siede valores y ciudadania

26
Creo que hay algunos elementos del cuento que nos pueden ayudar a pensar en esta pregunta que planteaba al principio. En primer lugar porque nos permite pensar la noción de crisis como un cambio radical de las condiciones en que se desenvuelve la vida de alguien, de una persona o de un grupo social. Lo que ha ocurrido en el cuento es que cambió el escenario, las condiciones en las cuales llevaban adelante sus vidas estos protagonistas y se ven enfrentados a situaciones absolutamente novedosas, desconocidas antes para ellos. Cuando hablamos de crisis hablamos de un cambio radical de condiciones. En poco tiempo el entorno dentro del cual tenemos que tomar decisiones se ha modificado sustancialmente. Y es muy interesante pensar en el cuento que la primera preocupación que aparece, cuando se reúnen los tres adultos sobrevivientes, es una preocupación pedagógica. Allí donde el mundo ha sido arrasado, donde se encuentran con una realidad absolutamente diferente de la que ellos tuvieron antes, aparece como primera preocupación “¿qué le vamos a dejar a nuestros hijos, cómo podemos tratar de recuperar y reconstruir un legado cultural que podamos transmitirles a ellos? Algo del conocimiento que había en las condiciones anteriores es valioso para que podamos recuperar ahora y transmitírselos.” Me parece que ahí hay un elemento interesante para pensar el lugar de la educación en momentos de crisis. En tiempos en que colapsan las expectativas de futuro y colapsan las imágenes del pasado porque el presente muestra un escenario muy distinto de aquel que imaginábamos hace un tiempo atrás, la preocupación pedagógica aparece con fuerza en cada uno de nosotros. Y a partir de la preocupación pedagógica aparece el vínculo de estos tres sobrevivientes con el conocimiento. Acá creo que está algo de la trama más interesante del cuento, que es que ese conocimiento tiene características bastante peculiares. En principio podemos tratar de reunir algunos de los rasgos de ese conocimiento pero podemos decir que básicamente son conocimientos erróneos, conocimientos que no son exactos. Pero no son erróneos porque sean descabellados, sino porque están cerca de alguna formulación más cercana a la disciplina de origen. Seguramente algún docente de matemática nos puede explicar que la suma de los catetos no es igual a la hipotenusa, pero la suma del cuadrado de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa. No da lo mismo si la velocidad de la luz es de 300.000 km. por segundo, minutos o por hora, no es más o menos lo mismo. Y ese conocimiento inexacto creo yo que tiene una característica fundamental que es que parece un conocimiento formateado por la escuela. Ese conocimiento que no es un conocimiento validado tiene, al menos a mi modo de ver, un tufillo escolar. ¿En qué lugar los griegos vivieron antes que los romanos? En un libro de historia de primer año de la secundaria, III CONGRESO PROVINCIAL “EDUCAR EN VALORES” VALORES Y CIUDADANÍA* Lic. Isabelino Siede

Upload: vero-arancibia

Post on 21-Dec-2015

15 views

Category:

Documents


1 download

DESCRIPTION

dd

TRANSCRIPT

Page 1: SIEDE Valores y Ciudadania

Creo que hay algunos elementos del cuento que nos pueden ayudar a pensar en esta pregunta que planteaba al principio.En primer lugar porque nos permite pensar la noción de crisis como un cambio radical de lascondiciones en que se desenvuelve la vida de alguien, de una persona o de un grupo social. Lo que ha ocurrido en el cuento es que cambió el escenario, las condiciones en las cuales llevaban adelante sus vidas estos protagonistas y se ven enfrentados a situaciones absolutamente novedosas, desconocidas antes para ellos.Cuando hablamos de crisis hablamos de un cambio radical de condiciones. En poco tiempo el entorno dentro del cual tenemos que tomar decisiones se ha modificado sustancialmente.Y es muy interesante pensar en el cuento que la primera preocupación que aparece, cuando se reúnen los tres adultos sobrevivientes, es una preocupación pedagógica. Allí donde el mundo ha sido arrasado, donde se encuentran con una realidad absolutamente diferente de la que ellos tuvieron antes, aparece como primera preocupación “¿qué le vamos a dejar a nuestros hijos, cómo podemos tratar de recuperar y reconstruir un legado cultural que podamos transmitirles a ellos? Algo del conocimiento que había en las condiciones anteriores es valioso para que podamos recuperar ahora y transmitírselos.”Me parece que ahí hay un elemento interesante para pensar el lugar de la educación en momentos de crisis. En tiempos en que colapsan las expectativas de futuro y colapsan las imágenes del pasado porque el presente muestra un escenario muy distinto de aquel que imaginábamos hace un tiempo atrás, la preocupación pedagógica aparece con fuerza en cada uno de nosotros.Y a partir de la preocupación pedagógica aparece el vínculo de estos tres sobrevivientes con el conocimiento. Acá creo que está algo de la trama más interesante del cuento, que es que ese conocimiento tiene características bastante peculiares. En principio podemos tratar de reunir algunos de los rasgos de ese conocimiento pero podemos decir que básicamente son conocimientos erróneos, conocimientos que no son exactos. Pero no son erróneos porque sean descabellados, sino porque están cerca de alguna formulación más cercana a la disciplina de origen. Seguramente algún docente de matemática nos puede explicar que la suma de los catetos no es igual a la hipotenusa, pero la suma del cuadrado de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa. No da lo mismo si la velocidad de la luz es de 300.000 km. por segundo, minutos o por hora, no es más o menos lo mismo. Y ese conocimiento inexacto creo yo que tiene una característica fundamental que es que parece un conocimiento formateado por la escuela. Ese conocimiento que no es un conocimiento validado tiene, al menos a mi modo de ver, un tufillo escolar. ¿En qué lugar los griegos vivieron antes que los romanos? En un libro de historia de primer año de la secundaria, porque fuera de ese lugar no hay por qué plantear que los griegos estuvieron antes.

* La conferencia estuvo precedida por la lectura del cuento Post Bom Bum del escritor argentino Alberto Vanasco1.967

Hay algo del formato escolar que está interviniendo en ese conocimiento que ellos reconstruyen. Y algo que los lleva a pensar que el oficinista tiene más conocimientos porque seguramente tiene también más recorrido escolar. Es un conocimiento descontextuado que no tiene una relación entre lo que a ellos les está pasando y lo que necesitan conocer para ese contexto en particular. Es un conocimiento fragmentado, que está organizado por disciplinas como si fuera el horario mosaico de la escuela; vamos por historia, vamos por ciencias, vamos por literatura, vamos por matemática, un poquito de cada cosa. No es un conocimiento que pueda vincular unas informaciones, unos conceptos con otros. Es un conocimiento, creo yo, que tiene algo de los rasgos más preocupantes del conocimiento escolar que es que no hay relación entre las respuestas y las preguntas.Todas las preguntas que aparecen en el cuento no encuentran respuesta. Y a la vez el conocimiento que aparece es respuesta a preguntas que nadie se ha formulado. Aparece Nerón, “debe ser importante... la velocidad de la luz”... Son datos que aparecen como respuesta a alguna pregunta que nadie tiene en la cabeza. Pero cuando ellos se preguntan “¿por qué flota un barco? A no sé si quiere yo le digo el principio de Newton que estaba por ahí...¿qué es la electricidad, cómo se obtiene? No sé yo vi dínamos...” Las preguntas, que son

III CONGRESO PROVINCIAL “EDUCAR EN VALORES”

