sobre migratologiaa
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Sobre la migratologia
1998, NOTAS de POBLACION, N 67-68, Ano XXVI : 101-118.
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Autor : Dr. Herv DOMENACH
IRD - Universidad de Provence
15, chemin des Gardes
13100 Aix en Provence
FRANCIA.
Email : [email protected]
Tel : 33 - 4 42 93 06 04
Fax : 33 - 4 42 93 01 98
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RESUME - ABSTRACT -RESUMEN
Sobre la migratologa ...
Herv DOMENACH
El montaje de espacios geopolticos supranacionales , ampliamente separados, pone en relieve a
la vez las nuevas perspectivas del fenmeno migratorio y la aceleracin de la movilidad humana
en espacios protegidos. Tres fuerzas principales contribuyen a la mutacin de las estructuras
socioeconmicas que inducen nuevas dinmicas migratorias: el crecimiento demogrfico en el
planeta y su distribucin espacial, la generalizacin de los intercambios comerciales, la
revolucin de las tecnologas y de los medios de comunicacin. Al parecer, ha llegado el tiempo
de bregar en favor de un discurso global acerca de la migracin, o sea, literalmente de una
migratologa que permita entender la modernidad migratoria segn las mutaciones societales
contemporneas y la evolucin consecuente de sus dos dimensiones analticas fundamentales:
espacio-tiempo y flujos-stocks. Por ltimo, este proceso plantea en conclusin el problema
de la identidad cientfica, en el sentido epistemiolgico, a la cual puede pretender el tema de la
migracin.
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FRANCES / Rsum :
De la migratologie ...
Herv DOMENACH
La mise en place d'espaces gopolitiques supranationaux fortement cloisonns, souligne
la fois les perspectives nouvelles du phnomne migratoire et l'acclration de la mobilit
humaine dans des espaces protgs.Trois forces principales concourent l'actuelle mutation des
structures socio-conomiques qui induisent de nouvelles dynamiques migratoires la croissance
dmographique plantaire et sa distribution spatiale, la gnralisation des rapports marchands, la
rvolution des technologies et des moyens de communication. Le temps semble ainsi venu de
plaider en faveur d'un discours global sur la migration, c'est--dire littralement, d'une
migratologie , qui permette d'apprhender la modernit migratoire selon les mutations socitales
contemporaines et l'volution consquente de ses deux repres analytiques fondamentaux :
espace-temps et flux-stocks . Enfin, cette dmarche pose en conclusion la question de
l'identit scientifique, au sens pistmologique, laquelle peut prtendre le thme de la
migration.
INGLES
About migratology ...
Herv DOMENACH
The building of supranational spaces, stronely segmented.
underscores both the new outlooks of the migratory phenomenon and
the growing human mobility into protected spaces. The current
mutations of socio-economical structures are supported by three
main effects introducing on migratory dynamics : the planetary
demographic growth and its spatial distribution, the widespread
marketing links, the technological and the new media revolution.
The time is ripe to argue about a global discourse on migration,
i.e. literally about migratology , which would allow the
understanding of migratory modernity according to the
contemporary societal mutations and the consequential
evolution of its two basic analytical references: space-time
and flows-stocks. Eventually the question of the
epistemological existence of a scientific identity for the
migration theme is clearly stated by this approach.
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SOBRE LA MIGRATOLOGIA...
Herv DOMENACH 1 2
IRD - Universidad de Provenza
Paradjicamente, es en el momento histrico donde la libre circulacin de bienes y
mercancas parece imponerse irreversiblemente en todo el planeta segn las leyes de la economa
de mercado y de internacionalizacin del capital, que la libertad de circulacin de los hombres
aparece seriamente puesta en consideracin con criterios selectivos justificados en gran parte a
factores socio-institucionales. De hecho, la aparicin de espacios geopolticos fuertemente
cohesionados, supranacionales, subraya las nuevas perspectivas del fenmeno migratorio por una
parte, a la vez que la aceleracin de la movilidad humana dentro de espacios protegidos.
El anlisis migratorio responde en adelante a nuevos determinantes: poltico-jurdicos,
socio-culturales,mediticos y medioambientales... La movilidad inducida por la modernidad
transforma los ecosistemas humanos al punto de perturbar fuertemente la interpretacion de la
migracin interna e internacional. Ms all de la ambigedad de los trminos, se produce una
inversin de la relacin causa-efecto: la migracin no aparece ms solo como una consecuencia
del ajuste de espacios econmicos jerrquizados, como afirman teoras neoclsicas y marxistas
(Verhaeren, 1990), sino que la misma tiende a aparecer ms y ms como un factor causal, que la
emancipa de la sola aproximacin demo-econmica.
