revista cascarita nº 5

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Blanca Montes Un homenaje a las abuelas de mi infancia Amador y Faustina Jesús Virto Sanz Recuerdos de chico y de chaval II nº 5 septiembre - diciembre 2012 En primera persona Nuestra Gente Nuestra Gente Recordando a Silvina Merche Fiestas de Magaña agosto, 2012 Leyendas venerables, “Los ciudadanos de Magaña” Benvenuto CELLINI Revista de la A.C.R. Amigos de la Villa de Magaña Cascarita

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Revista de la Asociación de Amigos de la Villa de Magaña; otoño 2012.

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Page 1: Revista Cascarita Nº 5

Blanca MontesUn homenaje a las abuelas de mi infancia

Amador y FaustinaJesús Virto SanzRecuerdos de chico y de chaval II

nº 5

sep

tiem

bre

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icie

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012

En primera persona Nuestra Gente Nuestra Gente

Recordando a SilvinaMerche

Fiestas de Magañaagosto, 2012

Leyendas venerables, “Los ciudadanos de Magaña”Benvenuto CELLINI

Revista de la A.C.R. Amigos de la Villa de Magaña

Cascarita

Page 2: Revista Cascarita Nº 5

directorJosé Pascual Herrero.diseño y MaquetaciónJavi duro Jiménez.colaboradoresJesús Virto, Merche, amador y Faustina, blanca Montes, Ángel casas (poemas), Pepe Pascual, Javi duro (“¿Sabías qué...?”, Leyenda Magaña-Cellini).FotosMaribel Zamora (“jóvenes-vaquilla”), Hermene, Familia tello, blanca Montes, Jesús Virto, Merche, José Pascual, Javi duro (“calderete”).

redacción

nº 5 Septiembre - Diciembre

la “pertinaz sequía” ha causado que el estiaje del río Montes dure ya más de un año, con la excepción del lluvioso abril. sería hermoso ver discurrir el agua por ese cauce ahora remodelado y entre esas riberas adecentadas. la larga “seca” ha retirado el agua

también del alhama como nunca antes. no son estos los tiempos pasados en que los magañeses pedían al sacer-dote de san Martín que sacase la Virgen de Monasterios en rogativa para que les concediese el don del agua en años de “seca” o el de su cese en los de gran remojada. ¿cuán-tas fuentes de las más de cuarenta cuyos nombres e hilos de agua recuerda Justino de sus largos años de pastoreo fluyen ahora? La pertinaz sequía…

no hubo sequía en nuestra asociación. con los miem-bros de la Junta aportando especial esfuerzo, llevó adelante su primera semana cultural con notable acogida en algunas de las actividades y motivos de reflexión en otras. No hubo demanda para la excursión a los torreones. dudamos si or-

ganizar o no excursión en bus el año próximo.la encuesta presentada a los asociados no recibió la respuesta deseada. cierto es que

los ciento noventa socios dan pie para el regocijo pero siempre se espera que el mismo se redondee con la participación, de abajo arriba. y así como a cascarita llegan nu-merosas aportaciones, desde la Junta creíamos que una consulta nos daría claves para plantear actividades. deseamos que esta inicial “seca” se transforme pronto en copiosa afluencia de críticas, sugerencias, propuestas y soluciones que nos ayuden a conducir la asociación.

Por el momento, tras un año y cinco meses de vida, podemos congratularnos de que casi doscientos socios estén dándonos su respaldo. nuestra bienvenida a los nuevos so-cios. y también a elena Heras y Javi duro que se han decidido a compartir desde dentro las tareas de la Junta directiva.

Un saludo, el presidente

“No hubo sequía en nuestra Asociación”

bienVenido a cascaritacasi doscientos socios

Si quieres colaborar en la revista envíanos un correo a

[email protected]

Page 3: Revista Cascarita Nº 5

http://www.amigosdemagaña.es

artículo publicado en el Heraldo de soria el 18 de

junio ►

Primero de los muchos carte-les de fiestas que hizo Juan carras-cosa◄

Proximas actividades de la asociación

Puente de todos los santosSÁBADO, 03 De NOVIeMBRe:

senderisMo. ruta de La trashuMancia: VaLdegeña-Magaña

► lugar de salida> 09:30 h en Magaña, plaza de b. Herrero. ► desplazamiento a Valdegeña: con coches desde Magaña, al ter-

minar se volverá con otros a recogerlos.► lugar de comenzar a andar: Valdegeña a las 10:00 h.► itinerario: Valdegeña, cruce carretera trébajo-almajano, Mingarrana, alto

de la dehesa (máx cuota de nivel), fuente Pedro Martínez, alto de la cuesta, puente de san Juan, Magaña (plaza).► duración: 4 - 5 horas.► Dificultad: Sencilla, poco desnivel.► se necesitará volver a buscar los coches que se queden en Valdegeña.

se organizará en Magaña según los que estemos.

Recuerdas ...??

asaMblea General de sociosDOMINgO, 19 De AgOSTO:

► con la asistencia de más de cuarenta socios y varios más re-presentados se celebró nuestra asam-blea. la información escrita enviada a todos los asociados permitió agilizar el ritmo de la misma al ir tratando los puntos propuestos.

Faltó respuesta a la encuesta remi-tida y ello no facilitó la previsión de ac-tividades con las propuestas emana-das de la masa social, como hubiera sido deseable. es cierto que no se ex-pusieron críticas adversas a la gestión de la Junta y sí favorables por comple-to. también es cierto que los asocia-dos deben marcar el rumbo a seguir. Por ello la Junta directiva propondrá las actividades según el criterio de sus miembros pero procurará conocer

las inquietudes de todos. no faltarán los juegos tradicionales, la gastrono-mía, las rutas senderistas y en bici, las jornadas de puertas abiertas, las representaciones teatrales, el Judas, la investigación de nuestro patrimonio, etc. los gastos que, para una finalidad concreta, superen el importe de mil euros tendrán que ser aprobados en asamblea General.

con el acceso a la Junta, como vo-cales, de elena Heras y Javi duro, la misma queda constituida del siguien-te modo: Presidencia: José Pascual; Vicepresidencia: rosa Zamora; se-cretaría: Maribel argudo; tesorería: Maribel Zamora; Vocalías: eduardo apastegui, inma Martínez, Joaquín tello, elena Heras y Javi duro.

sorteo de JaMón y lote

DOMINgO, 19 De AgOSTO: ► sorteo del jamón: favoreció

a Mariví Zamora Pascual con el nº 1322. Pre-viamente se había extraído el nº 0725 que no había sido vendido.

los lotes de productos sorianos fue-ron para candy Heras Jiménez y Javi duro Jiménez.

