GENERACIÓN DE UN BALÓN PLEGABLE Podría decirse que una pelota es básica en el aprendizaje y juego de un niño desde sus primeros años. Es inútil tratar de explicar su funcionamiento o su utilidad, basta con ver que cualquier niño (y adultos) están rodeados de juguetes (o juegos) en los que forman parte pelotas, balones, bolas, etc. No nos interesa tanto su mecanismo, material o funcionamiento como su forma y su generación. Es decir, cómo podemos representar mediante pliegues una pelota. Vamos a generar un balón plegable. La única forma de descomponer una esfera en partes iguales es por gajos, no existe otra manera a no ser que nos vayamos a elementos infinitesimales, pero como eso no es tangible, se escapa de nuestro alcance de proyecto. Si una esfera la dividimos en gajos idénticos, hay que establecer un número de ellos para lograr un tamaño o distancia entre los mismos y así puedan generar una esfera completa. En nuestro caso se ha elegido una superficie plana con forma de semicírculo (lo que será nuestro gajo), de 8 cm de radio.

Partiendo de esta pieza, se han superpuesto otras 7 iguales para formar un conjunto de 8 gajos idénticos.

Estos 8 elementos van a formalizar nuestro conjunto de elementos de revolución. Lo que se ha hecho para ello ha sido utilizar aguja e hilo.

De este modo se han ido entrelazando los 8 gajos dejando una distancia idéntica entre ellos para que al desplegarse se pueda generar toda la esfera.

El ángulo entre cada elemento es de 45º en nuestro caso, ya que el número de gajos es de 8. Pero cuantos más elementos utilizásemos, menor ángulo y más completa se vería la esfera.

Para hacer la esfera resultante más consistente, hay que añadir más hilos que hagan de guía, ya que es necesario que la esfera esté en una superficie además de sujetarla para que no se desmorone. De este modo, empieza a cobrar más solidez.

Cuantos más elementos pongamos, más completa se vería la esfera y probablemente tendría mucho más interés, ya que podría funcionar realmente como pelota de juego. Si además aumentásemos el número de enlaces entre gajos (hilos), el balón se volvería mucho más sólido y seguro. El resultado es un balón de juego, todo el mundo ha jugado con balones, pelotas, bolas de papel, calcetines rellenos de papel… en definitiva con cualquier elemento con aspecto esférico. Desde el primer momento en que la esfera queda conformada, el conjunto, como juguete, ya es funcional. Pero además esta esfera la podemos plegar y dejar reducida a un elemento plano.