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CONTENIDO

Volumen 23, Número 1Enero - Junio 2015

EDITORIAL

ARTÍCULOS

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Economic stimulus, work requirements and health in Mexican university faculty.Carlos Raymundo Martínez López, Susana Martínez Alcántara & Ignacio Méndez Ramírez...................................................................................05

Síndrome de Burnout: un estudio con profesores. Burnout Syndrome: a study with teachers.Magda Almeida Freire, Eliany Nazaré Oliveira, Francisco Rosemiro Guimarães Ximenes Neto, Roberlândia Evangelista Lopes, Adriana Gomes Nogueira Ferreira & Bruna Vieira Gomes...........................................19

Significados discursivos de trabajadoras de organismos públicos chilenos y sus implicancias en la salud mental. Discursive meaning of Chilean public sector women workers and implications for mental health.Constanza Gómez-Rubio, Araceli Dávila Figueras & Gloria Zavala-Villalón....29

Nocividad del proceso de trabajo en un hospital público de la ciudad de México. Harmful effects of the work process in a public hospital in Mexico City.Javier de Jesús Pérez Villavicencio & Jesús Gabriel Franco Enríquez....39

CONTENIDO

NOTA CIENTÍFICA

Gestión de cambios en plantas industriales de procesos y la prevención de accidentes laborales. Managing process change in industrial facilities and prevention of occupational injuries.Ciro Martínez Oropesa.........................................................................................49

NOTAS Y REFLEXIONES

Huelga y salud en Venezuela: inherencia y conexidad. Strikes and health in Venezuela: inherence and connectedness.Yomar Bracho Díaz..............................................................................................55

Una reflexión acerca de la pobreza y la salud. Reflections on poverty and health.Martha E. Pernalete R..........................................................................................59

Incorporación de la perspectiva de género en las organizaciones. Una propuesta estratégica situacional. Parte II. Incorporation of a gender perspective in companies. A strategic proposal. Parte II.Maria Cristina Gonzalez M. & Daisy Camacaro G...............................................63

Volumen 23, Número 1Enero - Junio 2015

Editorial

EDITORIAL

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La medicina social y la salud de los trabajadores estamos de luto por la partida de este mundo de nuestro querido Giovanni Berlinguer, maestro de la vida y promotor del pensamiento crítico en salud en toda América Latina.

Nacido el 9 de julio de 1924, realizó estudios de medicina graduándose a los 28 años. En su periodo de formación desarrolló un intenso activismo que lo llevó a ser secretario y presidente de la Asociación Internacional de Estudiantes.

A pesar que su obra más conocida en nuestro medio se relaciona con los temas de bio-ética, en diferentes momentos de su vida Giovanni Berlinguer dedicó sus esfuerzos a la salud de los trabajadores. Una de sus primeras obras fue “Automatización y salud. Los problemas médicos y sociales del progreso técnico” en 1958, la cual se relaciona con la intensa problemática de daños a la salud ocasionados por el incremento de la industrialización en Italia y que dará como respuesta la movilización sindical en torno a la defensa de la salud en el trabajo liderada por Gastone Marri e Ivar Odonne.

El Modelo Obrero Italiano ha sido una de las mayores contribuciones a la salud de los trabajadores, y su divulgación posibilitará fortalecer el papel protagónico de los sindicatos bajo los principios de no delegación, no intercambio de salud por dinero y validación consensual, acompañado de la instrumentalización a partir de la encuesta colectiva, el mapa de riesgos y el plan de acción sindical por la defensa de la salud, sin desconocer las limitaciones que se le han planteado (Laurell, 1984; Reich & Goldman, 1984 y Righi, 1992).

Otras obras de Giovanni referidas a la salud de los trabajadores en este periodo son: “La macchina uomo” en 1961, “Malattie e igiene del lavoro degli autoferrotramvieri” en 1962, “Sicurezza e insicurezza sociale” en 1968, y en 1969 “Psichiatria e potere. [Le malattie mentali e la manipolazione dell’uomo, i rapporti fra contestazione psichiatrica e movimento operaio]” y “La salute nelle fabbriche”, este último traducido y divulgado en América Latina.

Junto con el activismo político, entre 1975 y 1999, Giovanni Berlinguer dedica sus esfuerzos a la enseñanza de la higiene industrial en la Universidad de Roma, periodo en el cual escribe el texto “Malaria urbana: Patología de la metrópoli, medicina y poder”. En este texto, Giovanni analiza el proceso de urbanización y la relación entre territorio y salud. Aborda la salud de los trabajadores como un proceso determinado no solamente por las condiciones de trabajo, sino también por las condiciones de vida. Este debate hará parte de las preocupaciones de la Medicina Social en Latinoamérica, frente a la centralidad de las categorías proceso de producción y proceso de trabajo y reproducción social.

Giovanni Berlinguer en 1999 volverá al tema de la salud de los trabajadores desde una óptica histórica al impulsar junto con Antonio Grieco y Sergio Iavicoli el desarrollo de investigaciones para recuperar la memoria de la lucha por el derecho a la salud en el trabajo. Participa de la conformación de la Red Internacional sobre la Historia de la Prevención Ocupacional y Ambiental (INHOEP), teniendo como fruto su participación como uno de los editores de las memorias de la Primera Conferencia Internacional Sobre Historia de las Enfermedades Ocupacionales y Ambientales, llevada a cabo en Roma en 1998. También en este periodo Giovanni escribió el texto “Le malattie e gli infortuni degli artigiani” en 1990.

EDITORIAL En memoria del Profesor Giovanni Berlinguer

Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

EDITORIAL

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Dentro de las actuaciones que Giovanni Berlinguer desarrolló en los últimos años estuvo su participación como miembro principal en la Comisión de Determinantes Sociales de la Salud de la Organización Mundial de la Salud, en el marco de la cual se dio la conformación de la Red de Conocimiento sobre el Empleo como Determinante de la Salud (EMCONET), y la participación que desde la Asociación Latinoamericana de Medicina Social se hizo a través del compañero Mauricio Torres como Coordinador General. El informe final de EMCONET presenta un marco teórico y una rica información acerca de los problemas de salud relacionados con el empleo y el trabajo, que se configuran en un punto de referencia para el debate de la salud de los trabajadores.

Giovanni Berlinguer murió el pasado 6 de abril a los 90 años, dejando un profundo sentimiento de tristeza y aprecio de quienes nos consideramos sus alumnos.A pesar de las barreras geográficas e idiomáticas que limitaron una mayor circulación de su obra en torno a la salud de los trabajadores en Latinoamérica, es indudable su aporte en la divulgación de la perspectiva del Modelo Obrero Italiano como parte de la construcción de la Medicina Social en la región. Profundizar en su estudio es el mejor homenaje que podemos hacer a este valioso intelectual quien por sus aportes al protagonismo obrero en la defensa de la salud en el trabajo.

El reto para este siglo XXI está en resistir al pensamiento conservador, que se expresa también en el campo de la salud en el trabajo con un discurso tecnocrático y culpabilizante, y recuperar la iniciativa desde el campo obrero y popular por la hegemonía en la defensa del derecho al trabajo y a la seguridad social de todos y todas los trabajadores y trabajadoras.

Jairo Ernesto Luna-García, PhD

Profesor de la Universidad Nacional de Colombia

[email protected]

Laurell, A. (1984). Ciencia y experiencia obrera: la luchapor la salud en Italia. Cuadernos Políticos ERA, (41), 43-63.

Reich, M. & Goldman, R. (1984). Italian occupational health: concepts, conflicts, implications. Am J Public Health, 74(9), 1.031-1.041.

Righi, M. (1992). Le lotte per l’ambiente di lavoro dal dopoguerra ad oggi. Studi Storici, 33(2/3), 619-652.

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ARTÍCULOSalud trab. (Maracay) 2015, Ene. - Jun., 23(1), 5-18

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Economic stimulus, work requirements and health in Mexican university faculty.

Carlos Raymundo Martínez López1, Susana Martínez Alcántara2 & Ignacio Méndez Ramírez3

Resumen

Establecer la asociación entre las principales exigencias de trabajo y los daños a la salud en académicos que tienen la opción de participar en los programas de est ímulos económicos. Estudio transversal y observacional, participaron 192 académicos universitarios con base en un muestreo aleatorio estratificado. Se recabaron datos sociodemográficos, exigencias laborales, perfil de daños a la salud e implicaciones derivadas de la participación en los programas de becas. Se utilizó el JMP8 y se controlaron variables confusoras (edad, género y antigüedad) estableciendo un nivel de significancia de p<0.05. El 64% cuenta con algún tipo de estímulo económico. El perfil de daños a la salud se caracterizó por trastornos músculo-esqueléticos (42%). Las exigencias de trabajo más representativas fueron: laborar en días de descanso (86%), cubrir una cuota de trabajo (80%) y sobrecarga de trabajo (60%); éstas se asociaron significativamente con: lumbalgia, músculo-esqueléticos, túnel del carpo y disfonía. Prevalecen tasas elevadas de trastornos músculo-esqueléticos, lumbalgia y disfonía, entre 3 y 4 de cada 10 trabajadores. Las exigencias laborales para poder concursar en los estímulos económicos se asociaron más significativamente con los daños a la salud, que los propios estímulos como tal. Es necesario visibilizar estos resultados para prevenirlos y atenderlos en materia de salud de los trabajadores.

Palabras clave: universidad, becas, trabajo, salud, psicosocial.

Abstract

To examine the association between the main job demands and adverse health effects among Mexican university faculty who have the option of participating in economic stimulus programs. Cross-sectional, observational study, involving a stratified random sample of 192 university academics. Data were collected on sociodemographics, job demands, adverse health profile implications arising from participation in economic incentive programs. The JMP8 was used and the analysis controlled for confounding variables (age, gender and age); statistical significance level was set at p < 0.05. Sixty-four percent of respondents indicated being eligible for some type of economic stimulus. The adverse health profile was characterized by musculoskeletal disorders (42%). The most representative job demands were working on days off (86%), covering for others (80%) and increased workload (60%). These factors were significantly associated with low back pain, musculoskeletal, carpal tunnel syndrome and dysphonia. The prevailing high rates of musculoskeletal disorders, back pain and dysphonia, affected between 3 and 4 out of 10 workers. Job demands required to participate in the economic stimulus were more significantly associated with adverse health than the economic incentives themselves.

Keywords: universi t ies , scholarships, work requirements, health, psychosocial.

1Egresado de la Maestría Ciencias en Ciencias en Salud de los Trabajadores. [email protected] de Tiempo Completo en la Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores (UAM-X). Responsable del proyecto general: “Programa de estímulos económicos y su relación con diversos satisfactores y trastornos en la salud de trabajadores académicos de una universidad pública”, en el que se inserta el presente estudio. [email protected]

3Profesor-Investigador de Tiempo Completo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco. División de Ciencias Biológicas y de la Salud. Departamento de Atención a la Salud. [email protected]

6 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

Introducción

Las políticas neoliberales han logrado consolidarse en México y en el resto de los países latinoamericanos, gracias a modelos basados en la reestructuración productiva o modernización económica, con la filosofía financiera de producir más con menos recursos, dejando de lado la calidad del proceso laboral y la salud de los trabajadores (Tunal, 2002). Esta dinámica de trabajo ha impactado en diversos sectores, entre ellos el sector de servicios o terciario, particularmente las universidades públicas. En consecuencia, dichas instituciones persiguen la productividad, el control de calidad y competitividad –como si fuesen centros de negocios– sacrificando la cultura crítica y propositiva que les caracterizaba (Gallardo & Quintanar, 2006).

Sobre ello, Heras (2005) señala que las universidades tienen que, apegarse a una serie de estrategias vinculadas con políticas de austeridad monetaria, lo que ha derivado en una serie de requerimientos laborales nocivos para la salud de los trabajadores académicos. Una de esas estrategias en el trabajo académico es la implementación de distintos programas de estímulos económicos o becas por productividad, que si bien es cierto han permitido mejorar el salario de quienes participan en estos programas, también han resultado en un incremento notable de la carga del trabajo académico, caracterizado por el cumplimiento de estándares y cuotas de producción que se reflejan en actividades como: mayores horas de docencia, investigación valorada en cantidad y no calidad, numerosas publicaciones y artículos, rigurosas evaluaciones, labores de servicio diversificado –social, empresarial y cultural– y actividades extra-académicas de administración.

Mignorance, Mayor & Marcelo (1993) explican las particularidades que asume la carga de trabajo en este personal a diferencia del profesorado de otros niveles educativos: la búsqueda de numerosas fuentes bibliográficas; la revisión de trabajos de titulación y asesoría de tesistas; organización, participación y asistencia a congresos, coloquios y simposios regionales, nacionales e internacionales; la elaboración, divulgación y publicación de diversos trabajos de investigación; etc., lo que en conjunto derivan en exigencias laborales nocivas para la salud haciéndolo susceptible a diversas manifestaciones patológicas en la salud física y mental.

Esta sobrecarga de trabajo que caracteriza a los centros universitarios de México, sobre todo en trabajadores jóvenes, tiene que ver con las políticas laborales que

de manera soterrada se vinieron impulsando en los diferentes ámbitos laborales y que de manera oficial se aplican en el país desde la reforma laboral que se aprobó en noviembre del año 2012, la cual ha venido a hacer cada vez más patentes los aspectos que siguen: disminución de los puestos definitivos, prevalencia de empleos precarios y abaratados, contrataciones de tiempo parcial y sin mediación sindical privilegiando el outsourcing, los bajos salarios, el detrimento de prestaciones y seguridad social e inestabilidad laboral (González, 2013). Los profesores universitarios quienes se encuentran participando en la búsqueda de mejoras salariales a través de las becas y estímulos reportan cada vez más una sobrecarga de trabajo, incremento de actividades de diversa naturaleza, evaluaciones continuas, supervisión estricta y simulación del trabajo (Urquidi & Rodríguez, 2010).

Las consecuencias trascienden el ámbito laboral. El estudio de Martínez, Méndez & Murata (2011) muestra que el participar en los programas de estímulos económicos conlleva una serie de exigencias con serias implicaciones negativas a nivel familiar, personal y de salud, tales como, un deterioro en las relaciones familiares, sociales y laborales, poco tiempo para disfrutar del tiempo libre de manera lúdica, con dificultad para la realización de actividad física y con la presencia de distintas manifestaciones en la salud: distrés, disfonía, trastornos músculo-esqueléticos, trastornos del sueño y ansiedad. Por su lado, Urquidi & Rodríguez (2010) encontraron que el principal factor generador de altos niveles de distrés en el personal académico es la participación en los programas de estímulos, debido a los exigentes mecanismos requeridos para lograr la incorporación y mantenerse con dicho reconocimiento laboral.

Es por eso que el análisis sobre las implicaciones del participar o no en los programas de estímulos económicos, demanda investigar no sólo las condiciones de trabajo adversas que han emergido en consecuencia, sino también identificar y asociar las secuelas en la salud de los trabajadores.

Bajo estos planteamientos teóricos se propuso como objetivo general: establecer la asociación entre las principales exigencias de trabajo y los daños a la salud en académicos universitarios de una universidad pública del Estado de México que poseen la opción de participar en programas de estímulos económicos por trabajo académico.

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Carlos Raymundo Martínez López, Susana Martínez Alcántara & Ignacio Méndez Ramírez

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ARTÍCULO

Metodología

Diseño y población en estudio

Se realizó una investigación de tipo observacional, transversal y descriptiva (Hernández, Fernández & Baptista, 2003), en el período comprendido entre septiembre y noviembre de 2012. Se trabajó con una muestra representativa de académicos de una universidad pública en el estado de México (licenciatura, maestría y doctorado), que tuvieran la opción de participar en los programas de estímulos. Los criterios de inclusión fueron: a) académicos de tiempo completo, b) laboralmente activos en la universidad al momento del muestreo, c) con la opción de participar en los programas de becas y d) firmar la carta de consentimiento informado.

Muestreo

La muestra se conformó por medio de un método probabilístico de tipo estratificado. En primera instancia se contó con un listado –por división y orden alfabético– de los académicos pertenecientes a la universidad, en la cual se concentraban aquellos docentes que sí cumplían con los criterios de inclusión. Se calculó un 10% adicional para reemplazar la “no respuesta”, al final se conformó una muestra de 261 académicos, de los cuales participaron 192, es decir, 73,5%. Con una “no respuesta” de 26,5%.

Materiales

Se aplicó la Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud de Personal Académico (EIESPA): herramienta de uso epidemiológico, elaborada y piloteada por Martínez et al (2011), con la cual se recabó información respecto a: las características sociodemográficas, las exigencias laborales, las implicaciones resultantes de la participación en los programas de estímulos y los daños a la salud física-mental en académicos. El perfil de daños quedó conformado por los siguientes padecimientos: disfonía, trastornos músculo-esqueléticos, lumbalgia, túnel del carpo, distrés, ansiedad, depresión, trastornos del sueño, fatiga general, fatiga neurovisual, cefalea tensional, migraña, trastornos psicosomáticos digestivos y cardio-circulatorios. Esta encuesta es una adaptación que deriva del Programa de Evaluación y Seguimiento de la Salud de los Trabajadores (PROESSAT) (Noriega, Franco, Martínez, Villegas, Alvear & López, 2001).

Análisis de los Datos

El procesamiento de la información se llevó a cabo por medio del programa estadístico JMP8 de SAS Institute, Inc. y se realizó control de calidad de la captura de datos. Para poder determinar la asociación entre las variables de estudio y eliminar el peso del azar, se llevaron a cabo un conjunto de análisis de independencia o contingencia; utilizando la prueba estadística de ji

Tabla N° 1. Condiciones de trabajo en académicos de una universidad pública en el Estado de México

Fuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

ELEMENTOS MUESTRA EN ESTUDIO %

Puesto de trabajo

Profesor Investigador 186 97

Profesor por Asignatura 2 1

Técnico Académico 4 2

Total 192 100

Tipo de categoría

Titulado Doctorado C2 107 56

Titulado Maestría B2 41 21

Pasante Doctorado C1 17 9

Titulado Licenciatura A2 19 10

Pasante Maestría B1 8 4

Total 192 100

Turno de trabajo

Mixto/Completo 115 62

Matutino/Vespertino 71 38

Total 186 100

Tipo de trabajador

Sindicalizado 145 75

No Sindicalizado 42 22

De Confianza 5 3

Total 192 100

8 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

cuadrada (con un nivel de significancia de p<0.05) y se calculó el Intervalo de Confianza al 95%. Además, se controlaron variables confusoras tales como: edad, género y antigüedad institucional, las cuales podrían influir en los resultados de la investigación.

Resultados

El análisis de las variables sociodemográficas resaltó los siguientes datos: un promedio de edad de 54 años, la mayoría de los académicos de la muestra son de género masculino (79%) e independientemente de su estado civil la mayoría posee pareja (71%). La información respecto al perfil laboral arrojó: que gran parte de los académicos posee el puesto laboral de profesor-investigador (97%), con categoría de C2, es decir, cuentan con Doctorado (56%). Además, el turno de trabajo establecido para más de la mitad del profesorado es mixto (62%) y tres cuartas partes de los trabajadores son sindicalizados (75%) (Tabla N° 1).

Las exigencias laborales más frecuentemente reportadas por los académicos fueron el trabajar en días de descanso o en vacaciones (86%), cubrir una cuota específica de producción (80%), sobrecarga de trabajo –mayor a 48 horas semanales– (60%), realizar tareas muy minuciosas (60%) y permanecer sentado la mayor parte de la jornada laboral (58%) (Figura N° 1).

Programa de estímulos

El análisis sobre la participación en los programas de estímulos indicó los siguientes datos: en general 64% de los profesores en estudio poseen algún tipo de beca. De forma más particular, sólo 19% es parte del Sistema Nacional de Investigadores (S.N.I.) y 27% está integrado al Programa para Mejorar el Proceso Enseñanza-Aprendizaje. Por otro lado, 54% participa en el Estímulo al Desempeño Docente y, de éstos, sólo 74% forma parte de dicho estímulo en su vertiente de Docencia-Investigación, lo que implica mayores requerimientos y exigencias en su labor académica.

Implicaciones de participar en los programas de estímulos

Se analizaron algunas implicaciones que conlleva el participar en los programas de estímulos, y aquellas que presentaron los porcentajes más altos, estuvieron relacionadas con aspectos positivos: mejorar las condiciones de vida (84%), impulsar la sistematización de la producción científica (77%), gozar de una estabilidad económica (69%) y aumento en la calidad de las tareas académicas (53%). Por otro lado, sobre las implicaciones que se perfilaron de manera negativa,

la que presentó un porcentaje más elevado fue la relacionada con la realización de mayores gestiones administrativas que restan tiempo a la academia con 53%. Existen implicaciones negativas con porcentajes menores, pero que no dejan de dar cuenta de fenómenos preocupantes que se están presentando al interior de este grupo de trabajadores (Figura N° 2).

Daños a la Salud

El perfil general de daños se conformó principalmente por tres diagnósticos: trastornos músculo-esqueléticos (42%), lumbalgia (35%) y disfonía (33%). Con menor proporción pero de igual forma presentes se encuentran: los trastornos del sueño (28%), la fatiga neurovisual (27%), la cefalea tensional (21%), la ansiedad (20%), entre otros (Figura N° 3).

Análisis de asociación

Las exigencias laborales relacionadas con el tiempo –sobrecarga de trabajo y laborar en días de descanso– se asociaron significativa y principalmente con padecimientos de tipo disergonómicos y disfonía. Algo muy similar ocurre con la exigencia sobre cantidad, los académicos que están expuestos a una cuota de trabajo, poseen más del doble de posibilidades de padecer disfonía y lumbalgia; y hasta cuatro veces más de probabilidades de presentar migraña y psicosomatizaciones cardio-circulatorias. Con relación a la vigilancia expresada por medio de una supervisión estricta, se asoció de forma muy significativa con el grupo de padecimientos disergonómicos, pero también con trastornos psicológicos somatizantes cardio-circulatorios con más del doble de riesgo (Tabla N° 2).

En la Tabla N° 3 se agrupan las exigencias laborales que más representan el ejercicio cotidiano del puesto de trabajo académico en la universidad y que además se asociaron significativamente con gran cantidad de padecimientos, sobre todo de tipo disergonómicos. Adoptar posiciones incómodas se asoció principalmente con trastornos músculo-esqueléticos, lumbalgia y túnel del carpo. La exigencia sobre “permanecer sentado la mayor parte del tiempo para trabajar” se asoció con diez de los catorce diagnósticos estudiados.

Programas de estímulos y daños a la salud

La participación de los académicos en el Sistema Nacional de Investigadores (S.N.I.) se asoció significativamente con dos padecimientos en particular: los trastornos psicosomáticos cardio-circulatorios y la lumbalgia (Tabla N° 4).

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Carlos Raymundo Martínez López, Susana Martínez Alcántara & Ignacio Méndez Ramírez

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ARTÍCULO

Figura N° 2. Implicaciones al participar en estímulos/becas por trabajo académico en docentes de una universidad pública en el Estado de México

Figura N° 3. Perfil de daños a la salud en académicos de una universidad pública en el Estado de México

Fuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

*Tasa por 100 trabajadoresFuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

Figura N° 1. Exigencias laborales en académicos de una universidad pública en el Estado de México

Fuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

10 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

*Tasa por 100 trabajadores **RP Razón de Prevalencia (Tasa mayor/tasa menor).Controlado por: Edad, Género y Antigüedad.Fuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

Tabla N° 2. Asociación entre exigencias relacionadas con el tiempo, la cantidad y vigilancia en el trabajo con daños a la salud en académicos de una universidad pública en el Estado de México

Dx n Si* No* RP** IC 95% P

EXIGENCIAS DE TIEMPO

Jornada semanal mayor a 48 Horas (Sobrecarga de trabajo)

Trastornos músculo-esqueléticos 192 54 24 2.2 1.30-2.10 0.0001

Lumbalgia 192 45 22 2.04 1.15-1.73 0.002

Disfonía 192 42 21 2 1.13-1.66 0.004

Realizar trabajo pendiente en días de descanso o vacaciones

Trastornos músculo-esqueléticos 192 47 12 3.9 1.36-2.03 0.0005

Lumbalgia 192 39 15 2.6 1.12-1.68 0.003

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios192 14 0 --- 1.09-1.23 0.01

EXIGENCIAS SOBRE CANTIDAD

Cubrir un determinado número de actividades académicas (Cuota de trabajo)

Disfonía 191 39 13 3 1.18-1.68 0.002

Lumbalgia 191 39 21 1.8 1.05-1.59 0.02

Migraña 191 20 5 4 1.06-1.32 0.03

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios191 14 3 4.6 1.04-1.23 0.03

EXIGENCIAS DE VIGILANCIA

Soportar una supervisión estricta

Trastornos músculo-esqueléticos 192 66 35 1.8 1.24-2.91 0.0003

Lumbalgia 192 57 29 1.9 1.15-2.34 0.001

Túnel del carpo 192 30 7 4.2 1.07-1.59 0.001

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios192 20 9 2.2 1.00-4.60 0.03

El estímulo denominado Desempeño Docente fue el que más asociaciones obtuvo con diversos daños a la salud, entre ellos: lumbalgia, músculo-esqueléticos, túnel del carpo, psicosomáticos cardio-circulatorios y trastornos del sueño. La probabilidad de presentar dichos trastornos aumenta más del doble para quienes tienen esta beca, lo que da cuenta de las múltiples exigencias e implicaciones a nivel laboral que representa alcanzarla (Tabla N° 4).

Al realizar las asociaciones entre el tipo de participación a la Beca del Desempeño Docente y los daños a la salud, es evidente que los académicos con la opción de Docencia-Investigación –trabajo académico exhaustivo- poseen más del 70% de posibilidades de presentar lumbalgia y cinco veces más la probabilidad de padecer trastornos psicosomáticos cardio-circulatorios (Tabla N° 4).

Implicaciones de participar en los estímulos y perfil de daños

Se identificó que la mayoría de las asociaciones significativas encontradas con daños a la salud se relacionan más con implicaciones que se perfilan de forma negativa para el trabajo, la salud y el bienestar del académico universitario, como por ejemplo: la realización de más gestiones administrativas que restan tiempo a la labor académica y el tener que sacrificar el trabajo en equipo como parte de las exigencias para disfrutar de los estímulos. La única implicación positiva de la participación a las becas que se asoció con algunos daños a la salud –con fatiga neurovisual y ansiedad– fue la que involucra mayor calidad en las tareas académicas a raíz de la obtención de dicho estímulo (Tabla N° 5).

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Carlos Raymundo Martínez López, Susana Martínez Alcántara & Ignacio Méndez Ramírez

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ARTÍCULO

*Tasa por 100 trabajadores**RP Razón de Prevalencia (Tasa mayor/tasa menor)Controlado por: Edad, Género y AntigüedadFuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

Tabla N° 3. Asociación entre exigencias relacionadas con el tipo de actividad en el puesto de trabajo y daños a la salud en académicos de una universidad pública en el Estado de México

Dx n Si* No* RP** IC 95% P

EXIGENCIAS DE LAS ACTIVIDADES EN EL PUESTO DE TRABAJO

Adoptar posiciones incómodas o forzadas

Trastornos músculo-esqueléticos 190 79 27 2.9 2.04-5.69 0.0001

Lumbalgia 190 70 22 3.1 1.71-3.87 0.0001

Túnel del carpo 192 42 21 2 1.13-1.66 0.004

Ansiedad 186 31 14 2.2 1.02-1.49 0.001

Cefalea tensional 190 34 16 2.1 1.04-1.56 0.01

Para trabajar permanecer sentado la mayor parte del tiempo (Sedentarismo)

Trastornos músculo-esqueléticos 189 58 22 2.6 1.43-2.35 0.0001

Lumbalgia 189 48 20 2.4 1.23-1.88 0.0001

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios189 18 4 4.5 1.06-1.30 0.0007

Disfonía 189 44 20 2.2 1.17-1.74 0.001

Ansiedad 185 25 13 1.9 1.01-1.34 0.002

Túnel del carpo 189 19 4 4.7 1.07-1.31 0.002Fatiga neurovisual 189 36 16 2.2 1.10-1.54 0.002

Distrés 187 26 11 2.3 1.04-1.37 0.004

Trastornos del sueño 189 36 19 1.8 1.06-1.50 0.004

Cefalea tensional 189 28 11 2.5 1.06-1.40 0.007

La superficie donde se sienta es incómoda

Trastornos músculo-esqueléticos 126 76 39 1.9 1.48-4.41 0.0001

Lumbalgia 126 65 44 1.4 1.24-2.91 0.0003

Cefalea tensional 126 37 19 1.9 1.00-1.64 0.01

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios126 28 11 2.5 1.01-1.50 0.01

Túnel del carpo 126 26 12 2.1 0.97-1.43 0.02

Por otro lado, la implicación negativa que más se asoció con daños a la salud y que tal vez sea la más representativa de las consecuencias al obtener un estímulo económico en la universidad, es la que se refiere a un deterioro en la vida familiar, social y laboral desde la incorporación al programa de becas. El análisis arrojó asociaciones con padecimientos como: migraña, trastornos psicosomáticos cardio-circulatorios, trastornos músculo-esqueléticos y disfonía; con un riesgo que va de más del doble o hasta más de cinco veces de probabilidad de presentar dichos padecimientos en aquellos académicos que perciben en particular esta implicación (Tabla N° 5).

Discusión

El análisis de la información sociodemográfica de la muestra arrojó una edad promedio de 54 años. Por lo que se trata de una población de académicos mayor, que en cierta forma da cuenta de la gran experiencia acumulada, útil para el trabajo de tipo intelectual propio de las universidades. Este dato es congruente con los estudios de Martínez et al (2011) quienes identificaron una media de edad de 54.4 años y Urquidi & Rodríguez (2010) en donde los rangos de edad ubican a la mayoría de los profesores entre los 36 y 55 años.

12 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

La mayoría de los profesores fueron de género masculino (79%), lo que puede estar muy determinado por el tipo de estudios que se realizan en esta universidad, ya que de acuerdo con Martínez & Vázquez (2001) –quiénes también estudiaron la salud laboral en académicos del sector agrícola encontrando hombres (74%) y mujeres (26%)– las ciencias forestales, pecuarias y agrícolas se han orientado histórica y socialmente como una actividad esencialmente practicada por hombres, quienes han tenido las mayores oportunidades para su formación profesional.

