revista avalon

14
TARKOVSKY Un repaso por sus mejores films SYNTH BRITANNIA Inglaterra inspirada en la ficción NUEVOS LIBROS Lo nuevo de Ray Bradbury ciencia ficción de culto Y EL APOCALIPSIS DE LA CLASE MEDIA JG BALLARD 01 JG BALLARD

Upload: luciano-geoffroy

Post on 15-Mar-2016

237 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

ciencia ficcion de culto

TRANSCRIPT

Page 1: Revista Avalon

TARKOVSKYUn repaso por sus mejores films

SYNTH BRITANNIAInglaterra inspirada en la ficción

NUEVOS LIBROSLo nuevo de Ray Bradbury

ciencia ficción de culto

Y EL APOCALIPSISDE LA CLASE MEDIA

JG BALLARD

01

JG BALLARD

Page 2: Revista Avalon

NOTA DE TAPA

Cada vez que aparece una nueva revis-ta suele decirse que es justamente la revis-ta que todos estaban esperando. Es justo decir que Número es precisamente la revis-ta que todos no estaban esperando. Nue-stro propósito, antes que confirmar ex-pectativas, es proponer cosas absurdas y quiméricas que están más allá de nuestro alcance y que bordean la irrealidad. Al fin y al cabo nada más aparentemente irreal que la atmósfera del mundo que nos ha tocado, con sus crueldades, sus fantasmagorías, sus engaños que todo el mundo reverencia y sus crímenes que todo el mundo tolera. Se requi-ere mucha imaginación para creer en un fu-turo cualquiera, y mucha locura para creer en un futuro feliz. Por eso queremos creer en un futuro espléndido, y, si se nos perdo-na el exabrupto, en la posibilidad, incluso, de un presente feliz. Adiós a las ideologías que prometían para mañana el Paraíso y pa-ra hoy sólo sangre, sudor y lágrimas.

Zabala 3175 / Ciudad de Buenos AiresTel.Fax: 4551 [email protected]

Avalon Año 1 N01 Noviembre de 2012 Una publicación mensual propiedad de Ediciones Skorpio S.A. Registo Nacional de la Propiedad Intelectual 40275936

DIRECCION GENERAL: Beck Hansen([email protected])DIRECTOR EDITORIAL:Javier DizEDITOR ASOCIADO:Juan Marcos VenturaEDITORES:Matias CapelliLucas GarofaloAna GorodischerDISEÑO:Luciano Geoffroy

STAFF

Pag 10

Page 3: Revista Avalon

RAY BRADBURY

EL NUEVOCANAL SPACE

No viaja más el espacio y se queda con el policial en la tierra.

CUENTO INEDITO

“El viento de ninguna parte” de Ursula K Le Guin

16

2829

SERIES DE SCI FINUEVOS PROYECTOS

253535

PHILIP K DICKTOP10 IMPERDIBLESAGENDA

SynthBritannia

NuevosLibros

Pag18 Pag14

Kraftwerk

Pag 10

Espectativas, es proponer cosas ab-surdas y quiméricas que están más al-lá de nuestro alcance y que bordean la irrealidad del mundo.

Nuevos libros de nuestros autores fa-voritos que están al alcance y que bor-dean la irrealidad del mundo. Nueva colección de Ray Bradbury.

GARY NUMAN

5 Viajamos hasta Los Angeles para entrevistar al famoso escritor.

SCI FI FESTIVAL

DOCTORWHO

Una nueva edición del festival de ciencia ficción

La mítica serie vuelvecon nuevos actores.

DAVID PELHAM

10Illustraciones apocalípticas

LOS EDITORESNACIONALESLas nuevas editorialesque publican clásicos.

