revista latinoamericana de psicologia existencial

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8/9/2019 REVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGIA EXISTENCIAL http://slidepdf.com/reader/full/revista-latinoamericana-de-psicologia-existencial 1/57  Un enfoque comprensivo del ser  Revista de Psicología  Existencial    O   c    t   u    b   r   e    2    0    1    4    I    S    S    N   :    1    8    5    3  -    3    0    5    1 9  N°

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8/9/2019 REVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGIA EXISTENCIAL

http://slidepdf.com/reader/full/revista-latinoamericana-de-psicologia-existencial 1/57

 Un enfoque comprensivo del ser

 Revistade Psicología Existencial

   O  c   t  u   b

  r  e

   2   0   1   4

   I   S   S   N  :   1   8   5   3 -

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 Revista 9

 DIRECTORA Lic. Susana C. Signorelli (Argentina)

CONSEJO EDITORIAL Lic. Esperanza Abadjieff (Argentina) Lic. Teresa Glikin (Argentina) Dra. Marta Guberman (Argentina) Prof. Emilio Romero (Brasil) Prof. Ana María López Calvo (Brasil) Prof. Myriam Protasio (Brasil) Dr. Alberto de Castro (Colombia) Dr. Yaqui Martínez (México) Dr. Ramiro Gómez (Perú)

 PRENSA Y DIFUSIÓNINTERNACIONAL Lic. Gabriela Flores (México)

 DISEÑO DE TAPA E INTERIOR Mendez Matias

 EDITORIAL Fundación CAPAC

ISSN: 1853-3051

AÑO 5 - Nº 9 – OCTUBRE DE 2014 REVISTA VIRTUAL SEMESTRAL DEALPEASOCIACIÓN LATINOAMERICANA DE PSICOTERAPIA EXISTENCIAL

 PRÓXIMO NÚMERO ABRIL DE 2015

AUSPICIAN

 FUNDACIÓN CAPAC (Argentina)IFEN (Brasil)CEPE (México)SPPFE (Perú)

COMISIÓN DIRECTIVA DE ALPE Presidenta: Susana Signorelli (Argentina)Secretario: Yaqui Martínez (México)Tesorera: Teresa Glikin (Argentina) Vocal titular 1º: Alberto De Castro (Colombia) Vocal titular 2º: Ana María López Calvo de Feijoo (Brasil) Vocal titular 3º: Ramiro Gómez (Perú) Vocal suplemte 1º: Esperanza Abadjieff(Argentina) Vocal suplente 2º: Marta Guberman (Argentina) Vocal suplente 3º: Gabriela Flores (México) Revisora de cuentas titular: Myriam Protasio(Brasil)

 Miembros de honor: Pablo Rispo (Argentina) (post mortem) Emilio Romero (Brasil)

 Miembros correspondientes: Ernesto Spinelli (UK) Emmy van Deurzen (UK)

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Sumario La ansiedad desde la perspectiva

humanista existencial. Hacia unapropuesta de medición.

 Johana C. de la Ossa Sierra,Manuel F. Noreña Correa,Alberto M. de Castro Correa.

pag.10

 El valor de las emociones en psicoterapia

fenomenológica existencial

 José T. Ossa Acharán,orientado por Daniel Sousa(SPPE, ISPA)Santiago de Chile, Chile

pag.18

pag.26

 Psicoterapia existenciallatinoamericanaen la actualidadEdgar A. CorreiaKarla CorreiaMick CooperLucia Berdondini

University of Strathclyde, University of Lisbon

 Breve repaso a la historiade la psicoterapia existencialen latinoamérica

Susana Signorelli. Argentina Yaqui Martínez. México

pag.38

 Los factores fundamentalesque configuran la identidadpersonal en su doble movimiento:persistencia y transformacionesde las vivencias

Profesor Emilio Romero

San Pablo, Brasil

pag.41

Comentario de libros   Dialogando sobre la existencia

pag.52

pag.9 Editorial

 Yaqui Andrés Martínez RoblesMéxico D. F..

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 Presentación de Artículos

 Los autores de los distintos países latinoamericanos ode otros lugares del mundo, que deseen enviar sustrabajos para ser publicados deberán hacerlo porcorreo electrónicoal representante de su propio país, si no lo hubiera,pueden hacerlo al correo de la dirección de la Revistaque coincide con el de la Delegación Argentina.

 Delegación Argentina: [email protected] Delegación Brasil: [email protected] Delegación Colombia: [email protected] Delegación México: [email protected]

 Delegación Perú: [email protected]

 Para enviar los trabajos con la intención de serincluidos en números sucesivos se aceptarán hastamediados de febrero y de agosto de cada año. La revisión y la aprobación de las contribuciones seránrealizadas por pares de los distintos países miembros.Se aceptarán trabajos de investigación, análisis decasos, aportes al trabajo comunitario, elaboraciónteórica original, análisis de autores, comentario delibros, aportes al esclarecimiento de problemáticasdesde una perspectiva social.

 Los trabajos de investigación deben constar de: Hipótesis,metodología (cuali y cuantitativa según corresponda),casuística, lugar de aplicación, resultados, conclusiones.Si se trata de un análisis de caso, debe constar de: Marco teórico, metodología, conclusiones. El trabajo comunitario debe constar de: Marco teórico, metodología, sector beneficiado, lugar deaplicación, resultados, conclusiones.Si se trata de un análisis de autor , debe constar de: Pequeña biografía del mismo y listado de los libros que seanalizan.Si se trata de una temática original  debe constar de:Introducción donde se incluyan antecedentes del tema atratar, desarrollo y conclusiones.

Si se trata de comentario de libros, debe constar de:Título original del libro, autor, año, ciudad en la que seeditó, país y editorial.Se aceptan también cartas al editor  con una extensiónmáxima de una carilla.

Aceptación Una vez que el artículo haya sido aceptado por el Consejo Editorial para a ser arbitrado por los pares consultores yuna vez aprobado por ellos se le enviará un correoelectrónico para notificarlo. El envío de un trabajo significa que el autor reconoce que

el mismo es original y es el único responsable de las ideas vertidas y de cualquier acción de reivindicación, plagio uotra clase de reclamación que al respecto pudiera sobreve-nir. Asimismo cede a título gratuito a la Revista losderechos patrimoniales de autor.

 Debe enviarse el texto en WORD Letra Verdana, tamaño 10. Extensión mínima: 4 carillas, extensión máxima:20 carillas, en hoja tamaño A4, interlineado 1,5. Biblio-grafía aparte. Si el trabajo incluye gráficos deben estardentro de las carillas mencionadas. Márgenes superior eizquierdo de 2.5 cm., inferior y derecho de 2 cm. Los artículos deben contener título, resumen y palabrasclave en idioma español, y/o portugués e inglés. El textodel trabajo completo en español o portugués.

 PRIMERA PÁGINATítulo del trabajo Nombre completo de autor/es

 País y ciudad de procedencia Lugar de trabajo (nombre completo) Breve currículum del autor o autores Resumen (150 a 200 palabras) Palabras clave: entre 4 y 5SEGUNDA PÁGINA Y SIGUIENTESIntroducción – Desarrollo –Conclusiones o los datos citados precedentemente. ULTIMA PÁGINA Bibliografía (Citas bibliográficas según normas APA)(American Psychological Association).

 Normas para la presentación de artículos

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Las acciones de ALPE son cada vez más amplias y abarcanvarios países de Latinoamérica, pero es nuestra intenciónllegar a todos los demás países que hasta ahora no sabende nuestra existencia, por eso les pedimos a cada uno deustedes que hagan llegar esta convocatoria a cuantoprofesional conozcan para que se contacten con nosotros alos fines de profundizar el intercambio ya iniciado y asípoder contar con una organización que nos nuclee y nosrepresente.

 RevistaHasta el momento reciben la revista los siguientes paíseslatinoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colom-bia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México,Nicaragua, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela, paíseseuropeos como España, Italia, Letonia, Portugal, ReinoUnido y en el resto de América: Estados Unidos.

Convocatoria

Anuncio ALPE integra la Confederación Internacional de Psicote-rapia Existencial, con sede en Londres que coordinaErnesto Spinelli y del cual participan más de 40 asocia-ciones mundiales.

También ALPE ha sido invitada a participar en elCongreso Mundial de Psicoterapia Existencial que se

realizará en Londres en mayo de 2015. En nuestrospróximos números daremos mayor información.

Para conocernos pueden visitarnos enwww.alpepsicoterapiaexistencial.com y escribirnos a cualquiera delas delegaciones ya existentes, como así también dejarnos suscomentarios y forma de contactarnos.

Los esperamos.C. D. de ALPE

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AuspiciaCURSOS A DISTANCIA

Psicología Existencial. Su aplicación a la terapiaCoordinación general: Fundación CAPAC

Inicio: cuando se inscribeDuración: 32 clases

ARANCELESPago al contado 10% de descuento.

Pago en 8 cuotas: $700 para argentinos,USD 100 para latinoamericanos,

USD 200 para otros países.Descuento de 10% para estudiantes.

Descuento de 10% para 3 o mas inscriptosde una misma institución o grupo.

INCRIPCIÓNEnviar la siguiente ficha de inscripción a :[email protected] y apellidoDomicilio, país, teléfono, e-mail, profesión

ABONAR PORPor depósito bancario, para argentinos,averiguar condiciones [email protected]

Por Western Union (para otros países),averiguar condiciones [email protected]

PROGRAMA

 Ver cursos en la página inicial de Alpe.

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Enviar el siguiente cupón con los datos que se solicitan [email protected],

solicitar modo de pago de la asociación.

Nombre y apellidoCiudad de residencia

País de residenciaProfesión

E-mail

Fecha de pedido de asociaciónPequeño curriculum

Enviar nota a la C. D. solicitandohacerse socios especificando categoría,

para su aprobación

 Valor cuotas según categoría de socios

1. Titulares: US$ 50 anuales o US$ 30 semestrales2. Adherentes: US$ 40 anuales o US$ 25 semestrales

3. Contribuyentes: US$ 30 anuales o US$ 17 semestrales4. Afiliación de entidades: US$ 250 anuales

Requisitos para la inscripción de socios

Beneficios para los socios

Descuentos para miembros titulares de la ALPE1. Congresos: 30%2. Cursos: 20%3. Libros: no menor al 10%

Descuentos para miembros adherentes de la ALPE4. Congresos:15%5. Cursos:10%6. Libros.- no menor al 5%

Descuentos para miembros contribuyentes de la ALPE7. Congresos:10%8. Cursos: 5%9. Libros: no menor al 5%

Descuentos para miembros afiliados a travésde la Afiliación de otras entidades10. 5% para todo concepto

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Si desea difundir su Institución o Actividad

Comuniquese con la dirección de la [email protected]

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ALPE tiene una existencia que ya lleva cuatroaños. Y como ex – sistente que es, ponefuera de sí,en el mundo, su Revista. ¿Cómo imaginar estasalida sin asociarla con movimiento, con eseimpulso a la actividadque tenemos todos los seres

 vivos, de estar siempre en movimiento? Comoapunta Lersch,(1962) “La vida es siempre movi-

miento, mientras que la muerte, como negaciónde la vida, esinmovilidad y rigidez”[1] . Esto signifi-ca que el “movimiento” está asociado a la activi-dad como valor vital, comosentido cenestésico quenos permite descubrir y conocer el mundo. Somostemporales y nuestra temporalidad se patentiza enel despliegue de nuestras potencialidades. ¿Cómoimaginar un despliegue sin asociarlo al movimien-to? Somos espaciales porque somos un ser - en –el - mundo. Habitamos un espacio desde el cualcomprendemos nuestra temporalidad y desde el

cual intencionamos hacia el mundo.¿Cómo imagi-nar esta intencionalidad sin asociarla al movimien-to? Somos libres y responsables para asumir unaactitud frente a nuestro propio destino. ¿Cómoimaginar una acción protagonista sin asociarla almovimiento? Somos proyecto y el proyecto es latransformación de una potencia en acción ¿Cómo

imaginar tal transformación sin asociarla al movi-miento? ALPE se mueve y se pone fuera de sí, enel mundo, desplegando sus posibilidades en eltiempo, habitando un espacio a través de su

 Revista, llevada por la intencionalidad transfor-madora a partir de la reflexión, la discusión, lacrítica, la elaboración, y la creación de nuevasalternativas.

 Lic. Teresa R. GlikinArgentina

 Editorial

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 [1] Lersch, Ph. (1962). La Estructura de la Personalidad. Barcelona, España: Scientia (p. 110)

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 La ansiedad desde la perspectiva humanista existencial. Hacia una propuesta de medición. Johana C. de la Ossa Sierra,Manuel F. Noreña Correa,Alberto M. de Castro Correa.

 Barranquilla, Colombia

 Resumen El presente estudio tiene por objetivo la construcciónde un inventario para explorar la experiencia de ansie-dad desde la perspectiva humanista – existencial. Al serla ansiedad una característica ontológica (May, 1976),resulta importante una herramienta clínica que permitaconocer cuáles son las manifestaciones corporales de laansiedad y la forma como nuestro consultante laenfrenta, logrando contextualizarnos de mejor formaen el marco experiencial del consultante para que lasintervenciones puedan ser más eficientes. El inventariopiloto con 109 ítems se aplicó a una muestra de 238

 jóvenes (entre los 14 y 24 años) residentes de unaciudad del caribe colombiano. La validación de jueces yel análisis de las propiedades psicométricas dan muestrade un inventario válido y confiable. El inventario debeser interpretado a la luz de la experiencia del paciente,pues toda técnica debe entenderse y estar al servicio delas necesidades de la persona (May, 1967).

 Palabras claveAnsiedad constructiva, manifestaciones corporales,experiencia de ansiedad, fiabilidad y validez.

AbstractThis study has for an object the construction of aninventory to explore the anxiety experience from thehumanistic-existential perspective. Anxiety is rather anontological characteristic of man (May, 1976), it’simportant to have a clinical tool that allows knowing which are body manifestations of anxiety and the wayour consultant face it, helping to understand the expe-rience in order to have an efficient intervention. The

pilot inventory with 109 items was applied to a sampleof 238 young people (between the ages of 14 and 24) who live in a Colombian Caribbean city. The judges´ validation and the analysis of the psychometric proper-ties give sample of a valid and reliable inventory. Theinventory must be interpreted in light of the patient´sexperience since any technic must be understood andbe to the service of the person´s needs (May, 1967).

 Key wordsConstructive anxiety, body manifestations, anxiety

experience, reliable and valid.

“Aventurarse causa ansiedad, pero no aventu-rarse es perderse a uno mismo. Y aventurarseen el más alto sentido es justamente tener

consciencia de sí mismo” KIERKEGAARD

Introducción El presente documento propone el diseño y construc-ción de un inventario para abordar la experiencia de

ansiedad y sus manifestaciones corporales desde laperspectiva humanista - existencial. El marco teórico seconstruye a partir de autores como Rollo May y Enrique Rojas. Se retoma de May la experiencia de ansiedad ylas formas de enfrentarla, y de Rojas lo relacionado conlos síntomas de la ansiedad. Estas posturas son tomadascomo referentes parala construcción de las dos dimen-siones que componen el inventario: síntomas de laexperiencia de ansiedad y formas de enfrentarla. Losítems organizados en las dimensiones mencionadas se

 validaron a criterio de jueces externos y su comportamien-to psicométrico fue analizado tanto en su confiabilidad, entérminos de la consistencia interna; como en lo relaciona-do a la validez a partir del análisis factorial exploratorio,con el fin de indagar la pertinencia de los ítems con respec-to al constructo. El inventario piloto con 109 ítems se aplicó a una muestrade 238 jóvenes con edades entre los 14 y 24 años, residen-tes de una ciudad del caribe colombiano. La hipótesis detrabajo plantea que un inventario construido desde lapostura humanistaexistencial, validado por jueces externos y calibrado psicométricamente, pueda configurarse comouna herramienta que facilite y optimice el conocimientopreliminar de las manifestaciones corporales de la expe-riencia de ansiedad y las formas de enfrentarla, siendo estode utilidad en diferentes contextos de aplicación, específi-camente en el ámbito clínico.

 Desarrollo El presente estudio tiene por objetivo la construcción deun inventario para explorar la experiencia de ansiedaddesde la perspectiva humanista – existencial. Se configuracomo un instrumento clínico importante dentro delacercamiento preliminar a las manifestaciones corporalesde la experiencia de ansiedad y las formas de enfrentarla, ya que el objetivo de la terapia no es liberar al paciente desu ansiedad, sino por el contrario, ayudarlo a liberarse dela ansiedad neurótica para que pueda hacerle frente a laansiedad de manera positiva (May, 2000). Al ser la ansiedad

una característica ontológica (May, 1976), resulta impor-tante una herramienta clínica que nos permita conocercuáles son las manifestaciones corporales de la ansiedad, yla forma como nuestro consultante la enfrenta. De manera

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que con esta información preliminar logremos contex-tualizarnos de mejor forma en el marco experiencialdelconsultante, para que las intervenciones que realiceel terapeuta puedan ser más eficientes. El inventario al igual que cualquier otro test o pruebapsicológica debe ser interpretado a la luz de la expe-riencia del consultante. En este punto quisiéramosaclarar que si bien es cierto que la psicología existencial

contribuye considerablemente a interpretacioneshermenéuticas y se asocia más a investigaciones basa-das en estudios de casos cualitativos, también es ciertoque la psicología humanista no va en contra del empleode métodos estadísticos y de test, sino, que exige queestos estén subordinados y entendidos en función a laparticularidad de la experiencia humana (Bugental,1964). Al respecto May (1967) afirma, que si bien escierto que en toda interrvención se utiliza alguna técni-ca específica, toda técnica debe entenderse y estar alservicio de las necesidades de la persona y del sentidoque ésta pretenda afirmar.

 Es pertinente aclarar que la intención del inventario noes diagnosticar o encasillar al consultante en un deter-minado perfil, ya que esto sería limitar la visión delterapeuta (Yalom, 2002), sino más bien, ayudar alpsicólogo a contextualizarse con respecto a las distintasnecesidades y características de la experiencia delconsultante. Rojas (2000) afirma que en gran parte de la literaturamédica ansiedad y angustia aparecen como términossinónimos; por esta razón, se considera necesariodiferenciar dichos conceptos. La angustia tiene unasmanifestaciones somáticas más marcadas, mientras quela ansiedad se desarrolla en un nivel psicológico funda-mentalmente. La angustia produce una reacción asténi-ca, de paralización, bloqueo o inhibición. En la ansie-dad, aunque también aparecen sensaciones fisiológicas,la experiencia es principalmente psicológica y es consi-derada como la experiencia básica que siempre acom-paña o está implícita en la libertad o en las posibilida-des del ser humano. De ahí se deriva, que ésta sea máscreativa y provoque una reacción esténica, de sobresal-to, de incitación a la huida. A nivel de las manifestacio-

nes corporales, la angustia se caracteriza por un mayorpredominio de síntomas físicos a nivel de la zonaprecordial y gástrica, mientras que en el caso de laansiedad la manifestación corporal se enfoca más en lazona respiratoria (Rojas, 2000), específicamente enáreas como la garganta, el pecho, el plexo solar y elabdomen (Gendlin, 1999). Rojas (2000) establece una diferenciación entre los

conceptos de miedo y ansiedad. El miedo es considera-do como un temor específico, concreto, determinado yobjetivo ante algo que de alguna manera viene de fuerade la persona, y que se le aproxima trayéndole inquie-tud, desasosiego y alarma. La ansiedad por su parte, esdefinida como una vivencia de temor ante algo difuso, vago, inconcreto e indefinido que carece de un objetoexterior. Otro concepto que merece diferenciarse de laansiedad es el estrés. El estrés es una conducta queaparece cuando las demandas del entorno superan lacapacidad del individuo para afrontarla (Karls, 1978citado por Sierra, Ortega & Zubeidat, 2003). Este se

origina a partir de una sobrecarga de estímulos. Sepuede decir que toda vivencia de estrés implica ansie-dad, debido que pueden verse amenazados aspectossignificativos para la persona, pero no siempre que hayansiedad la persona está estresada, debido a que bajoestas circunstancias no siempre existe una sobrecargade estímulos (De Castro, 2012). Desde el abordajehumanista - existencial, la experiencia de ansiedad esdefinida por May (2000) como “la aprensión desentrela-zada por la amenaza a algún valor que el individuoconsidera esencial para su existencia como persona”p.80. Por esto, la ansiedad debería ser entendida comouna experiencia que emerge y se origina precisamentepor la posibilidad y capacidad que tienen los sereshumanos de valorar, dar significado a sus acciones ytratar de afirmar o preservar todo aquello que conside-ran importante en sus vidas (May,1997, citado por DeCastro & García 2011 p44). De esta forma, la ansiedadsiempre surge ante cualquier evento situación en quenuestros valores, ideales, proyectos e intereses puedan verse en peligro, o bien destruirse, o bien no llegar a sercumplidos (Kenn, 1970; Fisher, 1998, 2000; citado porde Castro 2011).

 Rojas (2000) propone cinco tipos de síntomas diferentesentre los que se encuentran: Síntomas físicos, conductua-les, psicológicos, intelectuales y asertivos. En el caso de lossíntomas físicos participan estructuras cerebrales (sistemanervioso autónomo y central con cada una de sus partes)donde residen las bases neurofisiológicas de la emoción. Dentro de los síntomas físicos más frecuentes se destacan: Palpitaciones, hipersudoración, sequedad de boca, sensa-

ción de falta de aire, pellizco gástrico, temblores (Rojas, Delas Heras & Reig, 1989, Citado por Rojas, 2000). Losconductuales por su parte, hacen referencia a todos aque-llos síntomas que se pueden observar desde afuera en otrapersona, es decir, que no es necesario que la personacuente lo que le pasa, sino que simplemente se registra al ver su comportamiento, manifestándose de la siguientemanera: Comportamiento de alerta, estar en guardia,hipervigilancia, estado de atención expectante, bloqueoafectivo/ perplejidad/ sorpresa/ no saber qué hacer, dificul-tad para llevar a cabo tareas simples, inquietud motora(agitación intermitente) (Rojas, 2000).

