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RUEDA DE PRENSADOSSIER DE PRENSA2019

En septiembre de 2018, el Instituto para la Calidad Turística Española otorgó a la Fundación C.V.-MARQ la Q de Calidad Turística, por cumplir con las exigen-cias de la Norma UNE 302002:2018 Museos. Convirtiendo de este modo al

MARQ en el primer museo de España en alcanzar esta certificación.

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Museo Arqueológico de Alicante. MARQ Dossier de prensa · IRÁN · 2019

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MUSEO NACIONAL DE IRÁNEl Museo Nacional de Irán es un museo estatal bajo los auspicios de la Organización del Patrimonio Cultural, Artesanía y Turismo de Irán. El museo está compuesto por el ‘Irān Bāstān’ (Museo del Antiguo Irán) y el ‘Museo de Arqueología y Arte Islámico’ de Irán, es uno de los complejos museísticos más grandes e indiscutiblemente, más importantes de Irán. Los dos museos, que en conjunto cubren un área de unos 17.000 metros cuadrados, albergan la mayor colección de objetos arqueológicos antiguos y medievales de Irán, que datan desde la época del Paleolítico hasta el Período Islámico tardío.

Las colecciones del museo nacional actualmente comprenden más de tres millones de vasijas de cerámica, hueso, piedra, vidrio, madera y metal, además de textiles, libros, monedas y muchos otros objetos de gran importancia, la mayoría de los cuales provienen de excavaciones científicas o estudios arqueológicos en Irán. Representan, en su conjunto, alrededor de un millón de años de historia humana en el país.

El Museo del Antiguo Irán, ‘Irān Bāstān’ es el primer edificio en Irán diseñado y construido específicamente como museo. Fue diseñado por el arquitecto francés, André Godard y construido por los maestros en albañilería iraníes, Abbās-Ali Me’mār y Morād Tabrizi entre 1933 y 1936. Su tradicional fachada está inspirada en el famoso arco de Tāq-e Kesrā en Ctesiphon, uno de los famosos ejemplos de la arquitectura del período sasánida y la mampostería del edificio muestra la tradición persa de construcción de ladrillos.

Su exposición permanente cubre un área de unos 4.800 metros cuadrados comprendidos en dos plantas y un sótano, alberga más de 2.000 objetos seleccionados en orden cronológico, desde el período del Paleolítico Inferior (hace aproximadamente 1.000.000 años) hasta el final del período de Sasánida (651). Las galerías de la primera planta contienen piezas prehistóricas que incluyen objetos paleolíticos, epipaleolíticos, neolíticos y calcolíticos. Las galerías de la planta baja contienen objetos históricos de la Edad de Bronce, la Edad del Hierro y los períodos Elamita, Aqueménida, Seléucida, Parto y Sasánida.

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Entre los objetos más destacados del museo en exhibición permanente destaca el diente neandertal de la cueva Wezmeh, una figura neolítica conocida como ‘Venus’ de Tepe Sarab, la maqueta de una casa neolítica de Sang-e Chakhmaq, un toro de terracota con inscripción Elamita de Chogha Zanbil, un ritón de cerámica con forma de toro de la Edad del Hierro de Marlik, un capitel de columna con un minotauro en piedra, la estatua de Darío de Susa, el bajorrelieve de Jerjes de Persépolis, la estatua de un noble parto de Shami y la momia humana conocida como ‘Hombre de la Sal’ de Zanjan.

El ‘Museo de Arqueología y Arte Islámico’ de Irán, sobre un plano octagonal, está inspirado en el palacio Sasánida de Bishāpur y cubre unos 4.000 metros cuadrados. El edificio fue diseñado por el arquitecto Eugene Aftandilian, su construcción comenzó en la década de los 40 y se completó en la década de los 50. Inicialmente utilizado como museo etnográfico y para exposiciones temporales. Tras un período de renovación, fue reabierto al público en 1996 como el Museo de Arqueología y Arte Islámico. En el verano de 2006, comenzó otra fase de rehabilitación y remodelación, tras la que abrió sus puertas en 2015. El Auditorio y las Salas de Exposiciones Temporales quedaron ubicadas en la planta baja del edificio.

