semanario: los bíceps del jj

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PERIODISMO DE INVESTIGACIÓN VANGUARDIA | LUNES 25 DE OCTUBRE DE 2010 | NO. 245 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM O S M O V S G A C Ó P E R I O D I S M O D E I N V E S T I G A C I Ó N N N N S S EMANARIO EMANARIO EDICIÓN ESPECIAL LOS BiCEPS LOS BiCEPS DEL CAMALEoN DEL CAMALEoN

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A veces el poder es silencioso. Es probable que el JJ lo supiera cuando cruzaba los fines de semana de forma sigilosa el pasillo del gimnasio rumbo a la zona de aparatos.

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Page 1: Semanario: Los bíceps del JJ

P E R I O D I S M O D E I N V E S T I G A C I Ó N

VANGUARDIA | LUNES 25 DE OCTUBRE DE 2010 | NO. 245 | WWW.SEMANARIOCOAHUILA.COM

O S M O D N V S T G A C ÓP E R I O D I S M O D E I N V E S T I G A C I Ó NNNN

SSEMANARIOEMANARIOEDICIÓN

ESPECIAL

LOS BiCEPS LOS BiCEPS

DEL CAMALEoNDEL CAMALEoN

Page 2: Semanario: Los bíceps del JJ

2 VANGUARDIA Lunes 25 de octubre de 2010

Page 3: Semanario: Los bíceps del JJ

Los bicepsLos biceps

del jj

A vecesA veces el poder es silen-

cioso. Es probable que el JJ lo

supiera cuando cruzaba los fines

de semana de forma sigilosa el

pasillo del gimnasio rumbo a la

zona de aparatos.

Parecía levitar con su casi

metro noventa. Tenía pectorales

inflamados. Dientes casi

perfectos y alineados. A veces

usaba pantalón estilo militar.

Siempre acompañado de una mujer

de cintura diminuta, que casi

combinaba con sus músculos.

La tarde en que sus colegas de

espaldas anchas y traseros con

aspiraciones a ser perfectos

lo vieron en las 11 pantallas de

plasma del gimnasio, supieron

que su compañero de cuerdas,

bíceps y cardio, era el mismo

hombre acusado en el noticiero

de soltarle un tiro en la cabeza a

un futbolista famoso.

Al ver las pantallas recordaron

que El JJ caminaba de la misma

forma en que entraba al gimnasio

en Interlomas. Como un "modelo".

Como quien sabe que la vida le

sonríe… pese a todo.

- Todos lo vimos y se hizo

un silencio ¿Te imaginas que

apenas días antes algunos de los

entrenadores bromeaban con él?,

me dice uno de sus compañeros

de ejercicio que he visto lejos

del gimnasio.

Porque el JJ no pensó que

podía. Sabía que podía juguetear,

ser respetado, seguido y quizà

temido en aquel gimnasio.

- Sabemos que este señor

es un sujeto bastante hábil y

peligroso –dijo el 5 de febrero

el presidente del club de Fútbol

América, Michel Bauer.

¿Cabe tanto miedo y poder

en un solo lugar donde moldean

sus cuerpos estrellas, hijos

de políticos y esposas de

empresarios?

POR DARÍO DÁVILA / ILUSTRACIÓN: ESTEFANÍA BARRERA

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Lunes 25 de octubre de 2010 VANGUARDIAVANGUARDIA 3

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4 VANGUARDIA Lunes 25 de octubre de 2010

Page 5: Semanario: Los bíceps del JJ

Lunes 25 de octubre de 2010 VANGUARDIAVANGUARDIA 5

“ALLÁADENTRO

VES JEFES POLICIACOS DEPRIMER NIVEL,¿TE DICE ESO

ALGO?”

Los bíceps de El JJ debieron tener un traba-jo de varios años. Sus compañeros de ru-tina sabían muy bien que las mancuernas le ayudarían a lograr la masa que lo haría parecer más grande de lo habitual. Prefe-ría los fi nes de semana.

- La primera vez que lo vi dije: Se ve atractivo. Pero la mueca que hizo mi en-trenador me hizo pensar que era mejor quedarme callada, me dice una señora que a tirabuzón confi esa:

-¿Por qué no han dicho los periodistas que en ese mismo lugar entrena un pre-sentador de noticias bigotón, que siempre twittea antes de su rutina?

Parece que en este templo de feromonas y sudor, más de uno guarda secretos.

Una escena: Siempre llegaba acompaña-do de una mujer vestida con top. Mordaz en su belleza, pero silenciosa en sus movi-mientos. Cejas pronunciadas y un cabello que le llegaba cerca de los hombros.

- Aquí hay parejas que hacen rutinas de forma separada, pero ella siempre estaba pegada a él. Como si la controlara. Eso me llamó la atención –recuerda otra de sus vecinas de cardio, fanática de lo que tenga aroma a Vuitton, accesorios fáciles de con-seguir en los vestidores.

Hay quien sigue la moda, la exagera o pacta con ella. Un instructor me cuenta so-bre ese pacto en el templo de culto al mús-culo y la belleza.

– Aquí hay relaciones de mucho poder que se hacen más fuertes en los vestidores. Los vestidores son como un tianguis VIP. Las señoras de hombres con lana, vienen a vender aquí sus últimas compras en San Diego, McAllen o Madrid.

A las afueras y en el sótano de este gim-nasio, hombres trajeados, con cortes estilo militar y aparatos de radio comunicación, espantan el aburrimiento. Lo hacen a bor-do de camionetas que rodando valen más que una casa de interés social.

La misión de los "hombres de negro", es proteger con su vida a empresarios, famo-sos y políticos.

Uno de ellos me dice que entre "La Gua-rrada" –el grupo de guardaespaldas-, se in-tuía que el hombre corpulento que llegaba los fi nes de semana acompañado a veces de cuatro escoltas, tenía poder sufi ciente para que sus compañeros de vestidores le regalaran sonrisas fáciles y falsas.

Allá adentro –en los vestidores-, tam-bién ves a jefes policiacos de primer nivel. ¿Eso te dice algo?, me cuenta un guardaes-paldas cuya apariencia me recuerda a esos tipos rudos tipo Bruce Willis. También es pelón, fornido, dice que maneja armas, que es especialista en eludir persecuciones y en cuidar la salud de su patrón.

La presencia del JJ en los vestidores y

en los aparatos del gimnasio no pasaba in-advertida.

- Era extravagante para vestir. Los que vienen a estos lugares siempre tienen una obsesión por coordinar la moda. Él busca-ba combinarse.

- ¿Me han dicho que era encantador?- No precisamente, pero bromeaba con

los entrenadores. Aquí hay círculos de mu-cho poder y encanto, un encanto que es más bien hipocresía. Los entrenadores sa-bían muy bien a qué se dedicaba, pero ellos le devolvían el saludo. Sólo uno de ellos me advirtió que no me le acercara porque se-gún él, era alguien peligroso.

¿Peligroso El JJ? El peligro es el remedio del aburrimiento. Y en este gimnasio na-die se aburre.

- Hay personas que vienen tres veces al día, como si no los quisieran en sus casas, me platica uno de los muchachos que acu-de por las noches.

El JJ conocía, y parece que muy bien, los ritmos de un valle de México que por años lo mimó de noche. De un sistema que, a su modo, es "su amigo".