As las posturas contemporneas conciernen tanto a los stocks y a los flujos migratorios
propiamente dichos, como a los efectos de la movilidad, la reproduccin de sociedades de origen
y de comunidades de inmigrantes, su implantacin, su modo de integracin. La gestin
sociopoltica de los migrantes se hace tan importante como su gestin econmica, y la
rentabilidad coyuntural de los flujos de la migracin ilegal (via la flexibilidad de la mano de obra
y ajuste de la oferta y de la demanda de trabajo) tiene en adelante un precio poltico y societal,
tanto para las sociedades de origen como para las de recepcin.
Es por ello que, ms all de los estudios clsicos sobre contribucin de las migraciones de
mano de obra al crecimiento econmico, se han desarrollado investigaciones articuladas
alrededor de correlaciones societales entre los fenmenos migratorios y el desarrollo durable, la
1El autor expresa su reconocimiento a Dora Celton y Alejandro Giusti por
colaborar en la traduccin de este artculo. 2Este articulo ha sido publicado en frances en la REMI (Revista Europeana de
Migraciones Internacionales), 1996, vol.XII, pp.73-86.
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transformacin de los espacios rurales, la identidad cultural y religiosa, las redes, las
nacionalidades, las minoras etnicas, etc...
Este articulo brinda ocasin de atestiguar esta evolucin,de desarollar un balance del tema
de la migracin y de sus correlaciones con la movilidad, de poner la atencin en la evolucin de
la terminologa (Body-Gendrot, 1992) y los criterios de medicin y anlisis,etc... En suma, son
tiempos de bregar en favor de un discurso global sobre la migracin, es decir literalmente, de una
migratologa que permita aprehender la modernidad migratoria segn las mutaciones
societales contemporneas y la consecuente evolucin de sus dos dimensiones analticos
fundamentales: Espacio-Tiempo y Flujos-Stocks. Finalmente, esta dialectica plantea en
conclusin la cuestin de la identidad cientfica, en el sentido epistemolgico, a la cual puede
pretender el tema de la migracin.
MUTACIONES SOCIETALES Y MIGRACIONES
Tres fuerzas principales confluyen en la actual mutacin de las estructuras
socio-econmicas que inducen las nuevas dinmicas migratorias: el crecimiento demogrfico
mundial y su distribucin espacial, la generalizacin de las relaciones comerciales, la revolucin
de las tecnologas y de los medios de comunicacin.
Siguiendo una hiptesis media, la poblacin mundial aumentara en volumen alrededor
del 150% en los prximos veinticinco aos, pasando de 6 a 9 mil millones de habitantes. El
proceso irreversible de urbanizacin drenar los flujos de migrantes dentro de medios de gran
densidad, sujetos a presiones medioambientales nuevas, y ms intensamente sometidos a la
desnutricin, higiene defectuosa, promiscuidad, criminalidad, etc. A las importantes migraciones
internas hacia las megalpolis se agregar el peso de migrantes internacionales que las medidas
poltico institucionales difcilmente controlarn. Ademas, se plantear el problema de la
distribucin espacial de las poblaciones: las proyecciones medias hacia el 2050 indican que en
los pases llamados del Norte no habri ms que una centena de millones de agricultores para
explotar 650 millones de hectreas, mientras que habri alrededor de 3,3 mil millones de ellos en
el Sur que debern compartir 800 millones de hectreas (Vicari, 1996).
Hasta fines de los aos 80,la economa de mercado concernia principalmente a los pases
desarrollados occidentales, es decir a menos de mil millones de personas, mientras que ella tiene
todas las chances de extenderse a un 85% de los habitantes (o sea 7 a 8 mil millones) del planeta
en un futuro prximo. A lo largo de los ltimos diez aos, segn la Organizacin Mundial de
Comercio (Informe Anual sobre la evolucin de los intercambios internacionales, marzo 1996),
el comercio mundial ha conocido una tasa media de crecimiento del 5,5%, pero esa progresin
alcanz el 9,5% en 1994 y al 8% en 1995. En valor, el aumento de las exportaciones de
mercancas es an ms claro, pasando de algo ms de 4000 millones de dlares a 4900 millones
en 1995, es decir un aumento del 19%. La circulacin de los bienes entranando la de las
personas, el mantenimiento a mdio plazo de tal ritmo de crecimiento tendri implicaciones
migratorias temibles.
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Por otro lado, la revolucin de la tecnologa y medios de comunicacin, ha provocado,
entre otros efectos, una fuerte relativizacin de las distancias a la vez fsicas y psicolgicas y
tambien la aceleracin de la movilidad humana. Aparece as el ascenso pujante de un indicador
nuevo y particularmente preocupante: el consumo de espacio por habitante... Entre otros
ejemplos, el parque automotriz mundial es actualmente de alrededor de 400 millones de unidades
y alcanzar posiblemente un mil millones alrededor del 2020 mientras que las distancias
kilomtricas recorridas anualmente tienen un incremento continuo!