El 71% del profesorado reportó contar con pareja –ya sean casados o en unión libre– y una proporción menor (29%) estar solteros, viudos o divorciados. En su caso, Urquidi & Rodríguez (2010) hallaron de igual manera que del total de su muestra el 76,8% de maestros contaba ya con una pareja y Martínez & Vázquez (2001) señalaron que 75% de los académicos en su análisis se encontraban casados. La importancia de este dato en particular, descansa sobre teorías psicológicas como las de García (2002), quien señala que la pareja

posee un rol muy importante en la vida de las personas, particularmente en las conductas de apego sentimental, en apoyo social; como un sostén frente a las dificultades y amenazas de la vida diaria.

Respecto al perfil laboral, la gran mayoría de los académicos posee el puesto laboral de Profesores-Investigadores (97%), lo que indica que estos docentes se encuentran expuestos a una gran cantidad de trabajo, caracterizado por: laborar frente a grupo o en campo, actividades de investigación y publicación, tareas administrativas, curriculares y de servicio, entre otras. Este dato difiere curiosamente con el estudio antes referido de Martínez & Vázquez (2001), en donde se identificó que sólo 30% de la muestra de académicos tenía el puesto de Profesor-Investigador. Estas discrepancias sugieren que las proporciones de académicos que pertenecen a determinado puesto de trabajo, obedecen más a lineamientos particulares de cada universidad.

*Tasa por 100 trabajadores **RP Razón de Prevalencia (Tasa mayor/tasa menor)Controlado por: Edad, Género y AntigüedadFuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

Tabla N° 4. Asociación entre los diversos programas de estímulos/becas y daños a la salud en académicos de una universidad pública en el Estado de México

Dx n Si* No* RP** IC 95% P

BECAS/PROGRAMAS DE ESTÍMULOS

Ser parte del Sistema Nacional de Investigadores (S.N.I.)

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios 191 30 8 3.7 1.05-1.62 0.001

Lumbalgia 191 51 32 1.5 1.09-2.38 0.02

Poseer Beca al Desempeño Docente

Lumbalgia 192 47 22 2.1 1.17-1.79 0.0002

Trastornos músculo-esqueléticos 192 52 30 1.7 1.14-1.87 0.0004

Túnel del carpo 192 16 8 2 1.00-1.22 0.03

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios192 16 7 2.2 1.00-1.23 0.03

Trastornos del sueño 192 34 21 1.6 1.00-1.42 0.05

Opción de participación a la Beca de Desempeño Docente

Dx NDocencia-

Investigación(76)

Sólo Docencia

(27)RP** IC 95% P

Trastornos psicosomáticos

cardio-circulatorios

103 21 4 5.2 1.06-1.39 0.02

Lumbalgia 103 53 30 1.7 1.05-2.08 0.03

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Carlos Raymundo Martínez López, Susana Martínez Alcántara & Ignacio Méndez Ramírez

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ARTÍCULO

DxRAZONES DE PREVALENCIA (RP) DE LAS IMPLICACIONES

1- 2+ 3- 4-

Trastornos músculo-esqueléticos 2.1** 1.3 2.2*** 1.4 m

Lumbalgia 2** 1.1 2.2*** 1.5 m

Disfonía 2.2** 1.2 2.4*** 1.8*

Trastornos del sueño 1.5 1.5 1.3 1.5

Fatiga neurovisual 1.3 1.8* 1.4 1.5

Cefalea tensional 1.8 m 1.1 2.7** 1.8 m

Ansiedad 1.9 4.2* 1.6 1.05

Distrés 1.05 1.9 1.1 1.3

Migraña 2.6* 1 5.5*** 2 m

Fatiga general 1.2 1.3 1.3 1.06

Depresión 1.4 1.6 1.1 1.2

Trastorno del túnel del carpo 5.7** 1.2 5.4*** 1.5

Trastorno psicosomático

cardio-circulatorios 6.5*** 1.3 4.5** 2.8*

Trastorno psicosomático

digestivo 1.3 1.3 2 1.8

Estadísticamente Significativo: *=p<0.05, **=p<0.01, ***=p<0.001 y m = Marginalmente Significativo hasta p<0.10+ Implicaciones Perfiladas Positivamente- Implicaciones Perfiladas Negativamente 1. La incorporación al programa de estímulos le ha implicado la realización de gestiones administrativas que restan tiempo a las actividades académicas. 2. Desde la incorporación a la beca considera que hay más calidad en sus tareas académicas. 3. Su vida familiar, social y laboral se ha visto deteriorada a raíz de su incorporación al programa de estímulos. 4. Las actividades realizadas para disfrutar de las becas, le han implicado sacrificar trabajo en equipo

Controlado por: Edad, Género y AntigüedadFuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

Tabla N° 5. Asociación entre las implicaciones al participar en estímulos y los daños a la salud en académicos de una universidad pública en el Estado de México

Otro de los elementos laborales que caracterizó a esta universidad fue el turno laboral, dado que 62% de los profesores trabaja turno completo o mixto, es decir, la mayoría de los académicos pasan casi el día entero laborando en la Universidad, lo que sin duda resta tiempo a otro tipo de actividades importantes; como por ejemplo el esparcimiento o descanso-recuperación.

Existen una serie de estudios a nivel nacional e internacional que también han referido hallazgos sobre una serie de exigencias en el trabajo de educación superior, éstos sirven como punto de referencia sobre lo que acontece en este centro de trabajo y otras universidades que se enfrentan a condiciones laborales adversas, las cuales en muchas ocasiones son muy similares, lo que da cuenta de lo extendidas que se encuentran estas políticas laborales: Martínez et al (2011) identificaron en la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, el trabajar en días de descanso (87% vs 86% en Estado de México - Estado de México), la cuota de trabajo (84% vs 80% en -Estado de México-), el realizar tareas muy minuciosas (62%

vs 60% en -Estado de México-) y la sobrecarga de trabajo (51% vs 60% en -Estado de México-). Urquidi & Rodríguez (2010) identificaron en tres diferentes centros universitarios a la sobrecarga de trabajo (29% vs 60% en -Estado de México-) y el cubrir una cuota de producción (24% vs 80% en -Estado de México-). Pando, Castañeda, Gómez, Águila & Ocampo (2007), estudiaron en Guadalajara a académicos que reportaron la realización de trabajo minucioso (77% vs 60% en -Estado de México-) y una carga intensa de trabajo (36% vs 60% en -Estado de México-). Herranz (2004) en España identificó como la principal exigencia en académicos universitarios una jornada semanal mayor a 50 horas (vs 60% en -Estado de México-). Kohen, Frenquelli, Ballistreri, Dominga & Canteros (2003) en Argentina, reportaron que el llevar a cabo actividades con un alto grado de concentración (70% vs 60% en -Estado de México-) y adoptar posiciones incómodas (70% vs 29% en -Estado de México-). Martínez & Vázquez (2001) también en el Estado de México, reportaron un alto grado de concentración (95% vs 60% en -Estado de México-), el mantener posiciones incómodas (51% vs 29% en -Estado de México-) y el

14 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

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trabajo excesivo (44% vs 60% en -Estado de México-); y finalmente Kinman (2001) –quién en Australia analizó las formas de trabajo en más de quince universidades con 2.609 docentes– e identificó a la jornada semanal mayor a 50 horas (40% vs 60% en -Estado de México-) y una prolongación de las horas de trabajo mayor que en años precedentes –durante las noches y fines de semana– (72% vs 86% en -Estado de México-). Los porcentajes mostrados, aunque en algunas ocasiones difieren sensiblemente, muestran las condiciones bajo las cuales están laborando los universitarios en distintos contextos, lo que da cuenta de una problemática no privativa del país.

Respecto a las exigencias de trabajo en la universidad relacionadas con el tiempo y la cantidad, éstas se asociaron principalmente con padecimientos músculo-esqueléticos, lumbalgia y disfonía. Si bien las siguientes investigaciones no identificaron asociaciones con los mismos padecimientos, si dan cuenta de otro tipo de morbilidad en los trabajadores ocasionada por el mismo tipo de exigencias. Martínez et al (2011). encontraron más padecimientos psicoemocionales (ansiedad y fatiga general) asociados con la condición de trabajar en días no laborales; Urquidi & Rodríguez (2010) encontraron asociaciones significativas entre la sobrecarga de trabajo, la multiplicidad de tareas académicas que cumplir, demandas laborales que interfieren con actividades personales, tiempo insuficiente para actualizarse, tiempo insuficiente para la preparación de clases y tiempo limitado para asesorías estudiantiles con la aparición de niveles altos de distrés.

En relación con las exigencias de vigilancia, aquellos profesores que se encuentran expuestos a soportar una supervisión estricta, poseen casi el doble de probabilidades de padecer trastornos dorsolumbares (músculo-esqueléticos y lumbalgia) y más del doble para trastornos cardio-circulatorios. En correspondencia, Martínez & Vázquez (2001) encontraron que las prevalencias para los trastornos mentales, la fatiga y los trastornos dorsolumbares son casi el doble para los trabajadores expuestos a la evaluación del trabajo como mecanismo de supervisión estricta. Debido a que en la actualidad el trabajo académico es sometido a criterios estrictos de evaluación permanente y continua, que constituyen no sólo filtros de calidad sino estrategias de supervisión. Lo que da como resultado que el trabajador se sobre-estrese, sea vulnerable y prevalezcan con mayor facilidad trastornos como los antes descritos.

Sobre las exigencias de las actividades propias del puesto de trabajo, en esta universidad la condición

laboral de adoptar posiciones incómodas o forzadas para trabajar, se relacionó tanto con diagnósticos físicos (músculo-esqueléticos, lumbalgia y túnel del carpo) como emocionales (ansiedad y cefalea tensional). Otros estudios similares, también han identificado trastornos físicos como mentales; tal es el caso de Martínez et al (2011), quienes encontraron asociaciones con fatiga general, lumbalgia y depresión. Martínez & Vázquez (2001) que identificaron en profesores que reportan la presencia de posiciones forzadas durante la jornada laboral, más del doble de probabilidades de padecer fatiga general y diversos trastornos dorsolumbares.

Otra de las exigencias relacionadas al puesto de trabajo que más caracterizó a los docentes de esta universidad, fue la de permanecer sentados la mayor parte del tiempo durante el trabajo con 58%. Lo cual se traduce en condiciones laborales que resultan en sedentarismo, seguramente determinadas principalmente por la necesidad de uso cotidiano de la computadora en las actividades académicas (91% la utiliza diariamente). Dicha condición sedentaria es alarmante para la población docente, dado que se asoció con 10 de los 14 daños a la salud estudiados, especialmente con trastornos dorsolumbares. En relación a dichos datos, Del Río & González (2007) señalan que las rutinas laborales han experimentado cambios a la par del avance en las tecnologías, lo que ha generado una demanda cada vez más elevada del uso de computadoras personales en el trabajo. Que a su vez, facilitan condiciones de sedentarismo, posturas forzadas y por ende trastornos músculo-esqueléticos, fatiga cervical y visual.

Respecto a la participación en los programas de estímulos, se encontró que más de la mitad de la población de académicos analizada (64%) poseía alguna clase de beca o estímulo. Al respecto, otras investigaciones han hallado datos relativamente similares, Martínez et al (2011) identificaron que 64% de los docentes en su investigación contaba con algún tipo de estímulo; Rondero (2007), encontró que 31,5% de los académicos estudiados habían contado con algún tipo de estímulo de forma continua, que 23,5% había logrado tener en alguna ocasión alguna de ellas y 15,6% nunca había participado; Kohen et al (2003) hallaron que 49% de los docentes sí participaba en los programas de incentivos por trabajo académico. Estos estudios reflejan cómo es que en las últimas décadas los programas de estímulos han tomado un lugar relevante dentro de las formas de organización, división y reconocimiento del trabajo académico en la mayoría de las universidades públicas.

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Carlos Raymundo Martínez López, Susana Martínez Alcántara & Ignacio Méndez Ramírez

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ARTÍCULO

Específicamente se identificó en esta universidad que alrededor de 19% de los profesores formaban parte del Sistema Nacional de Investigadores (S.N.I.). De acuerdo con Heras (2005) al paso de los años el número de académicos inmersos en dicho sistema no ha aumentado considerablemente, de hecho muchos de ellos han salido del sistema reportando problemas diversos (Lastra, 2010). Heras bajo una mirada crítica señala que el ingreso al S.N.I. ha sido un incentivo económico para la comunidad académica mexicana, debido a los escasos aumentos salariales en las últimas décadas. Por lo que esta autora concluye, que el S.N.I. ha encarecido notablemente la ciencia en México y el trabajo académico se ha desarrollado bajo una lógica de reconocimientos monetarios.

Diversos estudios se han ocupado también de analizar las consecuencias negativas y positivas de ser miembros de los programas de estímulos y corroboran en cierta forma los resultados identificados en esta universidad, lo que da cuenta del peso y los alcances que las becas poseen sobre el proceso de trabajo académico y la calidad de vida de los profesores universitarios. Arbesú, Gutiérrez & Piña (2008, citados en Urquidi & Rodríguez, 2010) identificaron que aunque los programas de estímulos han favorecido al aumento salarial del personal académico, también han originado diversas consecuencias negativas, que se caracterizan por la burocratización de la labor docente y la simulación de la investigación científica, con el fin de poder alcanzar los estándares de dichos estímulos.

Por otro lado, los resultados de Larios, J., Larios, M. & Rangel (2010) demostraron que formar parte de programas de estímulos (Programa de Mejoramiento del Profesorado o Programa Institucional de Fortalecimiento Institucional) determinaba condiciones adversas como: individualidad en la dedicación del trabajo académico, procesos académicos complejos y burocráticos, ardua competencia entre colegas y sistemas rígidos de evaluación. Magaña & Sánchez (2007) identificaron en aquellos académicos que forman parte del S.N.I. diversos factores de estrés laboral, tales como: sistemas de evaluación internos y rígidos, la multiplicidad de roles por asumir, la falta de grupos de trabajo consolidados y las gestiones administrativas u operativas.

Las asociaciones entre los estímulos económicos y los daños a la salud, en esta universidad fueron múltiples: trastornos psicosomáticos cardio-circulatorios, músculo-esqueléticos, lumbalgia, síndrome del túnel del carpo y trastornos del sueño. A diferencia de los resultados de Martínez et al (2011) que sólo encontraron una

asociación marginal con el distrés (p<0.07). Urquidi & Rodríguez (2010) identificaron en su estudio que el reconocimiento a la labor académica, vía la participación en los programas de estímulos, es considerado –de entre cuatro factores de estrés en académicos– la principal fuente de distrés que describe la profesión académica contemporánea.

Magaña & Sánchez (2007) identificaron en académicos mexicanos que forman parte del S.N.I. una prevalencia de 19% de Síndrome de Desgaste Emocional; y Martínez & Vázquez (2001) concluyen que los profesores que son miembros del S.N.I. y pertenecen a los diversos programas de evaluación de estímulos presentaron mayores trastornos mentales como: irritabilidad, ansiedad, depresión y trastornos del sueño, fatiga crónica y padecimientos dorsolumbares. Estas investigaciones demuestran que tener algún tipo de beca, es determinante para la salud física y emocional del profesorado universitario, principalmente por el nivel de exigencias que les demanda alcanzarlos.

Las implicaciones negativas derivadas de la incorporación a los programas de estímulos (el deterioro de la vida familiar, social y laboral, la realización de más gestiones administrativas que restan tiempo a las actividades académicas y el sacrificar trabajo en equipo) guardaron también asociación con algunos de los daños en estudio: músculo-esqueléticos, lumbalgia, disfonía, migraña, túnel del carpo, trastornos psicosomáticos cardio-circulatorios y cefalea tensional. Resultados similares a los reportados por Martínez et al (2011) en su estudio identificaron que el deterioro en la calidad de la producción científica se asoció con fatiga general, ansiedad, trastornos del sueño, músculo-esqueléticos y psicosomáticos cardio-circulatorios; una vida familiar, social y laboral afectada se relacionó con trastornos psicosomáticos cardio-circulatorios, del sueño, depresión, distrés y fatiga patológica; y la realización de gestiones administrativas que restan tiempo a las actividades académicas se asoció con distrés y fatiga mental. Por su parte, Álvarez (2007) identificó en docentes de Lima, que factores como reconocimiento y distinciones, capacitación y compensaciones económicas presentaron menor incidencia con la satisfacción laboral; debido a que éstos actúan como factores higiénicos del trabajo, que al no ser cubiertos, son causantes de insatisfacción laboral.

En la medida en que los estímulos económicos obtenidos mediante la productividad académica prioricen el beneficio económico y favorezcan el impulso de exigencias laborales (tanto para acceder como para

16 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

mantenerse dentro de dichos estímulos), mayor será la prevalencia de trastornos que afectan el bienestar y la salud física de los académicos. Dejando de lado tanto la calidad de los productos científicos como el prestigio de la profesión académica.

Conclusiones

Existen una serie de elementos sociodemográficos compartidos entre la población académica en las diversas universidades públicas, descritas como comunes denominadores en esta población, dichos elementos son: media de edad arriba de los 50 años, mayoritariamente hombres, con pareja y con un grado académico alto –doctorado–.

El perfil laboral que caracterizó a los académicos universitarios, posee ciertos elementos que dan cuenta de altas exigencias de trabajo, tales como: turno laboral mixto o completo y ser parte de estímulos económicos. Por otro lado, existen condiciones favorables para los académicos tales como el hecho de que tres cuartas partes de los trabajadores están sindicalizados.

Las exigencias de trabajo más particulares en esta universidad tienen que ver con: trabajar en horas no laborables, cubrir una cuota de trabajo, sobrecarga laboral semanal, realizar tareas demasiado minuciosas –elemento característico del trabajo intelectual– y para trabajar permanecer sentado la mayor parte del tiempo (sedentarismo).

La sobrecarga laboral, la cuota de trabajo, el soportar una supervisión estricta y el adoptar posiciones incómodas o forzadas fueron, particularmente, aquellas exigencias de trabajo que más se asociaron con diversos daños a la salud. La exigencia laboral que más se asoció significativamente con los daños a la salud fue la de permanecer sentado la mayor parte del tiempo durante el trabajo, es decir, el sedentarismo que indudablemente posee un papel importante sobre la morbilidad física y mental.

El perfil de daños a la salud se caracterizó primordialmente por cuatro trastornos: músculo-esqueléticos, lumbalgia, disfonía y trastornos del sueño; presentes entre 3 y 4 de cada 10 académicos.

Referente a los programas de estímulos, se identificó que más de la mitad de los académicos en estudio pertenecía a alguno de ellos. Sobre las implicaciones del participar en dichos programas, las que más resaltaron fueron las relacionadas con aspectos positivos, tales como: mejorar las condiciones de vida, impulsar

la sistematización y organización de la producción científica y el goce de una estabilidad económica. Entre las implicaciones de índole negativa, la que se asoció con diversos daños de manera muy estrecha, fue la percepción sobre el deterioro de la vida familiar, social y laboral.

Al analizar los programas de estímulos con el perfil de daños se puede concluir que el poseer S.N.I. se asoció por sí mismo con padecimientos como lumbalgia y psicosomatizaciones cardio-circulatorios. El estímulo denominado Desempeño Docente fue el que más asociaciones obtuvo con los siguientes trastornos: lumbalgia, músculo-esqueléticos, túnel del carpo, psicosomáticos cardio-circulatorios y trastornos del sueño. Por otro lado, aquellos académicos que forman parte de la opción más compleja de participación al Estímulo por Desempeño Docente, nombrada Docencia-Investigación tuvieron mayores probabilidades de presentar lumbalgia y de padecer trastornos psicosomáticos cardio-circulatorios; en comparación con los profesores que cuentan con el estímulo más simple, el que engloba sólo actividades de Docencia. Y se identificaron 3 de las 4 principales implicaciones de participar en los programas de estímulos como negativas, asociadas con 7 de los 13 padecimientos estudiados.

La conclusión central del presente trabajo respecto a las consecuencias negativas de formar parte de los programas de estímulos y que se refleja con la asociación de daños a la salud, tiene que ver con el deterioro en la vida familiar, social y laboral desde la incorporación a tales programas de becas. Es decir, una pérdida sensible de la calidad de vida del personal académico que alcanza la vida extralaboral.

Con el fin de mejorar las condiciones adversas de trabajo y prevenir la aparición de nuevos daños a la salud se plantean las siguientes medidas de carácter colectivo e individual: A) Visibilizar los resultados de esta investigación y discutir cómo mejorar el salario, dado que ha sido posible demostrar que para alcanzar o mantener los estímulos se tienen que asumir altas exigencias laborales, las cuales tienen repercusión sobre el estado de salud. B) Llevar a cabo estudios ergonómicos de los puestos de trabajo. C) Implementar programas de pausas en el trabajo a favor de la relajación cuerpo-mente. D) Efectuar un entrenamiento profesional del uso adecuado de la voz. E) Realizar ejercicio por lo menos 4 veces a la semana durante 30 minutos como mínimo.

Estímulos económicos, exigencias de trabajo y salud en académicos universitarios mexicanos. Carlos Raymundo Martínez López, Susana Martínez Alcántara & Ignacio Méndez Ramírez

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ARTÍCULO

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ARTÍCULO

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ARTÍCULOSalud trab. (Maracay) 2015, Ene. - Jun., 23(1), 19-27

Síndrome de Burnout: un estudio con profesores.Burnout Syndrome: a study with teachers.

Magda Almeida Freire1, Eliany Nazaré Oliveira2, Francisco Rosemiro Guimarães Ximenes Neto3, Roberlândia Evangelista Lopes4, Adriana Gomes Nogueira Ferreira5 & Bruna Vieira Gomes6

Resumen

El Síndrome de Burnout es un proceso ocasionado por el estrés en el trabajo, que prevalece principalmente entre profesionales de las áreas de salud y educación. Con el objetivo de analizar cómo los niveles del Síndrome de Burnout se presentan en profesores de escuelas municipales se ha realizado un estudio cuantitativo, con 116 profesores del municipio de Sobral-Ceará. La recolecta de datos se basó en el inventario Maslach Burnout Inventory. Los resultados revelaron que 46% presenta nivel medio de Agotamiento Emocional, 47% bajo nivel para Despersonalización y 66% presentó moderada Realización Profesional, pudiendo ser considerados vulnerables al síndrome. En este contexto es importante promover discusiones sobre el tema entre profesionales para facilitar la detección precoz y el desarrollo de acciones preventivas de esa patología.

Palabras clave: trabajo, agotamiento profesional, docentes.

Abstract

Burnout syndrome is felt to derive from stress at work, and is mainly reported by professionals in health and education. We conducted a quantitative study of burnout syndrome level among 116 municipal schoolteachers in the city of Sobral-CE, using the Maslach Burnout Inventory. Results revealed that 46% of respondents presented a medium level of emotional exhaustion, 47% had a low level for depersonalization and 66% reported moderate professional fulfillment; collectively, this represented a population vulnerable to burnout. It is important to promote discussions on this topc among professionals in this area, to facilitate early detection and the development of preventive interventions for this syndrome.

Keywords: work, Burnout, professional, faculty.

1Enfermera de la Estrategia Salud de la Familia en Sobral, Ceará. [email protected], Doctora en Enfermería por la Universidad Federal de Ceará - UFC. Docente de la Universidad Estadual Vale del Acaraú – UVA, Sobral, Ceará. [email protected]

3Enfermero Sanitarista; Máster en Salud Pública; Docente del Curso de Enfermería de la UVA; Docente del Máster Profesional en Salud de la Familia UVA/FIOCRUZ. [email protected]

4Enfermera, Máster en Salud de la Familia por la Universidad Federal de Ceará – UFC. [email protected], Doctora en Enfermería por la Universidad Federal de Ceará – UFC. Docente de la Universidad Federal de Maranhão. UFMA. [email protected], Máster en Salud de la Familia por la UFC. Sobral, Ceará. [email protected]

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Introducción

El trabajo siempre ha ocupado un lugar importante en la vida y evolución de la humanidad, principalmente en lo que concierne a las divisiones de clase, así como en la organización social y estructura de las sociedades en las diferentes eras históricas. Es importante destacar el trabajo como categoría sociológica; como carácter fundador del ser social, así como actividad permanente productiva e inmanente de la propia existencia humana y elemento impulsor para la dinámica de la vida en sociedad (Semeghini, 2009). De esta forma es imposible desvencijarlo y analizar sus implicaciones en el proceso salud-enfermedad-cuidado de las poblaciones en sus diferentes espacios de vida y producción surgiendo una categoría de análisis, que es la salud ocupacional y sus vertientes (Madeira & Alves, 2006).

La salud ocupacional tiene como foco la promoción de la salud y la preservación de la integridad del trabajador durante el ejercicio de sus actividades laborales, por medio de la detección de riesgos y de los determinantes que interfieren en su calidad de vida y en su salud (Porto, Santos, Vasconcelos & Fonseca, 2011).

Cuando las condiciones de trabajo son insalubres y no garantizan la calidad de vida, el trabajador pasa a tener sus necesidades humanas básicas afectadas, ya sea en los aspectos biopsicológico, social y/o espiritual. Vale resaltar que, una larga jornada asociada a una carga de trabajo desgastante, puede llevar al trabajador a manifestar innúmeras enfermedades y/o agravamientos relacionados al trabajo, que casi siempre afectan a su salud mental, lo que puede llevarlo a vivir situaciones de estrés prolongado. Cuando este tipo de estrés permanece por mucho tiempo puede desencadenar el Síndrome de Burnout, un tipo de respuesta prolongada a los estresores emocionales e interpersonales crónicos en el trabajo.

El Síndrome de Burnout se manifiesta cuando un trabajador que antes estaba muy implicado afectivamente y efectivamente con el proceso de producción referente a su ocupación, ya sea con sus clientes o con el trabajo en sí, pasa a sufrir estrés continuo y excesivo desgaste y no consigue distinguirlo de la fatiga. Dicha situación es una señal importante de alerta para que el cuerpo humano del trabajador reconozca sus límites y establezca un período de reposo para revertir las señales y los síntomas instalados (Associação Brasileira de Enfermagem - ABEN, 2006).

De acuerdo a Carlotto, Nakamura & Câmara (2006), el Síndrome de Burnout se caracteriza por

tres dimensiones: el Agotamiento Emocional, la Despersonalización y la Realización Profesional. La primera se refiere a la falta de recursos emocionales y al sentimiento de que no se tiene nada para ofrecer al otro sujeto; la segunda es el desarrollo de sentimientos y actitudes negativas, indiferentes y cínicas en relación a los sujetos que entran en contacto directo con el profesional. La última se refiere a una disminución de los sentimientos de competencia en relación a los logros personales obtenidos en el trabajo y en las relaciones interpersonales. Siendo, por tanto, la asociación de un conjunto de conductas/prácticas negativas relacionadas tanto a factores internos, en forma de valores individuales y trazos de personalidad, como a factores externos, en forma de estructuras organizacionales, ocupacionales y grupales (Balone, 2002). El referido síndrome afecta a trabajadores implicados con cualquier tipo de actividad, ocupación y profesión, siendo los profesionales del área de salud uno de los grupos más vulnerables, por estar involucrados con el proceso salud-enfermedad-cuidado, en una relación de atención directa, continua y altamente emocional, así como los profesionales de la educación.

En el caso específico de la educación, los trabajadores más afectados son los profesores. Éstos pasan a presentar perjuicios en su planificación de clase, en las relaciones docente-discente, en los aspectos cognitivos, volviéndose frecuente su ausencia en sala de aula, entre otras situaciones que poco a poco se van manifestando.

Los educadores forman una categoría especialmente expuesta a los riesgos psicosociales, por soportar una carga de trabajo que implica los aspectos cognitivos, relacionales y emocionales; además de enfrentarse con estresores propios de la organización educacional y con situaciones en las que se desequilibran las expectativas individuales del profesional y la realidad del trabajo diario (Jimenez, Hernandez, Gálvez, González & Pereira, 2002).

El profesor, debido a su exhaustiva jornada y carga de trabajo, puede presentar pérdida de entusiasmo y creatividad, sintiendo menos simpatía por los estudiantes y menos optimismo en cuanto a la evaluación de su futuro. Puede también sentirse fácilmente frustrado por los problemas ocurridos en sala de aula o por la falta de progreso de sus pupilos, desarrollando un gran distanciamiento con relación a éstos. Sentimientos de hostilidad en relación a administradores, familiares y estudiantes también son frecuentes; así como el desarrollo de una visión despreciativa con relación a la profesión. El profesor se muestra auto-despreciativo

Síndrome de Burnout: un estudio con profesores.Magda Almeida Freire, Eliany Nazare Oliveira, Francisco Rosemiro Guimaraes Ximenes Neto, Roberlândia Evangelista Lopes, Adriana Gomes Nogueira Ferreira & Bruna Vieira Gomes

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y arrepentido de haber ingresado en la profesión, fantaseando o planeando seriamente abandonarla.

Como consecuencia de esto surgió el siguiente cuestionamiento: ¿En qué nivel del Síndrome de Burnout se encuentran los profesores de las escuelas públicas municipales de la ciudad de Sobral - Ceará? Para responderlo se realizó una investigación cuyo objetivo fue analizar cómo los niveles del Síndrome de Burnout se presentan en profesores de las escuelas municipales de la ciudad de Sobral - Ceará.

Métodos

La investigación tiene carácter exploratorio-descriptivo, con abordaje cuantitativo, y fue desarrollada durante los años de 2008 y 2009.

La población del estudio fue compuesta por profesores de enseñanza básica de las escuelas municipales de la zona urbana de Sobral-CE. Entre los mismos substrajimos un muestreo del tipo no probabilístico intencional, que es un muestreo por juicio en el que hay interés en estudiar solamente los tipos de sujetos seleccionados (Cooper & Schindler, 2003).

En el municipio de Sobral - Ceará, las escuelas municipales mantienen un cuerpo de docentes de 1.081 profesores, la muestra estuvo compuesta por 116 profesores, de diez escuelas municipales, que aceptaron participar de la investigación. Las escuelas fueron sorteadas de acuerdo con la distribución de las áreas administrativas de la zona urbana, o sea, dos escuelas por cada área. De esta forma la población concentraría diversos barrios, con sus diferencias sociales y económicas.