Es –según las fi scalías mexicanas- un camaleón. Tiene más de 20 nombres. Al-gunas veces era empresario, otras modelo y otras, "amigo de instructores".

capitulo I. capitulo I.

El templo del mUsculo

Guardaespaldas de un cliente del gimnasio.

Page 6: Semanario: Los bíceps del JJ

Quiero recrear la escena de camaradería entre el JJ y sus instructores.

Estoy en una pequeña terraza de este templo donde "el verdadero milagro es tu cuerpo", según se lee en un pendón que a diario observan los que vienen aquí.

El mesero me ofrece la carta y justo en ese momento un par de guardaespaldas caminan y se detienen por unos segundos a ver la escena.

Atrás de sus orejas, como en las películas de agen-tes secretos, traen un pequeño cordón con el que su-puestamente se comunican entre sí. Caminan como pingüinos mal encarados. Su cuello parece de avestruz y tiene la capacidad de doblarse más de la cuenta para observar detalles.

Más a la izquierda, un muchacho intenta ejercitar sus manos sobre el teclado de su teléfono móvil. El ins-tructor aparenta observarlo, igual que él aparenta ejer-citarse sobre una cinta que aparenta ser un camino. El lugar está bien ventilado y con luces blancas que al cho-car con el sudor de los cuerpos resaltan los músculos.

- ¡Qué guapo!, le sonríe un muchacho a otro que lle-va una maleta de rueditas, cabello recién mojado y su camisa desabrochada a la mitad del pecho.

Los dos se detienen brevemente rumbo al pasillo bor-deado por ventanales gigantes. Por ahí caminan señoras de distintas edades que llegan de jeans y botas y salen con licras y maquilladas. También por hombres de ne-gocios trajeados con maletas que en letras grandes dicen Nike o por mujeres rubias con senos enormes.

Desde el balcón se ve el área de pesas. Hay un montón de músculos amontonados haciendo repeticiones con distintos pesos. Destaca entre todos un hombre de cabe-llo largo que se parece a Lorenzo Lamas. Ha de superar el metro noventa. El vaivén de los discos que levanta, parece sincronizarse con TATU, el dúo de mujeres ru-sas que entonan: All about us: It's all about us/ There's a theme that they can't touch/ cause you know…”

La traducción dice algo como: Todo se trata de noso-tras/ Hay un tema que ellos no pueden tocar/ Porque lo sabes (todo se trata de nosotras)…

Mientras observo la escena y dejo de poner atención a la música, recuerdo otro de los testimonios de ante-riores visitas. Un trabajador me confi ó.

- Aquí no quieren decir nada, pero el señor ése tenía muchos amigos y negocios. En los vestidores deben sa-ber mucho de eso, pero si usted pregunta no dirán nada.

- ¿Muchos amigos?- Pues sí, el señor también venía por la mañana en-

tre semana y los fi nes de semana, aquí se maneja mu-cho dinero y entre los chavos que tienen, pues siempre andan juntos.

- También viene gente armada, sobre todo la gente que trae seguridad.

Me pregunto si entre los que practican esta religión nombrada "deporteísmo" por los dueños de esta cadena de gimnasios, estarán los amigos de El JJ.

Si los que hacen rapel al fondo del gimnasio lo ha-brán tratado. Si aquellos que vieron su foto en las 11 pantallas de plasma con canales como CNN en espa-ñol, Fox o la cadena Warner Bros, sabrán de él. Si los "tuiteros" amantes del ejercicio lo recuerdan de tanto que se habla de él en estos días.

“La ofi cina de Interpol en México emitió ayer por la tarde una “fi cha roja” a 186 países, en la que se or-dena buscar y localizar a Jorge Balderas Garza El JJ, por el delito de tentativa de homicidio, luego de que la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) obtuviera del juez 30 penal con sede en el Reclusorio Sur, una orden de aprehensión”. (periódico Excelsior 16 de febrero de 2010).

- ¿Si todos sabían a qué se dedicaba por qué ahora nadie dice nada?, se pregunta una de los comensales que ha accedido a conversar sin mirarme a los ojos.

Es la primera vez que alguien utilizará una palabra que hasta ahora ninguno le ha comprobado al JJ.

- ¡Era un narcazo y todos lo sabían!– me dice en breve la vecina de mesa que ha pedi-do un caldo de pollo y una botella con agua.

El menú de rumores y trascendidos en los noticiarios y diarios mexicanos parece una competencia de policías chinos.- El JJ al parecer es originario de Sinaloa.- Presumen nexos con crimen organizado. - Hallan nexos de El JJ con la delincuencia organizada.- Dicen que lava dinero e incluso trafi ca drogas. - Detectan cuatro domicilios del El JJ y 10 ve-hículos de su propiedad.- El JJ también era conocido por varios futbo-listas del América.- El JJ trabajaba para un importante cártel de la droga en el país.- Servía para los Beltrán Leyva.

La gente de a pie piensa otra cosa. Afuera del gimnasio, un cuidador de coches me cuenta otro tramo de la historia.

Es un muchacho que no pasa de los 30 y que tiene el resguardo de Audis, Mercedes y perros de bolsillo de algunas amantes del deporte y el negocio en los ves-tidores.

- Llegaba por las mañanas en su camioneta- ¿Iba con sus supuestos escoltas?- Venía solo… así lo vi yo.- Se metía al estacionamiento –me dice señalando al

fondo el edifi cio de acero donde conviven restaurantes de comida italiana…

Mientras me platica comienza a caminar hacia una camioneta donde una señora de pants está por mar-charse. Las palabras le salen con difi cultad. Son cerca de las 11 de la noche y todavía tiene que resguardar ca-rros de miles de dólares.

A la distancia en el gimnasio, todavía hay "depor-teístas" en el segundo piso. De pronto –a través de los ventanales-, vuelve a pasar el hombre alto que días an-tes había visto ejercitarse. Y pienso que El JJ debió te-ner una altura similar.

Es cierto. Nunca pasó inadvertido pero de alguna ma-nera su metro noventa lo hizo invisible. "A veces la amne-sia grupal es peor porque se contagia", me dice un agente de policía que le sigue los pasos.

6 VANGUARDIAVANGUARDIA Lunes 25 de octubre de 2010

capitulo ii.capitulo ii.

Un lugar

milagroso

“ERA UN NARCAZO Y TODOS

LO SABÍAN”.Clienta del gimnasio a donde iba El JJ.

Page 7: Semanario: Los bíceps del JJ

“La Procuraduría General de Justicia local dio a cono-cer que no hay elementos de prueba para establecer que dentro del Bar Bar se hayan cometido actividades ilícitas vinculadas con la delincuencia organizada, por lo cual se prevé que dicho lugar podría ser reabierto en las próxi-mas semanas”. (Extracto de un portal de noticias).

La encuentro de espaldas, con la cabellera hasta los hombros. El bar está semivacío. Pasan de las 10 de la noche en Polanco y en la avenida Presidente Masaryk sólo algunos comensales salen entre los camellones mal alumbrados. Los valet parking parecen zombis pertre-chados bajo sombrillas rojas.

