocar en la ms original de todas ellas, la Tetrarqua de Diocleciano, pasando por el principio hereditario bajo los Flavios, la eleccin entre los mejores con los Antonios, o el puro golpe de estado llevado a cabo por los generales fronterizos.Intentaron reforzar tanto la teora como el ejercicio del poder. As se pasara de concebir al emperador como un primer ciudadano a verle como un amo absoluto (dominus). Progresivamente se subrayar el origen divino del poder imperial como fundamento que lo justifica. De esta forma Diocleciano entraba en comunin con la divinidad, recibiendo de Jpiter las cualidades sobrehumanas que precisaba para el ejercicio del poder. Constantino por su parte, dara un paso ms en la sacralizacin del poder imperial con el reconocimiento del Cristianismo. El fundamento sagrado de su poder se hizo mucho ms slido. Al menos Teodosio (379-395) lo entendi as al declarar el cristianismo religin oficial del Estado.

El ejrcito tambin vivi profundas transformaciones. Uno de los motivos que las origin fue el fin de las conquistas romanas y la distinta concepcin que sobre el limes se iba a tener a partir de las presiones ejercidas sobre l por los barbaros ya desde la poca de Marco Aurelio. Era necesario defenderse de los invasores, lo que conllevaba modificar el esquema militar y destinar al ejrcito mayores recursos. Se da la creacin de un nuevo sistema defensivo por Constantino, completado mediante tratados (foedera) con los jefes germanos que actuaban como aliados del Imperio. Pero a la larga, a lo que se iba a asistir a una barbarizacin del ejrcito.Los decuriones, integrantes del consejo municipal o curia, pertenecan al grupo de ciudadanos propietarios de tierras y de un determinado nivel de riquezas. Su cargo, hereditario, pas de ser un honor a convertirse en una carga insoportable y odiada, a causa de la obligacin que tenan de responder con su peculio del pago de los impuestos debidos por la poblacin urbana. En cualquier caso, las curias, una institucin milenaria, dejaran de reunirse a comienzos del siglo VII, cuando desde haca ya dos siglos haban dejado de tener su clsica configuracin y sus especiales competencias.Diocleciano y Constantino llevaron a cabo la reforma monetaria y financiera, empezando por el ejercicio de la regala monetaria. Paralelamente, se adoptaron medidas para regular los precios de los productos y los salarios de los trabajadores. Desde el punto de vista fiscal, el Estado de los siglos IV y V, junto a la denominada res privata (tierra propiedad del titular de Imperio), los ingresos ordinarios y las regalas, hizo proliferar los impuestos extraordinarios que se cobraban en especie para mantener la annona alimenticia de los soldados y las obras pblicas. Diocleciano con la indiccin, y Constantino aadi el censo de la poblacin agrcola o capitatio. Sin duda la indiccin proporcion unos sustanciosos ingresos a la Hacienda tardorromana, pero result aplastante para buena parte de la poblacin.La estratificacin social iba a resultar alterada desde el siglo III. Las guerras civiles y defensivas, as como las diferentes medidas adoptadas por el Estado repercutieron en todos los ciudadanos, aunque no con la misma intensidad. Los grupos privilegiados lograron mantener su posicin; las clases medias, pequeos propietarios y comerciantes, desaparecieron. En el medio rural, el nmero de pequeos y medianos propietarios fue disminuyendo progresivamente. Las causas fundamentales, junto a la de las continuas fragmentaciones por va de herencia, fueron la excesiva presin fiscal y el endeudamiento progresivo. Su psima situacin les llev a buscar proteccin a travs del patronato, es decir, entrando en encomendacin respecto a algn latifundista, a quien cedan sus tierras o parte de ellas, conservando el usufructo, a cambio de proteccin real tanto frente al fisco como frente a la violencia existente. Tambin la situacin de los campesinos no propietarios, arrendatarios o colonos se degrad a lo largo del siglo IV, al encontrarse adscritos personalmente al propietario de la tierra, quien poda perseguirles si huan y maltratarlos fsicamente. El colono, adems, pagaba sus impuestos a travs del propietario, y se hallaba incapacitado para litigar con ste en juicio, as como para enajenar bienes sin su consentimiento. Tales situaciones de dependencia no encajaban, sin duda, con el Derecho Romano, al reducir a la mnima expresin las libertades, que como ciudadanos del Imperio deban disfrutar los campesinos, y asimilarlos a un Estado de servidumbre. La razn que explica esta nueva situacin del campesino es clara: la obsesin del Estado por retener la mano de obra que garantizar la cobertura e sus necesidades agrcolas y el cobro religioso de los impuestos.Expansin y consolidacin del cristianismo

La difusin y consolidacin del Cristianismo en el Imperio romano coincidi tambin con su periodo de decadencia, por lo que una parte significativa de los autores paganos de la poca se plantearon su grado de responsabilidad en el derrumbamiento final. El conjunto de escritores de la Antigedad tarda, aunque desde perspectivas diferentes, coincidieron en observar que la integracin del Cristianismo en la sociedad y en la vida poltica del Imperio supuso un cambio fundamental.

Se han presentado muchas razones para explicar el triunfo del Cristianismo: falta de homogeneidad religiosa en el Imperio; el carcter universalista del Cristianismo, por encima de peculiaridades regionales; el alto nivel moral y de solidaridad que presentaban los cristianos de la poca; los mecanismos de la psicosis de angustia existente que arrastraba a las gentes a buscar ms la fe que la razn; el fortalecimiento numrico e institucional cada vez mayor que presentaba la Iglesia, etc. Sin descartar ninguna de ellas, todo parece indicar que el llamado Giro constantiniano, la conversin del emperador Constantino, y el trato de favor dado al Cristianismo a partir de ese momento, fue definitivo en su consolidacin.Sobre la conversin de Constantino al Cristianismo existen numerosas dudas, lo que ha provocado continuos debates entre los historiadores. Constantino nunca renunci al ttulo pagano de Pontifex Maximus, y presidi los ritos paganos tradicionales en la fundacin de Constantinopla. Pero fueran cuales fueran sus sentimientos y las condiciones que le llevaron a adoptar el Cristianismo, lo cierto es que contribuy decisivamente a cambiar la historia del Imperio. La conversin de Constantino supuso abrir la puerta a numerosas novedades surgidas del reajuste en las relaciones Iglesia-Estado. Un reajuste iniciado en el edicto de Miln del ao 313, a partir del cual los cristianos iban a disfrutar de la tolerancia estatal, pero que avanzara mucho ms y de forma rpida. Constantino orden que se devolvieran a la Iglesia las propiedades que le haban sido confiscadas durante las persecuciones; eximi al clero de pagar impuestos; confiri a los obispos autoridad judicial; autoriz a la Iglesia a recibir donaciones y a que sus templos fueran lugares de asilo; dispuso medidas ligadas al carcter humanitario del Cristianismo, como la prohibicin de marcar esclavos con fuego o la crucifixin; inaugur la poltica de construccin de iglesias a expensas del Estado (San Juan de Letrn, baslicas de San Pablo, San Lorenzo y la primitiva de San Pedro).

Pero, sin duda, el acontecimiento de mayores repercusiones fue su intervencin en el Concilio de Nicea del 325, al suponer el primer paso dado en la intromisin del poder laico en los asuntos internos de la Iglesia, que tan larga e intensa trayectoria tendra a lo largo del Medievo. El Concilio, bajo su presidencia y con la asistencia de trescientos obispos, se reuni para resolver la controversia teolgica arriana, inicindose as la serie de concilios ecumnicos convocados por los emperadores que iban a ser instrumentos de sus respectivas polticas, siempre destinados a conseguir la unidad religiosa del Imperio, considerada imprescindible desde ese momento para la buena marcha d los asuntos dl mismo.Con la excepcin de Juliano el Apstata, los sucesores de Constantino fueron dando pasos decisivos para la expansin del Cristianismo y las relaciones Iglesia-Estado. El emperador Graciano dej de ostentar el ttulo pagano de Pontifex Maximus en el 379. Teodosio con el edicto de Tesalnica (380) hizo del Cristianismo la religin oficial del Estado.

1. Factores Externos: los brbaros

El trmino barbaroi, bajo el que se designaba a todos aquellos pueblos situados ms all de las fronteras polticas y culturales de la Hlade, fue heredado de los griegos por Roma, al igual que su carcter peyorativo, y su identificacin con gentes en un estado de civilizacin inferior.

Los pueblos germanos y roma

En la actualidad se suele hablar de tres momentos en las relaciones entre Roma y los pueblos germanos:

El de conquista y colonizacin, en el que las guerras de fronteras con los brbaros formara parte del proceso de creacin del Imperio.

El de las migraciones de parte de las poblaciones germanas a las provincias imperiales, acompaados ya los guerreros de mujeres y nios, con un carcter casi siempre pacfico y con el deseo de servir a Roma, bien de manera individual como mercenarios, bien de manera colectiva mediante tratados para proteger los limes de otros pueblos.

El de las invasiones violentas protagonizadas por guerreros que guan a sus respectivos pueblos, siguiendo las directrices de un jefe comn y cuyos desencadenantes podan ser varios: la presin de otro pueblo, el fracaso de los pactos con Roma, su traicin o la envidia y el deseo de vivir como los romanos.Es conveniente saber quines eran estos barbaros. Cul era a grandes rasgos su organizacin. El conocimiento de las grandes ramas dialectales permiti una primera clasificacin de estos pueblos:

dialectos nrdicos o escandinavos,

dialectos sticos (gtico, burgundio, vndalo),

dialecto wsticos (francos, alamanos, bvaros, lombardos),

dialectos del Elba y del mar del Norte (anglos, sajones y frisones).

Aunque todos estos pueblos conocan la agricultura sedentaria, sus formas econmicas se hallaban ligadas fundamentalmente a la ganadera. La forma de ocupacin del suelo era el poblado o dorf, con sus tierras de labor en torno al mismo y el sistema de reservas para futuras roturaciones o marcas, ms alejadas y utilizadas por ganaderos, cazadores y leadores. Su artesana slo se distingue en los ramos de metalurgia y orfebrera. La prctica mercantil era tambin rudimentaria entre estos pueblos acostumbrados ms al autoconsumo y al trueque.Su estructura social se fundamentaba en tres tipos de solidaridades.

La primera era la sippe, o familia amplia, que aseguraba la proteccin de la parentela en torno al padre, quien ostentaba el mund, la autoridad o soberana domestica. La tribu

El gau o pueblo, formado por un conjunto de tribus y con un jefe comn, que resultaba elegido durante la celebracin de las reuniones anuales de sus guerreros o thing.

