spang, kurt - introducción a los generos literarios

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Preliminar El enero es el lugar de cncucncro de .1.1 polica general y de /,1 IJ1S cona lueran r por esa razón es un obicto przvilegrado. Tzvct:rn Todorov E .b. h en día un libro sobre géneros liter::irios es una se n ir oy A d que d ·d or varias razones. nte tO o, por empresa ar ua y a P . .d d sobre lo que es un género d - · · · a existe una01m1 :1 . to av1a ni s1qu 1er . l s probablemente nunc:i. ex1s- l . · tal como van as cosa , ' . ¡ .. - iterano, y, . . , di:iras de esr:i 1nc cc1s1on . - U de las consecuencias 1nme · ' _ .. . . l ura. na . J. . y s1 los 1:1v, . l f l :le esw lOS rn .d . ' ' dcfinirona es a :1 t:i. <. , • . 1 .. de niuy divcrs;1 . . . de presupuestos, u.· , obv1:i.mente, p;i,r ten ' r' •tudioso de los gene ros , d l · U problem:1 engorroso p:ir;i e es , . , . bd' - 111 o e., n . . b cable de <>éneros, subgencr os y su i es el numero casi ina ar 1 º . ·! d de designaciones pu:1 . . d , veces mvers1c a . . , v1s1ones e estos y, a ' d . lt-1 ca si ine vitable que · e, 'meno De mo o q ue rc su ' ' ., l el mismo icno . :l bid · 1s en parte t:1mb 1c n, mJ rco el lector dcscubr:i. hgun.:i.,s, le. ' ' , h rn:iyor parte, a mi im puesto por b colccc1on m1srn:1 y, t:n . . igno.ranc!ª· . ... l :i I · ue h m;iyori:-t de los neros Se arnde la · 1l• > l1n os tienen V'.lriu s sigl os :1 de una cnv1 1 1 ' • ti · , l J .- 'C!osc g '"' - h · ¡ )dific-rnc ose y aoapw . . ld s )'por rnnto an 1 co · . , 1 .¡. sus ·¡- . d· ; . rn pero crc:rndo prnu 1 bs ncccmhdcs ee c.1 · 1 <: P 0 . ' ' d. · ¡ para el cstudt0so. , mas a 1c1ona es . J pcr·ccct:1mcntc poi· que . 'Stos se enttcnue 1 Con estos ptcsupule .b d l l ;ntcnt0 de un::i. h l e ¡ e u a or ac o e • l ast::i. ::i. ice u. no s 'd ·l , - · ·1 desde :ihora, por as . , d l pt o e cmcnu.' l'b prcparac1on e terren 'f. . . e pueda tener este t ro. . f · d·e 1c1 enc1as 11 u 1mp er ecc 1ones Y ·• · 1 .. El d . , , J'1v1'dido en tres panes mayores. cstu 10 esta 7 1 1 1 La primera parre comprende la introducción, donde se : pretende d:i.r una sinopsis del estado de la cuestión y de las: dificultades con las que tropieza el estudioso de los-géneros, y! termina con un intento de definición del género que también¡ se aplicará en la parre siguiente. . i La segunda parte o parre central, consiste en una descrip- f ción sucinta de los géneros literarios más importantes y se j divide, a su vez, en cuatro capítulos: J 1. 0 las formas simples; . 2.° los géneros líricos; J.° los géneros narrativos; 4.º los géneros dramáticos. A esta última parte ·se un;i. bréve digresión sobre tr es formas dramático-teatrales !TO _entran exacta- i menre ·en el e'squema genérico, son: Ja commedia dell'arte, ei teatro épico y el teatro del absurdo. Dentro de cada capírulo el principio de ordenación es el alfabético y cada uno de los géneros se tr:ita, aunque no sicm - prcs con rigor mcdnico, sig ui endo el mismo módulo, es decir, - breve reseria del término con el que se design;i; - el origen y la evolución del género; - un inrento de definición; :__ repaso de los aspectos formales destacados; - la temática predominante; - las funciones de este género; · En algunos casos el módulo se modifica, si lo exigen fas p:i.rticubridadcs del género. Los neros líricos van :icompaña· dos de uno o dos ejemplos. Por rnoncs obvias se omitieron los ejemplos de los géneros narr:'ltivos y dram 1 iticos. No se pudo trtlnscdbir un:-\ novcb o una tragedia cnrerns. Sin en cn dn uno de estos casos he procurado mencionar autores y obr:is modélicos que pueden servir de referencia. , L,;¡ ter c era parte del libro reune teda la bibliografía mencio- . ' nad:i en los diversos capítulos y para cada uno de los géneros. Se divide en dos parres: b primera· contiene los estudios de reoría de los géneros y b segunda los estudios monográficos sobre lo s diversos géneros. 8 : 1 1 I 11

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Page 1: Spang, Kurt - Introducción a Los Generos Literarios

Preliminar

El enero es el lugar de cncucncro de .1.1 polica general y de /,1 IJ1S cona lueran r;· por esa razón es un obicto przvilegrado.

Tzvct:rn Todorov

E .b. h en día un libro sobre géneros liter::irios es una se n ir oy A d que d · d or varias razones. nte tO o, por

empresa ar ua y arre~1 a P . .d d sobre lo que es un género d - · · · a existe una01m1 :1 . to av1a ni s1qu1er . l s probablemente nunc:i. ex1s-l. · tal como van as cosa , ' . ¡ .. -iterano, y, . . , di:iras de esr:i 1nc cc1s1on . - U de las consecuencias 1nme · ' _ .. . . l ura. na . J. . onogr~Licos y s1 los 1:1v, . l f l :le esw lOS rn .d . ' ' dcfinirona es a :1 t:i. <. , • . • 1 .. í~icos de niuy divcrs;1 . . . de presupuestos, u.· , obv1:i.mente, p;i,r ten ' r' •tudioso de los gene ros , d l · U problem:1 engorroso p:ir;i e es , . , . bd' -111 o e., n . . b cable de <>éneros, subgencros y su i

es el numero casi ina ar 1 J· º . ·! d de designaciones pu:1 . . d , veces :¡ mvers1c a . . , v1s1ones e estos y, a ' d . lt-1 casi ine vitable que

· e, 'meno De mo o que rcsu ' ' ., l el mismo icno . :l bid ·1s en parte t:1mb 1c n, :¡ mJ rco el lector dcscubr:i. hgun.:i.,s, le. ' ' , h rn:iyor parte , a mi im puesto por b colccc1on m1srn:1 y, t:n . .

igno.ranc!ª· . ... l :i I · ue h m;iyori:-t de los gé neros Se arnde la d1.fd1~ubtleacnl~dq ·1l•>l1nos tienen V'.lrius siglos :1 O·,~n de una cnv1 1

•1

• ' • ti · , l J . - 'C!osc g '"' - h · ¡ )dific-rnc ose y aoapw . . ld s )'por rnnto an 1co m~ · . , 1.¡. sus e~p:l . ~ ·¡- . d· ; . rn pero crc:rndo L~rn1 b1c 11 prnu e· 1 bs ncccmhdcs e e c.1 ·1 <: P0 . ' '

d. · ¡ para el cstudt0so. , mas a 1c1ona es . J pcr·ccct:1mcntc poi· que . 'Stos se enttcnue 1 •

Con estos ptcsupule .b d l l ;ntcnt0 de un::i. primcr~1 h l e ¡ e u a or ac o e • l ast::i. ::i. ice u . no s 'd ·l , - · ·1 desde :ihora, por as . , d l o· pt o e cmcnu.' l'b prcparac1on e terren 'f. . . e pueda tener este t ro. . f · l~ s d·e 1c1enc1as 11 u 1mper ecc1ones Y ·• ·1 ..

El d. , , J'1v1'dido en tres panes mayores. cstu 10 esta

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1 1

1

La primera parre comprende la introducción, donde se : pretende d:i.r una sinopsis del estado de la cuestión y de las: dificultades con las que tropieza el estudioso de los-géneros, y! termina con un intento de definición del género que también¡ se aplicará en la parre siguiente. . i

La segunda parte o parre central, consiste en una descrip- f ción sucinta de los géneros literarios más importantes y se j divide, a su vez, en cuatro capítulos: J

1.0

las formas simples; . 2.° los géneros líricos; J.° los géneros narrativos; 4.º los géneros dramáticos.

A esta última parte ·se ~ñade un;i. bréve digresión sobre tres formas dramático-teatrales específic-'1~-ql')'C' !TO _entran exacta- i

menre ·en el e'squema genérico, son: Ja commedia dell'arte, ei teatro épico y el teatro del absurdo.

Dentro de cada capírulo el principio de ordenación es el alfabético y cada uno de los géneros se tr:ita, aunque no sicm­prcs con rigor mcdnico, siguiendo el mismo módulo, es decir,

- breve reseria del término con el que se design;i; - el origen y la evolución del género; - un inrento de definición; :__ repaso de los aspectos formales destacados; - la temática predominante; - las funciones de este género;

· En algunos casos el módulo se modifica, si lo exigen fas p:i.rticubridadcs del género. Los géneros líricos van :icompaña· dos de uno o dos ejemplos. Por rnoncs obvias se omitieron los ejemplos de los géneros narr:'ltivos y dram1iticos. No se pudo trtlnscdbir un:-\ ~pop11ya, ~mn novcb o una tragedia cnrerns. Sin ~mbnrgo, en cndn uno de estos casos he procurado mencionar autores y obr:is modélicos que pueden servir de referencia. ,

L,;¡ tercera parte del libro reune teda la bibliografía mencio- . ' nad:i en los diversos capítulos y para cada uno de los géneros. Se divide en dos parres: b primera· contiene los estudios de reoría de los géneros y b segunda los estudios monográficos sobre los diversos géneros.

8

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1 I

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Page 2: Spang, Kurt - Introducción a Los Generos Literarios

¡.,'

¡ 1

1.

INTRODUCCIÓN

1.1. Obser,¡acio nes previas

Si los estudiosos de los géneros literarios co inciden en p~cos ámbitos, se observa, sin embargo, una inus itada unani­midad en cuanto :i b :.ifirmación de b comp lcj icbd de esta disciplina y de los muchos c:ibos todav!a por n ar o; en térmi­nos m::ís pesimistas, es e l ámbito de rnJ.yo;- confus iúri.

~o se cleb~ocule:tt', en este orden de idea!;, '1l1C :<dcm ;\~ y prev1arnente a todos los pl'ob lema:s eclaclouütlo~ <"3CJ H. k iH g1;h-1c= ros, se deberían ;i.clarar cues tiones 111is gc ncn.lcs y de md~ transcendenc ia, con-10 la del concepto de litcr;uur· ;i. l1\1C ~e aplica

y de !a natur:ileza de! texto en genera!, dado que es tas decisio­nes preliminares influyen grandemente en !a forn~a de abordar y de resolver b problemitic:1 genérica.

Naturalmente, el marco propL:esro para es te libro no pe r­mite remontarse i . dilucid:iciones muy dcralbd :is puesro que requerirían un volumen aparte y que adcm:ís ln n he cho correr ya ríos de tinu desde J\ristótclcs h:1sta ;ici. Sin embargo, no vam os a poder ev itar algun as puntualizacioncs. Como mera orie ntación: lim itaré el c i.m po de investigación :1 lo que suele ab;i_rcar e! término un t;rnto amicuado, pero po:· el lo no inser­vible, de bellas letras, es decir, el de h liter :i r1 ;r:i fi cc ional en un sentido muy 3.mplio y escrita con el J.h:1 de cre :i r be lleza. Mi s tJ.rde entraremos en m:ís de talles. Ls obv io que co n es ta

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Page 3: Spang, Kurt - Introducción a Los Generos Literarios

1 · dcc;s;ón se excluye de nuestro, cons;dec,c;oncs un núm eco de lormos textuo lcs gue en otcos cstud;os pt<edcn f;gurnc come géneros liter:irios.