En el bar, una luz en tonos naranjas resalta un poco sus ojeras y su fi gura. Tiene piernas largas, ojos profun-dos y sonrisa bandida. Le pido que nos apartemos un poco y accede.

- Puro mafi oso allá adentro, ¡ves! –expresa en un tono cantadito con siseo.

Tiene un Martini en sus manos largas y huesudas.Yo iba con puras modelos porque la empresa para la

que trabajo nos había llevado a ese lugar. Lo primero que pensé es que si supuestamente era muy exclusivo ¿por qué había señores de 50 con chavitas de 20…?

La fachada del Bar Bar parece la escenografía de una casa de los Picapiedra. Con tabla roca en colores pardos, cafés y negros. Con una decoración que cambió según los años. En 1986, cuando el furor de una pelota de cuero invadió México, las fotos muestran que su fachada era de tonos grises y negros. Ahí, según las crónicas deporti-vas, acudían varios de los goleadores de moda.

Hasta el día D (en el que El JJ le disparó a Cabañas) los interiores parecían los de una caverna diseñada por los creadores de Parque Jurásico. Con enredaderas de plásti-co y pantallas de plasma incrustadas en las rocas falsas.

La lista de visitantes incluye actores, cantantes, ilu-sionistas, políticos, empresarios y hasta el considerado mejor jugador del mundo…Maradona.

Veo algunas de las fotos. Son públicas. - El portero Jorge Campos con saco negro y camisa

blanca abrazado de Kalimba y alguien a quien no conoz-co.

- Los ex americanistas Cuauhtémoc Blanco y Braulio Luna.

-El actor de “Y tu mamá también” Diego Luna, con barba y gorra de colores patrios.

- Una sonriente Jacqueline Bracamontes con los acto-res Valentino Lanús y Sebastián Rulli.

- Otro trío del ex grupo RBD: Mayte Perroni, Anahí y Dulce María.

- Una imagen de Nora Salinas con un vestido en tonos rojos, Marcel Pezet, Ana de la Reguera y Mónica Sán-chez.

-Las fotos siguen. Tengo en mis manos a Fabiola Cam-

pomanes y a Barbara Mori con una sonrisa aperlada.-Y muy bien acompañado Jorge, ‘El Burro’ Van Rankin.-No se escapa de las fotos Aylín Mujica y Fernando

Carrillo.Pero regresemos al bar. La modelo comienza a mirar

hacia otro lado y sus ojos se van del martini. Con un dejo de desprecio me dice -¡todas las que vi allá adentro eran teiboleras!

Entonces imagino a El JJ en ese ambiente que mi escu-rridiza informante me describe.

- A algunas de mis amigas les tocó ver gente consu-miendo droga.

-¿Y por qué estabas ahí?, le insisto.Ella agacha un poco la cabeza y me explica: -En la

agencia para la que trabajo nos llevaron para “vestir” el lugar, pero desde que llegué me di cuenta que había pa-drotes. El ambiente era realmente pesado.

-Yo no entiendo cómo los cadeneros se ponían tan pe-sados si allá adentro estaba puro mafi oso.

¿Mafi oso? ¿Puede un lugar donde Thalía mueve des-enfrenadamente las caderas ser una cueva de chicos ma-los? ¿Serán ciertos los relatos oscuros de un lugar que ha sido visitado por David Copperfi eld, Bon Jovi, Alejandro Fernández, Carlos Slim Domit o Miguel Alemán Mag-nani?

Uno de sus visitantes más fi eles me contará más ade-lante que los que visitaban el Bar-Bar, lo hacían por una sencilla razón: era el único que encontrabas abierto un domingo tras una noche de parranda.

Mi informante se va de la barra y me aclara que jamás volvería a un lugar así.

capitulo iii. capitulo iii.

La pre-copa

Lunes 25 de octubre de 2010 VANGUARDIAVANGUARDIA 7

Simón Charaf, dueño del Bar Bar.

“HABÍAFUTBOLISTAS

QUE GASTABAN

MÁS QUE EL JJ”.

Page 8: Semanario: Los bíceps del JJ

8 VANGUARDIAVANGUARDIA Lunes 25 de octubre de 2010

Me responde el teléfono desde Mérida: - ¿Bueno?, (contesta el teléfono móvil)- ¿Francisco Solís?- Sí hermano a tus órdenes…- ¿Cómo está?- Bien pedo…- Quisiera conversar con usted sobre lo que ha di-

cho de El JJ…- Hermano, llámame mañana antes de las diez,

¿sale?-Muy bien…graciasMe advirtieron que Francisco Solís era un bohe-

mio que muy seguido dice: -Aquí en México hay dos alcohólicos famosos, el primero es José José y el se-gundo soy yo, pero contra el rey no se puede.

Decidí buscar al ex asambleísta porque le dijo a periodistas el 30 de enero. “No es mi amigo, pero sí lo conozco y siempre me saludaba con mucho respe-to'', y consideró que El JJ parece ser “hijo natural de algún empresario o político”. No le volvieron a pre-guntar nada.

Francisco Solís, me dice su tocayo y hombre de más confi anza, Francisco Javier García, pesa casi 150 kilos. Llegó a marcar hasta 190. Pero una tarde de hace dos años, cirujanos se internaron en su ab-domen para hacerlo más pequeño en una operación llamada bypass gástrico.

Ahora mismo lo han postulado para la alcaldía de Mérida, Yucatán. Pero no hablaremos de eso, ni del por qué le dicen Pancho Cachondo, porque esta mar-ca política-erótica y bohemia lo llevó a encontrar a El JJ en la misma mesa.

- El JJ siempre ocupaba una de las mesas grandes de arriba, me dice y me aclara que recién se ha salido de una reunión para contestarme el teléfono.

Y pinta otra escena: -Nunca lo vi salir de ahí, de hecho se acercaba a saludarme y me preguntaba va-rias cosas, por ejemplo, me decía: ¿De cuánto va a ser el presupuesto para este año en el DF?

- Yo pensé que era hijo de algún empresario de giros negros, porque me preguntaba mucho sobre la implementación y los programas en los antros.

Siempre estuvo rodeado de gente. A mí me tocó ver cómo pagó una cuenta de 60 mil pesos. Los que estábamos en la mesa éramos unas 15 personas.

Pero ahora –salvo Francisco Solís- ya nadie se acuerda o no se quieren acordar de la generosidad de El JJ.

- Yo fumo puro, y cuando lo prendo en algunas mesas, la gente se molesta, pero El JJ era el único que no me decía nada.

- ¿Y cuando se sentó en su mesa alguna vez pagó usted la cuenta de él?

- No, nunca me dejó pagar un centavo.Imagino al mesero llevando la cuenta hacia la

mesa de El JJ y sus amigos. Dice Pancho Cachondo que el lugar estaba como en otros momentos -apoca-lípticamente hasta la madre-.

El propio Solís redactó su primera vez en el Bar-Bar en su página panchocachondo.org.mx:

“Gordo, si quieres otro trago la mejor opción es el Bar Bar” , me dijo mi amigo “El Iguano” con un tono entre imperativo y necesitado.

Desde un principio pensé que era mala idea, un sá-bado de quincena en la noche, en el DF y además en el Bar Bar, como diría el inmortal “Chava” Flores: “Un agujero nunca ha visto tanto animal”. Pero la estába-mos pasando tan a gusto e inusualmente teníamos dinero lo que nos encaminó hacia Insurgentes sur.

capitulo vi. capitulo vi.

