te deum 2014 - iglesia.cl

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Te Deum 2014 En Catedral de Antofagasta, Monseñor Pablo Lizama, en comunión con autoridades civiles, militares y fieles, oraron por nuestra Patria y pidieron a Dios por una ciudad más inclusiva Fecha: Jueves 18 de Septiembre de 2014 Pais: Chile Ciudad: Antofagasta Autor: Mons. Pablo Lizama Riquelme Santiago era una aldea del fin del mundo en los confines del reino, sin ninguna gravitación en la sociedad de entonces. Y ese 18 de septiembre de 1810 no fue distinto en toda la colonia, relajado y sin noticias tanto que no dimensionaban sus autoridades que están, en los inicios de una gesta libertaria que se prolongaría en el tiempo. Era la Constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno, como respuesta a los acontecimientos de Europa y especialmente en España. Hoy después de 204 años nos volvemos a reunir como lo han hecho nuestros antecesores ininterrumpidamente- para alabar y bendecir a nuestro Dios que tanto nos ha dado: un país hermoso, una paz más que centenaria, un pueblo digno que cada vez conoce y defienden sus derechos. Pero cada vez cuestan más cumplir las obligaciones y por eso junto con agradecer a Dios, eso es TE DEUM, también pedimos perdón por nuestros errores y desencuentros. Rogamos a Dios que nos fortalezca y anime a servir a Chile y no a servirnos de Chile. La Iglesia católica ya antes de 1810 evangelizaba a los pueblos originarios y acompañaba la marcha de Chile, con el aporte de la fe que impregnaba la sociedad. Eran tiempos en que la fe se notaba incluso en la construcción de los pueblos y ciudades. Ciertamente lo primero que se podía ver era la torre de la Iglesia. El tríptico que tienen en sus manos, muestra en una foto que ya hace tiempo hay edificios más altos y significativos que nuestros templos. He elegido esa imagen para graficar estas palabras. Esperamos que esta visión urbana no sea una expresión de borrar la presencia de Dios. De querer privatizar la fe en un pueblo que mayoritariamente es creyente, ceder a la tentación de construir una sociedad sin Dios, que no se note la presencia de Dios. La sociedad chilena es creyente en Dios y Jesús es nuestra referencia en su Buena Noticia que es el Evangelio. Esta Iglesia Católica en 1925, con dolor se separa del Estado, pero pudimos civilizadamente seguir en una buena armonía. En 1938 no pocos católicos temieron que un triunfo del Frente Popular significara una persecución religiosa. Dos hombres ilustres: el Presidente Pedro Aguirre Cerda y el Cardenal José María Caro Rodríguez, lograron crear un clima de diálogo y entendimiento que se ha prolongado hasta ese momento. Hoy, parece, que algunos pretenden o quieren construir la sociedad chilena sin Dios. Ignorar a Dios. El Dios cristiano no anula a la persona, y sus búsquedas, más bien lo proyectan, toma conciencia de que se es hijo de Dios, pero lo cierto es que tenemos una historia de colaboración, distinta a otros pueblos y naciones, en lo asistencial, en lo educacional

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Te Deum 2014

En Catedral de Antofagasta, Monseñor Pablo Lizama, en comunión con autoridades civiles, militares y fieles, oraron por nuestra Patria y pidieron a Dios por una ciudad más inclusiva

Fecha: Jueves 18 de Septiembre de 2014Pais: ChileCiudad: AntofagastaAutor: Mons. Pablo Lizama Riquelme

Santiago era una aldea del fin del mundo en los confines del reino, sin ninguna gravitación en la sociedad de entonces.

Y ese 18 de septiembre de 1810 no fue distinto en toda la colonia, relajado y sin noticias tanto que no dimensionaban sus autoridades que están, en los inicios de una gesta libertaria que se prolongaría en el tiempo.

Era la Constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno, como respuesta a los acontecimientos de Europa y especialmente en España.

Hoy después de 204 años nos volvemos a reunir como lo han hecho nuestros antecesores ininterrumpidamente- para alabar y bendecir a nuestro Dios que tanto nos ha dado: un país hermoso, una paz más que centenaria, un pueblo digno que cada vez conoce y defienden sus derechos. Pero cada vez cuestan más cumplir las obligaciones y por eso junto con agradecer a Dios, eso es TE DEUM, también pedimos perdón por nuestros errores y desencuentros.

Rogamos a Dios que nos fortalezca y anime a servir a Chile y no a servirnos de Chile.

La Iglesia católica ya antes de 1810 evangelizaba a los pueblos originarios y acompañaba la marcha de Chile, con el aporte de la fe que impregnaba la sociedad.

Eran tiempos en que la fe se notaba incluso en la construcción de los pueblos y ciudades.Ciertamente lo primero que se podía ver era la torre de la Iglesia. El tríptico que tienen en sus manos, muestra en una foto que ya hace tiempo hay edificios más altos y significativos que nuestros templos. He elegido esa imagen para graficar estas palabras.

Esperamos que esta visión urbana no sea una expresión de borrar la presencia de Dios. De querer privatizar la fe en un pueblo que mayoritariamente es creyente, ceder a la tentación de construir una sociedad sin Dios, que no se note la presencia de Dios. La sociedad chilena es creyente en Dios y Jesús es nuestra referencia en su Buena Noticia que es el Evangelio.