No voy a podoc entra,· en detecúdas d;.squ;.sk;oncs acerco el e las tco r fas m ax; mal is tos que at r; bu yen cmgotia J; tem ; a x > todo 1 o co m p ue.sto por 1 et ras, es decir, a toda man;f estaci 6u , verbal, ni da mucho de sí la afirmación de los minimalistas que (. sólo otorgan derecho de ciudadanía literaria a las grandes (' obras, supuestamenre modélicas, de Ja litcmura univecsal; ni,¡, tocaré las distinciones entre J;tecatura ,,¡ta» y 'baja., dado que :.:

. a el '.c.tos genéricos son_de importancia secundaria-, T7ndremos /' ocosron de pondecar sr la llamada lttemura d1dact1ca, ensa. O

yist;ca y Otr05 voriantes entran o no en numros cons;decac;o. / ncs t

· Que conste desde d princip;o que fa acritud fundamenroJ ~ que subyace a .este esrud;o es pcedominantemente descriptiva f, y siStemacizadora y no valorativa. Es decir, intenracé ordenar y ~ agrupac b selvática floración de diversas formas literarias . y sus. ¡·~ definiciones y de aclarar, en la medida de lo posible, la no ) 1. ' nos sel vi tic a termino logia que se está mano jando en diver. ( <e; y dispecsos estudios al respecto. No se trm de atcibui.r un 1 > l or ani.<tico mayor o menor a uno u otro genero; en pnncr- ~ p;o_ so deb~ odmfrir que eoda uno puede ceali.zarse; s_egún el i genw creativo de su cultrvador, con la perfoccron propia. rW

No ignoro el peligro de un,, conclusiones <eirculares,, en ;· ·et sentido de que se toman como base textos comunmeme •. designados corno noveh, traged;a o h;mno y a P.'':ir de este . «corpus» se deducen las normas y los rasgos definitorios del . ·

. género. No es menos arriesgado el procedimiento que se fía de m · las '•utoddades,, y c_opia fielmente las de.finici~nes: El pcobl~- ' f. ma del corpus que """ de bm poca bs tnvesr.gacronés ge.~e­rkas tampoco es fac;I de resolver, dado que. su constrtucwn , presupone unos critcr;o, previos que pernmen ognrp., fas • diversos obr"" Salta a la vl"a que uno no so escapa lácilmenre :9 de los prejuicios, rrdxime porque con elio yx" llega al dilema !§ de lo gallina y de los huevos. :¡

~ ; 14

Page 4: Spang, Kurt - Introducción a Los Generos Literarios

1.2. Niveles de abstr:tcción y enfoques de! g( nc ro

. Uno de los aspecros que precis:tn de una :tcbc:tció1 1. uq; ·11t l' rntes de entr:tr en m:Heri:t, es b del irnit:ic[ón ele los 111vclt:s de ;ibsrracción del corpus que co nsti_tuye nuestro c1mpo d;: .Lr:tb.1¡0 :\. el deslinde de los posibles entoques de la problcm:tt1 c::1 qut.: ~os ocupa. Nos d~ una pista St: Skwarczrnsb que d 1 ~ t11 \'ll c .:nrre objetos genéricos como enodades ob1ettvas, co11ccp ro~ g ·· niricos como productos de un proceso de conoc1m1en t y r11 1a l lmenre, nombres genéricos como design:iciones de º . jw s y 'conceptos (Skwarczynsk:i: 1966). Si digo corpus, me rd1 ·ro pr · lJominantemente J. las formas lirerari;:is que se observa n en l. 1lirer:irura europea modernJ. y contem.poránea, con :ti ' Ull :t tírn_i­'Ja incursión en J.quellas formas que tienen una longev 1 h d rn :1•; allá de los límites Je la modernidad, como h epopq.1, l.1 tragedia, la elegía, por cit;ir ;ilgunas n_1_ues_ti~:i s . _ . .

1 Resultará más lácil abarc;ir el polibcenco cumul de lt 11 u menos y formas si diferenciamos cinco ~iv e l es di st irm s el· observación y de abstracción. Son los siguientes , pr ccd1('lld o del más aener;il al más concreto:

t>

1) las manifestaciones verbales en genera l;

2) b litcrJ.mra en su rnt:didad (según la amplitu d c enfo­que: la literatura española,. la occidcn_r;il o b un1 v :r~:i. l que naturalmente también tienen sus gene ras no lnb1tu:i les en las occidentales);

3) h forma fundament;:il de presentación lirer:i.ria o gé~ero teórico del que forma parte (e n este caso: la n;i rr;it1v:i );

4) el posible grupo al que pertenece (la novela);

S) la óbrn litcraritt individ~1¡t! (p.ej. Cim·o !Jo>·,zs t:0 11 il'f,1rir))

Los dos niveles que aquí nos ocupar:ín ca:i. exclusivame.n cc r que son los específicos de los estudios ge ncncos son el ni ve l ! y J, es dcclr, los posibles gn~pos en los que se. pu i.:l '.~ '.1 :l:ts ificilr bs obras literarias y bs torni:ls de pn.:scnraw..1 11 ba~ 1 -:as; en estos habrá que indagar con más det:illc, aunq_ue de vez :n cuando scr:í imp resci ndible un:i ojc:ida a los ~cmas n 1~ e l c.s .

En cuanto ;i posibles enfoques de b m;itcna, se ofr ece n

15

1

'1

'.

fundamentalmente cuatro ámbitos de invest igac 1ºo' n pro d mete'. ores, a saber:

1) el enfoque específico, 2) e! clasificador, 3) el histórico y 4) el funcional.

Como siemp~e, es útil diferenciar, pero peligroso separar probabl~m~nte ninguno de los cuatro aspectos pueda estudiar se prescindiendo de los demás. Obse rvamos esta interrebció Y~ _en b primera reflexión sobre los géneros, la Poética aristo tehca, dado que al lado de unas consideraciones acerca de !al naturaleza y diferencia~i~n de la tragedia, la comedia y la epopeya ( ~nfoque onrolog1co ), el Estagirita rastrea la evolución de CStoS gencros hasta el rnomerlt_O e.n. elqµ,e _escribe SU estudio

·· · - · ···· · ··(enfoque h}sr?rico) y se detiene en una ponderación de los efectos cat~mcos de la _tragedia y la literatura en general (en- ; fo q:ie funcional), (qarndo: 1988; Vogt: 1971). •

1.2.1. los inventarios de géneros

Las preocupaciones clasificadoras y los inventarios consti· ' · tuycn la primera empresa en el ámbito de los estudios genéri· cos; la reflexión sistemática sobre la naturaleza ontológica de los géneros tarda en practicarse con rigor científico hasta nues­tro siglo. En re:didad, el enfoque histórico puede tener, como explicita J. M. Schacffer (Schaeffer: 1988, lSSss) dos aspectos r cii,stimos pero complementarios;

- el primero, y más obvio, considera. el género como cate· 1

goría de una clasificación retrospectiva, por así decir 1

«aposteriorísticJ)•, que estudia la evolución de una deter­minada serie (t -•), de textos escritos h.ista una detcrmina­d;t fe~ha (Sdrncffor: l 988 1 172).

- d segundo i;;nfoquc1 en cambio, es prospectivo y cMside­ra d género como base de modelos futuros todavía no rcali~ados (t'")'. antiguamente en el se ntido de una prc­ccp uv:i nonnativa, actualmente en el de una especulación

IG

Page 5: Spang, Kurt - Introducción a Los Generos Literarios

e . 1 b1·:is l'i c11Íoc1uc histó1 ;co ticn tlc :1 0°· · - ·1 onou:isp:i.:t . . , . 1 .• 1 • ,¡ ... lc Or ic,. . 1 .J., 1 ·'¡rospecc1un n:tc 1:i e p.1 s.1 -. - . los hccl:ts : :t lll. :1 1 e . . . 1

pr:ict1c:i1 l• , 'bl . -· -·ó ·1 de h cvoluc 10 11 en e do y h de un:i pos1 e :i11uup:ic1 , . rutul'O.

r 'de ser útil par:irsc un momento a De todas rnrn:as'. pb~ . ab!c multitud de obras literarias

reflexionar sobdre '.:id ina .ir cv~n " surgir todav[a, para hacerce , h pro uc1 o y que " " . ' l .

que ~d ad b ¿:ficultad que aguarda al estudioso C!e d º¡. g_c~e-~~~a: i:\o:a de

1

ii~tentar e.sttaebnlteecc5rcc"l~~~~c~~~~~~fi~ult~dn~~d; ·1 d 1 tcr··1l ya cx1s · ·' · ¡· · nes so o e ma t. . • d. - ¡. l"rguísim::t. trJ.di ció n itcraru · b! .. rcl1 c1ona ::t. con a " 'd bl d desprecia e Y ~ 1 ! ¡ d , Lin r1u' mero cons1 era e e ·¿ ¡ ., 1 , 1ec 10 e q uc · d d occ1 en ta , ::t. s"''.er, e , . designaciones distintas- es e géner~s se pract_1c,~ :-ª _ve~:s aco~ns;r en b tragedia, la _eleg~a, la hace siglos Y mile1 ·:ws, 1 b~st P1 y ,1 cuento cuyo poli±acet1smo d . . . ,. n e;os a nove a e l o a, o, sm ir .:i. ' .. e J7 s natural que tan argo

· )robl·-ma 3.pai t · ~ · ' 'el va constituye un .l ~ • d ' f' c1.011es de form:i, contem o • 1 . . , nq1>0 unas mo l tea 1 ,:u tlVO tr:uga co. v · o • 1 .. , , . dificultan nocablcmente a / d b Y1·naevouc1onqt.e , · d d v o e nom re u' l-. , 1 c~ si.' inabarcable van e a ·l~bor de defin ición, umo1en p~r ::t. ..... . . " ¡ · cnquct:i. gcncnc:-t.

de obras que llevan :i. mi sma f . ·1 .d~d noscc dos facetas . , l ¿· de la unc1on:i1l ... r- .• T:imbien e es tu io · · r ¡~ cunc1on que 1 d intenta :i.vcngua ,. ,

d.istint:is: por un a ~, se . . . y los textos en . . los que se· • los prop10s gene1 os d.. , ·i· cos desempenan . . ¡·¿. d de ¡05 csrn ios gene1

.0 la func iona 1 a J ¿· plasman y, por ott_ , , . ocu an, por- tanrn, oe unen-en sí. Ambas cons1derac1ones se - P. n de volver sobre estas

.. · . tendremos oc:is10 siones pr;igmatic:is, cuestiones.

1 l , . o aéncro» 1.3. Acepciones oe termm "b

. . ' . obsi:irnd a confus ión ccrrninoló-U n::t p trad1c1ona, Y ,nuy , ~ . ¡ tendencia tcrnprana ~ll · , ¡ '" bablcn1 <: fltt.: por ::t J, t:ic~i Ot'iginat :1 p1u . l' >c-1s es el c1usante e

o i , . . d·1 ' 'tcioncs onto Ot,t . , f . mero inventario sin m · t;· , to pan los enomcnos la utilización del marbete «gen crn» tJ~ , ', llrn1 ·1 rnos forn1:-is

"' . ,l ·ve! de absu:1cc1on que · ' '.' d, . que se observan en e n: . t'Óricos (ni vel 3), es ccir, de prese ntación literan:is o glenl:r_os como t'"' · oién a las pos i-

. · a inc-1 e "'" b narrativa, la dnmat1c:1 ~ f , 'en el r11v e l de los grupos bles subdivisiones de estas ormas

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(nivel 2), por ejemplo, la novela, la comedia, la elegía, e tc. Es mis, se llaman igualmente géneros - añadiéndoles un especifi­cativo- las subdivisiones de estos últim os fenó menos, de modo que se habla de novela policíaca, de comedia ele capa y cspad; , del soneto amoroso, etc. y, fin:-ilrneme, dis tinciones gencric-1s que o bedecen a otros criterios, como por ej emp lo, la proceden-

. cía social tal corno lo observarnos en etiquetas del tipo novela cones:i.n:i, bucólica, dr:ima burgués, etc. ·

Ocurre lo mismo que en las jerarquizaciones introducidas ·en estudios de otras disciplinas, sobre todo en la biología. Ya en GreciJ. el género (genos) es superior a b especie (eidos), pero b ec.pecie, a su vez, puede convenirse en género si se continúa jer::::·quizando, est:ibleciendo más subdivisiones; baste conside-

:¡ '.!

