sábado 15 de diciembre de 2012

8
Areíto Zona de la Cultura y de las ideas www.hoy.com.do Editor: Bavegado Diseño: Carla González SÁBADO 15.12.2012 OSCAR CARBALLO ¡Entre la luz y el tiempo! Página 8 El camino como arquetipo Página 2 Horacio Vásquez y la Misión Dawes La presencia de los miembros de la Misión Dawes provocó recelo en la opinión pública y hasta sorpresa entre altos funcionarios del gobierno, incluyendo miembros del gabinete presidencial de Horacio Vásquez. Pá g i n a 7 Vivir en la ficción Mario Vargas Llosa afirma que los escritores inventan nuevos mundos porque no se sienten cómodos, confortables, en el que les ha tocado vivir. Y esto, por supuesto, tiene mucho que ver con la realidad. Pá g i n a 6 Salvador Dalí en el Museo Pompidou de París El Centro Pompidou de París abrió el 21 de noviembre del año en curso la segunda retrospectiva internacional más importante del maestro del surrealismo, Salvador Dalí. Indiscutible genio de la metáfora visua l...Pá g i n a 3

Upload: editora-hoy

Post on 26-Mar-2016

218 views

Category:

Documents


3 download

DESCRIPTION

Como referencia nacional en el área, Areíto es el suplemento cultural por excelencia. Cada sábado, Areíto circula como un regalo del periódico HOY.

TRANSCRIPT

A re í t o Zona de laCultura y de

las ideas

w w w. h oy.co m .d oEditor: BavegadoDiseño: Carla GonzálezS Á BA D O 1 5.12 .2 012

OSCAR CARBALLO¡Entre la luz y el tiempo! Página 8

El camino comoa rq uet ip o Página 2

Horacio Vásquezy la MisiónDawe s

La presencia de los miembros de laMisión Dawes provocó recelo en laopinión pública y hasta sorpresaentre altos funcionarios delgobierno, incluyendo miembros delgabinete presidencial de HoracioVásquez. Pá g i n a 7

Vivir en laficc i ó nMario Vargas Llosa afirmaque los escritores inventannuevos mundos porque no sesienten cómodos,confortables, en el que les hatocado vivir. Y esto, porsupuesto, tiene mucho quever con la realidad. Pá g i n a 6

Salvador Dalíen el MuseoPompidou de ParísEl Centro Pompidou de Parísabrió el 21 de noviembre del añoen curso la segundaretrospectiva internacional másimportante del maestro delsurrealismo, Salvador Dalí.Indiscutible genio de la metáforavi s u a l...Pá g i n a 3

2 Sábado 15 de d i ci e m b rede 2 012H OY A RE Í TO

Zona

Are

itoZo

na A

reíto

Eduardo Punset (Comunicador científico español)Desaprender la mayor parte de las cosas que nos hanenseñado es más importante que aprender

LI B RO S

LA GUÍA

UNA MIRADA GENERACIONAL

En los últimos años losdominicanos han estadopreocupados por el tema dela transparencia o, lo que eslo mismo, de la claridad enlos pasos y transacciones dela administración pública. Escierto que se trata de un temaimpuesto por los organismosinternacionales, pero es unarespuesta a la corrupciónrampante en los gobiernos dela región. Este libro,“Nociones Generales deTransparencia en laAdministración Pública”,sintoniza con estapreocupación. Pero lo másimportante del texto es querepresenta una mirada desdela juventud. Su autor, FabricioCollado, apenas tiene 32 años.La obra tiene 112 páginas.

MEMORIAS DE UN CONCURSO

Este libro, “Colección EduardoJimenes de Artes Visuales”, esuna obra valiosa para la historiade la plástica dominicana. Laobra recoge de maneraminuciosa la historia de los 48años del Concurso de ArteEduardo León Jimenes. Es uncatálogo elaborado y explicadocon inteligencia por la conocidaeducadora y crítica de artesMarianne de Tolentino. El librotambién expone las bondadesdel Centro León como punto deencuentro entre la comunidad yesta colección artística. El textoincluye también ensayos deotros especialistas. El libro,bilingüe, consta de 280 páginas._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

LA INTELIGENCIA COMO UNAM E D I CI N A

Hace varios años que el doctorJosé Miguel Gómez, un conocidoy destacado siquiatradominicano, escribió y publicó ellibro “Parejas inteligentes”.Ahora, ubicándose en el otroextremo, escribe y acaba depublicar “El Divorcio Inteligente”.Esta es su obra número 12. Casitodos tratan temascontemporáneos, en un estiloameno y en un lenguajesusceptible de ser entendido porlos no iniciados en las cienciasdel comportamiento humano. Eldoctor Gómez expresa que estelibro es “una propuesta desde lasalud mental para hacer posiblela conquista de la libertad, elbienestar y la felicidad de laspersonas divorciadas”. “ElDivorcio Inteligente consta de200 páginas. Fue impreso enEditora Búho.

_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

EL TEATRO EN OCCIDENTE

El profesor Esteban Torres Martees un dominicano que se formóintelectualmente en EstadosUnidos, donde enseña Teoría dela Linguística y Fundamentos dela Linguística Aplicada a laLengua Española. Torres Marte esun académico, escritor veterano,y un pionero en la difusión delas actividades artísticas de losdominicanos en la diáspora. Esteensayo, “Antrop olo gíad ra m á t i ca”, recoge “una síntesisdel teatro moderno occidental ysu evolución a través del tiempoy, a la par que la historia culturalde la Representación...” Re s alta,además, los aportes del teatrohispano en Nueva York,principalmente a través de lospuertorriqueños. “Antrop olo gíad ra m á t i ca” fue publicada por laEditora Nacional. Tiene 137p ági n a s .

El camino como arquetipo

T engo especial fascinaciónpor los caminos, especial-mente por los caminos delcampo que suben penosa-

mente la montaña y desaparecenen la curva del bosque. O los ca-minos cubiertos de hojas multico-lores en las tardes grises de otoño,por los cuales andaba en mis tiem-pos de estudiante en los Alpes delsur de Alemania. Y es que los ca-minos están dentro de nosotros.Hay que preguntar a los caminos elporqué de las distancias, por qué aveces son tortuosos, y cansan o sondifíciles de recorrer. Ellos guardanlos secretos de los pies de los ca-minantes, el peso de su tristeza, laligereza de su alegría al encontrar ala persona amada.

El camino constituye uno de losarquetipos más ancestrales de lapsique humana. El ser humanoguarda la memoria de todo el ca-mino seguido a lo largo de los 13,7miles de millones de años del pro-ceso de la evolución. Guarda espe-cialmente la memoria de cuandosurgieron nuestros antepasados: larama de los vertebrados, la clase delos mamíferos, el orden de los pri-mates, la familia de los homínidos,el género homo, la especie sa-piens/demens actual.

Debido a esta inconmensura-ble memoria, el camino humanose presenta tan complejo y a ve-ces indescifrable. En el camino decada persona trabajan siempremillones y millones de experien-cias de caminos pasados y reco-rridos por incontables generacio-nes. La tarea de cada uno es pro-longar este camino y hacer su ca-mino de tal forma que mejore yprofundice el camino recibido,enderece lo torcido y legue a losfuturos caminantes un caminoenriquecido con su pisada.