 Los psicológicos apuntan a todos aquellos síntomas que sehacen evidentes a través del lenguaje verbal, mediante elanálisis del discurso penetramos en la calidad y matices dela vivencia, entre los síntomas psicológicos se destacan demanera frecuente los siguientes: Inquietud (estar nervioso),desasosiego, agobio, vivencia de amenaza, experiencia delucha o huida, inseguridad, amplia gama de sentimientostiméricos (miedos diversos), presentimientos de la nada,temor a perder el control, temor a agredir, disminución dela atención, pérdida de energía y sospecha e incertidum-bres negativas vagas (Rojas, 2000). Los síntomas intelec-tuales, permiten evidenciar fallas en la valoración de loshechos por el estado de tensión en que se encuentra elindividuo; tales como: expectativas negativas generaliza-das, falsas interpretaciones de la realidad personal, pensa-mientos preocupantes, falsos esquemas en la fabricaciónde ideas, juicios y razonamientos, tendencia a sentirseafectado negativamente, pensamientos absolutistas,centrarse en detalles pequeños desfavorables y sacarlosfuera del contexto ignorando lo positivo, dificultades paraconcentrarse, tendencia a la duda (Rojas, 2000). Porúltimo, los síntomas de tipo asertivo se manifiestan en lasdiferentes conductas quese desarrollan dentro del contexto

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de las relaciones interpersonales tales como: no saberque decir ante ciertas personas, no saber iniciar unaconversación, dificultad para presentarse a sí mismo, nosaber terminar una conversación difícil (Rojas, 2000). La ansiedad se entiende entonces como la reacciónbásica de los seres humanos hacia un peligro sobre suexistencia o hacia algún valor centrado que él/ellaidentifiquen con su existencia (May, 1963 citado por De

Castro & García 2011). La amenaza a estos valores es elmayor factor desencadenante de ansiedad para el serhumano, bien lo afirma May (2000) “el hombre es elanimal que valora, el ser que interpreta su vida y sumundo, sobre la base de símbolos y significados y losidentifica con su existencia como persona” p 87. Así, laansiedad es el estado del ser humano en la lucha encontra de lo que podría destruir su ser (May, 1969),lacual proviene precisamente, de la amenaza a algún valor que el ser sostiene como esencial para su existen-cia en el mundo (May, 1963). May (2000, 1990) serefiere al hombre como un animal que valora, Nietzsche

un siglo atrás lo había llamado el valuador, es entoncesla amenaza a los valores centrados lo que da lugar a laexperiencia de ansiedad en el ser humano (May,2000). Nietzsche y Jasper (citados por May, 2000) señalan quela vida física en sí no es totalmente satisfactoria hastaque uno puuede elegir conscientemente otro valor queconsidere más caro que la existencia misma. La ansiedad es la experiencia de una amenaza queinspira a la vez angustia y pavor, en realidad ésta, es laamenaza más penosa y radical que puede sufrir un serhumano porque es la amenaza de perder la existenciamisma (May ,1976). Boss, (1987) se refiere a la ansiedadcomo algo que involucra una amenaza a la integridadde la existencia humana. Es por esto, que podemoscomprender la experiencia de ansiedad como un estadoque está siempre presente cuando alguien percibe algocomo peligroso para sí mismo, lo que la persona sienteque está amenazado no es sólo una parte de ella o unpequeño proyecto de su vida si no la totalidad de este(De Castro & García, 2011). La ansiedad es entendida entonces desde la psicologíaexistencial, no como una variable patológica, o como

cualquier otro síntoma; sino, como un aspecto expe-riencial inherente al ser humano. En otras palabras, seentiende como una característica ontológica (May,1976). La ansiedad hace parte de nuestra condiciónhumana, lo cual se refiere a un estado de constanteconstrucción consciente de sí mismo y de su mundo, yno como un síntoma patológico. No debe confundirsecon una postura insensata de que el ser humano debe

estar siempre ansioso (en el sentido que el hombremoderno da a la ansiedad: como sinónimo de estrés, otrastornos de ansiedad y ataques de pánico), sino deaceptarla como una característica que hace partedenuestra condición humana (De Castro & García,2011). Dado que la ansiedad es la reacción ante una amenazaa los valores que el individuo identifica con su propiaexistencia, nadie puede evitarla (May, 2000). Dichos valores siempre están en proceso de cambio y reforma,lo cual hace que el ser humano vivencie la ansiedad una y otra vez. Esa es la ansiedad normal inevitable, la que

todo ser humano debe asumir al aventurarse, bien loafirma Kierkegaard (citado por May, 2000) aventurarsecausa ansiedad, pero no aventurarse es perderse a unomismo. Y aventurarse en el más alto sentido es justa-mente tener consciencia de sí mismo. La única maneraaparente aunque contraproducente de eludir la ansie-dad en una época de transformación de los valores escristalizarlos bajo la forma de un dogma. Y un dogma, ya sea religioso o científico, consiste en una seguridadpasajera comprada al precio de renunciar a la oportuni-dad de adquirir nuevos conocimientos y de evolucionar. El dogma desemboca en una ansiedad neurótica (May,2000). Según May (2000), la experiencia de ansiedadpuede ser enfrentada entonces constructiva y/odestructivamente, así, la ansiedad normal o enfrentadade manera constructiva, es una ansiedad proporcional ala amenaza, no implica represión ni otras formas deconflicto intrapsíquico y se puede confrontar positiva-mente en el nivel consciente (May 2000,1990). Implicaque el ser humano pueda conocer sus necesidadesafectivas a partir de lascuales se orientan sus valorespersonales, decisiones, intenciones y significados. En laansiedad neurótica o enfrentada de manera destructiva,

por el contrario, existe una reacción desproporcionada a laamenaza, la cual implica represión, otras formas deconflicto intrapsíquico, y es gobernada por diversos tiposde bloqueo de la actividad y de la consciencia. La ansiedadneurótica aparece entonces, cuando una persona ha sidoincapaz de hacer frente a la ansiedad normal, en elmomento de una verdadera crisis en su crecimiento y deuna amenaza a sus valores. La ansiedad neurótica es el

resultado final de una ansiedad normal previa que no fueenfrentada (May, 2000,1990).Teniendo en cuenta lo anterior expuesto por May, espreciso hacer referencia a lo descrito por Riemann (1997),quien examina la angustia como una muestra de doblefaceta: puede, por una parte, actuar como activador y porotra parte, actuar como paralizador. La aceptación y domi-nio de la angustia supone un paso adelante en cuanto alpropio perfeccionamiento y maduración del ser humano. Elrehuir, el evitar el enfrentamiento con ella, determina elestancamiento e inhibe la progresión del desarrollo del serhumano, fijándolo en el infantilismo al no lograr rebasar

los límites que se le imponen. La dirección que toma laexperiencia de ansiedad, dependerá esencial y directamen-te de la forma como el ser humano la vivencie, valore,enfrente e integre a la totalidad de su experiencia (deCastro, 2011). Yalom (2002) sostiene que al enfrentar lo que él denominasupuestos básicos de la existencia; muerte, libertad,aislamiento y carencia de un sentido vital, todo serhumano evocauna profunda ansiedad, pues éstos, presu-ponen preocupaciones esenciales a ciertas propiedadesintrínsecas, que ineludiblemente forman parte de laexistencia del ser humano en el mundo (Yalom, 1984). La conciencia de la muerte confronta al ser no sólo con laaniquilación física, sino, que también representa la disolu-ción de su existencia psicológica, remitiéndolo cara a caracon la experiencia del no ser. La consciencia de que se eslibre y responsable, presenta al ser la idea de que es elúnico autor de sí mismo, es decir, lo pone ante el hecho detener que decidir y asumir que en esa toma de decisionesexiste la posibilidad de que las cosas salgan tal y como seespera o por el contrario fracasen, lo cual se convierte enun foco de ansiedad para el ser humano (De Castro, 2011). El aislamiento existencial representa un tipo de aislamiento

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 El aislamiento existencial representa un tipo deaislamiento que va más allá del hecho de estar alejadode los otros (aislamiento interpersonal) e incluso de unaparte del ser (aislamiento intrapersonal), y lo confrontacon el hecho ineludible de que está solo. May (2000)afirma que la soledad, la conciencia de la separación,resulta una de las formas de ansiedad consciente másdolorosa. Con respeto a esto, se presenta un problema

de fusión-aislamiento en las relaciones interpersonales,puesto que por un lado el ser humano debe aprender arelacionarse con los demás, sin ceder al deseo deescapar del aislamiento, convirtiéndose en una parte dela otra persona; pero también tiene que aprender arelacionarse con otros, sin reducir al otro al papel deinstrumento, de defensa, en contra del aislamiento. Elser humano tiene que separarse del otro para llegar alaislamiento, pero es al confrontar la soledad cuando secompromete con otros profunda y significativamente(Yalom, 1984). Por su parte, Fromm, (1996) se refiere alconcepto de separatidad, afirmando que la vivencia de

ésta provoca angustia; enfatizando que es la fuente detoda angustia, puesto que estar separado significa estaraislado, sin posibilidad alguna para utilizar los podereshumanos. De ahí que estar separado signifique estardesvalido, ser incapaz de enfrentar el mundo -las cosas y las personas- activamente; significa que el mundopuede invadir al ser humano sin que él pueda reaccio-nar. Por último, la conciencia de la necesidad de un signifi-cado, es parte esencial de la existencia del ser humanoen el mundo. Son precisamente estos símbolos y signifi-cados los que configuran el centro existencial del ser

humano (De Castro & García 2011); de ahí que vivirsinmetas, valores o ideales puede producir considerablestrastornos (Yalom, 1984). Es ésta la razón por la cual, seconsidera a la exploración de dichos valores como parteimportante en la psicoterapia, en la cual se debe buscarel conocimiento de aquello que la persona valorarealmente; qué considera valioso y qué no, es decir,“averiguar por qué está dispuesta a vivir y a morir”(Martínez, 2011). Un aspecto innegable relacionado con la ansiedad es la

corporeidad, ahora bien, cuandoel ser humano tieneansiedad es difícil dejar que se forme una sensación senti-da, pero si se consigue, se obtiene un beneficio instantá-neo ya que la ansiedad se reduce (Gendlin, 1999), deahí laimportancia de la corporeidad o el cuerpo vivido (Romero,2005). Fisher (2000, 1998, citado por De Castro, 2011)sostiene que la experiencia de ansiedad sólo puede sermodificada, siempre y cuando haya una conciencia del

cambio corporal que esta genera. Por tanto, la experienciade ansiedad se hace evidente por medio de la dimensióncorporal dell ser (De Castro & Gómez 2011). En este ordende ideas, la ansiedad corporalmente sentida conectaa lapersona con la situación en la que se encuentra, eviden-ciando intenciones y el sentido pretendido por la persona(De Castro & Gómez, 2011). May (2000), también indica la relevancia de las manifes-taciones corporales dentro de lavivencia de ansiedad, alreferirse al hecho de que eliminar el síntoma, sin ayudaral paciente adescubrir el conflicto básico que subyace aéste, es despojarlo de su mejor antena y motivación a

seguir creciendo. El cuerpo es una puerta de acceso experiencial, por tantola corporalidad se configura como un vehículo del estaren el mundo (De Castro & Gómez 2011). El cuerpo esentonces un componente esencial de la consciencia(Merleau Ponty, citado por De Castro, García, & Rodríguez2006). Así, sólo cuando el ser humano tiene la concienciade estar sintiendo o viendo algo, no tiene sólo la cons-ciencia de un estado puramente psíquico o perceptual,sino, que se establece una conexión directa con las expe-riencias vividas y experimentadas (Arce, 2001). La sensación sentida es una sensación corporal, pero no

se trata de una mera sensaciónfísica semejante a uncosquilleo o de un dolor, sino que es la sensación físicade algo con un significado, que hace parte de unacomplejidad implícita. Es la sensación globalizada de unasituación o de un problema o preocupación o quizás dealgo que la persona quiere señalar (Gendlin, 1999). Lasensación física tiene lugar en la periferia de nuestrocuerpo, la sensaciónsentida se localiza por lo común enel centro, el abdomen, el pecho o la garganta, no obstan-te, la sensación física periférica suele ser de bastanteutilidad (Gendlin, 1999).

Conclusiones El presente inventario de ansiedad está compuesto por dosdimensiones: Síntomas de laexperiencia de ansiedad con87 ítems y formas de enfrentarla con 22 ítems. El inventa-rio luegode la validación de jueces externos y de la explo-ración de las propiedades psicométricas, muestra ser unamedida confiable, es decir, que los ítems están interrelacio-nados entre sí y juntos están midiendo lo mismo coheren-temente. Con respecto a la validez, el análisis factorialevidencia que todos los ítems del inventario se agrupan enun solo factor, confirmando de esta manera el constructoa partir del cual fueron construidos.

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Anexo A

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Items de manifestaciones corporales de la vivencia de ansiedad

ANEXOS

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Anexo B Ítems de formas de enfrentar la vivencia de ansiedad

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Curriculum

 Johana C. de la Ossa Sierra  Profesora tiempo completo, programa de Psicología de la Facultad de Educación Ciencias Humanas y Sociales, Universidad San Buenaventura Cartagena. Psicóloga, Especialista en Psicología Clínica, Magister en Psicología, Universidad del Norte, Barranquilla-Colombia.Investigadora líder Semillero de Investigación en psicologíahumanista (PSIHUM), miembro del grupo de investigaciónen psicología GIPSI. Universidad de San Buenaventura

Cartagena.

 Manuel F. Noreña Correa  Profesor tiempo completo, programa de psicología de lafacultad de educación ciencias Humanas y Sociales- Universidad San Buenaventura Cartagena, Psicólogouniversidad tecnológica de Bolívar, Especialista en Investi-gación Social Universidad De Cartagena, Estudiante Maestría en Educación Universidad Del Norte - Barranqui-lla Colombia. Miembro del grupo de investigaciónen psico-logía GIPSI. Universidad de San Buenaventura Cartagena.

Alberto M. de Castro Correa Docente y director de posgrados en Psicología- Universi-dad Del Norte- Doctor en Psychology, clinical track de laSaybrook University U.S.A; Magister en Psicología de la Universidad de Dallas U.S.A y Psicólogo de la Universidaddel Norte. Miembro activo del Grupo de Investigación en Psicología de la Universidad del Norte.

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 Resumen Esta investigación tuvo como objetivo hacer unareflexión teórica sobre las emociones en contextop-sicoterapéutico. Empezando por una breve compren-sión histórica sobre las emociones, para luegoseguircon el entendimiento de esta temática en las cienciasnaturales y diferentes modelos teóricos decomprensiónpsicológica. En este punto se observaron grandessemejanzas en la forma de entender cómo funcionanlas emociones en los distintos modelos. A partir de allí,se exploró con más detalles la visión fenomenológica

existencial de las emociones en contexto psicotera-péutico. Este modelo comprende las emociones comosiendo un fenómeno en que nos relacionamos de formaespecífica con el mundo, influenciando nuestra formade estar con nosotros mismos y los demás, las deci-siones que tomamos y las sensaciones corporales quesentimos en determinado momento. Además, fueexplorado el concepto de intencionalidad, entendién-dose como el hecho de que cada emoción posee unsignificado y la pertinencia de alcanzarlo en contextopsicoterapéutico.

 Palabras claveemoción, psicoterapia, fenomenología existencial.

 Resumo Este estudo teve como objetivo fazer uma reflexãoteórica sobre as emoções em contextopsicoterapêu-tico. Começa por uma breve compreensão histórica,para logo passar ao entendimento dasemoções nasciências naturais e diferentes modelos teóricos deompreensão psicológica. Neste pontoforam encontra-das grandes semelhanças na forma de entender

como funcionam as emoções nosdistintos modelos.A partir daqui, foi trabalhado com maior minúcia a visão fenomenológica existencialdas emoções emcontexto psicoterapêutico. Este modelo compreendeas emoções como sendo umfenómeno em que nos

relacionamos de forma específica com o mundo,influenciando a nossa forma deestar com nos própriose com os outros, as escolhas que tomamos e assensações corporais que sentimosem determinadomomento. Além disso, foi explorada a ideia da intencio-nalidade, entendendo-se comosendo o facto de quecada emoção possui um significado e a pertinência depercebe-lo em contextopsicoterapêutico.

 Palavras chaveemoção, psicoterapia, fenomeenologia existencial.

Abstract Emotion in Psychotherapy ContextThis study aimed tomake a theoretical reflection on the emotions inpsychotherapeutic context. It startswith a brief histori-cal understanding, and then move to the understan-ding of emotions in the naturalsciences and differenttheoretical models of psychological understanding. Atthis point we found strong similarities in the way ofhow emotions are understood in different models. Fromhere, it was studied withmore detail´s the existentialphenomenological view of emotions in psychothera-peutic context. This model encompasses the emo-

tions as a phenomenon in which we relate specificallyto the world, influencing our way of being withourselves and others, the choices we make and thebodily sensationsthat we feel at any time. Moreover, itexplored the idea of intentionality, understood as beingthe fact thatevery emotion has a meaning and therelevance to perceive meaning in this psychotherapycontext.

 Key wordsemotion, psychotherapy, existential phenomenoology.

Introducción En los últimos años podemos apreciar un aumento enla cantidad de estudios publicados sobre las emociones,esto en diferentes disciplinas científicas. Este tipo deestudios son principalmente de ciertas áreas de la psicolo-gía, tales como psicología cognitiva, siendo su principal

autor Greenberg, en la psicología fenomenológica exis-tencial, vemos trabajos de Strasser y Ratcliffe que hanproducido bastante bibliografía en este tema. En lasneurociencias podemos destacar a Damásio que ha explo-rado el funcionamiento de las emociones en el cerebro yen el cuerpo en general, viene desarrollando su trabajodesde hace algunos años. Debido a esta diversidad de modelos que estudian lamisma temática, han surgido discusiones para definir elorigen y el papel de las emociones, la relación entreemoción y expresión, las variables culturales de las emocio-nes, la estructura narrativa de la emoción y como ellas sediferencian de otros tipos de estados mentales, tales comoel estado de humor y sentimiento. De esta forma, el objeti- vo de este estudio será presentar diferentes autores quehantrabajado con literatura y publicaciones científicas en lacomprensión de las emociones ensus respectivas materias,para poder llegar a una visión global de esta temática. Por otra parte, en psicoterapia la exploración de lasemociones fue inicialmente expuesta por Frank (1963) ensu texto sobre la persuasión y cura. Desde entonces, quedóclaro para muchos psicoterapeutas y psicólogos dedicadosa la teoría que el sistema afectivo es fundamental tantopara la comprensión, como para los cambios de expe-riencia y comportamiento. De hecho la exploración de las

emociones y la reorganización de ellas han aumentado enla reorganización teórica, como siendo fundamental parael cambio terapéutico en varios modelos de psicoterapias(Greenberg, 2003, p.1). Será en el contexto psicotera-péutico, y en base al modelo fenomenológico existencialque, va a ser explorado de forma más exhaustiva la funciónde las emociones en psicoterapias. Una pregunta central enlos trabajos filosóficos y científicos contemporáneos escómo las emociones se relacionan con las sensacionescorporales. Ratcliffe (2008, p.1) dice que en los días de hoy,se asume que las experiencias de estados corporales son

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 El valor de las emociones en psicoterapiafenomenológica existencial

 José T. Ossa Acharán, orientado por Daniel Sousa(SPPE, ISPA)Santiago de Chile, Chile

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distintas de experiencias de cosas fuera del cuerpo. Encontraste, la mayoría de las emociones son estadosintencionales que no tienen al cuerpo como su objetoprimario. De esta forma, este estudio buscará explicarlos temas hasta ahora presentados, intentando ser lomás claro y conciso posible, para poder levantar

dudas y discusiones sobre esta rica y pertinente temáti-ca relacionada a las psicoterapias.

1. Base histórica del entendimiento de la emociónAristóteles fue uno de los primeros en cuestionar el porqué y de dónde vienen las emociones. En la metáforaque es presentada en el master and slave de la teoríaaristotélica, él se refiere a que las emociones sonprimitivas y sin inteligencia, expresiones humanas-bestiales. Prosigue explicando que el conocimiento y larazón deben estar firmemente en el control y que losimpulsos peligrosos deben ser suprimidos. Estanoción de emociones peligrosas han tenido unainfluencia resistente en la civilización occidental(Strasser, 2005,p.23). Durante la edad media, la filoso-fía cristiana estaba preocupada con la noción de pecadocausada por las emociones. David Hume fue uno de losprimeros filósofos a confrontar el lugar inferior de lasemociones, al decir que la razón está lejos de ser esclavade la pasión, en última instancia, hasta él volvió almodelo aristotélico (Solomon, 1993, p.3). Mástarde, surge el nacimiento de la ciencia afectiva conCharles Darwin (1998) en el siglo XIX, en su obra-intitulada The Expression of Emotions in Man andAnimals, siendo su primera edición publicada en 1872,

causando inmediatamente un gran interés en toda lacomunidad científica de la época. Apenas en el siglo XXlas emociones han sido consideradas como una vivenciaholísticade la existencia humana. Pero antes, William James, en 1884 describe un entendimiento-bastante diferente de lo que era común para su época. Damásio (2010, p.149) dice que James invirtió lasecuencia tradicional de acontecimientos en el procesode la emoción y colocó al cuerpo entre medio delestimulo causal y la experiencia de la emoción. Dejaba

de haber un estado mental llamado emoción que dabaorigen a los efectos del cuerpo. Ahora existía la percep-ción de un estímulo que causaba ciertos efectos enel cuerpo. Era una propuestaambiciosa a la que lainvestigación moderna se subscribe integralmente. Para Greenberg (2008, p.49) las emociones son un

recurso adaptativo fundamental, porque ellas envuel- ven un sistema significativo que le informa a laspersonas sobre un significado de los eventos para subien-estar, y también organiza a las personas para unarápida acción adaptativa de la situación. Según Fitzpa-trick y Stalikas (2008, p.158) existe una falta de curiosi-dad sobre las emociones positivas en psicoterapia queproviene de la base devalores judaico-cristiana, dondees enfatizada la disciplina, la contención, y unalimpiaidentificación moral con Dios, de sus deseos ysalud. Debido a esto, Fitzpatrick y Stalikas(2008,p.158) argumentaron que en relación a este contextohistórico se ve reflejado comoestá influenciada la expe-riencia de emociones positivas en las teorías clásicas depsicologíahumana. Siendo este un tema bastanteinteresante, en este trabajo no será hecha ladiferenciación entre las emociones positivas o nega-tivas, ya que lo que es pretendido es estudiar elpropio fenómeno de las emociones, indiferentementede que ella sea entendida como positiva o negativa.

2. Diferentes perspectivasConsideré importante hacer una rápida revisiónsobre el entendimiento de las emociones explicadopor diferentes modelos científicos, siendo que algunos

son del área depsicología y otros de las ciencias natura-les. Será de total pertinencia identificar en dondesediferencian, como también, identificar las semejanzasque puedan existir entre las diferentes explicacionesque las diversas perspectivas encuentran para entendertal fenómeno humano. Podemos ver, que diferentes investigadores coincidenen que la emoción es compuesta por diferentes dimen-siones (Mennin y Farach, 2007, Sloan y Kring, 2007 ,

Sloan y Kring, 2007, Suveg, Southam-Gerow, Good-man, y Kendall, 2007, Zeman, Klimes-Dougan, Cassa-no, y Adrian, 2007, citado en Burum y Goldfried, 2007,p.407). Una de las elaboraciones más comprensivas deesta temática es la definición multifacética de lasemociones de Salomon (2002, citado en Burum y

Goldfried,2007, p.407), siendo una estructura holísticaque consiste en expresiones de comportamientos ,subs-tratos fisiológicos, experiencias fenomenológicas,procesos cognitivos y contextos sociales.Según LeDoux´s (1996, citado en Greenberg, 2008,p.50), estudios hechos en el área de neurobiología handemostrado que nuestro cerebro tiene la capacidadde registrar el significado emocional de un estímuloantes que este sea totalmente procesado por el sistema-perceptivo. LeDoux´s sugiere que existen dos tiposde caminos para la producción deemociones. Uno eslo que denominó de Low road, que es por ejemplo,cuando la amígdala siente peligro y difunde una señalde emergencia angustiante para la mente y el cuerpo, elotro es el high road, que es cuando la misma informa-ción es trasportada desde el tálamo hasta la neo-corteza. LeDoux´s notó que la percepción emocionalpre-cognitiva, que es procesada porel low road,fundamentalmente es adaptativa porque permiteque la persona respondarápidamente a una situa-ción antes que otros tipos de procesamientos com-plejos, queconsumen más tiempo y por consecuencia,retarden el tiempo de reacción. En el estudio de Berntson, Bacharan, Damásio, Tranel yCacioppo (2007, p.123) quedó en evidencia que,

cuando el sujeto era expuesto a fotos, contexto oestados de percepción concontenido emocional, surgíaactividad en de la amígdala, siendo medido por elmétodofuncional de imágenes cerebrales. Los resulta-dos concluyen que la amígdala es accionada duranteuna emoción, pero no es necesaria para la producciónde un estado emocional. De esta forma, los resultadosindican que la amígdala es importante para registrar laestimulación o el impacto emocional, especialmentedebido a un estímulo adverso (Berntson y otros,2007,p.129).

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 Para la perspectiva cognitiva las emociones se hanganado un lugar cada vez más relevante en las psicote-rapias contemporáneas y es un tema central en losestudios de la consciencia. Magnativa (2006, p.517)se refiere a que la mayoría de las enfermedades-mentales inevitablemente incluyen respuestas emocio-

nales mal adaptadas, que son en parte el resultado deexperiencias traumatizantes en una etapa temprana deldesarrollo, no siendo totalmente metabolizadas. Lasemociones son la fuerza central para mantenerpadrones antiguos, evitando la ansiedad del cambio, y para aprender padrones nuevos mejores adaptados(Magnativa, 2006, p.520). Por su parte, Barish(2009, p.8) se refiere a que las emociones no sonapenas sentimientos, las emociones enfocadas sonestados de atención, direccionadas o proyectadas en laimaginación, surgiendo de memorias y preparacionespara la acción. Aunque toda emoción sirve para alguna

función adaptativa desarrollada a través de la evoluciónhumana. De esta perspectiva funcionalista, la diferenciaentre afecto, cognición y comportamiento, muchas veces acaba siendo arbitraria: el pensamientoinfluencia los sentimientos, y los sentimientos afectanla reflexión y la acción. Leahy (2007, p.353) en suestudio, describe como las teorías de aprendizaje,modelos de procesamiento emocional, tratamientosexpuestos y hasta abordajes basados en la emoción,dependen de la cognición. El integra la emoción y lacognición en una terapia de esquemas emocionales. Leahy (2007,p.356) concluye el estudio refiriendo laimportancia de las emociones en el ámbito de laaplicación de terapias del modelo cognitivo. En tanto,dice que la cognición puede tener un papel esencial enla ayuda de la evaluación interpretativa del paciente,que da origen a una emoción intensa. De esta forma,existe un veredicto en las diferentes formas de trabajarconlas emociones en este modelo psicoterapéutico, estaes la mejoría del cliente, pero que sellega a este destinoa través de diferentes significados.Según Greenberg (2008, p.51) todos los modelos teóri-cos en psicología, coinciden en que las emociones

producen tendencias para actuar de una determina-da forma como respuesta para ciertos acontecimien-tos, organizando un modo básico de información quees procesada en movimiento, teniendo un papelindependiente en el funcionamiento, pudiendo afectarla cognición. De esta forma, Greenberg nos explica

que existen las emociones primarias, que se entiendencomo las emociones más fundamentales, reaccionesinmediatas para una situación. Posteriormente surgenlas emociones secundarias, que son respuestasemocionales que la persona tiene sobre su propiarespuesta emocional sobre el estimulo, en vez de seruna respuesta apenas a la propia situación. Greenberg y Pascuale-Leone (2006,p.612) dicen que para trabajarcon las emociones primeramente tienen que serdiferenciadas las experiencias emocionales, que sonadaptadas o mal adaptadas, con las emociones que sonprimarias y secundarias. Las primarias tienen que ser

accedidas de forma reflexiva, debido a su contenidoadaptativo y por la capacidad de organización de laacción. Por lo contrario, las emociones mal adaptadasnecesitan ser alcanzadas de forma a que sean transfor-madas en un proceso en que sea vivido como unanueva experiencia, así se llega a crear un nuevosig-nificado. Las emociones secundarias necesitan sersobrepasadas para aproximarse de una emoción prima-ria. Para Gross e Rottenberg (2007, p.324) la emoción es uncaso especial de afecto, siendorelativamente breve, peromanteniendo la forma referencial del afecto. Estosinvestigadores quieren decir que, la emoción surgecuando un evento externo o interno señaliza al indivi-duoque algo importante puede estar por pasar. ParaGross y Rottenberg (2007, p.324) la forma como laspsicopatologías alteran las características temporales delas emociones está apenasempezando a ser entendi-do, ya que sugiere que diferentes disturbios menta-les pueden presentar diferentes objetivos de inter- vención que pueden aparecer a lo largo del desdo-blamiento de la línea temporal de una respuestaemocional.

