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LABORATORIO POÉTICO

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Revista realizada por los participantes en el Laboratorio Poético que, coordinado por Víctor M. Díez y patrocinado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de León, se celebró entre febrero y junio de 2014 en el Salón de los Reyes del viejo Consistorio leonés. Los talleres fueron impartidos por Tomás Salvador, Esther Ramón, Chus Domínguez, Ana Cristina Herreros, Eloísa Otero y Alberto R. Torices.

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LABORATORIO

POÉTICO

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El ‘Laboratorio Poético’ no quiere ser un taller literario al uso. Se trata más bien de construir un espacio creativo, al que se convoca a artistas de todo tipo que quieran investigar en los límites de su propia escritura, de su propia obra. Lo poético trasciende la literatura, funciona como un sustrato que nutre todas las manifestaciones artísticas. Por eso, este laboratorio pretende ser interdisciplinar y crear un “grupo salvaje”, en el sentido de Roberto Bolaño.

Coordinador: Víctor M. Díez.Organiza: Ayuntamiento de León.

Participantes:Pablo Parra, Cova Villegas, Jorge Pascual, Eloísa Otero, Alberto R. Torices, Joaquín Olmo Martínez, María González Fernández, Asunción Carracedo, Abel Morán, Isabel Medarde Oliden, María Estela Reguera, Raquel de la Varga, Felipe J. Piñeiro, Sandra Alonso Fernández, Lorena de Paz, Daniel de León Rodríguez, Elena Robles Castañón, María Eugenia Rodríguez Sanjuán, Mari Carmen Fraile, Silvia Abad Montoliú, Rubén Mielgo, Mónica Martínez Alija, Flor Rodríguez, Jesús R. R., Víctor M. Díez.

Ponentes:Tomás Salvador González, Esther Ramón, Ana Cristina Herreros, Eloísa Otero, Chus Domínguez, Alberto R. Torices.

Diseño, maquetación y edición de la revista: Eloísa Otero.

León, 2014.

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SOBRE “LO POÉTICO”

Los periódicos son como laberintos. Algunas palabras sueltas: terremo-

to, constelación u ocarina. La memoria arrugada de ayer, la memoria que se lle-va el viento. Un hombre que busca obje-tos en las alcantarillas de la ciudad, unos muchachos que bailan en una esquina, o el silencio atronador de un avión sobre el bosque. Intensidad de la mirada. La infancia de Iván. Bebertureflejo,niño tu madre sudorosa canta en silencio.A lo poético, un acceso por la perple-jidad. Lo poético, como el verdadero cine, es invisible. Pero, contar cuentos, es como hacer el amor: si no tiemblas, para qué lo haces. Víctor M. Díez

Quietud

Un momento desnudoLluvia picoteando en un cristal

Un pañuelo que se lleva el viento...Brotes nuevos de árboles viejos

Musgo entre los huecos de las piedrasUna lágrima dentro de una caja de madera

NadaEn las manos...

Elena Robles

No tengo ni idea de qué es para mí lo poético. Podría apuntar alguno de los habituales clichés, pero mejor me remi-to a lo que respondió un ilustre (¿Kafka? ¿Beckett?) cuando le hicieron una pre-gunta similar: “No lo sé, discúlpeme”.

Alberto R. Torices

La RaElodefinecomounamanifesta-ción de la belleza o del sentimiento es-tético por medio de la palabra. La mente lo entiende, para el espíritu resulta de-masiado acotado.

Lo poético es lo inenarrable, lo invisible, lo intangible, lo inefable. Lo poético es el misterio, que emana de las palabras pero no puede ser contado, si acaso ser vivido o experimentado.

Dani de León

“Lo poético”. Collage de Abel Morán.

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El campo de lo poético se despierta en ocasiones (raras) en las que te conec-tas a esa patria que es tu corazón. Es estar en estados de gracia o en una di-mensión espiritual que te desvela sen-tidos que hasta no conectar con “eso” te son ocultos, no por nadie, sino por tu propia incompetencia, en el mirar, en el escuchar, en el saborear, en el tocar, en el sentir...

En este Laboratorio hemos contado con ayuda de guías que ya han accedido a esos espacios sin tiempo y pretenden que nos sea más fácil a nosotros.

Flor Rodríguez Es... abrir una vieja puerta que luego cuesta mover adelante o atrás, que casi siempre está entrecerrada, que hace un ruido familiar y a menudo huele, antes, todo lo que hay detrás suyo.

La poesía es algo que de joven metiste bajo tierra; como un juego, y aún guar-das parte del mapa, y ella/él tiene la otra parte, o eso aún crees, pero no sabes.

La poesía, creo, es una indefensión ani-mal que usan los que no tienen herra-mientas para el futuro, o solo en poten-cia.

Es un vestirse por fuera lo que llevas por dentro, y todo “te lo quieres hacer mirar” como cuando vas al médico y te dice: no tienes nada, pero a ti te duele el cuerpo algo... más de la cuenta. ¿Y qué es lo normal?

Jorge Pascual

Es lo que conmueve, emociona, arreba-ta, inquieta y sana a la vez. Cova Villegas

Lo poético es lo que nos acerca al qué, empujándolo desde las sombras.

Lo poético está en el cómo y es el em-perador dándose un baño de multitudes en calles sin derecho a admisión.

Lo poético desaparece al nombrarlo, y es transversal a nuestra respiración.

Lo poético no entiende de direcciones y rechaza las cadenas.

Lo poético viaja en una caja compartida con un gato, y su amplitud es de aproxi-madamente 355 grados.

Y aún habrá alguno que diga que lo poé-tico es agudo.

Joaquín Olmo

Podría pensar que lo poético es la ma-nifestación más interpretada de cuantas pueda haber en un acto relacionado con la creación y lo artístico, o lo más sub-jetivo de cuanto pueda ser interpretado. Cuanto más tamizado por la experiencia personal más próximo a la poesía.

Para mí lo poético es el desdibujado de todo lo que puede ser mirado, pen-sado, escuchado, entendido, desde el momento en que se mira, se piensa, se escucha, se entiende con una intención poética.

Y a partir de aquí, luego está la forma, el ritmo, la cadencia, la musicalidad, la riqueza expresiva, y el pensamiento, entre otras muchas cosas más.

Pero siendo bastante más sincera lo que dicta mi no razón, para mí lo poéti-co es la sombra y el agua en todas sus manifestaciones. La gota, la ola, el río, ellago,susreflejos,susmatices,elso-nido del agua, su sensación...

Isabel Medarde

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Visto y oído (La escritura como escucha)

Ilustración: JOAQUÍN OLMO

Capítulo I

Con tomás salvador González (del 12 al 15 de febrero)

La escritura también es tachar y recortar. Reciclar la palabra dicha, escrita u oída.

El autor ha hecho de sus collages y poemas con titulares de periódico,unacuriosamezcladeobraescritaygráfica,quees

el envés de su obra poética y narrativa convencional.

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Tomás Salvador González

tomás salvador González —poeta y narrador que ha hecho de su faceta plástica (poesía visual) el envés de su obra escrita, colocándola al mismo nivel— guarda una relación especial con la prensa diaria, su materia prima. La espera cada día como una carta enviada a su nombre, y es capaz de recorrer kilómetros para ir a buscarla si no la tiene a mano. En su taller se apilan cientos de diarios que amarillean durante meses, unos recortados, hechos jirones, y otros esperando su criba. El poeta y el narrador viven agazapados ante las imágenes de la realidad. El poeta visual procura perder el control y dejar que sus manos y sus ojos le lleven sobre la piel de esos periódicos para darles un nuevo sentido, como contrapropaganda o contrainformación, y una nueva vida como obra de arte.

“Con los periódicos tengo una relación

casi de afecto”

— ¿Qué te sorprendió más de tu vi-sita al Laboratorio Poético, tomás?—Lo que más me sorprendió fueron los participantes, claro. Primero su recepti-vidad y después su creatividad. Yo es-toy acostumbrado a impartir algunos de estos cursos y aquí me encontré con un grupo muy escogido, con personas que parecían tener un mundo propio y, a partir de las explicaciones que yo les daba, se buscaban la vida como nunca

había visto antes. Además, no es fácil que ocurra en cuatro días; me encontré con sorpresas, es decir, obras fuera de lo normal con esa precisión y limpieza para lo corto que era el curso.—¿Pones al mismo nivel tu trabajo con recortes de periódicos y tu es-critura poética o narrativa? ¿Pones la misma concentración en ambos casos?—Elresultadofinalparamíesidéntico,

Entrevista

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los coloco al mismo nivel. Cuando es-toy de acuerdo con un poema o con un poema visual, tienen el mismo valor. En cuanto a la concentración, es muy di-ferente. Me exige mucha más concen-tración esta poesía visual que la otra. En la otra, trabajo con mi cabeza y en mi cabeza puedo encontrar todo lo que necesito, otra cosa es que lo encuentre o no. En poesía visual trabajo con un universo limitado, son los titulares y las imágenes del periódico, y no hay más. No puedo decir “necesito la palabra al-mendruco”, porque quizás sea imposi-ble encontrarla en un titular. Entonces me exige más concentración porque es una tarea más improvisada. Cuento con aquello que me ofrece el periódico cada día o cada mes. No puedo dejar-me llevar por lo que yo quisiera poner o por lo que creo que necesito, sino por lo que tengo allí delante, y barajar eso

y tratar de mezclarlo para que funcione, para que tenga un sentido que no sea banal.—Compartimos plenamente eso de que la improvisación exige una ma-yor concentración. En tu escritura trabajas con la memoria propia ¿No te parece que, al trabajar con perió-dicos, de alguna manera trabajas con la memoria colectiva?—En loquese refierea laspalabras,alfinaleslamemoriapropialaquevaeligiendo, independientemente de que surjan de un periódico o no. La sensi-bilidad propia, la elección de las pala-bras… depende de tu propio bagaje. Enloqueserefierealasimágenes,ahísí, yo creo que se trabaja con algo que no es tuyo, aunque también cuentes con tu sensibilidad para escoger. Pero me parece que son más potentes que tú y de alguna manera te eligen a ti. De-

Fotografía: Abel Morán.