El camino ha sido y sigue siendouna experiencia de rumbo que in-dica la meta y simultáneamente esel medio por el cual se alcanza lameta. Sin camino nos sentimosperdidos, interior y exteriormente.Nos llenamos de oscuridad y deconfusión. Como hoy la humani-dad, sin rumbo y en un vuelo ciego,sin brújula y sin estrellas paraorientar las noches tenebrosas.

Cada ser humano es homo via-tor, un caminante por los caminosde la vida. Como dice el poeta can-tante indígena argentino Atahual-pa Yupanqui «el ser humano es laTierra que camina». No recibimosla existencia acabada. Debemosconstruirla. Y para eso hay queabrir camino, a partir y más allá delos caminos andados que nos pre-cedieron. Incluso así, nuestro ca-mino personal nunca está dado

completamente. Tiene que serconstruido con creatividad y sinmiedo. Como dice el poeta españolAntonio Machado: «caminante, nohay camino, se hace camino al an-dar».

Efectivamente, estamos siempreen camino a nosotros mismos.Fundamentalmente o nos realiza-mos o nos perdemos. Por eso haybásicamente dos caminos comodice el primer salmo de la Biblia: elcamino del justo y el camino delimpío, el camino de la luz o el ca-mino de las tinieblas, el camino delegoísmo o el camino de la solida-ridad, el camino del amor o el ca-mino de la indiferencia, el caminode la paz o el camino del conflicto.En una palabra: el camino que llevaa un fin bueno o el camino que lle-va a un abismo.

Pero prestemos atención: lacondición humana concreta essiempre coexistencia de los dos ca-minos, que suelen entrecruzarse.En el buen camino se esconde tam-bién el malo, y en el malo, el bueno.Ambos atraviesan nuestro cora-zón. Este es nuestro drama quepuede transformarse en crisis e in-cluso en tragedia.

Como es difícil separar total-mente la cizaña del trigo, el ca-mino bueno del camino malo, es-tamos obligados a hacer una op-ción fundamental por uno deellos: por el bueno, aunque noscueste renuncias o incluso puedatraernos desventajas, pero por lomenos nos da paz de conciencia yla percepción de que estamos enlo correcto. Y están los que optanpor el camino del mal: éste es másfácil, no impone ninguna limita-ción, pues todo vale con tal de quenos beneficie. Pero cobra un pre-cio: la acusación de la conciencia,riesgos de castigos y hasta de sere l i m i n a d o.

La opción fundamental confierecualidad ética al camino humano.Si optamos por el buen camino, lospequeños pasos equivocados o lostropiezos no destruirán el camino ysu rumbo. Lo que cuenta realmen-te frente a la conciencia y anteAquel que a todos juzga con justiciaes esta opción fundamental.

Por esta razón, la tendencia do-minante en la teología moral cris-tiana es sustituir el lenguaje de pe-cado venial o mortal por otro másadecuado a esta unidad del caminohumano: fidelidad o infidelidad a laopción fundamental. No hay queaislar los actos y juzgarlos desco-nectados de la opción fundamen-tal. Se trata de captar la actitud bá-sica y el proyecto de fondo que setraduce en actos y que unifica la di-rección de la vida.

LA HISTORIA

1902 NACIÓ EL 16 DE DICIEMBRE.Rafael Alberti, poeta y

dramaturgo español miembro de laGeneración del 27, considerado uno de losmayores literatos españoles de la llamadaEdad de Plata de la literatura española(primer tercio del siglo XX), premiado yreconocido por su trabajo en numerosaso casiones._

1873 NACIÓ EL 17 DE DICIEMBRE.Ford Madox Ford, novelista

británico cuyo verdadero nombre era FordHermann Hueffer. Su obra más conocida es“El buen soldado”.

1910 NACIÓ EL 19 DE DICIEMBRE. JoséMaría Andrés Fernando Lezama Lima,

escritor cubano. Su principal obra es la novela“Paradis o”._

1968 MURIÓ EL 20DE

D I CI E M B RE . John Steinbeck,escritor estadounidense,premio Nobel en 1962, autorde obras tan importantescomo “Las uvas de la ira”,“La perla”, “De ratones yhombre s” y “Al este delEd é n”.

Leonardo Boff

1926 NACIO EL 15 DE DICIEMBRE. Jos epMaria Castellet y Díaz de Cossío, escritor

catalán, Premio Nacional de las Letras Españolas 2010.Fue el principal teórico y defensor en Cataluña delllamado “realismo histórico”._

2005 FALLECIÓ EL 15 DE DICIEMBRE. JuliánMarías Aguilera, filósofo español,

miembro de la Real Academia Española de la Lengua,Premio Internacional Menéndez Pelayo, Premio Príncipede Asturias de Comunicación y Humanidades. Tras suprimer libro, “Historia de la Filosofía”, siguiócompletando su labor literaria hasta dejar unavastísima obra que ha sido muy leída.

A RE Í TO 3Sábado 15 de d i ci e m b rede 2 012 H OY

Salvador Dalíen el Museo Pompidou de París

El Centro Pompidou de Parísabrió el 21 de noviembre del añoen curso la segunda retrospec-tiva internacional más impor-tante del maestro del surrealis-mo, Salvador Dalí. Indiscutible

genio de la metáfora visual como propuestadel pensamiento filosófico y sicoanalítico dela segunda mitad del siglo XX.

Dicha convocatoria se está convirtiendoen una cita obligada con la capital de las lu-ces en la Navidad, pues desde 1979 no sehabía curado una exposición “d a l i a n a” detanta envergadura, y justamente hasta hoy,es la retrospectiva del Centro Pompidou queha contado con el mayor número de visi-tantes. Se exponen más de doscientas obrasdel genio catalán, pero los curadores orien-tan la muestra con un contenido visual en elque se pone en evidencia la personalidad delartista relacionada con el escenario de in-teracción, así como con la comunicación vi-sual, radial y televisiva, en una palabra me-diática y publicitaria.

Dalí ha sido el más consciente del alcancede su inteligencia visual en el sentido de laproyección y manipulación de su propiaimagen. Más que otros artistas de su gene-ración y de sus tiempos entendió que eraejecutor y maestro de la obra, pero a la vez,objeto de una atracción colectiva y mediá-tica que convierten al artista en protagonistay promotor de su éxito.

La genialidad de su locura intelectual ycreativa consistió en sacudir los esquemasburgueses que por años consideraron que lapersonalidad del artista debía mantenersedentro de los esquemas del taller y de sum a rc h a n d .

Dalí dramatizó en su persona toda la re-sonancia visual de sus obras, construyó unadramaturgia propia donde él era el director y elactor de actitudes sociales y públicas que seconvertían en auténticos “happenings y per-for mances”, evidenciadas en cada una de susapariciones públicas de la década del 70.

