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Las venas de la monarquía. Redes sociales, circulación de recursos y configuraciones

territoriales. El Río de la Plata en el siglo XVIII*

Griselda Beatriz TaTfagó

ISHIR-CONICFTUniversidad Nacional de Rosario I Universidad del País Vasco

En el curso de una investigación que comenzó hace ya algunos años 1, se inició

la elaboración de un repertorio de preguntas acerca de las transformaciones que el

siglo XVIII había producido singular y específicamente en el Río de la Plata, particu­

larmente sobre la forma en que el periodo borbónico y las mutaciones que conllevó se habían formalizado en la dinámica política de ese territorio 2.

En el camino de esas búsquedas surgió con fuerza la gestión del vizcaíno Bruno

Mauricio de Zavala llegado a una convulsionada gobernación de Buenos Aires por el

año 1717. En la necesidad de comprender y hmdamentar cabalmente la dimensión

trasformadora que la misma había tenido para estos territorios, se ajustó la lente

sobre infe)rmación que permitiera leer con más daridad cómo se había gestado y pro­

ducido este cambio. La ventana abierta sobre la vida de este hombre nacido en

Durango en 1682, miembro de una familia de antiguos "hijosdalgos de este señorío"

de Vizcaya con una extensa tradición en el gobierno y el comercio con Indias, dispa­

ró la mirada sobre la complejidad de los procesos de configuración de unas élites que,

a diferencia de lo que pensábamos hace un tiempo, no eran radicalmente "nuevas".

Desde un enfóque microanalítico, este trabajo se propone mostrar las densas fór­

mas sociales que se configuraron en el universo de la Monarquía Hispánica en el que

una difundida cultura de la gracia confería sentido a las acciones de los agentes. En

su interior y a resguardo de sus principios, se construía la economía de casa, se tejía

, AgradGco la lectura atenta y Jos invalorables comentarios de mis colegas y amigos Rafael Guerrero l::lecalde, Darío Barriera, Miriam Moricolli y María de Rosario Baravalle

1 La investigación forma parte desde e! año 200[ de diferentes proyectos bajo la dirección del dr .. José María Imízcoz, Departamento de Historia, Medieval, Moderna y de América, Facultad de letras, Universidad del País Vasco.

2 Se deben considerar también los resultados alcanzados en el desarrollo del proyecto de investigación La administración como ftnómeno político: gobierno municipal, actores sociale, y prácticas políticas en una dinámica de larga duración, Santa Fe, 1573-[8}2, Instituto de Investigaciones, SFCyT~ Universidad Nacional de Rosario, llamado 2003-2°°5, bajo mi dirección o la participación como miembro investi­gador de! proyecto la Administración de la Justicia en el área rioplatense: tribunales, jueces, criminales y justicias desde la colonia al periodo de la organización nacional (Ss. XVI-XIX), Instituto de Investigaciones, SECyT~ Universidad Nacional de Rosario, llamado 20°7-20°9, dirigido por D. Barriera.

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(;IUSFT.DA BI:.ATRIZ TARlU\CÓ

la gran madeja de los vínculos positivos y se trazaba la estrategia política de unos gru­

pos familiares tan maleables como sorprendentemente resistentes y presentes en un

tiempo y un espacio extendidos.

En el título de este artículo se localizan claves de su contenido. En la confIgura­

ción tripartita se revela su estructura analítica: una metáfora, un nodo conceptual y

la exploración de un tramo del proceso a través del cual se intenta dar respuesta a las

preguntas que quedaron formuladas en las otras dos instancias.

La metáfora alude al sistema circulatorio del cuerpo humano. Por las venas circu­

la la sangre que va desde los tejidos al corazón, trasladando centrípetamente las bases

de los nutrientes que se transformarán y se redistribuirán a través de las arterias, elo­

cuentemente más visibles. I,a asociación con el sistema venoso se vincula justamen­

te a su carácter más insondable, pero no por eso menos imprescindible: su buen fim­

cionamiento desde los exteriores hacia el interior profundo del cuerpo le permite a

las arterias bombear sangre limpia a todo el organismo.

Sin ánimo de transformar estas cavilaciones en un cúmulo de asociaciones orga­

nicistas, vale el juego reflexivo: las arterias que salían de la Corte y que conformaban

el andamiaje del gobierno regio a escala de monarquía, mal podrían haber sostenido

su capacidad circulatoria y distributiva sin el aporte de esa otra forma de tránsito.

Ambas son en algún sentido lo mismo, ya que al interior de esas élites se reclutó al

personal que ejerció los cargos políticos de los dominios del rey de España. Sin

embargo~ aunque identificadas y dependientes, la dinámica que movía la reproduc­

ción y presencia de éstas en aquél seguía carninas específIcos que hay que trabajar en

un plano de análisis diferente.

El problema de la circulación de personas, recursos, información al interior de

unas redes reconfiguradas permanentemente, trasunta lo dicho hasta aquí ya que

estas establecían una geografía vincular que ordenaba e impulsaba los desplazamien­

tos en un espacio representado con unos límites difusos y en algún sentido, incon­

mensurables o ajenos a la inmensidad de las distancias: la cartografía de la gracia no

conocía de estas cuestiones pero constituía la argamasa con la que se modelaba la

territorialidad de la monarquía compuesta'.

EN LA INMENSIDAD DE LA MONARQUÍA

En el transcurso de al menos dos siglos la familia Ibáñez de Zavala se esparció por

diferentes puntos de la Monarquía Hispánica y experimentó procesos de movilidad

social en una tarea colectiva que tuvo como objetivo primordial construir y fortalecer

3 Véase R. Guerrero Elccalde y G. Tarragó, "La extraña geografía del poder: la gobernación dd Río de la Plata durante el reinado de Felipe V", Vll jornadas de Historia Regional Comparada Siglos XVI a media­dos del XIX, Córdoba, julio dc 2005.

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_I:AS \'ENAS DI:. LA .\10N/\f~n(jíA RH)ES SOCIALr.S, CIRClJLACIÓN DE RLCURSOS y CONFIGURACIONES TERRITORIALr.S

la economía del solar vizcaíno. En.esta clave, la casa no sólo refería a la unidad de

residencia sino también a la red de individuos unidos por parentesco consanguíneo

o político, quienes se identificaban mediante elementos comunes como apellidos,

escudos, cargos o títulos'. En sentido inverso, la economía se ordenaba y adminis­

traba a partir de la hlmilia: era oeconomia y la Casa, el reino de la caridad y de la potestad dominativa '.

La observación se torna viable a través de la "reducción de escala", recurso cien­

tífico difundido y "gesto inmanente al pensamiento analítico" que procede desme­

nuzando un todo en partes "con el propósito de comprender o de explicar las carac­

terísticas de una totalidad". Reducir entonces la escala del sujeto "abandonando la

uni~ad de la sociedad para enfocar relaciones sociales desde la escala de un sujeto

pOSIble y de sus especialidades y temporalidades específicas", todo lo cual constituye

"un conjunto de gestos metodológicos"('. Complementariamente, la reconstrucción

~e ~e~es sociales entendidas corno tramas de relaciones de un individuo o grupo de lllclIvIduos 7 colabora con el análisis al centrar el eje de investigación en lo relacional,

ajustando la mirada en personas concretas y vinculadas entre sí, observando un con­

junto preciso de individuos efectivamente interrelacionados".

La documentación consultada revela un conjunto de prácticas que hacían parte de

una cultura en la que las estrategias del grupo se manifestaron como espacios sociales

de construcción y definición de los lazos necesarios para su configuración y sustento.

El mapa vincular responde a estos parámetros: el océano o la Corte no representaban

un límite y es factible reconocer unas mismas redes a ambos lados del Atlántico cuyos

agentes se sitúan en diferentes posiciones de la escala social o en espacios diversos de

la política, orientando sus acciones a los mandatos de la economía doméstica.

ANTIGUAS FAMILIAS VIZCAÍNAS

La familia Ibáñez de Zavala provenía de antiguos hijosdalgos de Vizcaya, donde

habían dominado cargos políticos del ayuntamiento de Durango y privilegios en la

4 E Chacón ]iménez, A. Lloren<;: Ferrer, "Prólogo .. Más allá de la familia", en F Chacón jiménez, A L1orer~<;: }'crrer (eds.), }'tlmtlta, Casa y trabajo, Universidad de Murcia, Murcia, [997, p 15

) B.A. Uavero'"Anttdora Antropología Católica de la Economía Moderna, Ciuffrc tditore, Milano, 1991, p 16} G D. Barnera, Escalas de observaCIón y prácticas historiográficas. La construcción de horizontes alterna­tlVO~ de investigación", en G, Dalla Corte et alii, (coords.), Homogeneidad, diferencia y exclusión en

_ Amenca .. Encz:entro-debate Amenca Latma Ayery hoy, Universitat de Barcdona, Barcelona, 2006, p .. 20,

; E Rec~uCl1a Santos, Andlilis,de red:s ~7ciales. Or~ge?,es, teorías y aplicacionC5, Centro de lnuestigaciones ,'lOuologuas, Madnd, 2003, Colccclon MonograEas, rL o 193.

R 7. .. M~utoukias, "Narración y análisis en I,a obs~rvación devínculos y dinámicas sociales: el concepto de red personal en la ¡listona soual y economlca , en M BJerg y H. Otero (comp.), inmigración y redes wcu¡{es en la Argentma modernrl, TandIl, 1995

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GRISELlH BEAtRIZ T-\RRM;Ó

Iglesia, desde comienzos del siglo XVII por lo menos 9• La intervención sobre estos

campos se comprende en e! marco de unas representaciones de! poder y de sus obje­

tivos que implicaba que toda actividad administrativa estaba sometida a la jurisdic­

ción. En otras palabras, que toda actividad de poder se dirigía a resolver conflictos

entre diferentes esferas de interés, para lo cual su objetivo era hacer justicia, y situar

a cada cual en la posición que le correspondía, por lo que ejercer el poder capacita­

ba para juzgar y estar sometido al poder no significaba sino estar sometido al juicio

del otro la. El autogobierno componía a estos patrones en los guardianes y ejecutores

del "bien común" y de! "buen gobierno", en los señores de hecho y de derecho de la

comunidad, posición que sustentaron y ampliaron no solo en el campo de los hono­

res, sino en el de un patrimonio arraigado en caseríos y e! comercio. Esta posición se nutrió también de otros atributos, como los hábitos de ()rdenes

Militares. La cruz de caballero en e! pecho fue un honor buscado durante los siglos

XVI al XVlll". El ennoblecimiento por servicio abrió la puerta para llenar las aspira­

ciones de prestigio de algunos sectores de la sociedad antes marginados de tales posi­

bilidades 12. La entrada en una orden consolidaba el ascenso social y eliminaba cual­

quier duda sobre el origen. El hábito plasmaba, además, la necesidad de dar muestras

externas de rango social u. Nicolás Ibáñez de Zavala (padre del gobernador de

Buenos Aires) 1\ era caballero de Calatrava. Le siguió su hijo natural Pedro de Zavala,

9 ron las elecciones para alcaldes, regidores y procuradores habían sido elegidos varios miembros de la bmilia: en 1602, el dr Juan Ibáñez de Churruca, en 1618, 1622 Y 1(>28 e! licenciado Martín de Zavala, en 1652 Juan de Coliz, en 1671 y 1684, Nicolás ILííícz de Zavala, en 1673 y 1680 Martín de Cortázar, y en 170T Bruno Mauricio de ZavaLL La Iglesia constituyó también un ámbito en e! que incursionaron Así, Juan Ibáñez de Zavala (tío de Bruno Mauricio) había sido comisario de la Inquisición, vicario de 'Iavira y Ochandiano, bcndiciado de las iglesias unidas de la villa de lúira y de la Real PlasLllcia mien­tras Juan Antonio de Zavala (medio hermano) fue beneficiado de la Villa de Durango,

10 A.M, Hespanha, La (7mcia del derecho Economía de la cultUrtl de la tdad Moderna, Centro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1993, p. 66

11 Fl Campos, "De la Orden de Caballería a las Ordenes Militares", en FJ Campos (coord.), Lux Hisp,miarum !estudios sobre las cJrdenes Militares, Real Consejo de Ordenes Militares, Madrid, 1999, pp ,2-)3

12 M.J. Álvarez-Coca Conzález, "1 a concesión de hábitos de caballeros de las ()rdenes Militares: procedi­miento y reflejo documental (s, XVI-XIX)", Cuadernos' de HiItoria Moderna, n.O 14, Complutense, Madrid, 1993, PI" 277-297,

13 M., Reder Cadow, "La Ordenes militares en América", en FJ Campos, (coord), úp cit., pp .. 397-423 14 Nicolás Ibáñez de Zavala fue bautizado "En Treinta y una días dclmes de Henero de mili seiscientos y

veinte y nueve años yo el Ba.er Pedro Ortiz de Vernaespilla cura y beneficiado deesta Va. Babtise a Nicolas de Zavala hixo del Liz,do Martín Ibáñez de Zavala Alcalde ordinario deesta dha v'a y de D a Águcda de Churruca su lexitima mU.er, nieto por parte paterna decl Liz,do Martín de Zavala y D ,a Maria Ochoa de Ibarra y por la materna dee! Do.r Juan Ibáñez de Churruca y D.a Maria Ochoa de Olano siendo padres de pila Bartolomé deolano y D a Martina Saenz de I:\edia mU,er del Doc.r Olano y en fee decllo fitme" Archivo Histórico Nacional, AHN, Madrid, Calatrava, exp, 1.272, año 170I, Bruno Mauricio de Zavala.

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LAS \'1::1",\5 DI:. L\ MONt\IH~ui:\ REnr-.s SOCIAI.f.') CIRCCJ.AUÓN DE RT-.CC'RSOS), CUSHCuRAClONES TFRRrlORIALI::.S

veterano de las guerras de Handes-y Caballero de Santiago h. Es él quien presenta la

genealogía de la familia y propone a su medio hermano Bruno Mauricio como pre­

tendiente de Calatrava en 170r. En las relaciones que se construían desde la casa operaba la correspondencia social

entre beneficios expandiendo la graciosa distribución también en e! campo de lo

político y la Corte 1(,. Así, el primo Pedro de Zagasta y Zavala ejercía una relación de mediación 17 con sus parientes vizcaínos 13. Su patrón era e! cardenal Portocarrero 19,

personaje clave para que Carlos II dictaminara en su testamento la sucesión de! trono

de los Borbones JO•

El paisano y fllturo pariente Juan de Velarrinaga, testigo de la fundaciólI del pri­

mer mayorazgo de Nicolás Ibáñez de Zavala en 1677, era por entollces "escribano

de su Majestad"21. El primo José de Bengolea quien será e! heredero de las torres de

Bengolea, Uriarte y Yar7a, así como las tierras y caserías de Lequeitio,

Guizaburuaga, Durango, La Puebla de Arganzón y Villanueva de Oca, también era

lj AHN, Madrid, Calatrava, exp, 1272, año 17OT, Bruno Mauricio de 7ava\;¡ 16 B A Clavero, Antzdom, Antropología católica. , PI' 100-I05 L Nicolás reconocía que I orenzo de los I Ierreros (olecreros), Caballero de Santiago, le debía 1.300 pesos

plata "que hube dado y prestado por mano del Doctor Dn Pedro de Zagasta y Zavala Secretario del emi­nentisimo SeÍlor portocarrero y canónigo dela Santa Iglesia de lüledo [ ]" Testamento de Nicolás lbáñez de Lavala, en Archivo de la Real Chancilería de Valladolid (AReV), Sala Vizcaya, caja 2466.0001, pleito por el mayorazgo fundado por Antonio de Ibarra y Nicolás Ibáñez de Zavala

13 Véase al respecto J.M, [mÍzcoz y R Guerrero, "Familias en la Monarquía. La política familiar de las eli­tes vascas y navarras en el Imperio de los Borbones", en J M, [mízcoz (diL), ({l5tI, Familia] Socied"d (País Vasco, España] AmériCfl, siglos xY-XJx), UPV, Bilbao, 2004, "Una política familiar consciente y esta­ble", PI' 187-189;] M. Jmízcoz Beunza, "El patrocinio familiar Parentela, educación y promoción de las dites vasco-navarras en la Monarquía borbónica", en F Chacón Jim<'nez y J. Hernández Franco (coords ), Fimzilúls, poderows] oligarquías, Murcia, 20OT, p. 97

1) El 1 de enero de 1679 había compadecido e! licenciado Juan Ibáñe7, de / avala, comisario del Santo Oficio, arcipreste de Durango y su distrito, vicario de T'lvira y Ochandiano y beneficiado de las iglesias unidas de la villa y de la Real Plasencia de las Armas, siendo testigos el alcalde y juez ordinario de la villa de' [avira de Durango, Juan Manuel de Esterripa, el abogado Jos<, de Unda y Mallea y e! vecino de la indicada villa Gabriel de Abarrátegui, ante el escribano numeral Domingo de Latatua, y dejando constancia: " que por el amor y devoción que profesaba a la parroquial de Santa Ana, donaba (y donó) el cuerpo Santo y la sangre y reliquias de santa Aurelia Vitalia con su auténtica, procedente de la dona­ción que le hizo y remitió el doctor Pedro de Sagasta y Zavala, mi primo presbítero, teólogo, confesor y secretario de! eminentísimo señor cardenal Portocarrero, para que sean de la dicha iglesia de Santa Ana, a cuyo favor transfiero y renuncio cualquier derecho y acción que me pueda lOcar y pertenecer" Por ese tiempo, e! tal primo ya habb pedido y suplicado a la diócesis de Calahorra que le permitiesen la colocación de esta reliquias en Santa Ana, E. Labayru y Coicoechea, "Historia general de! señorío de Bizcaya", t .. V, en La Gran Enciclopedia Vasca, Bilbao, 1967, p, 497

lO Tuvo una actuación muy influyente en los primeros años de! reinado de Felipe V Según Rafael Cuerrero las posiciones favorables de los vizcaínos en la corte habrían tenido un ascendiente muy fuer­te en la acción de! cardenal R. Guerrero Flecalde, Las élite> vareas en el gobierno de la Monarquía Redes de poder] hegemonía en la Monarquía borbónúa (siglo XVl1f) Tesis de doctorado, 2010.