. r2r las taxonomías bio lógicas a las que nos acostumbró Carl vnn Linné, del tipo: seres vivos, animales , ·1enebrados, mamí­fe ros, etc. El anterior siempre puede ser género respecto del siguiente que será una especie, aunque Liego se designen con voces distintas para evitar la confusión. " ·

Sin embargo, se debe tener presente que en el fondo1

la n '}tión t::rmino lógic ~ @S de segundo orden; lo que importa es L disdnc1611 r dtlrid;1.d de los CO!lt:\:ptOS y llivdes que se con­tl:ri.1pbn. L.a confusión surge. si la misma voz designa re:did:idcs distintas o si, :il contrario, la misma realidad se caracteriza con etiquetas distinras. El término «género» será para noso tros el marbete que apl icamos al nivel 2, es-·Jecir, el de los grupos de obras, ateniéndonos :isí <tl uso y al cónccpto, más frecuentes y convencionales. Evidentemente caben otras soluciones y se

· practican, como por ejemplo b de usar género p:ir:i el nivel~· el de la fomos:i. trí:i.dc de lí.r;ic:i, narrativ;;i y dramática y subge­nero pan los grnpos y subc.Hvisiones de estos tres.

1.4. Género literario y concepto de literatura

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H íl 11 !~ Aunque el marco de este li bro no permite tr:itar, ni some­

ramente, el espinoso tem:i de la de~inición ele la liter~tu ra, no se puede eludir el hecho de que segun el concept~ de liter:-i~ur~ que se ap lique, la definició n del géue,ro y su _numero va riara considernb!cmcme. Baste plantear :iqu1 dos :ictrtudcs ext remas: si el «gcnerólogo» parte del presupuesto de que liter::itura es

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Page 6: Spang, Kurt - Introducción a Los Generos Literarios

. ! , ··11· si es ·1dcl)lO de l.1 :1cw ud 11uxi 1 11 :t li ~ t.1. l lo escrito, es e ce ' . . i l 1 1 tot .º ·J d 1c posibles géneros aument:i 110 t.1b cmc ntc, : .H <l

l.i. LlnJu :i. . e for111 ·' el contrato de comp1 ,HCllLt, el :m1 i.:ul1i U • e cst~ "• . , ¡· . ·

q e, , . ¡ . ,d· s ele Sótocles tod os se1:i. 11 i1 1t ist 1111 .1 io<l1~t1CO y lS tt:tgc 1a ' pcr , 1_ _ .·

icntc '"'eneros 1ter:u1os. . . . , . .. ¡ 11

U "' ·,ntc de est:t actitud ma x1mal1stJ se o su1_.1 (l l '. na van.- ¡ b 1 .. 111 1

ºento crociano, quien sostiene que cae a o i·a lL .1 : . . pb.nd_aml1 ente única e irrepetible y, po r lo tam o_, incl:ts 1l 1 -.1 es ra -~~: ~ciocinio le lleva a la negación de los ,gc1;cr s . 1 ~1'.1 ble. E , . ¡· . A lo sumo ti ene segun el u11 a 1111\ 1 .:onceptü art1snco· 1terano. . . . ( , .. ..

d did' rica par:i el historiador de la litc1a tu1a . r ~ '.· 01 l aC e . lbso lu tl2:1 h ll l\l ( ' I !90?/19?6) Evidentemente, roce separ.1 y. -J;id- anÍsti~a y estécic;i indiscutible de cada obra ~!e _ a n~ y '. Hl d . los múltiples rasgos que cada obr:i. litcr:i.na toizo . ,11111 1

;im1ce l f. d .. . , l ec 1 ~ · · con otras ya por a inau n.ltu t ·' · · te t1ene en comun 1. . . . .

. . ·¿ d resivas -el lenguaje tiene sus im1t:1c1011cs pos1bd1 a es exp . l h h d. uc m ch se cn-.1 implica por tanto repeticiones- y e ec o _e q l . . ¡· \· 1 ex nihil o, es decir, toda obra humana r::id1ca en a r e::i '.C.¡H_

. l h. . y por tanto en plasrn;ic1oncs .1ntc1 istente y en a istona . l . i:x . n el primer r::isgo comun entre mue 1os. res que ya consmuye . . , otros. Veremos m:ís detalles a cont1~~a~1on. . . , . . I ·

Pero la cosa es más sutil; las defm1ct0n~s mas com c ~ tc . c 1 l.d d se b' sJ.n casi exclus1vamcntc en 1 ¡· tira en a 3.Ctua i 3. " · ·¡· ·

a Itera l f 1 s como b densidad estruccur;il y csi: 1 isuca, conce~tos orma e n texto ten a unJ. escructur:i comp l ja_ Y es decir, basta que u . d g a clasificarlo co mo !iteran . esté lingüísticamente elabora o p;ir . . . b 1 y es de sum:i E 'd te la literatura es un arte ver a ' . v1 entem_en u . erfección lingüística; sin cmbargo -y ya t.: ll ·

importancia s p personal- existen innume rabl es te xtos tramos en una postura .. . . · , . bl ·s

. ' Y chbo ración linguis tica son impeca e cuya estructuracion · . . L l' ·ed'd se b::isa

ll - hceranos a 1teran .... sin qué por e o sean tex~~s b l ,· . leJ'idad de co nte-

d · d n la perfecc1on ver ::i Y ª comp . -a emas e e , . . 1 d, l l'd d licer;ina prese nta­nido- en el caracter ficc1onf~ _e a]'.~ª i_ .ª No es el cometido da or mínima que sea esc::i 1ccl0n:i iz:icion-_ . . l de' l~ obra literaria ser fiel reflejo de la real1dadd extern:i y r~:i

d. . 1. : J.d 'CU:l ::is y competcn-- p:i.ra eso existen otras 1sc1p inas mas , de 1 d b,s .;ndosc . · · d 1 h mbre y e rnun o ·• " tes- sino la 1nterpretac1on e ? . d 'ble que

en la invención Y plasmación esceoca de un mun o poOs1 . d y el el hecho ele lb mar Vetusta . a v1 c o Pue e empezar con . l , , . ·¡¡. Sin . 1· f' ~ · , del P:i.1s de as ivt:<:av 1 .is . tCmHnar con a con 1¡;uracion

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. embargo, tampoco fo lc:rn ::iutores que defi enden Ja existenci::i de obras y géneros literarios no ficci on:des (Hermand: 1971). Di­cho sea de paso: a pesar de t0do, cualquier mundo inventado, por muy fant:ístico que sea, no pierde nunc::i totalmente la vinculación con el cxistent'e, porque de otra forma sería incom- . · prensible. Ni que decir tiene que interpretación de l mundo se • debe entender en el sentido más bto, puesto que no solamente · se concibe como intento de comprender h realidad, sino tam­bién como propósito de actuación sobre b 'realidad. La litera- . tura, como todo arte, aumenta el ser, y por tanto, es creJ.ción : en un sentido estricto.

Ahora bien, los diálogos platónicos ¿no son también ficti­cios y no se manifiesta en ellos igualmente un afán estético? Es evidente que la casa del saber humano como la de la lite"Lltura es grandísima y siempre habrá casos línl,ite, en los que la atribución a la literatura o la exclusión de ella resultará proble­mática incluso si en cada caso la definición de la literatura ya se halla restringida por criterios como el de la ficcionalidad y la complejidad temática. Es más, la realidad «literaria» es, si se

·me permite la imagen, la de la casa común de los saberes y la posterior emancipación y emigración de las diversas discipli­nas. La conciencia del s::iber uno era muy ::irraigada y, se tardó bastante en descubrir la identidad diversa de las manifestacio­nes culturales y, m:ís aún; la particularidad de-' la literatura como hecho ficcional y estético. .

Introducir el concepto de la intencionalidad no resulta . siempre muy operativo . ni coherente, dado · que en no pocos textos, ni nos consta ni existe la posibilidad de averiguarb. Sin

· embargo, por lo menos en algunos casos se . nos revela muy poco problemático, detect;ir una intención no literaria. La fi­nnlid;id de los dtálogos platónicos no es la creación de un mundo ficcionaJ, ni la elaboración estética del texro, sino la dilucidación de una problemática filosófica. Estoy convencido de que en sus diálogos Platón no quiso hacer liter;itura en el sentido que ap licamos aquí y ahora al concepto; tampoco quiso hacerla Fr:i.y Luis de León al escribir Los nombres de Cristo, ni Santa Teresa al concebir su Castillo interior ni Orreg::i y Gasset al idear La deslmrnanizaci6n del arte (Cuevas García: 1981, -1

.82-109). ¡ Eso no impide que se designen e investiguen el di ri logo ¡

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! ¡ .1 : 1 ¡

11

(i losófico o el ensayo como ¡:;énc rns no 1itcra1·i os ,., > n t• 111 1" ¡, '" ho:io1·es , porc¡ue en Espúia los culc ivac!or:es dOl .11 !()•, !111111.111 k"i cí n. Lo que c¡ uisiera e,·ir:u es la con lu siú 11 1·11 1111 1111·1 ·1 su::ipcrior, en el de literatura~ no litera~ura. Y co11 vll11 ·.i· 1111 sola mente un caso de los varios que exi sten; a vccn 111 r !11 •.11 l.1 ;J.tribución a b literat ura vuía en el mism o género rn 111r> <H 11111· por ejem plo co~- la __ au.t~biog:afía s ue puede ser doc~ 1_ 11 cr 11 .il )' re::d, pero tarnb1en hcr1c1a y literaria. El L11ze1nllo de lormn '" r:in :rnrobiografía como La arboleda perdida al bcnia n:-t; ·; i11 ~mbargo, la primer;¡ es li tcr:iri:i y h sc~ it lllfo , doc urnc 11 t.1 !, disc inción que no quita valor ni a un:i n1 a o t ra, pero rn uy probablemenre aclare los conceptas y faci 1 ice las J is e i ni..: in 11 c:i. (Romera Castillo: 1981, 13-56 ).

1.5. Género literario y creación artíst ica

Es lóg ico que la actitud que :isumcn anee Lt cre:tciú r_1 los anist:is en general y los liter;i tos en panicular ::tmb it'.n in fluy · en la concepción del género, en su evolucion y l:i. pos ible ri<> i<lcz o flexibilidad de su i: sucH.:tura. Si tencm )S cn cuent:t lrt co<:>ncepción de la creación literaria, ~i~amos, Jnt: .s dd $. xvm, más precisamente antes del Romanoc1smo, nos. l1J.lbmos a~te una :ictitud casi siempre estrictamente precepttsu, norn: :wv:i v conservadora, en la cual el respeto de bs reglas, b ob~d 1 e_nc 1 a ~ in~ itaeión de los modelos y :iutorcs establecidos e ra r_) 111d1 Hcu­ti bles y vinculantes. ConsecuenciJ. l?gic1 de esca ac~itud ,c_s l:i.

·' durabilidad de las form~, s convenc10 11 :ile , el conscrv;ic1on y . . . ¡ · d ' ·¿ l'd d escaso afán innovador; sin que ello tm ptda .; in

1

1v1 ua 1 a · inconfundible de bs obr:is, sólo que se m:i.n¡¡cs ~a o :i en otros ;J.spc:ctos (Di'cz T :ibo;:¡da: 1 % 5). . . _. .

En cambio, :-i partir del Rorn;inttcismo presenciamos ~n~ actitud creador:i casi diam etr:ilmente opuest::t, en la que se eleva a objetivo primordial b c;J.pacid a~ innovador~ dd a~ 1.sc,a , un affo que tiene natur:d~1 c nte tJ rn b1c~ ~us re¡)C,tc~sto~c s_ ,e~ el :í mbito de los aéneros. St antes se am b1c1on:1ba d segu1rn1en :o fiel de la a uto~icbd de preceptores y autores y ¡~o r t:into de l ·' l d aho r~ la o ri c>; n:1lidad el se r a crcac1on «a a manera c ... » , ,,, , b' -· , _

precisamen te distinto a los dcrnis , es el sumn um de b s aspi ­rac iones anísticas. En la :ictitucl primer:i. subyace, dicho sea de

21

...

