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La Policia Metropolitana de Ia Ciudad Aut6noma de Buenos Aires GABRIEL I. ANITUA [DirectorJ

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La Policía Metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos AiresGABRIEL I. ANITUA (Director)La Policía Metropolitana de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires / dirigldo por Gabriel l. Anitua. 1'ed. - BuenosAires, Ad-Hoc, 2010. 398 p.; 23x16 cm. ISBN: 978-950-894-828-1 1. Derecho Penal. l.Anitua, Gabriel CDD 345Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Retóricas participativas y apelación a la comunidad.Key Words: Policía comunitaria. Policía de proximidad.

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Page 1: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

La Policia Metropolitana

de Ia Ciudad Aut6noma de Buenos AiresGABRIEL I. ANITUA [DirectorJ

Page 2: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

Gabriel l. Anitua

IA POLIC1/\ METROPOLITANA

DE LA CIUDAD AUTONOAAA

DE BUENOS AIRES

GDAD.tbc

Page 3: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

Primera edici6n: noviembre 2010

La Policta Metropolitana de la CiudadAut6noma de BuenosAires / dirigldo por

Gabriel l.Anitua.1'ed. - BuenosAires, Ad-Hoc, 2010.

398 p.;23x16 cm.

ISBN: 978-950-894-828-1

1. Derecho Penal. l.Anitua,.Gabriel 1., dir.

CDD 345

DrREcctéN ÉolroRtAL

Dr. Rubén O.Mllela

@AD-HOC S.R.L.

Direcci6n, Administracidn y Correspondencia:

Mamonte 1 450 - Tel. lF ax'. 437 1 -077 8 / 437 1 -6635

C1055ABB BuenosAires, RepÙblicaArgentina

[email protected]

$lww.editorialadhoc.com

lmpreso en laArgentina

Derechos reservados por la tey 1 1.723

I,(IB At''I'(INIiS Y I'AIITICIPANTES DE LA INVESTIGACI6N

lù*dl,lnltuu&#f rR Dslscho por la Universidad de Barcelona, màster en "Sistema pe-

ffi y problcrtr§! Bociales" de la Universidad de Barcelona, Diploma de Estu-

fi0ÉAvrtundor en Derecho Penal en la Universidad del Pais Vasco, abogado

h Unlvsruldad de Buenos Aires y licenciado en Sociologia por la misma

ill$tltlàd Bccario predoctoral del Gobierno vasco, en la UPV de San

ttltn ( 1907-1S99), y posdoctoral de la Fundacion Humboldt, en la Johann

ng Oo6th6 de Frankfurt (2004-2005). Actualmente es profesor adjunto

ffiSfir d* Dorecho Penal y Criminologia en la Facultad de Derecho de lanlrlad do BuenosAires. Autor de los libros Justicia penal pùbllca, (2003);

lar da krs pensamientos ciminologicos (2005) (traducida al portugués,

EEl, ,rarpclros, soguridad y policia (2009); La cultura penal(2009), (coord')

I Cnr*yrra xobre eniuiciamiento penal (2010).

li*rAo [email protected]

nEdà lrrlulnrky cascini:

ffirnllno, nacido el 27 de julio de1977 en Caracas, Venezuela. Licenciado

Ldlat, Unlversidad de Buenos Aires. Docente en el nivel secundario y

y colaborador en diversos proyectos de investigacion UBACyT.

re desempefia también en el àrea de prensa de la Cancillerla

tt I c o b c7 9 @ h otm a i l. co m

Cehedo:

en Ciencias de la Comunicaci6n, Facultad de Ciencias Sociales,do Buenos Aires. Magister en lnvestigaciòn en Ciencias Socialeson Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. lnves-

dal lnatltuto de lnvestigaciones Gino Germani-Conicet. Docente en

y Pràcticas de Ia Comunicacién I de la Carrera de Ciencias de la(UBA). Realiz6 la préctica de fin de la carrera y su tesis de

Page 4: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

licenciatura en el Plan de Prevencion del Delito dur3nte los anos 2000 y 2003.

Actualmente investiga los discursos de las vIctimas de la inseguridad a través

de las redes vecinales conformadas en la Ciudad y el Gran Buenos Aires.

Contacto: calz [email protected]

Roberto M. Carlés:

Abogado con diploma de honor por !a Universidad de Buenos Aires. lngreso a

la carrera docente en el departamento de Derecho Penal y Criminologia en la

Facultad de Derecho (UBA). Autor de articulos de derecho penal y criminolog[a.Doctorado en Derecho Penal en la Università ciegli Studi di Ferrara, actual-mente realiza una estancia de investigacion en el Max-Planck-lnstitut fÙr

auslandisches und internationales Strafrecht, en Friburgo de Brisgovia.

Contacto: [email protected]

Sofia Clerici:

Abogada con diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires. Docenteauxiliar de la asignatura Histoi'ia del Pensamiento Criminologico en la Facultadde Derecho (UBA). Esté terminando sus estudios de licenciatura en Cienciasde la Comunicaci6n (UBA) y se desempeia laboralmente en el Ministerio Pù-

blico de la Defensa.

Contacto: [email protected]

Julieta Di Corleto:

Abogada con diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires yrecibi6 el grado de Maestria en Derecho (L.L.M) de Ia Universidad deHarvard en 2002. Fue becaria de la Fundacion Fulbright entre 2002 y

2003 y becaria del Programa de Derechos Humanos de Harvard Universityen 2002. Es candidata del Programa de Doctorado en Historia dela Universidad de San Andrés, donde investiga la delincuencia femenina y

su castigo (siglos xrx y xx). Jefa de Trabajos Précticos de la Facultad deDerecho (UBA), adscripta a la càtedra del Dr. Hendler. Es autora depublicaciones referidas a temàticas vinculadas con derecho penal,orocesal penal, derechos humanos y género.

Contacto: jdicorleto@g mail. com

Mariano Gaitàn:

Abogado, egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de BuenosAires. Auxiliar docente en la materia Historia del Pensamiento Crimi-nol6gico (càtedra Hendler-Anitua), de la Facultad de Derecho (UBA). Trabajacomo abogado de la Asociacion Abuelas de Plaza de Mayo.

Contacto: [email protected]

F ,'.r!! ,! l.tt,rl

, r.. t,, ,,tr,....r(l{r rlr,lrr I ;tr:trllrrd de Derecho de la Universidad de Buenos=" r,,',,r1''1.1111r.rr,rr:;rrt:rrriìder prot.Dr.Hendrer,esdocenteenlamateria' , rr r rr'11'..1s1111 '111, orrrrrr-rolÒgico desde 2007. Desde 200g, es asesor:: : i , ., ,r.ri r,,. 1,('lìrl.rì(:t;ltia de la NaciÒrr, organismo estatal de proteccién

'' i"r,r. ir"r('(;rr():i lrrrrnarros de detenidos en càrceles federaies de laj=.,,r,i.r ,\rt,,r ilr.v,rrros articulos sobre el sistema penal.

.i.t i,, t.y111111,,1rt,tlgtlltoltnail.Com

I , r=' I 4rr, .!rrl I ..nt(,ro:r 1 r r ' ' ,,rr ,rrrrrrrrì;r tlc rronor por ra Universidad de BuenosAires. Magister

'"i' r,r r r','rr,rr y Pr.rrre.nas penares por ra Universidad de Barcerona. Su,-=- rr:r,r1r,.r11.1'.r'lrttrrri"lnsuficienciasdel control social.origen,cesviaciÒn, ,t,.,rr'....r rr, r;oncepto difuso". Docente de la càtedra del prof. Dr.! ' ' ,r, 1., r ,r,,rr;rrl rle Derecho (uBA). Dicto cursos en el ciclo profesio-,,'..r r,r,r rlr.rlrr;lt;r casa de estudios. Es autor de diversos articulos y

= ,=:, , , r,,r , rì,,lrr,r:; r;.lectivas sobre criminologia, derecho penal y procesal

,t,. i., tl.ttt, r.,.lttrttt:[email protected]

l',r, rlrrli ,, !,, ,,1r,,,,,1111; ri. la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos

,i, ,rrl,l,,rr,rrl. lronor. colabora informalmente en las actividades do_:: '|i: , 'l' rrrvi".rrrrrrr;irin que dirige er Dr.Anitua. se desempefra raboralmente= ,:: r,, tr, r.r t,.rl,,r;rl rle la Ciudad de BuenosAires.

.,i.:, r,, it'.t, tlttt /4(@hotmail.com

V{l-' a= l\ I'rr r o:

i :,., r, ,l r,trr.rrl,r rx-,n diploma de honor por la Facultad de Derecho de la"" ..' ,r,r ,r ,r, 8rrr:rrrs Aires y Magister en criminologia y sociologia Juridi_

r ;'i, ir r',,r r'r lJrrrv.rsidad de Barcerona. Es auxiriar docente en las asigna-r' r,'. l'r'rì,ìl{ls comparados, Historia der pensamiento criminorégico

r,', l',.rr,rl y ( lcnero, todas ellas del Ciclo profesional Orientado de lar ,l, t r,,ri.r.lr. (UBA). Es miembro del Observatorio del Sistema penal

r,=i,,.r,,rr,,,.ilrrrrrr.osdelaUniversidaddeBarcelona,dondetrabajocomo' ==iì,, r,,r.r rrrrr.r.te er bienio 2006/2009. Ha escrito diversos trabajos de' == ii'r.,, r, ,r | ' ' 'rrr ( ' tr:mas de derecho penal, criminologia, firosofia del dere-r, , '1,.r, , 1r,,,, l11111,rnos. Actualmente se desempefra como prosecretaria..,i!:ir. r, L r ,lr l. r I )cfensoria General de la Naci6n.

