revista comunicación y cultura

Upload: anonymous-pcyaafwli

Post on 02-Jun-2018

225 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    1/54

    17

    comunicacin y cultura:

    un archivo

    PorVictor [email protected]

    palabras clave keywords

    resumen abstract

    revista

    comunicacin

    cultura

    lenguajes

    magazine

    communication

    culture

    languages

    El presente artculo ofrece una sn-

    tesis de cincuenta artculos clave de

    la revista Comunicacin y Cultura,

    editada por Hctor Schmucler y por

    Armand Mattelart entre 1973 y 1985.

    Los textos formaron parte del pro-

    ceso de investigacin acerca de esta

    publicacin tan relevante para el

    campo de la comunicacin en Am-

    rica Latina y constituyen una suerte

    de archivo que puede contribuir a

    otras investigaciones que necesiten

    abordar las intervenciones funda-

    mentales realizadas por los inte-

    lectuales que escribieron en ella. El

    panorama que se presenta incluye

    reflexiones tericas, miradas hist-ricas, anlisis de situaciones espec-

    ficas, crtica del discurso de los me-

    dios, observaciones sobre debates

    polticos, entre otros aspectos.

    The present article offers a synthe-

    sis of fifty key articles of the maga-

    zine Communication and Culture,

    edited by Hctor Schmucler and

    by Armand Mattelart between 1973

    and 1985. The texts formed a part

    of the process of investigation it

    brings over of this so relevant pu-

    blication for the field of the commu-

    nication in Latin America and they

    constitute a luck of file that it can

    contribute to other investigations

    that need to approach the funda-

    mental interventions realized by the

    intellectual ones who wrote in her.

    The panorama that one presents

    includes theoretical reflections,historical looks, analysis of specific

    situations, critique of the speech of

    the means, observations on political

    debates, between other aspects.

    Teoras y Prcticas de la Comunicacin I

    Facultad de Ciencias Sociales

    Universidad de Buenos Aires

    Repblica Argentina

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    2/54

    18

    PorVictor Lenarduzzi

    La comunicacin masiva en el proceso poltico latinoamericano. Con este horizonte deinquietud, mantenido durante tiempo, apareci en Chile en 1973 la revista Comunicacin yCultura(dirigida por Hctor Schmucler y por Armand Mattelart) en el panorama de las re-flexiones pioneras sobre la el lugar clave de la comunicacin en la sociedad contempornea.La misma publicacin que luego atraves trayectoria de exilio junto a sus hacedores (prime-ro a Argentina, luego a Mxico). La misma que protagoniz el famoso debate con Lenguajes

    acerca de un libro sobre el Pato Donald y otro sobre el cine. La que traz algunas lneas b-sicas que luego se expandieron en diversas bsquedas y reflexiones. La publicacin que talvez no tantos lo recuerdan anticipaba con preocupacin a principios de los ochenta sobreel desafo que representaba el neoconservadurismo para los pases latinoamericanos. Aque-

    lla en la que Hctor Schmucler, hace exactamente treinta aos, radicaliz la relacin que elnombre propona para invitarnos a pensar un vnculo comunicacin/cultura.

    Cuando me invitaron a escribir en Oficios Terrestresnuevamente sobre Comunicacin ycultura con motivo de esos treinta aos que se acaban de mencionar trat de pensar di-ferentes sitios desde los cules poda hoy volver a mirarse el lugar de esta publicacin y surelacin con los desarrollos actuales, como tambin cmo poda hacer para volver a escribir

    sobre un tema al que me haba dedicado en otro momento con detenimiento, sin repetirmepor as decirlo. Han pasado quince aos desde que se edit en Eudeba Revista Comuni-cacin y Cultura. Itinerarios, ideas y pasiones. Tal vez hoy me resultara ms interesante

    leer lo que otros pueden decir acerca de la publicacin, porque tambin conocer de cercaaquellos planteos implicara para m trazar nuevos vnculos con procesos histricos poste-riores, relaciones tericas a las que sin duda describira con mayor sutileza, matices que en1998 se me pasaron por alto. Y resultaba difcil, no necesariamente hacerlo, sino resolverloen un artculo.

    Sin embargo, all recuper algo de aquella experiencia. Antes de ser libro, Revista Comu-nicacin y Culturafue tesis de maestra y contaba con un importante anexo en el que sesintetizaban cincuenta artculos publicados en los catorce nmeros editados entre 1973 y1985. La seleccin realizada intentaba tener presente dos criterios: a) exponer aquellos tex-

    INFORME

    ESPECIAL

    comunicacin y cultura:

    un archivo

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    3/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    19

    tos representativos de posiciones tericas que marcaron momentos de la investigacin encomunicacin, y b) revalorizar aportes tempranos a la reflexin por medio de estudios de

    caso o de redefiniciones tericas que contribuyeron a formular problemas y enfoques. Enesa versin indita, sin duda, estaba habilitaba una dinmica de lectura que se perdi en el

    libro, ya que cuando se haca referencia a alguna reflexin o a algn concepto, se poda irhacia el anexo a consultar un mirada de conjunto del artculo del que formaba parte.

    No considero que el recurso sea novedoso, pero s sumamente gil y til. De hecho, podramencionar solo a ttulo de ejemplo los abstracts que Jorge Rivera haba hecho en el anexode su clsico La investigacin en comunicacin social en la Argentina(1986) que, junto con

    los libros con anexos de textos seleccionados (pienso, por ejemplo, en Bourdieu y otros, Eloficio del socilogo), fueron en su momento modelos que me llevaron a optar por trabajar deesa manera. Considero, por otro lado, que este tipo de ejercicio resulta en algn punto una

    estrategia metodolgica muy eficaz para quienes estamos interesados en trabajar la teoracomo objeto de investigacin. Informalmente este Anexo circul entre algunos colegas que

    me contactaban porque sus temas de investigacin se vinculaban con la revista, lo que con-firmaba que haba sido un equivocacin no haberlo publicado.

    No recuerdo porqu se resolvi no publicar ese anexo, pero si tengo presente que, con agu-deza, Flavia Costa adverta en una resea crtica sobre el libro que escribi para Clarnque cierto tono academicista del escrito y la falta de reposicin de algunos artculos o snte-sis de los mismos, jugaba en contra y, adems, dificultaba el acceso a quienes no formaban

    parte del mundo universitario. Y tena razn. Ese recorrido es lo que se pone a disposicin

    hoy, ya no como complemento de aquel libro, sino porque considero que puede resultar unaporte a quienes trabajan en el campo de la comunicacin y la cultura. Sin duda, en la selec-cin tambin hay un encuadre y hay exclusiones y, como seal ms arriba, lo interesante escolaborar para que aparezcan otras miradas y otros criterios de seleccin que nos permitan

    volver a analizar lo que ya creemos saber con otros ojos.

    sntesis de los artculos

    El artculo se propone trazar un panorama de la evolucin de la radiodifusin en Brasil, susituacin actual, problemas y soluciones. Cubre el perodo 1930-1981 dividido en dos partes:1930-1974 y 1974-1981. El corte se debe a que 1974 marca una inflexin poltica y econmicaen Brasil ya que se inicia el proceso de apertura poltica.

    En relacin con el primer perodo (1930-1974), el artculo revisa algunos momentos significa-tivos de la evolucin de la radiodifusin desde la primera instalacin de una radio en 1923 y

    AMORIM, Jose Salomao(1983)la radiodifusin en brasil (1974-1981)

    comunicacin y cultura n. 9, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    4/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    20

    el primer texto legal surgido en 1931. En 1937 con el advenimiento del estado novo el tonopredominante en la materia estuvo signado por el intervencionismo estatal. Con la finali-

    zacin de la segunda guerra mundial y la cada del estado novo (1945) el clima se vuelveliberalizantey la Constitucin de 1946 garantizaba la total libertad de expresin. A partir de

    los cincuenta la economa brasilea sufri grandes transformaciones y entr en un rpidocrecimiento basado en un modelo de acumulacin oligoplico. Esto ech las bases para una

    modelo de radiodifusin como el actual: concentrador de la propiedad, basado en el entrete-nimiento, etc. El Estado cre, adems, las condiciones que faltaban para un modelo nacionalde radiodifusin, realiz obras en el sector de telecomunicaciones y deriv recursos hacia

    los empresarios a travs de anuncios y de propaganda. En 1964 se produjo una ruptura po-ltica y con el golpe el pas qued sumido al autoritarismo y se estableci un rgido sistemade censura y de sanciones.

    En relacin con el segundo perodo (1974-1981) el autor se refiere a transformaciones y acon-tecimientos tales como la concesin de la amnista, el estallido de huelgas, la apertura polti-ca, etc. A nivel econmico el pas se vio en dificultades, entre otras cosas, debidas a la crisisdel petrleo y las presiones inflacionarias. En este nuevo momento si bien la radiodifusinse benefici con el clima de mayor libertad de expresin el esquema de poder de 1964-1973

    no se alter ni se promovi una mayor influencia y participacin de los sectores popularesen el sistema de medios.

    Luego el artculo se detiene en consideraciones acerca de la las ventajas y los problemas dela incorporacin de tecnologas tales como el satlite, la televisin por cable el video texto y

    el videocassette.

    Finalmente, seala la excesiva concentracin de poder en el sistema de medios, la fuerte im-pronta consumista de sus mensajes, el predominio de la programacin de origen extranjero,la escasa participacin del pblico, etc. como problemticas visibles en el caso de la radiodi-fusin. A partir de all rescata algunas de las recomendaciones y propuestas formuladas enel Informe McBride (1980) y en la Conferencia nacional de Periodistas (1981).

    A partir de la experiencia chilena de la Unidad Popular el artculo trata sobre las caracters-ticas de la prensa burguesa, la prensa popular y la prensa revolucionaria entendidas en un

    marco de lucha ideolgica. Se apela a la idea de ley del valor lo que Marx entenda porla apropiacin de parte de la fuerza de trabajo ajena por los capitalistas para sostener que

    la misma ha impregnado toda la sociedad y ha producido una forma de prensa: la prensaburguesa (p. 23). La prensa popular diferente de la burguesa pero tambin de la revolu-cionaria queda incluida dentro de este marco y su dinmica y su mensaje se transmite por

    los mismos mecanismos y por lo tanto configura un lector pasivo y su crtica es fcilmenterecuperable por la burguesa.