Respecto del derecho, los germanos carecan de norma escrita. Tenan un derecho consuetudinario de transmisin oral, aunque por influencia de Roma acabaran por codificarlo. Mantuvieron elementos de derecho personal y territorial. Se dej gran parte de la competencia de la justicia familiar, ya que a ella perteneca la responsabilidad colectiva y la venganza de sangre; tambin ella corresponda dar cuenta de los delitos, jurar la inocencia de una persona, y el pago o cobro de multas judiciales. Asimismo, en ocasiones, el derecho germnico previ la convocatoria de un combate para determinar la culpabilidad, as como el juicio a travs de la ordala; mtodos que a pesar de su primitivismo iban a subsistir en algunas partes de Europa hasta la plenitud medieval.Sus creencias religiosas se basaban en la concepcin del universo como un gran campo de batalla, en donde los diferentes dioses y fuerzas naturales median sus fuerzas. Junto a las deidades de la fecundidad y los fenmenos atmosfricos se encontraban los dioses de la estirpe, destacando Wotan u Odn, dios de los muertos, la magia y la guerra, y Thor, dios del trueno y protector de los campesinos. El culto a objetos o lugares considerados sagrados montaas, bosques, fuentes-, as como a los das de luna llena o a los comienzos de los solsticios fueron frecuentes.

Uno de los pasos ms relevantes en el proceso de integracin de los germanos fue su aceptacin del Cristianismo ortodoxo. El paso de los ya arrianos al catolicismo marc un momento clave en la historia de pueblos como los visigodos. Pero an ms decisivo, y tambin ms complicado, fue el paso directo del paganismo al catolicismo de francos o anglosajones. As, pese a que la conversin de Clodoveo (497) implic la de su pueblo con el bautismo en el mismo da de tres mil guerreros francos, lo cierto es que la mayora de ellos no recibieron instruccin cristiana alguna. El resultado fue que su conversin formal no conllev la renuncia a sus antiguos dioses, lugares sacros, o ancestrales costumbres religiosas, y el paganismo, aunque no nominalmente, iba a mantener buena parte de sus formas, en especial, en el medio rural. Esta amalgama de paganismo y Cristianismo explica que, aunque en el siglo VII y posteriores, personajes como Carlomagno (768-814) consideraran oportunas las conversiones forzosas, a sangre y fuego, otros, de mayor talla intelectual y de propsitos fundamentalmente evanglicos, como el papa Gregorio Magno (590-604) pensaran que las nicas conversiones firmes y duraderas tenan que llevarse a cabo con especial cuidado, sin intentar arrancar en un da las creencias acumuladas y vividas por estas gentes durante siglos; sin que fueran en definitiva, traumticas. Las grandes migraciones del siglo V

Los hunos que, tras vencer a alanos, ostrogodos y visigodos, desde el 375 dominaran las estepas del Don y el delta danubiano, encabezando una confederacin de pueblos.En el ao 376, los visigodos, presionados por los hunos, atravesaron el Danubio. Al emperador Valente no le qued otro remedio que aceptarlos y mantenerlos a cargo de la annona. Pero el mal funcionamiento del sistema de abastecimientos al que se hallaba supeditado, as como los abusos perpetrados por funcionarios y mercaderes romanos provocaron su sublevacin y posterior victoria sobre las legiones romanas en la batalla de Adrianpolis (378), donde muri el propio emperador. Los visigodos se dispersaron entonces por los Balcanes. Slo la actitud de Teodosio I (379-395) iba a lograr provisionalmente la paz, la situacin pudo mantenerse hasta la muerte de Teodosio. A su muerte el Imperio se dividi entre sus hijos. Arcadio recibi Oriente y Honorio, Occidente. Este ltimo por su corta edad, cedi de hecho el poder a un militar de origen vndalo, Stilicn, quien tuvo que enfrentarse continuamente a los ataques de los brbaros, en especial a los protagonizados en Tracia y Macedonia por el visigodo Alarico.En el ao 405 grupos de ostrogodos, vndalos y alanos entraron en Italia. Aunque Stilicn consigui aniquilar a la mayora, a Honorio no le qued otro remedio que trasladar su corte a Rvena. El 406 los suevos, vndalos y alanos lograron romper la frontera del Rin y extenderse por la Galias. La apertura de este nuevo frente blico y el asesinato de Stilicn en el 408 iban a dejar desprotegida a Italia durante algn tiempo. Su falta de defensa fue aprovechada por Alarico y sus guerreros, quienes llegaron a asediar en tres ocasiones hasta su forma final (410). El incendio y saqueo de Roma provocaron un hondo impacto psicolgico en todo el orbe romano, ya que la ciudad se haba mantenido inviolada desde la invasin celta acaecida ocho siglos antes. Pero Alarico no tena la intencin de permanecer en Italia, sino pasar al norte de frica. Su muerte, poco antes de que terminara el ao, acabara con su sueo a la par que iba abrir un nuevo periodo en el caminar del pueblo visigodo.

En el otoo del ao 409 los vndalos, suevos y alanos atravesaron el Pirineo. Desde el ao 411 estos pueblos iban a comenzar a instalarse de un modo permanente. Los suevos se acantonaron en Gallaecia, as como los vndalos asdingos; los alanos se desperdigaron por la Cartaginense y Lusitania, y los vndalos silingos en la Btica.

En el ao 436, los burgundios, tras una lenta marcha iniciada en la zona de Brandeburgo, acabaron asentndose en la cuenca del Rdano como federado del Imperio.Atila

Entre los aos 450 y 451 tuvo lugar la mayor prueba de fuerza no slo para el Imperio Romano, sino tambin para los pueblos germanos ya asentados y parcialmente romanizados: la invasin de los hunos. Este pueblo de las estepas, que hasta el ao 405 haba estado asentado provisionalmente en las llanuras de Ucrania y Rumania, contaba ahora con un caudillo excepcional, Atila, el azote de Dios (441-453).Su muerte ocurrida durante la noche de bodas con una nueva esposa, la germana Ildico, a causa de un nuevo ataque de epistaxis, enfermedad que sufra desde haca aos, pondra fin a sus propsitos y llevara la tranquilidad a Constantinopla y tambin a Occidente. Con su muerte la disgregacin del conglomerado de pueblos y grupos que le obedecan fue fulminante. El temible y heterogneo Imperio de los hunos haba desparecido.

El final poltico del Imperio romano de Occidente

La muerte de Atila, sin embargo, no iba a significar ms que un levsimo respiro. La inestabilidad del poder romano se acentuaba progresivamente: Valentiniano III mandaba ejecutar a Aecio pocos mese despus, y el propio emperador mora asesinado en el ao 454.En las dcadas siguientes, hasta el destronamiento del ltimo emperador romano de Occidente, Rmulo Augstulo, en el ao 476, fue consumndose la descomposicin del poder imperial. De hecho, el poder se encontraba reducido a una parte de Italia. La presencia vndala en frica, el principal granero de Roma, y en el Mediterrneo occidental dificultaba enormemente el aprovisionamiento triguero de la capital.

Tras la desaparicin de la dinasta Teodosiana, los siguientes titulares del Imperio de Occidente carecieron de fuerza y prestigio, depositando el poder de hecho en los grandes jefes militares de ascendencia germnica.

El destronamiento de Rmulo Augstulo en el ao 476 por su antiguo protector Odoacro pona fin a cualquier nuevo intento de restauracin del Imperio romano de Occidente. El caudillo hrulo remiti a Constantinopla las insignias imperiales en seal de acatamiento al nico emperador con poder efectivo que quedaba, Zenn, con el deseo de seguir ejerciendo el poder militar en la parte occidental mientras que la clase senatorial italiana mantendra la administracin civil.Durante el ao 481, los francos se lanzaran desde su ncleo de Tournai a ocupar un puesto fundamental en la Galia. Su protagonista fue Clodoveo (482-511), quien acab con los restos del dominio romano en la zona.

Por su parte los ostrogodos, bajo el mando de Teodorico el Grande (493-526) se asentaran en Italia con el propsito de crear una entidad poltica basada en un sistema de alianzas de los pueblos germnicos para luchar contra Bizancio. La creacin de estos nuevos reinos y puesta en marcha de sus proyectos, de mayor o menor xito, lograran que el perfil de Europa fuera distinto a partir del siglo VI.Cap. II. Los reinos germnicos, por Manuel Recuero Astray1. Constitucin poltica y territorial

La desaparicin del orden y del poder imperial, despus del 476, propicio la constitucin de nuevas monarquas germnicas que, junto a las ya existentes, se convirtieron en la nica referencia poltica vlida de Occidente.El vaco de poder en Italia fue llenado por los ostrogodos, bajo el gobierno de Teodorico el Grande (500-526); mientras que los francos, dirigidos por Clodoveo (508-511) se apoderaron de todo el norte de la Galia, donde eliminaron tambin a los poderes locales del viejo orden romano. Los francos atacaron a otros pueblos germanos como alamanes, burgundios y visigodos, que tuvieron que someterse a los nuevos invasores o abandonar la antigua provincia romana.

Naci as uno de los ms grandes, el ms duradero de los reinos germanos de Occidente, el reino franco de la Galia, bajo el gobierno de la dinasta merovingia, de los sucesores de Clodoveo, artfice en definitiva de la conquista de los territorios que lo compusieron.

A principios del siglo V, se dio tambin la constitucin de la monarqua visigoda de Hispania. Derrotados en Voull, el ao 507, por los francos, los visigodos pudieron pasa a Hispania, lugar en el que ya tenan abiertas muchas vas de expansin, y constituir all un nuevo reino, al principio con la ayuda de los ostrogodos de Italia, pero despus consolidando su propio dominio sobre la pennsula e instaurando su capital o centro de poder en la ciudad de Toledo.Los ostrogodos de Italia y los vndalos en el norte de frica, iban a desaparecer antes de que mediara el siglo, como consecuencia de la contraofensiva bizantina en Occidente; mientras que los francos en la Galia y los visigodos en Hispania, pudieron desarrollarse y evolucionar poltica y territorialmente.

Caso aparte lo representa la llamada heptarqua anglosajona o conjunto de reinos, entidades polticas muy pequeas e inestables, que se constituyeron como consecuencia de la invasin martima y progresivo avance territorial de los anglos, jutos y sajones por la isla de Gran Bretaa, a costa de los antiguos habitantes.

Los anglos, que ocuparon el centro del pas, fundaron los reinos de Northumbria, Anglia Oriental y Mercia; los sajones en las regiones del Sur, constituyeron los de Essex, Sussex y Wessex; mientras que los jutos en el sureste dieron vida al de Kent.