MAtRiMoNioS ► Rubén, hijo de Pili Zamora.► Diego, hijo de Raúl Heras.

► Ignacio, nieto de Anuncia Gómez.

NACiMiENtoS► Alba, hija de Rebeca y nieta de Raúl Heras.

► Maia, nieta de Alejandro Gómez.► Ixeia Ascaso Romero, nieta de Nuri.

fAllECiMiENtoS ► Fernando Marín Herrero, a los 71 años en Bolivia.

NotICIAS

Cascarita 3

Page 4: Revista Cascarita Nº 5

Jesús Virto sanZ

recuerdos de cHico y de cHaVal, Parte ii

TOCAN A MISA

Durante un tiempo fui mona-guillo. una de las cosas que

más me gustaba de esta tarea, era llenar la vinajera. la llenaba hasta arriba para que sobrase algo de vino y así, después de la misa, nos lo bebíamos en la sacristía. tam-bién me encantaba preparar las “formas” para la comunión. eran unas obleas rectangulares que con una pequeña maquinita, que llamá-bamos “mataconejos”, se cortaban de forma redondeada. a la hora de hacer estas formas las separá-bamos bastante para luego poder comer los restos. si te veía el cura hacerlas tan separadas, la bronca estaba asegurada. lo normal era que fuésemos dos monaguillos en misa, pero en las fiestas mayores y en las procesiones llegábamos a ser hasta cinco o seis.

Me encantaba tocar la campani-lla en la consagración y hacer girar el incensario. en las procesiones llevábamos los estandartes y una cruz. además de las procesiones a la ermita, existían las que se hacían en el mes de octubre por el pueblo. eran tiempos en los que la mayoría de la gente asistía, tanto a la misa como a las procesiones.

recuerdo cómo nos distribuía-mos en la iglesia: el maestro con los niños, la maestra con las niñas.

evidentemente estába-mos en el más absoluto de los silencios para evi-tar algún que otro cache-te o bofetón. estábamos en dos bancos perpendi-

culares al altar. a continuación, ya en bancos paralelos al altar pero sin respaldo, los chicos mayores a un lado, las chicas en el otro. Más atrás se ponían las mujeres en ban-cos con respaldo o en reclinatorios, y siempre se ponían en el mismo sitio. normalmente estaban al lado de la tumba en la que habría alguno de sus antepasados o cerca del al-tar en el que estaba el santo al que tenían devoción. Mi madre se ponía al lado del altar de san roque. los padres se ponían al fondo, debajo del coro, donde estaban los mozos.

de más mayorcito me gustaba voltear las campanas. Entonces no veíamos el peligro que eso aca-rreaba, y ahora pienso que cómo es posible que nunca hubiése-mos salido volando o heridos. a lo sumo, alguna vez recibimos algún golpe, pero sólo pequeño, cuando intentábamos darle más fuerte a la campana.

con relación a las campanas, había distintos toques: “a misa”, “a fuego” (que significaba que ha-bía un fuego) y “a muerto” (cuando alguien había fallecido). cuando tocaban “a muerto”, a mí se me ponía la carne de gallina porque había que ir con el cura a rezar el rosario a casa del difunto. yo, como era monaguillo, solía acompañar al cura cuando daba la comunión

y la extremaunción a las personas que estaban muy enfermas, pero a pesar de ya estar acostumbrado a presenciar esto, siempre me resultó duro y desagradable, y nunca de-jaba de estremecerme al escuchar ese toque a muerto.

y llegó el verANO

la época del año más divertida para los niños era la del verano. lo que más me gustaba era la siega, la trilla, aventar, trasladar la paja a los pajares y llevar el trigo a casa en talegas. Íbamos con mi madre a la hora del almuerzo al campo. yo era el más canijo de los hermanos; ellos son ocho y cinco años mayo-res que yo respectivamente, por lo que me culpaban a mí de casi todos las “trastadas”. Mi madre iba mon-tada en el macho, a veces también yo. lo que más nos gustaba era ir por los ribazos, tanto a la ida como a la vuelta, para memorizar dónde estaban los nidos en los zarzales. Éramos unos linces para eso. a base de observar, descubríamos todos y los visitábamos hasta que podíamos coger los pajarillos. dá-bamos mil vueltas de aquí para allá hasta que llegábamos a la pieza. el árbol gordo de la dehesa era nues-tro lugar preferido, en el que siem-pre había algún nido.

En el pueblo, los vecinos se ayudaban unos a otros en mu-chas tareas. no me puedo olvidar por ejemplo de las veces que mi madre iba a las casas a poner in-yecciones a los enfermos, fuese de día o de noche, hiciese buen o mal

“Cuando tocaban “a muerto”, a mí se me ponía la carne de gallina porque había que ir con el cura a rezar el rosa-rio a casa del difunto”

... Tras con-tarnos cómo

era la vida en el campo, la escuela o al calor del

hogar, Jesús continúa con

sus recuerdos ...

EN pRIMERA pERSoNA

Cascarita4

Page 5: Revista Cascarita Nº 5

Fo

tiempo. también era muy frecuente la constante ayuda en los trabajos de la siega y de la trilla. y cualquier ayuda en general, por ejemplo, mi padre solía matar a los cerdos de varias familias.

las tareas diarias de mi madre consistían, además de las habi-tuales de la casa, en cuidar de los animales: cerdos, gallinas, cabras. también colaboraba con mi padre en atender a las ovejas durante el invierno, pues venían a dormir al pueblo (a las majadas) y había que sobrealimentarlas porque tenían corderitos. además de eso, en ve-rano ella iba a la siega, a la hora del almuerzo. estaba todo el día se-gando hasta la merienda. después volvía a casa para continuar con las tareas del hogar y atender a los ani-males. en esto también colaborába-mos los hijos, aunque es cierto que mis hermanos un poquito más que yo, especialmente en lo referente a

la limpieza de las cortes y al acarreo de la paja.