Los objetos se disponen en orden cronológico en las plantas primera y segunda. Esta última contiene los primeros períodos islámicos, Seljuq e Ilkhanid y la primera alberga el sagrado Corán, y piezas de los períodos Timurid, Safavid, Afshār, Zand y Qajar. Un gran número de objetos que se exhiben en estas salas provienen de excavaciones científicas y de colecciones tan conocidas como las de Sheikh Saffi Al-Din Ardebili.

El Museo Nacional de Irán también cuenta con ocho departamentos de investigación dedicados a diferentes períodos arqueológico-históricos y un departamento de restauración, una biblioteca y el archivo. La actividad expositiva del Museo cuenta con una reconocida trayectoria. Así entre las exposiciones más exitosas de fondos propios, se pueden mencionar las itinerantes, “7000 años de Arte Persa” (2000-2004) expuesta en 10 países europeos (uno de los cuales fue España en 2004), y otras como “El Imperio Olvidado” (2005) en Gran Bretaña. “Persia: Fragmentos del Paraíso” (2006) en México, “La Gloria de Persia” (2006) en Japón, “Porcelanas azules y blancas de Yuan” (2008) en China, “Leones y toros de la antigua Persia en Aquileia” (2016) en Italia, “El Cilindro de Ciro” (2010) en Gran Bretaña, “Irán: Cultura antigua entre el desierto y el agua” (2017) en Alemania e “Irán, Cuna de Civilización” (2018) en Holanda.

En las salas dedicadas a las exposiciones temporales, se presentan diversas muestras dos o tres veces al año, por lo general incluyen objetos seleccionados de las colecciones del propio museo o de diferentes museos del mundo, entre las que cabe destacar “Silla y Persia: Una memoria común” (2017) de la República de Corea, “Armenia e Irán: Memoria de la tierra” (2017-2018) de Armenia, “El Museo del Louvre en Teherán” (2018) de Francia. “Arqueología y Arte holandeses: aspectos destacados del Museo Drents” (2018-2019) de Holanda.

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IRÁNCUNA DE CIVILIZACIONESRecoge dos centenares de piezas procedentes del Museo Nacional de Irán, con sede en Teherán.Comisariada por el equipo científico de esa institución dirigida por J. Nokandeh (Director), F. Bigliari (Director adjunto de cultura) y N. Rezaie (Responsable de exposiciones).

La intención de la exposición es trazar un panorama global del pasado de Irán —antigua Persia—, desde el Paleolítico hasta el siglo XVIII. Cabe recordar que el territorio geográfico de ese país es inmediato al llamado Creciente Fértil, área del próximo oriente donde surge la domesticación de animales y plantas a partir del VIII milenio antes de nuestra era, iniciándose un dilatado proceso que luego alcanzará a Europa. En ese vasto territorio se desarrollaron las primeras ciudades y los primeros estados. Queda en el acervo de la cultura universal los logros de los reyes de la dinastía aqueménida, Ciro II y Darío I, en el s. VI a.C, cuando el Imperio Persa se extendía desde lo que es el actual Pakistán hasta el este de Grecia y desde el Cáucaso hasta Egipto.

Con una arquitectura y un diseño atractivo, la muestra ha despertado un enorme interés en los medios desde que el MARQ la anunciara el pasado mes de septiembre, para ocupar sus Salas Temporales del 14 de Marzo al 1 de Septiembre de 2019, como la exposición central del año del museo alicantino.

Brevemente, y tras la contemplación de un audiovisual que introducirá al público en la geografía de Irán y en la importancia de su Museo Nacional, el discurso expositivo ordena las piezas a lo largo de las tres salas de exposición temporal del MARQ.