En este caso, se trata de un proceso lento, por la misma naturaleza de la invasin, pues los desembarcos germanos en la isla de Gran Bretaa no terminarn hasta finales del siglo VI, y la resistencia bretona no ser neutralizada hasta el siglo siguiente, cuando adems empiece un proceso de unificacin del mundo anglosajn. Tambin durante la segunda mitad del siglo VI, entre 568 y 572, se produjo la conquista de parte de Italia por los lombardos, a costa del dominio bizantino, que haba acabado a su vez con el dominio ostrogodo. El reino lombardo de Italia tuvo una vida bastante agitada y una configuracin poltica muy inestable, condicionada siempre por la propia situacin poltica y territorial de la Pennsula italiana, donde convivan la autoridad imperial que dominaba en Oriente, que conservaba parte de sus dominios del Sur y el Este; la mxima autoridad religiosa cristiana y latina, en Roma; y un pueblo germano, el lombardo, integrado tardamente en el proceso de constitucin de este tipo de reinos. 2. El factor religioso

Desaparecido el Estado romano y destruido el orden clsico, la Iglesia se convirti en la nica institucin capaz de trasmitir muchos de sus legados, al tiempo que asimilaba las aportaciones de los nuevos pueblos cristianizados.

La religin result ser un punto de encuentro y la fuente de nuevos planteamientos, sobre la que se sustentara la nueva civilizacin europea.

Una de las mayores dificultades de la cristianizacin de los reinos germnicos fue que sta no se hizo en el seno de la misma Iglesia a la que perteneca la mayora de la poblacin de origen romano. Pueblos como los visigodos, vndalos, burgundios, suevos, ostrogodos o lombardos conocieron una versin peculiar del cristianismo: la arriana. Esta corriente ya haba sido desechada por la mayora catlica del Imperio, despus de la celebracin de los grandes Concilios de Oriente en los que, como sabemos, se terminaron de definir las principales verdades de la fe catlica u ortodoxa.

El arrianismo sobrevivi gracias a la labor realizada por el obispo de origen germnico filas, que haba sido educado en medios eclesisticos de Orientes afectos a esta hereja, y que transmiti sus creencias al pueblo visigodo, a travs de una pequea comunidad afincada en Mesia, de la que fue pastor casi cuarenta aos, y para la que tradujo la Biblia a su propia lengua, que careca incluso hasta entonces de alfabeto.

Cuando los visigodos penetraron en el Imperio, huyendo de los hunos, realizando su larga y dilatada trayectoria desde Oriente hasta la Galia, a finales del siglo IV y principios del siglo V, ya era un pueblo arriano; es ms, hicieron de esta peculiaridad religiosas una frmula poltica de diferenciacin nacional, con respecto a la poblacin catlica con la que a partir de entonces tuvieron que convivir en los distintos asentamientos que ocuparon, ya dentro del Imperio, y a la que trataran de dominar tras la desaparicin de este ltimo.

Francos y anglosajones se hicieron catlicos sin pasar por el arrianismo. El artfice de esta conversin fue Clodoveo, el conquistador de la Galia, casado con una princesa borgoa catlica. Clotilde, quien sin duda ejerci una influencia importante a la hora de su bautismo. En el siglo VII, la evangelizacin de las tribus francas haba avanzado mucho, incluso en las zonas ms septentrionales de la Galia, gracias a la llegada de monjes formados en la tradicin irlandesa, con san Columbano (540-615) a la cabeza.

En cambio, en la Inglaterra anglosajona la penetracin del cristianismo fue bastante tarda, no se produjo hasta las postrimeras del siglo VI, y a travs del reino de Kent. A partir de entonces se iniciaron conversiones masivas en los distintos reinos, Essex, Wessex, Anglia Oriental y Northumbria, aunque con el rechazo de las cristiandades e iglesias clticas, que odiaban a los sajones. Pero all, en Gran Bretaa, como en todas partes, el factor religioso acab convirtindose en uno de los fundamentos del desarrollo institucional y poltico de los reinos germnicos.

3. La realeza germnica

Los regmenes implantados por los germanos en sus dominios tuvieron un carcter bastante simple, el propio de una banda guerrera. Un marcado carcter militar, sin apenas referencias a los poderes pblicos desaparecidos, reducidos a la voluntad privada de los jefes, cuya actuacin se fundamenta en la fuerza y no en el derecho. La realeza brbara o germnica en la mayora de los casos se convirti en pieza clave de la organizacin poltica, que hubo de restaurar o reparar algunas de las formulas gubernativas y administrativas antiguas, o simplemente arbitrar otras nuevas para el control de la situacin en los distintos reinos.

Esto explica la consolidacin de la propia realeza germnica, no ya como concepto poltico, sino como una institucin llamada a perdurar durante muchos siglos y como frmula de gobierno en el Occidente europeo. Todos los reinos germnicos tuvieron sus dinastas reales, verdaderas estirpes de donde procedan los reyes por eleccin o sucesin: la familia de los Baltos de los visigodos y la de los merovingios de los francos, junto a los malos ostrogodos.

La labor de estas dinastas reales est en principio limitada por la propia concepcin patrimonial del reino que tienen los germanos, lo que afecta no slo a sus formulas de gobierno sino tambin al rgimen de sucesin dentro de esas mismas dinastas. En el caso de los merovingios, la realeza est sometida a los principios de derecho privado, hasta el punto de que el reino puede ser dividido en porciones, de forma que distintos miembros de la misma estirpe se las repartan para su gobierno, manteniendo una cierta unidad monrquica pero sobre la base de una divisin real de los territorios.

La muerte de Clodoveo, el ao 511, supuso el reparto del reino franco de la Galia entre sus cuatro hijos:

Teodorico L (511-534)

Clodomiro (511-524)

Childeberto (511-558) Clotario (511-566)

Que se repartieron los territorios sin preocupaciones tnicas, geogrficas o administrativas, sino simplemente como lotes o partes de una herencia particular. Cada uno se asent o intent gobernar su patrimonio desde una ciudad distinta: Metz, Orleans, Pars y Soissons. Al cabo, el nico superviviente fue Clotario , que volvi a reunificar el reino entre el 558 y el 561; pero las divisiones volvieron a imponerse tras la muerte de este monarca y hasta bien entrado el siglo VII, cuando la dinasta acab por perder toda su fuerza y prestigio.

Los merovingios, los reyes de los francos, representantes como hemos visto de la realeza germnica en su estado ms genuino, sobrevivieron con su reino, pero su papel poltico fue decreciendo a lo largo de todo el siglo VII, como consecuencia de una situacin poltica en la que el poder real, adems de no haber alcanzado suficiente eficiencia, tena que competir con otros poderes emergentes que, como la de la aristocracia, medraban a la sombra del desgobierno.

4. Situacin legislativa

Los primeros Cdigos o textos legales, por lo general breves compilaciones con influencias romanas y dedicadas a regular algunos aspectos de las comunidades germnicas asentadas en Occidente. El Cdigo de Eurico (466-484), para los visigodos del reino de Tolosa, es uno de los primeros y el ejemplo que seguirn otros muchos pueblos, como el de los francos en su Ley Slica o los burgundios en su Ley Gundobada, lo mismo se puede decir de las Leyes de Rotario (652-668) para los lombardos.Los burgundios y los ostrogodos propiciaron compilaciones de leyes romanas, a principios del siglo VI. La pervivencia del Derecho romana se fundamenta en la poltica de los reyes que, como Teodorico, trataban de apoyarse en la tradicin y en los jurisconsultos romanos, para afianzar su poder. Pero la muerte de Teodorico, el ao 526, marc prcticamente el fin de este intento legislativo, que sus sucesores s no pudieron ni aplicar ni mantener antes de la separacin definitiva del reino en el 535.La Ley Slica, cuyos inicios se pueden remontar a la poca de Clodoveo, es un Cdigo de tradicin eminentemente germnica, que fija su atencin sobre todo en aspectos como el de las penas o composiciones que habran de pagarse por los delitos, y que reconoce explcitamente la personalidad de los reyes por las cuales cada uno debera ser juzgado.

5. Gobierno y comunidad

Los conquistadores, ms que gobernar, tratan de controlar la situacin en su propio beneficio, dando importancia tan slo a aquello que pueda contribuir a consolidar su posicin. Los reyes se rodean de un squito personal para su servicio, que son en realidad sus clientes o socios a quienes encomiendan labores de carcter pblico y privado, ms bien estas ltimas que se confunden con las primeras.

Y es que los monarcas germnicos prescinden incluso de las asambleas caractersticas de sus respectivos pueblos, e instauran un rgimen de gobierno personal ms o menos limitado en sus planteamientos. A partir del poder real pleno y absoluto, el monarca germano, adems de sus fieles ms allegados, puede buscar colaboracin en otros personajes, como los obispos o magnates, crendose una oligarqua dirigente.El reino visigodo alcanz un importante desarrollo poltico, cuya mxima expresin fueron los Concilios de Toledo. De naturaleza mixta, eclesistica y civil, estos Concilios fueron la mxima expresin de la intensa colaboracin que los reyes germnicos llegaron a tener con las autoridades eclesisticas a la hora de gobierno de sus reinos. Esta colaboracin no siempre se desarrollo en el seno de los grandes Concilios, al estilo visigodo. En muchos reinos, sobre todo en los arrianos, los obispos catlicos fueron mas intermediarios que colaboradores de la nueva realeza; en otros, a pesar de ser catlicos, su influencia tardara en notarse desde el punto de vista poltico, por la falta de un verdadero desarrollo institucional.

El patrimonio de la Corona, junto al Tesoro Regfio, fue el verdadero sustento econmico del rgimen impuesto por los reyes germnicos. Todos ellos posean grandes dominios territoriales, provenientes del fisco imperial romano y de las confiscaciones y apropiaciones sucesivas. En estas fincas rsticas, muy numerosas, trabajaban los siervos fiscales bajo la supervisin de los administradores reales: los siervos cultivaban las tierras, pagaban rentas y realizaban servicios, siempre en beneficio de la realeza y de sus servidores. 6. Poder y sociedad

La sociedad germnica continu manteniendo la divisin elemental entre personas libres y siervos; pero las verdaderas desigualdades no estuvieron determinadas por la condicin jurdica, sino que dependan de situaciones de hecho muy diversas.Como el rey, muchos miembros de la aristocracia dominante acaban teniendo su propio squito de fideles o comitivas militares, a los que pagaban su fidelidad con bienes y propiedades en una dinmica claramente prefeudal.El poder de la aristocracia y los nobles de la sociedad germnica acabara contrastndose con la propia monarqua, terminando por suplantarla en su papel dirigente. Se trataba de una nobleza de palacio que, adems de cargos y honores, fue acrecentando su patrimonio territorial, sus propiedades.

Desde el siglo VII, por lo menos en el reino franco, esta aristocracia llega a ser tanto o ms poderosa que la propia monarqua, por la sencilla razn de que posee y administra ms tierras; lo que le permite adems, controlar a muchas personas que habitan en ellas.