Aunque poco acadmicos, esos criterios son, sin embargo, determinantes para la
observacin de los hechos migratorios. El concepto de movilidad, en el sentido primero de la
libertad de circular en espacios identificados, torna cada vez ms confuso el concepto de
migracin en sentido clsico de cambio de residencia. Los hechos migratorios no pueden
aprehenderse sin considerar la facultad del hombre moderno de moverse en espacios multiformes
y cada vez mas extendidos. De desplazamientos cotidianos a estadias de larga duracin, de
instalaciones momentneas o reversibles a otras ms permanentes... la frontera entre la movilidad
alternante y las migraciones temporales o definitivas se vuelve muy incierta. En ese sentido, si la
distincin entre migracin interna e internacional conserva un significado poltico para los
Estados, ella no tiene mas que un inters menor, desde el punto de vista del fenmeno de la
movilidad moderna en la cual el crecimiento exponencial marca nuestra poca. Interna o
internacional, la migracin responde a los mismos resortes socio-culturales y econmicos, an si
las repercusiones polticas no son evidentemente las mismas. (Domenach y Picouet, 1995).
Corolarios de esta explosin histrica de la circulacin de bienes y de personas, las
situaciones de inmigracin han devenido un tema trascendente de la actualidad sociopoltica: el
espacio periodstico que se les ha consagrado y las imgenes pblicas han aumentado
considerablemente (Battegay et Boubeker, 1993): porcentaje ascendente de las primeras pginas
y ttulos de revistas, reportajes, debates... aunque el volumen oficial global de la migracin es
relativamente dbil ya no alcanza mas que al 2,4% de la poblacin mundial (Naciones Unidas,
1994) segn los criterios vigentes hoy da!
Pero ellas sirven tambien de soporte al ascenso de partidos polticos en cuyas expresiones
nacionalistas y xenfobas expresan una fuerza social centrpeta, en reaccin a la
multiculturalidad, a la mezcla social, al mestizaje... Fenmeno antiguo y cclico, pero que
responde a una dialctica nueva en la medida en que la mayora de las redes migratorias tienen
por una parte asegurada su reproduccin a travs de dos o ms generaciones, y por otra, una
fuerte estructuracin (asociaciones, peridicos, radio, televisin. Lo atestigua la aparicin
reciente de disporas muy diversas, organismos extremadamente descentralizados,
policntricos, con lmites muy ligeros, mal definidos... (Bruneau, 1995) constituyendo una
dinmica migratoria totalmente diferente, parcialmente independiente de tutelas econmicas.
Esto ilustra por ejemplo, la estructuracin social de grandes megalpolis internacionales segn
los espacios etnodiaspricos que se entremezclan con los espacios urbanos previamente
estructurados por la jerarqua de clases sociales. Cincuenta aos despus de la Conferencia de
Yalta (1945) y el reparto del mundo, esta evolucin se opone evidentemente al rgimen de
Estados-Naciones y a sus implicancias en trminos de controles migratorios.
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El examen suscinto de estas mutaciones conduce a una conclusin relativamente simple
desde el punto de vista migratorio: la intensificacin de las dinmicas de movilidad y de
migracin modifica considerablemente los modos de produccin y de consumo y
consecuentemente las sociedades y las culturas. El proceso es evidentemente interactivo, las
consecuencias devienen causas de cada nueva fase y recprocamente. La modernidad occidental
deporta los activos a merced de la movilidad profesional y desarraiga a los individuos segn
resulta del nuevo fenmeno de atomizacin de las estructuras sociales mientras que la
internacionalizacin del capital empresarial y la uniformidad progresiva de los medios
estandarizan las formas de consumo y favorecen la expansin de una cultura econmica
universal... En esas condiciones, tenemos todas las chances de observar una movilidad humana
creciente, pero en el interior de nuevos espacios transnacionales (mercados comunes, pases del
Norte...) fuertemente separados segn los niveles de riqueza alcanzados. En el momento en que
se dibuja una nueva geopoltica, conmocionada por la presin migratoria, las lgicas del Estado,
fundadas principalmente sobre el control de los flujos, corren el riesgo de ser sometidas a rudas
pruebas.
ESCALAS DE TIEMPO ALEATORIAS Y ESPACIOS DESARTICULADOS
A la medida de la movilidad humana, estas diversas mutaciones se traducen en primer
lugar, por una fuerte contraccin del tiempo. El pasaje del tiempo cclico, es decir la repeticin
de los procesos a travs de generaciones, al tiempo lineal, basado en las perspectivas de
crecimiento y acumulacin, relativiza los sistemas actuales de observacin de los
desplazamientos humanos y conduce a interrogarse sobre la permanencia de los criterios de
medicin utilizados.