Mi padre construía una especie de cueva con los fajos. allí guar-dábamos el resto de la comida, el agua y el vino para que todo estu-viera fresquito. también ha-cía otra pequeña cabaña para mantenernos a la sombra, en caso de que no hubiese algu-na buena carrasca o algún otro árbol. y así pasaban mis pa-dres esos días de ve-rano, dale que te pego con la hoz, al igual que mis hermanos. yo iba de-trás espigando, así ellos podían ir más rápido sin preocuparse de las espigas que caían al suelo. todas las tardes llevábamos a casa una talega para darles de comer a las gallinas. también ayudábamos a re-coger las manadas para atarlas en

fajos. la comida era, para mí, mejor que la de cualquier restaurante de hoy, por lo menos mucho más natu-ral: ensaladas de nuestro huerto de la alberca, patatas cocidas con cho-rizo, arroz con bacalao… y como

postre siempre alguna fruta, también de casa. después,

una buena siesta y lue-go a ayudar de nuevo hasta la hora de la merienda. ¡qué rico el chorizo, el lomo y el jamón! y no me extraña, porque a

aquellos cerdos que matábamos para casa

no les faltaban bellotas en su dieta. Pero vaya, que

ellos disfrutarían comiéndolas, en cambio yo me congelaba de frío cuando las recogía en diciembre.

en otro número seguiré contando anécdotas.... █

murió en Barcelona el 20 de aBril del año 2012, se llamaBa silvina, mu-chos la recordaréis: era mi madre.

naciste en un pueblo castellano situado en-tre montañas y en medio de un valle por el que pasan dos ríos de poco caudal, y con un gran cas-tillo presidiéndolo todo. siempre estuviste orgullo-sa de tu pueblo, MaGaña, calles empedradas por donde correteabas de pequeña y donde jugaste a todos esos juegos que siempre nos contabas (las tabas, las cuerdas, la tanguilla y muchos más).

creciste en una gran familia y sin darte apenas cuenta y trabajando duro viste cómo tus hermanos se marchaban del pueblo en busca de una mejor vida y tú seguías allí ayudando a los

recordando a silVina

abuelos y cosiendo para todo el pueblo. Has sido un alma generosa desde siempre, callada y trabajadora como nadie, y una buena persona.

te casaste con luis, un buen hombre, y muy guapo según me han contado; y tuviste unos años buenos pero no muchos, la salud de papá hizo que tuvieras que espabilarte, además ya teníais una niña de 3 años (yo) y había que hacer de tripas corazón y tomar decisiones. sé que fue muy duro dejarme en casa de tus tíos de novallas y marcharte del pueblo para operar al papá pero nunca te quejaste y con esfuerzo y ganas saliste adelante, siempre fuiste el pilar que lo sostiene todo.

a los pocos años aumentó la familia, nació ana; tú seguías traba-jando y cuidándonos a todos y al cabo de pocos años llegó el momento de emigrar y con ganas de mejorar nos trasladamos a otra ciudad, tú siempre al pie del cañón apoyando a tu marido. al poco tiempo surgió la ocasión de trasladarnos a barcelona donde estaba toda tu familia, inclu-so los abuelos, y a pesar de que fueron también años duros fuiste muy feliz estando todos juntos. te ayudaron y te apoyaron mucho, nosotras seguíamos creciendo y tú tan contenta pero el papá tenía una salud precaria y tú ,como siempre, tirando del carro y haciendo maravillas para poder darnos una buena educación y una buena vida, seguiste trabajan-do duro y dándonos cariño hasta que papá murió, hace ya muchos años.

ya había nacido daniel y fuiste una abuela ejemplar, nunca has de-jado de pelear por salir adelante apoyando y ayudando a todo el mundo, siempre he admirado tu dedicación y entrega a los demás y lo poco que pedías para ti; has tenido una vida muy rica en ese sentido, has sido un ejemplo para nosotras que siempre te hemos querido y admirado y que seguimos haciéndolo.

tus hijas, tus yernos y tu nieto estamos muy orgullosos de ti y sé que siempre estarás con nosotros.

Hasta siempreMERCHE

“en el ve-rano, durante la

siega, para mí el al-muerzo era sensacio-nal: migas con uva,

tortilla y un poco de lomo.

foto

de

silv

ina

Cascarita 5

Page 6: Revista Cascarita Nº 5

◄ Familina de silvina y el tío chalón, en la trilla

¿Qué es lo que tiene Magaña? ¿Por qué esa atracción extraña que sin quererlo cautiva?...

Algo tiene – no sé qué- que enamora a quien lo ve, algo que retiene viva en el alma la impresión de sus soledades tensas, sus perspectivas inmensas, la emoción de su paisaje agresivo y el verdor alegre, vivo, de ribazos y alamedas; o la paz de esas veredasdel aprisco abriendo trocha en el risco, o esa luz de atardeceres que dora los alcaceres, tiñe de púrpura el cielo, alarga sombras de plomo sobre el suelo y dibuja en el asomo a contraluz, recortando su silueta, la figura recoleta de una ermita y una cruz…

¡Que ningún pintor presuma de ser capaz de lograr -ni tan siquiera imitar- su color indefinible!...

Ni es posible para la más fácil pluma describir discretamente esta tierra diferente, ni su bruma, ni el color de las estepas en flor

o sus praderas en mayo, ni el arrogante Moncayo que a los cielos desafía, ni su luz de mediodía o esa paz agreste y cruda, esa quietud infinita que a la soledad invita, mente y campo en charla muda.

Ni hay músico que repita esas notas magistrales del cántico del Alhama, el rumor de los trigales, la melodía del viento arrancando a la retama su lamento, o sus ecos desiguales en las piedras ancestrales de la alta torre vacía y en el viejo lucernario del anciano campanario…

¡Qué hermosa esa sinfonía del campo, al final del día, cuando el campo dice adiós!

¿Y puede haber todavía alguien que no crea en Dios? …

Quien así piense se engaña… O lo piensa porque sí o nunca ha visto Magaña…

¡Solo Dios hace algo así!...

Desde Segovia, en recuerdo de Magaña. Noviembre, 1993

HECHiZo Luciano Municio¡QUÉ tRiStE ES llEGAR A ViEJo¡

Ángel Casas, de Villarraso

Qué triste es llegar a viejo!Sale pelo en las orejas,pelos largos en las cejas,sale pelo en las narices,almorranas y varices.Pasa lo más inaudito, no encuentras, al mear, el pito.Para mayor desventurase te cae la dentadura, arrastras las alpargatas, se te forman cataratasy se te arruga el pellejo.¡Qué triste es llegar a viejo!Sin saber de medicinase dice con evidenciaque la retención de orinaes una grave dolencia.Había uno que padecíaesta horrible enfermedady su mujer le exhortabaa tener conformidad.-“Acuérdate, le decía, cuanto el santo Job pasaba”-.Y el marido respondía: -Sí pasó, pero meaba-

PoEMAS DE AYER

Sigue el agua su caminoy al pasar por la arboledamueve incesante la ruedadel solitario molino.Cantan alegres los molinerosllevando el trigo de los graneros;trémula el agua, lenta camina,rueda la rueda, brota la harina.Y allá en el fondo del caseríoal par del hombre trabaja el río.La campesina su tareacesa con el sol ponientey la luna solamente guarda la paz de la aldea.

