revista venezolana

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U.E. SAN MARTÍN DE PORRES PORLAMAR, ESTADO NUEVA ESPARTA AÑO: 2014 PEONÍA Autor: Manuel Vicente Romero García REVISTA DE CASTELLANO Y LITERATURA Editorial La Vida del autor. Vinculación de Peonía con la Novela: María de Jorge Isaacs Peonía – 1890 Venezolanismos en Peonía Visión de los Crítico sobre Peonía. Primeras Novelas Venezolanas Novelistas de Venezuela Literatura Tuyera

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Revista con contenido vario sobre literatura venezolana

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Page 1: Revista Venezolana

U.E. SAN MARTÍN DE PORRES

PORLAMAR, ESTADO NUEVA ESPARTA

AÑO: 2014

PEONÍA Autor: Manuel Vicente

Romero García

REVISTA DE CASTELLANO Y LITERATURA

• Editorial

• La Vida del autor.

• Vinculación de Peonía con la Novela:

María de Jorge Isaacs

• Peonía – 1890

• Venezolanismos en Peonía

• Visión de los Crítico sobre Peonía.

• Primeras Novelas Venezolanas

• Novelistas de Venezuela

• Literatura Tuyera

Page 2: Revista Venezolana

REVISTA DE CASTELLANO Y LITERATURA

EDITORIAL:

En esta revista de Castellano

y Literatura se dedica a la

novela Peonía, escrita por

Manuel Vicente Romero

García en el año 1890. El

autor desarrolla en esta

novela dos temas que nos

permiten conocer su ideario,

por un lado tenemos el idilio

entre Carlos y Luisa que nos

presentan diferentes

aspectos del sentir y del

pensar venezolanos a través

de una universal

manifestación como es el

amor. Esta pareja entre las

inconsistencias de los

sentimientos de Carlos y la

entrega total de Luisa, nos

muestran armonías y

contrastes a lo largo de toda

la obra.

Por otro lado esta obra

compara la naturaleza con la

situación de su país, y se

evidencia porque Carlos de

manera constante a lo largo

de la novela hace crítica a la

realidad de la situación

social que se vive en la

Venezuela de ese momento.

Esta obra literaria ha sido

considerada como una de las

pioneras en distintos género

literarios, algunos críticos la

consideran de la corriente

venezolana positivista, otros

críticos la incluyen dentro

del género venezolano

criollista, y alguno adicional

la refieren como literatura

tuyera.

Mauricio Hernández M.

Page 3: Revista Venezolana

MANUEL VICENTE ROMERO GARCÍA

L A V I D A D E L AU TOR

fue un escritor y político

venezolano. Trabajaba como

telegrafista cuando se alzó

contra el régimen de Antonio

Guzmán Blanco, por lo que pagó

cárceles y sucesivos exilios en

Estados Unidos, Perú y

Trinidad y Tobago. Expresó sus

críticas al mencionado

gobernante en La Delpinada.

Escritor de vocación, publicó sus

artículos de carácter literario o

político en periódicos y revistas

de la época, tales como Eco

Andino, El Cojo Ilustrado y

Cosmópolis. En estas dos

últimas publicaciones, sus

artículos recibían el nombre de

“bocetos” o “acuarelas”.

No se tiene certeza

en donde nació

Manuel Vicente

Romero García, hay

dos ciudades donde

se presume la

primera: Valencia en

el estado Carabobo y

la otra Camatagua

en el estado Aragua.

Lo que si se tiene

claro es que fue el 24

de julio de 1861.

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Page 4: Revista Venezolana

MANUEL VICENTE ROMERO GARCÍA

Pese al éxito de su obra,

la política lo absorbe.

Actúa como jefe de

Estado Mayor en la

revolución encabezada

por Cipriano Castro

(1899). Después de un

fervoroso apoyo, rompe

con Castro en 1902; se

exilia y regresa cuando

Juan Vicente Gómez

detenta el poder; una vez

más se va del país hasta

radicarse en Aracataca.

Vicente Romero García

dejó varias obras

inconclusas: Marcelo,

Escenas de la vida

revolucionaria, Mi

parroquia y Los pigmeos.

En 1966 se publicaron

sus Obras completas y en

1977 sus Notas

personales.

Su novela Peonía (1890) es

considerada como uno de los

primeros símbolos del

criollismo en la literatura

venezolana. Durante largo

tiempo se sostuvo siempre

que esta obra de Romero

García era cronológicamente

la primera novela venezola-

na y, junto con ello, el

primer libro a través del

cual se reflejó la naturaleza

y la sociedad venezolana en

personajes propios, con su

idiosincrasia característica.