 En psicoterapia fenomenológica existencial, Strasser(2005, p.25 escribe que en su experiencia con susclientes, le han demostrado que las emociones se expre-san de dos formas. Existe un momento de expresiónque aparece como instantáneo, sorpresivo, pre-reflexivo, como una expresión primaria. Esto debería

seguir por una reflexión o concientización de la expe-riencia. En el momento que los clientes se concien-tizan de la experiencia emocional, pueden evaluarla,explorarla, y alejarse del sentimiento espontáneo deestar totalmente fuerade control. La primera de estasexperiencias emocionales, Strasser la denomina depre-reflexiva (unreflective) y la ultima comorespuesta reflexiva. Strasser se apego a esta termino-logía derivando de Jean-Paul Sartre (1972, p.79), quiendefina las emociones por su estado pre-reflexivo.Sartre escribió que las emociones pre-reflexivas sólopueden ser emociones como tal, cuando surgen en el

momento inmediato de la experiencia. Según Sartre,ensecuencia de lo anterior, luego que contemplamos yevaluamos este sentimiento interno,deja de ser unaemoción. Pero Sartre no se queda sólo en eso (1972,p.96), explica que las emociones transforman el mundoen un lugar mágico, por ejemplo, cuando apuntan unapistola en dirección de mi cabeza, existe un tipo dehechizo sobre mi ser que va a perder el control ya cabopor desmayar. Me desmayo en razón de aniquilar laamenaza. Según Sartre, transformo el mundo en unlugar seguro. Para Strasser (2005, p.25) este argumentofunciona muy bien para las emociones negativas comoel miedo, la rabia, el asco, entre otros, pero cuando vemoslas emociones positivas como la alegría, es difícilobservar la existencia de un estado pre-reflexivo espon-táneo. Por ejemplo, la alegría aparecería para connotarun estado de armoniosa contemplación, un estado dereflexión, y no causaría descontrol corporal ni desmayo.Al observar las diferentes perspectivas podemosapreciar que todas ellas acaban presentando unentendimiento muy similar, donde las diferenciasque existen están principalmente en la forma como esdenominado el fenómeno. Es interesante observar que

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los neurocientíficos hablan de las high y low roadsrefiriéndose a estados pre-cognitivos y cognitivos delos procesamientos emocionales en el cerebro, o comoel modelo de la psicologíacognitiva habla sobre emo-ciones primarias y secundarias, y los psicólogosexistencialistas denominan las emociones como pre-reflexivas y reflexivas. De esta manera , independiente-mente del modelo, el estudio de este fenómenorevela dos etapas. Así, la identificación de estas

etapas será fundamental en el proceso psicoterapéutico.

2.1. Diferencia entre emoción y sentimiento Me pareció importante abordar las diferencias queexisten entre las emociones y los sentimientos, ya quedurante la lectura de esta temática encontré que enmuchos casos queda poco claro cuando se estáhablando de uno o de otro. Para Damásio (2010,p.142) las emociones son programas complejos, engran medida automatizados, de acciones modeladaspor la evolución. Las acciones son complementadas porun programa cognitivo que incluye ciertos conceptos y

modos de cognición, pero el mundo de las emocioneses, sobre todo, un mundo de acciones realizadas ennuestro cuerpo, desde las expresiones faciales yposición del cuerpo hasta los cambios viscerales en elmedio interno. Ya, los sentimientos de una emoción,sonpercepciones compuestas por aquello que sucede en elcuerpo y en la mente cuandosentimos una emoción.Greenberg y Paivio (2003, p.7) se refiere a que el afectoes una respuesta biológica no consciente a la estimula-ción, que envuelve procesos automáticos, fisiológicos,motivacionales y neuronales, formando parte delsistema de respuestas de comportamiento evolutiva-mente adaptativo. En cuanto que, tanto las emocio-nes como los sentimientos son productos conscien-tes de este proceso afectivo no consciente. Sobre lossentimientos, los autores dicen que requieren unaconcientización de las sensaciones básicas de afec-tos. Esto envuelve experiencias de sensacionescorporales más complejas que retienen significados. Para las emociones los autores explican que, son expe-riencias que surgen cuando las tendencias de acción yestados de sentimientos son unidos con situaciones queevocan el self. Las emociones son experiencias que

envuelven la integración de varios niveles deprocesamiento. La diferencia general entre emoción ysentimiento es razonablemente clara. En cuanto lasemociones son acciones acompañadas por ideas ymodos de pensar, los sentimientos emocionales son,sobre todo, percepciones de aquello que nuestro cuerpohace durante la emoción. Las emociones funcionan cuando las imágenes proce-sadas en el cerebro colocan en acción una serie de

regiones estimulantes de emociones, como por ejemplo,la amígdala oregiones especiales de la corteza dellóbulo frontal. Un hecho importante, por lo menos enel caso de los seres humanos, es que también vienen ala mente ciertas ideas y estrategias. Los sentimientos delas emociones constituyen el paso siguiente, surgiendo justo por detrás de la emoción, y representando ellegítimo, consecuente y final emprendimiento delproceso emocional: la percepción compuesta de todo loque sucede durante la emoción – acciones, ideas, estilocon el que las ideas fluyen – lenta o rápida, fija en unaimagen, o cambiando rápidamente de una imagen a

otra (Damásio, 2010, p.144). Queda claro que no esposible separar emoción de sentimiento del todo, niseria éste el propósito de este estudio, más bienes locontrario. Será en esta estrecha relación entre estosdos fenómenos que va a ser desarrollado esta inves-tigación.2.2. Importancia de las emociones en contexto psicote-rapéutico. Este estudio, pretende explorar las emocio-nes en contexto psicoterapéutico, siendo que sólo tienesentido realizar esta investigación si observamos laimportancia de las emociones en el proceso psicotera-péutico. Así, Strasser (2005, p.24) se refiere a queel papel de las emociones en contexto terapéutico nopuede ser desvalorizado, cuenta que toda emoción estáconectada con lo que se da, que ilumina nuestro worl-dview (concepto utilizado ampliamente por las escuelabritánica de fenomenología existencial, introducido porSpinelli). De esta forma, cada emoción es una manifes-tación de un aspecto de nuestro worldview. De hecho,se puede decir que las emociones son una de las herra-mientas más eficientes para que los clientes se redescu-bran y vuelvan a familiarizarse con algunos aspec-tos de su worldview y con la ambivalencia que

los hizo venir a la terapia en primero lugar. Greenberg(2003, p.4) escribe que el aspecto crucial del desarrollode la terapia es promover la integración de las expe-riencias afectivas y emocionales básicas con la organi-zación existente de sus experiencias. Es fundamental-mente necesario, particularmente en terapia, entendercuales emociones nos indican la forma que estamosconduciendo nuestras vidas. Greenber y Paivio(2003, p.4)sugieren que solamente a través del acceso a las emo-

ciones y al significado emocional, que los problemasemocionales pueden ser resueltos. En terapia, algunostipos de emociones son vistos como curativos en sí mismos. Las respuestas de las emociones primarias son creativa-mente organizadoras porque ayudan a establecer nuevasprioridades. De esta forma, cuando ayudamos a nuestrosclientes a atender y simbolizar sus experiencias primarias–tristeza, rabia, o alegría – los ayudamos a acceder aimportantes necesidades / objetivos/ preocupaciones y acrear nuevos significados. Aunque las emocionesnos orga-nizan para la acción y construyen nuevas estructuras adap-tativas, ellas también están envueltas en el desmantela-

miento de viejas y estáticas estructuras.Según Burum y Goldfried (2007, p.408) determinar laestructura exacta de las emociones es esencial, no apenaspara interpretar medidas contradictorias, pero tambiénparaacceder a concientización emocional que, como serádiscutido, es tan central para muchos tratamientos psico-lógicos. Segundo Samoilov y Goldfried (200, p.382),durante una sesión terapéutica, la estimulación emocio-nal es vista como esencial para incentivar la reorganiza-ciónde temas emocionales que están en las entre líneas,como también la asimilación de nueva información, laformación de estructuras de significados implícitos. Así,trabajar con emociones en psicoterapia es análogo aldesarrollo de la regulación emocional que ocurre en elproceso de desarrollo normal. Al sustentar una sintoníaempática con las emociones de los clientes, como tambiéncon sus experiencias, se convierte en una tarea terapéuticacrucial para ayudar a las personas a concientizarse sobrealgo y regular sus experiencias emocionales.

3. Las emociones y la psicoterapia Fenomenológica ExistencialA partir de este punto, el estudio estará direccionado a

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en cuanto tal: una relación existencial cuyo significadoesencial es el estar-con. Antes de todo, la relacióncliente-terapeuta es un encuentro entre una existencia y otra existencia implicando: la presencia (de estar-por-sí), la reciprocidad (en cuanto cambio o estar-para-el-otro), el cuidado (acogiendo alotro en su esfera vital) y, aún, el lazo emocional entre un Yo y un Tu quecrean un Nosotros en reciprocidad activa para que, através de Ti el otro venga a iluminar y a redescubrirse.

 Es un encuentro terapéutico en la medida en quesucede una relación de ayuda que tiene una conte-cer en el tiempo, convida al otro a venir-a-ser comodesee o se permita, finalmente,proporciona medios paraque el cambio que es, esencialmente, abertura a nuevasposibilidades en el encuentro con sí mismo, con suproyecto. De esta manera, podemos relacionar con lo que Spinelli(2006a, p.180) dice sobre elmétodo fenomenológicoexistencial, este asume una intersubjetividad en labase de toda actividad mental. En otras palabras, esargumentado que todo lo que somos, o podemos ser,

conocimiento de todo lo que es reflexionado y definido,es derivado de la relación. Entonces, las emociones vana surgir en el acontecer de esta relación. Todosmanifestamos y experimentamos nuestras emociones,pero todos nos diferenciamos en la forma cómo las vivimos y reaccionamos. Spinelli (2006b, p.5) explicaque esta exploración no intenta alterar o prevenir ladecisión del cliente, o imponer la moral del terapeutasobre ellos, o para exponerlos puntos de vista actualesdesde el otro sobre el mundo del cliente. En vez de eso,este enfoque sobre las dimensiones del mundo focali-zado (world-focused dimensions) sirve para implicar

sus decisiones, sus nuevas opciones de forma de ser, detal manera que incluía sus experiencias del mundo y delos otros que existen en el, con toda su confusacomplexidad, en vez de permitir la posibilidad deconsiderar un mundo donde no encajen sus experien-cias pasadas.

3.4. Emociones reflexivas y pre-reflexivas En psicoterapia, es importante diferenciar entre lasemociones reflexivas y las pre-reflexivas. Cuando losclientes divulgan sus emociones, la mayoría de ellascontinúan en una parte profunda de sus mentes. Porejemplo, con la rabia, la mayoría de las veces noestamos conscientes de ella en sí. Apenas nos sentimoscontrariados con algo o alguien, pero en el momento en

que apreciamos y evaluamos estas emociones, podemoshablar sobre ellas y explorar como fue la experiencia(Strasser, 2005, p.24). Según Strasser (2005, p.27) lospsicoterapeutas se confrontan, de forma bastanteregular, con clientes que piden que se les ayudecon sus explosiones de rabia, culpa o emocionessemejantes a estas. Lo que estos clientes aparente-mente piden es que sean eliminadas estas emocionesprimarias y pre-reflexivas. Pero las emocionespre-reflexivas hacen parte del aspecto concreto denuestra existencia, pero se puede desarrollar la capaci-dad no apenas de evaluar, pero también de dejar depensar en ellas, una vez que estamos conscientesdeellas. En otras palabras, las emociones reflexivas sonemociones que podemos controlar. Uno de los objeti- vos terapéuticos es explorar los dos tipos de emo-ciones. Cuando las emociones pre-reflexivas surgen ennuestra consciencia pueden ser examinadas y discuti-das, y los clientes pueden descubrir sus ambivalencias ydesafiarlas. Podemos decir que una vez que los clientesse concientizan de sus emociones, ellas pasan a unmodo reflexivo: claramente no.podemos explorar algo de lo que no somos conscientes. El proceso en terapia es, por lo tanto, facilitar que lasemociones pre-reflexivas emerjan en emociones reflexi-

 vas. Lo que realmente interesa es cómo llevamos aque los clientes, de forma empática, puedan explo-rar sus emociones que engloban su experiencia y llegara la concientizarlos de las emociones pre-reflexivas através de las cuales ellos puedan explorar su worldview. Por su parte, Husserl (2001, p.217) explica, con su teoríade la consciencia interna del tiempo, que las génesis dela cadena retencional (concepto creado por Husserlparapara explicar laestructura de la consciencia y comonos percibimos en el momento presente, que de forma

muy simplista es la percepción de presente a través deuna inmediata retención del pasado proyectándose haciael futuro también inmediato) son constituidas a lo largodel desarrollo y llevan a la construcción del self experien-cial. De esta forma, Husserl (2001, p.38) se refiere aquelas génesis pasivas, experiencias que nos pueden influen-ciar de forma pre-reflexivas en elpresente, son constitu- yentes primordiales y previas, siendo que en el indi-

 viduo estas regulaciones fundamentales se muestran ensu percepción de presente, entonces pasan paraunapercepción retencional persistente, desapareciendo enuna forma fundamental del pasado, conectándose conretenciones previas, propensiones motivadoras o inten-ciones direccionadas para el futuro. Si lo miramos de unpunto de vistas comparativo con las emociones, vemosque estas expresan sedimentaciones del pasado quepueden ser accedidas de forma reflexiva en contextopsicoterapéutico, esto siempre y cuando se consigareflexionar sobre una emociónpre-reflexiva.Strasser (2005, p.28) escribe que las emociones estánsiempre presentes en todas las actividades o manifesta-ciones en psicoterapia. Existen muchos clientes quetienen dificultad en estar en contacto con sus emocio-nes, pero las emociones están continuamente embutidasenla consciencia humana. Desde el punto de vista teóri-co, para Sartre (1972, p.101) el hecho deque las emocio-nes estén siempre presentes en nuestra consciencia, es larevelación de nuestra propia consciencia, siendo así,emoción es precisamente consciencia. La mayoría delos psicólogos y científico teóricos llegan a conclusionessemejantes. Por ejemplo, Carroll Izard(1991, p80) quees un científico de biología evolutiva, llegó a la conclu-sión desde un punto de vista teórico diferente. Su tesis

es que las emociones están constantemente con noso-tros, siendo que ellas juegan un papel muy significativoen como interpretamos el mundo que nos rodea.

3.5. Las emociones invariablemente poseen signifi-cado Podemos entender que las emociones están siempredireccionadas para algo o alguien.Según Strasser (2005,p.30) cuando el cliente expresa una emoción, la emoción

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está siempre direccionada para alguna cosa. El presu-puesto principal de Sartre (1972) es que las emocionesestán siempre presentes en nuestra consciencia y queellas siempre tienen algún significado. Sartre agarra laúltima noción de Husserl,quien avanzó con el concepto de intencionalidad,refiriendo que nuestra consciencia es siempre intencio-nal en relación a alguna cosa. A partir de esto, Sartredesarrolla la doctrina en que las emociones, como

todo acto mental, está direccionada para algunacosa, un objeto. La palabra intencionalidad es origi-nal del latín intendere, que significa directamente enfrente. Husserl (1997, p.217) dice que la consciencia essiemmpre consciencia de alguna cosa. Siendo laemoción un acto de la consciencia, está direccionadapara alguna cosa. Solo surge porque existe algo que essu objetivo y/o origen, porejemplo, cuando estoypreocupado, estoy preocupado por algo o alguien, ocuando estoyenojado, es porque alguien o algunasituación me dejaron en este estado. Es siempre unareacción hacia fuera de uno mismo, hacia el mundo en

el que nos situamos. No podemos separar las emocionesde sentimientos corporales que ellas acarrean, para Ratcliffe (2008, p.36) los sentimientos corporales noson ni estados aislados de intencionalidad, ni estadosque pueden tener solamente al cuerpo o una parte de élcomo objeto. En vez de eso, los sentimientos hacenparte de la estructura de la intencionalidad. Unsentimiento necesita ser, primero y principalmente,una experiencia de alguna parte del cuerpo. Elsentimiento puede ser la forma como algo diferente delcuerpo es experimentado, en vez deser él mismo elobjeto de experiencia. Las cosas son experimentadas através de sentimientos corporales y el propio cuerpo

puede o no ser el objeto más saliente del sentimiento.Aun cuando no es el objeto de la experiencia,continúa sintiéndose de forma que esfenomenológi-camente accesible. Ratcliffe (2008, p.37) explica que los sentimientos noson experiencias solamente del cuerpo o solamente dela relación con el mundo. En vez de eso, los dos

aspectos de la experiencia son fenomenológicamenteindivisibles. Los sentimientos parecen ser formasdeexperimentar el self, el mundo y también la relaciónself-mundo, siendo que los tres aspectos son insepara-bles. Son orientaciones existenciales, pensamiento yactividad. De esta forma se puede ampliar la categoríade emoción abarcando estos sentimientos. La termi-nologíasentimiento se caracteriza por entender lasdiversas formas de estar en el mundo, también es

utilizada para describir como es estar en una determi-nada situación. Ratcliffe (2008, p.38) sugiere queciertas formas de usar la denominación de senti-miento realza categorías característicamente fenome-nológicas, en virtud de dos características compartidas. En primer lugar, los sentimientos no son direccionadospara un objeto o situación específica, más bien, sonorientaciones a través de las cuales las experiencias sonestructuradas como un todo. Así, los sentimientos sonsensaciones corporales, pero también son constituidoresde la estructura básica del ser-ahí, teniendo un susten-tar sobre las cosas, funcionando como una base de

fondo o contexto con presuposiciones para todas lasactividades intelectuales y prácticas. De estamanera, Ratcliffe se refiere a estos sentimientos como siendo lossentimientos existenciales. Heidegger (1984, p.151)escribe que aquello que designamos como ontológica-mente con la terminología de encontrarse es óntica-mente lo más conocido y cotidiano: el estado de espíri-tu. Antes de cualquier psicología de los sentimientos, setrata de observar este fenómeno como una baseexistencial que perfila su estructura. El hecho de que lossentimientos se puedan cambiar y mezclar apenas nosdice que el ser-ahí es en cada caso siempre un estadode espíritu.

Conclusión No existimos ni estamos sin emociones, es a través ycon ellas que nos relacionamos con el mundo. Estar enplena consciencia sobre el significado de lo que estamossintiendo, endeterminado momento, es fundamental,no apenas en contexto psicoterapéutico, pero también

para ser capaz de apropiarse de las decisiones que vamos teniendo en nuestras vidas. Así, el papel de lasemociones nos entrega y divulga muchos aspectos sobreel sistema de valores y comportamiento de un indivi-duo. Como fue mencionado anteriormente, nos expo-nemos através de las emociones y sentimientos. Warnock (1962, p.25) comenta sobre lo que Heideggerescribió “para las emociones… podemos redescubrirel todo de la realidad humana, las emociones son la

realidad humana asumiéndose y agarrando una direc-cionalidad emocional con el mundo”. En este sentido, Warnock, Sartre y principalmente Hussserl proponenque através de la intencionalidad de los actos mentales,siendo la emoción uno de estos actos, estamos cons-tantemente revelándonos. A través de Husserl y lateoría de la consciencia interna del tiempo, podemosrelacionar experiencias emocionalmente vividas en elpasado que crearon sedimentaciones en la cadenaretencional y que influencian al individuo en su presen-tede manera pre-reflexiva. Pero es el contexto psicotera-péutico, el lugar privilegiado para entrar en contacto

con la parte más intima del ser, donde podemos accedera estas emociones pre-reflexivas y hacerlas reflexivaspara poder trabajarlas y desamarrar los nudos que estánenestas experiencias emocionales. Al mismo tiempo,las sensaciones corporales moldan la manera como lascosas nos aparecen y, por consecuencia, estructurannuestra racionalidad y forma de estar-en-el-mundo. Así,los sentimientos regulan la forma de tomar decisiones,conformando el mundo experiencial donde las decisio-nes son hechas y solamente entonces, en donde predo-mina la incertidumbre, nos predisponemos para deter-minada opción de vida. Para Heidegger (2001), el senti-do que se desvela a través del hombre, nunca se da a

partir de algo a priori trascendental, el sólo es en lamedida en que se desvela en su horizonte histórico. Esto porque lo que caracteriza el modelo de ser delhombre, la existencia, es justamente el factor deque su sentido está siempre en juego. Strasser (2005,p.20) dice que el propósito de la psicoterapia es crear lascondiciones y el ambiente donde los clientes puedanexplorar y revelar su worldview. Los clientes

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serán capaces de ver sus propias discrepancias ycontradicciones. Estos descubrimientos no son, gene-ralmente, revelaciones estruendosas, son simplemen-te revelaciones sobre algo que ellos ya sabían. Estereconocimiento pude producir insighst que, por su vez,producen aún más insights, entonces el hecho conocidose convierte en reconocido y reflexionado. Laconcientización de nuestro worldview proporcionaun suporte para ser empático con los clientes, y paraser psicoterapeuta en vez de estar haciendo terapia.Como implicación para la práctica en el ámbito dela psicoterapia fenomenológicaexistencial, podríamossugerirle a los psicoterapeutas de este modelo que, estefenómeno quesurge como emoción de un cliente en elmomento presente durante una sesión, trae enormeriqueza sobre el entendimiento del worldview de lapersona. Nuestro trabajo, como psicoterapeuta,podrá ser el de posibilitar la exploración descriptiva,de las sensaciones corporales y de las vivencias queaparecen ligadas a la emoción (para dar un ejemplo),para así posibilitar un espacio de respeto y compren-sión, y acompañar a la persona en su reflexión, en lassensaciones físicas y en las vivencias de lo que esté

conectado con esta emoción. De esta manera, la explo-ración es hecha en el momento presente de la sesión, ylos fenómenos ligados a esta emoción también sonexperimentados en el momento presente. Pero el hechode que sea la propia persona la que está reflexionandosobre estos fenómenos, siendo genuinamente aceptado y acompañado en este camino, puede que sea losuficiente para que exista un click donde las experien-cias del pasado pasen a tener un nuevo sentido, ilumi-nando una serie de posibilidades que lleven a que lapersona tome nuevas decisiones en dirección a unnuevo futuro (o un futuro de aceptación de sí mismo),

donde estas decisiones serán incorporadas como siendopropias de la persona, desarrollando su autonomía ylibertad existencial.

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Curriculum Psicólogo por el Instituto Universitário – ISPA, conmaestría en psicología clínica por el Instituto Universitário – ISPA de Lisboa; asociado a la Socidedade Portuguesa de Psicoterapia Existencial – SPPE de Lisboa, donde realizó dos años de la formación enpsicoterapia fenomenológica existencial; en el presenteestá cursando el segundo año de formación en el cursode especialización en psicología fenomenológicaexis-tencial del Instituto de Psicologia Fenomenológica Existencial do Rio de Janeiro – IFEN. Este estudio proviene de la tesis de maestría defendida enoctubre de 2012, en el Instituto Universitario –ISPA, Lisboa,

 Portugal.

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 Psicoterapia existenciallatinoamericana en la actualidad

Edgar A. CorreiaKarla CorreiaMick Cooper

Lucia BerdondiniUniversity of Strathclyde, University of Lisbon

 Resumen La psicoterapia existencial latinoamericana es pocoreseñada en la literatura europea y norteamericana de laespecialidad y no se conocen estudios acerca de susprincipales características. No obstante, datos recientesnos muestran su gran vitalidad frente a sus congéneresde otros continentes. Este artículo desarrolla un esbozogeneral de las principales características de la psicotera-pia existencial latinoamericana, a través de los resulta-dos de dos estudios: una investigación sistemáticaon-line de las instituciones de psicoterapia existenciallatinoamericanas y una encuesta on-line dirigida a losterapeutas existenciales. Fueron registradas 38 institu-ciones de 12 países latinoamericanos y 293 terapeutasexistenciales de ocho de estos países respondieron alcuestionario. Los datos confirman la vitalidad e impor-tancia de la psicoterapia existencial latinoamericanaante el panorama mundial y nos dan un primer esbozode sus principales características, particularmente,cuales son los autores y textos que más influyen ycuales las prácticas más características de la psicotera-

pia existencial en este continente.

 Palavras-chave Psicoterapia existencial; logoterapia; existencialismo;América Latina

 ResumoA psicoterapia existencial latino-americana é muitopouco referida na literatura europeia e norte-americanada especialidade e não se conhecem estudos acerca das

suas principais características. No en tanto, dadosrecentes demonstram a sua vitalidade face às congéne-res de outros continentes. Este artigo desenvolve umesboço geral das principais características da psicotera-pia existencial latino-americana, através dos resultadosde dois estudos: uma pesquisa sistemática “on-line” dasinstituições de psicoterapia existencial latino-

americanas e um questionário on-line dirigido aosterapeutas existenciais. Foram encontradas 38instituições em 12 países latino-americanos e 293terapeutas existenciais de oito países deste continenteresponderam ao questionário. Os dados confirmam a vitalidade e importância da psicoterapia existenciallatino-americana no panorama mundial e dão-nos umprimeiro esboço das principais características, em parti-cular, quais os autores e textos mais influentes e quaisas práticas mais características da psicoterapia existen-cial deste continente.