21 Mari Ibáñez de Velarrinaga era la abuela paterna de la que sería su esposa en 1680, Cathalina de Gortázar y Goliz, a quien desde temprana edad mantuvo resguardada en e! convento, sosteniendo eco­nómicamente a sus padres también, por lo que e! parentesco a futuro ya estaba establecido por enton­ces con este primo político" ARCV, Sala Vizcaya, caja 2466,000I, pleito por e! mayorazgo fundado por Antonio de Ibarra y Nicolás Ibáñez de Zavala.,

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CRISELDA B.r:.AJ"fUZ T\RRACÓ

militar, ferrón y servidor en la Corte y en los años sesenta se desempeñó como cón­

sul de la Casa de Contratación de la ciudad de Sevilla. Ambos serían una pieza más

del engranaje que ayudaba a que circulasen con mayor fluidel los dones entre la Corte y la Casa.

Con Felipe V ya en el trono, la familia gozó del patrocItllo del primo Pedro

Villarreal de Bérriz 22, señor de la Torre de Uriarte 21

• Se ocupó especialmente de la

carrera de Bruno Mauricio en la instancia de solicitud del hábito de Calatrava y en

su formación militar, ya que aquél acudió a la campaña de flandes entre 1701 y '7°4

bajo el mando de Juan de Idiáquez, un hombre clave del nuevo régimen 24, pariente de Pedro Bernardo y amigo de la casa en gestiones diversas.

Estas prácticas se sostenían en una política de enlaces con otras hmilias del seño­

río. Las mismas se habían configurado como una herramienta flmdamental en la

f~íbrica de vínculos permanentes dentro de grupos informales orientados a la preser­

vación de los espacios de poder y a la previsión de la incertidumbre". Todo lo cual

implica pensar la estrategia en clave de construcción, no exenta de conflictos y dis­

continuidades, y cubriendo una gran cantidad de comportamientos a veces contra­dictorios"".

Habían sido practicadas con asiduidad dando lugar a una amplia red de parien­

tes quienes activamente se relacionaban a partir de intereses comunes y de una forma

antigua de tráfico social que suponía una "correspondencia amistosa". Martín de

Zavala y Águeda de Churruca y Olano se habían casado el 30 de noviembre de 1616

frente a toaa una sociedad que con su convalidación, refrendaba aquel orden que era

su fimdamento 17• Nicolás Ibáñez de Zavala tuvo a su hijo natural Pedro con Mariana

u E. Ruiz de A7.úa y Marrínez l'zquerecoechea, Pedro Bernardo Villarreal de Hérriz (1669-I710) Semblanza de un vasco precursor, fundación Juanello Turriano/Fditorial Castalia, Madrid, 1990,

JJ Archiv~ de la, forre de Uriarte (ATU), Lequeitio, Vizcaya, Cartas de Pedro Bernardo con sus parientes de Arnenca; CorrespondenCIa con Bruno Mauncio de Zava!"

24 Véase R. Cuerrcro Elecaldc, y G '1arragó, "Los hilos del poder: vínculos políticos, sociales y de paren­resco en la elección de un gobernador para el Río de la Plata (17°0-1735)", Ponencia presentada en las IV Jornada! Nacionalrs de Historia Moderna y Contemporánea, Universidad Nacional del Nordeste, Facultad de Humanidades/Departamento de Historia, Resistencia, 15, 16 Y 17 de sctiembre de 2004- el fututo gobernador se describía por cntonces como "Don Bruno Mauricio lbáñez de Zavala, alférez coronel del tercio de n, Juan de Idiáquez en el ejército de Flandes, donde actualmente está sirviendo y ha reSIdIdo S1l1 haber reSIdIdo en Indias, pretendiente del hábito de Calatrava de que SM, le tiene hecha la merced, natural de la villa de Durango," AHN, Madrid, ()rdenes Militares, Calatrava, exp, 1.272, año 170I, Bruno Mauricio de Zavala,

2\ ].M" lmízcoz Beunza, "De la comunidad a la nación: élites locales, carreras y redes sociales en la España Moderna (siglos XVII-XIX)", en 1M Imízcoz BeulIZa (dir,), f'lites, poder y red social las élites del País VtlrCO y Navarra en la ~dad Moderna, Bilbao, Universidad del País Vasco, 1996, l' 31.

16 ?o~,re esta discusión vé~se)-E Zúñiga, "Clan, parentela, familia, individuo: métodos y niveles de an:í-1~:ls , en Anuano de11EH5, n,o 15, Ulllversldad Nacional del Centro/Tandil, (2000), 1'1'" 51-60,

27 SIendo testigo Barrolomé de Echaburu cura y bendiciado de Irur7.a, el LiLdo Duda Coitía Martín Axpe Orbezu l ,,] yen 17 dias del mes de Henero de 1617 cn la iglesia parrochial de Sta Ana deesta dha

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LAS V1:,NAS DE. LA \10NARQ1,ÍA REIH.S SOCIALr.S, CIRCULACIÓN 01:, IU.:.CURSOS y CONrICURAClONES TERRITOIUAL1:,S

de Argarain, nativa de Lima, pero' hija de Juan y María de Churruca, naturales de

Ascoitia 78• Desposó más tarde a su sobrina Cathalina de Cortizar Coliz, hija de Juan

López de Cordzar y de María de Coliz, a quien tuvo a cargo en el convento de Salita

Susana hasta su casamiento, al igual que a sus padres hasta que murieron 29. Catalina

no llevó dote al matrimonio'" y descendía de la Casa de Cortizar de la anteiglesia de

San Hemeterio y Caledonio de la Revezúa y de la hmilia Goliz, ambas del Señorío 31.

Por esta vía, la familia se emparentó con los Bengolea/Villarreal de Bérriz, seño­

res de la 'Jarre de Uriarte en Lequeitio, Vizcaya. Su fundador, Hernán Pérez de Yarza

había sido militar al servicio del emperador Maximiliano y gentilhombre de la

Cámara de Carlos 1. Sus descendientes se dedicaron tanto a las armas como al comer­

cio con Indias lJ • A principios del siglo XVII Hernán Pérez de Bengolca casó con

María de Churruca y OLmo, hermana de Águeda, hijas del doctor Juan Ibáñez de

Churruca y de su segunda esposa, María Ochoa de Olano y Bedia. De ese matrimo­

nio nacieron Joseph, casado con Mariana Inarra Eguiguren; Juan, desposado con la

limeña María de Zavala y de la Maza Urquizu; Silverio, con varios hijos naturales en

Va bele a los dhos Liz.do zavala y a n,a, Águeda de churruca, siendo Padrinos rrnan Perez dc Veingolea y D.a, Mari Beltrán de Unda muxer del Doctor Atucha, testigos Pedro Abada de (;auregui, Caspar de Echaburu Martín Saenz de Arriaga y otros Vos de la dha Va,-" AHN, ()rdenes Militares, Calatrava, exp. L272, año 170l, Madrid, Bruno Mauricio de Zavala,

2S AHN, Madrid, Ordenes Militares, Santiago, exp, 4024, Pedro lbáñez de ¡avala, 2') Del 14 de abril de 1685 data el testamento de Nicolás lb:íñez de Zavala, formalizado en Durango ante

Domingo de Latatúa "Escrivano del numero de esta villa" Los testigos de este acto filfldamental flH'ron todos vecinos de la Villa: el Licenciado Domingo de Luzuriaga, el Presbítero Juan Manuel de Estcrripa, Anronio de Arbaiza, Francisco de Zavala, Juan de Arandía, Juan de Soloa, Martín de Malaxveitía, Testamento de Nicolás Ibáñez de Lavala, en ARCV, Sala Vizcaya, Caja 2466 0001, pleito por el mayo­razgo fundado por Antonio de Ibarra y Nicolás lbáñez de Zavala"

JO Nacida el 22 de abril de 1655, y hautizada por "el Liz do AntLo Ochoa de Garai Comisario del santo oficio de la Inquiss.on, cura y beneficiado de las Iglesias unidas desta Villa y Arcipestre dc Durango y su partido babtize a Catalina hixa de Martín de Gortázar y D.a., Ana María de Coliz Estrataechea su leximitima mu er, nieta por paterna de Martín de Cortazar y Mari Ibáñez de Belarrinaga y por la mater­Ila de Juan de Coliz tstrataechea y Fancisca dc Lavala y MendioIa, siendo padrinos el 1 izen ,do Joachin de Ercilla cura y BenefIciado deellas y D a .. Magdalena Copaguiz l j", AHN, Ordenes Militares, Calatrava, Expediente 1272, año 1701, Madrid, Bruno Mauricio de Zavala,

il "En zinco dias del mes de julio de 1659 años yo el Liz,do Antt.U ocho de Garai cura y benefIciado de las iglesias unidas de la dha Va comisario del Sto ofizzio y Arcipestre de Durango y su distrito havicn­do primero precedido las tfeS moniziones y proclamas quc dispone y mandna el Sto conzilio de trento en tres di as festivos y haviendo conocido el mutuo consentimiento y no pareciendo y su pedim,to lcxi­timo cassc y desposse por palabras de press"te a Martín de Gortazar y D"a., Anna de Goliz en la cassa de Juan de Coliz Estratachea sup.,dre,-y en seis dias del dho mes y año en la iglesia ma"or y matriz S.a, Maria dela dha Va bele y dilas bendiciones nubziales alos dhos Martín de Gortazar y D.a. Ana de Goliz y los padres del fueron Martín de Cortazar y Mari Ibáñez de Velarrinaga dela v.a., dela Rabezua y los padres de ella Juan de Goliz y D ,a, fran.ca de Zavala V.os de esta Va, a todo lo qual fueron testigos los Liz,dos Antt.u ocho delorriaga y Antt .. o Abad de Landacta y Fran .. co de Alcudlas [ ,r, Al-IN, Ordenes Militares, Calatrava, exp, 1.272, año 170I, Madrid, Bruno Mauricio de Zavala"

32 E. Ruiz de Azúa y Martínez E7querecochea, D. Pedro Bernardo Villflrreal de Bérriz (1669-174°) Semblanza de un vasco precursor ,PI" 56-67,

- 183-

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GRISELDA Bb\TRIZ T;UUtAGÓ

Lima, quien contraerá matrimonio en 1674 con su sobrina carnal Catalina Josepha

(hija de Joseph). De ese matrimonio nacería María Rosa Bengolea, futura esposa del eminente Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz.

Los hermanos Bengolea eran primos hermanos de los lbáñez de Zavala, pero este

hecho por sí solo no significaba que se tratara de una "relación positiva" por defini­

ción. Resultaba necesaria la puesta en valor por parte de los actores. Así lo hizo

Nicolás en la fundación de su primer mayorazgo de 1677, cuando estableció el orden

sucesorio que comenzaba con su hijo natural Pedro y terminaba con "los hijos y

des en dientes legítimos del General Dn Juan de Bengolea mi primo hermano por el

amor y cariño queletenido l ... r. Juan era general de la Mar del Sur y se había casa­

do en 1651 con la descendiente de un linaje limeño con origen en el duranguesado.

Como se verá, el dinero enviado por aquel a su madre desde Perú, había llegado por

la vía de Joseph de Bengolea. En el acto por el cual su hija Catalina instituyó el

vínculo sobre sus posesiones en la Casa y Torre de Uriarte el 26 de junio de 1684, uno de los testigos fÍJe "el Governador don Nicolas Ybáñez de Zavala" 3l.

Juan Bautista de Barasorda, importante productor y comerciante de hierro del

duranguesado, se casó con Josepha lbáñez de Zavala después de enviudar de Josepha

de Orueta y Zeazaga 14. De ese matrimonio anterior habían nacido Josepha, Antonio

radicado en Sevilla y Andrés de Orueta y Barasorda en quien se habían gastado "lar­

gas cantidades" Ji y que alcanzó el obispado de Valladolid en 1707, siendo ordenado

en 1708 y.ocupando el cargo hasta su muerte en 1716.

Martín de Zavala e lbarra entregó a su hija Josepha al paisano Barasorda pero no la dotó para su matrimonio. Ese aporte lo hizo el espos03(' lo que echa un manto de

33 E. Ruiz de Azúa y Martínez Ezqucrccochea, D Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz (¡ÓÓ9-I 74 0 ).

Semblanz.a de un vasco precursor .. , PI' .. 58-59 54 ARCV, Sala Vizcaya, caja 1257 .. 0002, Andrés de Orueta c Insta, Juan Bautista de Urquizu, dc Durango,

Catalina Inés de Zavala, 1727h727, El reintcgro del vínculo y mayorazgo que fundó Josefa de Oructa l) Alcanzaban los 14 .. 81J..109 maravedís. 36 "Loseguudo qued dho Capitán DnJuan Bauta de Bar:1sorda, y D:1 Joscpha Ibáñez dcLavala fueron casa­

dos y velados a la ley y Bendición de la Santamadrc iglesi:1 Romana=y nos consta quc cntre los susod­hos huviese havido Escriptura publica dccontrato dotal, sino qUCCIl un libro quettiene por numero sobre su cubicrta de pcrgamino, numero tres a folio ciento y vcinte y uno ay un memorial y declaración echa por el dho Capitan Dn Juan Baup.ta de Barasorda firmada dclsllSo dho y dda dha Joscpha y Bañez dc Lavala su mugcr y deotras pcrsonasquc schallaron prcscntes antte el dho Pedro de Bajaran como Escribano en veinte y uno de Jullio de mill y seiscicntos y cinqucnta y quatro, y enella dizc queel susod· ho fue en Estedía a la hermita dcSan Roquc junto a la dhavilla de Durango dondc hizo zedula a la dha da Jospeha y Bañes dezavala de casarse conella y dotarlas en dos mill pesos dcplata sobrcviviéndole dcn­lasusdhas y yqucste dia la trajo desde la dha Hermita aezta dhamia su cassa yddia siguientc yeldia siguiente qucdespachó alogroño por lizensi:1 para casar y velarse conunaptocalma FI Domingo dos de Agosto habiéndose dado Enlas iglcsias Palrochialcs ddas dhas Villas de Durango y Bilbao fueron Velados l· .. ] Yquetcnia por Capital desus vicnes y traya para el dho matrimonio dicz y siettemil y sete­cicntos y treinta y nucvc ducs y ocbo relaes de moneda devellon y de ellos l .... ]", ARCV, Sala Vizcaya, caja T257 .. 0002, Andrés dc Orueta e Insta, Juan Bautista de Urquizu, de Durango, Catalina Inés de Zavala, 1727h727, FI rcintegro dc! vínculo y mayorazgo que fundó Josefa dc Orueta.