En las inauguraciones, llegaba mudo, al-zado, y daba la vuelta del público, subiendola mirada, y salía, con gesto soberbio rodea-do de un grupo de pajes, antes de subir a suautomóvil “Rolls Royce”, que le esperaba enfrente de la galería Maeght. Pueden habermuchas maneras de interpretar esta actitud,y podemos elucubrar horas sobre ella, sinembargo, partiendo de la idea confirmadapor todos sus especialistas de que su locurano era más que la expresión de su genia-lidad, es obvio, que a través de esta situaciónque presenciamos en el Boulevard SaintGermain de París, la entrada y salida delmaestro fue probablemente una táctica bienmanejada de observar la asistencia de suinauguración, constatar el mundillo parisi-no, y luego fugarse a sus noches locas y tó-rridas a Chez Castel, Chez Regine, y a las fies-tas pop de aquellos años en las casas pa-laciegas de los millonarios del momento y delos artistas del escándalo. Dalí impuso supersonalidad dentro y fuera de sus obras, lle-gando a crear un círculo intelectual y visualen el que él era el eje y el elemento central.

Desde sus inicios en el mundo del arte,originalmente por medio de la poética de laescritura, Dalí se impuso desde su juventudcon una extraordinaria precisión de su in-dividualidad y de su individualismo.

Más que ninguna otra obra del siglo XX,sus inquietudes estéticas giraron en unabúsqueda insaciable de la imagen del dibujoy de la pintura, con una pasión cada vez másconfirmada por el cine y el teatro. Sus re-laciones privilegiadas con Federico GarcíaLorca y Buñuel; su participación en el mo-vimiento dadaísta y surrealista forjaron en éllos referentes del pensamiento y de las pa-ranoias de cada etapa, pero, con la deter-minación obsesiva de crearse un personajeque le permitiera dominar, y a la vez escapardel medio artístico en sus aspectos más ate-rrizados a la realidad como lo son el mercadoy la promoción. La muestra del Centro Pom-pidou pone en evidencia tanto el dibujo co-mo la pintura, pero además, toda su crea-ción fotográfica y cinematográfica, con unaexcelente selección de cortos y experimen-

tos que resaltan una investigación apasio-nada por el mensaje de la imagen en mo-vimiento que compartió con Buñuel.

Si observamos el transcurso de cada dos dé-cadas desde sus inicios en el arte, confirma-mos que Dalí fue un motor central, único yexclusivo de cada momento, contribuyendoen todos los espacios del pensamiento con-temporáneo, viajó a Estados Unidos de Nor-teamérica en diferentes momentos y aportó supresencia contribuyendo en Hollywood, conlos hermanos Marx y con Alfred Hitchcok, a lavez que abría el viaje transatlántico del surrea-lismo a Estados Unidos, tanto en la costa estecomo oeste.

Vale recordar que fue un profundo inte-lectual con un conocimiento minucioso dela civilización judeo-cristiana, un pensadorque profundizó su pensamiento con Dantesy los místicos españoles como San Juan de laCruz, por quien manifestaba una auténticadevoción. Erudito y poeta, conocía a pro-fundidad el alcance de las palabras y en losaños sesenta con el gran “b o o m” del con-sumo y del sicoanálisis se adelantó y se ins-taló en el sofá de su propio autosicoanálisis através de los medios de comunicación, sa-biendo antes que nadie todas las manipu-laciones que la imagen podía manejar den-tro de la sociedad.

Si Dalí fue un gran divertimento mediá-tico adorado por los niños a través de la fa-mosa publicidad del chocolate Lanvin, po-demos decir, también, que logró divertir a lasmayorías que nunca visitaron ninguna desus exposiciones, pero que a través de la te-

levisión se hacían espectadores del “dalinis -m o” popular, que justamente existió graciasa la publicidad, y entre los años 60 y 80, todosen Francia conocían perfectamente las fan-tasías “d a l i a n a s”. Logró convertirse en un re-ferente popular a partir de su aristocraciavirtual quijotesca y divertir su entorno in-mediato. En Port Lligat, el aguacil anunciabacon un repique de tambores la hora cuandoel maestro se afeitaba en el balcón de su casay Gala, su esposa, le peinaba su melena.

En Francia, asombró a los televidentesabandonando el estudio de grabación y de-clarando que tenía que juntarse con Dantes…

La exposición del Centro Pompidou poneen evidencia toda la personalidad de Dalí,cuya inteligencia y habilidad le permitierontrabajar arduamente para dejarnos una obraque todavía hoy plantea las incógnitas de larazón y de la des-razón que producen ex-cepciones dentro de la genialidad humana.

La exposición, abierta el 21 de noviembre,se extenderá hasta el mes de marzo de 2013,y los Comisarios la llevarán al Museo ReinaSofía de Madrid, después de París, con laperspectiva de continuar una trayectoria iti-nerante en Estados Unidos y Japón, dondeprobablemente concluirá este espectaculare ve n t o.

DEL

IA B

LAN

COD

e Se

ñal a

Señ

al

PE RFI L 1 1

S a lva d o r- D a l i - Pe rs i s t a n c- d

4 Sábado 15 de d i ci e m b rede 2 012H OY A RE Í TO

¡POBRE PATRIAMIA! (2)

MU

-KIE

NAD

RIAN

ASA

NG

E n

cu e n

tro s

Hubo un tiempo en que todos creían en mi palabra.Buscaba mi palabra. Iban al Palacio Nacional oChapultepec y pedían mi palabra. Querían escucharmi voz, mi voz que era promesa. Era yo un ramilletede promesas. Era la promesa andante. Todos se ibancontentos, habían hablado con el Presidente. Élarreglaría las cosas.Hubo una vez que yo era Dios.Y decía “hágase la luz”, y la luz se hacía.Y decía “hágase el dolor” y el dolor se hacíaY decía, “hágase la muerte” y la muerte cubría todode rojo....Hubo una vez que yo fui Dios, hace ya muchotiemp o...Pedro Ángel Palou, Pobre Patria Mía. La novela dePorfirio Díaz . [i]

CÁPSUL ASG E N E A L Ó G I CAS

w w w. i d g.o rg.d o /Mario Jáquez y Blas Caba

Antiguas familiasde Moca

(6 de 7)MERCEDES: Andrés Merced, nacido

hacia 1765, casó con Luisa de León. Padrede Juan Merced, fallecido en 1822 en Mo-ca, y casado con Silveria Guzmán.

MOSCOSO: Antonio Moscoso, nacidohacia 1770 y casado con María del SocorroGenao. Padre, entre otros, de Juan Mos-coso, casado con Juana Compres Caba en1824, y de Manuel Moscoso, casado conMicaela Alfaro Manchego.

MUÑOZ: José Muñoz, nacido hacia1750, hijo legítimo de Antonia CoronadoDe Los Ángeles. Casado con Juana Pérez.

OLIVARES: El tronco más antiguo re-gistrado es Andrés Olivares, nacido hacia1720. Casó con María Caba, siendo padrede Eugenia Olivares Caba, casada con An-tonio Gómez y abuela materna de JoséGuzmán, oficial civil de Moca en 1824. Si-món Olivares, nacido en 1750, falleció en1834 a la edad de 80 años, siendo viudo deAntonia García. Juan Olivares, nacido ha-cia 1775, casó con Mónica Gil. Deben per-tenecer a un mismo linaje.

OVALLE: Isidro Ovalle, nacido hacia1760 y casado con Tomasina Medan [sic].También Juan Ovalle, nacido hacia 1770 ycasado con María Asención Marcelino.Entre sus hijos podemos citar a ManuelOvalle, casado con Ramona Sánchez Te-jada en 1827.

