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Disponível em: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80534205 Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Sistema de Información Científica Anita Liberalesso Neri Bienestar subjetivo en la vida adulta y en la vejez: hacia una psicología positiva ; en América Latina Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 34, núm. 1-2, 2002, pp. 55-74, Fundación Universitaria Konrad Lorenz Colombia Como citar este artigo Fascículo completo Mais informações do artigo Site da revista Revista Latinoamericana de Psicología, ISSN (Versão impressa): 0120-0534 [email protected] Fundación Universitaria Konrad Lorenz Colombia www.redalyc.org Projeto acadêmico não lucrativo, desenvolvido pela iniciativa Acesso Aberto

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Disponível em: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80534205

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Sistema de Información Científica

Anita Liberalesso Neri

Bienestar subjetivo en la vida adulta y en la vejez: hacia una psicología positiva ; en América Latina

Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 34, núm. 1-2, 2002, pp. 55-74,

Fundación Universitaria Konrad Lorenz

Colombia

Como citar este artigo Fascículo completo Mais informações do artigo Site da revista

Revista Latinoamericana de Psicología,

ISSN (Versão impressa): 0120-0534

[email protected]

Fundación Universitaria Konrad Lorenz

Colombia

www.redalyc.orgProjeto acadêmico não lucrativo, desenvolvido pela iniciativa Acesso Aberto

REVISTA LATINOAMERICANA DE PSICOLOGÍA2002 VOLUMEN 34 - Nos. 1-2 55-74

BIENESTARSUBJETIVO EN LA VIDA ADULTA Y EN LA VEJEZ:HACIA UNA PSICOLOGíA POSITIVA

;

EN AMERICA LATINA

ANITA LIBERALES so NERr*

Universidad Estatal de Campinas, Brasil

ABSTRACT

This article is centered in a positive perspective of psychology, to analyze subjective well-being duringthe adulthood and the old age. It reviews diverse conceptions, indicators, sociodemographic and socioculturalcorrelations of subjective well-being; it presents alternatives in arder to evaluate this aspect, as well asinternational, and mainly Brazilian investigations about this topic. It places emphasis on psychologicalprocesses associated with the operation of the selflike regulator, mediator and motivator of subjective well-being. Finally, it pleads to invest efforts in the systematic research about subjective well-being, andpsychological well-being, with the aim of knowing their effects on the adaptation processes of the peopleduring the life span.

Key words: subjective well-being, psychological well-being, self, life span, adulthood, old age, Brazil.

RESUMEN

Este artículo se centra en una perspectiva positiva de la psicología, para analizar el bienestar subjetivodurante la adultez y la vejez. Revisa diversas concepciones, indicadores y correlatos, tanto sociodemográficos,como socioculturales del bienestar subjetivo; presenta alternativas de evaluación del mismo, e investiga-ciones internacionales y, sobre todo, brasileñas sobre el particular. Hace énfasis en procesos psicológicosasociados con el funcionamiento del self (sí mismo) como regulador, mediador y motivador del bienestarsubjetivo. Finalmente, aboga por invertir esfuerzos en la investigación sistemática del bienestar subjetivo

* Correspondencia: ANITALIBERALESSONERI, Programa de Pós-Graduacáo em Gerontologia, Faculdade de Educacáo,Universidade Estadual de Campinas UNICAMP, Cidade Universitária, Avenida Bertrand Russel, 801 13083-970, Campinas, SP.E-mail: [email protected]ó[email protected]

56 LIBERALES SO

y del bienestar psicológico, con el ánimo de conocer su efecto sobre los procesos de adaptación de laspersonas durante el ciclo vital.

Palabras clave: bienestar subjetivo, bienestar psicológico, sí mismo (selj), ciclo vital, adultez, vejez,Brasil.

INTRODUCCIÓN

Durante siglos, muchos pensadores se dedica-ron a una cuestión fundamental para la compren-sión del sentido de la existencia humana: la felici-dad. La presencia de ese concepto es central en laética y la religión, pero también en la medicina, lapolítica, la sociología y la psicología. Independien-temente de los criterios empleados para definirla,entre los filósofos hay acuerdo general en cuanto aque la felicidad es un bien mayor, la principalmotivación, un fin en sí mismo o la suprema aspi-ración del ser humano. Virtud, sabiduría, amor alprójimo, placer, satisfacción y bienestar son losconceptos más comúnmente asociados con esasnociones.

No obstante, por décadas y décadas, los psicó-logos ignoraron el tema, aún más, se dedicaronpreferencialmente a explorar la infelicidad huma-na. Como reflejo de tal estado de cosas tenemos quefue sólo en 1973 que Psychological Abstracts in-cluyó en su lista el término "felicidad". En 1974 secreó la revista Social Indicators Research:International and Interdisciplinary Journal ofQuality of Lije, que desde entonces viene publican-do un extenso número de artículos dedicados a estetema y otros relacionados con él (Schuessler yFischer, 1985). El Journal ofHappiness Studies fuefundado en 2000.

El énfasis de la psicología en la infelicidad yen la anomalía trajo como resultado un modelo delser humano muy pobre en explicaciones acerca decuáles son los aspectos de la vida humana quehacen de ella una experiencia digna de ser vivida,sobre los aspectos positivos de la personalidad yde las relaciones sociales, sobre las circunstanciasque permiten desarrollarse a los individuos, a lasfamilias, las comunidades y las sociedades. En

muchas áreas, el predominio del modelo médicocondujo a los investigadores a una especie demiopía perjudicial para la comprensión de losfenómenos psicológicos en su totalidad. Tal ocu-rrencia fue en parte responsable de la poca aten-ción que la psicología del desarrollo dedicó a lavejez y de la cristalización de la creencia de que elpotencial para el desarrollo y para la adaptaciónestuviera irremediable y universalmente dismi-nuido en la vejez. Por este motivo, con granfrecuencia tendemos a interpretar los casos debienestar, alegría, felicidad, optimismo, compro-miso con metas, productividad y creatividad, enlas personas más viejas, como excepciones quesirven para confirmar la regla.

En este artículo examinaremos el concepto debienestar subjetivo, sus componentes y los hechosrelacionados con éste, a la luz de concepciones yde datos seleccionados de la literatura internacio-nal y de la literatura brasileña. Entre los aspectosrelacionados con el bienestar subjetivo haremosénfasis en los procesos psicológicos asociados conel funcionamiento del self (sí mismo) el cual, consus mecanismos de autorregulación, actúa comodeterminante, mediador y motivador del bienestarsubjetivo. Presentaremos datos brasileños sobre elbienestar subjetivo, en términos de satisfacción,de afectos positivos y negativos. También ofrece-remos datos ilustrativos de la continuidad del self(sí mismo) y de sus capacidades de auto-regula-ción. Estas propiedades constituyen aval de unabuena vejez, inclusive en presencia de aislamientofísico y social, y de fragilidades orgánicas, y seconsideran indicadores de salud mental positiva ode bienestar psicológico. Este concepto, relativa-mente reciente en el área del bienestar subjetivo,se deriva del paradigma del ciclo vital (life span)de la psicología del desarrollo, y de la psicologíaclínica.

BIENESTAR SUBJETIVO EN LA VIDA ADULTA Y EN LA VEJEZ 57

DEFINIENDO EL BIENESTAR SUBJETIVO

La literatura sobre bienestar subjetivo se refie-re a cómo y porqué las personas vivencian susvidas de manera positiva. Cubre estudios queutilizan diversos temas, tales como: bienestar psi-cológico, bienestar subjetivo, felicidad, satisfac-ción, moral y afecto positivo. Incluye tanto lanoción de evaluación cognoscitiva como la derelaciones afectivas (Pavot y Diener, 1993; Diener,1984).

El concepto de bienestar subjetivo hace parte deun universo más amplio, el de la calidad de vida,concepto definido por varias disciplinas y aplicablea diversos contextos de análisis. Un conjunto denaciones, un país, una ciudad, un barrio, hospitales,asilos, ambientes físicos o ambientes de trabajo, lavida conyugal y la vejez son ejemplos de situacio-nes en que se puede evaluar la calidad de vida de susmiembros. En la taxonomía de Lawton (1983 y1991), el bienestar subjetivo es uno de los cuatrodominios de la calidad de vida, que incluye tambiénlas competencias comportamentales, las condicio-nes objetivas del ambiente externo y la calidad devida percibida. Para Lawton, el sentido de bienestarsubjetivo refleja la evaluación personal sobre elconjunto y sobre la dinámica de las relaciones entrelos otros tres dominios. Esto significa que el sentidode bienestar psicológico no resulta de la simplesuma de las habilidades, de las posibilidades obje-tivas del ambiente físico y social, de las creencias yopiniones sobre las competencias y oportunidadesy de las satisfacciones. De hecho, el bienestarsubjetivo es una evaluación compleja de todo loanterior, la cual toma en cuenta valores y expecta-tivas personales y sociales, así como condicionesorgánicas y psicológicas presentes.