 Palabras clave Psicoterapia existencial; logoterapia; existencialismo;América-Latina.

Abstract Latin American existential psychotherapy is barelyreferred to in European and North American existentialliterature and there are no studies we are aware ofconcerning its main features, although recent datashows its vitality compared to other continents’ coun-terparts. This article presents a general outline of themain characteristics of Latin American existentialpsychotherapy, through the results of two differentstudies: a systematic on-line search of Latin America’sexistential psychotherapy institutions andan on-linequestionnaire survey of existential psychotherapists. Atotal of 38 existential therapy institutions were found in12 Latin American countries and 293 existential practi-tioners from eight countries responded to the question-naire. Data confirms the vitality and importance of the Latin America’s existential psychotherapy on the world- wide panorama and gives us a first outline of its mainfeatures, in particular, the authors and texts that have

most influenced Latin American existentialpsychotherapy’s practice and those practices consideredthe most characteristic in this region of the world.

 Key words Existential therapy; logotherapy; existentialism; LatinAmerica.

 Psicoterapia Existencial Latinoamericana en laActualidad La psicoterapia existencial se remonta a la fenomenolo-gía antropológica de von Weizsäcker, Minkowski, vonGebsattel y Binswanger (Besora, 1994; Cooper, 2012;Spiegelberg, 1972; Straus, 1959), pudiendo ser conside-rada uno de los másantiguos y mejor establecidosmodelos psicoterapéuticos (Cooper, 2012) . En losúltimos años, han sido frecuentes las afirmaciones de sucrecimiento (Barnett & Madison, 2012; Cooper, 2012; Deurzen, 2012; Deurzen & Arnold-Baker, 2005; Deur-

zen & Young, 2009; Groth, 1999, 2000; Schneider,2008) y, efectivamente, un estudio reciente confirmasu práctica en por lo menos 48 países de los seis conti-nentes habitados (Correia, Cooper, & Berdondini,2014b). Pero cuando se lee sobre el panorama actual de lapsicoterapia existencial, es de Europa y de los Estados Unidos a los que se refieren (véase, por ejemplo, Barnett& Madison, 2012; Cooper, 2003, 2012; Groth, 2000). Sehacen pocas o ninguna referencia a América Latina y asus autores en la literatura europea y anglosajona(Correia, Correia, Cooper, & Berdondini, 2014) y no seencuentran trabajos sobre las principales característicasde la psicoterapia existencial en este continente. Toda- vía, en un estudio reciente (Correia, Cooper, & Berdon-dini, 2014b) , fue demostrada la vitalidad de la prácticaexistencial en Latinoamérica, colocando esta regiónentre las más dinámicas en el panorama mundialcontemporáneo. En el presente artículo, nos proponemos profundizar losdatos relativos a la psicoterapia existencial en América Latina, con el objetivo de contribuir para dibujar unprimer esquema de la situación actual de la psicoterapia

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existencial en toda esta región. Estos datos podránayudar a aclarar las características demográficas, lasinfluencias y las características de la práctica, así comola representatividad de la psicoterapia existenciallatinoamericana en relación con sus homólogos euro-peos y norteamericanos. Los datos que aquí se presentan provienen de dosestudios, cuyo objetivo fue el de contribuir a lacomprensión del estado actual de la psicoterapiaexistencial en el mundo, en particular de sus prácticaspsicoterapéuticas, a partir de las respuestas de quiénesse consideran clínicos en esta área. Paralelamente, sedecidió investigar acerca de las influencias (autores ytextos) en esas prácticas, con la esperanza de que elestudio y exploración de la influencia enriquezcannuestro conocimiento acerca de la naturaleza de lasprácticas explicitadas. El primer estudio consistió enuna búsqueda sistemática on-line de las institucionesde psicoterapia existencial por todo el mundo. A partirdel inventario resultante de este primer estudio, se hadesarrollado un cuestionario on-line con el objetivo de

identificar algunas características de los psicólogosclínicos y psicoterapeutas existenciales en todo elglobo, en especial sus prácticas y respectivas influen-cias. En el presente artículo, profundizaremos única-mente los datos relativos a Latinoamérica.

 Estudio 1: Búsqueda Sistemática de Institucionesde Psicoterapia Existencial On-line.

 Metodología

 Procedimientos Del 15 de enero al 2 de marzo de 2012, el primer autor

llevó a cabo una búsqueda sistemática on-line de lasinstituciones de psicoterapia existencial, usando elmotor de búsqueda “Google Search”. En este rastreo,fueron usados las siguientes palabras clave en inglés,portugués y castellano: “psicoterapia existencial”,“terapia existencial”, “psicología existencial”, “daseinsa-nalyse”, “análise existencial” y “logoterapia”. Siempreque el website de una institución fue identificado, losenlaces sugeridos fueron examinados para verificarotras posibles instituciones.

Criterios de inclusión y exclusión Por instituciones de psicoterapia existencial, nos referi-mos tanto a las sociedades como a los centros deformación en psicología clínica, asesoramiento o psico-terapia existencial. Por sociedades de psicoterapiaexistencial agrupamos todas las organizaciones quetienen como misión la difusión, promoción, estudio,desarrollo y/o la enseñanza de la terapia existencial (lapsicología clínica, el asesoramiento o la psicoterapia):estas organizaciones podrían presentarse como socie-dades, asociaciones, centros o institutos. Por centros deformación en psicoterapia existencial, consideramostodas las organizaciones que imparten un cursocompleto en psicología clínica existencial, asesoramien-to existencial o psicoterapia existencial y que se presen-taban explícitamente como tal. Todos los centros deformación que ofrecían cursos de corta duración,talleres, o módulos de psicoterapia existencial, o cuyoscursos no se presentaban explícitamente como siendode este paradigma, fueron excluidos del presenteestudio.

Se incluyeron en este estudio únicamente las institucio-nes identificadas como pertenecientes a una de lascuatro líneas de psicoterapia existencial: daseinsanalyse,psicoterapia existencial-humanista, psicoterapiaexistencial-fenomenológica y logoterapia. Las institu-ciones identificadas como gestalt terapia, psicoterapiacentrada en el cliente, focusing y todas las formas deterapia existenciales integrativas (por ejemplo,cognitivo-existencial, existencial-psicoanalítico, etc.),fueron excluidas de este estudio. El fundamento deeste criterio de inclusión/exclusión se basa en unaextensa revisión de la literatura sobre las líneas de

psicoterapia existencial (véase Correia, Cooper, Berdon-dini, y Correia (2014a) ), que llega a la conclusión deque estas son las cuatro líneas psicoterapéuticas máscomúnmente y consensualmente consideradas parte delo que se denomina por psicoterapia existencial.

Análisis de datos. El resultado de la búsqueda fue registrado en una basede datos en el programa SPSS. Se incluyó el nombre delas instituciones, línea de psicoterapia existencial, país,

continente y confirmación de los datos por la institu-ción. La clasificación por continente se hizo de acuerdo a seiszonas geográficas: África, Asia, Australia, Europa, Améri-ca del Norte (Canadá y Estados Unidos) y América Latina(México, Caribe, América Central y América del Sur). Laidentificación de las líneas de psicoterapia fue realizada,en primer lugar, a través del nombre de la institución(por ejemplo, Associação Brasileira de Daseinsanalyse).Cuando esta identificación no estaba clara, era enviadoun correo electrónico a la institución para confirmar sulínea. En los casos en que no recibimos dicha confirma-ción, se leyó la página web de la institución para identi-ficar su línea. Las instituciones que cubrían diversaslíneas de psicoterapia existencial fueron registradascomo “Multilíneas”. Por último, un correo electrónicofue enviado a todas las instituciones pidiendo la confir-mación de los datos identificados.

 ResultadosAnálisis Geográfico

 Fueron encontradas 128 instituciones de psicoterapiaexistencial (la lista íntegra de las instituciones, con suscontactos, se encuentra en http: //www.sppe.pt/psicoterapia/existential-psychotherapy-societies-training-institutes-list/), en 42 países de los seis conti-nentes habitados (véase Correia, Cooper, et al. (2014b) ).América Latina, con 38 establecimientos (29,7% de lasinstituciones encontradas en todo el mundo), fue elsegundo continente donde encontramos un mayornúmero de instituciones de psicoterapia existencial,superado sólo por Europa, con 67 (52,3%). Las 38instituciones latinoamericanas estaban situadas en 12

países, ocho de los cuales se encuentran en Sudamérica,de donde provenían el 73,7% de todas las institucionesencontradas en América Latina (véase Tabla 1). Argenti-na y Brasil, ambas con nueve (23,7%) instituciones deterapia existencial, fueron los dos países con mayorrepresentación institucional (véase Tabla 1), seguidos de México, con seis (15,8%). En los restantes países nofueron encontradas más que dos instituciones.

 

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Tabla 1. Frecuencias y porcentajes de instituciones de terapia existencial en los países latinoamericanos

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 Nota. Daseins = Daseinsanalyse; Ex-hum = Existencial-humanista; Ex-fen = Existencial-fenomenológica; Logo = Logoterapia; A. Cent. y Méx. = AméricaCentral y México

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29Análisis por Línea de Psicoterapia Existencial La Logoterapia fue la línea de psicoterapia existencialcon mayor representación institucional en América Latina. De las instituciones encontradas, el 76,3%fueron de esta línea y, en los 12 países donde se encon-traron instituciones de psicoterapia existencial, teníanal menos una institución de logoterapia (véase Tabla 1). La psicoterapia existencial--fenomenológica es la

segunda rama mejor representada, con siete institucio-nes (18,4%), cinco de las cuales están establecidas en Brasil, el único país donde la representación institucio-nal de la psicoterapia existencial-fenomenológica fuemayor que la de la logoterapia. También ha sido en Brasil donde encontramos la única institución de dasei-nanalyse en toda América Latina. No fue encontradaninguna institución de línea existencial-humanista,pero se encontró una asociación que pretende cubrir lasdiversas corrientes existenciales en América Latina -Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Existencial(ALPE) -, que tiene su presidencia en Argentina y quepor este motivo se asoció, en este estudio, a este país.

 Estudio 2: Cuestionario on-line Internacional

 Metodología Diseño e instrumentos Fue desarrollado un cuestionario on-line usando comorecurso la plataforma SurveyMonkey. Toda la construc-ción, estructura, diseño, divulgación, modelo depreguntas y respuestas fue desarrollado en base a lasinvestigaciones de Dillman y colaboradores sobre eldesarrollo y aplicación de cuestionarios (Dillman, 1991,

2006; Dillman, Smyth, & Christian, 2009; Millar & Dillman, 2011; Schaefer & Dillman, 1998; Smyth, Dillman, Christian, & McBride, 2009; Smyth, Dillman,Christian, & Stern, 2006). .

 Muestreo Fueron invitados a participar en este estudio todos lospsicólogos clínicos, psicoterapeutas o terapeutas enformación, que definiesen su práctica como “existen-cial” o que considerasen su trabajo psicoterapéutico

basado principalmente en supuestos y prácticasexistenciales. Todos los participantes que no se ajusta-ban a esta definición fueron excluidos de la muestra. Elmuestreo se llevó a cabo de dos maneras: a) Por víadirecta/particular – a través de los correos electrónicosobtenidos en una extensa búsqueda on-line de terapeu-tas existenciales; o b) Por vía indirecta/ institucional – através de las 40 instituciones de psicoterapia existencial

en todo el mundo (cuyos contactos resultaron del Estudio 1) que aceptaron enviar la invitación para parti-cipar en el presente estudio a sus miembros y/oestudiantes.

Análisis de datos Las respuestas fueron descargadas de la plataformaSurveyMonkey a una base de datos en el programaSPSS, donde se llevó a cabo su codificación. Se analiza-ron y codificaron las respuestas a la pregunta sobre lasprácticas existenciales mediante el “análisis temático”,de acuerdo con los seis pasos del método propuesto por Braun y Clarke (2006) , utilizando un enfoque semánti-co e inductivo en el análisis de los datos. Los datosfueron analizados utilizando estadística descriptiva.

 ResultadosAnálisis Geográfico

Se recibieron un total de 293 cuestionarios válidos deocho países latinoamericanos, lo que representa el26,2% de nuestra muestra total mundial, apenas supe-rado por los países europeos, de donde vinieron 572(51,2%) cuestionarios – para los resultados mundiales véase Correia, Cooper, et al. (2014b). Brasil, con 176

participantes, 60,1% de la muestra de este continente,fue el país latinoamericano con mayor representación(véase Tabla 2). Siguieron México, con 57 participantes(19,5%), Argentina con 30 (10,2%) y Chile con 16(5,5%). También tuvimos la contribución de terapeutasexistenciales de Uruguay (n = 8, 2,7%), Colombia (n =3, 1%), Perú (n = 2, 0,7%) y Nicaragua (n = 1, 0,3%).

Tabla 2. Frecuencias y porcentajes de las características de los participantes latinoamericanos

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 Los participantes con más de 10 años de práctica clínicarepresentaron el 31,8% (n = 93) de la muestra latinoa-mericana (véase Tabla 2), siendo Argentina y Brasil lospaíses que contribuyeron con el mayor porcentaje deterapeutas con más experiencia (46,7% y 38,1%,respectivamente). Más del 90% de los participantestenían o estaban teniendo algún tipo de formación

institucional en terapia existencial (véase Tabla 2) y unpoco menos de la mitad (135, 46,1%) todavía estaba enentrenamiento al completar el cuestionario. La muestraindicó 66 instituciones (sociedades, centros de forma-ción y universidades), 58 de las cuales están ubicadasen países de América Latina, que habrán contribuido asu formación en psicoterapia existencial. El Círculo de Estudios en Psicoterapia Existencial, en México, fue lainstitución que más contribuyó a la formación de lamuestra (n = 49). Se siguieron dos centros brasileños: elInstituto de Psicologia Fenomenológico-Existencial do Rio de Janeiro (IFEN), que contribuyó a la formación de

48 participantes, y la Associação de Logoterapia Viktor Emil Frankl (ALVEF), que entrenó a 18.Poco menos dela mitad (n = 142, 48,5%) de los participantes latinoa-mericanos (véase Tabla 2) dijeron estar afiliados a 34instituciones que consideraban encuadrarse en la psico-terapia existencial; 28 de las cuales con sede en paíseslatinoamericanos. El IFEN fue la sociedad con másafiliados en este estudio (n = 40), seguido del Círculo de Estudios (n = 19), de la Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Existencial (ALPE) (n = 17) y de la ALVEF(n =12).

Análisis por Línea de Psicoterapia Existencial La línea existencial-fenomenológica fue la mejor repre-sentada, con la mitad de la muestra latinoamericana (n= 148, 50,5%) formada o afiliada a instituciones feno-menológico existenciales (véase Tabla 3). Esta fue lalínea con mayor representación en México (77,2%) y Brasil (51,1%). La logoterapia fue la segunda rama con la participaciónmás alta (n = 78, 26,6%), con una fuerte representación

Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de participantes por rama de terapia existencia

en Argentina, Chile y Uruguay. El daseinsanalyse representóel 4.4% de la muestra (n = 13), todos con sede en Brasil. Larama existencial-humanista fue menos representativa en lamuestra de América Latina, con sólo 7 participantes (2,4%). No se pudo determinar la rama de 36 participantes (12,3%) y 11 elementos brasileños (6,3%) reportaron la formación oafiliación en otras líneas psicoterapéuticas, no consideradasen este estudio como existenciales (gestalt o terapia centra-da en el cliente). Brasil fue el único país de América Latinacon la participación de los cuatro grupos (véase Tabla 3).

Autores más InfluyentesAnte la pregunta “…cuáles son los tres autores en terapiaexistencial que más han influido en su práctica?”, 280participantes latinoamericanos dieron 786 respuestas válidas, lo que corresponde a un promedio de 2,81 opciones por participante. Fueron referidos 84 autores como losmás influyentes de la práctica existencial.En 323 (41,1%)respuestas los participantes citaron 23 filósofos.

 Nota. Daseins = Daseinsanalyse; Ex-hum = Existencial-humanista; Ex-fen = Existencial-fenomenológica; Logo = Logoterapia; SL = Sinlínea atribuida

 Los seis más comunes fueron Heidegger (n = 90, 27,9% delos filósofos referidos), Sartre (n = 87, 26,9%), Kierkegaard(n = 42, 13%), Husserl (n = 25, 7,7%) y, con lamisma frecuencia, Nietzsche y Merleau-Ponty (n= 18,5,6%). Como nuestra pregunta se dirigía específicamente aautores de “terapia existencial”, estas respuestas seránexcluidas en el análisis posterior. En las 463 respuestasrestantes, los participantes citaron entre una y 89 veces a 61autores de la psicología, la psiquiatría y/o psicoterapia. Frankl (véase Tabla 4) fue el autor que más influyó en lapráctica existencial de la muestra de América Latina (n = 89,

19,2%), seguido de Yalom (n = 61, 13,2%), Längle (n = 32,6,9%), May (n = 27, 5,8%), Boss (n = 25, 5,4%) y Rogers (n= 21, 4,5%). En Argentina y Chile, Frankl y Längle, dosautores asociados a la Logoterapia, se han convertido en losmás influyentes. En México, Yalom emerge como el másdestacado, seguido por dos autores de la Escuela Británica. En Brasil, ningún autor ha superado el 15% de las opciones y ninguna línea de psicoterapia existencial parece sobresaliren términos de influencia.

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Tabla 4. Frecuencias y porcentajes de los autores y textos que más influyeron la práctica de los terapeutas existenciales,en los cuatro países más representativos y en toda la América Latina

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Textos más InfluyentesAnte la pregunta sobre “…cuáles son los tres textosespecíficos (libro, capítulo de un libro, o artículo de unarevista) en terapia existencial que más han influido ensu práctica?”, 235 participantes latinoamericanos

identificaron 655 textos, lo que corresponde a unpromedio de 2,79 opciones por participante. Fueronreportados 184 textos como los más influyentes en lapráctica existencial Latinoamericana. En 222 (33,9%)respuestas, los participantes citaron 49 textos filosófi-cos. Los seis más comunes fueron Ser y Tiempo, de Heidegger (n = 51, 23% del total de los textos filosófi-cos reportados), El Ser y la Nada (n = 48, 21,6%) y El Existencialismo es un Humanismo, de Sartre (n = 11,5%), Fenomenología de la Percepción, de Merleau- Ponty (n = 10, 4,5%), y El Conceptode la Angustia y La Enfermedad Mortal, de Kierkegaard (ambos n = 9,4,1%).En las 433 respuestas restantes, los participantescitaron, entre una y 43 veces 135 textos de la psicolo-gía, psiquiatría y/o psicoterapia. Se han destacado doslibros como los más influyentes (véase Tabla 4) en lamuestra Latinoamericana: Man’s Search for Meaning,de Frankl (n = 43, 9.9%) y Existential Psychotherapy, de Yalom (n = 35, 8.1%). Siguieron Filosofía Existencialpara Terapeutas y Uno que Otro Curioso, de Robles (n =16, 3,7%), A Escuta e a Fala em Psicoterapia, de Feijoo(n = 15, 3,5%), The Doctor and the Soul, de Frankl (n =13, 3%)y, ex-aequo, The Gift of Therapy, de Yalom, y Existence, de May, Angel & Ellenberger(n = 12,2,8%). Los terapeutas existenciales argentinos y chile-

nos refirieron una gran influencia de textos de logotera-pia en su práctica clínica, mientras que en México lostextos más influyentes provienen de la líneaexistencial-humanista y fenomenológico-existencial. En Brasil, los textos reportados como más influyentespresentan diversas proveniencias.

 Las Prácticas de Psicoterapia Existencial Latinoamericana.

 Los grandes dominios de la práctica existencialAnte la pregunta sobre “…cuáles son los tres métodos o

prácticas terapéuticas específicas que considera máscaracterísticas de la terapia existencial?”, 253 partici-pantes latinoamericanos dieron 642 respuestas (unpromedio de 2,54 por participante) de las cuales seidentificaron 75 prácticas específicas (subcategorías)que, al ser agrupadas, formaron 20 categorías queremitieron a siete amplios dominios de la prácticapsicoterapéutica (véase Tabla6). Algunas respuestas (n =117, 18,2%) eran demasiado generales (por ejemplo,“Terapia Existencial” o “Logoterapia”) o no específicas(por ejemplo, “ambiguidade” o “Techne” ) para hablar-nos de una práctica concreta. Estas respuestas se agru-

paron en dos dominios: “Referencia general a losmodelos existenciales o humanistas” (n = 70, 10,9%) y“No especificados” (n = 47, 7,3%), respectivamente(véanse los dos últimos dominios de la tabla 5). Lasrespuestas restantes (n = 525, 81,8%) remitieron a cincograndes dominios de la práctica. La muestra latinoame-ricana consideró las prácticas sustentadas en el métodofenomenológico como las más características de lapsicoterapia existencial (n = 175, 27,3%), seguidas porlas prácticas asociadas a líneas específicas de la psicote-rapia existencial (n = 130, 20,2%), las prácticas basadasen supuestos de las filosofías de la existencia (n = 97,15,1%), las prácticas centradas en la relación terapéuti-ca (n = 83, 12,9%), y otras prácticas y/o” técnicas”psicoterapéuticas provenientes de varios paradigmasclínicos (n = 40, 6,2%), que englobamos en un dominiodenominado ”Prácticas terapéuticas no específicas”(véase Tabla 5).

 

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34 Las categorías y subcategorías de la prácticaexistencial El uso de la fenomenología en la psicoterapia existen-cial fue referido, principalmente, como método (n =132, 20,6%), tanto por la referencia general a la aplica-ción del método de indagación(n = 87, 13,6%) –«Exploración Fenomenológica – preguntas»(participante 470) –, como también en el uso clínico desus varios pasos (véase Tabla 5), en particular la reduc-

ción (n = 19, 3%) y el epoché (n = 18, 2,8%). El uso dela fenomenología en la terapia existencial también fuemencionado como una base para una actitud o posturaterapéutica (n = 25, 3,9%), donde se destacó «LLacomprensión como medio de acercamiento a la subjeti- vidad de laotra persona» (participante 14). En elcontexto de la fenomenología, los participantes consi-deraron como un rasgo característico de la intervenciónexistencial el recurso a la hermenéutica (n = 18, 2,8%):« Interpretação a partir de uma perspectiva hermenêuti-ca e não impositiva» (participante 679). Un conjunto de prácticas de la logoterapia más tradi-

cional y del análisis existencial de Alfried Längle (2013)ganaron especial relevancia en la muestra latinoameri-cana (n = 106, 16,5%). Enlos países en los cuales laexpresión de la logoterapia es más significativa, fueexpresiva la referencia al método del análisis existencialpersonal (Método AEP) (n = 23, 2,6%), de intervencio-nes enfocadas en el « Estímulo à busca por sentido de vida» (participante 427) (n = 15, 2,3%) y al diálogosocrático (n = 15, 2,3%). El método de toma deposición (Método PP), la derreflexión y la intenciónparadójica, fueron también prácticas específicasmencionadas por 10 participantes (1,6%). En la muestra brasileña, fueron reseñados métodosasociados a las terapias existenciales de inspiraciónsartriana (n = 24, 3,7%), en particular, «O métodoprogressivo-regressivo de Sartre» (participante 339) (n =16, 2,5%). El « análise da relação com os existenciais» (participante629) (n = 46, 7,2%), especialmente la exploración de larelación del paciente con el atributo “libertad/elección/responsabilidad”, fue considerada una de lasprácticas más características de la psicoterapia existen-cial por 15 participantes (2,3%). Igualmente

supuestos de la filosofía o psicología existencial (n =46, 7,2%),como por ejemplo, la exploración de larelación del paciente con las cuatro dimensionesexistenciales (n = 9, 1,4%): «Manejo de los mundos deSpinelli y de Emmy van Deurzen» (participante 631). Lapostura relacional (n = 34, 5,3%), caracterizada por «Laimportancia del encuentro y el vínculo terapéutico»(participante 1.011), o por actitudes habitualmenteasociadas a la terapia centrada en el cliente (n = 20,

3,1%), y en particular la empatía (n = 11, 1,7%), fueronconsideradas las características relacionales más impor-tantes de la práctica existencial. En este contextorelacional, se siguieron la importancia de algunascompetencias relacionales (n =16, 2,5%) – como la « Escuta atenta e paciente» (participante 302) y el «Diálo-go» (participante314) –, y el abordaje de lo que estápasando en la relación terapéutica (n = 13, 2%), sobre-todo trabajando «… o aqui e o agora na relaçãoterapêutica» (participante 680) (n = 8, 1,2%).Los parti-cipantes también mencionaron el recurso de las prácti-cas experienciales y corporales (n = 17, 2,6%), como esel uso de métodos expresivos o creativos (n = 6, 0,9%),o el recurso de intervenciones más directivas (n = 11,1,7%), como la evaluación psicológica: «Escala existen-cial de Langle» (participante 1.014). Fueron menciona-das otras prácticas, pero con una menor representativi-dad (véase Tabla 5).