Soporte bsico de observacin del anlisis migratorio, la correlacin espacio-tiempo,
sustituyendo ms o menos los criterios de la movilidad a los de la migracin, evoluciona en el
sentido de una inversin progresiva del peso de sus factores constitutivos. Los lapsos de ausencia
se han acortado y se han vuelto mas diversos y aleatorios (precariedad de situaciones
engendradas por las mutaciones societales), mientras que la articulacin de los espacios fsicos
ha modificado la circulacin humana, ms all de las idas y venidas cotidianas, privilegiando los
criterios de proteccin econmica y poltica.
Pero, si esta evolucin afecta principalmente a los pases dotados de infraestructuras y
actividades econmicas consecuentes, se trata de una pesada tendencia que parece
irremediablemente trazada. En efecto, el Segundo Mundo habiendo prcticamente
desaparecido desde el inicio de los 90, no deja realmente el Tercer Mundo, y slo perdura la
jerarqua de los espacios econmicos segn las partes respectivas de las infraestructuras
modernas y de la pobreza, que coexisten en todos los pases, sea cual fuere el grado de desarrollo
alcanzado. Por otra parte, la duracin de los desplazamientos humanos parece evolucionar en
relacin inversa al crecimiento de la infraestructura y equipamiento, mientras que su frecuencia
se ha acelerado considerablemente (Zlotnik, 1992). La movilidad se ha acrecentado ms all de
las estaciones, los climas, las distancias, los sociosistemas, etc... De esto resulta que se puede
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distinguir menos cmodamente en la observacin de diversas subpoblaciones, los presentes y los
ausentes, los perodos de estabilidad y los perodos de movimiento, las diversas situaciones de
residencia, etc... Extraa paradoja sin duda : el factor migratorio toma mucha importancia y
afecta las sociedades en sus cimientos, pero las herramientas de anlisis evolucionan poco en
consecuencia.
En estas condiciones, qu escala de tiempo es necesario considerar para aprehender los
hechos migratorios?. Las tipologas construidas sobre la articulacin del tiempo y las
caractersticas de los desplazamientos (Courgeau, 1988, Thumerelle, 1986) giran sensiblemente
alrededor del mismo trptico: migraciones internacionales con perodos de permanencia
consecuente, migraciones internas fundadas en el cambio de residencia administrativa,
desplazamientos temporales e idas y vueltas... Las observaciones estadsticas a partir de lugares
identificados, parecen encontrar sus lmites cuando las duraciones de las visitas a esos lugares se
convierten a la vez en aleatorias y reducidas. Es por eso que los criterios de observacin
espacio-tiempo, fuera del anlisis de la movilidad cotidiana, cruzando las distancias y los
perodos de permanencia, se preocupan hoy por integrar la frecuencia de los desplazamientos, la
repeticin de estadas en los mismos lugares, los perodos acumulados, etc.
Ahora bien, por una parte, el modelo socio-econmico dominante, basado en la
permanencia de la residencia nica se esta superando, y por otra parte la reversibilidad creciente
de los movimientos (Domenach y Picouet, 1987), hace preguntarse si la referencia a los perodos
de permanencia observados segn la residencia administrativa, contina siendo realmente
significativa. Esto explica que ciertas investigaciones se han inclinado a estudiar en detalle las
migraciones segn su rango en la historia de los individuos, es decir, la sucesin de eventos
migratorios, su duracin y su interdependencia. Estas herramientas, verdaderas biografas
migratorias, se traducen en una sofisticacin de los datos estadsticos, cuya delicada recoleccin
de informacin retrospectiva no conviene en las sociedades carecientes de un sistema
administrativo moderno, articulado y homogneo.
Paralelamente, los espacios migratorios se disponen en adelante segn una geometra
variable: la distancia se transforma en un parmetro secundario; las fronteras del espacio de
vida (Courgeau, 1988) se han modificado y el proceso migratorio comienza de hecho mucho
antes del desplazamiento fsico, con la toma de conciencia por parte del individuo de un espacio
ensanchado que le es accesible. La revolucin de los transportes, la estandarizacin de los modos
de consumo y las posibilidades de comunicacin instantnea al contribuir fuertemente al
estrechamiento del espacio humano, nos revela que el espacio migratorio puede tener un sentido
ms amplio e implicar igualmente el espacio social y cultural (Bastenier y Dassetto, 1995). Es
decir, un espacio relacional (dinmica de las redes sociales...) o an reticular (Delaunay, 1991),
que no se superpone necesariamente al campo geogrfico, constituyendo as una distorsin
analtica mayor!. De este modo, la estrategia de los hogares, la seguridad poltica y las dinmicas
etno-diaspricas tienden a transformarse en variables plenas del proceso migratorio (De Tapia,
1995, Ma Mung, 1995), substituyendo en parte la investigacin de lugares de valorizacin
econmica por la de los espacios protegidos.