VALORES Y CIUDADANÍA*Lic. Isabelino Siede

Page 2: SIEDE Valores y Ciudadania

preguntas no complejas son preguntas básicas y que quizá serían muy relevantes para poder transmitir o atender esa preocupación pedagógica, no encuentran vinculación con las respuestas que ellos tienen disponibles, no encuentran relación. Y esas respuestas que tienen disponibles, son respuestas a preguntas que tal vez nunca se hicieron. Es también un conocimiento validado por la autoridad, “esos lados a simple vista se ve que no son iguales... bueno pero si Pitágoras lo demostró debe ser que es verdad”... “lo dijo Newton, lo dijo Einsten, está escrito en un libro”... “si está escrito en un libro tiene que ser verdad”...Fíjense que el principio de autoridad opera cada vez que ellos tienen posibilidad de pensar algo a partir de la pregunta que se hacen o de la situación que atraviesan, rápidamente dejan de pensar porque interviene la autoridad... “bueno no, ojo que lo dijo Newton...está escrito, bueno entonces ya no se discute”...Ahí también creo que hay un rasgo de los menos deseables del conocimiento escolar, unconocimiento muchas veces sesgado por la autoridad...”está en el libro de texto, está en el programa, lo dijo el docente, o se lo dijeron los profesores a ese docente”... Entonces es la autoridad la que funciona como validación del conocimiento útil.Y creo que aparece, también otro dato sobre el conocimiento que aparece en dos ocasiones.Hay referencias a un conocimiento que en algún momento fue reservado para unos pocos dice "unos pocos hombres que se habían reservado para sí un conocimiento más avanzado destruyeron el planeta” y el resto, los que sobreviven no habían tenido acceso a ese conocimiento. Aparece también esta idea de que el conocimiento es algo que se distribuye de manera desigual y los sobrevivientes no tienen acceso a las claves para poder reconstruir el conocimiento. Claro la crisis, el cambio radical de condiciones del cual habla Vanasco, da cuenta del fantasma que tenía la gente de los años 60, el gran fantasma era la tercera guerra mundial, la bomba atómica. Iba a venir una bomba atómica que iba a destruir el planeta y entonces esos conocimientos eran peligrosos porque estaban llevando a la destrucción del planeta.Si uno mira el mundo que atraviesa el año 2.000 puede pensar que tal vez fueron otros los conocimientos que desbastaron el planeta. Conocimientos vinculados al manejo de la economía, de la política, de la organización social, reservados para unos pocos que pudieron organizar la distribución del poder de una manera conveniente para intereses específicos.Llevaron a tener ahora un planeta en el cual buena parte de la población mundial pasa hambre, y buena parte de la población mundial tiene problemas de sobrepeso. Donde hay alimentos más que suficientes para abastecer a toda la humanidad, pero hay sectores amplísimos de la humanidad que no tienen acceso al alimento, aún cuando tal vez contribuyen a producirlo, un caso concreto nuestro país, y ha habido también en nuestro país instancias de esta disolución permanente, constante, de aquellas condiciones en las cuales se ve desarrollada nuestra existencia unos años, unas décadas, un tiempo atrás. Y uno puede pensar que la vida de hoy en nuestro país es una vida bastante diferente a aquella que imaginábamos unas décadas atrás. Aquella que teníamos en mente cuando éramos niños, cuando éramos adolescentes y suponíamos que llegado este punto nos íbamos a encontrar con un país en ciertas condiciones y lo encontramos de otra manera.A mi me gustaría ahora salir del cuento y detenernos en estas crisis específicas que estamos atravesando. Y creo que no hay una posición única e inequívoca acerca de la crisis, pero en principio quisiera proponer tres crisis que confluyen en nuestro presente, que están interviniendo la tarea de la escuela. Una crisis social, una crisis institucional y una crisis que podríamos llamar de valores. Y quisiera referirme a cada una de ellas.

CRISIS SOCIAL

Cuando hablamos de crisis social, hablamos de que se han modificado y en buena medida se han perdido las formas de inclusión social que esta sociedad había generado un tiempo atrás, las formas de inclusión social que se habían configurado en esta sociedad un tiempo atrás. Si uno se ubica en los años 60 o 70 un rasgo de identidad fuerte de la gente era el lugar de trabajo, y alguien podía presentarse en una reunión social diciendo soy metalúrgico, soy bancario, soy ferroviario. Cada una de estas presentaciones implicaba un dato completo de identidad porque implicaba que alguien estaba inscripto en una tarea que tenía asociada también una serie de derechos, de responsabilidades, de conocimientos, de prácticas

Page 3: SIEDE Valores y Ciudadania

culturales, de vínculos con otros y había un modo de comportarse propio de cada trabajo. Y precisamente por eso, elegir la profesión o el trabajo al cual uno se iba a dedicar, obtener un puesto, el primer puesto de trabajo, era una manera de construir su estar dentro de la sociedad. Porque el trabajo era el modo de filiación dentro de la sociedad.Esto no fue siempre así, si uno mira hacia atrás, esta forma de filiación social a través del trabajo se construyó en nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX, y me remontaría a aquella época. El siglo XIX se caracteriza por dos mitades muy contrastantes, la primera mitad es tiempo de revolución y de guerras, las guerras de independencia y una larga serie de guerras civiles bastantes difíciles de comprender y de analizar. Porque, a diferencia de lo que ha pasado en otros lugares, no sabemos bien cuando empezó o cuando terminó, quien luchaba contra quien, quien ganó y quien perdió. Si uno mira la guerra civil de Estados Unidos uno sabe que duró cuatro años, que ganaron los de uniforme azul y perdieron los de uniforme gris y cualquier película lo muestra clarito. En nuestro país ¿cuándo empezó la lucha entre unitarios y federales, cuándo terminó, quién ganó? Hay muchas preguntas abiertas sobre esta larga serie de guerras.Y sin embargo, uno puede encontrar una clave para responderse estas preguntas en la segunda mitad del siglo XIX, porque se estableció una organización de país que era funcional a los intereses de los terratenientes de la provincia de Buenos Aires. Que fueron en algún momento federales y en algún momento unitarios. Pero uno puede decir bueno los ganadores de la guerra civil son los que pudieron armar el país como ellos querían. En esemomento, la Argentina adoptó un modelo económico que llamamos modelo agro‐ exportador, que requería la ampliación de la mano de obra, para lo cual se trajo población de otras partes del mundo y también implicaba algo que había sido parte de la estrategia de todos los gobiernos de la Revolución de Mayo, pero que se hace con mucha más fuerza en la segunda mitad del siglo XIX, que es el disciplinamiento de la fuerza de trabajo. Allí donde habían propietarios agrícolas que se autoabastecían, con sus animales, con sus pequeñas huertas de cultivo y que tenían una vida en algunos casos seminómade, en otros casos estable pero que no tenían necesidad de interactuar con el sistema económico, porque cada región tenía ciertos enclaves de autoabastecimiento. El nuevo modelo implicaba doblegar la fuerza de trabajo y obligar a cada uno de los habitantes del país a conchabarse, a vender su fuerza de trabajo, porque sin la papeleta de conchabo no se podía circular por el país.Uno puede leer en esta clave la Ida del Martín Fierro que da cuenta de las desgracias de un gaucho rebelde que se niega a someterse a este disciplinamiento social que implicó la instalación de un modelo económico. El paisaje rural se transformó radicalmente a partir de la extensión del alambrado y del ferrocarril y efectivamente las últimas décadas del siglo XIX implican para la población que los sectores populares o bien venden su fuerza de trabajo o bien el destino es la frontera, huir de la autoridad. Si Martín Fierro se volviera a despertar y encontrara que ahora las marchas de los sectores populares son pidiendo trabajo no entendería nada. Porque él vivió el momento en el cual se obligaba a la gente a someterse a trabajar a cambio de un sueldo. Es decir que esto fue una construcción del mediano plazo, unos 120 o 130 años atrás, que empieza a desarmarse en los últimos 30 años. Si la economía de fines del siglo XIX requería enormes cantidades de mano de obra y esto implicaba que se necesitaba incluir a toda la población en el mercado de trabajo, desde mediados de la década del 70 la economía de nuestro país requiere cada vez menos mano de obra y esto implica que algunos enclaves de la población ya no son necesarios ni como consumidores ni como productores. Y esto implica que aquella sociedad que se había construido a fines del siglo XIX era una sociedad profundamente desigual. Donde había sectores altos muy ricos y sectores populares muy pobres.Pero era una sociedad inclusora donde incluso los sectores muy pobres tenían algún tipo de filiación con la sociedad y tenían acceso a ciertos elementos básicos de los que la sociedad proveía. En las últimas décadas hemos ido construyendo en nuestro país, una sociedad profundamente desigual, injusta y además exclusora. Una sociedad en la cual hay sectores que no tienen forma de entrar o de encontrar maneras de filiación en la sociedad.De esto hablamos cuando hablamos de una crisis social y hablamos también de la crisis del estado benefactor. Ese estado fue creciendo en derechos, así como exigía disciplinamiento de la fuerza de trabajo, a fines del siglo XIX, el trabajo tuvo el máximo de derechos a mediados del siglo XX y desde mediados del siglo XX hacia fines del siglo XX lo único que hubo fue

Page 4: SIEDE Valores y Ciudadania

pérdida, cada vez más pérdida de derechos. Como si uno hiciera una montañita de adquisición cada vez más derechos y después pérdida progresiva de los derechos dentro del mercado de trabajo.Cuando hablamos hoy de una crisis social hablamos de una sociedad crecientemente dual, donde unos obtienen exclusividad a costa de que otros obtienen exclusión, dos caras de la misma moneda. Y que toda la sociedad está atravesada por el riesgo de pasar del otro lado de la barrera. Cualquiera que tiene algún puesto de trabajo, trabaja con el temor de ser desplazado y de quedar del otro lado del muro y ese temor funciona como parte del controlsocial en la economía. Muy vinculado con esto está lo que podríamos llamar la crisis institucional.