(se leía en cartillas, librillos escolares)

EN VERSo

Cascarita6

Page 7: Revista Cascarita Nº 5

¿Sabías que ..?

► El 22 de octubre de 1476, se redactó una provisión de Isabel la Católica, por la cual se ordenaba que no se entregase la villa de La Coruña a Rodrigo Al-fonso Pimentel, conde-duque de Benavente, hasta que el comendador de Bamba (sin determinar) no entregara la villa de Magaña a dicho conde. [Archivo de los Duques de Osuna, Ducado de Benavente].

► En 1515, el concejo de Magaña acusó a los vecinos de Yanguas de variar el amojamiento de los términos de Solana y Ca-beza, y dificultarles su derecho al aprovechamiento de dichas tie-rras, vareando la bellota, cortando leña y llevando a sus ganados. Así quedó de manifiesto en el pleito abierto en San Pedro Manri-que, por el escribano Francisco Hernández.

También se menciona una probanza sobre la ejecución de una pintura de los términos objetos del pleito, cuyo pintor es Pedro de Miranda. El pleito no se ha encontrado. [Archivo de la Real Chancillería de Valla-dolid]

► En 1928 comenzó a funcionar la primera línea de automóvil Soria - Magaña. El primer servicio (con anuncio en prensa el 10 de marzo de 1928) comprendía los días lunes, martes, jueves y sábados, salida de Magaña a las siete y media de la mañana, y con salida de Soria los lunes y jueves a las cuatro de la tarde. La línea fue anunciada en el Boletín Oficial de Soria del 15 de junio de 1927. El recorrido pasaba por Velilla, Ventosilla, Renieblas, Almajano, La Losilla, Povar y Villarraso.

“Dicen los eruditos que Magaña fué, a principios del siglo pasado, lugar de

gran importancia en los dominios del Marquesa-do del Vadillo á quien diz que pagaban el porte del feudo, á principios del otoño y al final del invierno, creyéndose por muchos que tal costumbre fué institui-da para demostrar, en la tasa feudal de Marzo, que todos los favores recibidos eran humildemente paga-dos con aquél cargo y en la de Septiembre, que todos los trabajos y beneficios del verano y de la primavera bien merecían una demostración de gratitud.

¿Es eso cierto? Mas de una vez me ha tentado el deseo de hacer un minucioso relato de las cosas raras que de Magaña se dicen, pero, yo no dejo de afirmar la posibilidad de que Magaña tuviera, en otros tiem-pos, un explendor y una importancia que hoy no tiene. Acaso sea forzoso que lo que antes fuera bazar de mu-nificencia sea ahora plantel de derruidas glorias, como lo que hoy es tribuna de tapi-ces ornamentosos sea, andando el tiempo, muestrario de trapos mal tejidos, que tan rara y extraña es la acción de los días que nada puede fiarse de estas sentencias que firma una castellano de vieja historia.

Pero, verá el curioso lector que me siga en estas venerables conversaciones, qué linda y qué hermosa es la historia que se dice del castillo de La Solana, sito en el barrio de su nombre. no es historia de disquisiciones pueriles siempre dadas a obligar perder el tiempo, sin querer perderlo, ó sin darse cuenta de perderlo.

Vivía en La Solana un pastor llamado Juan Diez Calvo que tenía una bella mujer que llevaba por nom-bre Rosa Ruiz y, para que su felicidad fuera comple-ta, los pastores de La Solana tenían una hija que no me han dicho como se llamaba, pero que debía tener por nombre Pura, si nó por su fe bautismal por su vida de zagala honrada.

Al declinar la tarde, Pura, llamémosla así, ya que ignoramos su nombre, iba al Convento de los Monas-terios, aunque le pillaba un buen camino, á rezar por ella y por sus padres. Y siempre, sobre las piedras de un Convento que fué, rezaba Pura con unción de santa ...

unos brutos pastores que sabían de los viajeci-tos de Pura, quisieron un día asustarla y lo consi-guieron valiéndose de toda clase de medios malos. Pura, desde entonces, dejó de ir al Convento de los Monasterios por miedo á los pastores brutos, pero no dejó de rezar, porque, todas las tardes, cuando el sol agonizaba, Pura llevaba sus ojos al lugar del Monas-terio y movía sus labios, siete veces, para rezar otras tantas salves.

Los ciudadanos de Magaña se enteraron de la cohibición de Pura, y reunidos por órden del Alcal-de Mayor del Marquesado del Vadillo, expulsaron

del pueblo, á cien leguas á la redonda, á los pastores brutos que asustaban á Pura, cuando esta iba á rezar.

Hasta aquí la historia, como á mi me la contó un viejo que la oyó referir, hace ya muchos años, á un caminante que hacía noche en Villarrraso. Ya habréis visto qué hermosa idea de la democracia tenían hace más de cien años los honra-dos ciudadanos de Magaña. No habrían

estudiado grandes libros, pero tenían un libro mas hermoso que todos los que dicen de libertades.

Los ciudadanos de Magaña, del partido judicial de Agreda, expulsaban á cien leguas á la redonda, á quien no sabía respetar la fé de una creyente.

DEDICADO: a mi querido amigo el joven ciudadano de Magaña Antonio Ruiz salcedo.

Benvenuto CELLINI”

Artículo publicado el 9 de diciembre de 1911 en “Tierra Soriana”, bajo el título de “LEYENDAS VENERABLES, LOS CIUDADANOS DE MAGAÑA” donde se narra una antigua leyenda magañesa.

Firma el artículo Benvenuto CELLINI.

Cascarita 7

Page 8: Revista Cascarita Nº 5

1er

Concurso fotográfico Villa de Magaña, fotos antiguas hasta 1980

1er premio: Maribel Zamora2º premio: Hermene3er premio: Joaquín Tello

Page 9: Revista Cascarita Nº 5

Fecha: semana del 16 al 22 de agosto de 2012.

actividades:

• exposición fotografía antigua de Magaña.

• Gastronomía: sopas de ajo, mostillo.

• concurso de dibujo infantil.

• senderismo: na-cimiento del río alhama.

• Marcha cicloturista.

• Puertas abiertas: ermita de barruso, Puentes de Magaña.

Gastronomía

Maribel Zamora nos ob-sequió con ricas sopas de ajo, mostillo y rosquillos

que saborearon muchos asisten-tes. y atendió a los ciclistas to-doterreno con sabrosas migas. ¡Gracias, Maribel!