~aso , una confi~nza en el orden estab lecic!á del universo, con­h~nza que prcc1sa~1e~te empieza a tamb)ca rse con el adve ni-miento de los rom:tnt1cos. ·

Esta circu nst ancia h:icc que el panora 1 1 1 ~ dª los c--r .¡· l'. '· ' " " ~ -Ll(d(\ ~ ~cn~t~o 0~1~os se vuelve a~n .m:ís s?m~río, dado que proJi fc; · ~- n . los _b c~eroJ. nuevos Y ;ar1ac1ones 111 numeras de los existentes. ; Un .\ h1sto~1a el~ los gene:os debe .tener en cuenta esta especie : de c,~~a )' _r;i?ical cambio de acrnud en la concepción de Ja ' creac1on an1st1ca. ·

1.6. L:t f in alidad de los estudios de los géneros

E? algunos :a~os podría surgir la impresión de que los estudios ~e.ncrolog1cos se realicen por un mero afán acumula­dor Y clas1f1c~dor que de por sí no deja de ser loable y necesario Y 9ue, adem:is, corresponde a uno de los móviles científicos ;::1:is .rodero~os (Díez T aboada: 1965, 11-20), pero existe un:i :1nal1dad mas provechos:i :i.ún, que es el suministro de ·-·11·0··· · ¡ · un: , .. ª , .. 1s1mn in scr~m~nta lfitcrp rct:ttivo irrenunc iable par;i el , 1dologo y cualquier mtcrcsado. Lo expresa M. A. Garrido con 11 palabras definitivas:

«La riqueZi.de contenido, la pcrfcc~ión de la expresión (es to es, las formas esti1ísticas·de1 género) serán las bases de la cali ficación de l valor estético de b obra, de la considcra­eion <lcl genio. ( ... )

El gén1:ro, én efecto, por una parte, <:s estructura de la obra misma y, por otra, veh ículo de comparación con las dcmtis de su época y e.le toda 1:i his toria. La peculiaridad es tilística de un producto rcsnlt::mí sin duda m;ís, puesto en relación con todos los que comparten esa es tructura común que se ll ama género.

Por otra parte, el géne ro, al situarse en una zona interme­dia entre la obra individual y la literatura toda como institu­ci ón , nos permite indagar las relaciones entre estructura y temátic;:i, forma (del contenido y de la expresión) e histori:t. ¿Cuáles son las realidades soóales que en un momcn~-.; dacio invitan a unas formas y prohiben otras? ¿Cuáles son los ternas que pueden ser tratados en una determinada estructura o

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.1 .. l , 11.l,. L·¡tic ck hcc lw 110 se li;1 11 i11t c11L1Lin 11 1111l ·:1 11 cua e~ .iq 1c l ·' • ·

. 5 intrntos han resultad o 1·allidos·7 ( .. . )

~ ll Parece que 110 debe c;tlx:r duela ace rc:1 deque l; I c 111d1 () Je los oéneros literari os es una cncru cij :1cla pr1v1k ¡.,1:_1d :1 ¡1 :11 :1

' l~s pr-incipales rrn blemas ele la tco n:1 di: l:i l1 it ' l:11111 ,1 oti::ar . . . . - ·

1 ¡ 1 • • 1 • d. lo ·1 1·1 v·cz ., i·t creac1011 111cl1v1 c u:1. :1 l1 llllJH1111 11 i aten 1enc ' · · u ' . •

lingüístico y al factor social» (Garrido: 19SS . ~'i-~~).

1.7. Intentos de definici ó n

/.1./ . Deslinde de términos y conceptos

Porque la flor pensada no era 1.il o c11,i/ lfllr l, 111111 111, /.11

las rosas r¡ue h,1b1'an sido, eran y podr '"" 11·1 1•11 1•111

d la /lo ~ ceñida , ¡ !11 niirn cro 1r!J11 1111 / 11, l.i ''''' ' mun o: • · •/ emancipada del otario y !a nrnerlc; rlc 1.1'. odo r.rl •¡111· " ' ' Adán Buenosayres, fuera eterno, ta mb1 c11 '.'' /!111 /11 11·1 I·'. en IU mente, aunquq todtU /ai ro 1111 1·x / r11· 101·~ 1 .11,.1/i,11 11

de pronto y no volvieran a florecer.

L. Marcch :il, J\rl.111 /111,.11111,11•11•1

El lecror se preguntará ¿qué tiene q.u c ver l:t i· s.'. t'v:OI .'u l .1 or Leopoldo Marechal en el lema c1ndo co n I< " I\'. 11 '. r 11

!P. . ' s· embargo el parecido entre esta l'ü!i. I 11 1t 11 1.1, tteranos. m · ' 1 •

1 1 1

lurivalente el fenómeno que nos ocupa no es· t.u1 l' J. i '

~orno lo pare~e a primera vista. Po,rque n?s debe~os_ ~) 1;\ 1 •,1 111 :. 1 : . ·Qué naturale7.a atribuimos al genero l1terano. ¿!"º, o1 ' '.. ( • . 1 , o re r·escnt::i un concepto in : 1 ~ :i 111¡il1 11 rosa, es Jec1r, e gencr P 'bl bd' · · · l:i rns·i' ·Tit·111· como el de b flor o es una pos1 e su iv1s 1on, , . , '. < . , 1 . ¡ 'd d . de la rosa del fraamcnto man:ch::il1a11 , k as part1cu an a es · 0 ¡ d. •iu

do y ficticio que só lo existe en :t mene<.; <.; . un ente pe ns a b ; . Es com o h inventor o se materializa en o ras concretas. ( J •

, , d . ·-!. _ l ·· " , tos que pucd:rn e rea rsc co rn qUil''lt :).eSé !'lCl:l. é tOC OS Os tt::'< .

, , ·E n conceprn perenne e 1nv:i -pertenecientes a este genero. ( 5 u . . 1

. .· , riable, o cabe supone r que evoluciona? ¿Ex iste b p as rn~ ~ ~~ ~ perfecta y definitiva o es una estructura en constante ev lt e

protéica? . , . . . E , . , 0

. t.:o 11 h Timas preguntas, tantas 1 ncogn 1~ :1 s . :mpcccm: s .. J e

primera problemátic:l, ya :1ludida mas .:ur1b .t. ¿Que n1vc l 1 • • ¡ 0 p ~ l ~ "t'1qt1Ct' «<>enero»? :1ustr:i.cc1on canece cm ~ .• " " . ,, :,,

23

I! ¡:

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L(is forma s básicas de prese11ttzció11 literaria i 1 j J ;

i Las soluciones que se enco ntraron para evitar b confusió~ te rm inológi ca, en el ámbito de los géneros litera rios, tiende n; en la rnayorí:i de los casos, :t rebautizar el nivel J, es decir, el nivel de lo que etiquec:imos con «form:is b:ísicas de presenta! ción litcrari:in. Dcnomin:idor comtín de las o.severaciones a es¡~ repccto es el postulado de un as inv:triantes ahistóricas en e\ ámbito de la cre:ición literaria o incluso en ámbirns afines 'f;

1 mis alejados; unas constantes que formarían precisamente l~ base de los géneros históricos variables. Para Goethe esta~ invariantes son las ((formas naturales» (Naturformen) de Lr. expresión li tera ria. tVirma que el alemán posee p:ir:i el conjunj to cxistenci ::tl de un ser real la palabra configuración (Gestalt)i Abstrae co n esta expresión de lo alterable, supone que con ellet se constata lo cohercme,,lo :<cabado y fijado en sus caracterísJ tic;is Qolles: 1968, 6 y Petscb: 1933). !

También para Emil St:-iiger, uno de los cl :ísicos de la teoríai d_e los ,génc r;Js, existen invariantes más allá de las f~r~nas g~né~- . neas; el los dama «conceptos fundamentales de poetica» (Sta1 ger: 1946), son tan fundamentales que se pueden equipara¡, sc¡;ún d es tudioso suizo, a. predispQ~ iciooc~ amrnpológicA11;J

«la pregunta por Ja ese ncia de los.concep tos genéricos corr~ duce por su propia dinámica a la-pregunta por la esencia dci hombre. Así Ja poé tica fundamental se convierte en contríbu ción. de la ciencia de Ju Ji tcrutura a la antropología t1J osóficu» (S taigc r: 1946,1 0).

Porque, por de pronto, la idea de lo lírico o lo dramáticol no está vinculada ineluc:Liblemente a la literatura, puede surgi1 · -según él- incluso al contemplar un paisaje, en el primer caso, o presenc iando una riña, en el segundo. Ello equivale a la premisa de que existen hombres líricos, dramáticos y narrati- ! vos , o épicos, empleando la voz staigeriana. N o obstante, las¡ implicaciones antropoiógicas se reflejan en 'aspec tos esrilísti· cos de l~s obra.s , como n~s hace ,ver el au t?r :1 1, ?oner a los J tres cap nulos de st1 csrud10 los tn ~dos: «es td ) lineo: rec uer- ¡ do; ~stilo épico: represen~ac i?n y esti lo dramá tico: tensión» 1. (Sta1ger: 1946, 11, 61, 102) indicando a la vez los rasgos carac- ~

i 1 24 \

¡ t+::vr-v- ··e~ · · ·~- -- -·

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1 1 1 ! tc:risticos Jntrnpológicos de c;icb uru ck hs ;:i cL ituck :; !"11111\.1

mcnr:dcs. ;\[uy cercJ de StJigcr se sitúJ \VolrE;rn g K:1 ysc r c11 '>11 1.1111

bién cl:ísico estudio Interpretación y análi5i) de la o!n-11 li11·1.i 11.i

(l\.Jyser: 1%1, cJp. 10); él utilin el término «Jcti tucl 1·s l1111d.1 mentJleS» para designar esta misma realidad. Tampoco i1 11 ·111.1 ll cuad ratura del círculo de unJ. imposible clasifi c:\ci1í11 d1· codas las muestras literarias y busca un:i acla r:ición J e l.1 l'\1· 11

, ci1 de lo dramático, lo narrati vo y lo lírico, como :ict iLUd n y \ rn:rnifest aciones, por así decir, supragenéricas, en el se n ido di' l que lo lírico puede ap:irecer en lo narrativo o clcmcmos d1 ,1

rnáticos en la narrativa, etc. Sus subdivisiones quiz:í 110 sc:111 tl1· las más afortunad:is y han suscitado algunas críti cas (I-lcrnrrc1 :

1973, 167-169). \ Una de las aportaciones originales de la última cléc:iJ:1 \1 :1 . sido la de G. Genette con el concepto de la «a rchitexru:ilid:iJ,, (Genette: 1979) que amplía las propuest:is de su árticul o a11Lc·

1 rior. «Genres, types, modes» (Gencttc: 1977, 389-421 ). P:inc de 1 b idc:i muy genctti.ana de la hipcrtexuwliclad, térmi no co n el

que designa codas las relacio nes explícit:is que pueda h:ibe r entre bs obras literarias y la extiende :il :ímbit0 de los gé neros

1 • en el que las relaciones resultan mucho menos cstrech:is y visibles, es decir; implícitas, en el se ntido1 de nocio nes J e los

. determinados géneros que selhered:rn en el comexto di:i.cró nico 1 y sincrónico para formar una especie de «algoritm o rextu:i.l»,

una acumulación de pautas y expectativas con claras imp lic:i.-ciones históricas. Para Austin Warren el gé nero no ex iste

. •como un edificio o una capilb, una biblioteca o un C:ipito lio, sino como exis i:e una institución. Cabe trabajar, exp resarse a través de instituciones existentes, crear otras nuevas o segui r adelante en la medida de lo posible sin comp:irtir po li"ci c:i.s o

' rituales; . cabe también adherirse a insriruciones par;i luego rc­fonnarbs» (Wellek y Warren: 1969, 271-272). A co ntinuación explicita: «La teoría de los géneros literarios es un princip io de orden: no cbsific:i la literatur:i y b histo ria liter:,ri:i por d tiempo o el lug;ir (época o lengua nacional) , sino por tipos de organización o estructura espec[ficamenre literari:1.s.»