CRISIS INSTITUCIONAL

Así como se generó, en la segunda mitad del siglo XIX un proyecto económico agro‐ exportador, fue también el tiempo de organización del estado nacional. Después de esta larga serie de guerras civiles, y después de los intentos fallidos de organización de la sociedad. A partir de la batalla de Pavón queda claro cuales son los sectores que tienen posibilidad de constituirse como elite hegemónica y llevar adelante la institucionalización del país. Y esto uno lo encuentra en un país que configura el estado en las presidencias de Mitre, Sarmiento, Avellaneda, donde se establecen las leyes básicas de la sociedad, donde empieza a ponerse en práctica el funcionamiento del modelo de organización institucional que plantea la constitución.Un modelo, por cierto, muy diferente del que entendemos ahora como modelo de participación democrática, porque era un modelo en el cual decían muy bien los convencionales constituyentes “el pueblo no delibera ni gobierna, sino a través de sus representantes”. Pero fíjense que la manera de expresarlo es muy enfática. Uno cuando habla de la democracia dice el pueblo delibera a través de sus representantes. Pero ellos aclararon de entrada el pueblo no delibera ni gobierna, en todo caso y si no quedó más remedio a través de sus representantes. Y eran tiempos de elecciones fraudulentas, de votaciones de un sector muy minoritario de la población, donde siempre se elegían los mismos y donde se configura una elite dirigente en las últimas décadas del siglo XIX, que es la que organiza al país de un modo desigual e inclusor. Y que efectivamente, lleva adelante un proyecto que enriquece al país, aunque en un modelo bastante endeble por cierto que muestra su debilidad en la década del 20 y del 30.En ese proceso de institucionalización del país, ¿qué significa crear un estado? Significa por un lado, generar las leyes, poner blanco sobre negro aquellas normas que nos rigen, generar cierta continuidad de las instituciones, hay que organizar el banco, el correo... digamos las instituciones del estado, pero también implica instaurar dentro de cada uno de los habitantes del país cierta vinculación con el estado, hay que construir una subjetividad que sea a la vez ciudadanía. Hay que construir un dispositivo de adscripción a ese estado. Precisamente por eso una parte fundamental de la agenda política de la segunda mitad del siglo XIX es la instalación de un sistema educativo. Porque el sistema educativo es fundamental para poder consolidar la hegemonía de esta elite. Es necesario que si hay leyes, si hay normas sociales también haya sujetos convencidos de que tienen que obedecer a la ley. Uno puede pensar que la obediencia a la ley se consigue a través del ejercicio de la violencia y, efectivamente, en aquel tiempo se organiza el ejército, los cuerpos de policía. Pero incluso en las sociedades más autoritarias, no da a basto todas las fuerzas de seguridad que tengan que sustentar la obediencia de la población. Es necesario construir también en la población cierta convicción de que respetar la ley le conviene.Y la escuela tiene en buena medida esa función. Cuando se discuten los fundamentos de la ley de educación común hay consenso, en la elite dirigente, en que hay que fundar escuelas gratuitas, obligatorias, con aspiración de extenderse en forma universal a toda la población del país. Y en todo caso la duda que aparece es sobre el fundamento de la ciudadanía.El sector católico liderado, entre otros, por Pedro Goyena, dice “cómo podemos formar parte de un mismo país, si no creemos todos en el mismo Dios no vamos a poder sentirnos parte del mismo país, si no consideramos todos que hay un único Dios y todos tenemos la misma

Page 5: SIEDE Valores y Ciudadania

creencia religiosa. Si permitimos desde la escuela que haya pluralidad de creencias este país se va a disolver”. Si uno analiza el discurso de Pedro Goyena, un discurso muy inteligente, uno entiende muy bien a qué apunta y porqué cree que ese argumento puede convencer a sus opositores políticos.El sector liberal representado por Onésimo Leguizamón, Amancio Alcorta, plantea, podemosformar parte de un mismo país, aunque no creamos en el mismo Dios, si tenemos todos la misma moral. De lo que se trata la escuela no es de instaurar una única creencia religiosa, sino de instaurar una única moral y entonces la escuela tiene como función instaurar un modelo de ser varón, un modelo de ser mujer, un modelo de familia, ciertos valores funcionales a la configuración de la sociedad, como el orden, el progreso, la higiene, el trabajo, el respeto. Y uno puede encontrar en las primeras décadas del siglo XX en los libros de texto, que hay uniformidad en los libros de textos, en estos valores y en este modelo que se propicia desde la escuela. La escuela en ese momento es una herramienta clave para la construcción del estado, porque a través de la escuela se llega a configurar al ciudadano que ese estado necesita.Vamos a volver después sobre esto, pero me parece importante pensar que ese estado, queestaba en proceso de formación y de consolidación en la segunda mitad del siglo XIX entra en crisis desde mediados del siglo XX. Y si ser ciudadano del país era tener cada vez más derechos desde fines del siglo XIX en adelante, implicaba tener primero el acceso al voto de los varones, después el acceso al voto las mujeres, después tener acceso a los derechos sociales. Desde las últimas décadas del siglo XX, cada vez ser ciudadano de nuestro país implica tener menos derechos. Porque aquellos enunciados en las leyes no encuentran condiciones de aplicación o de sustento en la realidad económica y social de nuestro país. Aquel estado no estaba preocupado por la representatividad, sino en todo caso por el disciplinamiento de la sociedad, pero a medida que el disciplinamiento empieza a resquebrajarse cada vez empieza a preocuparse más por ser representativo, por encontrar consenso, apoyo popular. Y si miramos la historia de la relación de los habitantes del país con la política en las últimas décadas del siglo XX, vemos que tenemos una dirigencia política cada vez menos representativa que tiene menos elementos comunes como para constituir un modelo de país. Y tenemos un estado crecientemente debilitado que se presenta a los ojos de la sociedad como un estado débil.Entonces cuando hablamos de crisis institucional hablamos también de crisis dentro del estado, un estado que tiene cada vez menos funciones, que tiene cada vez menos claridad en su tarea, que tiene cada vez menos integrantes, hay menos gente que forma parte del estado. Pero también una crisis de la adscripción de cada habitante a la norma, lo que algunos autores llaman anomia, que es la pérdida del sentido de que para mí es importante respetar la ley. Cada vez más, en los últimos años en nuestro país, el ejercicio de la autoridad se ha hecho más difícil, más pesado porque cualquiera que tenga autoridad puede ser sospechado. Si cualquiera de nosotros se encuentra con un juez lo primero que piensa es “este debe ser un corrupto”, si uno se cruza con un político dice “este habrá metido la mano en la lata”. Y algo parecido pasa cuando los padres se encuentran con un director de escuela, dicen “este no me quiere dar a mí lo que le da a sus parientes, a sus vecinos”Todo aquel que ejerza la autoridad está sospechado y toda norma es considerada autoritaria si va contra mis intereses... “¿Por qué yo no puedo estacionar en cualquier lado? ¿por qué yo no puedo...?” Digamos, cualquier intento de incluir la norma dentro de cada habitante nos resulta hoy bastante más difícil porque no hay un estado atrás que esté acompañando esta configuración de la ley dentro de cada uno de los habitantes. Y también porque ha habido en nuestro país diferentes cachetazos a la legalidad del país. Durante todo el siglo XX hubo rupturas del orden institucional. Y cuando tenemos por primera vez en nuestra historia 20 años seguidos de democracia, 20 años seguidos de ejercicio ininterrumpido de la constitución con voto masculino y femenino, obligatorio, con alternancia de partidos políticos, sin proscripciones y vemos funcionar la democracia, vemos que funciona mal. Efectivamente, porque es la primera vez que las instituciones se ponen a andar y muestran la endebles institucional que tienen. Como uno podría pensar que es esperable, en realidad consolidar la democracia en un país lleva mucho tiempo, y en estos 20 años lo que vemos es, que las instituciones son débiles. Aquellos principios que 20 años atrás decíamos iban a funcionar como por ejemplo el principio de división de poderes, que permite que cada poder

Page 6: SIEDE Valores y Ciudadania

controle los otros, hoy vemos que falla. Y por otra parte porque la democracia misma transgrede buena parte de sus bases de legitimación.Una anécdota, en 1.813, la asamblea del año 13 tiene entre unas de sus preocupaciones la libertad de los esclavos, porque tienen como valor fuerte, producto de la Revolución Francesa, la idea de la igualdad de los seres humanos; cómo vamos a tener esclavos si somos todos iguales. El problema es que ese valor se contradice con otro valor que también tenía la dirigencia, que era el de la propiedad, cómo puede el estado sacarle a los particulares algo que es de su propiedad. Y precisamente este valor de la propiedad predomina por sobre la libertad. La asamblea del año 13 toma una decisión que es una solución de compromiso, dice vamos a declarar libres a los que no son de nadie. Entonces los que ahora son esclavos, siguen siendo porque el estado no puede meterse en la propiedad privada. Pero los que todavía no nacieron van a ser libres porque eso no implica que nos metamos en la propiedad de nadie. Fíjense qué vuelta tiene que dar porque uno de los fundamentos claves de la institucionalización después de la Revolución de Mayo es la propiedad privada. Volvamos en el tiempo a fines del 2.001 y veamos en qué queda este principio de la propiedad privada, como uno de los fundamentos institucionales del país cuando buena parte de los que nos educamos en la escuela con la libreta de ahorro y juntando... Dijimos pero como esto no era un principio básico, que si uno pone una plata en el banco, el banco después la devuelve... Este tipo de cachetazos a la legalidad implican también un derrumbe, como si mojáramos con agua un castillo de arena, de la legitimidad de las instituciones y hace que sea más difícil pensar en que cada uno adscriba al respeto a la ley cuando no hay respeto a la ley por las instituciones mismas.