Para la recolección de datos se utilizaron dos instrumentos: uno construido por los investigadores con vistas a abarcar informaciones sociodemográficas y funcionales de los profesores; y el cuestionario-modelo desarrollado por Maslach y Leiter, los obstáculos están relacionados a los vínculos familiares y a los sentimientos vividos por los profesionales en la comunicación de la muerte a los padres, dificultando la adhesión del equipo al proceso, reconocidos y validados internacionalmente por el Maslach Burnout Inventory (MBI) 8, que está compuesto considerando las tres dimensiones del Síndrome de Burnout: Agotamiento Emocional (AE), del cual contiene nueve preguntas (1, 2, 3, 6, 8, 13, 14, 16 y 20); la Despersonalización (DP), de la cual hay cinco ítems relacionados (5, 10, 11, 15 y 22); y, por último, la Realización Profesional (RP), que está constituida por ocho preguntas (4, 7, 9, 12, 17, 18, 19 y 21) (Sá, 2011).

Estos instrumentos fueron entregados en sobres numerados junto con las declaraciones de consentimiento libre y aclarado y el consentimiento post-aclarado para ser firmado por los profesores.

Para análisis de los datos se utilizó la Escala de GEPEB (Grupo de Estudios e Investigaciones sobre Estrés y Burnout) que considera los valores patrón y muestra la puntuación baja, media y alta para cada una de las dimensiones (Volpato, Gomes, Silva, Justo & Benevides-Pereira, 2003). (Tabla N° 1).

Tabla N° 1. Escala del MBI desarrollada por el GEPEB

Fuente: Sobral - Ceará, 2009

Dimensión Baja Media Alta

AE 15 16-25 26

DP 2 3-8 9

RP 33 34-42 43

El análisis de las características relacionadas al Síndrome de Burnout fue realizado utilizando los valores de la escala del MBI desarrollados por el GEPEB que determina la existencia de este síndrome cuando están presentes valores superiores a 26 para la dimensión AE; superior a nueve para DP; y abajo de 33 para RP. Considérese, además, que según la Tabla N° 1 pueden ser clasificados los grados de afectación del profesional como bajo, moderado o alto nivel de sentimientos experimentados, sin embargo, es necesario que todas las dimensiones indiquen el mismo grado.

Después del recuento de las preguntas, y el establecimiento de las puntuaciones (alta, media y baja) en todos los cuestionarios, fueron establecidos códigos numéricos para cada variable del instrumento de recolección de datos. A continuación se construyó un banco de datos en el programa Microsoft Excel, para lo cual fueron transferidas las informaciones recolectadas, según la codificación establecida. A partir de ahí fueron analizados los datos cuantitativos y convertidos en datos porcentuales, continuando con la construcción de las figuras y tablas.

El estudio fue desarrollado tomando como base las directrices de la Resolución Nº 196/1996 del Consejo Nacional de Salud (CNS) que se refiere a la investigación implicando seres humanos, teniendo en cuenta los riesgos y beneficios de la investigación, a través del consentimiento previo. Fueron observados en este trabajo los preceptos éticos-legales por medio

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del encaminamiento del mismo para apreciación y aprobación de la Secretaria de Educación de Sobral-CE y posteriormente al Comité de Ética e Investigación de la Universidad Estadual Valle de Acaraú (UVA) donde fue aprobado con el CAAE - 3724.0.000.039-09. Todos los participantes firmaron la declaración de consentimiento libre y aclarado.

Resultados

Los resultados están presentados en dos grupos: el primero con los datos sobre el perfil sociodemográfico que caracterizan a los profesores investigados (Tabla N° 2); el segundo con el análisis del Síndrome de Burnout con relación a los niveles de los tres principales síntomas de este síndrome (Agotamiento Emocional, Despersonalización y Realización Personal) (Figura N° 1) y su relación con los datos sociodemográficos.

Delante de las informaciones recolectadas, se puede deducir que el colectivo de profesores es predominantemente femenino (78%) y de adultos jóvenes (77%) en el intervalo de 20 a 40 años. En relación al estado civil, hay un predominio de solteros (55%) en relación a los casados (41%). En cuanto a la formación de los sujetos, 44% tienen enseñanza superior completa; 27,8% con especialización; y solamente 1,16% con máster. Hay, además, una prevalencia de 33% con enseñanza superior incompleta. En cuanto a la jornada de trabajo, la mayoría trabaja en dos turnos (63%); 33% trabajan solamente un turno; y, 4% trabajan tres turnos, obteniéndose una media de 34,13 horas/semana. La situación funcional presenta un predominio de vínculos de contratos temporales, estableciendo condiciones de precarización del trabajo docente.

Con base en los valores de la escala del MBI desarrollada por el GEPEB que determina la existencia de este síndrome, se puede afirmar que los resultados indican que 46% de los profesores presentan nivel medio de AE, 47% presentan bajo nivel para DP y 66% presentan moderada RP, conforme se observa en la Figura N° 1. Como no hubo un predominio de la Despersonalización, quedaron imposibilitados de afirmar un grado de afectación preciso de estos investigados, aunque nos permite indicar un posible desarrollo del Síndrome en cuestión.

Además, una cantidad significativa de docentes (26%) presenta altos niveles de Agotamiento Emocional, 22% altos niveles para Despersonalización y 21% de la población presenta bajo nivel para Realización Profesional, revelando que una parcela importante de los profesores se encuentra en proceso de Burnout.

En la evaluación de los ítems referentes al AE se pudo percibir que, la mayoría de los profesores se siente cansado, pero no obligatoriamente agotado emocionalmente; los investigados hacen una distinción clara entre la relación con el trabajo y la intensidad de éste, o sea, no consideran el trabajo agotador, pero creen que trabajan demasiado. Otro aspecto relevante se refiere a la expresión “me siento como si estuviese con la cuerda a punto de romperse”. La mayoría (59%), respondió que nunca siente esto y 11% lo siente algunas veces durante el mes, demostrando que a pesar de cualquier situación estresante dentro de las escuelas, los docentes todavía no llegaron al límite de sus fuerzas.

Con relación a las interacciones de esta dimensión con los factores sociodemográficos se observa un mayor índice de Agotamiento Emocional alto: en la franja

Tabla N° 2. Distribución de los profesores según las características sociodemográficas

Fuente: Sobral - Ceará, 2009

Variables Frecuencia %

Sexo

Masculino 26 22

Femenino 90 78

Total 116 100

Edad

20 a 30 50 43

30 a 40 40 34

40 a 50 23 20

Más de 50 3 3

Total 116 100

Estado Civil

Soltero 64 55

Casado 48 41

Divorciado 2 2

Viudo 2 2

Total 116 100

Escolaridad

Superior Incompleta 38 33

Superior Completa 53 46

Especialización 24 20

Máster 1 1

Total 116 100

Síndrome de Burnout: un estudio con profesores.Magda Almeida Freire, Eliany Nazare Oliveira, Francisco Rosemiro Guimaraes Ximenes Neto, Roberlândia Evangelista Lopes, Adriana Gomes Nogueira Ferreira & Bruna Vieira Gomes

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Figura N° 1. Clasificación de los estadios del Síndrome de Burnout en profesores de enseñanza fundamental. Sobral - Ceará

AE= Agotamiento Emocional; DP= Despersonalización; RP= Realización ProfesionalFuente: Sobral - Ceará, 2009

de edad de 20 a 30 años (36%); en el sexo masculino (46,1%); entre solteros (26,5%), aunque con índices muy próximos de los alcanzados por quien tiene un compañero (25%); especialmente con enseñanza superior incompleta (34,2%); con menos tiempo de servicio y más horas trabajadas al día. Esta última evidenció un acentuado aumento del Agotamiento Emocional con el aumento de las horas de trabajo, habiendo un agotamiento de 100% si solamente se considera a los profesionales que trabajan más de 40 horas semanales.

En la dimensión DP se observó que, en suma, los profesionales no presentan acentuada afectación, aún con agotamiento medio. La mayoría revela una baja Despersonalización (47%), seguida por nivel medio (31%), mientras que 22% de los profesionales presentan alta Despersonalización. Por ello, se cree que tal condición no se refleja negativamente en la relación con los alumnos. Es lo que se pudo percibir observando que la mayoría de las respuestas obtenidas en las indagaciones relativas a la Despersonalización fue “esto no ocurre nunca”, observe: “me he vuelto más insensible con las personas desde que cogí este trabajo” (61,2% nunca sienten esto.); “tratar algunos alumnos como si fuesen objetos impersonales” (68% afirman nunca); “me preocupa el hecho de que este trabajo me esté endureciendo emocionalmente” (57,8% responden que esto nunca ocurrió); “realmente no me importa lo que ocurre con los alumnos” (77,6% esto nunca ocurrió); y “los alumnos me culpan por algunos de sus problemas” (70,7% nunca sintieron esto).

Relacionando esta dimensión con el factor edad se percibe que hay una mayor evidencia de niveles altos de Despersonalización entre los más jóvenes (32%). También, hay predominio del sexo masculino con relación a altos niveles de afectación.

En cuanto a RP se destacó la media (66%) seguida de baja (21%) Realización Profesional. Vale resaltar que se observó en las respuestas de los cuestionarios una prevalencia de la motivación entre los profesores, en que 34,5% de ellos afirmó sentirse con mucha disposición todos los días y 24% relató que nunca se sienten agotados después de trabajar cerca de los alumnos. Los datos también evidenciaron una mayoría significativa en el número de profesores que consigue lidiar de forma eficaz con los problemas de sus alumnos diariamente (46,5%) y en la capacidad de crear un ambiente agradable todos los días (47,4%).

Relacionando esta dimensión con otros factores se percibe que hay una mayor Realización Profesional entre los hombres, aunque ambos sexos hayan presentado valores más significativos en el nivel intermediario. Otros aspectos no demostraron gran relevancia.

Discusión

Uno de los aspectos que más llama la atención en este estudio fue el desconocimiento de la población docente sobre el Síndrome de Burnout, este hecho era una constante bastante fuerte. Muchos de los investigados indagaban el significado de la palabra

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“Burnout” y algunos incluso ironizaron diciendo que era una enfermedad más que inventaron para los profesores. Otros reconocían el nombre Burnout, pero no sabían lo que significaba, lo que llevó a deducir que con el ajetreo cotidiano escolar, los profesionales no tienen mucho tiempo para pensar en su salud mental. Así, antes de cualquier actitud, fue necesario explicarles exactamente lo que es esta patología para solamente después iniciar la recolección de datos de la investigación.

Conforme Carvalho (2002), esta realidad está de acuerdo con el hecho de que el conocimiento de esta enfermedad es relativamente reciente, ya que las primeras publicaciones al respecto, datan de la década de 1970 con trabajos de Freudenberger (1974) y Maslach (1976) hasta hoy en día no es expresivo el número de publicaciones. En este intervalo de tiempo fueron desarrollados algunos instrumentos de evaluación de este síndrome, entre ellos la Escala del MBI desarrollada por el GEPEB. Este inventario está compuesto por 22 afirmaciones, acompañadas por una escala del tipo Likert (nunca, una vez por año, una vez al mes, algunas veces al mes, una vez por semana, algunas veces por semana, todos los días), estructurado a partir de tres dimensiones, como son: Agotamiento Emocional (AE), Despersonalización (DE) y Realización Profesional (RP) (Moreira, Colett, Farias & Nascimento, 2005).

En una muestra nacional realizada por el Grupo de Estudios e Investigación sobre Estrés y Burnout (GEPEB), aplicando el MBI al alfa de Crombach de cada una de las dimensiones, fue de 0,84 para AE, 0,57 para DE y de 0,76 para RP; y los patrones medios esperados de AE = 16 a 25 puntos; DE = 3 a 8 puntos; RP = 32 a 42 puntos (Benevides-Pereira, 2002).

Con base en este instrumento se pudo observar que buena parte de los investigados por encontrarse con niveles medios de AE y RP y bajos de DP pueden estar en el inicio del desarrollo del síndrome, pues es posible que estos profesionales ya tengan algún tipo de sufrimiento considerable. Los autores Gil-Monte & Peiró (1997) y Mendes (2002) defienden que los dos primeros síntomas a instalarse en un sujeto con Síndrome de Burnout son el Agotamiento Emocional y la baja Realización Profesional, que en el caso de la población en cuestión se encuentran en nivel medio. Según estos autores, el síndrome se inicia por el Agotamiento Emocional, seguido de baja Realización Personal e implicación en el trabajo y la Despersonalización. Por otro lado, una pequeña parcela que presenta altos niveles de AE y DP y bajos niveles de RP, ya puede ser diagnosticada con el referido Síndrome, según el manual del MBI. Sin

embargo, no se puede negar la influencia de factores sociodemográficos en la aparición o en la predisposición a este síndrome. Bertaci, Santos, Coelho & Suda (2011) indican la existencia de relaciones entre factores como sexo, edad, estado civil, carga horaria trabajada y otros, con la aparición de este síndrome.

Uno de los factores más comentados es la relación que se establece con el sexo. Otros estudios (Burke & Greenglass, 1989 y Burke, Greenglass & Schwarzer, 1996) coinciden con éste, indicando una mayor incidencia de las dimensiones de AE y DP entre los hombres en comparación con las mujeres. Éstos demostraron que esta variable puede no surgir como factor determinante de Burnout, pero, cuando ocurre, la consistencia que surge de la diferencia viene de datos analizados principalmente en la dimensión de Despersonalización, pues los hombres, generalmente, presentan puntuaciones más altas que las mujeres dentro de la misma ocupación y del mismo contexto organizacional. En la perspectiva del agotamiento emocional, sin embargo, hay dos corrientes. Las mujeres son las que estarían más susceptibles a desarrollar el síndrome debido a la doble jornada de trabajo que ejercen –en casa y en el espacio laboral (Moreira et al, 2005). Esta investigación está de acuerdo con la primera vertiente.

Con relación a la dimensión de la RP este estudio no presentó diferenciación significativa y si se tienen en cuenta los niveles altos de Realización Profesional los hombres se presentan más realizados que las mujeres, lo que se contrapone a algunos autores que afirman que profesores del género femenino presentan mayor índice de Agotamiento Emocional y menor de Despersonalización y Realización Profesional que profesores del género masculino (Silva & Carlotto, 2003).

En cuanto al grado de escolaridad este estudio no evidenció gran relación con el síndrome en cuestión. En realidad investigaciones anteriores mostraron una proporcionalidad, o sea, cuanto mayor la escolaridad mayor la propensión para Burnout. Se puede observar que los niveles más altos de AE se encuentran en los que tienen enseñanza superior incompleta y las demás dimensiones no obtuvieron valores significativos.

Tampoco se evidenció que la existencia, o no, de un/a compañero/a influenciara significativamente en el surgimiento de este síndrome, ya que la diferencia entre ambas variables fue bastante pequeña. Vale resaltar que no fue posible profundizar esta variable en este estudio.

Síndrome de Burnout: un estudio con profesores.Magda Almeida Freire, Eliany Nazare Oliveira, Francisco Rosemiro Guimaraes Ximenes Neto, Roberlândia Evangelista Lopes, Adriana Gomes Nogueira Ferreira & Bruna Vieira Gomes

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Carlotto (2011) en sus estudios indica un perfil de riesgo para profesores jóvenes, sin relacionamiento conyugal estable e hijos, actuantes en escuelas públicas, que tienen elevada carga horaria de trabajo y se relacionan con un mayor número de alumnos. Tal hecho debe ser entendido como un indicador en investigaciones cuyo objeto incida sobre esta temática.

Es interesante comentar sobre los resultados de la Despersonalización. Como ya fue afirmado anteriormente, el nivel de Despersonalización de la mayoría de los profesionales fue bajo lo que indicaría que incluso con los estresores vividos por ellos en su cotidiano, éstos todavía no llegan a interferir en su relación con los estudiantes, familiares y colegas de trabajo.

Sin embargo, esta situación llamó la atención, ya que las preguntas dirigidas a esta dimensión son muy específicas. Puntuar de forma elevada cualquiera de estos ítems puede significar para el sujeto asumir cierto grado de comprometimiento.

Ya en otra investigación fue constatado el desarrollo del Síndrome de Burnout entre los profesores y su asociación a la violencia instalada en el espacio escolar, la jornada de trabajo excesiva, los bajos salarios, la edad del profesor asociada a la falta de experiencia profesional y la formación continuada deficitaria (Levy, Sobrinho & Souza, 2009).

Esto puede generar una interferencia de la deseabilidad social en las respuestas dadas por los sujetos a los ítems que desafían directamente la imagen profesional de quien trabaja con personas, o sea, el individuo se siente impelido a dar la respuesta que la sociedad espera que dé, lo que no siempre está de acuerdo con la situación real (Gil-Monte & Peiró, 1997). Para Andrade & Cardoso (2012) el surgimiento de esta patología entre los profesores interfiere directamente en el espacio escolar e irá afectar a la obtención de los objetivos pedagógicos. Puede ser percibida a través de una serie de síntomas como hipertensión arterial, insomnio, palpitaciones, cefalea, apatía, deshumanización, alienación, alteraciones menstruales, alergias, gastritis, uso abusivo de alcohol y medicamentos.

Frente a esta situación existe un sesgo significativo de la investigación ya que no se puede desconsiderar esta supuesta influencia, ni se pueden ignorar las respuestas dadas por los propios sujetos protegidos por el anonimato y sigilo absoluto de las informaciones, ya que los mismos no necesitaban identificarse.

La variable motivación también llamó la atención, debido a la mayoría que alcanzó. Hay quien afirma que el Síndrome de Burnout está presente en profesionales altamente motivados que reaccionan al estrés laboral trabajando todavía más, desarrollando señales de agotamiento.

Conclusión

Esta investigación posibilita una reflexión mayor acerca de la prevalencia del Síndrome de Burnout en profesores de enseñanza fundamental y su relación con los factores sociodemográficos.

Por medio del análisis cuantitativo se puede observar que la mayoría de estos profesionales se encuentra con niveles bajos para Despersonalización y medios de Agotamiento Emocional y de Realización Profesional, lo que lleva a concluir que se encuentran en el inicio del desarrollo del referido síndrome, con alto riesgo para su manifestación. Habiendo además una pequeña parcela que ya se puede indicar como portadores del mismo.

Quedó evidente que las tres dimensiones del síndrome están muy influenciadas por factores como edad, sexo, carga horaria de trabajo y grado de escolaridad, siendo el Agotamiento Emocional el que mayor influencia mostró y que los niveles más elevados de afectación se encuentran entre los sujetos del sexo masculino, jóvenes y que trabajan más de 40 horas por semana.

Se espera con este estudio facilitar a las organizaciones pertinentes, un panorama de la situación de salud mental de estos profesionales, que les permita entender e intervenir en pro de la promoción de la salud de los mismos, además de promover mayores debates sobre este tema, no solamente en el ámbito académico, sino principalmente, entre profesionales de educación de esta ciudad para que se torne más fácil la detección precoz de factores de riesgo, que pueden llevar a desarrollo del Síndrome de Burnout y proporcionar la realización de acciones con el propósito de prevenir tal enfermedad.

Se considera imprescindible el desarrollo de otras investigaciones relativas al Síndrome de Burnout en profesores, posibilitando profundizar en los abordajes que conducen a soluciones de la problemática en el contexto laboral brasileiro.

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Fecha de recepción: 14 de julio de 2014

Fecha de aceptación: 8 de febrero de 2015

Artigos_e_textos/Stress_qualidade_de_vida/007%20B%20-%20Burnout%20-%20Diversos%20artigos%20-%20REVISTA%20ELETR%D4NICA.PDF

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ARTÍCULOSalud trab. (Maracay) 2015, Ene. - Jun., 23(1), 29-37

Significados discursivos de trabajadoras de organismos públicos chilenos y sus implicancias en la salud mental.Discursive meaning of Chilean public sector women workers and implications for mental health.

Constanza Gómez-Rubio1, Araceli Dávila Figueras2 & Gloria Zavala-Villalón3

Resumen

Las mujeres trabajadoras del sector público en Chile son el colectivo que tiene mayor prevalencia de problemas de salud mental. El propósito de este artículo consiste en dar a conocer la percepción de mujeres trabajadoras del Estado chileno respecto a la relación entre sus condiciones laborales y su salud mental. El estudio fue descriptivo y de carácter cualitativo, a partir de la epistemología feminista. Se realizaron entrevistas abiertas a 15 mujeres de clase media, cuyas condiciones de trabajo en organismos públicos contemplaran modalidades flexibles. Se utilizó análisis de contenido cualitativo y los datos fueron codificados a través del programa computacional ATLAS.ti. Los resultados fueron agrupados en las categorías Vinculación laboral flexible e incertidumbre; Desprotección de salud y precarización laboral; y Malestar subjetivo, evidenciando que tanto las trabajadoras con convenio a honorarios como aquellas a contrata experimentaban incertidumbre vinculada a una vivencia de estrés permanente, ansiedad, cansancio emocional, desprotección y precarización laboral, lo que se traducía en sufrimiento psíquico. Se concluye que los problemas en la salud mental de trabajadoras del Estado no son sino la expresión de un malestar social asociado a la vivencia y percepción de desigualdades sociales y de género. La tendencia a individualizar este conflicto social responde a una falta de regulación del Estado en relación a la salud mental, el trabajo y el género.

Palabras clave: trabajo de mujeres, sector público, seguridad social, condiciones de trabajo, incertidumbre.

Abstract

Public sector women workers in Chile are the group with the highest prevalence of mental health problems.We examined the perspectives of these women workers on the relationship between working conditions and mental health. The study was descriptive and qualitative, based on a feminist epistemology. Open interviews were conducted with 15 middle-class public sector women whose working conditions allowed the incorporation of flexible modalities. Qualitative content analysis was used and the data were coded using ATLAS.ti. Results where grouped into the following categories : flexible work and job insecurity; uncovered healthcare and labor precariousness; and subjective discomfort. This showed that both hourly and salaried workerswere experiencing uncertainty, linked to on going stress, anxiety, emotional exhaustion, job insecurity and vulnerability, all of which resulted in psychological distress. We conclude that mental health issues among public sector workers are an expression of social unrest associated with the experience and perception of social and gender inequalities. The tendency to individualize this social conflict results from a lack of state regulation in relation to mental health, work and gender.

Keywords: women, working, public sector, social security, working conditions, uncertainty.

1,2,3Universidad de Chile. Departamento de Psicología. [email protected]; [email protected]; [email protected]

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Introducción

Las estrategias flexibilizadoras se enmarcan dentro de las diversas transformaciones en los modos de organizar el trabajo (Nicolás, 2009), todo lo cual ha impactado en la calidad de los empleos y salud mental de los/as trabajadores/as. Para Ruiz-Tagle (1999) un empleo de buena calidad debiera ser estable, asegurar el acceso a seguridad social, tener un buen nivel de remuneración y reconocimiento social, características que no son siempre garantizadas cuando se trata de un trabajo flexible. En tal sentido, ser trabajador/a asalariado/a no se configura como garantía de estabilidad ni de protección y seguridad sociales. En este contexto, las mujeres se han incorporado con mayor precariedad a la fuerza de trabajo (Nicolás), lo cual se refleja en su salud mental.

Según los datos utilizados en la Encuesta Nacional de Empleo, Trabajo, Salud y Calidad de Vida de los Trabajadores y Trabajadoras en Chile - ENETS, el sector público corresponde 4,9% de la población de trabajadores/as, mientras que el privado a 95,1% (Gobierno de Chile, 2011). Dentro del primero, el mayor porcentaje de trabajadores son mujeres (58%), en relación a 42% de hombres. En tanto, en el segundo, 61% corresponde a hombres y 39% a mujeres. A su vez, la ENETS constató que habían mayores diferencias según sexo en el sector público (30% en hombres y 70% en mujeres) que en el sector privado (46,2% en hombres y 54% en mujeres) respecto a la presencia de síntomas depresivos (Gobierno de Chile). Así, las trabajadoras del sector público se configuran como un colectivo vulnerable en términos de salud y condiciones laborales.

El modelo de salud chileno está compuesto por el sistema público y privado. El primero, implica un seguro social que es administrado por el Fondo Nacional de Salud (FONASA), financiado con el pago mensual de 7% de la renta imponible de los asegurados y con recursos de impuestos generales de la nación. El segundo, está conformado por las Instituciones de Salud Previsional (ISAPRES), que operan en base a seguros individuales, siendo los beneficios otorgados consecuentes con la prima cancelada (Subsecretaría de Previsión Social, 2013).

Por lo expuesto, el presente artículo busca dar a conocer la significación de mujeres trabajadoras del Estado chileno respecto a la relación entre las condiciones en que trabajan y su salud mental, evidenciando la forma en que las modalidades de flexibilidad externa de trabajo adoptadas por los organismos públicos en que

se desempeñan repercuten directa e indirectamente en su salud y subjetividad.

Trabajo, capitalismo y feminismo

El desarrollo de la organización capitalista es también la historia de la división sexual del trabajo (Pateman, 1991), donde se segregan las actividades sociales entre hombres y mujeres, produciendo una explotación de los primeros hacia las segundas (Nicolás, 2009).

El liberalismo construyó ideológicamente una división del trabajo y de los espacios: la esfera pública, altamente valorada, focalizada en lo social, lo económico y lo político, correspondiente a lo que tradicionalmente se ha asociado a lo masculino; y la esfera privada, asociada a lo femenino, centrada en lo doméstico, en el hogar y las relaciones afectivas (Pateman, 1991). Lo público/privado es un binarismo que tiene un carácter ideológico ya que cumple un rol fundamental en la asignación y reproducción de las jerarquías de valores, en el que las mujeres tendrían un estatus inferior, limitando su participación pública (Andía, 2007), dando una posición desventajosa en el mercado laboral (Gómez, 2013). Nicolás (2009) plantea que el modelo de ciudadanía se encuentra basado en el hecho de ser trabajador o trabajadora en el mundo productivo. Así, el ideal de base sería el de familia con padre-hombre-proveedor y madre-mujer-cuidadora y dependiente en tanto esposa. Este es el modelo de base de la estructura laboral chilena (Gómez), el que segrega por sexos y tipo de actividad según sean femeninas o masculinas, suponiendo diferentes valoraciones sociales y económicas (Nicolás).

Flexibilidad laboral, precariedad y malestar subjetivo

En este marco, la flexibilidad laboral es una de las principales estrategias de organización del trabajo (De la Garza, 1997), todo lo cual ha conllevado una transformación de las relaciones laborales caracterizada por una heterogeneidad de modos de empleo y una creciente inestabilidad (Nicolás, 2009).

Existen variadas formas de clasificar los tipos de flexibilidad, según sea el objetivo y la finalidad de ésta. Por un lado, la flexibilidad externa se relaciona con el tipo de contrato y su duración, a modo de adaptar a los/as trabajadores/as a las variaciones organizacionales. Por otro, la flexibilidad interna hace referencia a las

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modificaciones de reorganización del trabajo (Camacho, 2013). En este contexto, las inequidades de género forman parte de la estrategia flexibilizadora, toda vez que son las mujeres quienes, muchas veces por necesidad, acceden a empleos con contratos parciales y temporales, sufriendo de mayores discriminaciones salariales, entre otras. Así, el aumento de la fuerza de trabajo femenina en el mercado laboral no ha ido acompañado de igualdad, sino más bien de desigualdades de inserción y mantenimiento (Nicolás, 2009).

En relación al Estado, Mackinnon (2005a) sostiene que él es masculino desde una perspectiva feminista, ya que compone y organiza el orden social en torno a los intereses de los hombres como género, por medio de la relación con la sociedad, sus normativas y políticas sociales. Así, en su rol de empleador el Estado chileno se rige por un sistema laboral dual: por una parte, la estabilidad e inamovilidad de los/as trabajadores/as que cuentan con un nombramiento (contrato) de planta, es decir, tiempo indefinido y despido como resultado de un sumario, y por otra, la flexibilidad generada por los “a contrata”, vale decir, contratos a plazo fijo por períodos anuales. La diferencia entre un/a trabajador/a de planta y uno/a a contrata es la transitoriedad de la función y el tiempo de contrato (Castro, 2012).

A su vez, los convenios de prestación de servicios a honorarios, son aquellos que se utilizan cuando se deben realizar labores ocasionales, no habituales en la institución. Por esto no cuentan con los derechos de los cuales gozan los empleados públicos, ya que no poseen la calidad de funcionarios, dado que para la ley sólo prestarían servicios externos (Castro, 2012).

Por otra parte, se ha reportado que el trabajo es central para la salud mental (Dejours, 2009). Por esto, su precarización destruye los vínculos sociales, dando lugar a una vivencia individual de sufrimiento (Dejours). La precariedad laboral femenina lejos de disminuir, tiende a mantenerse e incluso aumentar (Nicolás, 2009). Ésta puede ser definida como aquellas situaciones que implican inseguridad en el empleo, disminución de los derechos de los/as trabajadores/as, bajos niveles salariales, malas condiciones de trabajo, falta de reconocimiento y desarrollo profesional, inestabilidad laboral, todo lo cual implicaría una reducción significativa de la capacidad de planificación y control por parte de los/as trabajadores/as de su presente y futuro (Cano, 2000). Esta definición coincide con la de Precarias a la Deriva (2004), quienes la entienden como las condiciones simbólicas y materiales que

determinan una incertidumbre vital respecto al acceso a los recursos necesarios para el desarrollo pleno de la vida de las personas.

La Organización Mundial de la Salud - OMS (2008) señala que quienes ocupan posiciones sociales más desfavorecidas y que trabajan en condiciones de precariedad e incertidumbre tienen más riesgo de sufrir problemas de salud e incluso de morir. En tal sentido, parte de las recomendaciones del organismo se relacionan con la mejora de la naturaleza del empleo y las condiciones de trabajo, esto es, mejorar la regulación pública de las condiciones de empleo y trabajo, y los efectos negativos de la globalización, para que de este modo se puedan disminuir las inequidades en salud.

Material y métodos

La postura teórica conceptual que se adoptó en esta investigación fue en el marco de la epistemología feminista. En tal sentido, el conocimiento sería siempre situado (Haraway, 1996) condicionado a las particularidades temporales, espaciales, culturales, sociales e históricas. Por esto, el compromiso político con el cambio social es un aspecto fundamental de esta postura, colocando el foco en las experiencias y conocimientos femeninos, ya que “las mujeres pueden ver lo que a los hombres se les escapa desde sus posiciones de poder” (Guzmán & Pérez, 2005, p. 116). Así, ésta se diferencia de la tradicional epistemológica masculina, la que corresponde al mundo de la objetividad distante, “no reconoce lo que ve como otro un sujeto, ni que la manera como comprende su mundo es una forma de sujeción y la presupone” (Mackinnon, 2005b, p. 187).