Pero, tanto como para las escalas de tiempo cmo debe observarse la movilidad
moderna en el espacio y qu escala debe considerarse para aislar los hechos migratorios? El
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xodo rural que ha sido largamente el resultado de una prdida de productividad del trabajo y de
la tierra, acentuado por una oferta urbana creciente para los sectores de mayor instruccin en
materia de empleos de servicios, condiciona el proceso de desarticulacin espacial de los
ecosistemas humanos. Esta transformacin de la dinmica espacio-tiempo pone de manifiesto
para los Estados las preocupantes consecuencias de la migracin sobre una nueva organizacin
de la produccin agrcola: desestabilizacin de la divisin sexual del trabajo, envejecimiento de
los jefes de explotacin, requerimiento ms intensivo de la mano de obra femenina e
infantil...(Lebris y Quesnel, 1991. Si se considera ademas que la puesta en marcha de los
mercados supranacionales redefine los espacios econmicos y por lo tanto las concentraciones de
poblacin que son susceptibles de ahora en adelante de alcanzar de 30 a 35 millones de
individuos, se toma conciencia de las perturbaciones que provocarn las nuevas configuraciones
demo-espaciales ligadas a las dinmicas migratorias.
Desde el punto de vista estadstico precisamente, la migracin a travs del espacio,
caracterizada por una ruptura de la situacin administrativa, no es pues ms que una de las tantas
formas de movilidad humana, de la circulacin de las personas. Pero, desde un punto de vista
extremo, y sin tener en cuenta la movilidad cotidiana, si se modifican las normas y por lo tanto el
significado de la definicin de migracin, entonces el hecho migratorio y la movilidad pueden
confundirse en un solo concepto analtico de los desplazamientos humanos. Es por ello, que la
intensificacin de la circulacin de las personas (Chapman y Prothero, 1985) y la
interdependencia creciente de los fenmenos socio-demogrficos han conducido a la emergencia
de otros criterios de observacin de la movilidad: circular, pendular, residencial... que se
inscriben en una aproximacin ms global que aqulla que considera solamente la residencia.
Y luego, siguiendo la idea, interesndose ms de cerca en los ecosistemas (relacines
movilidad-poblacin-medio ambiental), se llega a observar las consecuencias de la legalidad
relativa de los espacios con todos los apremios que de ella se derivan. Por ejemplo, el
nomadismo pastoral y las culturas tradicionales no pueden renovarse suficientemente ms que en
la medida en que perduren grandes espacios libres y abiertos. Si la propiedad legal de los bienes
races y su cortejo de reivindicaciones restringen esos lmites, el agro-pastoralismo tender a
agotar progresivamente las tierras demasiado usadas, y como consecuencia declinar
irremediablemente. La mutacin social que seguira - estamos tentados de decir la
desestructuracin - se traducir en nuevas actividades econmicas para las generaciones
siguientes, con otras referencias espaciales, restrictivas, normativas... Todos son factores
migratorios presionando hacia universos ms organizados y urbanizados. Es ese tipo de proceso
interactivo (legalidad espacial-ecosistema-movilidad humana, por ejemplo...) que caracterizar
seguramente las nuevas direcciones de investigacin a privilegiar en la tematica de las
migraciones humanas.
STOCKS Y FLUJOS MIGRATORIOS HIPOTETICOS
Mutaciones societales, escalas de tiempo aleatorias y espacio desarticulados... afectan y
transforman directamente la medida de los fenmenos migratorios. Por lo tanto, resultan ellos,
nuevas herramientas de observacin, nuevas variables y mtodos?
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Puede interrogarse, por ejemplo, sobre el valor analtico de un saldo migratorio cuando no se han
tomado ms que los movimientos legales en numerosas regiones donde los flujos clandestinos
son evidencialmente preponderantes?. O bien, inclusive, hasta qu punto, estadstico pero
tambien poltico, pueden ser amalgamados migrantes recientes y los antiguos migrantes? y
cuntas generaciones de nios de migrantes deben an incluirse en consideracin con los
efectivos de la poblacin inmigrante, an cuando no se nace, evidentemente inmigrante? etc...
Cules son pues hoy, las buenas medidas?, con qu poblacin de referencia y con qu
criterios de pertenencia?, en qu espacios y con qu polticas institucionales?.
Las respuestas son complejas, en la medida en que los mtodos de observacin han
evolucionado poco, mientras que las interferencias indirectas de la migracin se han multiplicado
en todas los meandros de la sociedad y las implicancias socio-institucionales se han hecho muy
fuertes.
A la manera clsica, los referentes tericas elaborados para estudiar la migracin se limitaron a
comprender la migracin definitiva (Massey, 1993) y esencialmente, la de tipo rural-urbano.