Page 4: Revista Avalon
Page 5: Revista Avalon

NOTA DE TAPA

Muchos de sus lectores se molestaron cuando J. G. Ballard publicó El impe-rio del Sol en 1984. Era su primer libro

semiautobiográfico, le había llevado cuarenta años procesar las experiencias hasta ponerlas en papel, y tuvo un gran éxito que se material-izó en película dirigida por Steven Spielberg y una estabilidad económica que Ballard no había conocido hasta entonces (en el momen-to de la publicación tenía 54 años y casi trein-ta de escritor). Pero es que muchos, incluidos fans famosos como Martin Amis, creyeron que el visionario había revelado la verdade-ra fuente de sus profecías: Jim Ballard había sido un niño rico en la Shanghai “internacio-nal” anterior a la Segunda Guerra, pero con la invasión japonesa de Pearl Harbour, se vio despojado de todo y testigo de la muerte, los bombardeos, la brutalidad; cuerpos de hom-bres chinos en descomposición cubiertos de sangre junto a aviones derribados y la prim-era comunidad cerrada, la del campo de pri-sioneros (“Los cadáveres yacían en las calles del centro de Shanghai, regados con lágrimas por campesinas a las que nadie prestaba aten-ción en medio del tumulto de transeúntes”). Allí estarían, entonces, todas esas imágenes que después usaría para anticipar y describir la vida moderna. Ballard siempre fue ambiv-alente en cuanto a este primer encuentro con los desastres de la guerra: “Mis recuerdos del campo no son alegres, pero tampoco desa-gradables”. Más tarde, resumiría sus futuras obsesiones en los recuerdos de infancia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las calles, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional. Me la pasaba en el asien-to trasero de un auto norteamericano con un sirviente y una gobernanta, con miedo a que me secuestraran. Estaba detrás del vidrio co-mo si hubiera estado frente a una pantalla de TV viendo reportes de la guerra de Indochina,

o de Nicaragua, o de El Salvador”.Ballard volvió a Inglaterra e1946, y nunca

se sintió del todo a gusto en su país. Fue estu-diante de medicina y piloto; a principios de los ’60 empezó a escribir cuentos de ciencia fic-ción y pronto se publicaron en New Worlds, la revista que, guiada por Michael Moorcock, quería revolucionar el género.

Vivió poco en Londres: después de la tem-prana muerte de su mujer, en 1964, se mudó con sus tres hijos al suburbio, a Shepperton, y los crió solo. De los escritores de su edad, sólo se relacionó con Kingsley Amis, y breve-mente: no soportaba lo que llamaba “la co-media social” que sus contemporáneos lleva-ban adelante. Tampoco se relacionaba con los escritores de ciencia ficción. Ni siquiera le gustaba que sus novelas fueran llamadas sci-fi. Prefería “ficción predictiva” o explicaba que sus libros “describían la psicología del fu-turo”. Decía: “El planeta más alien es la Tier-ra”. Y se lanzó a la conquista de otro espacio, el interior. Sus primeros libros hablan del fin del mundo, pero a la par se desvanecen sus protagonistas, de psique tan frágil. El espacio de Ballard se parece mucho a las pinturas de Salvador Dalí, Francis Bacon o Yves Tanguy, con hombres al borde la locura, o después de la locura, cansados e infelices. Protagonis-tas que suelen llamarse Ballard o Sheppard o Ransom o Travis; ellas, la mujeres, suelen llevar por nombre Catherine Austen. Ellos suelen ser médicos. (¿Suena a Lost? Pero cla-ro, esos guionistas cerebritos no se lo iban a perder.) Bacon y Tanguy: sangre y arena, cu-erpos en el desierto. Un estilo punzante, seco, que duele tanto como la arena que golpea la cara arrastrada por el viento. Su primer libro “de catástrofes” se llama El viento de ninguna parte. LA MUERTE DEL AFECTO

Los años ’70: Ballard se hace amigo de Wil-liam Burroughs, se vuelca a la experimen-

Ilustración: Luc Geoffroy

Escribe: Pablo Capanna.