La constatación de que los indicadores objeti-vos de calidad de vida no representan completa-mente la experiencia de calidad de vida de losindividuos y las poblaciones, llevó a los científicossociales a interesarse por el estudio de indicadoressubjetivos. En el texto clásico sobre el tema,Campbell, Converse y Rodgers (1976) consideranque para conocer adecuadamente la calidad de vidanoes suficiente estudiar indicadores objeti vos, sino

acercarse a los individuos para escuchar directa-mente de ellos cómo les parece la vida. Esto obligaal investigador a adentrarse en el dominio de laspercepciones, las expectativas, los sentimientos ylos valores, lo cual, además, lo pone en contacto conotras dos cuestiones cruciales: la definición y lamedida del bienestar subjetivo.

La definición y la medida del bienestar subjeti-vo sufren la influencia de tres tradiciones de inves-tigación. Una está constituida por estudiostransculturales y sociodemográficos, la segundapor estudios epidemiológicos sobre salud mental, yla otra por estudios gerontológicos, Las tres líneasde investigación han producido gran cantidad dedatos con relación a cuál es el concepto compartidopor naciones, grupos e individuos sobre lo que esuna buena vida, sobre quién vive una buena vida, ysobre cuáles son las condiciones bajo las cuales lavida se vivencia como algo enriquecedor, o comoalgo empobrecedor. Los tres campos de investiga-ción comparten la noción de que el bienestar psico-lógico es un fenómeno subjetivo, que se relacionacon algo distinto de las condiciones de vida objeti-vas. Además de esto, admiten que es importantecaptar de la forma más completa posible, tanto lasexperiencias positivas y enriquecedoras, como lasnegativas, empobrecedoras y adversas del ser hu-mano (George, 1981).

Veehofen (1984) define bienestar subjetivocomo el grado en que el individuo juzga favora-blemente la calidad de su vida como un todo, apartir de elementos cognoscitivos y afectivos.Para la autora, así como para Andrews y Whitney(1976) e igualmente para Campbell, Converse yRodgers (1976), la satisfacción es el componentecognoscitivo y es un indicador de la discrepanciapercibida por el sujeto entre su nivel de aspira-ción y sus posibilidades de realización. El com-ponente afectivo se refiere al nivel de placerexperimentado bajo la forma de sentimientos,emociones y estados de humor. Se relaciona conla satisfacción, pero no es idéntico a ésta. SegúnDiener (1984), el concepto de bienestar subjetivotiene tres significados esenciales: virtud, satis-facción con la vida y afectos positivos. Vamos aexaminarlos brevemente.

58 LIBERALES SO

Bienestar subjetivo como virtud. Cuando elbienestar subjetivo se analiza en términos ideales,lo que está en juego es la posesión de una calidaddeseable. Se podría decir que esa es una concepciónnormativa, porque defme lo que es bueno, deseabley aceptable. Así, cuando Aristóteles y Ciceróndescribían la felicidad como fruto de una vidavirtuosa, y no como la vivencia de sentimientos dealegría, ellos estaban prescribiendo la virtud comoun patrón normativo con respecto al cual podríanser juzgadas las vidas de las personas.

Este punto de vista inspiró a Ryff (1989) arealizar una amplia encuesta en la cual investigó elsignificado de felicidad y cuyos datos, después desometidos a una validación factorial, sirvieron parala construcción de un modelo que hoy se asumecomo de bienestar psicológico o de salud mentalpositiva, concepto considerado como relacionadocon el de bienestar subjetivo, mas no idéntico a éste(George, 2000).

En gerontología, un moderno correlato entrebienestar subjetivo y la posesión de una calidad devida deseable, es la vejez exitosa. Uno de lossentidos de este término es la buena vejez o vejezfeliz, de acuerdo con los valores y las expectativasvigentes en un contexto sociohistórico determina-do. En ese caso, éxito se iguala con el mantenimien-to de la salud y de la funcionalidad física y mental,con actividad y participación social (Rowe y Kahn,1998), pero también puede relacionarse con unfuncionamiento parecido al de los individuos másjóvenes, o hasta con la plena vigencia de mecanis-mos de selección, optimización y compensación(Baltes y Baltes, 1991).

Bienestar subjetivo como satisfacción con lavida. Cuando el foco recae sobre la evaluación quecada uno hace de su vida, según sus propios crite-rios, la literatura habla de satisfacción con la vida.Para Veehofen (1994), el concepto de satisfacciónes probablemente universal, ya sea visto como frutode virtud o como un aspecto de la calidad de vida.

Las primeras investigaciones sobre satisfaccióncon la vida en la edad mediana y en la vejez fueronconducidas por Bernice Neugarten y sus colaborado-

res en los años sesenta (Neugarten, Havighurst y.Tobin, 1961). Desde entonces la investigación en esaárea avanzó bastante. A partir de los años ochenta sepopularizaron dos diferentes acepciones del concep-to. La primera se refiere al objeto de la satisfacción.La primera de ellas, la satisfacción global con la vida,se considera distinta de la satisfacción relativa adominios específicos, tales como el trabajo, el matri-monio, la p/maternidad, la salud, la vejez y lasrelaciones sociales. La segunda acepción alude a lasmodalidades de evaluación. Las evaluacionescognoscitivas se refieren a patrones de éxito, mien-tras que las evaluaciones afectivas se relacionan condiferencias en estados emocionales (Diener, 1993).

Bienestar subjetivo y afectos positivos. En estecaso, el énfasis cae sobre experiencias o predispo-siciones emocionales placenteras. Aunque no hayadudas sobre la existencia de relaciones recíprocasentre bienestar subjetivo y afectos positivos, no sepuede afirmar que las experiencias de felicidad, .bienestar, satisfacción o calidad de vida excluyenestados emocionales negativos. La experienciaempírica muestra siempre una mezcla de afectospositivos y negativos, los cuales dan un coloridoespecial a la vida emocional y a la vida en relacióncon otros (Diener y Larsen, 1996).

La investigación básica en el campo de losaspectos emocionales del bienestar subjetivo haconfirmado consistentemente los datos de Bradburn(1969) que identifican dos estados afectivos: afec-tos positivos y afectos negativos. En Brasil, Siqueiray Martins (1999) elaboraron una escala para medirestados emocionales, que denominaron Escala deÁnimo, la cual consta de 14 ítemes, la mitad de loscuales son relativos a emociones positivas y la otramitad a emociones negativas.

En resumen, hay tres aspectos centrales en elconcepto de bienestar subjetivo. En primer lugar,éste pertenece al ámbito de la experiencia privada yes relativamente independiente de salud, comodi-dad, virtud y riqueza. En segundo lugar, las medidasde bienestar subjetivo incluyen tanto la evaluaciónglobal, como evaluaciones particulares referidas adominios específicos, tales como la salud física ymental, las relaciones sociales, la espiritualidad, la

BIENESTAR SUBJETIVO EN LA VIDA ADULTA y EN LA VEJEZ 59

sexualidad yotros. En tercer lugar, el bienestarsubjeti-vo incluye apreciaciones positivas y negativas.

Como la definición de un término científicoguarda estrecha relación con la especificación de lamanera de medirlo -lo cual es un aspecto centralde las definiciones operacionales- es importantedescribir aspectos generales de los instrumentoselaborados para la evaluación de dicho bienestar.

LA EVALUACIÓNDEL BIENESTAR SUBJETIVO

La investigación sobre el bienestar subjetivo sebasa prioritariamente en instrumentos autodescrip-tivos, los cuales han demostrado ser válidos para susfinalidades. En 1950, la calidad de vida se evaluabapor medio de inventarios multidimensionales queincluíanpreguntas sobre aspectos objetivos, tales comosalud y actividad, así como subjetivos, tales comosatisfacción. Los resultados se interpretaban entérminos de "grado de adaptación o ajuste" (Cavan,Burgess, Havighursty Goldhamer, 1949)ode "moral".En los años setenta, los mismos tipos de escala sedenominaban "escalas de bienestar" (Clark yAnderson, 1967) o de "satisfacción con la vida"(Neugarten, Havighurst y Tobin, 1961). En los añossetenta, se introdujeron varias escalas de múltiplesítemes para medir satisfacción de manera específica.Había listas de preguntas sobre satisfacción condiversos aspectos de la vida y con la vida en general.Los resultados se consideraban indicativos de"satisfacción general" (Campbell, Converse yRodgers,1976). El descontento con la falta de especificidad delos resultados llevó a una nueva reformulación de lasescalas y al consiguiente desarrollo de inventariosespecíficos, al igual que de múltiples ítemes paraevaluar satisfacciónenlavidacomountodo,satisfacciónen el trabajo y en otros dominios de la vida del adulto.

