romances tradicionales

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Literatic Romances tradicionales Versión libre para leer y cantar

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Literatic: Romances tradicionales, versión libre para leer y cantar.

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Page 1: Romances tradicionales

Literatic

Romances tradicionales

Versión libre para leer y cantar

Page 2: Romances tradicionales

Página 2

Page 3: Romances tradicionales

Página 3

Literatic

presenta

Romances tradicionales

Materiales:

- Cuadernillo para leer - CD para cantar

Page 4: Romances tradicionales

Página 4

Sobre los romances y la lectura

Cantar también es leer. La lectura tiene su ritmo y sin él no hay verdadera lectura. El lector tiene que poner ritmo, entonación , vocalización, dramatización, pausa, silencio… a la lectura. Leer cantando o cantar leyendo es un ejercicio imprescindible de lectura. Los romances, que nacieron para ser cantados, son una perfecta aportación de la literatura a la música y un mo-tivo de diversión lectora. Poema característico de la tradición oral, los roman-ces son narrativos, cuentan historias de una gran variedad temática, según el gusto popular del momento y de cada lugar. Se interpretan y se leen declamando, cantando o in-tercalando canto y declamación. Lee o canta según tu gusto. La red está repleta de versiones cantadas de estos romances.

Page 5: Romances tradicionales

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Romance del prisionero

Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor; menos yo, triste, infeliz, que vivo en esta prisión; que ni sé cuándo es de día ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba el albor. Matómela un ballestero; déle Dios mal galardón.

Page 6: Romances tradicionales

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Romance del Conde niño Conde Niño, por amores

es niño y pasó a la mar;

va a dar agua a su caballo

la mañana de San Juan.

Mientras el caballo bebe

él canta dulce cantar;

todas las aves del cielo

se paraban a escuchar;

caminante que camina

olvida su caminar,

navegante que navega

la nave vuelve hacia allá.

La reina estaba labrando,

la hija durmiendo está:

-Levantaos, Albaniña,

de vuestro dulce folgar,

sentiréis cantar hermoso

la sirenita del mar.

-No es la sirenita, madre,

la de tan bello cantar,

si no es el Conde Niño

que por mí quiere finar.

¡Quién le pudiese valer

en su tan triste penar!

Page 7: Romances tradicionales

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-Si por tus amores pena,

¡oh, malhaya su cantar!,

y porque nunca los goce

yo le mandaré matar.

-Si le manda matar, madre

juntos nos han de enterrar.

Él murió a la media noche,

ella a los gallos cantar;

a ella como hija de reyes

la entierran en el altar,

a él como hijo de conde

unos pasos más atrás.

De ella nació un rosal blanco,

de él nació un espino albar;

crece el uno, crece el otro,

los dos se van a juntar;

las ramitas que se alcanzan

fuertes abrazos se dan,

y las que no se alcanzaban

no dejan de suspirar.

La reina, llena de envidia,

ambos los mandó cortar;

el galán que los cortaba

no cesaba de llorar;

della naciera una garza,

dél un fuerte gavilán

juntos vuelan por el cielo,

juntos vuelan a la par.

Page 8: Romances tradicionales

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Muchos van de amor heridos

Muchos van de amor heridos y yo también, sin osar decir de quien. Perdidos con tal vitoria, quede sola esta memoria: No puede ser mayor gloria ni mayor bien que nunca decir por quien. Y con este tal dolor, que se calle es lo mejor; pues está todo a favor y todo el bien en nunca decir por quien.

Page 9: Romances tradicionales

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Tres morillas Tres morillas me enamoran en Jaén Aixa, Fátima y Marién. Tres morillas tan garridas iban a coger olivas, y hallábanlas cogidas en Jaén: Aixa, Fátima y Marién. Tres morillas tan lozanas, iban a coger manzanas y hallábanlas cogidas en Jaén: Aixa, Fátima y Marién. Diréles: ¿quién sois, señoras de mi vida robadoras? Cristianas que éramos moras en Jaén: Aixa, Fátima y Marién. Con su grande hermosura, crianza, seso y cordura, cautivaron mi ventura y mi bien, Aixa, Fátima y Marién. Caballero, bien repugna Vuestra condición y fama; Más quien tres amigas ama no ama bien, Aixa, Fátima y Marién.