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Page 5: Revista Venezolana

VINCULACIÓN DE PEONÍA CON LA NOVELA

MARÍA DE JORGE ISAACS

Esta novela es considerada por varios crítico

como una especie de réplica de María, de

Jorge Isaacs, donde escenas parecidas están

tratadas de manera diferente, donde se

narra la historia de un idilio amoroso, entre

una doncella campesina y su primo, un

joven ingeniero que queda interrumpido por

el destierro y la muerte. A pesar de las

criticas de su época Manuel Vicente Romero

García escribe una carta a Jorge Isaacs

donde defiende su novela.

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Page 6: Revista Venezolana

VINCULACIÓN DE PEONÍA CON LA NOVELA

MARÍA DE JORGE ISAACS

Al Sr. Dr. Jorge Isaacs.

Amigo mío: pongo a PEONÍA bajo los auspicios del ilustre autor de MARÍA.

No tienen mis páginas el mérito literario de las vuestras, porque yo escribo en la candente arena del debate político. Sin embargo, acaso encontraréis en ellas ese sabor de la tierruca que debe caracterizar las obras americanas. PEONÍA tiende a fotografiar un estado social de mi patria: he querido que la Venezuela que sale del despotismo de Guzmán Blanco, quede en perfil, siquiera, para enseñanza de las generaciones nuevas.

Quizá se resienta de mis rencores; pero ¿cómo no tenerlos cuando se nos humilla y nos envilece? ¿cómo separar de la pluma todo el ajenjo que ponen en el pecho el insulto y el ultraje? Vos sabéis, por propia experiencia, que en la lucha política se arroja lodo al rostro del enemigo cuando no se le puede vencer gallardamente.

Dadme, pues, el prestigio de vuestro nombre; dejad que una vez más sirva él de bandera en las batallas de la libertad. Vuestro apreciador amigo,

M. V. ROMERO GARCÍA.

Macuto, 14 de Marzo de 1890.

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Page 7: Revista Venezolana

La historia de Manuel

Vicente Romero

García nos ubica en la

Caracas del siglo XIX

aproximadamente

donde nuestro

personaje principal,

Carlos, se acaba de

graduar de doctor,

pero recibe una carta

de su tío Pedro -con

bellezas ortográficas-,

donde le pide que vaya

a Peonía, a resolver

un conflicto sobre una

Fundación entre él y

su tío Nicolás.

Tomado de Peonía:

Supongo que mis lectores querrán

saber lo que me dice el tío Pedro, y

para complacerles, ahí va la carta

íntegra, con todas sus bellezas de

ortografía:

"Peonía, Abril 30 de 188...

Mi querido Caslo:

Por carta de tu mama ce que lla te

graduate de dotor y como yo tengo

un deslinde con tu tío Nicola, guiero

gue sea tu el gue arregle eso.

Bente pues en al muleta amarilla

que te mando con el pion y la burra

cana para tus corotos.

Te bendice tu tio

Saludo a toda la familia: nosotros

estamos bien."

Pedro Contreras".

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PEONÍA – 1890

Page 8: Revista Venezolana

Es aquí en donde

Carlos emprende un

viaje hasta llegar a la

morada de su tío y su

segunda esposa

Carmelita y se aloja

por largo tiempo. Pero

no todo gira en torno

al conflicto entre sus

tíos, el cual solo es

mencionado en

algunas páginas, muy

al contrario: Carlos se

va enamorando de su

prima Luisa, quien

también le ama.

Tomado de Peonía:

IV

-¡Guá, señor! ¡El niño Carlos!

-El mismo, Celestina.

Era una negra vieja, la que me

cargó muchas veces en su petaca,

cuando mi familia viajaba por los

valles del Tuy.

Venía con su sombrero de cogollo y

su pañuelo colorado al cuello,

montada en un burro negro, entre

dos sacos de legumbre; las piernas

haciendo como carril al pescuezo

del jumento, flacuchento y pesado

como todos los de su raza

perezosa...

-¿Vas para el mercado?

-Sí, niño. ¿Y la familia?

-Buena. ¿Cómo está la tuya?

-Buenita, sin novedá. ¿Y para

dónde

la lleva?

-Para el Tuy, a la Peonía.

-¿Casa de Don Pedro?

-Sí.