El mismo decrecimiento del fisco, que facilita el afianzamiento de la gran propiedad en manos privadas o eclesisticas, como frmula de control de la explotacin de la tierra en beneficio de la clase aristocrtica; incluye tambin, la dependencia campesina con respecto a estos nuevos seores que detentan el verdadero poder poltico, privatizado y compartimentado territorialmente.

De esta manera el peso social y el poder poltico tienden a acumularse en pocas manos: en las de la clase aristocrtica o en las de la Iglesia, mientras que las masas campesinas compuestas en gran nmero por hombres libres, comienza a entrar en vas de dependencia a travs de su encomendacin a los nuevos seores de la tierra.

La decadencia de la vida urbana, trajo consigo la de los grupos sociales que le daban vida y la de muchas de sus actividades.

Muchos prefirieron dejar su condicin de propietarios e integrarse en las explotaciones agrarias de los seores, laicos o eclesisticos, capaces de protegerles. La frmula ideal para esta integracin fue la villa romana: propiedad dividida, por una parte, en la reserva de explotacin directa y, por otra, en mansos o tenencias, que acogan a esos campesinos encomendados o a los siervos, en condiciones diversas, sobre todo en cuanto a las obligaciones con respecto al propietario de la tierra, pero con el denominador comn de proporcionar a ste ltimo derechos y rentas.

Es necesario hablar de un proceso de barbarizacin de Occidente, que no slo afecta a la mentalidad jurdica, sino tambin a las costumbres, y que terminara por acrisolar una nueva sociedad; fruto en definitiva de la fusin de lo romano con lo germano en los distintos reinos.

La sociedad germnica se fue alejando progresivamente del modelo clsico de Roma, sin renunciar a muchos de sus valores y planteamientos; pero propiciando un cambio, que no en todos los aspectos result ser en sentido negativo.7. Desarrollo poltico e institucional

El desarrollo institucional y poltico de los reinos germnicos de Occidente dependi fundamentalmente de dos factores: La pugna entre el romanismo y el germanismo

El tiempo, es decir, la capacidad de asimilacin de los invasores por los invadidos, y del xito de los primeros en su propsito por consolidar su dominio.

8. Arte y cultura

Desde el punto de vista cultural, los reinos germnicos protagonizaron una etapa de decadencia con respecto al mundo clsico, de la que slo en parte fueron responsables. Se salv la lengua latina frente a las habladas por los germanos, por su carcter de lengua escrita y su valor literario; pero en una versin vulgar muy empobrecida.

El elemento decisivo para la integracin cultural de los reinos germnicos, fue sin duda el religioso. Se desarrollaron escuelas de carcter eclesistico o monstico, cuya finalidad de formacin clerical fue compatible con la difusin cultural, fundamentada en planteamientos y conocimientos antiguos. Se podra decir que fue la cultura cristiana la que vino a paliar las consecuencias del retroceso cultural que aquej a los reinos germnicos. Sin embargo, la falta de originalidad o de medios para continuar realizando grandes obras arquitectnicas, no supone la decadencia irreversible ni siquiera en este aspecto. Adems, el mundo germnico tuvo sus propias aportaciones en algunas de las artes menores, como la orfebrera.

Los godos aportaron tcnicas como el alveolado, es decir, el engaste en alvolos o en placas horadadas de piedras preciosas, prcticas que pasaron a otros pueblos germnicos.Cap III. El nacimiento de una nueva sociedad, por Fernando Surez BilbaoNo cabe duda que entre los siglos V y VIII surgi una nueva entidad que sustituye a la antigua comunidad mediterrnea y que denominamos comnmente Europa. Surgi como consecuencia de la llegada de los germanos pero tambin por la divisin del Mediterrneo en dos mundos con dos iglesias latina y griega.La asimilacin entre germanos y romanos se vio dificultada durante dos siglos por diferencias jurdicas y sociales que se tradujeron en la adopcin de credos distintos. Era mucho ms fcil en los niveles bajos de la sociedad que en los altos. La nobleza posea cierto barniz de romanidad en el momento de la invasin; por eso la gran batalla contra los hunos el 451 adopta la forma de una lucha entre germanos romanizados y autnticos brbaros prontos a destruir.1. Los nuevos pobladores

Dawson ha definido a los germanos como poseedores de una cultura de grupo, kinsred, frente a Roma, cultura de Estado. Es en plano de las estructuras socioeconmicas y de sus transformaciones fundamentales en el que se experimentan ms cambios, y donde se justifica el uso del trmino decadencia.

Las migraciones como hecho social constituyeron un fenmeno lentsimo, iniciado a principios del reinado de Marco Aurelio. Los germanos lograron instalarse como agricultores gracias al pago que el Imperio les daba a cambio de los servicios militares. Se les denominaba laeti, y se instalaban en tierras de bajo rendimiento o abandonadas. De esta forma constituyeron colonias de germanos que establecieron sistemas agrcolas propios, como la rotacin de cultivos. Con el tiempo, estas tierras, lidiles, se equipararon a las de los siervos y en tiempos de Carlomagno eran despreciadas.El cristianismo result en parte modificado. Sin duda, la primaca del papa era afirmada mucho antes de las invasiones, peo no pudo desenvolverse con eficacia hasta que los germanos le libraron del poder de los emperadores.

Se calcula que el 5% de la poblacin ingresaba al clero, y que ste se nutra ms de hombres cultos que de gente del pueblo. El celibato hacia que el producto de su trabajo se acumulase en la Iglesia, unindose a las donaciones de los fieles. De ah su gran riqueza. Durante los siglos IV y V los concilios trataron de imponer una racionalizacin de la fe, como era el gusto latino, pero a partir del VI cesaron y se impuso la sensibilidad, ms al alcance de las masas.Los germanos romanizados: visigodos

En Espaa, los reyes consideraban su reino como un patrimonio que podan repartir entre sus hijos y ejercan su autoridad de un modo absoluto.

Usando como base el Tratado de 418, los visigodos se asentaron en la Pennsula, repartiendo tierras; este reparto, cuyo detalle no conocemos, afectaba tambin a los pequeos fundos. Sin embargo, la instalacin se hizo, al parecer, con muy poca violencia y adaptndose los recin venidos a la estructura econmica romana.

Los visigodos conservaron en principio las instituciones romanas, incluido su derecho, pero edificaron enfrente una codificacin de leyes propias, el Cdigo de Eurico, que a travs del Codex revisus de Leovigildo, se integr en el Liber iudiciorum de Recesvinto. Estas leyes no eran puramente germnicas, pues se haban infiltrado en ellas influencias romanas y bizantinas, as como eclesisticas. Al fundirse las dos comunidades, no se produjo alteracin alguna en cuanto a la relacin poltica de rey a sbdito. Subsisti el Estado con tres fines: la aplicacin de la ley, la defensa del territorio y la proteccin de la Iglesia.La Francia merovingia

La importancia que los merovingios adquieren para el historiador actual procede del hecho que, tras la invasin musulmana, Europa hubo de reorganizar su vida poltica en torno a Francia. La ley slica, recopilada a fines del reinado de Carlomagno, presenta un cuadro rudo en el que imperan la venganza privada y el juicio de Dios; la familia, incluyendo los siervos, es un todo solidario en su responsabilidad. Pero al instalarse en las Galias, los francos conquistadores no establecieron diferencias entre ellos y la poblacin preexistente; la fusin se hizo por niveles horizontales entre las clases.La invasin anglosajona

En las islas britnicas la dominacin romana apenas tuvo ocasin de influir, pues segn parece, los invasores exterminaron sin piedad o expulsaron a la poblacin antes existente. Anglos y sajones conservaron mejor ciertas agrupaciones tribuales, en detrimento de la familia de consanguneos. Cuando las aldeas crecen se rodean con cercas, sin cambiar esencialmente su carcter. El campesino libre anglosajn haba recibido un lote de tierra de la que se senta plenamente propietario; aparte estaba la tierra comunal que si en alguna ocasin se entregaba, el usufructo vena obligado a satisfacer en renta.El rey parece haber sido cabeza de una jerarqua bastante mvil; por debajo de l hallamos nobleza de raza o de funcin administrativa.La Italia lombarda

Italia se dividi en tres partes, el norte lombardo, el centro pontificio y el sur bizantino. Las autoridades bizantinas se entregaron a la tarea de helenizar sus dominios; stos a su vez, trataron de reavivar las comunicaciones con los reinos germnicos de Occidente, a la bsqueda de nuevas clientelas. La capacidad adquisitiva

De tales clientelas se hallaba entonces muy mermada. Incluso en territorio lombardo

parece haberse conservado la tradicin de las corporaciones de oficios. Los latifundios se conservaron y pronto apareci una sola clase de grandes propietarios. Ignoramos hasta que punto el latifundio desbord a la pequea propiedad. La ruralizacin se hizo general en Occidente, consumndose un proceso ya comenzado en el Imperio romano. Sin embargo, el mundo germnico consigui romper el crculo de la pobreza en que estaban sumidos los campesinos, gracias a tres factores:

La desaparicin del fisco

El aprovechamiento de los avances tcnicos frenados por el conservadurismo romano

La explotacin de tierras del Estado ahora libres

2. La organizacin de la tierra

Subsistieron las villas romanas, aunque muchas cambiaron de mano; junto a ellas los vicos celtas permanecieron, como en Espaa o Italia.

La clula esencial de explotacin era el manso, que inclua la casa, el huerto y los cultivos. En cierto modo se puede entender que las villas, eran agrupaciones de mansos. Para la explotacin de las villas, se proceda a la distribucin de parcelas entre campesinos, calculadas en principio para que bastaran al sometimiento de una familia; a cambio de ellas, los usufructuarios se obligaban a trabajar sin salario la reserva o indominicatus del seor. Aunque subsistan los esclavos, cada vez en menor nmero, ya no desempean ninguna funcin econmica sustancial.La tierra fue prcticamente la nica forma de riqueza, pues la moneda apenas circulaba y, al ser de oro o plata, se buscaba su atesoramiento. El mismo rey quedo reducido a vivir de las rentas de su dominios, muchas veces stos, como lo de los nobles y la de los monasterios, cumplan cometidos colonizadores.

La paralizacin del comercio mediterrneo fue algo anterior, desde los tiempos de Diocleciano y Constantino no volvi haber un trfico martimo fluido, producindose un golpe mortal con el asentamiento de los vndalos en el norte de frica. La paralizacin del comercio vino determinada sobre todo por un cambio de mentalidad porque los botines de oro y plata no servan para acelerar la circulacin de capitales, sino para atesoramiento.