La cuenta de 60 mil

Francisco Solís, “Pancho cachondo”, ex asambleísta.

“EL JJ ERA EL ÚNICO QUE NO SE

MOLESTABA CUANDO YO FUMABA PURO”.

“AQUÍ

EN MÉXICO HAY

DOS ALCOHÓLICOS

FAMOSOS, EL PRIMERO

ES JOSÉ JOSÉ Y EL

SEGUNDO SOY YO, PERO

CONTRA EL REY NO

SE PUEDE”.Francisco Solís, “Pancho cachondo”, ex asambleísta.

Page 9: Semanario: Los bíceps del JJ

Cuando llegamos el lugar, en efecto, se encon-traba apocalípticamente hasta la madre, aunque lo he visto todavía más lleno, (seguro es culpa de la crisis).

Nos abrimos paso entre una nube de fumado-res e ingresamos al antro en cuestión. Como siem-pre, no fui objeto de revisión alguna, ahí nunca lo he sido, sin embargo a mi amigo y a las personas venían detrás sí se le esculcó minuciosamente.

Justo al pasar el umbral, una bocanada de calor colectivo me abofeteó en el rostro. De pronto los azules ojos del “Iguano” centellean en la oscuri-dad, me alcanza un vodka y desaparece en la media luz seguramente buscando la compañía de algún reptil del sexo femenino. Termino mi destilado en tres sorbos y voy al baño, un idiota me sacude la espalda mientras orino, los años de ejercicio de la tolerancia surten su pacifi cador ejemplo…

Solís recuerda más cosas. –Siempre lo vi bien vestido. Podías verlo en domingo con corbata de buen gusto. Era como un dandy.

-¿De qué otras cosas hablaban?...- De antros, del presupuesto y política. Por

ejemplo de Carlos Salinas de Gortari.- También me preguntó de Manuel Bartlett…

siempre buscaba la forma de platicar conmigo.El JJ y yo –me dice Pancho Cachondo- no pasá-

bamos de tres tragos. Me resisto a pensar que usted no le hacía pre-

guntas a El JJ, le digo al ex asambleísta. –Bueno –me dice insistiendo en su teoría, siem-

pre asumí que era parte de la sociedad, que era in-cluso socio del Bar Bar.

La reconstrucción de imágenes de Pancho Ca-chondo describe a El JJ regañando a los meseros. Supongo que su tamaño imponía.

– Tenía un dejo de prepotencia- expresa el yu-cateco que empieza a ponerse bohemio. – Nos unía la milonga, la parranda…

Pancho Cachondo, insiste en que El JJ era una persona totalmente adaptada. Alguien más con mucho dinero.

La investigación respecto al paradero de José Jorge Bal-deras Garza, alias "El JJ", agresor del futbolista Salvador Cabañas, alcanza ya tintes internacionales, después de que se tienen pistas de que este sujeto vivió también en Estados Unidos. Se indaga si es propietario de al menos un inmueble en la ciudad de Austin, Texas. El domicilio se su-maría a los 16 que han sido relacionados con Balderas, de los cuales 12 se encuentran en la capital del país y el resto en los estados de México, Querétaro, Durango y Sinaloa.

(Notimex 2 de marzo).

Ahora Pancho dará muestras de porqué le di-cen ‘Cachondo’ y pintará otra estampa de una de las acompañantes de El JJ. Su presunta habilidad para “cazar” diariamente a una mujer distinta y su altas de posibilidades de ligar en el Bar Bar, adere-zan su erótica leyenda.

-Yo llevaba siempre compañía pero tirar el an-zuelo, siempre resultaba satisfactorio. Digamos –me dice como un niño presumiendo su bicicle-ta nueva-, que mi porcentaje de bateo es sobre 300/280.

Antes de que Francisco Solís se suba a la bici-cleta con su relato y pedalee con velocidad, le pido que me cuente un poco de la mujer que acompaña-ba a El JJ. Tenía piel blanca y porte elegante. Cabe-llo Rubio. Era como una chica de universidad cara, me cuenta antes de marcharse.

Las formas de la mujer se parecen a las descri-tas semanas antes por sus “amigos” de gimnasio.

No sé si El JJ podía lanzar anzuelos en las aguas salvajes del Bar Bar. Tampoco si pescaba con faci-lidad. Pero uno de los noctámbulos que contacté

en la colonia Roma me dice que en la misma mesa del JJ se sentaban actores de televisión.

“Ahí estaba la cubana Liseska Vega, Roberto Pa-lazuelos, ‘El Diamante Negro’, uno que se dijo ser hijo de Cepillín, Jorge ‘Coque’ Muñiz, Armando González ‘El Muñeco’.

Busco a Liseska Vega para saber su versión. El testigo me reporta que se sentó en varias ocasiones en la mesa de El JJ.

Le insisto en la posibilidad de que eso fuera una casualidad pero decido preguntarle directamente a ella.

Nació en la Habana. Una fi cha de ella en internet dice: De profesión actriz y bailarina, se considera como una persona alegre, simpática, audaz, leal y obsesiva con su trabajo, alguien a quien la gente manipuladora, hipócrita e injusta hacen enojar de sobremanera.

Le pido una cita. Me dice que sí… hasta que le menciono el nombre del personaje: Se trata de El JJ –le digo- tengo información que me indica que usted compartía mesa con él…

-Me vas a perdonar pero de ese señor no sé nada, de eso no voy a hablar nada, discúlpame.

Le digo que es importante su versión, pero nada sirve, ella vuelve al punto:

-- Perdona, pero no me interesa hablar de eso…También buscó a Jorge “El Coque” Muñiz para

saber si lo que mi informante me dice es cierto y recibo un regaño: ¡Usted me está faltando el res-peto al preguntarme y relacionarme con ese señor. Yo ni lo conozco!, me dice molesto. Y suelta: Yo sólo iba a ese lugar como un cliente.

Regreso la cinta hasta la charla con Pancho Ca-chondo. Y me dice que la bala que supuestamente le disparó El JJ a Cabañas ha de tener inscrito el nombre de muchos.

-¿De quienes?- De los malos gobiernos delegacionales, de los

delegados, de los partidos, de los ciudadanos que no denunciamos…

A fi nales de marzo encontré a Pancho Cachon-do en Mérida, Yucatán. Caminaba en cámara lenta arrastrando un poco la pierna derecha. Hacía un calor remilgoso de ese que empapa la camisa. Co-incidimos en el salón El Olimpo. Traía dos puros en la bolsa de la camisa y una copa de vino tinto en la mano derecha. Recordé su relato que exaltaba la paciencia de su colega de tragos en el Bar Bar: -El JJ era el único que no se molestaba cuando yo fumaba puro…

Lunes 25 de octubre de 2010 VANGUARDIAVANGUARDIA 9

“USTED ME ESTÁ

FALTANDO AL RESPETO AL

RELACIONARME CON ESE

SEÑOR. YO NI LO

CONOZCO... SÓLO IBA A

ESE LUGAR COMO UN

CLIENTE.”

