TARRACO: Foro provincial. Pretorio. Circo. Foro colonial

A partir de Augusto, Tarraco se convirtió en capital de la Hispania citerior. Por ello, en la segunda mitad del siglo I d.C., se construyó un gran complejo de edificios públicos en la parte alta de la ciudad vinculados al “consejo de la provincia”, el llamado foro provincial. Este complejo estaba estructurado en tres grandes espacios rectangulares: dos plazas y un circo dispuestos en terrazas escalonadas en alturas diferentes.

La plaza más elevada, dedicada al culto, era un rectángulo con soportales en sus laterales, presidida por un templo dedicado al culto de los emperadores y a la diosa Roma (actualmente ocupan este recinto la Catedral y parte de las calles adyacentes). Esta plaza estaba comunicada con la plaza inferior mediante una gran escalera (conservada delante de la Catedral).

La plaza central, denominada de representación, era el espacio más grande. Posiblemente contaba también con un templo semejante al de la plaza superior; la plaza estaba ajardinada y tres de sus cuatro lados estaban delimitados por un podio elevado cubierto por un amplio espacio porticado que se apoyaba sobre un muro de pilastras (del cual aún se pueden observar muchos fragmentos en la ciudad).

Tras éste portico se alzaba una larga bóveda, de la que se conservan asimismo diversos tramos, que, seguramente, sustentaban una galería superior.

En los extremos de la plaza había unas torres con una escalera interior que daba acceso a los diferentes pisos de la construcción. El Pretorio era una de estas torres.

En otras partes de la ciudad se conservan otras importantes huellas del foro provincial; así, en la plaza del Pallol, se pueden ver los restos de una torre gemela a la del Pretorio en el edificio de la Antigua Audiencia; una bóveda semejante a las del Pretorio y una puerta con un arco de medio punto, que era la entrada a la plaza. Y en la actual plaza del Forum son visibles restos de muros pertenecientes a una de las esquinas del gran foro provincial.

Bóveda inferior del criptopórtico

Bóveda superior

Plaza del Pallol. Puerta de entrada al foro Plaza del Forum

Pretorio

En el lugar descrito, la plaza de representación, las élites de la provincia erigían los monumentos dedicados a los altos dignatarios y estaban los espacios desde los que se administraba la provincia (como el tabularium, o archivo, y el tesoro de la ciudad).

Tanto el recinto de culto imperial como la plaza de representación se construyeron durante la segunda mitad del siglo I d.C., en época del emperador Vespasiano.

El tercer monumento de la parte alta de la ciudad es el circo. Es un edificio alargado con dos extremos semicirculares. Las gradas rodeaban al edificio por tres de sus lados. El tercer lado, situado en uno de los extremos longitudinales, era el lugar de salida de los carros, llamado carceres (en la actualidad ocupado por el Ayuntamiento de la ciudad). El otro extremo del circo era semicircular, y era donde los carros giraban dando la vuelta a la barrera central o spina.

La construcción del circo se sitúa en la época del emperador Domiciano (81-96 d.C.).

Con el tiempo, a mediados del siglo XIV, la fachada del circo se convirtió en parte de la muralla. Esta fachada estaba compuesta aproximadamente por setenta arcos de medio punto consecutivos separados por pilastras. De ellos se han conservado tres en la zona de la cabecera.

Restos del circo. Muralla medieval con la Torre de las Monjas

Las bóvedas suponen una gran parte de la estructura del circo. Están construidas con mortero y pequeñas piedras dispuestas radialmente. Había bóvedas que servían para sostener la plataforma del circo; también funcionaban como soporte de las gradas, que eran inclinadas para que el público pudiese contemplar el espectáculo, y para facilitar los accesos a ellas.

Debido a su condición de capital provincial de la Hispania Citerior a partir del emperador Augusto, la ciudad disponía de dos foros, el foro provincial, que ocupaba la parte alta de la ciudad, y el foro local o de la colonia.

En este foro existía una basílica de tres naves presidida por una sala más grande que hacía las veces de tribunal desde el que el magistrado impartía justicia.

En uno de los lados longitudinales de la basílica se abrían 12 pequeñas estancias, de las que se conservan 9. Son unos pequeños espacios vinculados probablemente a la administración de la ciudad o quizá utilizados como locales comerciales.

Detrás del muro de la basílica se conserva una cisterna.

Se conservan también los restos de una antigua plaza con unas plataformas cuadrangulares sobre las que se habrían instalado pedestales con inscripciones que, probablemente, sostenían estatuas de emperadores.

Bóveda larga Bóveda de San Hermenegildo

Basílica Tabernae

Las calles de la ciudad estaban pavimentadas con grandes losas de piedra, bordeadas por aceras. Bajo el enlosado había una alcantarilla.

La calle delimita todo un lateral de una manzana de casas, tanto del tipo de la domus, como de las insulae. Dentro de las viviendas se han encontrado depósitos de almacenaje y conducciones de agua.

Domus Insulae