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RESUMEN

HISTORIA DE ESPAA

PIERRE VILAR

CAPITULO IEL MEDIO NATURAL Y LOS ORGENES DEL HOMBRE.

La posicin excntrica de Iberia, su aislamiento por los Pirineos, las vigorosas peculiaridades de su clima y de su estructura, el atractivo de algunas de sus riquezas ha hecho de Espaa un ser histrico aparte. La Pennsula es una encrucijada, un punto de encuentro, entre frica y Europa, entre el Ocano y el Mediterrneo. Una encrucijada extraamente accidentada. Casi una barrera. Un punto de encuentro, sin embargo, en que los hombres y las civilizaciones se han infiltrado, se han enfrentado y han dejado sus huellas desde los tiempos ms remotos.

El origen de los hombres y de las civilizaciones

La aparicin del hombre en Espaa fue precoz. Abundantes restos paleolticos nos muestra en Altamira (Cantabria), en el perodo magdaleniense, la Capilla Sixtina del arte prehistrico; luego, en los confines del neoltico y de la edad de cobre, Andaluca es de nuevo un centro de progreso humano. La palabra iberos se aplica a un pueblo africano de tipo bereber, infiltrado hasta los Pirineos a lo largo del Levante espaol. Pero se ha renunciado a identificar a los beros con los vascos, cuya ascendencia tal vez se remonte a las primeras civilizaciones pirenaicas. Por ltimo, el elemento celta no es nada despreciable en la etnografa espaola: la mezcla celtbera, en la meseta, presenta rasgos caractersticos: y el celta, propiamente dicho, da el tipo dominante en el finisterre de Galicia En los comienzos de la era histrica, Levante fue visitado sin cesar por los navegantes venidos del otro confn del Mediterrneo. Ms tarde vinieron los romanos pero tardaron en dominar la meseta: las guerrillas de Viriato, y la implacable defensa de las grandes ciudades sitiadas; en lo ms alto de la Meseta, Numancia fue durante veinte aos la pesadilla del soldado romano. Sin embargo, las regiones litorales, ms rpidamente romanizadas, impusieron poco a poco su influencia a todo el pas. Esta edad de oro se sita en los dos primeros siglos de nuestra era. Las minas espaolas eran bastante bien explotadas. Los caminos y puentes, rsticos o majestuosos, llegaban hasta Galicia y Cantabria. Importantes obras hidrulicas, a menudo atribuidas errneamente a los rabes, datan del tiempo de los romanos. Andaluca fue un granero de Roma. Hombres notables como Quintiliano, Marcial, Lucano, Sneca, los grandes emperadores Trajano y Adriano. Si bien el sistema romano ofreci sntomas de decadencia desde el siglo III, y sufri el impacto de los brbaros en el siglo V, no por eso dej de conservar, en medio de sus ms turbulentas pocas, lo esencial de su andamiaje. Slo se hunde completamente ante el Islam en 711. El cristianismo y la Iglesia fueron, en gran parte, quienes garantizaron esta duracin. Hubo oleada de invasores como suevos, alanos y vndalos que destruyeron mucho pero duraron poco. Luego los visigodos de la Galia, llegaron romanizados en gran parte y lo que sobre todo prolong las luchas internas fue su religin, el arrianismo. Cuando su rey Recaredo se convirti al catolicismo, pareci que comenzaba otra gran poca (587). Los reyes visigodos, que eligieron Toledo como capital, acababan de realizar la unidad ibrica. Latinos y godos olvidaban progresivamente sus diferencias iniciales. Un clebre cdigo comn el Liber Judiciorum- fue redactado por gentes de laIglesia. La sociedad espaola no tard en desgarrarse poltica y socialmente. Los esclavos y los colonos vivan en la miseria. Las disensiones religiosas y raciales renacan sigilosamente. Los judos eran perseguidos; los nobles intrigaban. Los africanos musulmanes pasan el estrecho y cambian bruscamente la suerte de Espaa

CAPTULO II.LOS GRANDES RASGOS DE LA HISTORIA CLSICA: LA EDAD MEDIA

LA ESPAA MUSULMANA

Invadida en 711 por el bereber Tarik, la Pennsula fue dominada en siete aos Abderramn I (756-788), desterrado omeya, haba roto los vnculos de Espaa con Oriente. Abderramn III (912-961) se proclam califa, y Crdoba se convirti en la capital de Occidente. Pese a esto, los cristianos volvieron a ocupar una parte de la Espaa del norte desde fines del siglo X. Hacia el ao 1000, Almanzor, el Victorioso, lanz contra ellos nuevas expediciones destructoras. Pero treinta aos despus, el califato se hunde y esreemplazado por veintitrs taifas, reinos Los cristianos no cesaron ya en su avance. No obstante, el Islam contraatac dos veces, gracias a las sectas bereberes venidas defrica: los almorvides (Zalaca, 1086), y luego los almohades (1172). Estos ltimos fueron derrotados en las Navas de Tolosa, en 1212. Los musulmanes dieron un gran auge a Andaluca, completaron, mejoraron y embellecieron la obra de los romanos, introduciendo frutos nuevos y prcticas hortcolas hasta entonces desconocidas. Nos enriquecieron con su arquitectura y arte. La Espaa mora fue en realidad un crisol en el que se fundieron las aportaciones de las ms diversas culturas: la mezquita de Crdoba, la Alhambra de Granada, creaciones armoniosas, pero heterogneas.

La Espaa de la reconquistaEl desarrollo de la Reconquista

Despus de la simblica batalla de Covadonga (722) se constituye un slido estado cristiano en el norte de Espaa ( en las montaas de Asturias, Cantabria y Galicia que ms tarde comenzaran la reconquista de Espaa. Los moros apenas se instalaron ms all de la lnea Coimbra-Toledo-Guadalajara. Las mesetas de Len y Burgos son abandonadas a las incursiones temporales, y permanecen despoblada. entre 785 y 811. En la actual Catalua del norte, se fund una marca franca, cuyos jefes principales eran los condes de Barcelona. En los Pirineos y Roncesvalles ncleos de vascos y de navarros lucharon independientemente. Despus de 840, el reino de Asturias reanud sus progresos, lleg al Duero y fij su capital en Len. Sin embargo, un conde disidente funda pronto Castilla, en torno a Burgos (932-970). Un reino de Navarra que surge en los Pirineos llega hasta Tudela, en el Ebro superior. Estos progresos son contenidos por Almanzor alrededor del ao 1000. La cada del califato de Crdoba permite que los cristianos obtengan sus primeros triunfos y que rebasen la sierra central y tomen Toledo(1080) Pero llegan los almorvides, y slo el Cid les resiste, crendose un dominio alrededor de Valencia (1095). Sin embargo, a su muerte, se pierde Valencia. Castilla es presa otra vez de sus divisiones. El siglo XII es ante todo el de las victorias de Aragn. Este pequeo reino pirenaico, bajo Alfonso el Batallador, se instala en Zaragoza en 1118. Y se apodera de las plazas moras del sur del Ebro, Calatayud y Daroca Luego se une por matrimonio con el condado de Barcelona, el cual, a su vez, llega hasta Tortosa en el delta del Ebro. En 1212 se obtiene la victoria en Las Navas de Tolosa, gracias a la unin de los cristianos. A partir de aquel momento Portugal, reino del oeste, va a conquistarsus provincias meridionales; en Castilla, san Fernando ocupar Crdoba en 1236, Sevilla en 1248; en el reino de Aragn, Jaime I llamado el Conquistador, se apodera de las Baleares entre 1229 y 1235, de Valencia en 1238, as como de Jtiva y Alcira y ms tarde de Murcia. Hacia 1270, los musulmanes slo conservan Granada y algunos restos de la regin de Huelva. De 1270 a fines del siglo XV, la Reconquista se paraliza. Portugal vuelve sus ojos hacia el Ocano y Aragn hacia el Mediterrneo. Castilla se desgarra en luchas dinsticas, aunque no deja de enfrentarse con los moros de Granada y de frica, pero sin lograrxitos decisivos.

La herencia de la Espaa de la Reconquista

La Reconquista fue una empresa de colonizacin permanente, a la vez que una guerra santa.Puede decirse que los momentos de mayor armona conocidos por Espaa fueron los del siglo XIII. En Castilla, de 1230 a 1252, reina san Fernando En Aragn reina el vigoroso cataln En Jaume, el Conquistador, batallador y poeta, brutal y galante sin escrpulo, pero rodeado de santos: Raimundo de Peafort, Pedro Nolasco y el extraordinario Ramn Llull. El Islam retrocede y las catedrales se alzan. Es el triunfo general del mundo cristiano Desde el punto de vista nacional, la Espaa de la Reconquista se disgrega ms que se unifica. El Len de los siglos IX a XI, la Castilla hasta mediados del XII, no cesaron de declararse herederos de los soberanos visigodos; sus reyes se hicieron llamar emperadores de toda Espaa. Perola idea choc con las realidades. Geogrficamente, la lucha se emprendi en sus orgenes partiendo de territorios montaosos, fsicamente aislados. Histricamente, la guerra contra los moros favoreci las tentativas de independencia: Castilla se desgaj de Len, el Cid estuvo a punto de crear el estado de Valencia, y Portugal se desarroll independientemente; en el este, la Reconquista tom, en el siglo XIII, una forma federativa: Valencia y Mallorca fueron erigidas en reinos, junto a Aragn y el condado cataln; la propia divisin en taifas de la Espaa mora favoreci esta fragmentacin. Asturias, Len y Castilla, Galicia y Portugal, Navarra, Aragn, Ribagorza, los condados catalanes se agregaron o disgregaron durante largos siglos al ritmo de las uniones matrimoniales y de las sucesiones de familia. Aun dejando a un lado Navarra (a la cual un accidente dinstico lig momentneamente a Francia), y Granada, todava no conquistada, hay que dejar constancia de una grave divisin tripartita de Iberia entre Portugal, Castilla y, en Levante, la federacin Aragn-Catalua-Valencia. Hecho tanto ms amenazador para la futura unidad, cuanto que se trata de una divisin que corresponde a tres temperamentos en los hombres y a tres direcciones naturales en la geografa: el Ocano, las mesetas y el Mediterrneo. El final de la Edad Media espaola, inserto en este marco tripartito peninsular, influir considerablemente en el porvenir nacional.

El final de la edad media: factores de divergencia y factores de unidadLas divergencias del siglo XI

El siglo XIV parece comprometer el porvenir de la Reconquista y de la unificacin. Slo Castilla prosigue la lucha contra los moros. Pero su eficacia poltica est minada por las crisis dinsticas y las revueltas de nobles: lucha entre los herederos de Alfonso X (1275-1295), minoras de edad de Fernando IV y Alfonso XI (1312-1325), trgico duelo entre Pedro el Cruel y su hermano bastardo Enrique de Trastamara (1350-1369), pretensiones de la casa de Lancaster al trono castellano. Durante ese tiempo, Portugal emprenda su vuelo independiente de los destinos de la Pennsula: en1383 una revolucin llev al trono a la casa de Aviz; en 1385 la batalla de Aljubarrota descart la intervencin castellana en este asunto. Dinasta y burguesa comercial de los puertos prepararn desde entonces las grandes navegaciones. La Corona de Aragn experimenta una atraccin por el mediterrneo. El podero de los puertos, el comercio de Levante, ampliamente desarrollado en el siglo XIII, la buena suerte de la dinasta -de 1276 a1410, siete reyes, no exentos de grandeza, se suceden sin dificultad-, todo esto eleva rpidamente a Aragn al nivel de gran potencia mediterrnea. Sus reyes atacan Tnez en 1280, intervienen en Sicilia, obtienen derechos sobre Cerdea y Crcega, luchan al lado de Venecia contra Pisa y Gnova, establecen numerosas factoras en Levante y heredan la Morea y el ducado de Atenas que los arrebataron a Bizancio. En la expansin aragonesa se encuentra tambin el origen de los intereses espaoles en Npoles y en Italia. El siglo XIV no debe ser olvidado, si se quieren comprender bien algunos grandes acontecimientos del porvenir: independencia de Portugal, puntos de atraccin mltiples del imperio espaol, resistencia de los catalanes a la primaca castellana.