,,ri=. t,, r .tl,,1ttt.t:o(tùgmail.com

Page 5: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

TNDICE

ftrrrttlarlritr. lil conocimiento sobre lo cuestifin ile la poli-ùa y lt p11,guriclad. en la Ciudad de Buenos Aires(llnnu,;r. l, Amrrun

2sl Srt tt11t,t'ltx de polòcia comunitarùa en los Estados [Jnid,os

,itr rp;'rn I)r Conlpro

§l lrlrlerrr,r kx'al d.el dekto en la Ciudail Autdnoma de Bue-,tru ,,lilcn. I7el,6rìcas partòcipatioas g apelaciùn ala co-muulitllllnrrrr'r'o M. CenlÉs

lre ley tlttt' t:7e6la Polùcia Metropolitqna d.e la Ciudad deIhuwla Aires(lnntrrtct. l. ANrrua

fttnrtl n(lt)r(§ de sentido g estrategias discursioas. (Jna

mh uiu ecerca de la creaciiln de una Policia comunòta-,lrr lrr h Ciudad de Buenos Aìres !! su repercusi1n enhrc nte,ilirttt de comunicacù1n masiua

Rnrla (ir,r:nrct . .

ll Snhlunut ilc la Policta

UÉa rt;rr,,.ui trurcì1n a los puntos de partùda ile los actualeslfi ttgr(uttu$ de formacìdn poli,cial

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63

87

23

127

149

llrxln N. Rolort 165

Page 6: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

§ gffrl*rno local del delito en la Ciudad Aut6noma de Buenos Aires.Rct6dcas paÉicipatÌvas y apelaci6n a la comunidad

RoeEnro M. C-ARLEs

A prsirr dcl escaso debate que precedi6 a la sanci6n de la Ley&6rrr klirrl Pùblica,t ayuno, por lo dem6s, de cualquier referen-lefrr llir «1ue permitiera inscribir a la nueva fuerzade seguridadlett,r err r:l marco de alguna politica de prevenci6n del delitox'lrlir o abordada por el saber criminol6gico; y no obstante el

!r llrtnl)o que lleva en funciones la flamante Policia Metropoli-,r rs 1l«rsible deducir, a partir del tràmite parlamentario, de

fltnrlrrrrrcntos y del texto de algunas normas relevantes, y enflt rrLrr, rle la ret6rica de la actual gesti6n, ciertas tendenciaslrerrrrltcrr aproximar a la nueva policia al modelo de policiartllrtrla, o, màs precisamente, que permiten abordar el dis-

tu ollll:rl -plet6rico de contradicciones- en tanto que ret6ri-

tle rrp|lilci6n a la comunidad. En las pàginas que siguen, nosrllrlnos entonces:ll rrrurllzar esta ret6rica que permea la gesti6n priblica en

lotl:rs sus àreas, dando cuenta de su orisen y de algunaslriticas de la que es obieto;:rlrordar las particularidades que asume la ret1rica de laltroximidad respecto del gobierno del deiito;st'rialar las razones por las que es posible referir a la fla-r r urrrte Policia Metropolitana a este tipo de gestt1n d"e proxi-rrtldad;

LrV ll{114, <1ue crea la Policia Metropoiitana, sancionada por ia Legislatura de lat{trrlrrrl Arrt6noma de Buenos Aires el 2A/1O/2OOA.ta 11 rllr,i:r Metropolitana comenz6 a funcionar e\ 5/2/2OlO, aunque solamentelil rtlgtrrros barrios de la zona norte de Ia Ciudad de Buenos Aires.

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tfit

Page 7: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

54 LA POLICiA I'4ETROPOLITANA DE LA CIUDAD AU,I ON(JMA I)t: EUENOS AIRES

ff,) indicar los factores que permiten visuaiizar retrocesos clrrelacidn con un modelo de participaci1n comunitctria: y,

por ùltimo,V) caracterizar las tendencias de la politica de sesuridad por-

.tefra en cuyo contexto deberà despiegarse la actividad dcla nueva fiterza de seguridad.

l. La apelacidn a la comunidad y la retdrica de la proximidad

[,a crlcrgcncia dc la apclaci6rt ala comuniiad, asi como delrr rt'triri«'a «l«: la prrrxinticlacl y, ctì gcneral, de la reflexi6n poiiticasrrllr c lo lor';rl, r.s ('oltri(,('u(:ncia rlc la birsqueda de respuestas fren-lr' ;r l;r lr lsls rlt' llr «l«'rrro<'r.:r('ilr rcl)rcscntativa,3 màs precisarnente,rlc lornr:rs «lr, lr(lll)tlt('i()n llragrnatica a esta situaci6n, en las querro rr':irrl(r'rr ;rllr:r':r<los srrs valorcs fundarnentales. Este mouimien-/rr rt'sr'r,rrrlr,rrlr,(lllrtrrcliarrx, 1999), resultado de distintas iniciati-vllri ()llgirrrr<lrrs crr cl sctro del poder, en todos los casos se mani-Iltl.,lrr :r«'orrrlxrfraclo cle una ret6rica que exalta la participaci6n y la<'ilorJcrrrreté. Asi, la idea de que el espacio local es un lugar privile-[irì([o para la participaci6n democrAticase apoya en la posibilidaddc que los ciudadanos puedan expresar y canalizar sus interesesa través de un contacto màs estrecho con sus representantes.a

Es posible seflalar entonces, a grandes rasgos, que la apela-ci6n a la participaci6n comunitaria, o a Ia proximidad, se basasobre dos presupuestos bàsicos:

-1.) que Ia articulaci6n de canales de comunicaci6n entre Iagente y sus representantes, organizados en el territorio

Brisqueda alentada desde Ia filosofia politica por las reflexiones sobre la cues-ti6n de la dernocracia deliberativa, uno de cuvos méximos exponentes es JùrgeuF{.rnenlres. Conf. Krr-c (i996); Paolorrr (I996); sobre el debate contemporàneoen torrìo a la democracia deliberativa, véase FIaeenMAS (1997), Capitulo \4ll;también conf. Er-sran, John (1998); BoHrrra:v, J; Rerrc, Vl (1997).Màs allà de la inabarcable literatura sobre Ia politica y ia participaci6n local,es,desde 1a teoria politica se recurre a aÌgunas citas clàsicas que parecen seialar aIos espacios territoriales reducidos corno los mds propicios para el ejercicio defornras de gobierno democràticas. Asi, p. ej., Morurnsgureu (t1748), i956:14):"La propriété naturelle des petits Etats est d'étre gouvernés en république; celledes rnédiocres, d'étre soumis à un rnonarque; celle des grandes eilpires, d'ètredourinés par un despote". (De l'Esprit des Lois. Libro VIII, Capitulo XX); tam-bién Rousspau (117621 1943:207): 'En général, ie gouvernement démocratiqueconvient aux petits Etats, I'aristocratique aux médiocres, le monarchique auxgrands " (Le Contrat Social, Libro III, Capitulo IX).

ROI]ÉRIO I.4. CARLÉS

locrrl (clrrrlzt(l o ltunicipio), en forma descentralizada, per-rììlt(. ,ì los uecinos expresar cuàles son sus problemas dent:ryor (rasccndencia, de los que conocen las particulari-r lrrrl«rs que manifiestan en su entorno màs pr6ximo;5

. ' i ( I I r(: los representantes, conociendo esta informaci6n, pue-

rlr.rr proveer la mejor soluctdn a estos problemas, Ia querrrl«rulàs pucde ser el resultado de cierto consenso alcan-z;t(lo. Hasta aqui, conceptos màs o menos rastreables enk rs cnfoques pluralistas de la democracia (e. g. Robert Dahlt'l uL.).

I ;in orìrbargo, no s6lo los problemas "de ia gente" son el resul-t.rrlrr rlc llll proceso de construcci6n social en el que las represen-t.t' i,,n(.ri rncdiàticas tienen un peso preponderante (conf. Clérici,nr r '.lc volurnen), sino que tamtlién la interacci6n semi6tica dis-t r i I r r 1 i,r' I r r ndamentalmente representaciones y significaciones orien-l,rrl r., l ltr subletivaci6n. En la ret6rica participativa, comunitaria, r lr l)r «rximidad, los uecinos son los sujetos que expresan opinio-

, irrtcreses que, no obstante sus diferencias, son tenidas enr rrr rl,r 1rcr igual por parte de los representantes politicos (conf.Àrrrrrrrrzi:rta, 2OO8, con cita de Jacques Rancière al respecto). trlr rllrlrr(, comunitario parte, entonces, de la premisa de que exis-rr rr ,rllorcs objetivos que, frente a un problema real, ob.ietivamen-tr ,lllirrritable y sobre el que tienen un conocimiento privilegiado,1'1, ,lln transmitir a sus representantes sus preocupaciones y sus,lr rrr,rrrrlas, e incluso aportar algunas posibles soluciones, parailrri r':r{os reciban e interpreten la suma de todas estas opiniones errtr't('s()s como Ìos de toda Ia comunidad. En tiempos en que laI r t,,r i('iì del consenso se impone desde los medios masivos de co-

= l i'r li( ntplo, en Italia fueron introducidas diversas instancias de participaci6n,' l, .r( rr('rdo con lo establecido en lineas generaies por la ley 142 de 199O (conf.', \rlri(,Nr, 1999). En todas ellas, subyace Ia idea de proteger Ios intereses de los, ril,lil(liìnos; intereses que a su vez son Ia causa -y muchas veces tarnbién lalu.rrli(aci611- de la participaci6n. Ei art. 10 de laley 742 prevé la creacidn,,l,lll!ìloriadecircunscripcionesdescentralizadasencornunasdemÉsde 1OO.OO0lr.rl,rl;ìntes, siendo faculiativa para las comunas de màs de 3O.O00 habitantes.I tr r, , r lt' los problemas identificados por SaeeroNr ( 1999) es el caràcter restrictivo, l, Lr participaci6n, que ternina abarcando Ia representaci6n de algunos intere-'' '. p;rrticulares, lo que convierte a las pràcticas participativas en una nueva., I rr rr ;rci6n entre Ia politica y la sociedad. Por su parte, Ia democracia local fran-

, , r..r, que se caracteriza por Ia importancia conferida a la participaci6n de loslr.rl,lt:urtes y por un mayor nivel de instancias para su realizacidn, es también,,1,1r'1o de criflcas similares (conf. Peolor*rr, 1999).

