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  • 1

    In memoriam

    Probablemente estars de acuerdo en que te saliste de nuevo con la tuya.

    Cumpliste finalmente con esa creencia de que del 2000 no pasaras. Al final

    creencias cristeras, creencias alteas del Rincn de Chvez y de tu gente.

    Hubo un quijotesco encanto en tu despedida, sabes, y como en toda tu vida,

    y como en todo, tu todo fue para siempre. A tu memoria Aniceto Macas

    Lozano.

    Tambin a tu memoria Joan Serrat Lpez, que nos quedamos con el

    pendiente de regresar a tu Sabadell a recordar tu infancia, esa que fue tantas

    veces contaday tanto, que casi la compartimos felizmente.

    Jess Manuel Macas

  • 2

    Reubicacin de Comunidades Humanas. Entre la

    Produccin y la Reduccin de Desastres

    Jess Manuel Macas

    (Coordinador)

    2001

  • 3

    Contenido Pgina

    Presentacin Jess Muz Murgua

    5

    Introduccin Jess Manuel Macas

    6

    PARTE I. TEORIA Y MODELOS QUE EXPLICAN EL PROCESO DE REASENTAMIENTO

    DE COMUNIDADES

    12

    1. La Reubicacin del Riesgo

    Jess Manuel Macas

    13

    2. Premisas Tericas y Modelos del Reasentamiento de Comunidades

    Anthony Oliver-Smith

    29

    3. Aspectos Terico-Metodolgicos de los Reasentamientos

    Patricia Greaves

    39

    4. Sobre las Premisas Tericas y los Modelos que explican el Proceso de Reasentamiento

    Scott Robinson

    51

    PARTE II. CASOS DE REASENTAMIENTOS FORZOSOS POR CONSTRUCCION DE

    PRESAS Y PROYECTOS DE DESARROLLO REGIONAL

    58

    5. El Caso de la Presa Caracol

    Scott Robinson

    59

    6. El Reasentamiento de los afectados por el Proyecto Hidroelctrico Zimapn

    Rafal Lpez Jimnez

    64

    7. Reacomodos de Poblacin. El caso del Proyecto Hidroelctrico de Aguamilpa

    Patricia Greaves

    70

    8. Nadando a Contracorriente en el Balsas

    Eustaquio Celestino

    79

    9. Nadando a Contracorriente en el Balsas. Segundo Tiempo

    Martha Garca

    93

    10. Caso: El Valle del Tennesse

    Roberto Melville

    104

  • 4

    PARTE III. CASOS DE REASENTAMIENTOS FORZOSOS POR RIESGO A DESASTRE

    109

    11. La Montaa Viva: Lecciones del Volcn Chichonal

    Pedro Arrieta Fernndez

    110

    12. Reacomodos: Una Forma de Ver los Desastres Naturales

    Ignacio Zavala

    115

    13. Reubicar en la Barranca Huiloac. Caso a Discusin en el Volcn Popocatpetl

    Aurelio Fernndez y Carlos Tovar 123

    PARTE IV. METODOLOGIAS PARA EL DISEO DE PROGRAMAS DE

    REASENTAMIENTOS

    141

    14. Metodologas de Investigacin para el Diseo de Programas de Reasentameientos

    Anthony Oliver-Smith 142

    15. Tareas Metodolgicas para el Diseo de programas de Reasentamientos

    Scott Robinson

    148

    16. Apuntes sobre Metodologa Aplicada

    Rafal Lpez Jimnez

    151

    PARTE V. EL PROBLEMA DE REASENTAMIENTOS EN EL VOLCAN DE COLIMA

    158

    17. Informacin a las Comunidades. La Clave en la Mitigacin del Riesgo Volcnico

    Alicia Cuevas y Esther Ceballos

    159

    18. El Ejido Ex-hacienda de San Antonio, La Yerbabuena. Percepcin de un Estado

    Vulnerable

    Luisa Gonzlez Csar

    169

    19. El Estudio de La Yerbabuena para un Proyecto de Reubicacin por el IVECOL

    Zaida B. Ramrez, Marcela Torres y Miguel Angel Ortega

    174

    20. La Reubicacin y la Creacin de un Desastre

    Georgina Caldern

    180

  • 5

    Presentacin El tema del libro que hoy nos ocupa, Reubicacin de comunidades humanas, entre la produccin y la reduccin de desastres, no podra ser ms pertinente, ya que en Colima observamos reubicaciones involuntarias por razones de riesgo. Las reubicaciones forzadas no son una novedad en la historia de la humanidad, aunque en muchos de los casos, los pormenores de los procesos de adaptacin de los habitantes reubicados a los nuevos entornos, se han perdido. Ante las inminentes reubicaciones de pobladores de Colima, los socilogos, antroplogos e historiadores tendrn la oportunidad de registrar los detalles del proceso de adaptacin. Por otro lado, los responsables en la toma de decisiones respecto al cundo, dnde y en qu condiciones se realiza la reubicacin, tienen el compromiso tico y moral de considerar las experiencias de otras comunidades reubicadas que son relatadas por los colaboradores de este libro. Cuando en 1998 organizamos el Comit Cientfico del Volcn de Colima, intentamos incluir la dimensin sociolgica. Estamos convencidos de que es necesario buscar mecanismos de comunicacin entre las disciplinas que permitan ofrecer a la comunidad, asesora integral sobre los fenmenos que la afectan. Ante la complejidad del fenmeno sociolgico, Jess M. Macas promovi la organizacin del seminario-taller sobre Reubicaciones forzosas por riesgo a desastre, que dio origen a este libro. El documento es valioso para contextualizar al Comit Cientfico del Volcn de Colima en el escenario de la Proteccin Civil y definir sus roles. Ofrece la oportunidad de ver actuar a los geofsicos con niveles de incertidumbre tan altos como aquellos que suelen atribuirse a las ciencias sociales. Al mismo tiempo es muy til para orientar a los elaboradores de decisiones, tanto por sus contenidos como por sus referencias bibliogrficas.

    Dr. Jess Muiz Murguia Coordinador del Comit Cientfico del Volcn de Colima

  • 6

    Introduccin Russell Dynes y Enrico Quarantelli, pioneros de la investigacin sistemtica de los desastres, han sostenido desde hace cuarenta aos que el agente del desastre (sismo, erupcin volcnica, huracn, etc.) es, sociolgicamente, irrelevante. Por otro lado, antes de que ocurra un fenmeno que podamos considerar como acceso al desastre existe la posibilidad de observar algunos de sus premonitores a los que tambin podemos llamar riesgo. Los factores de caracterizacin del riesgo, entendido como medida del dao probable, tienen que ver con la comprensin de la amenaza - vista como el agente del desastre-, pero sobre todo con una construccin social de la medida del dao y junto con ello la prioridad que se le asigna para tomar decisiones y acciones encaminadas a reducir los riesgos. Este es, en trminos generales, el gran tema que ocupa esta publicacin. El Volcn de Fuego de Colima mantiene una actividad que es tambin una amenaza para la vida y las propiedades de algunos grupos humanos. La construccin social del riesgo volcnico se muestra entonces diversa. Entre los habitantes de la comunidad ms expuesta a las amenazas derivadas de una erupcin - La Yerbabuena, Colima -, los geocientficos, los cientficos sociales, los funcionarios gubernamentales y los medios de comunicacin hay diferencias sensibles en cuanto a la manera en cmo se contempla y en cmo se asume el riesgo socialmente aprehendido. Pero cualquiera que sea la definicin, percepcin o accin respecto al riego volcnico el hecho es que hay una coincidencia de fondo que se observa en el caso de una reubicacin necesaria por lo que significa dicho riesgo volcnico. Ahora bien, la coincidencia acerca de la necesaria reubicacin de La Yerbabuena no ha podido ser consenso. En cambio ha lugar a una serie de litigios de naturaleza moral, de pertinencia cientfica, de aspectos financieros y organizacionales, que fueron generados por un estado de insatisfaccin dadas las condiciones en las que un cuerpo colegiado de expertos, investido como el Comit Cientfico Asesor del Volcn de Colima, realiz una recomendacin para la des-localizacin de la comunidad. Las formas en que se hizo, y un proyecto que se desprendi y que pudimos observar en un determinado estado de avance fueron tambin sujetos de anlisis ulteriores. Jess Muiz Murgua, Coordinador General de la Investigacin Cientfica de la Universidad de Colima y coordinador tambin de ese Comit Cientfico, ha permanecido atento a la necesidad de dar pleno tratamiento al caso de la reubicacin de La Yerbabuena precisamente recogiendo las exclamaciones de un mayor espacio de reflexin para englobar las visiones de las mltiples aristas que

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    presenta un proceso de reubicacin de un conglomerado humano, al fin un proceso social. Junto con l, el propio rector universitario Carlos Salazar y tambin Jorge Piza, Secretario de Obras Pblicas del Gobierno del Estado, se sumaron a la organizacin de un seminario taller dedicado precisamente a crear ese foro necesario para hacer justicia al proceso prcticamente inexorable de la reubicacin de La Yerbabuena. Tambin se sumaron a la realizacin del seminario una decena de representantes de la comunidad de La Yerbabuena encabezados por su Agente Municipal Jess Mndez. Tuvieron ah la oportunidad de conocer por primera vez, luego de varios meses, los avances del proyecto de reubicacin que se estaba preparando por el Gobierno del Estado para su relocalizacin. Tambin pudieron acceder a una relacin ms amplia con las discusiones de otros casos de reubicacin que pudieron ofrecerles experiencias no desdeables para establecer mejores trminos de la necesaria negociacin de su propio proceso de reasentamiento. La Comisin Estatal de Derechos Humanos tambin particip en el seminario a travs Armida Zepeda Mesina. Las organizaciones observantes y defensoras de los derechos humanos estn siendo designadas como agentes interventores imprescindibles en aquellas acciones que involucren medidas de reubicacin por riesgo a desastre y tambin por aplicacin de proyectos de desarrollo. Es una consigna adoptada por el Banco Mundial que est en proceso de formalizacin y tiene el propsito de asegurar intervenciones que garanticen que la aplicacin de los recursos facilitados por ese Banco tengan un elemental y aceptable nivel de eficiencia. Tal vez exista alguna motivacin humanitaria adicional. El seminario reuni a los agentes gubernamentales directamente responsables del caso (funcionarios de proteccin civil, de las dependencias encargadas del diseo, negociacin y operacin del proyecto de reubicacin) a los habitantes de la comunidad de obvia pertinencia, al organismo estatal de Derechos Humanos y a los expertos, cientficos sociales algn geocientfico- en asuntos de reubicaciones y fue organizado para discutir los aspectos generales que circundan a las problemticas de reubicacin de comunidades, tanto en trminos de los cuerpos tericos producidos, como de algunos casos y acciones concretas de reubicacin de comunidades por causales de desarrollo y por desastres. Desde luego, tambin hubo el propsito de crear un espacio idneo para generar discusiones metodolgicas tiles para quienes deban disear el programa de reubicacin de La Yerbabuena. Otro nivel temtico visto como pertinente fue el de la discusin de los aspectos concretos de la comunidad en cuestin: el avance del programa de reubicacin realizado por el Instituto de la Vivienda de Colima (Ivecol), y otros estudios especficos sobre la misma comunidad. Esta publicacin es, de alguna manera, una suerte de memoria de dicho seminario taller. La otra parte organizadora del evento la constituye el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social (Ciesas), que es quizs la institucin de investigacin y educacin superior federal ms pertinente en desarrollos