CRISIS DE VALORES

En tercer lugar, nombré antes la crisis de valores y esto implica también irnos un poco más lejos todavía. La palabra valores decíamos que es una palabra muy resbaladiza, a mi modo de ver se nombran valores de manera muy trivial y sin dar cuenta de qué se entiende por valor, entonces si me permiten antes de hablar de crisis de valores, quisiera plantear qué entiendo por valor, para poder clarificar el discurso.En principio, la palabra valor no viene de la filosofía, ni de la ética ni de la moral. Si uno mira los libros de ética de Aristóteles, de Tomás de Aquino, de Agustín, de filósofos de laantigüedad y de la modernidad, no encuentra la palabra valores. Proviene particularmente de la economía política del siglo XVIII, es la economía política del siglo XVIII la que cuando discute con la economía política del medioevo necesita acuñar este concepto, en la economía política del medioevo. Las cosas, los bienes tenían un valor establecido, un justo precio establecido por el gremio de artesanos que estaba detrás de cada bien y que analizaba cuales eran los materiales que se habían utilizado para construir ese bien, y cuál era el tiempo de trabajo y las destrezas que eran necesarias para producir ese bien. Entonces analizando todos estos componentes decían este libro vale tanto y ese era el justo precio, y todos tenían que venderlo a ese valor. Las corporaciones de artesanos; cuando ahora se intenta fijar un precio de ese modo, algunos dirigentes dicen “salen las corporaciones”, porque efectivamente, las corporaciones tenían esa función. La economía política del siglo XVIII dice: en realidad los bienes, si sacáramos a las corporaciones de artesanos no valdrían eso, porque un mismo bien puede valer diferente de acuerdo al contexto, no vale lo mismo una botella de agua en el bar de acá que en medio del desierto, porque en medio del desierto es un bien, mucho más valioso que cualquier otro, y acá es un bien accesible. Hay una escena de un rey inglés que en medio de la batalla decía, mi reino por un caballo, claro en medio de la batalla el caballo valía todo el reino, porque le salvaba la vida.Y por otra parte, decían ellos, lo que define el valor de cada bien es la oferta y la demanda. Puede ser que algo que llevó mucho trabajo si no le interesa a nadie, no vale nada, así se halla hecho con un material precioso y tenga un montón de trabajo acumulado, no vale nada. Y algo que tal vez llevó muy poco tiempo de hechura pero que todo el mundo lo quiere, eleva su precio. La economía política que da origen al liberalismo económico Adam‐ Smith, David Ricardo ,‐ se plantea este concepto de valor. Pero esta pregunta de por qué los bienes valen lo que valen, y qué es lo que hace que cambie el valor de los bienes, es una pregunta que interesa también a los filósofos. El primero que la captura es Kant y él incluye, aunque muy tangencialmente, la noción de valor. En el siglo XIX la filosofía toma la noción de valor, y se

Page 7: SIEDE Valores y Ciudadania

dedica la segunda mitad del siglo XIX a trabajar profusamente en ella, sobretodo un autor llamado Losche, y el que más la divulga a nivel académico es Nietzsche, que dice Nietzsche a fines del siglo XIX, él dice nos han cambiado los valores, él está en discusión con la tradición judío c‐ ristiana, y dice nosotros vivimos en una sociedad donde predominan los valores del rebaño, los valores de los corderos, nos han dicho que es importante ser buenos, respetuosos, respetar a los demás, respetar nuestras deudas, ser obedientes con la autoridad, y eso es propio de una moral de corderos. Hubo otra época donde los valores eran otros, y nos han cambiado la escala de valores, hubo una época en la cual el hombre se avergonzaba de ser respetuoso porque ese era un signo de debilidad, y el valor era el coraje, la bravura, la valentía, la fuerza y postula la construcción de un tercer momento al cual llama los valores del súper hombre. Si uno toma pedagogía de la moral puede encontrar esta construcción de Nietzsche. Nietzsche es de esos filósofos que patean el tablero, de esos filósofos que escriben y la gente se escandaliza y se discute durante décadas, y aún hoy se sigue discutiendo que entiende Nietzsche por ese super hombre, y sigue siendo un autor muy discutido. Sobretodo por las relecturas de Nietzsche, no tanto en Alemania sino en Francia en las últimas décadas. De Nietzsche proviene también esta preocupación que lleva a que en las primeras décadas del siglo XX se discuta qué son los valores, son algo objetivo o son algo subjetivo. Y hay en las décadas del 20, del 30 fuertes discusiones entre aquellos que consideran que los valores son absolutamente subjetivos, que cada uno tiene sus propios valores, y aquellos que consideran que los valores son absolutamente objetivos, que soninmutables, permanentes, que están en una escala fija y que son iguales para todo el mundo y para cualquier persona posible, fundamentalmente esta idea de valores objetivos es de la axiología, con autores como Max Sheller y Nicolás Hartman. Esta escuela, esta tensión entre subjetivistas y objetivistas, que es objeto de la reflexión filosófica en las primeras décadas del siglo XX, prácticamente desaparece en la filosofía de la posguerra. Y empieza a predominar desde la década del 50 en adelante, una visión que no es ni objetivista, ni subjetivista que tiene representantes como por ejemplo en nuestro país, Risieri Frondizi, qué plantea Frondizi (les recomiendo particularmente un librito de Frondizi, que se llama ¿Qué son los valores? donde él recupera toda esta historia, es un libro clásico que suele estar en muchas bibliotecas escolares, porque fue un bum editorial en los años 50 y 60 y es muy claro) Risieri Frondizi, era el hermano de Arturo frondizi el presidente y de Silvio Frondizi, el dirigente de izquierda, son los tres Frondizi más famosos. Risieri fue rector de la U.B.A., en tiempos en que Arturo Frondizi era presidente, entonces cuando él saca la ley de libertad educativa Risieri encabeza las marchas contra la enseñanza libre a favor de la enseñanza laica. Qué dice Risieri Frondizi, dice los valores no son ni totalmente subjetivos ni totalmente objetivos, sino que son históricos, son productos culturales, se construyen históricamente. En el texto de Frondizi, él dice que los valores tienen sentido en una situación determinada, una frase de él “si se denomina situación, al complejo de elementos y circunstancias individuales, sociales, culturales e históricas, sostenemos que los valores tienen existencia y sentido, sólo dentro de una situación concreta y determinada” eso sería una visión historicista de los valores a la que personalmente adscribo. Y cómo define valor, tomo acá una definición de un autor contemporáneo que se llama Paul Ricoeur, él toma una palabrita que es bastante habitual en todos los autores que hablan de valores, cuando definen valor se remiten a otra palabra que es la palabra preferencia, cuando uno tiene que tomar decisiones tiene que evaluar, que ponderar qué es más valioso que qué, y una vez que pondera, tiene que preferir, bueno prefiero esto a aquello. Siempre los valores implican un criterio de preferencia, qué prefiero al momento de elegir de tomar decisiones. Y dice Ricoeur ”los valores son como el sedimento depositado por las preferencias individuales y los reconocimientos mutuos”. A qué se refiere, a que cuando uno construye sus valores, lo hace en el contexto cultural en el cual está inmerso, uno no construye valores solito, sino que lo hace en función de la educación que recibe de sus padres, lo que ve en sus pares, lo que ve en la sociedad, en los medios de comunicación y en las instancias de socialización en las cuales participa. Y cuando uno tiene que tomar decisiones, cuando uno tiene que elegir, tiene como referencia el reconocimiento de las preferencias de los otros, “bueno yo qué hago, voy al congreso el sábado o me quedo en casa; bueno qué hacen mis colegas qué hacen mis amigos”. Uno tiene en mente el reconocimiento, las preferencias de los otros para construir sus propios criterios de preferencia.