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LAS \'EN:\S ])E LA ~10NARQcíA R.l::DI::S .'>OClALES, CTRClIL:\UÓN Dr. RECURSOS y CONFH;UR,\CIONES TERRnORIALES

presunciones sobre implícitos acuerdos entre yerno y suegro, sobre negocios presen­

tes y futuros, y sobre compensaciones por venir, como se verá. Entre sus disposicio­

nes testamentarias estableció la mejora del tercio y del quinto para su hijo Joseph de

Barasorda y Zavala\7 mientras su otro hijo Juan Vicente fue destinado a la Iglesia3".

El vínculo reconocido sólo se entendía inmerso en el amor y la caridad familiar

que también significaba confianza y demandaba reciprocidad. Sin embargo esta no

siempre llegaba como respuesta a la relación establecida. La historia de la familia está

plagada de situaciones en las que ese camino falló. frente a ello los agentes debieron

emprender algún atajo: de eso dependía el sustento de la Casa. En esas acciones se

comprende el carácter construido de toda estrategia a la ve? que se manifiesta la capa­

cidad de generar estructuras de esa construcción permanente.

En este sentido, no solo eran importantes los enlaces como parte de esas prácti­

cas. Tunbién lo fÍJeron las decisiones tomadas por los jefes de la Casa sobre el cua­

dro de roles familiares que sugieren la ejecución del diseño de una política familiar

bastaIlte común 39. Al emparentamiemo le seguían otras decisiones también estraté­

gicas cuyo objetivo primordial era imprimir una dirección a la circulación yal flujo

de tlvores y que no eran sino un eslabón más en esta extensa cadena de providencias

y previsiones. Así fue que en 1632 Martín de Zavala e Ibarra y Águeda de Churruca

y Olano habían emitido una disposición por la que podían elegir heredero. En esa

fecha, Águeda nombró a Nicolás Ibáñe7 de Zavala heredero con mejora del tercio y del quinto, quedando excluidos sus hermanos "0.

j, Los bicncs con los que se formó, fueron el molino de f'ortazarra de dos ruedas de moler con sus herc­dades, la casa y casería de Zubiaur con todos "sus pertenecidos" de ticrras y heredadcs de pan sembrar, manzanales y c:1stañales, sitos en la Anteiglesi:1 de Basigo de Baquío, la casa en la en la calle dc Santa M:1rÍ:! "desta dhavilla donde :11 dho difunto Vivía dealto abajo conttod:1s sus enrrradas y Salidas y demás servidmbres y laguerta queestá peganre enladh:1Calle de Santamaría todo ello congravamanes devínculo y Maiorazjo, y con llamamiento del subvenciones aél= ..... y:1 tambien la buerta questá pegan­te a las casas amiores que son de los hixjos dd dho primer m:1trimonio que la hubo dho Capitan Dn Juan Baup.ta de Barasorda del Capitan Dn pedro de Ariz y Vettendona por via de compra con facul­tad Rcal dc su Mgtd", ARCV, Sala Vizcaya, caja 1257.0002, Andrés de Orueta e Insta, Juan Bautista de Urquizu, dc Durango, C:1talina Inés de Zavala, 1727h727, FI reintcgro del vínculo y mayorazgo que fundó Josefa de Oruera

lB Fue a cstudiar a la villa de Castro en la casa de Nicolás de Ampuero, para luego prcscntarse en la ciu­dad de Logroño en la oposición para conseguir el beneficio de la villa de Durango, y en el acto dc con­c1usioncs en la villa de Castro LJnlialcs.

" "El sistema familiar mayoritario en el mundo rural vasco-canr;íbrico cra el de la casa troncaL Un here­dero o heredera tomaba la sucesión de la casa, micntras que el resto dc los hijos podían quedar como soltcroncs en ella, entrar por matrimonio en otras casas del entorno, o salir a mcdrar afuera .. La elección del heredcro no venía dada por el sexo o por la primogenitura, sino que dependb dc la e1ccción de los señores de la casa, algo quc convcndría tener en cucnta a la hora de empicar las expresiones castellanas establecidas por mayorazgos y segundones que utilizamos habitualmente" .. J M. Imízcoz y R .. Cuerrero, "Familias en b Monarquía. La política Euniliar .. ", p .. I87

·jll Flliccnciado Juan Ibáñcz de Lavala; el capitán de Caballos Corazas Silvcrio dc Zavala; Antonio Ibáñez de Zavala, capitán de Caballos Corazas y sargento mayor dc! f< jército del reino de Chile; Josepha de Lavala; Marb dc San Nicolás de Zavala.

- 185 -

Page 9: Tarrago en Imizcoz 2010

GRISELDA Ih:.ATRIZ·' ARRACÓ

Por entonces Nicolás se encontraba "en el Reyno del Perú de Indias en servicio

desu Mag.d [ ... ]", desde donde envía algunas remesas a su madre"l. Una parte

importaJJte de ese capital se destinó a la paga de censos, deudas y obligaciones y

mejora de los edificios, tierras y heredades en los términos de Vitaño y en los de la

Villa de Eybar. En las mismas instancias construyó las Casas Principales de Echesuria

[Casa Blanco] y las de Urquiaga y otras de la Villa y su jurisdicción. La economía de

la Casa prosperaba al calor de recursos que circulaban desde y en la inmensidad de

la Monarquía; la familia constituía e! espacio acreditado de la caridad, a través de las

maneras naturales que la articulaban como la reverencia, el obsequio, la correspon­dencia y la amistad 42.

Nicolás Ibáñez de Zavala había fundado mayorazgo en dos oportunidades: una

en 1677, y otra en 1685 anulando la anterior. El primero se había instituido en

Madrid en marzo de ese año y por entonces sólo tenía hijos naturales y era soltero.

La línea de descendencia comenzaba entonces con su hijo natural Pedro y los demás

varones, luego en sus hijas Cathalina y Ángela Silberia, y por último con Juan de

Bengolea y sus hijos. Al morir su madre en febrero de [679 "abintestato" recibe la

nueva que parte de los bienes"' estaban atados al vínculo y mayorazgo nlf1dado por

Antonio de Ibarra, su tío bisabuelo de! consejo de su Majestad, oidor de la Real

Audiencia de la Plata en e! rei no de! Perú 44, de lo cual no se había ano ti ciado "por

haber salido desta dha Villa en hedad de treze años para las partes de Castilla,

Andalucia y Indias hasta que llegué al cavo de veinte y ocho años y mas aella [ ... ]".

Pide e¡;tonces que se aumente por lo que agregó, fundando un nuevo mayoraz­

go en 1685. Fntre los bienes vinculados incluye un Cristo Crucificado de Naranjo al

que le tiene especial devoción "y lo he traido en mi compañía en e! discurso de mas

de veintinuebe años en todas mis peregrinaciones de mares y Reinos [ ... ]". Después

de muchos años, este hombre maduro, curtido en múltiples empresas, vuelve a la

casa y a su pueblo. En esta suerte de reposo del guerrero, su posición lo habilita para

concertar e! matrimonio con una niña de su propia sangre. De esta fórma, él tam­

bién rediseña una estrategia redundante, pero no por eso menos efectiva. Procrea a

sus hijos legítimos, Bruno Mauricio, Juan Zacarías, Rosa María y Catalina Inés

de Zavala e Ibarra; fimda e! mayorazgo en su tierra natal para perpetuar la línea de

sucesión y la integridad de lo bienes conseguidos, pone sus mejores esfuerzos en la

11 22 .. 000 pesos en reales de plata (de los que quedaron 1+.94R pesos), y 30 .. 000 ducados que llegaron por la vía de su pmno Joseph de Bengolca y por el vecino de Cádiz, Fernando Díaz de Medina

" B.A Clavero, Antidora. Antr0l'0logírl (atólicrl., , 1991, p r6r ,B SUS casas principales de Echesuria con todas sus tierras, las casas de la villa, excepto la de Urquiaga, las

casas y caseríos de VitaÍÍo, todos los bienes níces de huertas, heredades, manzanales, castaÍÍales, mon, tes, robledales y jaraks de la villa de Eibar,

44 Por disposición hecha en Perú el 19 de mayo de 1617, e inscripta en el Registro de Escrituras de San Nicolás de Orosqueta,

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LAS Vr.~AS DE 1..\ MONARQUÍA. RJ:.DES SOCIAI.ES, ClH.CtiI.AUÓ." Dr. RECURSOS y CONFIGUlv\CIO~1::S TERRITORIAL1::S

carrera del primogénito, casa a su; hijas con paisanos de buena posición. Pide ser

sepultado en la iglesia parroquial de Santa Ana del Señorío "con mi manto capitular

en forma de cavallero profeso desta dha villa [ ... ]", en sepultura propia "pertenecien­

tes aestas mis casa pr.les de echesuria [ ... ]", donde estaba enterrado su padre Martín Ibáñez de Zavala e Ibarra".

El orden de sucesión manifiesta el orden de la Casa: Bruno Mauricio "y sus hijos

legítimos nasidos en IexÍtimo matrimonio prefiriendo los barones alas embras y entre

los barones ayan deterner en la mesna preferencia a los maiores de hedad de los

menores [ ... ]"; Juan Zacarías; Rosa María; Catalina Inés. Determina además dos

órdenes de sucesión accesorios, en caso de que el anterior se extinguiera. Primero,

sus hijos naturales Pedro, Martín, Nicolás, Catalina y Ange!a Silveria, excluyendo a

Antonio al que no le corresponde por ser sacerdote. El siguiente orden de sucesión

contemplaba al capitán de Caballos Corazas Silverio de Zavala e Ibarra, a Josepha

de Zavala e Ibarra, casada con e! capitán Juan Bautista de Barasorda, al general Juan

de Bengolea y María de Zavala su mujer. Ese orden es fruto de una cadena de deci­

siones que no se han tomado de fórma refleja. 'lrasunta esa cultura de la que todos

participan, pero también es consecuencia de unas acciones fruto de la experiencia,

de la trama social resultante y de un patrimonio que requiere de aumento y de pre­servación.

La genealogía y con ella, la red familiar, se amplia y penetra espacios yestamen­

tos: la Iglesia, las armas, la educación, e! comercio, la Corte. Reconoce a Antonio,

Pedro y Martín de Zavala e Ibarra, hijos naturales, cuya madre fue Ana de Argarain

"siendo ambos libres de matrimonio"; Nicolás de Zavala e Ibarra, cuya madre file

María de Larrea, natural de Durango; Catalina Ibáñez y Ange!a Zilberia Ibáñez de

Zavala, cuya madre fúe Ana de Huéscar "mujer noble", siendo solteros, "que al pre­

sente reciden en la ciudad de Lima de! dho Reyno del Perú en indias [ .. ]" Dice que

ha gastado mucho en ellos, especialmente en e! Bachiller Antonio Ibáñez, y esto lo

hizo "para que asendieren a puestos mayores y los rubiesen para poder pasarlo con

lucimiento y onorando a los demas mis hijos y parientes l ... r.

.j" Una larga lista de limosnas a un amplio panteón de santos, espejan la piedad apropiada para un hidal­go ~abal!ero m.Jll~ar:. S3.nl1ag(~, san AntonIO" s;!nt~ Segovla, imageI~ de N_~I<:.st[a Sefi~ra dd Rosario, sita en San ledro, mugen de La Soledad de la Ca/radIa de Santa VeraCruz .. CUIda tambIén de su alma con­ve~llentemente, ordenando misas en la ermita de San Jorge el día I u de navidad, el día LO de Pascua, DJade Resurrección, Uía de los finados dedicadas a san Miuud Arcángel, "la del Anoel de mi ouarda I I ¡ S ¡ l J" S B' - b "b e 'la (e : an . ~,an ... ,. an enIto, San Bernardo, "Mis patrones" San Nicolás de Bari, San Nicolás

de Tolcntlllo, Santo Domingo de Guzm;ín, San Vicente Ferrer, San Francisco, San Antonio de Padua San Mauricio, San Agustín, San Ignacio, San Francisco Xavier, San Juan de Dios, "de la Vendita Sant;; MaríaMagdalena", Santa Catalina Virgen, a los "martires" Santa Ynes, Santa Gertrudis, Santa Bárbara, Santa Il;eresa de Jes~s, Santa Agueda, Santa Ursula, "con las onze mil vírgenes de nna SeÍÍora Santa Ana el ,ha de todos Santos [ j",San Esteban Mártir. ARCV, Sala Vizcaya, caja 2466 .. 0001, Pleito por el mayorazgo fundado por Antolllo de Ibarra y Nicolás Ibáñez de Lavala

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Page 10: Tarrago en Imizcoz 2010

CIUSbLDA B.l:..t\TRIZ T~\lZHJ\CÓ

Pide por sus hijos pequeños "y porque me asiste toda confianza en la fidelidad y

cristiandad el dho Licenciado Dn Juan lbañes de Zavala y lbarra mi lex.mo herma­

no comisario del Santo Oficio que como tal "poserpia" causa de Señor y por el Amor

y cariño particular con que nos hemos profesado y profesamos y lo que he reconosi­

do tiene a mis hijos menores y sus sobrinos lexítimos l ... r. Suplica también por

ellos a Domingo de Atocha, caballero de la Orden de Santiago, y su mujer Theresa

de Zurreta y Echavarría "mi prima" y al dr. Nicolás de Zubía, "mi sobrino". Nombra

por sus albaceas testamentarios "por el Amor que les he tenido", al licenciado Juan

¡bañes de Zavala y Iban a, su hermano; a Domingo de Atocha y Theresa de Zurreta

y Echavarría; a Nicolás de Zubía; Joseph de Arbayza y Olano su tío; Antonio de la

Cuadra; Domingo de Latania (escribano); Sebastián de Arria, Caballero de Santiago,

"mi arnigolJ

Paisanaje, amistad y parentesco, amor filial y confianza, los pilares sobre los que

se monta el andamiaje de la casa, no solo como entidad material, sino como trama

de vínculos edificada sobre una cultura del don. La estrategia se carga de significado

en el tándem de decisiones sobre quién, cómo, dónde, porqué, tomadas al interior

de esa economía doméstica donde una antropología de la lealtad primaba sobre cual­

quier otro valor para ejecutar un diseño que elegía a algunos y excluía a otros. De

ellos se esperaba la reciprocidad positiva que hmcionara como reaseguro en un

mundo esencialmente incierto y plagado de amenazas, aún en lo que concernía a los

lazos más'cercanos y amorosos 46.

EL CAMINO DE LAS INDIAS

Se trataba entonces de UIlas antiguas familias del duranguesado dueñas de case­

rías y propiedades rurales, que tlmgían también como señores de la villa, las que a

través de unas prácticas sostenidas de enlaces convenientes formaban un tejido social

elocuentemente cerrado. Fueron ellas igualmente las que durante el siglo XVI y espe­

cialmente durante el XVII se incorporaron a la dinámica económica que impulsaría

la dupla hierro vizcaíno-plata americana generando una significativa experiencia de

movilidad espacial y ocupación territorial a despecho de las enormes distancias que

separaban Durango de PotosÍ. La familia estaba en América con cargos de jerarquía probablemente desde fines

del siglo XVI, cuando ocuparon los puestos de gobernador de Nueva Vizcaya en

1(, D, Barriera y G Tarragó, "Elogio dc la inccrtidumbre. La construcción dc la confianza, emre la previo sión y el dcsamparo (Sama Fe, (;obernación del Río dc la Plata, siglo xvm)", Revista Historia, Univcrsidad dc Costa Rica, 2006.,

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L\s V},l\"AS IH. LA \10NARQ_UÍA REnES SOC1:\Ll:'s, CIRUJLACIÓ?'; DE R1:.ClIRSOS y CONf-IGURACIONES TERRITURIA.LES

Nueva España y de contador en Guatemala". Si bien la relación con las Indias pare­

ce haber sido amplia inicialmente, la carrera troncal familiar se realiza en el reino del

Perú en una suerte de especialización espacial de los recursos.