El presente estudio fue de carácter cualitativo y descriptivo. El foco central estuvo en la búsqueda de la comprensión de significaciones que orientan los comportamientos sociales (Serbia, 2007). Este tipo de estudio permite trabajar con mayor profundidad las significaciones e intencionalidades propias de las relaciones sociales (Fagundes, Crespo & Guareschi, 2013). En este sentido, el/la investigador/a social se encuentra situado en una sociedad, por lo que él/ella también forma parte de lo que intenta comprender, construyéndose una relación sujeto-sujeto (Serbia).

Los criterios de selección de la muestra estuvieron dados por el sexo, clase socioeconómica y sector de trabajo. A su vez, se requirió que las participantes fueran mujeres, de clase media y trabajadoras del servicio público. Para la selección de los participantes

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se utilizó un muestreo en bola de nieve consistente en identificar casos de interés, comenzando con contactos que conocían otros casos que pudieran servir al estudio (Serbia, 2007). Así, las participantes fueron contactadas a partir de tres informantes claves, las cuales pertenecían a diferentes organizaciones públicas.

El universo de mujeres trabajadoras del sector público es de 207.745 según la ENETS (Gobierno de Chile, 2011). De este grupo, participaron en el estudio 15 mujeres, que debían poseer las siguientes condiciones particulares para ser incluidas: ser trabajadora a honorarios, a contrata y/o de planta de alguna organización pública cuyo lugar de trabajo se encontrara en la Región Metropolitana, específicamente en Santiago, la capital de Chile. Adicionalmente, las mujeres debían ser de clase media, con o sin hijos y sin restricción de edad.

La inclusión de mujeres de clase media responde a que el trabajo en el Estado chileno se conforma con trabajadores de este segmento (Barozet & Fierro, 2011), por lo que en la clase media tradicional existe un sustento histórico arraigado. Los criterios para definirla se basaron en el ingreso, la ocupación, la educación y el lugar de residencia, entendiendo que la definición de este grupo no es factible a partir de solamente un factor (Espinoza & Barozet, 2009).

Para la producción de datos se utilizaron entrevistas, realizadas durante el año 2013. Cabe destacar que las muestras cualitativas se llevan a cabo a través de los discursos o relatos de sujetos que ocupan posiciones diferenciales en las estructuras sociales. De esta forma, “la representatividad de estas muestras no radica en la cantidad de las mismas, sino en las posibles configuraciones subjetivas (valores-creencias-motivaciones) de los sujetos con respecto a un objeto o fenómeno determinado” (Serbia, 2007, p. 133). Así, este estudio, buscó la representación en relación a la posición social desde la que hablaban las participantes.

Se utilizó como instrumento una entrevista abierta, lo que permitió la comprensión de aspectos subjetivos y su interacción con el entorno institucional en el cual se desempeñaban las participantes. Esto favoreció el otorgamiento de significado a las temáticas abordadas, permitiendo un alto grado de profundidad y libertad. Se consideró una pauta de temas relevantes a abordar conformada por tres ejes: 1. tipo de vinculación laboral y flexibilidad, 2. trabajo y salud, 3. trabajo y malestar subjetivo.

Todas las entrevistas fueron grabadas, previa autorización de las participantes. Posteriormente, se procedió a su transcripción, y así llevar a cabo el análisis. Cabe destacar que a modo de regular los aspectos éticos del estudio, se consideraron tres aspectos fundamentales: confidencialidad, transparencia en los resultados y claridad de los objetivos. En lo referido al primer aspecto, se utilizó un consentimiento informado que dio cuenta de los objetivos del estudio y del compromiso de anonimato y resguardo de la identidad de las participantes. El segundo aspecto consistió en la triangulación de información para validar los datos y hacer transparente el proceso investigativo a las participantes. En tercer lugar, los objetivos fueron dados a conocer con claridad a las participantes, antes de comenzar la producción de las entrevistas.

Una vez efectuadas las entrevistas, para el tratamiento de los datos se utilizó análisis de contenido cualitativo. De manera general, éste se puede entender como un grupo de técnicas interpretativas del sentido latente de los textos. De esta forma este tipo de análisis no solo queda circunscrito a lo manifiesto del material, sino también se hace necesario profundizar en la interpretación (Mayring, 2000).

Mayring (2000) destaca cuatro aspectos principales de ese tipo de análisis: 1. El proceso de análisis se inserta en una interacción comunicativa; 2. El procedimiento permite dividir el material en unidades de análisis que facilitan su interpretación; 3. Permite generar categorías de análisis que fomentan la construcción de ideas fundamentales y, 4. Da criterios de validez, toda vez que pueden triangularse los resultados con estudios similares.

El proceso de análisis contó con tres fases. La primera fue la transcripción de las entrevistas y en ésta fue posible la familiarización de las investigadoras con la información. La segunda, consistió en la identificación de las principales unidades de análisis, junto con la codificación de los datos a través del programa computacional ATLAS.ti. En la tercera fase, se realizó el análisis de información latente.

Resultados

Los resultados aquí presentados se ordenan en tres categorías: Vinculación laboral flexible e incertidumbre; Desprotección de salud y precarización laboral; y, Malestar subjetivo. Estas categorías fueron ejemplificadas a través de citas textuales, para lo cual se denominaron según el número de orden de realización de las entrevistas.

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Vinculación laboral flexible e incertidumbre

Los relatos dan cuenta de una percepción de incertidumbre respecto a la vinculación laboral flexible que las trabajadoras tienen con el organismo público donde se desempeñan. Esta problemática es percibida por las trabajadoras como transversal al género, vale decir, afectaría de igual forma a hombres y mujeres en el sector público. Dichos tipos de vinculación corresponden al convenio a honorarios y la contrata.

Respecto al convenio a honorarios, la suscripción de este acuerdo implica para las participantes asumir que sin previo aviso puede darse fin al servicio prestado, dado que no constituye una relación contractual como tal. La elaboración reiterada de nuevos convenios da cuenta de un uso regular de esta modalidad por parte del empleador, por lo que la incertidumbre se traduce en una percepción de estrés permanente y preocupación por mantener el empleo: Aquí una persona que lleva trabajando muchos años y que es jefe y le digan sabe que… usted ya no trabaja más o sea, qué puedes esperar tú, que no tienes ningún tipo de beneficio, ni nada (Informante 13).

En las trabajadoras que tienen hijos esto se configura particularmente complejo, toda vez que la precariedad es traspasada a éstos, específicamente en el ámbito de la salud: Cuando se enfermó mi hija la llevé sola al consultorio, porque no tengo protección de salud y se demoraron mucho en atendernos. Tuve que hacer un escándalo, me dio mucha rabia (Informante 6).

Se observa que el cuidado de los hijos recae principalmente en la mujer, como un ámbito tradicionalmente femenino. No obstante, a pesar de ser responsable de éste, debe hacerse cargo del trabajo remunerado, el que al ser altamente flexible no cuenta con la protección necesaria para contar con una salud de calidad. De este modo, se infiere que la división sexual del trabajo que tradicionalmente ha teñido las actividades que se esperan de hombres y mujeres, ha sido un pilar de la precarización femenina.

A su vez, las trabajadoras reportan que la incertidumbre generada por la inestabilidad laboral en el servicio público se relaciona con una sensación de ansiedad, que suele acompañarse de un cansancio emocional y psicológico el que según manifiestan, es difícil de manejar: Me cansa pensar y pensar que en cualquier momento me cortan [despiden]. Ando nerviosa y estoy comiendo más (Informante 13).

Por otra parte, las trabajadoras a contrata describen una vivencia similar de incertidumbre, la que se deriva principalmente de dos situaciones. La primera dice relación con la cláusula en el contrato en la cual se señala que se puede dar término a éste en caso de que la institución pública no requiera más la labor llevada a cabo por la trabajadora: Tengo contrato, pero sólo me sirve para tener derecho a salud y ese tipo de cosas, porque igual pueden prescindir de mi trabajo en cualquier momento (Informante 5). La vivencia cotidiana en torno al contrato da cuenta que no es garantía de seguridad laboral, existiendo una experiencia de incertidumbre vital relacionada con la perdurabilidad del trabajo.

La segunda situación crítica en torno a la incertidumbre de las participantes a contrata, es la fecha de término de contrato con el Estado. Si bien se señala que comúnmente, es renovado todos los años, siempre se encuentra la posibilidad de que ello no sea así, por lo que la incertidumbre aumenta en la medida que se acerca la fecha de término: Generalmente deberían renovarte la contrata, pero hay algo psicológico. Yo todos los años tengo que someterme a la posibilidad de quedarme sin trabajo (Informante 7). Es así como se configura un compromiso implícito entre la trabajadora y su jefatura en el organismo público, respecto a su continuidad en la organización.

Es posible apreciar que los relatos de algunas trabajadoras dan cuenta de una comparación con la vivencia de incertidumbre masculina, la que según ellas, a pesar de compartir aspectos como la inestabilidad laboral, tendría menos inseguridades respecto a la valoración del trabajo por parte de los/as superiores y más facilidades para encontrar otro empleo en el caso de ser desvinculado de la organización pública: Pa´ los hombres es más fácil, todo es más fácil, a ellos los reconocen más que a una, hasta para buscar pega [trabajo] (Informante 7).

Esto da cuenta de la valoración diferencial en la jerarquía de las actividades realizadas por mujeres y hombres, donde a pesar de la posibilidad de ejercer un mismo trabajo, socialmente se asocia a que aquel realizado por estos últimos es de mejor calidad que el de las primeras.

Desprotección de salud y precarización laboral

Los relatos dan cuenta de una percepción de mayor precarización laboral en las trabajadoras que se encuentran con convenio a honorarios, todo lo cual se

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asociaría a la desprotección propia de sus condiciones laborales, al interior del organismo público. Esta precarización se experimenta cotidianamente en la carencia de elementos que permitan una planificación o proyección a futuro y en la baja inclusión en campos relevantes para la vida social, tales como la salud, la educación, la vivienda, entre otros: No sé qué voy hacer en los próximos seis meses. Me gustaría ahorrar por si me quedo sin trabajo, pero el sueldo no me da para eso. Ni siquiera sé que haré el próximo mes (Informante 13). Llegando incluso a determinar decisiones vitales tales como: Quisiera tener hijos, pero laboralmente no estoy en condiciones. Mi sueldo es bajo y ni siquiera tengo contrato. A veces ni siquiera puedo descansar de tanto trabajo que tengo, entonces, en qué momento y con qué recursos voy a ser mamá… (Informante 9).

En el relato se observa cómo la precariedad absorbe no sólo el plano laboral, sino también proyectos de vida de las trabajadoras. En tal sentido, el capitalismo consume y determina el tiempo vital de las personas que trabajan para él, no sólo por las decisiones que las mujeres toman respecto a sus vidas y cuerpos, sino también por sus subjetividades, las que se encuentran teñidas de vulnerabilidad, puesto que las condiciones de vida se asocian frecuentemente a la posibilidad o no de seguir en el puesto de trabajo, a la posibilidad o no de acceder a derechos básicos de buena calidad.

Las participantes a honorarios manifiestan sentirse excluidas en el campo de la salud, lo que viene dado por su tipo de vinculación laboral, en el que no cuentan con este tipo de protección a menos que voluntariamente destinen parte de su sueldo para ello. En este sentido, ninguna de las entrevistadas cotiza voluntariamente, ya que consideran que su salario no es lo suficientemente alto como para destinar dinero para este ítem: Mi primer embarazo fue bastante difícil, me dio preeclampsia, por el mismo estrés que tenía en el trabajo, jornada laboral muy larga y el no tener un contrato me dejó sin licencia médica, lo que me estresaba aún más (Informante 6).

Las trabajadoras a honorarios del Estado plantean que para ellas no existe la posibilidad de enfermarse, yo no me puedo enfermar, es imposible, no puedo. No tengo cómo enfrentarlo (Informante 11). Los gastos ante una eventual enfermedad deben ser costeados de forma particular. Esto se hace más delicado cuando las trabajadoras se encuentran embarazadas o con hijos, ya que no cuentan con derecho a prenatal, postnatal, ni fuero maternal. Ante esta situación la alternativa de afiliarse al Fondo Nacional de Salud (FONASA) no es contemplada ya que se percibe que el sistema público de

salud es deficiente en cobertura y calidad. La solución para algunas de las participantes a esta situación consiste en figurar como carga de un tercero, vale decir, ser parte del plan de salud de otra persona: ¿Por qué no me he ido a FONASA? porque hay que esperar, y me da miedo de que algún día me dé una enfermedad y me den hora para un año más. No me gusta FONASA, me da miedo (Informante 1).

Por otro lado, las participantes a contrata declaran que cuentan con derechos sociales como protección de salud. No obstante, a pesar de la existencia de ésta en términos formales, el porcentaje descontado para este fin les es insuficiente para contar con una cobertura completa y de calidad, que contemple no sólo la atención ambulatoria sino también otros padecimientos como accidentes y hospitalizaciones. Esto radica en los bajos sueldos que algunas de las entrevistadas señalan recibir: El 7% de mi sueldo era nada. Si cotizara el 7% del sueldo, mi plan de salud sería muy precario (Informante 4).

A partir de lo anterior es posible apreciar que los derechos creados por el Estado chileno son abstractos, no cuentan con una perspectiva de género, de igualdad entre hombres y mujeres, sino más bien, su política social ha sido diseñada desde y para lo masculino, por lo que el poder de éste se institucionaliza y legitima.

En relación a la salud mental, se evidencia que la mayoría de las mujeres, a pesar de sentir la necesidad de consultar a un profesional de esta área, no pueden hacerlo por falta de dinero y de tiempo. Solo aquellas mujeres que cuentan con un contrato y un plan de salud que contemple cobertura de esta índole tienen la posibilidad de acceder a atención psicológica y psiquiátrica cuando la necesitan. Sin embargo, dicha cobertura es por un número limitado de sesiones anuales, por lo que una vez que dicho límite es superado, las sesiones deben ser financiadas de forma particular. A su vez, las trabajadoras perciben que la importancia que se otorga a la salud mental es baja, toda vez que es asociada a estados anímicos que pueden ser controlados desde la voluntad, a emociones y estados subjetivos manejables fácilmente si es que la persona así se lo propone: No me creía que tenía depresión, él pensaba que era mala voluntad mía (Informante 14).

Se describen dos situaciones problemáticas relacionadas con la salud mental y el trabajo. La primera es la dificultad planteada por la jefatura para asistir en horario laboral a consultas profesionales de salud mental. La segunda son las licencias médicas por causas psiquiátricas. Se percibe que éstas muchas veces no son

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reconocidas por las jefaturas, que a pesar de no impedir el curso de la licencia, sí la objeta a nivel informal por medio de críticas y comentarios, todo lo cual lleva a una devaluación de la trabajadora: Yo tenía mis terapias los miércoles, hasta que llegó el día que le molestó a mi jefa y me dijo no, tú no vas más a la terapia (Informante 2).

Malestar subjetivo

Los relatos dan cuenta que las jefaturas en el organismo estatal suelen percibir de manera negativa la enfermedad y ausentismo por problemas de salud de sus trabajadoras. Esto tiene como consecuencia no solo profundizar el malestar subjetivo de las mujeres, sino que también, en ocasiones, se traduce en acoso y violencia hacia ellas, con el fin de hacerlas desistir del trabajo y así buscar a otra persona que ocupe su puesto: Él no quería trabajadoras con licencia, porque complicaba el trabajo (…) No me daba mejores cosas para hacer (…) él buscaba que yo me fuera (Informante 14).

Los problemas de salud mental son atribuidos mayormente a las mujeres, dada las características que algunos superiores en las organizaciones públicas consideran como naturales, según el relato de las trabajadoras: Él decía que las mujeres éramos más débiles y por eso andábamos con depresión y esas cosas (Informante 14). Se desprende que las problemáticas en este ámbito son consideradas vulnerabilidades, quedando excluidas de la categorización de salud, pero también bajo este significado se despoja a los hombres de la posibilidad de enfermarse o tener problemas asociados a la salud mental. Asimismo, se asocia a las mujeres a la debilidad, lo que podría traer consecuencias para su inserción y mantenimiento en el trabajo remunerado.

Se aprecian mecanismos discursivos que influyen en la producción de subjetividades. El primero refiere a la individualización de los conflictos sociales, volviéndose “problemas personales”, lo que deriva en un segundo mecanismo, pues al recaer en la esfera individual, es cada sujeto quien debe hacerse cargo de las consecuencias de sus decisiones en el plano laboral, lo que lo responsabiliza exclusivamente a él por sus éxitos y fracasos, desligando la atención y la responsabilidad política al entorno organizacional y socio laboral: Decían que yo tenía la culpa, que el problema era mío porque yo estaba estresada y con depresión, eso me hacía sentir mal porque yo me sentía culpable de los problemas que existían en el trabajo (Informante 14).

Por otra parte, las trabajadoras perciben que la institucionalidad privada de salud, a través de las Instituciones de Salud Previsional (ISAPRES) se configura como institucionalidad que segrega y reproduce la desigualdad entre hombres y mujeres.

Estoy cansada de este sistema, sólo por ser mujer debo pagar el doble o más que un hombre en la ISAPRE y aun así no tengo una buena cobertura de salud. Ellos se llenan los bolsillos a costa de nosotras (Informante 1).

Las participantes señalan que las ISAPRES, muchas veces colocan en tela de juicio la veracidad de las enfermedades de carácter psiquiátrico, lo que puede verse traducido en el rechazo o acortamiento de las licencias médicas.

En cuanto a las estrategias para enfrentar los problemas laborales descritos, las trabajadoras explican que tanto sus propias experiencias como las de sus pares han tenido como consecuencia la construcción de un modo de vivenciar situaciones que se perciben como injustas o violentas, de forma pasiva y sin esperar que alguna circunstancia cambie a su favor. Esto sumado al miedo provoca que las trabajadoras prefieran el camino de la sumisión, aunque en un espacio más íntimo se hagan críticas a las condiciones laborales y el malestar asociado.

Otra estrategia declarada es la automedicación, la que implica un riesgo adicional para la salud, por no conocer los efectos adversos de los medicamentos, como señalan las entrevistadas. En el relato se explica por la dificultad de consultar a un profesional de la salud mental, compartiendo la opinión de que es posible mantener un mejor estado de salud mental a través del consumo de fármacos. Así, el uso de antidepresivos y ansiolíticos es recurrente, no siendo éste supervisado profesionalmente: Mi compañera de trabajo me lo recomendó y me dio una pastilla. Me sentí bien así que sigo tomándomela. Sé que debería ir al médico, pero no tengo dinero ni tiempo para hacerlo (Informante 10).

Discusión

El estudio aquí presentado dio a conocer el significado de las experiencias de mujeres trabajadoras del Estado chileno respecto a la relación entre salud mental y trabajo. De este modo, destacan tres ámbitos relevantes en torno a este tema. El primer ámbito es la incertidumbre vivenciada por la poca o nula estabilidad laboral al interior del sector público. En este sentido, las

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mujeres que se encontraban a honorarios se refirieron a un estado de estrés permanente y preocupación por mantener el empleo, dado que a pesar que esta forma de prestación de servicios fue ideada para labores ocasionales (Castro, 2012), los relatos dan cuenta de su uso habitual como una forma de vinculación laboral precaria. Por su parte, las trabajadoras a contrata manifestaron incertidumbre en relación a la cláusula contractual específica referida al término del contrato en caso de que el organismo estatal no requiriera de la labor prestada por la trabajadora; así como también, por existir una fecha de término preestablecida. Es importante destacar la diferenciación jerárquica de valoración y reconocimiento del trabajo que se realiza, en que las mujeres significan sus experiencias con mayor dificultad que las de los hombres en las mismas condiciones contractuales, que concuerda con lo planteado por Nicolás (2009), en torno a las diferentes valoraciones sociales y económicas que tienen las actividades femeninas o masculinas.

El segundo ámbito se relaciona con la precariedad laboral y la baja o nula protección de salud. Así, aquellas trabajadoras del Estado que se encuentran a honorarios no cuentan con cobertura de salud ni derecho a licencias médicas en caso de enfermarse o estar embarazadas. Con esto se puede apreciar que la inestabilidad, el poco o nulo acceso a seguridad social, un bajo nivel de remuneración, entre otros, se contraponen a lo que Ruiz-Tagle (1999) define como un empleo de buena calidad. Por otro lado, el tiempo y el dinero se configuran como obstáculos para consultar a un profesional de la salud mental, a pesar de sentir la necesidad de atención. De éstos es posible desprender que el Estado chileno genera derechos abstractos, a partir de necesidades y perspectivas masculinas, configurándose como un Estado masculino, según la perspectiva de Mackinnon (2005a).

Un tercer ámbito, estrechamente relacionado con los dos anteriores, es el sufrimiento producido a raíz de las condiciones laborales que llevan a un estado de alerta permanente, tanto por la amenaza constante de quedar desempleado como por la falta de un buen nivel de protección social. A su vez, los discursos dieron cuenta de mecanismos de individuación de problemas

sociales relacionados con el campo laboral, todo lo cual afecta directamente en la salud mental y física de las trabajadoras.

Conclusiones

A partir de las experiencias femeninas expuestas es posible concluir que la división sexual del trabajo ha conllevado una desigualdad social, que se ha incrementado en el contexto flexible de trabajo remunerado en Chile. Existe una precariedad femenina que se extiende a otros campos de la existencia, como es el de la salud. Así, ésta es accesible para aquellos grupos que pueden pagar por ella, promoviendo la segregación y la desigualdad de clase económica y de género. El modelo de financiamiento de la salud en Chile implica que hombres y mujeres destinen parte de sus recursos financieros a cubrir las necesidades en esta área, en que las segundas deben destinar una cantidad mayor de dinero ya que los planes de salud para las mujeres en edad fértil son más onerosos que los de hombres en la misma edad.

Las percepciones de incertidumbre, inestabilidad, ansiedad y estrés permanente que se encontraron en los relatos de las trabajadoras del Estado chileno, tienen que ver con las condiciones sociales y laborales en las cuales se vive cotidianamente, que generan una vivencia subjetiva de malestar que no tiene sus raíces en problemas individuales de cada trabajadora, sino en la inclusión social precaria que cada día se acentúa más en Chile. Para muchas mujeres gran cantidad de su tiempo vital es dedicado al trabajo. El cansancio que genera la percepción de “vivir para trabajar” en lugar de “trabajar para vivir”, se ve acentuada con las responsabilidades que tienen en el ámbito privado, lo que se traduce en descontento. Así, los problemas en la salud mental de trabajadoras del Estado no son sino la expresión de un malestar social asociado a la vivencia y percepción de desigualdades. La falta de una regulación específica relacionada con la salud mental, el trabajo y el género, sumada a la creciente flexibilidad laboral, dan como resultado la precariedad y desigualdad de género evidenciada en este estudio.

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ARTÍCULOSalud trab. (Maracay) 2015, Ene. - Jun., 23(1), 39-48

Nocividad del proceso de trabajo en un hospital público de la ciudad de México*.Harmful effects of the work process in a public hospital in Mexico City.

Javier de Jesús Pérez Villavicencio1 & Jesús Gabriel Franco Enríquez2

Resumen

Los hospitales son el componente esencial de los sistemas de atención a la salud y de la vida social. A pesar de ello, en nuestro país, las instituciones sanitarias y las empresas soslayan las actividades relativas a la salud en el trabajo: dan poca importancia a la nocividad de los procesos laborales. Se realizó una investigación observacional, descriptiva y transversal. El objetivo fue estudiar los procesos de trabajo de cuatro servicios de un hospital de la ciudad de México, para evaluar el estado de la salud laboral y elaborar una propuesta de intervención. Se aplicó el modelo para la Verificación, Diagnóstico y Vigilancia de la Salud Laboral en las Empresas (PROVERIFICA). Gran parte del personal de salud incluido en el estudio corresponde al sexo femenino (745 = 82%), cuyos principales riesgos a los que se expone son: ventilación deficiente, ruido y accidentes diversos debidos al mal estado de las instalaciones, equipos, condiciones y medio ambiente de trabajo en general; respecto a las exigencias laborales, las posiciones forzadas e incómodas, esfuerzo físico y jornadas de trabajo intensas son las más frecuentes. Algunas de las fallas críticas detectadas fueron la falta de programas de inducción, capacitación para los trabajadores y la pobre intervención de los niveles directivos en materia de salud laboral. El Porcentaje de Eficacia del hospital resultó por completo deficiente (31,9%), dado el incumplimiento de múltiples aspectos normativos en materia de salud en el trabajo.

Palabras clave: hospital, ambiente de trabajo, riesgos laborales, salud laboral.

Abstract

Hospitals are an essential component of health care systems and social life. Despite their importance, in Mexico health care institutions and companies ignore their own occupational health actions, and give little importance to hazards associated with their internal work processes. An observational, descriptive and cross-sectional survey was conducted to study work processes in four departments of a hospital from Mexico City, to assess the state of occupational health and develop an intervention proposal. The Verification, Diagnosis and Surveillance in Occupational Health at Companies Model (PROVERIFICA for its acronym in Spanish) was applied. Most of the health care workers included in the survey were female (745 = 82%). The main hazards to which they were exposed were poor ventilation; noise; and miscellaneous accidents due to the poor state of the facilities, equipment, work conditions and working environment in general. The most frequent hazardous workplace demands were forced and awkward positions; difficult physical demands; and long, intense workdays. Some of the critical failures identified were the lack of orientation and training programs for workers and little involvement by management in occupational health-related matters. The overall Hospital Effectiveness Percentage was highly deficient (31.9%), due to multiple failures in complying with occupational health-related regulations.

Keywords: hospi ta l , working environment , occupational risks, occupational health.

1Alumno de la Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México, D.F. [email protected] Investigador Titular, Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco, México, D.F. [email protected]

*Este trabajo contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) de México.

40 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

Introducción

Los hospitales son el componente esencial de los sistemas de atención a la salud y parte fundamental de la vida social; no obstante, han sido relegados de las acciones propias de la salud en el trabajo, a pesar de la relevancia que tienen. Quizá una de las principales razones de esta problemática la constituye el equívoco de que los trabajadores de la salud son “inmunes”, cuando continuamente el ambiente hospitalario se relaciona con múltiples riesgos y daños a la salud. En México, tanto las instituciones de salud como las empresas, muestran poco interés para intervenir en la evaluación y control de los riesgos y exigencias resultantes del trabajo humano. Estos elementos nocivos y necesidades impuestas derivados de los medios de producción y de la organización y división del trabajo, como parte de los distintos procesos laborales, seguramente repercuten de forma directa en la salud de las personas en sus espacios profesionales (Galíndez & Rodríguez, 2007 y Noriega, 1989).

Entre los riesgos hospitalarios –además de los biológicos por residuos infecciosos o el contacto con pacientes infecto-contagiosos– destacan los riesgos químicos. La mayoría de las sustancias a que comúnmente se exponen los trabajadores industriales, también son utilizadas por los trabajadores de la salud: agentes anestésicos, esterilizantes, alcoholes, aldehídos, metales, limpiadores y solventes. Otro tipo de riesgos presentes son los riesgos físicos, de éstos destacan las radiaciones ionizantes y no ionizantes, el estrés térmico y el ruido. En cuanto a las exigencias, las principales se relacionan con la movilización de enfermos, ropa o material de oficina; las posturas incómodas; los movimientos forzados e imprevistos; el sedentarismo y algunos aspectos organizacionales (supervisión estricta, baja remuneración, rotación de turnos, altas cargas psicológicas, etcétera). Las actividades desarrolladas en estos centros de atención han estado bajo un escaso seguimiento y son poco atendidos los aspectos normativos. También se observa que, ante tales condiciones, el personal directivo y los trabajadores coexisten con preocupación, sin tomar ningún tipo de medidas al respecto (Borges, 1998 y Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras de Castilla y León, FSS-CCOO CyL, 2011).

En el caso de México, las reformas en materia de salud puestas en marcha a partir de 1982, con la descentralización de recursos, inscritas actualmente bajo el concepto de universalidad, encabezadas por el

esquema del Seguro Popular y sumadas a las nuevas formas de organización laboral, hacen de estos espacios laborales entidades vulnerables. Las condiciones precarias que prevalecen al interior de algunos hospitales públicos del país son el claro ejemplo de este contexto: desabasto, infraestructura insuficiente, carencias de personal e instalaciones en malas condiciones (Laurell, 2013 y Leal, 2013). El presente estudio es, en buena medida, una muestra de esta situación.

Existen algunas investigaciones llevadas a cabo en instituciones de salud, como las hechas por Blanch (2014) y Wada et al (2009), que han estudiado las condiciones laborales, la subjetividad y los riesgos; o el trabajo de Da Costa, Fernández, Rotemberg & Harter (2013) que explora las exigencias y la asociación de éstas con un perfil mórbido específico. Sin embargo, los estudios señalados pueden considerarse parciales ya que abordan sólo riesgos específicos y están dirigidos a determinadas poblaciones de trabajadores del sector salud.

En esta perspectiva, la finalidad del presente estudio es evaluar de manera integral las condiciones de salud laboral de cuatro servicios de un hospital público de la ciudad de México, por medio de: 1) identificar los riesgos y exigencias inherentes a los distintos procesos de trabajo; 2) ubicar los probables daños a la salud de la población trabajadora, resultado de las condiciones y el medio ambiente laboral; 3) proponer las medidas preventivas y correctivas para eliminar, disminuir o controlar el impacto de los riesgos y exigencias en la salud de los trabajadores.

Materiales y métodos

La presente investigación se realizó durante los meses de septiembre a diciembre del año 2013 en los servicios de Lavandería, Preparación de Alimentos, Hospitalización y Urgencias Pediátricas de un hospital público del sector salud de la ciudad de México. Operativamente, dicho centro de atención cuenta con quince servicios y cada uno de ellos es un proceso de trabajo con ciertas características distintivas. Sin embargo, dada la mayor probabilidad de exposición a riesgos y exigencias del personal que labora en los servicios referidos, aunado a las limitaciones de tiempo para recoger la información, sólo se estudiaron los procesos laborales de dichos servicios y se verificaron las condiciones de seguridad, higiene, medio ambiente, protección civil y servicios de salud de los trabajadores de las instalaciones en general.