Entre las escalas de múltiples ítemes que eva-lúan bienestar subjetivo, satisfacción, afectos ofelicidad, de modo general, hay numerosos instru-mentos destinados a adultos de todas las edades.Otras se utilizan específicamente con individuos deedad avanzada. Todas han sido objeto de análisismetodológicos que han demostrado su validez en

diversos niveles. Al lado de las escalas de múltiplesítemes, hay otras de un solo ítem, de alcance eviden-temente limitado, ya que por su validez temporal esimposible hacer cualquier otra evaluación, puestoque ellas no evalúan dominios específicos de lasatisfacción. No obstante, esos instrumentos pue-den ser útiles en situaciones que exigen una evalua-ción breve del bienestar global.

En la tabla 1 se presenta un resumen ilustrativode ejemplos de escalas más utilizadas en la literaturainternacional, para la medición del bienestar subjeti-vo. Ellas cubren aspectos afectivos y cognoscitivosdel bienestar subjetivo. Algunas fueron construidasespecíficamente para adultos mayores, mientras queotras sirven para todos los adultos. Algunas tienen unsolo ítem; otras, múltiples ítemes. Incluyen diversasformas de respuesta, tales como sí/no/tal vez, deacuerdo-en desacuerdo, grado de intensidad de laexperiencia, o grado atribuido a la apreciación. Losítemes se pueden presentar como frases, listas deadjetivos, escalas, o también con pequeñas caritashumanas que indican una graduación de estadosemocionales. Optar por este o aquel modo de res-puesta depende principalmente de las característicasde la muestra que va a responder.

Elaboramos una nueva versión gráfica de laLadder Scale de Cantril, citada en la tabla l. Losdatos de validación indican que es confiable paramedir satisfacción global con la vida (ver tabla 2). Elinvestigador puede preferir utilizar medidas referi-das a dominios específicos de la vida social, deldesarrollo o del ajuste de las personas, desde que esasmedidas tengan relaciones con los fundamentos teó-ricos de su investigación, o con los problemas prác-ticos que pretende resolver. En la tabla 3 se presentacomo ejemplo, una escala de bienestar subjetivoreferido a dominios, la cual hemos desarrollado yestamos validando. La posibilidad de comparacióncon personas de la misma edad significa adoptar elsupuesto de que la evaluación del bienestar se refierea patrones socionormativos compartidos por perso-nas de una misma cohorte. Estar de acuerdo con loesperado confiere a las personas una noción deadaptación, por lo cual el uso de mecanismos decomparación social es fuente de explicación delbienestar subjetivo (Wood y Taylor, 1991).

TABLA1

Escalasdebienestarsubjetivomásutilizadasenlainvestigacióninternacional

Autores

uso

Descripción

NombredelaEscala

Tipo

Quémide

Gurin,Veroff

yFeld(1960)

Neugarten,

Havighurst

yTobin(1961)

Cantril(1965)

Bradbum

(1969)

Lawton(1975)

Campbell,Converse

yRodgers(1976)

EscalaGurin

Inventario

deSatisfaccióndeVida

(Life

SatisfactionIndex-LSI)

EscaladeAutoevaluación

(Self-Anchoring

Ladder)

EscaladeEquilibrio

Afectivo

(AffectBalance

Scale)

EscaladelCentroGeriátricodeFiladelfia

paralaMedicióndelaMoral

(The

Philadelphia

Geriatric

Center

moralescale-POCMoralescale)

Inventario

deBienestar,Inventario

deAfectoGeneral

(Index

ofwell-being,

IndexofGeneralAffeot)

Ítemúnico

MÚltiples

ítemes

Ítemúnico

Múltiples

ítemes

Múltiples

ítemes

Ítemúnico+

múltiples

ítemes

Satisfacción

generalconla

vida

Satisfacción

generalconla

vida

Satisfacción

generalconla

vida

Satisfacción

generalconla

vida

Satisfacción

generalconla

vida

Satisfacción

generalconla

vida(aspectoscognoscitivos)

yestadosemocionales(aspec-

tosafectivos)

General

Unapreguntasobre"cómosehasentidoúltimamen-

te".Quienresponde

escogeentre"felicíslmo","feliz"

y"notanfeliz".

AncianosDosformatos:A,con20ítemestipoacuerdo-en

des-

acuerdoyB,con

12ítemesparacompletar.

Losfactoresmidenanimaciónyapatía,resolución,forta-

lezaycongruenciaentremetasdesechadasyalcanzadas.

General

Unaescaleravertical,encuyaparte

superiorsepuede

leer"lamejorvidaparausted"yencuyabasesepuede

leer:"lapeorvida

posibleparausted".Sonnueve

gradas

yquienresponde

debe

marcaraquella

que

correspondeasuevaluación.

General

10ítemesdestinados

amedirafectospositivosynega-

tivos.Ej.:quienresponde,señalalosquehaexperi-

mentado

últimamente.

AncianosSon17ítemes(enlaversiónoriginalde1972,22)con

elformatodeacuerdo-en

desacuerdo.Losfactores

son:insatisfacción,

soledad,agitación

yactitudescon

relación

alapropiavejez.

General

Unítemtipodeacuerdo-en

desacuerdo

encuantoa

satisfacciónconlavidacomountodo

(1a7).Ocho

ítemesescalares(1a7)quemidenlaintensidad

delos

estadosafectivos.Ej.:interesado-aburrido.

0\O ~ tTl ~ ¡;; en en O

TABLA

1Continuación

Escalasdebienestarsubjetivomásutilizadasenlainvestigacióninternacional

Autores

NombredelaEscala

Tipo

Quémide

Uso

Descripción

AndrewsyWhitney

EscalaEncantado-Terrible

Ítemúnico

Estadosafectivos

General

Unítemaplicadodosveces,lasegundade

15a20

(1976)

(Delighted-TerribleScale)

minutosdespuésdelaprimera.Quienresponde

señala

enunaescalade7puntos,de"encantado"a"terrible",

elpuntoquecorrespondeasusentimientoenrelación

te ti1conlavidacomountodo.

Z m en

Ítemúnico

>-3Fordyce(1977,

MedidadeFelicidad

Estadosafectivos

General

Dosítemes.Solicita

aquienresponde

queevalúe

el>- :::o

enAndrews

porcentajedetiempoenquesesientefeliz,infelizoen

en

yRobinson,

1991)

unestado

neutro.Incluyetambién

unaescalade

11e:: te ......

puntos,quequienresponde

utiliza

paraevaluarsu

t:lgradodefelicidad.

<: O trlFazio(1977,

EscaladeBienestarGeneral

Múltiples

Estadosafectivos

(enelúlti-

General

33ítemes:14conopciones

de6respuestas,4con

Z t'""'

enAndrews

ítemes

momes)+saludmental(en

barrasgraduadasde

Oa10y15deauto-evaluación

>-yRobinson,

1991)

losdosúltimosaños)

comportamental.

;$ tl >-Evalúa

sieteaspectosespecíficos

delbienestar:Satis-

>- tlHupe(1978,

EscaladeBienestarGeneral

Múltiples

Aspectoscognoscitivos

+As-

General

facciónconlavida,preocupaciones

sobrelasalud,

e:: t3enAndrews

ítemes

pectosafectivos

depresión,adecuación

delapersonaalambiente,afron-

>-yRobinson,

1991)

tamiento,niveldeenergíayestrés.

>-<:trl Z

KozmayStone

EscaladeFelicidaddeMemorialUniver.

Múltiples

Estadosemocionales+satis-

Ancianos

Medidadesaludmentalparaancianoscompuestapor

t'""' >-

(1980)

ofTerranova(MemorialUniversity

ofítemes

facciónglobalconlavidaac-

5ítemessobreafectospositivos,5deafectosnegati-

<:Newfoundland

Scaleof

Happiness,

tualen

comparación

conla

vos,7ítemessobreexperienciaspositivas

y7sobre

~ trlMUNSH)

juventud

experienciasnegativas.Quienresponde

señalasí,noo

N

nosé,conrelación

acómoleestáyendoúltimamente.