POLANCO: Francisco Polanco, nacidohacia 1775 y casado con Juana Martínez.Miguel Polanco, nacido hacia 1785 y casadocon Petronila Guzmán. Juan Polanco, na-cido hacia 1785 y casado con Manuela Al-monte, fue padre de Catalina Polanco, ca-sada en 1833 con Juan Núñez López.

REYES: Bernardino De Los Reyes, na-cido hacia 1745, casó con Mariana Sán-chez. Padre, entre otros, de Nicolás Reyes,casado con Petronila Almánzar.

REYNOSO: Juan Jacinto Reynoso, na-cido hacia 1735, casó con Francisca Ova-lle. Padre de Gregorio Reynoso, fallecidoen 1822 a la edad de 60 años.

ROJAS: La presencia de este apellido enMoca se debe a Carlos Borromeo de RojasRamos, nacido hacia 1796 en Santiago yquien casó en Moca el 28 de agosto de1824 con María Merced Guzmán Fernán-dez, hija de Ramón Guzmán y Rosa Fer-nández. Procrearon a María Francisca An-tonia, nacida hacia 1826 y fallecida en1906, esposa de José Ramón de Lara y lue-go de José Ramón Rodríguez; Silverio na-cido en 1827 y fallecido en 1886 y cónyugede Carmen Félix; Domingo Antonio, na-cido en 1829 y fallecido en 1887; Clotilde,nacida en 1830 y fallecida en 1878; Sin-forosa, nacida en 1833 y fallecida en 1894y esposa de Manuel Cabrera; Escolástica,fallecida en 1898 a la edad de 65 años, es-posa de Ramón Guzmán; Carlos Maríanacido en 1838, primer gobernador de laprovincia Espaillat en 1885, y esposo deMaría Antonia Guzmán; José Lino, nacidohacia 1848 y esposo desde 1869 de MaríaCleofé Morales, y Avelina, esposa de An-tonio Guzmán.

SALCEDO: El ancestro más antiguo deeste apellido es José Salcedo, médico enSantiago, natural de España, casado conJuana Valerio. Padre de Pedro Salcedo(también médico), nacido hacia 1750 ycasado con Juana Morell de Santa Cruz.Un hijo de este, Pedro, fue regidor en San-tiago en 1812. Tal vez es el mismo PedroSalcedo, casado con María López, quetambién dejó descendencia en Moca.

Mario Concepción, en “Geografía delapellido dominicano”, dice sobre repre-sentantes de este apellido: “Fernando Sal-cedo (1799-1881) fue representante porMoca a la cámara de Haití. De esta familiaes el prócer republicano Francisco Anto-nio Salcedo (Tito)”.

SÁNCHEZ: Este es otro de los apellidosmás antiguos y extensos en Moca. Anto-nio Sánchez, nacido hacia 1690 y casadocon María Moreno, fue padre de ManuelGregorio Sánchez, esposo de María Anadel Rosario Ruales, y de Ramón Sánchez,nacido hacia 1715 y casado con MicaelaAlmánzar. Este fue padre de Ana SánchezAlmánzar, casada con el alférez FranciscoBruno Valerio.

Instituto Dominicano de Genealogía

Así, solo y desterrado acabó lavida del hombre poderoso queinició su vida política luchan-do contra los conservadoresen 1858 en la Guerra de la Re-forma y tras ascender a general

en 1861, luchó contra la intervención fran-cesa. El hombre valiente que participó en elasalto de Puebla; el que ocupó la Plaza deMéxico el 21 de junio de 1867, y con su li-derazgo arrollador logró someter a sus ene-migos sin derramar una gota de sangre. Esemismo hombre que dirigió una tropa de másde 25 soldados para recibir con todos los ho-nores al presidente Juárez, habiéndole pre-parado el camino para su triunfal regreso. Elmismo Porfirio Díaz que luego lo combatiócon energía y el propio Juárez lo venció.

Mientras caminaba sin rumbo por París lellegaban noticias de México. Pero él sólo vi-vía de los recuerdos. Su desempeño militar allado de los liberales, le hicieron merecedorde la candidatura a la presidencia por el Par-tido Progresista. Fue derrotado por su an-tiguo líder, Benito Juárez. En 1876 consiguióexpulsar a Lerdo, el sucesor de Juárez, y pudoacceder a la Presidencia. Y ya para 1880 fuedeclarado por la Cámara como PresidenteConstitucional. A partir de entonces se hizodueño del poder, y se creyó el dueño del paísy de su gente. Y, siguiendo las normas de losdictadores del positivismo que enarbolabanel orden y el Progreso, la modernidad llegó aMéxico: 20,000 kilómetros de vías férreas; elcorreo y los telégrafos se extendieron porbuena parte del territorio; se fundaron ban-cos; y la agricultura progresó en Yucatán, enMorelos y en La Laguna, gracias a las grandesproducciones de caña de azúcar y algodón.México conoció bajo el porfiriato un creci-miento económico nunca visto. Pero la li-bertad había sido secuestrada, y el descon-tento creció. Francisco Madero aprovechóesa circunstancia y alentó al pueblo a levan-tarse. En mayo de 1911, Porfirio Díaz se vioobligado a renunciar a la presidencia y saliódel país rumbo a Francia, donde murió en1915.

Soy el perdedor y el triunfador, el enfermo y elpadre, el tirano y el jinete. Soy el que suspira.Soy una memoria adolorida que aúlla. Soy el

dolor que no cesa, la angustia que no termi-na...Estoy hecho de cientos de lágrimas de san-gre y piedra....

La lectura de esta magnífica novela, na-rrada en primera persona, sobre la vida en elexilio del hombre fuerte de México y que do-minó el escenario político por más de 40años, me hizo pensar sobre el tema del po-der, y muy especialmente del poder abso-l u t o.

La mayoría de los dictadores, por no decirtodos, finalizan sus días odiados, desterra-dos y olvidados. Mientras leía las reflexionesdel dictador cuando hablaba con tristeza deque las masas habían ido a destruir todoaquello que le pertenecía, recordé a la mu-chedumbre dominicana que en 1961 hizo lomismo cuando se produjo el tiranicidio conTrujillo. Hitler, la mente humana más per-versa que ha conocido la humanidad, tuvoque esconderse, como bestia salvaje, en elbunker rodeado sólo de sus más cercanoscolaboradores. Saddan Hussein, el hombrefuerte de Irak, fue encontrado en un peque-ño túnel en la tierra, sucio, hambriento, ha-raposo y temeroso. Augusto Pinochet, el lí-der de la milicia chilena que llevó a Chile porlos caminos del crecimiento económico, hasido objeto de juicios políticos en su país y elextranjero, acusado de crímenes de lesa hu-manidad, por sus asesinatos en masas.

