salid a los caminos, venid a la fiesta

CARTA PASTORAL 2013 - 2014

EL ANUNCIO DEL EVANGELIO Y

NUEVA EVANGELIZACIÓN

Tiempo Ordinario, Adviento y Navidad

+ FRANCISCO CERRO CHAVES OBISPO DE CORIA-CACERES

2

PREDICAMOS A CRISTO HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA

¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio! Para esto me ha enviado el mismo Cristo. Yo soy apóstol y testigo. Cuanto más lejana está la meta, cuanto más difícil es el mandato, con tanta mayor vehemencia nos apremia el amor. Debo predicar su nombre: Jesucristo es el Mesías, el Hijo de Dios vivo; él es quien nos ha revelado al Dios invisible, él es el primogénito de toda criatura, y todo se mantiene en él. Él es también el maestro y redentor de los hombres; él nació, murió y resucitó por nosotros.

Él es el centro de la historia y del universo; él nos conoce y nos ama, compañero y amigo de nuestra vida, hombre de dolor y de esperanza; él, ciertamente, vendrá de nuevo y será finalmente nuestro juez y también, como esperamos, nuestra plenitud de vida y nuestra felicidad.

Yo nunca me cansaría de hablar de él; él es la luz, la verdad, más aún, el camino, y la verdad, y la vida;él es el pan y la fuente de agua viva, que satisface nuestra ham-bre y nuestra sed; él es nuestro pastor, nuestro guía, nuestro ejemplo, nuestro con-suelo, nuestro hermano. Él, como nosotros y más que nosotros, fue pequeño, pobre, humillado, sujeto al trabajo, oprimido, paciente. Por nosotros habló, obró milagros, instituyó el nuevo reino en el que los pobres son bienaventurados, en el que la paz es el principio de la convivencia, en el que los limpios de corazón y los que lloran son ensalzados y consolados, en el que los que tienen hambre de justicia son saciados, en el que los pecadores pueden alcanzar el perdón, en el que todos son hermanos.

Éste es Jesucristo, de quien ya habéis oído hablar, al cual muchos de vosotros ya pertenecéis, por vuestra condición de cristianos. A vosotros, pues, cristianos, os repito su nombre, a todos lo anuncio: Cristo Jesús es el principio y el fin, el alfa y la omega, el rey del nuevo mundo, la arcana y suprema razón de la historia humana y de nuestro destino; él es el mediador, a manera de puente, entre la tierra y el cielo; él es el Hijo del hombre por antonomasia, porque es el Hijo de Dios, eterno, infinito, y el Hijo de María, bendita entre todas las mujeres, su madre según la carne; nuestra madre por la comunión con el Espíritu del cuerpo místico.

¡Jesucristo! Recordadlo: él es el objeto perenne de nuestra predicación; nuestro an-helo es que su nombre resuene hasta los confines de la tierra y por los siglos de los siglos.

De las homilías del papa Pablo VI

(Homilía pronunciada en Manila el día 29 de noviembre de 1970)

3

ÍNDICE: PÁGINA

Predicamos a Cristo hasta los confines de la tierra ...........................................2

Presentación del Curso Pastoral ..............................................................................4

Salid a los caminos, venid a la fiesta de la Nueva ..............................................7

Evangelización ...............................................................................................................8

Esencialmente: ¿Qué es el Evangelio .................................................................. 10

Icono del Buen Samaritano .................................................................................... 11

Acogida incondicional. Jesús se acerca al pozo de Sicar ............................. 13

Jesús y la Samaritana (Lectio Divina – Jn 4, 1-45)........................................... 16

Comentario al Evangelio (Lectio Divina – Jn 4, 1-9). ..................................... 18

Sugerencias y preguntas para la oración personal y para compartir .... 22

Éxodo (Salid a los caminos .................................................................................... 23

Comentario al Evangelio (Lectio Divina – Jn 10,20) ...................................... 25


Ternura: Sin adoración no hay evangelización plena ................................... 31

Comentario al Evangelio (Lectio Divina Jn 4, 21-29, 35) .............................. 32


Para profundizar más en este curso pastoral ................................................... 38

Oración .......................................................................................................................... 39

Plan Pastoral Diocesano Objetivo IV ................................................................... 40

Por todos los caminos nos sales al encuentro ................................................. 44

4

PRESENTACIÓN DEL CURSO PASTORAL

Hace algo más de tres años se publicó el Plan Pastoral de nuestra Diócesis bajo el título “En Cristo no nos puede faltar la esperanza”. Contiene numerosas pistas de actuación pastoral, enmarcadas en cuatro objetivos que llevan estos títulos: la familia cristiana, el laicado cristiano, el servicio de la caridad y el anuncio del Evangelio.

Cuando el Consejo Diocesano de Pastoral dio los primeros pasos en la elaboración del plan, entendió que se debía mantener el mismo objetivo general que se tenía en años ante-riores y que no es otro que la evangelización, formulado así: “Promover unos creyentes que, asumiendo plenamente su compromiso bautismal, se sientan corresponsables de la vida y misión de la Iglesia, y se comprometan en la evangelización y transformación del mundo”.

Por eso, la misión de anunciar el Evangelio, que forma parte insustituible de la identi-dad de la Iglesia, cruza todo el Plan Pastoral. Cabría preguntarse, entonces, ¿a qué situa-ciones desea responder este cuarto objetivo, objeto de reflexión para nuestro Obispo en esta Carta Pastoral? Y la respuesta nos viene en su propio enunciado: “Presentar el Evangelio a los alejados de la Iglesia y a quienes, ocasionalmente, se acercan a la misma”.

Como se dice en el anexo del plan, aunque la inmensa mayoría de nuestros pai-sanos están bautizados y aún se puede ver en nuestros ambientes un catolicismo de tipo sociológico, sigue avanzando la secularización en los diversos ámbitos y muchas personas organizan su vida al margen de Dios. Puede aplicarse a nosotros aquella afir-mación que hiciera el Beato Juan Pablo II: “En los países de antigua cristiandad, existen grupos enteros de bautizados, que han perdido el sentido de la fe, o no se reconocen como miembros de la Iglesia, llevando una existencia alejada de Cristo y de su Evan-gelio. En este caso, es necesaria una Nueva Evangelización” (R.M.33).

Así que el horizonte que se plantea este objetivo es muy amplio, porque se refiere no sólo a los colectivos y ambientes ateos o indiferentes, sino a un amplio abanico de situaciones que los estudiosos denominan de diversas formas: “catolicismo nominal”, “catolicismo ocasional”, “catolicismo poco o nada practicante”, y otras. Como diría J. Martín Velasco, “constituyen un bloque muy numeroso y en crecimiento constante… Desertan del culto o acuden a él tan solo esporádicamente y por razones sociales o reminiscencias culturales. Tienen un sistema de creencias seriamente erosionadas en relación con el conjunto del credo cristiano y van viendo disminuir la intensidad de su adhesión. Organizan su vida sin tener en cuenta las normas de la jerarquía. Se han alejado abiertamente de la pertenencia a la Iglesia y confían escasamente en ella.

5

Mantienen preguntas y necesidades religiosas y seleccionan entre las mediaciones cristianas y otras procedentes de otros horizontes, aquellas que mejor encajan en su forma de vida y resultan más fácilmente compatibles con las creencias vigentes en su medio ambiente. Son, pues, cristianos, pero con un cristianismo “light”, barniz sobre una vida que el cristianismo no llega a transformar de verdad” (El malestar religioso de nuestra cultura. Ed. Paulinas, Madrid, 1993, p.182).

Pero, aunque el ser humano abandone la fe cristiana o arrincone a Dios en su vida cotidiana, el Padre Misericordioso nunca está lejos de cada uno de nosotros. Continúa esperándonos con los brazos abiertos y buscándonos en los rincones más perdidos de la existencia para llevarnos sobre sus hombros al banquete del Reino que tiene preparado para todos. Por eso, como dice el título de esta carta, sigue diciéndonos a sus discípulos que salgamos a los caminos y plazas para llevar su invitación a cuantos encontremos, sean de la condición que sean.

Debemos buscar que Cristo “llegue a las personas, modele las comunidades e in-cida, mediante el testimonio de los valores evangélicos, en la sociedad y en la cultura” (NMI.29). Y, para ello, cuidar la acogida de cuantos se acercan a las comunidades cris-tianas por cualquier motivo y ofrecer medios para el encuentro con el Señor a quienes piden un sacramento, presentando claramente lo que es central en nuestra fe: el Dios-Amor ofrecido en Jesucristo. Debemos ser cristianos que salgan al encuentro de los demás, a la vez que construir comunidades abiertas y acogedoras.

Quizá nos resulta difícil llevar el mensaje cristiano a muchos alejados de los ámbitos eclesiales, pero estemos convencidos de que Dios sí llega a ellos. Él va delante y está pre-sente en muchas situaciones de las personas y de los pueblos que nos pueden resultar sorprendentes. Por eso, más allá de cualquier sugerencia, toda pastoral es una apuesta por cada persona, convencidos de que Dios nos está citando en cada una de ellas.

Hoy es preciso que, sin dejarnos llevar por la inercia y la rutina, impulsemos nues-tra imaginación pastoral para este nuevo curso, fortaleciendo dos virtudes que son importantes en cualquier planificación: la esperanza y la paciencia. La esperanza por-que el futuro y los resultados de nuestros esfuerzos están en manos de Dios y la pa-ciencia porque nuestro tiempo no suele ser el mismo que el de las personas y grupos a los que nos dirigimos y mucho menos igual al de Dios; y, por eso, debemos trabajar muchas veces sin ver los resultados.