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    directos que involucran a la Antropologa con problemas fundamentales de nuestra sociedad y tambin al estudio de los desastres desde la perspectiva de las ciencias sociales, ya que es pionera en Mxico sobre estos ltimos. El Ciesas respald y financi buena parte del desarrollo del seminario. Virginia Garca Acosta, Directora Acadmica de la institucin, es responsable del desarrollo y la organizacin de las investigaciones histricas en desastres ah; fue una muy activa organizadora y enlace fundamental con antroplogos y otros funcionarios que han intervenido en diferentes aspectos de los procesos de reubicacin de comunidades: Patricia Greaves, de Procura, particip en la investigacin y sistematizacin operativa de diversos procesos de reubicacin entre los que destaca el caso de la presa Zimapn. Scott Robinson de la Universidad Autnoma Metropolitana-Ixtapalapa, ha sido muy reconocido por su intervencin en estudios y en la organizacin de respuestas sociales en procesos de cambio de emplazamiento por proyectos de construccin de presas, particularmente el caso de la presa Caracol. Rafael Lpez Jimnez, de la Comisin Nacional del Agua, particip en el seminario y lo hace tambin en esta publicacin con el punto de vista del funcionario y del tcnico gubernamental en los mismos procesos de reubicacin sealados arriba. Los tres destacados participantes aportaron sus conocimientos y experiencia en la temtica de las dimensiones tericas y metodolgicas de las reubicaciones. El Ciesas, por otro lado, aport la experiencia en diversos aspectos del fenmeno de la reubicacin de comunidades de algunos de sus investigadores: Roberto Melville, destacado investigador en el rea de Antropologa del Agua, particip en el anlisis de uno de los casos ms paradigmticos de experiencias en movilizacin de grupos humanos por razones de construccin de obras y proyectos de desarrollo regional como fue lo hecho en el Valle del ro Tennessee en los Estados Unidos. Melville adems ha tenido el mrito de observar elocuentemente los procesos referidos bajo la ptica de la ecologa cultural, de profundo arraigo en la antropologa fundacional del Ciesas. Pedro Arrieta Fernndez, por su parte, es un antroplogo pionero en el estudio del fenmeno del desastre. Su participacin en el entendimiento de los problemas derivados de la erupcin del volcn Chichonal (o Chichn) en Chiapas en 1982, se ha conformado en una aportacin fundamental y muy autorizada para ofrecer reflexiones que son referente obligado. Arrieta destaca un caso reconocido como productor de procesos de reubicaciones post-impacto aun insuficientemente aprovechado para iluminar los planteamientos de escenarios y de soluciones alternativas a las comunidades en riesgo volcnico en Mxico. Eustaquio Celestino Sols comenta aqu un caso de amenaza de reubicacin de comunidades del Alto Balsas que hasta el momento ha sido mantenida en suspenso, pero ello ha costado mucho esfuerzo de organizacin y de movilizacin a los propios miembros de esas comunidades nahuas. Eustaquio particip muy activamente en ese proceso tanto como un reconocido profesional de la antropologa y de la etnohistoria como un prestigiado miembro de una de las

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    comunidades amenazadas. Tal vez el caso que presenta el mencionado autor sea reflejo de aquellos aspectos que la institucin financiera de mayor preeminencia en asuntos de relocalizacin por acciones de desarrollo, es decir, el Banco Mundial, ha recogido como un desideratum de las acciones financiables para esos fines. Adems de los colegas antroplogos del Ciesas, participaron otros expertos invitados que laboran en diferentes dependencias. Martha Garca, antroploga y periodista del diario Uno Ms Uno, tambin toca el caso de las comunidades nahuas del Alto Balsas amenazadas de reubicacin, y lo hace desde la perspectiva del tratamiento del proceso de resistencia a travs de los medios de comunicacin escrita. Uno de los aspectos que destaca de su contribucin se refiere precisamente al poderoso papel fundamental e influyente que tienen los medios de comunicacin tratndose ahora de un proyecto social de defensa del derecho a su tierra y a sus antepasados. Vinculado al Ciesas a travs del Seminario de Vulnerabilidad Social a Desastres, Ignacio Zavala, otro joven antroplogo social, particip compartiendo el caso de las relocalizaciones derivadas de la erupcin del volcn Chichonal y que fueron materia de su tesis profesional. Junto con Pedro Arrieta, ofreci un panorama muy importante de ese caso, del que habremos de insistir en su insuficiente aprovechamiento. En esta lnea de problemticas de reubicaciones por desastre pero ahora referidas a situaciones de riesgo, se presentaron dos contribuciones importantes que aluden al riesgo volcnico en el Popocatpetl y la pertinencia de observar posibles relocalizaciones sobre comunidades o segmentos de estas. En el seminario, Servando de la Cruz-Reyna present el punto de vista que entonces era el adoptado por el Centro Nacional de Prevencin de Desastres (Cenapred), pero no pudo reflejarse de manera escrita. Por ello, esta publicacin no ofrece la expresin de ese punto de vista institucional que en comunicacin de Roberto Quaas, su actual director, se encuentra todava en proceso de elaboracin. La otra contribucin la ofrecen Aurelio Fernndez y Carlos Tovar del Centro Universitario de Prevencin de Desastres Regionales (Cupreder) de la Universidad Autnoma de Puebla, quienes analizan el caso de algunos segmentos de comunidades ubicadas en la Barranca Huiloac del volcn Popocatpetl. Por otra parte el bloque de contribuciones relativas al caso especfico de La Yerbabuena y de su reubicacin fue conformado por la intervencin de Alicia Cuevas y Esther Ceballos, que haban desarrollado un extenso trabajo de comunicacin del riesgo con las comunidades cercanas a la cima del Volcn de Fuego. Ambas autoras desarrollaron su trabajo adscritas a un Grupo de Informacin del Observatorio Vulcanolgico de la Universidad de Colima. Los alcances de sus intervenciones adems llegaron hasta el anlisis de la

  • 10

    fenomenologa social derivada de las evacuaciones operadas con los habitantes de la comunidad mencionada. Zaida B. Ramrez, Marcela Torres y Miguel Angel Ortega del Instituto de la Vivienda de Colima (Ivecol) ofrecieron los avances del proyecto de reubicacin de La Yerbabuena. Ellos fueron encargados de realizar los estudios iniciales del caso y presentaron los adelantos en el seminario buscando siempre la interlocucin con los expertos. Su contribucin trata del inicio de lo que seguramente habr de ser materia de proyectos rplica, seguidos de otras necesidades de acciones de reubicacin de otras comunidades por asuntos de riesgo volcnico pero tambin por otras condicionantes de amenazas diversas. Luisa Gonzlez Csar, es una joven gegrafa que tal vez ha sido la ms persistente seguidora de la conformacin socioespacial de La Yerbabuena y su vinculacin al tema de la vulnerabilidad social a desastres. La comunidad ha sido su objeto de tesis profesional en el Colegio de Geografa de la UNAM. El anlisis de Luisa penetra en el mismo significado de la pertenencia y propiedad- de la tierra a travs del proceso agrario que dio lugar a la conformacin comunitaria y a su ubicacin amenazada. Georgina Caldern es otra gegrafa de la Facultad de Filosofa y Letras de la UNAM, que comparte visiones crticas respecto al fenmeno del riesgo-desastre y su expresin en la esfera de la llamada justicia social. Asisti al seminario como observadora pero presenta aqu una valiosa contribucin que relaciona al caso de La Yerbabuena con otros de experiencias de reubicaciones forzosas. La perspectiva crtica de Caldern ser siempre bienvenida para iniciar debates acerca de los pilares tericos que sustentan asunciones de problemticas y acciones sociales. Se invit a participar a Anthony Oliver-Smith, antroplogo social, quin es el ms reconocido estudioso de los fenmenos de reubicaciones vinculadas a procesos de desastres. Trabaja en el Departamento de Antropologa de la Universidad de Florida en Gainesville y es codirector de un Programa de estudios sobre desplazamientos y reasentamientos. Oliver-Smith adems ha organizado diversos eventos sobre el tema y sus publicaciones son tambin un referente obligado y sin duda representan la intervencin de una de las mayores autoridades en la materia que le ha debido ser reconocido por instituciones como el Banco Mundial como consultor privilegiado. Durante el seminario ofreci elementos de discusin tanto en el terreno de la produccin terico-metodolgica como de los casos de desastres y reubicaciones que ha investigado principalmente en el Per. Otros expertos muy reconocidos en la antropologa mexicana y mundial no pudieron ser invitados a participar en el seminario por razones presupuestales, pero no por eso han sido ignoradas las dimensiones de su contribucin en el estudio de reubicaciones. Al contrario, desde aqu nuestro sincero reconocimiento a la labor de Alicia Barabas y de Miguel Bartolom que aunque no estuvieron presentes en persona si lo hicieron a travs de su obra, como podr constatar el lector en los trabajos consignados en este volumen.

