scj corona pasion

SCJ Corona Pasion:FOLLETO SCJ 11 29/05/12 13:17 Página 1

Sacerdotes del Sagrado Corazón de JesúsPadres Reparadores o DehonianosBalbina Valverde, 5. 28002 MADRIDe-mail: [email protected]

Editorial El Reino, 2012

Imprime: Gráficas DehonLa Morera, 23-25. Tel.: 91 675 15 3628850 TORREJÓN DE ARDOZ (Madrid)

Coronade los misterios

del Corazónde Jesús

“¡He venido a arrojar un fuegosobre la tierra y ¡cuánto desearía

que ya estuviera encendido!” (Lc 12, 49)


3

Presentación del P. Dehon

“Esta triple corona es un acto de amor alCorazón de Jesús. Nos ayuda a contemplarloen los misterios de la encarnación, de la reden-ción y de la eucaristía. Ellos expresan, antetodo, el fuego del amor de Dios por nosotros,el fuego nuevo que el Corazón de Jesús vino acomunicarnos. Pedimos a Cristo Jesús que estacontemplación se produzca con los sentimien-tos de su Corazón por el Padre y por los hom-bres”.

Alabanza inicial

“Digno es el Cordero degollado de recibir elpoder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, elhonor, la gloria y la alabanza” (Ap 5, 12).

Te bendecimos, Corazón de Jesús, te glorifica-mos unidos a la alabanza perenne del cielo, tedamos gracias con todos los ángeles y santos,te amamos junto con Santa María y San José,su esposo. Te ofrecemos nuestro corazón.Dígnate acogerlo, llenarlo de tu amor y hacerlocontigo ofrenda agradable al Padre. Inflámanoscon tu Espíritu para que podamos alabar dig-namente tu nombre y anunciar tu salvación alas gentes. En un prodigio de amor, nos hasredimido con tu sangre preciosa. Corazón deJesús, nos confiamos a tu perenne misericor-dia. En ti nuestra esperanza: no seamos con-fundidos para siempre.

Modo de rezar: después de anunciar el mis-terio, se hace lectura de la Palabra de Dios,una pausa de silencio meditativo y luego selee la reflexión; tras lo cual, usando las cuen-tas del Rosario se puede rezar en cada unade ellas la invocación marcada con un * o lasexpresiones bíblicas indicadas. Se concluyerezando la oración final.


4

Segunda coronaLos misterios de la Pasión

Primer misterio: El Corazón de Jesús5 en la agonía de Getsemaní

Segundo misterio: El Corazón de Jesús7 roto por nuestras iniquidades

Tercer misterio: El Corazón de Jesús traicionado9 por sus amigos y abandonado por el Padre

Cuarto misterio: El Corazón de Jesús11 traspasado por la lanza

Quinto misterio: El Corazón de Jesús13 en la resurrección

Í N D I C E


5

Segunda corona:Los misteriosde la Pasión

Prim

er m

iste

rio:

El C

oraz

ón d

e Je

sús

en la

ago

nía

de G

etse

man

í

ñ«Entonces va Jesús con ellos a una propiedad lla-mada Getsemaní, y dice a los discípulos: “Sentaosaquí, mientras voy allí a orar”. Y tomando consigoa Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó asentir tristeza y angustia. Entonces les dice: “Mialma está triste hasta el punto de morir; quedaosaquí y velad conmigo”. Y adelantándose un poco,cayó rostro en tierra, y suplicaba así: “Padre mío,si es posible, que pase de mí esta copa, pero nosea como yo quiero, sino como quieras tú”» (Mt 26, 36-39).


6

Reflexión

«Su misterio de la agonía es de modo particularpatrimonio de los amigos del Corazón de Jesús.Nos es querida, sobretodo, la pasión interior de suCorazón. La encontramos enteramente en el jardínde Getsemaní. La agonía es el misterio central:todos los frutos, todas las gracias de la pasión pro-ceden de ella. Y es allí donde nuestro Señor quisoaceptar y ofrecer al Padre todos sus sufrimientospor amor nuestro. Este Corazón divino quiso amar-nos hasta el punto de padecer todas las angustiasde la tristeza, del miedo y del tormento; y pasar através de un estado de desolación interior sinparangón. Cuánto le costó ser revestido de todoslos pecados de los hombres. Fue una lucha mor-tal entre su santidad y esta responsabilidad queaceptaba por amor nuestro» (L. Dehon, OSP II, 311).