Jesús Moreno RamosVicario de Pastoral

7

A todos los Sacerdotes,Diáconos Permanentes,Religiosas y Religiosos,Vida Consagrada y Laicos,Movimientos, Asociaciones y Cofradías,A todo el pueblo de Dios que camina en Coria-Cáceres.

















“Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis,

llamadlos a la boda” (Mt 22, 9)

8

SALID A LOS CAMINOSVENID A LA FIESTA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

Muchos cristianos se preguntan qué es la Nueva Evangelización. La mayoría no se entera. Los más cercanos a la Iglesia se van enterando poco a poco. No es raro el que algunos piensen que con la Nueva Evangelización la Iglesia busca el seguir mante-niendo sus privilegios y el volver a una Iglesia de cristiandad que “superó” el Concilio Vaticano II. Aunque el Papa Benedicto XVI, recogiendo la tradición de Juan Pablo II, ha profundizado en la Nueva Evangelización de una manera tan luminosa, que puede ser un “pecado” que los pastores no la hagamos llegar a la gente que busca y anhela que le ayuden, en estos momentos de crisis generalizada, a volver a “lo esencial” con la creatividad de los santos, que son “la brújula segura” en el camino de la fe. La Nueva Evangelización asume lo que ha propuesto el Vaticano II.

La Nueva Evangelización nos exige una “fidelidad creativa”. Por una parte una fide-lidad al contenido de la fe tal como el Vaticano II nos lo ha recordado con una herme-neútica de continuidad y de reforma. Por otra parte la creatividad exige una llamada a estar en la frontera y sobre todo de salir a buscar “la oveja perdida” como nos enseña Jesús. El texto de Juan 4 sobre la Samaritana creo que puede ayudar a iluminar la Nueva Evangelización. Por algo es el texto base del comunicado final del Sínodo de la Nueva Evangelización, un texto sugestivo y a la vez clarificador.

Detrás de cada apartado,siguiendo el esquema habitual que siempre utilizo cuan-do hago y medito la Lectio Divina, ofrezco unas preguntas que nos pueden ayudar para descubrir y profundizar en la Nueva Evangelización. Dirigido sobre todo a los jóvenes, a las parroquias, a los grupos y comunidades cristianas.

Las tres líneas pastorales que han surgido del Sínodo de la Nueva Evangelización están recogidas en esta pastoral que tiene como fondo la homilía de Benedicto XVI con la que clausuró la Asamblea Sinodal sobre la Nueva Evangelización, se pueden resumir en estas tres sencillas claves:

1. Desde los sacramentos de la Iniciación Cristiana; acompañar con una ca-tequesis adecuada a los que desean iniciar o completar la iniciación cristia-na. La llamada del Señor a la santidad dirigida a todos los cristianos, a través de este itinerario sacramental. El nuevo ardor en la oferta de la Iglesia es decisivo.

9

2. La Misión ad gentes; dinamismo misionero, es clave“el contar”, a todos, las maravillas que el Señor hace con nosotros.

3. Los bautizados pero alejados de la fe. Nuevos métodos además de los tradi-cionales tenemos que buscar en una creatividad desde la fidelidad al Evange-lio, a la Iglesia; llegar a los que viven sin Dios aunque reciben los sacramentos.

Salid a los caminos, venid a la fiesta con Jesús.

La Samaritana y la Nueva Evangelización están muy unidas por dos grandes rea-lidades:

Primero porque es desde la pobreza y nuestras limitaciones, desde donde nos de-bemos lanzar a evangelizar y segundo porque sólo conectando con la sed del corazón humano y la respuesta que da Jesús podemos seguir siendo la Buena Noticia para el hombre de hoy.

No habrá Nueva Evangelización sin nuevos evangelizadores que sean capaces, desde su propia experiencia, de penetrar en el misterio de la sed del corazón humano, que sólo tiene respuesta en el encuentro con Cristo y en su sed, que sacia la nuestra.

Es curioso que la Samaritana, cuando se encontró con Jesús, “dejó su cántaro” cuando había ido a la fuente a llenarlo, como el ciego de Jericó que “dejó su manto”.En el fondo,es la misma historia que se repite: en la medida en que descubrimos la in-timidad con Jesús muchas cosas pasan a un segundo plano para volver “a lo esencial”.

10

ESENCIALMENTE: ¿QUÉ ES EL EVANGELIO?

“Evangelio quiere decir:“Dios ha roto su silencio, Dios ha hablado, Dios existe”. Este hecho, como tal, es salvación: Dios nos conoce, Dios nos ama, ha entrado en la historia. Jesús es su Palabra, el Dios con nosotros, el Dios que nos muestra que nos ama, que sufre con nosotros hasta la muerte y resucita. Este es el Evangelio mismo. Dios ha hablado, ya no es el gran desconocido, sino que se ha mostradoy esta es la salvación.

La Iglesia no empieza con el “hacer” nuestro sino con el “hacer” y el “hablar” de Dios (...) Si Dios no actúa, nuestras cosas son sólo nuestras cosas y son insuficientes; sólo Dios puede dar testimonio de que es Él quien habla y ha hablado (…) Sólo con la iniciativa de Dios podía nacer la Iglesia, podía ser conocido el Evangelio, el hecho de que Dios ha hablado y habla, así también hoy, sólo Dios puede comenzar, nosotros sólo podemos coo-perar pero el principio debe venir de Dios.

San Lucas nos cuenta que en Pentecostés, en esta fundación de la Iglesia de Dios, el Espíritu Santo era un fuego que ha transformado el mundo, pero un fuego en forma de lengua, es decir un fuego que sin embargo también es razonable, que es espíritu, que es también comprensión, un fuego que está unido a la mente, a la “mens”. Y precisamente este fuego inteligencia esta “sobria ebrietas” imprime carácter al cristianismo. El fuego de Dios es un fuego que transforma, fuego de pasión por supuesto, que también destruye mucho en nosotros y que lleva a Dios, pero sobre todo un fuego que transforma, renueva, y crea una novedad en el hombre, que en Dios se convierte en luz.

(Meditación de Benedicto XVI en el Sínodo de la Nueva Evangelización.

Primera Congregación General, 8 de octubre de 2012)

11

ICONO DEL BUEN SAMARITANO

El icono de origen copto, presenta al Buen Samaritano que se acerca, y con com-pasión y ternura socorre al hombre herido en el camino de la vida. La mula de fondo, unido a lo que nos dijo el Papa Francisco en el inicio de su pastoreo universal, nos recuerda la mirada cordial a todo lo creado y una convicción más profunda de la reconciliación de todos con Dios y con los hermanos. Una vuelta a evangelizar de nuevo. Nuestra Iglesia, que tiene que ser esencialmente misionera, sólo existe, como toda la Iglesia, para evangelizar. La Evangelización es la llamada que nos envía el Señor para dar la Buena Noticia a los pobres. Es éste el cuarto objetivo de nuestro Plan Pastoral Diocesano: “En Cristo no nos puede faltar la esperanza”.Toda la Iglesia se tiene que tomar muy en serio que su llamada esencial es misionera. Es el corazón del Evangelio. No nos podemos quedar con los brazos cruzados. El pecado más grave hoy es el pecado de omisión que sería dejar de cumplir el mandato de Jesús “Id y Evangelizad”. Sin salir a los caminos a invitar a la fiesta de la fe, estaríamos siendo infieles a la misión.

¿Qué es Evangelizar?

Recuerdo un texto de Eloi Leclerc en “Sabiduría de un pobre”, puesto en boca de San Francisco de Asís:

“Mira, evangelizar a un hombres es decirle: “Tú también eres amado de Dios en el Se-ñor Jesús”. Y no sólo decírselo, sino pensarlo realmente. Y no sólo pensarlo, sino portarse con este hombre de tal manera que sienta y descubra que hay en él algo de salvado, algo más grande y más noble de lo que él pensaba, y que se despierte así a una nueva concien-cia de sí. Es el anunciarle la Buena Nueva y eso no podemos hacerlo más que ofreciéndole nuestra amistad; una amistad real, desinteresada, sin condescendencia, hecha de con-fianza y de estima profunda. Es preciso ir hacia los hombres. La tarea es delicada. El mun-do de los hombres es un inmenso campo de lucha por la riqueza y el poder, y demasiados sufrimientos y atrocidades les ocultan el rostro de Dios. Es preciso sobre todo, que al ir hacia ellos no les parezcamos como una nueva especie de competidores. Debemos ser en medio de ellos testigos pacíficos del Todopoderoso, hombres sin avaricias y sin desprecios, capaces de hacerse realmente sus amigos. Es nuestra amistad lo que ellos esperan, una amistad que les haga sentir que son amados de Dios y salvados por Jesucristo”.

(Sabiduría de un pobre. E. Leclerc,Marova, Pag. 164)

12

En nuestra tierra, en nuestra Diócesis, la realidad hoy de muchas personas, en muchos sectores, es apremiante, dramática, apasionante también, porque con todo lo que queda por hacer nuestras vidas requieren el plantearnos ser apóstol de su amor misericordioso. Por otra parte dramática porque cada vez son más los que ya no quieren saber nada del Evangelio, de los valores cristianos, con la Iglesia.

¿Y qué podemos hacer para ser fieles al proyecto del Amor de Dios que es el Evangelio? Este es el reto de este curso pastoral. Esta es hoy la llamada del Señor.

En este curso tres claves deben ser el alma de nuestros objetivos pastorales. A la luz de Juan 4, el Evangelio de la Samaritana, nos planteamos en esta carta pastoral iluminar nuestros objetivos de este curso:

Acogida incondicional: No existen evangelizadores si no somos capaces de sen-tir en el interior el amor a Cristo que nos lleve a anunciar la Buena Noticia a los que sufren y salir a los caminos a buscar y a encontrarnos con el hombre y la mujer con-cretos y heridos en el camino de la vida. La acogida es clave para evangelizar. Acoger es empezar bien en la Nueva Evangelización, que parte de la persona concreta que tenemos que evangelizar.