Page 6: Revista Avalon

Muchos de sus lectores se molestaron cuan-do J. G. Ballard publicó El imperio del Sol en 1984. Era su primer libro semiautobiográfico, le había llevado cuarenta años procesar las experiencias hasta ponerlas en papel, y tuvo un gran éxito que se materializó en película dirigida por Steven Spielberg y una estabili-dad económica que Ballard no había conoci-do hasta entonces (en el momento de la publi-cación tenía 54 años y casi treinta de escritor). Pero es que muchos, incluidos fans famosos como Martin Amis, creyeron que el visionar-io había revelado la verdadera fuente de sus profecías: Jim Ballard había sido un niño rico en la Shanghai “internacional” anterior a la Segunda Guerra, pero con la invasión japone-sa de Pearl Harbour, se vio despojado de to-do y testigo de la muerte, los bombardeos, la brutalidad; cuerpos de hombres chinos en descomposición cubiertos de sangre jun-to a aviones derribados y la primera comu-nidad cerrada, la del campo de prisioneros (“Los cadáveres yacían en las calles del cen-tro de Shanghai, regados con lágrimas por campesinas a las que nadie prestaba aten-ción en medio del tumulto de transeúntes”). Allí estarían, entonces, todas esas imágenes que después usaría para anticipar y descri-bir la vida moderna. Ballard siempre fue am-bivalente en cuanto a este primer encuentro con los desastres de la guerra: “Mis recuerdos del campo no son alegres, pero tampoco de-sagradables”.Más tarde, resumiría sus futuras obsesiones en los recuerdos de infancia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las call-es, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional. Me la pasaba en el asiento trasero de un auto norteamericano con un sirviente y una gobernanta, con miedo a que me secues-traran. Estaba detrás del vidrio como si hubi-era estado frente a una pantalla de TV viendo

Se vio despojado de todo y testigo de la muerte, los bombardeos, la brutalidad; cu-erpos de hombres chinos en descomposición cubiertos de sangre junto a aviones derriba-dos y la primera comunidad cerrada, la del campo de prisioneros (“Los cadáveres yacían en las calles del centro de Shanghai, regados con lágrimas por campesinas a las que na-die prestaba atención en medio del tumulto de transeúntes”). Allí estarían, entonces, to-das esas imágenes que después usaría pa-ra anticipar y describir la vida moderna. Bal-lard siempre fue ambivalente en cuanto a este primer encuentro con los desastres de la guer-ra: “Mis recuerdos del campo no son alegres, pero tampoco desagradables”.Más tarde, resumiría sus futuras obsesiones en los recuerdos de infancia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las call-es, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional. Me la pasaba en el asiento trasero de un auto norteamericano con un sirviente y una gobernanta, con miedo a que me secues-traran. Estaba detrás del vidrio como si hubi-

NOTA DE TAPA

Refugio. Ballard en su casa en Shepperton, Inglaterra en el 2005.

Page 7: Revista Avalon

De Shanghai a SheppertonEn su autobiografía, Ballard ni siquiera

habla de sus últimas novelas; prefiere ret-omar la historia de su infancia, que ya había narrado en El Imperio del Sol (1984), en La bondad de las mujeres (1991), en un docu-mental de la BBC y hasta en una crónica del Sunday Times.

Toda su vida giró en torno las durísimas ex-periencias que marcaron el fin de su infancia. Criado en el barrio europeo de Shanghai, tuvo su Caída cuando repentinamente pasó de una casa con diez sirvientes chinos sin nombre, a las penurias y humillaciones de un campo de prisioneros japonés. Allí nació el poderoso símbolo de la piscina seca donde se amonto-nan las basuras del último verano.

Cuando conoció Inglaterra, se sintió tan ajeno a esa sociedad que hasta llegó a tener rechazo por el paisaje inglés. Lejos de una fa-milia que nunca le había dado afecto, pasó por un internado, que “le recordaba al cam-po de concentración, de no ser por la comida, que era peor”. Luego fue portero, vendedor de enciclopedias y redactor de una revista in-dustrial. Hasta se entrenó como piloto en una base de bombarderos nucleares en Canadá.