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PEONÍA – 1890

Page 9: Revista Venezolana

Durante su estancia,

Carlos va dando a

flote su amor con

Luisa, pero es

injustamente culpado

por un crimen y

gracias a su madre,

Carlos es sacado de su

tierra y enviado a

Trinidad, tierra donde

solo durará un tiempo

viviendo, puesto que

luego es enviado

nuevamente a

Venezuela.

Tomado de Peonía:

Luisa me impresionó vivamente

desde el primer momento.

De cortes finísimos, había en su

rostro cierto tinte de melancolía

y dulzura que realzaban sus

correctas líneas.

Era delgada, pero de formas

esculturales; cuanto se puede ser

a los diez y seis años.

Sus palabras, su gesto, hasta el

ritmo cadencioso de su voz

acusaban candor y sencillez, y

decían a gritos que aquella

criatura tan simpática y tan

bella era muy desgraciada.

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PEONÍA – 1890

Page 10: Revista Venezolana

Ya en su patria,

Carlos decide visitar

nuevamente a su tío, y

es cuando sucede una

gran catástrofe: Un

incendio acaba con su

tío, la casa y una bala

desciende poco a poco

hasta el corazón de su

prima y acabar con

Luisa.

Tomado de Peonía:

El fuego devoraba la casa; las

maderas carbonizadas crujían;

los techos se desvencijaban con

estrépito ensordecedor. Junto a

un naranjo, estaba un grupo

harto aterrador. Mi tío Pedro,

con el vientre destrozado por un

puñado de guáimaros,

agonizaba, y Luisa, herida de

bala en el omoplato izquierdo, se

revolcaba en un charco de

sangre.

-¡Carmelita! ¡Carmelita!-

murmuraba mi tío en su estertor.

-¡Carlos! ¡Carlos!-profería Luisa.

-¡Aquí estoy, ángel mío!

Y volvió a mí los entornados ojos.

-¡Me muero, Carlos!

-No, mi reina, has de vivir; aquí

estoy yo.

Y la besé mucho, mucho, en la

frente, ya marchita, y en los

rasgados ojos, ya sin luz para mí.

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PEONÍA – 1890

Page 11: Revista Venezolana

Peonía es una historia con el habla netamente venezolana

de ese tiempo, un romance imposible entre familiares y un

libro que muestra la rica cultura de esta tierra. Se ha

realizado un glosario de Peonía que ayuda a entender

muchas de las palabras usadas por el autor.

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VENEZOLANISMOS EN PEONÍA

Aguacerito blanco. Impertinente.

Amargo. Aguardiente aromatizado con cáscara de sidra,

limón o sauce; con semilla de fruta-de-burro o pimientilla;

con hierbabuena o anís o malojillo. El aroma le da nombre.

Amugar. Se dice de las caballerías cuando en señal de

disgusto vuelven las orejas hacia atrás, casi hasta pegarla

al cuello.

Arepa. Pan de maíz.

Bolsones. Alforjas.

Burro. Especie de artesa de madera, donde se ponen las

cañas que han de entrar en los cilindros de trapiche En los

Estados Unidos lo llaman mesa. Cabullera. Cabullería.

Cacha-blanca. Cuchillo grande y ancho con empuñadura de

hueso.

Camisón. Se llama así el traje de la mujer, cuya enagua

está adherida al corpiño.

Casiragua. Ratón silvestre.

Page 12: Revista Venezolana

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VENEZOLANISMOS EN PEONÍA

Catire. Rubio.

Coa. Abertura practicada en la tierra para depositar la

semilla. También se denomina así la siembra de un año.

Conuco. Terreno cultivado de cereales. Pequeña posesión

rurales.

Corte. Trabajo del día en los campos.

Cotejo. Lagartijo.

Champurrio. Mezcla de licores.

Chinchorro. Hamaca de cabulla o hilo grueso, tejido de

malla.

Chipola. Aire de joropo.

Chivarse o comer orégano. Enfurecerse.

Chupado. Triste, amilanado. Se conjuga todo el verbo como

reflejo.

Chusco. Mono.

Dejar el pelero. Huir.

Dure. Asiento hecho del tronco de un árbol.

Eco...! Exclamación de burla.

Emburradora. La persona que pone las cañas en el burro

del trapiche: regularmente es una mujer o un muchacho.

Entiempada. Se dice de las hembras en la época del celo o

de la brama.

Page 13: Revista Venezolana

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VENEZOLANISMOS EN PEONÍA

Entrépito. Entrometido. Intruso.

Erica. Abeja americana.