Salida (Éxodo): Todos los agentes de pastoral, tenemos que ser más creativos, con más atractivo, con más “garra” sobre todo en el mundo de los jóvenes, de la pre-sencia pública, de los medios de comunicación social. Salir a los caminos, buscar a tantas personas que ya no vienen, como hizo Jesús con la Samaritana (Jn 4), con Zaqueo (Lc 19), con Nicodemo(Jn 3). La Nueva Evangelización se hará en clave misio-nera y que a la vez su fecundidad consiste en salir por todas partes a proclamar que la sed del corazón humano sólo la puede llenar El, que tiene sed de mi sed de amor.

Ternura: El Papa Francisco nos recuerda que hay que invitar a todos a descubrir,-con el Evangelio de San Juan (1 Jn 4,81), que “Dios es Amor” y que ese Amor se hace Ternura, que sale al encuentro de los que sufren y busca en todas la periferias a los que viven sin ninguna esperanza.

13

ACOGIDA INCONDICIONALJESÚS SE ACERCA AL POZO DE SICAR

EVANGELIZAR A PIES DESCALZOS

¿A quién tenemos que evangelizar hoy?

¿Con quién nos encontramos en el camino de la vida?

¿Cuál es la persona a la que estamos llamados a ofrecerle el Amor de Dios?

Perderse a Cristo es perderse lo mejor de la vida. Esta es nuestra llamada más pro-funda a evangelizar.

Jesús, como Moisés en el desierto, se convierte en el caminante hacia “la oveja perdida”. Camina cansado a “pié descalzo” es decir, desde “signos pobres”, donde los hombres y mujeres se acercan al pozo de la vida a beber para saciar la sed de infinito.

14

Destinatarios de la Evangelización

Acogida. ¿Cómo podemos potenciar la acogida en nuestras parroquias, asocia-ciones, comunidades, movimientos, cofradías, en definitiva, en toda la Iglesia que ca-mina en Coria-Cáceres?

Acoger es siempre lo que hace Jesús con la samaritana. Quizás ella pudo creer, en algún momento, que aquel judío no la conocía y le estaba metiendo un “buen gol” porque, al no conocerla, al no saber de su vida, quizás la consideraba lo que no era. Sin embargo, vemos que no fue así. Jesús la acogió totalmente porque la conocía, porque la amaba y porque la amaba la conocía.

Acoger es siempre acertar, sobre todo, cuando se hace al estilo de un corazón sin puertas. No se cumplirá este IV objetivo de nuestro Plan Pastoral si no se acoge a los que se acercan al pozo de la vida.

Salir a los caminos, a las periferias, tanto geográficas como las del corazón, es cum-plir la esencia de la Evangelización. Jesús invita a la samaritana a ir al encuentro de sus paisanos. Tiene que salir de su propio yo para ir a las fronteras donde tantos esperan la Buena Noticia a sus sufrimientos. Ir a los hermanos, salir por los caminos invitando a la fiesta del Amor de Jesús es acertar en la Evangelización que más necesita el mundo de hoy. El pueblo de Israel tiene que salir, vive su éxodo donde se purifica (como también le ocurre a la samaritana en el encuentro con Jesús), para entrar en la tierra prometida de la Nueva Evangelización. No es bueno quedarse encerrados en la amargura de la queja, sin salir a anunciar la alegría que tanto necesita, aún sin saberlo, nuestra tierra. La salida a los caminos, con María nuestra Madre, a buscar a los que buscan sin saber.

Como la samaritana junto al pozo, nos preguntamos hoy ¿quiénes son los destina-tarios de la Nueva Evangelización?

Partimos de los que se confiesan cristianos:

1. A los propios cristianos. Es decir, a nosotros,o vivimos y vibramos por dentro y por fuera, o el mundo morirá de frío. No se puede pensar que los “alejados” son los otros; también nosotros, los “cristianos de siempre”, tenemos hoy una vivencia que nos lleva a no transmitir nada. Hemos perdido la pasión por Cris-to, por su Iglesia, por los pobres y nos hemos refugiado en discursos vacíos y demasiado preñados de ideologías.

15

2. Los cristianos itinerantes. Son aquellos que viven de un modo ocasional mo-mentos o encuentros de fe. Acontecimientos concretos..., por los grandes números (Jornadas de la Juventud, procesiones, romerías, peregrinaciones a santuarios, etc.). Se enciende y se apaga la luz de sus creencias con mucha facilidad.

3. Cristianos que vuelven a comenzar. Recibieron la vocación cristiana (Bautismo, Eucaristía, Confirmación), sin embargo, con motivo de una “emboscada” del Amor de Dios, se plantean “volver a casa”. Necesitan ser evangelizados porque su formación y sus conocimientos de la fe son escasos, casi el recuerdo de la fe “de calcetines blancos”, cuando hicieron su Primera Comunión y poco más. Todavía están balbuceando la fe.

4. Cristianos practicantes o comprometidos. Siempre con el peligro de creer, como decimos en la renovación de las promesas bautismales que “ya están convertidos del todo” y se sitúan como el fariseo diciendo, de una u otra forma, “te doy gracias Señor porque yo no soy como esos”. Muchas veces tienen el peligro de no vivir la profunda humildad del Evangelio cuando juzgan a todos y se consideran superiores a los demás, son un freno para la evangelización.

5. Los que no se confiesan cristianos.Es la inmensa mayoría de hombres y muje-res que caminan a nuestro lado. Muchos de ellos ya no conocen casi nada de la noticia de Jesús de Nazaret. Precisamente la Nueva Evangelización apuesta por salir a los caminos y que se realice el encuentro con Jesús en la fiesta de la vida.

16

JESÚS Y LA SAMARITANA (LECTIO DIVINA)(Jn. 4, 1 – 45)

Versión Oficial de la Conferencia Episcopal Española

1. Cuando supo Jesús que habían oído los fariseos que Jesús hacía más discípulos que Juan y que bautizaba.

2. (aunque Jesús no bautizaba sino sus discípulos).3. Dejó Judea y partió de nuevo para Galilea.4. Era necesario que Él pasara a través de Samaria.5. Llegó Jesús a una ciudad de Samaria, llamada Sicar, cerca del campo que dio

Jacob a su hijo José.6. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado jun-

to al pozo. Era hacia la hora sexta.7. Llega una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dice: “Dame de beber”.8. Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida. 9. La Samaritana le dice:“¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy

samaritana?” (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).10. Jesús le contestó: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice “dame de

beber” le pedirías tú y él te daría agua viva”.11. La mujer le dice: “Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo ¿de dónde sacas el

agua viva?12. ¿Eres tú más que nuestro padre Jacob que nos dio este pozo y de él bebieron él y

sus hijos y sus ganados?”.13. Jesús le contestó: “El que bebe de esta agua vuelve a tener sed.14. Pero el que bebe del agua que yo le daré nunca más tendrá sed; el agua que yo

le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna”.

15. La mujer le dice: “Señor, dame de esa agua, así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla”.

16. Él le dice: “Anda, llama a tu marido y vuelve”.17. La mujer le contesta: “No tengo marido”. Jesús le dice: “Tienes razón que no tie-

nes marido.18. Has tenido ya cinco y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad”.19. La mujer le dice: “Señor, veo que eres un profeta.20. Nuestros padres dieron culto en este monte y vosotros decís que el sitio donde

se debe dar culto está en Jerusalén.”21. Jesús le dice: “Créeme, mujer, se acerca la hora en que ni en este monte ni en

Jerusalén adoraréis al Padre.22. Vosotros adoráis a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conoce-

mos porque la salvación viene de los judíos.

17

23. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así.

24. Dios es espíritu y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad”.25. La mujer le dice:” Sé que va a venir el Mesías, el Cristo, cuando venga él nos lo

dirá todo”.26. Jesús le dice: “Soy yo, el que habla contigo”.27. En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con

una mujer, aunque ninguno le dijo, “¿qué le preguntas o de qué le hablas?”.28. La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente:29. “Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿Será este el

Mesías?............

35. Levantad los ojos y contemplad los campos que están ya dorados para la siega.

18

COMENTARIO AL EVANGELIO (LECTIO DIVINA)Jn 4, 1 - 9

1. Cuando supo Jesús que habían oído los fariseos que Jesús hacía más discípulos que Juan y que bautizaba.

2. (Aunque Jesús no bautizaba sino sus discípulos).

La vivencia del Bautismo se debe preparar para que este sacramento sea de ver-dad puerta de entrada en la vida cristiana, en la Iglesia. Es el Sacramento del Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Jesús no bautiza, bautizan sus discípulos.

Jesús se encarna en la vida, camina por los caminos anunciando la Buena Noticia. Pero su Evangelización parte del Sacramento del Bautismo, para vivir como hijos y hermanos. Como hijos nos sentimos responsables de tantos hermanos que viven en todas las peri-ferias y en todas las pobrezas, de las cuales la más grave es no tener a Dios. En la medida en que el Señor es el centro de nuestra vida también somos impulsados a la misión de evangelizar. Jesús es el Evangelio,el modelo. Su ejemplo nos impulsa a llevar a todos la ale-gría del Evangelio que nos hace ser inmensamente felices. Acerquémonos hacia el Jordán para, en clave bautismal, ser “Buena Noticia a los pobres”(Cfr. Lc 4, 18) y sembrar los sen-deros de la vida del gozo de un amor más fuerte que el pecado, el sufrimiento y la muerte.

3. “Dejó Judea y partió de nuevo para Galilea”.