  • 11

    La publicacin que tiene el lector en sus manos quiere guardar apego al desarrollo del taller. La primera parte corresponde al bloque de intervenciones sobre los asuntos de inters terico que brindan los elementos indispensables para entender el proceso de reasentamiento de comunidades. La segunda y tercera partes se refieren al tratamiento de casos concretos de reubicacin de comunidades pero su divisin corresponde al factor causal de la reubicacin en trminos de relacionarse a proyectos de desarrollo o de asuntos vinculados al riesgo-desastre. Es la segunda parte relacionada con reasentamientos obligados por la puesta en marcha de proyectos de desarrollo que trata de casos consumados como el de la Presa El caracol o el Proyecto Hidrolgico Zimapn en Mxico y el del Valle del Tennessee en los Estados Unidos de Amrica. Pero tambin se presenta el caso de un proyecto de reubicacin de varias comunidades del Alto Balsas, que fue detenido por las acciones de resistencia de dichas comunidades. En la tercera parte que se dedica a casos de reubicaciones obligadas por condicionantes de riesgo-desastre, se tratan los casos de la erupcin del Chichonal y los desplazamientos post-impacto a que oblig la dimensin de aquella ocurrencia eruptiva. Se trata tambin un aspecto de intencin de reubicacin en comunidades en riesgo del volcn Popocatpetl. La cuarta parte est dedicada a los aspectos metodolgicos para el diseo de programas de reasentamientos y fue pensada para ofrecer otras vas ya exploradas para la concrecin de este tipo de proyectos que faciliten la relacin con los diferentes agentes involucrados. Esta parte fue sostenida por la divisa de que todos sabemos de lo social en la medida en que seres sociales somos, pero solo en el dominio de la ciencia social recae el conocimiento sistemtico de los asuntos que le son propios y por ello el propsito de facilitar a los no-cientficos sociales las herramientas elementales de entendimiento de los principales fenmenos involucrados en el caso. La parte final, es decir, la quinta, se dedica al caso especfico de La Yerbabuena. Se publican las diversas intervenciones en el orden que se observ durante el seminario. Algunas de esas contribuciones fueron entregadas por escrito y otras se transcribieron de las cintas de grabacin, de ah que el lector pudiere encontrar algunas diferencias en las formas de presentacin de los diferentes trabajos, tanto en la formalidad de las expresiones como, sobre todo, en lo que al aparato de erudicin se refiere (citas, referencias, etc.). Finalmente es justo decir que Alejandra Boyer Mgica, becaria del Ciesas, realiz transcripciones y digitalizacin de textos con entera meticulosidad y por esa tarea nuestro agradecimiento muy sincero.

    Jess Manuel Macas

  • 12

    Parte I

    TEORA Y MODELOS QUE EXPLICAN EL PROCESO

    DE RESENTAMIENTOS DE COMUNIDADES

  • 13

    La Reubicacin del Riesgo

    Jess Manuel Macas

    Introduccin

    Hay diferentes formas de acercarse al problema de la reubicacin de asentamientos

    humanos sobre todo cuando existe una razn causal que se encuentra asociada al fenmeno

    del riesgo-desastre. Este es un breve esfuerzo por abordarlo a partir del significado

    cientfico de las reubicaciones de grupos sociales sealando dos tipos reconocidos de

    causales que hacen referencia a las motivaciones de des-localizar y re-localizar. Uno, que se

    refiere a la necesidad de construir alguna obra necesaria para impulsar o satisfacer ciertas

    vas del as llamado desarrollo de impacto macroeconmico, y el otro conjunto de

    causales es el que alude al riesgo a desastre. Es este ltimo conjunto temtico que soporta el

    ulterior desarrollo del trabajo ya que se refiere a la relacin de potencial ocurrencia de una

    amenaza volcnica en un espacio ocupado por una comunidad humana que no tiene otra

    alternativa para sobrevivir que re-localizarse, hablando especficamente del riesgo de

    erupcin y de la comunidad La Yerbabuena, Colima.

    Los fenmenos de relocalizaciones por ambos tipos de causales han sido analizados desde

    diferentes perspectivas primando aquella que compete a los antroplogos y a los socilogos.

    El resultado de las experiencias de investigacin ha conformado ya una serie de tesis que

    descansa en diversos asertos de los que los ms relevantes depositan en los programas de

    reubicacin el grueso de factores que determinan el fiel de la balanza de los aciertos y de

    los errores de las acciones de reubicacin. A travs de estos programas se perfila quizs el

    que es el factor ms determinante del xito o fracaso: la participacin de la poblacin

    afectada en la toma de decisiones pertinentes a su desplazamiento y re-emplazamiento.

    El caso concreto analizado someramente es del de La Yerbabuena, una pequea comunidad

    campesina asentada a 7.5 kilmetros de distancia del crter del Volcn de Fuego de Colima

    y amenazada por el coloso siendo dicha amenaza de dimensiones tales que es la

    desaparicin de esa comunidad, de sus habitantes, el resultado ineluctable de su concrecin.

    El fenmeno de la reubicacin de La Yerbabuena engloba ciertas apreciaciones de

    evaluacin de riesgo y opiniones de expertos en la materia reunidos en un cuerpo

    colegiado llamado Comit Cientfico del Volcn de Colima, que ha debido luchar por no

    convertirse en un facttum de dudosa legitimidad en asuntos como la propia reubicacin

    de aquella comunidad. La intervencin de esos expertos y sus repercusiones para la

    comunidad de marras ha conformado otro fenmeno social que es fundamental discutir

    bajo la lupa del ejercicio tico del experto. La reubicacin de la comunidad con fines de

    reduccin del riesgo, de proteccin vital, ha tenido que ser ponderada a la luz de las

    experiencias de esos otros expertos, ahora en reubicaciones y sus significados societarios,

  • 14

    para evitar que la reubicacin de La Yerbabuena sea solamente la reubicacin del riesgo...

    de desaparicin de la propia comunidad.

    Reubicacin de grupos humanos

    Los desplazamientos y reubicaciones (reasentamientos) de poblacin han conformado unos

    procesos constantes en el desarrollo de la humanidad. Sin embargo, la frecuencia y las

    proporciones de esos procesos son correspondientes con los niveles de densidad

    demogrfica de las sociedades pero an ms con las caractersticas de los procesos de

    poblamiento y urbanizacin. Se les llama tambin reubicaciones involuntarias porque se

    trata de procesos de cambio de asentamiento de poblacin que no ha tenido la voluntad de

    cambiarse por propias decisiones y medidas. Las reubicaciones involuntarias han

    ocurrido con poca frecuencia en los periodos tempranos de nuestra historia, pero en los

    tiempos recientes esos procesos se han incrementado sensiblemente desde el siglo pasado

    (Cernea, 1996).

    En la actualidad, los desplazamientos involuntarios siguen ocurriendo en todos los pases,

    desarrollados y subdesarrollados y las razones de estos desplazamientos se vinculan con la

    bsqueda del mejoramiento de condiciones de vida, la introduccin de infraestructuras

    necesarias, la expansin de servicios pblicos (por desarrollo de les dice) o para evitar

    desastres.

    Reubicacin por desarrollo

    Debido a que el desarrollo o introduccin de infraestructura es fundamental indica Cernea

    (1997)- para hacer crecer las actividades productivas y para establecer servicios y mejorar

    estndares de vida, los pases subdesarrollados invierten una enorme cantidad de recursos

    financieros (alrededor de 200 mil millones de dlares por ao; Vid. Cernea, 1997) en

    nuevas infraestructuras. La instalacin de presas hidroelctricas, de irrigacin y sistemas de

    agua potable; la expansin del crecimiento urbano o la ampliacin de redes de carreteras

    involucran cambios en los patrones de uso del suelo y del agua y generalmente esos

    cambios requieren que un sector de la poblacin sea reubicada. Este tipo de reubicaciones

    ha sido muy bien estudiadas en nuestro pas por la antropologa principalmente, aunque

    poco se ha difundido al respecto.

    Reubicacin por desastres

    Tambin, y de manera cada vez ms frecuente, una causa de reubicacin forzosa se

    encuentra relacionada a los desastres en dos sentidos. Uno, que se refiere a una reubicacin

    reconstructiva que es obligada por las condiciones de daos infligidos a una comunidad y la

    inconveniencia de reedificar en el sitio afectado por razones de riesgo. A esta clase de

    reubicacin se le denomina post-impacto. El otro tipo de reubicacin corresponde a una

    estrategia de movilizacin de comunidades que se encuentran en riesgo con el fin de evitar

  • 15

    un desastre, como tal sera el caso de las comunidades asentadas en reas de riesgo

    volcnico.

    Todos los tipos de reubicaciones han sido analizados bajo la perspectiva de las diferentes

    ciencias sociales pertinentes como la antropologa y la sociologa principalmente y en la

    actualidad se cuenta con anlisis consistentes de las implicaciones de esos procesos en las

    esferas social, econmica y poltica de la sociedad.

    Oliver-Smith (1991) ha analizado casos de reasentamientos que se consideran

    involuntarios pero tambin de los denominados voluntarios y espontneos. Ha identificado

    casos exitosos y casos fallidos as como algunos factores que los explican. Tomando en

    consideracin las propuestas de Coburn et al. (1984) establece que hay al menos tres

    factores que son cruciales para el xito o el fracaso de los proyectos de reasentamientos: a)

    el ambiente fsico del nuevo asentamiento, b) las relaciones hacia el viejo asentamiento y,

    c) las capacidades de la nueva comunidad para lograr su autodesarrollo. Oliver-Smith

    sugiere adems que en sntesis se tienen que considerar los siguientes aspectos: Sitio,

    trazado, vivienda y participacin popular. Seala que hay otros aspectos de los

    reasentamientos post-impacto y que una variable crtica para evaluar el xito y los fracasos

    de las reubicaciones se refiere al restablecimiento de los sistemas de produccin social y

    econmica. Los proyectos fallidos contina Oliver-Smith-, que son la regla y no la

    excepcin [Lamping, 1984; Aysan y Oliver, 1987], son caracterizados por polticas que han

    dependido muy poco de consultas con la poblacin afectada y muchos de los asuntos que se

    han mencionado lneas arriba aluden a una seleccin inadecuada del sitio de reubicacin, de

    un mal diseo de las casas, etc., que son aspectos que en los hechos son resultado de esa

    falta de relacin y consulta con la poblacin a reubicar, y ello se refleja en una falta de

    entendimiento de las necesidades y valores sociales y culturales, por no mencionar el ntimo

    conocimiento y experiencia que esa poblacin tiene de su entorno.