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66 LA POLICIA YETROPOLI'iA.NA DE LA CIUDAD AU,ONOMA DE BUENOS AIRES

municaci6n, la idea de un acuerdo entre partes ar[l.nizabres, crr-paz de representar los intereses del conjunto, es de fàcir asimir._ci6n para el flujo dei sentido comÉn.De acuerdo con esta perspectiva consensual, ..todo litigio s«:convierte en el nombre de un problema. y todo problema puedcreferirse a la mera falta o al mero retardo de ros medios de su soru-ci6n' (Rancière, I 996: I 35-). Se trata, pues, de una perspectiva defi_ciente a la hora de aborclar los conflictos que tienen lugar en elespacio social, y que considera a la sociedad como una t;taiaaa,conformada por i,ciivid,os con problemas objetivos a resorver.No parece ser éste el-mejor puntode partida po"iUt. para enfren_tar la compleja y multifacética cuesti8n de la ìnsegu.iAua.

-

2. La opelacidn a Ia comunidad para el gobierno del delito2. l. Tàcticas de prevencidn del detito y apelaci6n a ta comunidad

A,tes de analizar c6mo funciona esta ret6rica participativaen el àmbito especifico d.e la gouernance del delito, es necesarioexplicitar algunas cuestiones que anteceden a ra apelaci6n a racomunidad. Debemos tener presente que esta ret6iica parte deuna representaci6n de la insegurid.ad aproximad.,

^qr"ll, "or,"_truida desde los mass med"ta, que la convierte en un problemaobjetiuo; luego, se asurne que este problema tiene una sotucrln yque es deber del trstado proveerla; se acude, una vez màs, al dis_curso de los especialistas; finalmente se identifican las p..i"" a"la sociedad que est6n invorucradas en ra soluci6n a.r p.otì"*r,s.ob1e todo por ei particurar y pr6ximo conocimiento que tienende éste, y se convierte a estos ,"to.." en interrocutores vé.lidos. Esel Estado el que convoca y controla la participacidn, obteniendomayor legitimaci6n para sus pràcticas, a la ,rà, qrr"

"rr""rra lusposibles solucio,es hacia er aÀorda-1e policiar de là cuesti6n de lainseguridad.De acuerdo con. la ret6rica d,e la proximidad., laparticipaci6n

en el àmbito reducido de la comunaiontactaria a los vecinos en_tre si y a éstos con sus representantes. Estas formas de democra-cia participativa te,derian, como ha sido estudiado ampriamenteen el campo de la ciencia poritica, a reducir la distancia inherenteal vinculo representativo (conf. Schnapper, ZOO4).

_ Sin embargo, asi como senalamos que la emergencia de estasret6ricas participativas, de proximldad à de retorno a la comuni_

l(( )|ill(I()M ( AI{l I\

i.,l l,rr rlr'111;1'1 irrlt't.1lr.r't:trlrìsi ('()nl() lclnrtas cic rcaclaptacion de la!, r,1r. r.r( t:r r ('l)r'('rlrrtrrtiv:r rr un rnonlcnto particularmente criticoi, ,, r , ll r rlrrr' llrr«r<l«r r:rstrclrrsc ctr la situaci6n dei Estado-naci6n,,, i , , r r,.r:, r lr. los lxrrticlos politicos y de las formas tradicionales de

:, t,r, , ut;r( l()tr, r:lr la crccicnte influencia de los medios masivos! ;,,,r r r r r rrt ; rcirirr, cn la crnergcncia de liderazgos mediàticos, etc.-,

t,r ' ' l',o ..;itrurr cstas ret6ricas que han permeado la cuesti6n de la., 1'rrr irl.r,l pirlrlica en el contexto del debate criminol6gico de los

, il r ir r', . l r ci r rt:'r aitos en torno de la prevenci6n del delito. Para ello,;. t,, rr|lll()rj ltrevernente las distintas tacticas de prevenci6n delr, lrr,, rlrrt'«lclten ser consideradas como tipos ideales, ya que si

!, r' r r r r, r r c lkrian acabadamente la reaiidad de las distintas pràcticas,ii 1,,rlrtr'rrr«l dcl delito, son herramientas heuristicas de gran utili-.! ',1 l,.rr.r ;rylroximarnos a éstas.

.'\ r'()lnictlzos de los anos '8O surge, fundamentalmente en el, i,, I r t, I, r ; r r rglosaj6n, la tctcticcr de preuenci6n situctctonal del deli-i, ' u\'.r lrrrcrgencia coincide con la llegada de gobiernos de ideo-r,,, , , rr( ( rIiIlcral a ambos lados del Atlàntico, y cuyos presupuestosr, ' i,,,:. Pr-onto penetraron las visiones del delito y, por ende, lasi,l, r . r r nninol6gicas (conf. O'MalIey, 1992; Pavarini, 1995; Craw{ord,l.r'r:1 :\rzzo,2OOO). En este contexto surgen las "crimrnologiast. t,r t'rtlr! cotidiana", tal como las denomin6 David Garland (2OO1).rr ,,lrlclivo puede sintetizarse en la reducci6n de oportunidades

1, 'r r l.r t'<rrnisi6n de delitos, que involucra"el mqnqgement, dise-i,, , , , r rr; rrripulaci6n del ambiente fisico inmediato con el fin de re-,1,r, rr Irrs oportunidades para crimenes especificos" (Crawford,t'''ri l,g). Siguiendo esta premisa, las tàcticas de prevenci6n

r I r r. r (' tor ral-ambiental del delito procuran reducir las oportunida-,1, rll t'omisi6n de delitos de tres maneras bàsicas, interrela-! i, 'n.r(llrs y a veces superpuestas:

,r) aurnentando los esfuerzos involucrados en la realizaci6nrlc delitos;

/r/ :rrrmentando los riesgos, tanto reales como percibidos, derletecci6n y detenci6n;

, i rcduciendo las recompensas de los delitos (Clarke, 1992).:ìin duda alguna, las tàcticas de prevenci6n situacional-am-

l,i' rlirl son aceptadas y requeridas desde el sentido comirn. Norrl r'.l,rrrlc, si se penetra en las presunciones que subyacen a estas, tr.rlctiiìs, se encuentran una serie de hip6tesis cuestionables.I t, .rlrrr:l-do con estas tàcticas, los aspectos situacionales serianrrr,.:,llsceptibles de ser modificados que cualquier otro que pu-

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Page 9: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

68 LA POLICIA METROPOLITANA DE LA CIUDAD AUTONOMA DL t]UtNOS AIRES

diera tener influencia sobre el deiito; se asume, ademàs, que bue-na parte de los delitos son oportunistas; se cree en la elecci6nhumana en la acci6n criminal, soLrre la premisa de un modelo dc"elecci6n racional" de la conducta humana; se defiende ia disua-si6n, con mayor énfasis en Ia detecci6n que en la severidad delcastigo (Crawford, 1998:69). No podemos detenernos aqui a ana-lizar las distintas técnicas de intervenci6n desplegadas por la tàc-tica situacional-ambiental de prevenci6n del delito, nos limitare-rrìorì a s«:ftal:tr clttc csta pcrspcctiva prioriza solamente los delitos<'orr(r'rr l;r prolli«:tl:trl t:tt cl t:sltacio pùblico; se apoya en ulla con-ll:rrrz:r ;r rrrcrrrrrkr irrjrrstil-ic;rtllr ctr cl ernpleo de tecnoiogia (mani-It':;l:rrl:r ('xl)r ('siiult('rttt't:tt cl <[iscttrso del gobierno porteno);6 gene-

r;r llr r llor ios llt ott:gi«los .y clcsprotcgidos, dado que ni todas las./()n;r,\ r'sl;rrt i11rt;tltttt:tttt: cclttipadas para la prevenci6n del delito nir lorl;rs sr'llrt:slrr igrral atenci6n; por riltimo, ignora los desplaza-rrricrrlos r:spaci:rlcs, ternporales. de metodologia, de victimas y de

lill«rs rlt: clclitos, que ellas mismas provocan, toda vez que no ata-('lrì causas sino sintomas.

Por su parte, la tàctica social-comunitaria de prevenci6n deldelito asume que la criminalidad es efecto de las desigualdadessociales y, con claros residuos del positivismo sociol6gico, tienecomo objeto las predisposiciones sociales que llevan los indivi-duos acometer delitos (Crawford, 1998). Como consecuencia, tien-den a disminuir estas propensiones a través del mejoramiento y eldesarrollo de los individuos o de sus grupos sociales de pertenen-cia. Estas propensiones han sido abordadas por diversas cons-trucciones te6ricas, como las teor{as del control de Hirschi ( I969)'para quien el delito es el resultado de una socializaci6n defectuo-sa, y las "teorias sobre el reforzamiento de la conformidad" (conf.