Sabemos que “la cosa empezó en Galilea”. La “Galilea de los gentiles”. Desde aquí el Señor se lanza a “los proyectos de su corazón”. Jesús se manifiesta como caminante. Así tiene que ser la Nueva Evangelización. Ponernos todos en camino. Caminar desde el Jordán del Bautismo hacia la Galilea, donde los hombres y mujeres viven “con los gozos y esperanzas” de una vida muchas veces vivida en inmensos dramas.

Es necesario que sepamos que la fe en Jesús no se da sin la Iglesia. El camino que debe recorrer el hombre para el encuentro pleno con Cristo pasa a través de la familia de Dios, la Iglesia.

Jesús se pone en marcha,ligero de equipaje. Con su corazón abierto, con sus ma-nos que se abren a los que se quedan en la cuneta de todos los caminos. Es necesario volver a descubrir y a vivir con “los pies descalzos” para evangelizar. Evangelizar a pies descalzos es ponerse en camino hacia las periferias, hacia todas las pobrezas. El Espí-ritu Santo condujo a Jesús, al desierto (Lc 4), a los pobres (Lc 4) a la cruz, a la resurrec-ción, a que los hombres y mujeres “tengan vida y la tengan en abundancia”.

Partir para Galilea pasa siempre por el envío con la fuerza del Espíritu Santo.

19

4. Era necesario que Él pasara a través de Samaria.

La Nueva Evangelización tendrá que “atravesar Samaria” es decir, es necesario ir al fondo de aquellos que se han roto y viven en todas las periferias.

La mujer samaritana y con ella toda la humanidad, sin saberlo, con el deseo en su corazón busca a Jesús y su Iglesia. “Por Él, con Él y en Él” se camina hacia nuestras Samarias, hacia “la oveja perdida”.

Es necesario saber que sólo los que se enfrentan en “espíritu y verdad” a los gran-des y graves problemas que hay en “Samaria” sólo entonces se descubre que la evan-gelización tiene que llegar a las entrañas del mundo.

¿Cómo se acerca Jesús? De corazón y anunciando la salvación a los que sufren. Jesús se acerca, no se aleja, como quizás hacemos nosotros con todas nuestras “Sama-rias”. Es necesario ir una y otra vez a todos, como hace Jesús. Sin excluir a nadie de la Buena Noticia “en espíritu y en verdad”.

5. Llegó Jesús a una ciudad de Samaria llamada Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José.

Caminantes hacia la ciudad, hacia los pueblos. Hay que encaminarse donde se vive la vida. Donde nuestros hermanos viven la vida a veces tan frenética que ni se enteran, muchas veces envueltas en todas las contradicciones. Jesús va a ellos. No espera. Pasa al ataque. Se encamina para proponer, no imponer, lo que Él vive. Va por delante para que no olvidemos que evangelizar es siempre un “éxodo”, una salida, hacia los que sufren.

Cuando llega Jesús nos recuerda las raíces del pueblo de Israel, sus pasos nos ilu-minan pasajes de la Sagrada Escritura que nos ayudan a vivir con fe más profunda, más enraizada en la vida del pueblo de Dios. Un volver una y otra vez a los textos, a los lugares donde se nos recuerda el encuentro de Dios con cada uno, con cada persona.

Es necesario volver una y otra vez a la alegría y al gozo de nuestras raíces, donde nos espera siempre el Señor. Olvidar de dónde venimos nos puede hacer perder el norte de nuestra vida.

20

6. Allí estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado jun-to al pozo. Era hacia la hora sexta.

El pozo en la historia de la salvación, en las Escrituras Santas, es el lugar de la cita, del encuentro de Amor. Allí encuentran a su esposa Jacob y Moisés. Seguramente que en la fuente se encontraron por primera vez José y María. Jesús, como Esposo, va buscando a la Samaritana para declararle su Amor. La Samaritana va al pozo a la hora sexta, es decir, cuando estaba convencida de que no había nadie…Y se encuentra con la Vida. Se encontró con quien era el remedio de todas sus soledades. Es el Esposo que había anhelado su corazón, porque había tenido “cinco esposos” y el que tenía ahora no le pertenecía. Nadie le había amado como ella había soñado. Sólo Jesús la espera. Jesús, se acerca a los “cansados y agobiados” de la vida y su Presencia nos ayuda a superar todos nuestros agotamientos de la vida.

La escena nos conmueve. Es una de esas estampas evangélicas que nos siguen emocionando. Es el encuentro de dos amores. El amor ofrecido de Cristo y el amor buscador de la Samaritana. De dos sed: La sed de Amor de Cristo y la sed de la Sama-ritana. Se encuentran las dos sed en un encuentro que transforma el corazón de la samaritana en un deseo de Amor Infinito.

7. Llegó una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dice: “Dame de beber”.

No habrá Nueva Evangelización donde no se acoja en el pozo de la vida a los que vienen buscando saciar su sed. Acoger es el inicio de toda evangelización. Sin acogida no existe anuncio de la Buena Noticia. Aquella mujer fue allí por necesidad, sin em-bargo el Señor va a conducirla a que descubra el don de Dios. Desde su realidad se abre a una profunda sed que alberga el corazón humano y que es un aliado, porque el Corazón “tiene razones” que van más allá de la razón natural.

Jesús se adelanta con su sed sobrenatural a la sed natural. Su iniciativa es humilde. El Señor tiene sed concretamente de tu amor. El Señor viene a buscar lo que estaba perdido. No se queda el Señor en este encuentro, en algo banal y superficial.

La Nueva Evangelización nos invita a ir al fondo del corazón humano. A no quedar-se en lo estrictamente anecdótico, sino a ir a lo profundo donde la persona se encuen-tra con sus grandes interrogantes y su inmensa soledad. Jesús se mete a fondo en los problemas de la gente. No se queda en “el entretenimiento”. Jesús es el Evangelizador, va al fondo y da en la diana tomando la iniciativa de presentar su sed, su sed de Amor, se encuentra con aquellos que acuden a todos los pozos del mundo buscando el an-helo del corazón humano de ser feliz.

21

8. Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.

Jesús se queda a solas con aquella buscadora del gozo de la vida. Su sed era in-saciable. Los discípulos no están, han ido a comprar comida. Y la fuente, que es el Corazón de Cristo, sigue convocando a todos los sedientos de la vida a beber el “Agua Viva”. No puede ser feliz plenamente quien no se encuentra con el Dios de la Vida. De pronto en aquel pozo se encuentra Dios con la humanidad sedienta.

9. La Samaritana le dice: “¿Cómo tú siendo judío, me pides de beber a mí que soy samaritana?” (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).

Todos somos muy dados a poner pegas cuando se habla de Nueva Evangelización. Los decepcionados de la vida siempre suelen poner como dificultad que ¿Cómo Tú tan grande, me buscas a mi, que soy pequeño, que no tengo nada? ¿qué interés se te sigue Jesús mío? Como decía el poeta.

La Samaritana le recuerda a Jesús su condición de judío y de que no se hablan

los judíos con los samaritanos. Somos “racistas” a la hora de evangelizar porque en el fondo hacemos demasiadas separaciones, segregaciones, a la hora de encaminar nuestros pasos para evangelizar. El corazón humano no tiene fronteras.

La Samaritana no se cree digna de nada. No sabe todavía que Jesús la conoce y

la ama. No existe Nueva Evangelización si no somos capaces de aceptar de entrada plenamente la vida de Jesús y saber que como nos vienen tenemos que ofrecerles sin ahogarles “los proyectos de su Corazón”. Es decir que creamos en la persona “capaz de encontrarse con Dios” en medio de su historia y de dónde viene. Aceptar y acoger es acertar siempre en la evangelización.

22

SUGERENCIAS Y PREGUNTASPARA LA ORACIÓN PERSONAL

Y PARA COMPARTIR

LUGARES DE ACOGIDA DE LA DIÓCESIS

• Parroquias.• Sacramento de la Reconciliación.• Comunidades de Vida Consagrada.• Cáritas y Voluntariado Cristiano (Vicencianas, Conferencia de San Vicente de Paul, ACIJF...).• COF (Centro de Orientación Familiar).• Centro de Escucha (Cáceres y Coria).• Residencias Diocesanas.• Centros de Espiritualidad:

– Virgen de la Montaña.– Virgen de Guadalupe.– Virgen de Argeme.– El Palancar.

1. ¿Coincide la búsqueda de la Samaritana con el corazón humano de todos los tiempos?

2. Relación entre el pozo, el camino y la vida.

3. ¿Cuál sería el perfil de los nuevos evangelizadores?

4. Relaciona acogida y Nueva Evangelización.

23

La respuesta de Jesús ¡Si conocieras el don de Dios! Se hace la oferta salvífica del Señor. El don de Dios, es la Vida, es la Redención, es el Hijo Amado del Padre, es el Espíritu Santo, Señor y Dador de vida.

¡No nos podemos quedar todo lo que hemos recibido!

Salid a los caminos a buscar “lo que estaba perdido”, es invitar a la fiesta de la vida, de la fe, del gozo compartido.

¿Quiénes son los alejados?

Esta pregunta fue causa de debate y todo tipo de opiniones después del Concilio Vaticano II. Hoy, después de 50 años del Concilio, creo que es estéril el debate porque estoy convencido de que, en lo que voy a afirmar, estamos todos de acuerdo. Los ma-tices los dejamos a una sana pluralidad:

ÉXODO (Salid a los caminos)OFRECER EL DON DE DIOS

EL CORAZÓN DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

24

1. Es verdad que alejados somos todos. ¿Quién vive con coherencia el ser y el vivir cristiano? Todos tenemos que “volver a casa”, una y otra vez. La conversión es siem-pre la asignatura pendiente de todo hombre y de toda mujer que desee vivir “con los sentimientos de Cristo”.