Page 10: Romances tradicionales

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Romance del enamorado

Yo me estaba reposando anoche como solía, soñaba con mis amores, que en mis brazos se dormían. Vi entrar señora tan blanca muy más que la nieve fría. - ¿Por dónde has entrado, amor? ¿Cómo has entrado, mi vida? Las puertas están cerradas, ventanas y celosías. - No soy el amor, amante: la muerte que Dios te envía. - ¡Hay muerte tan rigurosa, déjame vivir un día! - Un día no puedo darte, una hora tienes de vida. Muy deprisa se levanta, más deprisa se vestía. Ya se va para la calle, en donde su amor vivía. - ¡Ábreme la puerta, blanca, ábreme la puerta niña! - ¿La puerta cómo he de abrirte si la ocasión no es venida? Mi padre no fue a palacio, mi madre no está dormida.

Page 11: Romances tradicionales

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- Si no me abres esta noche, ya nunca más me abrirías; la muerte me anda buscando, junto a ti vida sería. - Vete bajo la ventana donde bordaba y cosía, te echaré cordel de seda para que subas arriba, si la seda no alcanzare, mis trenzas añadiría. Ya trepa por el cordel, ya toca la barandilla, la fina seda se rompe, él como plomo caía. La Muerte le está esperando abajo en la tierra fría: Vamos, el enamorado, la hora ya está cumplida.

Page 12: Romances tradicionales

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La doncella guerrera En Sevilla a un sevillano siete hijas le dio Dios la mala suerte que tuvo que ninguna fue varón. Un día a más pequeña se vino la inclinación de ir a servir al rey vestidita de varón. -No te vayas, hija no vayas, que te van a conocer tienes el pelito largo y dirán que eres mujer. -Si tengo el pelito largo, madre, córtemelo usted que con el pelo cortado un varón pareceré. Siete años llevó la guerra y nadie la conoció, Solito el hijo del rey, que de ella se enamoró. Al subir en el caballo la espada se le cayó, - Maldita sea la espada, y maldita sea yo. - No maldigas a tu espada ni maldigas a tu honor, que soy el hijo del rey y me muero por tu amor.

Page 13: Romances tradicionales

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Hoy comamos y bebamos Hoy comamos y bebamos y cantemos y holguemos que mañana ayunaremos. Por honra de San Antruejo parémonos hoy bien anchos, embutamos estos panchos, recalquemos el pellejo, que costumbres es de concejo que todos hoy nos hartemos, que mañana ayunaremos. Honremos a tan buen santo, porque en hambre nos acorra, comamos a calca porra, que mañana hay gran quebranto. Comamos, bebamos tanto, hasta que nos reventemos, que mañana ayunaremos. Bebe Bras, más tú, Beneyto, beba Pidruelo y Llorente, bebe tú primeramente, quitarnos has deste preito. En beber bien me deleyto, daca, daca, beberemos, que mañana ayunaremos. Tomemos hoy gasajado, que mañana viene la muerte, bebamos, comamos huerte, vamonos para el ganado, no perderemos bocado, que comiendo nos iremos,

que mañana ayunaremos.

Page 14: Romances tradicionales

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La serranilla

En lo alto de aquella montaña yo corté una caña, yo corté una flor para el labrador, labrador ha de ser. Que quiero a un labradorcillo que coja las mulas y se vaya a arar Y a la media noche me venga a rondar con las castañuelas, con el almirez y la pandereta que retumbe bien. Si en lo alto de aquella montaña te ofrezco la caña, te ofrezco la flor también labrador yo te quiero ofrecer. Mi amor que es humilde y sencillo y que con paciencia le gusta esperar y a la media noche me venga a rondar. con las castañuelas, con el almirez y la pandereta que retumbe bien. En lo alto de aquella montaña yo vi una mañana al primer albor a mi labrador, labrador ha de ser. Que quiero a un labradorcillo que coja las mulas y se vaya a arar y a la media noche me venga a rondar con las castañuelas, con el almirez y la pandereta que retumbe bien.