Un poco más :idclante los llama «géneros fu ndamennles», para pasar luego a sus «subdivisiones». Se d:i cuenta de la doble uti li zac ión confundiente de la misma voz sin resolverla.

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D:iclo c¡ue 11 ¡· · -~ C C0 !1CCpt0 de litCCJtllr~ ac¡t~I :l los géneros /i terar ios r : ' 1 os imitarnos , .,

'.10 r~s ulta r :í de gr;in u t il:~ ~ f pl1c.'l!nos es un t:into restri~n i~l~e; ' i ~c l u 1 r rodo tipo de form~s '1·c p_a_r:i. nu es tros r¡uchaccrcs ºro, , ~ tcrmi " 111 nu 1st1 c:is ¡ · - r · . nos «especie o tipo de t º .. -- a intr odu cción de lo . '

re:t~·J:OS :~cdo'.11 inan teme r~~:t~ ;'1 (~~-~~~fr'.c)í cJ1e o~ · igc_:~ alcrn;Í ¡~ ;t!

t 1 ' on cmas1ado generales . . os e e a lingui st ica de·:1 e os factores const' . y consideran casi excl . : , . 1tut1vos de Ja t ' l'd · usrvamen-i

qhc consiste la li ter:iriedad del , e~~ua i . ad, sin especificar en ' :i abbr del asumo un poco ?s tdc.\¡Ws literarios. Volveremos .

Podcmosconclu· mas a e an te. ~ t~ se observa b con~~~~~i~ td~1~~· que en l?~ cst_~dios al rcspcc- ! genero, pero t::imbién la de 1 d doble urd1zac1on del término ; ~~rsc Y d~stinguirsc a la, hor:i o~ o~ n~ve les que deben considc- J rtª· I:l nf1vel que lbmamos co~ el a or ar la problemática gené ,. !') « .ormas undamemales de r ina ":'?z ~n tanro rimbombant~ t1versos autores, distintas des~sent~c1on literaria» recibe, según ¡ . es~>, «conceptos fundamentalgnacrone: como «formas natur:i- 1

egcncros fundam entales» «f eS», «actitudes fund:imentaJes» · I « 1 ,;icrogéneros» o simple:ne orma~ de presentación literaria,,' ¡¡

A d nte «generos» , 1 pesar e esta situación b· b·¡ - . ]. j a voz es lo de menos con tal d a I on1ca 1l quedado claro que.

de l?s niveles y de que nos~ ' e qlue qjued.e patente la diversidad re't l· j d ]\r 1:mp ee e m1sm , · .' .• e a. cs. L <o sin motivo· 1 o te rmrno para dos r:1vd '/ ;1J lí reside -una ve"' ~~¡~~~d cal el P.lural al hablar de este ' lmu-.11,loii- l:! tt·o de le ~ ~ :ll n1 a a cxistcnci:\ de los género •· '

J,, pt(.j 1 ~nn ·' '\ \l' J b ·• rncfJOs superf(ci;i,!mentci a sabe~" el . e ' e . c:mos tecar por lo j ·'

' numero de los génctos. ¡ l ·

r l .7.2, 1V,1rrr;uitM, drarndtictl, /frica ·y t•Írro _-· ~ · ' r! • 6 rnas r

.. ' ... 1:'ª probl ~:n:i tiCa de la tríada de f . . , b.~s 1cas t:unb1cn h:J. hce'w ' Or 1 or:nas de prcsemacwn cha confus ión porq. ue l~s i.; . re_r ir1duc ia tinta y s1.:m br:i.do mu-

¡ entenas e detcr . . , d 1 . ro no un. sido siempre l . .minac1on e núme-. . d os mismos· unas v ·1· 1·~ en cenos e discurso (re] t : ; , eces se ut1 izan ~

·d· ª o· ::ictuac1on) ot . contem tstas (mímesis d', . ras veces aspectos J d - iccres1s) y ot ra s f . l t ' occre - movere . de!cctare) Dº , . ¿j.. unc1ona es ¡catttrsis, ¡· . ¡ . , · e este mo o un::i , l . re;¡u tamc es d1 adico orr~s • ·.-d· . , . s veces e SJ.\ L.: ma

·ripos. "' ' " ,f! J ico o mcluso de cua tro 0 rnás 1

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Cicrt:l tradición de esrudios de los gé 11erns :lt ri buyc, si11 funcbmcnto, a Phtón (Libro llf, Rcpríhlica) el origen de h Ji\·i sión de los géneros en n:i.tTativa (ép ica), dramá tica y líri c:1 que luego se lubrí:t desarrollado en y después del Re11acimÍL'n­co. Se mantiene a pes:ir de muchos :i.ltibajos, rnoditi cacio11es y polémicas hasta nuestros días: En la 11uyorí:i de lo s tr:i b ~1 jos la cripartición de los géneros, o form:is básicas, se da po r natural, otros estudiosos se consider:in oblig :i dos :i justificar· la t rfada (Lockemann: 1973; Hamburger: 1968) y un tercer gru po red u­ciJo o bien abog;i por una reducción (Bonnet: 1951) o bien ¡)o r un:l ampli:ición del 11LÍ111cro de fo rnns b:ísi cis (1\uu kuwsk i: 1%8; Stcmpel: 1972). No podernos in chgar e11 la :i 1"gu 111 en u ­ción de unos y otros; p:irece ser que la rrip;inición no c:irece del todo de justificación si se contempla el corpus de bs ob ras licerarias existentes. N;itur:dmcnte, a la hor:i de b divisicS n tampoco deja de influir el concepto de !iter::itura. Si un os incluyen, por ejemplo, la llamada literatura did áct ic:i como cuarto género o cuarta forma fundament:il, es po1·que par:\ ellos basta con que un texro verbal m:inifieste una elabo r:ici ón cuidadosa del material lingüístico p:ir:i adquirir derecho e.le ciudadanía entre los géneros literarios.

¿Género didáctico? .JÍ.'"

La ampliación más frecuente se realiza precisamen te a tn­vés de la introducción de este género didáctico. Con este mar­bete se caracterizan tcxros como El libro del ajedrez de Alfo nso el Sabio, escritas de mística como los de Santa Teresa o ensayos como los de Un;imuno u Ortega y G:isset. S:ilta ;i la vista que la [nclusión o exclusión Je estos textos en una teoría de los géneros literarios depende esenci:ilmcnte del concepto de lite­ratura que el estudioso aplique.

No constituye ninguna v:ilor::ición -insisto en dlo- si aquí excluyo los escritas de índole didáctic:i del ámbito de las bellas letras t;il como se definieron m:1s :irriba. Es m~ís, en bastantes c::i sos -pongo como ejemplo los ensayos de don Mi guel- el deslinde entre lo liter:irio y lo filosófico y especula tivo no resulta fácil del todo. Sin cmb:irgo, lo did ~1crico no constituye de por sí un::i form::i literaria aparte, como ocurre igualmente

con lo cómico y lo td •c . bl il y fusta fuera cÍe ella.' gdte oh, 'ecshporacr1¡ca . e enbtodos los géne ros / . ' e cua quier o . ¡· .· ;

cierta medida una lección sobre la realidad ~- i~era_r ra es en! , falta recurrir al consejo h . . · 1 1 s1qu1er;1 hace:. escritores, ele mezclar lo Út~racl~ 1 ~~l~eguido P,~r legion_es _de) enseriando y ¡ , .· . ¡ Y , e,_ ele delcttar al publ1col · a c.:x1stenc1a <e casos lim , ¡ b , . ; la prá~rica ele una delirnitació~ útil Itc_ bl e: cn;i _impedir/ rnayoria de los casos. Este no es el Ju! v1:i. e :n b_ inmensa; cbmenre las postuns dive - . bar para discutir eler:i.lla- ; también porque no, ca isd:i.s, fpard:i. nuestras necesiclades, y:·

, rece e un :i.mento 1 t , d l ' . , m:rntengo b división en . . l , , . a na a c as1 ca, ' U . nanauva, e r:i.mauca y líric;i .

n intento m:ís recícnrc el. ¡· . . , . , . ~ convincente- es el de \Y/ V r>e am1 p l,lCkl.Ond _-c~ertamente poco¡

. . 'utt rnws · 1 isc1pulo d E S . ' ger, que propone un cuarto , , e . ta1-¡ de una finalid:id apela ti v. a en gee{s~r~tidondel rasgo_ cani_c,teríscico j cíntlvri ¡mido · ·- . 0 e una s1tuac1on enun-ellos sobresa1;1~/:? J~d~n;;ef :tlGl t:l_11b{ó.~ ti:ite~s, e~ Jecir, t!n 1 kowski. De una forma o d r a pu ic_o, segun afirma Rutt- ! todos los texros e otra, este afan es característico de

d • 1 'X no solamente de los literarios, y un grado ¡ ~Z~~ :i;a~fe~ ac1on todavía no es suficiente para formar un i

U. na p:ibbra :i.c~rca de la distinción entre narra riva é ica que se suele practtcar en los estudios del , b" hy p utilizándose los dos términos como . . . am no¡ ispano, . «Epib es l:i voz ue o , s1n?nimos en e germano. 1925) d·: , ~ ·i p r_e¡emp_l~, Jul1us Petersen (Petersen:

~ csru~s mi Sta1ger utilizan para designar no sob-rnente ~ r~ ac1onado con b epopeya -siendo ese el cam l fue, se 11m1ta en I.a teoría genérica peninsular- sino todo~º¡~~ l enomenos narrativos. l

1.7.J. ¿Qué es un género literario?

•El g i!m>ro _es t!'. lugar de (' llClll!ntro de la poétii:ct gmenz/ y de /11 h:storzr: !itl!rc:ria· por esa razón es b. · ·¡ . ' un o ¡cto pnvz egu:do._.

Todorov

U na vez aclarados los conccprns básicos y termino!' . no vamos a poder eludir una cuestión f undamenral yo~~º:i

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i r 1

1 ,

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1

l )rcvia a todas bs dernis; es esr:1: .: s ué es un sé11ero' Es ¡ fondo ¡ . - . - . !J ontolo uía del lc norncno que no s ocup:t 1

!··ir h preL;L111t:t 1lor . "' I l I- '\ . . . ¡ . ¡ , L ll , ~ , ¡· 1 . . ·I l1·1·' 111cnt0 e e Le opo e.u J\' :u cc i.1 . . l 1 c1 u e :1 u e t :t et t :t r e , ::-i - 1 .

_1 .1 .• • 1 . ' · '1 ··le b CLICSlión f)t"C"Ul1t:lllll o so :1111crHe. L. 11t are :t v1 gc nu . ' , t. _ º - -1 . , . .. in. , , . ) literariol Y rne rchern :1hor:1 y:-i .1 ter ce r . uc es un r;c nctt · . . . l- ]·.

1· . .. :~ 1 l bst'r·1cc ió n es decir a bs cbs1f1c1c1 0 11 es e c .ls n 1111.1s Jl l >' C C C :1 •· '. • , . ' .

b;i~ic:is de prescntac1on l1tcran:1.

;\) Cr...:EST!ÓN PREVIA: ¿quL: ei un texto?

e o los géne ros liter:irios tienen que ver por· n:tluralcz.1 - n 1 -~~teratura corno arte verb;i ] y corno se pl_asrnan _en tex tos e_~ b.,·les quiz:í nos pueda J.yudar una indagJ.c1on prev1~ er: ~cr1 i c rº~ , b de ·qué es un texto? Los que conozcJ.n los ~ro e· prcºunta,l s u~ se debaten los lingüistas de tex rn sabr~n que mas co~ o t1qno tie ne respuesta fácil ni , b:J.stJ. ;ihor;i, un;'lntmc.

