ruta el pinar

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2010 María José Morales Abad Francisco Navarro Pilar Hernández Gómez Ruta G 11 El Pinar

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Itinerario natural propuesto para la observación y disfrute de la flora y fauna de Navas del Rey.

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Page 1: Ruta el pinar

2010 

María José Morales Abad 

Francisco Navarro 

Pilar Hernández Gómez 

Ruta G 1­1 El Pinar

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Mª José Morales, Francisco Navarro y Pilar Hernández | Ruta G1-1: El Pinar  Página 2 

NOTA: Se observa una variación respecto a la ruta publicada en Agosto-2003, señalada en el mapa en rojo. El regreso por la vereda se corta frente a una valla que se sigue hacia abajo hasta encontrar un camino que comunica con la carretera M-501 hacia el Norte. La Jimena es ahora una finca completamente vallada.

Ruta G 1­1 El Pinar Distancia aproximada: 4 km Tipo de ruta: Circular Dificultad: Baja (sólo hay un tramo un poco complicado al haberse cerrado la Jimena) Tiempo aproximado a pie: 1 hora. 

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Mª José Morales, Francisco Navarro y Pilar Hernández | Ruta G1-1: El Pinar  Página 3 

Descripción de la ruta Esta es una de las rutas cortas alrededor del pueblo muy agradable para hacerla a pie, ya que el último tramo se endurece si se elige la bici de montaña, al convertirse el camino en rodadas y después en una simple vereda que a veces se pierde.

Se puede iniciar en la Placituela del Cuartel, subiendo por la carretera de Robledo hasta que se acaban las edificaciones. Son unos 700 metros antes de cruzar una barrera de color verde que nos indica el comienzo de la Pinarilla. Al este podremos ver la torre que, construida por la Escuela Taller Dehesa Real, entre 1998 y 1999, constituye el núcleo fundamental de lo que será el Centro de Información de la Comarca del Río Alberche, que tendrá la infraestructura y el personal necesario para desarrollar una labor informativa, interpretativa y formativa que impulse el desarrollo local y de la zona Oeste de Madrid.

La Pinarilla es una masa forestal repoblada por Icona hace décadas con múltiples especies de coníferas como pinos (resinero y piñonero), cipreses, cedros, arizónicas, salpicada de autóctonas como la encina, que aquí presenta escasa altura, rosa silvestre, retama y juncos allí donde descienden las aguas de arroyada procedentes de las lluvias y de la fuente de la Salud. El sotobosque de esta pinada está formado fundamentalmente por cantueso y siempreviva amarilla, acompañados de tomillo y algunas jaras pringosas. Esta gran diversidad vegetal hace de este enclave un punto extraordinario para que los alumnos/as y los aficionados a la naturaleza desarrollen actividades de identificación de especies vegetales, ayudándose de guías de campo y claves.

El 6 de mayo de 2008, la entonces consejera de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, Dª Beatriz Elorriaga, inauguró un monumento roqueño que representa el esfuerzo de todos por conservar esta pinada, al tiempo que presentaba el Primillar en la Dehesa Boyal. La pista que atraviesa la Pinarilla tiene casi un kilómetro y resulta espe-

cialmente agradable en los atardeceres estivales cuando la sombra de los árboles nos protege de los últimos rayos del sol, y las aromáticas llenan con sus fragancias el atardecer. No es raro encontrar colgadas en los pinos casas para pájaros, ya muy deterioradas, que fueron colocadas hace años por el Ayuntamiento y la Casa de Oficios. Picapinos, carboneros, urracas, petirrojos, y con suerte oropéndolas, son visibles en esta zona. En el suelo encontraremos numerosas piñas raídas hasta su eje central por traviesas y huidizas ardillas.

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La Pinarilla: Un Bosque de Bosques

Cipreses en la zona baja de la Pinarilla, en la pista que conduce a Pozo Nuevo.

Cedros en el comienzo de la pista. Están presentes las dos especies, el cedro del Himalaya, el cedro del Atlas, Cedrus atlántica, y el cedro del Líbano, Cedrus libani, este último con acículas de color verde más brillante

Arizónicas, próximas a la pista en bosquetes y también combinadas con otros árboles

La mayor parte de los pinos presentes en la Pinarilla en su tramo inicial son resineros y no hace mucho podíamos encontrar en el suelo tiestos de los utilizados para recoger la resina.

Sin duda los mejor adaptados a nuestro territorio, con su color verde brillante, copa en forma de sombrilla y grandes piñas que ardillas, ratones y algunos pájaros aprovechan como alimento.

Por la vereda que rodea Cerro Monje nos encontramos con un bosque mediterráneo, mixto, de encinas y pino piñonero acompañado de enebros, retamas, romero, cantueso, torvisco, etc.

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A 1,6 km aproximadamente de iniciar el recorrido tomaremos un camino que asciende a la izquierda rodeando la parte más alta del cerro del Monje. A nuestra izquierda dejaremos la Pinarilla en la zona donde se concentra un mayor número de ejemplares de pino piñonero, y a nuestra derecha, hacia el norte, podremos disfrutar con las vistas del valle del arroyo de Valdezate, cerrado por las Machotas, la cuerda Verduguera y la Almenara, de oeste a norte. Aquí la vegetación es abierta y está formada por retama, cantueso y tomillo, fundamentalmente. Desde este punto alto también podremos observar las antenas de la Estación de Seguimiento Espacial de la NASA-INTA, en tierras de Robledo de Chavela.