Aquéllos bienes fúeron heredados por Antonio de lbarra quien era "hijo natural

lexítimo de Mm lbáñez de lbarra y de Maríasaens de MUIUeta" naturales de la villa

de Durango. Había recibido mejora del tercio y quinto por testamento de su padre

otorgado en Durango en 1580 del cual fueron curadores el Chantre de la catedral de

Calahorra Juan Abad de Abanzalegui, y Poscos de Unda, vecino de Durango.

Antonio era "oydor por su majestad en esta Real Audiencia dela plata l ... l". Este

cargo merece algunas consideraciones para comprender cabalmente la significación

y la magnitud de la presencia de la f;unilia en América, especialmente en el Perú.

La fundación de la ciudad de La Plata corresponde al momento en que se cierra la

fase de la gran conquista desde Perú así como el fin del poderío incaico. En la etapa

posterior se produce un proceso de fragmentación y multiplicación de los centros

de iniciativa. Ese empuje de la froutera estuvo a cargo de los socialmente marginados

del núcleo establecido en Lima. En este sentido, Charcas será el eje de convergencia

de diferentes y también conflictivas avanzadas humanas. Entre noviembre y diciem­

bre de l538 Ulla parte de la expedición de Hernando y Gonzalo Pizarro que había

derrotado a los Charcas, toma posesión del centro minero de Purqu y funda sobre la tierra de la aldea Charca de Chukichaka (en lengua india, "puente de plata"), San Miguel de Chuquisaca 48.

Descubierto el Cerro Rico en Potosí, desde l545 un flujo constante de vecinos

clmquisaqueños comenzó a desplazarse hacia allí ascendiendo a Charcas a un status

nuevo e importante dentro del Perú y constituyendo su centro económico, Desde allí

el espacio charqueño se fue organizando con una trama que partiendo de la villa se

expandía a través de redes de caminos hacia el Dorte (La Paz-Cuzco-Arequipa­

Huanuco, Lima-Arequipa-La Paz-Potosí, Lima-Arica-Potosí), hacia el sudoeste, con

la provincia de Los Lipes que aportaba a Potosí plata, coca y maiz; la zona oriental y

sud-oriental conectaba con Cochabamba, La Plata y Tarija, de donde venía la mayor

cantidad de productos agropecuarios. Por supuesto, la vinculación con el sur del

virreinato peruano es una historia mucho más larga y compleja que guarda en su

meollo la orientación atlántica de Charcas, como se verá en el próximo apartado.

Francisco de Ibarra fue gobernador de Nueva Vizcaya y su primo, cOlllador en Guatcmala. '!CstamenlO de Amonio dc Ibarra, en ARCV, Sala Vizcaya, caja 2466.0001, pleito por el mayorazgo fundado por Antonio de Ibarra y Nicolás Tbáñcz dc Zavala.

1X J .M. Barnadas, Charcas, orígenes hútóricos de una sociedad colonia~ Centro de Investigación y promo· ción del canípcsinado, la Paz, 1973, pp. 8'9, cita de e Mcdinacelli, btudios Críticos, Los Amigos del Libro, La Paz, 1969, 2 a cdición, pp. l51-1)2

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Page 11: Tarrago en Imizcoz 2010

La Instalación de la Audiencia de La Plata expresa muy bien ese lado constructi­

vo de! poder por parte de los agentes: los proyectos confrontados, las tensiones por

la delimitación de su jurisdicción son señales claras de esos caminos que lógicamen­

te iban y venían por autopistas de doble mano, desde la corte al Perú. Ya en 155[ se

elevan voces en e! Consejo de Indias que claman por e! establecimiento de la Audiencia en Charcas, posición por la que también abogó e! clérigo La Gasca por

esos tiempos. Alrededor 1555 la decisión imperial está ya a favor de esa postura. En

1558 Felipe Il había firmado la Real Cédula de Creación de la Audiencia y en 1561

esta quedó definitivamente instalada. Los límites de Charcas fluctuaron con e! tiem­

po y se ajustaron a diferentes dinámicas y definirla "por e! grado de 'potisificación' equivale a aceptar fronteras movedizas"4'J.

El cargo de Antonio de Ibarra no es por tanto algo "ligero" tanto en su calidad

social y política como en su proyección económica. No solo es un representante hm­

damental de la justicia regia, sino que esa representación se localiza en e! corazón

mismo de la producción de plata, e! motor económico de! virreinato peruano por casi

tres siglos. El momento en que accede a este puesto es también flmdamental: es tiem­

po de consolidación de la formación política y de expansión de la producción de plata.

En e! ejercicio de antiguas y probadas prácticas, Antonio de Ibarra aseguró

vínculos en la sociedad indiana y proyectó su ascenso sobre e! solar de origen. Se

había casado con Ana María de Zárate, hija legítima de! maestre de Campo Pedro de

Zárate y tie Isabe! de Abalos Soler"'. Dictó testamento en 1622 ji Y al morir dejó una

casa muñida de diez esclavos, una importante cantidad de plata en barras y pesos, y

un mapa de préstamos otorgados fundamentalmente a paisanos radicados especial­

mente en PotosÍ. Como su cargo lo requería, también declaró "la librería que tengo

en mi casa con otros seis cajones de libros que están en Potosí en poder de Lázaro de

Hernani y la memoria la tiene Juan de Lizalde l ... ]". La Caja Real de Potosí le debía

6.000 pesos ensayados por su "salario" de oidor no percibido desde 1616 '2. Declaró

por sus herederos a su mujer Ana María de Zárate y a sus hijos legítimos, Antonio

de Ibarra, Bernardino de Ibarra e Isabe! de Ibarra y Zárate. Mejoró a su hijo Antonio

con los bienes heredados de su padre y de su tío y estableció UIla línea de sucesión

que comenzaba con Antonio y seguía con Bernardino, Isabe!, "mi sobrino Martín

Javier de Zavala hijo Lex.mo de Da María de Ochoa [ ... ]", padre de Nicolás quien fInalmente heredó ese vínculo.

4<) j.M. Barn:tdas, ChtlrCtls, orígene> históricos. , p. 9. , ,. , )() La carta dotal fue hecha en la Ciudad de los Reyes e importaba la SlgnlfiCaUVa suma 33 000 pesos de a

9 el peso, de la cual al tiempo de! testamento, se le debían tod~vía 2:500 pe~os de a ocho. Por ,'" parte, él había aportado como arras 4.000 pesos en plata ensayada. Su mUjer habia heredad~ las legill;ll~s de su padre y su madre y de sus hermanos curas de Santo Domingo, fray FranCISCo y fray (JaIme! de Zarate.

)! Testamento de Antonio de Ibarra, en ARCV, Sala Vizcaya, caja 2466.000l, plclto por el n¡ayorazgo fun-dado por Antonio de Ibarra y Nicolás Ibáñez de Lavala. . ..

)2 El total de la plau sumaba 8Y..160 pesos y 2 reales, que debían repartlrse entre sus hiJOS ..

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LAS VI',~A\ DI'. lA \fONARQliíA RHH,S SOCfALI'.S, CIRClIL\UÚN nI'. RLCURSOS y CONt'l(;{JRACIO\'.:~S TbRRlTORlAJ.ES

La estructura patrimonial de! testamento, preferentemente plata ensayada y cré­

ditos otorgados dispersos en la jurisdicción de la Audiencia, revelan que el oidor ha

formado parte lógicamente del circuito potosino, y que no ha vivido de su sueldo, él

mismo lo declara. La relación con e! pueblo y la casa de origen -a despecho de una

vida construida y consolidada en el Perú·-, se mantiene viva, y las disposiciones sobre la vinculación de sus heredades así lo confirma.

Por lo demás, no puede obviarse la presencia notable de paisanos dentro de su

círculo de confianza, muchos de los cuales son también oidores, caballeros, funcio­

narios de la Corona. Fueron sus albaceas y testamentarios Diego de Portugal del

Consejo de su Majestad "su precidente en la Real Audiencia de esta ciudad de la

Plata"; alferez de Salazar "de! Consejo de Su Majestad oydor de!a dha Audiencia

l ... ]"; en la ciudad de los Reyes, su cuñado, e! padre sentado fray Gabriel de Zárate;

Juan de Catro, caballero de Hábito de Calatrava "contador mayor de quentas de este

Reyno por su Majestad l ... ]"; Nicolás de Mendoza y Carvajal "CavaJlero del havito

de Santiago y a Diego de Otasu y al dho Juan de Lixalde", a quienes les recomienda sus hijos )1.

El camino abierto por Antonio será transitado por Nicolás Ibáñez de Zavala quien

había sido comerciante de Indias desde fInes de! siglo XVII 54 ya quien se conocía como

"e! gobernador". En 1705 había obtenido un corregimiento en la Audiencia de Quito 55

y otro en Chimb0 5G, en Perú, comprado por [5.000 reales'!. Este último fiJe ocupado

por su hermano Martín Ibáñez de Zavala, quien pasó a Lima en 1706 utilizando e!

título de corregidor 58. Con la obtención de la gobernación de Buenos Aires, la fami­

lia ocuparía un cargo de mayor jerarquía. La movilidad no puede entonces entender­se sólo como espacial sino también y esencialmente corno ascenso social s'!.

" "y les suplico miren por su crianza y teniendo hedad mis hijos los en bien alos Reyn.os de España y simi­Etllesimiento acaeciere en esta ciudad conmi asienda; Juan de J.ixalde los lleve a la Cllldad de los Reyes y alli se de horden ddoque mejor lesparesiere para la crianza de los dhos mis hijos y don~e :tnde est:lr y sean seniados seüalandoles de mis vienes lo que fuere Menester para su cnanza Yla ocupaClon y trabajO quepu­siere y el satest:'lcio de los dhos mis vienes a dbo Juan de I.ixalde, y en siendo en hedad, mis hijos Antonio y Bernardino los envíen alos Reynos deespaña con la asienda qlie le perteneciere ala persona opersonas aquines les pareciere y se le ponga en venta la asienda r . . Jy es su voluntadque Da I,,;bd de [barray Zarate mi hija se entregue en la ciudad de los reyes a la seüora Da FranCisca de / aratesu tia mon)'l profesa en el monasterio de la encarnación de la clha ciudad para que alla se cne Illlentras tublcre hedad de e1exir el esta­do que Dios le esprese r .. .r, Testamento de Antonio de Ibarra, en ARCV, Sala Vizcaya, caja 2466.000l, pleito por el mayorazgo fundado por Antonio de ¡barra y Nicolás Ibáñez de Lavala. ~

)j Desde el último cuarto del siglo XVll está comerciando cobre con Luna y Santiago de Cuatemala., i) RD. Magdaleno, Titulos de indias. Gltálogo XX del ArchilJO General de SimrlrlCf1S, P:ttronato NaCIonal

de Archivos Históricos, Valladolid, 1954, p 503 ,,, RD Magdalena, Titulos de inditls. ,p 689.

" Dato aportado por el dr. Francisco Andujar Castillo. .., , ' . "Archivo General de Indias (ACIl, ContrataCión, 5462, n.o II5, expediente de ltlformaclOn y IrcenCJa de

pasajero a Indias de Martín Ibáñez de Zavala, corregidor ,de la ciudad de Chimbo, 30/ i2h706.. , . )'J Véase al respecto J.-I' Lúñiga, tJjJtlgnols d'outre-mer. EmigratlOn, métis!tlge et r~productlOn ;ocltlle tl

Stlntiago du Chili, ,lU qd sicele, Editions de L'Ecole des Hautes Eludes en SCiences SOCiales, Pans, 2002

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Page 12: Tarrago en Imizcoz 2010

C1USELLJA BEATRIZ T\RRA<;Ó

HIERRO VIZCAÍNO, PLATA AMERICANA

En tal sentido, el camino de ascenso familiar estuvo principalmente condiciona­

do por el destino de Indias. Así lo confiesa Nicolás, al decir que salió de la Villa a la

temprana edad de trece años para Castilla, Andalucía y las Indias. Vuelve para casar­

se con su sobrina, establecerse en su Durango natal y asegurar la descendencia con la

fundación del mayorazgo. Retorna con caudales que permiten comprar dos corregi­

mientos en Perú, involucrarse en la carrera de Indias corno comerciante y mejorar los

bienes heredados. En este complejo y denso engranaje se conectan en una misma

dinámica Vizcaya, Sevilla, Cádiz, Lima.

El ejercicio de (artografiar el inventario de Nicolás trae alguna luz sobre cómo se

articulaban, ensamblaban y funcionaban estos circuitos. En su haber reconoce como

deudor a su hermano el capitán Corazas Silverio Ibáñez de Zavala e Ybarra 60 por

escritura ante Joseph del Corro, escribano Real de la Ciudad de Los Reyes en Perú

de 2I de febrero de I665. De su monto una parte debe cobrase a Juan de Bengolea.

También le deben diferente personas en el reino del Perú y "della nueba España y

Guatemala [ ... 1". Domingo de Mendieta Zamacona vecino de Bilbao y Banolomé

de Zamacona de Madrid, su fiador, son deudores de plata por un concierto que se

había hecho por una escritura y poder de un vecino de Lima, Vicente del Valle,

deuda que se encontraba en pleito en la Real Chancillería.

Su otro hermano, el capitán de Caballos Corazas en el reino de Chile, Antonio

lbáñez de Zavala, faJleció siendo corregidor de la provincia de Nuevo Mundo de los

Lipes en el reino del Perú y le había quedado debiendo una cantidad "que le suple

para sus pretenzas a sellsos y mantenimiento en la guerra en servicio de Su Magtd de

que me otorgo escriptura de obligaz.n postestimonio de Juan deGallinato ess.no Rl

en la Ciudad de Lima l ... r. También es sindicado como deudor el "general Dn

Antonio de lzasi cavallero que fiJe del hordell de Santiago Governador y Capitan

General del ReylJo de Chile presidente de la Real Audiencia [ ... 1". Le deben diferen­

tes personas "vezinos de la Villa de Madrid y el comercio comun de la ciudad de

Sevilla r ... ]" por préstamos en plata y escrituras de obligación.

Corno queda suficientemente explicitado, Nicolás se ha dedicado al comercio, y

en tal sentido deja constancia "que desde el Año pasado de mil seiscientos y setenta

y uno hasta el de mil seiscientos y ochenta tube compañía con el Capitán Juan Ruiz

de Ahumada vezino dela ciudad de Cádiz [ ... 1", con quien "nos conbenimos" de la

siguiente manera: 58 pOI ciento Zavala, 42 por ciento Ahumada. Se cuentan también

en su haber:

(,Q Adeuda 21.827 pesos y seis reales de plata

- 192-

! AS VFN·\S DE L\ '\10;-"':ARQUÍA REIIES SOCIAl ES, CIRCl;L\UÓN DE RECURSOS Y CONtl(;URACrON.l::S TERRnORIALr.S

"empleos de xeneros y mercaderias a daño riesgo de Navios asi en la nueha

España como en Tierra Firme y pocos imbiados en la flota del Xral On Gaspar

Manuel de Velasco y Dn Diego de Zaldivar cuio encomendero es el Capitan Fra.co

Rodrígue, de Herrera en la nueba España y en la del Piru Dn Christóbal de Olavaria

y Cortazar, mi primo que llevo enes te viaje en los galeones del GrI Dn Gonzalo de

Chacon; y asi mesmo tengo empleo en la Villa Imperial de Potosí remitidos en los

navíos del capitán Juan Miñut por Buenos Aires consignado a Francisco de Guerra

Zavala que murió y a Lucas Echevarría que la recibió por la de Ambos a Dn Lorenzo

de Aranda y Oquendo cavallero de la horden de Santiago cuio procedido espero en

estos Galeones proximos quese esperan quela horden de la remiciom elprocedido le

tienen por Portobelo en galeones lIados guesean asalhamento que constara detodo

ello por sus concosimientos que paran entre sus papeles [ ... r

También tiene cuentas con el capitán Sebastián de Arría, caballero de Santiago,

vecino de Sevilla:

"por el favor quc mea echo de cuidar de mis cosas a venta ganandose a las pro­

pias suias l ... ]". Declara además "tengo remitidos Diferentes géneros de aBalamuncn

al Castellano Benito Martín Vanxel vezino de la ciudad de Cádiz con intención el

que los remita en la primer flota a la nueba España y otros xéneros assi mismo ava­

ltunen en poder de Diego Antonio de Llanos mi sobrino, vezino de la Villa de Bilbao

con horden de remitirlos al dho Castellano l .. ]"61.