¿Por qué estos hombres poderosos termi-nan así? Porque se sienten dioses, se sientendueños, y piensan que la realidad se reduceal iris de sus ojos. Porque olvidan que lasmasas son cambiantes. Porque olvidan queel poder envilece, y si es absoluto más to-davía. Porque se sienten dueños de las vidasde los otros y creen poder disponer de ellas asu antojo. Porque olvidan que la vida no esestática y que las circunstancias cambian.Porque mientras gozan del poder y la adu-lación de los servidores de la corte, olvidanlos años de destierros, dificultades y fraca-sos. Porque olvidan que los bufones, son soloeso, bufones y aduladores. Porque olvidanque muchos lo sostienen en el poder porquerepresenta sus intereses, y, en la medida enque alguno vislumbre un atentado a sus be-neficios, le retiran el apoyo sin un solo dejode sentimiento.

¡Ojalá que muchos de nuestros políticoshagan esta lectura para que les sirva de es-pejo!

¡Ojalá que muchos de nuestros políticoshagan un examen de conciencia para que nose sientan todopoderosos! ¿Saben por qué?porque el poder no es ETERNO, a Dios gra-c i a s,

Este es mi juicio. Yo soy mi propio juez. Yo soy,también, el testigo. Me examino despiadada-mente.... Estoy harto de las decisiones de losjueces, los advenedizos, incluida mi familia...estoy harto del chisme, la maledicencia... Sinembargo, aquí dentro de mí, en el maldito tri-bunal de mi cuerpo, he de aceptar el supremoveredicto: José de la Cruz Porfirio Díaz: ¡Cul-pable !

A RE Í TO 5Sábado 15 de d i ci e m b rede 2 012 H OY

Pintura aborígen W. Irving

¡¡La tamboraes aborigen…no africana!! (2)“… La corteza es tan dura como la de unato r t u ga”.

Las Casas, en su “Ap o l o g é t i c a” aligual que Martyr, hace referenciaa la notoria dureza de la calabaza.El detalle había sido asumido porFernández de Oviedo en su “His -toria General… ”, destacando grá-

ficamente el curioso “a t a m b o r” abor igen“Ma yo h u a c a n”, y descartando el uso de ins-trumentos “e n c o ra d o s” en las islas, particu-larizándolos solo en “Tierra Firme”, por ca-rencia, supuesta, de especies surtidoras depieles para encorar. Es válido aclarar que lajutía es endémica solo del ámbito insular ca-ribeño. La afirmación de Herrera corrige ellapsus de Fernández de Oviedo y establece,historiográficamente, el instrumento enco-rado “con dos pieles de jutía”, como ante-cedente primitivo de nuestra criolla tambo-ra, insertada en la elemental cultura instru-mental taína:

Oviedo yerra, cuando afirma: “… y tam-bién en algunas partes los usan encorados,con un cuero de ciervo o de otro animal (pe-ro los encorados se usan en la Tierra-Firme);y en estas é otras islas, como no avia ani-males para la encorar, tenían los atamborescomo esta dicho”.(p. 237)

Es obvio que el cronista no tuvo acceso ainformación suficiente sobre estos particu-lares aspectos del singular repertorio de ins-trumentos de nuestros aborígenes, sino a in-completas, festinadas o prejuiciadas refe-rencias de segunda mano, dado lo reciente yvirgen del intempestivo amanecer america-no. Sus enfoques, en algunos casos, lucenartesanales y lastimados de subjetiva intras-cendencia. La lamentable frase: “y en estas éotras islas, como no avia animales para lae n c o ra r”, evidencia su desinformación conrespecto a la existencia de nuestra jutía, so-breviviente aún, aunque casi en extinción.

Los enjundiosos (1601), elaborados pos-teriormente a los de Oviedo (1535), obliga aasumirlos históricamente verídicos, depura-dos y comprobadamente verificados, frentea los de este último. De hecho, Herrera“Cuando emprendió esta obra, se le abrierontodos los archivos públicos y tuvo acceso adocumentos de todas clases”. En otros casos,cronistas han descrito grupos en movimien-to o ritualistas, haciendo uso de un “t a m b o r”que, en razón de lo escrito por el propio Fer-nández de Oviedo (p. 237), o cuando des-cribe (Herrera, p.91): “y con una semicon-tradanza al son de sus maracas y tamboresfueron llegando de cinco en cinco”, están re-firiéndose al singular “tambor illo” portátil yno al postrado Mayohuacan: (“… y esteatambor ha de estar echado en el suelo, por-que teniéndole en el ayre no suena”). La re-ferencia de Herrera destaca habilidades en el“t a m b o re ro” aborigen, sincronizando susgraciosos repiques: “cuya desigualdad de so-nidos concertaban con algún jenero de Con-s o n a n c i a”. El párrafo confirma la existenciainequívoca de dos tipos de tambores de so-noridades diferentes. En el extenso glosariodel tomo denominado: “DESCRIPCIONDLAS INDIAS OCIDENTALES DE ANTONIODE HERRERA CORONISTA MAYOR DE SVMAGd. DE LAS INDIAS, Y SU CORONISTADE CASTILLA. AL REY Nro. SEÑOR”, deno-minado “Tabla General de las Cosas Nota-bles y Personas Contenidas en la Descrip-cion de las Indias Occidentales, i las ochoDecadas antecedentes”, aparece la determi-nante y específica referencia: “TA M B O R I L E SDE LOS INDIOS DE LA EFPAÑOLA, COMOERAN? I. 69. 1.”. El uso del plural en la palabra“tambor iles” y en la pregunta: ¿cómo eran?,confirma que existía más de un tamboril enla Española.

El pirata Francis Drake, insensible victi-mador de La Española, en una rara y con-tradictoria faceta de hacedor de arte dejó pa-ra la historia unos interesantes “Manuscri -t o s” titulados “Histoire Naturelle des Indes”.Expresivos dibujos donde el introductor de“The Drake Manuscript”, Verlyn Klinken-borg, relata que: “infortunadamente suspinturas han sido destruidas por las circuns-tancias que gobiernan el destino de los ar-tefactos históricos”, sin embargo, afirma aseguidas: “En algún momento probable-mente a inicios de 1590”, solo cuatro años

después del saqueo de Santo Domingo en1586, “alguien concienzudamente versado enlo Caribeño” concibió la notable recolecciónde imágenes y textos que ha llegado hasta no-sotros como los “Drake Manuscript”. Un di-bujo, particularmente interesante, en estos“Manuscr itos” aparece numerado “f. 107” y su

“Cuando las indias es-tán laborando, los indiosse reúnen con sus instru-mentos musicales y cami-nan alrededor de la casallamada “el bohío”, bailan-do, haciendo tanto ruidocomo sea posible y can-tando en voz fuerte, expre-sando que por estos me-dios los sufrimientos de lamujer desaparecerán”.

Tres indios desfilandocomponen el conjuntoejecutante: fotuto, maraca,pandero y gayumba. A laespalda del último, quiensopla el enorme fotuto, sepercibe parcialmente unacolgante tambora.

El tipo de tambora que observamos a laespalda del “f o t u t e ro” es ya instrumentoevolucionado, no un “calabazo largo entredos pieles de jutía”, sino, una formal tam-bora, hecha de tablillas alargadas, estrechasy ajustadas. Drake irrumpe en 1586, casi a unsiglo de contactos culturales. Es de presumir,a 94 años del injerto español, el aborigen ha-bría asumido, adaptado o adoptado cos-tumbres y expresiones instrumentales, quede algún modo contagiaron sus simpatías oles resultaron útiles o convenientes. Detallescomo el “m o n i t o” sobre el techo de canastienen respuesta en el acierto de Renato Ri-moli, en 1975, localizando en las cuevas deBerna restos de simios en La Española. Elbohío cónico es igualmente observable engráfica de Fernández de Oviedo (“Histor iaGeneral y Natural… ”,T. I, p. 73. Lámina I, No.9).