Jorge “El Coque” Muñiz,

cantante

Page 10: Semanario: Los bíceps del JJ

10 VANGUARDIAVANGUARDIA Lunes 25 de octubre de 2010

Voy a bordo de una patrullaVoy a bordo de una patrulla de la delegación Álvaro Obregón. Circulamos sobre Insurgentes y he-mos pasado el Eje 10, Copilco. Mi informante me dice: ¡No jodan! por qué tanto escándalo si nos acostumbra-mos a ver películas de fi cheras. Esas películas retrata-ban lo que pasaba en la vida nocturna de la ciudad.

Busqué a este contacto porque me dijeron que los daños colaterales del supuesto balazo de El JJ a Salva-dor Cabañas, ya se ven en los antros.

- A mis compañeros verifi cadores les mientan la madre diciendo: y todo por el pinche Cabañas.

Seguimos avanzando lento. Es sábado y pasan de las 2 de la mañana. Las luces de la torreta rebotan en los rostros de noctámbulos que salen del Solid Gold, La Envidia, Wicked, Sky y Vodka y el Algo Más.

- El efecto Cabañas-JJ lo han padecido hasta los que venden chicles. Hasta el niño que recorre los antros de madrugada me dijo una vez: Vendo menos y todo por culpa de esos señores y ni siquiera son de mi familia.

Un vendedor de Hot Dogs con el cabello a rapa, se acerca hasta una de las ventanas de mi contacto y le dice: Ya vamos a recoger… ya estamos en eso.

Metros adelante se ha formado un embudo. Son los cazadores de ebrios. Un escuadrón de policías, docto-res y trabajadores sociales se las ingenian para revisar uno por uno los vehículos que circulan sobre Insur-gentes.

Un joven intenta burlarse de ellos y se cambia de asiento. Le pasa el volante a su compañera, pero ya es demasiado tarde. Su maniobra evasiva fracasa. Un po-licía lo atrapa en su intento.

Mi informante y su grupo piensan que los daños colaterales JJ-Cabañas y la intención de regular obse-sivamente el horario de los antros, no podrían ser la mejor salida.

- En lugar de verifi carlos (a los antros), hay que dar-les confi anza para que ellos adopten las medidas de se-guridad necesarias para sus clientes. Capacitarlos en el manejo de emergencias.

El trayecto sigue hasta que pasamos frente a El Bar Bar. Es inevitable recordar a El JJ saliendo del lugar donde minutos antes había agredido supuestamente a un jugador famoso.

Apenas salió a avenida Insurgentes y dio una pal-mada: Sus escoltas lo recogieron de inmediato y lo llevaron, según han dicho policías investigadores, a su

casa en Tecamachalco, Estado de México.La palmada del JJ revelaría días después que poli-

cías de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) tenían más de 3 años cuidándolo.

Pero El JJ no solicitó los servicios mirando un direc-torio telefónico: lo hizo –y eso nadie lo ha documenta-do- por una recomendación de dos conocidos.

Uno era el colombiano Harold Mauricio Poveda “El Conejo”, quien según policías antinarcóticos unía a los Beltrán Leyva con el Cártel del Norte del Valle de Co-lombia. El otro, un testigo protegido de la PGR de nom-bre Édgar Enrique Bayardo del Villar, ex comandante de la Policía Federal que fue asesinado en diciembre pasado en una cafetería en la Ciudad de México.

El colombiano, conocido de El JJ y de Bayardo, uti-lizó sus “buenas relaciones” para conectarse con un comandante de nombre Pedro Magaña que era el di-rector operativo de la entonces Agencia Federal de In-vestigación en el Estado de México.

El cuerpo de Magaña fue encontrado en octubre del 2008 en una casa en Morelos y Galeana. Estaba se-mienterrado y en estado de descomposición. Según los peritos, tenía más de un mes de haber sido asesinado.

¿Pero qué tienen que ver un colombiano, un testi-go protegido y El JJ? Los tres, me indica un agente in-vestigador en Coacalco, Estado de México, sabían de la infi ltración que otros cárteles habían logrado en los últimos 5 años en la Agencia Estatal de Investigación.

- El JJ aprendió a confi ar en los mejores. El colom-biano siempre traía escoltas de la Agencia Estatal. No-sotros llegamos a contarle hasta 15 personas cuando se movía por Inter Lomas, Cuajimalpa y Santa Fe, Coa-calco, Cuautitlán Itzcalli y Tepotzotlán.

capitulo v. capitulo v.

La palmada de El JJ

INSURGENTES Y DIÓ UNA PALMADA: SUS

ESCOLTAS LO RECOGIE-RON DE INMEDIATO

Page 11: Semanario: Los bíceps del JJ

Semanas antesSemanas antes busqué el encuentro con un ex policía de la Agencia de Seguridad Estatal para tratar esta parte del rompecabezas. Certifi qué dos cosas: primero que di-jera la verdad y segundo que efectivamente hubiera traba-jado en la corporación.

Tras verifi car todos sus datos, me citó días después en las cercanías de la Ford de Cuautitlán. Tenía acento cos-teño y un vientre que casi le impedía ver lo que pisaba al frente.

Me habían dicho que era “alguien bien parado con co-mandantes de la Agencia de Seguridad Estatal”. Un viejo lobo policiaco mal rasurado. Con aspecto de chofer de ca-rroza. Voz de ultratumba y adicto a los relatos de chicos malos que matan, secuestran, extorsionan y ¿por qué no? También son sus conocidos.

Dio vuelta prohibida a la entrada de la caseta de cobro en la autopista México-Querétaro. Torció el volante en dirección al sur. Sus brazos eran los de un luchador en el pancracio a punto de aplicar el candado mariposa con “destrozacaras”. De reojo, cuando un trozo de luz rebotó en su media cara, le vi arquear el labio y achicar el ojo. Luego preguntó: ‘¿Usted quiere saber la verdad o quiere vivir?’

- Ta cabrón andar preguntando estas cosas, me dice susurrando como si alguien nos escuchara dentro del au-tomóvil.

Nos enfi lamos hacia Tepotzotlán. Subimos por un em-pedrado. El hombre señala un bar y me dice cruzando su mano por mi cara: -Ahí encuentras perico con aroma a Sinaloa.

- ¿Y qué tiene que ver el aroma a Sinaloa con lo que yo quiero saber?

-Que acá anduvo el señor del que me andas pregun-tando; también se movía mucho por Coacalco Izcalli, allá está metida La Familia gente de la empresa de Sinaloa hasta la madre.

En el primero de los casos, el hombre se refi ere a La Familia, un cártel mexicano que tiene Michoacán como base de operaciones, pero que según los reportes de la PGR se ha extendido al Estado de México.

El 6 de septiembre de 2006 sus integrantes hicieron su presentación con un “performance” rojo: cortaron las ca-bezas de 17 de personas. Cinco cabezas fueron lanzadas en la pista de baile de un bar en Uruapan.

La Familia dejó un recado esa noche: “La Familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, sólo muere quien debe morir, sépanlo toda la gente, esto es justicia divina”.

Esa divinidad me recuerda la forma en que mi contacto se persigna frente a la Virgen que cuelga de su espejo. La mira con cierta devoción y le insisto sobre El JJ y el aroma a Sinaloa del que me hablaba antes. Su actitud es la mis-ma, habla muy quedito como un susurro miedoso.