 Discusión Los datos de la representación institucional y el númerode participantes en este estudiodejan clara la importan-cia y el dinamismo del paradigma existencial en América Latina, particularmente en Sudamérica, donde casi lamitad de los países tienen al menos una institución de

psicoterapia existencial. La logoterapia es la línea de la psicoterapia existencialcon mayor representación institucional en América Latina. Sin embargo, la participación de terapeutasafiliados o entrenados en la línea existencial-fenomenológica fue claramente superior. Estos datos,aparentemente contradictorios, también fueron encon-trados en otros continentes (Correia, Cooper, & Berdondini, 2014b) y son difíciles de explicar, ya que el35% de las instituciones no envió información sobre

el número de afiliados a quiénesreenviaron la invitaciónpara participar en el presente estudio. No obstante, dadoque había uun número equivalente de instituciones delogoterapia y existencial-fenomenológica que remitieronel cuestionario a sus miembros, una posible explicaciónes que las instituciones existencial-fenomenológicas,aunque en menor número, puedan tener más afiliados.Si esta explicación fuese correcta, podríamos decir que lalogoterapia es la rama de la psicoterapia existencial

institucionalmente más diseminada en América Latina,pero que son los terapeutas existenciales fenomenológi-cos los que sobresalen en mayor número. Sin embargo,estas cifras varían de país a país, en algunos de ellos(Argentina, Chile y Uruguay), donde el porcentaje delogoterapeutas es superior. La expresión de daseinsa-nalyse y de la línea existencial-humanista parece ser muylimitada en los países latinoamericanos. Frankl y Yalom son destacados claramente como losautores que más influenciaron la práctica de los terapeu-tas existenciales latinoamericanos, teniendo especialénfasis sus escritos en Man’s Search for Meaning y Existential Psychotherapy, respectivamente. Aunque,

tanto los autores como los textos considerados másinfluyentes varían de país a país, dependiendo de la líneade psicoterapia existencial preponderante. Con la excep-ción de México, y al contrario de lo observado en otroscontinentes (véase Correia, Cooper, & Berdondini,2014a) , la influencia de la escuela inglesa es muypequeña en la práctica existencial latinoamericana. Esta escasa influencia de la escuela inglesa – conocidapor la relevancia que atribuye a la relación terapéutica(véase, por ejemplo, Deurzen & Adams, 2011; Spinelli,2007) – en la muestra latinoamericana, puede estarrelacionada con los datos obtenidos sobre las prácticas,

dónde la dimensión relacional surge apenas en cuartaposición, al contrario de lo encontrado en el resto delmundo, donde la influencia de autores ingleses fuemayor (Correia, Cooper, & Berdondini, 2014a) y dondeel dominio de las prácticas relacionales se encuentra ensegundo lugar (Correia, Cooper, Berdondini, & Correia,2014b).De hecho, dentro de la muestra de América Latina, fue en México donde las prácticas relacionalesobtuvieron mayor importancia, con un 16,3%; la terceradimensión más importante, después de los supuestos,

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35existenciales (30,2%) y las prácticas fenomenológicas

(24%). En base a los datos del cuestionario, podríamos resumirque la práctica existencial latinoamericana se asientasobre todo, en la fenomenología: como método explo-ratorio, pero también como base para una actitudterapéutica y para una hermenéutica de los contenidosexplorados. Todavía son utilizadas prácticas y/o técni-cas normalmente asociadas a líneas específicas de la

terapia existencial (tanto de la logoterapia clásica, comodel análisis existencial de Alfried Längle, y de la terapiaexistencial sartreana), sobretodo en los países dondeestas líneas están más presentes. En la base del trabajoterapéutico están las asunciones de la filosofía existen-cial, con especial relevancia de la exploración de larelación del cliente con los atributos de la existencia. Una relación terapéutica, basada en el verdaderoencuentro y empatía, así como en la voluntad deescuchar, complementan toda esta panoplia de prácti-cas terapéuticas, a las que se puede añadir toda unaserie de otras técnicas de distintos modelos y paradig-

mas psicoterapéuticos (véase Figura 1)

PSICOTERAPIAEXISTENCIAL

Práctica Fenomenológica27,3%

Métodos asociadosa líneas específicas

de terapia existencial20,2%

Prácticas basadasen supuestos existenciales

15,1%

Práctica relacionales12,9%

Práctica noespecíficas

6,2%

 Figura 1. Los grandes componentes de la práctica de la psicoterapia existencial,de acuerdo con la muestra latinoamericana

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36 Limitaciones La opción por una búsqueda de instituciones a travésde Internet puede haber dejado de lado aquellas que nodispongan de página web o cualquier otro tipo depublicidad on-line. Por otra parte, sólo la mitad de lasinstituciones confirmó los datos recogidos, y sólo 40 delas 128 instituciones de todo el mundo aceptó enviar elcuestionario a sus miembros. De las que participaron yenviaron el cuestionario, sólo el 65% nos dio informa-

ción sobre el número de miembros que fueron contac-tados, imposibilitando así el cálculo de la tasa derespuesta. Los porcentajes de los participantes porcontinente están en línea con los porcentajes de lasinstituciones de terapia existencial por continente(véase Correia, Cooper, & Berdondini, 2014b), pero nohay estudios anteriores sobre la distribución real de losterapeutas existenciales de todo el mundo. Como resul-tado, no se pueden dar garantías acerca de la represen-tatividad de esta muestra para América Latina, ni porpaís o por rama. Además de lo referido, la opción de uncuestionario on-line puede haber eliminado algunos

terapeutas que no tienen acceso o no están familiariza-dos con esta tecnología. Todas estas limitaciones nopermiten garantizar la representatividad de la muestra yde los datos del segundo estudio.Las preguntas relativasa las influencias y prácticas del segundo estudio sebasan en el auto informe de lo que el participantepiensa, lo que no garantiza que éstas sean las influen-cias y las prácticas que efectivamente se estén utilizan-do. Por último, los resultados tienen el propósito dereflejar las principales influencias en la práctica de losterapeutas existenciales contemporáneos, por lo que nose puede afirmar que representen los autores y textos

más influyentes para el desarrollo histórico, conceptual y clínico de la psicología, la psiquiatría y la psicoterapiaexistencial en Latinoamérica.

Implicaciones en la PrácticaA pesar de las limitaciones anteriores, este estudio ponede manifiesto la importancia y representatividad de lapsicoterapia existencial latinoamericana en el escenariomundial. Como el segundo continente a nivel de lapsicoterapia existencial, se impone la necesidad de

escuchar y considerar a sus protagonistas y sus contri-buciones para la práctica existencial. Este estudio refuerza la importancia de la traducción delos textos latinoamericanos al inglés, no sólo para eldesarrollo de la investigación sobre la calidad y lascaracterísticas de su práctica, sino también para elintercambio de conocimientos clínicos. El estudio de lasinfluencias y las prácticas de la psicoterapia existenciallatinoamericana permiten una primera aproximación

sobre las influencias en la práctica psicoterapéutica ypermite una primera desmitificación acerca de qué es loque caracteriza la práctica de la psicoterapia existencial. Estos datos abren el camino para el desarrollo de lainvestigación sobre la aplicación clínica y la eficacia deestas prácticas.

 Futuras InvestigacionesSería importante repetir este estudio en el futuro, nosólo con el fin de superar algunas limitaciones mencio-nadas anteriormente, sino también para comparar laevolución de la psicoterapia existencial en América

 Latina a lo largo de los últimos años lo que permitiríaconfirmar o negar su crecimiento. El estudio que aquíse presenta sólo permite un primer esquema de larealidad latinoamericana. Los datos provienen de unestudio diseñado para los diversos países en todo elmundo (véase Correia, Cooper, & Berdondini, 2014b) , yno aborda las particularidades de cada región. Con vistas a profundizar en el verdadero alcance y las carac-terísticas de la psicoterapia existencial latinoamericana,se sugiere un estudio que, en su diseño, tenga encuenta las particularidades e idiosincrasia de este conti-nente. Importa incluir un análisis de lo que han produ-

cido los terapeutas existencialeslatinoamericanos a lolargo de los últimos años (investigaciones, desarrollosteóricos, producción literaria, publicaciones de artícu-los) y su impacto dentro y fuera de Latinoamérica.

Conclusiones La psicoterapia existencial latinoamericana es confrecuencia olvidada por la literatura europea ynorteamericana de la especialidad. Sin embargo, esteartículo la coloca como la segunda más dinámica

 y representativa en el escenario mundial, lo quedemuestra su importancia y vitalidad. Los datos de losestudios aquí presentados nos permiten trazar unprimer boceto de las principales características de lapsicoterapia existencial latinoamericana. Esto ocurresobre todo entre dos líneas: la logoterapia (más genera-lizada institucionalmente) y la existencial-fenomenológica (aparentemente con un mayor númerode profesionales). Las influencias y lo que se considera

más característico en la práctica terapéutica varían enfunción de las líneas más preponderantes. Aun así, Frankl y Yalom parecen ser las principales influencias deuna práctica basada, sobre todo, en la fenomenología,en las prácticas concretas de algunas líneas de la terapiaexistencial y asignado por supuestos de las filosofías dela existencia. La relación terapéutica surge como unelemento importante de estas prácticas, así como el usode otras prácticas y técnicas de otros modelos psicote-rapéuticos. Con este primer esbozo general de la psico-terapia existencial de Latinoamericana, se pone enmarcha la base para futuros estudios que puedan

complementar estos datos y estudiar la eficacia y lacalidad de estas prácticas. Por otro lado, tenemos laconfirmación de la vitalidad de la psicoterapia existen-cial en la región, recordando al resto del mundo laimportancia de ser conscientes y hacer referencia a loque sucede en este continente.

 Declaración Reflexiva El primer y tercer autor son psicoterapeutas existencia-les que se identifican con la línea existencial-fenomenológica, la segunda autora es una psicólogaclínica y la cuarta autora es gestalt-terapeuta. Este

trabajo fue desarrollado con el objetivo de mejorar elconocimiento de la perspectiva existencial en América Latina. Aunque los autores asuman una mayor influen-cia de la literatura anglosajona y europea no tienencconocimiento de ningún juicio o suposición previaacerca de los datos que se han aquí presentado. 

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 Reconocimiento Esta investigación ha sido financiada por una Bolsa de Doctorado (SFRH/BD/71484/2010) de la FCT - Fundação para a Ciência e a Tecnologia, Ministério da Educação e Ciência, Portugal. A la presente investiga-ción se concedió la aprobación ética, bajo la aproba-ción ética genérica de los proyectos de investigación dela Counselling Unit (UEC0405/38), por el comité deética de la Universidadde Strathclyde.

 Las correspondencias relacionadas con este artículodeberá dirigirse a Edgar A. Correira, Rua de Cabo Verden°10 2° dto. 1170-067, Lisboa, Portugal. Email:[email protected]

Conteo de palabras (incl. figuras/tablas/resúmenes):7495 palabras

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Curriculums Edgar A. Correia, estudiante de Doctorado en el Department of Counselling de la Universidad de Strath-clyde, Glasgow, UK. Psicólogo clínico y psicoterapeutaregistrado en la EAP y WCP, y miembro fundador de laSociedade Portuguesa de Psicoterapia Existencial(SPPE).

 Karla Correia estudiante de Doctorado en la Universidad

de Lisboa (FP-UL). Psicóloga clínica interesada enestrés y bienestar.

 Mick Cooper, Profesor de Counselling Psychology en la Universidad de Roehampton, London; y psicoterapeutaexistencial registrado en la UKCP. Autor y editor de unaamplia gama de textos sobre el enfoque terapéuticoexistencial, relacional y centrado en la persona, inclu- yendo Existential Therapies (Sage, 2003) y PluralisticCounselling and Psychotherapy (Sage, 2011, con John McLeod).

 Lucia Berdondini es Knowledge Exchange Fellow en elCounselling Unit, de la Universidad de Strathclyde; yterapeuta gestalt registrado en el BACP. Interesada en laintervención en crisis y ha centrado su actividad profe-sional en el desarrollo de cursos de formación de aseso-ramiento en los países en guerra y post-conflicto.

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 Breve repaso a la historia de la psicoterapia existencial en latinoamérica

Susana Signorelli. Argentina Yaqui Martínez. México

 La historia del movimiento psicoterapéutico existencialen Latinoamérica es compleja, ya que se inició demanera bastante independiente en los diferentes países, y sólo hasta épocas recientes nos hemos ido recono-ciendo y acercando para ir formando una asociaciónsólida, en la que confluyen varias líneas de pensamientocon diferencias específicas y generales, e incluso conpropuestas que parecieran en ocasiones resultar contra-dictorias. Todo esto transcurre en un ambiente de amis-tad y respeto, dejando espacio para celebrar nuestrassimilitudes, y poder aprender con nuestras diferencias. En el presente artículo señalaremos en particular la

historia de 2 países que de alguna manera delimitan elterritorio latinoamericano de habla hispana: por el ladodel norte México, y en el caso del sur Argentina. Lahistoria comienza en Argentina, paulatinamente enalgunos casos y simultáneamenteen otros, se va exten-diendo a otros países, manteniéndose inicialmenteaislados unos de otros. Es uno de los países de Latinoa-mérica que tiene mayor cantidad de psicólogos porhabitante y su número va creciendo. La psicoterapiagoza de prestigio en Argentina, ya que tiene una larga-tradición. En 1908 se fundó la Sociedad Argentina de Psicología, primera en Latinoamérica. Esto permitió quehoy en día se considere natural la inserción del psicólo-

go en múltiples ámbitos laborales. Tampoco hay distin-ción por factores económicos para tener acceso a unapsicoterapia. En el año 1968 se creó en la carrera de Psicología de la Universidad de Bs. As., la primeracátedra de enfoque existencial llamada Psicología Com-prensiva cuyo Jefe de Trabajos Prácticos fue el Dr. Pablo Rispo siendo al año siguiente nombrado ProfesorAdjunto. La formación que se impartía era de corteeuropeo, buscando en los filósofos existenciales elfundamento de la práctica psicológica.

 En esa cátedra se formaron los primeros entusiastas dela corriente existencial, grupo del cual Susana Signorelli–actual presidenta de la ALPE y coautora del presenteescrito– formó parte.Tal vez una de las diferencias entrela formación de los argentinos con respecto a otrospaíses latinoamericanos es que, al estar lejos de todospor ubicación geográfica y por haber recibido una graninmigración europea, el punto de mira argentino fue Europa y no Estados Unidos, como le ocurrió a paísesubicados geográficamente más cerca como México,donde se ha captado una mayor influencia de ese país. Esto también se vio reflejado en la cultura y hasta en laformación de los existencialistas de los distintos países, ya que en las diferentes regiones no se sigue a un soloautor, ya sea filósofo o psicoterapeuta, sino a la visiónde muchos de ellos en combinación, y no siempre a losmismos o en el mismo porcentaje de influencia. Una de las características comunes a los psicoterapeutasde línea existencial en Latinoamérica hasta hace pocotiempo fue, no solo ser pocos, sino también estaraislados entresí. Esto no permitió que el movimientosurgiera con fuerza. Además, los sucesivos golpes de Estado ocurridos en Argentina, volvieron a sacar de losplanes de estudio dicha materia por considerarlapeligrosa para los intereses gubernamentales. Luego se

fueron creando otras carreras de psicología en faculta-des públicas y privadas en diversas zonas de este país,con predominio psicoanalítico. Hoy en día hay tambiénpresencia de la línea cognitiva-conductual, y algunas delas universidades mencionan a la psicoterapia existen-cial como una de las “orientaciones clínicas humanísti-cas”. Muchos alumnos en la actualidad no se sienten satisfe-chos con los enfoques que tiene la carrera en las distin-tas universidades y buscan fuera de ella una posición

más humana, que los acerque al ser sufriente, pero tampo-co saben buscar o directamente no saben que existe.Apesar de esto en los últimos tiempos vivimos un resurgi-miento del modelo existencial, tal vez motivado por aque-lla insatisfacción. Paralelamente, los desarrollos de la psicología existencialen Latinoamérica tenían poca difusión incluso en los paísesdonde tenía presencia. En México por ejemplo, el desarro-llo ha sido distinto y no tiene tantos años como en Argen-tina. En los 90´s, Miguel Jarquín se destacaba como unode los únicos psicoterapeutas en México con una marcadaorientación existencial. Aunque principalmente cercanocon las perspectivas del personalismo (Marcel y Mounier), Jarquín se movilizaba dentro de los crecientes grupos deGestaltistas y Logoterapeutas, abogando por la necesidadde una mayor cercanía de la psicoterapia y la formación depsicoterapeutas con la filosofía, en especial con la filosofíaexistencial. Desde la década de los 80´s, en México ha habido unconsiderable desarrollo de psicoterapias de línea humanis-ta, como el enfoque centrado en la persona, la psicoterapiagestalt, la logoterapia, etc.; siendo conocidas en conjuntocomo psicoterapias existencial-humanistas. En ciertasocasiones, los institutos de formación –ya que las universi-dades se han especializado principalmente en psicoanálisis,

 y alguna que otra en terapia sistémica o cognitivo-conductual– ofrecían y ofrecen desde entonces programasde maestría e incluso de doctorado, en algo que denomi-nan “Psicoterapias Existenciales” (en plural), y que general-mente se trata de una mezcla de las perspectivas de Rogers, Perls y Frankl, aderezadas con aportes de Jung, Hellinger, NLP, Moreno, Hipnosis Ericksoniana, etc. Pero las referen-cias específicamente existenciales, o sobre la filosofíaexistencial y/o la fenomenología, resultaban escasas. Enalgunos institutos se hacían algunas referencias a las obras

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de Rollo May o a las de Irvin Yalom, más en la mayoríade los casos se trataba de perspectivas que corríanparalelas a propuestas de línea más típicamente cerca-nas con la psicología humanista norteamericana.Esante esta situación que, como resultado de la iniciativade Yaqui Andrés Martínez –coautor del presente escri-to–, surge en el 2002 el Círculo de Estudios en Psicote-rapia Existencial en la ciudad de México. Inicialmenteformado por un grupo de terapeutas Gestalt y Logote-

rapeutas interesados en el desarrollo de una prácticamás orientada hacia la perspectivaexistencial, el Círculo Existencial (como abreviadamente se le llama) comenzóactividades de estudio, entrenamiento, investigación,divulgación, enseñanza y supervisión de terapeutasdesde la intención del desarrollo de una mirada existen-cial de la psicoterapia. Para ello, inicialmente se estruc-turó un año de estudios de filosofía y fenomenologíaexistenciales, revisando especialmente los aspectos quelos pensadores existenciales pueden aportar a la prácti-ca de la psicoterapia y del coaching. A continuación serevisaba la obra de May y de Yalom durante un año ymedio más, seguido de un año de supervisión de proce-sos terapéuticos.Con el paso del tiempo, se ha venido perfeccionando elprimer año de la formación, acentuando la importanciade la comprensión de la fenomenología existencial yhermenéutica. Al segundo y tercer año, se agregó laperspectiva de la escuela inglesa, gracias a los libros deCohn, van Deurzen y Spinelli. La globalización de la información dada a través deInternet, permitió que los terapeutasexistenciales,solitarios de otra época, nos empezáramos a unir casi acomienzos de este siglo. Fue en el año 2003 queempezó a conformarse un grupo latinoamericano,

favorecidos por el idioma y una historia común. Estareunión de latinoamericanos dio lugar en el año 2010 ala creación de ALPE (Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Existencial) realizada durante el 3erCongreso Latinoamericano de Psicoterapia Existencialen la ciudad de Bs. As., Argentina. Desde sus comienzos,estuvo integrada por 5 países: Argentina, Brasil, Colom-bia, México y Perú, y en estos momentos cuenta conpresencia también de países como Chile, Ecuador y

 Uruguay. Juntos creamos la Revista Virtual de Psicolo-gía Existencial: Un enfoque comprensivo del ser, quehasta el momento reciben 21 países. En cuanto a las perspectivas, en Argentina fue Pablo Rispo, psiquiatra de origen italiano,quien continuóformando profesionales dentro de la línea existencial,dándoles su propia impronta. Como todo pensadorexistencial, no siguió la línea de un solo autor, comoocurre en otras corrientes, sino de varios. Entre ellos lo

inspiraron: Husserl, Heidegger y Sartre, desde el planofilosófico; y Binswanger y Minkowski desde lo estricta-mente terapéutico, incluyendo los aportes de muchosotross. Rispo junto a Signorelli, diseñaron un modeloterapéutico basado en la visión existencial. Partieron dela relación terapéutica como un encuentro. Siguiendo a Binswanger, Rispo expresó que todo encuentro tiene unaspecto ético, (todo encuentro está basado en valores)estético (todo encuentro tiene su belleza y afecta lasensibilidad) e histórico (todo encuentro deja su huellaen cada uno y hasta en el porvenir de ellos mismos y deotros). La relación terapéutica se establece en un aquí,ahora y entre nosotros. El aquí, dado por el espacio quecomparten, el ahora, referido a la dimensión temporaldel encuentro y el entre nosotros, referido a la relacióndual donde se teje una trama afectiva, que ademásimplica a la sociedad de la cual ambos forman parte,tanto el vorwelt como el überwelt Ambos basaron suforma de hacer terapia en los postulados existenciales,dándole especial importancia a la terapia grupal, sin porello descuidar o desmerecer otro tipo de encuentroterapéutico. Rispo planteó que si el ser humano desde que nace y esarrojado al mundo, lo hace en un medio social, en unmundo con los otros, cómo no implementar esta

otridad en la terapia. Desde la concepción hay un otro(dos) que lo concibieron, un otro que lo pare y al parirlolo recibe en el mundo. En el mejor de los casos vivirá enuna familia. En el transcurso de su vida se relacionarácon otros, sin importar la calidad del vínculo, el otrosiempre estará presente aunque solo sea por unapresencia por ausencia y cuando muere, generalmentetermina entre otros muertos. O sea, desde que nacehasta que muere el ser humano es un ser social, másaún, es un ser coexistencial.

 Para constituirse un yo es necesario un tú previo y hastaen el origen biológico del ser humano es necesaria launión de dos células (espermatozoide y óvulo) prove-nientes de dos cuerpos bien diferenciados (hombre ymujer). Además la propia fragilidad al nacer hace quepara que la existencia, o mejor aún, para que la vida seaposible, alguien lo tiene que recibir con toda la humani-dad para transmitir, en otras palabras, desde la leben-swelt hay un tú. Entonces si la coexistencia hace posible

la existencia y a su vez es inseparable una de otra, quese completan en un marco más amplio que es la comu-nidad de seres, nos preguntamos ¿por qué en terapiaexistencial tendríamos que excluir ese aspecto esencialen la vida de las personas?. ¿Por qué no darle ese lugara los otros dentro del mismo marco terapéutico, a losotros presentes en un aquí y ahora? La terapia de grupono es más que la manifestación de esta concepción delhombre como ser-en-el-mundo-con-los-otros. El ser nosólo se relaciona con otro ser sino con múltiples seresque le devuelven con las diversas miradas una mayorperspectiva de sí mismo, los otros amplían la perspectivadel propio ser y el despliegue de un sinnúmero deposibilidades. El allí-entonces-y-entre-otros que sueleocurrir en otras terapias es suplantado por el aquí-ahora-y-entre-nosotros-siendo-juntos-afectivamenteque facilitará una nueva génesis de sentido.Rispoestableció que la terapia de grupo debe ser conducidapor un equipo de tres terapeutas y lo explicó delsiguuiente modo: uno solo establece jerarquías inevita-bles, dos son pareja, en cambio tres es un grupo mínimo,expresión de un compartir un mundo social que ofrece varias ventajas, entre las cuales podemos destacar: a) esuna visión tridimensional de las situaciones que sepresentan, las múltiples miradas permiten diversas

perspectivas de un mismo hecho; b) se constituye en unmodelo de vinculación de respeto y sin competencia, escomo un mapa orientador que permite vislumbrar otrosmodos posibles de relación, donde se pueden compartiro disentir en opiniones y visiones con respeto mutuo.Cualquier terapeuta puede ser el coordinador y la parti-cipación de cada uno es absolutamente libre; c) al ser unequipo de terapeutas queda garantizada la continuidadde las reuniones grupales, ya que es casi imposible quecoincida que ninguno de los tres pueda concurrir a la

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40coordinación del grupo, de esta forma el paciente sesiente cuidado ante cualquier eventualidad, si el coordi-nador es uno solo, el riesgo de no continuidad esmayor. Una de las maneras que estructuraron para lograr eseobjetivo con la terapia grupal fue instrumentar el usode luces, música y dramatizaciones, propiciadores deotras formas de expresión en una conjunción donde seunen temáticas esenciales de la existencia: espacialidad,

luminosidad, (a través de las luces, producen unaambientación particular, el espacio se transforma enhumorado) temporalidad, (a través de la música con suritmo, sus sonidos y sus silencios, retraduce en untiempo) corporalidad, espontaneidad, libertad, autenti-cidad (a través de las dramatizaciones, cuerpo en movi-miento, cuerpo vivenciado). Asimismo propiciaroncualquier tipo de manifestación creativa de los pacien-tes en el intento dedar a conocer su mundo y el uso delhumor como un posibilitador de climas afectivos. Lapsicoterapia existencial no se basa en técnicas pero laspuede utilizar con un sentido creativo y espontá-neo.