Crawford, 1998), dentro de las cuales destacan la teoria de La

anomia de Merton (1938), ylasteorias de las subculturas criml-noles de Albert Cohen (1955), y Cloward y Ohlin ( 1960). No va-

mos a detenernos aqui tampoco en mayores precisiones, no obs-tante, con respecto a las criticas que se dirigen a estas teorias, nopodemos dejar de retomar aquellas que, en general, se han dirigi-do a todas las variantes funcionalistas a lo largo del siglo xx' [. e.,Ia incapacidad de estas teorias de dar cuenta de la conflictividaddel espacio social, en el que no existe un conjunto homogéneo de

intereses, valores yopiniones, producto del consenso de las diver-

6 Conf. Anrrun. cn este volurnen.

ROBERI'O M, CARLES

'.,r:; llirrtcs dr-. la ltlrrralidad, sino diversas representaciones de iarr'.rlirllui Iuertelnente influidas por relaciones de poder (pitch,I ',1)(;). Corno hemos visto, esta misma critica se dirige, en el cam_1,, r r lt: la teoria politica, a la apelaci6n a la comunidad, entendida, ,t;r corno una totaiidad homogénea cuyos problemas son, ,lrgr.tivados.

['or Éltimo, cabe recordar que la Ley de Seguridad pÉblicarl,'y 2984), que crea la Policia Metropolitana, define entre sus ob-l, lrvos el desarrollo de politicas de prevenci6n social del delito. De,',lt' rnodo, se asumen como causas del delito factores sociales,1rrc irrforftan més sobre el proceso de criminalizaci6n de grupos,lr'{t'r-rninados que sobre los deiitos, sus causas y formas de preve-rrrrl<ls, y sobre esa base se amplia el alcance del control socialt('()lrcn, 1985), alavez que se estigmatizan determinados grupos,lc r-iesso", como Io senal6 en su momento el labeUing approach

r I rr'<'f1sr, 1963) y se "criminaliza" lapolitica social (conf., al respec-t, r, l;1 g;ifi62 formulada porAnitua en este volumen; Baratta, tgg8;t r:rwford, 1998).

.' ,) Prevenci6n comunitaria y "solucién policial', del delito

Como deciamos antes, el estado orienta la prevencidn del,l, lrto haciala "soluci6n poiicial". Segrin las teorias de las uentq.-ttt t.. t-otes (Keiling y Wilson 1982), es necesario focalizar Ia inter-\, n('ion policial en las tnciuili.dq_des menores que, en caso de ser,1, :,;rtcndidas, tienen como consecuencia un ciclo de declina-ci1nt tt l\ Ltt(t que produce el miedo de los vecinos, el desapego respecto,l, lrr comunidad, Ia reducci6n de los mecanismos informales de, , rrrtr-ol social y, por ende, la comisi6n de delitos de gravedad cre-, l, ntc que generan niveles màs altos de inseguridad. Esta pers-; r.r liva se articula perfectamente con la ret6rica de la participa-, irrrr corltunitaria. La comunidad es representada como unr, rrilorio, un espacio compartido por personas que tienen unai,l, rr(idad comÉn, preocupaciones e intereses similares. En este, , ,r rt('xto, se procura desde los gobiernos involucrar a los ciudada-u,'. ('tì estrategias participativas de prevenci6n del.delito, en par-ir, ul;rr a través de instancias en ias que provean informaci6n a los

', .ponsables de esta tarea, fundamentalmente, la policia.I)esde los aflos '6O del sigio pasado, comenz6 a desplegarse

rrrr r rrovimiento reformista que desarroll6 algunas formas de inter-' , r r, itin comunitaria que desafiaron al modelo de poiicia profesio-

69

Page 10: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

7O LA POLICiA METR.OPOLITANA DE LA CIUDAD AUTONOMA Dt t]UITN()S AIRLS

nal: se trata de la policia comunitaria (communitg poltcing)'? A

pesar de Ia abunda.nte literatura que este modelo policial ha gene-

raclo, es dificil definirlo con precisi6n, puesto que abarca una

amplia variedad d.e intervenciones (conf. Bertaccini, 2OO9)' Sin

embargo, quizàs el elemento com(rn de casi todas elias sea Ia in-tenci6n de alcanzar un mayor nivel de confianza de la comunidadpara con la policia. De acucrdo con sus defensores (p ti , Troja-llowicz y Bt.tcqrtcrorrx, l99O), la policia comunitaria es una nueva

l-ilosol' rt, [rrrr«l;rrltr soltrc la irlca clc que policias y ciudadanos ac-

(rlcrr crt [irt rtt;t «'ott«'r't'ltt<l:t y t:rc:'ttiva para resolver ios problemasrlr. l;rs t'orrrrrrrirl:ttlt's t'ottlt'ttlllot'lIrcas, relativos al delito, al miedo;rl rlrlilr'r. ;rl rlcsottlt'tt ttrll;rlt«r y social, y a la disgregaci6n de lascorrrrrnlrl;rrlts. l';tt:t l:tl litì, aspira a desarrollar una nueva rela-Iioil t'rrlrt'l;r lroli«'iir -y los ciudadanos, teniendo en cuenta las

;rr l()r itl:r<lt's <lr' «rstrls tiltirnos para el disefr.o de estrategias preven-I iv; rsl."

[,]st<: rnociclo de policia sur§i6 aun en tiempos del welJare

-sl<rlc. r'uando la comuntdad era la dimensi6n local de diversasIbrrnas de intervenci6n social del estado. En la actualidad, comolrcnros indicad.o antes, lacomuruidad es representada como el es-

pacio dcl conocimiento privilegiado de los problemas locales' Enla era poskelmesiana, la comunidad es bàsicamente un partnerde la policia, a la que provee de la informaci6n que ésta necesitapara proporcionar la soluci6n màs adecuada a los problemas de

los ciudadanos (conf. O'Malley y Palmer, 1996). La comunidad es,

frente a estas té.cticas d.e prevenci6n del delito, tanto objeto de

intervenci6n como actor a instancias de los gobiernos locales, que

instalan Ia ret6rica de la participaci6n y del involucramiento de

los ciudadanos en la resoluci6n de sus problemas (Garla:rd, i996)'EI modelo comunitario se apoya en una idea de comunidad

consensual, que ignora por completo la dinàmica social. Ademàs

7 Corrf. Ar,:oensoru (I979); Tno.mnorvrczyBucQUERoux (199O); FnreoM,qÀlN (1992);rnàs

recientemente, Flot.orxc (1995)i Sxocnit y Henrruprr (1997)' y Lvo^'s (1999)'8 Sobre la evoluci6n hist6rica d.e Ia relaci6n entre la policia y el pùb1ico, y, en

particular, de la colaboraci6n de la ciudadania con las fuerzas de seguridad, cou

ieferencias a algunas formas de cooperaci6n y voluntariado (partnerships), véa-

se Llaceuar,r (1985); Tno;,qNowtcs et al. (1998), donde los autores expresan una

singular confianza en el potencial de la policia comunitalia -y de la propia ame-

rr-a d. rri.timizaci6n corno factores que pueden permitir a los ciudadanos com-

prender que comparten Lula comunidad de intereses. Cor-rf. también. criticarnente,

Cnawrono ( i999), cutre otros.

l{()l{l 11 I()M (_AI{l:s

,1, rlrrc l;r «'xllcrit.rr('i:r colrì[)zrrnda dernuestra que no es frecuente, I .rtlo tlr: los irrtcntos subernarnentales para movilizar al pùblico'1,.'tlt'ttrriba, taltrpoco se cvidencian mayores logros respecto deI r t.r;rr rlr: clelitos o a la sensaci6n de inseguridad. La actividad' l, ( i('r l()s; scctores sociales, particularmente proclives a las ansie-, I rr lrr; r'rr rnateria de inseguridad urbana, en las instancias de par-rrr i|;q1 i1;11 ofrecidas por los gobiernos, puede elevar los niveles de,rr'.ilrl:rcl y reducir ia cohesi6n social (conf. Benett, 199O:32).lr rlrpt:lcr-y Kraska (1998:293 y ss.) han sefi.alado que la apelaci6n

' Lr cornurlidad es màs un realineamiento del lenguaje y de losrrrrlr<rlos de la policia a los cambios en Ia sociedad, adoptando

,lr',, r u sos de participaci6n y eficiencia empresarial, que un autén-rr,

' , rn()vilniento de reforma. La policia comunitaria es apenas un

,1,rlrclr) (Gowri, 2OO3) en la historia de la estrategia policial: Iar n i( ir ('or'ìsecuencia tangible de toda la ret6rica de la proximi.dad, . l.r r r':rfirmaci6n de laidea de lasolucidn policial aLproblema deI ' ,lcliltcuencia.s

I,,l término policta comuruitq-ria comprende diversas formas, Ir ,1 1r;11'1i73ci6n de la policia, cuyo comlin denominador es la asun-, i,,r ( l(' la necesidad de que los departamentos de policia desarro-Il' rr rrrr rÌuevo tipo de relaci6n con la comunidad, permitiéndolc a' t,r rlr:finir las prioridades locales e involucrando a los ciudada-,r.,, ('rr diversas acciones tendientes a mejorar la calidad de vida,1, l,,s vccindarios (Trojanowics et al., 1998). Desde esta propues-r , ',(' l)lantean fliversas formas de colaboraci6n del pùblico con la1,, rl 1 r' 1; 1, entre las cuaies predomina la de ser "ojos y oidos" de estaillliilt:1.

