Taller tridimensional: moldes

Alumna: Beatriz Galán Paino Profesora: Cati Bauzà

Curso: R3­A1

La base principal de nuestro proyecto será el concepto de cubo, el cual puede ser concebido de manera simbólica o como simple pieza geométrica. Comenzaremos señalando la segunda. En geometría, el cubo se entiende como aquel cuerpo formado por seis caras cuadradas y paralelas. Su particularidad principal es que todas las caras son congruentes. En este ámbito, sus características principales son las siguientes: Se trata de un poliedro regular con seis caras, de las cuales las contenidas forman ángulos de 90º. Consta de doce aristas de igual longitud, ocho vértices, es convexo, y además, adquiere un total de trece ejes de simetría.

Sin embargo, en este dossier profundizaremos acerca de la visión espiritual o simbólica de esta pieza, ya que será la gran fuente de inspiración. A lo largo de la historia, ya desde la antigüedad, el cubo estaba considerado como símbolo de la Verdad, el Orden y el Plano Físico. Estos ejemplos podemos encontrarlos en El libro de la Formación, ­ principal fuente de esoterismo judío­ ese universo que se pretende representar más allá de la mano de la ciencia, se transmite a partir de la figura de un cubo.

Además también lo encontramos en algunos elementos místicos, como es el caso del Tarot, cuya clave siete rebela al cubo como símbolo de la encarnación.

También podemos añadir esa visión espiritual del ‘’yo psicológico a partir del cubo’’, ya que encontramos a aquellos que defienden que el cubo es la descripción de

nuestro espacio psicológico, nuestra propia realidad. Así, sus dimensiones pasarían a ser nuestra experiencia.

Por último y relativo a este ámbito, encontramos en la meditación el cubo de Metatrón, representativo de los trece círculos de La Fruta de la vida, representación a partir de la cual se obtiene el mismo. Par aquellas personas dedicadas a este ámbito, se considera a este cubo como la perfecta armonía, siendo este transportador de las buenas energías gracias a todas las caras que contiene, además de a su perfección geométrica.

A pesar de todas estas teorías y de sus aceptaciones o rechazo hacia las mismas, podemos determinar que el cubo es, de manera matemática o simbólica, una pequeña representación del universo, lo que hace que se convierta en un gran vehículo para la expresión artística del individuo. A continuación hablaremos de esta pieza geométrica aplicada a los siguientes campos; la arquitectura, la pintura y el diseño. El cubo en la arquitectura. El cubo es una de las piezas más primarias de la arquitectura, ya que podemos encontrarlo por todo tipo de construcciones debido a sus proporciones armónicas. Éstas formas geométricas ‘’simples’’ siempre han ocupado un lugar especial en este ámbito, debido a su sencillez, su racionalidad y la gran capacidad creativa que generan. El cubo es una realidad arquitectónica simple, y a su vez muy rica y brillante, ya que su uso permite desde asegurar durabilidad estructural hasta la máxima utilización del espacio. Además también compone grandes apariencias estéticas, armonizando un edificio o un entorno. El arquitecto francés Yannick Martín ha realizado una especie de experimento social con esta pieza. Una serie de ilustraciones sobre aquellas casas que más habían marcado a sus respectivas sociedades, es decir, las más destacadas en la historia de la Arquitectura. Esto lo ha hecho con una peculiaridad, ya que éstas han sido colocadas dentro de un cubo. El resultado ha sorprendido al mundo de la arquitectura, ya que en estas ilustraciones se ven muy relacionadas las decisiones de cada uno de los diferentes arquitectos. Estas casas seguían las mismas proporciones y elementos que caracterizan a los cubos. Esto llevó a que instintivamente, aquellos con vocación para crear determinados espacios, se veían conducidos por la relatividad del cubo.

Todo esto queda muy bien reflejado en la frase que escribió una vez otro gran artista reconocido, el arquitecto suizo Charles Édouard Jeanneret­Gris, más conocido como Le Corbusier ; “Nuestros ojos están hechos para ver las formas bajo la luz: las sombras y

los claros revelan las formas. Los cubos, los conos, las esferas, los cilindros o

las pirámides son las grandes formas primarias que la luz revela bien; la

imagen de ellas es clara y tangible, sin ambigüedad. Por esta razón son

formas bellas, las más bellas”

El cubo en la pintura. A lo largo de la historia del arte esta pieza ha sido un gran elemento presente en numerosas obras de grandes artistas. Desde mi punto de vista las concepciones pictóricas acerca del cubo son las más interesantes. Esto se debe a que los autores pretenden crear una visión simbólica de la realidad a partir de esta pieza. Esto se puede ver muy bien reflejado en obras como Desintegracion de la persistencia de la memoria, del pintor español Salvador Dalí.