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Nos recibirá con un primer ámbito tras una introducción al Paleolítico que recoge los testimonios de los primeros homínidos del Paleolítico inferior neandertales y sapiens en el área, con las piezas que afectan el desarrollo neolítico, desde el 8500 al 5000 a.C., destacándose una escultura zoomorfa en barro y útiles en hueso, de los que sobresale por su significación el mango de una hoz y una flauta. La colección de recipientes es de una enorme calidad, destacando los vasos cerámicos con decoración geométrica.

A partir del 5000 a.C. empezaron a desarrollarse canales de riego, incrementándose la producción y sentándose las bases de una mayor complejidad social, bien evidenciada en los elementos materiales. Son los tiempos de la Edad del Cobre Iraní (5500-3300 a.C.), cuando surgen las primeras ciudades de las que Susa es ejemplo principal. Muestras de esa producción metálica son un molde cerámico y un crisol con restos de cobre. Un fragmento escultórico con un águila grabada destaca entre la cuidada producción cerámica pintada del V milenio a.C.

El desarrollo cultural de la Edad del Cobre culmina con la aparición de la escritura, ofreciendo una serie de ejemplos de tablillas con caracteres cuneiformes. Cilindros en piedra para imprimir textos y escenas figurativas, y una bola de arcilla (3200 a.C.) para el mismo fin, que se acompaña de un video que nos ilustrará sobre el secreto que incluye en su interior hueco, consistente en tres amuletos.

SALA 1

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Susa se reconoce como capital del llamado Imperio Elamita (2700-1120 a.C.), cuando se trabaja plenamente el bronce. Muestra de esa sofisticada metalurgia son las hachas metálicas con decoración geométrica, las dagas y las espadas, las horcas, los espejos y los platos de bronce, uno de ellos con peces y otro con una serpiente en relieve, con los que cuenta la muestra. De ésta época destacan, un peso y distintos recipientes en piedra, que forman parte de la exposición, caracterizados por una rica decoración zoomorfa o geométrica. Son manufacturas muy delicadas, llamando la atención un vaso portador de cosméticos, una sugestiva figura femenina labrada en alabastro y un atractivo conjunto de adornos elaborados en oro martilleado, o piedras labradas de distintos colores, con las que se consiguen cuentas que componen preciosos collares. Un azulejo con inscripción sagrada sirve para evocar la arquitectura, al vincularse con la cúspide de un zigurat de más de 50 m de altura, referenciándose un hecho histórico del 1300 a.C. en un ladrillo con inscripción cuneiforme.

Dos soberbios recipientes en oro localizados en el cementerio real de Marlik se vinculan a la cultura de la Edad de Hierro del final del segundo milenio y principios del primero a.C. en el suroeste de la cuenca del Caspio. Esta cultura fue contemporánea al periodo Elamita. Se acompañan de ejemplos de una fina joyería aurea – una daga, pendientes, broches, collares, un asa o mango y una pipa- y argéntea, mostrándose un recipiente de plata y un soberbio ritón con un prótomo de cáprido hallado en la Cueva de Kalmakareh.

Los finos vasos cerámicos con decoración pintada disponen de puntos salientes para verter líquidos, mostrándose composiciones escultóricas: cerámicas de hombres con animales portando jarros, cuando no figuras aisladas, destacando los bóvidos con cuernos o un vaso en forma de zapato, así como un impactante cofre pétreo con una inscripción. Otra en lengua asiria sobre tableta de arcilla (660-645 a.C.) marca la cronología del sometimiento del mundo elamita.

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Dedicada a la parte central de la exposición que atiende el periodo denominado la Edad de Oro. En dónde contemplar realizaciones propias del poder de la dinastía aqueménida (550-330 a.C.), cuando el pequeño reino de Persia se convierte en un gran imperio, alcanzando su máximo esplendor con Darío I (521-486 a.C.) y se erige Persépolis.