Otra de las posibilidades que ofrece este enfoque esconcebir a la terapia como modelo de cambio social, yaque al cambiar junto a otros, al visualizar al otro comoparte de mi ser, me comprometo con la humanidadtoda, entonces vieron en los trabajos comunitarios,extramuros del consultorio, la posibilidad de desplegarel ser-para-el-otro. Tanto a la terapia grupal como a lasacciones comunitarias, Signorelli les dio el nombre deterapia a puertas abiertas. Por parte del Círculo Existencial de México, se hanestablecido contacto con diferentes personalidades,quienes han asistido a participar en talleres y congresos

organizados en este país. Psicoterapeutas existencialescomo Victor Yalom (EUA), Pablo Rispo y Susana Signo-relli (Argentina), Emilio Romero (Chile/Brasil), Emmy van Deurzen (Holanda/UK), Ernesto Spinelli (Italia/UK, Maurice Friedman (EUA), Simon du Plock (UK), Ana María Feijoo (Brasil), Greg Madison (Canada/UK), Rich Hycner (EUA), Lynne Jacobs (EUA), entre otros, hanasistido a impartir clases, conferencias y/o talleres.Actualmente, a la perspectiva del Círculo Existencial sele conoce en la región como la escuela mexicana deterapia existencial, la cual es una mezcla propia de los

miembros de esta institución, una interpretación,entendimiento e integración de perspectivas como lasde May, Yalom, Laing, Van Deurzen, Cohn y Spinelli;enriquecida con perspectivas de la Postmodernidad, laGestalt relacional, el psicoanálisis intersubjetivo y el

socio-construccionismo. Dicho enfoque subraya laimportancia de un acercamiento más filosófico quemédico (sin basarse en un modelo salud-enfermedad),de ideología inter-relacional (ser-en-el-mundo), sinningún ideal específico de la naturaleza humana ni unaidea fija de la identidad (con lo que se acerca a una visión post-cartesianas), y con una propuesta de prácti-ca terapéutica apoyada en la fenomenología existencial,dialogal, hermenéutica, e inter-relacional. Cada paíslatinoamericano en el cual está presente el movimientoexistencial tiene su propio recorrido pero nos une unsentido común y con el cual todos los que formamosparte de ALPE, nos sentimos comprometidos, acercar-nos al ser humano como otro ser humano, o al decir de Binswanger: de Dasein a Dasein, algo tan simple y tancomplejo como esto.

Curriculum 

Susana Signorelli Presidenta de ALPE y de Fundación CAPAC.Argentina.

 Yaqui MartínezSecretario de ALPE y director del Círculo de Estudios en Psicoterapia Existencial. México.

 

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 Los factores fundamentales que configuran la identidad personal en su doble movimiento:persistencia y transformaciones de las vivencias

Profesor Emilio RomeroSan Pablo, Brasil

 Resumen

 Hay una cuestión inevitables en psicología; se relacionacon los factores de identidad que caracterizan losrasgosmás notables e persistentes de una persona. Es unacuestión central en toda teoría de la personalidad, noimporta cuál sea su fundamentación antropológica. Enpsicoterapia siempre está presente esta cuestión de lasmás diversas maneras, y es uno de los principales focosde perturbación personal. Es una cuestión bastantecompleja y problemática en razón de que coloca lomismo y lo permanente en contraste con lo diferente yel cambio. Sin embargo no abordo aquí este problema;sólo lo menciono. La cuestión se formula en la pregun-ta: qué es lo que cambia y qué es lo permanece en lahistoria de una vida personal. Basado en un enfoquecomprensivo y fenomenológico de la personalidad,propongoaquí cuatro grandes factores de la personali-dad, todos ellos estrechamente relacionados entre sí. Estos factores son la corporalidad, la historia personal,la funciones y el status, que incluye la inserción engrupos. Y los vínculos afectivos o sentimientos. Ellosforman el vector de identidad de la personalidad. Comointroducción previa hago un breve comentario de lateoría general de la personalidad para enseguida anali-zar los factores indicados, tanto en su caracterizaciónfenomenológica, vivencial, como en sugénesis, cohe-

rencias e contradicciones. No considero aquí aspec-tos sintomáticos. Entiendo que el lenguaje es unfactor de identidad tanto personal como colectiva:modela formas de pensar y sentir; pero no examinoeste tema, sólo señalo su importancia.

 Palabras clave Personalidad, teoría, vectores y factores, permanencia ycambio

Abstract

There is an unavoidable question in psychology, whichis related to the identity factors that characterize themost remarkable and persistent traces of a person. It isa central question in every theory about personality,regardless of the anthropological basis. This question isalways present in psychotherapy in varied ways, and it isone of the main focuses of personal perturbation.This is a complex and problematic question because itcontrasts what is permanent and common to what isdifferent and changing in someone’s life. However, I donot cover this problem in this article, it is mentioned.The question is formulated as what does it change and what does it persist in the history of one personal life.

 Based on a comprehensive and phenomenologicalapproach of personality, I propose four great personali-ty factors, all of them related with each other. Thesefactors are corporality, personal history, functions andstatus which consider the inclusion into a group, andaffective relationships and feelings. They form the vector of personality identity.As a first introduction I briefly comment about thegeneral theory of personality, later I analyze the above-mentioned factors, in its phenomenological aspects andin its genesis, coherence and contradictions. I do notconsider symptomatic aspects. I understand that

language is a factor of personal and collective identity:it models ways of thinking and feeling, but I do notexamine this topic, its importance is indicated.

 Keywords personality, theory, vector and factors, permanence andchange.

1. Una cuestión preliminar indispensable

 La cuestión de la identidad personal es un tema centraltanto de la psicología como de la filosofía. Aunque eneste artículo enfoque este asunto desde la psicología,especialmente como un aspecto central de una teoríade la personalidad, es preciso destacar que la cuestiónde laidentidad personal entendida como lo mismo ypermanente, o meramente persistente, en un individuose conecta con sus opuestos lo diferente, lo mera-mente temporal, todo ello involucrado en un procesode cambio. Por otra parte, la identidad, al suponer lomismo en el transcurso temporal, tiende a definir demásal sujeto, a sujetarlo en la trama del concepto. Aldefi-nirlo conceptualmente tiende a ignorar la ley del serque es su devenir, su transformación constante. Como veremos en seguida esta tendencia a dar identidad a lascosas y las personas es unatendencia que encuentra unfuerte arraigo en nuestra manera de entender elmundo, fijándolo dentro de ciertos parámetros que nospermitan situarnos en un acontecer que implicacambios que es preciso evaluar para de este modopoder controlar y direccionar. Eso en el plano de lapraxis. Pero hay otro factor que nos lleva a las definicio-nes de lo que entendemos por realidad. Este factor es ellenguaje. El lenguaje es altamente definitorio. Las palabras

rotulan las cosas, fijándolas en una especie de esen-cia; esto es especialmente cierto para los substantivos ylos adjetivos. Basta calificar una persona con algúnadjetivo o substantivo para fijarlo en una imagen o enunconcepto permanente. Mediante el lenguajetornamos lo concreto fluido en abstracción esque-mática: es así que entramos en el plano de la represen-tación, de la idea que no hacemos de las cosas..

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42 En el lenguaje de la descalificación y la degradación delotro esta operación es muy común, pero también se daen el plano de cotidiano que tiene por cierto que lascosas de hoy son lasmismas de ayer y que probable-mente serán las mismas de mañana apenas conleves variaciones. Los tres niveles del lenguaje impli-can una organización de las realidades en términoscognitivos. En el nivel semántico significamos, es decircolocamos un signo que nos permite aprehender el

objeto. En el plano sintáctico establecemos un orden enlos componentes del idioma; es el modo de conec-tarse los elementos del discurso. En el plano prag-mático precisamos atenernos al uso que la comunidadentiende como correcto o por lo menos lo vernáculo deun determinado idioma. No obstante, es preciso desta-car que hay un aspecto altamente dinámico y transfor-mador en el lenguaje: son las funciones verbalesque indican acciones, intenciones, demandas, deseos;el carácter apofántico del lenguaje esta dado especial-mente en el verbo. Recordemos “en el principio era el verbo”. Que expresa el peculiar rasgo creador dellenguaje. En el ámbito de lo humano la exigencia de

identidad personal y en todas las formas de sociabilidadse imponen como constantes indispensables para elbuen entendimiento de las cosas y de las relacionesinterpersonales. Hecha esta aclaración preliminar entroen mi tema.Como mi tratamiento de este tema surge enel contexto de una teoría de la personalidad, capítuloque no suscita grandes simpatías en algunos enfoquesde cuño existencial, voy a dar un concepto general paraasí organizar mejor mi exposición. Ciertamente esteasunto pude ser tratado desde otras perspectivas.

 2. Desde o más complejo y programado hasta

sus manifestaciones más peculiares:el concepto de personalidad Personalidad es el conjunto de características, organiza-do en un todo relativamente estable, mutable, abierto y dinámico, que configura de manera peculiar y durade-ra a una persona, diseñando su modo de ser y su vivencia del mundo –características originadas tanto

por factores biológicos cuanto por factores psicosocia-les –es decir, por su experiencia, su historia personal ysu constitución ontológica. La personalidad es unatotalidad en movimiento –una totalización que serecompone y reformula según sus propias programacio-nes y de acuerdo con las experiencias de la persona, susposibilidades en su interacción con los demás y lasexigencias de la praxis. Desde ya es necesario destacarque la personalidad es una organización mutable no

apenas porque esté programada por factores biológi-cos y condicionamientos psicosociales, cambiatambién en un proceso constante según sean lassituaciones y las propias decisiones y proyectosidealizados y propuestos por la persona. Me propongoenfocar aquí uno de los aspectos más importantes de lapersonalidad y su expresión en el comportamiento y enlos modos de ser en el mundo propios del existentehumano. En un libro reciente he expuesto las líneasfundamentales de una concepción de la personalidad,una de las tareas más complejas e menos frecuentadaspor los psicólogos enparte en razón de su complejidad y en parte por un cierto temor de destacar demás el

lado constitutivo y constituyente del ente humano endesmedro de su libertad y sus posibilidades. En la teoríaexpuesta en ese libro lleve en cuenta tanto lo estruc-turado y lo configurado, incluido lo programado delas más diversas maneras, y lo abierto, lo indeter-minado, lo meramente posible.

3. Los vectores y factores de la personalidad La tradición nos ofrecía dos conceptos ya usados por losgriegos y hasta hoy circulando en el vocabulario delegos y letrados: Temperamento y carácter. Estosdos componentes de la personalidad son claramentediscernibles en el comportamiento de la persona. Elprimero designa los aspectos biológicos heredados,presentes de manera precoz en la vida del individuo y persistentes en las otras etapas. El carácter designaaspectos adquiridos por la persona, mudables y másrelacionados con la configuración del yo. Entiendo elcarácter comolas formas características de relaciónhombre-mundo propias de un individuo.

Sin embargo, estos dos componentes están lejos de darcuenta de la complejidad humana desde una perspecti- va psicológica. Basta examinar con atención lo quepasa con nosotros y el prójimo para concluir que haymucho más. Veamos.* ¿Dónde quedan los factores que proporcionan orien-tación vital a los humanos como son losvalores, lascreencias y los proyectos, tan estrechamente asocia-dos?.

* ¿Dónde quedan las motivaciones que estimulan eimpulsan a las personas como son las necesidades, lasdemandas y los intereses, igualmente relacionadoscomo en un mismo flujo de lo vivido? Por acaso no sontres factores o componentes motivacional de la perso-nalidad?.* Y los factores que otorgan identidad al individuo,tanto subjetiva como socialmente, ¿cuáles son estosfactores? ¿Por acaso no estamos siendo calificados y valorizados por rasgos distintivos que configuran loque somos de manera más persistente?.* ¿Por acaso no existen factores que dan integración ala personalidad? Por mínima que sea esta integración,

como acontece en las psicosis, ella está presente.¿Cuáles son estos factores?.* Por último, ¿cómo quedan los potenciales de realiza-ción posible existentes en todas las personas? Bastaabrir los ojos para observar que las personas presentanaptitudes, que son potenciales innatos y capacidades,que son adquiridas, ambas estrictamente relacionadas.Como se ve, aparecen 7 grandes vectores de la perso-nalidad, incluidos los dos clásicos, el temperamento yel carácter. Decidí que la palabra más adecuada paraagrupar los factores claramente asociados entre sí seríael concepto de vector. El vector designa una fuerza

que cumple dos características: tiene una cierta inten-sidad o capacidad movilizadora y tiene una ciertadirección. Estas dos características se corresponden conel movimiento de la existencia y de la experiencia.

 

 

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 Un elemento energético, impulsivo --- que operacomo motivador --- uma direção e meta.

 Los vectores representan:a) la estructura básica de la personalidad;b) su forma de organizarse y movilizarse (el tempera-mento, el carácter, las motivaciones);c) los referenciales que le sirven de orientación(creencias, valores y proyectos), -d) los factores diseñan su identidad e integración,permitiendo al sujeto dar cuenta efectivade sus necesi-dades y proyectos de acuerdo con;e) sus potenciales y circunstancias, llevándolo a sueventual realización –realizaciónsiempre provisoria yen abierto. Un vector recoge lo esencial de las vivencias, delcomportamiento y de la praxis: la idea de que la viven-cia y el comportamiento apuntan hacia una finalidad,poseen algún sentido y se expresan con una ciertaintensidad o grado. Cada vector se caracteriza por suconfiguración y su función peculiares. Los componen-

tes no paran en este punto. En cada vector podemos-distinguir determinados factores que especificanformas específicas, sean tendenciales, energético-expresivas, motivacionales y relacionales, sean deorientación, de identidad, deintegración. En cada vector existen de 2 a 4 factores específicos. Ni precisoenfatizar que tanto los vectores cuanto los factoresguardan relaciones de mutua influencia e interacción,como acontece en toda totalidad que opera comosistema.  El factor es un simple componente del vector quepresenta algún trazo común con los otros factores del

mismo tenor tendencial. Sustento que la experiencia seorganiza en términos de vivencias, que operan comoconfiguraciones, pero las configuraciones tienden acerrarseapenas en los casos sintomáticos: en los casosde personalidades sintomáticas –como es el caso delpatrón obsesivo, psicopático y otros. No entiendola subjetividad como algo indeterminable, demasiadofluido para ser captado en conceptos; ella es

parcialmente padronizada y programada. Su núcleo esel sujeto, es decir, el eje central de la persona, oriun-do de toda una historia altamente configurada y estruc-turada. Como la palabra lo indica el sujeto tantosubyace cuanto está preso en una trama complejade relaciones que locondicionan. No obstante, hay unelemento que, aunque derivado y conectado con elsujeto, mantiene una apertura a todos los posibles: esel yo. El yo es una función, no es alguna especie deente intra-psíquico; es una función de dirección,comando, organización operacional, abierto a lasexigencias del ambiente y atento a las imposiciones y programaciones del sujeto. A pesar de las imposicio-nes del sujeto y de las situaciones, a pesar de su fragili-dad, abre sus alas hacia la libertad. Sujeto y yo constitu- yen la subjetividad. El yo tanto puede subordinarse aeste eje central cuanto oponerse y superar sus presio-nes o la simple inercia de su constitución. Uno de losaspectos del yo es la representación que la persona sehace de sí; esta representación de sí suele estar destorci-da e inflacionada, lo que termina por generar algunos

dificultades en los relacionamientos interpersonales. Hay una génesis de la identidad personal que surge conel uso del yo, el uso del lenguaje (el pronombre de laprimera persona, en torno de los 2 años y poco), con larespuesta al nombre que los otros nos dan y con laimagen reflejada en el espejo.

 Veremos estos fundamentos de la identidadpersonal. Hay una identidad manifiesta, bien a la vista, y unamennos visible, latente: late y palpita, corresponde a loque subyace, es lo subjacente. Como en la mayoría

de los fenómenos psicológicos existe lo explicitoobservable y lo implícito, que requiere el análisis o lobservación más atenta.Tanto para el fenómeno de la identificación como parael cambio en este plano lo inscrito ylos subscrito sepresentan en diferentes niveles de expresión . Así como

no nos damos cuenta hasta qué punto nos identificamoscon algo o alguien, así también no nos percatamos deloscambios que acontecen en nuestra conducta y ennuestra manera de de experimentar lasrelaciones quemantenemos en los diferentes planos. Los vamos vivien-do simplemente. El fenómeno de la identidad se da enun doble movimiento. De manera gradual nos vamosidentificando con las personas y objetos del mundo. Estees un movimiento de aceptación y hasta de absorcióno asimilación del ente que nos convida o se impone. Rara vez nos percatamos hasta qué punto el llamado delos entes se nos impone y nos define en su convite. Enforma simple decimos “gusto de fulano”, “mi reinofavorito es la música barroca de los italianos, o el jazz”.Otro movimiento proviene del juicio de los otros. Ese otroque nos califica y nos clasifica, que nos acoge de buena voluntad o nos mira con reserva, recelo y hasta conrechazo. De cualquier manera, nos define. Esta califica-ción del otro tiende a imponerse como la verdad denues-tro ser, sea negativa o positiva, Se impone tanto cuantosea nuestra permeabilidad y acatamiento acrítico de su

 juicio. Por este motivo hay periodos en que somos muy vulnerablesante el juicio del prójimo. En palabrassimples, identificarse es encontrarse en conexión,sentirse perteneciente a algo, ser lo mismo que lo otro(=idem); es subentender que en mi peculiaridad está laalteridad del prójimo y hasta la sub-stancia de la cosa, dela objetualidad.1. Estamos en continuo cambio en todos los aspectos denuestro ser; no obstante, siempre permanece algo ennosotros, sea a título de conexión entre el pasado y elpresente, sea por la afirmación de un proyecto, comosimple testimonio de la memoria o de acciones en

esa dirección; También los otros nos confirman ennuestra identidad, no importa si en los momentos dereflexión esta identidad nos parezca frágil y dudosa.Todo lo que permanece nosotorga una identidad más omenos definida. Creemos ser los mismos de un pretéritopróximo olejano, aunque reconozcamos cambios signifi-cativos en las más diversas esferas de nuestra vida.

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44cativos en las más diversas esferas de nuestra vida.2. Precisamos enfatizar que la identidad personal nuncaes algo cerrado e irrecusable; ellaestá en continuacuestión. Este cuestionamiento no proviene apenas enrazón de cambios queestán aconteciendo en el aspectobiológico y por el lado social, sino especialmenteporque elexistente humano no es auto-coincidente:está a una perpetua distancia de sí y encuestiona-miento.

3. Esto significa que la identidad como lo mismo en laestructura de la persona es algoproblemático, tantoporque hay cambios previsibles - los de origen biológico- e imprevisibles, generados por las transformaciones delas diversas situaciones que se van viviendo. Estamos,enconsecuencia, en perpetuo cuestionamiento de sí, loque supone colocarse a distancia deuno mismo para vermejor lo que acontece tanto en nuestro ambiente comoen lo más propio de sí.4. Distinguimos entre núcleo de identidad personal y referenciales de identidad. Los referenciales sonmás mutables y externos, pero no por esto son menos

importantes, sobretodo para el juicio social. La edades un factor de cambios, pues estamos continuamen-temudando conforme el paso de los años. La temporali-dad, trazo distintivo del ente humano, nos afecta demanera intrínseca. Los referenciales nos afectan deotras maneras. Lo mismo ocurrecon nuestro status civil(casado, soltero, divorciado) para muchos el apellidopuede pareceralgo secundario, pero en determinadospaíses este es un referencial de categoría social que yacalifica a la persona. El núcleo de identidad esintrínseco e inalienable; está presente en nosotros demodo inocultable, permanente, variable hasta ciertopunto. El cuerpo, el género sexual, la historia perso-nal, las creencias que orientan la vida y los senti-mientos que nosvinculan y amarran forman parte deeste núcleo básico. El núcleo nos afecta y a menudonosparece insuperable, sea para bien o para mal Veré enprimer lugar el cuerpo y la corporalidad.

a) El cuerpo  El cuerpo es enteramente psíquico (.J.P. Sartre)

“Sei muito bem que os outros me identificam por meucorpo. Eu gostaria que não fosseassim, que me identifi-cassem por outras características, mas o que posso fazerse eu sou essebicho pouco gracioso que às vezes encon-tro no fundo do espelho? Sou essa mulhergorda,rechonchuda, de pernas curtas, de olhos supli-cantes, de nariz algo chato e de boca como umaferidafina atravessando um rosto de ratinho assustado. Foi o que você me falou: Você,Rosalva, não é feia,

apenas tem uma cara de ratinho assustado. Não foi umelogio para exaltarmeu ego, mas havia um leve carinhoem sua comparação. É preferível ser um ratinho paraal-guém, que um mero gato no telhado. Foi o que penseinaquele dia”. (Max Nolden: a carta). En un primer contacto con una persona lo primero quenos impresiona es su aparienciacorporal. Es muycompreensible que esto sea así. El cuerpo nos propor-ciona algunos datos relevantes impresos em el cuerpo:el sexo, la raza, la edad aproximada, el grado de norma-lidad corporal, y algunos indícios del cuidado de si–manifiestos en la vestimenta, el maquillaje, el lenguaje

(la dicción) la mirada, los gestos.# El cuerpo nos defina en alto grado, pues estamos,constituidos, estructurado y programadosen medidaapreciable por el cuerpo, pero incluso así nos resultalo más distante. Lo másdistante en el orden de lapercepción y de la consciencia, queda como merofondo; vemos conlos ojos pero no vemos los ojos;respiramos y renovamos la vida a cada instante peronoprestamos atención a este fenómeno. Las funcionesde los 10 grandes sistemas biológicos que organizan elfuncionamiento del organismo operan en el silencio delos órganos. Ese silencio esalterado sólo si hay algunaalteración sintomática o si las necesidades naturalesno son atendidas según pautas personales constantes.Sin embargo, y con embargo, el cuerpo es para nosotrostanto el organizador del espacio e de sus dimensionescomo el instrumento por excelencia de la praxis, de lasactividades. De manera más o menos automáticausamos los poderes del cuerpo.Conjuntamente con el lenguaje, un código colectivo-social,

el cuerpo es uno de los primeros núcleos de identi-dad personal. Desde el momento del nacimiento,los otros, y principalmente nuestros padres, nosotorgan tres aspectos de la identidad, todos basados enel cuerpo, que nos marcan para siempre. Primero, verifi-can nuestra identidad de género: somos hombre omujer; Segundo, quieren saber si somos normales ennuestra constitución física, quieren saber si está todo ensu lugar, en la proporción correcta; gustarían ya saber si

está normalidad también se da en el planomental, cons-tatación que no siempre es posible. Tercero, verifican sicorrespondemos al tiporacial de los padres. Sexo,normalidad (o anormalidad) de apariencia física,raza, son referenciales que nos identifican desde elinicio. Esta es la identidad oriunda del juicio social.Antes de enfatizar la importancia del cuerpo como unnúcleo de la identidad personal es pertinente indicar suscaracterísticas ontológicas básicas; tres es preciso desta-car: Por el cuerpo el ser humano es también un ente natural,situado en la escala animal, sujetoa los determinismos

biológicos propios de cada especie y condicionado porprocesos orgánicospeculiares. Somos entes naturales yentes culturales: esta dualidad parece originar lacisiónoriginaria del ser humano, su insuperable oscila-ción entre su animalidad y su espiritualidad –enten-diendo por espíritu su capacidad para crear valores desentido y valores materiales e ideales. La materialidaddel cuerpo se torna una de las fuentes de la primacía delo material-económico en la mayoría inmensa de losseres humanos con todas las consecuencias en elsistema social, cualquiera que este sea.a) Por el cuerpo el ser humano es también un entenatural, situado en la escala animal, sujeto a los deter-minismos biológicos propio de cada especie y condicio-nado por procesos orgánicos peculiares.b) Tenemos, somos y hacemos del cuerpo el instru-mento privilegiado de la praxis –de todas las formas deactividad. No obstante, estas tres características soncontradictorias:-Somos un cuerpo, pero también somos mucho más,

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porque la figura física no corresponde a los padronesdominantes, sea porque presenta rasgos desfavorablesen la evaluación del sujeto. Es frecuente dos perturba-ciones relacionadas tanto con la imagen corporal comocon perturbaciones psicológicas: la anorexia y labulimia.- Las perturbaciones psicosomáticas. Luego que nace-mos se inicia el proceso de auto-identidad, primero

estamos sumergidos en el mundo; no distinguimos un yo separado de lo que está ahí, fuera de nosotros.Comenzamos a sentir que existimos como seres separa-dos del mundo externo a medida que nos vamostornando conscientes de nuestro cuerpo. El movimien-to, la senso-percepción, las necesidades biofísicas, elcontacto corporal con las personas y las cosas, lasresistencias físicas, el lenguaje–todo esto contribuye aesa toma de consciencia. Es sabido cómo reacciona elniño ante su imagen reflejada en el espejo: es como sipor primera vez tomase consciencia de sí como otro,como otro visto desde afuera. Es una pena norecordarnos de esa extraordinaria experiencia. Ver

primero a otro que te observa, repite tus gestos ypermanece fuera del alcance. Y después descubrir queese otro es uno mismo. Es como la historia de Narciso,con un resultado diferente –mezcla de encanto, extra-ñeza, miedo. Pero son los otros los que van configuran-do la identidad del niño: aquellos que le están dandoatención, satisfaciendo sus necesidades; la madre, enespecial. Ella permite a esta criatura sentir su cuerpo,sea por los continuos toques, sea por el contactocuerpo a cuerpo que mantiene con ella. Junto con elcontacto físico está el lenguaje continuo: esas voces que llenan el espacio, que indican presencia

de algo, que luego van revelando aspectos del mundo,que nombran eso que está ahí. Es ese mundo desenso-percepciones, tan importante para todos noso-tros durante la infancia; y durante toda la vida enmenor medida.Insisto: los otros también nos identifican por nuestraapariencia corporal, aspecto siempre valorado en térmi-nos positivos o negativos; según sean los valores de larespectiva cultura. No estar dentro del patrón físico do-

minante en el grupo primario de referencia –de la fami-lia, de la tribu, del estamento social, de la casta- suelegenerar dificultades. Para recapitular lo dicho: El cuerpo nos otorga una identidad irrecusable. La aceptación de la apariencia en esta área no siemprees tranquila. Basta un rasgo que imprima al sujeto unaspecto dudoso para que éste lo experimente

probablemente como perturbador. Hasta podemos decir que son pocas las personas que seaceptan por entero en su imagen corporal. Por estarazón, en psicoterapia, es indicado determinar quéaspectos de su físico –no apenas su apariencia- pertur-ban al sujeto. Puede ser algo secundario, de menorimportancia, o algo que lo marca con las señales delestigma- un defecto visible,- dolencias orgánicas crónicas,- una característica racial discriminada de manera nega-tiva en su cultura.- Inclusive la identidad de género puede ser motivo

de conflictos; no es incomún que algunas personasdeseen cambiar de sexo, sea porque se sienten desvalo-rizadas, sea porque su libido y su sensibilidad se orien-ten hacia otro sexo.