KammannyAett

Afectómetro

2Múltiples

Afectospositivosyafectosne-

General

Midelafrecuenciadeafectospositivosynegativosen

(1983)

ítemes

gativos

laexperiencia

reciente.40ítemesdeltipoSÍoNO,

siendo

20oracionesy20

adjetivos.Ej.:Yoestoy

riendosiempre;yopiensoclaraycreativamente;solo;

retraído;entusiasmado.

0"1 ......

62 LIBERALESSO

TABLA 2Escala de satisfacción global con la vida

(Anita Liberalesso Neri, a partir de Cantril, 1969)

¿Cuál es el punto de esta escala que mejor refleja su satisfac-ción con su propia vida en el momento? Por favor, señálelo conunaX.

La mejor vida

La peor vida

TABLA 3Satisfacción referida a dominios(Anita Liberalesso Neri, 1999)

Señale el punto que mejor representa su grado de satisfaccióncon cada uno de los aspectos.

1 2Muy poco Pocosatisfecho Satisfecho

345Más o menos Muy SumamenteSatisfecho Satisfecho Satisfecho

1. Salud y capacidad física.

2. Salud y capacidad física en comparación con otras personasde mi edad.

3. Capacidad mental.

4. Capacidad mental en comparación con otras personas de miedad.

5. Integración y participación social.

6. Integración y participación social en comparación con otraspersonas de mi edad.

Numerosas investigaciones han demostrado quehay una vigorosa relación entre medidas de satis-facción general con la vida y de satisfacción referi-da a dominios que hablan más de cerca de lapersona, tales como o el self (sí mismo), laautoeficacia y la familia. Actualmente los dominiosque se refieren a condiciones externas, tales comoservicios comunitarios, gobierno local y gobiernonacional muestran correlaciones más bajas con lasatisfacción global con la vida, por lo menos enmuestras de los Estados Unidos (Andrews yRobinson, 1991). Sin embargo, de modo general,las medidas subjetivas de bienestar global y lasreferidas a dominios correlacionan entre sí más quecon medidas objetivas, tales como la renta y laescolaridad. Emmons y Diener (1984) comentanque diversos procesos psicológicos, tales como lacomparación social y las aspiraciones pueden expli-car porqué difieren las personas en su satisfaccióncon varios dominios de vida. Entre los estudiantesuniversitarios que se tomaron como participantes,los autores observaron que la comparación social ylos afectos positivos tenían correlaciones más altascon la satisfacción, en muchos dominios, mientrasque las condiciones objetivas y las aspiracioneseran menos predictivas.

En el contexto de la investigación sobre bienes-tar subjetivo, hay varios interrogantes que aguardanuna respuesta empírica más satisfactoria. ¿Seríaesto el resultado de la suma de muchas experienciasplacenteras asociadas a condiciones objeti vas favo-rables, sin alguna mediación subjeti va para explicarla satisfacción que siente la persona con respecto aaquella área? ¿O sería lo contrario, y las satisfaccio-nes subjetivas referidas a los diversos dominios sederivan de un sentido global y subjetivo de satisfac-ción? ¿Es feliz la persona porque siente placer osiente placer porque es feliz? ¿Es feliz la personaporque tiene predisposición para involucrarse enactividades que generan satisfacción o para ver elmundo a través de una lente color de rosa, o unmundo más perfecto será condición para que laspersonas vivan más satisfechas?

Algunos modelos psicológicos con respecto albienestar subjetivo han intentado responder a estaspreguntas, atribuyendo diferentes pesos a la natura-

BIENESTAR SUBJETIVO EN LA VIDA ADULTA Y EN LA VEJEZ 63

leza de la determinación del bienestar subjetivo ypueden distinguirse en cuanto a la manera comocomprenden la naturaleza y los determinantes delbienestar subjetivo. Los modelos de abajo haciaarriba (bottom-up) sugieren que la felicidad sederiva de la sumatoria de momentos y experienciasplacenteras y displacenteras, o de la sumatoria de lasatisfacción en diferentes dominios, o sea, unapersona está satisfecha porque experimenta mu-chos momentos placenteros y satisfactorios. Por elcontrario, los modelos de arriba hacia abajo (top-down) proponen que los individuos están predis-puestos a vivenciar y a reaccionar a los eventos ycircunstancias de forma positiva o negativa. O sea,dimensiones de personalidad determinan niveles debienestar subjetivo, de modo que las personas feli-ces lo son porque les agrada y buscan activamenteel placer, y no porque están satisfechas todo eltiempo (Diener, 1984; Brief y otros, 1993). Otrosautores defienden la idea alternativa de que existeuna relación recíproca entre satisfacción referida adominios y satisfacción global con la vida, aunqueésta sea aparentemente válida en términosecológicos, la idea no ha sido todavía suficiente-mente comprobada empíricamente (Scherpenzeely Saris, 1996).

CORRELATOS SOCIO DEMOGRÁFICOSy SOCIOCULTURALES DEL BIENESTAR

SUBJETIVO

Una de las tendencias de la investigación sobreel bienestar subjetivo se focaliza en cuáles indivi-duos y cuáles naciones son más felices, o están mássatisfechos con la vida. Uno de los datos mássorprendentes, revelados por la investigación quesigue esta tendencia, es que las variables edad,género, raza, educación, ingresos, estatus conyugaly estadio del ciclo de vida familiar muestran asocia-ciones muy débiles con la mayoría de las evaluacio-nes subjetivas de calidad de vida (Veehofen, 1984).Los análisis multivariados revelan que esas varia-bles sólo explican del 1O al l S% de la varianza en lasevaluaciones de satisfacción con la vida en general,así como en dominios específicos. Además, loscambios en el nivel de ingresos de las personas sonmás importantes para su bienestar subjetivo que los

niveles absolutos de ingresos (Diener y Diener,1995).

La investigación también indica que una vezsatisfechas las necesidades básicas, no existe unarelación necesaria entre la riqueza de las naciones yel sentido de bienestar, ni entre éste y el grado deriqueza indi vidual. Cuando las necesidades básicasestán satisfechas, los individuos se mueven haciaun estadio posmaterialista en el cual la aspiracióncentral es la autorrealización (Inglehart, 1990) y en-tonces el nivel de satisfacción pasa a estar más contro-lado por procesos de comparación social, por la perso-nalidad y por valores culturales (Argele, 1987).

Las personas son más felices si sus ingresos sonmás altos que los del patrón de referencia estableci-do por los salarios de otras personas y grupos, yserán menos felices si se ven por debajo de esepatrón. Cuanto mayor la desigualdad social en ladistribución de la renta de un país, mayor la proba-bilidad de que la satisfacción general de la pobla-ción sea más baja que en países donde impera unagran igualdad. La explicación de este hecho es quedonde existe igualdad social, en cuanto al acceso ala renta, las oportunidades educativas y al cuidadode la salud, una mayor proporción de individuosserá capaz de alcanzar sus metas, y de ahí que existauna mayor satisfacción global con la vida. Dondeimpera la desigualdad, las cuestiones de justiciasocial salen a la superficie y pueden ser importantesmediadores de insatisfacción (Dienery Fujita, 1984;Emmons y Diener, 1985; Diener, 1993; Diener ySuh,1997).

Investigaciones realizadas por Diener, Diener yDiener (1995) y por Diener y Suh (1999) (véasetambién: Diener, 2000) con respecto al bienestarsubjetivo de poblaciones de 29 países encontrarondatos que confirman esas tendencias. Los autoresemplearon como criterio de bienestar social el po-der adquisitivo de los salarios de los participantesque respondieron en cada uno de los países (cercade 1.000 en cada uno), tomando por base la "canas-ta-básica" de bienes. Para el conjunto de países, seobservó una correlación media de 0,62 entre lapuntuación media en satisfacción y el poder adqui-sitivo de los individuos. Observaron también queen

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los países en que el poder adquisitivo era más altolas personas reportaban una mayor satisfacción.

