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SANTO ROSARIO POR
NUESTRAS FAMILIAS
JESÚS, JOSÉ Y MARÍA, PROTEJAN A
NUESTRAS FAMILIAS
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PRESENTACIÓN
El rezo del Santo Rosario no es una oración más, se trata de una de las plegarias más
hermosas y valoradas por la Iglesia.
El Rosario ha sido practicado por los santos y recomendado por los Papas. ¿Cuál es el motivo? Creo que, en primer lugar, por su sencillez. No
olvidemos que a Dios le agrada lo sencillo. No se necesita saber grandes cosas para rezar el
Rosario, basta pronunciar las oraciones básicas: el Padrenuestro, el Ave María y el Gloria.
Además, el Santo Rosario nos pone en contacto con la Sagrada Escritura, pues al recorrer los misterios, vamos contemplando diversos pasajes
de la vida de Jesús y de María, y, de esa manera, nos hacemos contemporáneos del
Señor. Rezar el Rosario nos hace contemplativos en medio del mundo. Forja en nosotros el hábito de la oración y nos impulsa a ser portadores de
la Buena Noticia, que es Jesús.
Este guión tiene la función de promover, en nuestro Santuario, la oración que tanto nos pide nuestra Madre del Cielo. Ella les dijo a los
pastorcitos en Fátima: “Recen el Rosario y habrá paz”.
P. Carlos Rosell De Almeida Párroco
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INICIO
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
Santo. Amén.
CREDO
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro
Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo,
nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
Luego se reza: Un Padrenuestro, tres Avemarías y Gloria
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MISTERIOS GOZOSOS
PRIMER MISTERIO GOZOSO:
LA ANUNCIACIÓN
Del Evangelio según San Lucas
Al sexto mes, fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate,
llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.
Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su
reino no tendrá fin».
María respondió al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?». El ángel le
respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por
eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha
concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque
ninguna cosa es imposible para Dios».
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Dijo María: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.» Y el ángel dejándola se
fue. (Lucas 1, 26-38)
En este primer misterio gozoso, pedimos a la
Santísima Virgen María que interceda ante Jesús para que todas las personas mayores de nuestras casas, que en estos momentos son los
más vulnerables, sean libradas de todo mal.
Luego se reza: Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.
SEGUNDO MISTERIO GOZOSO:
LA VISITACIÓN DE MARÍA A SU PRIMA SANTA ISABEL
Del Evangelio según San Lucas
En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de
Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con
gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que
la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo,
saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron
dichas de parte del Señor!»
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(Lucas 1, 39-45)
En este segundo misterio gozoso, le pedimos a la
Santísima Virgen María que interceda ante
Jesús para que los esposos cristianos, a través de la oración y el diálogo, fortalezcan en estos
días su amor conyugal.
Luego se reza: Un Padrenuestro, diez Avemarías
y Gloria
TERCER MISTERIO GOZOSO: EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS EN BELÉN
Del Evangelio según San Lucas
Sucedió que, por aquellos días, salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. Este primer empadronamiento tuvo lugar siendo gobernador de Siria, Cirino. Iban todos a empadronarse, cada uno a su
ciudad.
Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que
se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras ellos
estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento, y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre,
porque no tenían sitio en el alojamiento. (Lucas 2,1-7)
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En este tercer misterio gozoso, le pedimos a la
Santísima Virgen María que interceda ante Jesús para que todos los hijos de los hogares cristianos, aprovechen estos días en valorar la
vida familiar y crezca en ellos el respeto a sus padres.
Luego se reza: Un Padrenuestro, diez Avemarías
y Gloria.
CUARTO MISTERIO GOZOSO:
LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO Y LA PURIFICACIÓN DE SU SANTA
MADRE
Del Evangelio según San Lucas
Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a
Jesús, a Jerusalén, para presentarle al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón
primogénito será consagrado al Señor y para ofrecer, en sacrificio, un par de tórtolas o dos
pichones, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.
Y he aquí que había en Jerusalén un hombre
llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en
él, el Espíritu Santo. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor. Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres
introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la
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Ley prescribía sobre él, le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu Palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la
que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria
de tu pueblo Israel». Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él. Simeón les bendijo y dijo a
María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción ¡y a ti misma, una espada te
atravesará el alma! a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones»
(Lucas 2, 22-35) En este cuarto misterio gozoso, le pedimos a la
Santísima Virgen María que interceda ante Jesús para que en estos días se forje en
nuestras familias el hábito de la oración.