Senderismo

cinco jóvenes siguieron el camino aguas arriba en busca de las fuentes del alhama. y

apenas vieron agua: la pertinaz se-quía… Eduardo, Sara, José, Manolo y Javi comprobaron que el río está seco hasta en Monasterios … pero andu-vieron a gusto.

Ciclismo

dos valientes, Manolo y Je-sús se animaron a coger las bicicletas por los caminos du-

ros de Magaña. Fue una prueba para algo que sin duda madurará.

NO realizamos Juegos Tradiciona-les ni la excursión a Los Torreones.

teatro-Espectáculo de Juan Catalina

durante más de una hora “el tío catalina” entretuvo a bastantes niños y algunos mayo-res con sus cuentos, sus instrumentos mu-sicales, sus gestos y su voz, esa magnífica garganta de múltiples registros que en bas-tantes números recabó el protagonismo de los niños espectadores ▼

1ªSemana cultural, agosto 2012

ACtIVIDADES

Cascarita 9

Page 10: Revista Cascarita Nº 5

Concurso de Dibujo infantil

Categoría de 3 a 6 años

Felicitamos a todos los participantes.Ganadores:

► 1er premio: “Jardín”, de alba Fernández duro, de 6 años.

► 2º premio: “Fuente del barrio de abajo”, de naroa leonor, de 6 años.

► 3er premio: “río alhama”, de sofía Pérez, de 6 años.

¡Felicidades, ganadoras!

Cascarita10

Page 11: Revista Cascarita Nº 5

Concurso de Dibujo infantilCategoría de 7 a 11 años

Felicitamos a todos los participantes.Ganadores:► 1er premio: “Amaneciendo en los

campos de Magaña”, de Raúl Oliván Rodríguez, de 8 años.

► 2º premio: “La fuente del Barrio de abajo”, de Marta Sanz, de 7 años.

No hubo 3er premioCongratulations!

Fuera por la hora, de previsible y cumplido calor, fuese por otras causas, el recorrido solo fue se-

guido por siete entusiastas de la asociación, que nunca faltan a las citas. descripciones, datos técnicos, hipó-tesis, todo cabía sobre los empedrados de san Juan o del viejo puente de barruso. las nueces que no se podían exportar por falta de caminos adecuados –tal escribía Manuel blas-co en 1880-. las au-toridades provinciales que había que recibir en trévago con caballe-rías… A partir de 1930 empezaron a hacerse las carreteras. y sus puen-tes. nombres propios de obreros en nóminas de un contratista, bom-bas de agua, barrenos y vagonetas, cimbras, terraplenes, desmontes, proyectos de desvío “pro-visional”, demolición… ausencia… memoria de un hermoso puente.

¡Gracias, amigos¡ █

Pasaron por la ermita varios grupos de magañeses y familiares que

quizá repararon en detalles que siempre habían visto pero que suelen pasar des-apercibidos. Pepe trató de transmitirles informaciones recibidas de quien sabe más y otras procedentes de su propia búsqueda. y recibió valiosas aportacio-nes de personas que sabían muchas cosas. así que todos, creo, aprendimos algo. ya hubo peticiones de que algo parecido se haga en próximos años con otros temas. en esencia, la información recibida de don alfonso, el sacerdote, describía las pinturas mura-les de la ermita como la representación teatral, cortinas incluidas, de la materni-dad virginal de María según el sueño de Jesé de cuyas entrañas salían los reyes de la genealogía de Jesús. no faltan en la escena el Padre, el Hijo, la eucaristía –simbolizada por el pelícano- los padres de la Virgen, la huida a egipto, el ángel de la guarda o san Miguel venciendo al demonio o las ramas del árbol. las pin-turas murales aparecen en el presbiterio tapadas en parte por el retablo, que sería posterior. █

Puertas abiertas de Barruso Recorrido cultural por los puentes de Magaña

1ªSemana cultural, agosto 2012

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Page 12: Revista Cascarita Nº 5

Pascua de Pentecostés

ruta nacimiento rio alhama

siete madrugadores se dispusieron a recorrer el camino, si bien el más veterano se uniría al grupo pasado Monasterios. disfrutaron de una suave mañana y un camino

teñido de verdes, desde los encinares y romerales de las laderas de los montes hasta la fronda impenetrable de las riberas. Maribel, Mariela, sagrario, Fernando, José luis, Miguel y Pepe pudieron ver ruinas de antiguos molinos, carteles indicadores de flora y fauna o de antiguas ocupaciones como la del carbonero. la última subida hasta el vallado abalconado que da vista a la fuente bajo el peñasco fue dura. Pero el llamado y señalizado nacimiento del Alhama compensa porque es un hermoso lugar que en el Mapa Topográfico Nacional (1-25000) se nombra como “Fuente de Martigüeñez”. (en tal mapa habría que buscar el nacimiento del alhama ligeramente más arriba, rebasados los castellares y la carretera en

dirección a suellacabras) tras la reposición de fuerzas y las fotos para la posteridad almas caritativas llegaron en coche y facilitaron a quien esto rela-ta el sudoroso regreso, ya en hora de tórrido calor. █

Fecha: Pascua de Pentecostés, sábado, 26 de mayo.

actividades:

ruta senderis-mo:

Magaña-nacimiento del rio alhama.

Participantes: . Maribel, Mariela, sagra-rio, Fernando, José luis, Miguel y Pepe.

ACtIVIDADES

Cascarita12

Page 13: Revista Cascarita Nº 5

Tabas y CoTosTabas y CoTosla tarde del domingo propició la recuperación durante un rato de ambos jue-

gos. Matilde aportó dos juegos de cotos –con dimensiones para adultos- y Martín-Hortensia las tabas. Personas ya veteranas, como candi, Maribel, Matilde, Pili y otras más jóvenes, como Hortensia, Mariela, nuri, Maribel, que probaron ambos juegos, nos ofrecieron imagen clara de que no es nada fácil la coordina-ción motórica a cierta edad, cuando tan fácil resultaba en edad infantil. Pero la perseverancia juega su papel y en poco rato los intentos daban fruto. en el coto la demostración de “oficio” la dieron José Luis, Fernando, Sagrario y demás jóvenes de modo que los espectadores recibimos una buena lección de cómo jugarlo. █

Fecha: Pascua de Pentecostés, domingo, 27 de mayo.

actividades: Juegos tradicio-nales:

tabas y coto.