Pero lo que valida y da solidez documen-tal a esta pictografía es que el detalle des-criptivo de la tambora coincide con otra in-valuable y definitiva muestra publicada 238años después, confirmando su vigencia his-

tórica, específicamente, en La Española. Elelocuente dibujo aparece en la emblemáticaobra “Vida y Viajes de Cristóbal Colón”, edi-tada por el “famoso autor norteamericanoWashington Irving en 1829”. En el capítulo X,bajo el título de “Excursión de Juan de Lujanpor las Montañas. Costumbres y Caracteres

de los Naturales. Vuelve Colóna La Isabela”, fechando la ac-ción en 1494, Lujan premia surelación con esta importantefrase: “Había atravesado granparte de Cibao, país más capazde cultura que se creyó al prin-c i p i o” y más adelante, retra-tando un ignorado Edén para-disíaco silvestre: “Se veían tre-par grandes vides hasta las ci-mas de los árboles, cargadasde racimos ya maduros, llenosde jugo, y de agradable gusto”( p. 2 4 9 ) .

Esta heroica pictografía, ti-tulada: “Fiesta religiosa de ca-da cacique en honor de su ce-mí”, confirma no solo la pre-

sencia de la tambora en la cultura aborigen,sino reconfirma que desde remotos tiemposera ¡PERCUTIDA CON UN SOLO PALITO!,como destaca en 1829, espectacular y no-toriamente, la invaluable gráfica de Washin-gton Irving (p. 253). Su mano derecha en elaire, en proceso descendente de golpear elcuero con la palma de la mano desnuda y elmecanismo lógico de su accionar, retrata enla imagen el estilo de toque alternado con elnotorio “p a l i t o” que percute con su manoizquierda. Los rasgos de confección de latambora graficada coinciden con el tipo detambora a la espalda del “f o t u t e ro”, que apa-rece en la pintura que habíamos destacadoen los “Manuscr itos” de Drake. Obsérvese elcuerpo del instrumento, confeccionado demodo similar, con tablillas largas y estrechas,ajustadas en redondo, y el cuero fijado, ne-cesariamente, con un bejuco. La atestiguadapor Drake (1586) acentúa con el fechado laantigüedad del temprano proceso de sínte-sis con relación a las inevitables influencias yaportes de la cultura popular española, ma-terializadas en un imperdonablemente ig-norado “Tambor il”.

FERN

AND

O C

ASAD

OFo

l kl o

re

Drake aborigin

6 Sábado 15 de d i ci e m b rede 2 012H OY A RE Í TO

Vivir en la ficción

La peor palabra del idioma

En un programa de televisión, deciencias, me enteré de que esposible vivir en varias dimensio-nes. Este es un tema muy com-plejo y no tengo la formaciónpara entrar en detalles, hacer

alegatos y sacar conclusiones. Pero a partirde haber visto aquel programa me he puestoa meditar en torno a lo que acontece con-migo. Y lo que me ocurre, imagino, debe su-cederle a la mayoría de los escritores. Esto es,vivir en la ficción. La ficción tiene más fuerzaevasiva que la cocaína, la morfina, la ma-rihuana, el crack, el LSD o que cualquier tipode alucinógeno.

Mario Vargas Llosa afirma que los escri-tores inventan nuevos mundos porque no sesienten cómodos, confortables en el que lesha tocado vivir. Y esto, por supuesto, tienemucho que ver con la realidad.

En el idioma no hay palabra más hedionaque realidad, por dondequiera que se mire.Por suerte, existe otra que se le contrapone,que la aniquila: Ficción.

Estoy concentrado escribiendo. Suena micelular. Es mi mujer. Está en la calle y mepide que friegue los trastos sucios. Cierro elarchivo. Voy a la cocina. Empiezo a restregarlos platos. Enrique Vila-Matas dice que todoescritor termina siendo ama de casa. Sientoun olor terrible. A pescado podrido. Pero noes a pescado realmente a lo que huele. Huelea realidad. Sigo en la faena, y de pronto vienela ficción y me rescata. He descubierto quelas mejores ideas literarias me surgen mien-tras faeno en la cocina. El líquido quitagrasame sirve de medio de trasporte y resbalo ha-cia las páginas de un libro de relatos que es-cribo. Hay una historia que me llama a gritos.Vamos en un autobús lleno de haitianosrumbo a la frontera. Un haitiano va deses-perado. Migración acaba de apresarlo doshoras antes de que fuera a recoger a su mujery sus tres hijos a la parada de guagua delDoce de Haina, procedentes de Haití. La an-gustia lo vapulea, le erosiona el alma. El au-tobús avanza. No sé cómo terminar el relato.No quiero usar un lenguaje con exclamacio-nes y adjetivos. No quiero que las palabrasexpresen aquel agudo dolor que lo abate.Quiero que el relato sea frío, tan frío como esel grupo de soldados que escolta a los re-patriados. De repente creo que he encon-trado el final apropiado. Lo escribo una y

otra vez en mi memoria. Oigo la puerta deentrada que se abre, se cierra. Es mi mujer.Estoy de vuelta a la realidad. Ella examina milabor doméstica. Huele los platos, le pasa losdedos y estos no rechinan. Hay reclamos.Además de escribir bien, también tengo quefregar bien.

La calleHa llegado la hora, aciaga, de tomar la ca-

lle. Odio las calles. Son parte de la realidad. Ymás estas calles de Santo Domingo. Son uninfinito instrumento de tortura. Son las dosde la tarde. El sol lanza sus ardientes dia-tribas sobre el asfalto. He traído a Isabella deregreso a casa.

Hace un calor que derrite hasta las ideas.He retomado la escritura. Ahora avanzo enotro relato. Me adentro en los territorios quedomino a mi antojo. En ellos prevalece elclima que se me antoja. Usualmente hacecalor. Llevo el calor a flor de dedos. Estamosen un bar de la Lincoln. Una mulata sueñaque ese holandés que le frota las nalgas enmedio de la pista se la llevará a Europa. Se haido la luz. El UPS empieza a pitar. Tengo dosminutos para apagar el computador. Lo apa-go. Otra vez de vuelta a la realidad. Pero deinmediato la esquivo. Tomo una novela quetengo a mitad de trama. Es La Partera, deChris Bohjalian. Un autor poco conocido eneste medio. De niña yo usaba la palabra vul-va de la misma manera que algunos chicosdicen cola o pene, dice la narradora. Me gus-tan los escritores estadounidenses. Songrandes maestros de la novela. Para susten-tar mi afirmación cito a Jonathan Franzen ysu novela Libertad. O Tom Wolfe y su Ho-gueras de Vanidades o a Philip Roth y su Pas-toral Americana. Avanzo en la lectura. Mellama mi mujer. Es hora de llevar a Isabella alDomínico. Tiene que aprender inglés. Si no,será una profesional con pocas oportunida-dades. Suelto La Partera. Estoy de vuelta a lare a l i d a d .