~t~!t~1~6:~b-~1enos días» ¿es ya un texto? ¿füst:i L~n:i e:c::~~~-, · f nara que se co nsc1 tuy .. · ' _., una oracion, un parra o, r' . . "

uon, b . , , b· 1 n:ís cx:tcns:i? Con orr :i " . una cb o rac1on ver a 1 · · f' . ucnc que se r . ' . ' ·::imcntc cxrcnsional p:i.r::t de in1r P:i.bbr:i.s, ¿basta un cntcno mc1.

' p .. un texto verba. , .. . ·, ,¡mero criterio cua nutattv o;

Parece ser que no es sundc.tcnt~ _e de J~!:tbras o ele oraciones, ·¡ nacoorin•c•on ["' · el texto no es so o u · .' ·. e ia li• ;uivo concrctamc ncc se debe t ener cn 'c_u enta un ~ntclnlo• .¡' ~ j~ c¡u; u n:.1 mutilÍC tJC!l. ·

. . , _ e~ tl~ c.:: ir e 1ce lO d el de b cnunc1il.cwn, ' . . . ' "Ún h.s normas e una l l ··ni:c se or.,.:in1cc scb . , ción verba no so ~ 01 :· , . . ~ -!o tC" "O se in.sena ~1dcrnas cn combin:itori:.l rnor!os:n tact1c:i , 'º1 l ·"_ ci:i "11 mens:i. jc en

. . , · · . un ocutor enun · " una s1tu:ic1o n comu nicar1~:i. . les o seo-ún Todo rov «Un

. ci:is espac10-tempora . ' . b d unas c1rcunstan . ll('rl'SJriamc:1.tc un acto e [I , ··o] es siempre Y ·'--· · · discurso eas_c texc 'º '(:) - 'l; ' '1 .-J icc acro de lcngua1c, l . (Ti r )''' ¡9<.1,, 'l v~i..c., cngua¡e1• oc o ( '. _ v~ ' ~ J " '. •

. 1 ! . 't:inctas enuncr::i.t tv::i.s . . , rnc uye as c1rcuns . . d . te ·iormente: si cua_c1on co-. · menciona os ;in r ·

Los requ1srtos . d _. -0

y circ unstancias cs-. . 1 . nensa1e esun:it:in ' . , mu01cat1va, ocuto r, 1 • ' ' . len en b m;Ln ifcsrac1on

. ¡, i.l parecer se cump · .. l l·i: · p:ic10-tempora es, , . . . .; . . ·merece Y"- e ca lttc:i-verba l que se tr:inscnbe a cont1nu:ic.on, ( .

tivo de texto? . . J· ,. , '"";{ tO ;~ cv ideruc rncnrc el 1 "'n1·1••'ns1on e c ~,Lc "'" · , el b b ra l rcct:i Cv t·'" ·_ , ¡¡_-el nombres de equ ipos e e ¡ . . l"e estos inc ' os v e csur.at:tno que e 't' '

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rcconmu;,· b si ru ,cmn enunciativo en b que se produce )

c~rm1n i c~ción, porg_ue c'.1 el caso co ntra rio, es_t~ a c u1;1~daci ón'f ?e p;ila ?i a~ no scr:1 rn;is que una cnumcr:i.cron caotrca. Es.,¡ 1~1 p re~- c ~nd 1 ble conocer la combinato ria de esta disposicio

11:

t1po;;ra f1ca de los nombres; h:i.y qu e sa be r guc correspo nde a la de un cguipo de fútbol. ¡<

;~

UGilADE (C.1HC 1lón)

EL EQUIPO

ANDRJNUA (l\chl~tlc)

HAG! (R. Madrid)

MOYA (VJfbdolid)

BlURRUN (Español)

TXOM!N (Oj•rnna)

PEDR.AZA (Barcelona)

RO MM EL (Teneriie)

BUSTINGORRI (Osasuna)

· KOEMAN ' (Barcelona)

ANDRADES (Sevilb)

1-¡ , 1

¡ " ; .

ji Sin embargo, b combinatorin de cscos elemenws es scncilln ,·

y so ba~~. Jlflic;11ril!nt!: en la eolocnción de nombres (y entre /:!­

paréntesis los equipos a los que pertenecen) según el esquema ~ consabido del alistamiento de un equipo de fútbol, de tal forma j' r;­

quc mediante su lug:Jr en el conjunte se :i.vedgt1a l:t función que dcscmperh cada uno dentro del equipo. Las palabras aisladas ir adquieren así coherencia y sentido como conjunto, lo que parece :• ser un requisito mínimo par:i la constitución de un texto verbal. l.

Ahora bien, este equipo no existe, a pesar de todos los Í~ indicios de realis mo que pueda tener la list:i. Porque es, como t~rnbién s:ibt! el conocedor de la combinataría y de la situación c11unci ~Hiv:t, un equipo ficticio que se co mpone c:1da lunes, ~ después de po nderar el rendimiento de c~d;1 uno de los jugacfo· ~ rns ~n distintos parddos de distintos equipos en un:i. jornada 'f dctermín:ida. Siendo repet ible, el género tampoco es b realiza· il ción concrcca de es te lunes o de otro, sino la potencialidad, bi •'. combinatoria, la «institución». Aquí se plantea -dicho sc :i de.: j p:iso- el eterno problema del nomin:ilismo y del realismo, de Ü

JO

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b c:xisrcncia o no, de b posible concreción o no de ios concep­tos ''cnerales. El interesado encuentra información ab und ante c:n ¡g, m~rnuales e hisror·ias de h filos o l.ía.

Salta a b vista que b combin:ttoria, h cL1bor:tci 6n del material verbal y el contcniclo ccnnuni..::~1rivo de est e texto son sencillísimos. Lo que nos h:tcc sospeclur que h:i y di stirHos ··r:idos de complejichd en los textos vcrb~1lcs; el Lcxrn citad o ~umple con los mínimos y debe haber un os textos informativos 0 también lirer:irios cuy:t riqueza verbal, densidad de comcn ido v complejidad de combinat?ria so n infinitamente rmyo r:es . · No obstante, el equipo licticio nos cnseiia un hec ho lund.1-

;· mcnr::d c:tr:tcterístico de tocios los textos literarios, es pr-c cisa-1 mente éste: no reproducen servilmente la realidad, son co ns­

trucciones y abstracciones que designan una rea lidad o un a realización posible. Así, el género liter:irio es un model o sen ·i­llo de un modelo mis complejo, como h obra literaria 111isrn:1 , d género es una abreviatura, un modelo de una rc:diJ Jd mi~ compleja, es más, ni siquier:i es un modelo consta nte , sino una mezcla de convenciones e innovaciones, de sistema pret.:stab le­cido y de sorpres:i; mis :iún, teóric:imcnte, hay nurncros:is posibilidades de creación de nuevos géneros con el único lími te de que dependen de las posibilidades cre:idor:is del hombre y están limitadas por las reglas de funcionJ.mienro del lcnguJ.je (GJ.rrido: 1988, 24). Es mis, existe el peligro de unJ. multipli c:l­ción t.ks1ncsurada de grupos <>cnéricos que puede. impedi r h sistem:niz:ición y la operatividad, de modo que se tmpone u11:1 actitud selectiva y cautelosa (Nics: 1974). Sobra insi stir que, tal como este «equipo» de futbol, los géneros literarios co nsrnuyen una convención comunicativa entre los producrores y los po­tenciales receptores, cuyo conocimienw_es imprescind~b l e para la recta comprensión del mensaje (Dominguez Caparros: l 987).

B) ¿QUÉ ES UN GÉNERO LJIER.AI'JO?

Criterios pcaa una definición de los géneros literarios

¿Qué fenómenos deberían formar yarte de u'.1 :1 de.finición del género? En este aspecto, como es logtco, tambten dtscrep:in los estudiosos entre sí. Los imbitos que suelen ap::irecer con

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... ~

9 mis o menos regularicbd y también con acentu:ición discrep:in- ~ te en los intentos definitorios, son criterios cuantitativos, !in- ~ güístico-enunciativos, temáticos, hi stóricos v socioló<'Ícos ~: C:ida uno de estos criterios precisa de una explicitación. b . ~­

·~· ~ (•

Criterios cuantitativos l .r t

El mis obvio y palpable de los rasgos caracterizadores es el criterio de b extensión. Es un::i perogrullada :ifirm:ir que cier- · f tos géneros, por no decir la inmensa mayoría, tienen un:i ex- t tensión determinada más o menos reiterada en las concreciones '

1 lndividuales de Lis obras literarias correspondientes. Natural- \ mente, no se puede fijar por verso, líne:i o página exactos, pero ! sí por lo menos según una distinción somera cmre géneros j cortos, de medi:ina extensión y brgos. En la lírica es incluso un rasgo general que los géneros se:in cortos; el hecho de que se supere un determinado número de versos, a menudo es señal de que probablemente haya una mezcla de dos o más formas de presentación. U na égloga, por ejemplo, con frecuencia no es puramente lírica porque se le añaden elementos dramáticos y hasta nttrrativos. En la dram:ítica y la narrativ:i nos encontramos, en c1'mbio1 i:On unn v;i.riccfod de extensión muy grande. b;:istc f(;Córd:il' bti Ji~crop:.i.nte~ cxtc111;ior1m.: de b novcb, el cuct1to y l:t fábula; incluso dentro de cada uno de estos géneros puede haber unas variaciones cuamit:itivas muy not:ibles. Sin embargo, en las tres formas básicas encontramos géneros con una extensión más o menos preestablecida que sirve de rasgo diferenciador.

Criterios lingidstico-enrenciativos

Cuando Todorov afirma que «un género, literario o no, no . es otra cosa que esa codificación de propiedades disc,ursivas» (Todorov: 1988, 3(,) se está refiriendo principalmente a estos aspectos: el estilístico, el semántico y el pragmático o enuncia­tivo. Son evidentemente también los aspecros más «literarios» en el sentido estricto de la p:ilabra, 'porque se refieren :i b· naturaleza verbal de la obra de arte literari:i. Cada uno de estos ámbiros necesitaría a su vez un tr:ir:imienro extenso que aquí

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. AClso scJ sufic iente reco1·cbt· que hs cl i f~ rcn ~ nos.e p ucd~ cl1,:r.; ·os, uedcn narn1·:1!rnentc ten ::::r un. CH:tcte.t · ncs cq1· 1> t.c .. P · · · e ·1c·1s l· 1 c1 ac101 ,. , d - bl ,,,. c'c·f in1ct oncs oen t , .. , . . . . . 1 hora e es t:t ccc t ' ' º . , , ..

d1 sunu\O J :t . d l l· [)'14 .\··istócc les como c:u :tccc 11 -. - on :tdo,, e que 1:1 . ,, , i . . •.

.[en0ua¡e sa7. , . d . 1 ,¡ nuc cie11c :· 1crn o, :irmo111.1 ;:il 1 - .,. ch (sien o s;von:ic o "e ·1 11 rico e e J. trat:,c _" 1 ¡,los ,."'" ' 'OS co ri los nuc :ir¡uc :1 ( '),'r i ·- !449o)csunoLc ""'~, -· ·1 , •

\' c:tntü» 1 cc.c.1 ,. l l 1 - , ·cli4 "'de h CL'Opcva . \ c:un o~ . ¡· . , 11or c¡cmp o ce :1 co,nc ,, i , . · ' se e isunguc, r • J - 4' .· , -· o lin<>liÍstico cnunc1Jt1vo: l Os :ispcct0s oc c:-tc c1 itu i . '"' .1 gun ,

• Rasgos métricos

, . , ., --,.0 s estilísticos prn pios, Y n so h -CJ.da gene ro tiene su r .. sg .¡· . llr " I sin o -y :1qui nos i11 Lc -l - oncrcta e 1m tv1c. ''" . . 1· . . .. · . menre cornoo)IJ.C ·· [ un "cncro 1tci ,ui o, . . ¡ 110 obsmac1on e e o .