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pero antes digamos que amador y Faustina han compartido su vida entre Magaña, barcelona y

soria. como tantos matrimonios, y no por buscar por-venir para unos hijos que no tuvieron, encaminaron su futuro en la emigración a barcelona. allí trabajaron y ahorraron para comprar algunos pisos, entre ellos en soria para disfrutar de las dulzuras que esta ciudad pro-porciona en el estío. y entre petanca y paseo por las calles y parques de soria amador tiene fuerzas para recorrer caminos y riberas y no volver de vacío pues siempre halla desde ciruelas a caracoles, desde palos de espino o zarza a cabezas de cigüeña. y así encuen-tras a Faustina, junto a la señora que los atiende en su vejez, preparando mermelada de ciruelas recién co-gidas o cocinando unos caracoles que amador rebus-có tras la tormenta y purgó en la cesta que guarda en su terraza junto a una jaula donde atesora un juguetón gazapillo que capturó en una de esas correrías que a diario protagoniza. Mientras Faustina aporta la cerveza y los salados o dulces para picotear, amador te mues-tra el cuadro recién pintado: no ofrece duda, el tema es Magaña y su castillo; o explica el último de sus bastones, que no es de palo de espino o pomo de nogal sino que esta vez es de fibra de vidrio, con el añadido en el pomo de una pieza de cerradura o un ojo de muñeca o una luz activada por el sistema eléctrico de un encende-dor. también guarda como tesoro un cuadro que su madre, Delfina, ejecutó ya en sus últimos años de vida.

nos dicen Faustina y la señora benita que nos sen-temos a tomar la cerveza y acompañamiento pero ama-

dor solo tiene tiempo para explicarme cómo él apañó la electricidad del piso con los conmutadores necesarios, o retocó parte de los muebles y puertas reduciendo su profundidad o forrando los laterales. eso sí, no se atre-vió con la fontanería. y, para mi asombro, evoca sus recuerdos de la seat con absoluta precisión, desde su puesto en la línea de montaje de los “seiscientos”, pasando por la sección de pintura –en la que los traba-jadores duraban pocas semanas por las alergias conse-cuentes: amador no se vio afectado por ellas y recurrió al salfumán para que los brazos mostrasen granos y el médico diese la baja-. este fue el camino que le permi-tió ir a “prensas” y torres de refrigeración, tareas de las que me recuerda explicaciones, que ya hace unos años comentaba, muy técnicas, a mi juicio, sobre atmósferas y kilos de presión del agua en las tuberías. tornillo sin fin que no para pues los detalles que expone son minu-ciosos.

toca despedirse tras dos horas y media de charla. y allí tienes unos regalos de sus cosechas: collares y

pendientes o pulseras de lo más variadas: semillas anchas y planas como platillos o similares a huesos de aceituna pero con ranuras, todo enlazado por piezas que adquiere en “los chinos”; una muñeca con vestido de piececitas de papel ple-gado; un bastón con palo de espi-no y pomo metálico.

Y al final, sin ser amigo de las “sociedades” decide formar parte de la nuestra. ¡bienvenido a

la asociación c. r. de amigos de la Villa de Magaña! ¡y ánimo para Faustina antes de que el tiempo diluya sus recuerdos! █

aMador y Faustina

RecueRdos de una infancia feliz: un homenaje a las abuelas

de mi infancia.

“Como tantos matrimonios, ... enca-minaron su futuro en la emigración a Barcelona”

“amador me indica que su abuelo José Zamora, gaitero que estuvo en la guerra de

cuba, era hermano de la madre del tio Hipólito y que esa fue la razón por la que también este y sus hijos “el Pitín” o “el tinda” se aficionaron al clarinete y al

tambor.

soria, 14 de agosto de 2012.

amador venía contándome muchas cosas ya desde hace muchos años. su privilegia-da memoria guarda como archivo de com-putadora los detalles más insospechados de cualquier tiempo de su vida.

Por José Pascual

NUEStRA gENtE

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Fui una niña con mucha

suerte, pues aun-que solo conocí a mi abuela materna, mi abuela Goya, hubo otras tres abuelas a las que también quise y considero como mis abuelas, la abuela Petra (Petrón), her-mana de mi abuela, la abuela brígida, mi vecina, y la abuela natalia, mi otra vecina a ellas dedico estas líneas en las que es-pero poder reflejar mi cariño y ternura hacia todas ellas…

Recuerdo con mis ojos de niña a mi abuela Goya, siempre vestida de oscuro con

varias sayas y su justillo y blusas ceñidas que le daban un aspecto erguido y elegante. en invierno, se cubría con una toquilla y, sobre todo ello, ponía un mantón cuando hacia mucho frío. en ese tiem-po poca gente tenía la suerte de tener abrigo.

Vivía sola en su casa, con sus gallinas, su cerdo, y sus cabras

artículos de los años 1926 y 1927 publicados en “el avisador numantino”, don-de se menciona el buen hacer de los dulzaineros Zamora de Magaña en las fiestas de Sarnago.◄ “...El alegre volteo de campanas y el disparo de los cohetes, juntamente con los alegres pasodo-bles, ejecutados habil-mente por los afamados dulzaineros de Magaña, señores Zamora, anunciaron al vecindario el

comienzo de los festejos, ...” “...los conciertos musicales han estado a cargo de los dulzaineros de Magaña, sres Magaña, que interpretaron con habilidad y maestría escogidas piezas de su variado repertorio, cosechando innumerables aplausos...” ►

RecueRdos de una infancia feliz: un homenaje a las abuelas

de mi infancia.

y, hasta bien mayor, murió con 87 años, la recuerdo yendo a su huerto de las Pozas y la alberca a recoger patatas o berzas para su cerdo al que criaba para matar en el invierno. transpor-taba su carga en un cesto de mimbre sobre su cabeza y parece que aún la veo por el estrecho sendero que transcurre entre peñascales por encima de su huerto. ahora pienso que debió de tener un Ángel de la Guarda muy trabajador que consiguió que no cayese por el precipicio.

conservo muchos recuerdos de ella. entre mis hermanos, nos turnábamos para ir a dormir a su casa ya que mi madre no quería que estuviese sola por las noches. esto no era algo que nos gustase mucho ya que todos preferíamos estar en casa dis-

Por blanca Montes

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frutando con las veladas y los juegos al amor del ho-gar; por eso, y porque a los mayores les tocaba ayu-dar en los trabajos de la casa y el campo, siempre éramos los más pequeños quienes íbamos a dormir a casa de la abuela.

era una mujer de cos-tumbres fijas y la hora de acostarse tenía sus ritos en la mesita de noche no tenía que faltar una jarrita con agua, el azucarero, una cuchara sopera, y, lo mas importante, un tubo de pastillas de caFe as-Pirina y ojo, no servía la simple asPirina, eso era Muy iMPortan-te. en más de una oca-sión me tocó después de ir a casa del médico don Jaime y darme este el tubo de aspirinas, volver a de-volvérselo diciéndole bien claro que mi abuela solo quería caFe asPirinas.