    BIEDMA, Patricio (1973)

    la lucha ideolgica en torno a la prensa en chilecomunicacin y culturan. 1, santiago de chile

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    5/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    21

    Luego el artculo se detiene en el problema del receptor pasivo y aislado situado ante emiso-res que monopolizan la informacin y an cuando trabajen a favor de las capas populares se

    encuentran con ese tipo de receptor como obstculo. Este ltimo ve saboteada la posibilidadde percibirse como miembro de una clase y de asumir los intereses de la misma. Biedma se-

    ala que el sistema capitalista ofrece siempre vetas en las que incluirse para luchar contral; en algunos momentos esas vetas resultan inofensivas a su permanencia, en otros son

    mortales; todo depende del grado en que este sistema se encuentre en crisis (p. 31). Por elloel problema no slo consiste en cambiar las formas materiales de la prensa (expropiacin,socializacin, etc.) sino ganar la batalla ideolgica contra los valores de la dominacin. Es a

    partir del surgimiento de la conciencia de clase que se crean distintas formas de prensay lo que va dando lugar a una prensa revolucionaria. Su caracterstica no se reduce a lacompetencia por un lector-votante sino que de lo que se trata es de superar la existencia de

    nuestro receptor pasivo, sacarlo de su letargo y hacerlo tambin emisor de su informacin

    (p. 33). De ah que en definitiva lo que diferencia a la prensa popular de la prensa revolu-cionaria, lo que finalmente las hace distintas, es la forma como cada una de ellas produce sureceptor (p. 37).

    El artculo parte de sealar la crisis del sistema educativo peruano y se refiere brevemente alos enfoques existentes sobre el tema. Plantea un concepto amplio de educacin sin restrin-girlo a lo escolar e incluyendo en ese proceso a los medios de comunicacin, a los grupos derelaciones, etctera.

    Luego se sostiene que lo especfico del quehacer educativo es la transmisin de determi-nados contenidos y que esto ha sido lo que menos se toma en cuenta para el anlisis. Alanalizar los contenidos se pretende hallar la ideologa subyacente al mensaje escolar (p.103). El aspecto central del artculo es el anlisis de la ideologa de los textos escolares, con-

    siderando que esta ideologa no slo se encuentra en esos materiales sino tambin en losmaestros y en la cultura familiar del alumno.

    A diferencia de otro tipo de material bibliogrfico para la enseanza primaria, los textos delectura nos permiten: 1) una visin de conjunto a partir de varias disciplinas (hay lecturassobre religin, historia, botnica, salud, cuentos, poesas, etc.); 2) un acercamiento ms fcila las manifestaciones ideolgicas, dada la agilidad con que tiene que ser presentado el textode lectura (lo que no sucede, por ejemplo, con un texto de clculo); 3) un mximo de rapportdado lo ameno de los textos (figuras, cuentos) y dado que estos son imprescindibles paratodo nio ya que es en ellos donde se aprende a leer. (p. 103).

    Posteriormente el artculo trabaja sobre los aspectos bsicos de la ideologa de los textosescolares peruanos, describiendo sus principales caractersticas y relaciones recprocas.

    BOGGIO, Ana; RIOFRIO, Gustavoy RONCAGLIOLO, Rafael (1973)

    La ideologa de los textos escolares peruanoscomunicacin y culturan. 1, santiago de chile

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    6/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    22

    Cuatro son lo pilares sobre los que se constituye la visin de mundo: la familia, la escuela,la patria y la religin. Este conjunto est atravesado por las nociones de don y norma y

    apuntan a la formacin del nio en relacin con la obediencia y el respeto por las instanciassuperiores (pp. 106-107). Se analizan las concepciones de lo bueno y lo malo que sirven

    para legitimar las ideas anteriores (pp. 108-109). Tambin se hace referencia al tipo de actitu-des y comportamiento sugeridos por los textos: la sumisin, la resignacin, el conformismo

    y el individualismo.

    Finalmente, los autores se preguntan por ella visin general de la sociedad que proponenlos materiales analizados. Entre otras cosas encuentran que la sociedad es concebida comouna suma de individuos sin establecer relaciones especficas entre ellos, salvo las relacionesde autoridad entre superiores e inferiores, entre padres e hijos, entre maestros y alumnos

    y agregan que esta concepcin se extiende al trato entre patrn y trabajador, rico y pobre,

    dominador y dominado (p. 113).

    Caletti seala dos referencias para plantear su exposicin: la primera, es la coyuntura de

    crisis global y de desconcierto de los estudios de comunicacin social y la segunda, es que laidea de vincular comunicologa y cambio social remite a speras confrontaciones, a pesar deque tal idea por medio de distintas posturas estuvo tempranamente presente en el campode estudios que analiza el texto.

    La idea de que los procesos de comunicacin podan influir casi de modo inmediato en losprocesos sociales generales llev a unos a la bsqueda de los instrumentos conceptualesadecuados para colocar las tcnicas de comunicacin al servicio de procesos de cambio,

    mientras impuls a otros a bsquedas anlogas en asociacin con el statu quo (p. 171). Losestudios de comunicacin, sin embargo, han tendido a ser subsidiarios de reflexiones prove-

    nientes de otras disciplinas; manifiestan cierto rezago conceptual y una falta de especifi-

    cidad y de asuncin de la necesidad de analizar problemas concretos. Segn Caletti, puedensealarse en general tres intentos de asociar comunicacin y cambio social: el desarro-

    llismo, el denuncismo y el alternativismo.

    El desarrollismo (a partir de los aos cincuenta y consolidndose en los sesenta e inclu-yendo su labor a travs de organismos en la actualidad) realiz un conjunto de experienciasprcticas por ejemplo, de promocin de la comunicacin popular generalmente dirigidasa entregar herramientas y tcnicas. La recuperacin terica de tales experiencias resulta tan

    pobre como el dimensionamiento de su alcance real.

    El denuncismo (durante los sesenta, y sobre todo en los setenta) desarroll el vnculo rela-cionando los estudios de comunicacin a los grandes procesos sociales ubicndose frente a

    la posicin anterior y apelando, entre otras cosas, al antimperialismo. Caletti sostiene que si

    CALETTI, Sergio (1983)Reflexiones sobre teora y cambio social

    comunicacin y culturan. 10, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    7/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    23

    bien esta perspectiva se centr en los anlisis de las estructuras de propiedad y el poder delos sistemas de medios, por lo que se le debe el aporte al conocimiento de algunos factores

    estructurales, fue apocalptica y se qued en el plano del pensamiento negativo.

    Antes de desmoronarse el denuncismo alcanz a generar un nuevo concepto: el alternativis-mo. Posicin nacida en los setenta y de gran auge actual todava no tiene un perfil definido ys variadas versiones. Un aspecto positivo del alternativismo es colocar a la comunicacinen el papel de eje y mdula en la aproximacin a los procesos sociales por lo que no tien-den a subsumir su estatuto a las concepciones globales. Sin embargo lo alternativo es unconcepto poco exigente y en l se incluyen las cosas ms dismiles. Los alternativistas entranen contradiccin con sus propias premisas ya que carecen de propuesta transformadora.

    El artculo contina planteando que en la bsqueda del vnculo estudios de comunicacin/

    cambio social, se han registrado en la breve historia del campo en Amrica Latina por lomenos dos presiones: predominan grandes movimientos polticos que fagocitan los intentoso corrientes tericas de otras disciplinas marcan el rumbo.

    Caletti sita la debilidad conceptual que ha impedido definir tericamente aquello que sepretenda encontrar en el exterior y la falta de una base epistemolgica slida, como proble-mas importantes del campo comunicacional y plantea que la relacin entre el conocimientoy su objeto es un problema a resolver por la propia tarea cognoscitiva (p. 181).

    El artculo parte de sealar el agotamiento de la discusin en torno a la temtica del NuevoOrden Informativo Internacional, cuando una dcada atrs, apareca como uno de los ms

    importantes retos del futuro. Entre otras cosas, daban cuenta de la situacin su escasa re-percusin actual y el retiro de Estados Unidos de la UNESCO, luego del momento culminante

    ocurrido en 1980 con la Conferencia General del organismo en Belgrado. All se iniciaba elretroceso.

    Para Caletti no puede atribuirse la retirada del tema slo al imperio de las nuevas tecnologasy a la ofensiva ideolgica de los pases desarrollados; si debe sealarse la escasa cantidad deestudios dirigidos a dar cuenta de esa curva hacia el olvido. El supuesto central es que estose habra producido debido a que en la misma constitucin histrica del concepto nuevoorden informativo hubiesen radicado zonas oscuras o de vaco que ya no es posible llenarsino mediante una reformulacin global del problema (p. 118).

    Propone cuatro tesis para dar cuenta de la decadencia del concepto:1)La propuesta del nuevo orden informativo se desprendi demasiado pronto del contextoque le daba bases (p. 118). En principio la propuesta estuvo ligada a la demanda de un nuevo

    CALETTI, Sergio (1983)El nuevo orden informativo:

    un fantasma del viejo pasadocomunicacin y culturan. 13, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    8/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    24

    orden econmico internacional y se dio al calor de movimientos de lucha y de demanda deltercer mundo. Sin embargo, pronto se cedi en la pretensin del nuevo orden econmico

    aunque el NOIIse ampli para pasar a ser NOMIC(Nuevo Orden Mundial de la Informacin y laComunicacin). Sucede que qued restringido a ciertos organismos y especialistas y no llega ser encarnado por actores colectivos.

    2)El problema del flujo internacional de noticias aglutin esfuerzos, permiti equilibrios, seconstituy en eje central del debate para, finalmente, constituir tambin su cuello de bote-

    lla insalvable (p. 119). Si bien los debates tuvieron ventajas y desventajas se poda percibirque en los acuerdos conseguidos se nucleaban posiciones sumamente heterogneas, desdegobiernos democrticos a dictaduras, pasando por pases socialistas. En gran medida, nodaba lugar a un programa mnimo a realizar en diversas direcciones y termin omitiendo ladiscusin no slo de las bases del orden criticado sino las bases del nuevo.