Siempre usó los contactos que su gente le dejó; hay mu-cha gente de la Agencia cuidando a sinaloenses en Huix-quilucan; también en Interlomas.

Es imposible no regresar al gimnasio donde El JJ entre-naba. También se ubicaba en Interlomas, en una zona labe-ríntica encajada sobre una loma por donde circulan autos lujosos. Ahí pasaba El JJ con su pants blanco, escoltado por sus muchachos de Agencia de Seguridad Estatal.

Mi informante me lleva a una taquería en el centro de Tepotzotlán y me dice mientras ataca un taco de tripa: Para qué se hacen pendejos. El JJ y los sinaloenses se me-tieron hasta la cocina con la ASE y los auxiliares.

- ¿Cuánto es hasta la cocina?- Aquí la gente de los Beltrán Leyva, Los Zetas y gen-

te llamada la Resistencia saben que la ASE está hasta las manitas.

Antes de terminar el grasoso manjar, el ex policía me dice: Varios polis de la ASE han sido asesinados desde el

capitulo Vi. capitulo Vi.

el informante

Lunes 25 de octubre de 2010 VANGUARDIAVANGUARDIA 11

DE REOJO, CUANDO UNTROZO DE LUZ REBOTÓ

EN SU MEDIA CARA, LEVÍ ARQUEAR EL LABIO,

ACHICAR EL OJO.PREGUNTÓ: ¿QUIERE

SABER LA VERDAD OQUIERE VIVIR?

2008. Todo esto es un desmadre porque es un corredor de mucha droga.

-¿Lo peor apenas viene?- No será peor. Será un infi erno, dice mientras se atraganta

con una tortilla.- ¿Y en todo este infi erno dónde entra El JJ?- En que él tenía permiso de entrar y salir cuántas veces

quería. Por eso mucha gente lo conoce en Izcalli, Coacalco, Tultitlán y Tecamachalco, pero no les conviene acordarse porque los van a levantar y quién sabe qué hagan con ellos.

Recuerdo su enorme casa en Tecamachalco. El zaguán de aluminio es de color arena. La puerta tiene daños por un su-puesto cateo.

Los vecinos me platicaron que días después de conocerse la presunta agresión por parte de El JJ a Cabañas, llegaron agentes fuertemente armados y reventaron candados y puertas para entrar al domi-cilio.

Sólo vimos que había gente armada y mejor nos metimos, dice un lugareño que observó cómo agentes judiciales ingresaban a la casa en la esquina de Fuen-tes de Diana 148B en Fuentes de Tecamachalco.

La supuesta casa de El JJ destaca por sus 4 balco-nes que bordean la casa. Acabados fi nos en forma de escuadra. Dos entradas de estacionamiento y dos ac-cesos principales. También está electrifi cada con un letrero que advierte sobre ello. Tiene 6 fi cus perfecta-mente podados y una hilera más pequeña que rodea a la casa. Debe entrar mucha luz porque tiene casi una veintena de ventanales.

Es muy raro ver a gente caminando. Los escasos son trabajadores domésticos o guardias privados de seguridad que también vigilan casas aledañas y en-mudecen cada que se les pregunta por el vecino del 148B.

Uno de los investigadores de la Procuraduría del DF que participó en los cateos que me pidió proteger su identidad, me dice que ahí se encontraron armas y documentación que conduciría a más propiedades de El JJ.

Todo lo que la Procuraduría encontró son do-cumentos que presumen otras propiedades, pero la PGJDF no tiene nada sólido. El señor tenía varias identidades, me aclara el informante.

La revista electrónica Reporte Índigo, basada en documentos de la averiguación previa, documentó al respecto: “Una hora y media después, como a las 5:30 de la madrugada, ve que sale a toda prisa “el señor Maximiliano” o El JJ y que camina hacia la camioneta que ya estaba encendida, pues el escolta tenía prendi-da la calefacción.

El JJ sube a la camioneta en el asiento del copiloto y le dice a el escolta Margarito Cruz: “Vámonos a la casa”. Regresaron a la residencia de Tecamachalco al-rededor de las 6:30 del lunes 25 de enero.

Al bajar de la camioneta, El JJ saca dinero de una bolsa y les paga la primera quincena de salario, co-rrespondiente al mes de enero, diciéndoles: “Ahí está muchachos, nos vemos mañana”.

Los escoltas de El JJ no sabrían más de él. Ahora están presos.

Page 12: Semanario: Los bíceps del JJ

12 VANGUARDIAVANGUARDIA Lunes 25 de octubre de 2010

De regreso al DF logro contactar a uno de los sabuesos investiga-dores en la Procuraduría del DF.

Él domina, tiene acceso y conoce de la averiguación FAO/AOB-4/00147/10-01 iniciada tras el atentado contra Salvador Cabañas.

Para entonces el diario La Razón documenta: ‘EL JJ pagaba 6 mil 500 pesos quincenales a cada uno de los tres policías del Esta-do de México que lo escoltaron la madrugada que baleó al futbo-lista Salvador Cabañas en el Bar Bar”.

Los datos del informante y ex policía en Tepotzotlán toman fuerza. En las investigaciones, la Procuraduría del Distrito Fe-deral integró los testimonios de jefes policiacos de la ASE, entre ellos la declaración supuestamente voluntaria del apoderado le-gal de esa corporación, Rey Antonio López Vázquez.

También se incluyeron los relatos del director Jurídico del Cuerpo de Seguridad Auxiliar, Marcial Rutilio Vargas, el coordi-nador operativo José Ángel Cabello y el comandante José Roberto Mancio Bonilla.

En este rompecabezas parece que nadie puso atención al nom-bre de Rey Antonio López Vázquez.

El agente investigador del DF me dice: Hemos encontrado co-nexiones en todo el Estado de México. Lo que nos parece sospe-choso es que no se estén jalando todos los hilos de la conexión de estos funcionarios y más, con El JJ.

- Háblame de Rey Antonio-Él fue director del Penal de Neza Bordo pero durante su perio-

do (octubre de 2004) se fugaron 8 reos peligrosos.- ¿Cómo relaciona esos hechos con El JJ?-En que una de las zonas de operación que hemos encontrado

incluye a Neza y Ecatepec y sospechamos que hay varios facilita-dores que incluyen a organizaciones locales de narcomenudistas que son surtidos por gente de Sinaloa y Michoacán.

- ¿Estamos hablando de gente muy peligrosa?- Sí, nadie sabe que uno de los principales testigos, el que ayu-

dó a la Procuraduría del DF a localizar las casas de El JJ fue en-contrado muerto a principios de marzo.

-¿Silenciado?- No lo sé.-¿Eso no se ha hecho ofi cial?- No, porque era un delincuente-informante y eso no le convie-

ne a la Procuraduría del DF.

Pero si de peligro se trata, varias versiones periodísticas ade-rezadas con supuestas indagatorias de agentes investigadores del DF indican, que El JJ tiene relación con Edgar Valdés Villarreal, La Barbie.

La Barbie, de acuerdo a policías antinarcóticos de México y Estados Unidos, es una suerte de sicario 4X4. Puede usar panta-lones Dolce & Gabbana mientras tortura a sus enemigos. Tam-bién cerrar tratos a nombre de un cártel, reclutar sicarios y hasta formar un batallón.