Luego se reza: Un Padrenuestro, diez Avemarías
y Gloria
QUINTO MISTERIO GOZOSO: EL NIÑO JESÚS PERDIDO Y HALLADO EN EL
TEMPLO
Del Evangelio según San Lucas
Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años,
subieron ellos como de costumbre a la fiesta y, al volverse, pasados los días, el niño Jesús se
quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres. Pero
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creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos; pero al no encontrarle, se volvieron a
Jerusalén en su busca.
Y sucedió que, al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándolos y preguntándoles; todos
los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.
Cuando le vieron, quedaron sorprendidos, y su
madre le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos
buscando». El les dijo: «Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi
Padre?». Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
(Lucas 2, 41-50)
En este quinto misterio gozoso, le pedimos a la
Santísima Virgen María que interceda ante
Jesús por los que en estos días están solos o abandonados para que experimenten la cercanía
de Dios que nunca abandona a sus hijos.
Luego se reza: Un Padrenuestro, diez Avemarías
y Gloria
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LETANÍAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
(Repetir cada invocación)
Señor, ten piedad Cristo, ten piedad
Señor, ten piedad Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos
(Después de cada invocación, responder:
ten piedad de nosotros)
Dios, Padre celestial
Dios, Hijo, Redentor del mundo Dios, Espíritu Santo
Santísima Trinidad, un solo Dios
(Después de cada invocación, responder:
Ruega por nosotros)
Santa María
Santa Madre de Dios Santa Virgen de las Vírgenes
Madre de Cristo Madre de la Iglesia
Madre de la divina gracia
Madre purísima Madre castísima
Madre siempre virgen
Madre inmaculada Madre amable
Madre admirable Madre del buen consejo
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Madre del Creador
Madre del Salvador Madre de misericordia Virgen prudentísima
Virgen digna de veneración Virgen digna de alabanza
Virgen poderosa Virgen clemente
Virgen fiel
Espejo de justicia Trono de la sabiduría
Causa de nuestra alegría Vaso espiritual
Vaso digno de honor
Vaso de insigne devoción Rosa mística
Torre de David
Torre de marfil Casa de oro
Arca de la Alianza Puerta del cielo
Estrella de la mañana
Salud de los enfermos Refugio de los pecadores
Consoladora de los afligidos Auxilio de los cristianos
Reina de los Ángeles
Reina de los Patriarcas Reina de los Profetas
Reina de los Apóstoles
Reina de los mártires Reina de los confesores
Reina de las vírgenes Reina de todos los Santos
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Reina concebida sin pecado original
Reina asunta a los Cielos Reina del Santísimo Rosario
Reina de la familia
Reina de la paz
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del
mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
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ORACIÓN
Te rogamos nos concedas, Señor, Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo, nuestro Señor.
Amén.
Rezamos juntos: Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de
Dios; no desprecies nuestras súplicas en
nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todos los peligros, Oh Virgen Gloriosa y Bendita.
V/. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/. Para que seamos dignos de alcanzar las
promesas de nuestro Señor Jesucristo.
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Se reza:
Por nuestro Papa Francisco:
Un Padrenuestro, Ave María y Gloria
Por nuestra comunidad parroquial:
Un Padrenuestro, Ave María y Gloria
Por los difuntos de nuestra comunidad
parroquial: Un Padrenuestro, Ave María y Gloria.
Acudimos juntos al Arcángel San Miguel
pidiendo que libre a la Iglesia de los ataques del diablo
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste
sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder
que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que
vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
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Rezamos a nuestra Madre:
Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve. A Ti clamamos los desterrados
hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen
María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
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ORACIÓN A LA SAGRADA FAMILIA
(S.S. Francisco)
Jesús, María y José en vosotros contemplamos
el esplendor del verdadero amor, a vosotros, confiados, nos dirigimos.
Santa Familia de Nazaret, haz también de
nuestras familias lugar de comunión y cenáculo de oración, auténticas escuelas del Evangelio y
pequeñas iglesias domésticas.
Santa Familia de Nazaret, que nunca más haya
en las familias episodios de violencia, de cerrazón y división; que quien haya sido herido o
escandalizado sea pronto consolado y curado.
Santa Familia de Nazaret, haz tomar conciencia a todos del carácter sagrado e inviolable de la familia, de su belleza en el proyecto de Dios.
Jesús, María y José, escuchad, acoged nuestra
súplica. Amén.