    3)A la omisin de los problemas de fondo, implcitos en la bsqueda de un nuevo orden,contribuyeron las dos principales perspectivas ideolgicas desde las cuales se realiz sudefensa: el antimperialismo abstracto y el tecnologismo eficientista (p. 121). Tanto los parti-darios del eficientismo como los denunciantes del imperialismo cometieron los ms variadosreduccionismos, pero en ltima instancia se termin favoreciendo el desarrollo de solucio-

    nes rpidas con apoyo de los pases poderosos para la modernizacin de las estructuras decomunicacin.

    4)El NOIIbloquea en su desarrollo posible al depositar en los aparatos estatales su propio

    futuro (p. 122). Nuevamente lo que se producen son omisiones ya que en la opcin ms bienestatista que primaba tampoco se discuti a que forma de Estado (su relacin con la socie-dad, con otros estados, etc.) se estaba haciendo referencia, quedando en su lugar un Estadoabstracto y despolitizando la discusin.

    Casares plantea que la crisis del sistema capitalista mundial incubada durante los setentapermiti el surgimiento de una concepcin neoconservadora que, a pesar de su tradiciona-lismo, busca una salida para dicha crisis. No slo consiste en un pensamiento conservadorsino en la justificacin del capitalismo monoplico tardo que impulsa una sociedad alta-

    mente tecnificada. El artculo se centra en la avanzada de estas ideas en Estados Unidospero advierte que es probable que tales posiciones conservadoras se vean reforzadas en lospases latinoamericanos siguiendo los lineamientos ideolgicos del pas del norte. Caracte-riza al neoconservadurismo como un pensamiento reaccionario desarrollado en tres lneas:cultura, economa y poltica. Tambin considera importantes sus manifestaciones a nivel de

    la poltica exterior y en las estrategias que se da para la comunicacin social.

    CASARES, Pablo (1984)neoconservadurismo y comunicacin en estados

    unidos: su pensamiento y estrategia polticacomunicacin y culturan. 11, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    9/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    25

    Para los neoconservadores, vivimos en una etapa de transicin hacia una nueva era: lasociedad postindustrial. Esta poca est marcada por una severa crisis que pone en peligro

    la supervivencia misma del sistema capitalista y, si bien la ms clara manifestacin de estacrisis est en el plano econmico, sus causas se encuentran en el plano cultural (p. 92).

    El autor analiza y evala las tesis y los argumentos de diversos autores representativos de lacorriente, entre otros, Bell, Nisbet y Kristol. En general se postula que los problemas econ-

    micos se puede plantear de modo aislado, se busca eliminar la participacin estatal en la eco-noma y se implementacin de polticas muchas veces teidas de autoritarismo dirigidas areorientar la democracia nicamente al mbito de lo poltico (p. 95). En el plano especficode la comunicacin, a pesar de que muchos investigadores norteamericanos han demostra-do que los medios tienden a reforzar el statu quo, se sostiene que los mismos son uno de los

    principales causantes de una degeneracin cultural (p. 100). De ah que se hayan dado una

    poltica en ese sentido, ya que la comunicacin social sera un elemento estratgico.

    Casares analiza la cuestin distinguiendo una contraofensiva intelectual, una contraofen-siva empresarial, una contraofensiva religiosa y una contraofensiva de la nueva dere-cha. En este marco se detiene a describir las actividades y proyectos de grupos empresa-riales, religiosos (muchas veces fundamentalistas), etc. que intervienen en la sociedad civilcon el fin de propagar la ideologa neoconservadora y consolidar las condiciones para surealizacin (pp. 101-108). Educacin y medios de comunicacin, por ejemplo, son espaciosestratgicos de la contraofensiva.

    Por ltimo, Casares seala que hace falta desenmascarar la ideologa neoconservadora ysealar sus contradicciones. Pero, sobre todo, es necesario estar preparados para su embes-tida ideolgica y su contraofensiva en Amrica Latina. Nuestra regin es considerada por

    los norteamericanos como su traspatio y, suele estar influida por los movimientos polticosnorteamericanos, de modo que el neoconservadurismo, con su ideologa y sus estrategias,empieza a sentirse (p. 110).

    El artculo reflexiona en torno a lo que signific la discusin del Informe McBride en 1980.Adems, traza una suerte de prospectiva en relacin con la discusin del campo comuni-cacional en Amrica Latina. Para Casullo la Conferencia General de la UNESCOde Belgrado,cuyo tema fue Comunicaciones y realidad informativa, represent un punto de inflexin yall surgieron un conjunto de contradicciones generalmente poco tenidas en cuenta que per-filaban los nuevos problemas a ser discutidos en los aos ochenta. Si por un lado represent

    un hito importante en el ascenso de la conciencia de los pases pobres en su cuestionamien-to hacia un sistema de dominio y los desequilibrios de poder, por otro, tambin haca apare-

    CASULLO, Nicolas (1984)1980: la unesco discute el informe mcbride

    comunicacin y culturan. 11, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    10/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    26

    cer las indudables diferencias intratercer-mundo (p. 133). De ah que esas diferencias, mslas contradicciones y cegueras sean un importante problema a resolver.

    Belgrado haba mostrado que el Tercer Mundo necesita visualizar con mayor claridad su for-taleza y los trminos del enfrentamiento con el mundo desarrollado. Por ejemplo en relacincon el desarrollo tecnolgico existieron diversas posturas que iban desde la ayuda tecnol-gica a la advertencia en torno a su carcter neodependiente. En esa zona clave se vea queen realidad todo estaba por ser discutido y analizado. Adems, los pases desarrollados noeran un bloque compacto sino con disidencias por ejemplo, algunos pases europeos comoBlgica, Holanda, etc. Dos cuestiones eran importantes entonces: reconsiderar la lucha

    por el NOIIen trminos geogrficos e ideolgico-culturales y profundizar las coincidenciasencontradas entre algunos pases desarrollados y Amrica Latina.

    El otro eje clave que Casullo encuentra reflejado en Belgrado es el de la relacin entre de-mocratizacin nacional y democratizacin internacional en lo comunicacional-informativo(p. 135). Se seala que, ante el enfrentamiento del orden internacional, el problema nacional

    ha sido relativamente secundarizado cuando tambin debe atravesar la discusin el tipo deproyecto nacional que permita generar un nuevo orden informativo y una verdadera demo-cracia. De ah que no se pueda reducir el problema del NOIIa un enfrentamiento entre estado

    nacional y orden internacional y a los alineamientos entre estados.

    Casullo afirma que el tema de la democracia atraviesa el debate del NOII aunque no se lopresente como el centro, incluso aunque se mencione poco (en Belgrado slo algunas voces

    como las de Venezuela, Mxico o Costa Rica). Para Amrica Latina, vincular la demanda deun NOIIsin disociarlo de un proyecto democrtico aparece como un reto central. La relacincomunicacin/democracia se perfila como uno de los debates ms significativos de la dca-da del ochenta junto al tema de las tecnologas y las polticas a implementar.

    El rock argentino es situado entre dos fuertes interpelaciones: las de la industria cultural(por medio de mecanismos de integracin y de neutralizacin) y las de la poltica. De ah quese halle legitimado por el sistema que lo reprimi y su ascenso se confunde con un nuevotiempo democrtico, de revivir poltico profundo (p. 41). Por otro lado, el largo perodo dic-tatorial (1976-1983) produjo una fuerte desvinculacin con la poltica, particularmente en los

    jvenes que da por resultado una peculiar relacin (problemtica) entre jvenes y polticasen el nuevo perodo. Casullo resea otros indicadores que inciden en la situacin: la derrotade las luchas populares (1973-1976), el corte de los lazos generacionales, crisis de las ideastransformadoras, etctera.

    En su ser otra cosa el rock sera poltica como cultura que se pretende masiva, popular,no elitista, oficial, acartonada ni reverenciada como culta y su momento positivo debera

    CASULLO, Nicolas (1984)el rock en la sociedad poltica

    comunicacin y culturan. 12, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    11/54

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    12/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    28

    formas de solidaridad y protesta entre las distintas etnias, etc. El autor pone de relieve queno fueron obreros conscientes de sus condiciones los protagonistas de las protestas radica-

    lizadas sino pandillas marginales. Mostraron que esta calle tiene ms curvas de las que lasIzquierda quisiera reconocerle. O que esa calle tanto los determina a ellos como ellos se la

    inventan (p. 85).

    Tambin el autor se refiere a un poema sobre la metadona de Miguel Piero titulado Lametadona est cabrona y encuentra que en el mismo hay denuncia aunque en sentido parti-cular, ya que es dolor y burla. El poema muestra su ira cnica slo al ser declamado. [Existe

    un nivel de significado depositado no en las palabras sino slo en su actualizacin en lacomunicacin (modulacin, cadencia, giros, tono, etc.), es la hermenutica del momento de

    la expresin.] Pero el poema no seala un camino de liberacin ni de revolucin, ni siquierael de la eliminacin de la adiccin. El poeta niega ser vctima del mundo en que vive, pero

    tampoco pretende ser un hroe revolucionario (p. 87).

    Por ltimo, el trabajo se refiere a la salsa y a la msica callejera. Luego de describir algunasde sus caractersticas y citar estrofas de canciones sostiene contra marxistas e izquierdistasque consideraban a la salsa msica cafre (lumpen): Y todos aquellos que anden buscandoen esta msica ese extrao espejito con que la superestructura dicen que refleja la estruc-tura o que le anden metiendo el medidor de la falsa conciencia a las letras de la salsa y creanencontrar peligrosos niveles de falsa conciencia en la bachata, en la burla, en el desplante,en la sensualidad, chocarn siempre con ese negro que se re, que si lo explotan re, que si

    hace una revolucin re (p. 93).