Los factores de unificacin en el siglo XVLa decadencia de Catalua

La prosperidad del Levante fue breve. Antes de terminarse el siglo XIV Mallorca haba perdido la tercera parte de sus navos y casi todas sus compaas mercantiles. Valencia seguir siendo rica gracias a su huerta. Catalua pierde mucha poblacin debido al hambre, pestes Esto fue origen de un vasto conflicto agrario. Los campesinos quisieron hacerse pagar por la escasez de su nmero, y explotar las masas desocupadas. Los seores blandieron contra ellos sus viejos derechos: derecho de maltratar, remena,malos usos. Despus de 1380 estallan unas crisis financieras y martimas; y una dcada ms tarde el conflicto entre la ciudad y el campo, y los disturbios urbanos, acarrean la desaparicin de las ricas comunidades judas. Adems la deuda pblica va en aumento. La debilidad demogrfica y la ruina de las ciudades dirigentes no permitirn por mucho tiempo que los antiguos estados aragoneses-catalanes tengan poltica propia. El reinado de Pedro el Ceremonioso (1334-1387) fue glorioso, pero agotador para la Corona de Aragn. El de Juan I(1387-1396) fue brillante, pero turbulento; Por ltimo, el reinado de Martn el Humano (lase el humanista) se caracteriz por el spero conflicto con Cerdea. Gnova y la piratera triunfan en el Mediterrneo. En 1410, la muerte de Martn el Humano hace estallar la crisis poltica, puesto que no deja heredero directo. Durante dos aos de interregno se marcha, pacficamente en apariencia y muy jurdicamente, hacia una solucin arbitral, que es el Compromiso de Caspe (1412). Pero es un prncipe castellano, Fernando de Antequera, quien empua el cetro de Aragn. Esto da fin a la eficaz colaboracin entre soberanos y burguesa catalana y anuncia la decadencia de Barcelona, pero tambin expresa una inversin de equilibrio entre las fuerzas de la Espaa interior y las de la Espaa mediterrnea. El rey Alfonso V, al abandonar Espaa por Npoles, se arruina con una poltica demasiado amplia, sancionada por los fracasos martimos (Ponza, 1435), y por la ruptura entre Barcelona y Oriente. La crisis se manifiesta en Catalua a mediados del siglo. Entre 1333 y 1450 el comercio exterior barcelons se desploma Mientras tanto, se reanuda el conflicto agrario, y dos bandos polticos se enfrentan, en lucha por el poder municipal: la Biga, partido de los rentistas y de la aristocracia mercantil de los importadores, y la Busca, partido de los artesanos y menestrales, productores, exportadores, partidarios de la devaluacin monetaria y del proteccionismo aduanero. El rey hace entrar a la Busca en el Consell de Cent y orienta las negociaciones sociales en favor de los campesinos de remena. Aqu se sita el origen de una ruptura entre las clases dirigentes de Catalua y la monarqua, que se consuma bajo Juan II. Durante diez aos de guerra civil (1462-1472), alto clero, grandes seores y burguesa catalana buscaron en vano un rey de su agrado, mientras que Juan II encontraba apoyo en las bandas de campesinos rebeldes del este cataln. Gran poltico, el soberano sabr granjearse a las clases por l vencidas, y preparar para su hijo, el futuro Fernando el Catlico, el matrimonio castellano, clave de la unidad espaola.

Impulso y triunfo de Castilla

Demogrficamente, las pestes del siglo XIV afectaron gravemente a Castilla, pero sus efectos fueron menos duraderos que en la Espaa mediterrnea. Econmicamente, los primeros grandes privilegios dados a la Mesta, corporacin de ganaderos trashumantes, son aproximadamente contemporneos de la Gran Peste (1347). La circulacin de los trashumantes, aumenta el comercio interno de Castilla, favorece ferias como la de Medina del Campo, activa desde comienzos del siglo XV, reorganizada en 1483 y bien pronto seguida por las de Villaln, Valladolid, Medina de Rioseco... Mirando hacia el exterior, losconsulados de Burgos (1494) y Bilbao (1511)aseguran la exportacin de lanas merinas, dando papel preponderante a los mercaderes espaoles en plazas como Brujas, Nantes, Londres y La Rochela. Castilla tiene dos fachadas martimas activas: la cantbrica y la andaluza. La llegada al trono de Isabel representa el orden monrquico contra las turbulencias nobiliarias, la unidad de fe, el orgullo de cristiano viejo y anuncia la unidad espaola, estando casada con el heredero del trono de Aragn. Isabel, hermana del rey Enrique IV, aspira a su sucesin. La opinin la prefiere a Juana, hija del rey, considerada como ilegtima. Isabel representa el orden monrquico contra las turbulencias nobiliarias, la moralidad contra las costumbres degeneradas, la raza reconquistadora contra los judos y los moros. En 1474, cuando muere Enrique IV, Isabel representa an algo ms: anuncia la unidad espaola, ya que desde hace cinco aos est casada con el heredero del trono de Aragn.

Captulo IIILos grandes rasgos de la historia clsica: los tiempos modernos

El matrimonio y el acuerdo recproco de los Reyes Catlicos aseguraron el hecho fundamental: la unin Aragn-Castilla. En 1492, los reyes tomaron Granada.En la unin matrimonial, Castilla haba tenido inters en dejar constancia de sus derechos:Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando;y se haba reservado (por lo menos, en la intencin)el beneficio de los descubrimientos: A Castilla y a Len, Nuevo Mundo dio Coln. A la muerte de la reina, los nobles castellanos expulsaron a Fernando, que slo pudo ejercer de nuevo la regencia a causa dela locura de su hija. Aragn haba conservado su vieja administracin; Los Reyes Catlicos haban prestado atencin sobre todo a otro peligro: la mezcla de religiones, costumbres y razas. Se busca la unidad religiosa. As se encadenan campaas de conversin y movimientos populares, desde las violencias de1348, que siguen a la peste, hasta las matanzas de judos de 1391, que conmovieron el Levante, y hasta las predicaciones de Vicente Ferrer. Pero las medidas de los reyes -medidas de orden y proteccin- no hacen ms que acentuar la separacin entre los grupos. Las conversiones en masa producencristianos nuevos sospechosos y poco resignados. En1478 se crea el tribunal de la Inquisicin, dirigido fundamentalmente contra los judos conversos sospechosos; en 1492, los judos son expulsados en masa; en 1499, en Granada, Cisneros toma a su cargo una virulenta campaa de conversin. Los moriscos se sublevan. Fernando dirige personalmente la represin. Y en 1502 expulsa a todos los no conversos de los dominios de Castilla. El problema no se resuelve por eso. Carlos V lo encuentra de nuevo, en Valencia y Baleares, como elemento importante de la rebelin popular de las germanas. En 1525-1526 quiere suprimir, en toda Espaa, hasta el recuerdo de las costumbres y de la lengua de los infieles. Todo en vano. La Inquisicin no aporta a esta represin ni ms ni menos rigor ni escrpulos delos acostumbrados. Y, sin embargo, bajo Felipe II, una terrible guerra desgarra an el sur andaluz. El final es conocido: bajo Felipe III triunfa la idea de la necesidad de una expulsin general. sta se hizo de1609 a 1611: grave prdida material para el pas. Pero la unidad ntima se ha consumado esta vez El mundo cambia, alrededor de Espaa, y sta no se adapta. El unitarismo religioso es responsable de ello. A mediados del siglo XVI, los gremios empiezan a exigir que sus miembros prueben la limpieza desangre: mala preparacin para una entrada en la era capitalista. Por otra parte, el puesto que ocupa la Iglesia en la sociedad no favorece la produccin y circulacin de riquezas: la multiplicacin del nmero de clrigos y de las instituciones de beneficencia obstruyen la economa con clases improductivas; las confiscaciones de la Inquisicin, las donaciones a las comunidades crean sin cesar bienes de manos muertas. Por ltimo, la hacienda pblica va a arruinarse por el vano empeo de proseguir la hegemona en el orden espiritual. Espaa, que el descubrimiento de Amrica pudo haber situado en primera fila del mundo econmico moderno, no ocup ese puesto: lo debe, en gran parte, a esa psicologa religiosa, mezclada de elementos econmicos y raciales, heredada de la Edad Media en decadencia.

El Estado moderno

Polticamente, los Reyes Catlicos doblegaron la turbulencia de los grandes nobles y empezaron su domesticacin, Introdujeron sus corregidores en los grandes municipios, convocaron muy raramente las Cortes. Fundaron los Consejos (de Castilla, de Aragn, de Hacienda, de Indias), puntos de partida de una clebre burocracia; para la Justicia, fundaron una cancillera y las audiencias. Su reforma monetaria, sus favores a la Mesta, su intervencin en la guerra de liberacin de los siervos catalanes, prueban las preocupaciones econmico-sociales que les dominaban.Carlos V hizo frente, no obstante, a una ltima sacudida de las costumbres medievales: en Villalar (1521), aplast a las comunidades de las ciudades castellanas alzadas contra l. Desde entonces, el absolutismo estaba asegurado.Felipe II llev hasta el exceso la preocupacin de asegurarse esta autoridad absoluta. Al trasladar a Madrid, y luego al palacio-convento de El Escorial, el centro vital del Imperio.

La hegemona exterior

Los orgenes de la expansin espaola son conocidos. La poltica matrimonial de los Reyes Catlicos, y una serie de azares, reunieron bajo el cetro de un heredero nico, Carlos de Gante, uni en su persona las coronas de Castilla, Aragn y Navarra, y Emperador del Sacro Imperio Romano Germnico como Carlos V. en 1556, abdica Carlos V y escinde el Imperio entre su hijo Felipe y su hermano, Fernando. Felipe abre su reinado Felipe II, el da de la gloriosa batalla de San Quintn, Espaa est en banca rota herencia de su padre. En Lepanto, defiende victoriosamente el Mediterrneo contra los turcos. dos amenazas pesan ya sobre las posesiones de Felipe II. Una interior, la rebelin de los Pases Bajos. Otra exterior, el nacimiento de las ambiciones inglesas. Se rompe la solidaridad econmica de Castilla-Flandes, reemplaza como almacn mundial a Sevilla y Lisboa por msterdam, anuncia la conquista por los holandeses de las colonias portuguesa. El intento de la Armada Invencible expresa el deseo espaol de terminar de una vez con la amenaza. Su fracaso, en 1588, asegura a las naciones del norte, hasta entonces mediocres, su porvenir martimo. Triunfo delprotestantismo y del capitalismo al mismo tiempo.