Invocaciones

* Corazón de Jesús, propiciación por nuestrospecados, ten piedad de nosotros.

- Padre mío, que se haga tu voluntad (cf. Mt 26,42).

- Se cumpla tu voluntad en la tierra como en elcielo (Mt 6, 15).

- No lo que yo quiero sino lo que tú quieres, Padre(cf. Mc 14, 36).

- Danos los sentimientos de tu Cristo para servira tu voluntad (cf. 1 Pe 4, 1-2).

- Danos poder cumplir tu voluntad haciendo lo quete es agradable (cf. Hb 13, 21).

Oremos

Padre, tú has querido que tu Hijo Jesús sufriese laagonía; ven en ayuda de cuantos están en laprueba. Rompe las cadenas que nos tienen prisio-neros a causa de nuestras culpas, guíanos a la liber-tad que Cristo nos ha conquistado y haznoshumildes colaboradores de tu designio de amor.Por Cristo nuestro Señor. Amén.


7

Segu

ndo

mis

teri

o:El

Cor

azón

de

Jesú

s ro

to

por

nues

tras

iniq

uida

des

ñ«Le desnudaron y le echaron encima un manto depúrpura; y, trenzando una corona de espinas, se lapusieron sobre su cabeza, y en su mano derechauna caña; y doblando la rodilla delante de él, lehacían burla diciendo: “¡Salve, Rey de los judíos!”;y después de escupirle, cogieron la caña y le gol-peaban en la cabeza. Cuando se hubieron burladode él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropasy le llevaron a crucificarle» (Mt 27, 28-31).

«Él soportó el castigo que nos trae la paz, y consus heridas hemos sido curados. Todos nosotroscomo ovejas erramos, cada uno marchó por sucamino, y Yahveh descargó sobre él la culpa detodos nosotros. Fue oprimido, y él se humilló y noabrió la boca. Como un cordero al degüello era lle-vado, y como oveja que ante los que la trasquilanestá muda, tampoco él abrió la boca. Tras arrestoy juicio fue arrebatado, y de sus contemporáneos,¿quién se preocupa? Fue arrancado de la tierra delos vivos; por las rebeldías de su pueblo ha sidoherido» (Is 53, 5b.7-8).


8

Reflexión

«La pasión es la obra de arte del amor del Corazónde Cristo. En los misterios de la pasión, él es ver-daderamente el libro escrito por dentro y por fuera.¿Qué palabras leemos? Una sola: Amor. Los flage-los, las espinas, los clavos han escrito esta pala-bra con caracteres de sangre en su carne. No noscontentemos con la meditación externa. Si pene-tramos hasta el fondo del corazón, veremos unamaravilla aún mayor: el amor inextinguible de Jesúsque considera nada su propio sufrimiento y seentrega sin cansarse nunca. La gracia propia de losamigos del Corazón de Jesús es descubrir, bajo elvelo de los misterios, el amor de Nuestro Señor.¿Dónde lo reconocemos con mayor evidencia si noes en la pasión? Si no lo descubrimos o si lo vemossolo superficialmente, obtendremos muy poco pro-vecho de los grandes misterios de los sufrimien-tos de Cristo y poca gloria daremos a Dios» (L. Dehon, OSP II, 305).

Invocaciones

* Corazón de Jesús, roto por nuestras culpas, tenpiedad de nosotros.

- Ahora mi alma está turbada, ¿qué debo decir?¿Padre, sálvame de esta hora? (Jn 12, 27).

- Fue despreciado por nuestras iniquidades (Is 53,5).

- Se dejó humillar y no abrió su boca (Is 53, 7).- Se hizo para nosotros sabiduría, justicia, santifi-

cación y redención (cf. 1 Cor 1, 30).- Al Rey de los siglos, honor y gloria (cf. 1 Tm 1,

17).- Jesucristo, Príncipe de los reyes de la tierra (cf.

Ap 1, 5).

Oremos

Padre, has entregado a tu Hijo a la pasión y muertepara nuestra salvación. Abre nuestros ojos para queveamos el mal cometido, toca nuestro corazón paraque nos convirtamos a ti y, conocido tu misteriode amor, gastemos generosamente nuestra vida enel servicio del evangelio. Por Cristo nuestro Señor.Amén.