    Significado y consecuencias de las reubicaciones

    En trminos generales se ha considerado que los desplazamientos de poblacin o de

    comunidades representan riesgos tanto para la sociedad global que los realiza como para

    los grupos desplazados y ello se puede traducir en muy altos costos sociales, polticos y

    econmicos. Cernea (1996) dice lo siguiente:

    Cuando las personas son desplazadas, se observan los siguientes efectos adversos: los sistemas de

    produccin son desmantelados, los grupos de parentesco de dispersan, se desorganizan otros

    asentamientos de ms antiguo establecimiento, etc. La vida de las personas se afecta de diversas

    maneras: se pierden muchos bienes y trabajos; los niveles de salud tienden a deteriorarse; los

    vnculos entre los productores y sus clientes se rompen a menudo y los mercados locales de trabajo

    se perturban o desorganizan tambin. Se disuelven las redes sociales informales que son parte de la

    manutencin cotidiana (sustentan la ayuda mutua en cuidado de nios, seguridad alimentaria, etc. y

    otras fuentes bsicas de soporte socioeconmico). La potencialidad de la violacin de los derechos

    individuales y de grupo de la gente desplazada hace poco recomendable esta accin obligada. Pero

  • 16

    el principal riesgo identificado se refiere al empobrecimiento de los desplazados como

    consecuencia del deterioro de sus relaciones con su trabajo, posesiones, salud y prdida

    generalizada a los accesos preconstruidos a todos los servicios. Esa es la razn por la cual los

    expertos indican que la realizacin adecuada de un reasentamiento debe tener presente esos riesgos

    para ser evitados.

    Esos efectos adversos han convertido recientemente al proceso de reasentamiento involuntario en

    una materia de debate internacional muy serio, que incluye y polariza gobiernos y organizaciones

    no gubernamentales, parlamentos, agencias de desarrollo, cientficos sociales y a los medios

    masivos de comunicacin.

    Las crticas sustantivas a los reasentamientos involuntarios generalmente desembocan en el rechazo

    a las metas y a la legitimidad de los programas que les sirven de marco, cuando la causalidad del

    reasentamiento est radicada en la creacin de infraestructuras.

    Pero tratndose de desplazamientos obligados por condiciones de riesgo, el factor crtico

    esencial se encuentra en la calidad del programa que debe asegurar un xito suficiente como

    para que el fracaso no repercuta en un regreso de los desplazados a la comunidad de origen

    incrementando los mrgenes y los factores potenciales de desastre: ... podemos ver a los

    proyectos de reasentamientos por s mismos como las causas de sus propios xitos o

    fracasos (Oliver-Smith, 1991).

    La frecuente resistencia a las estrategias de reasentamientos, y sus fallas, son entendibles en

    la medida en que esos proyectos constituirn una perturbacin venidera para la sociedad

    que requerir de un largo y complejo periodo de adaptacin: Desde la perspectiva de las

    personas desplazadas, el reasentamiento forzoso es siempre un desastre (Partridge, 1989;

    citado por Oliver-Smith, 1991).

    La problemtica de la reubicacin por amenaza volcnica en Colima

    La situacin actual de las comunidades en alto riesgo que habitan en las faldas del Volcn

    de Colima, tanto en el estado de Colima como en el de Jalisco, estn sujetas a estas

    consideraciones, ya que se ha contemplado la conveniencia de ejecutar con algunas de ellas

    ciertas acciones de relocalizacin forzosa. Pero tambin merece atencin la problemtica

    de reubicaciones considerada probable de algunos sectores de comunidades en riesgo a

    lahares en el volcn Popocatpetl.

    Aunque se ha avanzado en algunos estudios, diseos e ideas respecto a la reubicacin de

    comunidades en riesgo de los volcanes Popocatpetl (Macas, J.M. 2000) y Colima, es

    conveniente realizar una serie de reflexiones que permitan reunir conocimiento expertos

    en las problemticas especficas de las reubicaciones forzosas. Se tratara de ordenar

    algunas interpretaciones del problema para dialogar con funcionarios de proteccin civil,

    tcnicos y estudiosos de estos procesos para refrescar opciones tericas y metodolgicas

    que ayuden a mejorar tanto los diseos como las operaciones de los programas de

  • 17

    reubicacin en puerta. Tambin es muy importante esclarecer la esfera conceptual del

    riesgo.

    Es muy importante poner en el centro de la discusin el tema del riesgo en general, y

    despus, especficamente, lo referido al riesgo volcnico. Pero adems es vital considerarlo

    en sus diferentes significados porque el entendimiento cabal de la problemtica nos obliga a

    darle el sentido humano de la construccin social del riesgo. El riesgo adjetivado

    volcnico sera el caso- visto en s mismo puede distorsionar sus mltiples implicaciones.

    Por ejemplo, a los pobladores de La Yerbabuena, en el lado colimote del imponente Volcn

    de Colima, el riesgo volcnico les ha significado prcticamente vivir con su ropa en las

    maletas esperando la llamada a evacuar la comunidad para trasladarse a los albergues en

    Comala. Tambin les puede significar tener las expectativas de abandonar por siempre sus

    casas en la actual localizacin. Estamos hablando tambin de un conjunto de riesgos

    ocultos en el discurso del volcnico: vivir en la incmoda incertidumbre de la eventual

    movilizacin; perder la casa, las tierras con la reubicacin; perder empleos en el caso de los

    avecindados peones, etc.

    Determinacin y evaluacin del riesgo volcnico

    Es difcil tener una aproximacin apenas satisfactoria de una cierta evaluacin del riesgo

    volcnico para el caso del Volcn de Colima a pesar de que es un sujeto de estudio

    bastante socorrido por los cientficos geofsicos. Existe una literatura abundante acerca de

    sus procesos eruptivos, de sus peligros especficos, su temporalidad y espacialidad (Ver:

    Martin del Pozzo, et al. 1995a)1, y sin embargo se contina tejiendo un enorme manto de

    incertidumbre hablando estrictamente de evaluacin del riesgo.

    Las recientes experiencias de manejo de emergencias volcnicas en el Popocatpetl han

    influido de manera tal que en Colima, hacia octubre de 1998, el gobierno del estado y la

    universidad local acordaron la conformacin de un Comit Tcnico Cientfico del Volcn

    de Colima, que adems tena el reconocimiento de la organizacin de proteccin civil del

    estado de Jalisco. Este Comit estuvo bsicamente conformado por cientficos naturales2 y

    por ello en un sentido estricto se trata de un Comit geocientfico.

    El antecedente de ese comit es el propio del Volcn Popocatpetl que fue creado luego de

    la crisis eruptiva del mismo en diciembre de 1994, que orient los manejos de las

    diferentes manifestaciones crticas desde ese ao hasta el presente y del que surgi el

    llamado Semforo de Alerta Volcnica.

    1 Puede consultarse la pgina electrnica del Observatorio Vulcanolgico del Volcn de Colima en:

    www.ucol.mx/volcan/ 2 Originalmente fuimos invitados a pertenecer a l dos o tres cientficos sociales.

  • 18

    La idea y sustentacin de ese Comit y por ende del correspondiente al del Volcn de

    Colima3 se puede encontrar en el Manual de Manejo de Emergencias Volcnicas

    publicado por la extinta UNDRO4 en 1985, que en una de sus partes relativa al captulo 5

    dice lo siguiente:

    5.12 Procedimientos de Alerta dentro del Gobierno. A diferencia de otras amenazas

    naturales, las volcnicas estn fundamentalmente localizadas, los efectos ms destructivos

    de las erupciones estn limitados a unas reas dentro de unas decenas de kilmetros en

    cada volcn. La principal responsabilidad en la accin frente a erupciones potencialmente

    desastrosas, a menudo recae en la autoridad local o provincial ms bien que en

    agencias gubernamentales nacionales a menos que la magnitud del desastre sea de tal

    dimensin que exceda las capacidades locales de enfrentamiento.

    El Plan de emergencia deber definir las responsabilidades de los varios departamentos o

    dependencias de gobierno para hacer frente a la situacin de emergencia, as como los

    procedimientos mediante los cuales se pondrn en efecto los diversos elementos del plan en

    la medida en que sean requeridos.

    La responsabilidad global, en general, deber recaer en un comit interdepartamental

    compuesto por representantes de los departamentos de gobierno pertinentes al manejo de la

    emergencia y ser presidido por la mxima autoridad local, provincial o nacional. Cada

    departamento gubernamental representado en el Comit preparar sus propios planes de

    accin en respuesta a la alerta, de acuerdo con las directivas dadas por el Comit.

    En general, deber ser posible definir varios estados de alerta, cada uno correspondiente a

    un diferente nivel de amenaza as evaluado por los miembros del equipo cientfico que

    monitorea la actividad volcnica. La responsabilidad para declarar los varios estados

    de alerta recaer en un funcionario designado, mismo que deber actuar con la

    asesora del equipo cientfico que monitorea la actividad volcnica. Habr usualmente

    un elemento de juicio del personal cientfico en la decisin respecto a que interpretacin

    dar al fenmeno volcnico observado y depender mucho del conocimiento de la historia

    del volcn en particular. En la prctica, la decisin respecto a cul estado de alerta ha sido

    alcanzado a menudo puede estar basada en una evaluacin objetiva de la probabilidad de

    una erupcin violenta pero con una gran influencia del nmero de falsas alarmas que puede

    ser tolerado sin perder la confianza de las autoridades civiles y de la poblacin en general.