El esfuerzo colonial y econmico

Dos aos despus de la hazaa de Coln, el papa reparti la Tierra entre Portugal y Espaa. De 1495 a1503, transcurre la era del comercio y de la navegacin libres, con expediciones poderosas: segundo viaje de Coln o flota de Ovando (30 navos y 2.500 hombres). Bastaron diez aos (1492-1502) para poder trazar un mapa no slo de las islas(Lucayas, Antillas, con La Espaola, Cuba, Jamaica, Puerto Rico) sino tambin de una lnea continental que va del paralelo 34 sur en el Brasil hasta El Labrador. En la poca de Carlos V Espinosa crea Panam. Las Casas intenta (en vano) la colonizacin pacfica. Corts funda la Villa Rica dela Vera Cruz, lleva sus jinetes hasta Mxico, donde reprime la gran rebelin, y es nombrado lugarteniente del rey en la Nueva Espaa. Magallanes descubre la ruta del Extremo Oriente, y su piloto Elcano recibe de Carlos V los blasones con un globo que lleva la divisa: Primus circumdedisti me De 1523 a 1529, se explora Nicaragua partiendo del sur, Guatemala y Honduras partiendo del norte. En el continente meridional, en Venezuela (cedida a los Welser), en el Per, en el Ro de la Plata se hacen reconocimientos de terreno y se preparan los puntos de penetracin: Santa Marta, Cartagena de Indias. El carcter macizo del continente norte se opone a las penetraciones profundas; pero Alvar Nez Cabeza de Vaca, en una extraordinaria aventura, lo atraviesa desde el Mississippi hasta California. Desde las costas de Mxico se llega ya al Asia. Los grandes progresos territoriales se reanudan, en 1531, con la brutal conquista del imperio inca; se funda Lima en 1535; En tiempos de Felipe II se desenvuelve la ocupacin de los territorios del sur, Chile y los territorios del Plata,en 1580, por medio de la unin hispano-portuguesa, se unen todos los dominios de Extremo Oriente a los de Amrica En 1564-1565, un gran piloto, el religioso vasco Urdaneta, consigue elregreso del Oeste, de Asia a las costas americanas. Legazpi ocupa Luzn, funda Manila; Mendaa, Sarmiento y Quirs descubren las islas Salomn, Tahit, las Marquesas, las Nuevas Hbridas, y Torres, el estrecho que lleva su nombre. En 1580, Espaa tiene las factoras de frica, India, archipilago de la Sonda, las Molucas, Clebes y Filipinas; est en contacto con Japn y China, y piensa intervenir en Camboya y Siam.

Apogeo espiritual. El siglo de oro

El Siglo de Oro de la civilizacin espaola fue todo un proceso de florecimiento y no un estallido brusco. El siglo XV lo prepar, mediante los progresos de la lengua, el desarrollo de los gneros literarios originales y los refinamientos del arte plateresco. Isabel recab el concurso de sabios, favoreci la importacin de libros de estudio y la imprenta, y dio a la universidad de Salamanca, con sus setenta ctedras, gran impulso renovador. Cisneros fund la de Alcal Conocida es la difusin que tuvo la Prerreforma espaola y el humanismo de un Luis Vives. Cuando en la capilla de Santo Tom se contempla El entierro del conde de Orgaz, la simetra del orden celeste y el orden terrestre, la proyeccin hacia arriba de las figuras, la densidad de las fisonomas, nos ponen en contacto inmediato con la vida interior de toda una poca. Es el Greco quien encarna el Siglo de Oroen el siglo XVII, en que la pasin y la amargura de Quevedo, la mstica de Caldern y la sensibilidad potica de Gngora tomarn un giro cerebral. El teatro esquematiza en el auto sacramental elmisterio de la Edad Media. Mezcla, sobre todo con Lope, el puro lirismo, la intriga culta o convencional, las afirmaciones doctrinales, religiosas y patriticas, a veces casi revolucionarias, cuando los desenlaces clsicos de Fuenteovejuna o de Peribez exaltan la resistencia a la tirana.Cervantes Soldado en Lepanto, cautivo de los moros, liberado por una cofrada, funcionario ms o menos escrupuloso del rey, catlico fiel, pero de dudoso conformismo(puesto que tambin era hijo del Renacimiento),medita sobre su pas y su tiempo. Grandeza y exaltacin espirituales llevadas al extremo, sin que se haya agotado la fuente de buen sentido popular, edificio arruinado en el arranque del mundo; y he aqu cmo las oposiciones adquieren vida: Quijote-Sancho, idea-realidad, individuo-sociedad concreta. Don Quijote busca las soluciones medievales en el mundo moderno: cruzada, aventura, mstica de un mundo hecho por las armas y poetizado por el espritu.Velzquez ofrecer la visin de una Espaa ms cerca del abismo. las hilanderas, los borrachos, los herreros dela fragua, los mendigosHacia1650, el castellano es la lengua noble en todas partes

La decadencia del gran imperio

El golpe definitivo asestado contra la demografa espaola es el de las pestes de 1599-1600. El fenmeno econmico los siglos XVII y XVIII: la inflacin de los medios monetarios, los beneficios coloniales (en particular mineros), combinndose con el enrarecimiento de la mano de obra (emigracin, ejrcito, multiplicacin de servicios no productivos), hicieron que subiesen rpidamente los precios de costo espaoles -sobre todo andaluces y castellanos- por encima de los productos extranjeros; hacia 1620,la eliminacin de la empresa espaola, en el mercado mundial, estaba consumada. el metal precioso, verdadera cosecha anual de Espaa, fue exportado contra importaciones en masa. a mala moneda -el velln- expuls definitivamente a la buena por los aos 1600-1610. El fenmeno social Los hombres que haban propulsado el descubrimiento por razones Econmicas eran genoveses, flamencos, judos, aragoneses del squito de Fernando. Pero el monopolio y las condiciones demogrficas hicieron de laconquista un asunto de los hidalgos de Extremadura, de los ganaderos de la Mesta, de los administradores sevillanos. Los beneficios no fueroninvertidos en el sentido capitalista del trmino. Los emigrantes favorecidos por la fortuna soaban con compras de terrenos, con construcciones de castillos, con tesoros. Hacia 1600, las inmensas deudas de la monarqua espaola por sus empresas imperiales, los enormes adelantos hechos por todas las clases de la sociedad con la garanta del dinero de las Indias, hicieron de la sociedad espaola una pirmide parasitaria, donde, por el sistema de censos y de juros (rentas sobre los emprstitos privados y pblicos), un solo labrador -nos dice un contemporneo- deba alimentar a treinta no productores.Este es el verdadero sentido de la decadencia.

CAPITULO 4LOS GRANDES RASGOS DEL PERODO CONTEMPORNEO.

La historia contempornea de Espaa comienza por sus primeros esfuerzos por readaptarse al mundo moderno.El resurgir del siglo XVIII: demografa y economa De 1700 a 1800 la poblacin espaola aumenta. Destaca el movimiento comercial: los metales preciosos llegan a Europa por diferentes vas de Espaa. El comercio aumenta, surgiendo gran nmero de intercambios en todos los puertos espaoles: Barcelona y otros ms pequeos. Se pasa del comercio mediterrneo al comercio con Amrica. En 1778 se generaliz el libre comercio. Cdiz deja de tener el monopolio comercial pero conserva su prosperidad. Amrica prosperaba bajo la intervencin de los grandes virreyes, adems, se cuidaba de prevenir el espritu de emancipacin que vena de Amrica del Norte. Con todo esto la Espaa del siglo XVIII, se industrializa: adems de las manufacturas reales de lujo, las industrias se multiplican. En Catalua, el algodn reemplaza la lana, las innovaciones tcnicas siguen de cerca los pasos de las de Inglaterra, una sociedad de comerciantes se asigna por fin la explotacin de las posibilidades algodoneras americanas.El resurgimiento poltico Se restaur la influencia espaola en Italia. El pacto con Francia de 1761 acarre las decepciones del tratado de Pars, pero la guerra de Amrica permiti compensarlas: se recuperaron Menorca, la Florida y diversas ventajas coloniales. Esto facilit la unidad interior. El gremio del comercio barcelons obtuvo de Madrid, la proteccin a las indianas, la supresin de derechos sobre la produccin, el renacimiento del Consulat de Mar y el libre comercio con Amrica. El pensamiento del siglo XVIII espaolEn Espaa existe en esta poca una mayora social (hidalgos, bajo clero campesinos) impermeable a las nuevas ideas, una atmsfera que no las sustenta y una minora que se abre al espritu del siglo, pero con moderacin y timidez. Estas clases ilustradas no minan de ninguna forma el poder real; atacan el podero material del clero, hacen que se expulsen a los jesuitas, se mofan de las costumbres devotas, pero respetan el fondo de la religin. Existe una transformacin: Padre Feijoo emprende una revisin de falsas creencias y las grandes obras del siglo tratarn de economa social.

Los lmites de la transformacin del siglo XVIII Las postrimeras del siglo anuncian una adaptacin de Espaa al capitalismo: La legislacin emprende reformas con las aduanas interiores, los derechos sobre la produccin y la importacin de mquinas, los excesos de la reglamentacin; prohbe a los gremios la prueba de limpieza de sangre; en la agricultura, favorece el cercado de bienes comunales, la venta de tierras reales, la desamortizacin de bienes de la Iglesia. En 1787, haba an ciudades, villas y pueblos sometidos a la jurisdiccin de los seores y al patrocinio eclesistico de las rdenes. Frente a la miseria del campesino se alzan las inmensas fortunas de los nobles. Esta pobreza explica el apego de la Espaa rural a las tradiciones comunales y a las instituciones de caridad. Todas las taras de la decadencia no han desaparecido. Felizmente, Carlos III limit el nepotismo, la corrupcin, la etiqueta; pero los medios provinciales y coloniales, el bajo clero y la nobleza rural continan apegados a las costumbres antiguas y a las viejas prerrogativas. Hacia1790, Espaa vacila entre la renovacin y la recada. Momento emocionante que, una vez ms, es plasmado por un gran genio. El aragons Goya, en sus tapices, sus Juegos y Fiestas muestra la vitalidad, la alegra de su siglo, el sabor popular delas majas y manolas, de las tonadillas de Ramn de la Cruz y de la tauromaquia, considerada por primera vez como un arte. Goya sabe ser el pintor de las stiras contra la Inquisicin, el retratista de losafrancesados, de Moratn, de los embajadores revolucionarios; el hombre, en suma, de las audacias espirituales. Pero (reminiscencia mstica), tambin pinta Comunin de San Jos de Calasanz, y(reminiscencia medieval) el burbujeo diablico de losCaprichos, negros. Goya, como Velzquez, es testigo de la miseria de los de abajo, el pintor de los mendigos y de los tugurios; y de la miseria de los de arriba: en los rostros de La familia de Carlos IV est inscrita la decrepitud de otra dinasta. Los malos consejeros de Napolen le hablaron solamente de esa decrepitud. ste no medir ni la vieja fuerza instintiva del pueblo espaol, ni la reciente reconstitucin de los valores econmicos e intelectuales. Pero de estos dos elementos - instinto de resistencia y voluntad de renovacin-, que se con- jugarn contra l, quin vencer a quin en el destino de la nacin? ste es el drama de la guerra de la Independencia.