La Iglesia tiene que ser muy humilde y saber que, también cada uno de sus miem-bros, debemos plantearnos que no son pocas las veces que nos alejamos de los pro-yectos de su Corazón.

2. Es verdad que algunos están más alejados que otros.Sería un simplismo y una ingenuidad creer que con decir que todos estamos alejados se solucionaría el pro-blema de la Evangelización. Tenemos que ser evangelizados todos, pero también es verdad que existen distintos grados de alejamiento y de cercanía.

Entonces, la clave es que la llamada a la Nueva Evangelización afecta a todos, pero especialmente a los que ya no vienen habitualmente a celebrar la fe en la parroquia, a los que son cristianos ocasionales, a los que Dios y la Iglesia ya no son ninguna refe-rencia en sus vidas. Estos son la mayoría y no podemos quedarnos cruzados de brazos.

Jesús busca a la samaritana y nos invita a salir a los caminos, para invitarles a la fies-ta a todos los que no quieren venir (Mt 22). Esto es la Nueva Evangelización. Anunciar a Cristo como nos recordaba Pablo VI en Evangelii Nuntiandi.

¿Quién es el sujeto de la evangelización?

Somos todos, cada persona concreta con la que nos encontramos en el camino de la vida, sabiendo que ofrecerles el Amor de Dios que se llama Jesús de Nazarét, ofre-cido incansablemente como amistad a todos, es vivir en el sentido pleno de la vida.

También es verdad que debemos ser cristianos para anunciar al hombre y a la mujer de hoy, lo que Jesús ofrece a la samaritana, que de una manera gradual y pe-dagógica, le hace descubrir lo esencial del Evangelio. ¿Quiénes más alejados que la samaritana, Zaqueo, María Magdalena, Nicodemo? y, sin embargo, Jesús les hace la propuesta más radical de un amor que cuando se nos ofrece a todos; en el fondo, estamos creyendo en la igualdad de acoger de verdad a cada persona que nos encon-tramos en el camino de la vida.

Los instrumentos de la Nueva Evangelización suelen ser los clásicos y también los más creativos que todos, según nuestros carismas, podemos ofrecer, si queremos invi-tar a todos, a lo más profundo de la alegría, que es conocer el Amor de Jesús.

25

COMENTARIO AL EVANGELIO (LECTIO DIVINA)Jn 4, 10 - 20

10. Jesús le contestó: “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: “dame de beber” le pedirías tú y él te daría agua viva”.

Evangelizar es ofrecer incansablemente a Jesús, que es el don del Padre, es el don de Dios. Es la nueva vida. Es el Espíritu Santo, “Señor y Dador de vida”.

La iniciativa, el don es de Dios, pero la respuesta es del corazón humano. La semilla la da Dios y la criatura, la persona, debe guardar y fructificar humildemente lo recibido.

Sólo Dios puede saciar nuestro corazón. Sin este convencimiento por parte de los evangelizadores no se lleva a cabo la Nueva Evangelización, sobre todo en aquellas personas que ya creen que se lo saben todo y se “saben el Evangelio” pero su vivencia es escasa. Tienen noticia del Evangelio, pero no “experiencia” de Dios.

Es necesario vivir en la clave “junto al pozo” buscando la intimidad con Dios para una vida de fecundidad. Sin unión con el Señor no hay evangelización. Se ha colap-sado la transmisión de la nueva vida, del “porqué vivir” que nos ha traído Jesús. Es necesario para evangelizar, desde una “teología junto al pozo” al estilo de la “teología arrodillada”, hacer que la gente se encuentre con el Señor del Agua Viva.

11. La mujer le dice: Señor si no tienes cubo y el pozo es hondo ¿de dónde sacas el agua viva?;

Las dificultades reales para evangelizar siempre hunden las raíces en el corazón humano que cree no necesitar de nada, ni de nadie. La autosuficiencia, fruto del pe-cado original nos conduce a creer no necesitar del Amor de Dios para ser feliz, nos bastamos nosotros mismos.

La Samaritana pone a Dios una dificultad real: “no tienes cubo” ¿Cómo puedes be-ber si no tienes cómo sacar el agua? En el fondo es la eterna pega del corazón humano y sin embargo la evangelización se realiza siempre “con signos pobres”. No contra la razón, pero sí por encima de la razón. Es decir, no podemos negarle al Señor “su fuerza y su poder”. La Samaritana habla por el corazón humano y dice todo lo que piensa de “tejas abajo”. Es necesario poder llevar la evangelización a un mundo con demasia-dos problemas y preocupaciones para pensar en Dios. Es necesario que “nos creamos” que, aunque el pozo es hondo, el Amor de Dios llega hasta el último rincón del cora-zón. Sólo tenemos que ofrecer humildemente la salvación de Jesús.

26

12. ¿Eres tú más que nuestro padre Jacob que nos dio este pozo y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?”.

Sólo Jesús es el Centro, el contenido, el fin. Todo en la evangelización de la Iglesia llama a “dar a conocer a Jesús”. La Iglesia sólo existe para anunciar a Jesús. La fe en Cristo no se puede vivir separada de la Iglesia.

Claro que Jesús es más que Jacob, Moisés, Abrahán, más que todos los profetas. Es necesario evangelizar encaminando nuestros corazones a lo esencial. Volver a la evan-gelización de creer como María que “para Dios nada hay imposible” (Lc 1, 42). La Nueva Evangelización es volver a las fuentes del Evangelio donde habrá que hacer vida “que si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles y si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas” (Sal 126). Sin poner al Señor en el centro, sin re-cordar una y otra vez que ha sido el Amor por el que bebieron nuestros padres. Sólo en la medida en que nuestra vida se convierte en una mirada al Corazón abierto de Cristo, como fuente Viva, se llevan a término las claves de la Nueva Evangelización.

13. Jesús le contestó: “El que bebe de esta agua, vuelve a tener sed;

Hemos creído muchas veces en una evangelización donde transmitíamos más nuestras genialidades, nuestras maravillosas ideas y también nuestros entretenimien-tos, pero olvidamos con facilidad que “el que bebe de esta agua, vuelve a tener sed”. Evangelizar a fondo es ir más allá de nuestros proyectos humanos.

No hay evangelización si no partimos de que la eficacia humana se agota. De que la historia de la evangelización de la Iglesia ha llevado a hombres y mujeres a “conec-tar” el Amor de Dios con la sed del hombre. Los evangelizadores que se han perpe-tuado en la historia han ido a lo más sencillo evangélicamente, a lo esencial, y lo más esencial es lo más sencillo evangélicamente.

Si nuestra vida no es capaz de amar y transmitir el gozo de la vida cristiana probable-mente nos quedaremos en la piel de la evangelización, no llegaremos al corazón, al fondo que es lo que permanece y es el objetivo de la Nueva Evangelización. Sin partir del cora-zón humano del interior del hombre, no se podrá llegar a evangelizar. Lo más profundo del corazón de la fe es ofrecer a Dios capaz de saciar la sed de infinito del corazón humano.

14. Pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna”.

La Nueva Evangelización es conectar con la fuente para que el corazón humano se llene, no como un depósito (que siempre se acaba agotando), sino como con la fuente

27

que nunca deja de salir, del Agua de la Vida. Como decía San Juan de la Cruz: “La fuen-te que siempre mana y corre aunque es de noche”. Lo que ofrece la evangelización es dar a Cristo, el agua de la vida, como fuente que no se agota. No como el depósito que como las pilas tiene duración. Conectar con la fuente es convertirse en manantial para los que nos rodean. Sólo los que encuentran la fuente son surtidores de evange-lización. No se puede evangelizar y decir cómo “sabe Dios” si uno no se convierte en testigo de Dios Vivo, en unión con Cristo, en fuente de “Agua Viva”.

Convertirse en fuente es a lo que nos invita la frase evangélica. Contamos con que desde el fondo del pozo de su Corazón se ha abierto una brecha que brota para que a través de este surtidor llegue a tantos sedientos de la vida. El Amor de Dios que se convierte en fuente en el corazón humano para que todos los hombres se sacien y se lo cuenten a todos esto es la Nueva Evangelización.

15. La mujer le dice: “Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla”.

Sale el egoísmo del corazón humano que a veces ni sabe lo que quiere. En el fon-do con frecuencia nuestra gente prefiere un mago o un cumplidor que satisfaga sus egoísmos, aunque luego le deje tirado en el camino de la vida.

Evangelizar es suscitar las grandes preguntas del corazón humano. Benedicto XVI decía que ésta ha sido una de las grandes limitaciones en la evangelización, hemos estado respondiendo a lo que la gente ni preguntaba, ni le interesaba y no hemos sido capaces de suscitar las grandes preguntas, que si no se las hace ya el hombre, es necesario, que se hagan esas preguntas como búsquedas incuestionables del co-razón humano. Hay que soplar sobre las cenizas para que aparezcan las brasas de un corazón “en carne viva”. Sin las grandes preguntas del corazón humano podemos no acertar en la presentación del mensaje. El Señor va a encaminar desde la búsqueda egoísta de la Samaritana un planteamiento profundo de la vida, que le llevará a vivir con un corazón abierto a la sed de “Agua Viva”.

16. Él le dice: “Anda, llama a tu marido y vuelve”

Jesús, como Evangelizador, va al grano, a lo que afecta al corazón humano. Pre-guntar por su marido en el fondo es decirle, te conozco, te he conocido siempre y “te llevo tatuado en la palma de mi mano” (Is 49, 16). Te llevo grabada en mi corazón. Cristo Esposo que se acerca para sanar el corazón humano. Se acerca a esta mujer que como el corazón humano (esposa insatisfecha) porque ha tenido muchos amo-res, muchos amantes, pero tiene que descubrir que nadie la ha amado como el Señor. Es necesario descubrir que sólo cuando sabemos que el Señor es “más íntimo que mi

28

propia intimidad” (San Agustín), cuando vivimos en este encuentro de amor con el Se-ñor, en el pozo de la vida, que nos conoce y que delante de Él no podemos disimular, entonces estamos transmitiendo el gozo de evangelizar. No se evangeliza la vida, ni la historia, ni la memoria, ni la vida concreta de cada persona si, como la samaritana, no encontramos el camino de vuelta a casa, al hogar del Corazón de Cristo.