    Se trata de una ponencia presentada al Foro Continuo: Qu pasa con la cultura en Vene-zuela?, Ateneo de Caracas, en 1974. El artculo parte de considerar la cultura en sentido

    amplio, es decir, no lo restringe a una concepcin elitista, ni a un conjunto de bienes cultu-rales como tampoco se conforma con visiones vanguardistas. Adems sita el rol del Estado

    Venezolano, sealando la peligrosa dimisin que ha realizado en los planos de la cultura, lacomunicacin social y el desarrollo cultural, a pesar de los argumentos esgrimidos en sentidocontrario. Finalmente se posiciona en una concepcin que sita a la cultura junto a otrosdos conceptos: trabajo y poder. Por lo tanto, considera que la cultura es inseparable de

    las condiciones de existencia (pp. 141-142). Por otro lado, Chacn plantea la comprensinde tales cuestiones en un marco histrico que instaura una relacin de dominacin co-rrespondiente al sistema capitalista. As, considera que la mayor parte de los pueblos cuyaexistencia se desenvuelve bajo el imperio de las leyes del sistema dominante, no constituyen

    una unidad en todos los sentidos, sino al contrario, una heterogeneidad de formaciones so-cioculturales que hasta la eclosin del capitalismo tuvieron historias diferentes y an dentrodel marco del capitalismo han conservado mucho de su diferencia (p. 143).

    CHACON, Alfredo (1982)Coincidencias y divergencias

    de los campos culturales en Venezuelacomunicacin y culturan. 7, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    13/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    29

    A partir de esto es posible sostener que los pases latinoamericanos han sido subdesarro-llados por el capitalismo lo que nos pone frente a diversidades sometidas mediante proce-

    dimientos de exclusin y autoexclusin (esto ltimo, entendido como la interiorizacin delas formas de dominio) (pp. 144-145). En el caso de Venezuela esa estructura de dominacinpuede caracterizarse a partir de dos componentes: a)una escala de valoraciones que sloconsagra a la Alta Cultura y niega a la vez su carcter a la cultura de las masas indias, negras

    y mestizas (que han sido empobrecidas y sometidas); yb)la utilizacin funcional o deco-rativa de las aportaciones culturales de las masas aunque reduciendo su trascendencia yafirmando su inferioridad en relacin con la alta cultura (p. 146).

    Luego de introducir estas consideraciones el autor propone comprender algunos elementosde la especificidad cultural de su pas a partir de la idea de campo cultural. Chacn entien-de por campo cultural a cada una de las especificaciones histrico-estructurales que cabe

    establecer cuando se toma en cuenta, como criterio de delimitacin y de caracterizacin, lasdistintas maneras como el trabajo, el poder y la cultura pueden interpenetrarse en el espacio

    y en el tiempo, siempre respecto a la estructuracin global de una determinada formacinsociocultural (p.147). Posteriormente considera que en la historia y en el presente de Vene-zuela puede sostenerse la vigencia de cinco campos culturales principales: el indgena, elcampesino, el ilustrado, el comercial-industrial y el crtico alternativo, cuyas posiciones hancambiado a lo largo del proceso histrico nacional y mundial (p. 147). Tanto el indgena comoel campesino fueron sometidos y como campos culturales fueron subordinados por el cam-

    po cultural eclesistico-ilustrado. A partir de la Segunda Guerra Mundial, Chacn encuentraque el panorama sociocultural venezolano vuelve a cambiar con gran intensidad a partir del

    creciente auge de la industria cultural (pp. 147-148).

    Finalmente se detiene el campo crtico-alternativo y postula que ha existido casi desde lacrisis del orden colonial (resalta nombres como Simn Rodrguez, Simn Bolvar, AndrsBello, etc.). Se postula que este campo tiene posibilidades de un desarrollo firme y promi-sorio ya que, si bien el campo cultural, industrial y comercial es dominante, los venezolanossiguen viviendo en estrecha relacin con los campos culturales dominados. La posibilidadde desarrollo de un campo crtico alternativo caracterizada como muy difcil es el en-frentamiento y la afirmacin de todas las potencialidades culturales antagnicas al poderadems de la presin para el uso democrtico de los medios masivos y el logro de apoyo a

    las iniciativas culturales.

    Se trata de una ponencia presentada al Primer Encuentro Latinoamericano sobre la en-seanza de la comunicacin (Mxico, 1978). De Ipola parte de sealar la vaguedad y la ge-

    neralidad de los trminos que titulan el trabajo y opta por darle centralidad al concepto de

    DE IPOLA, Emilio (1978)Sociedad, ideologa y comunicacin

    comunicacin y culturan. 6, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    14/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    30

    ideologa indicando su importancia para la comprensin de las formaciones sociales y lacomunicacin, como tambin la relacin entre ambas.

    Se sostiene que se dicho mucho acerca de lo que una ideologa no es y menos lo que es. Sepropone entender por ideologas a las formas de existencia y de ejercicio de las luchas declases (y sus derivados) en el dominio de los procesos sociales de produccin de las signifi-caciones sociales (p. 172). Se aparta de las concepciones epistemolgica y funcionalista de

    las ideologas y seala como dominio especfico de las mismas los procesos de produccinde significaciones. A partir de los propios trminos de la definicin se formulan un conjuntode precisiones. La idea de un proceso social de produccin implica considerar siguiendoa Marx la produccin, la circulacin y el consumo y, por lo tanto, una teora de las ideolo-gas debe considerar cmo son producidas (...) las significaciones, como circulan (...) y, por

    ltimo, cmo son recepcionadas, esto es consumidas (...) (p. 174). En relacin con la idea de

    significaciones sociales De Ipola propone no reducir su dominio al campo de los hechoslingsticos e incorporar las imgenes, lo gestual, la conducta y siguiendo a Vern losobjetos del espacio social (p. 175).

    Todo objeto, todo discurso, puede leerse a nivel de las significaciones ideolgicas que ve-hicula. La idea de proceso debe concebirse como el conjunto de condiciones materiales ysociales de la produccin de significaciones lo que, a su vez, permite introducir la forma deexistencia material de todo producto ideolgico (pp. 176-177).

    A partir de estas consideraciones De Ipola considera fundamental detenerse en aquellos

    centros o instituciones de produccin, circulacin y recepcin de significaciones ideolgi-cas. Partiendo de los aportes de Gramsci y de Althusser considera de importancia la concep-cin ampliada del Estado y la idea de que los distintos aparatos organizan y hacen efectiva

    la hegemona.

    Finalmente, a partir de un trabajo de Mabel Piccini, se sealan tres tipos de estudios que sevienen realizando en Amrica Latina: en torno a las estructuras de poder, a las formacionesdiscursivas y a los efectos de los productos ideolgicos. De Ipola expone algunas de las posi-

    bilidades, dificultades, riesgos y avances de las aproximaciones llevadas a cabo en el estudiodel problema central de la ponencia.

    En primer lugar, el artculo expone una cronologa de medidas dispuestas por la dictadurade Pinochet en Chile destinadas principalmente a acallar y a reprimir todo un conjunto de

    prcticas y de expresiones de los sectores populares. Luego se detiene en las formas de re-sistencia y de respuesta a la represin dictatorial, siguiendo la idea de que en estas ltimasestaran los grmenes para la construccin de una cultura democrtica (p. 125).

    DORFMAN, Ariel (1978)la cultura como resistencia

    democrtica en chile hoycomunicacin y culturan. 6, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    15/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    31

    Dorfman propone denominar a esas reacciones cultura de la resistencia o de germen demo-crtico y consiste en un proceso de bsqueda en niveles de expresin por parte del pueblo

    chileno. Una de sus caractersticas es ser una cultura clandestina (el chiste, el rumor, mu-rales, etc.) que adems tendran su apoyo en la tradicin democrtica contra la que se gestel golpe. Por otro lado, es una cultura de pretensiones ms bien masivas y que explora en mildirecciones. Su mensaje no es ni estricta ni abiertamente poltico, sino que es una cultura de

    los lazos subterrneos cuyo significado poltico reside en su existencia (p. 129).

    El autor sostiene que esta cultura abierta puede caracterizarse por cinco rasgos que de-muestran su oposicin a la dictadura:

    por su carcter organizativo, por constituirse en alternativa de masas a las iniciati-vas del gobierno de Pinochet;

    por su contenido democrtico y unitario; por su lenguaje, motivos, etc. en tanto pueden expresar la sensibilidad mayoritaria; por tratarse nuevamente en el plano de su lenguaje de una suerte de arte desin-telectualizado, dotado de una sencillez desgarradora, y

    por tratarse, a pesar de ser un arte pobre, de formas de produccin y de recepcinque arraigan en cierto sentido de nacionalidad (pp. 130-132).

    Finalmente, se cierra el artculo con un conjunto de ejemplos de esas nuevas formas cultura-les a las que se asigna un carcter alternativo que se dirige a preparar un mudo diferente(pp. 132-134).

    Encinas Valverde reflexiona sobre el desarrollo de una experiencia de comunicacin popularen radio en el Valle del Mezquital, Mxico (1974-1976). Sostiene que el medio tiene posibili-

    dades de abrir espacios democrticos, populares y participativos. El artculo cuestiona lasideas omnipotentes de dominacin y seala los lmites del poder de los medios de comunica-cin. A pesar de la capacidad de los sectores dominantes de reabsorber las prcticas de losgrupos subalternos existen y siempre han existido esfuerzos de resistencia a la estandariza-cin, as como intentos de organizacin para la defensa de ciertas identidades particulares.Se plantea que si los medios fueran reproductores de la sumisin no se podra pensar en unorden social cambiante y si bien no se trata de negar que son poderosos es posible ubicarcon exactitud los grmenes alternativos que minan las posibilidades de reproduccin eternae infinita de las condiciones sociales establecidas (p. 20). Se trata de formas modestas,

    pero eficaces de comunicacin alternativa.

    Luego se describe la poblacin en la que se produjo la experiencia, caracterizada por lascondiciones de superexplotacin, el analfabetismo, etc. Radio Mezquital surgi en 1974 a

    ENCINAS VALVERDE, Orlando (1982)Radio Mezquital: posibilidades

    de comunicacin popularcomunicacin y culturan. 8, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    16/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    32

    partir de la reorganizacin de una radio-escuela y se dirigi a contribuir al desarrollo de laregin. El caso de radio Mezquital avanza un poco ms all de los procesos de recepcin y

    anlisis, procurando involucrar a los sujetos destinatarios en los procesos de produccin di-recta de sus propios mensajes (p. 26). Para cumplir con esta meta se organizan los grupos

    populares de comunicacin que ms tarde dieron lugar a lo que se llam corresponsalespopulares de la radio.