La Guerra de la Independencia

Carlos IV, rey mediocre, junto a su ministro Godoy, se ali con Francia, lo que tuvo malos resultados, cost a Espaa Trinidad, Luisiana, y por ltimo, en 1805, el desastre de Trafalgar, que, al entregar las colonias a sus propias fuerzas, disociaba el bloque del mundo hispnico.En Espaa crece la oposicin contra la poltica de Godoy: un complot cortesano intent sustituir al rey por su hijo Fernando, quin al ser descubierto denunci a sus amigos. El 17 de marzo de 1808, en Aranjuez, un motn, consigui proclamar rey a Fernando. Murat no reconoci este hecho y envi a los soberanos a Bayona para discutir las diferencias ante el Emperador. Cuando los ltimos miembros de la familia real quieren abandonar Espaa, la muchedumbre madrilea se lanz contra los mamelucos de Murat El 2 de mayo de 1808: comienza la Guerra de la Independencia.Asturias, Aragn y Galicia negaron obediencia a las autoridades que colaboraban con los ejrcitos franceses. Jos Bonaparte haba sido designado rey, justo cuando los franceses eran derrotados en el Bruch, en Catalua y cercados en el Guadalquivir. Espaa se une como grupo y el movimiento no es solamente anti-extranjero sino que prolonga el motn de Aranjuez. Surge una Espaa liberal y una Espaa carlista contra el enemigo pero con una contradiccin profunda.Floridablanca y Jovellanos presiden la Junta Central de resistencia. Se renen las Cortes en Cdiz. Se trata de una representacin artificial, no hay verdaderas elecciones, abogados, intelectuales, negociantes legislan en nombre de Espaa, pero sin ningn contacto con el pueblo de las guerrillas. Esta separacin entre las cortes y la nacin tuvo sus consecuencias, a pesar de que Espaa gana la guerra ayudado por Gran Bretaa, por el duque de Wellington que emprende en 1813 una ofensiva final en la que cae Jos I Fernando anula la obra gaditana en mayo de 1813.

LOS BALBUCEOS DEL SIGLO XIX El siglo XIX poltico (1814-1917) El reinado de Fernando se caracteriza por la brutalidad, la mediocridad del poder y el fracaso de la renovacin intentada en 1812. -De 1814 a 1820 reina una despreciada camarilla de lacayos cortesanos. En Amrica, el general Morillo no consiguen impedir la emancipacin de Colombia -Entre 1820 y 1823 se sita un clebre intermedio. En Cdiz triunfa una conspiracin en el seno de un cuerpo expedicionario colonial. El coronel Riego recorre Andaluca proclamando la Constitucin de 1812. Tambin surge otra rebelin en Galicia. El rey, asustado, acepta la Constitucin. Pero los exaltados se agitan el Madrid. Los moderados caen. El rey, en Verona, pide la intervencin a la Santa Alianza que envan los cien mil hijos de San Luis restablecindose todos los poderes de Fernando que suprime completamente la legislacin liberal. -De 1823 a 1833 transcurre la ominosa dcada. Riego y sus amigos son ejecutados. Ms tarde siguen una serie de fusilamientos: el Empecinado, a los Bazn, al General Torrijos y a Mara Pineda por haber bordado una bandera. Los fanticos apostlicos ponen sus esperanzas en el advenimiento de Don Carlos, hermano del rey. Pero Fernando tiene una hija con su tercera mujer, Mara Cristina, y para no desheredarla abole la ley slica. Fernando tiene que hacer algunas concesiones a los liberales por lo tanto el poder se vuelve menos duro.

La era de los pronunciamientos (1833-1875) -1833 a 1840 Cuando el rey Fernando muere, Mara Cristina acta como regente. Pero don Carlos es proclamado rey por sus partidarios por lo que estalla la primera guerra carlista que dura 7 aos y que afecta sobre todo al norte del pas, montaas navarras, catalanas y valencianas. Liberal a la fuerza, quiere gobernar con los moderados pero la oposicin aumenta. En 1836,en La Granja, los sargentos imponen a la regente la Constitucin de Cdiz. Pero Mara Cristina consigue reemplazarla, en 1837, por una constitucin ms moderada En 1839, cuando el abrazo de Vergara entre Espartero y Maroto parece terminar la guerra y parece que la regente puede reafirmar su autoridad: pero el progresista Espartero se pronuncia contra ella (1840), Mara Cristina marcha al exilio y el general Espartero es nombrado regente. Pero la popularidad del regente es breve. Espartero gobierna con una camarilla, fusila a los generales que se sublevan y bombardea Barcelona despus de un levantamiento, por lo que al final se tiene tambin que exiliar. En 1843, la agitacin crece en las ciudades; los moderados generales Narvez y Concha vuelven del exilio. Espartero se embarca para Londres, no sin antes bombardear Sevilla. -1843-1854. Isabel es proclamada mayor de edad y utilizada por los moderados contra los progresistas. Gonzlez Bravo, y luego Narvez, forjarn los instrumentos de la autoridad: la guardiacivil; en 1845, una constitucin muy favorable al poder ejecutivo. En 1848, Narvez se adelant a impedir la revolucin, mediante una operacin sangrienta. En 1847, reaparecieron las guerrillas carlistas. Habindose retirado Narvez, en 1851, ante este personaje de dudosa moralidad, se produjo la reaccin en forma de pronunciamiento de progresistas y moderados, generales y polticos: esto fue la vicalvarada de 1854 (a causa del combate de Viclvaro), que puso de moda a un nuevo general, O'Donnell, e hizo reaparecer a Espartero.1854-1868 - De 1856 a 1868 alternaron en el gobierno Narvez y sus moderados con O Donnell y su centroizquierda (Unin Liberal). Pero fueron naciendo los partidos democrticos:republicanos de Castelar y Salmern, federales de Pi y Margall. Y los incidentes exteriores hicieron entrar en escena a otros generales como Serrano y Prim. El poder se desgastaba. Narvez y O'Donnell murieron en 1868. La reina era unnimemente considerada como insoportable, a causa de su vida privada. Flota, guarniciones y juntas locales proclamaron, en septiembre de 1868, las libertades fundamentales y el sufragio universal. En 1868 Serrano, al que tomaron por jefe, bati a las tropas de la reina, que se refugi en Francia. Entonces Serrano y Prim, gobernantes provisionales convocaron a Cortes. stas fueron brillantes y votaron una constitucin muy democrtica, pero monrquica. Se busc nuevo rey, y al final se decidi por el que quera Prim, Amadeo, hijo del rey de Italia, pero que a su llegada se encontr solo por el asesinato de Prim, por lo que acab abdicando. Tras abdicar, en Espaa se proclama la Repblica (1873), su tendencia fue federal y tuvo varios presidentes, Figueras, Pi y Margall que acab renunciando debido a la influencia anarquista que transformo el federalismo en cantonalismo crendose un caos de independencias por el sur y resurgimiento del bando carlista por el norte; Salmern, no quiso aplicar la pena de muerte. Le reemplaza Castelar, con l lleg una repblica unitaria y autoritaria que no dur mucho ya que el general Pava disolvi las Cortes por la fuerza. Una dictadura provisional prepar la Restauracin a favor del hijo de Isabel, Alfonso, que vino acompaado de su preceptor: Cnovas del Castillo conservador-liberal.

La Restauracin (1875-1917) Se caracteriza por el ejercicio alterno del poder de los dos grandes partidos, conservador y liberal, rodeados de dos oposiciones, ms que nada tericas: carlista y republicana. -De 1875 a 1885, se acaba la guerra carlista y una constitucin hbil asegura el poder a los jefecillos o caciques en el plano local, y el turno de los dos partidos en el plano nacional. El gran hombre fue Cnovas. En 1885, el rey muri prematuramente. La reina, que ya esperaba un hijo, se hizo cargo de la regencia. -De 1885 a 1902, los partidos haban establecido una tregua; el personaje dominante fue el liberal Sagasta. La represin contra el autonomismo de Cuba y la rebelin de Filipinas fracas, y la intervencin de Estados Unidos revel a Espaa su autntica endeblez. -De 1902 a 1917, bajo el reinado de Alfonso XIII se agrav la tensin. Los problemas ms graves se plantearon en Catalua, por el anarquismo obrero y el regionalismo intelectual y burgus. En 1906 se present a las elecciones la Solidaridad Catalana. En 1909, una movilizacin de tropas para Marruecos hizo que estallase en Barcelona la semana trgica, que concluy con la ejecucin de Ferrer acusado de responsabilidad ideolgica. Maura sufri entonces una repulsa absoluta, que tuvo por consecuencia el acceso al poder del liberal Canalejas. ste actu enrgicamente de 1910 a 1912, intentando resolver el problema marroqu, limitar el poder del clero y ofrecer a los catalanes la Mancomunitat, rgano de autonoma parcial. Pero Canalejas cay a su vez, vctima de un anarquista. Vino la guerra europea. Germanfilos y aliadfilos (salvo excepcin, derecha e izquierda, autoritarios y liberales) se enfrentaron. La neutralidad fue conservada.

La vida poltica espaola en el siglo XIX

Vacilante y verstil, la vida poltica espaola del siglo XIX queda en la superficie de la sociedad. Los soberanos no asumieron la funcin directiva que Espaa les ofreci en 1813. Fernando VII sigui siendo el pobre intrigante de1808, instrumento de consejeros mal escogidos, cediendo ante el miedo y cruel por venganza. Mara Cristina tuvo otras capacidades, pero liberal por posicin tuvo que ser taimada con los mismos que la apoyaban, y, blanco propicio a las maledicencias carlistas, fue fcil objeto de epigramas a causa de su matrimonio con el guardia de corps Muoz (hubo que dar ttulo y dote a siete hijos). Isabel fue peor; haciendo y deshaciendo, no sin doblez, los ministerios al comps del rigodn, ofreci a carlistas y republicanos, a causa de su vida privada, an mayor nmero de ocasiones para indignarse o rerse. Verdad es que una revolucin decepcionante valoriz despus la discrecin de Alfonso XII y la dignidad de la segunda regente; demasiado poco para que la monarqua saliese indemne del desastre colonial. Por ltimo, Alfonso XIII, personalidad ms fuerte, busc su prestigio en su juventud, su irona, sucasticismo espaol un poco teatral. Sin embargo, prefiri el poder al oficio, y los secretos a las responsabilidades. A partir de 1920, hay un hecho que se impone; como antao su abuela, Alfonso XIII haba llegado a ser insoportable para el pueblo espaol. De esta manera, mientras los monrquicos de corazn seguan hipnotizados por la solucin carlista, la rama discutida no haba adquirido de parte de las masas ese respeto que da solidez a la monarqua en Inglaterra o en Suecia. A travs de las crisis contemporneas, la monarqua no pudo nunca llegar a ser en Espaa un smbolo til de la comunidad.

Constituciones y parlamentarismo

Tampoco cristaliz la tradicin democrtica: los textos constitucionales que entusiasmaron (los de1812 y 1869) slo tuvieron breves momentos de aplicacin. Los otros (1834, 1837, 1845, 1856)fueron compromisos impuestos. El de 1876 fue ms duradero. Admiti el sufragio universal en 1890 y regul el juego poltico hasta 1923. Pero este parlamentarismo no pudo resolver las crisis graves. El pueblo compar la poltica a una chuleta en que a cada lado le corresponde su vez de estar al fuego. Los humoristas han descrito el tipo social del cesante, funcionario en disponibilidad, que espera la vuelta de los suyos dando paseos por la Puerta del Sol. En provincias, el especialista y beneficiario de la actividad poltica es el cacique: senador de pequea ciudad o agente electoral de aldea, debe su funcin ala tradicin familiar o a la extensin de un hecho social; en Andaluca distribuye el trabajo y es eladministrador del propietario. Las Cortes son como un club donde alternan la discusin acadmica y la querella presupuestaria o aduanera. El poder, si llega el caso, recurre a la arbitrariedad.