Nocividad del proceso de trabajo en un hospital público de la ciudad de México. Javier de Jesús Pérez Villavicencio & Jesús Gabriel Franco Enríquez

41

ARTÍCULO

Se llevó a cabo un estudio de tipo transversal, descriptivo y observacional. Para realizar la investigación se utilizó el Modelo para la Verificación, Diagnóstico y Vigilancia de la Salud Laboral en las Empresas (Franco, 2003). Esta herramienta metodológica se apoya en la observación directa y la revisión documental para evaluar de manera integral las condiciones de salud en el trabajo en los centros laborales. Consta de tres instrumentos de recolección de información: la Cédula de Información General de la Empresa (CIGE), los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo (DCST) y el Cuestionario de Verificación (CV).

La CIGE consta de tres grupos de variables: 1) Identificación de la empresa, 2) Datos del personal y 3) Jornada laboral. La CIGE se utilizó para recoger la información relativa a la empresa, en especial la clase de riesgo a la que pertenece; captar las características demográficas y laborales de la población trabajadora; y para contar con los datos de la extensión y características particulares de la jornada laboral. Para obtener dicha información, primero se realizó un recorrido preliminar por las instalaciones de cada servicio, a fin de ubicar físicamente las áreas y tener una primera aproximación a los procesos de trabajo. Para ello se contó con la ayuda de informantes clave, es decir, personal sindical, médico y de enfermería, los cuales aportaron su experiencia para conocer las condiciones de exposición de los trabajadores, así como el apoyo para realizar algunas preguntas abiertas al personal de cada servicio.

Con los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo se reconstruyeron los procesos laborales de los servicios en estudio, a través de la observación directa y la descripción detallada de sus características particulares; con esta información pudo elaborarse la propuesta de acciones preventivas. En esta parte de la investigación se realizó un segundo recorrido, con el apoyo de los informantes clave, quienes aportaron información básica para conocer los aspectos organizacionales y técnicos básicos. Este instrumento se compone de tres partes esenciales: 1) Diagramas de Flujo del Proceso de Trabajo, que es la representación gráfica y ordenada de las distintas fases o etapas de los procesos de trabajo; 2) Descripción de los Diagramas de Flujo de los Procesos de Trabajo, es un cuadro que consta de cuatro columnas relacionadas entre sí, donde para cada fase o etapa del proceso laboral se describen los elementos del proceso de trabajo (objetos de trabajo, medios de trabajo, el trabajo mismo y la organización y división del trabajo); y 3) los Cuadros de Resumen de los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo, que son cuadros conformados por seis columnas relacionadas, donde se describen para cada una de las etapas del proceso de trabajo: riesgos y exigencias, probables daños a la salud, número de

trabajadores expuestos, medidas preventivas actuales y propuesta de acciones preventivas.

En cuanto al Cuestionario de Verificación, está formado por 10 capítulos, con un total de 668 preguntas, distribuidas en 53 apartados o secciones. Para aplicar el cuestionario se consideró importante verificar el estado general de las instalaciones por servicio, así como sus características de seguridad, higiene, medio ambiente, protección civil y servicios de salud de los trabajadores. Durante el tercer recorrido por el hospital, se contestó el primer capítulo del CV mediante la observación directa. Mientras que los nueve capítulos restantes se evaluaron a través de la revisión documental, con la ayuda del personal de cada servicio en estudio, protección civil, planeación estratégica, mantenimiento y residuos. La aplicación del CV permitió elaborar una propuesta de acciones correctivas, a partir de las fallas o incumplimientos detectados.

Para la captura y procesamiento de la información, se utilizó el programa de cómputo PROVERIFICA Versión 2.0. Previo ingreso de los datos recolectados, se construyó una matriz de codificación para las variables de la empresa y de los trabajadores. El control de calidad se realizó de manera sistemática para todas las variables, las de la Cédula de Información General de la Empresa, de los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo y del Cuestionario de Verificación.

Resultados

De acuerdo con los datos obtenidos de la CIGE, el centro laboral donde se realizó el estudio está considerado como hospital federal de referencia, acorde a su objetivo general: la prestación de servicios de atención médica general y especializada, con capacitación y formación de recursos humanos calificados, así como la participación en actividades de investigación para la salud. Para conocer la clase de riesgo en que está clasificado el hospital, se utilizó el Catálogo de Actividades para la Clasificación de las Empresas en el Seguro de Riesgos de Trabajo, del Reglamento de la Ley del Seguro Social en Materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización (Instituto Mexicano del Seguro Social, IMSS, 2002), el cual lo ubica en la clase de riesgo II, que es considerado riesgo bajo.

La población trabajadora total del hospital cuando se realizó el estudio, ascendía a 2.254 personas. Sin embargo, acorde con el objetivo de este trabajo, sólo se consideró el número total de trabajadores de los cuatro servicios estudiados (N = 906), de los cuales, 745 (82%) pertenece al sexo femenino y 161 (18%) al masculino, con un promedio de edad de 45 años (DE

42 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

9,85), en un rango que va desde los 21 hasta los 80 años. La mayoría del personal se ubica en el servicio de Hospitalización (783 = 86%), seguido por Urgencias Pediátricas, Preparación de Alimentos y Lavandería, que suman 123 (14%). Respecto a los puestos de trabajo, se identificaron 57; y para evitar la desagregación de los datos, se reagruparon en seis grandes categorías. Así, los mayores porcentajes de trabajadores corresponden al puesto de enfermera (59%), seguido por el de auxiliar general en salud (17%) y médico (13%). El promedio de antigüedad en el hospital es de 18 años (DE 10,4), en un intervalo desde 1 hasta 48 años (Tabla N° 1). La duración de la jornada laboral está circunscrita a cuatro turnos: matutino, vespertino, nocturno y especial, en los cuales se laboran ocho horas, excepto para el turno especial y nocturno, los cuales se extienden hasta doce horas. En promedio, la jornada de trabajo semanal es de 40 horas. El hospital ofrece a sus trabajadores los siguientes incentivos: el pago de una prima quinquenal para trabajadores con una antigüedad mayor a 10 años; bonos a fin de año; y vales de despensa, según lo estipulado en el Contrato Colectivo de Trabajo (CCT). El descanso semanal está organizado en cinco días de trabajo por dos de descanso. Los trabajadores cuentan con tres períodos vacacionales: verano, invierno y mediano riesgo; los primeros dos períodos constan de 10 días hábiles y dos fines de semana; y el período de mediano riesgo es opcional y sólo es para el personal que tiene contacto con pacientes infecto-contagiosos.

Respecto a la información generada por los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo, en el servicio de Lavandería las fases del proceso de trabajo son seis: almacén de ropa sucia e insumos de lavado; clasificación; lavado; secado; planchado; y almacén de ropa limpia. Las tareas que desempeña el personal se pueden resumir así: recepción y clasificación de la ropa sucia; carga y descarga de lavadoras; planchado y doblado tanto de ropa como de sábanas; almacén y distribución de ropa limpia. En algunas ocasiones la ropa gastada es remendada o se da de baja. El trabajo se realiza por turnos y el servicio se encuentra bajo la vigilancia de una supervisora. Los principales riesgos presentes son físicos (ventilación, temperatura y ruido), químico-biológicos (productos de lavado, prendas con fluidos corporales y objetos punzocortantes) y mecánicos (instalaciones, equipo y herramientas en mal estado). Las exigencias son aquellas derivadas de la actividad laboral (posiciones forzadas e incómodas y esfuerzo físico) y de la organización y división del trabajo (monotonía, repetitividad, supervisión estricta, jornada y ritmos de trabajo intensos). Los probables daños a la salud son: fatiga, hipoacusia, problemas respiratorios, hepatitis, tétanos o VIH, síndrome lumbar y estrés.

En el servicio de Preparación de Alimentos se tienen seis etapas del proceso de trabajo: almacén de materia prima; preparación; cocción; servicio; lavado-limpieza; y almacén de loza y utensilios de cocina. Las actividades que se realizan son: elaborar y recibir pedidos; garantizar la provisión de insumos; elaborar y condimentar las comidas según el menú y las dietas por padecimiento; supervisar que el sabor y la apariencia sean los adecuados; servir alimentos en la barra y montar los carritos de servicio para su distribución a las cocinetas de cada área. Los riesgos que enfrenta el personal son principalmente temperaturas elevadas, falta de ventilación, humedad y ruido; es decir, riesgos por la cocción de los alimentos y el vapor de las marmitas; así como riesgos mecánicos resultado de las malas condiciones de las instalaciones, equipos y utensilios de cocina. Las exigencias, que son el resultado de la actividad laboral en sí misma y de la organización y división del trabajo, fueron principalmente: laborar de pie durante periodos prolongados; transporte de cargas; flexiones y estiramientos forzados; ritmo de trabajo acelerado; supervisión estricta; y movimientos repetitivos y monótonos. La probabilidad de daños se relaciona con fatiga, problemas respiratorios,

Tabla N° 1. Distribución de las Variables del Personal Hospital Público de Tercer Nivel, México

Fuente: Encuesta Individual para la Evaluación de la Salud del Personal Académico (EIESPA, Versión MCST, 2012)

Variable N %

Servicio

Hospitalización 783 86,4

Urgencias Pediátricas 63 7,0

Preparación de Alimentos 43 4,7

Lavandería 17 1,9

Total 906 100,0

Antigüedad

Hasta 11 años 281 31,02

De 12 a 23 383 42,27

De 24 a 35 181 19,98

De 36 en adelante 58 6,40

Sin datos 3 0,33

Total 906 100,0

Puesto de trabajo

Enfermera 532 58,7

Auxiliar General en Salud 157 17,3

Médico 118 13,0

Apoyo Administrativo 44 4,9

Dietista-Nutricionista 29 3,2

Terapista-Técnico 26 2,9

Total 101 100,0

Nocividad del proceso de trabajo en un hospital público de la ciudad de México. Javier de Jesús Pérez Villavicencio & Jesús Gabriel Franco Enríquez

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ARTÍCULO

quemaduras, trastornos osteomusculares, traumatismos y estrés.

En los servicios restantes, Hospitalización y Urgencias Pediátricas, ambos procesos de trabajo son similares y se caracterizan por cinco fases o etapas: admisión, diagnóstico, tratamiento, vigilancia y alta. Aquí se encontró que los trabajadores, sobre todo del sexo femenino, están expuestos no sólo a los riesgos comunes por contacto con pacientes infecto-contagiosos; sino además, a una ventilación deficiente, caídas o golpes, consecuencia directa de la falta de orden y limpieza en las áreas de tránsito. Las exigencias, como el ritmo de trabajo acelerado, posiciones incómodas, supervisión estricta y atención, son las más importantes.

A manera de ejemplo, abajo se muestra la Tabla de Resumen del Servicio de Hospitalización (Tabla N° 2), que fue el servicio donde se detectó el proceso de trabajo de mayor nocividad para la salud de los trabajadores.

Por lo que concierne al Cuestionario de Verificación, para calificar los resultados obtenidos se utilizó la Tabla para Convertir los Índices, según propone el modelo utilizado. Como se puede apreciar, dicha Tabla está compuesta por dos columnas, la columna de la izquierda corresponde al Porcentaje de Eficacia (PE), expresión numérica que representa la capacidad o fortaleza de los centros de trabajo para resolver sus problemas de salud en el trabajo. Y la del lado derecho es el Nivel de Eficacia (NE), expresión literal relacionada con los diferentes rangos del Porcentaje de Eficacia (PE), como se muestra en el Tabla N° 3.

De los diez capítulos evaluados por el CV, sólo el de Protección Civil obtuvo un Porcentaje de Eficacia ligeramente superior a 80% y un Nivel de Eficacia Bueno (B); el resto se halla entre Malo (M) y Nulo (N). Cabe destacar que la calificación del Capítulo III de Inducción no rebasa el 3%. El Porcentaje de Eficacia total del hospital representa un Nivel de Eficacia Nulo (N), se ubica en 31,9%.

Fallas e incumplimientos del CV

En el Capítulo I, Evaluación Preliminar de la Empresa (PE = 69%; NE = M), se ubicaron las siguientes: falta de mantenimiento de las instalaciones, específicamente en techos y pisos de Hospitalización y Preparación de Alimentos; carencia, en la mayoría de los servicios del hospital, de la lista de la brigada de prevención y combate de incendios; ausencia de dispositivos de seguridad en el alumbrado general; falta de un sistema de identificación y señalización de las líneas eléctricas, según voltaje, en Hospitalización, Consulta Externa y Urgencias Adultos;

y los servicios de Lavandería y Preparación de Alimentos requieren de mantenimiento a la pintura de las tuberías y acatar el código de colores para distinguir el tipo de fluido que conducen.

En cuanto al Capítulo II, Intervención de los Niveles Directivos (PE = 15%; NE = N), se observó que la dirección del hospital no muestra el menor compromiso e interés en las políticas, procedimientos, filosofía y administración, en materia de salud en el trabajo.

Con respecto al Capítulo III, Inducción y Capacitación (PE = 2%; NE = N), se carece de políticas y procedimientos de inducción a la empresa, inducción al trabajo y de capacitación al personal.

En materia de Seguridad e Higiene, Capítulo IV (PE = 21; NE = N), no se aplican criterios ergonómicos para la evaluación de puestos de trabajo en ninguna área del hospital. No existen las revisiones, actualizaciones o cambios en los procedimientos de los métodos seguros de operación. No se aplica ninguna metodología preventiva en relación con la salud en el trabajo; falta de identificación y control de riesgos de la mayoría de los puestos laborales, a excepción de aquellos que implican riesgos por radiaciones ionizantes, no ionizantes y manejo de residuos biológico-infecciosos.

En el Capítulo V, Medio Ambiente (PE = 30%; NE = N), se identificó que el hospital no atiende los aspectos ambientales, pues no contempla procedimiento alguno en caso de contingencias, no cuenta con Licencia Ambiental Única, ni está inscrito en el Programa Nacional de Auditorías Ambientales. Asimismo, el centro hospitalario no cuenta con el documento probatorio del registro de emisiones de fuentes generadoras de contaminación atmosférica, puertos de medición y muestreos isocinéticos previos. El hospital no tiene una planta depuradora de aguas residuales, por lo que no está claro el tipo de tratamiento que se aplica a las descargas. Se observó la ausencia de programas para el manejo de residuos sólidos urbanos, de manejo especial y no existe el documento probatorio de su condición como gran generador.

Por lo que corresponde al Capítulo VI, Salud de los Trabajadores (PE = 29%; NE = N), el hospital no cuenta con un servicio específico para la atención médica del personal ni con los formatos correspondientes para el registro de enfermedades o accidentes de trabajo. También se constató que el centro laboral no participa en ningún programa preventivo de salud de los trabajadores ni cuenta con programa alguno para la reubicación de puestos de trabajo.

44 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

Servicio y Etapas del Proceso de

Trabajo

Principales Riesgos y Exigencias

Probables Daños a la

Salud

Trabajadores Expuestos

Medidas Preventivas

Actuales

Propuesta de Acciones Preventivas

Hospitalización(Admisión,

Diagnóstico, Tratamiento, Vigilancia y

Alta)

I Ventilación deficiente

Fatiga física y

deshidratación

783

Ninguna

Estudio ergonómico de puestos de trabajo. Programa preventivo y

correctivo de los sistemas de ventilación. Pausas de trabajo para hidratación

del trabajador

II

Biológico infecciosos por pacientes con padecimientos contagiosos

Enfermedades respiratorias

HepatitisVIH

Protocolos médicos.Guantes y cubrebocas

Estudio epidemiológico de infecciones. Programa de vigilancia epidemiológica

Biológicos por residuos infecciosos

HepatitisVIH

Tétanos

Señalamientos preventivos

Estudio epidemiológico por puesto de trabajo.

Programa de capacitación en el manejo de residuos

biológicos

Gases y líquidos, por anestésicos y antisépticos

CefaleasIntoxicacionesDermatitis por

contacto

Ninguna

Estudio de seguridad en manejo de anestésicos y

pruebas epicutáneas.Capacitación en el uso y manejo de anestésicos y

antisépticos. Protección respiratoria

adecuada, uso de guantes de nitrilo

III

Posiciones incómodas o

forzadas

Lumbalgia

Estudio ergonómico de puestos de trabajo.

Programa de pausas de trabajo.

Capacitación en técnicas de hábitos posturales

Esfuerzo físico intenso

Evaluación ergonómica de puestos de trabajo.

Programa de pausas para la salud.

Capacitación en técnicas de manipulación de cargas

(traslado de pacientes)

IV

Ritmo de trabajo intenso

y repetitivo. Trabajo

monótono. Atención al paciente

Estrés, fatiga física y mental,

trastornos del sueño y

burnout

Estudio sobre percepción subjetiva del trabajo, atención al paciente

y satisfacción laboral. Programas de manejo de estrés, técnicas de relajación y pausas de

trabajo

IV

Accidentes debidos a los equipos y las instalaciones

Contusiones, heridas y fracturas

Estudio para la verificación de instalaciones y equipos.

Programas de orden y limpieza y mantenimiento preventivo y correctivo a instalaciones y equipos.

Dotación de calzado antideslizante

Tabla N° 2. Resumen de los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo, Servicio de Hospitalización, Hospital Público de Tercer Nivel, México

Fuente: Recorrido de observación, Servicios de Hospitalización. Hospital Público de Tercer Nivel, septiembre a diciembre de 2013

Nocividad del proceso de trabajo en un hospital público de la ciudad de México. Javier de Jesús Pérez Villavicencio & Jesús Gabriel Franco Enríquez

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ARTÍCULO

A pesar del buen porcentaje de eficacia obtenido en el Capítulo VII, Protección Civil (PE = 83%; NE = B), el hospital mostró algunos problemas, particularmente, en la falta de un protocolo para alertar al personal de primeros auxilios y la ausencia de participación de las instituciones normativas correspondientes en la evaluación del desempeño de las brigadas durante los simulacros.

Con relación a los resultados del Capítulo VIII, Suministro de Materiales, Ingeniería y Mantenimiento (PE = 13; NE = N), en ningún caso se incluyen criterios de salud en el trabajo para la elaboración de nuevos proyectos; asimismo, no se cuenta con personal calificado para la evaluación en materia de cambios en el medio ambiente de trabajo y modificaciones realizadas por contratistas.

En materia de Inspección y Auditoría, Capítulo IX (PE = 17; NE= N), las auditorías aplicadas sirven para remediar los problemas detectados; sin embargo, no se utiliza ninguna metodología específica en materia de salud en el trabajo, tendente a realizar evaluaciones exhaustivas de las instalaciones y de los procesos de trabajo.

Finalmente, respecto al Marco Legal, Metodologías de Estudio y Programas Preventivos, Capítulo X del cuestionario (PE = 27; NE = N), no existen auditorías previas en materia de medio ambiente, seguridad, higiene y protección civil. Así también, se carece de metodologías puntuales para la evaluación de los procesos y puestos de trabajo, factores psicosociales o salud de los trabajadores; falta de programas para el uso y mantenimiento del equipo de protección personal, conservación de la audición, protección dermatológica y de columna, prevención de exposición a químicos, riesgos ergonómicos por puesto de trabajo, sistemas de protección y dispositivos de seguridad, etiquetas, seguridad eléctrica, trabajo en espacios confinados, regaderas y lavaojos de emergencia, seguridad para el trabajo con equipos médicos y utilización del tiempo libre.

Discusión

El primer hallazgo del presente trabajo resulta paradójico. Según el Reglamento de la Ley del Seguro Social en Materia Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización (IMSS, 2002), las instituciones públicas que tienen por finalidad brindar asistencia médica, están clasificadas como clase de riesgo II o riesgo bajo. Existen fuertes discrepancias entre los hallazgos de una investigación y lo que señala una clasificación poco acorde con los riesgos y exigencias que se encuentran en el ámbito hospitalario. Seguramente si sólo se tomaran en cuenta los riesgos biológicos, la clasificación ocuparía como mínimo un tipo 3 o 4, es decir, un nivel de riesgo “grave” (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, INSHT, 1997).

En lo respectivo a las variables demográficas y laborales, se destaca que la mayoría de la fuerza de trabajo está compuesta por mujeres con un promedio de edad de 45 años, una antigüedad aproximada de 18 años y en su gran mayoría enfermeras del servicio de Hospitalización, sometidas a una intensa jornada laboral que se extiende más allá de las 72 horas a la semana. Estos datos revelan las carencias de personal, falta de contratación de personal de base o la precariedad del tipo de contratación: personal que probablemente está bajo un régimen de contratación temporal, carente de beneficios y prestaciones de Ley. Es claro que el personal mayormente expuesto a los múltiples riesgos y exigencias de su actividad laboral, con mayores probabilidades de sufrir algún trastorno en su salud, de acuerdo con las características de la jornada semanal y del servicio de adscripción, son las enfermeras, los auxiliares generales y los médicos, como señalan otros estudios comparativos (Al-Dubai & Rampal, 2010 y García & Fernández, 2010).

Con base en el análisis del proceso de trabajo, los cuatro servicios estudiados tienen un conjunto de riesgos y exigencias importante; sin embargo, los servicios de Hospitalización y Lavandería mostraron la mayor nocividad. En el servicio de Hospitalización es frecuente la exposición a pinchazos y contacto con pacientes infecto-contagiosos; la adopción de posiciones incómodas y el esfuerzo físico que demanda el traslado y movilización, tanto de pacientes como de equipo y material médico, representan condiciones ergonómicas desfavorables y probables causales de lesiones musculoesqueléticas. En cuanto a los probables daños a la salud, están en primer término el estrés y la fatiga, alteración de los patrones del sueño, problemas gastrointestinales y cefaleas; trastornos derivados del trato con el paciente y sus familiares, la supervisión

Tabla N° 3. Tabla para Convertir los Índices

Fuente: http://www.proverifica.com/mvcv.htm

Porcentaje de EficaciaExpresión Numérica

Nivel de EficaciaExpresión Literal

0-39 Nulo (N)

40-59 Muy Malo (MM)

60-79 Malo (M)

80-89 Bueno (B)

90-100 Muy Bueno (MB)

46 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

estricta, la falta de comunicación entre médicos y enfermeras, así como las jornadas intensas y la ventilación deficiente. Buena parte de estos problemas son frecuentes en investigaciones que examinan los riesgos y exigencias presentes en el entorno hospitalario pero algunos estudios evalúan solamente la asociación de dichos riesgos y exigencias con un determinado daño o perfil de daños. Es decir, no toman en cuenta la nocividad del proceso de trabajo en su conjunto o las condiciones bajo las cuales se desarrolla la actividad laboral y terminan por señalar al trabajador como el causante de la alta ocurrencia de accidentes o enfermedades laborales (Choobineh, Movahed, Tabatabaie & Kumashiro, 2010 y Muralidhar, Singh, Jain, Malhotra & Bala, 2010).

En cuanto al servicio de Lavandería prevalecieron los pinchazos y el contacto con prendas contaminadas por fluidos corporales, exigencias derivadas de la adopción de posiciones incómodas y esfuerzo físico al trasladar o extraer la ropa del séptico o los carros de ropa sucia. También, como resultado de las condiciones de falta de ventilación, aunado al trabajo monótono y las jornadas de trabajo y esfuerzo físico intenso, se encontró que el personal reporta estrés, fatiga y trastornos osteomusculares. Estos hallazgos son consistentes con estudios cualicuantitativos, realizados en lavanderías hospitalarias (Fontana & Nunes, 2013 y Vargas-Mendoza & Ramírez-Vázquez, 2012).

Derivado de las fallas detectadas, llaman la atención los Porcentajes de Eficacia Nulos en la mayoría de los capítulos del Cuestionario de Verificación. Esta situación no sólo afecta al personal que labora al interior del centro de trabajo, es altamente probable que cause algún daño en los pacientes y el público en general que acude a los centros hospitalarios. Al confrontar los resultados con las leyes, reglamentos y normas vigentes de nuestro país, es bastante cuestionable el desempeño y cumplimiento del hospital en materia de salud en el trabajo (Ley Federal del Trabajo, 1970 y Reglamento Federal de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de Trabajo, 1997).

Cabe subrayar que buena parte de las investigaciones consultadas abordan de manera parcial su objeto de estudio; es decir, se dedican a buscar la asociación entre ciertos riesgos y exigencias, con determinados daños a la salud; y están enfocados a la medición puntual de los elementos nocivos del medio ambiente laboral, mediante técnicas cuantitativas o cualitativas. Tales investigaciones privilegian el escrutinio de la problemática a partir de una simple relación causal, para determinar la existencia o no de los accidentes o enfermedades de trabajo.

La exposición a riesgos y exigencias dentro de un hospital es una compañía cotidiana de los trabajadores de la salud, por lo que deben estar atentos en cuanto a la nocividad subyacente de los procesos de trabajo, entre los que destacan: la falta de capacitación al personal; la carencia de mantenimiento preventivo y correctivo a equipos e instalaciones; el incumplimiento del marco legal en materia ambiental o de seguridad e higiene; y la deficiencia en el suministro de equipo de protección personal adecuado. Desafortunadamente, es más “fácil” para los centros laborales enfocarse en aspectos correctivos, en lugar de ofrecer a sus trabajadores las herramientas de la prevención, para un ambiente de trabajo seguro donde pueda disminuirse o controlar la nocividad del entorno laboral.

Recomendaciones

De acuerdo con los resultados obtenidos de los Diagramas Complejos de Salud en el Trabajo, las principales medidas preventivas para cada servicio estudiado son las siguientes: en el servicio de Lavandería realizar el análisis ergonómico de puestos de trabajo, revisar los sistemas de ventilación y efectuar un estudio de ruido para determinar los niveles de riesgo y tomar las acciones preventivas y correctivas enfocadas a mitigar los problemas detectados, como podría ser la colocación de sistemas de filtrado y extracción de aire y barreras acústicas. Aplicar las medidas de protección para el manejo de sustancias químicas y residuos biológico-infecciosos, como el uso de guantes (látex o vulcanizados), protección respiratoria y manipulación de prendas con pinzas. En el servicio de Preparación de Alimentos es prioritario realizar un estudio de seguridad, para revisar la instalación de los equipos y las condiciones físicas de las tuberías y conexiones de gas. Establecer un programa preventivo y correctivo de los medios de trabajo que se utilizan y capacitar al personal en la comunicación de riesgos; adaptar las condiciones del área, colocar tapetes antifatiga y sillas ergonómicas; establecer un programa de pausas de trabajo o rotación de tareas para minimizar la fatiga física y mental del personal. En los servicios de Hospitalización y Urgencias Pediátricas se debe llevar a cabo la evaluación ergonómica de puestos de trabajo enfocada a las condiciones de ventilación, temperatura, posiciones incómodas y forzadas en la atención y cuidado del paciente, así como el esfuerzo físico en su traslado a otros servicios. Se deben realizar pruebas epicutáneas según puesto de trabajo y tomar las medidas preventivas correspondientes como el uso de guantes de nitrilo y protección respiratoria.

Nocividad del proceso de trabajo en un hospital público de la ciudad de México. Javier de Jesús Pérez Villavicencio & Jesús Gabriel Franco Enríquez

47

ARTÍCULO

Por lo que concierne a las recomendaciones del Cuestionario de Verificación, las acciones correctivas generales propuestas son las siguientes: reparar los techos y dar el mantenimiento adecuado a los pisos en los servicios correspondientes; tener a la vista la información de la brigada de prevención y combate de incendios; colocar los dispositivos de seguridad e identificar las líneas eléctricas según voltaje; enfatizar la prevención de enfermedades profesionales por medio de carteles alusivos; dar mantenimiento a la pintura en tuberías y colocar el código de colores por tipo de fluido. Capacitar a los niveles directivos en materia de salud en el trabajo, ya que deben convertirse en los principales promotores de los planes y programas preventivos del centro de trabajo; elaborar y aplicar políticas y procedimientos de inducción a la empresa e inducción al trabajo. Es importante implementar criterios ergonómicos, para la evaluación y control de los puestos de trabajo. Es

urgente cumplir con la legislación vigente en cuanto a los aspectos ambientales relacionados con las descargas de aguas residuales, monitoreo de emisiones atmosféricas y planes de manejo de residuos sólidos urbanos y de manejo especial. Contar con un consultorio de salud en el trabajo, adecuado para la atención exclusiva del personal, dotado con los registros correspondientes de morbilidad y accidentalidad laboral. Participar en los programas promovidos por las instancias gubernamentales y revisar y actualizar los protocolos de primeros auxilios. Incluir en todos los procedimientos del hospital los aspectos de salud laboral y contar con personal calificado para el desarrollo de tales actividades. De manera general, elaborar e implementar planes y programas enfocados a las acciones preventivas, para anticiparse a la ocurrencia de accidentes o enfermedades de origen laboral que pudieran dañar la salud de los trabajadores.

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48 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

ARTÍCULO

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Fecha de recepción: 16 de agosto de 2014

Fecha de aceptación: 9 de diciembre de 2014

49

NOTA CIENTÍFICASalud trab. (Maracay) 2015, Ene. - Jun., 23(1), 49-54

Gestión de cambios en plantas industriales de procesos y la prevención de accidentes laborales.Managing process change in industrial facilities and prevention of occupational injuries.

Ciro Martínez Oropesa1

1Economista Industrial. Magíster en Dirección y Master en Prevención de Riesgos Laborales. Departamento de Operaciones y Sistemas, Facultad de Ingeniería, Universidad Autónoma de Occidente. Departamento de Ciencias Sociales, Facultad de Ingeniería y Administración, Universidad Nacional de Colombia. [email protected]; [email protected]

Introducción

La industria de procesos se relaciona con los sectores económicos más importantes del país, en la cual existe un componente de cambio y complejidad desafiante, relacionado con una amplia gama de materiales y productos, proveedores y productores, fabricantes, proveedores de servicios, de construcción y montaje, contratistas, subcontratistas, clientes, profesionales del diseño, la explotación y los servicios. Entre las industrias de fabricación o procesos se encuentran aquellas que producen o manejan pinturas, productos farmacéuticos, adhesivos, productos químicos orgánicos e inorgánicos industriales, productos petroquímicos, y selladores. Sin embargo, también se cubren otros sectores, como la industria de productos destinados a la agricultura, procesamiento de alimentos, y los servicios sanitarios.

El propósito de este artículo es poner de relieve las prácticas en los procesos de identificación y gestión de cambios que se aplican en una industria de procesos, así como proponer las bases para construir un modelo que permita gestionar los cambios con eficacia. Dado el alcance limitado de la investigación en estos tipos de industrias, se requiere ser cuidadoso en la generalización de estos hallazgos y propuestas.