    En nuestra experiencia escribe el autor se destacan tres grandes limitaciones: primero,la especificidad tcnica del medio; segundo, las condiciones polticas del aparato estatal enlas que se inscribe la experiencia; por ltimo, las condiciones socio-culturales en las que sedesenvuelve la vida cotidiana de los llamados grupos indgenas marginados (p. 29).

    Luego de analizar los alcances y limitaciones de la experiencia de radio Mezquital se rescata

    que las ltimas eran frecuentemente tenidas en cuenta en el desarrollo del proceso lo queimplica asumir una actitud madura y consciente ante las posibilidades de desarrollar nuevosprocesos de comunicacin popular a travs de la radio (p. 31).

    El artculo plantea que con el surgimiento y funcionamiento de los medios de comunicacinde masas se han producido transformaciones en la estructura de la sociedad civil. Entreotras cosas esas transformaciones implicaron desplazamientos de los centros tradicionalesde ejercicio de la hegemona. El advenimiento de la sociedad de masas situado por el autora principios del sigloXX gener necesidades tales como la ampliacin del mercado mundial,

    la expansin de la alfabetizacin, la acumulacin de conocimiento y experiencias tecnolgi-cas, etctera.

    En este planteo de Esteinou Madrid se puede afirmar que existe una reciprocidad histrica

    entre los cambio operados en las tecnologas productoras del sentido y de los cambios quese dan en la sociedad civil (p. 110). Los medios masivos estaran operando tales cambios con

    mayor fuerza y rapidez y, adems, lo que torna importante la transformacin de las media-ciones tecnolgicas es que producen un nuevo proceso de educacin hegemnica sobre lasociedad que reestructura los anteriores procesos de instruccin colectiva que se heredande antao (p. 111).

    Por otro lado, tales fenmenos deben ser inscriptos en un proceso ms global, el desarrollotecnolgico en rpido perfeccionamiento y estrechamente vinculado a la carrera arma-

    mentista, la expansin de la informtica, la exploracin espacial, etc. que abren nuevosusos para el sector de la comunicacin generando transformaciones insospechadas para latransformacin del estado y la sociedad (p. 112). Esto da lugar a la constitucin de nuevasredes ideolgicas de diferentes dimensiones que articulan simblica, afectiva y racional-

    ESTEINOU MADRID, Javier (1985)Los medios de comunicacin

    y la metamorfosis de la sociedad civilcomunicacin y culturan. 13, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    17/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    33

    mente a los distintos grupos sociales (p. 113). Esteinou seala cuatro lneas de innovacionestecnolgicas: las relacionadas con las computadoras, las producidas en materia de grabacin

    de la informacin, las ocurridas en materia de transmisin y las referidas a la restitucin y ala reproduccin de la informacin.

    Por ltimo, en tanto enfatiza la idea de que tales cambios tienen algn tipo de impacto en laestructura de la sociedad civil, observa cinco nuevas capacidades en relacin con las tecno-

    logas de comunicacin: a)su amplia cobertura de penetracin ideolgica;b)su constantehabilidad para multisocializar la conciencia de manera temprana; c) su enorme poder dehomogeneizacin cultural; d)su aguda energa para movilizar aceleradamente el auditorio;e)su gran potencia de legitimacin continua sobre los receptores (p. 114).

    El artculo se propone informar sobre el estado de la comunicacin va satlite en Mxico,enfatizando aspectos histricos y la decisin de adoptar un sistema propio de satlites y susconsecuencias para las telecomunicaciones y la cultura del pas. El trabajo seala sus difi-

    cultades en relacin con la consecucin de la informacin fidedigna sobre el tema. De todosmodos, hace aportes descriptivos en relacin con el problema. Un aspecto significativo delcaso mexicano es que fue junto con Chile y con Panam fue uno de los primeros pases deAmrica Latina en ingresar a la Organizacin Internacional de Comunicaciones por Satlite,INTELSAThacia 1966.

    El artculo aborda aspectos tales como la infraestructura y los usos del satlite en el pasmarcando momentos histricos significativos (pp. 8-13). Luego se detiene el sistema More-los, del cual se habl por primera vez pblicamente en 1983 como proyecto a concretar enun futuro cercano. El Estado mexicano cre organismos y produjo algunas reglamentacionesa veces contradictorias. El trabajo tambin se refiere a la capacitacin, investigacin y

    desarrollo en relacin con los satlites (Escuela Nacional de Telecomunicaciones, Centro deInvestigaciones y Desarrollo Tecnolgico, etc.).

    Una conclusin global que expone el trabajo es que la poltica oficial de uso de la tecnologasatelital para comunicaciones, las decisiones en las innovaciones o adquisicin de nuevosrecursos y la evaluacin de las ventajas e inconvenientes de la incorporacin de estas nue-

    vas tecnologas, dan muestra de notable improvisacin, falta de anlisis integrales y apresu-ramientos (p. 25).

    Luego el artculo sistematiza algunas ideas desde dos sesgos: economa y poltica. En rela-cin con los aspectos econmicos si bien no se cuenta con informacin oficial no existen

    precisiones acerca de estudios de factibilidad para las inversiones a realizar, la disponibilidaddel uso del satlite para transmisin de datos en el territorio nacional, etc. En el plano polti-

    FADUL, Ligia; FERNNDEZ, Ftimay SCHMUCLER, Hctor (1985)

    Satlites de comunicacin en Mxicocomunicacin y culturan. 13, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    18/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    34

    co pueden destacarse, entre otras cosas, la falta de polticas de investigacin y desarrollo enel rea y que las organizaciones sociales, partidos polticos, etc. han permanecido al margen

    de las deliberaciones.

    Finalmente el artculo plantea que la poltica tcnico comunicacional de Mxico est ante dosposibilidades: 1)Se mantiene el ritmo de acontecimientos actuales que tiende a privatizar alEstado y este abandona su papel regulador al servicio de toda la sociedad; o 2)se estimula

    un proceso de discusin entre los diversos estratos de la sociedad, que parta del criterio deque el problema de la tecnologa comunicativa no es un asunto de resolucin tecnocrtica,sino poltica (p. 31).

    El artculo se inicia sealando que la primera mitad de la dcada del setenta se distinguipor el auge de los estudios de polticas de comunicacin en Amrica Latina. Luego se centraen el anlisis de tres coyunturas especficas de Colombia en las cuales se trazaron polticasconcretas en materia de prensa, radio y televisin.

    En primer lugar, el trabajo se detiene en la prensa desde la ley que en 1944 reglamenta laprensa, momento a partir del cual puede leerse un conflicto entre la libertad de expresiny el control gubernamental (en la limitacin, el ataque a esa libertad, etc.) en una suerte demovimiento pendular. Se detiene en el perodo dictatorial del general Rojas 1953-1957 ca-racterizado por la censura, los controles y los cierres de publicaciones. Luego se detiene en

    los debates suscitados por la sancin del Estatuto del Periodista (1975) y los criterios queestableci para la profesin en cuestin. Tambin se refiere a un conjunto de acciones decensura oficial hacia la prensa a partir de investigaciones llevadas a cabo por esta ltima.

    En segundo lugar, Fox toma como caso la radio y en este caso puede situarse al medio entre

    el laissez-faire y la censura poltica. Se refiere a la primera intervencin estatal para le-gislar sobre el tema en 1936 y a la situacin de la radio en la dcada del cuarenta. Se trabajasobre el papel cumplido por la radio durante el Bogotazo que incit al levantamiento popularel 9 de abril de 1948. Los acontecimientos fueron utilizados como argumentos para el control

    poltico y para la censura sobre la radio. Luego trabaja sobre el Estatuto de radiotransmi-sin (1975) y los principios, criterios y normativas que establece.

    En tercer lugar, se aborda el caso de la televisin. Fox se refiere a los antecedentes y lasprimeras inversiones del Estado en los sesenta, la creacin del Instituto Nacional de Radioy Televisin (1963), la apertura hacia la actividad comercial, etc. Particularmente enfatiza enla situacin del rea durante la administracin Lpez (1974-1978). Se refiere a los debates entorno a la legislacin a partir de ejes de importancia tales como la propiedad y control de los

    medios, la incorporacin de nueva tecnologa, etctera.

    FOX DE CARDONA, Elizabeth (1982)situacin y poltica de comunicacin en colombia:

    el caso de la prensa, la radio y la televisincomunicacin y culturan. 7, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    19/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    35

    El artculo seala que un cine perfecto, tcnica y artsticamente logrado, es casi siempreun cine reaccionario y que esta tentacin es la que tiene ante s el cine cubano. Adems sepropone reflexionar sobre la cultura artstica en torno a la produccin de cine para cuestio-nar el privilegio que unos pocos han tenido en torno a la posibilidad de realizar arte (pp. 5-6).

    Luego de referir a definiciones del arte y de postular su poder cognoscitivo, de criticar ellugar de los intelectuales y los artistas y de plantear las necesidades que tiene un proceso

    revolucionario postula: No puede haber arte desinteresado, no puede haber un nuevo yun verdadero salto cualitativo en el arte, si no se termina, al mismo tiempo y para siempre,con el concepto de una realidad elitaria en el arte. Tres factores pueden favorecer nuestrooptimismo: el desarrollo de la ciencia, la presencia social de las masas, la potencialidad revo-

    lucionaria del mundo contemporneo (p. 8).

    El autor sostiene que con el avance cientfico el arte no tiene nada que perder sino todo unmundo por ganar y que la tragedia del artista contemporneo es la imposibilidad de ejercerel arte en como actividad minoritaria. Este estara ligado a una primera fase de un procesodeselitario ya que la vida artstica ha sumado una gran cantidad de espectadores (p. 8).

    La segunda fase de ese proceso deselitario es saber si se dan las condiciones para que losespectadores se transformen en espectadores ms activos, en coautores, sino en verdade-ros autores (p. 8). Garca Espinosa se pregunta luego si es irremediable para un proceso re-

    volucionario tener sus propios artistas e intelectuales de la misma forma que los tuvo la bur-guesa. Cuestiona si lo realmente revolucionario no sera la superacin de estos conceptos

    y prcticas minoritarias y plantea que el arte es una necesidad de todos pero que no fueuna posibilidad de todos en condiciones de igualdad (p. 9).