Ahora la joyería áurea alcanza su zenit con collares con piezas de ágata u ónice engarzados con oro, brazaletes con gemas, colgantes manufacturados entrelazando finos hilos de oro, anillos, discos con motivos a base de minúsculas esferas fundidas, un brazalete con la inscripción de dos monarcas, y otro, igualmente macizo con dos cabezas de felinos hallado en Hamadán.

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De oro son la escultura de animales como el toro que gira la cabeza, el ritón con cabeza de carnero de más de 300 gramos de peso hallado en Ecbatana, y el de cabeza de felino, de unos 2 kilos de peso, y que a criterio del Museo Nacional de Irán se erige en pieza principal de la Exposición. Un puesto que igualmente merece un ritón de plata culminado con un prótomo de caballo. Figuraciones tremendamente impactantes, como el peso pétreo con cabeza de felino, acompañan manufacturas propias del esplendor palaciego: un plato de oro, un candelabro y un espejo de bronce, o la vajilla de plata representada por una cuchara y un cuenco; o la de alabastro, de la que se dispone un plato. El poder militar se expresa con un espléndido brocado de caballo en bronce y un soberbio aplique de plata que se atribuye a las influencias del mundo escita.

Un fragmento de base de columna con inscripción nos sitúa en Persépolis. A partir de ahí nos acompañarán imágenes de lo que hoy constituye un impactante enclave arqueológico, que

resta de la ciudad que en 518 a.C., empezara a construir Darío I sin valerse de mano de obra esclava, que conoció más de un siglo y medio de esplendor. Con la réplica de la escultura del monarca que fundara la ciudad y dos relieves originales hallados en ese enclave con la representación de hombres de distintos pueblos que acuden a rendir pleitesía al monarca persa. Junto a una imagen de la inscripción monumental cuneiforme de Behistún que, por elaborada en tres lenguas: persa antiguo, elamita y babilonio, fue decisiva para descifrar estas escrituras antiguas. Considerada Patrimonio de la Humanidad, Persépolis proclama los logros de Darío antes de su acceso al trono, y la inscripción Behistún se acompaña de un conjunto de figuras en bajorrelieve que representan a los que conspiraron para usurpar el trono aqueménida.

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Tras la llamada Edad de Oro queda lo que se considera el Renacimiento de Persia, después del dominio de los Seléucidas, herederos de Alejandro y el Imperio Parto contemporáneo a Roma. Como elementos narrativos del ocaso aqueménida y consiguiente dominio seléucida, la colección dispone de una jarra de plata (330-250), muestra del dominio griego de la antigua Susa, una escultura en bronce de Demeter y una cabeza de piedra localizada en Bard-e Neshandeh, al parecer donada a un templo por un parto. Acompañadas aquí con la reproducción de la escultura del Príncipe de Shami, buen ejemplo de la imaginería de los partos, un pueblo iranio originario de la sátrapa de Partia y que alcanza su plenitud antes del desarrollo sasánida.

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Es el tiempo de los Sasánidas (224-651) una dinastía que hace de Ctesifonte su capital y que logra recomponer el antiguo imperio persa, controlando el paso de la Ruta de la Seda, alcanzado su mayor extensión con Cosroes II (590-628), poco tiempo antes del dominio del territorio por parte de los árabes a mediados del s. VII. Más desconocida en España, que la Persia de Darío, el nivel cultural del Irán sasánida ha sido equiparado al de Bizancio, influyendo sus realizaciones en la inmediatamente posterior cultura islámica.

El nivel de las piezas es muy notable, mostrándose una selección de realizaciones argénteas y broncíneas de gran belleza como una horca de plata con cabeza de carnero, hermosos platos con figuraciones zoomorfas y antropomorfas y una lámpara de aceite. Se disponen también de jarras y frascos de vidrio para perfumes y una muestra de realizaciones orfebres con collares y pendientes de oro, y brazaletes de plata. Modelo de la religión que impulsara Zoroastro es un busto de estuco localizado en un templo vinculado a ese culto.