una vez acostada, des-pués de quitarse el delan-tal, falda, saya, enagua, re-fajo, blusa oscura, su blusa blanca, el justillo y demás avíos, se sentaba en la cama y procedía a la toma de su caFe asPirina. Para ello, primero, la disolvía en la cuchara sopera en la que había puesto azúcar y un poco de agua. esto lo realizó todos los días de su vida, al menos desde que yo recuerdo. no es extraño que su muerte la causase una hemorragia cerebral.

a la toma de su especial somnífero, le se-guían los rezos, empezando con el “con dios me acuesto, con dios me levanto, con la Virgen María y el espíritu santo; detente enemigo, no vengas conmigo, yo voy con dios, dios viene conmigo, Dios va delante, yo voy tras El…”, el resto ya no lo recuerdo. seguía la ora-ción al Ángel de la Guarda. después se-guían los Padrenuestros y avemarías a la Virgen Maria, a san José para que nos dé una buena muerte, a san Joaquín y santa ana, a santa bárbara para que nos libre de rayos y centellas, a las Ánimas del Purgatorio; por todos los parien-tes para que nos mantuviésemos en el camino recto y por todos y cada uno de los miembros de la familia fallecidos.

a veces yo me quedaba dormida en medio de las oracio-nes, y la abuela, dándome un codazo decía,: -niña, no te duermas-, y continuábamos con la oración.

durante el verano, mien-tras los padres y herma-nos mayores estaban en el campo, los pequeños que-dábamos al cuidado de la abuela. Por las tardes nos preparaba la merienda, en muchas ocasiones, una buena rebanada de pan de hogaza mojado con vino y azúcar que estaba buenísi-mo. yo le ayudaba a traer agua fresca de la fuente del reajo con un botijo. en una ocasión, mientras llenaba el botijo acompañada de mi gran amiga Maribel, caí a la fuente de cabeza. Maribel me ayudó a salir y volvimos a casa, yo empapada, llo-rando y con el botijo vacío y Maribel llorando del sus-to. Mi abuela, después de desnudarme, me metió en la cama para evitar que me resfriase, aunque más bien pienso ahora que debió de ser porque no tendría otra ropa que ponerme.

también ayudaba a dar-les de comer a las gallinas y, por las noches, íbamos

a buscar las cabras jóvenes que iban al campo con el cabrero por primera vez, y

así les ayudábamos a encontrar el camino a su majada. esto era algo que me gustaba mucho porque hacía buen tiempo, y nos juntábamos la gran mayoría de los niños del pueblo y podíamos jugar mientras esperábamos. luego, cada uno acompañaba a sus cabras hasta la casa.

cuando había tormenta, yo siempre tenía mie-do de los relámpagos y truenos, y la abuela

me tranquilizaba, poniendo las tenazas en la puerta de la casa en forma de cruz y re-zándole a santa bárbara, decía que así no pasaba nada, no sé si esto era eficaz o no, pero lo cierto es que no recuerdo que le cayese un rayo a nadie.

Era tiempo de jugar con las muñecas de trapo que nosotras mismas nos confeccioná-

bamos con trozos de trapo que cosíamos for-mando la cabeza, tronco y extremidades que re-

llenábamos de arena o paja. después cosíamos, con hilos de diferentes colores, la boca, y los ojos, y si quería-mos que fuese rubia, le hacíamos el pelo con lana de ove-ja blanca, o negra si queríamos que fuese morena. con trozos de tela que encontrábamos por la calle o que nos daban nuestras madres, les confeccionábamos preciosos vestidos, y así pasábamos las horas calurosas del verano, vistiendo y volviendo a vestir a nuestras preciosas muñe-cas. al terminar el verano, yo siempre guardaba mi muñeca

“...con dios me acuesto, con dios me levanto, con la virgen

maría y el espíritu santo; detente enemigo, no vengas conmigo, yo voy con dios, dios viene conmigo, dios

va delante, yo voy tras el…

▲ Miguel (el Miguelete), lorenza, teresa, Julián y José María. no habían nacido Miguelín, blanca ni Puri.

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en una cajita de cartón, en un hueco entre las maderas del somero de mi casa, y allí es-peraba hasta el año siguiente.

recuerdo las matanzas, ella siempre mataba un cerdo no muy grande, un marcil, e invitaba a los niños más pe-queños de la familia, arsenio, Juan José, arturo, estrella, Maribel, y lo que más recuer-do es el arroz con leche que acostumbraba a preparar de postre, y que a mí me sabía a gloria. también solía prepa-rar natillas, y mi hermano Mi-guelín, siempre a la hora del postre, les echaba un chorro de vino por encima, esperan-do que así los demás no qui-siéramos comerlas y pudiese comer él las de todos, cosa que por supuesto no colaba, ya que incluso con el vino es-taban buenísimas.

recuerdo una anécdota, como si los hechos hubiesen ocurrido ayer mismo, supongo que por el miedo que pasé en aquella ocasión. ocurrió du-rante las vacaciones de na-vidad, por aquel entonces yo estaba estudiando en logroño. en casa, solo estaban mi madre, mi hermano Julián, recién licenciado de la mili, y mi hermana Puri que dormía con la abuela; el resto de la familia estaban en aguilar de la Frontera - córdoba -, mi padre, el Miguelete, y mis hermanos José María y Migue-lín, trabajando en un molino de aceite de unos parientes, al que acudían cada invierno, y mi hermana teresa estaba trabajando. en barcelona, ocurrió sobre las tres de la mañana cuando Puri llegó a casa llorando y diciendo que la abuela no estaba en casa. se había despertado y no estaba en la cama y tras llamarla con insistencia y no obtener respuesta, se levantó, miró por toda la casa y por el corral sin encontrar rastro de la abuela. ella contaba después que hasta las gallinas la miraban extrañadas desde el gallinero como preguntándose qué es lo que pasaba que las despertaban tan de ma-drugada. ni que decir tiene que, a pesar de la hora, todos nos levantamos inmediatamente y, con un farol y en medio de una noche helado-ra, salimos en busca de la abuela, pensando qué le podía haber pasado para salir de casa a esas horas y con ese frío. al bajar por el callejón del Vallejo y llegar al puente, a Julián le pareció ver un bulto negro bajando por la cuesta y, en efecto, el bulto negro era la abuela. Mi madre estaba muy enfadada por el susto que nos había dado y le pidió explicaciones que nos aclarase el porqué había salido de casa a esas horas y dónde había ido, y la abuela habló,

y nos contó que el día anterior había prepara-do un paquete con pro-ductos de la matanza para mi tía eladia, y lo había llevado al cartero que entonces era la tía lucila. estando acos-tada, empezó a dudar si había puesto bien la dirección, y decidió levantarse temprano e ir a casa de su sobrina antes de que saliese el coche de línea y, con él, el paquete, para cer-ciorarse de si la direc-ción estaba bien. Pero como entonces los re-lojes y despertadores no estaban al alcance de todos, se guió por su intuición sin pensar que los minutos se le habían hecho horas, y cuando ya creía que eran las siete de la ma-ñana, se echó el man-tón por encima y se

fue a despertar a la tía lucila sin darse cuenta de la hora que era has-ta que su sobrina se lo dijo, quien por otra parte

ya se había percatado del error en la dirección y lo había corregido.