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cir que trabajo con la memoria colectiva me parece un poquito excesivo. Es ver-dadqueelperiódicopuedeejemplificarla memoria colectiva, pero no puedo decir que trabaje con toda ella, lo hago con la parte de esa memoria que enla-za conmigo.— En tu paso por el Laboratorio nos dejaste la frase: ”Hay que dejar que los ojos piensen”. ¿Podrías explicar-nos qué quieres decir con ella?—Es muy difícil explicar una frase así. Para mí tiene mucho sentido, pero no es fácil explicarlo. Creo que enlaza con lo que hablábamos antes de la impro-visación. Hay un afán cuando haces algo de controlarlo todo y no se puede. Trabajando con esta poesía visual tie-nes que dejar, de alguna manera, que esas palabras y esas imágenes te inun-den y dejarte llevar por ellas. Si inten-tas controlarlo todo, lo más probable es queelresultadofinalseabastantemásplano de lo que pudiera ser. Yo busco que en esta confluencia de imágenesy de palabras no haya meramente una ilustración, sino que interactúen y no de una manera muy evidente. Dejarse lle-var por los ojos, incluso por las manos, cuando estás recortando creo que tie-ne que ver con improvisar y no querer tener el control absoluto.—¿Qué te parecen iniciativas como el Laboratorio Poético?—Me parece estupendo. Es una sor-presa que un Ayuntamiento como el de León subvencione esta tarea. Aunque es evidente que deberían programar actividades de este tipo, no es lo nor-mal. Me parece no solo conveniente sino absolutamente necesario. Y más en un tiempo como éste de crisis en que la iniciativa privada a este respecto es absolutamente nula. Me parece un milagro que se haga, un milagro muy

necesario y conveniente. —Háblanos de la relación física que has llegado a desarrollar con el pe-riódico. El tipo de atención especial con que lo lees...—No es que me exija una mayor aten-ción sino que he desarrollado esa aten-ción, de tal forma que cuando leo el periódico, aunque no lo vaya a recor-tar ese día, ya sé qué imágenes voy a elegir, ya hay titulares que me llaman la atención, no tanto por la información que desarrollan, sino por una palabra o un giro sintáctico que me dice que lo voy a recortar, que eso me va a servir en algún momento, aunque no sé to-davía muy bien para qué. Más allá de eso, creo que le estoy muy agradeci-do al periódico, ya es una adicción que tengo. Los cuido. Así por ejemplo, si voy a una ciudad y compro el periódico, lo lógico sería abandonarlo en un hotel o en casa de unos amigos. Pues no, me lo meto en la maleta, lo doblo con cuidado, los apilo con relativo orden en el taller...Enfin,meha llevadoaunarelación casi de afecto, a pesar de la degradación evidente que los periódi-cos están teniendo, sobre todo El País, que de ser un periódico muy especial ha acabado convirtiéndose en un perió-dico estándar.

— — — tomás salvador González. (Zamora, 1952). Ha publicado los libros de poemas: Reunida estación de las ciudades (Valladolid, 1975), La entrada en la cabeza (Endymión, 1986), Aleda (Ediciones Portuguesas, 1988), Favorables país poemas (Icaria, 1996), La sumisión de los árboles (Ave del Paraíso, 1996), El poeta en su taller (La hoja de roble, 1998) y Siempre es de noche en los bolsillos (Papeles mínimos/poesía, 2014). También ha publicado la novela El territorio del mastín (Juventud, 1995).

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Poesía sin fronteras

Ilustración: JOAQUÍN OLMO

Capítulo II

Con Esther Ramón (del 5 al 8 de marzo)

La labor poética implica la consideración de cada libro como un todo orgánicoqueseramifica.Laconstruccióndelospoemasseproduce,por otro lado, a través de visiones muy nítidas de un mundo natural y

más grande, que no puede contemplarse en su totalidad. A este mundo, que habita en el inconsciente, se accede gracias a la imaginación.

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Esther Ramón

La poeta Esther Ramón practica lo ella llama “la escucha del inconsciente” a la hora de ponerse a escribir. Durante su taller en el Laboratorio tuvimos ocasión de experimentarlo. a partir de algunos ejercicios —meditar; contemplar cuadros, fotos y películas: meterse en la piel de un emigrante sin papeles y salir a la calle...— empezamos a entender cómo y por qué se puede llegar a escribir un poema.

“Nunca he escrito un poema de amor”

—¿Podrías explicarnos tu proceso a nivel de experiencia personal, vi-vencial cuando escribes?—Mi experiencia personal tiene mucho que ver con una escucha del incons-ciente, con una comunicación muy fluida con él. Suelen venirme versossueltos en estados de duermevuela, que voy anotando. Alguno se impone y pide que tire de él, a veces utilizo también otros de los anotados. En esa zona, algo se va escribiendo de mane-ra continua, y yo, a veces, cuando se me impone ese algo, cuando pide luz, lo transcribo, lo monto, pulo su forma, lo traigo hasta aquí.—¿Por qué propusiste realizar un ejercicio de meditación durante el taller en el Laboratorio Poético? —Creo que el mundo en el que vivi-mos, sus ritmos, la ropa de conductas y gestos que nos arrastra a llevar, bo-

rra el acceso que todo el mundo tiene de manera natural a lo poético. La me-ditación es una forma de hacerlo callar, de abrir esa puerta taponada, de dejar fluirnuestrasvocesinteriores.—¿De qué estados se puede partir en el momento de disponerse a es-cribir una persona y con cual o cua-les prefieres trabajar tú?—El relato de Cortázar “Carta a una señorita en París” puede servirnos como metáfora del estado que nos lleva a escribir un poema. Cuando se siente que algo emerge del estómago, y empezamos a notar por dentro lo que aún no tiene forma, pero sí materiales, algo que empieza bullir y pide salir sin remedio: la pelusa en la garganta, lo que asciende hasta la boca y no queda más que expulsar. Conejito o poema.—¿Qué te activa, estimula, te mue-ve, te conmueve?

Entrevista

Page 11: Revista laboratorio poetico

—El arte, en todas sus manifestacio-nes, el bueno, el que te hace mover-te, cambiar la perspectiva, quedar en abismo, mirar a su través.—si a través de la poesía tuvieras la certeza de poder cambiar el mundo ¿sobre qué escribirías?—No escribiría.—¿Cuál sería para ti el mejor poe-ma o acto poético de amor, propio o ajeno?—Mecuesta identificar la poesía conel amor. Ambos pueden confluir, yaque surgen de un estado alterado de conciencia, pero creo que es peligro-so confundir la poesía con el amor. De hecho, creo que nunca he escrito un poema de amor.—¿Qué sabor te ha dejado tu paso

por el Laboratorio Poético?—Sabor a complicidad, a juego, a bús-queda compartida.

— — — Esther Ramón (Madrid, 1970). Poeta, crítica literaria, profesora de escritura creativa y doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la Universidad Autónoma de Madrid. Ha escrito artículos de estética y crítica literaria para diversas publicaciones. Ha publicado los poemarios Tundra (Igitur, 2002), Reses (Trea, Premio Ojo Crítico 2008), Grisú (Trea, 2010), Sales (Amargord, 2011) y Caza con hurones (Icaria, 2013). Ha sido coordinadora de redacción de la revista Minerva, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid,ydirigeeltaller“Laflechayloblanco.Taller de poesía y otras artes” en la Fundación Centro de Poesía José Hierro.

Fotografía: Abel Morán.

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1. espacio

Primera sesión: Poesía y fotografía

Nos lanzaremos, a través de varios juegos de atención extrema, a despojar la mirada de adherencias (culturales, contextuales, inter-pretativas…), contemplando diversas foto-grafías de Graciela Iturbide, Luis González Palma o Sarah Moon hasta arribar a la ima-ginación y a la emoción. El fotógrafo captu-ra la imagen como un cazador que dispara el arco, consciente sólo del movimiento de la presa. De la misma manera, capturar piezas-palabras, la poesía en los pliegues de todo lo que arde o respira, antes de escribirla.

Segunda sesión: Poesía y pintura

Desmenuzaremos poemas de pintores como Egon Schiele, la paleta de palabras que mez-clan y superponen sus colores, punzaremos uno de sus cuadros hasta que manen las le-tras, y se desordenen en la hemorragia hasta secarse en la página. Dibujos o pinturas de poetas. Ut pictura poesis. El cuadro es un poema mudo, el poema es una pintura que habla.

El Pasillo o Poema-Vértebra en la Casa Ovalada de las artes

(La propuesta de Esther Ramón)

2. tiempo

Tercera sesión: Poesía y cine

En el cine más narrativo, lo poético se ma-nifiesta para mostrar estados alterados de conciencia, estados lisérgicos, hipnóticos o, más directamente, sueños. Aunque algunos directores abren el espectro y nadan con flui-dez en el derramamiento, como por ejemplo los rusos Pelechian, Tarkovski o Paradjanov, de quienes veremos ejemplos. También en-sayaremos el proceso inverso, cómo extraer –siguiendo al propio Tarkovski y su peculiar adaptación de un poema de su padre, el poe-ta acmeísta ruso Arseni Tarkovski, un guión cinematográfico de un poema. Que será, por supuesto, más que un guión, otro poema.