    Luego se detiene en las distinciones entre el arte culto, el arte de masas y el arte popular.Precisa que un arte de masas es el que hacen las masas y que hay un arte para las masas si-

    guiendo a Hauser que es una produccin de minoras (por ejemplo, el cine) para satisfacerla demanda de una masa reducida al nico papel de espectador y consumidora (). El artepopular es el que ha hecho siempre la parte ms inculta de la sociedad. Pero este sector in-culto ha logrado conservar para el arte caractersticas profundamente cultas. Una de ellas esque los creadores son al mismo tiempo los espectadores y viceversa. No existe, entre quienes

    lo producen y reciben, un lnea tan marcadamente definida (p. 9). Adems, el arte popularguardaba para s otra diferencia fundamental con el arte culto: Se realiza como una actividad

    ms de la vida. (...). La leccin esencial del arte popular es que ste es realizado como unaactividad ms de la vida, que el hombre no debe realizarse como artista sino plenamente, queel artista no debe realizarse como artista sino como hombre (p. 10). Por lo tanto se plantea la

    necesidad no de una nueva poltica cultural sino de una nueva potica cuyo fin es desaparecercomo tal. En este planteo, la revolucin se concibe como la expresin ms alta de la cultura,

    porque har desaparecer la cultura artstica como cultura fragmentaria del hombre (p. 11).

    GARCIA ESPINOSA, Julio (1973)

    por un cine imperfectocomunicacin y culturan. 1, santiago de chile

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    20/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    36

    A partir de aqu el autor trabaja la idea de cine imperfecto al que imagina destinado a loshombres que luchan por el cambio revolucionario, no le atribuye carcter moralizador y lo

    desvincula del inters por la calidad y por la tcnica. A este tipo de arte lo nico que le inte-resa es responder a lo siguiente: Qu hace para saltar la barrera de un interlocutor culto

    y minoritario que hasta ahora condiciona la calidad de su obra? (p. 14).

    El artculo parte de considerar los argumentos de la UNESCOen torno a la comunicacin yplantea que esta ltima debera ligarse a los ideales de libertad, felicidad y justicia social. A lapropuesta del organismo internacional, que considera a las polticas de comunicacin comoun conjunto de principios y normas establecidos para orientar el comportamiento de lossistemas de comunicacin, se formulan cuestionamientos y problemas.

    En los pases subdesarrollados la validez de la implementacin de polticas nacionales decomunicacin depende de un conjunto de particularidades histrico-sociales. No se dan las

    mismas bases en aquellas naciones en las que tuvo cierta presencia el liberalismo (comoVenezuela) que en los que una creciente estatizacin se ha visto ligada a gobiernos dictato-riales. Los autores consideran que antes de optar por una poltica es preciso debatir sobreel Estado que la implementa, su estilo de gestin, los modos de acceso o exclusin, etc. A

    partir de la experiencia brasilera se intentaba ubicar una tercera posicin diferente de lademocracia liberal y la estatizacin autoritaria apelando a los intereses de las clases

    populares (p. 13).

    El trabajo contina con un repaso histrico de los hitos que marcaron el debate sobre laspolticas nacionales de comunicacin desde la Conferencia General de la UNESCOen 1970 ysus vnculos con planes de desarrollo, sealando el importante impacto que tuvieron estas

    propuestas y, tambin, sus limitaciones. Entre otras cosas, centrndose en el caso brasilero,se objeta las ideas de neutralidad y de eficiencia ya que las propuestas tecnocrticas invitana usar los medios de comunicacin como instrumento en la superacin del atraso socioeco-

    nmico aunque elude el cambio de las estructuras que han provocado este atraso (p. 23).

    Finalmente, se seala que las propuestas de las polticas se mueven en marcos coyunturalescuya utilidad puede terminar siendo favorable a los sectores hegemnicos. Adems, se pos-tula la necesidad del compromiso de los trabajadores tericos y prcticos de la comunica-cin con la cultura popular brasilea, lugar desde el cual debe repensarse la comunicacinen el pas para que sirva al mejoramiento de la calidad de vida (pp. 26-28).

    GONZAGA MOTTA, Luisy DA SILVA, Ubirajara (1982)

    crticas a las polticas de comunicacin:

    entre el estado, la empresa y el pueblocomunicacin y culturan. 7, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    21/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    37

    GONZALEZ SANCHEZ, Jorge (1983)

    cultura(s) popular(es) hoycomunicacin y culturan. 10, mxico

    El punto de partida que se seala es que el tema cultura popular es una cuestin mltiple.Adems se sealan dos advertencias: a) los dos trminos son peligrosamente polismicos y

    b) que esa polisemia tiene como base distintos paradigmas de aproximacin (p. 7). Luego, elautor se dedica a revisar distintas aportaciones al estudio de las culturas populares.

    En primer lugar, Gonzlez hace una breve presentacin de la inquietud por lo popular si-tuada, por lo menos, a partir de los siglos XVIIy XVIII sea desde perspectivas eruditas o

    romnticas.

    En segundo lugar, se dedica con detenimiento a la obra de Antonio Gramsci y sus segui-dores porque la considera una ruptura bastante marcada con concepciones previas (p.9). Este apartado contiene una importante cantidad de referencias bibliogrficas sobre elobjeto y el enfoque. Gonzlez plantea que el inters de Gramsci por lo popular es antesque nada poltico y se inscribe en las reflexiones innovadoras realizadas en torno a lasideologas y de modo ms amplio la hegemona. Esto implica considerar previamente

    los lineamientos de Gramsci en torno a las ideologas, entre otros, la no reduccin a fenme-no superestructural, su existencia material en instituciones, su funcin prctico-social, et-

    ctera. Situado en estas claves Gramsci produjo una ruptura con las concepciones elitistasy con las romnticas al situar el problema en relaciones entre clases sociales.

    En cuanto a los continuadores de Gramsci, Gonzlez destaca a Alberto Cirese y su pro-puesta de los desniveles internos de la cultura, Luigi Lombardi Satriani y su preocupacinpor el carcter contrapuesto a lo dominante de la cultura popular y a Vittorio Lanternarique concibe al folklore como una cultura en bsqueda de la identidad antiburguesa (p. 17).Tambin se refiere a las crticas que estos autores recibieron de parte de una generacin

    ms joven, entre otros de Giulio Angioni y Pietro Clemente. El filn gramsciano, entoncespermiti pensar lo popular como relacin y como uso y realizar una triple ruptura con losromnticos, los eruditos y los populistas (pp. 18-19).

    En tercer lugar, Gonzlez hace un breve comentario sobre las aproximaciones histricashechas en Europa desde la historia social de la cultura. Entre otros, se destaca a Robert Mu-chembled, Peter Burke, Julio Caro Baroja y Mijail Bajtn. Luego, pasa revista a las aproxima-ciones anglosajonas a la comunicacin masiva sealando sus zonas dbiles, particularmente

    la disolucin de la idea de clases en masas.

    Finalmente, se detiene en los estudios latinoamericanos dedicados al tema cultura popular.Antes, sin embargo, dedica algunos comentarios a los estudios antropolgicos estadouni-denses (R. Redfield, E. Rogers) y la denominada communication research (P. Lazarfeld, R.Merton, C. Wright, etc.) (pp. 22-23). Mencionando algunos elementos del contexto de pocade los sesenta y los setenta Gonzlez considera justo reconocer a Armand Mattelart y a suequipo el haber sido punta de lanza de la reaccin contra el colonialismo cientfico y cul-

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    22/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    38

    tural. A partir de las distintas formas de desenmascaramiento a que acudi el denuncismoideolgico se comenz a redefinir el trmino cultura popular que, adems, es diferenciado

    del de cultura de masa (pp. 23-24). El problema es que se opera con un concepto normati-vo, con lo que la cultura popular debera ser. Una respuesta al imperialismo cultural fue ladenominada comunicacin alternativa que salvando excepciones sostena un concepto

    populista de lo popular. De todos modos el hito que marcan estos aportes es la reincorpora-cin de la dimensin del poder al tratamiento de las culturas populares.

    Ms adelante se explora el filn gramsciano en Amrica Latina ya que la apropiacin deGramsci habra significado una dinamizacin de la cosificada y cosificante nocin de ladominacin fatal de la ideologa dominante (p. 26). Entre otros, se revalorizan los aportesde Chacn, Capriles y Hernndez, en Venezuela; los de Martn Barbero, en Colombia; losde Beltrn y Da Matta, en Brasil; y los de distintos autores mexicanos (este ejemplar de la

    revista es acompaado por una bibliohemerografa sobre el tema).

    En el Eplogo que cierra el artculo Gonzlez sugiere abordar el tema cultura popular a par-tir de los conceptos de identidad (y no slo de distincin) y frentes culturales, ademsde revalorizar la necesidad de articular la construccin de hegemona con la vida cotidiana,

    los encuentros y enfrentamientos entre clases y culturas, etc., de comprender el pasaje delo subalterno a lo alterno (que no significa para nada hegemnico ni necesariamente alter-nativo) y de enfocar la lucha no slo en el terreno de lo inmediatamente poltico (p. 30).

    La autora parte de la situacin de polmica ocurrida a partir del decreto de la caducidad delas licencias de los tres canales de televisin de la Capital Federal, en 1973. A partir de ese mo-mento se produjeron crticas, polmicas, propuestas, etc. que ms que un nuevo inters porel rea manifestaban los intereses de diferentes grupos econmicos y tendencias polticas(p. 175). Por otra parte se seala la inexistencia en el pas de un estudio ms o menos completo

    sobre el medio en cuestin por lo que se propone esbozar algunas lneas para tal fin.

    El artculo presenta un conjunto de cuadros que exponen la situacin del medio en 1973 en loque hace a la cantidad de canales y repetidoras, su carcter (estatal, privado, universitario,etc.), su distribucin geogrfica, la evolucin de la cantidad de canales instalados desde 1951

    y de la posesin de aparatos receptores de televisin desde 1960.

    Luego de ofrecer estos datos descriptivos se aborda una caracterizacin general del sistemade propiedad de los medios en Amrica Latina. En este sentido podemos comenzar por ve-rificar la existencia de un alto grado de concentracin econmica, entendiendo por tal al fe-

    nmeno por el cual la propiedad de los medios se halla por lo comn en manos de unas pocasempresas, en general de carcter familiar, y vinculadas con el resto de las grandes empresas

    industriales, comerciales y agrcolas y con los crculos polticos del pas en que operan (p.