 B) La historia personal –la biografía. Ud. Dice que hay cuatro formas de identificación. Paraser franco, le digo que sólo me identifico con mi histo-ria personal, con lo peor y lo mejor que he ido viviendoa lo largo de mis 40 años. Sé que aún existe conmigo elniño y el joven que alguna vez fui No me identifico nicon mis papeles ni con mi status; ya me dieron el títulode doctor, lo que sólo me hace reír; soy un simpleprofesor; tampoco me identifico con mi cuerpo, perotengo un buen diálogo con él, somos buenos amigos.Suelo conversar con él y a veces me disculpo por losmalos tratos que le doy. Sé que mis sentimientostienden a establecer lazos y amarras, pero yo los entien-do como puentes de tránsito y como puntos de apoyopor vía de la simpatía. Me cuesta ligarme a las personas,

pero una vez que me ligo soy persistente en misafectos”. (Alfonso X) La temporalidad es una dimensión de la existencia; latemporalidad existencial no sigue las estaciones delcalendario, aunque también el calendario nos pasala cuenta de diversas maneras. Como entes temporalessomos finitos e históricos. La finitud está presente enlos tres éxtasis del tiempo. Somos un presente oriundo

de un pasado y proyectado para un futuro en cuantoposibilidad de la existencia. En este transcurso tem-poral se articula lo que denominamos historia perso-nal, historia que supone un cierto sentido y un desarro-llo en parte previsible, en parte imprevisible; historiaen parte comprensible en el orden de los aconteci-mientos que caracterizan un periodo y las secuen-cias observables en las transformaciones que experi-menta la persona y en los cambios de sus objetivos y comportamientos.- No siempre las personas están conscientes de que engran medida son y tienen una historia. Somos serestemporales; el tiempo nos condiciona y nos confi-gura de diversas maneras. La historia es una de estasdeterminaciones. Somos oriundos de un pasado quenos condiciona y, en grado apreciable, nos programa.Ser un ente histórico es estar inserto en una tramatanto socio-cultural cuanto personal, cuyo diseñoconfigura los aspectos más significativos de lo quesomos. Esta historia está inscrita en nuestras creencias yproyectos, en los rasgos caracteriales y en los sentimien-tos que marcan los lazos y compromisos de nuestroitinerario.- Es frecuente que las personas nieguen su historiapersonal, o simplemente se alienen de ella, esto ocurre

sobre todo cuando esta historia incomoda y duele. Nuestra historia está inscrita en la trayectoria ya hechae inscrita en nuestro presente de modo irrecusable.Cada persona tiene su historia, que en muchos aspectospresentan puntos en común con los otros, por lo menosen sus rasgos generales, pero rara vez en su valor intrín-seco: el mismo episodio vivido por dos personas en unadeterminada situación tiene efectos y significados

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diferentes. Existen aquellas historias hechas de expe-riencias constructivas, con un trayecto recto, sin mayo-res rupturas y desvíos, hechas apenas con las exigenciasbien dosificadas del sistema familiar y social. En el ladoopuesto, existen aquellas hechas en la cuerda floja, enlas jugadas de la incertidumbre y por las sinuosas vías de los conflictos y las frustraciones reiteradas. No es una tarea fácil reconstruir nuestra propia historia

personal. Si lo intentamos aparecen algunos periodoscaracterísticos que a veces siguen las pautas de lasetapas de la vida y otras veces se destacan por sermeros episodios y eventos significativos que provo-caron transformaciones en nuestra visión del mundo yen nuestro comportamiento. Es común que algunosperiodos emerjan como islas, centralizadas en algunosepisodios, sin que sea posible dar una unidad de sentidoa ese periodo, que bien puede abarcar años enteros.- De diversas maneras hay una progresiva toma deconsciencia de las ligaciones significativas que confi-guran nuestro mundo y del modo de inserción que

configura nuestra realidad personal. De la infancia poco recordamos. Podemos señalaralgunos episodios que de alguna maneranos dan pistasde cómo influyeron en nuestro carácter y en lascreencias que orientaron aspectos significativos denuestra vida. Podemos también indicar el clima domi-nante existente en nuestra familia y en las otrasinstituciones que frecuentamos –la escuela, lareligión,principalmente. Solo a partir de la adolescenciacomenzamos a entender lo que se pasa en nuestroambiente, lo que nos permite evaluar mejor nuestraposición socio-económica, nuestra figura física y la delos miembros de nuestra familia. Comenzamos a enten-

der que tenemos una serie de objetivos a ser alcanzados y podemos apreciar en parte los medios que tenemos-para obtener tales objetivos.- Lo que observamos es que nos reconocemos comoprotagonistas de ciertos episodios situados en deter-minados contextos y tenemos algún conocimiento delo que juzgamos ser lo importante en nuestra vida. Nisiempre este conocimiento es algo claro y preciso,

ni tampoco implica una comprensión de cómo sedieron esos episodios. Somos capaces de reconocer-también la influencia que tuvieron los personajes queparticiparon en nuestros escenarios y loss entimientosque nos provocaron y que aún nos provocan algu-nos de ellos. Algo similar podemos percibir enrelación a las instituciones y organizaciones que hicie-ron parte de nuestra formación, la escuela, la iglesia, el

taller, la oficina. Los grupos de inserción son otro factordeformación social en las diversas etapas de la vida.Alfonso X me dice:“Ni en la escuela primaria ni en la secundaria pertenecía algún grupo. En la Universidad intenté participar enun grupo político, pero nunca me sentí verdaderamenteintegrado a ese grupo; fui más un espectador que unactor. Hasta ahora, a los 40 años, no me identifico conningún grupo; apenas tengo cierta simpatía por loshumildes, por la masa asalariada, por los pobres. Es loque aprendí de la religión y, creo, por yo mismo habersufrido periodos de fuertes carencias”.

- Es sabido cuán importante es el proceso de socializa-ción en nuestra vida, en especial el que acontece en elcírculo familiar. Es cierto que este proceso se da a lolargo de toda la vida, pero es especialmente marcadadurante la infancia y la adolescencia, que son los perio-dos más sensibles del desarrollo humano. Podemosafirmar que en medida apreciable somos frutos de estosdos periodos, por lo menos en las líneas generales denuestro carácter y en la génesis de nuestro proyecto de vida. Una socialización descuidada, débil, sin orienta-ciones parental es seguras y firmes, produce rasgoscaracteriales generalmente indeseables (falta de controlde los impulsos, falta del sentido de disciplina y de

propositividad, etc.). Por el contrario, una socializa-ción muy estricta, acentuadamente normativa ypunitiva, sin el complemento del afecto parentalsuficiente, tiende a generar rasgos de inseguridad,rigidez, falta de espontaneidad, autocontrol excesivo. Podemos afirmar que la anomia dominante en lossectores más pobres de la población asalariadagenera el alto porcentaje de conductas antisociales

que se registran en estos sectores. La desintegración delnúcleo familiar o su alta conflictiva generan en losniños experiencias extremas que los tornan propensos atodo tipo de desvíos sociales. Esta anomia es agravadapor la mídia que les muestra padrones de vida en lasclases medias no alcanzables por ellos en su condiciónde sectores altamentes explotados o desamparados.- A lo largo de nuestra historia vamos modelando nues-

tra identidad y las identificaciones que establecemoscon los otros y los fenómenos reales y simbólicos que seimponen en nuestro ambiente; Ya destaqué los perio-dos en que las identificaciones son más indelebles y persistentes; la infancia y la adolescencia configuranbuenas parte de lo que nos imprime su sello de solidari-dad y envolvimiento con lo que acreditamos ser. Por víade los afectos nos identificamos con los seres queri-dos que confirman nuestro modo de ser, y noscontra-identificamos con los símbolos y las personasque de diversas maneras nos rechazan, nos maltratan ydesprecian.

- Existen experiencias de tal modo marcadas que gene-ran todo un padrón de comportamiento, sea un rasgodel carácter, sea una tendencia sintomática. Tengo porcierto que la mayoría de las formas de atracciónerótica, sean normales osintomáticas, encuentran suorigen en experiencias precoces. En la historia del 70%de los casos de padrón homosexual se registran iniciosde prácticas sexuales ya en la infancia, apartir de los 8años, y la adolescencia inicial. Ni preciso insistir que laidentidad en este plano marca al sujeto para toda la vida. Ni siquiera es preciso que las experiencias seaninsólitas, basta que sean corrientes y comunes,

formando el clima existencial del sujeto. Es lo queacontece en el ambiente familiar.- Existen periodos claves en la constitución de la identi-dad; diría que en todos las fases de tránsito entre unaetapa y otra acontecen crisis de identidad; es lo que vemos en la etapa adolescente que exige un pasajedefinitorio entre el mundo infantil y los primeros pasosen dirección a la formación general de la personalidad.

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 Es un periodo de incertezas y desafíos, detentaciones yde tormentas. Los cambios se dan en todos los niveles; El ingreso en la etapa juvenil propiamente, después delos 20 años, con todas las presiones para asumirresponsabilidades decisivas en dirección de la autono-mía y ingreso en el campo del trabajo. La entrada en laadultez de manera oficial con la asunción de las trestareas que se impone al individuo; el casamiento, la

fundación de una familia, la planificación económicaasegurar la estabilidad material del grupo. Después delsexto septenio, a partir de los 42. Considero que unapsicoterapia de desarrollo precisa de un examen atentodel recorrido biográfico de la persona; en otro escri-to he propuesto los aspectos relevantes a ser exami-nados (Romero, 1989-1998); apenas indico en estaocasión algunos puntos indispensables a ser conside-rados.

 Examen del contexto y de la situación en losdiversos períodos del sujeto

- Períodos y etapas del recorrido vital, que no siemprecoinciden con las etapas clásicas del desarrollo(infancia, adolescencia, etc): hay períodos claramen-te discernibles por el clima dominante que impusie-ron a nuestra vida o por algunos hechos que mar-caron nuestras creencias, ideas e ideales. Hay períodosque quedaron en la bruma, sin que casi nada nos dealguna pista de lo que éramos entonces - Hechos, even-tos y climas significativos. Existen eventos cruciales,traumáticos, inaugurales. Algunos son crucialesporque nos revelaron aspectos del mundo o la natura-leza de un relacionamiento sin que en el momento nos

fuese posible captar su significado –traumáticos,inaugurales. Otros son traumáticos porque nos dejannúcleos coagulados, verdaderos complejos que nosimpiden evaluar las cosas en su dimensión adecuada.Otros son eventos inaugurales porque inauguran unanueva etapa, una nueva visión de la vida, un cambio deactitudes, de creencias, de valores. - Escenarios y perso-najes – Figuras y modelos que nos marcaron con supresencia, negativa o positiva.

 - Líneas temáticas, que caracterizan las vivencias domi-nantes en determinados períodos. Una de las tragediashumanas es perder su historia, o romper con ella poralguna peripecia que implique un corte brutal. Perde-mos nuestra historia personal debido a una amnesiaretrógrada que no nos permita recuperar el pasadoni establecer la génesis de nuestro presente. Perde-mos la continuidad de nuestra historia cuando somos

impelidos a un cambio brusco y brutal; nos vemosobligados a emigrar a otro país perseguidos por algúnfactor racial, político, religioso. El idioma, el contextofamiliar, el trabajo, el círculo de nuestros amigos, elclima humano y físico: todo nos es arrebatado. Apenasconservamos las figuras de la ausencia –los recuerdos,la nostalgia, la estructura de la lengua materna, quetiende a surgir al menor descuido si fue necesario usarun nuevo idioma. El choque cultural del país originariopara otro padrones diferentes deja al individuobastante vulnerable, sobre todo si esta mudanza haimplicado alejamiento del circulo familiar.

C) Los sentimientos Existe una notoria confusión en relación a los afectos;una de mis tareas como psicólogo ha sido proponer unaclasificación de los afectos según criterios fenomenoló-gicos y comprensivos. Son distinguibles claramentecuatro grandes modalidades afectivas: las emocio-nes, los sentimientos, los estados de ánimo y las pasio-nes. Es tanta la confusión existente que hasta los psicó-logos usan de manera indistinta emociones y senti-mientos como si fueran sinónimos. Enseguida indico unpar de características diferenciales entre estas dos

modalidades. Desde ya subrayo que todos los procesosde identificación positivos y negativos implican factoresafectivos, en particular sentimientos que tanto lossuscitan como los alimentan y consolidan. Si existealgo originario y primordial en la estructura de la exis-tencia, y en la dinámica de los procesos psicológicos,son justamente los afectos. Esta primordialidad de losafectos es comprensible porque en toda relaciónhombre-mundo somos afectados por esta relación,

sea de manera sutil, sea de manera altamente perturba-dora.1. Los sentimientos establecen vínculos positivos onegativos con respecto a determinados objetos, inclui-do el propio sujeto, pues existen sentimientos refe-ridos a sí mismo. Culpa, vanidad, vergüenza, y otrosindican modos de posicionarse consigo mismo. Se expe-rimenta orgullo, o culpa, por determinadas acciones

que honran o desmerecen. Amar o detestar implicanmodos de relacionamientos que definen de una ciertamanera a sus protagonistas. Detestar las arbitrarieda-des y los abusos del poder económico llevan alsujeto a identificarse con aquellos que sufren esosabusos, colocándose en el lado opuesto de los domi-nadores. Admirar un ídolo popular por sus actuacionesdeportivas no es lo mismo que admirar un científicopor sus investigaciones. Esas dos formas de identifi-cación traducen modos de relación hombre-mundomuy diferentes.2. Lo que constatamos es que los sentimientos nosligan a determinados objetos y personas y en ese lazonos dan un cierto sustento existencial, inclusivecuando son negativos (hay individuos que hacen desu odio todo un proyecto de vida). Sentirse brasileño estener un vínculo de afecto con lo que entendemosrepresenta al Brasil, es reconocer una forma de identi-dad con este país. Experimentar el llamado sentimiento de inferioridad esexperimentarse y verse con una minusvalía que colocaal sujeto en una posición de desventaja en relación a losotros. Sentirse inferior es atribuirse características quedejan en desventaja al sujeto, características que en lacreencia del agente forman parte constitutiva de su

persona.“Me siento por bajo –me dice un cliente- no por miorigen social; hasta soy de una buena familia. Lo queme disminuye es mi apariencia personal; usted sabe, yahemos hablado aquí lo que ocurre conmigo; es esahistoria de que soy bajito; flaco como perro callejero ytodavía con esta cara nada atractiva; hasta mi madre meencuentra feo; y para peor aún está esa otra deficiencia 

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3. Los psicólogos sociales definen el papel en relación alstatus y viceversa. Tanto uno como otro generanexpectativas, que se espera sean atendidas. En unarelación social, la persona que desempeña un papelespera que los otros asuman una conducta que corres-ponda a su papel. El profesor espera que los alumnosse comporten como corresponde a su papel de alum-nos. Y los alumnos esperan que el profesor asuma sudesempeño como corresponde a sustatus de profesor.4. De alguna manera todos nosotros nos identificamoscon nuestro status. La no aceptación del status, y delpapel correspondiente, generalmente genera o se origi-na de algún tipo de conflicto. La no aceptación delstatus (y del papel) de casado se refleja en el desenten-dimiento conyugal. Es frecuente que un individuo secase, pero luego queda en evidencia que él no consigueasumir su nueva condición, el cual le impone com-portamientos y actuaciones diferentes en algunosaspectos a su anterior status de soltero (a). Elhombre aún quiere mantener su rueda de amigos con

los cuales se reunía en el bar de la esquina o en el club,sin preocuparse con el reloj; la mujer espera que élproporcione alguna ayuda en el trabajo domésticopero él se rehúsa pues hasta entonces su madre hizo esetrabajo en casa sin jamás haber pedido auxilio. Aún noforma parte de su identidad masculina atender eltrabajo de limpieza en el hogar. La mujer puede tenerdificultades similares o en otras áreas. Sea por vanidadfemenina o porque le gusta tener admiradores de reser- va para futuras oportunidades, es posible que no hayarenunciado a su hábito de mantener una conversaciónmuy efusiva con sus colegas de trabajo, rehusándose

ahora a mantener una conducta más recatada en esetipo de contactos; esa conducta ciertamente provocamalestar y celos en su marido. En otro plano,existenpersonas que no consiguen asumir una jefatura porincapacidad para imponerse como superior jerárquico.5. En general, los status desvalorizados socialmentetienden a ser mal aceptados por los que en él se encua-dran. Es lo que ocurre con el status inherente a la vejez–edad nada apreciada en la sociedad tecnológica. Basta

entrar en esta categoría para que la persona sea encua-drada en la repisa de lo obsoleto. La situación empeoraaún más si además de viejo la persona es pobre; en estecaso hasta en el hospicio el individuo es menospreciado. Marginalizado y desvalorizado por los demás, sinposibilidades en la mayoría de las esferas, el viejo difícil-mente escapa de la depresión. Poco aceptado por suscoetáneos más jóvenes, sin un presente estimulante ysin ninguna promesa futura, el viejo termina porrefugiarse en el pasado. Inclusive si es rico le asalta ladesconfianza: los herederos se muestran impacientespara recibir su parte, no importa cuánto disimulen susintenciones.6. Existe una jerarquía del status que califica cadaprofesión con un número que lo sitúa en la escala delos valores sociales; es una escala que va de 100 a 10. Ministro de Estado, médicos y altos cargos del minis-terio de justicia (jueces) ocupan los primerosrangos. Operarios sin calificación profesional(basureros, obreros auxiliares, porteros) tienden a

recibir las peores notas.7. Papeles y estatus son los más altamente satura-dos por el factor ideología, factor que impregnatodo el campo social, de manera explícita en las normas y leyes y de manera más disimulada en las creencias y valores dominantes, en los preconceptos y los mitos. Espropio de este factor presentarse como si sus cuatrocomponentes “reflejasen el orden natural de las cosas”. Las expresiones de lo que un grupo, o una cultura,entiende por lo bueno y lo malo, el bien y el mal, sonlos reflejos de la de este factor que satura la atmosferaespiritual de un pueblo o grupo complejo.

 La cuestión de la identidad y el cambio, de lo quepermanece en un proceso evolutivo y lo que se extin-gue; la conexión entre lo que persiste a pesar detodos las transformaciones individuales y sociales, esun asunto problemático que solicita la colaboración dediferentes disciplinas; la filosofía, la psicología, lasciencias sociales, la lingüística, son las más interesa-das. Por vía lingüística se impone toda una visión del mundo

que el individuo absorbe sin siquiera darse cuenta hastaqué punto es modelado por las características de suidioma-madre. Ya la pronuncia regional (sotaque) deuna lengua nos ofrece pistas sobre las personas; ni quedecir sobre los otros más complejos de una lengua,como son el uso de los géneros, de los artículos y lasproposiciones, de la prosodia, tornan el uso de unidioma algo muy complejo. Piense-se en los géneros delalemán y la ausencia de género en inglés. Las otrascuatro vías de acceso a este tema ni siempre están clarospara los que abordan este asunto. La mayoría de losautores entiende el cuerpo, el estatus y los papeles,conjuntamente con la historia, como suficientes paraun esclarecimiento de la identidad personal o grupal. Hasta donde estoy informado, no hay autores quedestaquen los sentimientos como la vía regia de laidentidad personal. Esta omisión se debe a que la mayo-ría de los psicólogos aún no sabe distinguir lo máspropio de los sentimientos, tiende a confundir conemociones: lo más propio es su carácter vinculatorio,

positivo o negativo. Sin el sentimiento de nacionalidad,de pertenencia a una nación entendida como la propiano existe identidad nacional o es muy difusa. Lomismo se procura estimular en relación al empleo:las organizaciones exigen demostraciones de identidadcon la firma, con la empresa. Nosotros los funcionariosde la Embraer, o del gremio salud. La identidad fami-liar, o con una religión es propia del proceso desociali-zación infantil.Todas las instituciones se mantienen en la medida quegeneran y fortifican identidad entre sus miembros,activos o pasivos. El primer paso de una Iglesia como la

dirigida por el Obispo Macedo en Brasil, fue generaresta identidad con las clases pobres, una vez consegui-do este objetivo han procurado atraer a los sectoresmedios, que son los modelos “del suceso en el camposocial”. Lo mismo acontece con la actual cruzada de laIglesia católica empeñada en dar una imagen de laautoridad papal según un modelo democráticopopular, no tan aristocratizante como siempre ha sido.

(a) modo de síntesis y algo más

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 Referencias bibliográficas:Guareschi, P. (1994). (org.) Textos em representaçõessociais. Brazil: Vozes. Lersch, P. (1964). La estructura de la personalidad. Madrid: Scientia. Romero, E. (2006). El encuentro de si en la trama delmundo –Personalidad, subjetividad, singularidad. Chile: Norte-sur. Romero, E. (1998-2013): Las Dimensiones de la vida Humana –Experiencia y existencia. Chile: Norte-su

 

Curriculum Psicólogo clínico y escritor. Miembro fundador y dehonor de ALPE.

 

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Comentario de libros  Dialogando sobre la existencia

 Respuesta al comentario que Emilio Romerorealizara a la obra: Psicoterapia Existencial:Teoría y práctica relacional para un mundopost-cartesiano, de mi autoría.

 Resumen Este artículo es una respuesta aclaratoria al comentariode Emilio Romero sobre la obra: Psicoterapia Existen-cial: Teoría y práctica relacional para un mundo post-cartesiano, de Yaqui Andrés Martínez Robles. Se aclaranaspectos relacionados con las riquezas de la miradaexistencial, la cual da preferencia a los dilemas más quea las soluciones y considera que el movimiento, auncuando sea incómodo, aporta la posibilidad de unabelleza digna de percibirse y es más estimulante que laquietud que brindan las respuestas y certezas. Asimismose puntualiza que el ser humano no es “sólo relación”,sino “fundamentalmente relación”. Se señalan lasdiferencias entre la psicoterapia humanista y la psicote-rapia existencial, así como las novedosas posibilidadesque un enfoque fenomenológico-existencial puedeaportarnos.

 Palabras clave Existencia, Yo, Relación, Psicoterapia, Autenticidad.

AbstractThis article is an explanatory response to Emilio Romero´s comment on the book Psicoterapia Existen-cial: Teoría y práctica relacional para un mundo post-cartesiano, by Yaqui Andrés Martínez Robles, dealing with the strengths of the existential view, which prioriti-zes dilemmas over solutions, since it considers that

movement, although it may be uncomfortable, offersthe possibility of a beauty worth perceiving, and it is

more stimulating than the calm offered by answersand certainties. It also points out that the humanbeing is not “just relationship” but rather is “funda-mentally relationship”. It underscores the differencesbetween humanist psychotherapy and existentialpsychotherapy, as well as the new possibilities that anexistential-phenomenological view may offer us.

 En el número anterior de esta misma revista: Revista Latinoamericana de Psicología Existencial: Un enfo-que comprensivo del ser. Año 4; No. 7. Octubre 2013,apareció un amable y extenso comentario de Emilio

 Romero sobre la obra: Psicoterapia Existencial: Teoría y práctica relacional para un mundo post-cartesiano,de mi autoría. Además de sentirme enormementeagradecido de que alguien con la trayectoria y elreconocido status académico como Emilio Romero (2) se interese en comentar mi obra, me brinda la posibili-dad de continuar el diálogo que hemos iniciado enocasiones anteriores sobre algunas de las ideas de lallamada Escuela Mexicana de Terapia Existencial, yque se ha enriquecido con las aportaciones de variaspersonalidades de la Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Existencial, durante los encuentros

formales e informales de los congresos internacionalesque hemos tenido la fortunade compartir.

 Es por lo anterior que, en esta ocasión, aprovecharépara aclarar algunos puntos referidos por Emilio, tantoen el comentario que publicó en el número anterior deesta revista, como en el que realizó con anterioridaden la red social Facebook, y que durante el mes de junio del 2013 provocó una serie de respuestas, diálo-gos y debates. En ambos escritos menciona, junto aotros aspectos halagadores, que el libro le pareceprovocador. Debo reconocer que tal descripción meparece no sólo halagadora sino incluso estimulante. Laprovocación en los ámbitos académicos siempre me haparecido divertida y llena de posibilidades para elaprendizaje, así que no sólo lo agradezco, tambiénespero que el texto

sea “provocante” de nuevos diálogos, propuestas ymovimientos dentro de nuestro campo: la terapiaexistencial. Espero que aquellos lectores que seinvolucran por vez primera en estos diálogos, puedanseguir con facilidad este escrito y encontrar informa-ción que les resulte relevante. De cualquier forma lesconvoco a leer directamente el texto de Emilio publi-cado en el número anterior de esta misma revista paraque puedan contar con un mayor contexto sobre laconversación. En el comentario mencionado, Emilio reconoceamablemente que la obra está cargada principalmente

. Yaqui Andrés Martínez Robles México D. F..