Llueve. He tomado de nuevo la calle yllueve. Me gusta la lluvia en cualquier cir-cunstancia. Pero la prefiero en casa, mirán-dola caer desde mi balcón, con una novelaentre mis manos y una cama que me esperacomo si fuera una amante ansiosa. Llego almalecón. Voy rumbo al Domínico. A pesarde la lluvia, que convierte a Santo Domingoen una Venecia sucia, sin góndolas ni ena-morados, llego en poco tiempo. Tomo el pa-raguas. Dejo a Isabella. Entro en la biblio-

teca. Llevo un folder con una novela que co-rrijo por sexta vez. Qué duro es leer diez yhasta más veces lo que uno ha escrito. Cuán-tas dudas, cuántas cosas que uno quierecambiar y no se atreve. Se cambian y luego setiene la certeza de que como estaban antesera mejor.

Me siento en una mesa desierta. Alguienha dejado un libro tirado. Es Benito Cereno;Billy Budd, marinero, de Herman Melville.Recuerdo que en casa tengo ese libro y nun-ca le he prestado atención. A pesar de queme he propuesto leer todo lo que escribióMelville. Esto a raíz de haber leído Bartleby,el copista. Eso tienen algunos textos: quearrastran al lector hacia toda la obra de unautor. La mañana era propia del litoral aquel.Todo estaba mudo y en calma; todo era gris.El mar, aunque lo ondulaban dilatados plie-gues de olas, producía la impresión de fijeza,y su alisada superficie parecía como plomoenfriado y sedimentado en el molde del fun-didor. Leo un rato y luego suelto a Melville.Me espera la tarea más dolorosa en este ofi-cio de la ficción: la de ejercer de cirujano,despiadado cirujano de uno mismo: debocortar las masas colgantes, ripios, estupide-ces, incongruencias y demás tumores de queadolece todo texto, no importa que lo hayaescrito un genio. Entro al quirófano. Tomo elbisturí, y tengo la impresión de que el pa-ciente va a morir desangrado.

Son las seis. Isabella ha terminado su cla-se. De regreso a casa, Isabella me preguntapor qué casi no hablo con ella. Siempre andoperdido en mi mundo. No es nada que tengaque ver contigo: tengo una enfermedad in-curable, que se llama ficción, le digo. Ella nome entiende. No sé si les ocurre a otros es-critores, pero siempre he tenido la impresiónde que la ficción me ha salvado de unamuerte prematura.

LUIS

R. S

ANTO

SL i

t e ra

t u ra

A RE Í TO 7Sábado 15 de d i ci e m b rede 2 012 H OY

Horacio y laMisión DawesS

iempre que enfrentaba dificul-tades por falta de fondos el pre-sidente Horacio Vásquez acudíaen busca de asesores económi-cos y financieros del gobiernode Estados Unidos, bajo cuyo

control estaban las recaudaciones aduane-ras. A finales de la década del ‘20 se registró lagran depresión mundial que afectó sensible-mente la economía nacional debido a la caí-da de los precios de los principales produc-tos de exportación: café, cacao, tabaco, etc.La depresión contrastaba con la supuestaestabilidad y prosperidad económica y fi-nanciera que propagaban los beneficiariosdel régimen de Vásquez, que bajo ningunacircunstancia pretendían alejarse del poder.

Frente a esa situación el antiguo funcio-nario norteamericano Mr. Summer Wellesrecomendó a Horacio que invitara a una co-misión técnica de Estados Unidos “para exa-minar la situación interna y trazar un plan dereformas, que condujera a la reorganizaciónde las finanzas y a la implantación de un máseficiente programa de administración”.

El gobernante aceptó la sugerencia deWelles y como resultado llegó al país el fi-nancista Charles Dawes encabezando ungrupo de economistas y banqueros de pres-tigio internacional. La presencia de la misiónprovocó recelo en la opinión pública y hastasorpresa entre altos funcionarios del gobier-no, incluyendo miembros del gabinete pre-sidencial, como los ministros Martín de Mo-ya, de Hacienda, y Rafael Augusto Sánchez,de Relaciones Exteriores.

El enviado extraordinario y ministro ple-nipotenciario de Estados Unidos, Mr. EvanE. Young, no ocultó su ofensa con Horaciopor la decisión inconsulta del gobernante deprocurar a los especialistas para diagnosti-car la difícil situación del país, que todos sa-bían que se derivaba del despilfarro guber-namental, la corrupción administrativa, lafalta de control financiero y la impertinenteactitud del presidente de mantenerse en elcargo más allá del 1930.

La participación de Welles en el recluta-miento de la misión indignó y molestó aúnmás a Mr. Young, quien con anterioridad sehabía quejado de las orientaciones que re-cibía Horacio del antiguo funcionario nor-teamericano, que en la mayoría de los casosestaban en contradicción con la política deldepartamento de Estado. Las relaciones en-tre los dos misters. (Welles y Young) nuncafueron cordiales y se rompieron definitiva-mente en enero del 1929, luego de un es-pléndido agasajo ofrecido por Horacio a We-lles y su esposa, en el exclusivo Country Club(hoy Santo Domingo Country Club), activi-dad a la que no invitaron al ministro ple-nipotenciario, jefe de la legación americana.El matrimonio Welles correspondió las aten-ciones del Gobierno con una comida formalen honor del presidente, efectuada en elmismo Club, a la que tampoco se invitó aYoung. Al día siguiente, evidentemente mo-lesto, Young comunicó al gobierno domini-cano que “desde este momento la legaciónamericana considera a Mr. Welles como per-sona no grata, por lo que estimaría que elgobierno se abstuviera de extenderle susatenciones y cortesía”.

El trabajo de la misión duró tres semanasy recomendó cambios profundos relaciona-dos con los ministerios de Hacienda y ObrasPúblicas y el Ejército, cuerpo que coman-daba el general Rafael L. Trujillo. Para reor-ganizar la hacienda se sugirió la creación dela Contraloría General, que abarcaría tressecciones diferentes: auditoría, estadísticasy de presupuesto. En cuanto a las obras pú-blicas “recomendaron el empleo de méto-dos financieros más científicos, no sobreva-luar los costos de las obras y reformar el sis-tema de conceder los contratos a particu-lares, con una estricta supervisión de los gas-t o s”.

Estas recomendaciones apuntaban a unode los grandes males del gobierno de Ho-racio: su afán por una desmedida política deconstrucción en la que se dilapidaba el era-

rio público. En cuanto el Ejército, sugirieronla creación de un Ministerio de Defensa Na-cional y denunciaron irregularidades en laadministración de los fondos militares.

El análisis de la situación económica re-veló que al primero de enero de 1929 las obli-gaciones del Gobierno excedían en$1,630,227 a los fondos disponibles, mien-tras las autoridades fiscales habían hechocreer que las operaciones de Tesoreria ha-bían cerrado con un superávit superior almillón de pesos, lo que fue motivo para unaescalada de felicitaciones al “g a b i n e t e” eco -nómico y al presidente Vásquez.