Cuarta sesión: Poesía y música

Silencios, sonidos, la voz erguida, eriza-da, los movimientos, pleamares, raspaduras en el adentro del verso, las (ar)ri(t)m(i)as y pulsos detenidos, la poesía sonora, fonética, desclavada, el grito-cuchillo que se toma sin mango, con la mano abierta, y que hiere tan-to al que lo emite como al que lo escucha, inmersión en las imágenes que bailan, en la emoción y en el fluido que es puro tiempo, impregnando de mercurio veloz todo lo que toca. Escucharemos, pronunciaremos, pala-dearemos ruido y silencio, tejiendo y deste-jiendo, andando y desandando.

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Escribir con los ojos(El poema fílmico)

Ilustración: JOAQUÍN OLMO

Capítulo III

Con Chus Domínguez (del 9 al 12 de abril)

El poema está más allá de la hoja en blanco. La realidad esconde todo tipo de misterios, si sabemos mirar.

El relato de lo sentido es el poema visual que nos teje. Una costura misteriosa entre lo íntimo y lo cotidiano, que expresa nuestra relación con el propio lenguaje.

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Chus Domínguez

El realizador audiovisual Chus Domínguez desarrolla su trabajo dentro de la no-ficción. Construye un lugar desde el silencio, por medio de imágenes y rara vez textos, en el que el lenguaje requiere una observación profunda de hechos cotidianos que se transforman en poesía-visual. se autoproclama autodidacta y reivindica una radical libertad creativa. siempre buscando nuevas perspectivas dentro de su discurso poético, le preguntamos por un curioso personaje, el músico japonés Katsunori que aparece en algunas de sus piezas.

“No evito la ficción, es ella la que me

evita a mí”

—En tu trabajo conviven tanto imá-genes como textos. ¿Por qué evitas la etiqueta “poeta”?—No sé si la evito. En cualquier caso suena muy grande, sería algo así como aceptar que te llamasen “maestro”. Pero sí reconozco que el cine que hago tiene una componente poética importante.—Estudiaste Biología, ¿tienes tam-bién formación académica audiovi-sual, o eres autodidacta?—Básicamente soy autodidacta, pero es que todos somos autodidactos, por mucha enseñanza que hayamos cursa-do.

—tienes un estilo personal que te identifica (uso del blanco y negro, planos fijos, observación de lo coti-diano, etc...) ¿Por qué la elección de estos recursos?—¿Porquéno?Merefieroaquelológi-co en una forma de expresión es hacer las cosas como te salen, no impostar o copiar lo trillado, buscar tu camino, tam-bién a nivel formal.—Tus “piezas” con Katsunori se des-marcan del resto de tu trabajo, don-de las personas suelen ser tratadas como “naturalezas muertas” ¿a qué se debe esta faceta y quién es Kat-

Entrevista

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sunori?—Katsunori es un amigo músico per-cusionista y a la vez un ser libre, con todas las connotaciones que esta pala-bra puede tener. A su vez, o relaciona-do con ello, posee un imaginario épico fascinante. Y esas facetas son las que más me interesa llevar a lo audiovisual. Hay muy poca gente que sea tan con-secuente consigo misma, con todos los perjuicios que eso pueda acarrear. No tengo claro que mi trabajo con él se des-marque de otros trabajos que hago, son piezas colaborativas, creadas a medias entre los dos, y a su vez su creación es un proceso de aprendizaje para noso-tros.—¿Por qué evitas la ficción y en qué circunstancias trabajarías con ella?—No la evito, más bien me evita ella a

mí;megustamuchociertocinedefic-ción, de hecho con Katsunori tenemos un proyecto a largo plazo que tendría unladoimportantedeficción.—¿Cómo fue tu experiencia en el La-boratorio Poético?—Muy interesante, sobre todo porque, aunque fuera como una pincelada corta en el tiempo, creo que fue un proceso de aprendizaje compartido, y ahí se encie-rra casi todo lo que uno puede preten-der hacer en un contexto de creación.

— — — Chus Domínguez (León, 1967). Realizador audiovisual. Miembro fundador del colectivo audiovisual Piensan las manos. Ha centrado sutrabajo,siempredentrodelanoficción,en la creación de cinepoemas así como en la traslación de procesos de creación artística al campo audiovisual.

Fotografía: Verena Vidal.

Page 16: Revista laboratorio poetico

CANSADO de todos los que llegan con palabras, palabras, pero no lenguaje,parto hacia la isla cubierta de nieve.Lo salvaje no tiene palabras.¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.Lenguaje, pero no palabras.

Tomas Tranströmer (de La Plaza Salvaje, 1983)

“Soy un poeta contemporáneo. La poesía hoy adopta for-mas que antes era imposible sospechar que pudieran llegar a existir. Hay poetas que inoculan palabras en las estruc-turas del ADN; poetas que hacen películas que funcionan como poemas; poetas que transcriben documentos lega-les. La poesía es un espacio muerto del que hay que apo-derarse, y el lugar donde hay más posibilidades es la Red. En realidad, siendo rigurosos, la misión del poeta hoy es no escribir poesía.”

Kenneth Goldsmith (El País, 15 febrero 2014)

Películas recomendadas

· Lost Book Found (1996), Jem Cohen.· Eaux d’ Artifice (1953), Kenneth Anger.· El extraño(2009),VíctorMoreno.(http://plat.tv/filmes/el-extrano)· El andén (2000) Sergei Loznitsa.· Meshes of the afternoon (1943) Maya Deren.· The power station (2004) Philippe Parreno.· Pablo Malaurie, Vincent Moon. (www.vincentmoon.com)· Turf Feinz Rip (2009), Yoram Savion· Agua espejo granadino (1953 - 1955), José Val del Omar.· Step across the border (1990), Nicolas Humbert, Wener Penzel.· El Ángel caído (2011) y O tempo dos bullós (2005), Chus Domínguez.· Ruhr (2009), James Benning.· Landscape (For Manon) (1986-1987), Peter Hutton.· Ah, Liberty (2008), Ben Rivers.

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Callando cuentos (Lo dicho y lo escrito)

Ilustración: JOAQUÍN OLMO

Capítulo IV

Con ana Cristina Herreros (del 7 al 10 de mayo)

Alguien inicia un viaje con la esperanza arreglar un problema propio. En su camino, encuentra un donante, alguien que le ayuda a resolver suconflicto.Esoconviertealprotagonistaenreydesumundo,le

permite tomar las riendas de su propia vida. La estructura profunda de los cuentos nos ofrece la oportunidad de investigar las relaciones

de lo oral y lo escrito.

Page 18: Revista laboratorio poetico

Ana Cristina Herreros

ana Cristina Herreros pasó por el Laboratorio poético como una exhalación... Y nos dejó los sentidos llenos de sensaciones y la cabeza llena de historias. Ella demuestra que se pueden hacer cuentos sobre cualquier cosa y para cualquier edad. Y también que la vida sirve para contarla...

“Vivimos para contar la vida”

—Érase una vez un laboratorio poéti-co / en el salón de los Reyes de una fría ciudad...—Érase una ciudad donde todos cuen-tan,/ jóvenes, viejos, y gente sin edad./ Érase un mundo, grande, redondo, que, / armados de palabras, quisiéramos cam-

biar. / Salón, ciudad, mundo, que caben / en mi boca cuando me pongo a contar. / Y contando y contando, sin parar de con-tar, / es como yo quiero regresar a mi cui-dad. / Mundo, ciudad, salón adonde llego / para con vosotros relatar y relatar....—¿Cómo se explica que se puedan

Entrevista

Foto: Benito Ordóñez

Page 19: Revista laboratorio poetico

hacer cuentos sobre cualquier cosa y para cualquier edad (0-100 años)?—Porque los cuentos nos cuentan, a cualquier edad. Son la emoción, lo que sentimos, lo que nos mueve, hecho pala-bra. Y eso de sentir nos pasa con 0 o con 100 años. Los cuentos tienen el tacto de la piel de quien cuenta, el ritmo del pál-pito de su corazón, el calor de su alien-to. Piel, corazón, aliento tan necesarios con 0 o con 100 años. No importa qué se cuente.—¿A quién prefieres, a una bruja, a un lobo o a un ojáncano, para tener en tu armario? ¿Por qué?—Depende del día. Hay días en que me levanto con ganas de abrir el armario es-cobero, coger la escoba y salir volando, de reír a carcajadas sin taparme la boca, de bailar sin mirar la hora. Hay días en que me gustaría abrir el armario ropero y ponerme una piel de loba, irme al mon-te y sentarme en una piedra a aullarle a la luna. Otros días me encantaría abrir el armario de par en par y dejar salir a la ojáncana que llevo dentro, y tragarme a alguien, eso sí, con mucho cuidado y sin masticarlo.—¿Cómo se conjuga el ser narradora oral y escritora al mismo tiempo?—Es fácil, sobre todo porque fundamen-talmente soy una escritora oral. Escribo lo que escucho para que sea leído en voz alta. No me imagino a mi lector callado, lo imagino leyendo en voz alta o contan-do lo que ha leído, y es a su voz a lo que suenan mis cuentos escritos. Todo en mi escritura parte de la oralidad, adquiere forma escrita pero mantiene huellas de lo oral porque busca siempre regresar a lo oral.—¿De qué ingredientes se compone un narrador? ¿Y un escritor?—Tómese una pizca de verdad, si no se tiene, puede servir una cucharada colmada de verosimilitud. Mézclese con

