romances infantiles anndaluces

Los romances son poemas narrati-vos con un número indefinido de versos en los que suelen rimar los versos pares. Cuando decimos que son narrativos nos referimos a que nos van a contar una historia, algo que ha sucedido. Muchos de estos romances, que han cantado los adultos mientras segaban, limpia-ban mazorcas o hilaban y devana-ban el lino, los niños los aprendie-ron y los utilizaron en sus juegos. Al saltar a la comba, al jugar al corro o haciendo pasillos, los niños, sobre todo las niñas, han cantado algunos de los romances que vas a leer a continuación. Entonces era más fácil porque podían jugar en la calle, un espacio que aún no se había hecho propiedad de los coches.

Selección y diseño: Rafael Montilla

Romancero Popular Infantil Andaluz

1

DON GATO

Estaba el señor don Gato sentadito en su tejado, ha recibido una carta que si quiere ser casado con una gatita blanca, hija de un gatito pardo. De contento que se ha puesto, se ha caído del tejado, se ha roto siete costillas, el espinazo y el rabo. El médico le receta una tacita de caldo, si no la quiere tomar, que le den doscientos palos. Ya se ha muerto, ya se ha muerto, ya se ha muerto el pobre gato. Las ratitas van de luto y los ratones bailando. Ya lo llevan a enterrar por la calle del pescado. Al olor de la sardina el gato ha resucitado. Por eso dice la gente: “Siete vidas tiene un gato”.

EL PIOJO Y LA PULGA

El piojo y la pulga se quieren casar y no se han casado por falta de pan. Se ha salío una hormiga de su hormigal: -Casarse, casarse, yo le doy el pan. -Contentos estamos y pan ya tenemos; pobre de nosotros, y carne queremos. Se ha salío una vaca de lo alto un cerro: -Casarse, casarse, yo le doy un becerro. -Contentos estamos y carne tenemos; pobre de nosotros, y vino queremos. Se ha salío un mosquito de un calabacino: -Casarse, casarse, yo le doy el vino. -Contentos estamos y vino tenemos; pobre de nosotros, padrino queremos. Se ha salío un ratón de un costal de trigo: -Casarse, casarse, yo seré el padrino. -Contentos estamos, padrino tenemos;


2

pobre de nosotros, madrina queremos. Se ha salío una gata de una gran cocina: -Casarse, casarse, yo soy la madrina. Al entrar a la iglesia se armó un rebulucio: salió la madrina, se comió al padrino. Al salir la iglesia se armó otro más gordo: salió la madrina y se comió a los novios.

LA PEDIGÜEÑA

Salí de la casa juego cansaíto de perder y pa mi mala fortuna me he encontrado una mujer. Como la vi tan hermosa, de ella me enamoré, la seguí paso por paso hasta que con ella hablé. -Caballero, si usted quiere de mi hermosura gozar, todo lo que yo le pida me lo tiene usted que dar. Lo primero es una casa que cueste dos mil doblones, que caiga sobre murallas, celosías y balcones. En medio de aquella casa ha de poner un jardín con flores de todas clases para distraerme a mí. En medio de aquel jardín ha de poner una fuente con cuatro chorros de agua para distraer la gente. La cama donde yo duerma que tenga siete colchones, con sabanitas de Holanda, si conmigo quiere amores. Las cortinas de mi alcoba de terciopelo encarnado, y entre cortina y cortina mi corazón dibujado. Y de mi casa a la iglesia ha de poner una estera, para cuando vaya a misa no me ensucie yo las suelas. Desde mi casa a la iglesia ha de poner una parra, para cuando vaya a misa no me dé el sol en la cara. -Vaya usted con Dios, rosita, vaya usted con Dios, clavel, que es mucho lo que usted pide si encuentra quien se lo dé. -Si es mucho lo que yo pido, mucho más me pide usted, que me pide usted mi honra, mi hermosura y mi niñez.


3

¿DÓNDE VAS ALFONSO XII?

-¿Dónde vas, Alfonso XII, dónde vas, pobre de ti? -Voy en busca de Mercedes, que ayer tarde no la vi. -Merceditas ya está muerta, muerta está que yo la vi, cuatro duques la llevaban por las calles de Madrid. Su carita era de plata, sus manitas de marfil, los claveles que le echaban se contaban más de mil. Al subir las escaleras una sombra negra vi, mientras más me retiraba, más se acercaba hacia mí. -No te asustes, Alfonso XII, no te asustes tú de mí, que soy tu querida esposa, que te vengo a despedir. -Si eres mi querida esposa, echa los brazos a mí. -Los brazos que yo te daba a la tierra se los di; los besos que yo te daba los gusanos dieron fin.

MAMBRÚ

Mambrú se fue a la guerra; no sé cuándo vendrá; si vendrá por la Pascua o por la Trinidad. La Trinidad se pasa, Mambrú no viene ya. Se suben a la torre por ver si viene ya. Por allí viene un paje, ¿qué noticias traerá? -Las noticias que traigo dan ganas de llorar; Que Mambrú ya se ha muerto, lo llevan a enterrar, en caja de terciopelo, con traje de cristal, y encima de la caja tres pajaritos van cantando el pío pío, cantando el pío pa.


4

ESCOGIENDO NOVIA

A las puestas de un palacio de una señora de bien llegó un lindo caballero, corriendo a todo correr. Como el oro su cabello, como la nieve su tez, sus ojos como dos soles y su voz como la miel. -¡Qué Dios os guarde, señora! -¡Caballero, a vos también! -Ofrecedme un vaso de agua que vengo muerto de sed. -Tan fresca como la nieve, caballero, os la daré, que la cogieron mis hijas al punto de amanecer. -¿Son hermosas vuestras hijas? -Como el sol de Dios las tres. -Decidme cómo se llaman, si en ello gusto tenéis. -La mayor se llama Elena y la segunda Isabel, y la más pequeña Rosalinda la nombré. -Decid a las dos que salgan que las quiero conocer. -La mayor y la mediana al punto aquí las tendréis; y la más pequeña os ruego me perdonéis. -Lindas son las dos que veo, lindas son como un clavel, pero más linda será la que no se deja ver. A las puertas de un palacio de una señora de bien llegan siete caballeros siete semanas después. -Preguntadme, caballeros, que yo os sabré responder. -Tres hijas como tres rosas me han dicho que tenéis; a la más pequeña de todas, por favor, nos la entreguéis, que en los palacios reales va a casarse con el rey.

Estos romances infantiles forman parte de los más de 3000 roman-ces recogidos, entre otras perso-nas, por Virtudes Atero en la provincia de Cádiz durante las décadas de los 70 y 80 del siglo pasado. En 1996 fueron publica-dos por la Fundación Machado bajo el título de Romancero Gene-

ral de Andalucía I: Romancero de

la Provincia de Cádiz.

DÍA DE ANDALUCÍA—2013 C.E.I.P. EDUARDO LUCENA

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