La exposición culmina en la Sala 3 con una muestra del Irán islámico. Tras el dominio árabe quedaron fuera de control del Califato de Bagdag reinos independientes en el territorio del Irán, como el que hizo su centro en la provincia de Jorasán. Tras el renacimiento de la cultura persa bajo la égida de los Samaníes en el s. X, un breve dominio turco da paso nuevamente a dinastías propias de Irán, como la de los Jarezmshahíes que sucumbe al ejercito

mongol de Gengis Khan, y más tarde las sucesivas dinastías de raigambre mongola —destacando aquí la figura de Tamerlán—, quienes dominarían el territorio entre 1.370 y 1.501. A inicios del s. XVI la dinastía safaví se implanta en el territorio, logrando un estado persa unificado e independiente, estableciendo el islam chiita como confesión oficial.

De este bloque final destacan los platos de cerámica vidriada y los recipientes de vidrio, sobresaliendo un caldero de bronce elaborado en torno al 1.100. De la dinastía mongol timúrida es una lámpara de aceite (c. 1400), mientras que del reino safaví se muestra un incensario de bronce (c. 1500) y un ejemplar del Corán. Ejemplos del esplendor safaví son las excelentes porcelanas de origen chino reunidas por Abbas el Grande (1571-1629).

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AUDIOVISUAL Irán fue cuna de civilizaciones que han sido del todo trascendentes en la Historia de la Humanidad. Se asentaron en un lugar privilegiado que es también cruce de caminos entre Asia y Europa. El producto audiovisual que abre la exposición atiende al medio físico de ese enorme desarrollo cultural que se determinará en la gran meseta que se dispone entre los dos valles principales, el del Tigris y el Éufrates al oeste y el del Indo al este, limitando al norte con el inicio de las estepas asiáticas y al sur con el Golfo Pérsico. Imágenes de alto impacto nos acercan a Persépolis y otros enclaves arqueológicos, para ir desgranando paulatinamente el desarrollo cultural, desde el Paleolítico hasta el mundo islámico. La introducción al contenido de las tres salas y distintos aspectos del montaje resuelven un proyecto de enorme calidad.

ACCESIBILIDAD Irán. Cuna de Civilizaciones cuenta con multitud de recursos que la acercan al gran público con independencia de su nivel de conocimientos y facilita su comprensión, de manera especial, a las personas con capacidades diferentes, así además cuenta con ‘Lectura Fácil’, tanto en los paneles de la exposición como en la propia guía didáctica destinada a los escolares; con ‘Reproducciones 3D’ de los objetos y piezas más destacadas de la muestra y de algunas escenas de relieves, con soportes propios integrados en la escenografía y discurso museográfico de toda la exposición que cumplen con los requisitos marcados por el diseño universal, acompañados de cartelas informativas en braille que, con el ‘Plano Táctil’ en el pasillo de acceso, facilita la orientación de las personas ciegas o con dificultades de visión. Asimismo, los ‘Puntos de intérprete’ permiten al personal de sala realizar sus explicaciones en Lengua de Signos bajo un haz de luz directo que hace totalmente visibles sus manos y los audiovisuales disponen de subtítulos. A los que cabe unir las actividades complementarias y visitas guiadas que se han diseñado con estos colectivos para conseguir que la cultura y la historia lleguen a todas las personas de nuestra sociedad.

CATÁLOGO Como es habitual en las exposiciones temporales organizadas por el MARQ, Irán. Cuna de Civilizaciones, se acompaña de un cuidado Catálogo de aproximadamente 250 páginas, con el que profundizar en el conocimiento del patrimonio arqueológico y la historia de Irán, a través de abundante información gráfica y textos, organizados en casi una veintena de apartados, firmados por reputados investigadores y conservadores del Museo Nacional de Irán y de la Universidad de Teherán, así como también de especialistas y profesores de universidades como las de Frankfurt y Tübingen o del British Museum. A lo largo de sus páginas se exponen con detalle las extraordinariamente ricas raíces culturales de Irán, desde sus remotos orígenes prehistóricos hasta la consolidación de la conquista islámica, en los albores de la Edad Moderna. Varios de los capítulos se dedican en exclusiva a dar a conocer los últimos hallazgos relacionados con las antiguas culturas de Elam y las de los pueblos medos y partos, así como la Persia sasánida. Mención aparte merecen los artículos que mostrarán los extraordinarios hallazgos realizados en la ciudad de Jiroft, que a comienzos de este siglo XXI dieron a conocer una civilización de la que hasta ahora apenas se tenían vagas noticias en las fuentes escritas de la antigua Mesopotamia.