Las palabras involucran íntimamente las actitudes y los valores implicados en el

acto de creación de lazos con los principios antropológicos que presiden todo tipo de

vinculación en la sociedad de Antiguo Régimen 62. La seguridad de cualquier empre­

sa así entendida necesitaba de la lealtad que para los hombres de aquellos tiempos se

basaba en la disponibilidad de un buen número de parientes, paisanos, de deudos,

de paniaguados o de criados!>'. El hermano Silverio, miembro del Ejército, aunque

probablemente no haya residido en Indias de manera permanente, ha sido habilitado

por Nicolás con una suma elevada. La deuda en plata femnalizada en un registro de

Lima es importante y la indicación de que parte de la misma debe cobrarse a Juan

de Bengolea muestra la punta de otra cadena de negocios y, necesariamente, de

vínculos positivos.

(d Testamento de Nicolás Ibáñez de Lavala, Archivo de la Real Chancilería de Valladolid, Sala Vizcaya, caja 2466 .. 000I, Pleito por el mayorazgo fundado por Antonio de Ibarra y Nicolás lbáñez de Zavala.

61 D Barriera y C. "Luragó, "Palabras y mercaderes: repertorio lingüístico, cultura y prácticas mercanti· les dur;lfIte los siglo XVII y XVIII", ponencia presentada en Universidad Argentina de la Empresa, Buenos Aires, noviembre 2002.

(,1 D. Barriera y C. Tarragó, "Elogio de la incertidumbre. La construcción de la confianza ... "

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Page 13: Tarrago en Imizcoz 2010

GRISl::LD/\ BFATRIZ TARRAGÓ

La carrera del otro hermano explora una senda sólo levemente diferente en sus

modalidades, aunque no en su sentido. Antonio, militar de carrera prestigiosa en

Chile, también ha recibido dinero para comprar el crucial corregimiento de Lipes, al

sur de Potosí. Como todos por entonces se ha metido a negociante de plata, ya que se denuncia una cuenta pendiente en la Real Caja de la Villa.

Además de los hermanos y el primo otros parientes y paisanos de confianza sal­

pican América y España operando corno fieles aliados pero también como socios o

encargados de negocios eventuales. Aquí y allá estos actores canalizan y agencian el

control del territorio y de los espacios económicos, el manejo de información califi­

cada, piedra de toque para poner en marcha y sostener esta red. La economía de la

casa ha establecido sólidas relaciones con la producción de hierro vizcaíno. El enlace

con las familias Barasorda y Bengolea son claves para ello. El matrimonio Barasorda­

Zavala 64 había acumulado una impresionante fortuna, con una especial reserva de

objetos de plata, reales y joyas. esa presencia indica que el capitán había entrado en

el amplio circuito mercantil que terminaba y volvía a comenzar en América. El patri­

monio se constituye también fiJl1damentalmente por ferrerías: hierro de diferentes

calidades y deudas por ventas de hierro que se esparcen por la monarquía.

Servicios, favores y recursos fluyen en múltiples sentidos por la compleja trama

de la monarquía, asegurando los nudos de la red, ampliando los path que la confi­

guran. Nicolás ha sido el fiador y habilitador de su paisano y también caballero,

Antonio de Isasi, para obtener su cargo en el reino de Chile. La transacción se ha

hecho e~l Madrid, en la propia Corte, por la gestión de Saenz de los Terreros, de noble linaje del valle de Soba en Cantabria (,,, de la Secretaría de Guerra, cuyo her­

mano Lorenzo, también se ha beneficiado de la bondad del vizcaíno, el que a su vez

ha llegado por mano del primo Zavala y Zagasta, secretario de Portocarrero. Se

encontrará así a la familia en el lugar de la política y de la economía pero inmersa

("' El ~uerpo ~~c los de bienes que q~,edaron por f!n y muerte ~e! capit:ín Juan Bautista de Barasorda y de Josepha Ibanez de 7avala, hechos con dlstlflCIon y claridad , o mejor, con un grado de exquisitez fran­camente admrrables se componían de la casa nueva de alto y bajo, con su huerta peganre y la huerta de las casas rnayorcs de su antenor rnatnrnoruo; la G~sl'ría de Zubiauf en la anteiglesia de Basigo, con sus heredades de pan sembrar, con Iagares,.caballenLa, robledales, castañales, monres, jarales, nogales, naranJos, bodega, una texabana para cobIJO de ganado; e! molino llamado Herrotazar en la Anreiglcsia de llaslgo, con el casco de la casa, la represa de! molrno con sus calces, "las dos ruedas con sus adrieros Usos y cozinos y paredes y las quatro piedras de moler contodas susgoarniziones y Remicnnas en tres mil Rs [ .. ]", rierras, heredades, arbolares, "La rierra donde estan plantados los dhos arboles con su camlfl~'y Río quepasa al dl~o M,?lino quetiene duzientas brazadas a medio RI cada esrado Importan zien rI ~ , .. 1 , los ple~ de castanos peganres ala presa de! dho .Mollflo l .j", ARCV, Sala Vizcaya, caja 125/.0002, Andres de Oruera e Insta, Juan Bautista de Urqlllzu, de j)urango, Caralina Inés de Zavala, 1727/1727, ti rellltegro de! vínculo y mayorazgo que fundó Josefa de Ometa ..

6) R. Sálllz de los Terreros, Notas genmlógiws de un linaie del valle de Suba ensayo de libro familiar, Saturnino Calleja, Madrid, 1944 '

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LAS Vr.NAS IH. LA \10NARQLIA REllr.S SOCIALES, CIRCULAUÓ;-;: j)I~ RFCURSüS y CO",Fl(;¡¡RACIONES TERRITORTALl:.S

una cultura de la caridad religiosa que resulta también subordinación social entendi­das como relaciones de gracia ('''.

Desde el siglo XVI la comunidad vasca radicada en Sevilla y Cádiz fúe el grupo

impulsor de ese comercio ayudados por la política proteccionista de la corona y una

tradición regional asegurada. Una trama que se consolidará en los siglos siguientes

y transformará al sector en agente fundamental en la carrera de Indias, tarea en la que

tuvo influencia decisiva la ocupación de puestos en el Consejo de Indias, en la Casa

de Contratación, en el Consulado de Cargadores a Indias, y espacios en la política local de las emblemáticas ciudades"7.

La carrera de Indias emerge con fúerza: Cádiz, Sevilla, Ponobelo, Buenos Aires.

Las compañías de hierro eran también llamadas en el siglo XVII "compañías de volu­

men", las cuales poseían grandes almacenes y distribuían productos férricos del País

Vasco por España e Indias Gs • Nicolás había formado una compañía con un vecino de

Cádiz. Por entonces "hacer compañía" implicaba la asociación de un mercader con

otro, o con su factor, cuya última acepción en el'Iesoro de la Lengua Castellana "sig­

nifica alguna vez el trato común de dos o más mercaderes." Covarrubias registra que

"la compañía presupone igualdad, porque los amigos y compañeros, en tanto lo son

en quanto tratan igualmente, sin hazer diferencia uno de otro l ... ]". Igualdad impo­

sible desde la esencia asimétrica que rige toda relación en esa sociedad, pero que

constituye un horizonte de expectativa en fúnción de la supresión de la posibilidad

de una traición, ya que, continúa Covarrubias, se hace compañía "de modo, que mi

amigo sea otro yo"(,9. En la pretensión de igualdad "en esa pretensión de lo imposible

para el Antiguo Régimen, se lee menos la voluntad del que está sujeto que la espe­

ranza del que ocupa la posición superior: la igualdad de la compañía no apela a una

igualdad de derechos, sino a una igualdad en la correspondencia, al deseo de la supre­

sión simbólica del vínculo asimétrico en fimción de la eliminación de todo argumen­to que pudiera originar traición" 70,

Desde una perspectiva jurídica la compañía es un concierto de carácter coIlSen­

sual entre las partes, y mirada "desde el ámbito económico es una forma de ordena­

ción del capital mercantil muy frecuente en Sevilla y Cádiz"71, Muchas de estas com­

pañías no fueron de gestión compartida, sino que dividían fúnciones entre quienes

ponían el capital y quienes administraban. En las compañías (muchas de ellas empre­

sas familiares) constituidas para el comercio con Indias, hecuentemente se realizaba

"t> B.A. Clavero, Antidorfl Antropología Católica., p 33. 67 V <'ase L Carda Fuenres, Sevilla, 10.\' V{[SCOS y Amériw (Las exportaciones de hierro y mrinufacturtlS metáli-

CtlS en los slglos XVI y XVII), Fundación BBV, Bilbao, 1994, pp. IB-3B (,8 L Carda Fuenres, Sevilla, los vascos y América .... , p. 78. 69 S de Covarrubias, Tesoro de la Lengua ({lstellana, p .. 343 ,0 D ~arri;ra y C'larragó, "Palabras y mercaderes: repertorio IingliÍstico, culrura y prácticas mercantiles.. " d L Carela Fuentes, Sevllla, los l!{[SmS y Amériw, ., p .. 72

195 -

Page 14: Tarrago en Imizcoz 2010

GRISEl.DA Bb\TRIZ TARRAGÓ

ulla división de hll1ciones que implicaban responsabilidades diversas. Estaba el que

aportaba el capital, el administrador en Sevilla y Cádiz, y el socio destacado en el

País Vasco. A este se le encomendaba la tarea de realizar la compra de géneros a los ferrones!}.

Pero además de este socio "formal", en este inconmensurable circuito operan

como correa de transmisión de mercaderías y "xéneros" que parten en los navíos de

la Carrera, "encomenderos", otros primos, un agente en Sevilla -Sebastián de Arria-,

que también es su amigo y albacea testamentario. Este señor era también cónsul

junto al también vasco Antonio de Legorburu en el momento en e! que el Consulado

se traslada a Cádiz ''. Por su parte, e! yerno de Barasorda (sobrino político de

Nicolás), era el agente bilbaíno de la empresa. El conocimiento del espacio, de sus dinámicas, Huye de una manera absoluta­

mente sorprendente en estos actores. Baste solo a modo de ejemplo decir que los

empeños destinados a Potosí han llegado por la vía de Buenos Aires. La "atlamiza­

ción" de! Alto Perú es un hecho para Nicolás. Al fInalizar el siglo XVI e! complejo

minero de Potosí necesitaba grandes cantidades de hierro, un artículo de primera

necesidad tanto para las instalaciones mineras e industriales como para la construc­

ción. En Buenos Aires, a principios del siglo XVII, e! quintal de hierro valía 25 pesos.

Al llegar a Perú, su precio se había incrementado en el 1.000 por ciento".

DEL AGUA VERTIDA, AGUA RECOGIDA: LA GOBERNACIÓN DE BUENOS AIRES

En la llegada de un hijo de! linaje a la gobernación del Río de la Plata se recono­

ce un tiempo de cambios para la familia. Es un momento de ascenso: ubicar a un

vástago en el cargo deja ver que la red y la casa han logrado una mejor posición den­

tro de la corte de Felipe V El destino que ha debido ahorltar Pedro lbáñez de Zavala,

primer hijo natural de Nicolás, resulta bastante ilustrativo del proceso. Su historia

muestra por una parte cómo se pergeñaban las mentadas "estrategias" de la Casa que

se construían y reconstruían permanentemente aun a merced de lealtades inquebran­

tables y de amor filial. Por otra, cómo la nueva dinastía requirió y posibilitó UIlas

O? L Garda Fuentes, Sevilla, los VriScosy Américri . .. , p. 74. d "A lo largo del siglo XVII y como consecuencia del G1.mbio que experimenta la Casa el Consulado se fue eri­

giendo corno el verdadero órgano rector del comercio con las Indias, mientras que la Casa quedaba relega­da a un segundo lugar, limitada la mayoría de las veces a jugar un papel decisivo en los momentos estelares de la segunda mitad dd siglo XVll; supresión de la avería, traslado a Cádiz de la cabecera de las flotas o los cuantiosos donativos para conseguir indultos que evitasen incómodas pesquisas que podían dejar al descu­bierto la simbiosis de intereses que mantenía con las colonias extranjeras de Sevilla y Cádiz.. [ ... ] Así pues la amplia gama de nlIlciones que el Consulado desempeñaba justificaría suficientemente que los miembros de las comunidades vascas de Sevilla y Cádiz procurasen su control [ .]", L Carda l'uentes, Sevillri, lo, vas­cos y Américri ..... , p .. 26 ..

74 Datos de L CarcÍa Fuentes, Sevillri, los VilICOIy AmériCrl. ,PI' 122-123

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LAS \tEN.AS DE LA ,\10~ARQuíA RED!',S SOCIALES, ClRUJI.AClÓ:--,; DE RECURSOS Y CONFIGURACIONeS TERRITORIALES

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acciones de algunos grupos farniliares gracias a las cuales lograron reubicarse en una

nueva constelación de poder.

Pedro era el más grande de los hijos naturales. Había nacido en Lima y fue elegi­

do heredero en el primer mayorazgo fundado por Nicolás en 1677. La familia había

invertido mucho en su carrera: era paje del marqués de Villasierra, había desarrolla­

do Ulla larga carrera militar en Flandes y obtenido el hábito de Santiago en 1696 ayu­

dado por su tío Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz/'. Sin embargo el nacimiento de

Bruno Mauricio en 1682 no solo signifIcó la llegada de un hijo legítimo, lo que

redundó en el cambio del mayorazgo en r685 a favor del mismo, sino también el redi­

seño de la política de la Casa hacia 1700. Bruno podía por su condición y por su edad

potenciar mucho más esa oieconomía: sus escasos 20 años le permitían aspirar a un

cargo en las recientemente creadas Guardias Reales 76 después de haber transitado la

experiencia flamenca, y desde allí, participar del reparto de cargos con que Felipe V

pagó por la fidelidad y e! respaldo fInanciero de muchas familias vizcaínas.

Pedro debió aceptar su lugar: en 1702 pasó a Lima a ocupar el corregimiento de

Tarama", después de haber ayudado a su hermano a conseguir e! hábito de Cala­

trava. Los Jbáñez de Zavala y sus parientes tenían ya más de un siglo en el Virreinato

peruano. Su conocimiento de los pulsos que latían en estos territorios los situó al

mismo tiempo corno arte y parte de una transformación que llegaría a su cénit a fines

del siglo. Servicio al rey y economía de la Casa se funden en un crisol que nutrirá

por igual a uno y otra. Situado ya en otro camino y expuesto a los nuevos vientos, e!

nuevo gobernador asumirá un rol profesional que lo alejará de las lides mercantiles

de sus antepasados. Sin embargo, los designios de la casa seguirán guiando un accio­

nar modificado pero a la vez conservado de relación social que en esencia reprodu­

cía estrategias probadas a lo largo del tiempo en la historia familiar.

LA GOBERNACIÓN

La antigua ciudad de Buenos Aires tlmdada por Juan de Garay allá en 1580 y des­

tinada en sus orígenes a ser la perla del Atlántico tuvo luego una historia menos

" R. Cuerrcro Flccalde, rriS élites VriSCrlS en el gobu:rno de lri Moruzrquíri '6 Sobre la importancia del nuevo ej~rcito creado por Felipe V véase E Andújar Castillo, "Lls élites de

poder militar en la tspaña Borbónica. Introducción a un estudio prosopográfico" en J.L Castellanos (ed.), Sociedrid, Adminirtrrición y Poder en la E,pañ,z del Antiguo Régimen, Universidad de Cranada/Diputación Provincial de Granada, Granada, 1996; E Andújar Castillo, "t~lites de poder mili­tar: las Guardias Reales en el siglo XVIII", en J.L. Castellanos; lE Dedieu y M.V. Lópe7.-Cordón (eds.), La pluma, la mitra y lri espada. léstudios de Historia Institucional de la Edad Modernri, Marcial Pons/Hisroria, Madrid, 2000; F Andújar Castillo, lél sonido del dinero Monarquía, ejército y venalidad en lri Españri del siglo xvm, Marcial Pons Historia, Madrid, 2004·

77 ACI, Contratación, 5 .. 460, n.O 3, R. 15, expediente de Información y licencia de pasajero a Indias del capit:ín de caballos Pedro Ibáñcz de Zavala..