Un dato que llamó la atención en esas investiga-ciones se refiere al hecho de países latinoamerica-nos, como Brasil, Argentina y Chile, los cualespresentaron resultados más altos en satisfacciónque lo que se preveía, con base en el poder adquisi-tivo de sus ciudadanos. Lo inverso ocurrió con lospaíses europeos del antiguo bloque soviético. Losautores atribuyeron la primera discrepancia a facto-res culturales y la segunda al derrocamiento políti-co y económico que los países del este de Europaestaban viviendo en la época de la recolección delos datos. Al mismo tiempo, países paupérrimos,como China, India y Nigeria no presentaron nivelestan bajos como era esperado, tal vez porque sushabitantes tenían un nivel de expectativas más bajo,o porque estaba ocurriendo una mejora de susniveles de ingresos, afirman los mismos investiga-dores. Japón despuntó como el caso más discrepan-te de la distribución, pues el nivel de satisfacciónencontrado no fue coherente. con el alto nivel debienestar económico de la población. Semejanteresultado pudo haber sido función de la presenciade altas expectativas asociadas a niveles elevadosde conformismo con normas dispuestas por unasociedad muy reglamentada.

La comparación entre los datos y las interpreta-ciones presentadas sugiere la existencia de un cua-dro muy complejo, en el que sin duda el proceso deglobalización de la información desempeña un pa-pel importante en el sentido de que las expectativasy los valores vigentes en un país sean conocidos ycompartidos por los habitantes de otros, donde nosiempre las condiciones de base son las mismas.Por otro lado, esas investigaciones se basan en lanoción del carácter nacional, o en el supuesto de queen todos los países impera una cultura unificada, locual no es verdad. Igualmente, no presupone que lascreencias de los nacionales con respecto a suspaíses, en comparación con los demás, ejercen unpeso fuerte sobre las expectativas de las evaluacio-nes de satisfacción.

Como vimos, uno de los focos de la investiga-ción sobre el bienestar subjetivo trata de responder

a la pregunta "¿qué naciones son felices?". Otrofoco consiste en investigar cuáles son los procesosque ejercen influencia en esa condición.

Una variable cultural que puede alterar lasrelaciones entre bienestar subjetivo y variables so-ciológicas es el grado de individualismo-colectivis-mo de una sociedad. Aunque no existan datos clarossobre esa cuestión, sea porque se mezcla con otrasrelaciones diversas, existen interesantes suposicio-nes sobre la comprensión del grado de satisfaccióncompartido por diferentes culturas y subculturas.En sociedades individualistas, las personas se orien-tan más hacia sus metas personales, mientras que enlas colectivistas, el grupo tiene mayor importanciaya eso se debe la consecución de metas colectivas.Tal vez en las culturas colectivistas haya mayorsentido de cohesión grupal y de apoyo social, locual mejora el bienestar subjetivo, principalmenteen las personas capaces de construir activamenteesas condiciones. Todavía en las sociedades másindividualistas, las personas valoran más el propiobienestar y la propia libertad para escoger los mejo-res medios de alcanzarlo. Es difícil decir si son másfelices que los miembros de sociedades colectivis-tas. Quién sabe si la respuesta reside en la identifi-cación de las estrategias utilizadas para conseguirlo que desean, o si esas personas son felices porconseguir lo que quieren a través del esfuerzopersonal, o del manejo del comportamiento deotros, o a través de estrategias supersticiosas (Diener,Dienery Diener, 1995; Suh, Diener, Oshi y Triandis,1998).

No se conoce ninguna investigación brasileña olatinoamericana que haya enfocado la calidad devida o el bienestar subjetivo bajo el prisma delpredominio de valores individualistas o colectivis-tas, ni tampoco desde el punto de vista del grado deheterogeneidad cultural, asociados al índice de des-igualdad social. Con certeza ese es un rico filón deinvestigación que, además de proporcionar datosinteresantes por sí mismos, puede contribuir alenriquecimiento de la cuestión teórica y empíricade las interrelaciones del bienestar objetivo con elsubjetivo. De cualquier manera las variablessociodemográficas y socioculturales no dan abastopara explicar la amplia variedad de experiencias de

BIENESTAR SUBJETIVO EN LA VIDA ADULTA Y EN LA VEJEZ 65

bienestar subjetivo, una vez que ellas respondentambién a la propia experiencia interna de los indi-viduos, como veremos en el próximo tema.

EL BIENESTAR SUBJETIVOY EL SELF (SÍ MISMO)

La personalidad ha sido meta privilegiada delas investigaciones, desde la aparición de lasformulaciones cognoscitivo-comportamentales so-bre el papel mediador del self'(si mismo). Según esteenfoque la adaptación de los individuos estáinfluenciada por los significados que el self (símismo) atribuye a los eventos ambientales, a even-tos de la historia de vida y a los eventos internos(Lazarus y Folkman, 1984). La atribución de unpapel regulador al self(sí mismo) (Bandura, 1997)es, así, un importante foco de análisis cuando setrata del bienestar subjetivo.

El self (sí mismo) es un sistema compuesto porestructuras de conocimiento sobre self( sí mismo) ypor un conjunto de funciones cognoscitivas queintegran activamente esas estructuras a lo largo deltiempo y en distintas áreas de funcionamiento per-sonal. Permite interpretar experiencias, iniciarcomportamientos, manejar y regular emociones yexperimentar un sentido de continuidad. Guardaestrecha relación con el bienestar psicológico y lacalidad de vida percibida en la vejez, principalmentecomo consecuencia del sentido de continuidad ydel mantenimiento de sus mecanismos deautorregulación. Se desarrolla por medio deinteracciones sociales -principalmente de natura-leza simbólica- con los semejantes (Pervin, 1996).

La evaluación del bienestar subjetivo por adul-tos y por ancianos depende, sustancialmente, delself (sí mismo), cuya continuidad permite analizarlas experiencias personales en una perspectivatem-poral y comparativa. La continuidad del self (símismo) se mantiene durante toda la vida, tanto enpresencia de condiciones adversas, como en las dela vejez. En esta fase de la vida, un aspecto esencialdel bienestar es la capacidad del self( sí mismo) paraacomodarse a las pérdidas evolutivas y asimilarinformación nueva sobre sí mismo. Ejemplificando

el papel regulador del self (sí mismo), podemosdecir que las personas ancianas preservan la capa-cidad de desarrollar estrategias compensatorias denaturaleza emocional, que les permite mantener elequilibrio, aún en presencia de fragilidad(Carstensen, Hanson y Freund, 1995).

En un estudio multidisciplinario realizado conancianos entre 70 y 105 años, Smith y otros (1999)relataron que la mayoría de los participantespuntuaron alto en la evaluación de satisfacciónglobal con la vida, y que hombres y mujeres conmás de 85 años y personas que vivían en institucio-nes puntuaron más bajo en emociones positivas. Lasalud percibida fue un fuerte predictor de bienestarsubjetivo en toda la muestra. Los investigadoresinterpretaron esos datos diciendo que reflejan lainfluencia de mecanismos de autorregulación delself( sí mismo), que serían responsables de la adap-tación de esos ancianos, aun bajo condiciones ad-versas. No obstante, advierten que esos recursosson finitos y que siendo así, las sociedades deberíanactuar en el sentido de ofrecer recursos tecnológi-cos y medidas políticas a favor del aumento delbienestar en la edad avanzada.

Los siguientes puntos, derivados de la investi-gación internacional, ejemplifican el papel del self(sí mismo) en la regulación del funcionamientoindividual y en la determinación del sentido debienestar subjetivo (Diener y Suh, 1998):

• Eventos subjetivos, tales como miedo a la vejezy mecanismos de comparación social, tienenmás relación con el bienestar subjetivo de losancianos que eventos objetivos, tales como elingreso y la salud física.

• El bienestar subjetivo no declina con la edad, apesar de la declinación de recursos tales como lasalud, el estatus conyugal y los ingresos.

• Los adultos jóvenes evalúan más negativamentesu calidad de vida que los ancianos. Una expli-cación de esto es que tal vez los jóvenes seanmás exigentes porque tienen más acceso a.faci-lidades, en comparación con el que tuvieron losmás viejos a la misma edad, lo cual hace que

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valoren más el placer y la satisfacción personalque los ancianos.

• Los ancianos tienen un nivel de aspiración másbajo que los más jóvenes porque están prepara-dos, esto es, fueron enseñados a no esperardemasiado de la vida.

• Los ancianos ajustan sus metas a sus recursos ycompetencias y así tienen expectativas más ba-jas de alcanzar realizaciones y placer que losjóvenes.

• Dolencias y discapacidades que restringen elacceso a estimulaciones placenteras y a la parti-cipación social, producen una disminución deafectos positivos en la vejez.

• Al contrario de 10 que ocurre en la juventud, enla vejez la disminución de experiencias placen-teras no correlaciona con el aumento de emocio-nes negativas.