Recuerdo sus andanzas en Nuevo Laredo, Tamaulipas a prin-cipios del 2004.

El cártel de Sinaloa le había encomendando una misión: Arre-batarle el control de esa ciudad a Los Zetas y el cártel del Golfo. La Barbie pasaría los 30 años (en ese entonces el JJ debió tener casi la misma edad)

La directriz de Joaquín El Chapo Guzmán y los hermanos Bel-trán Leyva, que en esas fechas tenían buenas relaciones, fue se-guida como instructivo para armar un avión a escala.

De forma quirúrgica, Edgar Valdés se llevó ejércitos de pistole-ros sinaloenses conocidos como Los Pelones. Con ellos pretendía dar el golpe en una ciudad de calles bien trazadas con un zócalo donde los boleros de la plaza son los informantes de Los Zetas.

Si Nuevo Laredo pasaba a manos de los sinaloenses, eso re-presentaría controlar una ciudad donde se realizan más de 7 mil cruces diarios por sus puentes internacionales.

Pero los sinaloenses se hallaron con otro batallón: policías municipales de Nuevo Laredo que estaban en la nómina de Los Zetas.

La batalla –con sus respectivas AK-47 y R-15-, incluía ame-nazas por señalas que se colaban en las radiofrecuencias de la policía. Un colega de El Mañana de Nuevo Laredo que cubría la fuente policiaca me dejó escuchar ese reality de la violencia:

- Mueran Zetas, mueran Zetas –decía una voz por la fre-cuencia- después se escuchaba tambora sinaloense y la frase: ¡Puritito Sinaloa!

Alguien más le ponía el corrido: Somos 20 grupos Zetas unidos como familia/ los 20 somos la fuerza con diplomas de suicidas/ consientes que en cada acción/ podemos perder la vida.

La lucha dejó miles de muertos. La Barbie no tuvo el éxito deseado. Sus patrones, los Beltrán Leyva, le dieron una nueva tarea: controlar Guerrero, Morelos y ampliar contactos en el DF.

En la Ciudad de México, según los reportes, La Barbie habría conocido a El JJ. Sin embargo de eso no existen mayores datos.

Una crónica del periódico Reforma documentó que la noche del 10 de diciembre de 2009, La Barbie ayudó a escapar de un operativo de la Marina a su jefe Arturo Beltrán Leyva El Bar-bas.

Su patrón moriría cinco días después. Los marinos siguieron su rastro hasta un fraccionamiento en Cuernavaca, Morelos.

Conforme levanto más la alfombra del caso pienso que la fuerza de El JJ es incalculable. Llego a la ofi cina y enciendo el televisor. Es 21 de marzo y me entero: El futbolista Salvador Ca-bañas viajó anoche a Buenos Aires, Argentina, para continuar con la tercera parte de su rehabilitación, tras recibir un balazo en la cabeza el 25 de enero.

¿Y El JJ?, me pregunto. Días posteriores una mujer en Tijua-na me dará otra pista.

capitulo VIi. capitulo VIi.

Viejos conocidos

CONFORME LEVANTO MÁS LA ALFOMBRA DEL CASO PIENSO QUE LA FUERZA DE EL JJ ES INCALCULABLE...

Page 13: Semanario: Los bíceps del JJ

Un colega de La Opinión de Los Ángeles, me confi ó a principios de febrero que uno de sus contactos, había tenido comunicación con El JJ. Es una mujer que tras varios días de búsqueda accedió a conversar un poco de ese encuentro. Ella está en Tijuana y me pide que proteja su nombre.

- Gracias por acceder a la entrevista. - De nada - Hace ya unos años yo lo conocí por

medio de la Red de Hi5. No creas que platicábamos mucho.

- ¿Cada cuando pasaba eso?- Solo así en ocasiones porque yo

veía que casi no se conectaba. Lo hacía al mes unas 4 ó 5 veces a lo mucho. Siempre después de las 11 de la noche.

- ¿De qué hablaban?- Por lo que me platicaba y por las

fotos que tenía se veía que sí tenía dinero. Me dijo que tenía empresas en el Otro lado. Vivió un tiempo allá. Después se vino para acá a Tijuana porque tenía familia aquí.

- ¿Te dio su número?- Nunca me dio su número de teléfono.

Sólo me decía que cuando quisiera decirle algo que le mandara un correo. Por curiosidad me metí a su Hi5 y pues miré que casi ya no tenía fotos y le mande un mensaje, él me lo contesto a los días.

- ¿Estaba en otras redes?- Decía que no le gustaba estar dado

de alta en más redes sociales, como Facebook o Myspace. Tiempo después volvimos a platicar. Hasta eso muy buena onda y muy educado el muchacho. Nada grosero.

- ¿Cuándo hablaste con él por última vez?

- Empecé a tener contacto con él otra vez este año. La última vez que hablé con él fue a principios de enero creo. Después me enteré de lo del futbolista Cabañas y entré a su Hi5 pero ya lo había dado de baja.

- ¿Te decía que viajaba a algún lado?- Que se iba de viaje a Cancún.- Platícame, si es posible, un poco más

de su carácter.- Siempre decía mujer, como palabra

común.- ¿Qué te llamó la atención de él? - Me pareció buena onda, no grosero,

no de esos que sólo andan buscando tener algo.

La conversación fue directa. Sin más palabras. Para ella, El JJ era el muchacho de los buenos modales.

capitulo viii. capitulo viii.

El Muchacho decente

capitulo ix. capitulo ix.

Las nueve mil noches

Diario Reforma 21 de marzo: "Salvador Cabañas viajó anoche a Buenos Aires, Argentina, para continuar con la tercera parte de su rehabilitación, tras recibir un balazo en la cabeza el 25 de enero".

"¡Así que no me venga con estupideces, es usted un cara dura!, Yo sí le puedo reclamar al señor Simón Charaf dueño del Bar Bar, que hubo montaje", decía airado un periodista en la radio, refi riéndose a la forma en que supuestamente empleados del lugar limpiaron la escena donde en teoría El JJ le habría pegado un tiro a Cabañas.

El nombre de Simón Charaf llevaba casi 9 mil noches -los días que el Bar Bar, tenía abierto- sin ser primera plana hasta que un balazo en la cabeza de un goleador lo colocó en las rotativas.

La última vez que alguien había usado tinta, papel y televisión para contar algo del empresario, fue en su boda.En 1993 Charaf se casó con María Guadalupe Jones Garay, una mujer nacida en Mexicali, Baja California que años

antes (1991) había sido nombrada en Las Vegas, Miss Universo. Desde entonces fue Lupita Jones. En una foto vieja en Internet veo a Simón Charaf vestido con un traje de pingüino. Moño Blanco. Sonriente. La boda

en Mexicali debió ser para mucha gente. Comieron de un pastel de 4 pisos colocado en una suerte de árbol con enre-dadera. La esposa de Simón Charaf tenía un vestido blanco que parecía bordado. Con velo grande que le llegaba hasta la cintura. El empresario estaba feliz.