A su vez, el modelo de policia orientado a la resoluct1n de,,i,,/,lcrrlasro (Goldstein, 1979; 1990), que no debe confundirse

, r I Il. Kiockars sostiene que el communitg policing es "el riltimo en una tradi-, i, ,il l)iìstante larga de circunloquios cuyo prop6sito es ocultar, mistiiìcar, y legi-trrrr.rr I:ì distribuci6n policiai de fuerza coercitiva" (Kr-ocxans, I988:24O)., ,, ,r r ,:i lrìrN (1979:2421 entiende como problemas "the incredibly broad range ofrr ,

'r rìrl('solne situations that prornpt citizens to turn to the police, such as streetr,,lrlr.ries, residential burgiaries, battered wives, vandalism, speeding cars,! rrirwiìV cÌrildren, accidents, acts of terrorisn, even fear. These and other simi-I r r

1 rr ol;lerns are the essence of police work. They are the reason for having a

|,,lr('( agency". Esta perspectiva no apunta a proveer soluciones a problernas, l, ,r r lc otras agencias estatales no han sabido darlas, antes bien, procura ident-Ir ,u l;rs condiciones subyacentes a situaciones de con{licto, 10 que finalmente,l,,.rrrlaenladelìnici6ndepatronesdeconductayenlaplanificaci6ndeformas,1, rrrlcrvenci6n predelictuales (conf. Tocu y GnnNr, 199I).

7t

Page 11: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

77 LA POLICIA I4ETROPOLI'TANA DE LA CIUL\AD AU IONOI.IA DI I]ULN'JS AIRLS

con los modelos ds policia comunitaria, enfatiza la necesidad clcuna respuesta significativa a los problemas y a las demandas clelpirblico. Los oficiales de poiicia deben identificar un problema,analizarlo, deterrnirrar sus posibles soluciones, implementarlas yevaluar su efectividad. Cuancio este modelo se apoya a su vez en iaparticipaci6n comunitaria, los ciudadanos tienen el poder de iden-tificar sus preocupaciones y de implementar sus soluciones.rr

El rnocleio dc policia comunitaria ha sido objeto de criticasdesdc divcrsos furgrrlos, corno las formuladas, por ejemplo, porMa:rrrirrg ( 1984), rlrricri crrcstiona la presuncion de que los ciuda-rl;rrros <lt'st'r'n rrn r'«rrrtlr<.to rruis cstreclto con la poiicia y mayorrCsp0rrsrrlrilirl;r«[ «,orr r.t's1tt:cto a prdcticas de control social; a suvt'z Wrllicr ( l1)fi4 ) «'rrt:stiorur la cxactitud de las interpretacionesrro:;l:rlL,ir';rs t lt. l:r rt:llrt.i<irr cnlrc Ia policiay Ia comunidad; y Klockars(l1.l,BIi) llrrrrrr l;r:r(crrcion sobre las posibles consecuencias politi-r';rs rll lrr pcrslr<:<rtiva policial del mantenimiento del orden. otrast'r rtiCrrs st' tlirigcrr hacia las caracteristicas que presenta en la rea-lirl:rrl Lr ltarticipaci6n comunitaria (p. ej., la sobrerrepresentaci6nrlc Iir clase rnedia en las instancias de participaci6n en Chicago,corrf. Skogan,2OO4; Clérici, en el presente volumen).

Una de las caracteristicas principales del modelo de policiacomunitaria es la ampliaci6n del alcance de Ia intervenci6n poli-cial, con el fin de abordar con mayor eficacia cuestiones de ..pro-tecci6n de la comunidad" (Crank, 2OO4:54). La expansi6n del aI-cance de las intervenciones policiales legitimas es central en Iapropuesta de Wilson y Kelling ( I g82), en la que los autores soste-nian la necesidad de que la policia dirigiera Ia mirada hacia lasnecesidades especificas de la comunidad, para lo cual el campode las posibles intervenciones poiiciales deberia abarcar circuns-tancias en las que el orden pirblico resultase levemente violado,con eI fin de combatir el deterioro urbano que, muchas veces,segirn estos autores, se produce por Ia mera presencia de ciertas

rì soluciones que muchas veces tienen el efecto opuesto a aquel atribuido a laparticipaci6n por 1os defensores del modelo cornunitario, es decir, el de contri-buir a la cohesi6n de la comunidad. por ejernplo, chiodi (Igg9) describe c6moalgruros vecinos de un barrio de M6dena, en el que hay una fuerte presencia deinmigrantes, se organizaron para cornbatir

-en paìabras de algunos de estosr1risùìos vecinos- a 1os "vendedores de droga africanos". lndudablernente, cier-to nivel de consenso fire alcanzado al respecto, pero lejos de arribar a urla pro-puesta democràtica, las pulsioDes punitivistas de algunos sectores fueron domi-nadas por el di,scurso racista.

l,(()t.il Iit () M ( _AI{l I s

1,, r:,()ll;rs (llrosti{rr(:rs, vagalrrrndos, rtterodeadores, alcoh6licos,, r, ) l,iì rtociort quc sllporÌe que cstos des6rdenes (inciuilities, qnti-.", rrtl lt<:ltcrulours, etc.), en ei caso de ser desatendidos, conducen, rrrr;r t:,scalada hacia la criminaiidad màs grave, forma parte dell, r1,,.q;.' 1'sllqeptual del que se nutren buena parte de las propues-r r'. rlr, llolicia comunitaria.

I I o Policia Metropolitana y el modelo comunitario

Si bien d.el texto de la Ley de Seguridad Pùblica (ley 2894), nouuJ(' corl claridad que se haya adoptado un modelo de policia

, , ,u u nÌitaria para la Ciudad Aut6noma de Buenos Aires -màs allà'1, l;rs vagas referencias contenidas en los fundamentos del pro-I, , (o crrviàdo a la Legislatura por el Poder Ejecutivo y de algunasirrr

1 l r:{:isas disposiciones contenidas en Ia iey- lo cierto es que,

,, r r sin mucha reflexi6n previa, fueron incluidos algunos canales,1, p;rrticipaci6n en el diseiio de las politicas de seguridad.r2 Asi,, I rr l. 90 de la Ley de Seguridad PÉblica incorpora, entre los com-1

,, ,r1r'ntes del "sistema de seguridad pÉblica de la Ciudad de Bue-rr, ,', Aires", a las Juntas Comunales,r3 al Sistema de informaci6n1 , rr rr la Prevenci6n Comunitaria del Delito y Ia Violencia (SIPREC)la

1 r loS Foros de Seguridad PÉblica.'s A su vez, eI art. 12 establece

\,1('uìà,s, la Constitucidn de la Ciudad, en forma an6loga a colno 1o hace respec-r,, (ìc otras àreas de las politicas pÉblicas, establece en su art. 34: "Ei Gobiemol, ili ciudad coady.uva a 1a seguridad ciudadana desarrollando estrategias y,(

'l ilicas rnuitidisciplinarias de prevenci6n del delito y la violencia, diseirando yI r, ilitando Los canales de participacidn comunitaria".I I tobierno de las Cornunas es ejercido por un 6rgano coiegiado, integrado por.L, l(' rÌlienlbros, de[ominado Junta Comunal. Las elecciones para integlar por

I ,r unL-ra vez estas juntas, luego de haber sido postergadas por varios aios, se, ,rliz,aràn eI 5 de junio de 2O i 1, y 1os ciudadarìos que resulten electos asurniré:rrr:; 1ìurciones el 10 de diciembre del rnisrno alo. (Ley 3233).

t ,r lcv 2.593 que crea el SIPREC, establece distintas estrategias participativas,, (liagll6stico,prevenci6ndelcleiitoysitllacionesdeviolencia,comolarealiza-, r,,rr rle encuestas de victirnizaci6n anuales (medida precisada iuego en la ley'rjFi:l). Ademàs, ordena la evaluaci6n de1 desempeno policial de 1a Ciudad". La

I' v (lue crea el Sistema de Prevenci6n Comunitaria del Delito y Ia Violencia,., rr rcionada en diciembre de 2OO7 , aÉn no ha sido re$amentada. Ante el veto a

I L l( v que creaba el Comité de Seguimiento y Control de la Seguridad Pfiblica, lal, r 2593 es la Énica Ìrerramienta juridica en el àmbito local que establece ius-t, r r rcias de control ciudadano al accionar policial, corno senaLara Gustavo Veigarr rrna nota del diario Ptigina/12. http://u.ttutt:.paginal2.com.ar/imprimir/dta-

r t t/t'l]'toislsubnotasll2TOST-40675-2009-06-23.html,Iriltimo acceso 4/4/2OlOD.t r.rr.se infro, IV

73

Page 12: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

74 LA POLTCIA METROPOT ilANA r)i. iA ( r{ Jr )Al ) Ar r r ( )f.J. )r 1A r )r r1r rr N( )S A[{ \

entre Ìas respolsabiridades der Ministro cle Jtrsticia y scgrrrirlirrr."la coordinaci6n integrar de ra participaci6n comunitària èrr asrrrrtos de seg,ridad pÉblica'. Er capitulo 5, titurado ,,participa<.irrrcomunitaria" establece el deber del Estado de '.promover Ia p.,.ilcipaci6n comunitaria en asuntos de seguidad pÉblica,,, y defirr«: ;rlos Foros de seguridad pÉblicar6

"o-o-"à*bitàs de pr.ii"ifr"i,;,,y coiaboraci6n entre Ia_ sociedad civil y las autoridàa"", p".o t,,ca"^alizaci6n de demandas y la formuraci6n de propuestas en nr:r-teria de seguridad pÉblica", a través de ios cuales ..se efectiviza., Lrparticipaci6n corntrnitaria. El art. 33 incluye entre ias funcioncsrlc la P.lici. Mc(r.Politarra la de "rnantener una relaci6n de coopc-r.:r«'irirr «'.rr lrr <',rrrrrrrirlrr<l crr la labor preventiva,,.rT El art.35, que.l r';rlr;r .l "r'r,r'r rrr rr:r rlr' lxrr-1i<:ilraciort ciudadana para er seguimientorl.l ;r.r'i,rr:rr <lr. l;r Il)li(.iiì Mt:lropolitana,',,0 no tra sido?bj"to da,| ( r'l;rr('lrr;r.i,rr lri rlr' P.lfri<:rr alguna por parte del lvlinistério de,,lr:ili( i;t V St'rltrr irl:rrl.