En esta obra se puede ver la intención psicológica del autor ya que centra las formas cubistas en un espacio privilegiado, siendo imposible de obviar por el espectador. Esto se debe a que este autor concebía las formas geométricas como las pequeñas representaciones de las variantes de la vida, siendo en este cuadro el cubo la representación de una realidad infinita.

Esto será un elemento muy común que encontraremos en los cuadros de los artistas más renombrados, o con grandes exigencias personales, ya que tenían visiones simbólicas que trasladaban a las dimensiones del cubo. Esto nos lleva al cubismo , movimiento que refleja a la perfección este detalle. El cubismo nace en el s.XX de la mano del pintor español Pablo Picasso. Nace en una época en la que los intelectuales empiezan a inquietarse acerca de las pequeñas cuestiones de la realidad, reflejando así la gran psicología sumergida en este movimiento artístico­cultural.

Será aquí donde encontraremos cuadros como este, Casas en la colina, de Pablo Picasso. En esta obra podemos visualizar cómo gracias a la figura del cubo el autor genera una realidad totalmente acertada, con diferentes puntos de vista yuxtapuestos a la vez. Además, la colocación determinada de las formas crea un ambiente caótico que caracteriza peculiarmente esta obra. Así pues, podemos determinar que esta percepción psicológica o simbólica del cubo propia de los artistas de carácter pictórico será la mayor influencia para este proyecto.

El cubo en el diseño El cubo en el ámbito del diseño será muy relevante ya que permitirá grandes innovaciones en sus distintos campos. En el campo del interiorismo podemos ver funciones muy parecidas con las de la arquitectura, sin embargo cabe destacar algunos matíces. Respecto a las decoraciones de interior encontramos muebles con formas cúbicas, que crean espacios diáfanos y añaden un punto de profundidad a la estancia.

En el diseño de producto este tipo de uso es más reducido, ya que en este ámbito hay que tener muy en cuenta la función y la productividad. Sin embargo podemos encontrar esta forma geométrica en cuestiones estéticas, de manera que llamen la atención del consumidor con una manera más visual, ya que está demostrado que este tipo de formas resultan más atractivas.

En la moda la teoría es muy similar a la anterior, pero con una peculiaridad, ya que en este caso sí que se busca crear mayor profundidad o dimensión , cosa que también veremos en el diseño de joyas.

Por último, en el ámbito del diseño gráfico este elemento será muy relevante. Esta pieza geométrica se considera una de las bases de este tipo de diseño ya que como hemos dicho antes, se sitúa entre una de las más atractivas a la vista. Es por esto que la encontraremos en logos, diseños web, y todo tipo de objetivos comerciales.

Autores más influyentes en el proyecto Sol LeWitt (1928­ 2007), artista camaleónico norteamericano ligado a varios movimientos incluyendo el arte conceptual y minimalista. La pintura, el dibujo, la fotografía y las estructuras son sus medios artísticos predominantes. Un pilar indiscutible del arte contemporáneo, que independientemente de la etiqueta que se le ponga, es necesario conocer su obra para plantearse un panorama completo de las vanguardias y del arte en sí.

Su trabajo puede dividirse en dos, partiendo por la básica bidimensionalidad y acabando en la complicación tridimensional. Sus primeras obras se denominan wall drawings , que se reducen a murales decorados con composiciones geométricas amarillas, rojas, azules y grises, aplicadas en la pared con movimientos circulares y a partir de capas transparentes. Algo interesante de este tipo de obras es que, en ocasiones, se caracterizaban por ser efímeras, ya que al acabar la exposición simplemente eran destruidas, ya que consideraban muertas acabadas su función.

La segunda variante parte del cubo ­o de su repetición­, como unidad básica de trabajo. Es quizá por esta razón que se asocia su obra al minimalismo. La geometría en sus obras y la utilización del cubo no sólo tenía que ver con las matemáticas y los avancces contemporáneos al autor, si no que representaban una pequeña parte de su psicología, de su realidad y de su pensamiento.