Según Burnes (2004) el cambio es una característica siempre presente en la vida de una organización, tanto a nivel operativo, como estratégico. Por lo tanto, no debería haber ninguna duda sobre la importancia que posee para cualquier organización, contar con la capacidad para identificar donde tiene que estar en el futuro, y la forma de hacer gestión para alcanzarlo. En consecuencia, el cambio organizacional no se puede separar de la estrategia de la organización, o viceversa.

Para la gestión de seguridad industrial, donde predomina el interés por los cambios temporales, el cambio bien puede asociarse a cualquier alteración o funcionamiento errático de algún componente: parte de un proceso o sistema existente, que está fuera de

control, y no se asocia con el desempeño efectivo de un rol o responsabilidad asignada y que de acuerdo a la versatilidad de las fuentes que los originan pudieran tipificarse como:

• Cambios tecnológicos o modificación de equipos, instalaciones o productos.

• Cambios de diseño y funcionamiento organizacional.

• Cambios en los procedimientos y responsabilidades operacionales.

• Cambios por procesos de mejora contínua.

• Cambios en los parámetros, normas y estándares de funcionamiento de equipos y procesos.

• Cambios conductuales de los trabajadores.

• Cambios de horarios, condiciones o rotaciones de turnos de trabajo.

• Cambios en las cargas de trabajo de los supervisores.

• Cambios determinados por la subcontratación o tercerización.

• Cambios originados por diferencias entre las demandas del puesto y los roles y competencias que competen al trabajador.

De todos los cambios no controlados que se producen en una compañía, los de carácter “temporal” pueden ser los más peligrosos, dadas sus complejas circunstancias de origen, su proximidad a la dinámica de los procesos, la tecnología y el comportamiento humano, además de que sus consecuencias muchas veces se refleja por medio de lesiones y pérdidas cuantiosas. En tal sentido, estos cambios nunca deben excluirse del alcance de un buen sistema de gestión.

La gestión del cambio es el proceso formal para atender el cambio organizacional, que incluye un enfoque sistemático y de aplicación del conocimiento.

50 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

NOTA CIENTÍFICA

Este tipo de gestión implica definir y adoptar estrategias, estructuras, procedimientos y tecnologías corporativas para hacer frente al cambio derivado de las condiciones internas y externas (Corporate Leadership Council, 2007).

El proceso de gestión de cambios puede dar inicio cuando se identifica un problema relacionado con la Seguridad y Salud en el trabajo que necesita ser corregido, o se percibe que hay una manera más segura para desarrollar los trabajos inherentes al mismo, permitiendo posteriormente transitar a los subprocesos de valoración y el control, que soportados en aplicación de técnicas, principios, modelos y sistemas, completan el proceso de gestión en cada lugar de trabajo.

El proceso de gestión de la seguridad se centra en la prevención, la preparación, mitigación, respuesta y recuperación de eventos catastróficos, provocados por escapes de sustancias químicas o de energía, asociados a un proceso, más específicamente los procesos de gestión despliegan su alcance y atención en el uso, almacenamiento, fabricación, manipulación, o el traslado de productos químicos altamente peligrosos dentro de una industria, o una combinación de estas actividades.

La Administración de la seguridad en procesos está regulada por la Administración de Seguridad y Salud Laboral de EE.UU. (OSHA), por medio de la Administración de Seguridad en procesos (PSM) estándar, 29 CFR 1910.119. Esta normativa establece un programa integral de seguridad que integra las tecnologías, procedimientos y prácticas de gestión.

Metodología

Se utilizó el estudio de casos para reunir pruebas sobre prácticas relacionadas con la gestión de cambios en industrias de procesos. Esto consideró además una

revisión rigurosa de las publicaciones con el objeto de establecer las bases evidenciables de los enfoques más actualizados aplicados en la industria.

La investigación de tipo cualitativa, se desarrolló en dos grandes compañías, se emplearon varias técnicas para obtener la información, como: la observación, la revisión y análisis de diversas fuentes de información y la aplicación de una entrevista semiestructurada, que fue aplicada a la gerencia, mandos intermedios de dirección, supervisores y trabajadores directos.

Las transcripciones de las entrevistas fueron sometidas a análisis temático para distinguir y comparar las tendencias entre las dos compañías. La revisión de la literatura y los resultados cualitativos se contrastaron para identificar posibles áreas de importancia. Las entrevistas semiestructuradas, se aplicaron con el propósito de conocer las causas esenciales de los cambios y las presunciones fundamentales alrededor de su desarrollo.

Estas entrevistas abarcaron un total de 204 empleados pertenecientes a las 2 compañías, dentro de los cuales 9 desempeñaban cargos de gerentes; 17 de mandos medios y supervisores, 3 profesionales del área de salud y seguridad industrial y el resto trabajadores que formaban parte de la base operativa, tal como se refleja en la Tabla N° 1.

Resultados

A través de las encuestas y entrevistas aplicadas, así como los reportes de incidentes y el análisis de las causas, asociados a los cambios identificados y gestionados por las dos industrias que conforman la muestra, entre los años 2012 y 2013, se conoció el siguiente resultado resumido en la Tabla N° 2.

Fuente: Datos de la investigación, 2012-2013

Tabla N° 1. Total de empleados entrevistados por compañías

Total de empleados entrevistados por categoría

Compañías Empleados Alta gerencia Mandos medios,supervisor

Profesionales en seguridad

Empleadosbase operativa

Compañía 1 74 4 6 1 63

Compañía 2 130 5 11 2 112

Total 204 9 17 3 175

Gestión de cambios en plantas industriales de procesos y la prevención de accidentes laborales.Ciro Martínez Oropesa

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NOTA CIENTÍFICA

• Los cambios relacionados con la modificación de equipos o productos, se asociaron con el 28% de las situaciones identificadas por los entrevistados. El mayor número de incidentes estudiados se relacionaron con el uso de equipos, uno solo de estos casos fue relacionado con cambios de productos. Ello se produjo al modificar regímenes operacionales, hacer adaptaciones en los componentes de los sistemas mecánicos, hidráulicos, eléctricos de los equipos, etc.

• Los cambios de diseño y funcionamiento organizacional, en especial los que se relacionan con sistemas de apoyo y de información, tuvieron que ver con 26% del total, determinados por errores de operación, o eventos que entrañaban peligros para la integridad física de los trabajadores.

• Los cambios determinados por las conductas de las personas, que significan 22% del total, derivados de modelos mentales inadecuados, que condujeron a la comisión de errores involuntarios, o a una baja percepción de los riesgos a los que estaban expuestos.

• La subcontratación o tercerización que significa 11% del total, como resultados de los bajos estándares de seguridad que manejan algunos proveedores y que no son adecuadamente evaluados antes de aprobarse su entrada a la compañía.

• Los cambios en los procedimientos, rutinas de trabajo, estándar o normas de seguridad, fueron asociados a 9% del total, determinados por bajo nivel de entrenamiento, diseño inadecuado de métodos y estándares de trabajo y violaciones deliberadas,

relacionadas con una clara subestimación del peligro al que se exponían.

Las causas que determinaron los restantes tipos de cambios a los cuales se asociaba el otro 4%, se identificaron como:

• El orden y la limpieza del lugar, así como la inutilización de componentes o sistemas, que normalmente estaban en operación.

• Los horarios, condiciones o rotaciones de turnos de trabajo, que afectaban el comportamiento humano y su desempeño por desarrollo de estados de fatiga.

• La ausencia o disminución de la supervisión en horarios nocturnos por políticas de racionalización y ajustes de costos.

• La sobrecarga de los supervisores, que implicaba la disminución de la efectividad del control.

• Trabajadores con escasa calificación para asumir responsabilidades complejas, desajustes entre las demandas del puesto y las competencias de los trabajadores.

• Excesivas normas y estándares, temor al error en la ejecución.

Especialmente el interés por mejorar la eficiencia y reducir los costos puede dar lugar a cambios organizativos que generan implicaciones importantes para la seguridad. Ejemplos de éstos son:

- La falta de una unidad o armonización entre normas y procedimientos después de fusiones entre empresas.

Fuente: Datos de la investigación, 2012-2013

Tabla N° 2. Total de incidentes por compañías

Tipos de cambios Incidentes

Total de incidentes por tipo de cambio y compañía

Compañía 1

Compañía 2

Cambios tecnológicos o modificación de equipos 48 16 32

Cambios de diseño y funcionamiento organizacional 44 26 18

Cambios determinados por las conductas de las personas 38 15 23

La subcontratación o tercerización de procesos o tareas 18 10 8

Cambios en los parámetros, normas y estándares 15 5 10

Otros cambios 7 4 3

Total 170 76 94

52 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

NOTA CIENTÍFICA

- Cambios en las modalidades o formas de prestar los servicios de soporte.

- Traslado de personal que tienen la posibilidad de perder experiencia en áreas o procedimientos críticos.

- Aumentos en los períodos de tiempo entre mantenimientos o inspecciones para mejorar los factores de capacidad.

- Cambios en las políticas de contratación y formación del personal.

- Reducción en los niveles de dirección o supervisión.

Se conoció además, que dentro de las principales presunciones que determina la baja percepción de importancia que se asigna al reporte de los cambios, como uno de los aspectos esenciales, que permite un proceso de gestión efectivo, se encuentran:

• Los cambios son tan rápidos y fugaces que pasarán inadvertidos para cualquier proceso de gestión.

• Lo que se hace es un simple cambio de procedimientos, no tiene por qué generar un accidente.

• No considerar que sea una modificación real, ya que se trata de un simple proceso de mejora, subestimando el peligro que entraña el cambio.

• No es posible detenerse a gestionar cambios, si ello significa tener que documentar o actualizar todo el trabajo que se ha hecho en el pasado.

• El proceso de identificación, evaluación, aprobación y comunicación es tan largo que entorpecería todo el trabajo que se hace.

• Ser una compañía dedicada a procesos muy simples, no tienen nada que ver con peligros importantes que puedan afectar la integridad de las personas.

• Las metas de producción poseen la más alta prioridad para la compañía.

• Los costos de inversión son importantes, por ende lo más probable es que sean desestimados por la gerencia.

• Tener reservas y miedos con relación a la forma en que reaccionará la gerencia ante el reporte de cambios.

• No se conoce a quien reportar o a quien se solicita la aprobación de un cambio.

Una razón subyacente en estos tipos de presunciones viene determinada por el estado evolutivo de la cultura en seguridad industrial. En compañías donde se trabaja por procesos, y es necesario gestionar la Seguridad bajo

modelos de mayor eficacia, la cultura de la seguridad, además, de ser en sí misma (creencias, actitudes y valores compartidos), también es algo que la organización ha desarrollado: políticas, programas, prácticas y controles diseñados para prevenir los riesgos. En este marco de acción constituye un desafío impostergable trabajar en la cultura de este tipo de industrias, en la que se observa aún, una escasa preocupación por estos temas. Se hace necesario entonces la implantación de reformas más profundas, que promuevan la participación y el compromiso de los trabajadores y que modifiquen radicalmente el qué hacer de la organización frente a la seguridad de sus trabajadores. Por otra parte es un error, subvalorar la importancia de las creencias como parte de la propia cultura, las cuales pueden negar hasta la necesidad real de cambiar y el fracaso es casi seguro.

Cualquier modelo de gestión que se implemente para gestionar acertadamente los cambios temporales que ocurren en la industria de procesos, demandará de la gerencia, los mandos medios, superiores y profesionales de seguridad y salud en el trabajo:

• Mayor comprensión de la naturaleza de la participación del trabajador, lo que se refleja como una tendencia evidente en la terminología usada. En los últimos años, el lenguaje utilizado en la literatura ha pasado de la “participación” (Lancaster, McAllister & Alder, 2001) al “compromiso” (Cameron, Hare, Duff & Maloney, 2006)

• E n l a s o rg a n i z a c i o n e s g r a n d e s , t i e n e n más probabilidades de contar con políticas y procedimientos corporativos que organicen y dinamicen la participación laboral. Estas políticas y procedimientos, junto con la presencia permanente de la alta gerencia y coordinadores de seguridad, son los principales motores detrás de los programas de participación de la fuerza laboral (Shearn, 2005).

De acuerdo a los resultados de la investigación desarrollada en estas dos compañías y según el criterio de algunos de los gerentes, mandos de nivel medio y supervisores entrevistados, se considera también necesario:

• Desarrollar una actitud proactiva ante la gestión de los cambios. Un problema común en las empresas, es que una vez que se logran mejoras significativas en el rendimiento o resultados de los sistemas, se disminuye la atención a las restricciones que dieron lugar a los requerimientos de cambio, por ende se asume que los problemas han sido resueltos. Sin embargo,

Gestión de cambios en plantas industriales de procesos y la prevención de accidentes laborales.Ciro Martínez Oropesa

53

NOTA CIENTÍFICA

esto es un comportamiento típico de la actitud reactiva. La gerencia tiene que estar verdaderamente comprometida con el mantenimiento de una cultura avanzada de cara al éxito.

• Es indispensable mantener el interés en la comunicación, el intercambio de conocimientos, y la toma de decisiones conjuntas sobre temas y prácticas de salud y seguridad en estos tipos de industrias.

Dado que los sistemas evolucionan con el tiempo, debido a modificaciones que pueden producir en los requerimientos, tecnologías y reglamentos, la seguridad requerirá ser también modificada para mantener la validez del propio sistema. Se trata de un proceso que permite que los coordinadores de seguridad y diseñadores de los sistemas, comprendan mejor la evolución de la seguridad; y por lo tanto, a través de la documentación de estos cambios, proporcionen una justificación más sólida para el diseño general y la estructura del argumento de la seguridad.

Un proceso de gestión de cambios deberá cumplir con un conjunto de principios (Zwetsloot, Gort, Steijge & Moonen, 2007) como los que se relacionan:

• Definir unos requisitos: Constituyen los objetivos de seguridad que debe cumplir el sistema para garantizar la seguridad.

• Evidencia: Comprenderá la información que se obtenga que facilite los análisis y pruebas del sistema de que se trate.

• Argumento: Su objetivo mostrar las evidencias que demuestren el cumplimiento de los requisitos.

• Contexto: Se refiere a la identificación de la base de todo el argumento presentado.

Estos cuatro principios de gestión de la seguridad, son interdependientes y se utilizan para documentar y justificar las declaraciones de seguridad que un sistema en particular demande.

Se pudiera plantear que entre los principales elementos que podrían formar parte de un modelo apropiado para la gestión de cambios, podrían estar los siguientes:

1. Una fuerte cultura de la seguridad, el reporte de los incidentes, el compromiso de todos los trabajadores, y la observación y reforzamiento de las conductas seguras.

2. Un sistema de identificación sensible a la velocidad con que ocurren y se necesita corregir las causas de los problemas.

3. Diseñar mecanismos e indicadores de control, acompañados de detonadores de los niveles de peligro y exposición de los trabajadores.

4. Formación y entrenamiento del personal a todos los niveles de la organización.

5. Sistema de gestión de la información.

6. Auditoría del sistema.

El éxito del proceso de gestión del cambio dependerá de la consecución de revisiones de carácter sistemáticas y de forma permanente. Es importante que cada persona sienta la libertad primero de identificar los cambios asociados al peligro, evaluar los riesgos y proponer las medidas de control que mitiguen o eliminen los mismos. Aunque pudiera pensarse que estas son actividades limitadas al trabajo de gerencia, mandos medios, supervisores e ingenieros, es importante que estén abiertos a todos en una compañía y se estimule la participación sin barreras. Los trabajadores deben percibir que se les estimula la participación efectiva en el reporte de accidentes y enfermedades, deben sentir además que se cuenta con ellos para medir la eficacia del mejoramiento de la seguridad y la salud en el trabajo, de que participan directamente en su gestión, por medio de sus iniciativas, deben percibir que la seguridad más que una moda o prioridad, es un valor de lo que hacen diariamente, deben ser conscientes que la evaluación de los logros alcanzados serán medidos y analizados por los gerentes como un indicador normal que mide el desempeño de cada trabajador de una empresa.

Discusión

El trabajo presentado muestra un listado de las principales causas de los problemas relacionados con el proceso de gestión de cambios temporales, según reporte de directivos y profesionales que responden por la seguridad y salud en las empresas, en industrias de procesos. En éste se resalta el rol de la conducta humana como medio catalizador de muchas de las causas que provocan los accidentes.

Entre los cambios de mayor impacto se encontraron los relacionados con la modificación de equipos o productos, los que se asociaron con 28% de las situaciones identificadas por los entrevistados y los

54 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

NOTA CIENTÍFICA

Referencias Bibliográficas

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Fecha de recepción: 30 de octubre de 2014

Fecha de aceptación: 16 de diciembre de 2014

cambios de diseño y funcionamiento organizacional, en especial los que se relacionan con sistemas de apoyo y de información, los cuales tuvieron que ver con 26% del total.

A diferencia de otras investigaciones, en este trabajo se brinda prioridad al conocimiento de las presunciones predominantes en los trabajadores y personal de gerencia, y que provoca el hecho de desestimar la importancia de reportar y gestionar los cambios temporales.

La gerencia, mandos medios supervisores, profesionales y líderes que participan en la gestión de la seguridad y salud en el trabajo, deben interesarse por un sólido desarrollo del proceso de diagnóstico antes de emitirse la respuesta al cambio. Ello debe disminuir el sesgo de considerar que todos los cambios poseen siempre la misma causa y por otra parte limitarlos a un contexto exclusivo de causas tecnológicas.

Conclusiones

El cambio debe apuntar constantemente a los más diversos componentes de la organización. La excelencia de la seguridad requiere de un cambio de cultura importante, que permita una participación activa de los trabajadores o empleados de una organización, así como un alto compromiso de la alta gerencia en la

transformación o cambio que pueden animar todo tipo de proceso que necesite de estas características (Martínez & Cremades, 2012).

Aunque por medio de la investigación se pusieron de relieve las prácticas que caracterizan el proceso de gestión de riesgo temporales en las industrias de procesos abarcadas, es preciso todavía estimular más la participación efectiva en el reporte de accidentes y enfermedades, así como en una comunicación abierta y franca sobre los determinantes de los cambios y la exposición de algún trabajador, mejorará la eficacia de la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo. Todos los entrevistados, sin excepciones fueron capaces de exponer ejemplos que demostraban la baja percepción de importancia en el reporte y gestión oportuna de los cambios temporales, lo que da a entender la necesidad de desarrollar nuevos tipos de modelos de comunicación, culturización y control que permitan un proceso de gestión, más ágil, integral y efectivo.

Se propusieron algunas de las bases que pueden ayudar a construir un modelo apropiado para gestionar los cambios temporales, considerando que se debe partir de un propósito claro de fortalecer la cultura en seguridad, la observación y los reforzamientos de conductas seguras. Estos aspectos deberán unirse a la aplicación de indicadores de carácter proactivos, formación, control y auditoría.

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NOTA Y REFLEXIÓNSalud trab. (Maracay) 2015, Ene. - Jun., 23(1), 55-58

Huelga y salud en Venezuela: inherencia y conexidad. Strikes and health in Venezuela: inherence and connectedness.

Yomar Bracho Díaz1

1Escuela de Salud Pública y Desarrollo Social. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. [email protected]

Introducción

El producto que a continuación se presenta tiene como propósito central ofrecer una visión contemporánea sobre la huelga y la salud en Venezuela. Se estima que estos puntos esenciales se imbrican, complementan y determinan de manera dialéctica, motivado a que ambos ejes coinciden asombrosamente desde sus posturas teleológicas, muy a pesar de la aparente dicotomía positivista de ambas nociones, de donde deviene la inherencia y conexidad entre ambas categorías de análisis, que en apariencia pertenecen a mundos ajenos, disímiles, como el laboral y el salubrista.

Como se deja bien claro a lo largo de la presente contribución, la huelga constituye un instrumento de lucha reconocido a los trabajadores, para la conquista, conservación, optimización y adecuación de factores sociales, económicos y laborales, que aseguren al trabajador y a su familia la satisfacción de necesidades y condiciones vitales para el desarrollo humano, verbigracia: paz, salud, salario justo y suficiente, atención médica integral de calidad, educación, vivienda, alimentación, recreación, seguridad, medio ambiente sano y equilibrado, entre otros. La concreción de estos satisfactores en el plano fáctico coadyuva favorablemente a un adecuado estado de bienestar biológico, psicológico y social de los trabajadores y sus familias, es decir, en su salud física y psíquica, respectivamente.

En consecuencia constituiría un grave error obstaculizar, desconocer o estigmatizar a la huelga como mecanismo de lucha y presión de los trabajadores. Debido a que más allá de defender y conquistar proventos o condiciones favorables para la clase trabajadora, la huelga lo que pretende es abundar en salud y por antonomasia en vida a través de este canal ductor. En tal sentido, desentender a la huelga sería atentar con el desarrollo de las personas y de los pueblos.

Nociones dogmáticas y jurídicas de la huelga

La huelga, categoría social conocida también como paro, interrupción, detención, inactividad o cese,

constituye un instrumento de lucha y presión de los trabajadores, desarrollada, principalmente, a través de organismos con personalidad jurídica como los Sindicatos, quienes actúan en representación de la clase trabajadora. Estas organizaciones tienen su génesis en la misma base trabajadora quienes las integran, organizan y dirigen, para el logro y defensa de derechos y reivindicaciones de corte económico, cultural y social, básicamente. Sin soslayar los de tipo político, por cuanto existen acciones gubernativas que impactan directa o indirectamente a la clase trabajadora.

Conviene señalar, que la huelga también es concebida como un medio de autodefensa, de amparo personal esgrimido por los trabajadores en defensa de sus bienes o derechos. Dicha autodefensa puede ser enmarcada dentro de los principios de la legítima defensa o del estado de necesidad. En este sentido, Krotoschin (1980) expresa que son “los medios de autodefensa como aquellos que las partes de un conflicto colectivo, o una de ellas emplean para hacer valer sus reclamaciones, o el rechazo de las pretensiones del otro lado. El medio principal de autodefensa es la huelga” (p. 359). Lucha que refleja la contradicción estructural e histórica del capital versus el trabajo. Que como es bien conocido representan intereses antagónicos y que por esas mismas diferencias surgen los conflictos en el mundo del trabajo que devienen en huelgas.

Desde la perspectiva jurídico-legal se puede evidenciar en principio que la Organización Internacional del Trabajo (OIT), no define de manera formal y taxativa el derecho a huelga en ninguno de sus convenios y recomendaciones que originan normas internacionales para su control o regulación. Sin embargo, Gernigon, Odero & Guido (2000) explican que “la ausencia de normas expresas no debe llevar a inferir, sin embargo, que la OIT desconozca el derecho de huelga o se exima de garantizar un ámbito de protección al ejercicio del mismo” (p. 7).

En tal sentido el Convenio OIT N° 87 Sobre la Libertad Sindical y la Protección del Derecho de Sindicación (1948) dispone en su artículo 3 el derecho

56 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

NOTA Y REFLEXIÓN

de las organizaciones de trabajadores y empleadores “...de organizar su administración y sus actividades y el de formular su programa de acción”. Tales organizaciones tienen por objeto a tenor del artículo 10 del mencionado Convenio “…fomentar y defender los intereses de los trabajadores y de los empleadores”.

Conocidas las posturas dogmáticas y jurídica-legales es importante hacer el siguiente inciso: el cese de faena o huelga, puede ser vehiculizada tanto por las organizaciones de los trabajadores –entiéndase Sindicatos, Federaciones o Confederaciones– como por aquellos trabajadores no afiliados a ninguno de estos. En este sentido, el artículo 95 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela - CRBV (2000) prescribe lo siguiente:

Los trabajadores y las trabajadoras, sin distinción alguna y sin necesidad de autorización previa, tienen derecho a constituir libremente las organizaciones sindicales que estimen convenientes para la mejor defensa de sus derechos e intereses, así como a afiliarse o no a ellas, de conformidad con la ley…

En consecuencia, el Estado venezolano reconoce el derecho a paro que tienen los trabajadores cuando éstos estimen que sus derechos e intereses laborales, colectivos o difusos, estén siendo vulnerados o intentan serlo.

La huelga en perspectiva

La huelga como medida reivindicativa y de defensa es el último recurso del cual se vale la clase operaria para concretar en la realidad sus necesidades y aspiraciones ontológicas o existenciales. Tales pretensiones guardan una conexidad directa con la satisfacción de ciertas necesidades y condiciones vitales, fundamentales para el bienestar y desarrollo holístico del individuo o la persona, y de manera concomitante de la sociedad en general. Claro está, dentro de este desarrollo holístico se encuentra subsumido la variable salud. Debido a que esta categoría constituye, según Yepes (2011):

… un derecho interrelacionado e indivisible, como todos los derechos humanos, por lo cual no puede ser separado de los otros, como el de los estándares mínimos de vida, la educación, la libertad, la no discriminación y la participación en la sociedad. (p. 45).

En consecuencia, la huelga como institución en los términos plasmados en esta empresa encuentra su correlato, su inherencia, su conexidad con la salud.

A pesar de todo lo razonado, la huelga como institución, como instrumento de lucha y presión, ha venido sufriendo un proceso de estigmatización por cuanto se le relaciona con anarquía, violencia, inclusive hay quienes aducen que las acciones de cese de faena buscan subvertir el orden del Estado. En ese sentido, Iturraspe (2000), advierte que:

La huelga se constituyó en Venezuela como un fenómeno <maldito>, considerado <disfuncional> por la cultura empresarial, gubernamental y hasta sindical. Esto forma parte de que es mal visto <reclamar> dentro de una mentalidad generalizada y coherente con el sistema económico rentista. (p. 372).

Entre tanto, puede afirmarse que lo único que puede subvertir y anatemizar son las relaciones laborales injustas, explotadoras, expoliadoras y opresoras.

Salud como derecho y deber ciudadano

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 1946, realizó un gran esfuerzo por definir el término salud, mutatis mutandis lo definió de la siguiente manera: “El estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de afecciones o enfermedades”. Delgado (2009) refiere que Mahler, antiguo director de la OMS, añadió a la definición de salud “la posibilidad de realización de una vida social y económicamente productiva” (p. 3). A partir de estas dos posturas se puede precisar lo siguiente:

1. Que la salud, como estado de completo bienestar, demanda la concreción fáctica, integrada, armónica de las dimensiones somática, psicológica y social, respectivamente.

2. La concreción real de las dimensiones antes señaladas promueve la felicidad individual y colectiva, es decir, la salud mental. Por ende, un individuo, una sociedad con altos estándares de salubridad está en mejores condiciones, actitudinales y aptitudinales, para participar de una forma más óptima en el proceso productivo de cualquier país u organización.

3. La salud es una condición que no se reduce a la medicalización, a lo estrictamente biológico, sino que por el contrario, es un estado que demanda la consideración de condiciones sociales y psíquicas necesarias para alcanzar el completo estado de bienestar. Desde el punto de vista teorético, académico, esta premisa es bien aceptada, sin

Huelga y salud en Venezuela: inherencia y conexidad. Yomar Bracho Díaz

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NOTA Y REFLEXIÓN

embargo, en la praxis se puede observar la prevalencia y asunción del esquema biomédico como condición básica determinante de la salud. Enalteciendo directa o indirectamente la cultura de la curación y no de la prevención en el campo de la salud. Situación que constituye un grave error, ya que como bien se conoce es más fácil y económico para el presupuesto nacional, familiar y personal, prevenir que curar.

El artículo 83 de la CRBV (2000) define la salud en los siguientes términos:

La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen el derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa…”.

Tal y como dimana del dispositivo constitucional antes expuesto, la promoción, conservación y defensa de la salud es directamente proporcional, inmanente a la vida humana, tanto en el plano individual como colectivo. Pudiéndose colegir que la huelga como derecho, como acción social constituye un canal ductor para la promoción, conservación y defensa no sólo de la salud, sino de la vida misma también.

La salud, entre tanto, constituye un derecho integrador, un derecho síntesis, por cuanto reclama la observancia de otros derechos fundamentales del hombre, en tal sentido, la Organización de las Naciones Unidas (2000) a través del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales enunció, en la Observación General N° 14

sobre el derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud, que entre esos otros derechos se hayan “el derecho a la alimentación, a la vivienda, al trabajo, a la educación, a la dignidad humana, a la vida, a la no discriminación, a la igualdad, a no ser sometido a torturas, a la vida privada, al acceso a la información y a la libertad de asociación, reunión y circulación. Esos y otros derechos y libertades abordan los componentes del derecho a la salud”.

Conclusión

En síntesis, la huelga es un instrumento de lucha y defensa, legal, legítimo, consciente, autopoiético y democrático enarbolada por los trabajadores, que busca garantizar mejoras en las condiciones de trabajo, el equilibrio y armonía en la relación obrero-patronal, la justicia laboral, la paz, la satisfacción de necesidades humanas fundamentales como: un salario justo y suficiente que permita al trabajador y su familia, una alimentación sana, saludable y balanceada; tener acceso a la educación y la recreación; poder adquirir una vivienda digna, segura e higiénica; tener acceso a la atención médica-hospitalaria reales, efectivas y eficientes; disfrutar de condiciones y medio ambiente laborales y sociales seguros e higiénicos, entre otros.

Como puede verificarse, la concreción o garantía real de estos derechos para la clase trabajadora impactará la salud física y mental, el desarrollo humano y económico. En pocas palabras, en la vida misma. De allí la importancia de la huelga como instrumento de defensa, lucha y promoción de los intereses vitales humanos y colectivos.

Referencias Bibliográficas

Delgado, M. & Llorca, J. (2009). Concepto de salud. El continuo Salud-Enfermedad. Historia natural de la enfermedad. Determinantes de la salud. En I. Hernández-Aguado, A. Gil, M. Delgado & F. Bolumar (Eds.). Manual de Epidemiología y Salud Pública en Ciencias de la Salud (pp. 3-6). Madrid: Editorial Médica Panamericana.

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58 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

NOTA Y REFLEXIÓN

Fecha de recepción: 19 de noviembre de 2014

Fecha de aceptación: 21 de febrero de 2015

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NOTA Y REFLEXIÓNSalud trab. (Maracay) 2015, Ene. - Jun., 23(1), 59-61

Una reflexión acerca de la pobreza y la salud. Reflections on poverty and health.