grandes dosis de presencia, en la que se han mezclado generosamente mirada y voz. Vuélquese todo ello en una historia bien tramada y cúbrase por completo de emoción. Después hornee sin llegar a quemar la historia, y sírvase bien caliente el narrador. Si lo deja enfriar un poco, y lo sirve tibio, tendrá un narrador escrito.—¿Contar para o contar con?—Contar con, siempre. Yo no cuento para ti, cuento contigo, y sigo contando contigo y solo contigo aunque en el teatro haya quinientas personas. Porque contar es un acto íntimo, algo que hago contigo, no para ti. Para contar es necesario el interlocutor, el otro, «ese hueso duro de roer donde la razón se deja los dientes», que diría Ortega. Por ello la única forma de hincarle el diente al otro es usando la emoción, la de la mirada, la del gesto, la de la palabra… y la del silencio.El interlocutor no es un espectador, tiene un papel activo porque él también cuen-ta en el proceso narrativo. A él se dirigen las palabras del narrador, que se eligen en función de su edad, de sus expecta-tivas, de sus emociones. Porque no hay un texto, hay una historia que se con-vierte en voz ante la presencia del otro. El narrador escucha a su interlocutor y cuenta con él.—¿Qué te pareció que el Laboratorio Poético contara con-tigo?—Me pareció, como los cuentos que cuentan lo más verdadero, maravilloso. Aprendí muchísimo con la gente que vino a compartir esa pasión por la pa-labra dicha que tenemos todos los que acudimos a ese laboratorio, me emocio-né con ellos, descubrí con ellos que con-tar es un acto revolucionario. Y escuché su voz, que para mí, que nací y me crié en esta ciudad, tiene ecos de juegos in-fantiles, vibra con la emoción de quien se enamora por primera vez. Esa voz con la que me siento tan en sintonía. Esa voz

Page 20: Revista laboratorio poetico

de León que me conmueve y me remue-ve como un rugido antiguo.—¿Cómo respondieron los participan-tes?—Yo los sentí muy cómplices, muy com-pañeros. Entraban muy bien, con ganas y sin pereza, en cualquier cosa que se les proponía. Y salían más que airosos de los retos que se les planteaban. Fue muy rico también que todos venían de di-ferentes lugares del saber, con experien-cias muy distintas, y con muchas ganas de ponerlo allí, al servicio de todos, de ponerse, de exponerse. Contar es muy vertiginoso porque no hay un texto don-de agarrarte, un personaje que represen-tar, eres tú quien está en juego, a ti a quien quieren o a quien detestan, y esto da mucho vér-tigo. Por eso, cuan-do encuentras un grupo que es red, que está ahí con las manos extendidas por si te caes, a un grupo que es com-

pañero, que se arriesga a mirar el mis-mo abismo que tú, sucede la maravilla. Y todo eso sucedió en este laboratorio poético.—¿La vida es un cuento?—Vivimos para contarla. Y cuando deja-mos de contarla…— — —ana Cristina Herreros (León, 1965). Filólo-ga y especialista en literatura tradicional, es autora de una antología de romances y de diversos artículos sobre animación a la lectura y técnicas narrativas. Compagina su trabajo comoeditoraconsuoficiodenarradora(conelnombre de Ana Griott) en bibliotecas, teatros, cafés, cárceles, escuelas o parques públicos

desde 1992. Entre sus publicaciones: Libro de monstruos españoles, Libro de brujas espa-ñolas, La asombrosa y verdadera historia de un ratón llamado Pérez, Cuentos populares de la Madre Muerte, Cuen-tos populares del Me-diterráneo, Geografía mágica.

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Lo interior y lo exterior de la escritura

(¿Es el periodista un poeta amordazado?)

Ilustración: JOAQUÍN OLMO

Capítulo V

Con Eloísa Otero (del 4 al 7 de Junio).

La autora de este capítulo comparte la doble condición de poeta y periodista. Su biografía es la investigación constante deloslímitesdellenguajecomoreflejodelavidamisma.Lared no es para ella una realidad paralela sino convergente.

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Eloísa Otero

a esta poeta y periodista le gusta todo lo que tiene que ver con la escritura, pero también con periódicos, revistas, papeles, tintas y libros. su reto ha sido intentar hacer una revista a partir del rescate de los materiales (textos, dibujos, fotos, poemas visuales...) creados en el resto de los talleres del Laboratorio Poético, incorporando además entrevistas con los poetas y artistas participantes... Estas páginas son el resultado de semejante empeño.

“Hacer un libro o una revista es

sencillísimo”

—Tú eres periodista. ¿Puede existir el periodismo poético?—De hecho existe, claro, depende de a quéterefieras.Haceralgocomolare-vista TAM TAM PRESS para mí es ejer-cer el periodismo poético, o ejercerlo de una manera poética.—¿Puedes poner algún ejemplo más de periodismo poético?—Ahora mismo la revista Luces que es-tán haciendo Manolo Rivas y Xosé Ma-nuel Pereiro y un montón de buenos pe-riodistas en Galicia, eso es periodismo poético. En los tiempos que corren, in-tentar hacer buen periodismo, meterse en un proyecto prácticamente por amor alarteyaloficiodeperiodista,poniendo

todas las ganas y todo lo que sabes ha-cer en ello, sin apenas remuneración... ¿no es eso poético? Después de que esta crisis se haya cargado esta pro-fesión, enviando al paro a los mejores profesionalesdeloficio...¿noesperio-dismo poético lo que hacen quienes no se resignan a no poder hacer nada, a no poder vivir de su profesión? En estos momentos existen un montón de proyec-tos interesantes y hermosos, en los que no resulta fácil sobrevivir: FronteraD, La Marea, Info Libre, Último Cero, astorga-redaccion.com...-—¿Y algún ejemplo histórico? De al-guien cuyo trabajo en el periodismo se pueda denominar poético?

Entrevista

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—El mejor ejemplo es el de Ryszard Ka-puscinski, el periodista polaco autor de “Un día más con vida”, “Ébano”... Pero hay muchos ejemplos cercanos, ahí está Olga Rodríguez, quedándose ella sola a cubrir la guerra de Irak cuando todos sus colegas se marchaban del país... o los fotógrafos leoneses JM López o Casares, que ahora mismo estarán en algún lugar remotoyenconflicto,paracontarnos lo que allí sucede...—¿Hay mucha diferencia entre escri-bir un texto como periodista y escri-birlo como poeta?—Una cosa es ser periodista y tomar nota de la realidad, para escribir una crónica, por ejemplo, y otra la manera

de escribir poesía de cada uno. Yo ape-nas escribo poemas, me cuesta mucho; anoto cosas en las libretas, y a partir de ahí puede salir un poema o no... Pero, sin embargo, tengo muchísimos recur-sos para escribir como periodista. como escriben los poetas. —¿Qué recuerdo te llevas del taller del laboratorio?—En primer lugar, el taller todavía no ha terminado. En segundo lugar... en solo cuatro o cinco días estamos intentan-do hacer una revista. No disponemos de mucho tiempo, pero creo que he-mos avanzado bastante. Tenemos un buen botín de materiales (fotos, textos que hemos trabajado en el resto de los

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talleres...), pero a cambio no tenemos muchos medios. No tenemos una im-presora, ni acceso a internet en las de-pendencias del Ayuntamiento... y así no es fácil trabajar. Pero aún así, creo que consigueremos sacar la revista adelan-te. Por otra parte, espero que este taller también os haya servido a vosotros para algo, por lo menos para saber un poco cómo se puede hacer una revista, o a partir de qué materiales se puede hacer una revista, más que tener la revista ter-minada. Es interesante. También es lo que me hubiera gustado trasmitir, que es muy fácil hacer una revista o un libro si tienes material, si tienes qué contar. Hoy en día no resulta complicado poner eso en acción, ponerlo en papel, ponerlo en digital.Conunordenadorresulta infini-tamente más sencillo y limpio que hace unos años, aunque también pienso que lo de hacer revistas y libros a mano es una tarea con la que se puede disfrutar muchísimo.—Me gustaría que contaras como lle-gas tú con 18 años, con tu pandilla, a hacer una revista, que para aquella época, me parece una pasada.—Ya antes había hecho muchas cosas con papel, libritos, libretas.... Me gus-taba hacer cosas así. Ni siquiera había pensado en serio en ser periodista, pero siempre me gustó hacer revistas y li-bros, maquetando y fotocopiando cosas y encuadernándolas a mano. También me encantaba hacer postales, con dibujos y collages, pos-tales raras que enviaba luego por correo pos-tal a los amigos, y que a veces incluían juegos

que tenía que resolver el cartero (como un crucigrama, o una sopa de letras) para averiguar la dirección. Y llegaban todas...—Le pedirías a los Reyes Magos una imprentilla...—Sí, claro, siempre tuve mis imprenti-llas, mis kits con cositas para dibujar y editar... Llegué a imprimir una revista que se llamaba “Inopia” utilizando una pasta que se hacía con gelatina y azú-car...—¿Hay más poetas que periodistas?—Ni idea. No hay una facultad de Poe-sía, mientras que de Periodismo hay muchísimas y salen todos los años tro-pecientos licenciados. Pero con los pe-riodistas auténticos pasa como con los poetas auténticos, que para encontrar uno de verdad... tela marinera. De he-cho, muchos de los que trabajan en los periódicos a mí me parecen periodistas de pacotilla.

— — — Eloísa Otero (León, 1962). Periodista, escritora y bloguera. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense. Ha trabajado para diversos periódicos y revistas. Fue comisaria de la exposición ‘Visión del frío’ (2007), organizada con motivo de la concesión a Antonio Gamoneda del Premio Cervantes 2006. En 2012 funda la revista digital de Cultura ‘Tam Tam Press’, de la que es co-editora, con los periodistas Camino Sayago y Sergio Jorge. Es autora de los poemarios Cartas celtas y Tinta preta.Ha impartido

talleres de escritura y periodismo para jóvenes y mayores. En 2014 comisarió con Víctor M. Díez y Vicente Muñoz Álvarez el ciclo “Nombrando el porvenir. Encrucijada de poetas” en el Musac.