4. Retorico comunitqria y retrocesos en la pa*icipocionE, toda ra,ormativa vigente en materia de seguridad pÉbtica

crr la Ciudad de Buenos Aires se contemplan etemJntos de partici_paci6n comunitaria, aunque la Ley de séguridad pùbrica nà ofrez-ca mayores precisiones ar respecto. Incorporan estancias partici_pativas, la propia constituci6n rocar, ia iey que establece er sistema

t6 Ley 2-8^94 (Ley de Seguridad priblica)r Capitulo V. ,.participacifn cornunitaria...Art. 16. - Es un derecho de ios/as ciudaàanos/as y un dcber del Estado cle laciudad promover ra efectiva parucipacidn comunitaria en asurÌtos de seguridadpÉLrlica. Art- 17.

- La participaci6n cornu,itaria se efecti\riza a través de laactuacid, de 10s Foros de seguridad pÉbrica, que se constituyen,rediante unaley especial, corno émbitos de participaci6n y cotauoracrorr'..,".-ì. J*r.orocivil y las autoridades, para Ia canarizaci.n de dernandas y 1a form,ìaci6n depropuestas en materia de seguridad ptiblica.I7 Por su parte. el ort. BZ estabÈce; El à,rbito de actuaci6, territorial v/o ra esferade actuaci6n funcioual de las sqi4^6.s operacionale" a. f"-p.ìì"i, nO.a.lÀfrr"_na' asi como su composici6n, dfmensi6n y despliegue son establecidas por er/aMilistro/a de Justicia y seguridad, sobre'ra aàr" a" La descentroLtzaciZn brri-torial preuista en lc: Ley de Comunas.t8 Art' 55 tley 2894).

- créase- er "progra.ra de partlcipaci.n ciudada,a para erseguimiento de1 accionar de Ia policià Metropoiitana,.. El Ministerio de Jisuciay seguridad elaboraré las regulaciones necésarias para asegurar la participa-ci6.n ciudadana en los procesos de evaruaci6n deÌ aòcionar d". 1, pohJi. M.t o-politana.

l{( )til I( l( ) I-'1 ( .AI(l I S

I' l'r i \'('nciorr ('orttttttititl iir rlcl Dclito y la Violencia, la Ley de Se-:,i, i,l.*l l'rrlrlicrr y lrr lc.y (lìtc crea los Foros de Seguridad Pirblica,' r , rltinriì ('()n srr ltlcattcc lirnitado por elveto delPoder Ejecuti-

, , I , r'. l,ì rr os r.lr: Scgtrridad Pirblica fueron creados por la ley 3267 '1 ,, ! r,rlrrrt'rrtc vctada por el Poder Ejecutivo mediante el dec. regl.* r , I ( I l,rr lr:y dc Foros de Seguridad PÉblica (FOSEP) fue vetada,,, rr,rrt.lJo, que definiael objeto de los Foros ("los FOSEP pro-,',,r, \'( n la cf-cctiva participacidn comunitaria en la elaboraci6n,, li r r rr '.

('viìluaci6n y seguimiento de las politicas priblicas de segu-i i,l rrl )..y cn su art. 7a., que contemplaba entre sus funciones Ia, t,

1 r. r r licipar en el diseno y elaboraci6n del Plan General de Se-

i,rrr irl:rrl PÉblica".rs El Poder Ejecutivo vet6, ademàs, mediante el,1, , !i.l.l»l2OO9,la ley 3253, sancionada el 14 de mayo de 2O09,

r, r, ,'r crrba el Comité de Seguimiento y Control de Ia Seguridad

1 ' \ '.\?,G7. Foros de Seguridad Priblica. Art. 20 - Los FOSEP se desarrollan en, I ,rrrrlrito territorial de las Cornunas de 1a Ciudad Aut6noma de Buenos Aires,, .t,rlrlt'ciéndose uno por cada una de eiias. 1...1 Art. 50' - Cada FOSEP està

,rrt(.Ar.irdo por: a) Organizaciolìes de la sociedad civii o entidades comunitarias y\, t nì:ìles con personeria juridica, domicilio y actuaci6n en el àrnbito territorial,1, lir Con'ìuna correspondiente; b) EIAa representante de la Junta Cornunal quer, r rlir entre sus atribuciones la temàtica de la seguridad priblica; cJ Un/a repre-,r.iltiìlÌte de cada una de las fuerzas de seguridad con actuaci6n en la Comuna

, ,,r rcspondiente; dJ Un/a representante del Ministerio de Justicia y Seguridad o

i I ()rgarismo que en ul1 futuro Io reemplace. l...lart.70. -Los FOSEP tienen

, I rl rc sus frurciones: aJ Participar en el diseiio y elaboraci6n del Plan General de

Lr'4rrridad PÉblica (uetado); b] Colaborar en los asuntos vinculados a la seguri-, l, rr I pfiblica comunal, en Ia forma y con los alcances que determine la re$amen-r,r('i611: c] Evaluar la irnplementaci6n de politicas pirblicas de seguridad en Ia( '( )ilruna: di Forrnular sugerencias v presentar propuestas en materia de seguri-, l; rr I p(tblica; e] Infortlar y asesorar a los vecinos acerca de toda cuesti6n atinen-tI ir la seguridad. priblica en la Comuna;,fl Establecer una relaci6n permanente, , »r las dependencias policiales que actÉen dentro de sujurisdicci6n; g) Evaluar, I luncionarniento de la actuaci6n policial en eI àrnbito de la comuna; h) Invitar, r ;rutorid.ades, funcionarios p(blicos, orgallizaciones de Ia sociedad civil, insti-I I rciones educativas y culturales tanto pilblicas corno privadas, Con actuaci6n en

r;rr àÙrbito territorial, para tratar cuestiones referentes a Ia seguridad pÉblica;iJ Participar del Sistema de Informaci6n para la Prevenci6n Comunitaria del Deli-rr I v la violencia (sIPREC). t...I kl Facilitar la cornunicacidn, el entendimiento y lar,r xrperaci6n entre los distntos actores comunitarios, las dependencias policialesr kr sujurisdicci6n y las autoridades gubernanentales; I) Participar en Ia elabora-r.irirr y control de las estrategias y platres de prevenci6n social de la violencia y elI lclito ilevad.os a cabo por los organismos pÉLtlicos especializados en Ia materia;,n) constituirse en un àÌnbito de intercarnbio de informaci6n y experiencias res-

Pccto de sus propios barrios, los problemas especificos que padecen y los princi-

l)ales lugares de conflictividad, a los fines de formular aportes a los planes de

scguridad y prevenci6n relativos a Ia correspondieÌ]te Comuna.

75

Page 13: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

7 6 LA POLICh METROPOLNr'.IiA DE I.A CIUDAD AUTÒNOMA DE BUENOS AIRES

Pùblicct, y que si bien no establecia mecanismos de participaci6nciudadana, incorporaba instancias de control externo. Enìre lasfuncrones de este comité se establecia la de "recomendar meca-nismos de articulaci6n y coordinaci6n permanente entre las dis-tintas agencias de seguridad prlblica con competencia en la ciu-dad con el fin de arr..oflizar y garantizar la implementaci6n de laLey de Seguridad PÉblica" y la de ,,proponer mecanismos d.emonitoreo permanente con el fin de poder establecer indicadoresque permitan a las agencias de seguridad pÉblica con competen-cia en la ciudad tener una evaluaci6n constante de la evoiuci6nclcl slstcrna clr: scguridacl pirblica" (conf. Gual, en el presente volu-rrrt:rt).

M;'is rllri rl«l las lrrstancias de participaci6n previstas normati-v;rrrrcrrlr" ln rt'tcirica dcl gobierno local apela claramente alaco-rrtrtrtkltttl. ( llt:rrrros, a rrrodo de ejemplo, las d.eclaraciones del jeferlc Irr l'()li('iir Mt:tropolitana, Eugenio Burzaco,2o quien al ser inte-r rog;rrlo lrccrca del rnodelo de policia que pensaba impulsar, res-1l<lrr<licl:

-"Una policia de proximidad, cercana a la gente. por supuestoque, por la cantidad de efectivos que tenemos -s6lo "o.rt^,oo"con 85o- no podemos cubrir toda la ciudad. Eso requeriria unosl2 mil efectivos".

En igual sentido, enfatizando también la ..cercanfa" y los re_cursos tecnol6gicos, se expres6 el ministro de Justicia y Seguri-dad Guillermo Montenegro:2t

-"òTienen algirn perfil particular de agente?