Martha E. Pernalete R.1

1Profesora Agregada. Facultad de Ciencias de la Salud, Sede Aragua. Universidad de Carabobo. Departamento de Fisiología y Bioquímica. Lic. en Bioanálisis. MSc. en Bioquímica y Biología Molecular. Cursante del Doctorado en Salud Pública (FCS-UCSA). [email protected]

Los países pobres, los barrios marginados y los ciudadanos más desventajados padecen una discriminación social múltiple: disponen de menos recursos socioeconómicos, tienen menos poder en la toma de decisiones, disponen de una peor atención sanitaria y están más expuestos a los factores de riesgo que empeoran su salud, ya sean estos de tipo personal, social o ambiental. (Benach & Muntaner, 2005, p. 13).

Desde el punto de vista de estos autores, se puede afirmar que la desigualdad en las condiciones y calidad de vida de los seres humanos, marcan la diferencia en la manera de enfermar, padecer, vivir y morir. Dicho de otra manera, que son las personas con menos recursos económicos, los pobres, los desprotegidos, o los excluidos de la sociedad, los que padecen más y mueren antes. Ser Pobre, es estar “destinado” a padecer no solo necesidades básicas de alimentación, limitaciones de acceso a bienes y servicios, inserción laboral bajo condiciones precarias, sino adicionalmente, enfermar más.

En cada época a los pobres se les ha asignado una función diferente. Según Zygmunt (2000) en la Europa premoderna los pobres eran considerados hijos de Dios, tenían propósitos divinos, y le servían a los más afortunados para practicar la caridad y obtener su salvación. En la modernidad, se fijaron nuevas reglas y la presencia de los pobres se transformó en un problema, una amenaza y un obstáculo para el orden impuesto en la sociedad. Por otra parte, en la sociedad contemporánea los pobres son catalogados como “no consumidores”, es decir aquellos que por no gastar dinero en el mercado de bienes y servicios, son expulsados del mismo. En consecuencia, a los pobres, se les ha mantenido como tal, según sean las necesidades de la sociedad a la cual pertenecen.

Definir pobreza no es cosa fácil, sin embargo, se puede decir que es la “falta o carencia de recursos necesarios para satisfacer las llamadas necesidades básicas” (Salinas, 2006, p. 18) o bien, “privación de

capacidades básicas y no meramente como la falta de ingresos” (Sen, 2000, p. 114).

En la primera perspectiva, dichas necesidades se pueden resumir en las siguientes: salud, nutrición, vivienda, educación, trabajo, recreación, además de la carencia de ingresos económicos, entre otros aspectos. El segundo enfoque se centra en privaciones intrínsecas como la edad, sexo, lugar o región y otros factores que una persona puede o no controlar, y no solamente en la falta de renta. En cualquier caso, la pobreza incluye la carencia de elementos básicos para sobrevivir.

En este sentido, para atacar el flagelo de la pobreza, organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas (ONU), desde 1990 ha propuesto el programa Objetivos del Milenio (ODM), en donde se proponen entre otros, erradicar la pobreza extrema y el hambre y a pesar de los esfuerzos realizados para tal fin, hoy día un estimado de 1.200 millones de personas en todo el mundo siguen estando en esa situación (Organización de Naciones Unidas, 2013). En pleno siglo XXI, con todos los avances científicos y tecnológicos que se han logrado, sigue existiendo una realidad tan grande que no puede desaparecer ni hacerse transparente, es la miseria con la que vive mucha gente, que no tiene oportunidades para escoger la vida que quiere o desea vivir, ni la forma en que planea morir.

Con seguridad se puede afirmar que una de las principales consecuencias generadas por la pobreza, es la falta de buenas condiciones de salud. Sin salud no hay otras necesidades que cubrir.

Benach & Muntaner (2005, p. 15) definen la desigualdad en salud, como una Vergüenza Social y afirman que “las desigualdades en salud, son el reflejo de las desigualdades sociales” estas últimas generadas por el sistema económico capitalista, que rige nuestra forma de producir, consumir y en consecuencia vivir, así como también, son causadas por una enorme desigualdad en la distribución del poder.

60 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

NOTA Y REFLEXIÓN

Las diferencias en salud, en la expectativa de tener una vida saludable, varían mucho entre los diferentes países y dentro de cada de uno de ellos, sean pobres o ricos. Esas desigualdades no son tan visibles como medir la pobreza en valor absoluto o relativo, sin embargo, dañan profundamente la salud de las personas.

Muchas de estas diferencias se deben a un modelo de producción consumista que en sectores con capacidad adquisitiva, promueve conductas alienantes que solo responden a las directrices impuestas por el mercado, y en los sectores menos favorecidos económicamente, produce frustración y violencia (Sosa, 2012) donde, adicionalmente, existen también altos niveles de delincuencia y no cuentan con recursos sociales y sanitarios de calidad. Todo ello, conlleva al deterioro en la calidad de vida y salud de la población.

Con base en lo anterior se puede inferir que quienes viven en estas condiciones, además de pobreza, también padecen otros males y enfermedades. Porque no cuentan con los recursos para prevenirlas, sean estos de tipo económico o educativo.

Es la Desigualdad en Oportunidades que se presenta entre los seres humanos, según sea su condición económica, su clase social, el sitio donde vive, el tipo de país al que pertenece, y la voluntad política que tengan los gobernantes para atacar o no la pobreza, lo que provoca que se tenga más o menos salud, más o menos enfermedades, mejor o peor calidad de vida.

En este orden de ideas, se puede dividir la pobreza relativa de acuerdo al aspecto de la sociedad que es afectado por la carencia (Salinas, 2006). De esta manera se distinguen distintos tipos de pobreza. La pobreza educativa, la habitacional, de servicios, de salud, de ingresos. Cada concepto se explica en sí mismo, lo interesante en destacar es que la carencia de recursos para suplir alguno o todos estos tipos de pobreza, influye directamente en la forma en cómo se presentan las desigualdades sanitarias en cualquier sociedad.

Así por ejemplo, carecer de un adecuado servicio de agua potable de forma regular en las tuberías de las viviendas o de un buen servicio de recolección de desechos sólidos, influye en la forma en que se presentan ciertas enfermedades de transmisión vectorial, como el dengue, entre otras. De igual manera, llevar una dieta inadecuada, abundante en comida no saludable influye en el desarrollo de enfermedades metabólicas, como la diabetes tipo 2.

Es por ello que se puede atribuir a la condición de pobreza, la capacidad de generar y reproducir enfermedades. Dicho de otro modo, si no se goza de los recursos mínimos para llevar una vida saludable, con ciertos niveles de calidad, las enfermedades son una consecuencia directa de esta condición.

La enfermedad históricamente ha pasado por varias definiciones. Moreno (2007) plantea tres modelos. La noción Ontológica (Mágico-Religiosa-Bacteriológica) considera la enfermedad con una existencia independiente capaz de provocar un mal. En la noción Dinámica (Naturista) se concibe a la enfermedad como producto de la interacción entre el Agente-Hospedador-Ambiente y la noción Social, donde el foco de la génesis de los perfiles diferenciales en salud y enfermedad se explican de acuerdo con el contexto histórico, el modo de producción y las clases sociales.

La enfermedad, es un fenómeno complejo que no se puede definir solo desde el punto de vista biológico, debido a que éste deriva de un conjunto articulado de procesos culturales y políticos, cargado de connotaciones sociales (Moreno, 2007). En otras palabras, las enfermedades, son el resultado de muchas variables, no solamente biológicas, también se incluyen factores ambientales, genéticos, socioculturales, que se reúnen en un mismo individuo y se manifiestan de forma particular en cada caso.

Es así como desde el punto de vista de la epidemiología crítica, los problemas de salud no deben ser vistos de manera aislada, sino como parte de una entramada red de conexiones, en el contexto de las relaciones con las estructuras políticas, económicas y culturales de una sociedad, las cuales afectan directamente el comportamiento de cualquier enfermedad dentro de una comunidad (Breilh, 2011).

En este sentido, para lograr disminuir la pobreza, la Organización Mundial de Salud (OMS) propone abordar los determinantes sociales de la salud, los cuales incluyen, el acceso a la atención sanitaria, a la educación, las condiciones de trabajo, vivienda, recreación, entre otros, que de ninguna manera dependen de una selección natural de las personas, sino por el contrario dependen de una “nefasta combinación” de malas políticas públicas, programas de gestión social deficientes y desigual distribución de poder y recursos económicos, entre otros (OMS, 2009).

Dentro de estos determinantes, dos de los más urgentes e importantes a considerar son la educación y

Una Reflexión acerca de la pobreza y la salud. Martha E. Pernalete R.

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NOTA Y REFLEXIÓN

el trabajo, vistos como fuente para superar limitaciones, recuperar capacidades, planificar un mejor futuro y salir de la pobreza.

En relación a este particular, Sen (2000) refiere que “la mejora en la educación básica y de la asistencia sanitaria, no sólo aumenta la calidad de vida directamente sino también la capacidad de una persona para ganar una renta y librarse, asimismo, de la pobreza de renta” (p. 118). Educar a las personas para darle herramientas, que luego puedan utilizar para aumentar sus capacidades, ayudarles a salir de la pobreza, en tanto que es condicionante en la ocurrencia de enfermedades.

Así mismo, al mejorar las condiciones laborales y obtener mayores beneficios contractuales, las personas, pueden tener acceso a cierto nivel de seguridad económica, que les permita atender mejor sus problemas de salud y asistencia sanitaria.

Además de la educación y el trabajo, para atacar la pobreza, los gobiernos deben tener como base la ética y las prácticas anticorrupción debido a que son los peores males que pueden presentar los países pobres (Salinas, 2006). La corrupción, desmedida y sin control, es la base de los problemas más graves que se presentan en los países de nuestra región. Un ejemplo de ello, se ha presentado cuando en muchas oportunidades, recursos destinados para dotar de suministros a hospitales y centros de salud, se desvían a los fondos particulares de

personas inescrupulosas, perjudicando a los usuarios de dichos centros, y a la población en general.

En consonancia con todo lo dicho, se puede vincular la condición de pobreza con la falta de oportunidades y capacidades, que se presentan en los individuos de una determinada población. Es dicha carencia, lo que ocasiona el deterioro en las condiciones de salud, trabajo y calidad de vida de los individuos, que en gran medida, afecta a los grupos sociales más desposeídos.

Es evidente que si no se poseen ciertas herramientas para surgir, como por ejemplo un nivel educativo adecuado que le permita al individuo razonar acerca de la condición en la que se encuentra, o si no se cuenta con un empleo digno, que genere ingresos suficientes para solventar las necesidades básicas de alimentación, salud y vivienda, entre otras, no se puede fácilmente salir de esta condición y por ende las enfermedades se mantienen, reproducen y perpetúan dentro de los individuos que viven en pobreza.

El fortalecimiento de programas dirigidos a mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida, articulados a la voluntad política de los gobernantes para desarrollar políticas públicas dirigidas a disminuir la pobreza y las carencias en el ámbito educativo, podrían contribuir a mejorar la condición de salud de las poblaciones, que se mantienen en estado de pobreza y con ello contribuir a la disminución de ciertas enfermedades que se mantienen y reproducen en este sector de la población.

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Fecha de recepción: 9 de febrero de 2015

Fecha de aceptación: 24 de marzo de 2015

63

NOTA Y REFLEXIÓNSalud trab. (Maracay) 2015, Ene-Jun., 23(1), 63-65

Incorporación de la perspectiva de género en las organizaciones. Una propuesta estratégica situacional. Parte II.Incorporation of a gender perspective in companies. A strategic proposal. Part II.

María Cristina González M.1 & Daisy Camacaro G.2

1Universidad de Carabobo. Dpto. Salud Pública. Sede Aragua. [email protected] de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”. [email protected]

Introducción

La incorporación del género en las organizaciones es hoy un desafío impostergable. Las luchas de las mujeres feministas alrededor del mundo, han logrado posicionar agendas y abrir espacios de discusión y reflexión en torno al logro de la equidad de género en los espacios organizacionales. Este ensayo tiene como propósito aportar elementos teórico- prácticos desde la planificación estratégica, que permitan la incorporación del género como variable transversal dentro de todas las fases de la dinámica organizacional. Se desarrollan toda una serie de estrategias las cuales deben ser abordadas con claridad y sistematización, a fin de ir conformando un cuerpo de conocimientos fundamentales para lograr incorporar el género en los espacios organizacionales.

Abriendo caminos

En la primera entrega de este ensayo, se dejó claro algunos aspectos fundamentales en torno a la incorporación de la perspectiva de género en las organizaciones. En primer lugar, se precisó que transversalizar el género obliga a diseñar rutas estratégicas género sensitivas que tiendan a impactar las inequidades y por ende, a construir caminos para lograr concretar el discurso en la acción.

Las organizaciones selladas por unas representaciones ideológicas patriarcales- misóginas, han sido responsables de la reproducción y profundización de la división social y sexual del trabajo. En otras palabras, espacios donde también se materializan relaciones de subordinación hacia las mujeres.

En esta segunda entrega, se desarrollan los diferentes momentos a planificar a fin de ir incorporando el género en las organizaciones, desde y con los y las actoras:

Primer momento: Orientación conceptual predominante.

Segundo momento: Secuencia lógica del tratamiento de la realidad.

Tercer momento: Estrategia operativa.

Cuarto momento: Evaluación y seguimiento.

Es oportuno señalar que planificar políticas públicas género sensitivas, encuentra en la planificación estratégica situacional un espacio muy oportuno para abordar realidades desde otras perspectivas, desde otras sensibilidades, desde otras sensorialidades. Los trabajos de Matus (1987), contribuyeron a darle cuerpo a un modelo más democrático para la toma de decisiones, incorporando la complejidad como un aspecto intrínseco en las relaciones sociales. Dentro de esta forma situacional de construir políticas públicas, la participación social se convierte en un espacio fundamental para construir ciudadanía. Es un modelo de encuentro, de diálogo de saberes, de intercambio y construcción intersubjetiva.

Por su parte Mouffe (2001), apuesta por un proceso que pueda articular la unidad desde la diversidad en función de lograr empoderamiento de las mujeres en los asuntos públicos. Desafiar la división público - privado, pasa por lograr que los asuntos privados se hagan públicos, comunicables y debatibles (González, 2000).

Primer momento

Orientación conceptual predominante. En este primer momento se hace necesario que el equipo que va a trabajar en la incorporación del género en la organización, realice un análisis de la misma, pasando por una revisión de su historia, sus fundamentos epistémicos, su estructura organizativa; a fin de recabar información sobre su devenir en el tiempo.Este primer momento es fundamental para lograr el rapport necesario. En este sentido, el equipo debe entrar en contacto con los diferentes niveles de mando que existen

64 Salud de los Trabajadores / Volumen 23 Nº 1 / Enero - Junio 2015

NOTA Y REFLEXIÓN

en la organización, a fin de informar sobre el trabajo que piensa ejecutar para realizar sus propósitos y el impacto que ello va a generar en la organización. El consentimiento informado es imprescindible en función de cumplir con los requerimientos éticos exigidos en cualquier intervención.

Una vez cumplido este primer paso, se hace necesario organizar pequeños grupos focales, a fin de ir precisando toda la trama intersubjetiva que se ha construido en torno al trabajo de las mujeres en la organización, logros, retrocesos, nudos críticos. Precisar necesidades básicas y estratégicas de las mujeres es fundamental para ir delineando un mapa situacional desde las propias actoras, tratando de abordar desde diferentes ángulos como ha sido para las mujeres la vida organizacional y sus complejidades. Seguidamente, se hace necesario recabar toda la información posible sobre la importancia de incorporar el género en la organización. Exploración que debe abarcar todos los actores y actoras de la organización. El equipo toma nota de esas primeras argumentaciones, delineando un primer mapeo de la realidad.

Segundo momento

Secuencia lógica del tratamiento de la realidad. En esta fase del proceso planificador, el equipo conjuntamente con los y las actoras que forman parte de la organización, inician un proceso de indagación más profunda en torno a las argumentaciones esgrimidas sobre la incorporación de una mirada género sensitiva en la organización. En esta fase se dibuja con más claridad el mapeo de actores y actoras. Al respecto Bonder (2002), aporta estrategias para tener una mayor claridad en la estructuración del mapa en función de la visualización de los y las actoras en diversas categorías: indiferentes, en contra, de acuerdo, indecisos, muy de acuerdo. Visualizar el mapa de actores y actoras, siguiendo a la autora mencionada, permite precisar los diferentes campos de fuerza. Es decir, conocer con cuantas fuerzas propulsoras, restrictivas, indiferentes se cuenta para lograr la intervención. Si la balanza se inclina hacia lo restrictivo, el equipo debe definir nuevas estrategias, tratando de precisar con los y las actoras/es las razones por las cuales se rechaza la intervención. Proceso que invita a volver sobre los marcos regulatorios que sustentan la incorporación del género en las organizaciones, así como de toda una serie de acciones de advocacy, a fin de desarrollar estrategias de negociación, con cada uno de los y las actoras.

“Las acciones de negociación o advocacy, permitirán diseñar acciones de negociación o eventualmente de confrontación, y/o rodeo con cada una de las fuerzas opuestas” (Facultad de Ciencias Sociales de América Latina, 2007, p. 10).

Tercer momento

Estrategia operativa. En esta fase, el equipo conjuntamente con los diferentes niveles de mando en la organización y los/as actoras, diseñan plan de acción que sea viable y sostenible. Plan que se construye participativamente, incluyendo todos los aspectos que deben ser atendidos: recursos humanos, requerimientos, tiempo de ejecución, presupuesto.

Cuarto momento

Evaluación y seguimiento. La evaluación tomará en consideración procesos y resultados. Se diseñan procesos de evaluación interna y externa. La primera será realizada por el equipo planificador de la intervención, quienes en base a lo planificado deberán construir los respectivos indicadores cualitativos y cuantitativos a ser evaluados. La segunda será conducida por equipos expertos externos provenientes de otras instituciones. Los procesos de seguimiento estarán en manos de las mujeres que forman parte de la organización quienes conjuntamente con el equipo encargado de la intervención, deben realizar reuniones periódicas a fin de ir siguiendo el proceso y precisando nudos críticos, avances o retrocesos.

A manera de cierre

Incorporar el género en las organizaciones como se señala, implica un proceso de preparación, planificación, evaluación y seguimiento de todas y cada una de las fases del proceso. El equipo encargado de la intervención debe tener una clara y sólida formación género sensitiva, además de poseer competencias comunicativas, emocionales y políticas que posibiliten lidiar con el disenso además de permitir construir redes e interfaces organización-sociedad dentro de un proceso de cogestión. Ello implica el manejo de diferentes mapeos situacionales a fin de poder identificar los caminos a seguir para lograr los objetivos propuestos. Por otra parte, se hace imprescindible poseer competencias en el manejo de las tecnologías de la información y comunicación, destrezas fundamentales para la conformación y funcionamiento de redes.

Incorporación de la perspectiva de género en las organizaciones. Una propuesta estratégica situacional. Parte II.María Cristina González M.& Daisy Camacaro G.

65

NOTA Y REFLEXIÓN

Sin lugar a dudas, las mujeres han ido avanzando significativamente en los espacios laborales; sin embargo, aún siguen persistiendo organizaciones tradicionales con un marcado predominio patriarcal, donde los estereotipos se reproducen ad infinitum impidiendo que las mujeres puedan lograr igualdad de oportunidades y una vida libre de violencia.

Repensar el liderazgo con visión de género en las organizaciones implica: valorar la diversidad, desmarcarse de los enfoques esencialistas misóginos por excelencia, ejercitar el pensamiento crítico identificando escenarios con abordajes múltiples, respetando creencias y entendiendo que las organizaciones deben dar el salto cualitativo en función de lograr la igualdad en las diferencias (González, 2012).

Referencias Bibliográficas

Bonder, G. (2002). La equidad de género en las políticas educativas. La necesidad de una mirada reflexiva sobre premisas, experiencias y metas. Buenos Aires: Prigepp.

Facultad de Ciencias Sociales de América Latina. (2007). Programa de formación de género y políticas públicas. Argentina: Autor.

González, M. (2000). Mujer y participación en salud. En Memorias del II Congreso Europeo de

Latinoamericanistas. Halle, 19- 21 Junio, pp. 235-236.

González , M. (2012) . Mujeres en espacios organizacionales. Viejos desafíos y nuevas perspectivas. Observatorio Laboral. Revista Venezolana, 5(10), 58-78.

Matus, C. (1987). Adiós Señor Presidente. Caracas: Pomaire.

Mouffe, Ch. (2001). Feminismo, ciudadanía y política democrática radical. México: Instituto Federal.

Fecha de recepción: 30 de marzo de 2015

Fecha de aceptación: 30 de abril de 2015

67

INFORMACIÓN BÁSICA

La Revista Salud de los Trabajadores es editada y publicada semestralmente por el Postgrado de Salud Ocupacional e Higiene del Ambiente Laboral de la Universidad de Carabobo y el Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”, es una publicación científica arbitrada e indizada, cuyo propósito es promover la divulgación, acceso y uso de la producción científica en las áreas de Salud Ocupacional y Ambiental; Medicina y Toxicología Ocupacional; Higiene Ocupacional; Seguridad Industrial, Derecho Laboral; Sociología del Trabajo; Educación Ambiental y Seguridad Social; Ergonomía; Salud, Mujer y Trabajo; Gerencia en Salud Ocupacional.

COPYRIGHT

La Universidad de Carabobo y el Servicio Autónomo Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon” (IAE) se reserva el derecho patrimonial de impresión, reprografía, digitalización, publicación electrónica y permisos de la propiedad intelectual publicada en Salud de los Trabajadores. Las publicaciones están protegidas por el Protocolo N° 2 de la Convención Universal de Derechos de Autor. No obstante, las entidades editoras, autorizan, para fines didácticos y de investigación la reproducción y traducción de trabajos publicados, siempre y cuando se cite la fuente.

FINANCIAMIENTO

Salud de los Trabajadores como publicación científica “Tipo A” recibe apoyo del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (FONACIT).

COMITÉ EDITORIAL

Directora-Editora: Ligia Sánchez Tovar, Universidad de Carabobo, Venezuela.

• Jesús G. Franco Enríquez, Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco, México.

• Gisela Blanco, Universidad Central de Venezuela, Venezuela.

• Evelin Escalona, Universidad de Carabobo, Venezuela.

• Leopoldo Yanes Monteverde, S.A. Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”, Venezuela.

• María del Carmen Martínez, S.A. Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”, Venezuela.

• Ernesto García Machín, Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, Cuba.

Director Fundador: Oscar Feo I.

Secretaría Técnica: Maite Matute - Universidad de Carabobo. Cesmagli Martínez - IAE/MPPS.

CONSEJO CONSULTIVO

Aismara Borges, Universidad de Carabobo, Venezuela.

Ana María Seifert, Centro de Estudios de las Interacciones Biológicas entre la Salud y el Medio Ambiente, Universidad de Québec, Canadá.

Antonio Granda, Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores (INSAT) y Escuela de Salud Pública, Cuba.

Bruce Millies, International Brotherhood of Teamsters, Washington, USA.

Carmen Irene Rivero, Universidad de Carabobo, Venezuela.

Christer Hogstedt, Swedish National Institute for Public Health, Sweden, Ginebra.

David Cobos Sanchiz, Universidad Pablo de Olavide, España.

Doris Acevedo, Universidad de Carabobo, Venezuela.

George Delclos, Division of Environmental and Occupational Health Sciences, The University of Texas School of Public Health, USA.

Karen Messing, Centro de Estudios de las Interacciones Biológicas entre la Salud y el Medio Ambiente, Universidad de Québec, Canadá.

Kyle Steenland, Escuela de Salud Pública, Universidad de Emory, USA.

Laura Punnet, University of Massachusetts-Lowel, USA.

Revista internacional arbitrada e indizada dedicada a los problemas de salud ocupacional y ambiental

APÉNDICE IAcerca de la Revista

SALUD DE LOS TRABAJADORES

68

Luis Galíndez, Universidad de Carabobo, Venezuela.

Luz Maritza Tennassee, Pan-American Health Organization, USA.

Marcos Súnico, S.A. Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”, Venezuela.

María José del Pino, Universidad Pablo de Olavide, España.

María León, Diputada a la Asamblea Nacional, Venezuela.

María del Pilar Matud, Universidad de La Laguna, España.

Milady Guevara de Sequeda, Universidad de Carabobo, Venezuela.

Neil Maizlish, Instituto de Salud Pública, Oakland, California, USA.

Nilia Rodríguez, Universidad Central de Venezuela, Venezuela.

Omar Verde, Universidad Central de Venezuela, Venezuela.

Oscar Betancourt, Fundación Salud, Ambiente y Desarrollo, Ecuador.

Philip Landrigan, University Chicago Hospital, USA.

Rafael Moure, University of Massachusetts-Lowel, USA.

Rob McConnel, Mont Sinai School of Medicine, Los Angeles, USA.

ALCANCE Y POLÍTICA EDITORIAL

El objetivo de Salud de los Trabajadores es publicar los resultados de investigaciones originales que realizan aportes significativos en Salud Ocupacional. Los artículos metodológicos serán considerados para publicación, siempre que describan nuevos principios o una mejora significativa a los métodos existentes. El envío de manuscritos requiere que éstos no hayan sido publicados ni esté siendo considerada su publicación en otro órgano divulgativo. Cuando parte del material ha sido presentado en una comunicación preliminar o en un evento científico, esta información debe ser citada como pié de nota en la página del título, y el manuscrito enviado debe ser acompañado de una copia del documento expuesto.

La Revista publica Artículos Originales, Revisiones, Notas Científicas, Notas y Reflexiones, Cartas al Editor y Noticias de interés. El Comité Editorial podrá rechazar, sugerir cambios o llegado el caso, realizar modificaciones a los manuscritos recibidos; siempre y cuando éstos no alteren el contenido científico. De igual forma, este Comité se reserva el derecho de publicación de los escritos que se reciben en cualquiera de las secciones que la Revista posee. Los manuscritos deben elaborarse siguiendo las

instrucciones para los colaboradores. Su incumplimiento es considerado para la aceptación del manuscrito.

EDITORIAL

Trabajos escritos por encargo del Comité Editorial, o bien redactados por algunos de sus integrantes o colaboradores sobre un tópico o aspecto particular de las áreas temáticas de la Revista. No debe ser superior a 4 folios (a doble espacio).

ARTÍCULOS ORIGINALES

Informes o trabajos que comunican por primera vez (inédito) los resultados de una investigación científica, sea de carácter teórico, técnico, empírico o metodológico.

Texto: su extensión no deberá excederse de 25 folios tamaño carta, a doble espacio.

Tablas: un máximo de 6 tablas y 8 figuras.

Referencias Bibliográficas: se recomienda no superar las 40 citas.

Los criterios que se aplicarán para valorar la aceptación de los artículos serán el rigor científico metodológico, novedad, trascendencia del trabajo, concisión expositiva, así como la calidad literaria del texto.

REVISIONES

Escritos que tratan de una actualización bibliográfica (estado del arte) en torno a un problema o tema en particular de interés general de la Revista, tienen como objeto resumir, analizar, evaluar o sintetizar información ya publicada. No debe superar las 20 páginas a doble espacio. Se admite un máximo de 4 tablas y/o figuras y 20 referencias bibliográficas.

NOTAS CIENTÍFICAS

Comunicaciones sobre hallazgos y/o resultados preliminares, aplicación de técnicas y/o metodologías novedosas, relevantes y de interés al área. Puede referirse a sistema de registro, medición, procesamiento de datos cuantitativos o información cualitativa. No debe superar los 15 folios a doble espacio y un máximo de 15 referencias bibliográficas.

NOTAS Y REFLEXIONES

Escritos que expresan una opinión en torno a temas de interés o problemas de actualidad en el área. No debe excederse de 8 páginas, un máximo de 4 tablas o figuras y 10 referencias bibliográficas.

69

CARTAS AL EDITOR

Comunicaciones que expresan los puntos de vista de los lectores respecto a artículos, denuncias y opiniones encontradas.

Su estructura estará conformada por: resumen (100 palabras), no más de seis palabras claves, título, un texto que no exceda de 5 páginas (excluyendo las referencias). Los comunicados no deben dividirse en secciones (introducción, métodos, resultados).

NOTICIAS

Resaltan informaciones de interés para nuestros lectores: actividades, eventos científicos, innovaciones, reuniones, reconocimientos, recensiones de libros, información bibliográfica.

SISTEMA DE ARBITRAJE

Una vez que el Consejo Editorial lleva a cabo la revisión previa de las propuestas, dichos trabajos serán sometidos al proceso de arbitraje por especialistas en el área o temática, los cuales se regirán por la planilla de evaluación diseñada para ello. No se devolverán los originales y cada propuesta será revisada por un número impar (3) de árbitros, siguiendo el sistema doble ciego.

• Aspectos a ser considerados por los árbitros en el proceso de evaluación de las propuestas: pertinencia del trabajo respecto a la línea editorial o especialidad de la Revista; adecuación del título; resumen y palabras clave; desarrollo coherente del contenido; organización de secciones; objetividad del enfoque; dominio del tema; aportes al conocimiento del objeto; calidad en el tratamiento de las fuentes bibliográficas y actualización; presentación de conclusiones, recomendaciones e ilustraciones: tablas, figuras, y por último, una apreciación general. Las escalas de medición empleada para este proceso será: Publicar, Publicar con Modificaciones y No Publicar y el árbitro deberá sustentar sus opiniones en cada aspecto de la planilla.

• El tiempo promedio para notificar el resultado del arbitraje es de dos (2) meses.

• El Consejo Editorial verificará si la propuesta cumple con las pautas establecidas por la Revista, así como emitirá observaciones respecto a redacción y el estilo en un lapso promedio de quince (15) días y se reserva el derecho de aceptar, rechazar, solicitar modificaciones y hacer las correcciones que se estimen necesarias para ajustar el manuscrito al estilo de la Revista.

• Con base a los resultados del arbitraje el Comité Editorial tomará la decisión de:

- Aceptación inmediata para publicar sin cambios.

- Aceptación con ligeras modificaciones, en el entendido que el trabajo deberá ser ajustado de acuerdo a las observaciones hechas por los árbitros.

- Aceptación con modificaciones sustanciales en las cuales los autores tendrán un plazo de tres (3) meses para llevar a cabo las correcciones sugeridas por los árbitros.

- La propuesta es rechazada sin opción de reenviar una nueva versión.

