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~SEÑAS
Jaime G. Velázquez
Á Federico García Lorca: L/anto por IgnacioSÍlnchez MeJías. Ed. facs . del manuscrito au tógrafo. Institución Cultural de Cantabria. España, 1983
Como se sabe. la obra de Federico García Larca fue objeto. durante muchotiempo. de un descuido editorial realmente lamentable. En parte. ese descuido fue consecuenc ia del proceso demitificación al que fue sometida la figura del poeta. sobre todo a partir de sumuerte en los primeros días de la Guerra Civil Española: para los franquistaslo mismo que para sus enemigos. Larca
sus espléndidas incursiones en él. no lerestaron modestia para dejarnos másde cien ilustraciones de hongos. en sumayoría acuarelas. ni esa llaneza paraexponer adecuadamente tan extrañotema. El riesgo era enorme. pero Tablada lo enfrentó con buena fortuna. Yahora. Andrea Martínez. encargada dela edición. considera que el libro se defiende bien de los embates de la cien cia: " Al cotejarlo con la amplia bibliografía especializada. bajo su confusiónaparente resultó válido en su mayorparte. y sus pocos errores e imprecisiones. de importancia secundaria. pudie ron ser fácilmente rectificados". Es digno de rivalizar con los mejores tratadosactuales.
Es un libro concebido por un espléndido artista. Imagino a un crítico de artes pláticas. a un botánico y a un críticode literatura discutiendo acerca de estelibro . un auténtico hongo -"manjar alimenticio y exquisito" o tentación venenosa-. frente a la aburrida y pusilánime librería mexicana. Banquete interdisciplinario. ¿Qué harían ellos con estederroche inusitado? También imagino aun poeta que acepta una cantidad denombres. naturales y artificiosos. conlos cuales da inicio a poemas sádicos.voraces o románticos. Y es que Tabladacreó en español los nombres de. loshongos. dotándolos de una original intensidad. Pero lo mejor del libro es sinduda su generosidad -la del autor. ladel editor- ; hace pensar en que no esimposible ver editadas en esta décadalas demás obras de Tablada.
era un símbolo político que había querebatir o defender; para muy pocos eraun poeta a quien había que leer. Así. lademagogia se conjugaba con la indiferencia para producir una edición de lasObras completas que era cualquiercosa menos que completa o fiel: unaedición plagada de erratas y confusiones. donde los textos suprimidos o cortados eran casi tantos como los textosreproducidos en su integridad. Y si seagrega a esto el hecho de que la mayoría de las ediciones de tirada masivatambién se basaron en esta misma edición de las Obras completas (por no decir nada de las traducciones fundadasen ella). uno empieza a vislumbrar lasdimensiones del atropello cometido.Efectivamente. sería muy difícil encontrar a otro poeta de la categoría de Larca cuya obra fuera tan maltratada porsus editores como lo fue durante tantotiempo la suya.
Afortunadamente. en los últimosaños se ha hecho mucho por corregiresta situación. Con la muerte de Francoen 1975 desapareció no sólo la censurasino también el pretexto que tenían losunos y los otros para no ver en el poetamás que su valor político. Es decir. conla instauración de la democracia en España. Larca pudo empezar a ser valorado no por lo que representaba sino porlo que había escrito. Y. desde luego. alvolver a la obra del poeta . los lectoresse dieron cuenta en seguida de la necesidad urgente de que se estableciera eltexto de una forma mucho más rigurosay completa. Una de las llamadas deatención más vehementes en este sentido fue la que publicó Daniel Eisenbergen su brillante libro sobre Poeta enNueva York: Historia y problemas de untexto de Lorca (Arie!. Barcelona. 1976).Allí. además de sentar las bases para lafutura edición crítica de uno de los textos más difíciles del poeta (difícil no sólo de interpretar sino también de establecer). Eisenberg se refirió a las terri bles deficiencias que padecía en general la edición entonces vigente de lasObras completas (la de Aguilar) . En unapéndice de su libro presentó una listade nada menos que 41 textos de Larca.ya publicados. que no habían sido recogidos en las Obras completas; y a estalista agregó otra en que señaló los numerosísimos manuscritos inéditos -depoemas. cartas. discursos . obras deteatro. etc.- que también seguían sinrecogerse. Lamentándose a la vez de laarbitrariedad con que anteriormente se
c. •• oe •••
Para leer a Lorca
•
Por el mundo pictórico de Hiroshi gué. hace largos años que trans ito .como infatigable peregrino: con larama de un abeto de sus selvas, hicemi báculo; el agua de sus lluvias traigo en el calabazo atado a la cintura;he cosido las conchas recogidas ensus mares en la parda esclavina delromero. y la nieve de sus crepúscu los ha caído ya sobre mis cabellos . . . 1
Ahora, de regreso. como esos piadosos labr iegos japoneses. que retornan al cabo de largos años a su aldea. después de cumplir la " peregrinación de los Cien Templos" . vayahacer. con mis manos, un templo votivo al ánima venerable y creadoradel mundo. al genio de ese demiurgoamarillo. al espíri tu del " Kami" Hiroshigué . . .