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Page 15: Tarrago en Imizcoz 2010

GHISELDA BE,\TRTZ "L'RRACÓ

florida, pero no por ello privada de intensa vida económica. Excluida del tráfico legal

hasta el siglo XVIII, su enorme distancia del centro del poder español en Lima y su

cercanía al de los portugueses posibilitó el desarrollo de un activo comercio local con

la costa de! BrasiL El comercio directo la convirtió pronto en un puerto de la econo­

mía minera de! Alto Perú por donde se escurría la plata americana 7". El flujo de mer­

caderías hacia y desde Buenos Aires fiJe adquiriendo una importancia creciente,

abriendo el precario puerto al mundo, como nudo de integraciones de regiones dis­

tantes y hasta comienzos del siglo XVll poco conectadas entre SF9. Se potenciaba de

73 Veáse especialmente C S Assadourian, El sistema de la economía colonta~ Nueva Imagen, México, r983 y Je Caravaglia, Menado interno y ecorlOmÍfl colonial, Grjjalho, México, 1983; J.D.. Ge!rnan, [Je merUl­(hijle il gran comerciante I.os crlminos del twenw en el Río de la Plata (olonial, Ráhida/UBA, 199h; 7 Moutoukias, Contmbando y {(mtrol colonial, Bu~nos Aires 19XX; 7. Moutoukias, "R~seaux personnels et ;lUtorit~ colonialc: les négociants d~ Buenos Aires au XVlIIC sjcde", en Allnalcs t S. l.., Juillet-oGtobre '992, n.o4/5, pp. 889-915; "Narración y análisis ... "; "Redes social~s, comportamiento empresario y movilidad sonal en una economía de no mercado (e! Río d~ la Plata en la segunda mitad del siglo XVIU)", en 7~befio, Blanca, Bjerg, María y Otero, Hernán, Reproducción social y ústemt!S de herencia en una pers­pectiva comparada Europa y los países nuelJOS, (siglos XVlfJ al xx), 1;!lldilt99X, 1'1'.63 a 81. E.. TllIdeter; V Milletich y R. Schmitt, "Flujos mercantiles en e! Potosí colonial tardío", Anuario dellFHS, 9,hndil, 1994, pp 97 a 12(); G. Mira, "La minería de Potosí, las é1it~s locales y la crisis dd sistema colonial", en M. Menegus Bornernann (C<J~)[(L), 1)05 décadas de ínlJrsúKación en hzsLoria fco¡zónÚCtl rornpfLrtüla en

América Latina. Homenil)e ti Gulos Semptlt AISadourian, FI Colegio de M~xico, México '999, pp. 10l-402 7. Moutoukias, "Comercio y Producción", NuezNl llistoria de la NaCión Argentina, Planeta, Bu~nos Aires, 1999, pp 51 Y ss.

i" Véas~ (.~. Euragó, "Los Diez de Andino: un linaje colonial santaresino. 1660-rX22", Cuadernos de Historul Regiona~ n. o 16, Luján, 1993, pp .. 43-84; C. 'hrragó, "Flit~, parentesco y comercio en Santa F~ ~I: el siglo XVlII", en Anuario de la Frcueltl de lfistoria, n.O r6, Rosario, (1991), pp. '75-,87; Chrragó, "';anta F~ ~n el período tardo-colonial: producción ganadera, estancias y region~s", en Anuario, vol 17, .escuela de Historia/Facultad d~ Humanidades y Arres, UNR, Rosario, r99(), pp .. 2t7'238; G. Turagó, "Fundar el linaje, asegurar la descendencia, construir la casa. La Historia de una familia en Indias: los Diez de Andino entre Asunción del Paraguay y Santa Fe de la Vera Cruz (r6()0'1822)", en J.M. Irnízcoz (dir), Casa, Familial5'ociedad (Paú VtlSco, Llj}{lña y América, siglos XV-XIx), Ul'V, Bilbao, 2004, pp. 239-270; ldem, "Las rdormas Borbónicas", ~n D. Barriera, FconomÍtI y Sociedad (,iglos XVI fl XVII!), cap. 6, NuezJa IliItoria de Santrl Fe, t. IU, l'rohistoria Ediciones/La Capital, Rosario, 2006; D. Barriera, y G Tarragó, "De la confianza a la composición. Cultura del ri~sgo, de la previsión y de la resolución de con­flIctos entre mercaderes dd siglo XVIII", ~n B Vázquez y G Dalla Corte, (comps.), Empresarios y IcmpreItlI en AmériCtl Latina Siglos XVIlJ-XIX, Universidad de Lulia, Maracaibo, 2005; [) Barriera y C~ Tarr~gó, "Flog,io de la incertidumbre .. La construcción de la confíanza, entr~ la previsión y d desampa­ro (Santa Fe, Cohernaclón dd Río de la Plata, Siglo XVIII)", Rez/ista Historia, Universidad de Costa Rica, 2006; D Barriera y C 'Iarragó, "Tr:lllsformaciones en un espacio de frontera. La pobbción, los recuro sos y las rutas", en D Barriera, t'conomía y Sociedad (sif!;foI XVI tl XV11l), cap 8, Nuez)tl Historia de Santa h:, r. IlI, Prohistoria Edicion~s/I a Capital, Rosario, 2006; D.. Barriera, y G. Tarragó, "La traición d~ Manuel. Negocios, familias y justicia, dd Paraguaya Potosí", en D.. Barriera, t'conomía y Sociedad (siglos XVI ti XVJJJ), cap, 9, Nueva Historia de Santa Fe, t. In, Prohistoria Ediciones/La Capital, Rosario, 2006; R Cuerrerro Flccalde y G Tarragó, ''l'amily and Business: the case ofhgle y Bracho (viceroyalty of Per u, '700-1750)", en lntemational Work5hop "téonomic growth genealogies in the shadow ofthe Spanish emptre. comparing countries, regions, domains and boundaries (¡6th-20th), Diparrimento di SlOria della Societa e delle Istiruzioni, Universitá d~gli Studi di Milano/Red Columnaria, Milán, en prensa; G 'hrragó, "The long kiss goodbye: Santa Fe and the conl1ict over the privileg~ of puerto preára (1726-1743"), Actal lntemacionfll Workshop "t'conomic growth genealogies in the shfldow ofthe Spanish empire comparmg countnes, reglOns, domams ami bountÚlries (¡6th-20th), Dipartim~nto di Storia della Societa e ddlc Jstituzioni, Universirá degli Studi di Milano/Red Columnaria, Milán, en prensa.

- 198-

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LVi Vb:\AS DE LA MO",ARlgdA. RH>r-S SOCTAJ.FS, ClRCliL\UÓN Dí-. RFCUl{SOS y CONFIGURAClONFS TFRRlTORIAJ.FS

esta manera la participación en et comercio atlántico de importación de esclavos y

mercancías europeas"u.

Como parte del mismo proceso, en el transcurso del periodo que discurre entre

I700 y 1745, la gobernación del Río de la Plata mutó en su perfil político hacia el de

una gobernación militar, aunque no le fuera asignado el título y la organización que

le habría correspondido, e! de una capitanía general. Esta práctica de gobierno fiJe el

origen, la semilla a partir de la cual creció, y finalmente cuajó, la estructura virreinal X'.

Dentro de una interesante cantidad de posibilidades ostentaba la categoría de

"Gobernación menor"Sl, al mando de la cual había un gobernador que tenía atribu­

ciones de máxima autoridad en la justicia civil y criminal, juez de primera instancia

en asuntos de cierta gravedad y tribunal de apelación en casos instruidos por e! cabil­

do. Era la f()rma de organizar el territorio para convertirlo en un espacio europeo y

cristiano, y producir su equipamiento político "'.

A diferencia de lo que podría pensarse lógicamente, la acumulación de fimciones

no implicaba para estos "gobernadores menores" una autoridad mayor en su juris­

dicción, sino por e! contrario, una notable generalización de las mismas que revertía

exactamente en sentido inverso, acorde con la calidad del territorio sobre el que

gobernaban en los márgenes de la monarquía. Esa calidad reforzaba la vía de la con­

servación R1 de! mismo, aunque ello haya implicado cierta laxitud en e! control de la

política interna y la economía atlántica. La venta del cargo al mejor postor constitu·

yó una de las características de gran parte del siglo XVII.

La Guerra de Sucesión y los movimientos en la corte de Fe!ipe V comenzaron a

jalonar algunas diferencias con estas antiguas prácticas. Primero casi caóticarnente,

entre I705 y 1717, Y ya más ordenada y sistemáticamente a partir de entonces, lo que

conllevó el arribo de los primeros militares-gobernadores de carrera, Bruno Mauricio

de Zavala, Miguel Fernando de Salcedo y Sien·alta y Domingo Ortiz de Rozas. Ellos

representaban tanto a las renovadas configuraciones de élites de poder norteñas, espe­

cialmente a las militares que tomaban posiciones en la Corte, así como al conjunto de

medidas que el nuevo rey se proponía imponer. Los gobernadores compartían su con­

dición de militares fieles a la causa borbónica, participaciones heroicas en la guerra,

HU 7 MoutOllkias, "Comercio y producción... ,1' 5' " G. Tarragó, "l:cspacio, recursos y territorio: la Gobernación dd Río de la Plata durant~ el reinado de

Felipe V", en Actas de las i11 jornadas de Historia de laI Monarquías lbériws, Las indias Uccidentales' pro­cesos de integrtlción territorial (siglos XVI-XIX), El Colegio d~ México/Red Columnaria, México, 2009

R2 R 70rraquín Becú, La orgmzizaárín política Argentirul, Perrot, Buenos Aires, 19()7, 1' .. 149 83 n Barriera, Conquista y colonización hisptÍniw Santa Fe la Vieja (1573-1660), Prohistoria Edicio­n~s/Diario La Capital, Rosario, 2006. Colección Nueva Historia de Santa Fe, t. 2, pp .. 54-56.

"' Véase también D. Barriera, Conquista y . . ; L, Moutoukias, "Gobierno ... "

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Page 16: Tarrago en Imizcoz 2010

CRISELDA BEATRIZ TARRACÓ

rangos y carreras veloces y exitosas al interior de los nuevos cuerpos creados por

Pelipe V y la pertenencia a f~lmilias especializadas en el servicio al rey8".

La llegada de los Borbones supuso entonces un cambio de estrategia por la situa­

ción internacional que la guerra generó. Ya no solamente se trataba de conservar los

dominios en el Río de la Plata en el sentido que había tenido hasta entonces "('. Había

que pasar a la ofensiva frente al avance inglés-portugués porque las razones prohm­

das de conservar-mantener este territorio seguían vigentes: la trastienda de Potosí

estaba ahora en serio peligro y ya no bastaba una política transaccional y laxa de dis­

tribución de dones y premios. Los nuevos objetivos apuntaban a reforzar el control

central sobre espacios heterogéneos y bastante autónomos en su capacidad de deci­

dir políticamente, y esto, obviamente, se relacionaría con el tipo de aparato militar

y con los recursos que se destinaban al territorio. Ese espacio comienza entonces a transformase previamente por decisiones políti­

cas que generarán posteriores sanciones territoriales. Sin embargo, esa mutación será

aprovechada, replicada o reformulada en el contenido de sus flujos por los agentes

que en la dinámica de los premios negociarán con un rey necesitado la puesta en

marcha de la militarización de la gobernación corno una nueva forma de equipa­

miento político del territorio, a cambio de prebendas políticas y de beneficios sobre

una economía que se abría irremediablemente al mundo. Los años inmediatamente posteriores a Utrecht componen un tiempo especial en

el que la inversión fútura en apoyo a Pelipe V de parte de grupos Euniliares de las

provincias vascas, Navarra y la Montaña de Burgos comenzará a redituar en benefi­

cios para sus hijos. Como en otros casos, Bruno Mauricio es un militar y entre 170I y

1704 se ha fogueado la campaña de Flandes"!. Allí obtiene el grado de alferez, para

luego ascender a teniente de la misma compañía. A los 22 años ya tiene el grado de

"' Véase J M lmÍzcoz BeUllza y R. Guerrero Elecalde, "Familias en "; R Guerrero Elecalde, "El "par-tido vizClÍno» y los representantes del rey en el extranjero. Redes de poder, clientelismo y política exte­rior durante el reinado de Felipe y", Actas de la VIII" Reunión CientífiCil Fundflrión E'paño/'¡ de HzstoTltl Moderna. Madrid, 2-4 junio 2004, vol n, FEHM, Madrid, 2005, pp 85- 100; R. Guerrero J:<lccalde, "Les acompañan extensas calidades de hijosdalgo. Configuraciones, fundamentos y e"trateglas de pode~ de las élires santoñesas en los siglos XVfT y XVIU", Monte Bucieru, n o 12, Ayuntarnlento de San­toñ:l/Comisión de Cultura/Casa de Cultura, (2006), pp. 47-94; R.. Cuerrero Flecalde, "1 as cábalas de los "vizcaínos" Vínculos, afinidades y lealtades en las configuraciones políticas de la primera mitad del siglo XVIII: La red del marqués de la Paz", Acttls del c.ongreso Tnterrltuionrd L;lI élites d~ la EpoCil"Mod~rna La MontlrquÍa española Córdoba, 25-27 de octubre de 2006, en prensa; R. Cuerrero Ele~alde, Las dlt~s vascas y navarras en el gobierno de la Monarquía Redes de poder, carreras y hegemoma durante el reI­nado de Felipe y", VT jornaMs de EStudios Histórico.\'. XXV Años de h~storiogTilJla hispan~ (1980-2004).

Historia Medieval, Moderna y de América, UPY, Bilbao, en prensa; R Guerrero Elecalde, Los hombres del rey. Redes, poder y surgimiento de nuevas <,lites gobernantes durante la Guerra de Sucesión", Act;1I del Seminario Científico Monarquía, Corte y poder en la Esptiña del SIglo XVii!. UnlVemrlad de Almena, Almería, if, 12 Y Ij de junio de 2007, en prensa.

X6 Véase también D. Barriera, Conquista y ... 87 AHN, Madrid, Calatrava, Expediente 1.272, año 1701, Bruno Mauricio de Zavala..

-200-

LAS Vr,NA'i DE LA ~{ONARQUÍA RFDES SOCIALES, CIRCULACIÓN DE RECURSOS Y CONFIGURACIONES TERRlTORIALE~

capitán y se le hace merced de un~ compañía en el tercio. En 1704 vuelve a España,

ocupa el cargo de primer teniente del Regimiento de 1 nfantería Española de

Guardias Reales, comenzando a servir el I de febrero de 1705. Durante la Guerra de

Sucesión participó en los conflictos en el reino de Valencia, especialmente la acción

de San Mateo y la toma de Villarreal en el Maestrazgo. Pasó luego a Madrid, donde

fue hecho prisionero y luego rescatado. Participó en el fundamental sitio de Lérida,

donde perdió un brazo. El 30 de diciembre de I707 SU Majestad lo nombró coronel

por real título, en 1709 brigadier de Infantería por "amplia contribución al vestido y

armamento del Regimiento de Vizcaya""", ampliando así su servicio al rey, con otros

recursos. En 1715 es capitán del Segundo batallón de la Compañía de Granaderos del

Regimiento de Inbntería de Guardias Españolas, que se encuentra en la Plaza de Barcelona de Guarnición 89.