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El Museo Arqueológico Provincial de Alicante desde su fundación, hace ya más de 86 años, se ha dedicado a la investigación, conservación y difusión del patrimonio arqueológico de la provincia de Alicante. Desde su inauguración el 17 de enero de 1932, con la presencia del Presidente de la República de España, Niceto Alcalá Zamora, tuvo su sede en los bajos del Palacio de la Diputación de Alicante. A partir de 1965 el Museo fue dirigido por el arqueólogo Enrique Llobregat Conesa, figura decisiva para el impulso científico de la institución, quién emprendería una intensa actividad arqueológica, sentando las bases de una profunda transformación de la investigación de la Prehistoria, la Protohistoria y la Historia Antigua de la provincia de Alicante. La incorporación, en los años ochenta y noventa del siglo XX, de jóvenes Conservadores de Prehistoria (Jorge Soler Díaz), Arqueología Clásica (Manuel Olcina Domenech) y Arqueología Medieval (Rafael Azuar Ruiz) imprime un nuevo dinamismo al museo. Se organizan las primeras exposiciones temporales: El Tossal de Manises (1985); La cerámica ibérica del Estilo Elche-Archena (1987); La Rábita Califal de Guardamar del Segura (1989); La Necrópolis Ibérica de Cabezo Lucero (1992), al tiempo que se renueva la investigación arqueológica iniciándose programas de excavaciones sistemáticas y de puesta en valor de yacimientos. Un ambicioso y laborioso proyecto de reubicación del Museo, desbordadas todas sus dependencias, se materializa con la apertura de su nueva sede en la Plaza Dr. Gómez Ulla, en el antiguo Hospital Provincial de Alicante. Mediante una gran inversión en medios técnicos y humanos, con los más innovadores criterios museográficos, el proyecto se lleva a cabo entre 1999 y 2002, así el 28 de mayo de 2002 S.M. la Reina Doña Sofía inauguraba el MARQ en su actual emplazamiento; para entonces, 9 de noviembre de 2001, se constituía la Fundación CV-MARQ como moderna fórmula de gestión del museo, los yacimientos y monumentos propiedad de la Diputación de Alicante.

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Se distingue el Marq por la firme apuesta de ser un “Museo para todos” en el que, por medio de numerosas actividades, desarrolladas por el Departamento de Didáctica y Accesibilidad de su Fundación, la sociedad en su conjunto y preferentemente los colectivos con distintas capacidades cuentan con las mismas oportunidades para disfrutar de sus instalaciones y actividades, tanto en el Museo como en los yacimientos arqueológicos.