9

Terc

er m

iste

rio:

El C

oraz

ón d

e Je

sús

trai

cion

ado

por

sus

amig

os y

aba

ndon

ado

por

el P

adre

ñ«En aquel momento dijo Jesús a la gente: “¿Comocontra un salteador habéis salido a prenderme conespadas y palos? Todos los días me sentaba en elTemplo para enseñar y no me detuvisteis. Pero todoesto ha sucedido para que se cumplan lasEscrituras de los profetas”. Entonces todos los dis-cípulos le abandonaron y huyeron. Desde la horasexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta lahora nona. Y alrededor de la hora nona clamó Jesúscon fuerte voz: “¡Elí, Elí! lemá sabactaní?”, esto es:“¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abando-nado?”» (Mt 26, 55-56; 27, 45-46).


Reflexión

«Alzado en la cruz, Jesús no veía ante sí más queenemigos; no escuchaba sino maldiciones y blas-femias. El pueblo que la providencia había elegidocon tanto cuidado y al que había educado pacien-temente, rechaza y crucifica al Salvador. ¿Dóndeestaban los discípulos y los amigos de Jesús?Tenían miedo y se escondieron; no comprendíanel gran misterio de la cruz. Durante la larga y dolo-rosa agonía, Jesús gritó: “Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?” Palabras que nos mara-villan y esconden un misterio. El doloroso lamentodel salmo 22 es la descripción fiel de los senti-mientos de Jesús durante la pasión: “Mi corazónes como cera, se funde en medio de mis vísceras.Está seco como tierra mi paladar, mi lengua se hapegado a la garganta, sobre polvo de muerte mehas depositado”» (L. Dehon, OSP II, 361-362.370).

Invocaciones

* Corazón de Jesús, obediente hasta la muerte, tenpiedad de nosotros.

- Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abando-nado? (Sal 22, 2).

- Mi padre y mi madre me han abandonado (Sal27, 10).

- El insulto destrozó mi corazón (Sal 69, 21). - Esperé compasión pero en vano, consoladores

pero no los encontré (Sal 69, 21).- Soy pobre e infeliz, ven pronto, mi Dios (Sal 70,

6).- ¿No habéis sido capaces de velar solo una hora

conmigo? (Mt 26, 40).

Oremos

Padre, que nos pides que sigamos a Jesús por elcamino de la cruz, concédenos estar bautizadosen su muerte, para que podamos caminar con élen una vida nueva y ser instrumentos de tu amorpara los hermanos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

10


Cua

rto

mis

teri

o:El

Cor

azón

de

Jesú

str

aspa

sado

por

la la

nza

11

ñ«Fueron, pues, los soldados y quebraron las pier-nas del primero y del otro crucificado con él. Peroal llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no lequebraron las piernas, sino que uno de los solda-dos le atravesó el costado con una lanza y al ins-tante salió sangre y agua. El que lo vio lo atestiguay su testimonio es válido, y él sabe que dice la ver-dad, para que también vosotros creáis. Y todo estosucedió para que se cumpliera la Escritura: No sele quebrará hueso alguno. Y también otra Escrituradice: Mirarán al que traspasaron» (Jn 19, 32-37).


Reflexión

«La apertura del Corazón de Jesús es el misteriode los misterios, el fundamento de todos losdemás, el misterio del amor que fue entrevisto enlas edades antiguas, pero que fue revelado plena-mente para nosotros. Este acto resume toda la vidade Jesús, los misterios de su encarnación, el de lapasión y también los misterios de la gloria y de laeucaristía. Es el misterio que sobrepasa a todoslos otros porque los contiene a todos. ¿Qué seríala oblación del Salvador, su vida, su inmolación enla cruz, su misma muerte, si no extrajese su linfadel Corazón de Jesús? Este es el gran misterio delamor, la fuente y el canal de todas las gracias, lainmolación realizada. Hagamos un acto de fe y deamor; creamos en la inmensidad del amor que Diostiene por nosotros en el Corazón de Jesús» (L. Dehon, OSP II, 379-380).

Invocaciones

* Corazón de Jesús traspasado por la lanza, tenpiedad de nosotros.

- Cordero de Dios, que quitas el pecado delmundo, ten piedad de nosotros.

- Llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre elmadero de la cruz (1 Pe 2, 24).

- Por sus llagas hemos sido curados (cf. 1 Pe 2, 25).- Señor Jesús, haz que sigamos tus huellas (cf. 1

Pe 2, 21).- Yo, cuando sea elevado de la tierra, atraeré a

todos hacia mí (Jn 12, 32).