Diversas escuelas han explicado y conceptualizado el anlisis de los procesos de atraccin o de
repulsin: el enfoque determinista privilegia el anlisis causal de los acontecimientos
migratorios, mientras que el probabilista tiene por objetivo definir las relaciones entre variables
dependientes y variables independientes, permitiendo evaluar el riesgo migratorio o de
movilidad. Numerosos modelos cuantitativos se desprenden de llos, los cuales han hecho
aparecer correlaciones interesantes, por una parte entre la duracin de residencia y la
probabilidad de migrar, inversamente proporcional (Nam,1994); y por otra parte, entre los
factores de atraccin y de repulsin segn las regiones o pases, los mercados de trabajo, la oferta
de alojamiento, los niveles de vida... Pero hoy, esos modelos parecen caracterizar sobre todo las
tres dcadas de post-guerra, es decir, la poca del crecimiento econmico y del progreso tcnico
para el mundo industrializado, y de la ruptura de socio-sistemas para el mundo en desarrollo, sin
tomar en cuenta las evoluciones habidas desde entonces, consecuencias, precisamente, de los
parmetros de esa poca anterior.
El hecho de que las normas estadsticas internacionales hayan fijado una definicin
simple de la migracin que se refiere a la transferencia de residencia de un individuo de un lugar
a otro a travs de una frontera administrativa predefinida y por un perodo durable, traduce bien
ese desfasaje. La metodologa ha evolucionado, ciertamente, pero sobre todo en el sentido del
mejoramiento de la sistematizacin de las tcnicas conocidas. Los mtodos de anlisis de las
biografas migratorias, por ejemplo, caracterizan relativamente bien este fenmeno: sofisticacin
de las herramientas pero en el seno de espacios analticos fijos; la definicin de la migracin
obedece siempre a los mismos criterios de residencia y de duracin, obtenidos a partir de censos
o de registros de poblacin o de una combinacin de los dos (los casos de Alemania y Blgica
por ejemplo)... Adems, la medicin de los efectivos de poblacin emigrante o inmigrante
supone un aparato estadstico consecuente, con seguimiento regular y renovado, lo cual est muy
lejos hoy de ser el caso para la mayora de las naciones.
Ahora bien, los criterios de clasificacin de los stocks migratorios son mltiples, pero
en la prctica no se podra nunca disociar la migracin del modo de medicin utilizado
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(Thumerelle, 1986: 26). Tres parmetros fundamentales de apreciacin de stocks migratorios
permanecen as como preocupantes porque an no son susceptibles de medicin, incluso hoy en
que su importancia aumenta fuertemente:
no se sabe todavia cmo aprehender la migracin clandestina ms que por los saldos
diferenciales de efectivos globales, mientras que se multiplican las correlaciones cada vez
ms finas concernientes a los migrantes legales...
no se domina el tratamiento cuantitativo de las situaciones resultantes de la asimilacin
de los migrantes, entre ellos o con las poblaciones receptoras (Todd, 1994). De ello
resulta, tanto la prdida de identificacin estadstica de las generaciones descendientes si
no se crean normas de categorizacin en consecuencia, como la clasificacin por defecto,
que conduce a amalgamar las situaciones inciertas. Ciertamente, una comunidad de
inmigrantes se define por un origen y un patrimonio comn, pero el anlisis no sera el
mismo segn la antigedad de la migracin y a fortiori segn las generaciones : los
descendientes de inmigrantes no son por definicin ms inmigrantes, an conservando un
grado elevado de pertenencia a la comunidad de origen o permaneciendo el lazo
comunitario como esencial para el mantenimiento de las prcticas identificatorias, soporte
de una alteridad fundacional de la dispora en la sociedad de recepcin (Hovanessian,
1991).
no se sabe an cmo observar las poblaciones flotantes que se desarrollan a travs de
los espacios transfronterizos (Picouet, 1995), las multi-residencias, la renovacin
permanente de poblaciones tursticas en los mismos lugares de destino. Ahora bien,
dichas poblaciones constituyen finalmente stocks medios de poblaciones suplementarias,
con eventuales variaciones estacionales (Rodrguez y Venagas, 1983).
Concerniente a los flujos, y sirviendo como soporte a la mayora de los anlisis, los datos
resultan, por lo comn, de la medida del nmero global de desplazamientos efectuados durante
un perodo de referencia determinado, entre una zona de origen y una de destino previamente
definidas. La migracin neta, que expresa el saldo entre las entradas y la salidas, no describe la
intensidad real de los flujos y no informa sobre los procesos. Ya que la suma de migrantes no
abarca la de los acontecimientos-migracines y crea una amalgama dudosa de diversas
situaciones migratorias. Ms que nunca, la disociacin entre los migrantes y los
acontecimientos-migraciones se muestra indispensable al anlisis, pues si cada
acontecimiento-migracin pone de manifiesto una variable discreta para los individuos, a nivel
de la observacin de una poblacin, se trata de una variable continua. Esta distorsin conduce a
razonar, tanto en trminos de transferencia de poblacin como en trminos de orientacin y de
siguimiento de los flujos y de sus modalidades. Asi entonces, en la gran diversidad de sus nuevas
formas, que la descripcin de los flujos se muestra interesante: aspectos secuenciales de
movimientos, su frecuencia alternativa, las estadas de residencia intermedia, la diversificacin
de las formalidades, la dinmica de las redes y de las comunidades, etc. Estos son componentes
mviles fluctuantes qu sustentan una fuerte geodinmica de las migraciones (Simon, 1995) y la
mundializacin de los flujos, ms all de los grandes sistemas migratorios histricos.