A partir del siglo V se produjo una transformacin en el sistema comercial, no slo el mar dej de ser seguro, sino que las ciudades como ya se ha dicho entraron en una profunda decadencia. En estas circunstancias, los obispos asumieron las funciones administrativas que antes ejercan las autoridades romanas.Fue con Carlomagno cuando la economa se transform en Europa, aumentando la produccin de alimentos, gracias a una mejor explotacin de la tierra. Se produjo una gran presin sobre los pequeos propietarios libres, obligndose a incorporarse a los grandes dominios, producindose una lenta pero constante disminucin de los hombres libres en beneficio de los siervos. El rgimen dominial se instal en principio entre el Loria y el Rin a lo largo de los siglos VIII y IX, y desde ah fue extendindose a otras regiones, aunque transformndose sus estructuras. 3. Una civilizacin cristiana

Cuando se produjeron las grandes invasiones de principio de siglo V en el Occidente romano haca ya tiempo que el Cristianismo y la Iglesia haban dejado de ser ideologa e institucin hostiles al orden establecido del Imperio. Para aquel entonces Cristianismo e Iglesia haban ganado la batalla en un Imperio que se confesaba tanto cristiano como romano.Sin duda para aquellos tiempos la Iglesia occidental tena una ideologa por completo adaptada al tradicional lenguaje del poder en el mbito local. Para ello fue fundamental que la jerarqua eclesistica lograse ver reconocido su total monopolio, acabando con el elemento perturbador que hasta entonces haba supuesto la presencia de otras personas a las que la comunidad tambin prestaba atencin: desde magos y mdicos a doctores laicos de las Escrituras.

Esta solucin se asentaba en la afirmacin de la superioridad indiscutible de la primaca episcopal, como intermediario fundamental entre la comunidad terrenal y la celestial, compuesta por los santos. Carcter intermediador que se explicitaba en tres fenmenos:

Su capacidad exorcista, derrotando a los demonios que se rebelaban

La custodia de las reliquias de los santos

La direccin de la ceremonia colectiva de la misa y dems rituales litrgicos mediante los cuales se produca una sincrona entre el tiempo terrestre y el celestial.

Desde tiempos de san Martin de Tours el control de las reliquias, la construccin de baslicas y oratorios sobre las tumbas de los mrtires y santos locales, considerados patronos de la comunidad, se haban constituido en palancas de poder y prestigio personal del obispo introductor del culto, y un medio para perpetuar la funcin episcopal en el seno de una misma familia o linaje aristocrtico

4. La difusin de los monasterios

El monaquismo apareci por primera vez en Oriente, tomando gran fuerza en Egipto en el siglo IV, donde se desarrollo dos grandes tendencias: la anacoreta y la cenobtica. La constitucin de la regla de san Basilio Magno (360) sirvi para unificar en gran medida el cenobitismo en toda la cristiandad oriental, que en tiempos de Teodosio experimentara una enorme expansin.En Occidente, el movimiento monstico fue algo ms tardo, aunque las causas del mismo seran en gran parte iguales a las del oriental. En un primer momento se intent la aclimatizacin de las prcticas orientales, con su rigorismo y tendencia a la vida anacortica, no obstante que las condiciones ecolgicas y climticas eran muy diferentes de las desierto egipcio.

El gran impulsor del monaquismo oriental en las Galias sera Martin de Tours, que lo desvi hacia modalidades cenobticas, con su monasterio de Marmoutier.El movimiento monstico irlands Patricio, un bretn educado en Italia, procedera a la primera cristianizacin de la isla, organizando su iglesia. A imitacin del monaquismo oriental se constituiran autenticas tepolis monsticas, con las cabaas de los monjes solitarios agrupadas en torno a la del abad. El monaquismo irlands se caracteriz por su extremado ascetismo de origen oriental, y su desprecio por la vida eclesistica secular.

En la pennsula ibrica, el movimiento monstico era antiguo. Ya a principios del siglo V tenemos atestiguado monasterios urbanos y rurales en la zona del nordeste, pudindose relacionar su fundacin con miembros de la aristocracia teodosiana. Pero su intensificacin sera en el VI, mostrando una gran singularidad en la segunda mitad del siglo VII. Se debe destacar como las principales figuras de la iglesia hispanovisigoda en esta poca que compusieron reglas monsticas para monasterios fundados bajo su inspiracin: Juan de Bclaro, Leandra e Isidoro de Sevilla, Justiniano de Valencia.

Pero sin duda, el movimiento mstico de mayor trascendencia para el futuro sera el iniciado por Benito de Nursia , con la fundacin hacia el 520 del cenobio de Monte Casino. El gran acierto de san Benito y de su Regla consisti en limitar el rigorismo asctico del monaquismo oriental, y el adaptarlo a la realidad del Occidente de la poca. Se consideraba a cada monasterio como una comunidad independiente bajo la autoridad de un abad. Los monjes no podan, tras haber profesado, abandonar el monasterio en el que entraron, y estaban obligados por votos de castidad, pobreza y obediencia a la autoridad del abad. Rasgo caracterstico de la regla benedictina fue la alternancia y mezcla de la labor contemplativa o intelectual con la actividad manual, sobre todo el trabajo en los campos dependientes del monasterio 5. El PapadoEl cristianismo fue el nuevo lenguaje del poder, sustituyo la Ecmene romana por la comunidad de la Iglesia.

La idea de que el obispo de Roma le corresponda la primaca entre los restantes obispos era bastante antigua, como mnimo del siglo V. la fundamentacin terica de la misma resida en la llamada comisin pietrina . La Iglesia fundada por el mismo Cristo con el acto de la comisin pietrina no era sino la sociedad entera de todos los cristianos. Considerada la Iglesia como un cuerpo indivisible, lo que aseguraba la cohesin de la misma era la Fe y la adhesin de todos sus miembros a las normas de conducta deducible de ella. El gobierno de la Iglesia consista en la transformacin por quienes posean esa sabidura de la doctrina en regla de accin. Tal facultad de transformacin exiga el ejercicio de unas potestas, el Papado sostena que esa potestas haba sido concedida a san Pedro por Cristo. La tarea esencial de los papas sera la de establecer explcitamente la vinculacin entre los poderes confiados por Cristo a Pedro y los del papa. Tuvo gran trascendencia Len I (440-461), este se consider explcitamente indulto heredero de san Pedro. Sucesin petrina que deba entenderse en el sentido de que el papa haba heredado los poderes otorgados por Cristo a Pedro, haciendo abstraccin de las cualidades personales de cada papa. La concepcin de los poderes papales se mezclo con la idea de la disposicin jerrquica de la sociedad, distribuyndose en ella el poder de forma descendente. De esta forma, los papas, como sucesores de san Pedro, no eran unos miembros ms de la Iglesia, sino que se encontraban fuera y por encima de la misma. Hacia finales del siglo V se acuara la frase que resuma tales ideas: el papa no puede ser juzgado por nadie. Cap. IV. La pervivencia del Imperio romano en Oriente, por Luis Garcia-Guijarro Ramos

La parte este del vasto territorio imperial fue la que recibi primero las sacudidas brbaras que iban a conducir al desmoronamiento de la construccin poltica tardorromana en las dicesis occidentales. A partir de la victoria de Adrianpolis (378), efectivos germanos, primero visigodos, mas tarde ostrogodos, permanecieron inestablemente asentados en los Balcanes durante cien aos ; desde la dcada de 420 y hasta mediados de siglo, los hunos, motor externo de las invasiones brbaras por su presin sobre los godos asentados en el arco noroccidental del mar Negro, devastaron repetidamente zonas imperiales al sur del Danubio. Pero todas estas graves perturbaciones solo afectaron de forma decisiva a Occidente, donde la llegada y asentamiento de dichos pueblos contribuyeron de forma distinta a la quiebra poltica del Imperio y al establecimiento de reinos brbaros.

A la muerte del emperador Teodosio (379-395), la gestin de los territorios imperiales qued dividida por decisin suya entre sus dos hijos; Honorio (395-423) qued encargado del Occidente romano, Arcadio (395-408) del Oriente. Al fragmentar el gobierno del Imperio, Teodosio no innov y, sobre todo, no imagin una ruptura permanente de una entidad bsicamente unitaria. La duplicidad de augustos gozaba ya de una larga tradicin, que se remontaba a la decisin de Diocleciano en 285 de desdoblar el cargo imperial para hacer frente, de forma geogrficamente cercana, a los innumerables problemas internos y externos que acechaban al imperio fruto de lo que se ha venido llamando crisis del siglo III. La sucesin de la tetrarqua dioclecianea por el gobierno de Constantino.Si al dividir el Imperio, Teodosio se inspir en una tradicin establecida, ello implicaba al propio tiempo la ausencia de cualquier idea de segregacin definitiva. Tampoco Honorio, Arcadio o sus inmediatos sucesores lo percibieron as. De hecho hubo circunstancias en la primera mitad del siglo V que parecan propiciar una reunificacin, bien en torno a la rama occidental o a la oriental de la familia teodosiana.

La desaparicin de la contrapartida imperial en Occidente a partir de 476 acentu en gran manera estos rasgos. Ya no exista fragmentacin, sino un nico foco en Oriente, del que provendran en el siglo VI esfuerzos de restauracin de la integridad territorial del antiguo Imperio, pero desde un centro de gravedad que ya no era lgicamente Roma, sino Constantinopla.1. Hacia la construccin de un Imperio Oriental: los inicios de la identidad propia.

1.1 El espacio del Imperio en Oriente

Diocleciano remodel las antiguas circunscripciones provinciales en unidades mas manejables, ensambladas en entidades superiores. La agrupacin de las nuevas provincias en dicesis, a cuyo frente se encontraban los vicarios, y de stas en cuatro prefecturas, dos para cada una de las grandes zonas en que quedaba dividido el Imperio, aspir a establecer un entramado jerrquico que permitiera una accin rpida, efectiva y conjuntada en los distintos territorios. Para evitar una concentracin de poder, la administracin civil fue separada de la militar en las provincias. Dirigiendo las primera, hallamos a los gobernadores; los duces eran los jefes de las tropas; su mando poda abarcar varias demarcaciones provinciales.

Los lmites europeos entre las prefecturas orientales y occidentales variaron repetidas veces a lo largo del siglo IV.