El pronunciamiento

La ausencia de verdadero problema exterior, la irregularidad del reclutamiento, la incultura de las tropas, impidieron durante mucho tiempo que Espaa tuviese un ejrcito popular. El oficial contaba ms que el soldado y la tropa ordinaria menos que los cuerpos especiales. Sin embargo, no se trata de un ejrcito de caricatura;1808, la guerra carlista, las represiones coloniales lo han forjado y adiestrado, sobre todo, para los conflictos interiores. Sin ser una emanacin nacional, el ejrcito es una fuerza capaz de encarnar una poltica. Un mecanismo clsico se pone en marcha peridicamente: emigrados y sociedades secretas, a menudo la intriga extranjera, confusamente estimulados por un sector de opinin, y sabiendo que los caminos legales estn cerrados por la presin gubernamental, eligen a un general. Se trata de un jefe en el destierro, o por lo menos en desgracia. El golpe comenzar, pues, en un puerto o en una plaza alejada. Se leer un manifiesto a las tropas que saldrn de los cuarteles. Se proceder aefectuar detenciones y a cambiar las autoridades, mientras que enlaces y telegramas conminarn a las otras guarniciones, previamente trabajadas, a pronunciarse en el mismo sentido. Madrid dir que domina la situacin (lo que a menudo es cierto: por siete u ocho pronunciamientos que triunfaron, hubo decenas de ellos frustrados). Pero si la conspiracin estaba madura, la resistencia durar poco. Jams un pronunciamiento ha originado una guerra civil. Hasta1936, y esto significar un gran cambio. Ms no se trata de querellas de comedia. Se cuentan por decenas los desgraciados que murieron en el cadalso. Y las venganzas son alucinantes: por oponerse al golpe de los sargentos, en 1836 fue asesinado el general Quesada; sus dedos cortados sirvieron como cucharillas a sus enemigos en el Caf Nuevo. Hay una orientacin en tan duras luchas? Al principio los jvenes oficiales son liberales, masones, innovadores. Ms tarde, el triunfo corresponde a los jefes autoritarios como Narvez. Pero el general del pueblo, demcrata o que cree serlo, ser un tipo del siglo XIX. La verdadera transformacin se sita, sin duda, en 1868-1873; ante la voluntad revolucionaria del pueblo y la nueva ideologa de los intelectuales, el ejrcito se encuentra empujado cada vez ms haciael orden: orden moral y orden social. Sin embargo, todos los equvocos no estn disipados. Los recuerdos y tradiciones (masnicas, en particular)hacen an posible en 1930 un pronunciamiento republicano, y la sublevacin militar de 1936invocar, ante ciertos espritus, la costumbre del golpe de estado contra la arbitrariedad. La ilusin no durar y, socialmente, el ejrcito est ya perfectamente clasificado. Pero puede verse en qu sentidos tan diversos ha podido jugar la costumbre del pronunciamiento.

Guerras civiles y motines

Las guerras carlistas: su psicologa es la del levantamiento de 1808; las prdicas catlicas y absolutistas de los religiosos y jefes locales conservan el mismo carcter demaggico, ligado aqu a la defensa de los fueros regionales y delas costumbres comunales agrarias. De los tres focos carlistas (Pas Vasco, Navarra, alta Catalua), dos se han incorporado en la actualidad al autonomismo democrtico. Las guerras carlistas anuncian lo que haba de ser 1936: aldeas sublevadas, odios inextinguibles entre familias, papel de los militares y del clero en el movimiento. La agitacin andaluza tiene otra naturaleza. All las tradiciones seculares han sido despertadas peridicamente por la miseria y la sed de tierra: repartos de propiedades, talas ilegales de arbolado, incendios de cortijos, matanzas de caciques o de guardias. En 1856, 1861, 1873, 1876 y 1892 se produjeron revueltas campesinas, que precedieron a una agitacin llamada comunista desde su reanudacin en 1917-1919. De1835 a 1909, hay una tradicin continua de ataque contra conventos y religiosos. Con los mismos procedimientos, la Espaa roja se revuelve contra la Espaa negra de las campaas antiherticas y de las guerras carlistas.Problemas fundamentalesDifcil adaptacin a un progreso demogrfico constante. Rpido ascenso demogrfico para un pas pobre. La Espaa agraria pondr obstculos materiales, jurdicos y psicolgicos al capitalismo, y la Espaa industrial tendr que acogerse, para poder vivir, a un proteccionismo rpidamente gravoso para la mayora rural del pas.Los problemas agrcolasEspaa seca: slo practicaba el cultivo extensivo, adaptado al clima. Cosechas espaciadas rendimientos mnimos. xito en la intensificacin, especializacin y localizacin de los cultivos mediterrneos. La utilizacin de tcnicas de regado tuvo su rentabilidad a muy largo tiempo. Minifundios y latifundios. La desamortizacin no creo grandes dominios bien explotados sino que los especuladores de la desamortizacin aadieron otros latifundiosa los latifundios de nobleza. La estructura agraria permaneci inmutable.Industrializacin y equipo industrialEn es aspecto industrial, Espaa tena algunas ventajas: sus minas y su mano de obra. Pero careca de capitales para la industria pesada, de mercados para la industria de artculos de consumo. Las sociedades espaolas impulsaron mal la explotacin de las minas, y la explotacin minera, el equipamiento general y la industria pesada, o permanecieron atrasados, o cayeron en manos extranjeras: los extranjeros desarrollaron sobre todo la exportacin de productos en bruto, que resultaba econmica gracias a la obra de mano barata. Pero Espaa apenas disfrut de estas fuentes de riqueza.El equipamiento industrialDentro de la Europa capitalista, Espaa gir en el crculo vicioso de los pases pobres y retrasados: para enriquecerse le haca falta equiparse; para equiparse le hubiera hecho falta ser rica. No se poda esperar que la riqueza pblica crease los ferrocarriles; haba que crear los ferrocarriles para fomentar la riqueza pblica. Interesante alegato en favor de la prioridad del equipo industrial en el circuito econmico. Pero demasiado precoz. Las concesiones fueron a los extranjeros El Estado no supo imponer ms que un absurdo geogrfico: el tendido radial tomando como centro a Madrid. Ms tarde se arruin con los malosferrocarriles secundarios. Espaa sufre an las consecuencias de esos errores iniciales.El nacimiento de la industria pesada, y una segunda fase de equipamiento industrial demostraron, entre 1910 y 1920, la existencia de leyes anlogas. Buscando una rentabilidad rpida, el automvil hizo la competencia al ferrocarril en vez de alimentarlo; las empresas elctricas construyeron apresuradamente las grandes centrales de los Pirineos, se hicieron la competencia entre ellas, y luego se unieron en trust bajo el padrinazgo de La Canadiense (Barcelona Traction, Power and LightCo). Otros trusts se sucedieron: Pirelli, Siemens, laIG Farben, y las potasas de Suria fueron objeto de un reparto de influencias. As pesa sobre Espaa un sistema productivo, pero no nacional, que, obedeciendo a la atraccin dela fuerza adquirida, ha aumentado el contraste entre la masa del pas, que sigue siendo agrcola, y algunas regiones industriales especializadas.

Problemas polticos derivados de la evolucin econmica espaolaProblema exterior y colonialPolticamente dbil, Espaa ser tratada por el extranjero como zona de influencia. Conferencia de Algeciras 1906, crea un Marruecos espaol el esfuerzo intentado para ocuparlo tiene graves repercusiones interiores (1909). En 1898 se perdieron Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. Esta impotencia no dej insensible a Espaa.Problema regionalista. La monarqua de los Habsburgo no desempe la funcin unificadora de la monarqua francesa. A finales de siglo, las regiones adquieren espritu de grupo hasta afirmarse como naciones. El nacionalismo vasco se desarrolla sobre todo en el siglo XX. Pero nace en el XIX con su apstol Sabino Arana. Y se manifiesta primero en Bilbao. El catalanismo, ms pronto formado y ms pronto amenazador, empez como una manifestacin de renovacin lingstica.En Catalua existen una burguesa activa y toda suerte de capas medias acomodadas, que cultivan el trabajo, el ahorro y el esfuerzo individuales, interesadas por el proteccionismo, la libertad poltica y la extensin del poder de compra. En Espaa dominan los viejos modos de vida: el campesino cultiva para vivir y no para vender; el propietario no busca acumular ni invertir; el hidalgo, para no desmerecer, busca refugio en el ejrcito o en la iglesia, y el burgus madrileo, en la poltica o en la administracin; los conservadores condenan la libertad poltica, y los liberales, el proteccionismo. Dos estructuras, dos psicologas que, polemizando, se volvern msvirulentas, una contra otra. Evolucin del propio catalanismo: del regionalismo intelectual pasa al autonomismo (1892: Bases de Manresa). Despus de1898, habla de nacionalidad. En 1906, una Solidaridad Catalana obtiene, por encima de los partidos, un gran triunfo electoral. Hacia la misma fecha se sita otro cambio: como el primer partido cataln, la Lliga Regionalista, reuna sobre todo a elementos moderados (eruditos acomodados,fuerzas vivas industriales, campesinos y tenderos catlicos), Madrid crey que podra contrarrestarlo por medio del demagogo Lerroux, dolo de las multitudes populares barceloneses. Pero Lerroux qued desprestigiado, en 1909, por su poco glorioso papel en la semana trgica. El movimiento social y las organizaciones obreras En el siglo XIX la proporcin de la poblacin industrial en Espaa no fue nunca fuerte; tres ncleos regionales (Catalua, Asturias, Vizcaya),cuatro o cinco ciudades (Madrid, Sevilla, Valencia, Mlaga, Zaragoza), minas aisladas (Pearroya, Rio-tinto, La Unin): dbil base para un movimiento obrero del tipo ingls o alemn. Y sin embargo, desde el siglo XIX, la clase obrera espaola ha desempeado un papel sensible. En el siglo XX, se hablar de Espaa anarquista, sindicalista o marxista: generalizaciones abusivas, pero significativas; el proletariado espaol ha sido histricamente ms importante que lo que su dbil nmero haca prever. Las condiciones que se daban en Espaa hace que Lenin lo considere como el pas designado para la segunda revolucin. Y el paralelo Espaa-Rusia de 1917-1923 estuvo de moda en todos los campos, ya para anunciar, ya para denunciar, la inminencia de una dislocacin social. Por aadidura, el movimiento revolucionario espaol contaba con una tradicin. En Catalua, desde los aos 1830-1860, se haban ya afirmado las tendencias a la asociacin (Sociedad de Tejedores, Las Tres Clases de Vapor, Unin Manufacturera. En 1868 fue a Espaa Fanelli, discpulo de Bakunin, y fund secciones de la Asociacin Internacional de Trabajadores. El xito fue brillante; en pocos meses la Federacin, rgano de la Internacional, sobrepasa los cien mil afiliados, con dos grandes centros: Catalua y Andaluca. Nace el Partido Socialista Obrero en Madrid, y fue completado, en 1888, por la organizacin sindical Unin General de Trabajadores. Tuvo xito en las regiones de concentracin orgnica de la industria (minas asturianas, metalurgia vasca), y entre los obreros cultivados de Madrid, cuyo modelo fue el tipgrafo Pablo Iglesias, fundador del partido. En 1881, cincuenta militantes barceloneses haban fundado una Federacinobrera de inspiracin anarquista. En dos aos (Congresos de Sevilla y Valencia) reagrup cincuenta mil afiliados; de los cuales treinta mil eran de Andaluca y trece mil de Catalua. Las divisiones y la represin le hicieron la vida difcil. Pero el anarquismo vivi grandes das entre 1890 y 1910:accin directa por atentados, huelgas de 1890 y1912, proceso de Montjuic, semana trgica. En1911 empieza una fase ms organizada, fundndosela central anarco-sindicalista. sta, Confederacin Nacional del Trabajo o CNT, dominar el movimiento obrero espaol hasta la guerra civil.