La mediatizacin de un vocabulario migratorio nuevo ilustra bien esta evolucin: las
minoridades tnicas, las segundas generaciones, la asimilacin abierta, la re-emigracin, el
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derecho a la diferencia luego el derecho a la indiferencia... sin olvidar las dialcticas
distintas para definir a los inmigrantes, que no son en realidad ms que una categora
socioeconomica! El renacimiento de los nacionalismos y las medidas preconizadas por los
partidos polticos preocupados de un cierto proteccionismo, permiten tomar en cuenta la medida
de los desafios futuros: alargamiento de la duracin de la retencin para los extranjeros en
instancias de alejamiento obligado, fichaje de personas que reciban extranjeros, prohibicin de
acceso a los cuidados mdicos y a la educacin pblica para los ilegales, etc.... Contrariamente a
la historia asimilacionista de numerosas naciones, sera as amenazada la coherencia de las
poblaciones nacionales confrontadas a las mutaciones etno-culturales que provocaran las
migraciones. Por ejemplo, segn las proyecciones establecidas por el Informe del Bureau of the
Census de los Estados Unidos (13 de marzo de 1996), tomando como hiptesis el mantenimiento
de los regmenes actuales de natalidad y de inmigracin segn la etnia de origen (Bouvier, 1990),
la poblacin blanca no hispnica pasara de un 74% de la poblacin americana total en 1995 a un
52% aproximadamente en el 2050... lo que hace prever una fuerte influencia sobre las decisiones
polticas en materia de legislacin migratoria americana!.
Es por ello que, a nivel de los Estados, las estrategias de control de flujos y de polticas
migratorias (Peek y Standing, 1982) responden a lgicas diversas segn los pases de recepcin
(Costa-Lascoux, 1989), pero tambin segn los pases o las regiones de emigracin (OCDE,
1994). De hecho, ms all de los anlisis de rentabilidad econmica para unos u otros, la
interaccin entre las alianzas polticas y los flujos migratorios se impone ineluctablemente, al
punto incluso de invertir la relacin de causa-efecto. No son ya necesariamente las polticas
migratorias las que determinan los flujos, ya que el peso de las comunidades, de las disporas, de
las redes, etc., obliga a numerosos gobiernos a componer y adaptar su poltica y su legislacin.
Por ejemplo, la influencia de la comunidad cubana en los Estados Unidos limita
considerablemente el margen de maniobra gubernamental de los dos pases, o ms an, la puesta
en marcha poltico-econmico del Asian Market debe mucho a la emergencia de un sistema
migratorio Asia-Pacfico, resultante ste de numerosos movimientos de refugiados y del
dinamismo de esa dispora (china,vietnamita), etc...
Finalmente, si se replantean estas cuestiones de medida y de control en el contexto de las
mutaciones precedentemente evocadas, cules son hoy los nuevos parmetros de anlisis de los
stocks y de los flujos migratorios?. Puede citarse:
la evolucin de los criterios del paradigma atraccin-expulsin;
la ambigedad entre la movilidad y la migracin;
la selectividad de los flujos y su naturaleza : las personas calificadas se insertan en redes
profesionales internacionales, mientras que los flujos de mano de obra ordinaria obedecen
a determinantes que se inscriben ampliamente en la dinmica de redes migratorias etno-
diaspricas y de situaciones de exclusin;
los nuevos elementos de las polticas migratorias: parmetros poltico-institucionales,
refugiados, estrategias de control de flujos migratorios, limitacin del derecho de asilo,
control por los pases de recepcin, etc...
el futuro de los Estados-naciones y la dinmica de los espacios supranacionales: a travs
de la gama de elecciones polticas que separan las concepciones universalistas de las
concepciones diferencialistas (tierras de acogida o tierras de escollos?), aparecen todas
las consecuencias concernientes a los reagrupamientos familiares, a los refugiados, etc.
-
Pero tambin el grado de flexibilidad de la mano de obra y la regulacin de los mercados
de trabajo que resultan de ello;
la articulacin Migracin-Desarrollo-MedioAmbiente, finalmente se aproxima de sus
umbrales de incomprensibilidad y cuyos parmetros de crisis ya estan muy presentes.