Al déficit señalado había que agregar lacantidad de $2.5 millones comprometidospor concepto de asignaciones comprendi-

das en leyes especiales que había pasado elCongreso Nacional sin reparar de donde ha-bían de salir los fondos para implementar-las. En definitiva, no todas las recomenda-ciones de la Misión Dawes buscaban unamás eficiente y rentable administración delgobierno de Horacio. También consignabasugerencias conectadas con intereses par-ticulares que representaban varios de losmiembros de la comisión.

CHIC

HÍ D

E JE

SÚS

REYE

SH

i s t o

ri a

8 Sábado 15 de d i ci e m b rede 2 012H OY A RE Í TO

En la Galería Bodden

OSCAR CARBALLO:¡Entre la luz y el tiempo!

Desde la “e s q u i z i a” citadina y laalgarabía cotidiana. Desde lassoledades y el silencio, y “fue -ra de registro”, como diría unmaestro de la aguatinta. Des-de los inicios de mi atención

al hecho estético como “forma especializa-d a” de la idea, he querido suscribir la muyíntima percepción de que la profecía del ar-te, o lo que es lo mismo: la expresión de laespiritualidad y la condición humanas a tra-vés de los más sutiles, maravillosos efectosde la imaginación creativa, ha de florecerúnicamente entre la luz y el tiempo.

¿Y qué es lo que digo o intento decir quequiero escribir? se trata de un asunto suma-mente delicado y fascinante. Sin rebuscar,un torbellino de cuestiones entra en juego alrepasar sobre los secretos del proceso alquí-mico que cataliza la operatividad física, elgrado de plasticidad o espiritualización delsoporte matérico de la obra de arte. Soporteelemental que habrá de aportar efectiva re-sistencia crítica y temporal al gestual esté-tico, expandiendo la misma operatividad dela obra de arte como “realidad mística” (Du -champ); como ícono identitario; como ma-nifestación del mito indestructible y enig-mático de la relación entre vida y obra; comocifra poética que nos revela el mágico es-plendor que adquiere “el sueño de la ima-g i n a c i ó n” (Goya) entre la luz y el tiempo.

Y, precisamente, luz y tiempo son reali-dades, estados y dimensiones radicales de lavida, la materia, la existencia y la creatividadartística. Su combinación estalla como ma-teria prima en el cristalino y significativo ex-tracto de obras recientes, entre dibujos ypinturas en técnica mixta sobre papel y tela,que, bajo el título de “Y paso el tiempo, yp a s o”, presenta actualmente el artista cuba-no Oscar Carballo en la Galería Bodden, lo-calizada en la C/El Buen Pastor #18 del sec-tor Evaristo Morales.

Y ya en el mismo título, Carballo nos hacecómplice de su fructífero “viaje a la semilla”(Carpentier), hacia los trazos, huellas y ener-gías de la consciencia identitaria del Caribeinsular. Un viaje que ha implicado pasión,concentración, disciplina, tiempo de entre-ga y celebración. Una transmigración cons-tante de Carballo a través del signo ancestral,la historicidad, la magia consubstancial y loreal maravilloso americano. Un trayecto ha-cia la iluminación íntima y hacia la energé-tica y clarividente policromía que caracte-riza su obra reciente.

Durante la última década, la producciónpictórica y dibujística de Oscar Carballo evi-dencia un admirable proceso de “t a m i z a j e”conceptual. El universo visual que se espe-cializa y se expande en la obra de este im-portante artista cubano, radicado en SantoDomingo desde hace más de tres lustros, nosimpacta la retina y la sensibilidad de maneraf u l m i n a n t e.

Aunque la cuestión de la memoria ma-terial y espiritual como dimensión in-tem-poral constituye el aspecto medular de supoética, el repertorio simbólico que emergeen las pinturas y dibujos recientes de OscarCarballo retiene una belleza y unos signifi-cados indecibles. En estos trabajos en téc-nica mixta sobre papel, Oscar Carballo sereafirma con un creador con talento para elrigor y la ejecución apasionada.

En trabajos como los titulados “La Conquis-t a”, “En Equilibrio”, “Mo n u m e n t o”, “Cor tandoen el Aire”, “Sinfonía aun Verde”, “En Equilibriocon el Libador” y “Con la PC en APEC”, la po-derosa síntesis estructural, el juego lúcido y de-licioso de líneas, planos y texturas; el fino vueloconceptual que sostiene el diseño del espacioestético, así como la polivalente efectividadque retienen las formas, la signografía y la ges-tualidad, determinan los altos niveles de ar-tisticidad y esplendor imagético de la super-ficie sensible.

Carballo extrae una deliciosa e inefableespectrología de la memoria en la que ger-minan las secretas insinuaciones imagéticasdel signo ancestral, la naturaleza, la fauna, laarquitectura, la cotidianidad, el pensamien-to y la imaginación delirante. Frente a estecaudal de imágenes mutantes, confronta-

mos un mutante imaginario de lo imprevis-to, deliciosamente facturado, mediante unalúcida y abrasadora compenetración exis-tencial con los elementos fundamentales delhecho plástico.

OSCAR CARBALLO

Nace en Santiago de Cuba, el 4 de agosto de 1951.Realizó estudios en la Escuela de Arte José JoaquínTejada, Santiago de Cuba; en la Escuela Nacional deArte -Cubanacán- y en el Instituto Superior de Artede La Habana. Su intensa y fructífera labor creativase equipara con su consagración en el ámbito de laeducación artística superior en Cuba, México yRepública Dominicana. Ha sido profesor en laEscuela de Arte José Joaquín Tejada y en laUniversidad de Oriente, Cuba. En 1984, obtiene elPrimer Premio de Grabado del Salón Nacional de laUNEAC en el Museo Nacional de Bellas Artes deCuba. 1988: Presidente de la Asociación de ArtistasPlásticos de la UNEAC, integrando el ConsejoNacional de las Artes Plásticas del Ministerio deCultura. 1990: condecorado por el Ministerio deCultura de Cuba con la Medalla por la CulturaN a ci o n a l .Desde hace más de 15 años vive y trabaja en SantoDomingo. En la actualidad es profesor de dibujo ygrabado en la Universidad Nacional PedroHenríquez Ureña -UNPHU- y en la UniversidadAPEC. Entre sus más importantes exposicionesindividuales en nuestro país se establecen:“Reencuentro con la Memoria”, Museo de ArteModerno (1993); “La Era, Un Mundo Intimo y OtrasCos as”, Galería Elespacio (2000), y “Archivo deImág enes”, Galería Elespacio (2003). Oscar Carballoha participado en más de cien exposicionescolectivas, tanto en Cuba como a nivelinternacional. Sus obras se encuentran encolecciones públicas y privadas de Cuba, Alemania,EEUU, México, República Dominicana, Bolivia,Venezuela, Francia, Bulgaria, España, Nicaragua,Ecuador, ex Checoslovaquia, Polonia, Brasil,Portugal, Colombia, Italia y en la ex Yugoslavia.AM

ABLE

PEZ

MEL

ÉND

EZAr

te C

onte

mpo

ráne

o

Sin Título. Mixta sobre tela.

La Conquista. Mixta sobre papel.

Monumento y En Equilibrio con el Libador.

Con la PC en APEC. Mixta sobre tela.