1.2 El papel integrador de un Estado burocratizado

El espectacular crecimiento de la nmina de soldados se produjo en el reinado de Diocleciano, debi suponer un aumento de cerca de un cincuenta por ciento para el conjunto del Imperio. La principal incidencia de los crecientes requerimientos del ejrcito fue fiscal. Implic una reorganizacin de la fiscalidad para incrementar el nmero y la continuidad de las percepciones que cubran la annona satisfecha en especie a las tropas. Se desarrollaron dos parmetros impositivos uno sobre individuos (capitatio, cabeza) y otro sobre un estndar de superficie agraria (iugatio, extensin arada por un par de bueyes en un da).El centro de gravedad de la percepcin de impuestos eran las ciudades, que administraban no solo el mbito urbano, sino tambin el rural. La pertenencia al gobierno ciudadano paso de ser un honor a convertirse en una carga, de la que pretendan escapar las clases pudientes urbanas.La burocratizacin del Estado que pretenda hacerse omnipresente para asegurar unos ingresos con los que poder mantener sus objetivos militares y su propia existencia; aun llevando en s mismo un elemento de contradiccin, pues la magnitud de la gestin la hizo inmanejable, contribuy a establecer pautas de cohesin hasta entonces inexistentes en Oriente.

La racionalidad de un Estado engrandecido afect tambin a la organizacin del poder en Constantinopla, donde se sedentariz la administracin, a la par que lo hacan los distintos emperadores a partir de Arcadio; incidi asimismo en la articulacin del ejercito, cuya estructura interna ya haba cambiado. La ficcin del senado se mantuvo en la nueva sede imperial, donde fue establecido por Constantino I en clara voluntad de equiparacin con Roma, pero, al igual que en sta, con prerrogativas reducidas. Sin embargo, a diferencia de la institucin romana, no agrupaba un escaln ltimo del poder econmico, sino a altos funcionarios que haban accedido a travs de su cargo, y, desde luego, no operaba como asamblea, sino como simple etiqueta distintiva de la clase social ms selecta y privilegiada.

Las transformaciones en el ejrcito, las finanzas, el Estado, que cambiaron por completo la faz del Imperio, sirvieron para aglutinar los heterogneos territorios orientales en aras a una mejor defensa del mundo romano frente a las mltiples amenazas que le acechaban. 1.3 Extensin del Cristianismo y cohesin religiosa

La tolerancia estipulada por Constantino I y Licinio en el denominado Edicto de Miln (313) supuso en Oriente la libertad de culto para todos los credos y la restitucin de las propiedades confiscadas a las iglesias cristianas desde la persecucin en 303. La actitud permisiva imperial permiti una rpida extensin del Cristianismo en el este mediterrneo. La punta de lanza del desarrollo de la nueva religin eran las ciudades, especficamente las clases medias y bajas en ellas; los sectores mas ajenos eran los intelectuales y el mundo rural, anclado en sus cultos ancestrales.

Unas de las virtudes de la prctica del Cristianismo residan en la versatilidad del compromiso individual, ms laxo o ms estricto segn el rigor de cada creyente. La dificultad de vivir en el mundo la pureza evanglica condujo, desde el siglo IV, a una vivencia alternativa: el monacato. Surgi sintomticamente en Oriente, el mbito en que el cristianismo iba modelndose como religin articulada en todos sus aspectos, y mas concretamente en Egipto, dentro de una doble vertiente, eremita, que implicaba praxis individualizada de la ascesis (san Antonio, ca. 251-356), y cenobtica, que supona bsqueda en comn regulada por una norma (san Pacomio, ca. 290-346); pronto se extendi por Palestina, Siria y Asia Menor.

1.4 Helenismo y Romanismo: los lazos entre culturas diversas

En el momento en que Diocleciano accedi al trono (284), siglos despus que el helenismo impregnara Oriente Prximo a travs de sus sucesores de Alejandro Magno, el griego era lengua mayoritariamente hablada slo en determinadas zonas: la Pennsula helnica, el oeste de Anatolia, las islas, las costas y las principales ciudades. En el resto del Imperio Oriental, las lenguas dominantes eran el copto en Egipto, el arameo en Palestina, Siria y Mesopotamia, el tracio en Tracia, y un sin nmero de lenguas locales en el centro y este de Anatolia. En estas ltimas zonas, la penetracin del griego se vea favorecida por la comn raz indoeuropea de las hablas autctonas; no as en el mbito de lenguas camticas o semticas. El latn y el griego actuaron como elementos aglutinantes. La primera lengua era de uso obligado en la administracin; la segunda era el habla ms generalizada y tambin el vehculo literario ms prestigioso, ya fuera en el mbito cristiano o en el pagano. El griego result la forma escogida para precisar las sutilezas doctrinales en su memento de construccin conceptual; en esta lengua se vertieron los escritos de la edad de oro de la patrstica oriental, los textos de los denominados Padres de la Iglesia griega, entre Eusebio de Cesarea (260-340) y Cirilo de Alejandria (370-444)

2. El oriente romano, 395-457: una divisin definitiva?

2.1 Legitimidad dinstica y escasa personalidad poltica de los monarcas teodosianos: el protagonismo en su entorno

2.1.1 Arcadio (395-408), Eudoxia y Antemio La muerte sorprendi al emperador Teodosio I en Miln a comienzos de 395. Haba dejado en los territorios orientales como augusto a su hijo Arcadio

2.1.2 Teodosio II (408-450), Pulqueria y Eudocia

A la muerte de Arcadio en 408, ascendi al trono un nio de siete aos, Teodosio II. La difcil coyuntura de la minora fue salvada con xito gracias a la continuidad que imprimi Antemio al gobierno, cuyo monarca reconoci de inmediato a Teodosio.La ltima noticias que tenemos de Antemio data de 414. A partir de ese momento, empez a destacarse la figura de Pulquera, hermana mayor del monarca, quien con solo quince aos, comenz a ejercer protagonismo poltico a partir de su proclamacin como augusta. Pulquera dio un giro a la poltica de Antemio. Imprimindole un rigorista sesgo religioso, que inculc en su hermano, al adoptar ella personalmente la responsabilidad de la educacin de Teodosio. Este enfoque naci de una sincera actitud personal, pues prest, junto a sus hermanas, voto de virginidad perpetua.

El hecho de que Pulqueria dominara la corte hizo que fuera ella quien propiciara el matrimonio de su hermano, y quien eligiera a Atenaide, pagana, hija de un sofista ateniense, que hubo de recibir el bautismo y tambin nuevo nombre, Eudocia, antes del matrimonio, celebrado en 421.

El ascendiente de Pulqueria o la propia actuacin autnoma de Teodosio II, cuya educacin, recordemos, haba sido moldeada por su hermana y gener en l gran inters por toda suerte de conocimiento, fundamentalmente el religioso, son perceptibles en actuaciones tendentes a desarrollar la cultura cristiana o a depurar la doctrina. Hasta entonces, la enseanza superior estaba prcticamente monopolizada por las escuelas paganas, en especial las de Atenas. En 425, el emperador fund o reorganiz una institucin, en la que a travs de treinta y un ctedras, se imparti docencia en gramtica griega y latina, en retrica, filosofa y derecho.

Las preocupaciones religiosas de la corte imperial se centraron desde inicios de la dcada de 430 en un nuevo punto de controversia doctrinal acerca del carcter y peso especfico de las naturalezas divina y humana de Cristo. Las discusiones en el siglo IV haban girado en torno a la relacin entre Padre, Hijo y Espritu Santo, derivando en la ortodoxia trinitaria establecida finalmente en el concilio de Constantinopla (381), sobre la base de la existencia de tres personas distintas y un solo Dios. El triunfo de esta tesis fue rpido, de tal manera que el arrianismo pronto desapareci en la prctica. Pero a finales de la dcada de 420, empezaron a emitirse opiniones acerca de la doble vertiente humana y divina de Cristo, que abordaran, por tanto, un segundo conjunto de problemas capital para la vertebracin doctrinal cristiana: establecido ya el hecho de que Cristo era Dios, quedaba por determinar cul era el peso de su humanidad y de su divinidad. Igual que el problema trinitario, este cristolgico afectaba a la propia esencia del Cristianismo, pues si haba una decantacin doctrinal hacia el predominio de la naturaleza humana, el sacrificio de la cruz careca de trascendencia, ya que slo era bsicamente un hombre el que mora, mientras que si la balanza se decantaba a favor de la divinidad de Cristo, su pasin no era plenamente redentora del gnero humano, al ser esencialmente Dios el que se someta a un dolor, que en puridad no le afectaba de la misma manera que poda hacerlo un hombre.

La controversia fue iniciada por Nestorio, patriarca de Constantinopla desde 428, cuyas acerbas crticas morales provocaron la irritacin de Pulquera. La actitud rigorista provoc la prdida de futuro apoyo por parte de la corte, pero no inici el conflicto, que tuvo su base en la negativa de Nestorio a denominar a Mara madre de Dios (theotokos), sino slo madre de Cristo (christotokos), pues consideraba inaceptable afirmar que la Virgen haba engendrado a Dios. Esto implicaba la distincin en la persona de Cristo de dos naturalezas, indisolublemente conjuntadas, pero de actuacin separada, y una clara incidencia sobre la humanidad de Cristo. La postura encontr rechazo inmediato de Pulqueria y del patriarca de Alejandria Cirilo, quien encontr en la oposicin doctrinal una forma efectista de encauzar las diferencias que el patriarcado egipcio mantena con Constantinopla y las seculares divergencias intelectuales con Antioqua, de donde proceda Nestorio y escuela en la que se haba formado. El papa Len I, influido por la interpretacin distorsionada que Cirilo le haba hecho llegar, conden a Nestorio en un snodo romano de 431. La postura de Teodosio II era favorable a Nestorio, a quien haba trado desde Antioqua y de quien valoraba su firme defensa de un poder imperial fuerte. Sin embargo, acab prevaleciendo la animadversin de Pulquera, signo de la influencia que segua poseyendo sobre cuestiones decisivas de gobierno.El emperador dictamin que la controversia se dirimiera en un concilio a celebrar en feso. Su apertura y desarrollo a fines de junio de 431 fue un golpe de mano de Cirilo, pues las sesiones tuvieron lugar antes de la llegada de la delegacin de Antioqua y de los propios legados papales, por lo que la lnea doctrinal del patriarca egipcio fue aprobada sin oposicin. La clave de esta postura resida en la indisoluble unin de las naturalezas en Cristo, frente a la mera conjuncin propugnada por Nestorio; ello autorizaba a otorgar a la Virgen el ttulo de madre de Dios. La doctrina triunfadora contena elementos de ambigedad que derivaran pronto en una interpretacin de radicalismo opuesto: el monofisismo, que a partir de mediados del siglo V, vendra a cuartear el papel aglutinador de Oriente ejercido hasta el momento por el Cristianismo.Codex Theodosianus, as llamado en honor a su promulgador, Teodosio II, cuyo objetivo fue sintetizar y aclarar la maraa legislativa existente desde tiempos de Constantino I. Orden todo el conjunto de leyes promulgadas por los emperadores entre 311 y 437; su redaccin en latn atestigua tambin una unidad que no tena proyeccin hacia el futuro, pues las constituciones decretadas a partir de ese momento slo seran aplicables en el rea para las que fueran emitidas.La doctrina de Cirilo de Alejandra empez a ser interpretada de forma radicalizada en el sentido de reconocer una nica naturaleza en Cristo, la divina. Por ello, en el siglo VII, este movimiento doctrinal comenz a ser etiquetado con el nombre de monofisismo (monos: una; physis: naturaleza). El principal divulgador de esta concepcin fue Eutiques, monje de Constantinopla y representante de los intereses de Alejandra en la sede imperial.2.1.3 Un reinado de transicin: Marciano (450-457)