CAPITULO VLAS CRISIS CONTEMPORNEAS

CRISIS DE LA MONARQUA (1917-1931). PRIMERA FASE 1917-1923- LOS DISTURBIOS

La Crisis de 1917: la caresta de la vida, el anuncio de la revolucin rusa, enriquecimientos escandalosos y choque entre los aliados y germanos, trae consigo que se tome partido, lo que trae movimiento militar y un movimiento polticoRegionalistas, reformistas, radicales y socialistas reclamaban la convocatoria de Cortes, en las que el gobierno no estaba seguro de tener mayora. En Barcelona se celebr una reunin ilegal de ochenta diputados de la oposicin, que pidi una Constituyente. La Asamblea de Parlamentarios fue disuelta.A fines de julio, un movimiento social reemplaz a la agitacin poltica. Hubo huelgas en Valencia, Santiago y Bilbao. Maura y el general Primo de Rivera se manifiestan contra la debilidad gubernamental.La poca de los disturbios (1917-1923)La confusin poltica trae aos de crisis. Maura se orienta hacia la intransigencia anticatalana. Camb vuelve a la oposicin con un famoso discurso: Monarqua? Repblica?Catalua!. La cuestin regional vuelve a plantearse nuevamente de forma aguda. La confusin social se agrava: caresta de la vida, crisis de la industria, en Andalucalos campesinos pintan inscripciones de Viva Lenin en las paredes de los cortijos. Los campesinos quieren el reparto agrario.La huelga de La Canadiense (electricidad catalana) representa el apogeo del movimiento sindical. El gobierno discute con los jefes sindicales Segu y Pestaa pero admite la jornada de ocho horas. La patronal combativa lanza el lock-out. El terrorismo comienza a asolar en Catalua, Zaragoza y Bilbao durante los seis primeros meses de 1921. En junio, la represin se encarna, en Barcelona, en el general Martnez Anido y se aplica la ley de fugas, que consiste en provocar o simular una evasin y ejecutar al preso. La opinin pblica se indigna y Martnez Anido es destituido en octubre de 1922.Pero ante un recrudecimiento de los atentados, dirigentes del comercio y de la industria catalanas manifiestan su adhesin al capitn general de la regin, Primo de Rivera.El problema marroqu :el desastre de Annual: el general Silvestre,cercado en Annual, encontr la muerte con todo su Estado Mayor. El Rif se haba sublevado ante el desorden de la retirada. Y se difundi la sospecha de que detrs de la accin del general Silvestre estaba la intervencin de Alfonso XIII. Al mismo tiempo ministro, rey y juntas se achacaban responsabilidades. El general Miguel Primo de Rivera, se sublevaba el 13 de septiembre de 1923 al frente de la guarnicin de Barcelona contra el gobierno.

SEGUNDA FASE (1923-1930). LA DICTADURA.

El directorio militar se convierte en civil a fines de 1925, designa en 1927 una Asamblea consultiva y proyecta en 1929 una Constitucin..Slo se soluciona la cuestin marroqu y se mantiene la alianza con Francia. El ejrcito de Marruecos llamados regulares se convertir en un instrumento fuerte y autnomo en manos de sus generales.No se resuelven problemas nacionales:El conde de Guadalhorce y Calvo Sotelo, anunciaron importantes proyectos econmicos, que traen ms deudas. El Estado provee de fondos a grandes empresas pblicas: Confederaciones Sindicales Hidrogrficas. Slo la confederacin del Ebro dio resultado aunque tuvo sus defectos.El programa social: se reglament el trabajo nocturno de las mujeres. Pero los obreros vean que los salarios no seguan la curva de crecimiento como la de la patronal, y que la huelga haba sido prohibida.El problema regional: En Catalua se destruy la Mancomunitat de 1913 y su obra. La alianza con las clases dirigentes catalana y vasca se perdi rpidamente.Elfracaso poltico: la imitacin del modelo italiano haba sido superficial: no haba partido de masas ni tena una mstica de la juventud. La Unin Patritica y los somatenes se limitaron simplemente a sustituir a los antiguos caciques. La peseta bajaba y ni los financieros ni el extranjero tena ya confianza en la dictadura. Los jefes militares que fueron consultados, se mostraron fros, y Primo de Rivera se retir a principios de 1930.

TERCERA FASE (1930-1931). LA CADA DE LA MONARQUA

Se instaura una semidictadura dirigida por el general Berenguer. Los antimonrquicos firmaron el Pacto de San Sebastin para implantar la Repblica. Entre los firmantes figuraban: Miguel Maura y Alcal Zamora por los moderados, Lerroux y Martnez Barrio por los radicales, Azaa, Casares Quiroga, lvaro de Albornoz y Marcelino Domingo como jefes de los partidos ms jvenes, Carrasco Formiguera por los catalanistas. Era un comit polticoEl 12 de diciembre se sublev la Guarnicin de Jaca adelantndose a los planes del Comit, que coordinaba una insurreccin para el 15 de ese mes. Fracasada la insurreccin, los miembros del Comit fueron encarcelados.Berenguer anunci la convocatoria de elecciones legislativas, a lo que los partidos polticos, se negaron a participar. Berenguer cae y es sustituido por el que haba de ser el ltimo gabinete de concentracin monrquica que organiza un escrutinio municipal, pero sorprendentemente la izquierda ms organizada triunfa en todas partes.El da14 la Repblica es proclamada en Eibar, Barcelona y San Sebastin. En Madrid, Romanones parlamenta con Alcal Zamora. Sanjurjo, jefe de la guardia civil, ya no garantiza la vida del rgimen. El rey tiene que marcharse. Viejos republicanos e intelectuales, ante esta revolucin sin una gota de sangre, creen que Espaa ha llegado al ms alto grado de madurez poltica.

LA REPBLICA (1931-1936)La Repblica quiso transformar y gobern difcilmente. Por lo menos, en los dos primeros aos de su existencia, abord todos los grandes problemas.

1931-1933. El bienio reformador

Los problemas polticosLa Constitucin de 1931 fue creada sobre el modelo de la de Weimar, la ms democrtica en Europa. Espaa fue proclamada Repblica de trabajadores.El parlamentarismo puro triunf con la cmara nica, gobierno permanentemente responsable y sufragio universal, extendido a las mujeres y a los hombres.El presidente de la Repblica poda disolver dos veces la cmara, si bien quedaba obligado a justificar luego su decisin.Las regiones podan pedir un Estatuto de AutonomaLa obra escolar e intelectualLa Institucin Libre de Enseanza se convirti en el modelo de la universidad y de los institutos de segunda enseanza. Pero la escuela primaria fue ms difcil de edificar.La cuestin religiosa era grave. Pasar a un sistema laico traa muchos conflictos. Los catlicos liberales, representados en el poder, no queran quitarle la fuerza que tena. Pero los republicanos vean un peligro en dicha fuerza y aplicaron leyes especiales a los jesuitas, asociaciones y enseanza. Azaa declar que Espaa haba dejado de ser catlica.La cuestin de la fuerza armadaNumerosos militares seguan siendo monrquicos, entonces Azaa ofreci el retiro con el sueldo ntegro a los militares que lo pidiesen, pero igualmente estos guardaron rencor.En cuanto a la Guardia Civil que el pueblo detestaba, Azaa prefiri no enfrentarse y crear unos guardias de Asalto , que era unafuerza republicana escogida.El problema regional Fue resuelto. Maci proclam, el 14 de abril, la Repblica catalana, vuelve a resurgir el trmino de Generalitat catalana. Catalua vot casi unnimemente su Estatuto. Los vascos elaboraron su estatuto. Los castellanos tambin queran presentar un Estatuto de Castilla.Los problemas socialesEn el pueblo las esperanzas y temores aparecieron rpidamente. Las clases humildes crean en un cambio de vida. Y desde abril de 1931 comenz la exportacin de capitalesLa reforma agrariaNo haba acuerdo sobre los principios de dicha reforma. Los anarquistas y comunistas queran la tierra para quien la trabaja mientras que los socialistas decan que la tierra para el Estado y la explotacin a los sindicatos de trabajadores agrcolas. Los liberales queran la propiedad individual, y los catlicos propiedad familiar e indemnizaciones a los expropiados. Hubo que discutir mucho tiempo, bajo garantas provisionales: prohibicin de expulsar a los arrendatarios, de trasladar la mano de obra, atribucin a los parados de la lista civil de la Corona.La reforma fue muy lenta y se autoriz a la expropiacin mediante indemnizaciones y se daban tierras a los campesinos que estaban en ellas. Las tierras que no se cultivaban podan cederse a los campesinos para trabajarlas. El Instituto de Reforma Agraria y comits provinciales y comunidades locales estaban encargados de aplicar la reforma. La lentitud de la reforma no conquista a los campesinos. El incidente de Casas Viejas, en que fueron reprimidos violentamente los levantados por la guardia de asalto, hizo responsable a Azaa de este hecho. As la masa agraria se aleja de la Repblica y se une al movimiento obrero.El movimiento obreroAl principio estaba con la Repblica. Los socialistas tenan tres de los suyos en el poder. Los jefes sindicalistas de Barcelona Pestaa y Peir haban aconsejado votar por Maci. Se vot una legislacin social inspirada por las directivas de Ginebra, y se practic una poltica de salarios elevados. Pero se estaba ante una crisis mundial. En junio de 1931, Indalecio Prieto tuvo que sofocar una huelga. Al mismo tiempo la CNT haba evolucionado netamente; uno de sus congresos, celebrado en mayo, an aprob a la direccin barcelonesa de los moderados Pestaa y Peir, pero en junio fueron criticados, y en agosto dejados en minora. Despus de un manifiesto sensacional el manifiesto de los treinta, tuvieron que abandonar la direccin del sindicalismo a favor de la Federacin Anarquista Ibrica (FAI), que redact desde entonces el diario sindical Solidaridad Obrera. El anarquista Durruti esperaba hacer de la Barcelona obrera la capital espiritual del mundoPor ltimo, el gobierno tom responsabilidades sangrientas: en julio de 1931 cayeron en Sevilla las primeras vctimas obreras; en septiembre, en Barcelona, el gobernador Anguera de Sojo elabor junto con Azaa la Ley de Defensa de la Repblica, Azaa, suspendi las garantas liberales de la Constitucin. En enero de 1932, estall una rebelin en la zona montaosa de Catalua, con motivo de los salarios textiles. Algunos pueblos proclamaron el comunismo libertario. El ejrcito restableci el orden y los dirigentes fueron deportados a Villa Cisneros. La propaganda obrera estuvo centrada todo el ao contra la Ley de Defensa y en favor de los deportados. Ms tarde el suceso de Casas Viejas se vuelve contra Azaa. Los socialistas no quieren mantener ninguna alianza con l y aislados en las elecciones de 1933 pierden la mitad de sus diputados. Este hecho junto a la abstencin anarquista, asegura a las derechas un xito de proporciones inesperadas.