-La Fuerza que estamos diseflando se conoce como 'policiacomunitaria de Proximidad', con Io cual, tiene que tener un muybuen trato con la gente y mucha capacidad paia el manejo derconflicto ciudadano. En ese sentido, es fundamental la capacita-ci6n permanente que se le va a dar desde aqui. Esto es nuestraresponsabilidad, crear una buena materia prima, preparar, capa_citar y dotar tecnol6gicamente a la fuerza de elementos para po_der ser competitiva (sic.).

20 Diario PerJil, L3/I2/2OO9 tultimo acceso 1Sl4/2OiOl.http:l/Lrt»to.diarioperJil.com.ar/edimp/o426/orticulo.php?art= 18738&ed=0426 l:6.lttrrro acceso lEl4/2O1Ol.

2 I Revista DEF digital I rittimo acceso 25 / 4 /2O I 01 http : / / wt»tu. deJdig ital. com. ar /trtdex.php?option=com-content&uieu:articte&id=21g:entreii-s.,"a-guiilerrno-montenegro -la-poLicra-no - e s-un-gasto- extra&catid= 42: entriuistas&Itemid= 1lO

ROI}ERI"O M. CARLÉS

,',1,)slr 1lr'oxirnlrlad con cl veclno es la diferencia de Ia Poiiciailr ll npolll:rrr;r corr otras policias?

l,ll « lr'safio m6s irnportante es la cercania y los adelantos tec-r,rl,rl'tr'()ri. Iis lrnposible quercr lograr una superpolicia. Lo impor-r, r I r I,' r'., (

I r l(' tolÌÉJa una buena aproximaci6n, que pueda tener medios

-lr lr r r r. rr k rs <lc comunicaci6n con el centro pÉblico de comando y con-I r,' l, r r r I l r r r ur cvcntualidad y que recurra a los grupos operativos pre-lril irrlori ;xrra cl conflicto que encontr6 en la calle. [...]"

( '( )nlo hcmos seflalado, Ios mecanismos de participaci6n tien-rllr .r .rproximar a los vecinos entre si y a éstos con sus represen-t.lrtr ',, ;r kts que dirigen sus preocupaciones baJo la forma de pro-lrlr.1s1,1., oll jctivos (objetivados) que, se supone, conocen mejor quel,rlrl V rl«: los que esperan unasolucrdn. Sin embargo, parad6jica-iirr ltti', :rl nrismo tiempo que se deposita en la clase politica lai r 1r,'r t:rtiv:r de soluciones, se desconfia de ella (conf. Rosanvallon,

't tt tt,1 7\lflo anàlogo sucede respecto de las fuerzas de seguridad,

lrrrr '.tr r (lrrc a lavez que carecen de un alto nivel de confianza pÉ-lrllr .r, :,r, lrcepta que sean una pieza fundamental en Ia lucha con-Ir r l,r r lclirrcuencia urbana, y se reclama permanentemente mayor1r1 , ..r'11r'i11 policial en los barrios.22

l,:r lrpelaci6n a la comunidad es, como hemos visto, un recur-'r '.rutlrolico por parte de los gobiernos con el fin de reforzar unat .,tr.rtcllitì de prevencidn del delito centrada en forma excluyente, rr I r Irolicia, que resulta legitimada por Ia participaci6n de la ciu-rl,rrl rnriì. con la que establece un vinculo de proximidad que pro-, rrr r r t'l()rzar Ia confianza que ésta deposita en las fuerzas de se-Èrl r rr l, rr l. No obstante, los espacios de participaci6n descentralizada,.r,1, rr.rs rlc ser àmbitos propicios para la reaJizaci6n de controles, rrrrrrrrrilitrios, constituyen en si, en cierta medida, una forma de| , ,n I I ( )1. [)or lo demàs, una de las caracteristicas del modelo de po-il, l,r corrìunitaria es Ia rendici6n de cuentas a la comunidad1 | r, rl,rrr«lwics et aL., i99B:285).

l,.l eobierno de la Ciudad ha rechazado las pràcticas de uigi-lt t t t, t( t (i. e. de vigilancia ciudadana sobre el accionar policial) quef11r 1.11 lrromovidas desde eI seno de Ia Legislatura, tal como lo',r r | )r rrcban el veto a la ley que creaba el Comité de Seguimiento1, I r r1llr ol de la Seguridad Pirblica, el veto parcial a los FOSEf; y la

It r',1.r ollservar, al respecto, los reclamos de mayor presencia policial que llegan, ,r( )('irniento de la Comisi6n de Seguridad de la Legislatura de la Ciudad.

77

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78 LA POLICIA METROPOLITANA DE LA CIUDAD AUTONOYA IJL t]I-'I NOS AIRES

falta de reglamentaci6n del SIPREC.'z3 Fuera del àmbito del Podcr.Ejecutivo, es decir, màs allà de la Auditoria Externa creada por larnisma ley 2894, subsisten algunas facultades de vigilancia y eva-iuaci6n2a del accionar policial a cargo de los Foros de SeguridadPirblica, aunque el alcance de la participaci6n ciudadana, previstaen ellos, ha sido disminuido por ei veto del Poder Ejecutivo, elcuai ha eliminado del elenco de funciones de los Foros, la de "par-ticipar cn el cliscrlo y elaboraci6n del Plan General de SeguridadI'rilrli<';r": r'«lrrro Ilr:lnos irr<licaclo antcriormente, también de la ley:ìl;1):t (SII'ltl,l(')sr'«k'r.iv:rrr lrlqruras instancias de evaluaci6n de lasIrrrr z;rs rlt' sr'11rrr itl;rrl.

Al rlcr,rrlclrtlt'r los lrolclr<'i:rl<rs crarrales de consulta de Ia opi-rrtrrrr rlr lor; rrct'inos. r'l qolricr.rro rlc la Ciudad parece haber optadol)()t r( nlln( i:u ltr( lt()s it ullit lrcrramienta para gestionar los pro-lrlcrrr;r:r rl<'llr polrlir<'irirr quc a una fuente de legitimidad para sull:uurrrrlt' lrrt'r zlr rlc scguridad, y para su administraci6n en gene-r:rl. Al rlcsvirr<:rrlar a los ciudadanos de las decisiones pÉblicas enrrr:rtt'r'iir <lc scguridad, pierde una importante cuota de legitimi-<lrLcl, lo que tam.poco parece una decisi6n inteligente ante la suce-sion de escàndalos de los que ha sido protagonista la nueva Poli-cia Metropolitana desde mucho antes de que sus primeros efectivossalieran a la calle.2s Envez de reforzar su legitimidad con la aper-tura a Ia participaci6n y a los controles ciudadanos, el gobierno de

23 Otras decisiones tomadas en distintos 6.mbitos de ias politicas prlblicas porparte dei gobierno de Ia Ciudad indican una tendencia similar, p. ej. , Ia centraÌi-zaci6n de la cornpra de insumos para los hospitales, en contra de lo que estable-ce la Constituci6n de la Ciudad al respecto.

2a Los conceptos de vigilancia, demrnciay evaluaci6n son caracterizados por PierreRosanvallon (2O06) corno parte de 1o que denornina "poderes de vigiiancia", loscuales encuentran un àmbito mes propicio para su realizaci6n en el espaciolocal. Mientras que han sido creadas algr-rnas instarcias de vigilancia y evalua-ci6n con participaci6n ciudadana, la funci6n de denuncia (es decir, de Ia auditoriamàs estricta, de la identificaci6n de irregularidades). ha quedado iimitada a laAuditoria Externa, dependiente, al igual que la PoÌicia Metropolitana, del Minis-terio de Justicia y SeguridaC.

25 Nos referimos, fundarnentalnente, a Ia frustrada designaci6n de Jorge "ei Fino"Palacios como jefe de 1a Policia Metropolitana, apartado de la Policia FederalIuego de que se comprobara su relaci6n con e1 reducidor de autos Jorge Sagorsky,acusado a su vez de haber participado en el secuestro y asesinato de ,{xelBlurnberg. Palacios ha sido también acusado de espiar a familiares de victirnasdei atentado a Ia AMIA, y ha sido procesado por encubrirniento en 1a causa deeste mismo atentado. Poco antes de que comenzara a funcionar la Policia Metro-politana, se supo que miembros de la nueva fuerza de seguridad realizabanescuchas telef6nicas ilegales a empresarios y politicos.

t{( )llt l{ l( ) 11 ( .Alll I s

Lr r 'rrrrl;r«l rlrriztis ltlr r.OrtsitlCt:t<lo tlctttasiado riesgOSaS estas prac-l(.ri, l)()r'lo <1rrc lyt ltrr>ctrraclo obtener una recompensa similarl, r't1,,,,,,,,.'1) slr l)olitica de seguridad pÉblica y recuperando aigo,lI tr.r r.«rno crr Ia agcnda politica, mediante propuestas punitivistas, rr lrrrt:1 con aquello a lo que Jonathan SimOn CarAcleriz6 Como el

r,.,rlricrno a través dei miedo" {2OO7).26

', A modo de conclusi6n

[ìn forma creciente, Ios estados parecen devolver a la socie-

,l.rtl lrarte d.e sus problemas y necesidades, haciéndola participe, lI l; r tarca de abordarlos y resolverlos (Donzelot, I 99 I ), y el delitorn r',s I3. excepci6n. Como seiiala Crarn{ord (1999:25), "en las ape-

l.rr iorìes contemporàneas a la comunidad [...] el controi del delito\ .I llo se concibe como tarea exclusiva del oficial de policia profe-.r,,r[rl o d.e otros agentes de la justicia penal. Por el contrario, se