Será en I7I7 cuando Zavala se haga cargo de su larga gobernación. A ello iba

encaminada la educación ofrecida por su bmilia y el diseño de su carrera, según

dejan ver sus cursus honorum. Su primo Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz y Sáez de

Andicano, con quien tuvo una fluida comunicación 90, fue una persona influyente y

poderosa en su tiempo, y su amplio espectro de relaciones le permitió en su momen­

to, golpear algunas puertas que pudieron abrirse hacia vías de gestión a favor del pos­tulante de Durango 91.

A todo concurrirán también los vientos de reforma que soplaban sobre la Corte.

Desde su llegada, el nuevo monarca se rodeó de personas para que le aconsejasen en

los negocios de la monarquía. Pronto, este grupo de decisión se institucionalizó

denominándose Consejo de Gabinete o de Despacho, lo que supuso una novedad

en la forma de toma de decisiones, ya que hasta entonces los reyes se habían valido

de personas concretas para estas cuestiones sin llegar a institucionalizarlas 91• De este

modo, el único lugar de decisión de la monarquía se fimdamentaba en el despacho

a boca, que era monopolizado por este Consejo que estuvo compuesto por perso­

nas de su confianza, escogidas por la sola voluntad reaL

El real decreto de 30 de noviembre de l714 dará paso a cuatro secretarías con un

veedor general en cuestiones de Hacienda. Esta división significó un reparto en

negociados. Los cuatro despachos creados fueron: Estado y Gracia Justicia, Gobierno

Político, Guerra, Marina e Indias'3. En abril de 1717 queda sancionado como Guerra,

---- ----------

3S Base de datos fichoz (GRUPO PAPE) 39 Archivo Ceneral de Simancas (ACS), Cuerra, 2.244, Barcelona 17 de agosto de 1715, Bernabé de Santa

MarÍ:l, Extracto de Revista pasada al Regimiento de Guardias Españolas. 90 ArU, Lequeitio, Correspondencia de Pedro Bernardo Yillarreal de Bérriz. 91 R. Guerrero Elecalde, y C. Tarragó, "La extraña geografía del podeL..". n J.-E Dedieu, "La Nueva Planta en su contexto. Las reformas del aparato del Estado en el reinado de

Felipe y", ManuscrÍts, 18, (2000), p. II4 "' J A. Escudero, ros orígenes del Consejo de Ministros en E'paña, Editora Nacional, Madrid, 1979.

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Page 17: Tarrago en Imizcoz 2010

CrUSl:.LDA BU:HUZ TARRACÓ

Marina y algunos asuntos de Indias, sufriendo este departamento una de las mayo­

res dispersiones'''. Será también el año en que el antes todopoderoso Consejo de

1 ndias 9, verá recortadas sus atribuciones básicamente al plano de la justicia civil 96 y

la Casa de Contratación se traslade a Cádiz 97•

En las secretarías tuvieron un peso decisivo los hombres que estuvieron al frente

y a través de quienes se encaminaron las órdenes, especialmente hacia espacios con­

flictivos y calientes como el Río de la Plata. ASÍ, se destacará José de Patiño que reu­

nió tres departamentos (Guerra, Marina, Indias) bajo su mando. En la extensa docu­

mentación que registra las órdenes recibidas para resolver o decidir cuestiones

fundamentales, como por ejemplo la fortificación de la costa oriental del Río de la

Plata, puede leerse un renovado posicionamiento hente a los conflictos del área 98.

El largo mandato de Zavala (1717-1736) se constituye en un eslabón más de uu

proceso de reformas que alcanzaban a toda la monarquía. Su gobierno estuvo signa­

do por conflictos en los que su trayectoria militar pesó de manera decisiva, especial­

mente en el transcurso que condujo a la h1I1dación de la ciudad de MOlltevideo,

testimonio de la nueva estrategia de Felipe V para consolidar la ocupación sobre el área de conflicto con Portugal 99 e Inglaterra 100.

9-1 A lo largo del sigl_o XVlll esta estructura originaria no se Jllantuvo estable, llegando Juego a cinco divisiones en 1721: Estado, Gracia y Justicia, Hacienda, Cuerra y Marina e Indias, con la preeminencia del titular de tstado. Estos nuevos órganos crecieron en poder en desmedro de los Consejos, excepto el de Castilla que rnantlJv~ sus atribuciones en el diseño de la política de Castilla y de toda España G. Franco Rubio, "La Secretaría de Fstado y del Despacho de Guerra en la primera mitad del siglo XVllI" en J L Castellanos (ed), Sociedad, administracián y poder en !tI Lspañrl del Antiguo Régimen. Hacia una nueva historia instltuciona~ 1 Sirnposiurn Internacional del Grupo PAPE, Universidad de Granada/Diputación de Granada, 1996

", J.M. Pérez Prendes y Muñoz de Arracó, La Monarquía Indiana y el LStrlM de Derecho, Asociación Francisco I ópez de Cómara, Valencia, 1989, pp. 326-}29; M Bustos Rodríguez, Cádiz en el sistema atúintico. ra ciu­dad, sus comr;rciantcs y la actividad merumtil ([650-18,0), Sílex/Univesidad de Cádiz, Madrid, 2005

% CAnés y Alvarez Castril!ón, Lrl Corona y la Amérim del Siglo de IrlI Luces, Asociación hancisco López de Cómara, Valencia, 1989 ..

"7 M. Bustos Rodríguez, Cádiz en el sistema atúintúo '" P De Angdis, Colección de obrtlS y Documentos re!tltivos a la historia rlntigurl y moderna de !as provincÍtlS del

Río de la Plata, 1 ibrería Nacional de l Lejouane y Cia, Editores, 1910, t. TII, ''l'undación de la ciudad de Montevideo por e! teniente general Bruno Mauricio de Zavala con otros documentos relativos al estado oriental", pp Il5-n7; véase también Arcbivo Ceneral de la Nación (AGN), Buenos Aires, Sala IX , Reales Ordenes, libro 2, 24-20-10, Reales Ordenes, libro 1, 24-10-9, Reales Ordenes, libro 1 24-10-10, Hacienda, l~g 1, exp. 15, 32 7 9, solicitudes Militares, libro 4, f. 395, Justicia 1714-1769. libro 1, expe. 2, f. 1, Inbunales, lego G-3, exp.. 15, Comunicaciones y Resoluciones Reales, Libro 1, Años 1716-r770, Tribunales, leg .. R-6, exp 6, 'Iribunales, leg .. Z-r, exp. 7, 'Tribunales, leg .. TI, exp [6,

99 Los portugueses habían fundado la Colonia de Sacramento en la península frente a b isla de San Gabriel y sobre una barranca que les permitía un buen dominio del río. Era de muy difícil conquista, porque por llena, la entrada se cerraba con cuatro baluartes, y e! frente norte se constituía por dos baluartes unidos por una cortina en terraplén que se prolongaba con cestones que cerraban la península.

lIJO Las victorias de las fuerzas de Buenos Aires sobre las portuguesas en 1680 y 1705 habían sido anuladas por la diplomacia. Sin embargo, una nueva estrategia se evidenciaba en los sucesivos reales despachos de r'elIpe V ordenando diferentes acciones para la fundación de Montevideo. Reales despachos de 1O/9h 717, 5/4/r718, 5/7/1718, 28/ro/r719, 4/n/r719, 10/11/1719, 2O/9/r720, Reales Cédulas de 13/n/r717, de 1718, de 1720. LE. Azarola Gil, ros orígenes de Montevideo, 16°7-[719, Librería y Editorial "1 a Facultad", Buenos Aires, 1933.

-202 -

LAS VJ:.i'.:,\S IH, l.A \fO~ARQuí.A REDES SOCf,\LLS, URUJJ..ACH'),"\; D}, RI:CURSOS Y CONFIGURACIONES TEIUUTORIALES

Los HOMBRES DJ<:l GOBERNADOR

Puede decirse que desde un plano más inclusivo hacia otro más Íntimo Zavala

llegó a su destino arropado por un sinnúmero de agentes que asociados a la Casa en

diferentes instancias, serían el material con el que se construiría una nueva cadena de

favores. En el carnina de múltiples mediaciones, para las que se utilizaban distintos

caminos para ayudar a parientes y amigos, el vínculo entre Pedro Bernardo y el

nuevo virrey José de Armendáriz, marqués de Castelfúerte 101, también será utilizado

a favor de Bruno Mauricio, quien sabe por boca de su primo y amigo que con él ,e ho~'{ará mucho IOJ

En Lima residían los Bengolea 103 y en Cuzco, los poderosos y ricos mineros

Esquivel, parientes cercanos a los Villarreal de Bérriz y también a los Zavala. En

la ciudad de los Reyes también había nacido Pedro de Zavala y sus hermanas. En la

jurisdicción de Charcas habitaban los descendientes de Antonio de lbañez. Tamo

Pedro corno Nicolás y Martín Ibáñez de Zavala habían comprado corregimientos en

ese territorio. Todos estos vínculos tejieron y a la vez diseñaron el bastidor sobre el que recaló Bruno Mauricio que no llegó a su Gobernación fc)rtuitamente. La Familia

y la Casa se había de alguna manera territorializado en ese Virreinato peruano, yen

el destino del vástago se fundían esa construcción con las necesidades de la Corona,

El gobernador pasó a América el I7 de febrero de 1717 con una corte de paisanos

y parientes. Llegaron con él a Buenos Aires MatÍas de Goicouria, Adrián de Ureta,

Manuel de Zubero y Martín de Zavala, todos naturales de Durango 104. El vínculo

con su comunidad de origen se sostuvo no sólo por el origen de sus criados. Durante

toda su estancia en Buenos Aires, mantuvo correspondencia y envió dinero a su

prima María Francisca de la Quadra, quien estaba a cargo de su hija María Nicolasa.

Una vez nombrado gobernador de Buenos Aires, se festejó en Durango con corrida

de toros y fuegos 10'. Cuando en 1718 ascendió a mariscal de Campo, el Ayuntamiento

le escribe felicitándole lO". En noviembre de I723 el concejo de la Villa se reúne para

101 T.a designación como virrey del Perú de José de Armen(Líriz, marqués de Caste!fuerte, marca como pocos ejemplos la llegada de vascos y navarros a la Corte y a los principales espacios de poder .. V éa.se A. Moreno Cebriill, F.l virrcÍnato del Marqués de CtlStelfoerte [721-1736 El Primer intento borbánico por reformar el Perú, Camel, Madnd, 2000; A Moreno Cebrián, y N. Sala y Vila, El "premio» de ser virrey los intereses plff:licos y privados del gobierno virreinal en el Perú de i'elipe V, Instituto de Ilistoria, Madrid, 2004

lO} C.arta de Pedro Bernardo de Villarreal de Bérriz a Bruno Mauricio de Zavala, 9 de diciembre de 172}. ATU, requemo, correspondencia de Pedro Bernardo de Villarreal de Bérriz ..

103 J. del Valle de I ersundi, "Uf13 Familia de ferrones, los Beyngoolea en el siglo XVII, a través de las caro tas de MIgUe! de Bazterrechea y de un libro del Padre Garrastachu", BRSBAP, Año 35, cuaderno 3-4 (1979), p. 475-530

1111 ACI, C:ontr;ltación, 5-469, n .. o 2, R31, expediente de información y licencia de pasajero a indias del briga­dIer Bruno Maunclo de 7avala, gobernador y capitán general de la ciudad y puerto de Buenos Aires.

103 ArchIVO Municipal de Durango, Actas del Ayuntamiento (AMD, AA), 19 de junio de 1716. 106 AMO, AA, 30 de setiembre de 1718

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GRIS.l:J.DA BL.\TRIZ TARlV\G6

tratar sobre su pretensión por sepultura o nicho que supone tiene en la iglesia de

Santa Ana.

Dispuesto a generar un diseño de su propia estrategia familiar pide en su última

voluntad -corno lo hicieran sus ancestros- que sus albaceas y su amigo Antonio de

Larrázabal, pongan a sus hijos al abrigo de la Casa al cuidado de su sobrino Martín

Amelio de Maguna y Zavala y de su primo Pedro Bernardo Villarreal de Bérriz con

la recomendación "que no permitan en teniendo edad se mantengan en esta ciudad

sino que los envíen a España o a arra parte deste Reyno, adonde corran su fortuna

[ ••• ]" 107. La experiencia rioplatense ha resultado muy dura para Bruno: ha sido un

gravoso peaje que ha debido pagar por el camino de ascenso bmiliar. Los ingentes

esfuerzos de su pariente por sacarlo de allí IUB trasuntan que la preocupación por tOf­

nar en seguridad un universo de incertidumbres permaneció como el horizonte de

las acciones de los agentes. La preocupación por la suerte de los hijos menores repro­

duce esta búsqueda de un mundo más seguro en el que el calor de vínculos domés­

ticos procuraba el amor y la protección.

Su casa en Buenos Aires intentaba recrear en un mundo extraño, ese primer círcu­

lo de confianza que significaban los vínculos primarios. Casi al mismo tiempo se

había radicado su hermana Catalina Inés Ybañez de Zavala y su cuñado Juan

Bautista de Urquizu, de una familia vizcaína de Elorrio y Durango de comerciantes

de hierro y cargadores a Indias 109. Los Urquizu habían ocupado cargos en el ayunta­

miento~ de Durango desde el siglo xvn "O•

Juan Bautista se dedicó al comercio, en una división de funciones bastante nueva

para la tradición familiar. En la casa de Buenos Aires vivirían los sobrinos Bruno y

Matheo de Urquizu "y demas sus hermanos el que menos a sinco años que vinieron

a esta america para exerxitarse en ella en el trafico y comercio quesepractica comolo

han estado y estan exerziendo con todo conocimiento y inteligencia ... ". Habían lle­

gado en "el navío de Zamorategui".

También habitaban con él Antonio Rodríguez Valdez, su mayordomo, Francisco

Cordovés, amanuense y cuarterón que "manejaba los papeles de su confianza" y su

secretario Mathias de Goicomia 111. El durangués que había llegado con el goberna­

dor, es el padrino de bautismo de su hijo Joseph Ignacio 111 a quien el gobernador "ali­

mentaba" por la mano de Goicouria.

107 AGN, Buenos Aires, Sucesiones 8821-176, ZavaJa, Bruno-Testamentaria. lO8 ATU, Lequeitio, correspondencia de Pedro Bernardo de Villarreal de Bérriz; R. Cuerrero Flecalde y c .. ·Emagó, "La extraña geografía del poder.. ".

lO'! ARCV, Sala Vizcaya, caja 26680002 Gregario de Otalora y Fchavarría, de Elorrio, María Ambrosia de Arespacochaga, 1710; I. Basterrerxea Kerexta, Hierro y palacios Elorrio y Sevilla. Mercaderes elorrianOl en Sevilla durante los siglo XVI y XV!!, Gráfica Lizaso, Amarebieta, 2004, pp. 84-92.

110 AMD, AA. 111 AGN, Buenos Aires, Sucesiones 8821-176, Zavala, Bruno-Testamentaria. III Ibídem ..

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L\~ "1:."",\5 [lE LA :-'10:--'ARQUÍA RElH.:-' SOClALES, CJRCI:l.:\CIÓ:-,; Dr, RECURSOS y CO:--'FlC;URACIONES Tf.RRrtORIALI:S

Conviven además varios escl;..tvos negros con labores domésticas: Benito, Úrsula,

Victoria, Domingo, Magdalena, Bruno, Esperanza, que al tiempo de la testamenta­

ria ya tenía "su libertad y Gregorio se mantendra en la cochera mientras le necesita­

re y se le dona para su manutención tres pesos al mes y se le hara un vestido y unos

calzones de pañete", además de Gerónimo y Catalina, indios. El padre jesuita Alonso

Fernández era su confesor. La casa registraba una materialidad particuiar para una ciudad que tenía todavía un

aspecto precario 111. De hecho, era alquilada porque la construcción del fuerte con la

vivienda del gobernador, sería una obra posterior. Pero a despecho de esa labilidad en

la que podía leerse lo efímero, lo pasajero que caracterizaba el gobierno de ese territo­

rio hasta entonces, el gobernador dormía en una cama con colgad mas de tafetán y

damasco que "costaron en Europa quinientos pesos" y tenía dos coches, los primeros

en el Río de la Plata. El mobiliario y enseres de la vivienda descubrían un estilo de vida

refinado en medio del polvo de las calles de tierra. Su biblioteca era al menos sorpren­

dente en un mundo en el que el control de la cultura estaba en manos de los jesuitas.