La conjuncin de las oposiciones; el fracaso de Azaa

La oposicin contra Azaa iba creciendo. Una oposicin del centro uni a los liberales doctrinarios con los sostenedores de una Repblica Las decepciones de Ortega y de Unamuno llenaban las columnas de la prensa. Un solo hombre se presentaba como capaz de gobernar desde el centro: Lerroux, republicano histrico,antisocialista, a quien adoptaba todo un sector prudente de la opinin. La oposicin de derecha haba dado ya pruebas de cierta inadaptacin a las reglas parlamentarias. Los generales conspiraban desde 1931. El 10 de agosto de 1932, Sanjurjo, ex jefe de la guardia civil, sublev a la guarnicin de Sevilla. Demasiado pronto. El movimiento fracas en Madrid, lo que al mismo tiempo sirvi para consolidar a Azaa. La derecha se hallaba dividida: agrarios, accin popular, Renovacin Espaola, monrquicos, tradicionalistas, etc. Sus consignas eran negativas: contra la Constitucin, contra el laicismo. Pero el lazo de unin segua siendo el viejo complejo de laEspaa negra: arriba, intereses agrarios, y abajo ,tradicin y religin. El clero movilizaba a la opinin rural y a la masa electoral femenina. Por fin, se obtuvo una cohesin parcial por medio de la Confederacin Espaola de Derechas Autnomas CEDA, dirigida por Gil Robles.Otras nuevas formas de oposicin se abran paso. El Partido Comunista Espaol, afiliado a la III Internacional, intervino en los combates de calles de Sevilla. Fue el primero en denunciar la repblica burguesa.Fascismo es el trmino peyorativo dado por la izquierda a toda agitacin de derecha. Gil Robles favorece la acusacin. Visita Alemania, organiza concentraciones simblicas y se hace saludar a los gritos de jefe, jefe, jefe. Sin embargo, algunos grupos ms exaltados lo denunciarn pronto como temperamento de jurista y parlamentario en realidad. Uno de esos grupos da vida, con el primer nmero de La Conquista del Estado de Ledesma y Gimnez Caballero. La inspiracin hitleriana era indiscutible. En Valladolid, aparece Libertad, de Onsimo Redondo, cuya idea central es el unitarismo castellano. Las dos tendencias se unen en las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), en que el sindicalismo aparece como un trmino especficamente espaol. El smbolo (yugo y flechas de los Reyes Catlicos) fue propuesto por Juan Aparicio, joven estudiante de Granada. El 10 de octubre de 1931 aparece el programa de las JONS: antiliberalismo, antimarxismo, antisemitismoDespus aparece La Falange de Jos Antonio Primo de Rivera. Surge de pequeos grupos monrquicos, convencidos por la crtica de la dictadura de 1923, hecha por el propio hijo del dictador. ste expuso su doctrina Ni derecha, ni izquierda; ni capitalismo, ni socialismo: revolucin en la manera de vivir, llamamiento al hroe. Espaa se ha negado al capitalismo, a la Reforma, al liberalismo, y es capaz de dirigir la revolucin del siglo XX. A Gil robles le parece un enemigo a tener en cuenta.Despus del suceso de Casas Viejas, Alcal Zamora le oblig a Azaa a retirarse. Un gobierno Lerroux no obtuvo xito.

1934-1936. El bienio de reaccin o bienio negroDe enero a octubre de 1934, tres problemas se agravaron.Problema Poltico: Lerroux gobernar sin la derecha, pero bajo su presin. Lerroux se niega a reintegrar a sus puestos a los militares sublevados en agosto de1932. Lerroux cede el poder a Samper, un radical de segundo orden, en medio de una atmsfera de inquietud.La agitacin social: La CNT, disuelta en principio, no deja por eso de inspirar las huelgas: Zaragoza es paralizada por una huelga total. La situacin se agrava. Hay seiscientos mil parados. La UGT opta por Largo Caballero contra Besteiro. Los acontecimientos de febrero de 1934 en Austria y Francia, y luego elviraje comunista, dejan sentir su influencia. Una consigna de unidad corre por todas partes: alianzas obreras. Prieto reconoce que el impulso unitario viene de las masasLa Federacin agraria se agita a causa del nmero creciente de campesinos en paro. Los campesinos intentan la huelga de la cosecha. La huelga es reprimida fuertemente y fracasa dejando un sabor amargo en los campesinos.La cuestin regionalLa Generalitat se convierte en bastin de la Repblica. Apoya las reivindicaciones sociales de los clientes del partido dominante: la Esquerra Catalana.Los vascos se agitan y convocan a elecciones municipales extralegales.

Derribado el gabinete Samper, acusado de debilidad ante tantos incidentes. Lerroux forma nuevo gobierno y da entrada en l a tres miembros de la CEDA. Azaa llama a todos los medios de defensa de la Repblica.En dos puntos del pas estallan dos verdaderas revoluciones: Octubre de 1934. Revolucin en Catalua y en AsturiasEn Catalua, el movimiento viene de arriba y fracasa rpidamente. Companys pro-clam, sin gran conviccin, el Estado cataln dentro de la Repblica federal, el general Batet, comandante de la guarnicin obtiene la rendicin de los insurrectos si mayor esfuerzo. En el campo hubo incidentes sangrientos, pero no insurreccin de masas. En Madrid, la derrota catalana consolid a Lerroux. La Falange lo aclam. Gil Robles se incorpor a la Repblica.En Asturias, el movimiento vino de abajo y se caracteriz por la unidad revolucionariay el armamento de los obreros. Anarquistas de Gijn, mineros socialistas, comunistas en la Alianza Obrera, se lanzaron a la insurreccin. El centro del movimiento fueron las minas de Mieres. Los cuarteles de la fuerza pblica cayeron en poder de los revolucionarios, y ms tarde las fbricas de armas de Trubia y la Vega. Oviedo fue tomado. Durante nueve das, la ciudad y la regin vivieron bajo una estricta organizacin revolucionaria, militar y econmica. Pero esto fue sofocado por el ejrcito y la guardia civil.Durante un ao, la prensa oficiosa iba a utilizar cotidianamente el tema de las atrocidades revolucionarias, mientras que a escondidas circulaban los ms espantosos relatos de la represin.De octubre de 1934 a febrero de 1936 En febrero de 1936, el pndulo electoral vir hacia la izquierda. Algunos hechos, acaecidos en1935, permitirn explicar el fenmeno:- La deflacin- La reaccin social: obreros despedidos, salarios disminuidos, etc. En el campo, sobre todo en Catalua, las expulsiones de arrendatarios tomaron carcter de represalias. La reforma agraria fue suspendida. Los campesinos se incorporaron en masa al Frente Popular.- La poltica del presidente de la Repblica: el presidente Alcal Zamora no vea con buenos ojos a Lerroux y tema los excesos de las derechas. En diciembre de 1935, form un gabinete centrista a su gusto (Portela Valladares), para disolver el Parlamento y presidir nuevas elecciones. La campaa electoral devolvi la libertad a la prensa- El efecto psicolgico de la represin de octubre: El efecto de las campaas contra los insurrectos se volvi contra sus autores y octubre fue santificado. El fantasma fue entonces la guardiacivil y el moro.- Los escndalos en torno a Lerroux: cohecho en las autorizaciones de un juego de azar e indemnizacin excesiva en un asunto colonial y el extraperlo.- El equvoco en torno a Gil Robles: se haba enajenado las simpatas de los monrquicos por haber aceptado la Repblica, y las de los fascistas por su parlamentarismo. Pero segua siendo sospechoso para los republicanos.Todos estos hechos ayudaron a Azaa a recuperar la popularidad, y as triunfar el Frente Popular.

Febrero-julio de 1936. De las elecciones al pronunciamientoLa primera vuelta electoral otorgaba la mayora al Frente Popular, esto significaba un cambio diametral de la mayora, que fue confirmado por las elecciones parciales. Los tndems simblicos fueron derrotados: Gil Robles-Calvo Sotelo en Madrid; Lerroux-Camb en Barcelona. De esta forma se le cedi el poder a Azaa. Pero surgen de nuevo conflictos en distintos frentes: contra la iglesia, se reanuda la agitacin agraria. En las ciudades, la agitacin tena otros objetivos: libertad de los presos e indemnizaciones por las represalias sufridas.La posicin del gobierno sufri entonces duros ataques entre otros por parte de Gil Robles y Calvo Sotelo.El 12 de julio Calvo Sotelo, jefe de la oposicin, es asesinado por unos oficiales de Asalto que, al parecer, queran vengar as la muerte de uno de sus compaeros republicanos. Pero la responsabilidad del gobierno resulta comprometida. Y no se atreve ni siquiera a prohibir las manifestaciones contradictorias en ocasin del entierro de las dos vctimas. El 17 de julio estalla la sublevacin militar.

La guerra civil (1936-1939)Del pronunciamiento a la guerra civilDesde haca meses conspiraban los oficiales, y aprovechando el asesinato de Calvo Sotelo. El da 17 se da la seal al ejrcito de Marruecos, y el 18, los generales en desgracia, Goded en Baleares y Franco en Canarias, toman sus medidas locales y luego se incorporan a los puntos sensibles, el primero a Barcelona y el segundo a Marruecos. Ese da se pronuncian todas las guarniciones, salen a la calle y proclaman el estado de guerra.El golpe de estado triunf, en el sentido de que priv a la Repblica de casi todos sus cuadros militares. Pero el golpe de estado fracas en el sentido de que el ejrcito no reconstituy los poderes sino sobre una parte restringida del territorio; en las otras partes fue desarmado por la poblacin y el gobierno no se consider vencido, a pesar de la destruccin del instrumento militar. Por primera vez el ejrcito son tambin los soldados , en Madrid, Valencia y Barcelona los soldados se pasan, en cuanto pueden, al lado del pueblo. El pueblo se une y los bloques regionales (cataln y vasco) se definen contra el pronunciamiento. Por ltimo, el gobierno encuentra el apoyo (por lo menos moral) de capas sociale smedias, ms numerosas que en el siglo XIX, porquet iene con l la legalidad, y contra l la Espaa negra de los sacerdotes y de los generales, vieja pesadilla del liberalismo. El general Mola moviliza al viejo carlismo. Los conventos dan asilo a los insurrectos y predican la cruzada. Los partidos de derecha estn dispuestos a recuperar sus posiciones del bienio negro. Sus juventudes, decepcionadas por Gil Robles, pasan a los grupos fascistas. Esta vez, no se trata de una lucha superficial entre pequeas minoras. Una guerra civil ha comenzado. El pas se dividi en dos, el bando franquista, oeste de Espaa y bando republicano el levante incluyendo zonas del interior sobre todo al sur y la zona vasca.

Las operaciones militaresAparte de Marruecos y las islas, los insurgentes slo tenan las montaas de Aragn, Navarra, Galicia y la meseta de Castilla la Vieja, con una punta en el sur hasta Cceres; y, por ltimo, la costa andaluza de Algeciras a Huelva.Batallas por Madrid: Tener Madrid poda significar la victoria. A fines de octubre Madrid estaba cercado por tres lados; el 6 de noviembre el gobierno abandon la capital; el 7 los moros llegan a los puentes del Manzanares; el 9 es el asalto general. Sorpresa: el asalto fracasa. Los refuerzos han llegado de todas partes. Las brigadas internacionales tambin participan. El frente se estabiliza. Otros dos intentos fracasarn igualmente: en febrero, un ataque sobre el Jarama (combinado con una ofensiva italiana, que triunfa, sobre Mlaga), luego una tentativa motorizada hacia Guadalajara que desbarat un contraataque. A partir de ahora, Madrid ya no ser atacado.Reduccin de los frentes cercados La ofensiva contra la zona vasco-asturiana comenz el 31 de marzo de 1937 y se caracteriz por: bombardeos areos en masa de Durango y Guernica. Los republicanos reaccionaron con operaciones sobre Brunete (cerca de Madrid, del 5 al24 de julio), sobre Belchite (Aragn, 3 deseptiembre); en agosto, los italianos tomaron Santander. Asturias cae en octubre. El gobierno slo tiene la tercera parte del territorio, pero hay en l la mitad de la poblacin. Sus dificultades econmicas van a aumentar.Batallas de Aragn La toma de Teruel retrasa hasta marzo de 1938 una gran ofensiva franquista para aislar Catalua y cortar Madrid del mar. No obstante, en el mes de abril, Catalua queda separada de Valencia cerca del delta del Ebro. En mayo y junio la marcha sobre Valencia rebasa Castelln, pero se detiene bruscamente el 24 de julio, cuando el ejrcito gubernamental toma la ofensiva en el Ebro.Cada de Catalua y fin de la guerra El 26 de enero cae Barcelona. En febrero, se termina la campaa. Cuatrocientos mil refugiados pasan a Francia. Se forma en Madrid una junta con objeto de negociar la rendicin. Pero vencer la oposicin comunista cuesta varios das de combate. Franco ocupa Madrid el 28 de marzo. Es el fin de la guerra.