Page 15: Romances tradicionales

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El pastor desesperado

Por aquel lirón arriba lindo pastor va llorando; del agua de los sus ojos el gabán lleva mojado. —Buscaréis, ovejas mías, pastor más aventurado, que os lleve a la fuente fría y os caree con su cayado. ¡Adiós, adiós, compañeros, las alegrías de antaño!, si me muero deste mal, no me enterréis en sagrado; no quiero paz de la muerte, pues nunca fui bien amado; enterréisme en prado verde, donde paste mi ganado, con una piedra que diga: «aquí murió un desdichado; murió del mal del amor, que es un mal desesperado». Ya le entierran al pastor en medio del verde prado, al son de un triste cencerro, que no hay allí campanario. Tres serranitas le lloran al pie del monte serrano; una decía: «¡Ay mi primo!» otra decía: «¡Ay mi hermano!» la más chiquita dellas: «Adiós, lindo enamorado, mal te quise por mi mal, siempre viviré penando».

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La mala suegra

Paseaba Doña Arbola de la sala al ventanal con los dolores de parto que la hacían suspirar. - Ay, quien estuviera ahora en mi palacio real. La suegra como maldita, lo acababa de escuchar, - Vete tú para allá Arbola, ya que te quieres marchar, que en cuanto venga el buen Conde, yo le daré de cenar. Yo le daré de mi vino, yo le daré de mi pan. Sale por la puerta Arbola, y al conde se oye llegar. - Deme usté el espejo, madre, donde me suelo mirar. - ¿Cuál espejo quieres, hijo, el de oro o el de cristal? - No pregunto por el de oro, menos por el de cristal, que pregunto por mi Arbola, que ese es mi espejo real. - Tu buena Arbola, hijo mío, ha ido a su palacio real; a mí me ha llamado puta, a tí hijo de truhán. Monta el buen conde a caballo, para el palacio se va y al subir de una escalera, al aya vino a encontrar. - Bienvenido seas, conde, el infante nació ya. - Ni el infante beba leche, ni la madre como pan.

Page 17: Romances tradicionales

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- Mujer parida hace rato, ¿cómo podrá caminar? Se abriga con una saya, y a casa del conde va. En el medio del camino, Arbola se echa a llorar. - ¿Porqué lloras Doña Arbola? ¿Porqué tienes que llorar? - No lloro por el infante, -mi madre lo criará- las ancas de mi caballo, bañadas en sangre van. Mientras Arbola expiraba, el niño comenzó a hablar: Bendita sea mi madre, que en los cielos estará; Maldita sea mi abuela, que en los infiernos está, y del alma del buen conde, Dios sabe lo que será

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La molinera y el corregidor

En la provincia de Huelva, había un molinero honrado que ganaba su sustento con un molino arrendado y era casado con una moza que era una rosa y era tan bella que el corregidor madre se prendó de ella. La regalaba, la prometía hasta que un día la pidió los favores que pretendía. Responde la molinera, -Vuestros favores admito, pero siento si nos pilla, mi marido en el garlito, porque el maldito tiene una llave, con la cual cierra con la cual abre cuando es su gusto, expuesto es que nos pille y nos dé un gran susto. Responde el Corregidor: - Me estoy haciendo una idea de mandarle en el molino algo que allí le entretenga. Según lo digo: ¿Será de trigo porción bastante? Que lo muela esta noche que es importante para una idea que tengo oculta bajo la multa de doce duros. Así sea del modo, estemos seguros.

Page 19: Romances tradicionales

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Allí por aquel molino ha pasado un pasajero que entendía de moler tan bien como el molinero: - Si tienes ansia por irte a casa vete tranquilo que esta noche sin falta se muele el trigo. Ha salido el molinero y a su casa ya se ha ido les ha encontrado a los dos como en harina metidos. Vete tranquilo, buen molinero, ve a tu molino no dejes que el vecino te muela el trigo.

Más vale trocar Más vale trocar placer por dolores que estar sin amores. Donde’s gradecido es dulce el morir, vivir en olvido aquel no es vivir; mejor es sufrir pasión y dolores que estar sin amores. Es vida perdida vivir sin amar; y más es que vida saberla emplear; más vale penar sufriendo dolores que estar sin amores.