Page 8: SIEDE Valores y Ciudadania

Con este poligómono acerca de que entiendo por valores, quisiera entonces referirme a la crisis de valores. En este contexto entendiendo los valores como construcciones sociales, culturales, construcciones históricas, lo propio de los valores es entrar en crisis permanentemente, los valores periódicamente vuelven a tensionarse con otros, porque siempre se construyen y se mantienen en crisis con otros. Esto lo plantean todos los autores que hablan de valor, hablan de que todo valor se configura con un disvalor enfrente, los valores siempre son polares. Lo que pasa es que lo que para uno es valor y para otro es disvalor, tal vez es al revés en otros casos. Por ejemplo dos valores polares que uno podría enfrentar por un lado el valor de la continencia sexual y por otro lado el valor de la libre expresión de la sexualidad son dos valores opuestos, o bien uno considera que la virginidad es un valor, o bien uno considera que la libre expresión de la sexualidad es un valor. Pero la tensión está entre dos polos, en todo caso cuando uno analiza valor tiene que decir, bueno, y cuál sería el polo al cual se opone para poder evaluar para poder juzgar. A lo largo de la vida de una persona los criterios de preferencia se van modificando. No son los mismos los criterios de preferencia de un niño que los de un adolescente, ni los de un adolescente que los de un adulto. Entonces, lo propio de la historia de cada uno es que uno vaya entrando o transitando diferentes crisis de valores, a veces la diferencia se ve en los diálogos entre padres e hijos que dicen: “claro cuando yo tenía tu edad pensaba igual que vos, pero, cómo hago ahora para convencerte que después la vida te va a mostrar otra cosa”. Porque efectivamente, uno fue modificando su criterio de preferencia a partir del sedimento de todas las elecciones que uno fue haciendo hasta acá. Cuando uno toma decisiones en la adultez dice “bueno, yo me enfrento a esta situación y toda mi vida elegí de este modo, entonces quiero ser coherente con lo que elegí toda mi vida y elijo esto, o a la inversa toda mi vida elegí de este modo, me fue como la mona, por lo tanto quiero elegir lo contrario”. Pero siempre que uno construye su criterio de preferencia lo hace con ese trasfondo del recorrido anterior y el reconocimiento de los otros. Lo propio de los valores, también en las sociedades, es entrar en crisis. Esto quiere decir que los valores aparecen en cierto momento cuando son necesarios, y entran en crisis cuando hay circunstancias históricas que los hacen entrar en confrontación. Uno de los valores que yo diría que hoy está en discusión en nuestra sociedad es el valor de la seguridad, y que en buena medida entra en discusión con el valor de la libertad. Buena parte de los discursos que hoy reivindican la seguridad se oponen a los discursos que en los años 80 reivindicaban la libertad. Y esto es propio de construcciones culturales, participamos activamente en esos debates, para decir bueno a ver qué resguardamos, qué preferimos, qué construimos socialmente: una sociedad donde garanticemos seguridad para todos, o (una) donde defendamos menos la seguridad y más la libertad; en buena medida se oponen. Si miramos hacia atrás uno puede pensar que la igualdad fue un valor, con estos recaudos que nombraba antes, para los dirigentes de la Revolución de Mayo. Pero era un valor absolutamente subversivo para la sociedad colonial, porque la sociedad colonial estaba basada en el valor de la jerarquía. Toda la sociedad colonial era una sociedad estamental, en la cual cada uno tenía su vida organizada en función de hijo de quién era, cuál era su etnia de origen y su familia de origen, y eso predeterminaba cuál era su futuro en la sociedad. A esa sociedad estamental, jerárquica que se le propiciara el valor de la igualdad, significaba un cambio absolutamente subversivo. Y esto implicó efectivamente, un cambio social profundo, no inmediato, que llevó mucho tiempo. Otro ejemplo de aquella época es vinculado con el matrimonio. El matrimonio fue históricamente, en muchas sociedades y sigue siéndolo, un contrato entre familias, y entonces es un derecho de los padres, en muchas sociedades, elegir cual es el cónyuge más adecuado para sus hijos e hijas, porque son las dos familias las que establecen un contrato a través de ese matrimonio. Un quiebre en ese valor, se da en el caso de Mariquita Sánchez, cuando al principio del siglo XIX dice “no, yo quiero elegir con quien me quiero casar”, y se opone a la voluntad de su padre. Entonces ahí hay un quiebre del modo de concebir al matrimonio, que implica también un quiebre fuerte de la autoridad.¿Se entiende entonces a qué me refiero cuando hablo de valores? Y por qué pensamos que ahora hay una crisis de valores. Porque, efectivamente, si hoy una persona adulta de nuestra sociedad toma decisiones o tiene como criterios de preferencias aquellos con los cualesactuaron sus padres 20 o 30 años atrás siente que esos valores no son pertinentes y siente que aquellos que recibió como parte de su educación, no son pertinentes en el contexto

Page 9: SIEDE Valores y Ciudadania

actual. Entonces hay crisis de valores porque hay una fuerte incertidumbre, acompañada en buena medida de angustia de ansiedad cuando uno no sabe con que criterio preferir. Precisamente lo que nos ha pasado, desde el punto de vista social e institucional es que han colapsado nuestras imágenes de futuro. Y ya no podemos decirles a nuestros hijos mirá de acá a diez años la vida va a ser de este modo, de acá a 20 años el mundo va a ser de este modo, como sí decían tal vez los padres de las décadas del 40 o del 50. Hasta ese momento los padres, tenían la certeza de que el mundo iba a ser muy parecido de cómo había sido hasta entonces. Y de los años 50 en adelante, cada vez los padres tenemos menos certezas acerca de cómo va a ser el futuro para nuestros hijos. Y esto implica que tenemos un margen mucho más estrecho para construir nuestros criterios de preferencia.Por otra parte, desde mediados del siglo XX hay otro aspecto de la crisis de valores que es que la sociedad se ha pluralizado. Hasta mediados del siglo XX existía en nuestro país, como en un montón de otras sociedades de occidente, la idea de una moral hegemónica y había un modo de ser varón, un modo de ser mujer, por lo menos en el ámbito público. Entonces uno podía reconocer cuales eran los rasgos atribuibles a lo femenino, lo masculino, un modo de configurar una familia, había ciertos rasgos de cómo conducirse en la sociedad. Esto entra en crisis desde los años 50 en adelante, en principio, porque aparecen en occidente, los diferentes feminismos. Que plantean que hay otras maneras de ser mujer y que los modos construidos por la moral hegemónica son modos desiguales, y que no respetan la dignidad de la mujer y entonces reivindica la posibilidad de constituir otras feminidades, lo que conlleva también una crisis de la masculinidad.Aparecen también en los años 60, en Estados Unidos todo el movimiento afroamericano que reivindica la tradición cultural de los afroamericanos. Como una tradición cultural legítima que es necesario resguardar frente a la tradición de los blancos. Y aparece en América Latina todo el movimiento indigenista, que reivindica la tradición cultural indígena, frente a la tradición del winca. Aparece también, en los años 60 toda una generación juvenil que plantea: el mundo ha cambiado, queremos organizar nuestra vida de otro modo, queremos construir nuestros propios criterios de preferencia. Y entonces rechazan y juzgan fuertemente el legado cultural de la generación adulta, la generación mayor de esa época.Y estas diferentes manifestaciones llevan a que, ya en los años 80 en nuestro país, aparececomo valor algo que era absolutamente desconocido para Sarmiento, para la generación del80, que es el valor de la diversidad. Nosotros en todas las carteleras escolares tenemos por lo menos alguna frase que alude al respeto a la diversidad. No era algo que fuera valioso para la escuela ni para la sociedad de fines del siglo XIX.El problema que tenemos es tratar de entender qué significa la diversidad, y qué hacemos con la diversidad. Pero ha aparecido este valor y junto con la diversidad apareció también otra cuestión que es la cuestión de la discriminación. Cotidianamente en las escuelas y en todo ámbito público hay alguien que dice “¡me están discriminando!” Nadie en tiempos coloniales, o en el siglo XIX hubiera dicho en este país me están discriminando. “Usted es gaucho vaya al cepo”, no hay vuelta. Vieron que Martín Fierro no dice “no me discriminen”. Esto es una construcción cultural propia de la segunda mitad del siglo XX.Entonces cuando hablamos de crisis de valores, hablamos de que efectivamente el escenario valorativo en el cual nos movemos se está moviendo, y sentimos que nuestra vida camina sobre gelatina. Porque a la hora de tomar decisiones dentro de la sociedad no sabemos bienque hacer. Y cuando salimos de casa, en la década del 50 uno abría la puerta de su casa y suponía, o podía suponer que el resto de los vecinos, más o menos, llevaba su vida adelante con criterios semejantes a los propios. Cada vez más uno sale a la calle, viaja en colectivo, y dice: “yo no sé que criterios tiene en su vida este señor que viaja al lado mío”. Y eso nos parece incluso valioso, tal vez este señor eligió un modelo de vida, un modo de vivir su vida diferente del mío. Yo tengo que respetarlo y que él me respeta a mí. Pero esto es una novedad y tenemos que aprender a vivir con esa novedad valorativa.

CRISIS Y ESCUELA

Recorrí hasta acá estas tres crisis, quisiera ver como afectan estas tres crisis a la escuela. En principio creo que la tarea de la escuela está absolutamente sesgada por estas tres crisis que mencione hasta acá. En la crisis social porque si entran en crisis los modos de filiación social la escuela ha perdido capacidad de promesa. La escuela que nació a fines del siglo XIX y se