    5.13 Formulacin y Comunicacin de Alertas al Pblico. Dado que las medidas que

    pueden ser adoptadas para proteger la vida y las propiedades durante una erupcin

    volcnica afectarn en algn grado a la poblacin en general, es de vital importancia

    mantener a la poblacin muy bien informada con precisin y suficiencia respecto a las

    caractersticas de las amenazas y lo que se hace en consecuencia (y lo que se debe de hacer)

    para su proteccin. Lo anterior, inevitablemente supone algn grado de control de la

    informacin que se transmite al pblico a travs de los medios noticiosos. Este control

    deber ser ejercido por un funcionario responsable a nombre del gobierno. Para evitar el

    pnico u otras reacciones adversas a la situacin de emergencia, la forma y el contenido de

    3 Tambin es sustento de los llamados Comits Cientficos Asesores del sistema Nacional de Proteccin Civil.

    4 UNDRO, por sus siglas en ingls: United Nations Disaster Relief Office, es decir, la Oficina de las Naciones

    Unidas para Ayuda en Desastres ahora conocida como

  • 19

    los anuncios pblicos sern decididos, en la medida de lo posible, de manera anticipada a

    cualquier emergencia y la poblacin estar familiarizada con los arreglos hechos para esta

    informacin de manera que ya sabr que esperar al respecto. Los detalles de esos arreglos

    tendrn variaciones segn los lugares de que se trate en los diferentes pases y de acuerdo a

    las estructuras sociales y polticas de las comunidades y a la disponibilidad de los medios

    tcnicos. Por ello, es difcil establecer lineamientos detallados para informacin pblica y

    para alertamiento. No obstante, como ejemplo, damos aqu un modelo de texto que podra

    ser usado para anunciar por radio los ms altos niveles de alerta.

    5.14 Repaso y revisin de planes. Ningn plan de este tipo puede permanecer eternamente

    vlido y siempre ser recomendable su revisin y correccin con una publicidad apropiada

    dada en ciertos intervalos regulares, digamos que cada dos o tres aos. Ser necesario

    hacer modificaciones como resultado de los siguientes aspectos:

    (a) Progreso en el conocimiento cientfico respecto al volcn en cuestin, que puede llevar

    a una redefinicin de las reas amenazadas, etc.;

    (b) Cambios en el patrn de asentamientos en torno al volcn, en el sistema de caminos,

    redes de comunicaciones y otras infraestructuras tcnicas que modificaran los

    procedimientos de alerta y evacuacin;

    (c) Cambios en la estructura administrativa del gobierno local o nacional.

    Adicionalmente, el plan deber ser revisado despus de cada episodio eruptivo a la luz de

    la experiencia prctica ganada. Probablemente sean reveladas algunas imperfecciones del

    plan en ciertas emergencias reales sin menoscabo del nivel de precisin y certeza con el

    que fue elaborado dicho plan. Todo ello requiere de la existencia de una organizacin

    permanente dentro del gobierno local o nacional que al mismo tiempo ser responsable de

    preparar y ejecutar los planes de emergencias.

    El Comit Tcnico Cientfico del Volcn de Colima se ha convertido en el equipo

    cientfico encargado de monitorear al volcn, pero el papel de asesor de los funcionarios

    pblicos o de la Comisin interdepartamental fue en la prctica rebasado por las

    demandas de stos. Los funcionarios estatales de proteccin civil manifestaron en diversas

    ocasiones que se har lo que los cientficos digan.5

    Evidentemente, las tareas de establecer un significado inteligible del riesgo volcnico a

    partir de la medicin de los cambios en los parmetros de la actividad volcnica, en una

    primera instancia, a los funcionarios gubernamentales, fue el propsito esencial de la razn

    de ser del citado Comit. Asesorar para que esa dimensin aprehendida sea

    convenientemente comunicada a la sociedad en riesgo, era otra de las funciones.

    Por otra parte, es preciso advertir que un medio de caracterizacin del riesgo volcnico es el

    mapa de peligros volcnicos, en la medida en la que hasta el presente no se cuenta con un

    mapa de riesgos del volcn de Colima. El mapa pblicamente conocido es el

    5 El responsable tcnico del sistema estatal de proteccin civil de Colima y reconocido como la mxima

    autoridad en asuntos de emergencias civiles en la entidad, as lo exclam en respuesta diversos

    cuestionamientos del que esto escribe en diversas fechas.

  • 20

    correspondiente a las autoras de Martin del Pozzo et al. (1995) y se trata de un mapa

    asumido precisamente como de peligros volcnicos.

    En suma, el Comit Cientfico dispone de uno o dos mapas de peligros ( la existencia de la

    ambigedad es ciertamente contraproducente) y con los valores del monitoreo como

    elementos de discriminacin para asesorar a los tomadores de decisiones en la adopcin de

    medidas destinadas a proteger la vida y las propiedades de la poblacin en riesgo.

    El equipo cientfico ha tenido que ir ms all sus atribuciones asesoras ciertamente para

    cubrir otros aspectos para los que no estaba legitimado incluso desde el punto de vista

    estrictamente cientfico, como es la emisin de recomendaciones de reubicar a comunidades

    humanas. Pero si el comit invadi terrenos que no le corresponda, como suele suceder en

    la mayora de los casos de cesin de poder, fue porque los funcionarios pblicos

    encargados de tomar decisiones de emergencia no tenan elementos de deliberacin

    referidos a una organizacin sistemtica de eleccin de opciones o de un marco de

    referencia para toma de decisiones. Se trata de un notable vaco en la capacidad de tomar

    decisiones en los encargados de hacerlo. Los cientficos opinaban fluidamente sobre

    asuntos de opcin que eran de otro orden de responsabilidades, como tal el caso de evacuar

    a la poblacin o del retorno de los evacuados a la comunidad en medio de incertidumbres

    en la interpretacin de la actividad del propio volcn.

    Este asunto requiere de mucha claridad. Dadas las dificultades para la evaluacin de riesgo

    y la composicin cuasi absoluta de geocientficos de ese comit, es sugerente que dicho

    comit no portaba las atribuciones necesarias para recomendar una medida de esa

    naturaleza a menos que estuviese acotada por recomendaciones que asegurasen que la

    medida igualmente preservara la vida de los desplazados en el nuevo emplazamiento.

    Por otro lado la toma de decisiones en emergencias supone al menos un cierto marco de

    referencia6 que tiene antecedentes importantes en trminos generales. Como mbito

    especfico de las emergencias el cuerpo de la teora de toma de decisiones se basa en

    diversos modelos: por ejemplo, Modelo del Proceso de Toma de Decisiones de Pilotos

    (MPDP), Modelo de Toma de Decisiones Situacin/Recursos (MDSR); Mtodo de

    Razonamiento Tctico (MRT). En todos los casos se observa que el conocimiento acerca

    del problema requiere de un proceso de evaluacin, as como de la consideracin

    diagnstica y prognstica, de la disponibilidad de tiempo, de las reglas preestablecidas, de

    la gama de opciones, y las caractersticas de la instrumentacin de las decisiones. Estos

    son, entre otros, los aspectos fundamentales involucrados en el proceso de toma de

    decisiones: Weisaeth (1994) sugiere que en las emergencias los lderes usan un estilo

    analtico clsico para la toma de decisiones, el cul describe como (i) reconocimiento e

    identificacin del problema, (ii) recoleccin de informacin, (iii) formulacin de soluciones

    6 La toma de decisiones ha sido ya un asunto muy explorado desde el punto de vista de la organizacin

    terica de postulados, funciones, elecciones y opciones organizadas como modelos. Hay un cuerpo terico

    denominado tradicional derivada de los campos de la estadstica, las matemticas, la economa, la

    investigacin de operaciones, etc. (Goodwin y Wright, 1991)

  • 21

    alternativas y de sus consecuencias, (iv) eleccin entre alternativas y (v) instrumentacin de

    la solucin.

    Tericamente se ha logrado una mayor sofisticacin con la consideracin del ltimo

    modelo citado, es decir, del MRT. Este modelo es muy interesante ya que se compone de

    dos niveles: uno corresponde a la realidad (el problema, en un extremo y en el otro la

    instrumentacin de soluciones) y el otro nivel se refiere al proceso abstracto-concreto del

    acopio/procesamiento de informacin, identificacin, definicin, comparacin y eleccin.

    (Vase: Flin, 1996).

    El resultado de la adopcin de acciones que derivan tanto de consideraciones no legtimas,

    desde el punto de vista de la pertinencia cientfica, as como de procesos endebles de

    toma de decisiones (se har lo que los cientficos digan) es la conformacin de otra serie

    de riesgos. En la medida en que se impone una visin del riesgo, es decir, la de los

    cientficos7 y que conviene a los funcionarios pblicos, los sujetos/objetos de las acciones

    resultantes no son considerados en este flujo de actores del riesgo.

    Los peligros percibidos y la idea que tienen o logran construir acerca del riesgo los

    habitantes bajo amenaza, tienen condicionantes culturales diversas que deben ser

    reconocidas por esta suerte de complicidad benefactora que se genera entre los

    cientficos y los funcionarios pblicos. Si no hay un dilogo entre visiones o percepciones

    el resultado es una imposicin. Pero el asunto ser todava ms complejo si se trata de la

    instrumentacin de decisiones relacionadas con un proceso de reubicacin. Esto tambin

    puede conformar una natural y obligada imposicin por ende.

    El caso de La Yerbabuena

    Los peligros

    El mapa de peligros del Volcn de Colima elaborado por Martin del Pozzo et al. (Supra cit.

    1995) ubica al emplazamiento de La Yerbabuena en un rea susceptible de ser

    frecuentemente afectada por flujos piroclsticos y lahares secundarios. La descripcin

    del peligro seala adems que La mayor parte de los flujos piroclsticos no desbordarn

    los cauces. Estos flujos ocurren por lo menos una vez cada 100 aos. Los lahares pequeos

    o ros de lodo pueden presentarse varias veces en una dcada mientras que los lahares

    grandes estn asociados a erupciones fuertes que ocurren aproximadamente cada 100

    aos.

    7 La alusin no est exenta del reconocimiento de buena fe que debe atribuirse a los cientficos.

  • 22

    El emplazamiento de La Yerbabuena tambin est amenazado por flujos piroclsticos y

    nubes de ceniza con gran movilidad. Estas nubes pueden sobrepasar cerros como ocurri en

    la parte sureste del volcn.... Tenemos que recordar que la distancia del emplazamiento al

    crter del volcn es solo de 7.5 Km. de manera que el propio mapa de peligros advierte que

    a esta distancia podra ser amenazada por derrames de lava similares a los ocurridos en

    tiempos prehistricos (basados en fotointerpretacin y clculo de extensin de los

    derrames).