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La lentitud del escritor cayendo (Sobre la perpetua crisis

del creador)

Ilustración: JOAQUÍN OLMO

Capítulo VI

Con Alberto R. Torices (del 11 al 14 de junio)

El creador es un ser en permanente crisis. Alguien que se agota, que desaparece, abocado a la inexistencia. El punto crítico de su reflexión

resulta un germen creativo de primer orden.

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Alberto R. Torices

En la escritura y en la vida, las crisis hay que aprovecharlas para transformarnos. alberto Rodríguez torices entró en crisis creativa y personal en un momento dado y dejó de escribir. Con el tiempo, sin embargo, decidió que la mejor manera de pasar aquello era contarlo, bucear en aquel pozo aparentemente negro, controlar la angustia... La escritura le liberó, hasta el punto en que, a día de hoy, dice: “De hecho, no quiero salir de la crisis”.

—¿Qué es para ti la crisis del crea-dor? —Hasta hace poco pensaba que era como la casilla de la cárcel del juego de la oca, tienes que esperar tu tur-no, es como una mala racha. Es un poco como la crisis de este país…. Quizás, como un mecanismo de de-fensa, la crisis es una señal de alar-ma, un callejón sin salida, la estrate-gia ya no da más de sí…. Hay que girar, cambiar de métodos, objetivos a la hora de escribir, de vivir…. Ade-más uno llega a creer que la crisis pasará y se resolverá sin hacer nada. Puede ser un despeñadero, depende de tu reacción ante ese agotamiento del camino. Me parece un error pensar

que la crisis pasará y se volverá a la normalidad, y desaprovechar la oca-sión para transformarte.—Entonces... ¿puede ser la crisis un germen creativo de primer orden?—Sí, si se reacciona, si te despiertas y cambias de planteamiento y aprove-chas la ocasión para cambiar. Hay que huír de la autocomplacencia y no caer en la depresión… es difícil, sobre todo a partir de una edad, cambiar tu vida, requiere un gran esfuerzo y nos aban-donamos. Por ello se me pasó por la cabeza dejar de escribir. Era la salida fácil. Dejé de escribir un año.—¿Y qué te llevó a retomar la escri-tura?—Esperaba que la crisis se resolviera

Entrevista

“No quiero salir de la crisis”

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por si sola pero no se resolvía, esto me generó una sensación de culpa porque siempre he sido muy autoexi-gente en mi trabajo, disciplinado, me-tódico. Cuando llegó la crisis decidí que la mejor manera de pasarla era contarlo, bucear en el pozo de la mis-ma crisis. Me había generado un sen-timiento de culpa, me sentía como un monje que se va de juerga, escribir es algo vocacional y volver a la escritura me liberaba. —¿ Qué nos puedes contar sobre lo onírico en tu escritura?—Antes no era consciente de la im-portancia que tienen los sueños en mi escritura. Ahora sí estoy interesado en loonírico,meinteresacomofilónna-rrativo. El sueño te da posibilidades de

explorar los personajes. Dejo que sue-ñen… Huyo del simbolismo como tal, huyodesucodificaciónperodejandosoñar a mis personajes la narración es más libre.

— — — alberto R. torices. (Guernica. Vizcaya, 1972). Ha realizado los estudios de Trabajo Social y Psicología. Formó parte del consejo editor de la Revista Otras Voces. Artículos y relatos suyos han aparecido en diferentes revistas así como en prensa. Ha recibido los premios de relatos ‘Ciudad de Peñíscola’ (2001) y ‘Ateneo Cultural El Albéitar’ (2000), así como el ‘Tierras de León’, de novela corta (2004). Ha publicado hasta la fecha dos libros: la selección de relatos cortos Yo, el monstruo (Ediciones Leteo, 2002) y la novela corta Piel todavía muy blanca (ILC, 2005).

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Estos son los libros que utilicé para prepa-rar mi parte del taller. A cada uno le añado una cita o botón de muestra. Creo que to-dos apuntan en la misma dirección, la mis-ma que señala Carlos Pardo en otro tex-to que también comenté aquellos días: “El animal defectuoso”, prólogo de la novela Lulu de Mircea Cartarescu.Me refiero a«la necesidad de acceder a algo personal, de escribir para sí, de ajustar cuentas con uno mismo antes de seguir fabulando».

1. La tentación de la inocencia, de Pascal Bruckner (1995). Radiografía implacable y pormenorizada de las tribulaciones del indi-viduo (post)moderno. «Llamo inocencia a esa enfermedad del individualismo que consiste en tratar de escapar de las consecuencias de los pro-pios actos, a ese intento de gozar de los beneficiosde la libertadsinsufrirningunode sus inconvenientes. Se expande en dos direcciones, el infantilismo y la victimiza-ción,dosmanerasdehuirde ladificultadde ser, dos estrategias de la irresponsabi-lidad bienaventurada. En la primera, hay que comprender la inocencia como parodia de la despreocupación y de la ignorancia delosañosdejuventud;culminaenlafigu-ra del inmaduro perpetuo. En la segunda, essinónimodeangelismo,significafaltadeculpabilidad, la incapacidad de cometer el malyseencarnaenlafiguradelmártirau-toproclamado».

2. Zen en el arte de escribir, de Ray Brad-bury (1994). Febril (y muy contagiosa) ce-lebración de la pasión de la escritura. «Todo lo que hice fue hecho con en-tusiasmo, porque quería, porque hacerlo me encantaba. El hombre más grande del mundo, un día, fue para mí Lon Chaney, fue Orson Welles en Ciudadano Kane, fue Laurence Olivier en Ricardo III. Cambian los

hombres, pero hay algo que sigue siempre igual: lafiebre,elardor, ladelicia.Porquequería hacerlo, lo hice.»

3. Zen en el arte del tiro con arco, de Eu-gen Herrigel (1968). Mucho más que un libro sobre zen en el arte del tiro con arco. «[…] el tiro con arco de ninguna ma-nera puede significar un intento de lograralgoexteriormente,conarcoyflecha,sinointeriormente,conelpropioyo.Arcoyfle-cha son, por decirlo así, nada más que el pretexto de algo que podría darse también sin ellos; el camino hacia una meta, no la metamisma;ayudasparadarelsaltofinaly decisivo».

4. Gramática de la fantasía, de Gianni Ro-dari (1973). Lectura de cabecera para cual-quier persona interesada en el “arte de con-tar historias”, particularmente para quienes se aplican a la enseñanza de dicho arte, para ponentes de laboratorios poéticos… «Si una sociedad basada en el mito de la productividad (y en la realidad del beneficio) tiene necesidad de hombres amedias —fieles ejecutores, diligentes re-productores, dóciles instrumentos sin vo-luntad—, quiere decir que está mal hecha y que hace falta cambiarla. Para cambiarla, se requieren hombres creativos, que sepan usar su imaginación.»

5. Escribir, de Marguerite Duras. Sin pa-labras. «Uno se encarniza. No se puede es-cribir sin la fuerza del cuerpo. Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que uno mismo, hay que ser más fuerte que lo que se escribe» […] «Algunos escritores están asustados. Tienen miedo de escribir. Lo que ha ocurrido en mi caso, quizás haya sido que nunca he tenido miedo de ese miedo».

Escribir para ajustar cuentas con uno mismoBibliografía propuesta por alberto R. torices

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páginas

salvajes“En el poemano vemos las raíces.

A oscuras viven las raícescomo todas las imágenes que vuelven.

En el poema crece un árbol”

Tomás Salvador González(del libro “Siempre es de noche en los bolsillos”)

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Poema que nace de lo que nos inspira una pieza clásica:

Corroconpasofirme,escapo.La grandeza del espíritu.Pasos de ballet que giran, los ojos húmedos, los dientes brotando de la encía. Calles color sepia, esquinas amables. El alma se me sale por la nariz; cosquilleo en los dedos y en la nuca. Sal. Gaviotas y viento. Los brazos extendidos, lahuidasinfinalizar.Giro, giro, giro, giro sobre mí mismo.

Puedo volar y nadie me buscará nunca.

Silvia Abad Montoliú

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Hay una boca antiguaciega de oscuridadque liba y escupe,que muerde y que sana,que dice la llamasin pasión,sin desalientoroba aliento,lame y asesina,certera y terriblete pilla durmiendoy te borra, te consume, te descuartiza, te engullesin despertarte,tranquilafluyesufuegoyteenvuelveplacentera,y te gusta.Es el tiempotu bendicióny tu condena Pablo Parra

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[sobre un cuadro de Egon schielle]

Un latido, sin ritmo,ondula como la espumaen un sonido rama-lluvia.

Vida menguantesobre un lecho desdibujado.

Pupilas color noche

PreguntanImploranInvocan

Miedo

Miedo

Suspendida la arquitecturade un cuerpo inexistente por momentos...Escondido dentro de un rígido y pesado traje.

Atmósfera densa, en unarespiración que huele,como un dulceen paquete-envuelto.

Elena Robles Castañón

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El azul del rostrovómitos amarillos,un humo dorado y rojizola máscara hueca,la cabeza diminuta mirallamas azuladas salen de los pies,respirando se alejava y viene,se recoge desaparece.

Cova Villegas

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Laberintos de papel, donde los ojos piensan... Laberintos de ideas.

Imágenes, juegos de palabras... se esfuerzan por ser vistas, en medio de puzles de noticias, con fondos de colores. Tijeras, pegamentos, herramientas para escuchar el murmullo que envuelve toda la estancia.Las voces que allí habitan, se agolpan por salir y contarnos sus ideas, su verdadera esencia. Nos eligen...Y de forma casi automática, vienen a nuestras manos para dar forma a sus preferencias.