Las condiciones de la guerra

En el campo insurrecto , como las tropas de choque no eran suficientes, hubo quemovilizar y hacer oficiales a todos los jvenes de las clases acomodadas. La victoria fue posible por la ayuda extranjera.Los republicanos disponan de masas de hombres entusiastas, de la marina y de las regiones industriales. Los comunistas hicieron el mayor trabajo de organizacinLa intervencin extranjera haba dominado la transformacin. Italia mussoliniana haba intervenido: sus aviones aseguraron el paso del estrecho a Franco. Mallorca fue controlada. Las flechas negras se hicieron presentes en Mlaga, Guadalajara, en el norte, en Tortosa. La ayuda de Alemania, ms discreta, fue de tipo tcnico y controlada siempre por alemanes; los tcnicos de enlaces, de la radio, de la DCA, de la aviacin fueron a Espaa a practicar, por perodos de seis meses, convocados secretamente. En1940, los aviadores alemanes contarn sus victorias en Espaa en sus hojas de servicio. La campaa de Catalua fue, desde el punto de vista tcnico, la necesaria experiencia motorizada antes de las campaas de Polonia y Francia.En el otro campo, slo se habl del apoyo ruso: envo tcnicos y material rstico, pero abundante y slido, Al principio, los republicanos contaron ms con Inglaterra y Francia. Pero el sistema Chamberlain y la influencia de grandes intereses en Inglaterra, y una verdadera guerra civil moral en Francia, condujeron a la no intervencin.Los republicanos pudieron reclutar voluntarios y adquirir material pero de ningn modo compensar la masiva intervencin talo-alemana.

La evolucin interna de las dos Espaas (1936-1939

En octubre de 1936, una clsica Junta de Defensa cedi el puesto al generalsimo Franco y a su Junta Tcnica. Las negociaciones para llegar a un partido nico duraron hasta abril de 1937. Dicho partido se llam: Falange Espaola Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas (FET y de las JONS). En agosto de1937, Franco uni el ttulo de Caudillo al de jefe del Estado. En enero de 1938, la Junta se convirti en Gobierno.La Iglesia se amold a la accin fascista, y el capitalismo extranjero sostuvo a Franco financieramente.Represiones y terrores Terribles en el campo rojo, por desordenadas; terribles en el campo blanco porque se ejecutaban en orden y cumpliendo rdenes. Pero lo que si est claro que miles de espaoles murieron en esta guerra y seguiran muriendo bajo la dictadura.El problema nacional: La reaccin de los catalanes y de los vascos fue nacionalista, en el sentido que el espritu de grupo fue capaz de aglutinar a catlicos fervientes con vehementes militantes anticlericales.Por otra parte, la intervencin talo-alemana se hizo odiosa en toda la zona republicana.Federico Garca Lorca, ejecutado en Granada, haba sido una de las primeras vctimas del movimiento militar. Se exalt la tierra de Espaa, su arte y su historiaEl nacionalismo del campo adverso fue muy diferente: Falange y las JONS confiesan tomar del fascismo la mstica de la Unidad. Pero la Unidad se entiende sobre todo, en Espaa, contra los nacionalismos locales: Todo separatismo es un crimen que no perdonaremos, dijo la Falange.

Pero Franco haba conseguido apoyos extranjeros, como Alemania y pudo comprar aviones de transporte, flota gubernamental y bombarderos italianos, por lo que el bando franquista gana cuando el 28 de Marzo de 1939 toman Madrid. Franco llega al poder, implanta una dictadura.En resumen, la guerra, lejos de desatar la revolucin anunciada por el vocabulario de los falangistas, no supuso, en zona nacionalista, ningn cambio profundo en la estructura de la sociedad. Por el contrario, las castas dirigentes -clero, ejrcito, juventud rica asociada al Partido, a los cuadros militares y al Auxilio Social- se impusieron de forma decisiva, sin que ninguna frmula econmica nueva entrase en la realidad de los hechos.

El rgimen del general Franco (1939-1975)

1939-1942 Hasta mayo de 1940, Franco, inquieto, desea reagrupar a los occidentales. En cuanto el ejrcito alemn aparece victorioso, pasa a la no beligerancia, ocupa Tnger, se apoya en el germanfilo Serrano Ser y se entrevista con Hitler y Mussolini.Una entrevista hispano-portuguesa asegura recprocamente a ingleses y alemanes la neutralidad ibrica.1942-1944 El desembarco aliado en fricao bliga a la diplomacia franquista a ceder ante la presin de los anglosajones. Sus ofertas de reconciliacin occidentalson mal recibidas, pero Espaa obtiene pedidos y suministros para su industria. Se suaviza el vocabulario totalitario.1944-1948 Segura ya la victoria aliada, la poltica exterior espaola, primero con Lequerica y luego con Martn Artajo, elude los consejos de democratizacin, jugando la carta del renaciente anticomunismo, Sin embargo, el estado de opinin internacional obliga ala ONU a formular una condena del rgimen de Franco, y a Francia a cerrar la frontera durante cierto1948-1955 La guerra fra permite al general Franco, superviviente del fascismo, presentarse como un precursor. Acta entonces con los Estados Unidos como en 1940 con Alemania: como acreedor ms que como solicitante. Pero los Estados Unidos, como antes Alemania, piensan en servirse de Espaa y no en servirla. Hay que esperar a 1953 para la firma de un tratado de ayuda militar, por el cual los Estados Unidos prestan dinero como ayuda militar, y para fortalecer la base econmica del programa de cooperacin militar.1956-1962 La recuperacin econmica y el comienzo de la industrializacin fueron acompaados de una inflacin sumamente fuerte; el ao 1956 se caracteriz por una intensa agitacin social y por la presencia de una vigorosa oposicin universitaria. Sin embargo, Espaa entra en la ONU y en algunos organismos europeos. En 1959-1960 se frena la fuga de divisas que trae un estancamiento econmico. De nuevo en1962 reaparecen manifestaciones y huelgas (Asturias).1963-1973 poca de rpido crecimiento orientado por los planes. El rgimen celebra sus bodas de plata con el lema 25 aos de paz.La ley orgnica de 1966 mantiene a Franco como jefe del Estado, y a las Cortes como corporativas.En julio de 1970 se asigna al prncipe Juan Carlos un papel oficial como sucesor designado del Caudillo, forma de restauracin desaprobada por el carlismo y por don Juan.En diciembre el Proceso de Burgos que condena a muerte a seis jvenes de ETA levanta una ola de protestas. Franco conmuta las penas, pero en Madrid los partidarios de un rgimen duro se manifiestan en la calle. En el poder, los tecncratas del Opus Dei descartan ya a los falangistas. Sin embargo, el almirante Carrero Blanco contina en la cspide y sigue siendo intransigente. Pero el 20 de diciembre de 1973, en pleno centro de Madrid su coche salta sobre una mina y ETA reivindica este atentado. Su desaparicin no es lamentada.1974-1975 Ambiente econmico poco favorable y la revolucin portuguesa, tan prxima, aviva los temores y las esperanzas. Adems la salud del general plantea el problema de la sucesin. El gobierno de Arias Navarro anuncia reformas liberales. La represin se endurece: ejecucin del joven anarquista Salvador Puig Antich, torturas y condenas a muerte contra los miembros o supuestos cmplices de ETA y del FRAP. El sistema contina fiel a sus orgenes.

Ha resuelto el rgimen franquista los problemas de Espaa?

La estructura nacional contina planteado. El autonomismo fue siempre el gran fantasma atemorizador de la Falange.Hacia 1955-1960,Madrid autoriz algunas manifestaciones de regionalismo cultural. Pero, apenas autorizada, la edicin de libros en cataln alcanz un xito imprevisto.Por el contrario, en el Pas Vasco la aspiracin nacional, defendida y reconocida por una minora joven, se traduce en acciones ms duras; el grupo ETA (Euskadi Ta Askatasuna: Pas Vasco y Libertad)

Los problemas econmicosAgricultura: Hasta 1962 persiste la desigualdad de cosechas. Sigue habiendo tierras sin hombres, hombres sin tierras y tierras donde la gente se amontona. El maz, el centeno, la cabaa porcina y la avicultura progresan deprisa; aumenta considerablemente la utilizacin de abonos y el parque de tractores aumenta.Pero el xodo rural rebasa los lmites ptimos y las inversiones siguen siendo insuficientes. El retroceso de la agricultura es inevitable. No se han resuelto los problemas sociales del minifundio, de los asalariados, del paro y del abandono de los pueblos.La industrializacin fue tarda y rpidaLos problemas sociales continan. Entre 1940-1955, el expolio de las clases trabajadoras se hizo sin contrapartida, de donde surge una acumulacin masiva de capital que los bancos invierten. El despegue econmico revelar entonces las disparidades sectoriales. En el campo, el minifundio sigue siendo miserable; el latifundio paga mejores jornales a su mano de obra, pero la mantiene proletarizada entre el xodo y el paro.En la industria, los sectores retrasados se ven amenazados por el paro (minas asturianas), o por las crisis de exportacin donde se ha podido exportar gracias a los salarios bajos(confeccin y calzado). La conflictividad laboral: horas extras, pluriempleo, que persiguen en vano a los precios en incesante alza. Por ello los conflictos laborales son numerosos, largos y extendidos a pesar de la ilegalidad de la huelga. Surgen las comisiones obreras de discusin y de lucha. Los grupos clandestinos luchan por llevar la iniciativa; a menudo, el clero procura asilo para estas reuniones. Las represiones son brutales y a veces sangrientas(Granada, Ferrol, Madrid y Barcelona)

EL PAPEL DE LA OPOSICIN POLTCA

Los dirigentes de la oposicin popular haban muerto en el exilio o en la crcel, y las clases medias, paralizadas por el temor, se contentaban con la oposicin verbal.La oposicin intelectual se tolera o se combate por la censura o se castiga con la crcel o se entrega al vandalismo de los grupos activistas oficiosos (libreras y exposiciones saqueadas). Una poesa comprometida (Celaya, Blasde Otero), novelas de negro pesimismo y un cine violentamente crtico (Buuel, Bardem, Berlanga y Ferreri) vuelven a inventar la versin amarga de Espaa; grandes universidades viven en permanente estado de sitio. Los anarquistas revividos y los trotskistas, y la aparicin de un vasquismo revolucionario, crearon una oposicin de extrema izquierda demasiado fragmentada para llegar a ser decisiva, pero bastante activa para pasar ignorada. ETA y el ncleo marxista-leninista del FRAP se atreven a atacar