    En suma, La Yerbabuena estara amenazada de ser prcticamente destruida del todo si

    ocurriera una erupcin grande como la que se advierte que sucedera en probabilidad de 1

    en cada 100 aos. Los geocientficos sopesaban esa posibilidad en el caso de las crisis de

    actividad manifestadas desde mediados de 1998. Los antecedentes de la actividad de ste

    volcn de 1913 en que se registr una enorme fase eruptiva, catalogada como tipo

    Pliniano y que estuvo compuesta por expulsin de ceniza que se lleg a acumular hasta en

    25 cm en algunos lugares a distancias de 11 kilmetros; y tambin de los denominados

    flujos piroclsticos que dejaron huellas a una distancia de hasta 15 kilmetros dejando

    espesores de estos materiales en dimensiones de ms de 7 metros. Una erupcin de estas

    magnitudes no solo arrasara con La Yerbabuena sino con otras comunidades incluida La

    Becerrera a 12 kilmetros del crter.

    La Recomendacin de Reubicacin

    El incremento de la actividad del volcn de mediados de 1998 y la creacin del Comit

    Cientfico aludido as como las circunstancias antes advertidas en torno a la esfera de la

    toma de decisiones de emergencia, fueron antecedentes de una muy interesante sesin del

    Comit Cientfico para que se desarrollara una discusin que desembocara en una serie de

    recomendaciones entre las que destaca aquella de reubicar a las poblaciones que se

    encuentran en las zonas de mayor riesgo8.

    La sesin mencionada se celebr a 13 das de haberse evacuado a diversas comunidades del

    volcn. Esta era la segunda evacuacin y el retorno a sus casas implicara que esa sera otra

    - la segunda- evacuacin de falsa alarma. Por ello los funcionarios de proteccin civil

    tanto del estado de Colima como del de Jalisco mantenan fuertes expectativas de obtener

    informacin firme (con la razn contundente respaldada en una evaluacin certera del

    riesgo) para adoptar una decisin ya sea en el sentido de facilitar el retorno de los

    evacuados a sus casas, o de mantenerlos en los albergues.

    No obstante que aquella fue una sesin de poco ms de doce horas de trabajo, las

    conclusiones parciales de los diferentes parmetros del monitoreo se acercaban al plano de

    la incertidumbre dado que no haba elementos para asegurar la continuacin de la crisis

    eruptiva, pero tampoco estaba tan claro que las mediciones siguieran a la baja. El punto

    8 Literalmente tomado de la minuta de la reunin del Comit Cientfico Asesor del Volcn de Colima del 27

    de febrero de 1999.

  • 23

    central era que se tena que recomendar (o decidir9, segn lo expuesto lneas arriba) acerca

    de la permanencia en los albergues de la poblacin evacuada:

    1. La actividad del Volcn de Colima puede continuar por tiempo indeterminado. Con base a los parmetros de monitoreo observados durante las ltimas 24 horas, estos

    muestran que no existen seales de aviso que puedan indicar la inminencia de un evento

    explosivo cuyo material expulsado rebase una distancia de 3.5 kilmetros desde la cima.

    Este nivel de estabilidad no imposibilita que puedan presentarse futuras explosiones cuya

    magnitud sea de mayores dimensiones a las ocurridas en das anteriores. (CCAVC.Minuta.1999)

    El Comit no acert a reconocer y explicitar el plano de incertidumbre en que se

    encontraba, que es de suyo muy natural por otra parte. Ello era importante tenerlo presente

    como base de reserva en el establecimiento de recomendaciones para la decisin central.

    Sin duda que existen otros muy diversos aspectos de naturaleza sociolgica que estn

    presentes en cualquier organizacin as sea cientfica. El significado de ser autoridad en la

    solucin de un problema es un hecho que tiene algn valor social pero tambin otros

    atributos de influencia en las directas esferas cientfica y poltica a las que estn vinculados

    los problemas relativos al manejo de emergencias por los llamados desastres naturales.

    El manejo de la figura de autoridad en el mbito cientfico ms propiamente el de las

    ciencias naturales- est vinculado al aspecto de la precisin, y en esta lgica el Comit

    Cientfico del Volcn de Colima tendera a reflejar esas cualidades frente a la emergencia

    que estaba tratando. Al parecer no poda recomendar sin tener una precisin temporal.

    El siguiente prrafo de la misma Minuta muestra lo anterior y se perfila el evidente tono de

    autoridad incluso para recomendar -o permitir- el retorno voluntario de los evacuados:

    2. En caso de que los niveles de actividad se mantengan como hasta ahora, el Comit

    Cientfico Asesor hace la recomendacin a los Sistemas Estatales de Proteccin Civil de

    Colima y Jalisco, de proceder al retorno voluntario de las poblaciones evacuadas, mismo

    que se llevar a cabo el prximo martes 2 de Marzo, a las 12:00 horas. (Idem. Supra

    cit.).

    No puedo dejar de sealar que en dicha reunin10

    suger a los funcionarios de proteccin

    civil que estaban participando de la misma, que compartieran la decisin de la

    permanencia o el retorno de los habitantes evacuados con ellos mismos, hacindoles patente

    justamente que desde mi punto de vista no aparecan visibles bases slidas para tomar una

    decisin al respecto. Ello, desde luego, implicaba un cierto reconocimiento del plano de

    incertidumbre del Comit Cientfico. En la Minuta citada, el resultado fue diverso.

    El siguiente prrafo de la Minuta refleja los trminos en los que oficialmente el Comit

    Cientfico recomend la reubicacin de las poblaciones del rea manifestada como de

    mayor riesgo:

    9 En la citada reunin se encontraban los responsables operativos de los sistemas estatales de Jalisco y de

    Colima. 10

    A la que asist siendo en ese entonces miembro externo del referido Comit Cientfico.

  • 24

    6. Ante la posibilidad de que la actividad contine o incluso aumente en un futuro

    indefinido, se recomienda considerar medidas definitivas como la reubicacin a las

    poblaciones que se encuentran en las zonas de mayor riesgo.

    Es importante mencionar algunos de los argumentos que estuvieron presentes en la

    discusin del punto especfico en la mencionada reunin del Comit Cientfico y que no

    pudieron verse reflejados en la Minuta respectiva por razones de la brevedad obligada de

    este tipo de documentos.

    Las comunidades ms prximas a la cima del volcn son, por un lado, La Yerbabuena en

    Colima y por el otro Juan Barragn, en Jalisco. La primera dista 7.5 kilmetros de la cima

    en tanto que la segunda 9.5 kilmetros. Hay otros caseros como Los Machos o El

    Agostadero que se han publicitado por los diarios locales como otras comunidades pero

    en realidad son asentamientos de una o dos familias que tienen o tuvieron vnculos con Juan

    Barragn. En realidad estas comunidades jaliscienses son las ms prximas a la cima y por

    ello tienen mayor atencin. Sin embargo, las crisis eruptivas desde noviembre de 1998

    motivaron las evacuaciones de estas dos comunidades referidas.

    En febrero de 1999, adems de ambas comunidades mencionadas se realizaron

    evacuaciones de Atenguillo, Causentla, El Fresnal, La Cofrada, en el municipio de Tonila,

    Jalisco y El Alpizahue, municipio de Tuxpan, Jalisco; as como El Borbolln en el

    municipio de Zapotitln de Badillo, jalisco. Del lado colimense se report solamente a La

    Yerbabuena. En realidad el mapa de peligros citado lneas arriba, ubica bajo la misma

    amenaza que La Yerbabuena a La Becerrera y San Antonio. El mapa no refiere a Juan

    Barragn y de hecho el emplazamiento de sta ltima no se encuentra en rea de peligro

    alguno. Esto conforma otro elemento problemtico que no fue suficientemente atendido, en

    el sentido de evaluacin del riesgo, por el Comit Cientfico.

    Dicho lo anterior, asumo que el problema discutido en la reunin que trat del punto de la

    recomendacin de reubicacin de comunidades, fue explcitamente referido a La

    Yerbabuena ya que es la que ostenta un nivel de riesgo ms claro: sera prcticamente

    arrasada en el caso de una erupcin violenta con expulsin de materiales piroclsticos o

    lahares. A pesar de que La Becerrera, se encuentra a solo 3.5 kilmetros de distancia de sta

    no se mencion explcitamente como prospecto de reubicacin. Habra que suponer que

    3.5 kilmetros han de hacer una diferencia necesariamente digna de una explicacin bajo

    los estrictos trminos de la evaluacin del riesgo.

    Las comunidades del estado de Jalisco no solamente fueron llevadas al mismo plano de

    reubicables -hablemos solo de Juan Barragn- por el representante y responsable operativo

    de proteccin civil de esa entidad, sino que habra que decir que los albergues, a donde

    fueron trasladadas las comunidades jaliscienses, se encuentran en las poblaciones de San

    Marcos y Tonila, precisamente representados en el mapa de peligros con amenazas

    mayores que las identificadas en los emplazamientos originales de esas comunidades

    evacuadas.

  • 25

    Por ello, el texto de la Minuta reproducido lneas arriba, habla de la reubicacin de las

    poblaciones que se encuentran en las zonas de mayor riesgo. Es evidente que el Comit

    Cientfico tuvo que tratar con asuntos que trascendieron su pertinencia. Para ser

    contundente con esto debo indicar que las comunidades jaliscienses tampoco fueron

    prospectos de reubicacin y si la recomendacin del Comit se ampli tanto como para

    hablar de comunidades y de zonas de mayor riesgo fue por demandas que poco o nada

    tenan que ver con una consideracin de riesgo volcnico.

    Hay sin embargo, un cierto dilema tico que no podemos soslayar, en la relacin entre un

    grupo de cientficos y sus opiniones que afectan a un conglomerado de seres humanos. Se

    refiere a los alcances de una recomendacin. He sealado lneas arriba el hecho de que las

    experiencias de reubicaciones han arrojado como leccin que muchos proyectos fracasen

    porque en su diseo y operacin se excluyen a los afectados y se les impone as un nuevo

    entorno de vida ambiental y social y que muchas de esas experiencias han arrojado

    expresiones que se sintetizan en una cierta forma de muerte social de las comunidades sin

    excluir las reales afectaciones a la salud de los afectados que influye en su desaparicin

    fsica, biolgica.

    Por ello en la referida reunin del Comit Cientfico solicit que en la recomendacin del

    reasentamiento de La Yerbabuena se incorporara una adicin que permitiera condicionar el

    proceso al respeto de la base comunitaria. Varios de los colegas geofsicos que opinaron

    respaldando la recomendacin de relocalizar a La Yerbabuena establecieron que les

    competa solamente decir que la reubicacin era aconsejable y que la forma en que se

    hiciera ya sala de su mbito.