El silencio abre una senda de muertos...El calor se acerca, buscaba una paz imposible...El desafío, las derrotas, allanaron el camino...

Una constelación de palabras en un cielo inventado, donde un terremoto se acerca a un dormitorio de aparente calma.Te estoy buscando,¿donde te metes? ¿A dónde huyes?En medio de una guerra, en un vertedero, dentro de una maleta, haciendo equilibrio en un cable a gran altura.

En el abismo de una mirada. Recordando los nombres de los que se han ido en un muro de cruces.Perdido entre la niebla, buscando la sombra de un pensamiento.Horadandosignificadosdentrodemarcosdeventanasblancas.Secretos sentidos que sólo un ojo mágico puede abrir, la puerta...

Late un corazón de cristal, en forma de celosía de palabras, que como olas, surcan el universo marino, de la prensa diaria.

Elena Robles Castañón

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Lleva un jersey rojo de lanaque le llega a la mitad del muslo.Debajo, nada.Apoya las manos a su espalda,en la madera donde está sentada,reclinándose en la mesa.

Abre las piernas.Él la mira sin moverse.Tiene el pelo mojado.

Le pregunta por qué está asustadaen un francés siseantede palabras separadasporunafinachapademetal.

Ella le devuelve,desafiante,lamiraday se sube el jersey.

Silvia Abad Montoliú

Nota: Este poema nació en el taller a raíz de una lectura de poe-mas muy visuales, y está basado en “Rendez-vous”, de André Téchiné, 1985.

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Ritual Incierto del nacimiento del amor perpetuo

Nuabu voleman…Nuabi psicka bu.. BIS (estribillo)

Nuabu voleman Nuabi vuolo bi

(Estribillo)

Nuolo Majalih Nuoli psicka bu(Estribillo)

Nouole noi sistemuá Nouole na vistimuáKakrasantena!!Kakrasantena!!Nuabi Nuabi….

Jorge Pascual

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Alocada

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Pequeño relato a partir de una lista de palabras

Nube+, Tempestad, Ensimismamiento+, Miedo+, Vendaval, Camino+, Sensación+, Infancia+, Aciago+, Impulsivo+.

Inmensidad, Horizonte, Calma, Soledad+, Muerte, Pureza, Felicidad, Enamora-miento, Visceral, Profundo+

Abro el ventanuco y salgo, nada en el bosque, humedales y una ligera brisa que mueve todo el agua que me em-

pantana las piernas, como un suave sonido seseante de las luciérnagas al amanecer…Nado en el lago… Un impulso cercano, como un breve susu-rro de quien te quiere me mueve a llegar allá donde sale el atardecer…Nado cansado, pero me mueve el intenso color rojizo que veo en el cielo.Ya salgo del lago, ya veo los árboles y sus casas en ellos, donde jugaba de niño con los amigos … aquel lugar es perfec-to para esperar y ver si llega alguien, con el que pueda hablar de todo lo ocurrido…Lo ocurrido nunca antes ha sucedido..

Jorge Pascual

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HAIKUS Sobre “La infancia de Iván”

(Andrei Tarkovski)

Ω

Un desierto de aguael árbol y la polilla

pequeños frutos en la luz.

Cova Villegas— — —

Agua de madreojos de mariposa

la cuerda del pozo -ahoga-.—

Una telaraña densasueña manzanas y mariposas

el agua suelta su cuerda.—

Juega en un sueño el niñole observa el cuco

se desborda el pozo.

Elena Robles Castañón— — —

Cu-cu, cu-cu.Las manzanas se pudren,

la inocencia vuela.

Silvia Abad Montoliú— — —

Desde abajo el pozoLas manos buscan la estrella

Canta el cuco.

Joaquín Olmo

tEORIZaCIÓN sOBRE EL aCtO DE CREaR

Dejar algo. No pasar sin más. No perder mi tiempo. Explorar. Sonsa-car de mi cerebro.Recomponer la vida.Emplearme en aquello que me en-traña, me emana de dentro y que no necesito ni si quiera explicar. No tendría porque hacerlo.Crecimiento personal.Compartir conocimiento.Dar voz a pensamientos, pero más del inconsciente.No sabría hacer otra cosa.Si no hiciera esto me pasaría la vida cocinando, para experimentar con los sabores, olores y colores, para luego probarlos y degustarlos.Posiblemente, nunca me he parado a pensar. Pero empezaré a hacerlo. Aunque eso es mí temor.Y ante el abismo de estar en arenas movedizas entre dos aguas, aún no sé qué acontecerá.

Isabel Medarde

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Viñetas para contar cuentos

El hombre sin formaEn la tienda de costura de la Señorita

Mun no había día que no sucediera algo extraño. Telas que cambiaban de color; botones que aparecían y desapa-recían; hilos que caracoleaban y forma-ban trenzas.

Aquel día, la Señorita Mun estaba dan-do las últimas puntadas de un vistoso vestido de faralaes para una igualmente vistosa clienta, cuando cruzó el umbral de la puerta lo que parecía un hombre que sobre sí llevaba una gran tristeza. Y es que su mayor deseo era que cosieran para él un traje, pero nadie lo había podi-do hacer porque, como comprobó la Se-ñorita Mun, su cuerpo era como el aire y al intentar tomarle medidas, con cada aliento o cada movimiento cambiaba de forma, cambiaba de sitio. Giraba, como giran las olas cuando el viento las lleva.

Cuando la Señorita Mun le dijo que era imposible cumplir su mayor deseo, la desdicha de aquel hombre sacudió toda la tienda. Hasta la vistosa clienta cayó enunainfinitatristeza.

El hombre sin forma se alejó decidido a terminar con su tormento y con su vida lanzándoseporelacantiladodeafiladas

piedras. El acantilado al lado del faro. El faro que a tantos marineros había salva-do y que parecía engullirlo a él esa no-che sin remedio.

Y entonces….esa gran luz.La vistosa clienta que, sin poder evi-

tarlo había seguido al hombre sin forma, como quien sigue el olor de los dulces recién horneados, descubrió que, cuan-do la luz del faro se posaba sobre él, su cuerpo adquiría textura, se moldeaba como se moldea el barro en manos del alfarero.

Donde antes solo se veía una triste, melancólica, fantasmagórica, desdibuja-dayhuidizafigura,aparecíaahoraunaperfecta silueta digna de las mejores pa-sarelas…

Lo que a partir de ahí sucedió fue toda una aventura.

Carreras, gritos de aviso alegría; tomar mediadas; buscar patrones; puntadas y pespuntes; elegir colores.

Aquella estructura antes casi incorpó-rea fuevestidaalfin.Ydeaquelacan-tilado ya no volvió un espectro, sino un hombre feliz… y muy elegante.

Lorena de Paz

Page 58: Revista laboratorio poetico

Paquito y Guadalupe no paraban quie-tos; les encantaba bailar.

Un día, Guadalupe le dijo a Paquito que por qué no iban a una discoteca, allí po-drían bailar todo lo que quisiesen, con otra gente que también estaría bailando. A Paquito le pareció muy buena idea.Al llegar allí, sin embargo, el portero les miró con repulsión y les dijo que no podían pasar. Los chicos le preguntaron por qué e insistieron mucho, y el portero, que era un tipo muy refunfuñón, cubierto de sudor como una babosa gigante, los engulló. De pronto, nuestros personajes se encon-traron en el estómago de aquel señor con tan poca paciencia. ¡Allí dentro olía fatal!—¿Qué hacemos, Paquito?

—¿Qué hacemos, Guadalupe?Y Guadalupe, que era muy lista, ponién-dose un dedo en la mejilla, miró a su ami-go con picardía. —Paquito, a nosotros nos gusta mucho bailar, ¿no es cierto?—¡Sí, claro que sí!, le respondió él. Guadalupe cogió a Paquito de las manos y le arrastró al centro de aquel horroroso lugar. Empezó a cantar, y pronto ambos estaban bailando un twist tan animado que el estómago del portero empezó a girar y a girar, como una de esas ruedas para hamsters, ¡y al pobre se le revolvió tanto el estómago que tuvo que vomitar-los!

Silvia Abad Montoliú

Viñetas para contar cuentos

Un twist muy animado...

Page 59: Revista laboratorio poetico

Érase que se era una lóbrega habitación en la que Dalila veía cómo pasaban

los días sin ningún aliciente, pues no se encontraba demasiado bien.

Pero una mañana encontró en una cajita que había sobre la cómoda unas semillas extrañas y, sin pensárselo dos veces, las empezó a extender sobre una gran alfombra color hierba, y luego las humedeció con un flish-flish, comoaquellos con los que su mami la rociaba cuandolesubíalafiebre.

Enseguida aquellas semillas empezaron a brotar con una rapidez tal que hasta la gatita de Dalila, que se llamaba Brisa, las contemplaba anonadada.

No había transcurrido ni una semana y ya aquello había tomado unas proporciones cuasi de bosque. Hasta entraban los pajaritos cuando abría la ventana a posarse en los arbustos que habían aparecido como por arte de magia.

Dalila, viendo todo aquel verdor se empezó a encontrar mejor, vamos, ¡Divinamente! Hasta sus fuerzas la volvían a acompañar, tanto tanto que abrió la puerta y decidida a fundirse con todo el explendor que observaba en la naturaleza, nunca más volvió a ponerse malita y pasaba de corrido por entre los robles y los pinos a una velocidad que parecía una gacela de las que veía en la tele. Flor R.