• La restricción de experiencias emocionales en lavejez es un mecanismo adaptativo, dado que losancianos no suelen responder intensamente a lassituaciones que los afectan.

• Los hombres viejos presentan niveles de satis-facción global con la vida ligeramente más altosque las mujeres.

• De generación en generación, los hombres setoman más satisfechos que las mujeres.

• No existen diferencias generacionales, entre lasmujeres, en cuanto a la satisfacción y a losafectos negativos.

• En las generaciones más viejas hay niveles másbajos de afectos positivos que en las más jóve-nes, pero los índices de emociones negativas nodifieren mucho entre unos y otros.

• Las generaciones más viejas presentan una dis-minución en el nivel de alerta y en la disposicióna responder a situaciones emocionales, ya seapor efecto de pérdidas debidas al envejecimien-

to primario, o por el proceso de selectividadsocioemocional, o bien, en función de ambosfactores.

Existen cuatro perspectivas acerca de la rela-ción entre el self(sí mismo) y el bienestar subjetivo(Herzog y Marcus, 1999). La primera plantea quecuanto más complejo y multifacético es el self (símismo), mayores son las probabilidades de bienes-tar y adaptación. Esas cualidades pueden expresar-se en el ejercicio de múltiples roles en la vejez, 10que, según la literatura, genera un mejor sentidode autoeficacia, más satisfacción y menosdepresión. La segunda establece que cuanto másestructurado sea el sistema de competencia del self(sí mismo) -integrado por el sentido de controlpersonal, de autoeficacia y de dominio, y por lacapacidad de autodirigirse-, mayor será laprobabilidad de adaptación de la persona en lavejez. La tercera argumenta que cuanto mejor seael esquema social del self( sí mismo), el cual incluyela aceptación social y el compromiso social, mayorserá el bienestar. psicológico. Según la cuarta visión,el self (sí mismo) actúa como moderador oamortiguador del impacto de los problemas queafectan el bienestar del anciano.

Bienestar subjetivo y bienestar psicológico.Las proposiciones de Herzog y Markus (1999)sobre la relación entre el self(sí mismo) y el bienes-tar subjetivo se refieren a otro tipo de enfoque sobreel bienestar. Éstas aluden a la noción de bienestarpsicológico o de salud mental positiva y se derivandel paradigma del ciclo vital (lije span) en psicolo-gía, y de la psicología clínica. El principal teórico eneste campo es Carol Ryff (Ryff, 1989 Y 1995; RyffYEssex, 1992; Ryffy Keyes, 1995; Ryffy Singer,1998), quien conceptualiza y operacionaliza eseconstructo con base en una encuesta realizada conmuestras de adultos y de ancianos, en relación con10 que entendían por felicidad. Los resultados sesometieron a una validación factorial de la cual sederivó una estructura de seis dominios: autonomía,autoaceptación, crecimiento personal, dominio,metas en la vida y relaciones positivas con los otros(Ryff, 1989). Posteriormente las escalas fueronfactorialmente reducidas a cuatro y reflejaron unaconcepción de salud mental positiva en la cual se

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señalaron como elementos fundamentales las me-tas en la vida y las relaciones interpersonales posi-tivas, y como complementarios: la autoaceptacióny el dominio (Ryff y Keyes, 1995).

El punto de vista de Carol Ryff se relaciona conlas concepciones filosóficas clásicas de bienestarsubjetivo como virtud o calidad de vida, en elsentido de búsqueda constante de excelencia perso-nal. También con las nociones de ajuste psicosocialy de cumplimiento de tareas evolutivas (Havighurst,1951; Erikson, 1959; Levinson, 1978 y 1986;Erikson, Erikson y Kivnick, 1986).

George (2000) ofrece una especie de síntesis delas dos tendencias -bienestar subjetivo y bienestarpsicológico-s- cuando revisa la literatura y muestraque los datos disponibles en ambas tradicionesindican la existencia de tres funciones para el self( símismo). Según la autora, la primera de éstas serelaciona simultáneamente con el bienestar subjeti-vo y el bienestar psicológico.

la.función: el self( sí mismo) como determinan-te del bienestar subjetivo. Existe abundante inves-tigación de naturaleza correlacional que indica laexistencia de relaciones estadísticamente significa-tivas, de moderadas a fuertes, entre los componen-tes del self( sí mismo) y el bienestar subjetivo. O sea,datos que sugieren que adultos y ancianos a loscuales se puede considerar como ajustados, y quie-nes presentan auto-aceptación, auto-estima y auto-eficacia altas, tienden a describirse como muy feli-ces. No obstante, es importante observar que lalimitación fundamental de esos datos reside en laimposibilidad de establecer la dirección de la rela-ción de causalidad.

Z"función: el self (sí mismo) como mediadorentre la estructura social y la calidad de vida. Lofundamental aquí es que un fuerte sentido de compe-tencia personal permite que se den evaluacionescognoscitivas que disminuyen el impacto amenazantede circunstancias estresante s sobre los individuos.

3a• función: el self (sí mismo) como fuerzamotivadora. En este caso el foco de la investigaciónrecae sobre sus propiedades autoprotectoras, de

naturaleza cognoscitiva y emocional, las cuales sonespecialmente importantes para el mantenimientodel bienestar cuando ocurren daños, pérdidas yriesgos en relación con el bienestar personal. Es elcaso de la vejez, cuando la autoestima y la evalua-ción social son desafiadas constantemente.

DATOSBRAS~EÑOSSOBRELA RELACIÓN ENTRE EL BIENESTARSUBJETIVO Y LOS MECANISMOS DEL

SELF (SÍ MISMO)

Enseguida presentaremos datos de investiga-ciones sobre bienestar subjetivo y bienestar psico-lógico realizadas en Brasil, las cuales ilustran lospuntos de vista presentados por Herzog y Markus(1999).

Realizamos un estudio que incluía a 20 muje-res de 61 a 84 años, independientes y autónomas,que vivían solas en la comunidad. El objetivo fuecaracterizar las relaciones entre la edad, el estadocivil, el tener hijos y la escolaridad de esas muje-res, así como las autodescripciones sobre la expe-riencia de vivir sola, y sus experiencias subjetivasde bienestar (Capitanini y Neri, 2000). Conside-rando que el vivir sola podía tener relación consentimientos de soledad (experiencia privada) yde aislamiento (experiencia social), así como conmenor bienestar subjetivo, exploramos los antece-dentes de la decisión de vivir sola; la red derelaciones sociales en términos de tamaño, natura-leza, frecuencia de contactos y satisfacción; laparticipación social; y los significados de soledady de bienestar psicológico.

El estudio reveló que la mayoría no sentía niaislamiento ni soledad. Decían estar satisfechas ysentirse exitosas como ancianas, pues podían vivirsolas, confirmando lo que se mencionó anterior-mente en este texto, sobre las afirmaciones deactividad y autonomía, comunes entre las personasancianas. La mayoría de ellas participaba activa-mente de la vida comunitaria y, con respecto a lavida personal, afirmaban que utilizaban la espiri-tualidad como estrategia para aumentar el bienestarsubjetivo.

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Vivir sola fue señalado como una necesidad de lapersonalidad en la vejez; una contingencia de lasrelaciones sociales, y una contingencia del ciclo vitalindividual. A los hijos los identificaron como susrelaciones más significativas, a pesar de la baja fre-cuencia de contactos y de su deseo de aumentarlos.Los amigos se consideraron más efectivos que losparientes, y las relaciones recientes como más rele-vantes para su bienestar psicológico que las antiguas.

Del análisis de sus respuestas sobre el significa-do de bienestar resultaron siete temas con las si-guientes proporciones de citación: autonomía,autoaceptación (70%), espiritualidad (70%),funcionalidad física (65%), altruismo (60%), rela-ciones positivas (55%) y estados afectivos (10%).La satisfacción con la vida se relacionóestadísticamente con la disponibilidad de amigos.Los datos evidenciaron procesos de selectividadsocioemocional. Las más satisfechas describían elvivir solas como contingencia normativa del ciclovital; las más insatisfechas como forma de esquivarconflictos familiares y personales. No se observa-ron relaciones estadísticamente significati vas entrelas variables psicológicas y el estado civil, el tenerhijos, la edad, y la escolaridad.