1 resa pnnc1p:c mente cor .rd blerrcnte ·1 b ho r;i de su Jl ·11 . ¡ ud::J.n cons1 era 1 ' . ¡ . sen-u n e CJSO, ay . S . l ; oc1 qu e se co 11cclll¡ t. , . >: · • . · l >enero. eoun :1 cp .. . .. . · J . .

uh cac1on corno t.1 g . . º d · ·e1· 1" v•·rs1h cac1 011 ; urJ11Lt. .1, · 1 ff'O pue es '"' ~ · , un rasgo esu isuco c11s~rn -_ v d l SP.:OS de ebborJc1 J il

. t tul " uno e os ra º 1 mucho ttemp_o consbll '¡'' clus obras lircr:i.r i:i.s; :wnq i. o

.. , . not" es e e mu · ¡ · ¡ c 1· ' \ !ingu1snca mas " .... , ~ n sí uede incuso in c u i .

dec is ivo no es la vcrs1f1cac1on e . ' p ·empos y durJntc inu -A . · ,¡, que (en sus t1 .

error. Ya avisa . ~1stote es l icn te todos los tcxrns lice;·:i :·1 s chos siglos postenore~) no. so b~~n textos científicos e histo ri e :~ se esc riben en verso, sino t.rn1 . uc la versificJción se conv1c1-(Poética, 1447a);_ por _tan_ to; ~atJ C\. , Qll" ~ dnuiri r un:is cscruc-

1· · · "'len no tIC· ' c . ,. '"' · · 1 , · t:t en signo oisrnrnvo ge. (.; d· . ·; . b convenc ión gcnenca · ·· 1 co11scnsu :c ·15 nor ·cs1°r S rauhcauas y · ' · epopcva pot · .. . tura · '"' econoc1a una ¡ . ..

li(craria. Un rcccpcor g~1c bo (r') ~ . MS9b) en 1exJrnctro.,, h O!COS» 1 OctlC:l, ' . d \ . esc··ira en «versos .er - l t-ami:í ~ nza o con as

• • cept0r espano , ,_,, . como actualmen Le u.n re . . reconoce u o romance po i

• ·¡ · as v rnetncas, · - . · ele convenc10 nes itc rJn . ; l . os p3.res '{ h :iusenua los octasíbbos con nma en os .vc1.st.. . l l!C ~o puedJ haber

, r- l que no swn1 icJ c1 . :l, divisió n cstronc:t; º . . 'd ele u~1 empleo cxt ra ¡Jrccept1vo u: «infr:tcciones)> en el ss m.1 _ ~ bs mirn1a:; normas mcmc:iJ.

• Rasgos estilísticos

memcos, desempe11an. t:imbié~ Adcm,~s ~e los _ ra~~o~ ,. estil\s icos, más prec1s:1mcnte p:tpcl disrnrnvo los imc.cs

JJ

un los

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concepros de est ilo alto, mediJ.no y bajo de tan la rguísim a trad ición en la literJ.tu ra occidental. Durante siglos no se con­ceb íJ. una tragedia que no cstuvierJ escri ta en estilo alto, y la farsa no era imJginJble sino en estilo bajo. Aquí se vuelve :i

adveni r que el rechazo e incluso L1 rebelión conrra el rigor preceptivo a part ir del Romanticismo hace que se sJ.lten tarn-

. bié n las norm J.s est ilísticas tra dicionJles, de : modo que nadi e ducbri :ictualmente que Esperando a Godoc es una trJgcdiJ a pcs:u· de que su estil o dista mucho de se r clevJdo, por eso es una tragedia «absurda,,, A la vista de estas ci rcunstancias, se rccc:11icnda much a catnc!a y UnJ. sólid:i. perspectiva histórica a b hor.1 de la de fini ción y la ide nti ficac ión de los géneros literarios a p::inir de su estilo.

Este hecho no quitJ que el estilo sig:t siendo elemento distin­tivo genérico, qui zá ya no en esta cbsificación rígidJ convencio­nal, pern sí en matizaciones más ajustadas e individualizadoras como por ejmplo los registros, b sintaxis, el léxi co, etc.

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Lo !ingüístico- litcr:'.l.rio no se Jgota tampoco en el nivel estilíst ico, dó.do que se consideran adcm;(s aspectos como el carácter connotativo y denotativo del lenguaje, rasgos que se distribuyen t:imbién de modo diverso según el género. Un texto lfrico sed cnsi siempre más connotarivo que uno narmtivo; sin embargo, se debe ir igualmente con cautela, puesto que exis ten textos n:wr:1tivos cuyo lenguaj ~? es alt:unc;1~te plurisignificativ.o y hast:i. «Opaco,, y en cambio hay textos lmcos ~on un lengua¡_e predominanccmcme d~notativo . ~iem¡? re a l~ hor;i .de ?eterm1-nar un género li ter::ino se con1ug::iran vanos . entenas para formar h combin:1.toria de los diversos géneros.

1. t

Lo mismo se debe afirmar de los lbm<ldos registros lingüís­ticos, socio lecros, di:dectos, ídiolectos, que intr.oducen marices en d texto li ter:1.rio que en determinadas_ ci rcunsranci::is llega? a ser distintivos genéricos, en otras son simplemente caracteri­zadores de figuras o circunsta?cias. Bajt ín señala lo «polifóni­co», es decir, b mezch de registros, como rJsgo fundamental de b novela. En los es perpentos de Valle-Inclfo b discrepancia entre el lenguaje culto y las situaciones trivi ales y bJna1es t:m1bifo se convicrtr.:n en marca de género .

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Por líltimo, se debe tl1encion:ir lo que con est e u 0[ 1' 0~ términos se designa como «tOno», es decir, h oµa cichcl cl el lenguaje de evocar atmósfe r:i, emoción, hum o res; 111 c rdi crn .1 lo cómico, lo trágico, lo s:ittrico, lo mchncólico, lo joco·o , lo lúdico, Jo grotesco y un hrso ctcérerJ. No siempre el Lo11 (1 decide sobre la pertenenciJ o no de un rc:i.: to :1 u;1 gl:11t'rn dctcr· rn in:ido; :ihor:i bien, en :ilgunos el rono adqui ere peso L'~)lC ·r'I i co: b comcd i:i es cómi ca; h forsa c.s cúmic;1 y :1 111 c11u do grorcsc:i; b clc¡;í:i es tri ste, 111clancól ic:i, co 1H ern¡ 1l.ui v: t; l.1 !'.ilnr la es senrencios:i, etc.

• Rasgos enunciativos

Las circunstancias enunciJ.tivas so n -como vimos y:1 so mc,;. r:imeme- los aspectos que convierten una combirlJción orga ­nizada de palabras en un acto de habla o de len gua, es decir, le :iñ:iden valores comunic:itivos no rr:rnsmiriclos co n el mero significJ.do literal de las pJ.bbras si no con las circunstancias e11 bs que se produce la comunicación. ¿Y cómo inc ide la sit ua ­ción enunciativa en la determinación de los géneros li tera ri os?

Dos aspectos se deben tener en cuenta en este enfoque: primero, la si tuación de habla desde el punto de vista retó ric y pragmático y, luego, sus repercusiones sobre el género li ter:i ­rio. Es ya milenarii•la diferenciació n entre b sin1'1ción de habla «normal» o, en términos mis modernos, la performativ;i y h diferida o asimétrica (Austin: 1962; Searlc: 1969; Wundcrl ic h: 1971). En el fondo, es b clásic;i distinción entre el sermo or li ­naria y el sermo ¡tbsentis (l d ,ibsentcm de la retór·ica clisic:i, es decir, un discurso que se transmite, por un la~!o , en una mu a­ción comunicativa natural de presencia de los 1me rl ocuto res, y, por otro, el que se produce no estando presente el cm isor. en la recepción ni el recepror en b emisión; tampoco perm1t_e el intercambio de papeles entre emisor y recepror. No hace blt:i subr;iyar que en este orden de ideas tienen también cabid:i. las consideraciones sobre lo ora l y lo escriro y sus relaciones con la configuración genéric:i.. Es evidente que el carácter oral de un gé nero -pongamos por ejemplo la epopeya- rntluye nota­bleme nte en sus inv:lri:intcs.

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f; A prlmcl'a vista toda conrnnlcac!ón !lrn rarla parl!ce pcrt eno- l~ '.

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un cleterm1nac o momcmo y se rec tLie en otro. No ;is1srnnos prácc icamcntc nunca a una em1s1on directa: del texto por su autor. Es mis, en bs obrJ.s literari;is el autor sólo se comunica directamente en contJ.dísimos casos y entonces no en Ja totali­dad de la obra, sino en fragmentos. El autor narrativo delega el acto comunicativo a un narrador, en h lírica el llamado «yo lírico» del poema no coincide con t:l yo empírico del poct:i y en el dram:i., b situación es aún más clar;i, el autor pone lo que .

·qu ie re decir en boca de los actores. No obstante, en el dram;i ex iste un simulacro de discurso y de co municación directos. El espectador percibe el texto corno si b s réplicas fueran fruto de[ afán comunicativo inmedi;ito de los J.C tores, se simula una situación de habla ordinaria entre los J.C tores.

. Por lo tJ.nto, de la situJ.ción de habla se pueden derivar part icularidades gené ricJ.s, discursos típicos de géneros y/o de formas de presentación básicas: la natT:itiva y/o lo narrativo están vincubdos con el discurso diferido, «relativo» y «rebta­dor», mientras que la dramática y Jo dDmitico se nutren -por lo menos aparentemente- del discurso directo, performativo, «simétrico». Esta situJ.ción no impide, naturalmente, la mezcla de los dos tipos, como ocurre por ejemplo, ~n el teJ.tro épico. En cambio, la misma distinción puede servir también de bJ.se par:i un:n:pondcración y jcrarquización de los ingredientes nitrrativos y/o dramáticos de un género o de una obra concreta; es m:\s, suministra invariantes utilísim as para una considera­flltStt hi~tt; rlli~ do Ion gt!Mron, porquq ofrotio Cl\tc"O!'ÍM nhimS• ricas y constantes que permiten rJ.Strcar la evolución y las r;imific:iciones de los géneros p:trticul:ires. Sólo se puede saber lo que es teatro épico, léase narrativo, teniendo un concepto claro de lo que es lo dram:ítico y lo narrativo.

Criterios temáticos

En la literatura moderna cualquic1· tema se considera lite­rario y no se e.oncee u?:i norm:i que .. J.tri~uya determinados temas a dctcrm1nados gencros y no los ::idmna en otros. Ahora bien, a pesar de es ta «pe rmisividad» rcl::ttiv:imentc reciente y

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con una obediencia creciente a atri bucio nes regbmcntJcbs co n­forme se retrocede en el pasado el e la litcr·aruL1 occid enr :i l, ,·xi sren <>éneros orictici.rnente dl'.di cad os con c::c lusivid acl a ..... . 0 l.

un:t cb:;c tcrn:~ s. La ekgí:t mcdi t:i b rnuene y h s dcsg u ci:i s, l:i. Líb u! :l :- el e:i:cmplum tien en co rno tcrrn. compo n arni entos humanos típicos, el romance hi stóric o se nutre de remas J e L1 crónica, por cit:ir :tlgunos que co nservan b :itri bución 1·eguhcla.

Por tanto, los temas pueden ser en :ilgunos casos u irc ri os genéricos, en otros, sin cmb;-i r·go, se debe proceder co n c 1utcl :1, J:ido que géneros corno b novela, el cuento o much os otros Jdrnircn rodos los ternas irna gi r. ~ ! , ! cs .