Viñetas para contar cuentos

Dalila y la cajita de semillas

Page 60: Revista laboratorio poetico

Lola no paraba de llorar. Veía aquel dedo señalándola directamente, esperando la respuesta. “¡Lola! ¿Quién ha echado la comida de la lata de Mogli en el plato del abuelo?”

—Yo. —respondió ella—. Si al abuelo se le trataba como a un animal, ¿por qué no echarle la comida del gato? La mirada de su madre se posó en ella con la dureza del que sabe que ha perdido. El abuelo, sordo, sonreía mientras se comía la lata sabor atún fresco.

Lola, encorajinada, salió de la cocina sorbiéndose los mocos, y decidió que aquello tenía que terminar. Si su padre había matado al gato la semana pasada…¿no haría en cualquier momento lo mismo con el pobre abuelo?

(Presentación de Isabel M., nudo de Silvia A., desenlace de Eloísa O.)

Entreloslagartosyelinteriordeledificiohabíaunacapademetacrilatosimilaral que recubre el interior del cuerpo de un calamar; esto me permitía dormir sin tener de fondo el molesto salivar de los reptiles, pero no me dejaba salir de la habitación.

Opté por coger uno de los lagartos y meterlo entre las sábanas de la cama de Nancy, que tenía una extraña fobia a los animales. Así aprendería. Y de paso, en lugar de dormir tranquilamente, Nancy me distraería con sus gritos y podría amordazarla una vez más.

Para ello, activé la palanca de regreso al pasado, para volver a mi presente anterior. Es decir, al dos mil ocho. Aparqué con sigilo exactamente al lado de la almohada de Nancy. Activé la invisibilidad de mi kit de viajes en el tiempo y me bajé. Puse lo más lentamente que pude el lagarto junto a su oreja izquierda y me metí en la cama. Me abracé a mi peluche Tony, que llevaba ocho años sin verle ni acariciarle, y pensé…¿cuál será mi próximo viaje?

(Presentación de Silvia A., nudo de Eloísa O., desenlace de Isabel M.)

Cuentos a tres manos...

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Escribir con las “cartas” de Vladimir Propp

(Ejercicio: escribir un microcuento entre tres compañeros, seguir la historia que cada uno desarrolle según la carta que le toque a cada uno)

1- (Información)Érase que se era,un país de hormigas, gobernadas por una reina maquiavélica. Contaba con la complicidad de las más sagaces informadoras, para que todo en el hormiguero estuviera atado “bien atado”. Eran tan serviles como apesto-sas. Chismorreaban todo lo que pasaba por sus antenas y lo transformaban en morbosidad. 2- (Partida)Un día una de las hormigas, una diferente que apenas trabajaba, ni chismo-rreaba, ni tampoco informaba sobre las demás decidió irse del hormiguero sola hacia lo desconocido. Se adentró en el bosque lejos de la seguridad del hormi-guero. Y atravesó los arbustos que eran los límites que todos conocían. 3- (Matrimonio)Muy lejos, a la orilla de un lago, la hormiga encontró una criatura extraña, no era una hormiga, era más grande con un vestido redondo rojo y lunares negros y tenía alas de terciopelo negro. Se miraron un tanto acobardados. “¿Quien eres?”, preguntó la hormiga “Soy una mariquita, pero si quieres puedo ser una hormiga con lunares, vámo-nos juntas, así el camino será más entretenido”.Ysefueronjuntascharlando,riendoyalfinalseenamoraron,secasaronycomonadie es perfecto vivieron felices como hormiga y mariquita.

(“Información” de Flor R., “Partida” de Daniel, “Matrimonio”, de Elena R.)

Page 62: Revista laboratorio poetico

UN GRITO ROJO (Ejercicio para una relajación completa)

Un grito rojo, la boca muy abierta, los ojos se salen de las cuencas y se han vuelto verdes, loscolmillosafilados.No puedo respirar, pelo negro erizado. Cabalgo como un perro. Gruñidos, terror, tiniebla. Asalto. Forajidos en la noche. Y una luna llena tremenda. Vacío. Me duele este dolor como si fuera mío. Me espanto yo misma. Por favor, sacadme de aquí, no le quiero ver. Decidle que me deje en paz, que no me persiga,que no me atenace. Quiero verle morircon sus ojos verdes chirriando en la tiniebla. Muere por favor. Muere, muere, muere, muere...

Isabel Medarde

ELLa, La aRaÑa. (Escrito basado en dos listas, trasunto del amor y de los miedos)

Me desperté llena de lágrimas en lo misterioso de la noche y en el espejo qui-severel reflejodeuncuadrodelBosco.Aterradanopudesustraermeasuatracción y me aproximé lentamente. En el espejo vibraba la sombra de la caja de Pandora. Decidí abrirla aunque siguiera aterrada, y allí me estaba esperan-do Ella, la araña. Su sombra me desgarró por dentro, descuartizandome, sin pudor. Entonces acaricié el pelo y el cuello de aquella araña y en el espejo vi reflejadastodaslasmáscarasdetodasmiscaras.

Isabel Medarde

Page 63: Revista laboratorio poetico

“En cada calle hay un individuo que sueña con ser alguien. Es un hombre

solo, abandonado por todos y que trata desesperadamente de probar que

existe”. (Taxi Driver)

“El Girasol”

Le llaman “el Girasol”, por su forma de ir cambiando de sitio en la plaza a lo largo del día, buscando el calor de esos rayos vitales. Antes hablaba, pedía de vez en cuando un cigarro, agradecía que alguien le llevase un bocadillo. Ahora solo mira, y eso a veces. Permanece quieto, callado… como si fuera un saco.

Eloísa Otero

Está en un callejón, que es adonde da la puerta de la cocina del restaurante en el que trabaja. Allí están los contenedores de basura en los que vierte seis días a la semana los desperdicios de la comida. Tiene 35 años y una novia en su ciudad de origen que debe de estar echándole tanto de menos como él a ella, que es muy poco.Estudió Económicas casi por inercia, por salir de casa, pero sin ser capaz de ver el futuro al que dicha formación le dirigía. Sería porque el negro ya estaba ahí, intuido.Vuelca un cubo lleno de mondas de

patatas. Casi siempre cae alguna fuera y, aunque apenas pasa nadie por allí, él sigue recogiendo lo caído sistemáticamente.Y de repente se para, se queda quieto, en cuclillas, y piensa: ¿y si no lo recojo?, ¿y si lo echo todo fuera?, ¿y si vuelco los contenedores? Hoy quizá no, pero en unos días el olor llegará a las calles de los fondos y, poco a poco, cada vez más gente empezará a pensar en el cerdo que dejó toda la basura fuera. Y ahí estaré yo.

Joaquín Olmo

Colores

Todas las tardes al salir del trabajo, Daniel cambia su gesto ante el espejo, limpia sus manos de grasa y se viste de calle, dejando aparcada la funda azul marino con el número 45 en la cadena de montaje de la fábrica.Recorre con ansiedad en su precario coche, el trayecto de 20 minutos hacia la academia de pintura.Allí, se introduce en una paleta de colores, con sus manos con sus ojos de formas geométricas, circulares, iguales, desiguales.Dos horas respirando cielos, praderas, ríos caudalosos...Respirando miradas ajenas, que preguntan, que acompañan.

Elena Robles Castañón

En cada calle hay un individuo que sueña con ser alguien...

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DOGMa

1. Lleva a los personajes al límite de su humanidad. 2. No importa cómo haya comenzado todo, cómo se conocieron los personajes o cómo han llegado al punto de partida; la novela comienza en el personaje, hay que escupirlo al mundo de pronto, sin previo aviso. 3. Para la novela, tener el corazón frío, para la poesía, caliente. 4. Buscar no que nos elogien o se sientan orgullosos de nosotros des-pués de leernos, sino que se sientan inseguros. 5. Sentirse (no creer sentirse) mal escritor. 6. Llévate al límite de tu capacidad creativa: los muros acaban cayendo.

7. Si algo que has escrito no te da vergüenza ajena al leerlo meses después de haberlo creado, corríge-lo de todos modos. 8. La poesía es una forma de vida. 9. No esperes la inmortalidad: ars longa, vita brevis. 10. Vives en un mundo en el que se ha matado la genialidad: resígnate y escribe sobre la resignación. 11. Vive.

Silvia Abad Montoliú

I. Partiendo de la máxima de que lo que no es tradición es plagio, deja de preocuparte por parecerte a otro. Hay preocupaciones más importan-tes.II. Deja que los ojos piensen.III. No hay que pensar, sino encontrar.IV. El que cuenta cuentos es el que cuenta la verdad.V. Nadie sabe qué es lo poético, deja

de buscarlo o lo matarás.VI. Preocúpate de darle a la musa suficientematerialparaqueellades-pués solo descarte.VII. Trabaja con el cuerpo, relájate, no pienses.VIII. Tu voz es única, tan única como la de todos los demás. Calla un poco.

Joaquín Olmo

MANIFIESTO PARA UN GRUPO SALVAJE

Para vivir en lo poético no hace falta ser poeta. Basta con querer ser una salvajeynodejarseclasificarenloscompartimentosquelaorganizaciónde nuestra sociedad nos pretende asignar.

Isabel Medarde

MaNIfIEstO / DECÁLOGO

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(Sobre la fotografía de un emigrante)

El cielo se desata, como una explosión azul. Descalzo persigo la sombra de las cosas.Mirar hacia arriba, dar vueltas. Un hormigueo recorre los miembros dormidos.Reverberan en mis oídos los ecos de los gritos de la gente...Presionan,salen por mis ojos-rombos.DuelenMojanDesprenden... Voces internas que murmuran, cabalgan y se amontonan.

Te lo dije hermano:Te verás extraño, has de correr, no parar.El abuelo sabe que una gran tormenta se acerca...Busca cobijo hermano, no mires atrás.Traspiramos miedo, somos piel-marioneta, en manos ajenas.Humo, en una ciudad-intemperie.