17. La mujer le contestó: “No tengo marido”. Jesús le dice: “Tienes razón, que no tienes marido:

Sólo se puede evangelizar “en espíritu y en verdad”, es decir aquí tanto Jesús como la samaritana viven en la órbita de la verdad. Una verdad, la de Jesús, incuestionable; una verdad, la de la samaritana, también incuestionable, porque la Verdad de Jesús es el Amor ofrecido, la de la samaritana, una pecadora que se abre a la Verdad, a la Misericordia.

Es necesario que la evangelización sea siempre proclamar a Cristo, el camino de la Vida Verdadera. Sin un amor de este tipo no se transforma el corazón humano. Es nece-sario que la evangelización acoja toda la verdad, que acoja el corazón humano. Sin esta vivencia de la verdad de cada corazón humano, que busca la coherencia entre la fe y la vida, entre la verdad y la aplicación a nuestra vida. Sólo en la medida en que nuestra vida se vive desde la verdad y se transmite esta verdad, se hace evangelizadora.

18. Has tenido ya cinco, y el de ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad”.

Los cinco maridos de la Samaritana expresan su sed insaciable de amor. Podría ser también que ha buscado en cinco cultos religiosos la forma de relacionarse con Dios. Jesús, que la conoce, no la rechaza ni un momento. Sencillamente parte de su amor incondicional en la situación concreta en que se encuentra. Desde su realidad trata el Señor de conducirla a que descubra y conozca el Amor. Un amor que no la instru-mentaliza como le ha ocurrido con sus cinco maridos. Está más sola que nunca. En su soledad acompañada.

19. La mujer le dice: “Señor, veo que tú eres un profeta”.

No es suficiente descubrir que Jesús de Nazaret es un profeta. Hay que dar muchos más pasos. La Nueva Evangelización es proclamar a Cristo Vivo, al Hijo de Dios Vivo y Ver-dadero, que es Jesús el Verbo Encarnado, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad.

Es verdad que el inicio de toda evangelización es provocar el asombro ¡Veo que eres profeta! Pero el asombro debe dar paso a la verdad que tiene el rostro y el Co-

29

razón de Jesús. Sin esta unión entre asombro y verdad, entre fe y vida, entre gracia y libertad, entre oración y vida, no se dará la Nueva Evangelización. Juan Pablo II decía que el Evangelio se propone, pero no se impone. Al inicio de la evangelización, el sus-citar el asombro es muy pedagógico. Pero no podemos quedarnos en los sentimien-tos. Hay que dar el paso hacia llevar a la persona a que viva la verdad de su vida desde el Amor de Dios. El asombro es búsqueda, la verdad es posesión de lo que más anhela el corazón humano, que siempre tiene mucho que ver con lo que pretende en su glo-balidad la Nueva Evangelización, que es llevar a plenitud a todos los samaritanos de la vida al encuentro con el Dios Vivo.

20. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén”.

La vida de la samaritana se convierte en búsqueda desde una pregunta vital que de la vida le lleva al culto. La lex credendi la lleva a la lex vivendi y de la lex vivendi a la lex credendi.

La samaritana, que seguramente sabe que hay sospechas de que se ha separado

del Dios y culto verdadero, se acerca a Jesús porque le da confianza para preguntarle por lo que más le interesa. Se puede ser muy pecador y ser religioso en la búsqueda del verdadero culto a Dios. Su vida se hace pregunta: ¿Qué tenemos que celebrar y dónde para dar el verdadero culto a Dios? Es una mujer como el eterno corazón huma-no que vive lo bajo y lo alto, los fallos y lo sublime, sus pecados y sus ansias de pureza de corazón. No se quedó en sus pecados. Volvió al corazón del culto, a la libertad de corazón que se abre totalmente al Amor de Dios y vivir en la libertad de los hijos de Dios. Ama y celebra la vida hasta el final.

Descubre la verdadera liturgia, que es vivir el encuentro “como la cena que recrea y enamora”, como decía San Juan de la Cruz.

30


Y PARA COMPARTIR

LUGARES EN NUESTRA DIÓCESIS PARA SALIR A LOS CAMINOS

• Itinerario de Formación Cristiana para adultos.• Delegaciones Episcopales:

– Fe y cultura.– Pastoral universitaria (Atrio de los gentiles).– Espiritualidad.

• Movimientos y Asociaciones en clave misionera.• Delegación de Medios de Comunicación Social.• Escuelas Diocesanas de Formación. (Doctrina Social, Cofrade, Infancia y Ju-

ventud, Catequesis, Familia, Misiones).• Cursillo “Música y Evangelización”.• Congreso Teológico Pastoral.• Encuentro Nacional de Iconografía.

1. Rasgos esenciales que debe ofrecer a la humanidad el proyecto del Corazón de Cristo para hacer realidad la Nueva Evangelización

2. ¿Puede ser examen de interpretación el deseo del corazón huma-no que expresa sencillamente la samaritana?

3. ¿Qué ofrecemos a la gente que se acerca a nosotros, a las comuni-dades, que buscan saciar su sed?

4. Salir a los caminos, como hace Jesús, ¿es hoy nuestro estilo de evangelizar?

31

“La fe es una llamada a un largo camino para adorar al Señor en el Sinaí y heredar la tierra prometida. El Amor Divino se descubre con los rasgos de un padre que lleva de la mano a su hijo”. (cf Dt 1,31) Lumen Fidei 12

Salir a los caminos exige el encuentro personal en la Eucaristía con quien tiene abierto el Corazón. Solo invitándoles a la fiesta de la vida, se descubre el gozo de la entrega a todos.

Adorar es ponerse de rodillas ante el Dios de la vida, para poder “servir de rodillas” a los pobres y sufrientes.

El Señor le abre a la samaritana el campo inmenso y decisivo de la verdadera ado-ración. Sólo “los adoradores en espíritu y en verdad” podrán luego ir desde el desierto al valle de la vida, para contar la Buena Noticia.

La Ternura de Dios se nos da en los sacramentos, en la oración y se hace, también, presencia visible en el servicio a los pobres, ayudando y curando a todos, las heridas en el camino de la vida.

TERNURA:SIN ADORACIÓN

NO HAYEVANGELIZACIÓN PLENA

32

COMENTARIO AL EVANGELIO (LECTIO DIVINA)Jn 4, 21 – 29, 35

21. Jesús le dice: “Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.

Siempre es la hora de la Nueva Evangelización, de anunciar con sencillez y radicali-dad la Buena Noticia. A la samaritana Jesús le habla ahora que se acerca la hora. En las bodas de Caná (Jn 2) le ha dicho a su Madre que todavía no ha llegado la hora. A esta mujer, que se ha quedado rematadamente pobre delante de Jesús, el Señor le va a re-velar los grandes secretos de su Corazón. En el fondo cuando está Jesús presente y en medio siempre ha llegado la hora, aunque haya que esperar como en Caná o esté cer-ca, como aquí en el pozo de Sicar, pero ya su vida y presencia es la hora de la salvación, que tiene su culminación en su muerte y resurrección que se celebra en la Eucaristía.

Jesús le revela lo profundo y la novedad del nuevo culto cristiano. Será este culto, no vinculado ya a un lugar, a un recinto, sino a la persona de Jesús, pues donde Él esté presente allí será el lugar y la realidad del verdadero culto al Señor. Le invita a partici-par en la fiesta de la celebración de la vida. Salimos a los caminos para invitar a la fiesta de la fe, que celebramos en la Eucaristía del Amor.

22. Vosotros adoráis a uno que no conocéis;nosotros adoramos a uno que conoce-mos porque la salvación viene de los judíos.

No se dará la Nueva Evangelización si no asumimos el Antiguo Testamento como Pa-labra de Dios y que nos introduce en la preparación a la venida de Cristo el Redentor del mundo. Jesús une aquí en su Corazón el Antiguo y Nuevo Testamento ¿En qué sentido?:

- Primero, recordando a la Samaritana que separados del pueblo de la Alianza, no co-nocemos nada de Dios. Se oculta su rostro. Se desconecta de la Revelación de Dios.

- Segundo, afirma que de los judíos viene la salvación. Vino la salvación porque del pueblo judío, de un tronco de Jesé, en la ciudad de Belén, la patria chica del rey David, nació el que se presenta delante de la samaritana como el Agua Viva y que la samaritana lo ha reconocido como “judío” enemigo de los samaritanos.

Jesús va a poner las claves de la verdadera adoración. Sólo los que adoran son libres ¿pero cualquier adoración? La adoración “por Cristo, con Él y en Él”, aceptada “en espíritu y en verdad”, es decir, en la Eucaristía, la presencia viva de quien “puso su tienda entre nosotros”

33

23. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así.

No habrá ningún tipo de evangelización si no somos capaces de adorar. Crear es-pacios de adoración es acertar en la Nueva Evangelización. Sin adoración la vida y las fuerzas están contadas.