Realizamos otro estudio sobre bienestar subje-tivo en el que participaron 54 mujeres que vivían enla comunidad, y que fueron asignadas a tres gruposde edad, 55-64, 65-74 Y75 o más (Neri, 2000). Sedefinió el bienestar subjetivo en términos de cali-dad o virtud y de satisfacción global con la vida. Enel primer caso éste era indicado por las siguientesdimensiones: autonomía, dominio, aceptación, cre-cimiento personal, propósito, relaciones positivascon los otros (Ryff, 1989) Ygeneratividad (Erikson,1963; Mc Adams, Hart y Maruna, 1998). Estasdimensiones se evaluaron mediante una escala con30 ítemes de cinco puntos cada uno (Escala deDesarrollo Personal) (Neri, 1999a). La satisfac-ción global con la vida se evalúo mediante unaescala de 10 puntos anclada en dos conceptos (lapeor vida =1 y la mejor vida = lO)(Neri, 1999b -véase también la tabla 2 de este artículo).

El análisis de los datos de la escala arrojó unapuntuación alta para todos los participantes, inde-

pendientemente de la edad, la cual no afectósignificativamente los resultados. No obstante, elgrupo más viejo (75 años y más) obtuvo las mediasmás bajas de la muestra. La muestra como un todoexhibió medianas iguales a 4 para 20 de los 30ítemes, iguales a 3 para 9 ítemes, e iguales a 2 paraun ítem. El coeficiente alfa fue de 0,89, indicandouna alta correlación entre las respuestas. Las res-puestas a la escala de satisfacción variaban entre 5y 10, más del 75% de respuestas estuvieron entre 7y 10 puntos, con una mediana de 8, replicando asílos datos de la investigación internacional que indi-can la existencia de una alta satisfacción global conla vida entre las personas ancianas. No había dife-rencias significativas relacionadas con la edad. Lasatisfacción global con la vida correlacionósignificativamente con todos los ítemes de domi-nio, crecimiento y aceptación, más con cerca de lamitad de los otros cuatro dominios, dato que requie-re de análisis adicionales.

Se realizó una tercera investigación con 86.mujeres y 14 hombres entre 59 y 85 años (85% teníaentre 61 y 76 años) quienes asistían a una universi-dad para la tercera edad. El objetivo fue caracterizarsu satisfacción global con la vida (variablecognoscitiva), su satisfacción referida a los domi-nios de salud y de capacidad (física y mental) y al derelaciones sociales. También se pretendía identifi-car relaciones con estados afectivos (variables emo-cionales). Para evaluar el primer constructo se usóla escala de 10 puntos citada en el estudio preceden-te. Para medir del segundo se empleó una escala conocho ítemes de cinco puntos cada uno, la mitad delos cuales pedía que el participante se evaluase a símismo y la otra mitad que se comparase con otraspersonas de su edad (Neri, 1999b). Para evaluar elsegundo constructo se utilizó una escala de 14ítemes dicotómicos que abarcaba afectos positivosy negativos (Siqueira y Martins, 1999).

Como en los estudios precedentes, los partici-pantes puntuaron alto en satisfacción global con lavida -la media de los hombres fue 8,00 y la de lasmujeres fue 8,63-. A mayor edad, se observómayor satisfacción; cuanto más bajo el nivel educa-tivo, mayor la satisfacción. Las respuestas a losdominios también fueron altas, independientemen-

BIENESTAR SUBJETIVO EN LA VIDA ADULTA Y EN LA VEJEZ 69

te del género y la edad. Las puntuaciones en losítemes que implicaban comparaciones con otros dela misma edad fueron más altas. Se notó que predo-minaban los estados afectivos positivos, pero enpresencia de puntuaciones altas en cuanto a satis-facción, se mencionaron estados negativos, lo queindica que la vida emocional de esas personasancianas era relativamente más intensa que lo quese podría esperar de acuerdo con los estereotiposvigentes (ej: las personas viejas tienen una vidaemocional pobre).

Otro foco de interés de nuestras investigacionesha sido describir y comparar creencias con relacióna las personas ancianas y a las perspectivas de vejezpersonal, porque pueden verse como manifestacio-nes del self(símismo) actual y porque (se) piensaque esas creencias tienen un potencial orientador(Neri, 1995b). Realizamos una investigación con254 personas, la mitad de las cuales eran profesio-nales; la otra mitad estaba en universidades para latercera edad. En el primer grupo la edad variabaentre los 23 y los 64 años, y en el segundo entre los45 y los 89. Además de evaluar los conceptos deanciano (El anciano es...) en los grupos, y la pers-pectiva de la vejez personal en el grupo profesional(Cuando yo sea viejo seré ...), también se preguntóa ambos grupos sobre sus concepciones sobre ga-nancias y pérdidas evolutivas durante las fases delcurso vital.

El análisis de los datos indicó que las creenciaseran generalmente positivas en los dos grupos. Noobstante, los profesionales masculinos más jóvenesmantenían creencias más negativas que los partici-pantes más viejos y los estudiantes, que, en sumayoría eran mujeres. Del análisis factorial resulta-ron cuatro factores, interpretados como competen-cia social, participación social, generatividad ydistanciamiento. Así, los participantes creían quelos viejos exitosos son progresistas, seguros, alertasy productivos; socialmente aceptados, valorados eintegrados; generosos, amigables y constructivos.Envejecer mal, según ellos, estaría ligado a lanegación de esos atributos, al mal humor y a unexceso de criticismo.

Los participantes más jóvenes, que eran pro-fesionales, sostenían fuertes creencias sobre laposibilidad de continuar siendo competentes ydesempeñando plenamente sus papeles adultos,aún cuando fueran viejos. Afirmaban también quepodrían ser más aceptados e integrados que losviejos actuales. Los datos mostraron que algunosatributos tales como crítico son vistos comonegativos en los viejos y como positivos en los másjóvenes, que tienden aproyectarse como muy críticosen su vejez. La sabiduría parece tener más unaconnotación de virtud en el sentido eriksoniano,que de conocimiento especializado sobre laexistencia, como se suponía al construir la escala.

Al analizar las ganancias y las pérdidas evoluti-vas en el curso de la vida los participantes asociabanvejez con sabiduría, generatividad e ineficacia; edadmediana con madurez socioemocional y sentido deintegridad; vida adulta con productividad; adoles-cencia con tendencia a criticar y con confusión;infancia con inocencia, actividad y curiosidad.

En la misma línea de investigación trabajóResende (200 1),quien tuvo como participantes 242personas con discapacidad física, quienes teníanentre 24 y 39 años de edad. Los procedimientosincluyeron la aplicación de un cuestionariosociodemográfico, de autorrelatos sobre discapacidadfísica, los cuales se evaluaron posteriormentemediante el índice de Barthel, y tres escalas dediferencial semántico (Neri, 1997) para evaluar losconceptos: el viejo es..., cuando yo sea vieja/oseré ... y una persona con discapacidad física es...El análisis estadístico mostró la superioridad deactitudes positivas y de actitudes moderadas o poconegativas en relación con los tres objetos evaluados.En relación con los ancianos, las actitudes máspositivas se encontraron en las mujeres, losparticipantes de más bajo nivel escolar y quienestenían deficiencias congénitas; las actitudes másnegativas fueron las de los participantes con másalto nivel de dependencia. En los dominios de laescala definidos como diligencia, cognición yrelaciones sociales predominaban las actitudesnegativas.

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Con relación a personas con discapacidad, lasmujeres, los divorciados y quienes tenían deficien-cias desde hacía más de 30 años, presentaron lasactitudes más positivas. Se encontraron actitudesnegativas en cuanto a la dependencia física y conrelación a las personas con discapacidad física. Lasactitudes relacionadas con la propia vejez fueronmás positivas que las relativas a los ancianos.Cuanto más positivas eran las actitudes hacia laspersonas con discapacidad física, más positivaseran las actitudes en relación con los ancianos.Según la autora, esos resultados indican la presen-cia de elementos autoprotectores y de procesosadaptativos mediados por mecanismos decompa-ración social. Además, sugieren control sobre lanaturaleza y la secuencia de los cambios evolutivos,debido a conocimientos socialmente compartidos.

Una investigación realizada con personas an-cianas quienes vivían en la comunidad aportó evi-dencias del predominio de satisfacción, de unabajatasa de depresión, de tendencia a adoptar un conjun-to complejo de estrategias de afrontamiento paralidiar con eventos estresantes en el curso vital, y deun fuerte sentido de dominio en relación con lapropia capacidad para manejarlos acontecimientosde la vida. Esas competencias son señaladas por losparticipantes como una manifestación de creci-miento personal y aparecen particularmente asocia-das a satisfacción con la vida. La religiosidadintrín-seca, es decir; relativa a la manifestación de unarelación personal con Dios, aparece como la mane-ra mas frecuente del ejercicio de la espiritualidad enesos grupos, los cuales la señalan como una formaprivilegiada para tratar con eventos estresantes. Losacontecimientos ligados a la vida familiar y albienestar de los seres queridos se consideran comopotencialmente más estresantes que aquellos liga-dos a la vida personal, tales como dependencia,dolencias y muerte (Goldstein y Neri, 1999).