Tras un breve alto comenzaremos a descender por el mismo camino, que poco a poco se va viendo invadido por el matorral, convirtiéndose primero en unas rodadas, y más tarde en una vereda. Así, dirigiéndonos hacia el oeste, frente a Gredos, cruzaremos un reguero enseguida, y encontraremos chaparras en rodales, con algunos pies de romero, y allí donde la humedad se mantiene mejor por estar en umbría, veremos el suelo tapizado de musgos y líquenes. Es frecuente encontrar en este tramo, a partir del kilómetro 2 del recorrido aproximadamente, pinos de escasa altura (entre 1 y 2 metros) algo descuidados en su forma, pues las ramas más bajas no han sido podadas, apareciendo como arbustos si se observan desde lejos. Es zona donde anida el rabilargo, de bonitos colores

azules y escandaloso canto, que veremos volar en bandadas, de un árbol a otro, a nuestro paso.

El picapinos Antes de empezar la primavera, los picapinos escogen una rama con un sonido adecuado para realizar su típico tamborileo, que les sirve para marcar el territorio y para atraer a la hembra. Si escuchamos atentos oremos 12-18 golpes que se repiten a intervalos de 2 a 3 minutos. Estos pájaros construyen sus nidos en un tronco a alturas variables entre 2 y 5 metros sobre el suelo, haciendo un agujero de entrada redondo de unos 5 cm de diámetro. No es difícil encontrar alguno en nuestro recorrido.

El rabilargo Es el más pequeño de los córvidos europeos. Presenta tonos grisáceos en el dorso, alas azuladas como su larguísima cola y vientre blancuzco. Capirote negro muy visible que le hace parecer enmascarado. Vive en los bosques mediterráneos y de coníferas en latitudes medias en la Península. Suelen usar el sistema defensivo flock, que consiste en la agrupación de un número elevado de individuos con intención de oponer la masa del bando a la acción de los predadores. Sus nidos son de menos sofisticación que los del resto de los córvidos debido a que confían en la defensa comunal para la seguridad de sus colonias.

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Pronto la vereda se hace difícil de seguir, por lo que habremos de procurar no abandonar la curva de nivel, es decir, mantenernos si es posible a la misma altura, mientras vamos rodeando la vertiente norte del cerro del Monje. El romero, los enebros, las chaparras, y los pinos son los dueños del lugar, junto con algunas retamas, torviscos y cantuesos. A veces encontramos rocas que nos invitan a sentarnos y dejarnos invadir por los aromas y las preciosas vistas sobre el valle y las cumbres del alto de la Parada y cuerda Verduguera. Con suerte podremos observar y escuchar a las aves que pueblan este encinar-pinar, aunque, por desgracia, los fines de semana suele oírse también el tráfico de la carretera C-501. Cuando llevemos recorridos cerca de 3 km veremos hacia el oeste un camino que conduce a la finca que se conoce como La Jimena, hoy día abandonada, pero que tuvo su importancia durante la guerra civil como hospital. A partir de aquí desaparece poco a poco la anterior densidad de vegetación arbustiva, transformándose el paisaje en un pinar casi puro, con pinos piñoneros de bastante edad, en cuyo sotobosque crecen en los otoños lluviosos gran cantidad de setas como lepiotas, níscalos, rúsulas o boletos. Las setas Los hongos no sólo tienen valor gastronómico, como es el caso del níscalo el boleto, sino también un gran valor ecológico, pues contribuyen a reciclar la materia orgánica manteniendo la vida del bosque. Son cada vez más numerosas las personas que se adentran en los pinares durante el otoño en busca de setas. Para todos ellos unas recomendaciones:

- Aunque son muchas las especies comestibles, recolecta sólo aquellas que conozcas bien para evitar intoxicaciones.

- Corta con navaja el pie de la seta de modo que no dañes la parte subterránea. - Lleva las setas en cesta de mimbre con las láminas hacia abajo, así dejarás esporas que aseguren la

supervivencia de la especie. - No arranques ni destruyas las setas por capricho, recuerda que están cumpliendo un papel

importante en el ecosistema.

Níscalos Lepiotas Rúsulas

Es aquí donde nos topamos con la valla que bordea todo el terreno de la Jimena, dividida en dos partes por el camino que baja a la carretera. Habremos de seguir la valla hacia nuestra derecha hasta el camino y después dirigirnos al sur para llegar a la entrada principal. En unos 100 m alcanzaremos el camino que nos llevará al punto de partida en 1 km aproximadamente. Pasaremos en este último tramo por varias tenadas de ganado ovino y caprino, por lo que no es extraño que encontremos mastines en la zona. Son pacíficos mientras no nos acerquemos demasiado a los rebaños.

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Algo más adelante, dejaremos a nuestra derecha el depósito de agua y siempre descendiendo llegaremos a la Placituela.

Mª José Morales Francisco Navarro Pilar Hernández

Bibliografía.

• GALÁN CELA, P., R. GAMARRA & J. I. GARCÍA (1998) Árboles y arbustos de la Península Ibérica e Islas Baleares. Ed. Jaguar. Madrid.

• MORALES, M. J. & F. NAVARRO. (2003) En Ruta: G1-1: El Pinar. Caser@s nº 1. Agosto-2003. Excmo. Ayto. Navas del Rey.

• SAUER, F. (1982) Aves terrestres. Ed. Blume. Barcelona.