la otra abuela a la que recuerdo con mucho cariño es la abuela Petra (Petrón). era hermana de mi abuela. recuerdo su pelo blanco y brillante, su gracia y su buen humor, siempre estaba contenta, y le encantaban los ni-

ños. su casa es la que ahora pertenece a la Fe-lisa y sandalio. Vivía allí con su marido el

tío laureano y muy a menudo les acom-pañaba alguno de los nietos que vivían en Ágreda, Pilarín, Marianito, Miguelito. todos los días por la mañana, las dos hermanas, se peinaban una a la otra sus cabellos largos, que recogían en una o dos trenzas con las que hacían un moño en la nuca. solo recuerdo en

escasas ocasiones lavarse el pelo, lo que sí recuerdo es que, de vez en cuan-

do, se lo mojaban con vinagre, no olía muy bien, pero el pelo se quedaba muy sedoso.

Mientras se peinaban, hablaban de sus cosas y luego cada una seguía con sus quehaceres.

Para la matanza, se reunía toda la familia y mientras los mayores trabajaban, los pequeños nos dedicábamos a jugar, comer más de la cuenta, y pasarlo bien.

teníamos un cuarto para nosotros solos, uno al que se entraba por la pequeña terraza, allí comíamos y jugába-

“Hubo más abuelas en mi infan-

cia, en realidad todas las abuelas del Barrio de abajo a las que entonces llamábamos tías, pero es-tas cuatro por parentesco

y vecindad son las que más recuerdo

▲ uno de los abuelos de blanca Montes córdova: el abuelo Julián Montes aguirre, en el centro; cabe pensar que se encontraba en tierras navarras en la vendimia o en los trujales.

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mos, todos sus nietos más pequeños y sus sobrinos, estrella, Florencia, Juan José, arturo, Marianito, Miguel, arsenio, Mi-guelín, Puri y yo misma. Jugábamos a, las cartas, cambiando de juego de vez en cuando, a la raposa, al burro, a la bries-ca, o al Guiñote. lo pasábamos muy bien, pero lo mejor de todo era cuando la abuela Petra se ponía algo en la cabeza, una flor, o una servilleta, o la rasera de la cocina en forma de peineta, y empezaba a cantar y bailar coplas, con una gracia y un salero que a veces nos dolía la barriga de tanto reír. eran muy buenos tiempos que quedan en nuestros recuerdos para siempre.

la abuela Brígida era nuestra vecina, la recuerdo viviendo sola en casa con su marido el tío Hipólito. Habían tenido mu-chos hijos, pero, en mi memoria, ya no vivían en la casa, su-pongo que estaban casados todos porque tampoco recuerdo ninguna boda en el vecindario. sí recuerdo cuando alguno de sus hijos venia de vacaciones sobre todo a aurín, que vivía en soria, y venía con frecuencia. la abuela brígida murió cuando yo aún era pequeña, pero la recuerdo en el otoño, cosiendo en el corral al resguardo del frío, y en el buen tiempo, y cuan-do ya estaba enferma, sentada en una losa en la puerta de mi casa, haciendo calceta, y observando el ir y venir de la gente por la cuesta, o las personas que llegaban en el coche de línea. en ocasiones, sobre todo en el buen tiempo, me gus-taba jugar en el pilón que hay junto a la casa y donde las ca-ballerías iban a beber agua. solíamos coger cucharetas (re-nacuajos), y a veces revolvíamos el agua, la abuela brígida entonces, si nos veía, nos reñía diciéndonos que después las caballerías no podrían beber, o bien porque pensaba que nos podíamos caer, y en una ocasión así pasó, nos asustamos tanto con sus gritos, que quisimos escapar corriendo, y mi buena amiga Maribel se cayó y se hizo una picadura, (peque-

ña herida en la cabeza), pero que sangraba abundantemente, lo que aumentaba el susto que llevamos encima.

la abuela Natalia fue la otra abuela y también mi vecina. era la madre de nati, que junto con su marido constancio albo y sus hijos elo, Ángel, carmen, lidia., simón y por último José antonio vinieron a vivir en la casa del abuelo Hipólito. a todos ellos les recuerdo con mucho cariño, y con todos ellos pasé muchos y muy buenos momentos, pero hoy solo hablaré de la abuela natalia. Apenas la conocíamos cuando vino a vivir al Rellano, pero era tan cariñosa y tan buena que pronto se ganó el cariño de toda la familia .siempre estaba conten-ta, rara vez se enfadaba aunque en muchas ocasiones sus nietos y los veci nillos le dábamos más que motivos, pues éramos bastante traviesos. a pesar de su aspecto frágil era un gran apoyo para la familia. no era gran comedora pero lo ha-cía con gran placer si se podía preparar una buena rebanada de pan con tomate, o pan untado con moras, ese era el mejor manjar para ella. tenía otros hijos en bilbao y en barcelona y recuerdo que nos gustaba mucho cuando nos decía cómo se llamaban sus nueras ya que sus nombres eran para nosotros un tanto extraños. recuerdo que una se llamaba enerina te-jerina y otra creo recordar que se llamaba eduvigis.

Fue una pena, circunstancias de la vida, que toda su fa-milia se trasladase a vivir a barcelona pues ya no tuvimos muchas ocasiones de vernos.

Hubo más abuelas en mi infancia, en realidad todas las abuelas del barrio de abajo a las que entonces llamábamos tías, pero estas cuatro por parentesco y vecindad son las que más recuerdo, sin embargo, quiero que este pequeño home-naje vaya dedicado a todas ellas. █

calderete en el barrio de abajo ►

▲ grupo de jóvenes bajando la vaquilla a la fragua del barrio de abajo

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Fiestas de Magañaagosto, 2012

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