Page 10: SIEDE Valores y Ciudadania

expandió notoriamente en las primeras décadas del siglo XX era una escuela que tenía dos grandes promesas, prometía legitimidad a los sectores dominantes, los sectores dominantes sabían que a través de la escuela iban a lograr instaurar en las cabezas de los niños y también en las de sus padres la legitimación del sistema político. Y entonces había políticos como Sarmiento, Marcos Sastre, Juan María Gutiérrez que escribían libros de textos para la escuela, porque sabían que a través de la escuela llegaban a las casas. Por otra parte si esa hubiera sido la única promesa seguramente hubieran perdurado un montón de resistencias en la instauración de la escuela, como hubo en las primeras décadas del sistema educativo. Pero rápidamente la escuela supo construir una segunda promesa, que es la promesa de mi hijo el doctor. La escuela prometía progreso económico y reconocimiento social a quien llevara adelante todo el proyecto educativo. Y a través de la acumulación progresiva de credenciales educativas, el hijo de albañil que llegara a ser doctor iba a obtener reconocimiento social, progreso económico, iba a tener una vida asegurada. Y esto era medianamente real en la década del XX en la Argentina, es posible y está en muchas de las memorias míticas de las familias de inmigrantes que dicen “mi bisabuelo vino con una mano atrás y otra adelante, pero trabajó, trabajó, trabajó, le dio educación a sus hijos y entonces ya mi abuelo, o mi papá llegó a ser profesional o llegó a ser docente”. Esto que era el recorrido de ascenso social tenía una promesa fuerte en la escuela.A partir de esta crisis, la escuela ya no es la principal agencia que ofrezca legitimación alsistema político, porque hay otras maneras de que el discurso político llegue directamente al living de los hogares. Y entonces es mucho más sencillo hablar por televisión, operar discursivamente desde otros medios que a través de la escuela. Y por otro lado la escuela no puede prometerle a nadie progreso económico ni reconocimiento social. En nuestro sistema educativo no hay ningún nivel del sistema que pueda decir cuando vos tengas este diploma ahí tenés trabajo asegurado. Y esto implica un cambio fuerte en las condiciones, porque nosotros crecimos dentro de la escuela gracias a esa promesa. “¿para qué sirve el objeto directo? Callate y estudialo porque en algún momento te va a servir en la vida”. Había una promesa en diferido, uno sigue esperando a veces ese momento, pero uno seguía estudiando los polinomios porque decía bueno en algún momento me va a servir, por lo menos para sacar el título de bachiller o de perito mercantil y bueno con eso voy a tener trabajo.Esa promesa en diferido ahora opera, porque ningún docente puede decir en clase callate y estudia que total en algún momento te va a servir. En principio porque además no sabe que conocimiento va a resultar útil de acá a unos años. Y allí donde había una doble promesa,aparece en su remplazo una doble amenaza, los sectores dominantes saben que la escuela no puede ofrecerles legitimación, pero sin la escuela aumenta la violencia social. Entonces más vale que los chicos estén dentro de la escuela y no que estén en la esquina tomando cerveza o tentados de hacer alguna otra cosa.Decía que los sectores dominantes saben que no es la escuela la que puede prometerles legitimación, pero sin la escuela aumenta la violencia social, ...”si la escuela no está”...”si los chicos no están dentro de la escuela”...en lugar de una promesa hay una amenaza.Y lo mismo ocurre con los sectores populares, los sectores populares saben que la escuela noles puede prometer progreso, no les puede prometer reconocimiento. Pero sin la escuela están excluidos de antemano. La escuela no les puede prometer éxito, no les puede prometer trabajo, pero sin la escuela el fracaso está asegurado. Ahora algo cambia en la cotidianeidad escolar, cuando en lugar de reunirnos una doble promesa nos reúne una doble amenaza. Ya no nos une el amor sino el espanto, y estamos efectivamente a disgusto dentro de la cotidianeidad escolar, porque lo que nos reúne ahí es esta doble amenaza, es mejor estar acá que afuera, no porque esto sea bueno, si no que afuera es peor. Digo, ahí hay un tema fuerte que afecta la tarea escolar desde la crisis social.Por otro lado desde la crisis institucional, el ejercicio de la autoridad dentro de la escuela escada vez más difícil, es cada vez más costoso. En principio porque, desde los años 80 en adelante, toda autoridad es acusada de autoritaria y se entiende que es más democrático no ejercer la autoridad. Y si efectivamente hasta los años 80 uno puede encontrar rasgos fuertemente autoritarios en la escuela, a partir de imponer normas arbitrarias, cada vez más en la escuela aumenta la falta de ley, la falta de norma, o la falta de respuesta de las autoridades legítimas en cada nivel del sistema, el maestro, el directivo, el supervisor, el inspector, el ministro y así seguimos.

Page 11: SIEDE Valores y Ciudadania

Una vez estaba trabajando, en una capacitación, con supervisoras del nivel inicial de la ciudad de Buenos Aires y me decían: “nosotras no podemos hacer nada porque el sistema no nos deja”, y yo decía: “pero quien es el sistema, porque cuando las maestras hablan del sistema hablan de las directoras, cuando las directoras hablan del sistema hablan de ustedes, pero quien es el sistema si ustedes tampoco pueden hacer nada”. Estaban todas las supervisoras del nivel inicial ahí.Entonces en principio ejercer la autoridad es cada vez más difícil, cualquiera que ejerza la autoridad sabe que el ejercicio de la autoridad puede acarrearle problemas, porque todo ejercicio de la autoridad está cuestionado y rápidamente está cuestionado como autoritario.Y en tercer lugar nos afecta también la crisis de valores, porque los docentes hemos perdido las certezas. Un docente de hoy, creo yo, no se encuentra en el aula con más diversidad cultural de la que se encontraba a principios del siglo XX. A principios del siglo XX había un montón de chicos que eran pobres, que tenían grupos familiares muy distintos entre sí, que tenían hábitos muy diferentes en las casas que en la escuela, chicos que hablaban otro idioma, chicos que tenían otros valores. No es la escuela de principios del siglo XXI diferente en ese sentido a la escuela de principios del siglo XX. Lo que ha cambiado es la cabeza de la maestra, porque la maestra de principios del siglo XX sabía que su tarea era civilizar a los bárbaros, normalizar a los diferentes, asimilar a los extranjeros. Todo lo que tenía adelante eran unos bárbaros a los cuales había que borrarles eso que trajeran de sus casas para poner en ellos el sello de la argentinidad que era la civilización frente a la barbarie. Esa convicción fuerte de la docente no está hoy, porque la docente de hoy en lugar de tener bárbaros adelante, tiene chicos a los que les reconoce conocimientos previos, tiene grupos familiares

Page 12: SIEDE Valores y Ciudadania

que no viven como un déficit el ser diferentes sino que lo viven como una posibilidad entre otras, y lo que tenemos los docentes en la cabeza es una gran duda ¿y yo qué hago yo con todo esto? ¿qué se espera que haga yo con esto? Y allí donde había una maestra que claramente homogeneizaba y decía mirá mi tarea es esta y punto. Hoy la maestra está dudosa acerca de su tarea, porque insisto, creo que no sabemos todavía que significa construir una escuela de la diversidad o del pluralismo.Hasta aquí me dediqué a plantear la crisis y alguno puede pensar que soy muy pesimista, pero realmente no lo soy. Entonces quisiera comenzar a levantar un poco de ladrillos en alguna dirección, porque sino pareciera que sólo estoy presentando todo lo que se ha roto lo que se ha caído.Me parece que es importante atravesar el momento de entender de qué crisis estamos hablando, porque efectivamente, las respuestas que venimos dando, son las respuestas acuñadas en otro contexto. Si han cambiado las condiciones en que se desenvuelve nuestra vida también es importante que empecemos a pensar nuevas respuestas formativas desde la escuela. Y que empecemos a pensar, no significa que rápidamente tengamos las respuestas. Significa en muchos casos atravesar momentos de incertidumbre de dudas, de incoherencias, de construcción de criterios compartidos, de sostener discusiones. Pero significa empezar a pensar como los sobrevivientes del cuento que algo tenemos que hacer por nuestros chicos. Y en todo caso, allí donde falla el cuento es cuando la respuesta que acuñan es simplemente la continuidad de lo anterior, y si no lo frenan a tiempo les van a enseñar a los chicos como hacer la bomba atómica para que vuelvan a caer en la misma sociedad que lo llevo adelante. En todo caso detengámonos en esta pregunta que está en el cuento que es ¿qué podemos hacer? En principio, yo estoy convencido igual que el hombre que perdió un zapato que algo podemos hacer.En la escuela la palabra condiciones suele aparecer en general como un límite ”yo no puedo hacer nada porque: con estos chicos, con estos padres, con esta directora, con estos colegas, con esta escuela, con este estado, con este intendente, con este gobernador, con este país, con este mundo”... “primero que me cambien todas las condiciones y yo después voy a ser un maestro bárbaro” Impresionan porque las dije todas juntas, pero en cualquier sala de maestros pueden escucharlas un poquito más distribuidas. Los docentes somos especialistas en demostrar todos los condicionantes que tenemos por los cuales no podemos hacer, porque en alguna medida suponemos que los chicos deberían comportarse como la página28 del libro de Walon, o del libro de Piaget y cuando no se comportan así el problema es de estos chicos, estos chicos no responden al libro. Entonces, creo que la pregunta ¿qué podemos hacer? Es como operamos sobre esas condiciones para generar nuevas condiciones. Sabiendo que seguramente nuestra respuesta va a ser una respuesta limitada, podemos quedarnos toda la vida lamentándonos de que antes el mundo era mejor, y yo no lo creo que antes haya sido mejor. O podemos empezar a producir nuevas respuestas y tratar de generar nuevas condiciones para nuestro trabajo. Así como, las autoridades, la economía, la sociedad, generan condiciones para el trabajo del docente, para el trabajo del alumno la principal condición es el docente. Y efectivamente, nosotros producimos condiciones en el aula.¿Cuál es la tarea de la escuela? Yo creo, que la tarea de la escuela sigue siendo, un concepto que plantea Carlos Cullen, es que la escuela es el espacio público de construcción de lo público. Cuando un chico de salita de 2, entra de la mano de su mamá al jardín lo que se encuentra no es a la segunda madre, sino al primer agente público que es la maestra. Y es la maestra la que le va a enseñar, los rudimentos, los fundamentos de lo que significa integrarse a la sociedad política, desde la salita de 2 los chicos empiezan a construir sus convicciones acerca de en que medida somos iguales y diferentes, que es justo y que es injusto, que es lo mío y qué tuyo, que es compartido que es ajeno, que proyectos comunes podemos construir. Esto significa construir el espacio público, esto significa asumir la tarea de la escuela como una tarea profundamente política, porque la tarea de la escuela es de construir, desde el aula una respuesta a estas condiciones que son otras, que son cambiantes, pero que son necesariamente la construcción que tenemos que hacer.Implica entender también, creo que la palabra política es una palabra convertida como mala palabra dentro del aula, pero yo la concibo como un trabajo de construcción del propio poder. Necesitamos en la escuela aprender a ejercer el propio poder, a entender que cada