El espacio expositivo del MARQ integra nuestra cultura material, desde los primeros pobladores llegados a nuestras tierras hasta la actualidad, con recreaciones, sistemas interactivos y audiovisuales y se distribuye en tres áreas: cinco salas para la exposición permanente, la mayoría en el lado sudeste, que abarcan desde la Prehistoria a la Edad Moderna y Contemporánea. En el espacio central, con un montaje escenográfico impactante sobre la metodología arqueológica en tres ambientes, se presenta la arqueología de campo, la urbana y la subacuática. Destinando a las exposiciones temporales tres de sus salas habilitadas al efecto y que se dedican a la memoria de Francisco Figueras Pacheco, Enrique Llobregat y Antonio Valcárcel, Conde de Lumiares, insignes figuras de la arqueología alicantina. En esta nueva etapa, en su labor de custodia, generación y difusión del Patrimonio arqueológico alicantino, el MARQ ha apostado por la puesta en valor de yacimientos arqueológicos de especial relevancia. Así surgió la apertura del Centro de Interpretación de Arte Rupestre en Castell de Castells y la musealización de los abrigos del Plá de Petracos (declarados por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1998, dentro del conjunto de pinturas rupestres del Arco Mediterráneo). También se excavan y ponen en valor los yacimientos de la Illeta dels Banyets (El Campello) y el Tossal de Manises (Alicante), donde se desarrolla la ciudad romana de Lucentum, lo que convierte a estos tres yacimientos en parques arqueológicos dependientes del MARQ, al que más tarde se les unió la Torre Almohade de Almudaina y la Cava Gran de Agres. El Museo realiza una considerable actividad de investigación y conservación del patrimonio cultural alicantino. Tiene un plan anual de excavaciones propias en distintas comarcas de la provincia, organiza congresos y seminarios especializados y conferencias divulgativas, restaura centenares de piezas de distintos museos de nuestro territorio y publica diversos trabajos científicos de arqueología e historia, a cuyas publicaciones se añaden las editadas por la Fundación CV-MARQ, entre las que cabe destacar los catálogos de las exposiciones.

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En septiembre de 2018, el Instituto para la Calidad Turística Española, ICTE, otorgó a la Fundación MARQ la Q de Calidad Turística, por cumplir con las exigencias de la norma UNE 302002:2018 Museos, siendo el MARQ el primer museo de España en alcanzar esta certificación.En noviembre de 2018 la Fundación MARQ fue galardonada con el Premio Alfil Institución, que concede la Asociación del Terciario Avanzado, en reconocimiento a su trayectoria y por haber convertido al MARQ en el primer museo español en alcanzar la Q Turística.El MARQ fue distinguido con el Sello del Año Europeo del Patrimonio Cultural 2018, distintivo que la Comisión Europea, a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, concedió a su Programa de Actividades para 2018. Este 2019 siguiendo con esta línea de colaboración y reconocimiento con la U.E. su programación cultural participa de la plataforma europea ‘Cultural Gens’. En abril de 2016 la revista National Geographic distingue al MARQ con el “Imprescindible”, galardón que une a otros ya conseguidos como el Premio al Mejor Museo Europeo del Año 2004 -por su esfuerzo de innovación expositiva de calidad- otorgado por el European Museum Forum, entidad patrocinada por el Consejo de Europa y la Casa Real Belga.La Medalla al Mérito Cultural de la Generalitat Valenciana en 2009 por la exposición internacional “La Belleza del Cuerpo”, obteniendo su cuerpo técnico en 2010, el Importante de abril de 2009 del Diario Información por este mismo proyecto expositivo (en 2005 la Diputación de Alicante obtuvo el Importante de mayo de 2004 por el galardón europeo alcanzado en Atenas por el Marq). Cuenta con la certificación de calidad UNE-EN ISO 9001:2000, por los servicios de fomento, conservación, investigación, exhibición y difusión de los fondos en él depositados, siendo el primer museo de arqueología de España en obtener dicho reconocimiento desdediciembre de 2005, que mantiene en la actualidad. Desde junio de 2014 cuenta con la distinción SICTED (Sistema Integral de Calidad Turística en Destino), certificación de calidad otorgada a la Fundación CVMARQ por Turespaña, que reconoce el compromiso y mejora continua con la Calidad Turística. El premio ARCHIVAL – COMUNIDAD VALENCIANA le fue concedido por la magnífica rehabilitación y adaptación del antiguo hospital de San Juan de Dios. En enero de 2007, y tras la supervisión de los técnicos de seguridad británicos, el MARQ obtuvo la formal certificación emitida por el Gobierno del Reino Unido que le capacita para albergar cualquier colección de arte y arqueología procedente de éste país.