Criterios histón'cos y sociológicos

L1 historicid :td del género lit cr:irio, e11 el sent ido ele un1 convención :intstic:i en e! tiem po, es el fun d:irn c11 to de su sc.: r como tal género. Serí:t absurdo habb r de gé nero, si no fuese un fenómeno esencialmente histórico, po rque la «gencri cíd:icb, im­plica historicidad. Si roda obra literariJ. es :adic :i lr;ie nrc ú_ni c:i y por t:into irrepetible, no puede tcnn dtme ns to n h1 st0 ri c:i como forma y es tructura, ni se plante a b posi bilidad de una investigación genérie:L

La misma actitud que asume el teórico de los géneros ante !:i, discip lina ya tiene implicaciones históricJ.s por lay:i _rn_cncio­na<la doble posibilid.td <le enfoque, unas veces apnot' tSt1co , es decir, el preceptista dict:i reglas como J.utori d:id ;J. l.-i q 1.11.: se debe obedecer, y por otro hdo, el enfoque obscrv:ido r, :i yo:­tcriori, que describe y sistematiza una vez produ~i dos l~s . rcno­menos que estudia, En el primer CJSO, b teo ri a gen:nca se establece como normativa, en el segundo n:ice dcscnpov:imen­tc de b observación de un corpus existente. En b rcalid:icl, h1sta los m;Ís severos prccepcist:is siempre tenfan en cuenca la pro­ducción literaria anterior, busc:rndo en ella los textos que luego elevaron a rango de modelo imitable. . . ,

Los criterios históricos no son rasgos inhcrcn.ccs, rn al ge­nero como cornbinaroria, ni J.l texto como rc:iliz;ición de ést:i. Si11 embargo, b perspectiva histórica no carec_c de import:incia en d :ímbito de los oéncros literarios, prcc1.s:irnentc porque ellos consc ituycn un fenómeno inrrlnscc::uncnrc histórico, no

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J s o! ~mentc por ap:ireccr en rnomcnros diversos del devenir de j la literatura, sino también porque esrfo en constante mutación ~ «Son manifcsta~~ones de las posibilidades creadoras del hom~) ~ brcs, pero ::irn b:en de la tcmpor:ilid:id de roclo quehacer huma- ¡ no.» (C:arndo: 1 ?SS, 21). Esta circunstancia obiigJ -como ya j ~ a<lvern- a asum ir permanentemente una perspectiva histórica 1 'f a I~ hora de defini r.los gé_~eros literarios y valorar las obras que J"' pertenecen a ellos. _f amb1en se debe :1dvertir el peligro const:1n- f .

. te de que el estudioso de los géneros eleve una determinada i ; concreción histórica ~ c1 r_e~orfa de modelo inmutable y atem~ f . poraL Un c:iso parad1gmattco es c1 estudio sobre el drama de ~-­~us_t~v Freyrag (Freyt:ig: 1886). No es poco frecuente b con- ; _, v1cc1?n entre los estudiosos que el género crece y :ilcanza su ¡. propra natur:ilez:i, que es perfectible y halla su p!asmación í

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clcfinit_iva en :i!~un:i obra concrc_ca. Lo Jfirm:i ya Aristóteles «y l dcspues de sufr_1r mucho~ carnbros, !a tr:i.gediJ. se detuvo, un:i l vez que alc~nzo su ~-rop1a _natur:ileza,,_ (PoéticJ: 1449:i, U-15), J' Aver_1guar s1 e::as :ir1rn:ac1ones son ciertas en parte o en su •f;J

. to~ali?aci tarn~ien con,m_tuye un aspecto histórico de la «gene- -~ r0(og1:i,,; _e_s mas v~ros 1md suponer y defender b v:iri:ibilidad y , · h ,~voluc io n del genero que una supuesta perfección definitiva_ ·,

La observación de !as implicaciones históricas no debe llc­v:1r nunc:i :t! extremo de una considerJción determinista de los, géneros t:t! como se practica en el trabajo de F. de Brunetiere, , ~ L '~Jolution des genrcs dar1s l'histoire c~e la littérature ftanraise -~ · (Bruneticre: 1890), quien aplica la teo ría evolucionista de Dar- i win :i los ¡;éneros, sostcniandQ qm1, GOmo 1Jrgnni11rnos biol6si· ' ' cos y obeifacisnda :~ lril ;;:¡ rt: 't.JMt11r1c: lili1 Jo la inh-t!.élJtNe:tui·it ¡ :

. sochl LLi n· 0 mcnto, n:1ccn, crecen, alcanzan su cús pide y m uc- jm rcn; (=-~mo si _f tt?:;\:n anirnak~. o pi n.mas ~ com_o si detrás de. cad:i. l'il crcac1o n nrcis t1ci1 no estuviera un :in:isrn. libt·c· y consc1cnte:.'

Lo que ocurre realmente con los géneros literarios desde el 1. · ..

punto de vist:i históri~o lo describe con· acier:.º J- M_ Díez. ~;1 f :iboada, muy en h lrnea de A.. Warren,. al afirmar que el · ¡yii género se debe conrcmpbr como si fuese, un:i institución y ~ entonces:

«es l()gico que(. .. ) se den, además del fundador que trace una , primera obra modélica o programática, afiliados que si gan a . ·,:

la ktra y '"rnpulosmne<~; a "' J\mdador como modelo; 1

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perezosos que lo olviden , reforn1:1do1-cs que lo pongan de nuevo en vigor o lo adapten a circunstancias históricas nu e­vas. <.ktractores que lo critiquen. contradi ga n o paroclic11 , buscando sus limitacio11cs; te~i r icos que rn cacLt mo mento traten de fijar, a veces pedanternente, sus caracter es; ani qui­ladores que lo combatan y lo acaben, (.kstruyéndo lo o ago­túndolo; continuadores que recojan el prestigio de su nombre para nuevas realidades por ell os rundacbs o que c11 épocl di st inta pongan nuevos nombres a cosas que a rinde cuentas resultan tan se mejantes que podrían ser llamacbs con igua l denominación» (Diez Taboada/ Gar rido : l 98S , :>l)

El que h:iblc de un cktcrn1i11:1do ::;éncro, el que quici-:i lplio .r esquemas es tructurales genéricos a un tcx rn literario , dcber:í, por t:.into, no perder nunc:t ele visu que en de terniiru­dos momentos esta «i nstitución" lu pod ido tener un Js cJ r:i cte · rístic:is basnme distintas de bs de o trJ.s épocJ.s; con ot rJ.s p:ilabr:is, deberá considenr que el eme que le sirve de molde comp:irativo es histórico y no inmut:iblc. M. A. C;i.r rido es muy tajante :.il respecto sosteniendo que «El teórico ln tendido a ot0rgar carácter :ibso luto a sus formubcioncs c:1si siem pre condicionadas, como es lógico, por b rc:1lidad de b prnducc ión literaria en su época, en todo caso, por b tradición histórica

· hasta llegar a su momento. Pero si ~llgo luy claro en la cuestión de los géneros es la empírica movilidJ.d de los · mismos, sus continuas sustituciones y sus diferenci:.is en el espacio y en el tiempo.» (Garrido: 1982, 98). ·

El origen de los géneros

Evidentemente b pregunt:.i por el orígcn de los géne ros constituye rnmbién un aspccro hiscórico y ha sido comcswda de forrn:i.s y con prelaciones divcrs:is que t:i.mpoco podemos tocar aquí con detalle. La afirmación de b existencia de unas

. •formas simples» es quizá la primera inves tigación sis te mática de los orígenes de los gé neros literarios aunque no retrocede hasta el «final», como veremos al lublar de A. J ollcs y su libro Einfache fo rmen Qolles: 1968, cap . .3). Una respucstJ. convincen­te parece ser la explicación de T. Todorov que determina el géne ro afi rmando que ((es b codific:ición histó ric1111rntc cons·

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ta_tada de ~r?piedades discursivas» y añade que «una sociedad Í .· e l1~e y cod_1f1ca los actos que co rrespo nden más exactamente al su 1cleolog1_J.; por lo que ta nto la exis tencia ele cienos géneros} en una sociedad, como su J.usencia en otra son reveladoras ele! esa ideología.>'.. (Tod?rov: 1988 , 38-39). Con ello YJ. se han ! revelado t:tmb1en las im plicaci ones sociológicas de los estudios l

• • ' 1 ~e nenco~, pu~.sto qu~ el nacimiento y b_ evolución de distint:is ! lorm:is 11tcrJ.1 1as estJ.n es trechamente v111cubclos co n circuns-l • tanci:is s~cialcs o, ~ejor dicho, socio-culturales. Un p:tr:icligrn;i j · d: es tas 1nterrelact0nes se halla por ejemplo en los llam ados ;· generas cortesanos, cuyos rasgos car:icterísticos se deben en )· gran_ parte al entorno en el que nacen y p:ira el que es t aban~ ct:st1nados. Lo mismo v:de, desde luego, para los llamados~ i genero~ pop.u_b res. Sin e~1bargo, no se debe perder de vista en¡ h av~nguJ.c1on de ~~tas interrelaciones socio-literarias que en l ell~s. rnflu~en_ t_amb1en otros factores y no por último el geo-1 graf1co e h1stonco. Ihst:t pensar en bs llamativas diferencias de ' , b comedia desde Aristófanes, Plauto, Terencio hast:.i los si- i

. ~l?s XV1 y XVII en España, Fr;.lnciu e Ingbtcrru. Bajo b misma j etiqueta se esconden real idades li cerarias de muy diversJ. ín­dole.

F. Lázaro C;i.rreter sostiene que el género posee un ori~e~ norm:ilmente conocido o que debe descubrirse. En general e:.

obra el.e un ?;nio ~u~ inventa un~ combinación de rasgos que a continuac10n se 1m1tan. Es partiendo de es te proyecto genial que se co nstituye el género como entidad histórico-estructural en creaciones individuales. Sin embargo, las razones de vigen­cia, triunfo y declive de determinados génc:ros son muy difkiks · ~-e rn .-n.rc:~r y C\:m;•;_rmializar. Lo cjc.: mplificu el cst ~1 d ~oso. con el¡ rnn repetido cliche de L1 novcb modcrn:.i. como 1mitac1ón del !I Quijote (Lízaro C;i.rreter: 1976, 113-1 20).

! .

1.8. Resumen

Queda constanciJ. de que el género litera rio es un fenómeno complejo cuya definición obedece a un cúmulo de rasgos diver.:.. sos y variables. Los estudiosos de b -c.iisciplina llaman la J.ten­ción sobre el hecho de que nunca puede ser un solo criterio el que decida sobre la pertenencia o no a un género;· s!cmprc se.

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conj ug:in si no todos, por lo menos la rn :1yo ría ele los rasgos J c: li niro ri os que Jet bam os de ver. La cornp !cj ichd del gén ero lirc r;i rio es prccis;i rn ente unJ co nsecucn ci:l iógiet el e b plural i­JJJ de ingredientes. ~Jtur;i [ rnc nt e , se visl umb ra ar¡ uí tamb ién c:l pcl i"' ro de u ru ddinición clcrnasi ;i.do cleu !lach, ta n pcr jud i-º . cill co mo las dd iniciones clcrn:i si::ido vag::i s. O ser~ ;i.p[ ic able a dem:i siJcl o pocos fen ómen os po r ser muy res tr icuv a o yJ no Jicc nada aprovcch;i.blc soli rc b rcal ichd que de fine dando cJbidJ a demasiad os fenómen os.

L1 labor qu e desarrolhmos en los up ítu los q ue sis u n es trurn Je la búsqu cdJ de los imentos cld initc.n ios rcllc jados en po( ri c:i.s , preccptivJs, y est udi os al respec to. El pc iis ro que l'. 11

l:i J d ini ción que se ¡.ncscnta lny:u : inf luido co11cc¡Hos subjcti ­\"OS y h:ista equivocados no se pu '.:de de scartar de ant e111 :111 0, t:impoco es f:íc il cs CJ.par a h tcn t:<·-~ i ó n de b ::ibsol utiz:tc ió n ele fornus, definiciones y concepc iones hi stó ri cas , pu ti cul :u rn cn­tc !:is :tc tuJ!es.

Soyconsc ie nte de los riesgos de la empresa y de los muchos fall os que va a tener este intento. Sin em ba rgo, espno qu e h :i.y::i

v:ilido b pen:t y que si de ;ilgo sirve, sc J de bJsc p:i r ::t fucuros trabJjos más acert ados en los que se logre cJ pc::tr c:icb vez co n m:is rigor y exact itud el fe nó meno d e los gé neros liter:ui os.

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