Page 13: SIEDE Valores y Ciudadania

uno participa de relaciones de poder, pero también tiene que aprender a ejercerlo. Y entonces el espacio del aula es un espacio de aprendizaje del propio poder.En ese sentido creo que la escuela forma ciudadanos, no porque les diga voten cuando tienen18 años, sino porque trabaja sobre los chicos en cómo vincularse con las relaciones de poder que hay desde la salita de 2 o incluso desde antes. Un poder más democrático, un poder más justo, un poder más igualitario, un poder inclusor.Y en tercer lugar, creo que la tarea de la escuela es también una tarea de provocación cultural, creo que en estos valores que, efectivamente están en crisis, el espacio público implica que hay ciertos ámbitos o ciertas cuestiones sobre las cuales necesitamos construir criterios compartidos. Fundamentalmente las cuestiones que hacen al problema de la justicia. Una sociedad puede llegar a configurarse como una sociedad política, cuando sus ciudadanos comparten los criterios de justicia. Y creo que ese es el trabajo que tenemos que hacer dentro de la escuela, volver discutir profundamente en que sentido somos iguales y en que sentido somos diferentes y que significa ejercer el propio poder y que ser democráticos no necesariamente es levantar la mano y decir por quien voto, sino que es dar argumentos y razones acerca de para donde tienen que direccionarse los proyectos compartidos. Aprender a argumentar en la escuela es quizá una de las herramientas claves de la formación política. Y por otro lado implica también entender que hay un montón de valores que van a ser parte de la diversidad, la escuela pluralista es la escuela que permite que cada uno construya sus propios criterios de felicidad, que cada uno construya sus propios criterios acerca de cómo es un varón como es una mujer, cómo se configura una familia, cómo se configura su proyecto de vida. En todo caso de lo que se trata es que la escuela pueda abrirles el panorama a los chicos para que tomen elecciones, construyan elecciones, cada vez más informadas, cada vez más sólidas y cada vez más seguras de la decisión que están tomando. Cuando digo que la escuela es un espacio de provocación cultural, me refiero a que, si la escuela boga por la justicia en una sociedad injusta, si la escuela boga por la igualdad en una sociedad exclusora, si la escuela boga por la dignidad humana en una sociedad que tiene una larga tradición de maltrato y de discriminación, lo esperable es que la escuela entre en conflicto con esas prácticas culturales. Y el conflicto no es mala palabra, en todo caso se trata de generar nuevas prácticas culturales en esta confrontación entre el discurso que la escuela asume como legítimo y aquel que encuentra en las practicas sociales.Y por otro lado en el ámbito valorativo, en el ámbito de la construcción de criterios para la propia felicidad, la escuela si necesita replegar su discurso y animarse a escuchar que hay gente que opina diferente que hay criterios de valoración distintos, en todo caso la tarea de la escuela es ampliar el abanico de opciones de los chicos. Permitir que los chicos entran endiálogo con criterios de valoración muy diferentes, que puedan aprender a dialogar con los medios de comunicación, a dialogar con la literatura, a dialogar con gente que tenga sistemas creencias diferentes. Que en todo caso construyan su propio sistema de creencias en diálogo con el mundo.Aquí hay, creo yo en estas tres funciones, un riesgo, un peligro principal que es el que está corroyendo como un cáncer por dentro a nuestras escuelas, y que es volviendo al tema de las condiciones una idea que recorre al sistema educativo de que los chicos no pueden. A mi me preocupa fuertemente encontrar en salas de maestras, o de profesores, de jardín, de primaria, de secundaria, de nivel superior, de universidad, que los chicos de ahora no pueden, que no saben, que no quieren, que no dicen, que no hacen, que no les gusta, que no les interesa. Son imágenes de los chicos como carentes, estos chicos son deficitarios, que nos cambien a los chicos para que nosotros podamos trabajar. Y creo que ahí hay, en todo caso, un déficit fuerte en nuestra mirada, no estamos pudiendo ver las riquezas que tienen las nuevas generaciones. Mientras los miremos desde el punto de vista del déficit, no vamos a poder entablar con ellos un contrato pedagógico.La segunda cara del mismo problema es el suponer que nosotros no tenemos nada para ofrecer. Muchas veces uno se encuentra con docentes que, en distintos sectores de la sociedad dicen y yo que les puedo ofrecer a estos chicos. O bien porque son chicos pobres que no tienen nada en la vida de que les voy a hablar, que les voy a enseñar matemática, si no tienen para comer. O a la inversa yo trabajo con chicos de sectores de elite, son chicos que tienen de todo en la vida qué les voy a enseñar, si ya tienen todo. En los dos polos de la sociedad lo que hay como continuidad es un docente que supone no tiene nada para ofrecer. Creo que es la contracara del mismo cáncer. Los chicos no pueden, yo no tengo nada para ofrecerles.

Page 14: SIEDE Valores y Ciudadania

Y creo que al revés la apuesta de la escuela puede ser la que plantea Felip Meirieu en su texto “Frankestein educador” (que les recomiendo si no han leído) es muy interesante porque él se plantea el trabajo sobre la educación, el análisis pedagógico de la educación desde la imagen de la literatura. Se remonta al mito de Frankestein, vieron que el texto de Frankestein lo escribió Mary Yelie al principio del siglo XIX En una noche de tormenta en la cual un grupo de jóvenes hacen una apuesta entre ellos y dice a ver quien es capaz de inventar el relato más aterrador y entonces cada uno se va a su cuarto y empieza a escribir un relato aterrador, y Mary Yelie, escribe el Dr. Frankestein. El relato aterrador es el de alguien que con muchos conocimientos intenta fabricar a otro, con cachos de muerto. Conocen la historia de Frankestein y entonces con esos cachos de muerto le da vida. Y Meirieu dice que la tarea de los educadores, tiene mucho de ese relato aterrador del Dr. Frankestein. En buena medida los educadores a veces entendemos que nuestra tarea es fabricar al otro con cachos de muertos. Tomamos cachos de muertos que son las materias escolares y tratamos de fabricar a otro para que salga el perfil del egresado, que es que el otro sea como yo quiero que sea. Esto es lo más aterrador del proyecto del doctor Frankestein, que es tratar al otro como una cosa y no como una persona, yo supongo que soy capaz de darle vida y que yo sé lo que es bueno para él y entonces lo fabrico como yo quiero.Pero Meirieu avanza un poco más y dice cuando el doctor Frankestein le da vida a su criatura, se asusta porque la criatura que genera es horrible, y entonces tiene un segundo gesto autoritario que es que lo abandona. Ni siquiera le da un nombre porque lo llamamos Frankestein que era el nombre del doctor, no le enseña a hablar, no le enseña normas, no le enseña costumbres, no lo introduce a la cultura de su época y es en ese momento que lacriatura se transforma en un monstruo. Tratando de aprender por sí sola, los códigos de relaciones del mundo, se configura en un monstruo y terminan matándolo. Hay un segundo momento autoritario del doctor Frankestein que es suponer que él no tiene que hacer nada con esa criatura, y retirarse de la escena y dejar que la criatura sola se transforme en un monstruo.Creo que ahí hay algo interesante de los dos polos de los que muchas veces transitamoscomo escuela. O bien queremos fabricar al otro con cachos de muertos, y si el otro se resiste o no se deja fabricar entonces lo abandonamos. Con estos chicos no se puede, y es en ese momento en que el otro se transforma en un monstruo, es en ese momento en que el otro trata de manejarse en el mundo como sea. Porque no hay una generación adulta que se ocupe de transmitirle un legado. Dice Meirieu, hay rastros desde muchos siglos atrás de maestros que se quejan de que los chicos de ahora no son como los de antes, les aseguro que los maestros de todos los que estamos acá decían que, cuando nosotros éramos chicos, los chicos de ahora no son como los de antes, los de antes eran mejores. Y entonces él se pregunta por qué ocurre esto, no será que esta sensación de fracaso, esta sensación de falla es algo propio de la educación. Y él construye una definición de educación que me parece muy interesante. Dice: “la educación es el proceso por el cual la generación adulta transmite el caudal cultural hacia la generación siguiente...” y hasta ahí es Durkeim ¿no? “pero es también el proceso por el cual la generación siguiente toma una parte de ese legado y rechaza otra” La educación es el proceso en el cual se encuentran dos generaciones y el éxito más profundo de la educación está en que logre cierto fracaso. El fracaso más fuerte sería que la generación siguiente tomara por completo el legado de la generación anterior, como una mera transmisión. Lo peor que nos puede pasar es que el otro se deje fabricar. Y entonces cuando recibimos el cachetazo de que el otro dice no, que el otro rechaza parte del legado. Entonces, se duerme al fondo de la clase, hace lío, se burla de la maestra, pero que mal estos chicos no, hay algo que es interesante, ellos están buscando la manera de decir esto que me dice la escuela no me sirve, no me interesa, hay otras cosas mejores. Seguramente la historia educativa de cada uno de nosotros podemos encontrar que ninguno de nosotros es como nuestros profesores quisieron que fuéramos. Cada uno de nosotros en su historia a algunas cosas les dijo que sí y a otras cosas les dijo que no. Yo por suerte no soy como mis profesores querían que fuera, sino que en todo caso puedo recuperar algunos de los legados que recibí y rechazar fuertemente otros.Y acá me parece interesante contar una anécdota personal, cuando yo estaba la escuela secundaria en tiempos de la dictadura militar, en el año 78 fue el asesinato de la hija de Lambruschini. Pusieron una bomba y mataron a una chica de 15 años, yo tenía más o menos esa edad. Un compañero de clase dice, estaba el profesor hablando de esto, y dice profesor yo creo que al que hizo eso habría que condenarlo a muerte y el profesor empieza a plantear