En realidad, Tablada tenía 43 años deedad cuando escribió lo anter ior. en1914. y viv iría 31 años más; El flor ilegio. su primer libro de poemas, habíaquedado demasiado lejos de su obraposterior. realizada entre los 47 y los57 años. En los retratos del poeta cuarentón no hay canas visibles, por lo queesos largos años de que habla. esa nieve crepuscular es exactamente una metáfora del esfuerzo que por fin le permitió acercarse a su maestro Edmundo deGoncourt Y continuar "en parte" los interrumpidos estud ios de éste sobre pintores japoneses. Tablada confesaba elánimo con que se había propuesto escribir el libro al madurar sus estudiosartísticos. lo cual ocurr ió no sólo en unsentido intelectual sino. como ahorapodemos ver. tamb ién prá.ctico. ~e~:
ués de 1914 dio conferencias . escribió~rtíCUloS sobre pintura yen 1927 publi có una Historia del arte en Mé~ic? .
El conocimiento del mundo prctonco.
ra colorista . una imagen objetiva y brillante.)
Esa fascinación por los misteriososhongos. "manjar de los césares y tósigode sus venganzas " , de considerable importancia entre los aztecas. como elmaíz o el maguey, explica en parte eldeber que Tablada cumplía con su investigación: "poner un platillo más enla mesa de los humildes" , Pero ese deber " pat rio" que él se impuso no exist iría sin el lado plástico del que habla enel prólogo (Torii, pórt ico sagrado) de sumonografía sobre el genial YchiriusaiHiroshigué:
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había intentado fijar los textos, Eisenberg así dio una idea muy clara de lastareas que hacía falta hacer.
El libro evidentemente encontró ecoentre mucha gente interesada en lapoesía contemporánea. porque en losúltimos siete u ocho años, gracias a unaserie de estudios textuales. se ha transformado la visión que tenemos de laobra de larca. Este trabajo ha sido emprendido principalmente por los editores de las "Obras de Federico Garcíalarca", una nueva colección que empezó a publicar en 1981 en Madrid AlianzaEditorial. Hasta la fecha son nueve losvolúmenes editados (o, por lo menos,son nueve los volúmenes que han llegado a México): Primerromancero gitano ;Yerma ; Diván del Temerit; Llanto porIgnacio Sánchez Mejía y Sonetos; Lacasa de Bernarda Alba; Primeras canciones, Seis poemas galegos y Poemassueltos; Canciones; LB zapatera prodigiosa ; Poema del cante jondo: y Epistolario l . En cada caso la edición se ha encargado a especialistas en la materia,que han depurado los textos con todo elrigor y la precisión .que uno esperaríaencontrar en una edición crítica. No sólo corrigen las erratas sino también, alhacerlo. explican los criterios seguidospara fijar la edición. señalan las variantes. y proporcionan datos adicionalespara aclarar las dudas con respecto altexto. El logro que esto representa esinmenso: por primera vez el lector puede acercarse a estos textos con confianza. Y. desde luego. esta edición deAlianza tiene otra ventaja importante:cada volumen se vende independientemente y a un precio bastante accesible(la edición de Aguilar, además de sermala. se vendía a un precio inalcanzable para el lector común y corriente).
Pero la colección de " Obras de Federico García lorca" no es la única muestra 'del trabajo editorial llevado a cabo.Fuera de esta serie han aparecido varios libros importantes que han ayudado a establecer o completar el texto dela obra de lorca. Entre ellos habría quemencionar las ediciones de El público yla Comedia sin título preparadas porRafael Martínez Nadal y Marie laffranque. respectivamente (Seix Barral. Barcelona. 1978); la publicación por Francisco García larca. en su libro Federicoy su mundo (Alianza Tres, Madrid.1980). del texto de tres conferenciasinéditas de su hermano; la edición crítica del Libro de poemas llevada a cabopor lan Gibson (Crítica. Barcelona.