Oremos

Señor Jesucristo, que con tu muerte obediente noslibras del pecado y nos recreas según Dios en lajusticia y en la santidad verdaderas, danos la gra-cia de vivir nuestra vocación reparadora como elestímulo de nuestro apostolado, para trabajar con-tigo en quitar todo lo que hiere la dignidad delhombre y amenaza la verdad, la paz y la fraterni-dad de la convivencia humana. Amén.

12


Qui

nto

mis

teri

o:El

Cor

azón

de

Jesú

s en

la r

esur

recc

ión

13

ñ«Al atardecer de aquel día, el primero de la semana,estando cerradas, por miedo a los judíos, las puer-tas del lugar donde se encontraban los discípulos,se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “Lapaz con vosotros”. Dicho esto, les mostró las manosy el costado. Los discípulos se alegraron de ver alSeñor. Jesús les dijo otra vez: “La paz con voso-tros. Como el Padre me envió, también yo os envío”.Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Recibidel Espíritu Santo. A quienes perdonéis los peca-dos, les quedan perdonados; a quienes se los


retengáis, les quedan retenidos”. Tomás, uno delos Doce, llamado el Mellizo, no estaba con elloscuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían:“Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Sino veo en sus manos la señal de los clavos y nometo mi dedo en el agujero de los clavos y no metomi mano en su costado, no creeré”. Ocho días des-pués, estaban otra vez sus discípulos dentro yTomás con ellos. Se presentó Jesús en medioestando las puertas cerradas, y dijo: “La paz convosotros”. Luego dice a Tomás: “Acerca aquí tu dedoy mira mis manos; trae tu mano y métela en mi cos-tado, y no seas incrédulo sino creyente”. Tomás lecontestó: “Señor mío y Dios mío”» (Jn 20, 19-28).

Reflexión

«Nuestro Señor tiene prisa en manifestar la heridade su costado desde la primera aparición: es un pre-sagio de la devoción al Corazón de Jesús que sedesarrollará en el futuro. De ahí surgen sus prime-ras gracias. Cristo reza en el santuario del cielo paraser sacerdote ante el Padre y ofrecerse a sí mismoen favor nuestro (cf. Hb 9, 24-26). Él con su cuerpoinmolado y marcado por los estigmas. Sus heridasson un grito elocuente con el que patrocina victo-riosamente la causa de los pecadores. Su sangreintercede por nosotros de manera más eficaz quela de Abel (cf. Hb 12, 24). Nos postramos a los piesde Jesús como Tomás. Reconozcamos la dureza denuestro dolor: gracias, Señor Jesús, por habernosentregado tu Corazón apenas resucitaste. Tú haspermitido a los apóstoles tocar la herida del cos-tado para atraer la atención sobre tu Corazón heridode amor. Creemos en tu amor y en tus designiosde misericordia» (L. Dehon, OSP III, 385. 388. 393).

Invocaciones

* Corazón de Jesús, fuente de vida y de santidad,ten piedad de nosotros.

- ¡Nos amaste hasta el final! (cf. Jn 13, 1).- Extiende tu mano y métela en mi costado (Jn 20,

27).

14


- Nos has redimido, Señor, con tu sangre (cf. Ef 1,7).

- Tu sangre, Jesús, nos purifica de todo pecado (cf.1 Jn 1, 7).

- Con un Espíritu eterno se ofrece sin mancha así mismo a Dios (Hb 9, 14).

- Aprended de mí que soy manso y humilde decorazón (Mt 11, 29).

Oremos

Padre, que con la resurrección has constituido aCristo Jesús único mediador de salvación, mandasobre nosotros tu santo Espíritu para que purifi-que nuestros corazones y nos transforme en sacri-ficio a ti agradable; en la alegría de una vida nuevaalabaremos siempre tu nombre y seremos instru-mentos de tu amor por los hermanos. Por Cristonuestro Señor. Amén.

15

Oración final

Señor Jesús,acoge la ofrenda de nosotros mismos y preséntanos al Padre en unióna tu oblación de amor,en reparación de nuestros pecadosy de los de todo el mundo.

Concédenos tener en nosotroslos sentimientos de tu Corazón,imitar sus virtudes y recibirsus gracias. Tú que vivesy reinas por los siglosde los siglos.

Amén.


scj corona pasion

Education

corazn de jess13

corazn de jessen

corazn de jess5

corazn de jess traicionado9

corazn dejess

folleto scj

corazn de jess11 traspasado

corazn de jess7 roto