En el ao 450 falleci Teodosio II por un accidente ecuestre. De nuevo, la transicin entre los reinados era compleja, pues el emperador no dejaba descendencia masculina, ni tampoco femenina que pudiera hacerse cargo de la herencia. Solo la figura de Pulqueria, que emergi del ostracismo, poda dotar de credibilidad dinstica a cualquier aspirante. Pero la seleccin no dependi de ella, sino de los dos militares mas relevantes del momento, el alano Aspar y el isaurio Zenn, que optaron por un subordinado del primero, Marciano, con el que cas Pulquera sin renunciar a su voto de virginidad. Esta legitimidad por va conyugal no fue suficiente sin ms y los primeros aos transcurrieron en la bsqueda de apoyos que fortalecieran su posicin. Las lneas maestras de la poltica de Marciano en relacin con los hunos, en el tratamiento fiscal y en la disputa cristolgica, tan distintas de las seguidas hasta ese momento, le hicieron ganar los reconocimientos necesarios hasta concluir un reinado, que para el historiador posterior Tefanes (760-817) fue una edad dorada en Oriente.

3. El Imperio reducido a un nico foco: permanencia y recuperacin orientales, 457-518 3.1 La dinasta de Len I: el mantenimiento de una legitimidad de hecho

3.1.1 Len (457-474) y el fin de la camarilla germana

Entre los aos 455 y 457 la casa teodosiana se extingui en las dos unidades polticas del Imperio. La eleccin de Aspar, quien no poda aspirar personalmente por arriano y brbaro, recay en Len I (457-474), un oscuro oficial de origen balcnico. La coronacin fue revestida de un hlito religioso. Por primera vez, la corona fue impuesta por el patriarca de Constantinopla y toda la ceremonia fue adobada de gran brillantez litrgica. Durante el primer decenio del reinado, Len I respet el poder en la sombra de Aspar, a partir de 446, inici un despegue, buscando apoyos alternativos. Consigui deprenderse del tutelaje germnico y construir una legitimidad de hecho, sustentada en bases propias

3.1.2 Zenn (474-491): supervivencia poltica y bsqueda de una superacin de la conflictividad religiosaLen I haba previsto una tranquila sucesin dinstica, nombrando a su nieto Len II, hijo de Zenn y Ariadne. A la muerte de su abuelo en 474, accedi, todava nio, al trono. Su padre, Zenn fue pronto elevado al rango de coaugusto, cargo que ejerci en solitario muy pronto, pues su hijo falleci en ese ao. Los acontecimientos no crearon un vaco de poder, pero si fuertes tensiones en la familia imperial, promovidas por la mujer de Len I, la ex emperatriz Verina.

La sucesin de rebeliones, que puntearon gran parte del reinado de Zenn, muestra la inestabilidad de un poder sin base de legitimidad fuerte, mxime cuando dos claros pilares de apoyo, la familia imperial y el sustrato tnico, se volvieron en su contra. Pero adems exista otro elemento sustancial de debilidad, esta vez mas estructural, que afectaba no slo al poder imperial, sino a la propia consistencia del Imperio. Como hemos podido apreciar, el Cristianismo, de ser un fenmeno de unidad en la primera mitad del siglo V, se transform en causa de divisin, desde el momento en que regiones enteras meridionales interpretaron Calcedonia, no slo como afrenta a sus creencias, sino como desprecio de Constantinopla a unos sentimientos regionales de los que aquellas eran vehculo. Zenn procur atajar este problema, abandonando la rgida ortodoxia de Marciano y Len I, en aras de una solucin poltica flexible, aunque doctrinalmente difusa, que cosiera las distintas sensibilidades y reintegrara Egipto y Siria a un proceso de cohesin. Iniciaba as una lnea de acercamiento al monofisismo que seguiran, con poco xito, varios emperadores posteriormente y que generara tensiones con el papado, poco proclive a entender estos malabarismos poltico-religiosos.

Zenn decidi atajar el conflicto doctrinal entre calcedonios y monofisitas, promulgando un edicto de unidad, conocido como Henotikon en 482, su objetivo era lograr el consenso de ambas partes, mediante una definicin asptica que, tras condenar los extremismos de Nestorio y Eutiques, se refera a Cristo sin mencin expresa de las naturalezas, aprobando, por tanto, slo los preceptos de los tres primeros concilios ecumnicos y desautorizando las posturas distintas aparecidas despus de feso (431). Se aceptaba, pues, la doble naturaleza del Hijo, pero sin entrar en disquisiciones acerca de la relacin entre ellas.

La solucin asptica propuesta dej insatisfechos a amplios sectores en ambas partes. Los monjes egipcios la consideraban una traicin a sus principios, mientras el patriarca Calandion de Antioqua o el monasterio de Akoimetoi en Constantinopla la juzgaban como rendicin de los principios de Calcedonia. El papa condeno el edicto en 484 y depuso a Acacio. La deposicin del patriarca abri un periodo de rupturas de relaciones entre Roma y Constantinopla

3.1.3 Continuidad y reformas en el reinado de Anastasio I (491-518) La muerte sin descendencia de Zenn en 491 aport a la sucesin las dosis de incertidumbre habituales en situaciones similares del pasado reciente. El patriarca Eugenio y el propio monarca difunto haban apostado por la figura de Longinos, hermano de Zenn, pero fue la emperatriz quien tuvo la ltima palabra, seleccionando rpidamente a Anastasio, un oscuro personaje nacido en la actual Durazzo, en Albania, que desempeaba un puesto administrativo de escasa relevancia, decurin de los silentiarii, cuerpo encargado de asegurar el orden en palacio. Sus conocidas inclinaciones monofisitas, hicieron que el patriarca Eufemio slo accediera a su coronacin en 491 previa afirmacin de Anastasio de una declaracin de ortodoxia, tal como era entendida en el Henotikon. Llegado al trono tomo dos decisiones destinadas a fortalecer su posicin. Se caso con Ariadne, con lo cual entroncaba con la familia de Len I y confera legitimidad a su elevacin a la dignidad imperial. Solvent el problema de Longinos exilindole en Tebaida, la provincia egipcia ms meridional del Imperio, donde muri.

El emperador concentr su atencin a reformas econmicas, centradas en la moneda y en la fiscalidad. La actuacin de Anastasio se centr en el nummus (moneda de cobre), que diversific en distintos valores de cuarenta, veinte y diez nummi, controlando la inflacin, que revitaliz la economa.

Anastasio reajusto el fisco para adecuarlo a una nueva situacin de menor presin militar, y en consecuencia, impositiva.

En el tema religioso, probablemente ms relevante, el emperador mantuvo una lnea de continuidad respecto a Zenn con un decantamiento final hacia el monofisismo. El emperador busc y defendi la lnea intermedia del Henotikon, hasta el punto de deponer al patriarca de Constantinopla Eufemio en 495 por intentar alejarse de este edicto para favorecer la reconciliacin con Roma. Su sucesor, Macedonio, tuvo un recorrido similar de Eufemio e idntico final en 511; sin embargo, en esta ltima fecha, el giro abierto hacia el monofisismo era ya un hecho; el nuevo prelado Timoteo, no ocultaba su adhesin a esta interpretacin cristolgica.

El viraje monofisita de Anastasio produjo una rebelin de mayor importancia. Vitaliano, comandante de las tropas federadas en Tracia, inici en 513 una revuelta tras la negativa del emperador a aprovisionar su ejrcito. Esta causa prxima se asentaba sobre un profundo descontento en los Balcanes por la poltica religiosa, que hizo a Vitaliano, defensor de la ortodoxia calcedoniana, ganar mucho apoyo, en especial el de las tropas regulares de Tracia y Escitia. Vitaliano dirigi tres veces su ejrcito contra Constantinopla; en dos de ellas, se retir ante la promesa imperial de retorno a la ortodoxia, que siempre result incumplida; en la tercera, result derrotado, aunque sigui siendo una pesadilla para Anastasio en sus ltimos aos de vida.La radical divisin religiosa, ahondada progresivamente desde 451, expresiva de profundas diferencias culturales, fue el gran tema sin resolver del Oriente romano, las terceras vas propuestas por Justiniano y Heraclio tampoco fueron ms tarde alternativa viable. Paradjicamente, solo la traumtica amputacin final, producida por la conquista rabe de Siria, Palestina y Egipto en el siglo VII, consigui dar al resto del Imperio unidad religiosa, aunque pronto cuestiones nuevas iban a quebrarla.

Cap. V. Justiniano y la Romanidad Oriental en el siglo VI 1. La difcil cohesin de un Imperio agrandado

1.1 Las nuevas fronteras del Imperio

La rpida conquista del reino vndalo en el frica romana, la ocupacin de una franja litoral del sureste hispnico, fruto de querellas internas visigodas, y la larga y dura guerra en la Pennsula itlica contra los ostrogodos, acciones llevadas a cabo por Justiniano entre las dcadas de 530 y 550, supusieron un considerable incremento en superficie de las tierras imperiales y la alteracin de su centro de gravedad.

Los lmites de los territorios de Oriente no variaron. El Danubio sigui siendo lnea de demarcacin septentrional, permeable a las invasiones. En Anatolia, las cadenas de los Tauro y Antitauro protegan Asia Menor; la zona de friccin con Persia se situaba ms hacia el este, en Armenia, Siria y Palestina carecan de defensas naturales; plazas fortificadas, alianzas con tribus rabes, garantizaban la inestable seguridad. Por ltimo, Egipto y Libia, abiertas al desierto, no se vean amenazadas por un fuerte poder unificado, sino por inestables agrupaciones tribales.

1.2 Cambios Militares y Civiles en la administracin del Imperio La reconquista justinianea de Occidente requiri un gran esfuerzo militar y financiero, que llevo consigo transformaciones en la milicia y en la administracin civil.

Los proyectos de reconquista territorial de Justiniano en Occidente, plasmados primero en la ocupacin del reino vndalo iniciada en 553, despus en Italia y, ms tarde, en el sureste hispano, se asentaron sobre esta slida, aunque insuficiente, base militar.

La novedad ms sobresaliente fue el establecimiento de un destacamento en Armenia, habitual punto de friccin con Persia, que reanud las hostilidades en 540.