Page 15: SIEDE Valores y Ciudadania

que está de acuerdo, y se remite a Santo Tomás y a otros autores, y otro compañero dice pero profesor yo pienso que, y el profesor dice no, no, no momentito y anota en el pizarrón “yo pienso que” y dice estas palabras vamos a tratar de desterrarlas de esta escuela, porque no se trata de que ustedes piensen se trata de que pregunten como es. Fíjense la escena, creo que por suerte no soy como ese profesor quería que fuera, pero ahí había un legado cultural que por suerte generó rechazo, que en ese contexto era esperable y era el que lo dijo más descarnadamente pero creo que planteaba buena parte de la convicción de muchos docentes. Creo que a la inversa la tarea de la escuela es permitir, posibilitar y promover que el otro piense. Darle un montón de elementos y decirle mirá con todo esto vos tenés la oportunidadde construir, vos tenés la oportunidad de pensar. Es volver a articular preguntas con respuestas, es volver a articular conocer y pensar. La tarea de la escuela es volver a recuperar esas preguntas que en el cuento no tienen respuesta y decir bueno y porque flota un barco. Yo creo que cuando un chico llega a la escuela viene lleno de preguntas, cuando un chico llega al jardín está repleto de preguntas y lo primero que aprende es que la escuela no es un lugar para responder preguntas. En todo caso más adelante se verá cuando el programa lo diga, y en todo caso cuando llega el momento de verlo ya se olvido la pregunta que tenía. Y uno dice pero porque los chicos de 15 ó 16 años están atrás en el fondo y no les interesa nada de lo que la escuela dice, porque cuando tenían 3 o 4 años la escuela les dijo lo que a vos te preocupa acá no te lo vamos a responder. Hay algo de este no invitar a pensar de la escuela, que nos sigue pesando en el aula. Y que creo que refleja muy bien el cuento. Por eso creo que algo de la construcción política de la escuela está en el ofrecer conocimientos para posibilitar que el otro aprenda y que el otro piense y que el otro construya una relación entre conocer y pensar.Creo que, para ir cerrando, ser maestro hoy implica efectivamente vivir un tiempo difícil. Porque en tiempos de crisis tenemos menos certezas, pero no viene mal que se hayan diluido algunas de las certezas que teníamos los maestros. El tiempo de crisis es también el tiempo en que uno revisa sus propias convicciones y se vuelve a preguntar y yo en que creo. No está mal que uno diga ya no estoy seguro de cómo va a ser el futuro, pero si puedo pensar que espero yo del futuro y apostar por eso. En todo caso construir convicciones en remplazo de certezas, es construir también la posibilidad de pensar por nosotros mismos a que queremos apostar. No porque estemos seguros de que el futuro va a ser promisorio, no estamos condenados al éxito como decía un presidente, no estamos condenados a que todo va a ser maravilloso de acá a un futuro. Pero tampoco estamos condenados al fracaso. Estamos, en todo caso, condenados a lo que hagamos de nuestro país, lo que hagamos de nuestros chicos, lo que hagamos de nuestras escuelas.Es una tarea difícil pero también creo que es una tarea apasionante, por suerte en las escuelas tenemos muchas más preguntas que respuestas. En todo caso, lo más rico de nuestra posibilidad de ser maestros es volver a plantearnos aquellas preguntas que estaban en nuestra cabeza cuando nos iniciamos en la docencia. Yo no conozco ningún chico que entre al profesorado pensando, les voy a hacer la vida imposible a los chicos, no les voy a enseñar, no me voy a ocupar de cuando ellos tengan algún problema. No conozco a nadie que entre al profesorado (yo trabajo en varios institutos) con esta expectativa para su trabajo. Y sin embargo conozco muchos maestros que efectivamente trabajan así. Y digo como se construyó un maestro que no enseña, un maestro que no se ocupa de los chicos. Seguramente se construyó en un maestro que quiso hacerlo todo, quiso fabricar al otro y cuando vió que no podía entonces dijo me retiro y no doy nada.Creo que de lo que se trata es de volver a recuperar la pasión por conocer y la pasión por enseñar. Seguramente, no porque nosotros enseñemos con pasión vamos a convencer a todos, pero es muy importante que haya pasión en la enseñanza. Es quizá más importante que un chico se encuentre con un docente de música apasionado por la música, con un docente de matemática apasionado por la matemática y que muestra la pasión en el aula y que le invita a pensar en esta pasión, que tal vez lo atrapa o no pero transmite. Un docente apasionado por lo que sabe es alguien que puede llegar al aula, y no va a tener garantía de éxito nada nos garantiza el éxito en el aula, pero en todo caso va a tener una convicción más clara de qué es lo que está ofreciendo. Y de lo que se trata es de volver a preguntarnos, creoyo, para que enseño lo que enseño, qué sentido tiene lo que enseño, si cada uno va convencido de lo que enseña creo que la escuela genera otro contrato. Es cierto que no podemos prometer nada a futuro para los chicos, no podemos decirles hoy a los chicos el futuro va a ser de cierta manera.

Page 16: SIEDE Valores y Ciudadania

Pero la escuela es una promesa cotidiana, la escuela tiene mucho para ofrecer en el día a día. A un chico que fuera de la escuela pasa hambre, es maltratado, no encuentra respuesta a sus problemas, no encuentra adultos que atiendan sus problemas; es importante que cuando llega a la escuela sienta acá respiro, acá me tratan como a una persona, acá las reglas del juego son claras, acá me enseñan algo que a mi me interesa. Es importante poder prometerle eso día a día. Es cierto que los chicos llegan a la escuela y seguramente no pueden aprender matemática si primero no comen. Porque hay muchos chicos que llegan con hambre a la escuela. Y es importante que la escuela les de comer, en ese caso, pero después de comer hay algo para aprender. Es importante también que los chicos salgan de la escuela diciendo hoy aprendí algo nuevo. Hoy aprendí algo que me dejo pensando. Creo que ahí hay, por lo menos un desafío apasionante para nosotros. Porque en esta sociedad los chicos tienen pocas oportunidades de interactuar cuatro horas y pico con un adulto que esté a cargo de ellos y ese cara a cara tiene una riqueza que tal vez no valoramos suficientemente, porque nosotros fuera de la escuela, cuando nos vinculamos con la autoridad política, sentimos la intemperie de que no haya autoridad. Porque cuando uno tiene un problema no tiene a quien recurrir o cuando uno quiere que la autoridad ejerza la autoridad, no hay ley, no hay norma, no hay sanción. Entonces es importante que dentro de la escuela las normas sean claras, la sanción sea pertinente y la autoridad se ejerza en el momento que se tiene que ejercer. Más que nunca, los chicos necesitan que haya una autoridad democrática dentro de la escuela. Si la escuela permite que cualquier transgresión sea lo mismo que respetar la norma y no hay una diferencia entre respetar o no respetar la norma, la escuela está enseñando sistemáticamente impunidad y estamos construyendo un ciudadano que convive con la impunidad y que valora la impunidad. Por eso es importante recuperar, no la autoridad autoritaria, sino la autoridad de aquel que dice hemos construido esta norma que es justa, que es pertinente, que es democrática, y quien la transgrede tiene una sanción.Para cerrar, quisiera recordar una escena de una profesora de educación física que hace unpar de años a principios del 2.002 en una escuela pública de Buenos Aires, trabajaba con un grupo de chicos de sectores populares, la escuela estaba muy cerquita de una villa. Y ella veía que cada vez que formaba equipos los chicos se formaban en los mismos equipos. Y le comentaron que eran esos equipos porque dentro de la villa hay ciertas jerarquías de acuerdo a los materiales con los cuales está hecha la vivienda de cada uno. Curiosamente es la misma jerarquía que existe en los countrys, de acuerdo a la calidad de la vivienda es el lugar que uno ocupa en el grupo, es curioso digo para los sociólogos. Y esta maestra les dice un día: “chicos yo sé que ustedes siempre juegan de esta manera, pero acá vamos a cambiar los equipos, acá yo quiero que se mezclen”. Y uno de los chicos le dice: “si profe usted quiere que nos mezclemos, pero afuera la cosa es diferente, afuera no es así”. La anécdota podría terminar acá y que la profesora dijera bueno ves yo intenté cambiar y que me dicen los chicos que afuera no es así. Sería el relato típico de yo no puedo trabajar en estas condiciones. Pero ella transformó esa queja en una pregunta: “¿y a vos te parece justo lo que ocurre afuera?” el chico le dijo “no” y no te parece, que la escuela es un buen lugar para pensar otros modos de vivir. Yo creo que, en las preguntas y en las respuestas que da esta profesora, hay algunas de las claves sobre el lugar de la escuela en tiempo de crisis.