Asi confrontado a la aprehencin cientfica de los stocks y de los flujos hipotticos, resulta
satisfactorio que el anlisis global de la migracin tenga por fuerza que encontrar los
instrumentos de observacin y de medicin complementarios, y por otra parte, integrar un cierto
nmero de factores intermediarios, los cuales no son verdaderamente cuantificables (polticos,
etno-diaspricos,etc...) y relevan del anlisis de las variables indirectas.
CONCLUSION EN FORMA DE EPISTEMOLOGIA MIGRATORIA
En relacin con la intensidad reciente de las evoluciones socioeconmicas articuladas en
torno a la relacin migracin-movilidad, puede interrogarse sobre la importancia cientfica que
debe acordarse al tema de la migracin?. Existe una ciencia de las migraciones, y si es as, cual
es el balance actual?. De hecho, el estudio de la migracin no tiene hasta el momento fuerte
identidad acadmica y aparece ms como un tema residual, particularmente de esencia poltica.
Los criterios de clasificacin disciplinaria no han sido claros jams y este tema aparece, segn el
pas, tanto como un aspecto de la geografa como de la economa o incluso como un subtema del
tema poblacin; este ltimo parcialmente ligado a la sociologa.... Se plantea as la cuestin de
saber que lugar debe ser acordado al discurso de la migracin entre ciencia y disciplina? En
materia de anlisis migratorio, las mutaciones societales subrayan bien el rol creciente de los
parmetros socio-culturales que han evolucionado en contrapunto con los criterios clsicos
administrativos-residenciales. Esto aumenta considerablemente la cantidad de variables
intermedias a considerar. En estas condiciones, resta encontrar cmo integrar la carga afectiva,
ideolgica, de identidad, religiosa, simblica3, etc... en la utilizacin de las variables basadas en
datos espaciales, temporales, de flujos, de stocks... Esta situacin tan delicada traduce muy bien
la problemtica expresada por Dogan y Pahre (1989): A la fragmentacin de las disciplinas en
subdivisiones especializadas, producida en el curso de los ltimos decenios, sucedi la
constitucin de sub-especialidades hbridas. A travs de su interaccin, los progresos del saber
asegurados por la especializacin y la conciencia cada vez ms aguda de las insuficiencias de esta
especializacin, han dado nacimiento al proceso fundamental en ciencias sociales hoy, el cual
puede llamarse hibridacin de los fragmentos de la ciencia.
La aprehensin cientfica de esta complejidad migratoria implica indudablemente la
utilizacin de nuevos captores, de herramientas genricas complementarias que permitiran al
anlisis, por una parte, ir ms all de las solas tres variables fuertes que se dispone en la
actualidad: el lugar de nacimiento, el (los) lugar (es) de residencia, la nacionalidad; y por otra
3En el idioma ingles, la palabra home reconoce a la vez los lugares y las
raices : numero de personas que consideran home a su lugar de origen aun que
ellos no hayan vivido alli nunca.
-
parte, tomar la otra mitad de si mismo, es decir las caractersticas de la migracin clandestina y
de las poblaciones flotantes en general.
Ahora bien, segn Popper (1968), si una proposicin que es enunciada en la disciplina
no puede ser explicada por la teora de dicha disciplina, entonces es una ciencia. Se sabe hoy
que los hechos migratorios no tienen prcticamente un valor predictivo, es decir son dbiles
explicaciones en la disciplina, y resultan en realidad de la suma interactiva de una gran cantidad
de variables dbiles. Es pues, la gestin de esta complejidad de combinaciones de factores que
puede hacer creible, fiable, el discurso de la migracin, la emergencia de la migratologa. Es
tambien una caracterstica de la evolucin de las ciencias blandas, opuesta a los conocimientos
sistemzados, claramente identificables y reproducibles. El problema que permanece irresoluto es
que si se sigue esta lgica transversal del discurso global de la migracon, se orienta hacia una
fuente referencial que deviene planetaria (cfr. Internet) y hacia la explosin de stocks de datos
(datas warehouses) que alcanzarn rpido varios millares de gigabytes, quizs terabytes... que la
simple gestin de bases de datos relacionales no ser suficiente para resolver. A partir de
entonces, cmo percibir una correlacin analtica interesante? Lo que los anglosajones
denominan datamining, es decir, el arte de descubrir tendencias a travs de bases de datos
distribuidas (datos ya formateados en espacios identificados), corre el riesgo de transformarse
en un ejercicio altamente complejo!
En realidad, el hecho migratorio esta cambiando profundamente de naturaleza y la ciencia
debe sacar de ello las consecuencias, pues, ms all de esta tendencia a la migratometra
(proceso de medicion descriptivo) que pareca asegurar hasta aqu el progreso del conocimiento
cientfico en la materia, se impone gradualmente una aproximacin ms migratolgica,
inspirada por la necesidad de resituar los fenmenos migratorios en el contexto global de las
mutaciones societales.
Herv DOMENACH
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