Cuando quiso ser psiquiatra estudió Me-dicina dos años, pero quedó para siempre atrapado por la siniestra magia de las salas de disección, que selló su fantasía y su estilo. Fue entonces cuando se enamoró del surreal-ismo y del psicoanálisis, que parecían encar-nar la trasgresión, y de la ciencia ficción, que entonces hervía de ideas estimulantes. Fue el iconoclasta de la ciencia ficción. Rechazado, admirado y vanamente imitado, propuso ex-plorar un ambiguo “espacio interior” en lugar del espacio cósmico. Rompió con todas las convenciones de la novela catastrófica, para explorar la “arqueología del psiquismo”.

Inundó al planeta en El mundo sumergi-do (1962), lo hizo árido en La sequía (1964) y

NOTA DE TAPA

09

Fue prisionero en su niñez en un cam-po de concentración japonés, experi-encia que narró en El Imperio del Sol, llevada al cine por Steven Spielberg. Pero el mundo “ballardiano” es el del apocalipsis posindustrial. Narrador de ciencia-ficción y catástrofes, entre otras novelas publicó La sequía, Ex-hibición de atrocidades, Crash (filma-da por D. Cronenberg), La isla de ce-mento y Rascacielos. Su experiencia en las mesas de disección como estu-diante de medicina lo marcó.

BALLARD BASICOShanghai, 1930 - Shepperton 2010

“EL PLANETA TIERRAES EL PLANETA MASALIENIGENA”

Page 8: Revista Avalon

08

“EL PLANETA TIERRAES EL PLANETA MASALIENIGENA”

A ños después, Ballard la emprendió con el entorno urbano, e inició su demolición en Rascacielos (1975), La isla de cemento

(1974) y Hola América (1981), donde mostra-ba la fragilidad de los lazos sociales en situ-aciones límite. Cuando todos soñaban con la NASA, Ballard anticipaba el fin de la era espa-cial e imaginaba el día que caerían las esta-ciones espaciales. Antes del posmodernismo, diseñó la utopía posmoderna de Vermilion Sands. Antes que los punks y el teatro de Kan-tor, afirmó que “no hay futuro” y escenificó desolados paisajes de basura y chatarra. En el fundamental prólogo que escribió para la versión francesa de Crash, diagnosticó que “muerte del afecto” era la raíz del nihilismo. Habló de ese “presente insaciable” que con sus falsas novedades nos quita la posibilidad de pensar un futuro mejor.

En su etapa hipermoderna, profundizó su obsesión por el nihilismo de los no-lugares: encontró la psicopatología de la opulencia en barrios cerrados, shoppings y aeropuer-tos. Noches de cocaína (1996), Super Cannes (2001) y Milenio negro (2003) fueron historias un tanto morosas, cuyo germen estaba en Fu-ria feroz , un texto de 1988 : un policial narra-do de manera no lineal, con asepsia ballardi-ana y mediatizado por informes psiquiátricos y documentales. Retomaba así sus pesadil-las urbanas de los Setenta, que ahora em-palidecían ante la realidad. Kingdom Come (2006) es su última versión, quizás la más desesperada.

Muchos de sus lectores se molestaron cuando J. G. Ballard publicó El imperio del Sol en 1984. Era su primer libro semiautobi-ográfico, le había llevado cuarenta años pro-cesar las experiencias hasta ponerlas en pa-

pel, y tuvo un gran éxito que se materializó en película dirigida por Steven Spielberg y una estabilidad económica que Ballard no había conocido hasta entonces (en el momento de la publicación tenía 54 años y casi treinta de escritor). Pero es que muchos, incluidos fans famosos como Martin Amis, creyeron que el visionario había revelado la verdadera fu-ente de sus profecías: Jim Ballard había si-do un niño rico en la Shanghai “internacio-nal” anterior a la Segunda Guerra, pero con la invasión japonesa de Pearl Harbour, se vio despojado de todo y testigo de la muerte, los bombardeos, la brutalidad; cuerpos de hom-bres chinos en descomposición cubiertos de sangre junto a aviones derribados y la prim-era comunidad cerrada, la del campo de pri-sioneros (“Los cadáveres yacían en las calles del centro de Shanghai, regados con lágrimas por campesinas a las que nadie prestaba aten-ción en medio del tumulto de transeúntes”). Allí estarían, entonces, todas esas imágenes que después usaría para anticipar y descri-bir la vida moderna. Ballard siempre fue am-bivalente en cuanto a este primer encuentro con los desastres de la guerra: “Mis recuerdos del campo no son alegres, pero tampoco de-sagradables”.