    GRAZIANO, Margarita (1974)los dueos de la televisin en la argentina

    comunicacin y culturan. 3, buenos aires

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    23/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    39

    185). Por otro lado se seala la estrecha interdependencia entre el capital extranjero y losdistintos medios, cuestin que se manifiesta a travs de las inversiones directas, el control

    del mercado de programas, equipos, etc., el campo publicitario y el suministro de noticiasque hacen las grandes agencias. Por ltimo, seala la vinculacin de la TVen Amrica Latinacon los grupos norteamericanos CBS, NBC, ABCy Timelife.

    Cuando se detiene en el caso de la televisin argentina, que se inscribe en la caracteriza-cin general, se postula una reproduccin de la dependencia externa hacia el interior en larelacin que se establece entre la capital y el resto del pas a travs del vnculo canal decabecera-productora-canal de interior (p. 189). Se describen las relaciones canal de cabe-cera-productora y productora-canal del interior en lo referido a las formas de propiedad,asociacin, etc. Finalmente se caracterizan a los grupos relacionados con los canales capita-

    linos 9, 11 y 13 y sus vinculaciones.

    El artculo tiene abundantes cuadros con datos sobre vinculaciones entre grupos empre-sariales, redes canal-repetidora, posesin de aparatos de TV, porcentajes de cada tipo de

    programacin en el total de horas transmitidas, etc.

    El artculo sita el inicio de los aos ochenta en el marco de reflujo de la utopa revoluciona-ria y de retorno de las fuerzas conservadoras. A partir de all, seala tres aspectos referidosa las condiciones de la investigacin social, particularmente la ligada a la comunicacin:

    - la derecha estara apropindose de temas que haba soslayado sometindolos auna operacin de lavado y de neutralizacin (p. 99);

    el modo en que se presentan las nuevas tecnologas como matriz de un nuevo mo-delo social;

    la estrecha articulacin econmico-poltica de las comunicaciones en el procesosocial global (p. 100).

    Luego se centra en una reflexin sobre las perspectivas tericas. La investigacin crtica enciencias sociales se define para Martn Barbero por ruptura con el funcionalismo, aunqueconsidera que la misma ha sido ms afectiva que efectiva (p. 101). Objeta la unilateralidadcon que se ha pensado la comunicacin sealando la complicidad de la lingstica estructuralcon las matrices que desconocen la historia, las contradicciones y los conflictos.

    Ms adelante se detiene en una serie de rupturas y desplazamientos que no seran exclusiva-mente de orden terico sino tambin desplazamientos en lo poltico. Por un lado se trata dela ruptura con lo que Mattelart haba llamado contrafascinacin del poder, es decir aquellaimagen de un poder omnipotente sin espacios vulnerables. Por otro, seala una ruptura a

    MARTIN BARBERO, Jesus (1983)retos a la investigacin de comunicacin

    en amrica latinacomunicacin y culturan. 3, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    24/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    40

    partir de la toma de conciencia de la actividad de los dominados en cuanto cmplices de ladominacin pero tambin en cuanto sujetos de la decodificacin y la rplica a los discursos

    del amo (p. 104). Ambas rupturas indican dos direcciones de avance: una, la ubicacin delos procesos de la cultura masiva en relacin con las culturas populares; otra, la puesta enrelacin de lo que producen los medios con los espacios cotidianos. Seala que una buena

    pista se halla en las investigaciones de ingleses como Williams, Hall y Murdoc.

    Por ltimo, Martn Barbero postula la configuracin de tres nuevos campos estratgicospara la investigacin:

    el orden o estructura internacional de la informacin, aspecto en el que los latinoa-mericanos estn siendo pioneros y sobre las que es necesario indagar, adems de sudimensin econmica, la dimensin poltica e ideolgica (pp. 106-107);

    el desarrollo de las tecnologas que fusionan telecomunicaciones con la informtica,intentando desplazar las miradas apologticas y las fatalistas, sin por ello abordar dichoproceso de modo crtico (pp. 107-109); la llamada comunicacin participativa, alternativa o popular, sin restringir el con-cepto a las formas de comunicacin marginales a los grandes medios y apuntalando la

    idea de transformar el proceso, la forma dominante y normal de la comunicacin so-cial, para que sean las clases y los grupos dominados los que tomen la palabra (p. 109).

    El artculo plantea que para investigar lo popular y lo masivo es necesario hacer dos des-plazamientos: 1) la cultura de masa no se identifica ni puede ser reducida a lo que pasa eno por los medios masivos, se trata de comprender tambin las mediaciones sociales, y 2)investigar la cultura de masa desde el otro modelo, el popular porque sirve para revelar sucarcter de clase (pp. 59-60).

    Luego de formular estas propuestas Martn Barbero seala tres lneas de investigacin quese abren para un trabajo complementario:

    1)De lo popular a lo masivo: principalmente se tratara de no enfrentar cultura de masa concultura popular, sino de indagar como lo masivo se ha gestado lentamente desde lo popularactivando y neutralizando seas de identidad de la vieja cultura (pp. 60-61).2)De lo masivo a lo popular: estudiar tanto la negacin de los conflictos en la cultura de

    masa y las mediaciones por las cuales lo masivo recupera y se apoya en lo popular (p. 61).3)Los usos populares de lo masivo: es decir, indagar acerca de lo que las capas populares ha-cen con lo ven, creen o compran, teniendo en cuenta entre otras cosas que lo popular noes homogneo sino plural. Se tratara de indagar siguiendo a De Certeau las astucias,

    las estratagemas, las ingeniosidades del dbil (pp. 61-62).

    MARTIN BARBERO, Jesus (1983)memoria narrativa e industria culturalcomunicacin y culturan. 10, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    25/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    41

    Luego Martn Barbero propone el relato popular como un posible modo de acceso a esacultura otra, tanto en lo que hace un modo otrode narrar (enfatiza la categora gnero)

    como a un modo otro de leer (seala la necesidad de una historia social de la lectura).Entre otros aportes, el autor recupera aqu los de Hoggart, Bajtin, Eco, Jauss y De Cearteau(pp. 62-66). A partir de aqu seala el lugar clave que ocupa el melodrama entre los gneros

    populares en Amrica Latina. En sus referencias al melodrama, Martn Barbero lo sita comohijo de la revolucin francesa y sostiene que se trata de la entrada del pueblo en escena(p. 70). Por otro lado, el melodrama conectaba con la cultura popular en una suerte de con-tinuidad entre la esttica y la tica como podra registrarse en su esquema, sus elementosexpresivos y sus peripecias, etc. que en ltima instancia remiten a la estructura familiar encuanto estructura de las fidelidades primordiales. Por lo que el trayecto del drama va deldes-conocimiento al reconocimiento de la identidad de la vctima (p. 71). Martn Barbero

    plantea adems que la desactivacin de lo que ah hay de memoria popular se produce a

    travs de dos operaciones: a) la homogeneizacin y b) la estilizacin (p. 72).

    Finalmente, el autor se refiere brevemente a tres etapas dignas de estudio. La primera es latransformacin del melo-teatro en melo-novela, es decir en folletn y novela por entregas

    y se produce a mediados del siglo XIX. La segunda es la transformacin del folletn en melo-drama cinematogrfico y en radionovela. La tercera etapa es la que se produce a partir dela fusin de ciertos dispositivos de melodramatizacin del cine y de la radio en la telenovela

    latinoamericana (p. 73).

    El texto se presenta como testimonio de la posibilidad de investigar la comunicacin alter-nativa desde su misma prctica (p. 45). Se refiere a radio Enriquillo, una emisora de Tamayo,Repblica Dominicana, que comenz a operar en 1977. La emisora fue concebida, desde uncomienzo, como una emisora horizontal, en medio del pueblo, lugar de encuentro,donde el que nunca tuvo oportunidad de decir su palabra ahora tenga voz. Su punto de

    partida, manifiestan documentos producidos por el equipo coordinador, ha de ser el mundoreal del campesino para devolverle la realidad en que vive (p. 46). Luego de cuatro aosde trabajo, de crecimiento de la emisora, de haber acrecentado su popularidad, surgi la

    necesidad del equipo coordinador de sistematizar y de evaluar la experiencia producida.

    El artculo contina exponiendo algunos de los aspectos centrales generados a partir de ladecisin de contestar los interrogantes surgidos. Se realiza un diagnstico de la poblacin(caracterizada por la heterogeneidad y diferentes grados de organizacin) y se describe a

    la emisora y su relacin con el poblado. Adems se relatan las formas en que se decidieronlas metodologa para llevar a cabo la investigacin-accin y los ejes centrales a los que sediriga, esto es, el anlisis institucional de Radio Enriquillo, el anlisis de la programacin y elanlisis de la emisora con la comunidad.

    MATA, Maria Cristina (1982)radio enriquillo: el proceso de una evaluacin

    comunicacin y culturan. 8, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    26/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    42

    Entre otros resultados de relevancia que arroj el proceso de investigacin, se encuentranlos siguientes:

    Se ha acrecentado el acercamiento entre los grupos de la zona y entre ellos y laemisora. El manejo de mayor informacin acerca de la emisora por parte de las organizaciones

    y el debate sobre la misma, va posibilitando una ms acentuada respuesta crtica conrespecto a ella y una mayor asuncin de ese hecho comunicativo como un hecho a pro-

    blematizar. Algunos grupos llegan a cuestionarse su actitud pasiva frente a la emisoray frente a la comunicacin. La propuesta de investigar una prctica asumida por parte de la mayora de los gruposcomo un hecho dado y, adems, cotidiano, motiv un proceso de reflexin significativoacerca de la falta de anlisis de sus propias prcticas y la necesidad de revisar esta

    carencia. La implicacin en el proceso signific, en muchos casos, una toma de concienciaacerca de la capacidad de los grupos para emprender tareas de sistematizacin y an-

    lisis; acerca de su capacidad para producir un conocimiento propio. En este sentido, elproceso iniciado result un estmulo y se generaron otras acciones semejantes (pp.66-67).

    Finalmente, se rescata de la experiencia que la misma ha revelado la posibilidad en mediode contradicciones de producir relaciones plurales y democrticas que reemplacen la mo-

    nopolizacin del saber terico y el tener y saber tecnolgico (p. 67).