En ella se destacaban muchos libros en francés, otros tantos de temas militares, no

menos de literatura y un "arte del vascuense", fotograHa de sus redes referenciales.

Próximos a su casa se encontraban otros paisanos y amigos como el navarro José

Ruiz de Arellano, su fiador o Prancisco de Latatúa "residente en esta ciudad y natural

que dijo ser de la Billa de durango l ..... ]" perteneciente a la hmilia de escribanos del

Ayuntamiento de Durango que habían participado directamente, entre otras cosas, en

el proceso de constitución de la herencia de NicoLls Ibáñcz de Zavala .. Parcialmente

reconstruido a partir de indicios diversos, ese círculo de confianza permite pensar en

que el espíritu de un sistema de dones y reciprocidad cortesana y de Antiguo Régimen,

se reproducía en esta realidad americana. Muy cercanos y en su círculo de amistad también contaba con muchos paisanos

y camaradas de armas 111. Uno de los más cardinales es Antonio de Larrazábal l!), el

11 ¡ J.L Romero y LA. Romero, Buenos Aires Historia de cut/tro siglos, Altamira, Buenos Aires, 2000, l 1: Desde la Conquist:l hasta la Ciudad Patricia, "Españoles y criollos".

111 Véase V Zavala, S.J 8runo Mauricio de Zrwala, Cokcción Kururzeaga, Buenos Aires, r9X6. 111 Nacido en euecho, Vizcaya, bautizado el 18 de mayo de 1680 en Portugakrc. Fue regidor, alférez rcal

en 1726, alcalde ordinario y de segundo segundo voto en 1713,1715,17(8,1724 Y 1739 Teniente dc gober­nador en 1724, tesorero de la Real Hacienda, familiar de! Santo Oficio en 1716, maestre de Campo. Fallecido e! 10 de noviembre de 1756 Contrajo matrimonio el 13 de junio de 1706 con Agustina Avellaneda Lavayén, nacida e Buenos Aires, bautizada c124 de diciembre de 1689. ·Testó e! 17 de noviem­bre de 1714 Hijos: Juana María de Larrazábal Avellaneda, bautizada el 8 de julio de 1707, casó en pri­meras nupcias con Cregorio de Olalora, en segundas con José Antonio de lturriaga Florza; Tomasa de Larrazábal Avellaneda, bautizada el 25 de septiembre de 1708 (v. 58), falleció el }I de marzo de 181} a los 104 años, seis meses y catorce días; casó en pritneras nupcias con Martín de Arraiz y en segundas con Pablo de Aoiz La Torre; Marcos de Larrazáhal Avellaneda, bautizado el L° de mayo de 1710, corregidor, alcalde y regidor, gohernador del Paraguay, caballero de Santiago; casó en primeras nupcias con Flora de Ascasubi y en segundas con Josefa Leocadia de la Quintana y Riglos, padres de Juana, casada con Rafae! SobreIllonte, virrey de Buenos Aires; Manuela Francisca I arrazábal Avellaneda, nacida el 1} de

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Page 19: Tarrago en Imizcoz 2010

amigo por exce!encia. A él encomienda a sus hijos 11(, y en 1724, es en quien delega el

mando cuando emprende la tarea de la flmdación de Montevideo IJi. Además de

militar 11" y siguiendo un práctica extendida por América, Antonio era comercian­

te 11'). Se dedicaba a rubras diversos 120 y de entre todos sus poderosos yernos, eligió a

Gerónimo de Matorras 121 para seguir con las actividades mercantiles.

Juan de Gainza, militar y veedor de las cajas reales de Buenos Aires fue hombre

de confianza y quien llevó adelante el largo pleito por la sucesión del gobernador. Su

defensa se esmeró especialmente en validar la condición de militar de aquel y en

hacer respetar la última voluntad de heredar a sus hijos naturales americanos. En e!

momento de redactar su testamento se reúne con él "en su gabinete a comunicar sus

secretos". Argumentará y fundamentará encendidamente la postura de su compañe­

ra de armas y paisano, invocando que:

"se debe cumplir la última voluntad declarada por un cavallero, que desde sus

tiernos años sirvio a 5uMagd COIl tanta honra, perdiendo en su Real Servicio el brazo

diestro, en cuya perseverancia consiguió por su orden todos Jos empleos Militares

hasta el de Theniente Genrl, y por esso es expresamente comprendido mas que otros

en el Privilegio del Fuero militar y sus Hijos declarados y conocidos por tajes acree­

dores a la Herencia, en que su Padre les instituyó, excluyendole el mismo derecho

testar en la forma común y general [ .. )" 122

junio de 17ll, casó con e/maestre de campo don Juan Fernández y en segundas, en 1753, con el tenien­te aeneral Gerónirno de Jviatorras, explorador dd Chaco, gobernador del Paraguay y Tucumán, sin suce­sió~1; A.na Francisca de I.arrazábal y Avellaneda, bautizada el 26 de julio de 1714, casó con Martín .losé de Echauri, coronel de los Reales Ejércitos; Francisco de Larrazábal y Avellaneda, 24 de febrero de 1713 R. Molina, Diccionario Biográfico de Buenos Aires, 1580-1720, Academia Nacional de la 1 listoria, Buenos Aires, 2000, l' ,89·

116 AGN, Buenos Aires, Sucesiones 8821-176, Lavala, BruIJO-·Icstamentaria lI/ AGN, Tribunales, leg .. Ll, exp .. 8 .. 118 E.. Saguier, Genealogía de la tragedia argentina. Auge y COÚ¡PsO de un fragmento de estado o la violenta tran­

sición de un orden imperial-absolutirta a un orden nacional-republicano ([600-I9I2), 2007, www.er-saguier..org, ts. T y 11. _

119 Diversa documentación por cobro de pesos da cuenta de esta actividad ACN, Tribunales, lego (;5, exe­pedicnte 8 A.GN, Tribunales, leg .. Lz, exp.. T5 AGN, Tribunales, lego T2, exp. 7. ACN, 'üibunales, lcg L3, exp .. 4· AGN, Tribunales, lego T r, exps. 5. 1.753-1.755 Antonio de Larrazábal y .luan Ff3.nclsco Basurco Autos sobre el nombramiento de los susodichos por el Tribunal dd Consulado de Ljma, para desempe­ñar las funciones de diputados de comercio de Buenos Aires AGN, Tribunales, lego N270, exp. 4. AGN, lfibunales, leg .. M9, exp. 4

llO AGN, Sucesiones 6723, -¡estamentaria de Antonio de Larra2ábal, 1757-121 Cerónimo Matorras era natural de T aredo, actual Cantabria. A mediados del siglo XVIII era reconoci­

da como uno de los principales vecinos de Buenos Aires, adem;Ís de desempeñarse en los más altos car­gos del Cabildo porteño: regidor, alférez Real y alcalde de Segundo Voto. Su nombre se asocia a las cam­pañas militares del Chaco y a las paces que el mismo llevó adelante, con el cacique Paikín.

122 AGN, Buenos Aires, Sucesiones 8821-176, Zavala, Bruno-Testamentaria.

-206-

LAS VbNAS Ur, LA MUNARQUÍA REDES ~()C1ALr,S, CIRCUL\CIÓN 1).1:. R.l::CURSOS y CONI<J(;URACJONF.S TERl{j"IORIALFS

Cuatro de los yernos de Larrazábal formaron parte del círculo militar de vascos y

navarros que rodeó al gobernador en las múltiples jornadas que debió llevar adelan­

te en la convulsionada gobernación de Buenos Aires: Martín de Arraiz, Martín José

de Echauri, Pablo de Aoiz y Gregario de Otalora m.

El militar bilbaíno Martín de Barúa se desempeñó como teniente de gobernador

de la ciudad de Santa ¡-;e de la Vera Cruz entre 1715 y [725, hasta que su amigo Bruno

Mauricio de Zavala lo designó gobernador del Paraguay en medio de! conflicto por

las rebeliones comuneras. Otro de los testamentarios de Zavala el militar de carrera

Baltasar Carda Ros, file también un hombre esencial en la gestión de este territorio.

Tenía la graduación de coronel y el empleo de jefe de la guarnición de Buenos Aires

hasta que entregó la gobernación a Zavala y se puso a su servicio. En e! año 1723 fue

enviado por éste al Paraguay para pacificarlo, empresa en la que no tuvo éxito. Estos

y otros hombres integraban un homogéneo grupo de oficiales vascos y navarros estre­

chamente unidos entre sí. Este entorno, a su vez, se había afianzado a través de los

parentescos, como en el caso de los yernos de Larrazábal.

Gainza, Echauri y de Aoiz habían llegado en 1717 con los registros de! alavés

Martínez de Murguía. Tanto Martínez de Murguía corno Francisco de Alzaybar

constituían sustitutos de la avanzada de grupos de comerciantes vizcaínos en la Corte

donde fueron consiguiendo mayores privilegios mercantiles 124. A los 29 años celebró

su primer contrato con la Corona y el 12 de diciembre de 1724 Fe!ipe V aprobó el asiento firmado con la "razón naviera" de han cisco de Alzaybar y Cristóbal de

Urquijo m. Francisco era capitán de navío de la Real Armada y entre 1726 y 1727

hizo construir navíos en Inglaterra, los cuales fúeron utilizados por la Corona en

la guerra contra ese mismo país. En esa etapa logra que Migue! José De Aoiz de la

Torre, secretario de! marqués de Pozo bueno, ministro plenipotenciario de Felipe V

en Inglaterra, interceda ante e! poderoso Grimaldo para lograr sacar las embarcacio­

nes allí construidas y también "recomendar" a su socio para el "registro" de Buenos

u¡ Sobre las genealogías de es ros personajes véase C ·hrragó, ra gobernación de Buenos Aires durante el reinado de h:lipe V, Tesis de Doctorado, bajo la direcciónde J.M lmízco~. "

174 J M. Mariluz Urquijo, "Proyección y límites del comercIO vasco en el RIO de la Piara, en _~os 1J{fSC~S y América. El comercio vareo con América en el siglo xvrrr ra Rt'ld Compañía KUlpuzcoana de Caracas, San Sebasrián, 1988. .

i7) Fn su parte introductoria, se dejaba constancia de la necesidad de abastec~r a los habitantes de Buenos Aires, ·Ii.lcurnán y Paraguay de vestimenta, géneros y frutos españoles, a flll de ~ontrarrestar :1 avance del comercio extranjero, especialmente el de los portugueses desde la colOnIa de Sacramento. Se autofl­zaba a los dos armadores a navegar al puerto de Buenos Aires con cuatro navíos de mIl toneladas, duran­te cuatro años, con dos navíos a la vez, y un paquebot o patache para conducir pertrechos o bastlmen­tos La corona podía utilizar los buques para el transporte de armas, tropa, municio~lCs, funcio,narios y misioneros, así como el regreso de caudales de la Real HaCIenda .. E. Azarola GIl, Los orzgenes de Montevideo ¡607-IJ49 .. , pp. 107-8, doc. 16

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Page 20: Tarrago en Imizcoz 2010

GRTSELDA BEAlRIZ LUUtAGÓ

Aires 12(,. Por entonces vivía en Buenos Aires Pablo de Aoiz, hermano del secretario y,

como se vio, muy cercano a Zavala.

Como puede apreciarse, por entonces el Río de la Plata no era ni podía ser ajeno

a los movimientos que se producían en el corazón de la monarquía. La presencia

notable de vascos y navarros en un momento de especiales oportunidades de ascen­

so no pueden tomarse livianamente ya sea por omisión o por la mera adscripción

territorial de estos agentes. Estos grupos familiares agenciaron una experiencia vasta

que se disipó capilarmente también en lo profimdo de América, en un proceso en el

que negocios y poder no estuvieron nunca disociados.

CONCLUSIONES

En otros trabajos que se han citado en este artículo, se ha señalado la contunden­

cia del fenómeno de nuevas élites de poder, los cuales habían alcanzado la Corte y

los destinos en la alta política con el arribo de Felipe V. En los mismos se aludía tam­

bién a las oportunidades que había abierto la Guerra de Sucesión para esas élites.

Dentro de ellas se destacaron grupos del Norte, especialmente vascos y navarros,

quienes ocuparon una gran cantidad de cargos con la llegada de los Borbones. Esta

afirmación que no deja de ser veraz en su esencia, requiere de cierto matiz. Tal vez

no se pueda a estas alturas persistir en la afirmación de que el hecho de posicionarse

mejor en~ la nueva configuración de poder sign ifique necesariamente que se trataba

de familias nuevas en el servicio al rey y, en el caso que tratarnos, en la carrera de

1 ndias. Lo nuevo es la configuración 127 en la que se manifiesta una redundancia

de actores, y con ella, una potenciación de las relaciones de poder de estos grupos de

acuerdo a nuevas posiciones relativas alcanzadas al interior de la Corte. Las mismas

fueron ganadas a fuerza de ullas estrategias colectivas que, guiadas por la economía

de la casa y la cultura de la gracia, ajustaron en un proceso siempre dinámico y no

privado de conflictos, esos intereses con los del rey y sus Reinos.

La familia Zavala fue agente de esas nuevas dinámicas y constituyó una pieza

clave en el andamiaje borbónico que se montaba en el Río de la Plata. A partir de

esa exploración resulta posible observar prácticas que remiten a las anteriores afirma­

ciones: un grupo de parentesco con una acendrada trayectoria en el servicio al rey,

una "economía de la casa" fónalecida en el comercio con Indias y una consolidada y

específica "espacialidad de los vínculos" 12X. Todo lo cual asiste a que cuando el

116 Véase R. (~ucrrero Elecald<.:, "Las cáhalas de los «vizcaínos» "; ACS, Estado, 8I24. Carta a Grimaldo, I8 de julio de I726.

127 Véase N. Elias, La wciedad cortesana, Fondo de Cultura, México, I996, Introducción .. 1" G.hrragó y R. Guerrero Fkcalde, "l:'amily and Business: the cas<.: of"hgle y Bracho (viceroyalty of Peru,

I700-1750)", Actas Tnternacional Workshop "tconomic growth geneawgies

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L\s VENAS DIO. lA .\10~ARQlJ{A RED.!:.;" VJUALFS, CIRUJLAUÓN DE RECURSOS Y CO",H(;{JRACIO~IO.S TERRITORIAL.!:.S

momento cuaje en los años de guerra y las primeras refórmas felipistas, el linaje

pueda experimentar los beneficios de unas rediseñadas posiciones de poder.

En una sociedad de patronazgos y clientelas basadas en una cultura del amparo

social, tener parientes que patrocinasen, ayudasen, contribuyesen con la economía de

la casa, era fundamental. Política y Economía se mimetizaban en esta cultura porque

"la familia bien regida es la verdadera imagen de la República, y la autoridad domés­

tica semejante a la autoridad suprema, y el justo gobiemo de la casa es el verdadero

modelo del gobierno de la Re¡:H.iblica" "9 La familia era así espacio de aculturación y

orden de dominación. A través de esa relación "desinteresada" se expresaba la caridad

y el amor que incluyendo a Dios ordenaba la sociedad y mantenía en un coto res­tringido la circulación del poder.

La investigación muestra a la familia como constructora, creadora, hacedora de

esas dinámicas. fueron así agentes de unas acciones que tutelaron la consolidación

de la carrera de Indias y los contactos con la Corte para generar de esta manera la

posibilidad del ascenso y la reubicación cuando una coyuntura excepcional así lo per­

mitieron. Para ello fue necesario tomar decisiones que no siempre fueron amables

para todos los miembros de la familia o que requirieron de una celeridad inusitada

cuando el horizonte de incertidumbre se amplió por una muerte, por una gestión fallida o un pariente "desleal".

Una y otras acciones marcharon sinérgicamente alimentándose mutuamente y generando, con ello, estructuras sociales.

129 J. Castillo de Bobadiya, Política para wrregidores, proemio, cic por KA. Clavero, Antidora, Antropología GitÚlica., p. I59

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