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La Illeta dels Banyets de El Campello, es un yacimiento arqueológico para disfrutar de la historia en un paisaje maravilloso propio de la costa alicantina. Situada a unos 14 km de la ciudad de Alicante en una antigua península, separada de la costa en torno al s. XI y vuelta a unir a tierra en 1943. En este sitio arqueológico musealizado se encuentran vestigios del Neolítico, de la Edad del Bronce, un poblado de época Ibérica, con sus calles, templos e instalaciones manufactureras, y las termas de una villa romana, De esta etapa, en la zona litoral, hay unos viveros de pescado tallados en la roca, conocidos como los Baños de la Reina. En la zona no excavada hay plantadas especies vegetales propias del litoral mediterráneo. El recorrido cuenta con elementos de información, texto (también en Braille) e ilustraciones, tanto sobre las etapasculturales como acerca de los edificios singulares.

El Tossal de Manises, es una colina junto al mar situada en la partida de La Albufereta, solar de la ciudad romana de Lucentum, antecesora de la actual Alicante. En una etapa anterior fue una fundación cartaginesa destruida durante la Segunda Guerra Púnica a finales del s. III a.C. Hoy este yacimiento está totalmente musealizado y es uno de los más importantes de la Comunidad Valenciana. Tiene una extensión cercana a las 5 ha. conservando íntegra la superficie urbana. Podemos contemplar sus murallas, termas, casas, tiendas y el foro a través de un paseo que discurre por sus calles. El itinerario es accesible para el público con discapacidades físicas. Numerosos puntos de información con abundantes ilustraciones y textos (también como en el anterior yacimiento, en Braille) jalonan el recorrido y ayudan a comprender la historia y elementos urbanos de Lucentum.

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El Santuario del Pla de Petracos, situado en término municipal de Castell de Castells en la comarca de interior de la Marina Alta de la provincia de Alicante, es uno de los ejemplos de Arte Macroesquemático más destacados en Europa. Integrado en el conjunto de arte rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica, declarado como Bien de Interés Cultural y Patrimonio Mundial (1998). Compuesto por ocho abrigos –de los que cinco presentan motivos pintados en un rojo intenso perfectamente visibles- la representación de la figura humana constituye su tema central. Completa la visita, en la localidad de Castells, el Centro de Interpretación de Arte Rupestre.

La Torre Almohade de Almudaina se encuentra en el interior de la provincia de Alicante, en la montañosa comarca del Comtat, a 587 metros sobre el nivel del mar. El visitante que se acerque a esta tranquila y amable localidad podrá descubrir su singular torre, seña de identidad de la población, cuadrada y ruda, como la describe Gabriel Miró en su novela Las cerezas del cementerio (1910). Construida en época islámica medieval, la torre formaba parte del recinto fortificado de la pequeña alquería existente. La población era entonces conocida como ‘al-Mudayyina’: la ciudadela, nombre del que procede la actual Almudaina.

La Cava Gran de Agres, enclavada en pleno Parque Natural de Mariola, fue construida en la segunda mitad del siglo XVIII por la familia Puig, uno de los linajes de la nobleza valenciana establecida en Ontinyent, dedicada a la industria del hielo y propietaria de la mayoría de depósitos de nieve de la Sierra de Mariola. Durante el primer tercio del siglo XX, con la revolución que en la industria del hielo estaba suponiendo la producción artificial de frío, los depósitos de nieve cayeron en desuso y se fueron abandonando.Tras su compra por la Diputación de Alicante, su rehabilitación y puesta en valor permite al visitante realizar un recorrido libre y sin restricciones horarias, en plena naturaleza.

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Museo Arqueológico de Alicante MARQ

EL SEÑOR DE SIPAN

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LA BELLEZA DEL CUERPO

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EL ENIGMA DE LA MOMIA

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ERMITAGE

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EL REINO DE LA SAL

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VIKINGOS

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VIKINGOS

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MAYAS

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RUPESTRE

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