    Evidentemente el asunto se convirti en un dilema tico para el comit cuando advertimos

    de las consecuencias sociales, econmicas y polticas de una reubicacin. La

    recomendacin englobaba un potencial conflicto y eso se dijo, y desde luego tena un

    significado moral.

    Evaluacin de riesgo? V.S. fenmeno social.

    Sin duda que las circunstancias de la determinacin de la amenaza volcnica y la

    recomendacin surgida de un comit de expertos parecan colocar en un callejn sin salida

    a los yerbabuenenses: o se desplazaban o se moran. Los elementos disponibles de la

    consideracin del riesgo hablaban sin mrgenes de duda respecto a la conveniencia de

    reubicar a la comunidad para proteger la vida de las personas. Por otro lado,

    evidentemente la advertencia de que otras experiencias de reubicacin ya ejecutadas,

    reconocidas por otros expertos, generaba la necesidad de cumplir con una serie de

    requisitos para alcanzar el propsito protector de la medida. Si las evidencias de

    reubicaciones haban mostrado que la mayora de los casos han resultado en acciones

    fallidas y que sus manifestaciones se han registrado en que los habitantes de las

    comunidades casi siempre retornan al sitio previo, ello ha supuesto una duplicacin del

    riesgo. Adems, si los expertos haban advertido que en buena parte la calidad de los

  • 26

    proyectos de reubicacin define su xito o fracaso ese era un punto que la recomendacin

    del comit cientfico no poda soslayar11

    .

    La reubicacin del riesgo

    Bajo este subttulo se apunta un resultado de reubicaciones fallidas en casos de riesgo a

    desastres. La comunidad de La Yerbabuena puede muy bien caracterizar el asunto, y en

    realidad se ha tratado de buscar cauces para evitar que en torno a este caso se genere un

    proyecto de relocalizacin que se anticipe como otro fracaso. La intervencin del

    gubernamental Instituto Colimense de Vivienda para la elaboracin de un proyecto ha

    debido de revisarse para que trascienda un estado propio al proyecto de diseo

    arquitectnico de viviendas para alcanzar a ser un verdadero programa de reubicacin que

    se centre en el ser humano afectable y que sobre todo llame a su colaboracin.

    El Banco Mundial, curiosamente, ha adoptado formalmente polticas de impacto

    internacional en lo que atae a sus acciones de financiamiento de reubicaciones que reflejan

    las discusiones anteriores. A manera de prescripciones, que a continuacin refiero, el Banco

    Mundial ha determinado (Cernea, 1996 y 1997):

    1. Evitar o minimizar. Los desplazamientos involuntarios deben ser evitados siempre que

    sea posible debido a sus efectos perturbadores y de empobrecimiento.

    2. Mejorar o restaurar los medios de sustento. Donde los desplazamientos sean

    inevitables, el objetivo de las polticas del Banco es ayudar a las personas desplazadas

    en sus esfuerzos para mejorar, o al menos restaurar, sus anteriores estndares de vida y

    sus capacidades de ingresos. Los medios para realizar este objetivos consisten en la

    preparacin y ejecucin por el pas prestatario de planes de reasentamiento as como de

    programas de desarrollo. Esos planes de reasentamiento deben ser parte integral de los

    diseos del proyecto-

    3. Asignar recursos y repartir beneficios. Las personas desplazadas deben ser: (i)

    compensadas en sus prdidas de acuerdo al costo de remplazamiento, (ii) sujetos de

    oportunidades para compartir los beneficios de los proyectos que son materia de su

    desplazamiento, y (iii) asistidos en la transferencia fsica y durante el periodo de ajuste

    en el sitio de relocalizacin.

    4. Mover personas en grupos. Reducir las distancias entre el punto de partida y los sitios

    de relocalizacin y mover a las personas en grupos puede amortiguar las perturbaciones

    y facilitar la adaptacin de los desplazados a su nuevo ambiente natural y sociocultural.

    5. Promover la participacin. Debe ser promovida la participacin de los afectados y de

    las autoridades en la planificacin del reasentamiento. Las instituciones sociales y

    11

    Estamos refiriendo un asunto esencialmente tico que debiera ser un ejemplo para despertar la conciencia

    sobre estos asuntos, fomentar su discusin y colaborar con otros miembros de la comunidad cientfica para alcanzar un mejor plano de reconocimiento y entendimiento para aplicar principios ticos en nuestro trabajo, tal cual son algunos

    objetivos de organizaciones de profesionistas que tienen que ver con asuntos de manejo de riesgos (Se recomienda

    consultar las siguientes pginas Web: http//:www.eeri.org/; http//:www.asfe.org/; http//:www.engr.washington.edu./)

  • 27

    culturales existentes de los afectados y en su caso de los anfitriones deben apoyar el

    proceso de transferencia y de restablecimiento.

    6. Reconstruir comunidades. Deben ser diseadas nuevas comunidades de reubicados

    como sistemas de asentamientos viables equipados con infraestructura y servicios,

    capaces de integrarse en el contexto socioeconmico regional.

    7. Considerar las necesidades de la poblacin que recibe reubicados (anfitriones). Las

    comunidades anfitrionas deben ser asistidas para sobrellevar lo mejor posible los

    efectos sociales y ambientales adversos derivados del incremento de la poblacin.

    8. Proteger a la poblacin indgena. Las minoras tnicas y tribales, pastores y otros

    grupos que pueden tener derechos informales por costumbres a la tierra y a otros

    recursos apropiados por el proyecto de reacomodo, deben ser provedos de tierras

    adecuadas, infraestructura y de otras compensaciones. La ausencia de ttulos legales de

    propiedad de la tierra no debe ser fundamento para negar las compensaciones a dichos

    grupos.

    Se han apuntado antes varias lneas que condicionan el xito presumible en acciones de

    reubicacin, su estatus es prcticamente de dominio universal en la esfera de los

    reacomodos de poblacin. Nada en el fondo tiene que cuestionarse respecto al plano de

    riesgo que ostenta el emplazamiento de La Yerbabuena y la reubicacin de esta comunidad

    pensada para eliminar de ella el riesgo volcnico debe asegurar que no se traduzca en otro

    caso de reubicacin del riesgo... a desastre.

    Bibliografa

    Cernea. M. 1996. Sociological Practice and Action-Research on Population Resettlement:

    Part I. En: Journal of Applied Sociology. S.A.S. Vol. 13. No. 2.

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    C. Fullerton (eds.)Cambridge University Press. Cambridge. Cit in: Flin, R. 1996. Supra cit.

  • 29

    Consideraciones Tericas y Modelos del Reasentamiento de

    Comunidades

    Anthony Oliver-Smith

    Quiero exponer a ustedes algunas de las premisas y los modelos que se han desarrollado en

    los ltimos veinticinco o treinta aos, sobre la problemtica de reasentamientos y la

    relevancia que tiene sta a causa de las amenazas de desastre natural.

    Debido a diversos factores, actualmente muchas personas tienen que habitar terrenos

    que presentan un alto grado de riesgo, ya sea por fuerzas naturales o tecnolgicas. Frente a

    estos procesos y condiciones de vulnerabilidad, una de las respuestas ms frecuentes hoy en

    da es la reubicacin de poblaciones que viven en zonas de alto riesgo a los desastres

    naturales, socio-naturales y tecnolgicos. Generalmente el reasentamiento de poblaciones

    toma lugar despus del impacto de un desastre, lo cual quiere decir que es tambin una

    forma de reconstruccin.

    Actualmente, se est considerando al reasentamiento como una forma de mitigacin de

    los desastres. Les voy a dar dos ejemplos de los Estados Unidos que son muy actuales.

    Recientemente en el estado de Iowa en el Medio Oeste, una comunidad que viva en la

    rivera del ro Missouri fue reubicado. Ello porque hace casi dos aos hubo una inundacin

    muy grande en esa zona, y los habitantes decidieron que queran ser reubicados, pues se

    haban mudado a un rea entre la orilla y un cerro muy alto, desde luego por encima del

    ro. Una vez que ya se haban mudado a las nuevas casas, se dio un proceso en el que estn

    regresando a las mismas casas de antes. Ellos dicen que han perdido algo, que han perdido

    su sentido de comunidad, que las relaciones de cooperacin en que se basaban las

    relaciones tanto sociales como econmicas de su comunidad, ya no les funcionan como

    antes, y dijeron tener una sensacin de desorientacin que realmente les est afligiendo.

    El otro ejemplo es de un pueblo que se llama Colorado Springs, en el estado de

    Colorado. En esta comunidad haba un barrio que viva cercano a las orillas del ro, a varias

    familias que vivan en las casas de ese barrio las autoridades les advirtieron respecto a que

    ese ro tenda a crear inundaciones repentinas, entonces se pusieron de acuerdo con la

    comunidad y se mudaron, es decir, se reubic a la comunidad. A los seis meses posteriores

    a la reubicacin, tuvo lugar una importante inundacin que barri con el parque que haba

    en el lugar, donde estaban anteriormente las casas del barrio. La reubicacin, haba salvado

    cerca de ciento cincuenta mil vidas.

    Los anteriores, son dos casos muy interesantes: uno donde hubo (hubieron) tal vez

    efectos algo negativos, y el otro con efectos bastante positivos. Hay tres asuntos muy

    importantes que me gustara examinar antes de enfocarnos en el reasentamiento como una

    estrategia de mitigacin.

  • 30

    El primero tiene que ver con la responsabilidad de la sociedad; es una cuestin muy

    difcil, porque la presencia de estas comunidades en condicin de vulnerabilidad, trae

    consigo la necesidad y la responsabilidad de mitigar estas condiciones. Esta necesidad de

    mitigar la condicin de alta vulnerabilidad se ve complicada en muchos casos por la

    coincidencia, y a veces la dominacin de otros motivos ya sean econmicos, sociales o

    estticos de remover a poblaciones

    Cuando se considera la reubicacin de una poblacin por motivos de seguridad

    medioambiental, es muy importante asegurar que el verdadero motivo para un proyecto de

    reasentamiento sea por razones o por motivos de seguridad medioambiental, y no por

    intereses creados econmicos, sociales o estticos.