Lunes 25 de octubre de 2010 VANGUARDIAVANGUARDIA 13

“ME PARECIÓ BUENA ONDA, NOGROSERO, NO DEESOS QUE SÓLOANDAN BUSCANDOTENER ALGO”

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14 VANGUARDIAVANGUARDIA Lunes 25 de octubre de 2010

Me imagino que la altura de Charaf era similar a la de El JJ. Casi un metro noventa. Y me pregunto cuántas manos habrá estrechado el dueño del Bar Bar que en su Red Social de Facebook presume tener más de 2 mil 745 "amigos".

El empresario, a quién busqué con insistencia desde que comenzó a defenderse en los medios argumentando que la Procuraduría de Justicia del DF y Televisa querían destruirlo, por fi n respondió la llamada y adelantó: Voy a demandar a Televisa.

El magnate había dicho a la periodista Carmen Ariste-gui que directivos de esa televisora usaron el ataque con-tra Cabañas en el Bar Bar como represalia en su contra. En diciembre de 2009, Simón se había negado a venderles el 51 por ciento de las acciones de la empresa Imagen y Talento, de la que eran copropietarios.

La televisora respondería al empresario con un des-plegado donde lo acusaba de "distraer la atención". Y lo señalaba como el dueño de: "un oscuro antro con irregu-laridades que hoy es centro de una investigación policiaca por intento de homicidio".

¿Qué tan oscuro era un lugar lleno de ejecutivos de una empresa poderosa que maneja artistas famosos? Simón Charaf me dice:

- Hablan de un lugar de drogas y armas. Recuerdo a la periodista Adela Micha decir: "¿A poco hoy nos venimos a enterar que en el lugar se vendía droga?". Si se vendía droga y ella no lo dijo, pues entonces es cómplice.

- ¿Muchos de los comunicadores que han hablado del Bar Bar también fueron clientes?

- La gran mayoría de la gente que ha hablado ha estado en el lugar y eso es lo raro. Lo raro es: ¿Qué hacían familia-res de ellos (comunicadores) ahí? Hay una incongruencia total.

- ¿Muchos familiares de comunicadores y ellos mismos han vivido el ambiente del Bar Bar?

- Exactamente y obviamente su propio patrón (Emilio Azcárraga) y altos ejecutivos (de Televisa).

- ¿Ya vio usted la foto?, me pregunta refi riéndose a una imagen que está en la página Internet www.laverdadso-breelbarbar.com

- Sí ya la vi, le respondo.- (En la foto sale Emilio Azcárraga) Y se ve muy con-

tento, -dice refi riéndose a la imagen- Hasta se llevó a su suegro (al Bar Bar). Se le ve la sonrisa como diciendo: que

bien la pasamos.- ¿El qué está en la foto, es el suegro del señor Az-

cárraga?- Sí, es su suegro. Imagínate que llevó a su suegro ahí.

Pues entonces cómo está el asunto si es, (como dicen), un lugar de droga; pues qué hacía ahí él.

Imagino que habrá muchas más imágenes de magnates, artista y futbolistas. También videos de las noches largas y entre amigos en su interior. El bar tenía un sistema de video vigilancia interna que registraba los movimientos de todos los presentes.

Pero hay una pieza del rompecabezas que ahora busco con la entrevista. Un hombre llamado El JJ que según me dice el empresario era una persona "educada".

- No quiero que parezca, me dice en un tono de adver-tencia, que lo voy a defender.

Te pido que pongas esto. Pero los informes que tene-mos es que El JJ era una persona decente, educada y muy bien portada.

Recuerdo que Pancho Cachondo en Mérida me decía que El JJ era generoso al pagar a veces la cuenta de los que sentaban a su mesa. Pero Simón Charaf asegura que él no era su mejor cliente y que dejaba de ir dos o tres semanas.

- El JJ también iba a muchos lugares, no sólo a El Bar Bar, me dice y le pregunto a cuáles, pero prefi ere reser-várselos.

- ¿A qué se refi ere cuando dice que no era su mejor cliente?

- Había futbolistas que gastaban más que EL JJ. - ¿Usted conversó con El JJ?- No. Nada más de saludo. Como anfi trión saludo a mu-

cha gente sin ir más allá. Yo no tengo ni su teléfono, ni él tiene el mío.

- Me llama la atención que diga, -aclarando que no lo está defendiendo-, que era muy bien portado.

- Es importante eso. Porque si tu vas a poner que Simón Charaf dice que él era una fi nísima persona, no quiero que se malinterprete. No es mi percepción es la percepción que había de él en el lugar.

- Sí pero usted es el dueño.- Sí me queda claro. Pero no estoy ahí las 24 horas. Efec-

tivamente soy el dueño y para eso tengo gerentes y encar-gados de área. Yo me entero a través de mi gente.

- Tengo informes de que EL JJ siempre estaba rodeado

de gente.- Consumía como muchos más y dejaba propina como

lo dejan muchos más. No tuve ninguna compenetración con él.

Charaf insiste en que tuvo que comenzar a hablar por-que las autoridades no estaban diciendo la verdad. Pero eso ya le valió una amenaza. Alguien de la Procuraduría del DF le dijo que si seguía dando su versión, le iban a romper la madre a él y su familia.

- ¿Quiénes fueron los que lo amenazaron?- Preferiría reservarme los nombres.- ¿Gente de primer nivel?- Sí, funcionarios de primer nivel.Si existiera un parte de guerra del Bar Bar diría algo

así:- Hay 12 empleados del Bar Bar procesados.- De los 12 procesados, nueve son empleados del bar.- El único que está preso y al que se le acusa de delito de

homicidio califi cado en grado de tentativa es el brazo de-recho de Simón Charaf: el gerente Carlos Cázares Ocaña.

- Los agentes investigadores afi rman que el gerente destruyó evidencia y entorpeció a las autoridades.

- El JJ sigue prófugo.Le pregunto a Charaf si el Bar Bar abrirá de nuevo.

"Desde luego que vamos a abrir", dice entusiasmado. "El Bar Bar no es el infi erno que los medios dijeron que era".

Y provoca: Cómo es posible que al caso Cabañas le dan una gran relevancia, pero los chavos muertos de Juárez salgan en la plana 16. Hay costureras que se van a su tra-bajo a las 5 de la mañana y en el camino la matan para robarles la quincena y ¿quién dijo algo?...

Al siguiente día de la entrevista con Charaf, de camino al gimnasio donde entrenaba El JJ, me entero que Caba-ñas, asistirá al Mundial de Sudáfrica. Que lo hará como espectador. Llego al gimnasio y veo en los ventanales a un hombre con enormes pectorales y bíceps desarrollados.

Su silueta me recuerda a El JJ, ¿Rondará las zonas que frecuentaba?. ¿Estará atento al mundial, en el que entre sus espectadores también estará Salvador Cabañas?.

Lo que es seguro es que sólo ellos saben lo que ocurrió en el Bar Bar una de sus 9 mil noches.

* Esta historia se escribió antes de la captura de Edgar Valdez Villarreal "La Barbie". El JJ sigue prófugo.

“RECUERDO A LA PERIODISTA ADELA MICHA DE-CIR: ‘A POCO HOY NOS VENIMOS A ENTERAR QUE EN EL LUGAR SE VENDÍA DROGA’. SI SEVENDÍA DROGA Y ELLA NO LO DIJO, PUESENTONCES ES CÓMPLICE”. Simón Charaf,

dueño del Bar Bar.

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