Estar niña. Ser niña. Estar virgen.

Estrógamo. Estómago.

Fustán. Enagua.

Gamelote. Hierba áspera, alta y de fácil reproducción.

Abundada en el Túy y en las orillas de del lago de Valencia.

Algunos académicos rurales opinan que esta voz es

corrupción de gramalote. Garrazí o uña de pavo. Pantalón rematado en puntas que

semejan las uñas de un pavo. Lo usan nuestros llaneros.

Golpe. Son. pieza de Joropo.

Guáimaro. Munición gruesa usada en la caza.

Guayuco. Tela que los indígenas se arrollan en la cintura

y los muslos para cubrir su desnudez... Remplaza a la hoja

de higuera del Paraíso, y la hoja de parra de las estatuas...

Hacer sangre. Simpatizar.

Incondicionales. Diéronse este nombre -en al ceguedad del

servilismo- los amigos e instrumentos de Guzmán Blanco.

Hoy se denomina así a las mujeres pública de la más baja

clase.

Jalar de gaza. Apretar constreñir, hostigar.

Page 14: Revista Venezolana

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VENEZOLANISMOS EN PEONÍA

Joropo. Baile nacional: música nativa; las figuras

participan de las danzas africanas y los bailes populares

españoles.

Lambío. Fresco, grosero.

Lambiojo. Pequeña abeja americana, cuya peculiaridad

consiste en picar los ojos a los hombres y animales, cuando

se las molesta en sus casa de barro, de forma cónica,

colgantes de los arbustos.

Lebrillo. Aljofaina de barro, tosca.

Liquiliqui. Blusa.

Madrina. En el trabajo de los llanos se llaman así las reses

mansas que sirven para conducir las cerriles. También se

llama madrina a toda las partida que se arrea de un lugar

a otro.

Manare. Cedazo ordinario de corteza de caña brava, con

borde de bejuco.

Malojo. La mata de maíz apenas espigada, que se usa como

pasto para las bestias de silla y tiro. Los académicos

rurales dicen ser corrupción de malahoja o maloja.

Mamantón. El que es preso por primera vez.

Mandador. Foete tosco.

Page 15: Revista Venezolana

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VENEZOLANISMOS EN PEONÍA

Medianeros. En los fundos de caña, los colonos que

siembran a partir cosechas con el dueño de las finca.

Mecha. Chanza.

Meremere con pan caliente. Acción de castigar a los niños

con rejo o chancleta.

Miados. Obsequios que se dan en las casas pobres, cuando

nace un hijo. Regularmente es de aguardiente de caña con

alhucema y miel de abejas.

Misia, misea. Corrupción de mi señora. Se usa para las

mujeres de alta posición.

Moriche. Palmas de las márgenes del Orinoco y sus

grandes afluentes. De la fibra se hace una cabulla de la

cual se fabrica chinchorros. En el Orinoco llaman moriche

un pájaro que equivale al turpial del centro.

Mujerero. Mujeriego.

Novillo. Toro castrado que se destina al matadero.

Ña, Ño. Abreviatura de doña. Abreviatura. Se emplea para

los viejos pobres o de baja estofa. Doña se usa para las

mujeres de mediana posición.

Ornada. Corrupción de jornada. Golpe, Son.

Pelar. Errar en el tiro; no dar en le blanco.

Perrero. El que levanta la caza con los perros.

Pichagua. Especie de cuchara de tapara.

Pichirre. Mezquino miserable.

Page 16: Revista Venezolana

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VENEZOLANISMOS EN PEONÍA

Pilón. Mortero hecho de tronco de un árbol, para

quebrantar los granos de maíz y arrancarles el pergamino.

Plan. Comarca, sitio, lugar.

Plantilla. Planta nueva dícese del café.

Punto. Sitio de cada cazador en la batida.

Punta. Partida de reses vacunas: en las marchas de

nuestro ganado se hacen las puntas de diez reses para

cada peón.

Potrero. Potril. Dehesa.

Rastrojo. Conuco abandonado.

Roza. Se dice del terreno virgen descuajado y sembrado.

Sorra. Carretón de bueyes de cuatro ruedas, con resorte de

acero sobre los ejes.

Tapara. Calabaza seca de la fruta del totumo.

Tierra de Jugo. Cementerio general de Caracas.

Yare. Agua, azúcar y ácido prúsico, extraído de la yuca al

hacer el cazabe.

Zambe. Aire de joropo.

Zoca. El retoño de caña de azúcar: la segunda y la tercera

cosecha del fundo.