Después del arbitraje, los manuscritos serán sometidos a un procesamiento editorial que puede incluir, en caso necesario, su condensación y la supresión o adición de tablas, figuras, ilustraciones y anexos, que aseguren la calidad de la publicación. La versión editada se remitirá al autor para su aprobación y para que responda alguna pregunta adicional que le haga el Editor. El Comité Editorial no se hace responsable de los conceptos u opiniones expresados en los trabajos publicados y se reserva el derecho de no publicar un manuscrito si su(s) autor(es) no responde(n) a satisfacción las preguntas planteadas.

La revisión de los manuscritos se hará respetando el derecho de los autores a la confidencialidad en cuanto a la información, resultados y esfuerzo creativo. Así mismo, se respetará el derecho a la confidencialidad de los árbitros y editores.

ASPECTOS ÉTICOS

Los trabajos de investigación deben adherirse a los acuerdos internacionales consistentes con la Declaración de Helsinki (1975) y sus posteriores revisiones, para la investigación con organismos vivos y el ambiente. Por tanto, cuando sea necesario, se incluirá una explicación sobre los procedimientos seguidos en el estudio revisado y avalado por un Comité de Bioética.

CONFLICTOS DE INTERÉS

Los artículos incluirán en la página del título de la Revista, las notas sobre los apoyos recibidos (financieros, equipos, personal de trabajo, entre otros) de personas e instituciones públicas o privadas para la realización del estudio, así como las relaciones personales e institucionales que pueden incidir en la conducción, los resultados o la interpretación de los mismos. El Comité Editorial estará atento a los posibles conflictos de interés que puedan afectar la capacidad de los pares o árbitros o que los inhabilitan para evaluar un determinado manuscrito.

71

FORMA, PREPARACIÓN Y ENVÍO DE MANUSCRITOS

Salud de los Trabajadores es una publicación conjunta de la Universidad de Carabobo y el Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”. Tiene una periodicidad semestral y ofrece sus publicaciones a texto completo de forma gratuita en la página Web de ambas instituciones.

Al remitir los trabajos, resulta necesario que se designe un autor de contacto, quien deberá proporcionar los siguientes datos: Nombre completo, teléfono, correo electrónico y dirección postal. El autor de contacto será el responsable de aportar al Comité Editorial la información adicional que se le solicite, de revisar, llevar a cabo las correcciones o sugerencias de los árbitros y aprobar la versión final del documento.

El escrito debe ser enviado vía email a [email protected], con una comunicación anexa, dirigida al (la) Director(a) de la Revista, donde se especifique: a. Nombres y Apellidos de los autores (normalizados, de acuerdo a como firman en sus trabajos), b. Dirección completa, c. Código Postal, d. Institución a la cual están adscritos, teléfonos y correo electrónico del autor al que deberá enviarse la correspondencia; e. Área temática principal del trabajo, aportes y relevancia, f. Declaración de originalidad del manuscrito o que no se encuentra sometido al proceso de arbitraje en otra publicación, g. Síntesis curricular de los autores (no debe exceder de 1 cuartilla).

i. TextoEn la preparación del manuscrito la redacción de ser

en forma impersonal se debe usar un procesador de texto Word, con letra Time New Roman de 12 puntos, a doble espacio (interlineado) en todo su contenido, incluyendo (página inicial, resumen, texto, referencias), en tamaño carta, con márgenes de 3 cm. El formato del archivo digital que contiene el texto del trabajo deberá ser .doc. Las páginas deberán tener una numeración consecutiva en su ángulo superior. El uso de palabras en otro idioma debe colocarse en letra cursiva.

ii. Cuadros y figurasTodas las figuras deben citarse en el texto en

orden numérico e indicarse su posición en el cuerpo del trabajo. Las figuras, fotos e imágenes creadas por computadoras deben ser nítidas para facilitar su reproducción e impresión. Para la versión electrónica de la revista los dibujos sencillos y gráficas en formato GIF, fotografías en formato JPG. Si son para una revista electrónica las imágenes deben ser digitalizadas en una resolución no menor de 300 dpi y en aquellos casos donde la figura ha sido publicada, se citará la fuente original y se remitirá la autorización por escrito del titular de los derechos de autor para su uso o reproducción.

iii. Las leyendas o pie de figurasEn los artículos los resúmenes deberán detallarse

todos los signos o abreviaturas. Las leyendas posibilitan que las figuras o tablas sean comprendidas sin necesidad de hacer referencia al texto. Los símbolos, flechas, números o letras utilizados para resaltar parte de una ilustración, deberán especificarse y explicarse inequívocamente en la leyenda.

iv. Resumen estructurado en español e inglésDeberán construirse con un máximo de 250 palabras:

Introducción (la razón del estudio), Objetivo, Material y métodos (que reflejen cómo se efectuó el estudio), Resultados (hallazgos principales) y Conclusiones (la interpretación contrastada de los resultados). Se redacta en tiempo pasado y no pueden usarse pie de páginas ni abreviaturas. En caso de usar una referencia, deberá aparecer la cita completa dentro del resumen.

v. Palabras clave en español e inglésA cada uno de los resúmenes seguirán palabras

clave representativas del contenido del artículo o términos de indización (no más de seis). Se recomienda evitar palabras que estén incluidas en el título. Preferiblemente para la asignación de estos términos usar aquellas aceptadas por bases de datos internacionales, las cuales pueden ser consultadas en las siguientes direcciones electrónicas:

Revista internacional arbitrada e indizada dedicada a los problemas de salud ocupacional y ambiental

APÉNDICE IIGuía de los Colaboradores

SALUD DE LOS TRABAJADORES

72

Descriptores en Ciencias de la Salud (Español):

http://decs.bvs.br/E/homepagee.htm

M e d i c a l S u b j e c t H e a d i n g s o f I n d e x Medicus(Inglés):

www.nlm.nih.gov/mesh/

vi. AutoríaLas personas designadas como autores habrán de

cumplir con ciertos requisitos para tener derecho a la autoría. Cada autor debe haber participado en el trabajo en grado suficiente para asumir responsabilidad pública por su contenido en cuanto a la concepción y el diseño, el análisis y la interpretación de los datos, redacción del artículo o la revisión crítica de una parte importante de su contenido intelectual. La sola participación en cuanto al financiamiento o la recolección de datos o la supervisión general del grupo de investigación no justifica el crédito como autor. El primer autor es, generalmente, la persona que más contribuyó al desarrollo de la investigación. Los coautores o autores secundarios se colocan de acuerdo al orden o importancia de su contribución. Deberán aparecer bien identificados: Nombre, Apellidos y filiación institucional o adscripción y correo electrónico. Para identificar la afiliación institucional usar números supraíndices.

vii. Notas a pie de páginaSe utilizarán excepcionalmente y sólo para contener

texto adicional y nunca para referencias bibliográficas.

viii. Abreviaturas y símbolosSólo se emplearán abreviaturas normalizadas

y deberá evitarse su inclusión en el título y en el resumen. Cuando se mencione por primera vez, ésta irá precedida del término completo al que corresponde, salvo si se trata de una unidad de medida común.

ix. Unidades de Medida

Las medidas de longitud, altura, peso y volumen se expresarán en unidades del sistema métrico. La temperatura se reflejarán en grados Celsius; la presión arterial se indicará en milímetros de mercurio y todos los valores hematológicos y de química clínica se expresarán en unidades del sistema métrico decimal, de acuerdo con el Sistema Internacional de Unidades.

x. AgradecimientosSe detallarán al final del trabajo indicando los

nombres y filiación institucional de aquellos a los que se agradece, así como el tipo de colaboración prestada. La información respecto al apoyo financiero o becas para la investigación se reconocen en la página del título.

xi. AnexosEl material complementario pero esencial de un

trabajo se recogerá en anexos. Estos se colocarán al final del texto, después de las referencias bibliográficas. Deberán identificarse con letras o números y un título.

xii. CitasGeneralmente a textos que apoyan una afirmación

o aclaran una hipótesis de trabajo. Salud de los Trabajadores asume el estilo de la American Psychological Association (APA) en su 6ta. edición para las citaciones y referencias bibliográficas, disponible en http://www.apastyle.org/

El formato de la cita va a depender del:

• Énfasis en el(los) autor(es). Se coloca apellido(s) del autor/a, año de la publicación entre paréntesis, la cita y la página de donde fue tomada entre paréntesis.

Blake (1994) plantea que “la cultura preventiva tiene un papel importante dentro de las organizaciones, no sólo en el área de seguridad, sino también en salud, ambiente, higiene, ergonomía, entre otras” (p. 55).

• Énfasis en el texto. Se coloca la cita y al final del texto, entre paréntesis, Apellido(s) del autor/a, año de la publicación y página entre paréntesis.

“Los accidentes de trabajo son un problema para muchas empresas y su origen principalmente se debe a los actos y condiciones inseguras” (Zamorano, Parra, Peña & Castillo, 2008, p. 50).

• Énfasis en el año. Se menciona el año primero, luego autor/a, la cita y página.

En el 2003, Mago plantea que “la actividad laboral puede convertirse paulatinamente, en un posible generador de daños a la salud” (p. 133).

Autores y sus Obras

La 6ta. edición de la APA contempla el tratamiento para los autores latinos y las autoras con Apellido de casadas, y para el proceso de citación se usa el sistema parentético (autor-fecha). Algunas consideraciones:

- Si la obra posee más de 6 autores desde la primera vez que se cita se debe mencionar Apellido del primer autor, seguido de la frase et al (en cursiva).

73

- Obra de 6 o menos autores se deben mencionar todos la primera vez y para las veces subsiguientes se coloca Apellido del primer autor y et al.

- En el caso de que la obra pertenezca a dos autores cada vez que se citan se deben señalar.

- Si se citan en un mismo párrafo la primera vez se coloca el año y las veces subsiguientes no.

- Si en una misma cita se hace referencia a dos o más obras del mismo autor o autores, se colocan los años de cada una separados por coma, en orden cronológico.

- Al citar trabajos de diversos autores, escriba los apellidos separados por punto y coma dentro de un mismo paréntesis y escriba las citas en orden alfabético por el Apellido del primer autor.

Diversos estudios (Balda, 1991; Kamil, 1988 y Pepperberg & Funk, 1990) coinciden en que……………………………….. (p. x).

- Autores con Apellidos iguales: Se deberá incluir la Inicial del nombre aun cuando la fecha de publicación sea diferente.

Smith, P. (2005) y Smith, A. (2007) desarrollaron…….. (p. x).

- Autores con Apellidos e Iniciales iguales del nombre: Se deberán incluir los nombres completos.

Smith, Peter (2007) y Smith, Paula (2008) plantean la necesidad de………….. (p. x).

- Sin autor o anónimos: El título toma el lugar del autor. La primera vez se cita completo y en caso de citarse otra vez, se abrevia.

- Autor Institucional o Corporativo: Cuando el autor de la obra es una institución, la primera vez que se menciona se debe escribir el nombre completo, seguido de las siglas y las veces subsiguientes indicar sólo la sigla.

Citas textuales (cortas)

Fuentes impresas

Si la cita es textual y contiene menos de 40 palabras debe ir entre comillas y señalar el Nº de la página donde se extrajo. El Nº de la pág. puede ir al inicio cuando se mencionan los autores o al final de la cita.

Los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral pueden definirse como “los síndromes, padecimientos o lesiones del sistema óseo y muscular originados por movimientos repetitivos en los miembros superiores; manipulación de cargas y posiciones forzadas sostenidas” (Cilveti & Idoate, 2000, p. 79).

Fuentes electrónicasAutor, año y el número de la página entre paréntesis.

En caso de no poseer el número de página, se debe indicar el N° del párrafo con la abreviatura (párr.), sección o capítulo.

Los Defensores del Pueblo llamaban “ese sufrimiento en silencio, esa contribución para el crecimiento y la competitividad, el impuesto de sangre” (Ramonet, 2009, párr. 4, Editorial).

- Si el nombre de la sección o capítulo del documento es muy extenso, use un título abreviado entre comillas.

“Mientras las clases medias son devastadas, empobrecidas, la riqueza continúa concentrándose en un grupo: hace 30 años un empresario ganaba 40 veces más que el salario de un trabajador; actualmente gana 1000 veces más” (Ramonet, párr. 1, “El desmantelamiento”).

Citas textuales (largas)Si la cita posee más de 40 palabras se indenta en

ambos márgenes del texto y se omiten las comillas.

Hernández, Fernández & Baptista (1994) señalan que:

Siempre es conveniente efectuar la revisión de la literatura y presentarla de una manera organizada (llámese marco teórico o marco de referencia). Nuestra investigación puede centrarse en un objetivo... continua la cita. (p. 51).

- Si hay párrafos adicionales dentro de la cita, colocar sangría en la primera línea de cada uno.

- Cuando se omite parte del texto en la cita el texto omitido se reemplaza con puntos suspensivos (...).

- Cuando se agrega algo a la cita que no corresponde a lo citado por el autor, debe colocarse entre corchetes.

Citas de citas o citas indirectasNo deben omitirse. Se menciona la obra original y

se indican los datos de la fuente consultada (fuente secundaria). En la lista de referencia se reseñará la fuente secundaria.

ParáfrasisEn un estudio de Seindenberg (citado por Atkins &

Haller, 1993) se encontró que... continua la cita.

Al elaborar las referencias bibliográficas se debe indicar los datos de la obra de Atkins & Haller no a Seindenberg.

Textual“En los Estados Unidos la Sociedad Americana de

Cáncer (2007) estimó que se diagnosticarían cerca de 1 millón de casos de melanoma, con el resultado de 8110 muertes por melanoma” (Miller et al, 2009, p. 209).

74

xiii. Referencias Bibliográficas Al final del trabajo se colocarán las referencias

relativas a las citas del texto principal en estricto orden alfabético. Sólo deben incluirse referencias a documentos que contengan información relevante de los que el autor tenga conocimiento directo y que hayan sido discutidos o citados en el texto, respetando las siguientes normas:

- Usar sangría a cinco espacios a partir de la segunda línea (párrafo francés).

- Usar coma para separar los autores. Con dos o más autores utilice el signo &, antes del último autor.

- Cuando la obra tenga 8 autores o más, mencione los primeros 6, luego inserte puntos suspensivos y añada el último autor.

Gilbert, D., McClernon, J., Rabinovich, N., Sugai, C., Plath, L., Asgaard, G., … & Botros, N. (2004). Effects of quiting smoking on EEG activation and attention last for more tan days and more severe with stress, dependence, DRD2 A1 allele, and depressive traits.Nicotine and Tobacco Research, 6, 249-267.

- Cuando no se especifique el autor o editor, coloque el título del documento y el resto de los datos.

- En caso de no conocer la fecha de la obra, sustituir por (s.f.) que significa sin fecha.

- Los títulos de las obras y revistas van en cursiva.

-Las obras de un mismo autor se ordenan cronológicamente.

- Si existen dos obras de un autor, una de las cuales es realizada conjuntamente con otras personas, se coloca primero donde aparece como único autor y luego la de varios autores.

Artículos en revistas impresas

• Artículo en una revista estándar

Apellido(s), Inicial del Nombre. (Año). Título del artículo. Nombre de la Revista, Volumen (Nº de la revista), páginas del artículo separadas por guión.

Rose, M., Huerbin, M., Melick, J., Marion, D., Palmer, A. & Schiding, J. (2002). Regulation of interstitial excitatory amino acid concentrations after cortical contusion injury. Brain Res, 35(1-2), 40-46.

-Cuando no tiene número sino que expresa un mes, estación del año o es una edición especial se hace referencia al caso en cursiva, páginas.

Thompson, L. & Walker, A. (1982).The died as the unit of analysis: Conceptual and methodological issues. Journal of Marriage and the Family, november, 889-900.

• Artículo aceptado pero no publicado aún (En prensa)

Tian, D., Araki, H., Stahl, E., Bergelson, J. & Kreitman, M. (2002).Signature of balancing selection in Arabidopsis. ProcNatlAcadSci USA. (En prensa).

• Volumen con suplemento

Geraud, G., Spierings, E. & Keywood, C. (2002).Tolerability and safety of frovatriptan with shortand long-term use for treatment of migraine andin comparison with sumatriptan. Headache, 42(Suppl 2), S93-S99

• Número con suplemento

Glauser, T. (2002). Integrating clinical trial data into clinical practice. Neurology, 58(Suppl 7), S6-S12.

• Parte de un volumen

Abend, S. & Kulish, N. (2002). The psychoanalytic method from an epistemological viewpoint. Int J Psychoanal, 83(Pt 2), 491-495.

• Parte de un número

Ahrar, K., Madoff, D., Gupta, S., Wallace, M., Price, R. & Wright, K. (2002). Development of a large animal model for lung tumors. J VascIntervRadiol, 13(9 Pt 1), 923-928.

• Número sin volumen

Banit, D., Kaufer, H. & Hartford, J. (2002). Intraoperative frozen section analysis in revision total joint arthroplasty. ClinOrthop, (401), 230-238.

Artículos de revistas (electrónicas)

DOI (Digital Object Identifier) es una serie alfanumérica única asignada por la editorial a los documentos en formato electrónico que identifica el contenido y provee un vínculo consistente para su recuperación en Internet. Si la obra lo tiene se debe incluir en la referencia.

• Artículos electrónicos con DOI

Demopoulos, A., Fry, B. & Smith, C. (2007). Food web structure in exotic and native mangrove: A Hawait – Puerto Rico comparison. Oecologia, 153(3), 675-86. doi:10.1007/s00442-007-0751-x

• Artículo de Internet basado en una fuente impresa

Castro, R. (1994). Estrategias en salud reproductiva del adolescente en Chile [versión electrónica].Revista de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología Infantil y de la Adolescencia, 1(2), 38-45.

75

• Artículo de Internet basado en una Revista Electrónica

- No se coloca la fecha de extracción del documento.

- No se escribe punto después de la dirección electrónica (URL)

Underwood, M. (2004). The correlation between increased productivity and the development of critical listening skills. Journal of Aural Intelligence, 9, Article 003a. Retrieved from http://auraliQ.org/productivity/volume9/art003a.html

Periódicos, Boletines

• Impresos

Apellidos, A. (Año, fecha). Título del artículo. Nombre del periódico o boletín, sección o cuerpo, pp. xx-xx.

Schwartz, J. (1993, september 30). Obesity affects economic, social status. The Washington Post, pp. A1-A4.

• En la Web

Apellidos, A. (Año, fecha). Título del artículo. Título de la publicación. Recuperado de URL

Duhigg, C. (2009, september 12). Toxic waters: Clean water laws are neglected, at a cost in human suffering. The New York Times. Retrieved from http://www.nytimes.com/2009/09/13/us /13water. html?em

Libros (Monografías)

• Impresos

Apellidos, A. (Año). Título: Subtítulo. Ciudad: Editorial.

Benach, J. & Muntaner, C. (2005). Aprender a mirar la salud: Cómo la desigualdad social daña nuestra salud?. Maracay: Instituto de Altos Estudios en Salud Pública.

• Electrónicos con DOI

- Se omite el lugar de publicación y la casa editora.

Apellidos, A. (Año). Título: Subtítulo [quien publica la versión electrónica]. doi: xxxxxxxxxxxxxxxxx

Montero, M. & Sann, C. (Eds.). (2009). Psychology of Liberation: Theory and applications [version de Springer]. doi: 10.1007/078-0-38784-8

• En la web

Apellidos, A. (Año). Título: Subtítulo. Recuperado de URL

Foley, K. & Gelband, H. (2001). Improving palliative care for cancer. Retrieved from http://www.nap.edu/books/ 0309074029/html/

• Versión Electrónica de un libro impreso

Apellidos, A. (Año). Título: Subtítulo [quien publica la versión electrónica]. Recuperado de URL

Shotton, M. (1989). Computer adiction? A study of computer dependency [version DX Reader].Retrieved from http://www.ebookstore.tandf.co.uk/html/index.asp

Capítulos de Libros u Obras de Referencia

• Impresos

Apellidos, A. (Año). Título del capítulo o entrada. En Inicial del Nombre y Apellido(s) de(los) autor(es), (Comp(s). o Ed(s).) Título de la obra (pp. xx-xx).Ciudad: Editorial.

Sánchez, L., Pino, M., Matud, P. & Zingales, R. (2011). Consideraciones psicosociales sobre el acoso sexual en el trabajo. En M. Velasco (Dir.). Mobbing, acoso laboral y acoso por razón de sexo: Guía para la empresa y las personas trabajadoras (pp. 47-63). (2 ed.). Madrid: Tecnos.

• Impresos con volúmenes

Apellidos, A. (Año). Título del capítulo o entrada. En Inicial del Nombre y Apellido(s) de(los) autor(es), (Comp(s). o Ed(s).) Título de la obra (Vol. N°, pp. xx-xx). Ciudad: Editorial.

Angulo, E. (2000). Clonación. Se admiten apuestas? En Nueva Enciclopedia del mundo: Apéndice siglo XX (Vol. 41, pp. 620-622). Bilbao: Instituto Lexicográfico Durvan.

• Electrónicos

Apellidos, A. (Año). Título del capítulo o entrada. En Inicial del Nombre y Apellido(s) de(los) autor(es), (Comp(s). o Ed(s).) Título de la obra (capítulo o sección). Recuperado de URL

Khalef, A. (2003). ¿Es la violencia en el trabajo una fatalidad?. En OIT (Ed.). La violencia en el trabajo. Recuperado de http://www.bvsde.paho.org/bvsacd/cd30/trabajopdf

Association of Experimental Learning. (2001). You can get your hands on this. In Developing tools for tactile learners (sect. 3). Retrieved from http://www.ael.org/archive/hadson/three.html

Series Monográficas

Apellidos, A. (Año). Título: Subtítulo. (Número de edición). Ciudad: editorial. (Nombre de la Serie o Colección, Nº).

76

Wilde, O. (2007). Cuentos completos. (16 ed.). Madrid: Espasa - Calpe. (Austral, Serie Azul: narrativa, N° 60).

Disertaciones y Tesis Se consideran tesis y disertaciones los trabajos de

maestría o doctorado.

• Publicada

Apellidos, A. (Año). Título. (Tesis de maestría o doctoral, Universidad). Ciudad: Editorial.

Sevilla, R. (2005). La doctrina del entendimiento agente en la gnoseología de Francisco Suárez (Disertación Doctoral, Universidad de navarra). Pamplona: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra. (Cuadernos de Filosofía: Excerpta e dissertationibus in philosophia, 15, N° 1).

• No Publicada

Apellidos, A. (Año). Título. (Tesis de maestría o doctoral no publicada). Nombre de la Universidad. Ciudad, País.

Muñoz, L. (2004). Determinación del conocimiento sobre inteligencia emocional que poseen los maestros y la importancia que le adscriben al concepto en el aprovechamiento de los estudiantes. (Tesis de maestría no publicada). Universidad Metropolitana. San Juan, Puerto Rico.

• Extraída de una Base de Datos ComercialApellidos, A. (Año). Título. (Tesis de maestría o

doctoral). Recuperada de Nombre de la B/D. (Número de acceso o de orden).

Santini, M. (1998).The effects of various types of verbal feedback on the performance of selected motor development skills of adolescent males with Down syndrome. (Tesis doctoral). Recuperado de la Base de Datos ProQuest Dissertations and Theses. (AAT9832765).

• En la WebApellidos, A. (Año). Título. (Tesis de maestría o doctoral,

Universidad). Recuperada de URL

Aquino, A. (2008). Análisis en el desarrollo de los temas transversales en los currículos de español, matemáticas, ciencias y estudios sociales del Departamento de Educación. (Tesis de maestría, Universidad Metropolitana). Recuperado de http://suagm.edu/umet/biblioteca/UMTESIS /Tesis _Educacion/ ARAquinoRios1512.pdf

Leyes y Decretos• Impresas

País. Título de la ley. (Año, fecha). Fuente donde se publica, fecha de publicación.

Venezuela. Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras. (2012, 30 de abril). En Tribunal

Supremo de Justicia. Gaceta Oficial de la República, 6076 [Extraordinaria], mayo 7, 2012.

• En la Web

País. Título de la ley. (Año, fecha). En Sitio Web [en línea]. Recuperado de URL

Venezuela. Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras. (2012, 30 de abril). En Tribunal Supremo de Justicia. Gaceta Oficial de la República, 6076 [Extraordinaria][en línea]. Recuperado de http://www.tsj.gov.ve/gaceta/Mayo/752012/752012-3422.pdf#page=2

Eventos (Ponencias)• Publicados

Apellidos, A. (Año). Título de la ponencia. En Título de la publicación. Ciudad, Fecha, páginas que contienen la ponencia.

Carlino, P. & Estienne, V. (2004). ¿Pueden los universitarios leer solos? Un estudio exploratorio. En Memoria de las XI Jornadas de Investigación en Psicología. La Plata, 29 y 30 de julio, t. 1, pp. 169-193.

• No publicado

Apellidos, A. (Año). Título de la ponencia. Ponencia presentada en Nombre completo del evento. Ciudad, fecha.

Fernández, G., Izuzquiza, V. & Laxalt, I. (2002). ¿Enseñanza de prácticas de lectura en la universidad?. Ponencia presentada en el Tercer Encuentro: La Universidad como Objeto de Investigación. La Plata, 24 y 25 de octubre.

PósterApellido, Inicial del Nombre. (mes, año). Título del

Póster. Presentado en la sesión de Posters del evento. Ciudad, País.

Carrera, L. (noviembre, 2002). Anestésicos locales en odontología: Farmacología de la lidocaína. Presentado en la Sesión de Posters del 4º Congreso de Investigación Odontológica. Mérida, Venezuela.

Informes de Entes Gubernamentales

• Impresos

País. Institución y dependencias en orden jerárquico (sin abreviar). (Año). Título. Ciudad: Editor.

México. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2006). Principales Indicadores de Empresas Constructoras. Estadísticas Económicas. México, DF: Autor.

• En la Web

País. Institución y dependencias en orden jerárquico (sin abreviar). (Año). Título. Recuperado de URL

77

Venezuela. Ministerio del Poder Popular para la Salud. Dirección de Inmunizaciones. Coordinación de Enfermedades Inmunoprevenibles. Sistema PESS. (2009). Indicadores de vigilancia en enfermedades inmunoprevenibles. Recuperado de http://www.ovsalud.org/doc/IndicadoresMPPPS2009.pdf

Recursos multimedia• Películas y videos

Apellido, Inicial del Nombre (Productor, Escritor o Director). (Año). Título del material [descripción]. País: Empresa Productora.

Darnell, E. & Johnson, T. (Directores). (1998). Hormiguinha Z. [Cinta cinematográfica]. Brasil: Dream Works/Pacific Data Images Productora.

• CD-Rom, DVD, VideocassetteAutor. (Año). Título [descripción física]. Lugar de edición:

Editor. Argentina. Ministerio de Cultura y Educación. Biblioteca

Nacional de Maestros. (1996). Base de Datos Bibliográfica [CD-Rom]. Buenos Aires: Autor.

Blogs• Comentario o Post

Autor. (Año, fecha). Post [Web log post]. Recuperado de URL

PZ Myers. (2007, january 22). The unfortunate prerequisites and consequences of partitioning your mind [Web log post]. Retrieved from http://scienceblogs.com/pharyngula/2007/01/the_unfortunate _prerequisites.php

xiv. Artículos Originales - PautasDeberán contener la siguiente estructura:

- Preliminares• Título y subtítulos en español e inglés con una extensión máxima de 15 palabras. Salud de los Trabajadores usa el estilo de títulos descriptivos (reseña el contenido de la investigación sin ofrecer resultados). Al momento de su elaboración evitar el uso de siglas, abreviaturas o frases poco informativas como: aspectos de, comentarios sobre, estudio de, entre otras.

• Nombre del autor(es) adscripción y emails.

• Fuentes de financiamiento en caso de que aplique.

• Resumen y Abstract.

• Palabras Claves.

- Cuerpo del trabajoContemplará las siguientes secciones: Introducción,

Objet ivo, Métodos, Resultados, Discusión y Conclusiones. Los artículos en extenso pueden necesitar subtítulos dentro de algunas secciones a fin de hacer más claro su contenido.

- IntroducciónIndique el propósito del artículo y resuma el

fundamento lógico del estudio.

- Material y métodosSeñalar el enfoque epistemológico de la investigación,

el tipo de estudio, población, características de la muestra o en el caso de estudios cualitativos, los métodos o pruebas utilizadas, metodología e instrumentos de recolección de la información. Cuando se realice experimentación con seres humanos o animales, deberán incluirse los formatos de consentimiento informado correspondientes, así como los mecanismos para resguardar la confidencialidad de los datos personales de los pacientes o sujetos de investigación.

Se redacta en tiempo pasado, detallando qué se hizo, cuándo, cómo y para qué a fin de que la investigación sea susceptible de repetirse. En los informes sobre los ensayos clónicos aleatorios, se facilitará información sobre los principales elementos del estudio, entre ellos el protocolo (población de estudio, intervenciones o exposiciones, resultados y justificación del análisis estadístico), la asignación de intervenciones (métodos para distribuir aleatoriamente, carácter ciego de la asignación a los grupos de tratamiento) y, el método de enmascaramiento. Los autores que remitan artículos de revisión incluirán una sección en la que describan los métodos utilizados para localizar, seleccionar, recoger y sintetizar los datos.

- ResultadosDeben presentarse de forma clara y concisa,

siguiendo una secuencia lógica. Las tablas y figuras deben usarse para ilustrar lo expuesto. No repetir en el texto los datos contenidos en las tablas o figuras.

- Discusión

Consiste en la interpretación de los resultados y relacionarlos con el conocimiento existente, haciendo hincapié en los hallazgos nuevos e importantes del estudio y en las conclusiones que se derivan de ellos. La información dada en otras partes del texto puede ser citada pero no repetida en detalle en la discusión. En esta sección se explican los resultados y se comparan con datos obtenidos por otros investigadores. Puede incluir recomendaciones y sugerencias para investigaciones futuras. Si la discusión es extensa se debe finalizar enumerando los hallazgos mas relevantes.

- Conclusiones

Las conclusiones deben estar fundamentadas de acuerdo a los objetivos del estudio, evitando afirmaciones poco fundamentadas y avaladas insuficientemente por los datos.- Referencias Bibliográficas- Agradecimientos- Anexos

Los trabajos que se deseen publicar en la Revista deben ser enviados a nuestra redacción por los correos:

[email protected]@gmail.com

En caso de estar interesado(a) en establecer canje con esta publicaciónfavor comunicarse a la Revista Salud de los Trabajadores por el correo:

[email protected]