    En otras palabras, hay que asegurarse de que no se emplee un supuesto peligro

    medioambiental como pretexto para dejar avanzar los intereses de otros grupos. Tengo en

    mente un ejemplo concreto en Colombia (donde he trabajado) en que realmente no se sabe

    por qu se quiere reubicar a una comunidad: si es por motivos estticos, porque quieren

    limpiar las orillas de un ro para que se vea ms bonito, o por el peligro que realmente est

    corriendo la gente ah. Tal vez exista una serie de motivos ms o menos entrelazados.

    El segundo asunto, tiene que ver con la evaluacin y percepcin del riesgo. Un patrn

    comn en muchos contextos culturales en la percepcin del riesgo es que difiere mucho

    entre los profesionales y la gente, produciendo una confusin sobre cul es la mejor

    interpretacin del riesgo. Esta confusin entre el conocimiento experto y el conocimiento

    local, es un fenmeno global cuestionando no slo la interpretacin del riesgo sino tambin

    de la opinin cientfica en muchos campos. El punto principal que se tiene que tomar en

    cuenta es que el riesgo no se reconoce igualmente por todos los involucrados; el riesgo es

    una construccin cultural en que algunos participantes se basan en el conocimiento

    cientfico y tcnico, y otros en la experiencia y tal vez en la convivencia con el riesgo. Son

    dos tipos de conocimiento que comnmente se contradicen, sobre todo en la evaluacin del

    riesgo, y de esa manera tiende a surgir un conflicto entre los habitantes y las autoridades

    que juzgan diferencialmente que existe un riesgo que requiere o no el reasentamiento.

    El tercer asunto importante tiene que ver con cualquier discusin de reasentamiento

    como estrategia de mitigacin. Se trata de los impactos negativos del reasentamiento, y ste

    segn Scudder, es un insulto multidimensional con componente psicolgico, fisiolgico y

    sociocultural.

    Cuando la gente es desplazada de su terreno contra su voluntad, sufre un estrs enorme,

    hasta el grado de dar mayor importancia al sentido de culpabilidad, que a su impotencia

    para resistir. Estamos hablando de la sensacin del luto y prdida del hogar y de la ansiedad

    con respecto al futuro. El estrs cultural nace de la falla por parte de las autoridades de

    hacer caso a la necesidad de los miembros de una comunidad de quedarse juntos, de la falta

    de sostenibilidad econmica despus del reasentamiento, y la ruptura de actividades

    culturales como resultado del desplazamiento.

  • 31

    El resultado frecuente es la prdida de la lgica de la vida, de una razn de ser que

    otorga un sentido de significado a la existencia. Desgraciadamente, el rcord de los

    proyectos en la mitigacin de estos efectos tan dainos, es francamente psimo, lo cual nos

    debe indicar que el reasentamiento es una estrategia de ltima instancia para ser

    considerada, es decir, slo cuando no haya posibilidades de mitigar el peligro por otro tipo

    de intervencin.

    En muchos proyectos impulsados para reducir amenazas medioambientales, el

    reasentamiento puede afectar hasta a tres poblaciones distintas, cada una de las cuales

    necesitar el uso de formas varias de interaccin y participacin. Los tres grupos son: a) La

    poblacin reubicada, b) Los segmentos que tal vez existen en la comunidad que no tienen

    que reubicarse porque no viven en condiciones tan peligrosas, y eso se observa mucho en

    los barrios urbanos, en los que solamente una parte de la comunidad est en peligro; y c) La

    comunidad que recibe a los reubicados. Esta gente tambin es una poblacin afectada

    porque est recibiendo a la poblacin desplazada. Toda la poblacin ser impactada

    respectivamente por la prdida y la divisin de una comunidad que se reubica; por

    consiguiente, cada uno de estos grupos tendr caractersticas y necesidades distintas debido

    a sus experiencias distintas de reasentamiento.

    La reubicacin de una poblacin a muchos les ha parecido como un proceso bastante

    sencillo, al fin y al cabo a lo largo de la historia, la raza humana se ha mostrado sumamente

    mvil. El enorme crecimiento de las ciudades de Amrica Latina, por ejemplo, es un

    producto de esa movilidad demogrfica. La prctica normal bajo la ideologa que reina en

    las sociedades occidentales hoy en da, es la compensacin monetaria a la persona que se ve

    forzada a reubicarse por motivos de bienestar pblico o de proyectos de desarrollo. En los

    ltimos treinta aos se ha demostrado que el desplazamiento y el reasentamiento son mucho

    ms que un simple traslado de una poblacin de un sitio a otro. Cuando un poder mayor

    como es el gobierno, o un fenmeno social muy perturbador como un disturbio civil, o la

    persecucin tnica o bien la amenaza de un desastre, obliga a la reubicacin de una

    poblacin, estamos hablando de un proceso que involucra la recomposicin de la

    comunidad y no slo de un arreglo adecuado a como lo vieran los miembros de la misma,

    sino de acuerdo con fines y valores afines. En este tercer sentido, el reasentamiento es un

    acto poltico ante todo basado en poder desigual entre los participantes. En la gran mayora

    de los casos para la poblacin afectada el desplazamiento y el reasentamiento constituyen

    un desastre autntico, en otras palabras, cuando se reubica a una poblacin, se corre el

    riesgo de sustituir en un desastre posible o probable con un desastre real, completo.

    En efecto, el proceso global del reasentamiento es mucho ms complejo de lo que

    comnmente se considera en las polticas empleadas, por muchas de las autoridades

    encargadas de la reconstruccin tras los desastres. En general, es justo decir que es

    necesario una mayor sensibilidad respecto de las complejidades de los procesos de

    reasentamiento, tras los desastres. Muchas veces las autoridades de reconstruccin, por

    ejemplo, no reconocen de forma general que el mismo reasentamiento puede tener

    consecuencias an ms agravantes que el impacto mismo del desastre.

  • 32

    Mientras que los desastres suelen matar y herir a muchas personas, trastornar las

    organizaciones y la economa de la comunidad y destruir la infraestructura y las viviendas,

    claramente arrasan con todo en un sentido algo sincrnico. Por otro lado, el reasentamiento

    involuntario frecuentemente implica el abandono de un ambiente en el que la sociedad ha

    creado patrones de adaptacin durante cientos o miles de aos. Esta relacin con el

    ambiente puede estar basada en factores econmicos, polticos o socioculturales, o en una

    combinacin de las tres cosas.

    Dimensiones econmicas como la fertilidad del suelo y la disponibilidad de recursos, la

    productividad general o el acceso al empleo en los sectores urbanos, o los recursos

    laborales; factores polticos tales como la territorialidad, las estructuras de liderazgo y las

    relaciones intergrupales y, factores culturales como la ntima conexin entre la gente y la

    religin, la cosmologa, las visiones del mundo y la identidad individual y cultural, pueden

    desempear papeles importantes en la relacin de una sociedad con su base y su ambiente

    en general. Fundamentalmente, tales vnculos constituyen la esencia de las construcciones

    de las realidades, tanto individuales como colectivas, y la separacin de sus manifestaciones

    tpicas constituyen una crisis cultural con profundas repercusiones. Tal crisis puede

    engendrar un grave sndrome de dependencia, frecuentemente de forma permanente en

    aquellas comunidades que han sido relocalizadas forzadamente. Es por estas razones que

    muchos de los investigadores actuales consideran al reasentamiento como algo que debe ser

    evitado o minimizado en los proyectos de desarrollo, siempre que sea posible.

    Como declara Patrick, que es un antroplogo que trabaja para el Banco Mundial: Desde

    la perspectiva de las personas desplazadas, el reasentamiento forzoso es siempre un

    desastre. Si una comunidad afectada por un desastre es despus relocalizada, puede tener y

    hacer frente a un nuevo desastre, o perder el sentido de existencia y de su orientacin a la

    vida.

    Efectivamente, hay dos propuestas que combaten la prdida de la orientacin de la vida

    que muchas veces acompaa el reasentamiento: la resistencia y la participacin.

    La resistencia al reasentamiento es un fenmeno cada vez ms frecuente, sobre todo en

    los proyectos de reasentamiento provocados por proyectos de desarrollo o por desastres. Es

    importante entender que la resistencia no slo es la proteccin de intereses materiales, sino

    tambin una defensa de una cultura y de una comunidad con todo lo que significan estos

    elementos para la identidad individual y comunitaria. La resistencia es una lucha para

    defender la vida, y pese a una autoridad poderosa, puede galvanizar a una comunidad y

    definir su identidad en trminos muy concretos.

    La resistencia al reasentamiento constituye una afirmacin de control sobre la vida. Esta

    afirmacin tiene un argumento de combate, adivinando la otra lgica de la vida, que

    representa el reasentamiento.

  • 33

    La resistencia es la afirmacin y la autoafirmacin. Coloquialmente, imaginemos que

    venga una autoridad a decir imponiendo: vamos a reubicarles; la resistencia es decir que

    no. Existo yo!, y tengo derechos en la toma de la decisin sobre mi futuro. Al fin y al cabo,

    para muchas personas la casa o el terreno son y han sido el fiel resultado - y muy

    importante - de una lucha continua para establecerse en un mundo y, simblicamente,

    encarna su esfuerzo para mejorar su vida.

    En el mismo sentido, la participacin basada en la devolucin de control a los miembros

    de la comunidad, tambin combate la prdida de significado de la vida. La participacin le

    confiere a los individuos y a la comunidad un rol importante en su futuro. El reasentamiento

    significa la prdida de control sobre sus vidas, y la participacin y la resistencia significan

    la toma de control.

    En el campo de estudios de los reasentamientos se ha empezado a desarrollar desde los

    ltimos quince o veinte aos, un cuerpo sistemtico de conocimientos y teora que es a la

    vez til y provocador para la investigacin y el manejo de los desastres, y para este cuerpo

    de teora lo central es el modelo. Voy a comentar los modelos que se han ido

    desarrollando a travs de los ltimos quince o veinte aos, para entender y para organizar

    una respuesta a la necesidad de reubicar y de reasentar a poblaciones.

    Son dos antroplogos quienes han realizado investigaciones principalmente en Africa,

    que han trabajado con reasentados de una presa. Podemos decir que el estudio clsico y

    pionero del reasentamiento, es tal vez el libro de Scudder y Colson (1982), quienes