Jesús habla de los verdaderos adoradores y los sitúa en clave trinitaria: el Padre quiere que le adoren “en espíritu y verdad”. La adoración es la asignatura pendiente y más necesaria a la hora de conectar con la búsqueda y deseo del corazón humano. Sólo los que viven en clave orante y adorante podrán ir al mundo a decirles “cómo sabe Dios”. Si no, sólo transmitiremos ideologías, estructuras, organización, organigra-mas, coordinación, proyectos, pero poco a poco esto va secando el corazón, incluso a los mejores. Parafraseando el famoso libro de que el alma de todo apostolado es la oración, con lo que dice Jesús aquí, diría que el alma de la Nueva Evangelización es la adoración.Aquí se realiza la invitación a la fiesta de la celebración y la adoración, a toda la diócesis, parroquias, congregaciones y comunidades cristianas. Hagamos la experiencia. Donde está la Eucaristía hay vida.

24. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad”.

¿Qué significa adorar en espíritu y verdad? Sencillamente en Cristo, por Cristo, con Él y en Él quien como Dios nos comunica el Espíritu Santo, “Señor y dador de vida”, y nos invita a la adoración para vivir en el sentido de la fe.

Pero también va unido este culto indisolublemente a la verdad. No podemos renun-ciar a que nuestra adoración nos lleva a proclamar la verdad, la razón iluminada por la fe, la verdad que es Cristo, camino de la vida verdadera y que nos lleva a que cada uno de nosotros vivamos la coherencia de la vida. Unir fe (espíritu y verdad) a la vida, como dice el Vaticano II, porque la separación de fe y vida ha sido la gran tragedia del cristiano de los últimos años. Muchas veces los cristianos podemos ser causa del ateísmo en el mundo, porque por no vivir “en espíritu y verdad” con nuestra vida, en vez de revelar el rostro de Dios, lo desvelamos. Como nos recuerda el Vaticano II (Gs 19), es necesario un culto en espíritu y verdad para dar pasos de gigantes en la Nueva Evangelización. Invitar a la fiesta es siempre salir a los caminos para decirles a las gentes: “Venid y lo veréis”.

25. La mujer le dice:”Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo”.

Jesús escucha a la mujer. Sabe de sus luchas y dramas. Se acerca no para con-denarla, sino para abrirle el horizonte inmenso de la santidad. Cuando desde Dios

34

creemos en las personas que nos encontramos en el camino, su vida vuela con las alas del amor y una fe que se vive esperanzada. Creer en el potencial de cada persona es esencial en la evangelización

La presencia de Jesús ha tenido resonancia en el corazón de la samaritana. No

está lejos de la salvación porque su búsqueda la ha llevado a reconocer que vendrá el Mesías, el Cristo, el Ungido.

La búsqueda del corazón humano cuando encuentra, como hace Jesús, una aco-

gida y una purificación para vivir “en verdad” le abre a esta mujer a comenzar a tocar la verdadera vida que tiene delante de sus ojos y que todavía no reconoce.

Es necesario, muy necesario para la Nueva Evangelización, ofrecer lo que Bene-

dicto XVI ha llamado “atrio de los gentiles”. Aquel lugar alrededor del templo donde muchos buscaban el unirse a la fe del pueblo de Dios y que todavía estaban en bús-queda y por tanto no tan lejos de la fe. ¡Cuántos hombres y mujeres están más cerca del Evangelio de lo que ellos creen!

26. Jesús le dice: “Soy yo, el que habla contigo”.

Jesús le abre su Corazón. Con su gracia ha ido poco a poco y gradualmente acer-

cando a esta mujer a la plenitud de su Amor revelado. Desde la aceptación de su per-sona tal como está y como es y que la mujer ha experimentado que Jesús no le pide nada, ni se aprovecha de su situación sino que lo primero que propicia es lo que la psicología actual llama la aceptación incondicional de la persona que tengo enfrente.

Después el Señor ha realizado con ella una obra de pedagogía. Desde su reali-dad la va situando para que se abra a la gracia, a la acción de Dios, capaz de curar todas nuestras heridas. Por último, “el estoque” del Señor, será su sencilla revelación de quién es Él. No la deja en la incertidumbre de su búsqueda. Le da la certeza de que quien le ha acompañado es quien realiza la obra maestra de la evangelización, como un introducirla en “espíritu y verdad” en el conocimiento del Amor. Esto es Nue-va Evangelización. Gradualmente ayudar a las personas a que descubran al Señor en el camino de la vida.

27. En esto llegaron sus discípulos y se extrañaban de que estuviera hablando con una mujer, aunque ninguno le dijo: “¿Qué le preguntas o de qué le hablas?”.

También los apóstoles, los Doce, viendo a su Maestro van aprendiendo que a tra-vés de la Evangelización nos debemos acercar a todos por encima de prejuicios y dis-criminaciones. Jesús evangeliza a todos, especialmente a los que viven en todas las

35

periferias. El Señor, con tal de ir a todas las ovejas perdidas, se acerca,no se aleja. El Señor nunca nos aleja de nadie, otra cosa es que su Amor sitúe a cada uno en su lugar.

La Nueva Evangelización no se hace sin contar con la mujer, como también tiene

que contar con toda la Iglesia: sacerdotes, consagrados y laicos. Sin embargo, la mujer por estar en el inicio de la vida, es acogida por su indiscutible aportación a la familia y a la sociedad, son las “hermanas y madres” de la Nueva Evangelización. Los apóstoles contemplan a Jesús cansado y dialogando con la mujer, en estos momentos y siem-pre: la acogida, el diálogo, el ponernos en lugar del otro a pesar del cansancio. No se evangelizará sin acogida, sin salir de uno mismo y sin ofrecer la Ternura del Amor de Dios. En esto las mujeres son especialistas.

28. La mujer entonces dejó su cántaro, se fue al pueblo y dijo a la gente:

¿Cómo se puede dejar el cántaro cuando en un pozo no se puede coger el agua

sin cántaro? El dejar el cántaro, como dejó el manto el ciego de Jericó, en el fondo es la clave “justa y necesaria” para la Nueva Evangelización. El estilo de la pobreza es la Nueva Evangelización. Aunque parece que dejar el cántaro no tiene importancia, es muy luminoso a la hora de evangelizar. Se ha encontrado con el Agua Viva, con el que creó en nuestro corazón la sed de Dios. Al encontrarlo dejamos las dificultades y po-nemos nuestro corazón en lo esencial. Lo importante ya no es el recipiente, el cántaro, sino que lo esencial es el corazón saciado por el Agua Viva.

La Evangelización, que es la misión de la Iglesia, nos lanza a dejar a veces a un

lado todo aquello que con frecuencia creemos que es fundamental: estructuras, or-ganización, planes, proyectos acabados cuando Jesús nos enseña el camino sencillo y para todos los pueblos, de evangelizar yendo al corazón de la persona. Habrá dado fruto nuestra evangelización “dejando el cántaro” es decir las seguridades solamente humanas. Lo primero que debemos saber es que solo se evangeliza en la medida en que se construye desde nuestras pobrezas.

29. “Venid a ver un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿Será este el

Mesías?”. La samaritana se hace apóstol, se va al encuentro de los suyos y les anuncia la

Buena Noticia. Es curioso, pero anuncia a Jesús partiendo de su propia vida, de lo que el Señor ha realizado en ella. La Virgen, nuestra Madre también canta el Magníficat y lo primero que reconoce es que “El Señor ha hecho maravillas porque ha mirado la humillación de su esclava”. También estas palabras son como el Magníficat de la samaritana. Porque reconoce que por primera vez en su vida, alguien le ha dicho todo lo que ha hecho y nos dice el texto que se ha sentido amada y no juzgada sin piedad

36

como hacen los fariseos. Sólo podemos contar lo que el Señor ha hecho con nosotros, de dónde debe partir la Nueva Evangelización. Si no somos capaces de reconocer que la vida con Dios no tiene comparación, no ha cambiado nada. Al ver la obra en su vida y en su corazón su apostolado se inicia, como ha hecho Jesús con ella de una manera sugerente, sin preguntas. ¿Será este el Mesías? La fe no se impone, se propone, sugerir con la misma vida es muy acertado.

............

35. Levantad los ojos y contemplad los campos, que están y adorados para la siega.

La Nueva Evangelización debe animar a levantar los ojos, a saber que cuanta más pobreza aceptada y amada en nuestra vida más se puede ofertar la persona, el Amor y la obra de Jesús, que es la salvación del hombre. No dar a Jesús es decepcionar el co-razón humano, que sin saberlo sigue acercándose buscando saciar su sed en el pozo de la vida. Jesús y la Iglesia están en el fondo de todos los deseos del corazón. Estar y escuchar y progresivamente ir encauzando todas las oscuridades del corazón huma-no hacia la luz del Agua Viva. No sería bueno el que nosotros, cuando la gente va y sigue caminando hacia el pozo, estemos reunidos hablando del problema hidráulico.

Saber conectar con el corazón humano es conectar con el pozo de Sicar. La Nueva Evangelización no se hará con una mejor organización, que si es buena nunca sobra, pero tiene más que ver con situaciones de sed en los pozos Sicar de la vida del corazón humano. La ofrenda del Amor de Jesús nos lleva al servicio de los sufrientes. No pode-mos defraudar a la gente de nuestro tiempo que nos sigue preguntando: Cristianos, ¿qué habéis hecho con el Evangelio de Jesús?

37


Y PARA COMPARTIR

La Ternura de Dios, ¿dónde la vemos reflejada en nuestra vida, en la comunidad parroquial, en la Iglesia Diocesana?

1. ¿Cuál sería el hilo conductor para firmar que sin adoración no se llevará a término la Nueva Evangelización?

2. ¿Volver a la contemplación y a que toda la Iglesia se ponga en estado de oración y contemplación es la base de la evangelización?

3. La samaritana se olvidó del cántaro y se va a contar a todos con quién se ha encontrado ¿qué aplicación práctica sacarías?

4. ¿Se puede evangelizar sin ofrecer la ternura del Amor de Dios, hecho hombre, en Jesús de Nazaret?