No puedo llevaros conmigo,Sólo he de buscar un hueco...Quizás nos volvamos a encontrar,en una esquina, en una carta,en una cruz en el desierto.

El abuelo te visitará en el sueño...Yo mantendré tu recuerdo, cada noche, en mi último pensamiento.

El frío se cuela en los bolsos rotos de mi ropa vieja.Entumecido en un banco,espero una caricia cálida.

Hace mucho tiempo que no contemplo,un amanecer tan hermoso.

Elena Robles Castañón

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Listas, enumeraciones, notas que fui tomando en los días de laboratorio:

(1)Recortes… (recortes, recortes, recortes…)Escapardelasignificación(setratade)Máscaras, celosías, cuchillas de ruido (que cortan el silencio)«… porque él hace su camino, sin preocuparse de…»Es mejor escritor que novelista«Los demás somos más inseguros y…»La Búsqueda del SentidoDejaros llevar por vuestras obsesionesLiberar las palabras (se trata de)Que recuperen todas sus connotaciones(salvar los verbos)Te estoy buscandoTe sigo buscandoTe sigo buscando y no lo sabesDejar que los ojos piensen…

(2)“Esculpir en el tiempo”No hay palabras, vamos a empezar desde el balbuceo,vamos a inventar un lenguaje.Un lenguaje nuevo, una nueva humanidad.Lo poético, lo místico, lo rítmico, lo secreto, lo primitivoConstruir con desechos.Una felicidad inocente, infantil.El poema como partitura, el lector como intérprete.“Todo lenguaje verdadero es incomprensible” (A.A.)«Liberar al niño legítimo»Las adherencias del lenguajeHay algo dentro de nosotros que es incomunicableEl lenguaje sirve pero no sirveVisceral, corséCorporal, sentadoLa escritura tiene que venir de todo el cuerpo(no solo de la mente)Escribir DESDESENTIR es el principioLa escritura automática te hunde en tus temasEscribir sin adherenciasEl poema como desagüe

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(3)MetamísticaÉxtasis dinámicoEjercicios de ir para arribaOscuras tensiones hacia la entrañaRetorno del sueño ascético hacia lo sensualEl desbordamiento lumínico de la pantalla“A la tarde me examinarán en amor” (S.J.C.)Matar al yo y sentirme humanidadMisiones pedagógicasPunta de lanza / LaboratorioTiempo, espacio, luzTrabajar con los elementos esencialesSiete cielos, Trece lagos“Con la LUZ DEGOLLADA y metida en un saco”Dale tiempo y te recompensaráLo cotidiano, lo desatendidoEl ángel caídoEl gran éxtasis del escultor… (W.H.)El tiempo de las castañas“No hay otro templo más vasto” (Uxío)Aunque sea poesía, no tiene por qué contener versos

Alberto R. Torices

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¿Quién era?Un monstruo.¿Dónde estaba?Muerto.¿Qué hacía?Quejarse.¿Qué dijo?Ay. ¿Qué dijo la gente?Nada. ¿Cómo acaba?Mal.

Silvia Abad Montoliú

¿Quién era?Un animal interno.¿Dónde estaba?En un sueño.¿Qué hacía?Me miraba de frente.¿Qué dijo? - ¿ ?¿Qué dijo la gente?Tenía miedo. ¿Cómo acaba?Nos vamos la serpiente y yo sin hacer ruido

Elena Robles

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Víctor M. Díez

En León, a 7 de junio de 2014. Nos reunimos en una cafetería de la calle de La Rúa. Hacemos balance del Laboratorio Poético con Víctor M. Díez, coordinador de esta actividad que se ha desarrollado en el salón de los Reyes del viejo Consistorio leonés, entre febrero y junio de 2014.

“En mi cabeza ya tengo un segundo

laboratorio”

—Cova: ¿Cómo se llega a todo esto del Laboratorio Poético según lo has planteado tú: poesía visual, escritura, cine... cómo se puede abarcar todo eso?

—Partía un poco de la frustración de los talleres literarios. Quería hacer otra cosa. Se me ocurrió llamarle Laboratorio Poético, en el sentido de dejar abierto el resultadofinal.Laideaerajuntarauna

Entrevista

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serie de gente interesada en lo poético, más que en la escritura propiamente, y por eso convoqué a personas de dife-rentes campos del arte que yo conside-raba que tenían aptitudes poéticas. Me puse a pensar qué gente podía propo-ner dinámicas a este grupo, bien fueran actores, cineastas , escritores, pintores, o fotógrafos. Pienso que “lo poético” trasciende a todas las artes y es tam-bién sustrato de todas ellas, y que no es necesariamente literario, sino que lo poético es una actitud hacia lo que se expresa en la obra de arte en general. Le di vueltas a la cabeza y pensé poner-le como subtítulo “Grupo salvaje”. En el sentido de Bolaño, de poeta, de detec-tive. Roberto Bolaño tiene una novela que se llama Los detectives salvajes. Y “losdetectivessalvajes”serefierealospoetas, son una serie de poetas surrea-listas, muy creativos y los llama así en la novela. Y yo lo digo en el prospec-to, me gustaría crear un grupo salvaje, en el sentido de Bolaño, grupo poético, grupo poético en el amplio sentido de la palabra.—En este laboratorio se propone un trabajo abierto, es un proceso abier-to ¿Qué esperabas de los participan-tes? —Yo esperaba cosas que ya he visto, esperaba gente que de alguna manera se nutriera de esto, como algunos que dijeron “esta mujer me dio la vuelta a la cabeza”(refiriéndoseaEstherRamón),o alguien que de repente descubrió que su mundo era hacer cuentos infantiles, gente que no conocía la obra de Chus, su obra fílmica y su poética, que me pa-recía muy interesante y que decía mu-chas cosas de lo que cada uno hace, porque es un cineasta que te pone con-tra las cuerdas, en el extremo de plan-tearte lo que tú haces. O el mundo re-flexivodeAlbertoR.Torices,elrigorde

los planteamientos de Eloísa Otero, el acercamiento de Ana Griott a lo oral y al mudo de la edición, el luo de ver cómo trabaja Tomás Salvador... —Nos ha parecido impresionante tu trabajo como conductor de estos la-boratorios. Lo traías un poco prepa-rado ¿no? —Estoy muy contento. Yo ya tengo en mi cabeza un segundo laboratorio, si se pudiera hacer. No creo que se pueda llevar a cabo, porque en esta ciudad lo que si he visto es que las cosas no con-tinúan.—Y no crees que con la revista...—Yo creo que la revista va a ser un pun-tazo. Y voy a proponer que el Ayunta-miento la hagan en papel. Y que haga-mos una presentación y que de alguna manera se visibilice. Que el problema que tiene esto es la visibilización. Es verdad que tiene su mérito que me lo hayan aceptado, porque yo lo propuse a lo salvaje. Y tampoco se busca que haya una rentabilidad o tenga que lle-gar a un puerto que ya esté predetermi-nado, porque me parece que parte de la gracia era que pudiera ocurrir lo que fuera. Y me lo aceptaron así. Y eso es un mérito. Que me lo aceptan sin saber muy bien qué es esto.—¿Disfrutaste el taller como alum-no?—Lo disfruté. Aparte de que fuera mi obligación venir, lo he disfrutado. Mi labor a veces es quitarme del medio, claro, es muy difícil porque a veces la gente te pregunta a ti como responsable de la cosa. Me gustaría hacer una valo-ración crítica. Yo creo que hay cosas en el diseño que fallan, porque quizás ha durado demasiado, son muchos días. Si traes a alguien de fuera... Yo lo que os quiero decir es que, en mi cabeza, ya tengo el segundo.—¿Cómo sería un taller ideal, sin

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condicionantes, en un mundo ideal? —Sería algo constante. Sería un poco comounalluviafinaperocreativa,enelque no mediara que tuviéramos que lle-garaunfinconcreto.Comofuncionanalgunos de esos grupos artísticos. Que se pudieran proponer proyectos que se llevaran a cabo a partir de la creatividad del grupo. Lo segundo ya no me importa tanto. Yo creo que surgirían las necesi-dades. Por ejemplo: estaríamos en un proyecto y diríamos que podíamos traer al director del Odin Teatre, o a Chema Madoz. Que pudiéramos tener esa ca-pacidad de írnoslo planteando según fuéramos creando cosas.—¿Por qué necesitamos al ayunta-miento para que esto continúe?—Porque son los que lo han acogido y pagado. Yo no creo en el crowdfunding (risas). Habría mucha gente de tus com-

pañeros que no hubieran podido venir si hubiesen tenido que pagar 200 € por cada capítulo. Que es lo que se cobra por un curso de estos. Considero que la Concejalía de Cultura se ha volcado con este proyecto que no produce rentabili-dades inmediatas. En cualquier caso, si ellos deciden prescindir podríamos bus-car otras salidas. — — — Víctor M. Díez (León, 1968). Poeta, actor. Es autor de ocho poemarios. Colaborador habitual de revistas literarias y prensa diaria, ha coordinado varios Talleres de Escritura Creativa para la Universidad y el Ayuntamiento de León. Como poeta de acción ha colaborado en la última década con músicos improvisadores en diferentes formaciones. Está inmerso en varios proyectos escénicos y audiovisuales como actor, guionista y dramaturgo. Tiene una dilatada trayectoria como agitador y gestor cultural.

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Laboratorio PoéticoLeón, 2014

El concejal de Cultura, Juan Pablo García Valadés, en la primera sesión del Laboratorio Poético, un día de febrero de 2014.

Convocatoria de presentación de la revista y balance del Laboratorio Poético.