RESEÑAS
1981); así como el rescate. por partede Piero Menarini, del guión inédito deLo/a la comediante, la deliciosa óperacómica en que había trabajado larca, aprincipios de su carrera, en colaboración con Manuel de Falla (Alianza Tres,Madrid, 1981). Desde luego. todavíaqueda mucho por hacer; pero. gracias aestas y otras publicaciones ahora podemos guardar la esperanza de contaralgún día con una edición verdaderamente completa de las obras del poeta.
Una de las aportaciones más recientes a estos esfuerzos editoriales, y laque motiva la presente nota. es la publicación facsímil del manuscrito del Llanto por Ignacio Sánchez Mejía (Inst itu-
-ción Cultural de Cantabria • . ; 982).Como se sabe, lorca escribió esta elegía en octubre de 1934, con motivo dela cogida mortal sufrida por su amigoSánchez Mejía, dos meses antes. en laplaza de Manzanares. Dividido en cuatro secciones ("la cogida y la muerte " ."la sangre derramada". "Cuerpo presente" y "Alma ausente"), el poema nosólo evoca la figura del amigo reciénmuerto. sino que a éste lo va convirtiendo en el héroe de un rito trágico, para
. luego, en la mejor tradición elegíaca,terminar afirmando la sobrevivencia deltorero en la imagen de él que el poemamismo ha dejado plasmado. El Llanto,así. resume perfectamente la visión trágica que tenía lorca de la vida y poreso. así como por la perfección de suforma , siempre ha sido consideradacomo una de las obras maestras de suautor.
El poema fue publicado por la Editorial Cruz y Raya en marzo de 1935.Poco después, lorca decidió regalar elmanuscrito a otro amigo suyo, JoséMaría de Cossío. autor de Los toros enla poesía castellana (Madrid. 1931). Este. a su vez, cedió el documento a laDiputación Provincial de Santander,que ahora, en edición de Rafael Górnez.se encarga de su reproducción facsímil.
Al hacer su transcripción. Gómez señala 'las erratas que se introdujeron enla edición de Cruz y Raya (erratas yaidentificadas como tales en la nuevaedición del Llanto publicada por Alianza); son pequeñas y su rectificación nocambia mucho nuestra lectura del poema. Mucho más reveladoras son las numerosas 'variantes que se registran. lascuales nos permiten seguir al poetamientras va tachando y corrigiendo ensu búsqueda de la expresión adecuada.Ya que el manuscrito corresponde a la
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última etapa en la elaboración del poema. estas enmiendas afectan más eltono que el significado (aunque, desde .luego. sería imposible hacer una distinción absoluta entre ambas cosas). Esinteresante notar , por ejemplo, cómo elsiguiente verso de la tercera sección:
la muerte lo ha pintado de terribles .azufres
se convierte en:
la muerte lo ha cubierto de pálidosazufres
quedando así libre de su carga hiperbólica. En este caso se trat a de cambiarsolamente dos palabras : pero, a veces.en su intento por evitar una dicción trillada, el poeta cambia totalmente la frase. En los últimos versos del poema. porejemplo, en un princ ipio Larca había escrito lo siguiente:
Tardará mucho en nacer si es quenace
un andaluz tan claro y tan maravilloso
Yo digo para luego quien era con vozlimpia
bajo la muchedumbre mate de losolivos
versos que, con un solo golpe de pluma.dejó totalmente transformados:
Tardará mucho tiem po en nacer, si esque nace,
un andaluz tan claro . tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabrasque gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.
En el segundo verso el adjetivo " maravilloso ", que resulta bastante vago eimpreciso. se sustituye por una expresión mucho más gráfica : " tan rico enaventuras", que además sirve muchomejor para subrayar el carácter heroicoque el poeta ve en su amigo . Pero es enlos dos últimos versos de la estrofadonde vemos más claramente la rigurosa disciplina a la que Larca sornetiósúpoema. la expresión " Yo digo para lue-'go quien era", que es a la vez borrosa ypedestre , desaparece por completo _dela versión definitiva. Es cierto que al hablar de "palabras que gimen " , lorca 00:
rre el riesgo de caer en lo melodramático. pero en el contexto el verbo "gemir"no resulta exagerado. El cambio intro~ '
ducido en el último ver so sirve paraamort ig uar cualqu ier exceso que pudiera hacerse sentir en el verso anterior :qu ien g im e. a f in de cuentas. no es elpoeta sino la naturaleza. " una br isa tri ste po r lo s o livos" . De est a manera Larcaimpide que su propia per sona se interponga ent re el lector y la figura del amigo evocado .