    El trabajo, inscripto en un conjunto de investigaciones desarrolladas por Mattelart, trabajasobre las estrategias y las tcticas del imperialismo cultural y toma como caso paradigmtico

    al programa televisivo Plaza Ssamo. Mediante el patrocinio de producciones educativascomo Plaza Ssamo por parte de las empresas la Xerox es una de las ms importantes,en el fondo es posible segn Mattelart leer y trazar un esbozo del nuevo modelo de laagresin cultural imperialista (p. 151). Se trata de comprender el caso en la totalidad de

    producciones de este tipo dirigidas a la penetracin cultural en los pases del Tercer Mundo.

    Se resea el desarrollo de las corporaciones norteamericanas de televisin y el modo en quecontribuyeron al establecimiento de una estructura televisiva dependiente, se describensus inversiones, vinculaciones, etc. Tambin se hace referencia a las Fundaciones ligadas a

    las corporaciones que se dedican a la promocin de actividades culturales, becas, proyectos,etc. y se ofrecen datos sobre sus actividades y sus costos en el rea de comunicacin y enel Tercer Mundo (pp. 157-164). Mattelart aborda tambin los formas en que los programaseducativos y culturales son adaptados a los pases latinoamericanos (enfatizando en los ca-

    MATTELART, Armand (1973)el imperialismo en busca

    de la contrarrevolucin culturalcomunicacin y culturan. 1, santiago de chile

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    27/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    43

    sos de Mxico y Brasil). La apuesta de las corporaciones a la educacin masiva da cuenta deque el imperialismo cultural, no slo efecta una nueva reagrupacin tctica de sus fuerzas

    polticas, sino que tambin, y sobre todo, est revisando la funcin que asigna a los mediosde comunicacin de masas en la batalla ideolgica (p. 177). Si bien Sesame Street se ex-

    hibe en ms de setenta pases hubo objeciones y cuestionamientos desde pases europeosy, especialmente, del Tercer Mundo. Etiopa protest por su carcter neocolonialista y Perimpidi la entrada del programa objetando su concepcin pedaggica, su verticalismo y ca-rcter poco dialogal, etctera.

    Luego Mattelart cuestiona la neutralidad de la ciencia y la tecnologa y el uso de tcnicas decomunicacin aisladas de la realidad social a la que se dirigen. Tambin objeta el marco te-rico que rige las investigaciones que avalan esta concepcin de la educacin a travs de los

    medios dirigidos a captar los efectos sin considerar las condiciones sociales concretas (pp.

    184-185). Se refiere a las estrategias de investigacin de los sectores progresistas y si bienvalora los estudios sobre los discursos seala que faltan aproximaciones a la recepcin. Mstarde el artculo se dirige a presentar las articulaciones de las iniciativas en la comunicacin

    masiva con los proyectos ms globales a nivel tecnolgico y econmico, y la situacin en laque se encuentran los pases dependientes.

    El artculo se propone poner en evidencia las caractersticas de lo que sera la constitucindel estado multinacional. Entre otros aspectos realiza un crtica a instrumentos como losestudios de marketing y audiencia (que son plebiscitos de s mismos) como tambin las in-

    vestigaciones de opinin pblica que contribuye a reproducir las relaciones sociales exis-tentes (creando la ilusin de participacin democrtica) (pp. 73-74). Las firmas de estudiosde mercados y de motivaciones, o contentas con poner en funcionamiento las campaaselectorales de la derecha, prever la victoria de sus candidatos empleando todo el arsenal de

    los ltimos modelos de la informtica, y darla por hecha de antemano, utilizando el recursode revelaciones intempestivas en base a sondeos, se han vuelto parte activa en la ofensiva

    ideolgica de las clases dominantes (p. 75).

    Mattelart se refiere a la era de la institucionalidad electrnica que prefigura el ao 2000,a quien Nixon le dio gran impulso. El poder poltico ve la posibilidad del uso del satlite, la

    informtica, etc. para diversos fines, incluida la represin. A partir de ejemplos de paseslatinoamericanos (Argentina, Chile) se denuncia las formas de la intromisin de las empresastransnacionales en las economas nacionales, en la que, adems, los aparatos ideolgicosdel imperialismo se asignaron un nuevo papel (p. 78).

    El autor afirma adems que las diferentes empresas de publicidad, marketing y serviciosestn alineadas con los objetivos de las multinacionales. Estn preparadas para convertirse

    MATTELART, Armand (1975)hacia la formacin de los aparatos

    ideolgicos del estado multinacionalcomunicacin y culturan. 4, buenos aires

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    28/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    44

    en sus apndices ideolgicos, y ms: sus ministerios del interior y relaciones exteriores que,a su vez, no son sino ministerios del Estado imperial. Esto sera lo que caracteriza a la nue-

    va estrategia que han adoptado las clases dominantes para contrarrestar los movimientospopulares (p. 83). El artculo describe y ejemplifica tres estrategias bsicas de internaciona-lizacin utilizadas por las empresas del imperialismo para concretar su invasin en distintospases: la forma clsica del imperialismo, las nacionalizaciones consentidas y las fusionesentre empresas.

    Finalmente, el texto se refiere a la diversificacin de las inversiones, a la influencia en losprocesos polticos, a la participacin en la televisin educativa, a las formas simuladas decontrol social a travs de investigaciones, etctera.

    El artculo comienza cuestionando la idea de imperialismo cultural por considerarla unanocin genrica y poco definida. Adems seala que muchos estudios del imperialismo cul-tural terminan consagrando su omnipotencia y suelen ser vctimas de una especia de con-trafascinacin del poder (p. 9), por lo que dan lugar a visiones casi apocalpticas. Por lo

    tanto, Mattelart formula dos precauciones a tener en cuenta: a) no confundir los reacomo-damientos del capitalismo con la ineluctabilidad de sus triunfos, y b) comprender al imperia-lismo en una lectura que apunte a indagar un juego de relaciones de fuerza (p. 10).

    Mattelart apela a Antonio Gramsci para fundar su posicin en la inquietud por comprenderla combinacin de fuerzas nacionales e internacionales. En este marco sugiere que situaral imperialismo en un marco de relaciones de fuerza implica plantear los niveles de con-ciencia que se le oponen o sea el problema de las culturas populares o de las culturas de

    liberacin nacional (pp. 10-11).

    Luego Mattelart seala distintos aspectos en los que se manifiesta la penetracin cultural:

    la excesiva dependencia de las agencias internacionales de noticias; la dependencia de los programas de televisin importados; el sometimiento a los planes de asistencia en la educacin de nivel superior, la forma-cin sindical, etctera; los planes de asistencia del Pentgono a las fuerzas armadas y las policas latinoa-

    mericanas. Adems seala que ese punto es muy poco tenido en cuenta por textos queanalizan el imperialismo cultural (p. 12).

    Mattelart desarrolla cada uno de estos aspectos apoyndose en diferentes datos y formulaobjeciones y sealamientos (sobre la cultura, el imperialismo, el Estado, etc.) con el fin decuestionar y de precisar la idea de imperialismo cultural y mostrar sus limitaciones.

    MATTELART, Armand (1978)notas al margen del imperialismo cultural

    comunicacin y culturan. 6, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    29/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    45

    Michelle Mattelart postula que a pesar de los aportes de Lenin, Gramsci y Marx la izquier-da no tiene demasiadas respuestas cuando debe plantear la cuestin de la informacin. El

    planteo se construye a partir de la reflexin sobre la experiencia chilena del gobierno deAllende, ya que la renuncia frente a los aparatos de informacin sera una de las causas de

    la derrota. La autora sostiene que la informacin es un instrumento poltico, que constituyeuna sustancia insoslayable, tanto para recuperar el poder, como para configurar un nuevoorden de cosas (p. 95).

    Luego de exponer y revisar aspectos especficos del manejo de los medios de comunicacinen la coyuntura allendista, se advierte que los medios constituyen a la esfera poltica con

    un importante protagonismo, particularmente en su capacidad de definir la ilegalidad de lospopular refirindose a los espacios de expresin y participacin que pretendi abrir el nue-vo rgimen de gobierno. En un nivel ms estrictamente terico Mattelart cuestiona al eco-nomicismo y al epifenomenalismo que han estado presentes en las posiciones de izquierda.

    Despus de describir las situaciones anteriores la autora se centra en la respuesta del

    movimiento popular al sistema dominante de los medios en el Chile de esos aos. En esarespuesta estaban contenidos los grmenes de nuevas formas de comunicacin y cultura.Segn Mattelart los sectores populares advirtieron el papel desmovilizador que cumple elaparato de comunicacin masiva tradicional, repararon al menos los ms avanzados en

    las reglas de un modo de produccin del tiempo libre, interpretaron como los medios con-tradecan sus intereses de clase, etctera (pp. 101-102).

    En el aspecto conceptual se sita la posibilidad de cuestionar el carcter monoltico delconcepto de dominacin, se propone que entre el texto y el lector media un cdigo declase que permite determinar una diversidad de efectos de los medios, la polivalencia del

    mensaje, entre otras cosas (p. 102).

    Finalmente, luego de estas revisiones, la autora critica la nocin de lo popular asociada alxito que obtiene un producto en el mercado que servira a la confusin entre lo popular y

    lo masivo. Entre la cultura de masa y la cultura popular escribe la distancia es la mismaque separa un sistema, cuya legitimidad est fundada en el sometimiento de las conciencias,de otro, en el que las masas dejan de ser espectadoras sumisas de un representacin con-traria a sus intereses, para devenir el sujeto activo de una experiencia cultural ligada a su

    proyecto de liberacin (p. 103).

    MATTELART, Michelle (1978)

    creacin popular y resistencia al sistemade los medios de comunicacin

    comunicacin y culturan. 6, nueva imagen, mxico

  • 8/10/2019 Revista Comunicacin y Cultura

    30/54

    Oficios Terrestres Ao 20 - Vol. 30 - N. 30 Enero-Junio 2014 ISSN 1853-3248

    VictorLenarduzzi

    Comunicaci

    nycultura:unarchivo

    46

    MATTELART, Michelle

    y PICCINI, Mabel (1974)la televisin y los sectores populares

    comunicacin y culturan. 2, buenos aires

    Las autoras trabajan sobre la re