Más tarde, resumiría sus futuras obse-siones en los recuerdos de infancia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las calles, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional. Me la pasaba en el asien-to trasero de un auto norteamericano con un sirviente y una gobernanta, con miedo a que me secuestraran. Estaba detrás del vidrio co-mo si hubiera estado frente a una pantalla de TV viendo reportes de la guerra de Indochina, o de Nicaragua, o de El Salvador”.

Cuentos/ensayos inéditos

Titulo:

Page 9: Revista Avalon

Más tarde, resumiría sus futuras ob-sesiones en los recuerdos de infan-cia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las calles, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional.

Más tarde, resumiría sus futuras ob-sesiones en los recuerdos de infan-cia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las calles, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional.

Resumiría sus futuras obsesiones en los recuerdos de infancia: “En Shang-hai vivía una vida muy protegida, lejos de las calles, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional. no con un sirviente.

PLAYA TERMINAL1973

MITOS DELFUTURO PROXIMO1976

EL DIA DELA CREACION1982

EdicionesMinotauroEspaña

EdicionesMinotauroEspaña

EdicionesMinotauroEspaña

Muchos de sus lectores se molestaron cuan-do J. G. Ballard publicó El imperio del Sol en 1984. Era su primer libro semiautobiográfico, le había llevado cuarenta años procesar las experiencias hasta ponerlas en papel, y tuvo un gran éxito que se materializó en película dirigida por Steven Spielberg y una estabili-dad económica que Ballard no había conoci-do hasta entonces (en el momento de la publi-cación tenía 54 años y casi treinta de escritor). Pero es que muchos, incluidos fans famosos como Martin Amis, creyeron que el visionar-io había revelado la verdadera fuente de sus profecías: Jim Ballard había sido un niño rico en la Shanghai “internacional” anterior a la Segunda Guerra, pero con la invasión japone-sa de Pearl Harbour, se vio despojado de to-do y testigo de la muerte, los bombardeos, la brutalidad; cuerpos de hombres chinos en descomposición cubiertos de sangre junto a aviones derribados y la primera comunidad cerrada, la del campo de prisioneros (“Los cadáveres yacían en las calles del centro de Shanghai, regados con lágrimas por campe-sinas a las que nadie prestaba atención en medio del tumulto de transeúntes”). Allí es-tarían, entonces, todas esas imágenes que después usaría para anticipar y describir la vida moderna. Ballard siempre fue ambiva-lente en cuanto a este primer encuentro con los desastres de la guerra: “Mis recuerdos del campo no son alegres, pero tampoco desa-gradables”.Más tarde, resumiría sus futuras obsesiones en los recuerdos de infancia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las call-es, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional. Me la pasaba en el asiento trasero de un auto norteamericano con un sirviente y una gobernanta, con miedo a que me secues-traran. Estaba detrás del vidrio como si hubi-era estado frente a una pantalla de TV viendo