“Hacer tabula rasa en el arte y volver a empezar desde cero, recrear el arte, empezando por el propio cuadrado”.

A partir de 1962 se deja influenciar por el fotógrafo Eadweard Muybridge, lo que le lleva a formalizar su estilo. La figura geométrica se convierte así en el elemento básico de sus composiciones, que producen en el espectador una sensación de orden y rigor matemático.

Eduardo Chillida Juantegui (1924­2002) fue un escultor español conocido por sus trabajos en hierro y en hormigón, destacado continuador de la tradición de Julio González y Pablo Picasso.

Sus primeras esculturas se caracterizarán por ser totalmente figurativas como, por ejemplo, torsos humanos.Estas están fuertemente inspiradas en la Antigua Grecia y sus primeras esculturas, a pesar de que podemos percibir tempranamente su preocupación por la forma interior y la tendencia a la monumentalidad.

En una segunda etapa experimentará con formas abstractas, lo que podría acercarle a Henry Moore y su caracter orgánico. Es entonces cuando crea Metamorfosis.

Todas sus obras se caracterizan por estar involucradas en una especie de ‘’problema espacial’’, cuya solución podemos encontrar en las características de los materiales que utiliza. Todo ello hace que huya totalmente de la naturaleza y su imitación, se aleja de su primera etapa, buscando innovaciones técnicas y temáticas. Encontraremos relación entre la obra y el espacio.

Jorge de Oteiza Enbil (1908­ 2003) fue un escultor español considerado uno de los máximos exponentes de la Escuela Vasca de Escultura.

Este autor viajó a Sudamérica, donde residió una larga temporada. Allí es donde se verá fuertemente influenciado por Henry Moore, lo que hará que a partir de ahora sus obras tomen otros matíces. Es entonces cuando empieza su etapa experimental. Aquí realizará numerosas obras de carácter espiritual, ya que también recibe influencia de Mondrian, Malevich o el gran Kandinsky.

Es aquí cuando comienza el vaciamiento de cuerpos geométricos como el cubo. Sin embargo y al tratarse de piezas experimentales, no todos llegaban a su destino, si no que sólo aquellos que realmente le inspiraban algo eran pasados al material definitivo. Alejándose de los últimos años de Chillida, su escala será mucho más modesta.

Isamu Noguchi (1904­1988) nacido en Los Ángeles, fue hijo del poeta japonés Yone Noguchi y su madre era la escritora estadounidense Leonie Gilmour, por lo que creció en un ambiente intelectual. Incursionó en el diseño de parques, juegos infantiles y plazas públicas, de muebles y lámparas, así como de escenarios para la danza y el teatro.

Las obras de este autor son famosas ya que se caracterizan por estar basadas en formas abstractas que, normalmente, son pulimentadas. Además es una unión­fusión entre la sutileza propia del arte oriental y la satisfacción característica del occidental. Consideraba que sus mejores obras tenían que ser colocadas en lugares privilegiados, siendo estos para él todos aquellos relacionados con el aire

libre. Es por esto que sus obras más interesantes son sus composiciones destinadas a jardínes, así como sus fuentes.

Por último, destacaremos lo que muchos consideran su gran obra maestra, el imponente ‘’Red Cube’’. La obra genera un gran contraste con su entorno, enormes rascacielos, ya que se encuentra ubicado en el 140 de Brodway. Se apoya sobre una de sus aristas, siendo percibida como un gran macizo inestable.

Proyecto de cubo El material principal para la realización de nuestro cubo será la escayola. Se trata de un mineral extraído o bien de la rosa del desierto o de la esbalastita. Consiste en un sulfato cálcito con dos moléculas de agua (CAS4+2H2O).