, :,t:r tornarìdo màs dispersa, fragmentada en todas las institucio-rr, r. ttstatales, organizaciones privadas y eI pfbìico. La responsa-l,rlirlad por el problema del delito, de acuerdo a las estrategias

r,,rrlrcrnamentales actuales, es ahora de todos".Aun con sus peculiaridades, los modelos de policia comuni-

l,il llt comparten la aspiraci6n de acortar la distancia -fisica y

. r r r r ltolica- entre la policia y el pirblico, construir confianza y alen-

t, rr n la ciudadania a colaborar.Una poiicia que sirviera atod-ct la ciudadania no deberia evo-

',rr la arnbigua id.ea de comuftidad. Podriamos decir, conW: rrldington (1999:223), que el término "policia comunitaria' es

,rrr oximoron, puesto que si Ia policia sirviera a toda la comuni-,l:rrl, no tendria mayor sentido su propia existencia. Sin llegarr :r rr lejos, resulta de todos modos evidente la insuficiencia de esta

,,rrrstruccidn, no s6lo en materia d.e resultados concretos -la1,,rr-ticipaci6n convocada desde arrtba no ha demostrado hasta, I r[omento mayor éxito- sino incluso en cuanto a su capacidadlr.rrrica. En efecto, el comunitartsmo no se ha interesado en ofre-

Iìl 29 de rnarzo de 2oto, ei jefe de Gobierno de la ciudad elev6 a Ia Legislatura

un proyecto de reforrna del C6digo Contravencional que, al igual que eI proÙro-

viclo por su par bonaerense, prevé el aumento de Sanciones y nllevas contraven-|iones centradas en pequeflas infracciones, tnciuiltdades, comportanttentos anti-socioles, en sintonia con las politicas de tolerancia cero (conf. KoLLIuc-Wtrson,

1 982) y con 1o que David Gnnrnno defìniera conlo "crirninologias del otro" (2o0 I ).

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80 LA POLICIA METR.OPOLITANA DE LA CIUDAD AU I ÒN(JM,\ I ]T, EULNOS AIRES

cer una definici6n precisa del concepto de comuniclad. (e. gr.,territorial, de intereses, basada en arguna forma de identidadsocial). En todas sus variantes, evoca algo asi como una sintesissemàntica de ias diferentes partes de Ii comunidad, Ia existe,-cia de un consenso sobre el contenido de la politica de preven_ci6n del delito. La politica, y, desde ya, la u.""ù, de la poiicia, sedespliegan frentc a una realidad conflictual; en particular, la ac-tividad policiai interesa a los diferentes grupos sociares en mo-dos completamente diversos. Ademàs deìei un modero de poli-cia cscaso cn rcsultados, de adorecer de una notabre debilidadc'rrc«:plrral, cl nrodclo dc policfa cornunitaria niega la naturaleza;rrrt:rg«rrrrsra.y co«:rcrtiva rlc la policia, que con respecto a algunosgrul)()ri rlrillllt:s.y rrrlrroritar-ios, o de escaso peso politico, es unrlrr(«l rlc Ilr rr:lli«llrl <1rrc resulta velado por estas retdricas. Elrrro<lCl., r'«lnrruritlrrio o dc proximidad apunta a relegitimar el ac_«'lrlr;rr' 1l<lllcial rcc,pcrando la confianza d,e los seltores domi_u.nt(:s rlc la socicdad y, en particular, de las minorias activas det:st<: scctor dc Ia poblaci6n.

Al nromento en que concluimos el presente trabajo, la policiaMctropolitana lleva menos de dos meses en funciones", y s6lo ope_ra en algunos pocos barrios de ra ciudad de Buenos Riies. conta-mos, por lo tanto, con pocos elementos para efectuar un diagn6s_tico. Deja.do a un lado ios escàndaros que antecedieron su puestaen marcha, hemos visto que desde el gobierno porteflo

"" p.o_

mueve cierta ret6rica comunitaric. que, por otra parte, se adecuaa lo que establece la constituci6n rocal. Las formas de participa-ci6n previstas son escasas, y en su mayoria aÉn no han sdo pues-tas en pràctica. contradiciendo esta tendencia, el propio gobìernolocai ha desarticulado instancias de controi ciuàadàno"que ha-bian sido establecidas legisrativamente, y, contrariamente a ro queseria coherente con una apelaci6n a la comunidad, posterga inde_finidamente la institucionalizaci6n de las comunas, territorio enel cual deberia operar la gesti6n descentralizad,a rl.e buena partede las politicas priblicas, y que deberia ser er àmbito màs impor-tante para la participaci6n comunitaria. A este complejo cuadrode situaci6n, se suma la reciente propuesta Oe agravai la repre_si6n de algunas contravenciones, lo que implica un retorno a rost6picos clàsicos de la teoria d.e las ,.iton".t rotas y d.e La torera.n-cia cero.

De la observaci6n del tràmite legislativo, asi como de la Ex_posici6n de Motir,'os y de las distintal presentaciones oficiares en

R()Bt:RT(.) M. (-ARl [:S

rr.rtr'rl.r rlr'scgrrri«lirrl, stiIo ;lrrr:rlt: <:<"lrtcluirse que la sanci6n de Ia1,1 rll l;('lluri(lir(l l)(rlrlica, cn la que se evidenci6 un alto nivel deirrrlrr lvtri;ìr'irirt, rro ltrrcdc inscribirse en ninguna estrategia de pre-,i u, t,,lt rlcl rl<:lito, sino, antes bien, debe ser analizada politica-lrr rrtr , ( ()nr() r.llì intento de demostrar al p(rblico cierta capacidad,l' 1,r ',llorr, r-r:crrrricndo a las màs clésicas propuestas que apelan'il ,' lttr lo r'<lru(rn y a Ias pulsiones vindicativas de los sectores del,r r trrrl;rrrirr portciia con mayor peso politico, a la vez que se au-rrri rrl.r Irr llrobabilidad de que sean criminalizadas personas delrr , 1,ilrpos rtràs vulnerables de la sociedad.

Itrr ril[inro, debemos seflalar que la eliminaci6n de instan-,l,r'. rlt'r'<lntrol ciudadano podria conducir a un modelo policiali,l'r,.,1\/o, alcjado de aquél declamado por las autoridades y delrilr, rlr' ol'ganizaci6n policial que se aproximaria màs fielmente alrrr lrrcrzir de seguridad comprometida con la plena vigencia delrr, rllr t'r'ltos humanos.

l,.l rrlrordaje de la cuesti6n del gobierno del delito, que hasta, I ur, rrncnto ha desplegado ei gobierno porteflo, presenta caracte-r r ,lr ,r,.i rrltarnente contradictorias: ret6rica comunitaria y centra-li rr lorÌ; cliscurso participativo y eliminaci6n de las instancias de,,'ntr()l <'iudadano; elementos de prevenci6n social del delito yi rrilrrn;ìlizaci6n de ios conflictos sociales. Lapolfticade seguridadlrrlrltr':r rlc la Ciudad de Buenos Aires no ha tenido un inicio alen-I rrl,rr . srr futuro, que lejos està de ser promisorio, deberà ser ob-;' 1,, rlr' «rltservaci6n permanente.

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ltttblic, PUE Paris.

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Page 18: Roberto Manuel Carlés: El gobierno local del delito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.  Retóricas participativas y apelación a la comunidad

86 LA POLICIA METROPOLiTA^,A DE LA CIUDAD AUTÒNOMA DE BUENOS AIRES

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"_policia-no-es-r:n-gasto-extra&caud ]+2 : entrevistas&Itemid : r I o [a lcy que cre6 la Policla Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires

Gesrurl l. Axnue

I l ns discusiones y juegos polfticos y parlamentarios

llrr cste capitulo se analizarà Ia ley que decidi6 la conforma-r lolr rlt: rrna fuerza policial metropolitana. Pero también me deten-rlr r, r'rr las discusiones pariamentarias previas y en otras de tipo;rnlt(ico que se realizaron dc cara a la opini6n priblica, todas lasr lirk's tlcsperdiciaron una tal oportunidad para debatir seriamenterrrr 1lr obicma grave y, por el contrario, dejaron planteada la crea-rrlorr r[(: un cuerpo policial en tanto "remedio"

-màgico- de Ialrrlrillon securitaria en la Ciudad Aut6noma de Buenos Aires.

I'r'cviamente a esas discusiones se habia ya instalado el deba-tr, lrolitico y social sobre la necesidad del Gobierno de la Ciudadrll llrrcnos Aires de contar con una fuerza poiicial propia, parartÈ.rilnlr Ia probiemàtica de la seguridad en el 6.mbito geografico

Itilt l(:lÌo.Ilcflejo de ello fue la lucha politica-electoral, que utilizaba a

lir policia como soluci6n de este tipo de problemas que se asocianrr lrr "sensaci6n de inseguridad" o al "miedo al delito".' Se seflalar p rl t:rl miedo ha ido en aumento en los (rltimos diez aflos,2 proba-lrlr.rrrt:nte por complejisimas razones, dentro de las cuales debelr('n(:ionarse el hecho de que Ia clase politica parece no tener otrasnolrr<'iones que ofrecer dado el efectivo desapoderamiento dei Esta-rlo rlt: sus funciones decisorias en todas las 6reas politicas, socia-lr,r; y ccon6micas bajo el proceso llamado de "globalizaci6n', y apls:rr de los cambios màs recientes hacia una mayor participa-

' l,lslo ultimo de acuerdo con la terrninologia anglosajona. Para sus alcances esr rcornendable leer a Kessler (2OOg).

' Vdirse el articulo de Calzado, en esta compilaci6n.