La multiplicidad de frentes hizo insuficiente el nmero de tropas en la segunda mitad del siglo VI. Tiberio II (578-582) hubo de recurrir a federados, soldados mercenarios bizantinos o barbaros, para cubrir las necesidades puntuales al este o al oeste del Imperio.

A extensin de frentes y soldados incidi, como es lgico, en las finanzas imperiales, abultando sobremanera la partida de gastos. El aumento de poblacin, y en consecuencia de contribuyentes no debieron ser suficientes para absorber la fuerte subida, sobre todo teniendo en cuenta que los desembolsos civiles de Justiniano en su primera dcada de reinado fueron tambin considerables (construccin de la iglesia de Santa Sofa, por ejemplo). El conjunto debi conducir a importantes tenciones presupuestarias, acrecentadas en gran manera muy pronto por efectos de la peste, que merm sustancialmente las fuentes fiscales. Todo ello deriv en una obligada reduccin del gasto militar.La organizacin de la administracin civil experiment tambin transformaciones durante el siglo VI, especialmente durante el largo reinado de Justiniano. La burocratizacin estatal por la necesidad de controlar a los sbditos con fines fiscales desde la poca de Diocleciano, haba derivado en prcticas corruptas que erosionaban la eficacia y cuanta de las percepciones.

Medidas controladoras de la administracin o de freno hacia el orden senatorial haban sido frecuentes antes de Justiniano; sin embargo, fue l quien aglutin este conjunto de medidas en una poltica tendente a reforzar su poder personal, sometiendo el aparato estatal a su dominio y alejando cualquier veleidad intervencionista de las clases privilegiadas. No slo se dren la riqueza de stas, sino tambin se fren su influjo social, derivado de habituales actuaciones benefactoras que generaban popularidad. Una de las formas utilizadas fue el bloqueo a su acceso a la dignidad de consl, cuyo mandato se significaba por la celebracin de fiestas populares. A partir de 541, ningn ciudadano privado lleg al consulado, que quedo monopolizado por el emperador, convertido en financiador de las actividades en teatros e hipdromos. No deja de ser sintomtico que la ms alta magistratura de la repblica romana, convertida en honorfica durante el Imperio, y asignada como premio a particulares, fuera absorbida como una titulacin mas por Justiniano. El gran propulsor de la romanidad dilua en el magma de los atributos de la figura imperial la dignidad romana ms prototpica.

Justiniano suprimi el escaln territorial intermedio entre prefecturas y provincias, las dicesis, aunque en determinados momentos hubo de recrear puntualmente sus poderes para hacer frente a problemas supranacionales, como los ocasionados en distintas partes de Anatolia por la peste, fundamentalmente la inseguridad generada por ella. La desaparicin de la figura de los vicarios y de los burcratas de las dicesis incremento el peso de los gobernadores provinciales, cargo que dej de ser susceptible de compra; al propio tiempo, el declive de la curia urbana y de los decuriones elev la figura eclesistica del obispo a protagonismo civil en las ciudades. Surgan los logotetas con funcin de control fiscal en diferentes niveles de la administracin. Al propio tiempo, la tradicional divisin bajoimperial de cometidos civiles y militares comenz a dejar paso en regiones alejadas a una direccin nica que una ambas atribuciones; nacan los exarcas, limitados al mundo itlico y a frica.1.3 De la expansin a la depresin econmica: la incidencia de la peste bubnica

El ciclo secular expansivo se mantuvo durante el reinado de Justino I (518-527) y en los primeros tiempos del gobierno de Justiniano (527-565). La bonanza del presente, el colchn financiero legado por Anastasio y la eficaz captacin de recursos sobre las clases altas, llevada a cabo por el prefecto del pretorio Juan de Capadocia a partir de su nombramiento en 531, permitieron a aquel ltimo emperador una actuacin poltica de altos costes en distintos mbitos durante la dcada de 530. Inici y culmin la conquista de frica vndala; tras ella, comenz la que iba a ser una larga lucha contra los ostrogodos en la Pennsula italiana. La captura de los tesoros de ambos pueblos en 534 y en 540 debi significar un estimable ingreso. Estableci una paz con los persas que implicaba un alto tributo anual.

Pero es quizs en la fiebre constructora donde mejor se aprecia la abundancia de recursos. Justiniano no tard en reparar los cuantiosos destrozos causados a comienzos de 532 por la revuelta de Nika. La intervencin ms espectacular fue la que llev a cabo en la iglesia de Santa Sofa, destruida por el fuego en los disturbios de aquel ao. La reconstruccin del templo, cuya fbrica primera data de 360 y haba experimentado un primer incendio destructor a manos de los partidarios de San Juan Crisstomos en 404, se inici en el mismo 532 y trascendi la mera recuperacin del edificio. Los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto planificaron una obra nueva, cuya identidad era una cpula de colosales dimensiones (31 metros de dimetro). Quedaba convertida en el lugar central de culto en el Imperio, expresivo de la munificencia y del poder de Justiniano.

La inversin del ciclo se produjo en los aos cuarenta. La peste contribuy de forma importante al cambio de tendencia, aunque resulta discutible atribuirle un protagonismo explicativo absoluto, que por otra parte, tampoco tuvo la gran pandemia tardomedieval, la que asol la mayor parte de las regiones europeas a partir de 1348. La plaga, difundida a travs del mar Rojo por los intercambios de larga distancia con India, descendi por el valle del Nilo hasta afectar en octubre de 541 al puerto de Pelusium en el delta. La activa conexin martima egipcia con el resto del Imperio fue vector de transmisin rpido y eficaz de la plaga, que en la primavera de 542, alcanz Constantinopla y al resto de las provincias orientales. Afect a todo tipo de personas. El jurista y alto funcionario Triboniano fue una de las vctimas, Justiniano tambin enferm, aunque pudo recuperarse.

Pero al igual que en el siglo XIV, la pandemia, desaparecida en su primer ataque en 544. Rebrot no menos de seis veces entre esa fecha y el ao 610, impidiendo cualquier recuperacin duradera. Las zonas ms afectadas fueron las regiones hmedas, pobladas y con abundante movimiento humano. Por ello, Anatolia, la franja costera de Siria y Egipto se vieron duramente azotadas, al igual que la mayora de las ciudades. Aquellas regiones secas, alejadas de la costa y con poco trnsito resistieron mejor, caso de Libia y el interior de Siria, donde los puntos urbanos de Damasco y Alepo llegaron incluso a crecer en el transcurso del siglo VI.Es obvio que la peste produjo una ruptura interna, pero la clave est en determinar si ella por s misma invirti la tendencia secular favorable o fue un elemento acentuador y dinamizador de contradicciones de la propia romanidad, que hubieran acabado emergiendo ms pronto o ms tarde, aunque no de forma tan brusca y virulenta. Una de las cuestiones a dilucidar es si el Imperio hubiera podido resistir a largo plazo el ritmo de gastos al que lo someti Justiniano en la primera dcada de su reinado. En el caso del ejercito, los costes respondan a las necesidades militares de una romanidad extendida, con responsabilidad en varios frentes (Balcanes, frontera persa, y Occidente, frica, sureste hispnico e Italia). En el caso de las construcciones de todo tipo, resaltaba la voluntad de un patronazgo imperial dominante que anulara las posibles ofrendas privadas de todo tipo y su impacto social.

El propio emperador fue consciente de que el ingente presupuesto de los inicios de la dcada de 540 no era sostenible, por lo que adelgaz mediante la eliminacin de la soldada en metlico a las tropas fronterizas. Los problemas resultaron indiscutiblemente agravados por la peste, aunque obedecan quizs a una imposibilidad estructural de reconstruir la romanidad en todo el conjunto del Mediterrneo. El Imperio careca de la suficiente capacidad econmica y, en consecuencia, militar para defender adecuadamente Oriente y occidente. El esfuerzo titnico condujo ms adelante a la prdida de la mayora de las tierras del oeste y tambin de una parte sustancial de los territorios ancestrales del Este. La peste no fue causante, aunque s precipitante del giro negativo que se inici a mediados del siglo VI.1.4 Elementos de disgregacin en el seno de un Cristianismo hegemnico

Durante el siglo VI, el Cristianismo acentu su hegemona sobre la poblacin oriental. Los restos marginales de paganismo quedaron prcticamente anulados. Las comunidades judas eran pequeas y estaban decreciendo. De las denominaciones herticas, slo el monofisismo conservaba gran vigor. El arrianismo estaba agotado, incluso entre los germanos. En el interior del Imperio pervivan algunos seguidores de Nestorio, aunque el mayor nmero de adeptos de esta interpretacin cristolgica se hallaba en la Mesopotamia persa. Por ltimo, el cisma acaciano, ms poltico que doctrinal, finaliz poco despus de la llegada al trono del monarca ortodoxo Justino I.

Las posiciones teolgicas iban poco a poco aproximndose. El punto de mayor encuentro se logr en el edicto promovido por Justino II en 571, que tena la virtud expositiva de conjuntar la unidad y diversidad de las naturalezas en Cristo de manera aceptable para la ortodoxia calcedonia y tambin para los prelados monofisitas. stos admitieron la solucin, pero pronto hubieron de dar marcha atrs ante la decidida oposicin de sus fieles. Llama la atencin la incapacidad eclesial e imperial de conducir el tema, sobre todo, cuando exista el precedente exitoso de la lucha contra el arrianismo en el siglo IV, de nuevo, hemos de recordar que esta interpretacin trinitaria no se identificaba tanto como el monofisismo con sensibilidades regionales.Las relaciones entre Roma y el mundo oriental en el siglo VI estuvieron presididas ms por las suspicacias derivadas de la ordenacin jerrquica eclesial que por discrepancias doctrinales, a pesar del episodio justinianeo de los Tres Captulos. La primaca romana era, si no cuestionada abiertamente, s ignorada de hecho por Constantinopla, que estimaba que aquella deba corresponder a la Nueva Roma y al prelado de la capital poltica del Imperio. Por ello, la utilizacin por Juan IV el Ayunador en 588 del ttulo patriarca ecumnico, que denotaba en puridad superioridad sobre la Iglesia oriental, no universalidad de su jurisdiccin, encontr la decidida oposicin de los papas Pelagio II (579-590) y Gregorio I Magno, lastrando la conjuncin de esfuerzos en aras a la defensa de la ortodoxia de las concepciones cristolgicas.A pesar de la va de agua interna que supona el monofisismo, la hegemona total del Cristianismo signific un paralelo fortalecimiento de la Iglesia, ya absolutamente integrada en el entramado poltico, social y econmico. El cdigo de Justiniano es buen termmetro del grado de permeabilidad de la moralidad cristiana sobre la sociedad civil. E