Se vio despojado de todo y testigo de la muerte, los bombardeos, la brutalidad; cu-erpos de hombres chinos en descomposición cubiertos de sangre junto a aviones derriba-dos y la primera comunidad cerrada, la del campo de prisioneros (“Los cadáveres yacían en las calles del centro de Shanghai, regados con lágrimas por campesinas a las que na-die prestaba atención en medio del tumul-to de transeúntes”). Allí estarían, entonces, todas esas imágenes que después usaría pa-ra anticipar y describir la vida moderna. Bal-lard siempre fue ambivalente en cuanto a este primer encuentro con los desastres de la guer-ra: “Mis recuerdos del campo no son alegres, pero tampoco desagradables”.Más tarde, resumiría sus futuras obsesiones en los recuerdos de infancia: “En Shanghai vivía una vida muy protegida, lejos de las call-es, de los mendigos, cortado de toda reacción emocional. Me la pasaba en el asiento trasero de un auto norteamericano con un sirviente y una gobernanta, con miedo a que me secues-traran. Estaba detrás del vidrio como si hubi-era estado frente a una pantalla de TV viendo reportes de la guerra de Indochina, o de Nica-ragua, o de El Salvador”.Ballard volvió a Inglaterra e1946, y nunca se sintió del todo a gusto en su país. Fue estudi-ante de medicina y piloto; a principios de los ’60 empezó a escribir cuentos de ciencia fic-ción y pronto se publicaron en New Worlds, la revista que, guiada por Michael Moorcock, quería revolucionar el género. Vivió poco en Londres: después de la tem-prana muerte de su mujer, en 1964, se mudó con sus tres hijos al suburbio, a Shepperton, y los crió solo. De los escritores de su edad, medicina y piloto sólo se relacionó con King-sley Amis, y brevemente: no soportaba lo que llamaba “la comedia social” que sus contem-poráneos llevaban adelante.

NOTA DE TAPA

Page 10: Revista Avalon

Cada vez que aparece una nueva revista suele decirse que es justamente la re-vista que todos estaban esperando. Es

justo decir que Número es precisamente la revista que todos no estaban esperando. Nuestro propósito, antes que confirmar ex-pectativas, es proponer cosas absurdas y quiméricas que están más allá de nues-tro alcance y que bordean la irrealidad. Al fin y al cabo nada más aparentemente irre-al que la atmósfera del mundo que nos ha tocado, con sus crueldades, sus fantasma-gorías, sus engaños que todo el mundo rev-erencia y sus crímenes que todo el mundo tolera. Se requiere mucha imaginación pa-ra creer en un futuro cualquiera, y mucha locura para creer en un futuro feliz. Por eso queremos creer en un futuro espléndido, y, si se nos perdona el exabrupto, en la posi-bilidad, incluso, de un presente feliz. Adiós a las ideologías que prometían para maña-na el Paraíso y para hoy sólo sangre, sudor y lágrimas. Queremos lo mejor y los quere-mos ya. Para ello ofrecemos esta revista a todos los que quieran soñar algo más noble y más bello que la ración de horror de ca-

da día. Una revista que no se debe a ningún poder, que sólo se somete a la lucidez, a la inteligencia, a la imaginación y a sueños excesivamente utópicos.

Esta revista se propone ser una sorpresa en cada Número, y para ello cuenta con lo que no tienen otras: el más calificado e in-modesto grupo de cómplices en el arte de comunicarse con el mundo, un grupo tan arriesgado que hasta ha permitido que su número sea el peligrosísimo 13, en el que siempre han cabido desde la redención has-ta la traición. Ejemplo de la imperiosa con-vivencia que Colombia requiere, una revis-ta en la que quepan todas las ideas, siempre que logren serlo, todos los lenguajes, todas las culturas, todas las razas, y hasta todos los prejuicios, si logran tener algún encan-to y no vienen acallando a los otros. Nos es-forzaremos por hacer que todos los Núme-ros sean obras de arte en cada página el dictamen famoso y la realidad Paraíso y pa-ra hoy sólo sangre decida imitar al arte.Para creer en un futuro feliz. Por eso quer-emos creer en un futuro espléndido, y, si se nos perdona el exabrupto, en la posibil-