Freire (200 1)realizó un estudio transversal con158 hombres y 182 mujeres distribuidos en tresgrupos etáreos (25-35 años; 45-55 años; 65-75años). Focalizó los contenidos de las metas perso-nales, las inversiones en dominios vitales seleccio-nados, y los niveles de satisfacción global con lavida y de satisfacción referida a los dominios. Para

la recolección de los datos, la autora utilizó: (a) unaficha de informaciones sociodemográficas, (b) unaescala para medir la satisfacción general con lavida, (e) una escala para medir la satisfacción con lavida referida a dominios, (d) una escala de inversiónen la vida personal, (e) una lista de inductoresmotivacionales.

Los datos resultantes se sometieron a un análi-sis multivariado que indicó lo siguiente: en los tresgrupos de edad, el bienestar de la familia, la inde-pendencia y la vida en general, fueron los dominiosen relación con los cuales se relataron más inversio-nes personales. Las metas personales más citadasfueron las referentes al self (simismo), en su totali-dad, a la autorrealización, al contacto con personasy a las metas formuladas para otras personas. Lamayoría de los participantes sentía satisfacción consu vida actual y tenía expectativa de seguir sintien-do satisfacción en el futuro. El dominio de la vidacon el cual la mayoría de los participantes sentíasatisfacción era la capacidad mental actual compa-rada con la de otras personas de la misma edad. Enlos tres grupos se encontraron relaciones entremetas personales e inversiones en la vida, al igualque entre metas personales y niveles de satisfaccióncon la vida. Hubo una sobreposición entre los tiposde metas y de inversiones personales y lo que laliteratura describe como tareas evolutivas de laedad adulta y de la vejez. Tales variables se entre-lazaban con los roles de género y con expectativasde desempeño de los hombres y de las mujeres enlas edades comprendidas en el estudio.

El tema de investigación escogido porSommerhalder y Neri (2001) guarda relación con elconcepto de self (sí mismo) como elemento mode-rador. Se investigaron las evaluaciones subjetivasde 20 cuidadoras familiares primarias de ancianos(entre 65 y 94 años) considerados de alta dependen-cia (Barthel ~ 35) por enfermedades neurológicas.Cuarenta y cinco por ciento de las mujeres teníanentre 59 y 79 años, 40% entre 40 y 58 Y15% menosde 40 años. Eran hijas (45%), o esposas (40%), otenían otro parentesco con los ancianos (15%). Seles hizo una entrevista en profundidad y se lesaplicó un inventario de costos y beneficios queabarcaba los dominios psicológico, social y físico.

BIENESTAR SUBJETIVQ EN LA VIDA ADULTA Y EN LA VEJEZ 71

La situación de cuidado suscitó sentimientos con-flictivos y ambivalentes. Se citaron con mayorfrecuencia los beneficios psicológicos, seguidospor los sociales. Las evaluaciones positivas estabanrelacionadas con la percepción de crecimiento per-sonal, el sentido de significado en la vida y en latarea, la autorrealización, el sentido de reciproci-dad, la valoración social, la satisfacción por elcumplimiento de las normas sociales y los benefi-cios de las relaciones familiares. Las evaluacionesnegativas se relacionaban principalmente con so-brecarga física y mental, conflictos de roles eintereses y con sentimientos de impotencia. Lasestrategias de afrontamiento, las relaciones conlos familiares, así como los recursos sociales ypersonales, fueron factores que interferían en estaevaluación, al igual que importantes fuentes debienestar subjetivo para las cuidadoras.

La presentación de los datos precedentes, selec-cionados de las investigaciones internacionales ynacionales, ilustra algunas de las posibilidades defuncionamiento de la personalidad y del self (símismo) en la vejez. Los datos brasileños privilegia-ron a las mujeres, no para cumplir ningún propósitoteórico, sino porque, como consecuencia de lafeminización de la vejez, ellas son más fáciles deencontrar y están más dispuestas a participar comoparticipantes de investigación que los hombres. Asícomo la investigación internacional en psicologíainfantil debe buena parte de sus datos a los alumnosde las escuelas anexas a las universidades, todoparece indicar que en Brasil, la psicogerontologíadeberá muchos de sus conocimientos a las univer-sidades para la tercera edad y a los grupos deconvivencia (véase revisión de Neri, 2001).

Del conjunto de datos presentados se puedeconcluir que la personalidad y el self (sí mismo)funcionan como moderadores del funcionamientoy del bienestar de los adultos y de los ancianos, yque guardan relaciones recíprocas con otros domi-nios del funcionamiento psicosocial. El self (símismo) es un sistema que refleja el conocimiento desí mediado por la interacción con los semejantes, yque responde por la integración de las diversasáreas del funcionamiento personal. Permite inter-pretar experiencias, iniciar comportamientos, ma-

nejar y regular emociones, así como experimentarun sentido de continuidad. La calidad de vida en lavejez deriva en gran parte de ese sentido de conti-nuidad y del mantenimiento de sus mecanismos deautorregulación. No hay claridad en la literaturainternacional sobre cómo covarían esos mecanis-moscon los indicadores sociodemográficos, y como,de todos modos, el campo de la evaluación subjeti-va es dominio privilegiado de la psicología, sugeri-mos que la psicología nacional tome iniciativassistemáticas para describir y explicar las relacionesque se dan entre el self (sí mismo) que conoce y queregula, y los acontecimientos del ambiente pasado,presente y prospectivo de los adultos y los ancianos.

CONCLUSIONES

La escasez de conocimiento sistemático sobreel bienestar subjetivo en Brasil, refleja, en parte, latendencia dominante en la psicología de investigarsobre lo que es patológico o problemático para el serhumano. Es bien probable que también refleje latendencia de buscar solamente en los acontecimien-tos del contexto sociohistórico la explicación deconductas disfuncionales para el individuo y para lasociedad. Finalmente, parece indicar la tendenciaexistente en la psicología.latinoamericana de consi-derar que los temas de investigación socialmenterelevantes son sólo aquellos referentes a los proble-mas que atañen a las minorías que viven al margende los beneficios y oportunidades sociales. Por logeneral éstas se consideran como infelices y, si porventura se describen como felices, son señaladascomo víctimas de otras anomalías, como por ejem-plo la alienación y la desinformación, promovidaspor estructuras de poder que implican la acción defuerzas nacionales e internacionales.

Evidentemente, la tónica de este artículo no esesa, sino por el contrario, promocionar una psicolo-gía positiva que puede ser benéfica para nuestrosintereses. Es decir, nos parece teórica y socialmenterelevante invertir esfuerzos en la investigación sis-temática de las características del bienestar subjeti-vo y del bienestar psicológico, al igual que decuanto se relaciona con los mismos. La vejez es unacondición-ejemplo de experiencias vividas por un

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número restringido y poco prestigioso de ciudada-nos. Conocer bajo qué condiciones se hacen lasevaluaciones de bienestar subjetivo y de bienestarpsicológico y cuál es su efecto sobre la adaptaciónde las personas es una contribución valiosa a lacomprensión de ambos fenómenos.

Es importante caracterizar las variables quecovarían con los distintos aspectos del bienestarsubjetivo y psicológico en diversos contextos na-cionales y culturales, y en personas de todos lossectores sociales. Es igualmente importante identi-ficar los significados de esos conceptos en laspoblaciones, puesto que las creencias y actitudesson mediadoras del comportamiento psicosocial.

Producir teoría sobre el bienestar subjetivo concep-tuado como una de las dimensiones de la calidad devida en la vida adulta y en la vejez, en una perspec-tiva multidimensional, histórica ymulticausal debeser la meta principal de esos esfuerzos.

Idealmente, la investigación debe reflexionarsobre la generación de procedimientos y tecnolo-gías para contribuir a la solución de los problemasde la sociedad. En cuanto a la calidad de vida, elbienestar subjetivo y la vejez, sería deseable pro-mover condiciones para una vejez larga y saluda-ble, con una relación costo-beneficio favorable alos individuos y a las instituciones sociales.

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