(2)  Emilio Romero es, además de una incuestionable autoridad en nuestro campo, un extraordinario pensador y psicoterapeu-ta, un incansable escritor con más de 12 libros en su haber y, para mi fortuna, un maravilloso amigo. Aunado a sentir unprofundo respeto y admiración por su pensamiento y su persona, Emilio es una inspiración para mi, y en su gran amabilidad,siempre me honra con comentarios cariñosos y consejos llenos de sabiduría. Me honra considerar a Emilio Romero un amigocercano, con quien siento que nos une no sólo un profundo respeto mutuo, sino inclusive una afectuosa amistad por lo que,a partir de este momento, haré referencia a su persona a través de su nombre de pila llamándolo simplemente Emilio, ya queme aporta una sensación de familiaridad y confianza. Ruego al lector me disculpe por esta falta de formalidad de mi parte. 

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de argumentos y que por ello: “ofrece más problemasque soluciones, más dudas que certezas, más cuestio-namientos que investigaciones confiables –además, noes un texto que incluya investigaciones probatorias sinosólo argumentaciones en pro o en contra de determina-das tesis.” Sus observaciones son absolutamente ciertas,sin embargo, me parece que obvian algunos detalles

que considero importante subrayar. Primero, desde miperspectiva, dicho aspecto, lejos de resultar una debili-dad es una fortaleza. Una de las mayoresriquezas de laposición existencial es precisamente salir de la búsque-da de soluciones y respuestas que tanto caracteriza a lasociedad occidental contemporánea. Como reflexionéen otro texto [Martínez, Y. (2008) Filosofía Existencialpara terapeutas, y uno que otro curioso. Ed. LAG. México], la mirada existencial da mayor preferencia alos dilemas que a las soluciones, a las preguntas que alas respuestas, a la incertidumbre que a la certeza; puesconsideramos que el movimiento, aun cuando seaincómodo, es más estimulante y confiable que la

quietud que brindan (o que se espera que otorguen) lasrespuestas, soluciones y certezas. En segundo lugar, laperspectiva existencial que comparto se encuentra másinteresada en el arte (y formas de acercamiento a larealidad asociadas con este), que en la llamada “cien-cia”, es por ello que no resulta de mucha importanciaaportar “investigaciones probatorias” que nos acerca-rían más a los lineamientos de las posturas positivistaso de la ciencia natural. En tercer lugar, desde la posturaexistencial no se trata de hacer una crítica a dichosacercamientos, mas bien hay una preferencia por validarotro tipo de planteamientos, como la argumentación

fruto de reflexiones filosóficas y resultado de conversa-ciones generadas en el mundo terapéutico entreterapeutas y consultantes, y entre terapeutas y sussupervisores. Más adelante, Emilio realiza una excelente disertaciónsobre los diferentes enfoques respecto al asunto de latécnica. Me encuentro prácticamente en absolutaconcordancia con lo que menciona. Si llamamos técnicaa la actitud de acercarse al otro desde la escucha, el 

diálogo, y la honestidad; al interés fenomenológicopor detener nuestras propias perspectivas en pro deacercarnos a la perspectiva del otro; y al arte delencuentro humano desde diferentes puntos dereflexión, entonces me gustaría decir que la psicotera-pia existencial es profundamente técnica. Sin embar-go, en mi práctica como docente, he encontrado enrepetidas ocasiones que esto último no es lo que suele

entenderse como técnica. Las personas comúnmentela conciben (o imaginan) como un conjunto concreto,objetivo y específico de prácticas, que pueden apren-derse casi por completo a través de memorizar unaserie de pasos a realizar, o leyendo algún manual sobreellas. Es con esta última acepción con la que no mesiento cómodo, y se que Emilio tampoco, como clara-mente expresa en su escrito. Posteriormente, hace mención de algunas figurasprominentes de la hermenéutica que, confieso, mipropia ignorancia me llevo a dejar de lado. Aprovechola ocasión para expresar mis más sinceras disculpas

por mi descuido y agradezco a Emilio por tomarse eltiempo para realizar un alcance y comentario en estesentido, gracias a su gran conciencia social y política.Asimismo le agradezco la referencia de otras figurasimportantes de la fenomenología existencial en Latinoamérica que, por mi falta de conocimiento, nomencioné en el texto (como es el caso del brasileñoTommy Akira Goto).A continuación comenta que él considera vigentes tresde los postulados básicos de la psicología tradicional:“la existencia de lo mental, del yo y de la distinciónentre lo subjetivo y lo objetivo”; y que en el enfoque

que él mismo sostiene: “es preciso formularlos sólo demanera correcta como para que sean compatibles conlas constantes existenciales (premisas ontológicas)descritas por los filósofos.” Este es precisamente unode los puntos de mayor divergencia entre el pensa-miento de Emilio y el mío; sobre el cual hemos podidodiscutir en algunos de los congresos organizados porla ALPE (Asociación Latinoamericana de Psicoterapia Existencial). En mi perspectiva, intentar hacer compa-

tibles con la mirada existencial, aspectos que corres-ponden a una visión de la condición humana de corteesencialista y que se sostienendesde posiciones tradi-cionalmente cartesianas y por tanto dualistas, atomis-tas e individualistas, requiere de un esfuerzo académi-co, intelectual y epistemológico innecesario que nosólo cae en profundas contradicciones con el pensa-miento existencial, sino que además dicho intento

opaca gran parte de las novedosas posibilidades queun enfoque fenomenológico-existencial puede apor-tarnos. Es precisamente el cuestionamiento de la ideaoccidental del sujeto como un ente fijo, definible,relativamente aislado, lo que aporta a la miradaexistencial su fortaleza post-cartesiana, al menos en lapropuesta que yo mismo sostengo en el libro queprovocó este intercambio y que he expuesto enanteriores ocasiones (2010, 2012a, 2012b).Algunas de las propuestas más poderosas y sí, contro- versiales y por tanto provocadoras, de la fenomenolo-gía existencial, van en la dirección de señalar que la

separación entre lo objetivo y subjetivo es simplemen-te una forma dualista de interpretar nuestra experien-cia. Tanto L. Binswanger como R. May han señalado aesta forma de dualismo como una enfermedad de lapsicología: “… el existencialismo es el esfuerzo porcomprender al hombre eliminando la escisión entresujeto y objeto. Binswanger llama a esa escisión elcáncer de toda psicología hasta el momento presente…”. (May, 1967. Pág. 29). Asimismo la separación de lamente y el cuerpo, de la razón y la emoción, etc., sonperspectivas correspondientes a la mirada cartesiana ymoderna del mundo que tiende a presentar la realidad

como dividida y separada. Esta es una mirada que laperspectiva fenomenológico existencial no sólocuestiona, sino inclusive sugiere sea superada en prode una posición que reconozca nuestra situaciónholística e integrada. En esta misma línea, las propues-tas existenciales se decantan en la línea de cuestionarla existencia de un “yo” como algo sólido, concreto,definible, y por tanto con una clara esencia que lodistingue. Nos invita hacia la idea de que se trata

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simplemente de una metáfora útil para la sobrevivenciaen el mundo, construida por nuestra conciencia reflexi- va de manera interrelacionada y en continuo movimien-to, como profundizaré aquí mismo más adelante.Algo similar ocurre con la distinción entre las formastípicas de entender la “autenticidad” entre la psicologíahumanista y la existencial. Emilio se adscribe de unaforma cercana a los planteamientos humanistas, señala

que “decimos que una persona es auténtica si atiendeun par de requisitos. Primero, que muestre una ciertacoherencia entre lo que predica y lo que practica;segundo, que no use máscaras y trucos que disimulensu verdadera personalidad (su forma de ser máspropia)…”. De nueva cuenta, esta posición corre elriesgo de perder la fuerza y potencia de algunas de lasideas más importantes de la perspectiva existencial. Enprimer lugar, ¿quién es el que decide que hay coheren-cia entre lo que la persona predica y práctica? General-mente se trata de un observador externo para quien loscomportamientos del otro resultan incoherentes. Esta

posición rara vez toma en cuenta la experiencia delobservado. De esta manera se impone una cierta idea decómo deberían comportarse las personas de acuerdo alpunto de vista de los demás, simplificando enormemen-te la riqueza y complejidad del comportamientohumano. En la mayoría de las ocasiones (si no es que entodas), un análisis y exploración de forma pausada,dialógica o dialogal y colaborativa, junto con la persona“incoherente” o “inauténtica”, revela que los comporta-mientos, reacciones y experiencias de ésta, son comple-tamente coherentes con su experiencia en el momentoespecífico. En segundo lugar, considerar que existe algo

que pueda llamarse la “verdadera personalidad” o “laforma de ser más propia”, la cual pueda “enmascararse”o recurrir al uso de “trucos” para esconderse, regresa alas ideas esencialistas de aspectos inmutables en lapersona. Considerar que existe “algo verdadero” en lanaturaleza humana que puede falsearse,es una invita-ción sutil a adoptar una posición moralista quepromueve que las personas se acerquen a un idealconformado por aquellos aspectos que son validados,

generalmente a través del discurso cultural dominan-te, y que se consideran importantes o más verdaderos. Uno de los aspectos más revolucionarios de laperspectiva existencial es precisamente la invitación asalir de tales concepciones. Para la perspectiva existen-cial, si hay algo que puede considerarse verdadero enla persona, es siempre algo inespecífico, que se cons-truye y reinventa momento a momento, y que surge

como fruto de la libertad inherente a la condiciónhumana. Por ello, cada persona se encuentra en situa-ción de construirse continuamente y en relación consu medio y con quienes lo rodean, por ello, el concep-to de algo fijo y verdadero resulta innecesario o inclu-so un obstáculo para abrazar más plenamentela perspectiva fenomenológico-existencial. Si el yo (oself, como suele llamársele también) nunca permanececonstante, ni separado de otros, ¿cómo podemosllamarle “verdadero” o “falso”? Para poder recurrir auna conceptualización así, requeriríamos partir de unapostura distinta a la fenomenología existencial: una

perspectiva que afirma la existencia de una esencia apriori en la condición humana, un “algo propio” de lapersona específica que tenemos frente a nosotros, yque es distinto (y distintivo) de lo que la persona vaconstruyendo de si misma a partir de su existencia-en-el-mundo. En resumidas cuentas, una perspectivaque no toma en cuenta las intuiciones más revolucio-narias y potentes de la fenomenología existencial. Una forma más útil de encarar estos asuntos es através de las propuestas de la perspectiva de M. Heide-gger. Si en vez de enfocar la autenticidad como unaforma de coherencia o de “verdad”, es posible acercar-

nos a utilizar dicho concepto con respecto a la medidaen que las personas se apropian o no de las situacio-nes que viven cotidianamente. Si las experimentancomo propias o de manera disociada con su identidad.Así podemos observar personas que no toman su vidao su situación como propia, sino como si fuera ajenaa ellos mismos. Más adelante, cuando Emilio comparte su propiaperspectiva con respecto a la diferencia entre el huma-

nismo y el existencialismo, aporta ideas interesantesque resultan sobre todo aplicables a estas dos corrien-tes del pensamiento filosófico. En mi propio escrito, yoapunto específicamente a las diferencias entre lapsicología y psicoterapia humanista por un lado, y lapsicología y psicoterapia existencial por el otro; y creoque, aún tratándose de asuntos vinculados, humanis-mo y existencialismo como corrientes filosóficas o

como perspectivas psicológicas, no son exactamente elmismo tema. Aquí me gustaría reiterar algunos aspec-tos: si obviamos las diferencias entre estas dos formasde psicología, no sólo favorecemos una confusión quesuele causar dificultades en las universidades y en losestudiossobre psicología y psicoterapia contemporá-nea, sino que también dejamos de lado algunas delas mayores riquezas del pensamiento existencial. Escierto que tal vez dicha pérdida no sea algo muyperturbador para la mayoría, pero en lo personal, a mísí me inquieta que las nuevas generaciones de psicólo-gos y terapeutas se pierdan de la claridad suficiente y

los conocimientos que además de enriquecer supráctica, pueden ofrecer un sentido de identidad másacorde con su manera de ver al mundo, a la vida, a losdemás, e inclusive a sí mismos. Al menos a mí, en misaños de estudiante de la licenciatura en psicología yen mis primeros años de formación en psicoterapia,me hubiera gustado tener mayor claridad en cuanto alas diferencias de estos enfoques. La psicología huma-nista tiende a enfatizar los aspectos optimistas, elpotencial humano y el crecimiento individual, mien-tras que la perspectiva existencial suele poner elacento en los dilemas, la tensión y el desarrollo inter-

personal y relacional. La mirada humanista siguedentro del paradigma individualista, intrapsíquico ypor tanto cartesiano, mientras que la visión existencialse apoya en el paradigma relacional, con lo que seacerca a las propuestas post-Cartesianas (Martínez;2012c).Cerca del final de su escrito, Emilio presenta una seriede preguntas por demás importantes que merecenconsideración. Se pregunta: “¿hasta qué punto estas

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premisas nos permiten dar cuenta del fenómenohumano en su transcurso histórico y en las relacionesque los hombres sostienen entre si?” A mi parecer, unaperspectiva del ser humano como un conjunto deprocesos relacionales, imposibles de definir de maneraprecisa, donde su “verdad” se va construyendo yreinventando en el transcurrir de la vida y como resulta-do de las relaciones que establece con el medio, con los

demás y consigo mismo; es precisamente una forma dedar cuenta de la condición humana. No solamente laactual, sino la del ser humano a través de la historia.“¿Son aplicables a los conflictos humanos en susdiferentes planos de interacción?”. Sin duda. Comotodo saber humano, y en concordancia con la actitudfenomenológica, la perspectiva existencial no puedeplantearse como panacea o totalidad que abarca porentero a las posibilidades humanas. Sin embargo, puedereconocerse como un intento más por acercarse a lacomprensión de la complejidad que implica ser huma-nos. La complejidad de encontrarnos siempre en movi-

miento, siempre existiendo en y a través de relaciones, ysiempre envueltos en una inmensa incertidumbre. Unos meses atrás, Emilio había escrito ya una serie decomentarios sobre mi libro en la red social Facebookque suscitaron una serie de debates de los cuales fuiparte, y me gustaría aprovechar la ocasión para presen-tar algunas de las ideas principales de dichos intercam-bios. El escrito original de Facebook es extraordinaria-mente halagador, le estoy infinitamente agradecido a Emilio por su amable y considerada opinión. Auncuando no estoy de acuerdo con algunos de sus puntosde vista, su escrito me impulsa a continuar investigan-

do, leyendo y compartiendo mi propia perspectiva.Comparto aquí el escrito de Emilio, realizado en diciem-bre del 2012, seguido de mi respuesta: Palmas para quien las merece: Una terapia liberadora.Acabo de terminar la lectura de un libro de un terapeuta y artista mexicano, cuyos escritos han ido conquistandocada vez más lectores no sólo en los practicantes deeste noble oficio, mas también en los que aprecian elarte de escribir. Se trata de “Psicoterapia Existencial” de

 Yaqui Andrés Martínez Robles. Hasta ahora no se había hecho nada semejante ennuestro ámbito cultural y profesional. Libro bien orga-nizado, bien documentado, de una prosa limpia,expuesta en el mejor estilo de quien conoce la urdim-bre de los asuntos que está tratando.Es un libropolémico, que es probable que irrite a algunos colegaspor cierta radicalidad en algunos planteamientos. Su

propuesta es hacer de la relación terapéutica única-mente el arteposible de abrir nuevas posibilidades paralas personas que sienten necesidad de transformar sumundo o, por lo menos, de conocerse a sí mismo.Todas las normas que aconsejan los manuales sobreTerapia son colocadas en cuestión. No basta unmanual de buenas intenciones.Se declara como un intento post-cartesiano, es decir,sin los presupuestos que sostienen la filosofía delsujeto, del yo soberano inclusive sin los súbditos quehasta Freud aún lo acompañan a regañadientes. Y sinel psiquismo como la referencia insuperable para la

comprensión de la persona. El ente humano es sólorelación. Esta tesis ya es problemática; algo estableestructurado debe ser, no un mero espejo del mundo.Con ese centro estable, con todas las contradicciones y espejismos de su consciencia, algo debe ser. Eso parainiciar la plática.Todos estas negaciones son polémi-cas, que yo mismo no comparto, pero que son unaexcelente antídoto contra una cierta modorra intelec-tual que afecta a no pocos psicólogos. En Terapia, laúnica exigencia es que tanto el terapeuta como elco-agente (o consultante) entren en el espacio de la verdad de una relación genuina. Esta es una tareadifícil, pero viable y factible. Es lo que el libro de Yaquipretende mostrar y demostrar. Lo muestra de las másdiversas maneras; hasta donde lo demuestra es otroasunto. Congratulaciones para QUIEN ESTÁ atento allibre pensamiento y a su poder cuestionador.(Romero, 2012). Emilio me hace el hermoso regalo de llamarme no sóloterapeuta, sino “artista”, adjetivo que, viniendo de unpoeta como él, tiene un significado especial. Tanto

 Emilio como yosomos grandes admiradores de laexpresión artística de la humanidad, por lo que talmención es en extremo significativa. Por otra parte, también tiene razón en su considera-ción del libro como polémico; además de ser fácilmen-te incendiario de pasiones, tanto a favor como encontra. La “radicalidad” de algunos de mis plantea-mientos, efectivamente, ha provocado la molestia o

incomodidad de algunos colegas. Debo confesar que,aun cuando no era originalmente mi intención realizarun escrito que despertara polémica, ésta me entusias-ma y me estimula a continuar investigando y a refor-mular mis ideas de una manera más clara y mejorfundamentada, por lo que no sólo no me disgusta,sino que doy la bienvenida a las múltiplesposibilidades que se abren ante la energía que unescrito polémico moviliza. Me gusta y concuerdo con lo que él denomina lapropuesta “de hacer de la relación el arte posible deabrir nuevas posibilidades” . Quizá éste es, a mis ojos,

uno de los principales objetivos de la relación terapéu-tica. Otro, sin intentar ser exhaustivo, sería el de crearuna experiencia estética, un encuentro hermoso,poético, e incluso lleno del misterio del que la vidaseconstruye. Me gusta pensar que una de las aplicacio-nes más directas de la perspectiva existencial es laposibilidad de crear conversaciones hermosas, ya seaentre terapeuta y consultante, maestro y alumno,padre e hijo, o entre cualquier conjunto de personasque estén dispuestas y/o deseosas de conversar sobresu existir. Aunque estos diálogos puedan resultarincómodos odolorosos, la posibilidad del encuentro

humano profundo a través de ellos aporta una bellezadigna de percibir y admirar. Por otro lado, Emilio comenta que esto apoyaría a laspersonas que sienten una necesidad de transformar sumundo o, por lo menos, “de conocerse a sí mismos”. En esta última idea no me siento del todo reflejado. De hecho, parte de la propuesta polémica a la que serefiere, y que espero continuar reflexionando yaclarando en el segundo volumen de mi libro, es que

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el estilo de Terapia Existencial que propongo no buscaque la persona se “conozca a sí misma”, ya que estosupondría la existencia de un “sí mismo” delimitado,pre-existente y que puede ser conocido. Esto es partedel “intento post-cartesiano” del libro, como puntual-mente señala Emilio. También agrega la idea de que elser humano es... “sólo relación. Esta tesis ya es proble-mática; algo estable estructurado debe ser, no un mero

espejo del mundo...”. Este punto pone en evidencia unode los clásicos desacuerdos entre la perspectiva de Emilio y la mía. Para mí el ser humano no es “sólorelación”, sino FUNDAMENTALMENTE RELACIÓN. Estoimplica que cualquier referencia a algo “estable” y/o“estructurado” es un RESULTADO del fundamentointer-relacional. Podemos referirnos a aspectos más omenos consolidados de nuestro ser-en-el-mundo, massiempre son aspectos que surgen y devienen del fondode la relacionalidad, o de la red relacional de la quesomos parte y de la cual surgimos. Incluso la unicidad,característica fundamental del ser humano, es posible

gracias a nuestra capacidad de observar, contrastarnos ydiferenciarnos de otros.Quiero aclarar que esta perspectiva no es únicamentemía. Mi voz es un coro, mi pluma simplemente reflejatoda una corriente de pensamientos en la perspectivaexistencial. De hecho, y en concordancia con la opiniónde que nuestras experiencias particulares y únicassurgen de dicha red de relaciones, nuestras vocesespecíficas sólo son representaciones de muchas otras voces más. La voz de Emilio no es una excepción. Éltambién, como un potente tenor, destaca su bella vozdel coro de voces que lo acompañan. En nuestra cultu-

ra, el discurso dominante (aún) considera que los sereshumanos somos fundamentalmente individuos con“algún centro estable, con todas las contradicciones yespejismos de su conciencia, algo debemos ser”. Para laperspectiva existencial que presento en el libro, cada voz se destaca en su propia y particular estética, cada voz refleja y manifiesta aspectos únicos y particulares,mas estos no son estables ni estructurados en símismos, sino que se perciben como tales por el lengua

 je, que es el lenguaje del mundo, la cultura y la histo-ria, tanto personal, como colectiva. Esto no significaque seamos “un mero espejo del mundo”, sino que ala vez, somos los co-creadores, co-constructores yco-diseñadores del mundo que reflejamos. Dichaparticipaciónes única para cada uno de nosotros. Perotal unicidad está muy lejos de ser algo “estable”, una“estructura”, o un “algo”; quizá estemos más cerca de

la expresión de Sartre: “Somos nada, queriendo seralgo”, o como explica Ernesto Spinelli (2013, encomunicación personal): “Somos una `no-cosa´, unproceso, definiéndonos como `algo´, y deseando sersustancias”. Sin embargo, se que en esta idea Emilio y yo no estamos de acuerdo. Tal vez necesitemos denuestra relación para seguir creciendo mutuamente yexpresarnos cada vez con mayor claridad. Después detodo se trata simplemente de mapas, no del territorio.Siguiendola actitud fenomenológica, podemosreconocer que tanto una idea como la otra son parcia-les.

Ambas son mapas que resultan apenas descripcionesdemasiado generales sobre la existencia humana. Unmapa es importante cuando te “invita” a recorrer portu propio pie el territorio que describe, y si te facilitala experiencia de mirar lugares y eventos hermosos. Ami me gustan mucho los lugares a los que la propues-ta relacional y post-cartesiana me invita a conocer. Meinvita a mirarme siempre incluyendo la mirada desdeotros y hacia otros, y me sugiere un misterio que jamás terminaremos de comprender, pero que brillacon una intensa belleza. El simple hecho de que losescritos de Emilio hayan motivado todas estas líneasme parece una muestra de ello. Yo no soy el mismoahora, después de haber sido tocado por sus palabras y su humanidad, que el que terminó de escribir eselibro. El Yaqui que surge ahora es el resultado de mirelación con Emilio. Agradezco que él también se hayadejado “tocar” por mi libro y que eso lo moviera aconstruirse conmigo de una manera novedosa. Cele-bro que es una persona respetuosa, amorosa e inteli-gente, ya que discutir aspectos teóricos con

personalidades de su nivel siempre resulta enriquece-dor y lleno de aprendizajes. Como él mismo lomenciona, resulta un excelente aliciente para sacudir-nos la “modorra intelectual” tan común en nuestrosdías.Quizá para Emilio nuestra respuesta a dicha"modorra" sea una buena muestra delcentro estable que debemos ser. Aunque desde mi

punto de vista se trate de una excelente forma demanifestar cómo la relacionalidad que nos fundamen-ta nos invita a suprimir nuestras diferencias y seguircon la ola, y cómo nosotros podemos responder ysurgir de dicha red de relaciones inventando formas dedestacarnos y mostrar nuestra originalidad.

Gracias Emilio y gracias todos los que hanseguido esta conversación.

 Referencias bibliográficas Martínez, Y. (2010). El Paradigma Relacional en la Psicotera-

pia Existencial. Revista Latinoamericana de Psicología Existencial. Un enfoque comprensivo del ser. No.1. Pp.25-35. Editorial: Fundación CAPAC.

 Martínez, Y. (2012a). Reflexiones sobre el “yo”. Una miradaexistencial 1ª. Parte. Revista Latinoamericana de Psicología

 Existencial. Un enfoque comprensivo del ser. No. 4.. Pp.30-37. Editorial: Fundación CAPAC.

 Martínez, Y. (2012b). Reflexiones sobre el “yo”. Una miradaexistencial 2ª. Parte. Revista Latinoamericana de Psicología

 Existencial. Un enfoque comprensivo del ser. No.5. Pp. 28-35. Editorial: Fundación CAPAC.

 Martínez, Y. (2012c) Psicoterapia Existencial. Teoría y prácti-ca relacional para un mundo post-cartesiano. México. Edita-do por el Círculo de Estudios en Psicoterapia Existencial.

 May, R. (1967) Existencia. Nueva dimensión en Psiquiatría y Psicología. Madrid. Ed. GredosRomero, E. (2012). Recupera-do en junio del 2013 (comentario realizado el 23 de diciem-bre 2012), dehttps://www.facebook.com/emilio.romero.18847?ref=ts&fref=tsRomero, E. (2013). Comentario de libro: Psicoterapia Existencial.

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