Yo, Robot de Isaac Asimov

Farenheit 951 de Ray Bradbury

El hombre en el castillo de Philip K Dick

MUSICA

10

PARA LEER MIENTRAS ESCUCHAS

Por Roberto Powell

Page 11: Revista Avalon

En muchas de las listas de las mejores de 2009, confeccionadas a fines del año pasado por críticos, sociedades de críticos y publica-ciones especializadas, aparece una pelícu-la de título escueto y realizador hasta ahora desconocido: Moon, de Duncan Jones. Naci-do hace 39 años en Kent, Inglaterra, lo único que se sabía de este debutante es que había filmado, unos años atrás, un corto de ciencia ficción. Y que era hijo de un tal David Jones, nombre que tampoco suena mucho. Tal vez el nombre completo de Duncan pueda dar algu-na pista. El muchacho se llama Duncan Zow-ie Heywood Jones, y hay quienes lo conocen como Zowie Bowie. Es que aquel señor David Jones, papá de Duncan, no es otro que David Bowie. Pues bien: si hubiera que mencionar a la mejor ópera prima de 2009, no hay duda de que Moon debería estar entre las más firmes candidatas. Después de que la compañía que tiene los derechos de explotación local le hic-iera un gigantesco “ole” a su estreno en cines (¡prohibido estrenar películas buenas!), Sony Pictures lanza por estos días Moon en DVD, con el título En la Luna.

Si Moon no fuera una película magnífi-ca, igual sería un modelo de economía cine-matográfica, dicho esto tanto en sentido de producción como de síntesis dramática. Mr. Jones filmó una épica íntima de ciencia fic-ción con apenas dos o tres decorados de estu-

dio, un único actor en escena (más allá de la voz de otro y cuatro más que aparecen en vid-eo), un robot–computadora, un par de jeeps y unos terrarios que simulan ser la Luna. Con eso solo logró hacer una de las películas más genuinamente conmovedoras en bastante ti-empo. Además de un ensayo sobre la iden-tidad, la manipulación, la imposibilidad de conocer las cosas “tal como son”, que da que pensar. El monoactor de En la Luna es Sam Rockwell, muchacho carismático y suma-mente expresivo, que nunca antes estuvo tan sobrio, tan entregado a su papel (o sus pape-les) como aquí.Rockwell es Sam Bell, astro-nauta que está llegando al fin de su período

de tres años en la Luna. En el futuro de Moon las fuentes de energía se agotaron y hubo que recurrir a la energía solar. Por una suerte de yin yang que la película (basada en una idea original de Duncan Jones y con guión de un se-ñor Nathan Parker, que también debuta aquí) no se molesta en desarrollar, una megacorpo-ración llamada Lunar procesa la energía so-lar en su opuesto, el satélite terrestre, donde tiene una estación y unas “cosechadoras” en permanente funcionamiento. Bell cuenta con un asistente llamado Gerty, computadora-ro-bot con la voz siempre desconfiable de Kevin Spacey, ese gran actor.

Dos de ánimo mediante emoticones, que

11

“LA CIENCIA FICCIÓN MELANCÓLICA SE VIO EN SOLARIS Y BLADE RUNNER.”

Duración: 30 min. Interpretes: Karl Bartos, Ralf Hutter, Wolfgang Fur y Florian SchneiderArte: El Lissitsky

The man machineEMI music

DISCO RECOMENDADO

Page 12: Revista Avalon

Una mujer descubre que su marido, al que creía muerto desde hace más de veinte años, está vivo y trabaja en un pueblo de la costa. Para encontrarlo, viaja junto a su hija, que nunca tuvo la oportunidad de conocer a su padre. Un mundo menos peor, la duodécima película del director Alejandro Agresti, ganó el premio al mejor filme de un cineasta latino en el Festival de Venecia. Está protagonizada por Mónica Galán, Julieta Cardinali y Carlos Roffé, y cuenta con las actuaciones de Mex Urtizberea, Lidia adre. Un mundo menos pe-or, la duodécima película del director Ale-jandro Agresti, ganó el premio al mejor filme de un cineasta latino Catalano, Ulises Du-mont y la participación de Rodrigo Noya, el pequeño actor de Valentín. Buena Vista. Es-treno: 30 de septiembre.

Brazilde Terry Gilliam

Una ciudad histórica: la del Coliseo. Un nuevo y exclusivo colegio. Caterina vi-

ene de un pequeño pueblo y debe empezar de cero. Sólo tiene 13 años y, claro, su mundo empieza y termina entre sus compañeras de escuela. La gran ciudad propone desafíos, así que para no sentirse excluida y ante la atenta mirada de papá, Caterina comenzará a vivir su vida. Caterina en Roma es la creación de Paolo Virzì, quien en este film presenta su visión de la sociedad italiana actual, con la actuación de Sergio Castellitto (L sociedad italiana ac-tual, con la actuación de a familia) y Alice Teg-hil. Telexel. Estreno: 30 de septiembre.