Trabaja alrededor de 130­170º, posteriormente se calcina,se tritura y se adquiere la pasta. Remontándonos a su historia, cabe destacar que hace 6000 años era utilizada como material de revestimiento. Los egipcios hacían moldes con el y los griegos modelos de estudio. Se le perdará la pista, hasta que vuelva a aparecer tras su experimentación con el objetivo de extraer moldes medicinales, allá por el 1400. Actualmente se utiliza para el estudio de modelos industriales y escultóricos, en la arqueología, la construcción, agricultura, odontología, traumatología.. Las ventajas de la escayola que utilizaremos son varias, entre ellas que es barata, es modificable tras el fraguado, y es más precisa. Sin embargo, destaca su fragilidad. Se adquiere mediante la hidratación del polvo, de manera que se recupera el agua. Se deben dejar dos moléculas de agua para una buena recuperación. El exceso de agua la convierte en frágil, débil, ‘’muerta’’. Tras tres o cuatro días, puede trabajarse con normalidad, aunque cabe destacar que esto depende del tiempo y de la humedad del ambiente.

A continuación, explicaremos el proceso del proyecto. En primer lugar escogeremos las medidas del cubo, en mi caso estas serán de 15x15cm. Posteriormente comenzaremos con los bocetos y las ideas principales. Las partes vacías las llamaremos negativos, ya que nos servirán

para realizar nuestro molde. Una vez entendidas las relaciones entre espacio y vacío, pasaremos al siguiente punto.

Elegí este cubo ya que pretendía representar la parte simbólica de la realidad, inspirándome en los autores anteriores. La escalera sin salida representa la parte más caótica, mientras que la rampa que atraviesa la pieza en la parte superior, representa la creatividad o el arte como forma de escape de este mundo, representado por el cubo. A continuación realizaremos la primera maqueta con plastilina, a escala pequeña, con medidas 5x5x5. Antes de esto, crearemos el bloque macizo de plastilina, para ir extrayendo después los negativos.

Una vez realizada la maqueta y con la aprobación de la pieza, realizamos los negativos con distintos trozos reciclados de cartón pluma grueso.

A continuación escogemos una pieza de madera en la que realizaremos la base del cubo, base a su vez del posterior encofrado. Escogemos también cuatro piezas idénticas entre sí, que harán la función de paredes. Marcamos aquí la altura del cubo, hasta dónde llegará la escayola.

Una vez listas las piezas, pegamos con silicona los negativos en sus lugares correspondientes en las paredes. Estas las aguantamos con gatos después de cubrirlas con aceite para evitar que durante el secado se queden las piezas pegadas. Cubrimos las juntas con barro para que la escayola no se salga del encofrado, y posteriermente lo rellenamos con la mezcla.

Se deja reposar la pieza durante una semana para una mayor manipulación, y a continuación se retiran los negativos.

A continuación se mide la pieza, se ajusta, se pule y se lima. Para ello usaremos escofinas y distintas limas. En cas de tener fracturas, sellaremos con un poco más de escayola aplicada con un pince.

Por último, mojaremos papel de lija de cristal para darle el acabado final a la pieza.

Proyecto orgánico en grupo. El material continuará siendo la escayola, con la variante de adquirir diferentes tamaños. Antes de la realización de la pieza, buscaremos información sobre los siguientes autores, que nos servirán de inlfuencia. Henry Spencer Moore (1898 –1986) fue un escultor inglés conocido por sus esculturas abstractas de bronce y mármol que pueden ser contempladas en numerosos lugares del mundo como obras de arte público.

Sus obras generalmente representan abstracciones de la figura humana, como una madre con su hijo o figuras reclinadas. La mayoría de sus esculturas representan el cuerpo femenino a excepción de las realizadas durante los años 1950, cuando esculpió grupos familiares. Sus esculturas generalmente tienen espacios vacíos y formas onduladas, inspiradas, según algunos críticos, por los paisajes de Yorkshire, su lugar de origen.

Jocelyn Barbara Hepworth (1903 ­1975) fue una escultora británica y artista del siglo XX. Es considerada una de las mejores escultoras del mundo.

"Creo que cada escultura debe ser tocada, es parte de la forma de hacerla y es realmente nuestra primera sensación, es el sentido del tacto, el primero que tenemos cuando nacemos. Creo que cada persona que mire una escultura debe utilizar su propio cuerpo. No puedes mirar una escultura si vas a permanecer rígido, debes caminar alrededor de ella, inclinarte sobre ella, tocarla y alejarte de ella".

Para la realización de esta fase, seguiremos los mismos pasos que en la anterior. Sin embargo, no haremos negativos, ya que crearemos moldes a partir de barro. Mi grupo y yo escogimos realizar una especie de síntesis entre una cara orgánica y una mano sobre esta.