LUGARES DE ADORACIÓN EN NUESTRA DIÓCESIS

• Las Parroquias y los lugares de culto.• Adoración Eucarística Perpetua Diocesana (Capilla de la Adoración, Parro-

quia de Fátima en Cáceres).• Todas las organizaciones que promuevan la pasión por la Eucaristía (Adora-

ción Nocturna) y los grupos de oración.• Ejercicios Espirituales y Retiros ofrecidos desde los Centros de Espirituali-

dad.

38

PARA PROFUNDIZAR MÁS EN ESTE CURSO PASTORAL

• Concilio Vaticano II- Lumen Gentium- Gaudium et spes- Apostolicam actuositatem- Ad gentes

• Evangelii Nuntiandi de Pablo VI• Novo Millennion ineunte de Juan Pablo II• Deus Caritas est de Benedicto XVI• Lumen Fidei del Papa Francisco

Todas las Cartas Pastorales escritas para ayudar a vivir el Plan Pastoral “En Cristo no nos puede faltar la esperanza”.

• Quédate con nosotros (Dic. 2007)• Servid al Señor con alegría (Feb. 2008)• Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo (Oct. 2008)• Si no tengo amor (Caridad) no soy nada (Feb. 2009)• Para que tengan vida (Sep. 2009)• Revelado a la gente sencilla (Feb. 2010)• Pasión por la catequesis en nuestro tiempo (Nov. 2010)• Id también vosotros a mi viña (Oct. 2011)• Convertíos y creed en el Evangelio (Feb. 2012)• Amad y cuidad a la Iglesia de Dios (Mar. 2012)• Un amor llamado Jesús de Nazaret “La fe que actúa por la caridad”. (Sep. 2012)• Volver a Casa (Feb. 2013)

39

ORACIÓN

Padre de las ternuras,con tu hijo Jesús,

te pedimos nos ayudesa salir a los caminos,

a las periferias,donde tantos hermanos nuestros,

no se sienten invitados a la fiesta de la vida,para que como fruto del Espíritu,

con Santa María de Argeme,con toda la Iglesia que camina en Coria-Cáceres

seamos Anuncio del Evangelio,para los que sufren.

Amen.

+ Francisco Cerro ChavesObispo de Coria-Cáceres

2 de septiembre de 2013

VI Aniversario de mi ordenación Episcopal

40

PLAN PASTORAL DIOCESANOOBJETIVO GENERAL IV

Después de estudiar lo que nos dicen los objetivos anteriores, nos viene a la mente la pregunta: ¿qué Iglesia queremos? Estoy seguro que todos responderíais: una Iglesia basada en la Palabra de Dios, evangelizadora y transformadora. Pero, a veces, nuestras parroquias no responden a este modelo y muchas personas bautizadas no tienen en cuenta las enseñanzas de Jesucristo, ni del Magisterio de la Iglesia en su vida concreta. Sin embargo todas son hijas de Dios y entran bajo el cuidado del Pastor. ¿Cómo debe ser nuestro comportamiento? El realizado por nuestro Maestro y Señor, nos dará la pauta.

Si “nadie puede ser excluido de nuestro amor desde el momento en que, por la Encar-nación, el Hijo de Dios se ha unido, en cierto modo, a cada hombre” (NMI 49), todo ser humano merece nuestro respeto y prestarle un trato como el que daríamos a nuestro Señor Jesucristo, aunque muchos de estos no crean en Él.

Con quienes solicitan la recepción de los Sacramentos de Iniciación Cristiana para sus hijos, pero su comportamiento se desarrolla al margen de la Iglesia, debemos se-guir la misma norma: acogimiento sin límites, pero quedando claro que todo sacra-mento supone fe y compromiso. Debemos, pues, hacer lo posible para una formación digna en lo esencial. Así nos lo pide la santidad del sacramento.

Para conseguir esto, lo primero que se pide es el testimonio de los cristianos. Eso es lo que nos indica el Plan Pastoral al recomendarnos unas celebraciones eucarísticas dignas, un catecumenado de adultos basado en unos temas como los propuestos por el Itinerario de Formación Cristiana, así como una presencia eclesial en la universidad. Unas recomendaciones que debemos vivir desde nuestro interior, pretendiendo san-tificarnos nosotros mismos a través de ellas, pues los hombres cambiarán para vivir su fe, no tanto por lo que les digamos, sino por lo que vivamos.

Y todo esto debe ser presentado en los medios de comunicación social a nuestro alcance, pues la Iglesia ha de vivir, no sólo hacia sí misma, sino también hacia el exte-rior. Debemos abrir sus puertas, para que entre en ella aire fresco, al decir del Beato Juan XXIII.

41

Objetivo General 4.º

“Presentar el Evangelio a los alejados de la Iglesia y aquienes, ocasionalmente, se acercan a la misma”.

Objetivos específicos:

1.º Cuidar la acogida de las personas que se acercan a la Iglesia.

Acción:

• La comunidad expresará con gestos concretos la acogida a todos aquellos que se acerquen a las celebraciones y otras actividades que se realicen. (Responsables: Consejos de Pastoral Parroquial y equipos de liturgia).

2.º Ofrecer una evangelización completa a quienes se preparan para recibir un sacramento.

Acciones:

• Poner en práctica lo señalado en el Directorio Diocesano de Iniciación Cris-tiana para la recepción de los sacramentos. (Responsables: párrocos y arci-prestes).

• Ofrecer materiales a los padres para que los niños que accedan al proceso catequético, tengan una formación básica. (Responsables: padres, párro-cos y catequistas).

• Dar a conocer y ofrecer a los jóvenes, durante el proceso de Confirmación, los diferentes movimientos y asociaciones apostólicas, para ayudarles en su compromiso cristiano. (Responsables: catequistas, Consejo de Pastoral Parroquial y Delegación de Infancia y Juventud).

• Elaborar y poner en práctica un plan especial de catecumenado de confir-mación. (Responsable: Delegación de Catequesis).

• En la preparación al Sacramento del Matrimonio, realizar una oferta amplia en la que se presente, de manera sencilla y clara, los contenidos de la fe y de

42

la moral cristianas, para que los ilumine, oriente y guíe en su vida matrimo-nial y familiar. (Responsables: arciprestes, y Delegación de Familia y Vida).

3.º Potenciar la formación y vivencia de la fe en jóvenes y adultos.

Acciones:

• Potenciar los grupos de formación litúrgica en los que se preparen los can-tos, se proclame la Palabra de Dios, se expliquen las celebraciones litúrgi-cas..., para enriquecer y hacer más participativas las celebraciones. (Res-ponsables: Delegación de Liturgia y Párrocos).

• Cuidar con esmero las celebraciones dominicales, las homilías, las celebra-ciones matrimoniales, las exequias... (Responsables: párrocos y grupos de liturgia parroquial).

• Promover en todas las parroquias un catecumenado de adultos, que les permita el descubrimiento y la maduración de la fe basado en la propuesta de la Conferencia Episcopal Española. (Responsables: Delegación de Cate-quesis y Consejo de Pastoral Diocesano).

• Cuidar la presencia de la Iglesia en la Universidad, potenciar la Pastoral Universitaria y poner en contacto con sus responsables a los jóvenes de las parroquias que comienzan sus estudios universitarios. (Responsables: Delegación de Pastoral Universitaria, Consejos de Pastoral Parroquial, De-legación de Fe y Cultura y párrocos).

• Evangelizar a través de los medios que proporciona la piedad popular: no-venas, procesiones, romerías... (Responsables: Delegación de Hermanda-des y Cofradías, párrocos y directivos de las cofradías).

4.º Mejorar la comunicación de la Iglesia con la sociedad, cuidando con esme-ro las tareas de la Delegación de Medios de Comunicación Social.

Acciones:

• Fomentar la comunicación interna en la Iglesia Diocesana (Hoja Diocesana, página WEB, etc.). Para ello es necesario:

– Nombrar, en cada grupo, movimiento o parroquia, un responsable de establecer una relación permanente con la Delegación de Medios de

43

Comunicación Social. (Responsables: párrocos y Delegación de Medios de Comunicación Social).

– Ofrecer a los agentes de pastoral, cursos formativos sobre técnicas de comunicación. (Responsable: Delegación de Medios de Comunicación Social).

– Transmitir información constante de la vida y actividad de la Iglesia Diocesana a los medios de comunicación social. (Responsables: párro-cos y Delegación de Medios de Comunicación Social).

5.º Participar en las nuevas iniciativas sociales para llegar a otro “mundo po-sible”, a un mundo nuevo para una nueva humanidad.

Acción:

• Hacerse presente en los foros y plataformas donde se busque la justicia, el desarrollo, el cuidado de la naturaleza... ofreciendo los valores evangélicos. (Responsable: Delegación de Pastoral Social).

POR TODOS LOS CAMINOS NOS SALES AL ENCUENTRO

(El Señor nos llama)

El Señor nos llama y nos reúne, somos su pueblo signo de unidad.Él está en medio de nosotros, sirve a la mesa, nos reparte el pan.

1. Por todos los caminos nos sales al encuentro, por todos hemos visto señales de tu Amor. Tu pueblo se reúne, Señor, a bendecirte a celebrar con gozo tu paso salvador.

2. Convocas a tus fieles, nacidos de las aguas, a festejar unidos la nueva creación. La sala del banquete se llena de invitados, estamos reunidos y en medio está el Señor.

3. Revélanos al Padre, oh Cristo, nuestra fiesta, aumenta la esperanza de nuestro caminar. Tu Espíritu Divino nos dé la fortaleza, los bienes que esperamos, nos haga pregustar.

Cantoral Litúrgico Nacional A5

salid a los caminos, venid a la fiesta

Documents