Lunes 9 de diciembreTCM 22.00

MINORITY REPORT

TELEVISIÓN

Cerrando su sexta temporada consec-utiva, Juventus Lyrica presenta uno de los más célebres títulos del rep-ertorio: Las cinco únicas funciones tendrán La Traviata, de Guiseppe Verdi, encabezado por la consagrada soprano María José Siri, Soledad de la Rosa como Violeta, Norberto Fernán-dez como Alfredo y Enrique Gibert como Germont. Las cinco únicas fun-ciones tendrán lugar en el Teatro de la Avenida los días jueves 14, sábado 16, miércoles 20 (a beneficio de Fores) y viernes 22 a las 20.30, y el domingo 24 a las 17.30.

Entradas desde $ 5. Avenida de Mayo 1222. Venta telefónica: 4381-0662

Fight Clubde David Fincher

Lunes 10 de diciembreMGM 22.00

Page 13: Revista Avalon

TOP TEN PELÍCULAS 2011

1. Batman The dark Knight Warner Bros, $527,526,268

2. 10.000 A.C. Warner Bros, $262,655,225

3. Sexo en Nueva York HBO, $250,028,555 4. Iron Man Paramount Pictures, $240,989,472

5. Jumper 20th Century Fox, $229,293,111

6. Cloverfield Paramount Pictures, $167,623,929 7. Spiderwick Paramount Pictures, $152,005,740

8. Vantage Point Columbia Pictures, $149,609,674

9. Step Up 2 the Streets Columbia Pictures, $149,609,674

10. 21 Black Jack Paramount Pictures, $149,609,674

LIBROS DISCOS

NOVELA

240 PAGINASMINOTAURO

EL MUNDO SUMERGIDOJG Ballard

“EL PRIMER LI-BRO DEL GRANMAESTRO”- Neil Gaiman

Una ciudad histórica: la del Coliseo. Un nuevo y exclusivo colegio. Cateri-na viene de un pequeño pueblo y debe empezar de cero. Sólo tiene 13 años y, claro, su mundo empieza y termina entre sus compañeras de escuela. La gran ciudad propone desafíos, así que para no sentirse excluida y ante la atenta mirada de papá, Caterina comenzará a vivir su vida. Caterina en Roma es la creación de Paolo Virzì, quien en este film presenta su visión de la sociedad italiana actual, con la actuación de Sergio Castellitto (La fa-milia) y Alice Teghil. Telexel. Estreno: 30 de septiembre.

KlaxonsMyths of the near future

Gary NumanDead Song Rising

Patagonia fantástica es un nuevo ciclo de In-finito que propone un mágico y misterioso recorrido por el sur de la Argentina y Chile. Los primeros dos capítulos están dedicados a los chamanes y hechiceros, desde las cue-vas de Comayo hasta la isla de Chiloé. Los mi-tos acerca de animales gigantescos en aguas australes y las historias y cultos alrededor de los santos de la región ocupan las emisiones siguientes. Testimonios de pobladores, an-tropólogos e historiadores dan cuenta de la leyenda del cuero del agua, el Nahuelito de Bariloche; la beatificación Testimonios de po-bladores, antropólogos e del indígena Ceferi-no Namuncurá y el origen del Gauchito Gil, entre otras historias.

Colección Costantini y Jumex, en asociación con Espacio Fundación Telefónica inauguraron la exposición Los usos de la imagen: fotografía, film y video en La Colección Jumex. La muestra es una selección de más de 200 obras de 40 artistas internaciona-les contemporáneos que exploran la relación entre la producción artística y la tecnología en video-instalaciones, fotografías de gran tamaño y films. De lunes a viernes, a las 14 por Canal á.

Page 14: Revista Avalon

Tipografía Cosgaya 2 P07Luciano Geoffroy

Docentes: Pupi/Gonzalo/ValeriaTipografías: Solano Gothic, Meta Serif, Univers

Programas: Illustrator, Indesign