Page 17: Revista Venezolana

VISIÓN DE LOS CRÍTICOS SOBRE PEONÍA

Para los profesores Osvaldo

Larrazábal H. y Gustavo Luis

Carrera, la novela nacional es

el resultado progresivo de una

serie de factores que se fueron

asentando adecuadamente

para permitir la elaboración

de un movimiento que, en un

momento determinado, influyó

en la novela posterior, y dejó

establecidas las bases para el

logro definitivo de un modo de

expresión. Peonía será una de

esas obras, novela que trajo a

la crítica diversos pareceres,

unos a favor y otros en contra.

Mireya Vásquez Tortolero Peonía, fue escrita por

Manuel Vicente Romero

García. Su primera edición

fue en 1890 y según el propio

autor, es una “seminovela”.

En el prólogo hay una carta

dirigida al señor Jorge Isaac y

donde Romero García toma

posición con respecto a los

temas que tratará en su

novela. En ella quiere

mostrar la situación social

que vive Venezuela en ese

momento: el período del

Guzmancismo, momento de

controversias en el país.

El Positivismo con sus nuevas

ideas sociológicas y

científicas, se va

introduciendo en los jóvenes

universitarios, para orientar

las comunes preocupaciones

del alma venezolana. Romero

García pertenece a estos

jóvenes. Los integrantes de

esta generación hacen de su

trabajo literario un

instrumento polémico para

interpretar la realidad

histórica y social del país. 16

Page 18: Revista Venezolana

VISIÓN DE LOS CRÍTICOS SOBRE PEONÍA

En el estudio crítico que

precede a la obra dice que

Romero García fue positivista

integral: como pensador se

adhirió al materialismo más o

menos ateo; como científico, a

la teoría de la evolución: y

como sociólogo, a todos los

ideales de progreso humano,

desde el mejoramiento de los

sistemas de trabajo y de los

gobiernos. (prólogo p. XXXII)

Edoardo Crema (1952)

Dice que Peonía encierra el

ideario de Romero García. En

ella hay un llamado a la

tierra, y más que a la tierra

grande, lo hace a la

“tierruca”, a lo regional.

También encontramos

denuncias de la realidad

nacional, hay cuadros

costumbristas y la presencia

del idilio entre Carlos y

Luisa.

La novela presenta las

remembranzas del personaje

principal: Carlos. La frase

inicial Mi ánimo se ha

serenado ya indica que lo

relatado posteriormente ha

sucedido con anterioridad. La

narración se hace en primera

persona. Esto permite conocer

los sentimientos y la forma de

pensar de Carlos, quien es el

que narra. Conocemos su

posición ante muchas cosas.

Santiago Key Ayala (1955)

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Page 19: Revista Venezolana

VISIÓN DE LOS CRÍTICOS SOBRE PEONÍA

Se desarrollan, en la novela, dos

temas, que nos permiten conocer

el ideario del autor. Por un lado

tenemos el idilio entre Carlos y

Luisa, quienes, como dice Pedro

Díaz Seijas (1966) nos presentan

diferentes aspectos del sentir y

del pensar venezolanos a través

de una universal manifestación

como es el amor. (p. 445) Esta

pareja entre las inconsistencias

de los sentimientos de Carlos y

la entrega total de Luisa, nos

muestran armonías y contrastes

a lo largo de toda la obra.

En el idilio, la novela muestra

sus rasgos románticos, pero

pesimistas. Desde el mismo

inicio, se vislumbra el final

trágico del idilio de la pareja

protagónica.

Finalmente podemos decir

que Peonía es una obra de

contrastes: El tío Nicolás y el

tío Pedro; el amor, que

representa la vida y el

incendio que muestra la

muerte; los momentos de

felicidad de Carlos con Luisa

y los de dolor en la prisión y

luego en la hacienda cuando

encuentra moribunda a su

prima. También vemos

reflejada la época: de atraso

en lo social, educativo, político

económico… En ella hay

hermosas descripciones del

paisaje, costumbres y formas

de vida, personajes típicos

como doña Segunda que le

dan ese sentido original y

venezolano a la novela. Por

todo ello tenemos que

valorarla y considerarla un

modelo de la narrativa

posterior.

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Page 20: Revista Venezolana

PRIMERAS NOVELAS VENEZOLANAS

Muchos autores

coinciden al afirmar que

la novela venezolana

surge a mediados del

Siglo XIX, tras la

publicación de Los

mártires, de Fermín

Toro en 1842. Las

primeras novelas

venezolanas siguen los

postulados de las

corrientes literarias que

para la época

prevalecían en el ámbito

mundial. A excepción de

las inscritas en el marco

del modernismo

movimiento litera-rio de

origen latinoamericano.