Las va riant es nos per mi ten formaruna idea. por muy superf icial qu e sea.de los c rit er ios estét icos que per seguíaLarca. po r lo me nos durante esta úl ti maetapa en la composic ión de su poema.Pero ta m b ién no s ayu dan a penetra r enel signific ado de algunos de sus versosmás en ig m át icos. ¿Qué quería decir.por eje m p lo . a l escribir de Ignacio: " Elaire co m o lo co deja su pecho hun dido " ? A nt es de llegar a esta for mulacióndefin it iva el po eta había desechadocuatro ve rsiones diferentes.
El o lv ido ya viene con milla res dehormi gas
El olvido lo cubre con millares deho rm igas
El aire como loco abandona supecho
El a ire como loco deja su pechohe ndido
Y. al leer estas var ian te s. el lector seub ica con m ás precisión dentro de la vi-
Federico García Lorca
sión del poeta . Desde luego. no se pue de establecer una equivalencia exactaentre una imagen y ot ra; pero la asocia ción que evidentemente existía paraLarca entre " el aire" y " el olv ido" nosayuda a entender en qué sent ido podríaestar " hundido" el pecho de Ignac io. asícomo las variantes " abandona" y "hendido" subrayan la violencia latente enlas palabras " deja" y "hundido" respec t ivamente (violencia que resulta aúnmás patente en la imagen de las " hormigas" invasoras int roducidas en la primera versión). En fin. el cotejo de lasvariantes ofrece una forma muy provechosa de adentra rse en el cuerpo deltexto.
Además de la reproducción del manuscri to y su transcripción. el libro traeuna serie de textos que echan más luzsobre el poem a y su autor . o que ayu dan a documentar la amistad que unía aSánchez Mejías con Larca y otros poetas desu generación. De especial interéses la reproducción facsímil de dos car tas inéditas a José María de Cossío:una de Larca. en que anunc ia su proyecto de incluir. al frente de la ediciónde su poema. una serie de lemas sobrela muerte. lema s que pensaba tomar dela obra de Villa Ión. Albert i. Bergamín yAleixa ndre (entre otros). y la otra de AIber ti. escrita en Moscú en el momentode enterarse éste de la muerte del tore-
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ro (conmovido por la suerte d u mi go. al regresar a España. Alb rt i t mbién habría de escr ibir una elegla S nchez Mejías. su hermosa Verte y no v r te) . Aco mpañan estas cart as unopoemas-dibujos del mismo Alb rt i (se
bre Lorca. de Cossío y Sánchez Mejl si:una nota de de Cossío sobre " El t mtaurino y la Generación del 27": unbreve evocación de Larca por DémAlonso (" Federico en mi recuerdo" l : unelegante comentario de J orge Guill nsobre " Los símbo los de la muert nLlanto por Ignacio Sánchez M e/ías" : Vun inte resante ensayo de Gerardo Di otitulado "El llanto. la música V otro r •cuerdos" . De este último me llamó especialmente la atención el siguiente p •rrafo en que habla de sus conversacio nes con Larca:
Uno de los temas que volvían unavez y otra a nuestros labios era el dela libertad est imativa para divertirnos con la música llamada mala. eincluso con la poesía que a tantossantones indignaba porque la condenaban sin remisión por las mismasingenuidades que a nosot ros nos encantaban.
¿Notendríamos aquí conf irmación de lapresencia en Larca de cierta act it udcampoactitud que gran parte de la c ritica ha pasado por alto. pero que result aimprescindible para entender la est énca del poeta en toda su complejida d ?¿No hay en mucha de la poesía de t.or ca una estilización irón ica que coincidecon este gusto suyo por la música ma la.por las formas artísticas que ya han d .jada de serv igentes? No digo que amuy notoria en su Llanto. pero si enotras obras suyas. sobre todo en el Romancera gitano. (Jaime Gil de Biedmse ocupa de este tema. con su carac t .rística lucidez. en una entrevista r cog i.da en El homosexual ante la soci d denferma. Tusquets. Barcelona. 19 78 .)
Desafortunadamente. no es po Iblcomentar aquí todos los punt os d mt rés que contienen los ensayos m nCIOnadas. Unos son más sustancial s QU
otros. pero todos ayudan de algun ma nera a enriquecer nuestro ccno cimi ntodel poeta y de su tiempo. Así form n unsugestivo apéndice a un trab ajo qu yde por sí const it uye una aport CI6n
muy valiosa a la nueva bibliografi a lor ·quiana.
James Valender