Page 20: Romances tradicionales

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¿Dónde vas Alfonso XII? Dónde vas, Alfonso XII, dónde vas triste de tí? Voy en busca de Mercedes que hace tiempo no la ví. Ya Mercedes está muerta, muerta está, que yo la ví, cuatro duques la llevaban por las calles de Madrid. Su carita era de cera y sus manos, de marfil, y el velo que la cubría, de color carmesí. Sandalias bordadas de oro llevaba en sus lindos pies, que se las bordó la infanta, la infanta doña Isabel. El manto que la envolvía era rico terciopelo y en letras de oro decía: "Ha muerto cara de cielo" Los caballos de Palacio ya no quieren pasear, porque se ha muerto Mercedes y luto quieren llevar. Los faroles de las calles con gasas negras están, porque se ha muerto Mercedes y luto quieren llevar Ya murió la flor de Mayo, ya murió la flor de Abril, ya murió la blanca rosa, rosa de todo Madrid.

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Los tres tamborileros

Tocando su tambor venían de la guerra tres mozos que al pasar tres grandes rosas llevan ranratataplan tres grandes rosas llevan. Los hijos del gran rey se asoman a la ventana y dícele al menor me dais la flor galana raratataplán me dáis la flor galana. Señora si os la doy habréis de ser mi esposa que es flor que no se dá pues con amor se cobra raratataplán pues con amor se cobra. El dar el sí o el no es cosa de mi padre por mí no ha de quedar si el precio a vos os place raratataplán si el precio a vos os place.

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Estos materiales de lectura son una propuesta para la acción: la acción de leer. La lectura es una actividad in-tensa, que vuelve a dar vida al texto que recrea el lector en su mente y en su corazón. Aquí no encontrarás preguntas , ni cuestionarios, ni investigaciones que deben ser cumpli-mentadas para completar la lectura. Nada más lectura, y nada menos. Re-crear un texto nos permite leer desde perspectivas muy diversas. Una de ellas es la que nos presenta el autor, pero no es la única. El lector también interactúa con el texto y aporta a la lectura su experiencia, sus emociones, su forma personal de ser y entender, sus sentimientos, su vida. Esto nos abre nuevos caminos a la hora de enfrentar-nos con el texto que vamos a leer. Se puede, y se debe, leer de muchas maneras y con distintas finalidades, y de entre todas nosotros elegimos la más divertida, la más viva. Apos-tamos por las más lúdicas y emotivas, aquellas que acerquen de modo más vivo la palabra escrita al lector, verdadero pro-tagonista de estos textos. Hagamos una lectura creativa donde el texto se lea y se relea, se reviva de formas diferen-tes, porque diferentes son los lectores y las circunstancias de cada lectura, y de cada momento de nuestra vida. Recree-mos espacios nuevos (¿leer en el mismo sitio y rodeado de los mismos objetos?), aportemos nuestras propias emociones (¿es un drama o una broma?) y, sobre todo, disfrutemos al leer. Los miembros de este proyecto de innovación peda-gógica queremos dar las gracias a todos los profesores que pusieron voz a los textos de nuestro “Club de los lectores vi-vos”, embrión de esta publicación. El cariño y la emoción que entonces nos regalaron, anima ahora nuestro trabajo. Y sobre todo, queremos dar las gracias a los cientos de alum-nos que a lo largo de estos años han participado en estas lecturas, su ilusión y su capacidad para maravillarse es ahora la nuestra. Así mismo, los miembros de este proyecto de innova-ción pedagógica no queremos dar las gracias a SGAE, CE-DRO y demás organizaciones filantrópicas defensoras de las artes y de las letras, sin cuya alargada sombra nuestro traba-jo hubiera sido más fácil.

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Literatic

Romances tradicionales

Literatic es un proyecto para

elaborar materiales de lectura para la ESO, presentados de una forma atractiva y

motivadora, que se desarrolla en el IES “Torre del Prado” en la experiencia “El club de los lectores vivos”.

El objetivo del proyecto es realizar la adaptación de textos clásicos al lenguaje actual teniendo

en cuenta las capacidades e intereses de los alumnos a los que se dirigen y

utilizando las herramientas que nos ofrecen

las TIC.