En el tardío romanticismo

venezolano, tuvieron gran

aceptación las novelas de

carácter histórico que se

adaptaban al espíritu

romántico, como Blanca de

Torrestella (1868), de Julio

Calcaño. Bajo estas

influencias románticas se

escribieron muchas novelas

de tono sentimental, así

como también novelas de

denuncia: Zárate (1882)

de Eduardo Blanco y

Peonía (1890) de Manuel

Vicente Romero García.

En la mayoría de los casos,

las primeras novelas

venezolanas funcionan

como tribunas para

denunciar las injusticias

sociales, o como

instrumentos pedagógicos o

de construcción de la

identidad nacional.

19

Page 21: Revista Venezolana

PRIMERAS NOVELAS VENEZOLANAS

A partir de los inicios del siglo XX,

estas preocupaciones se irán

relajando: el valor literario y

estético cobrará mayor importancia,

sobre todo tras el surgimiento del

modernismo, en el que prevalecía el

cuidadoso lenguaje y el adorno

retórico. Son piezas claves para

comprender la producción de este

período las novelas de Manuel Díaz

Rodríguez quien publica en 1901 su

primera novela: Ídolos rotos, sátira

política y social de la sociedad de la

época, evidenciando una

problemática lucha entre lo

nacional y lo mundial. A través de

esta novela y del resto de su

producción, Sangre Patricia (1902)

y Peregrina (1922), percibimos una

fina sensibilidad que idealiza la

naturaleza venezolana, cruzada por

tipos y costumbres; sensibilidad

plasmada en las páginas a través de

un lenguaje cuidado y

extremadamente culto.

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Page 22: Revista Venezolana

NOVELISTAS DE VENEZUELA

• José Vicente Abreu

• Laura Antillano

• Alfredo Armas Alfonzo

• Antonio Araíz

• José Balza

• Alberto Barrera Tyska

• Margarita Belandría

• Rufino Blanco Fombona

• Eduardo Blanco

• Mario Briceño Iragorry

• Luis Britto García

• Varlos Brandt

• Israel Centeno

• Pedro Emilio Coll

• Guillermo de León Calles

• Victoria de Stefano

• Manuel Díaz Rodríguez

• Ramón Díaz Sánchez

• Pedro César Dominici

• Alicia Freilich

• Rómulo Gallegos

• Salvador Garmendia

• Adriano González León

• Francisco Herrera Luque

• Boris Izaguirre

• Gabriel Jiménes Emán

• Alberto Jiménes Ure

• Francisco Massiani

• Guillermo Meneses

• Pedro María Morantes

• Stefania Mosca

• Enrique Bernardo Núñez

• José Napoleón Oropeza

• Miguel Otero Silva

• Julián Padrón

• Antonio Palacios

• Teresa de la Parra

• Mariano Picón Salas

• Camilo Pino La Corte

• José Rafael Pocaterra

• Ednodio Quintero

• Manuel Vicente Romero García

• Denzil Romero

• Armando José Sequera

• Vicente Ulive-Schnell

• Arturo Uslar Pietri

• Federico Vegas

• Óscar Yanes

• Slavko Zupcic

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Page 23: Revista Venezolana

LITERATURA TUYERA

La Literatura Tuyera, es decir, la literatura escrita por autores no solo nacidos o residenciados en la región mirandina de los Valles del Tuy, sino que también reflejan en sus obras cierto arraigo tuyero, comienza a gestarse solo a partir de finales del siglo XIX, y es con Francisco Tosta García (Charallave, 1846-1921), con quien podemos comenzar a hablar de Literatura Tuyera, y más específicamente, de narrativa tuyera, pues Tosta García, como es sabido, fue esencialmente novelista.

Antes de él, escasos autores y artículos de costumbres, vieron a los Valles del Tuy solo como una más o menos relevante referencia geográfica para historiadores del proceso independentista y, más atrás en el tiempo, misioneros de la época colonial, a excepción solamente de Manuel Vicente Romero García, cuya novela Peonía, por cierto inauguradora del ciclo de la novela nacional y costumbrista venezolana, ve al Tuy como referente para la escritura creativa. En ese sentido, conviene avisar al lector que no nos referiremos acá a quienes destacaron más como cronistas que como creadores.

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