Esta Iglesia Católica en 1925, con dolor se separa del Estado, pero pudimos civilizadamente seguir en una buena armonía.

En 1938 no pocos católicos temieron que un triunfo del Frente Popular significara una persecución religiosa. Dos hombres ilustres: el Presidente Pedro Aguirre Cerda y el Cardenal José María Caro Rodríguez, lograron crear un clima de diálogo y entendimiento que se ha prolongado hasta ese momento.

Hoy, parece, que algunos pretenden o quieren construir la sociedad chilena sin Dios. Ignorar a Dios.

El Dios cristiano no anula a la persona, y sus búsquedas, más bien lo proyectan, toma conciencia de que se es hijo de Dios, pero lo cierto es que tenemos una historia de colaboración, distinta a otros pueblos y naciones, en lo asistencial, en lo educacional

Algunos pocos piensan una Constitución que expresamente sea laica citando algunos países, muy pocos, que así lo han explicitado, pero su historia ha sido distinta, muy distinta, con guerras religiosas tremendas por su crueldad. Han sido genocidios político-religiosos.

Los Obispos de Chile en las Orientaciones Pastorales declaramos que:a) "estamos viviendo un rápido proceso de cambio cultural". Por doquier surgen nuevas actitudes y nuevos modos de enfrentar la vida. Esta novedad en algunas oportunidades nos atemoriza, y en otras nos sorprende y atrae por su vitalidad evangélica. La creciente demanda por un trato más igualitario para todos, comenzando por las relaciones entre el varón y la mujer, es una de ellas. El desafío que representa una sociedad más abierta y pluralista exige reconocer, respetar y valorar las mutuas diferencias, sobre todo aquellas que provienen de la multiculturalidad. Especialmente importante son los cambios culturales en el manejo del tiempo, del espacio y de las relaciones sociales que están introduciendo las nuevas formas de comunicación y de trabajo en red. Estos cambios involucran a toda la sociedad, pero de modo especial a los más jóvenes.

b) Somos testigos de un hondo malestar social, de un clamor por mayor justicia social que atraviesa nuestro país. Junto a un claro crecimiento económico se mantiene una profunda desigualdad. Son numerosas las antiguas pobrezas que se mantienen, surgen nuevas pobrezas y tambén constatamos realidades de exclusión. Estos hechos están en la raíz del malestar social y generan un clamor por mayor respeto a la dignidad de cada persona, por justicia social y por la defensa del bien común. El malestar social va acompañado de una crisis en las relaciones interpersonales. Crece la desconfianza en los demás y en las instituciones. Se va instalando una crisis de credibilidad que erosiona el tejido social. Junto a un muy positivo fortalecimiento de la responsabilidad personal, crece un individualismo que mira los logros de otros como una amenaza personal. Se mantiene una gran solidaridad en los momentos de catástrofes nacionales o en los episodios de crisis personales, pero en el día a día va ganando terreno la desconfianza y el individualismo.

Así lo entiende el apóstol Pablo cuando en su misión evangelizadora le habla a los griegos, discurso brillante, donde los alaba diciéndoles que son un pueblo tan religioso que incluso tienen un altar "al Dios desconocido", para no dejar alguna divinidad postergada. De este Dios desconocido les dirá Pablo les vengo a predicar.

El salmo, proclamado nos ha hecho repetir una y otra vez "el auxilio nos viene del Señor" haciéndonos saber que no es suficiente tener las mejores alarmas y seguridades, porque en definitiva el auxilio nos viene del Señor.

El 18 de septiembre le rogamos al Señor, con el mazo dando y a Dios rogando, nos cuide y proteja, ya que debemos cuidar y proteger la vida desde que es concebida y hasta su muerte digna y natural.

El Evangelio hermosamente proclamado, es un mensaje alentador, de confianza de lo que puede ser el hombre, casas firmes que soporten las adversidades.

Queremos y trabajamos por cuidar el amor de nuestros jóvenes, en nuestras familias a las que les deseamos que envejezcan juntos por muchos años.

La casa bien construida de Evangelio es un símil del hogar bien constituido sobre bases solidas del respeto, donde cada miembro es amado, querido, valorado, animado, que no tiene espacio para hablar de un niño no deseado, no querido.

Pero este mismo texto nos puede proyectar a la sociedad que cimentada en los mandamientos puede soportar los peligros de lluvia, vientos huracanados, crecidas de ríos son los grandes peligros que afronta toda la sociedad: El consumismo, el egoísmo, la vulgaridad, la ambición, la violencia, el secularismo, el laicismo.

No expulsemos a Dios de nuestras leyes, de la escuela y del hogar como entonaba una vieja canción.

Construyamos una sociedad que incluya a Dios y sus preceptos de amarlo a Él, honrar padre y madre, no robar, en fin los mandamientos y que el Evangelio les da aire y fuerza para vivir.

Construyamos un Chile, una sociedad chilena, con alma con valores y así pagaremos con generosidad nuestros impuestos, para ser bien utilizados en la educación que la queremos excelente, sin lucro y de calidad, con profesores valorados y dignamente remunerados pero que Dios este presente para respetar a cada niño, a cada joven marcados a fuego con el respeto para él y que respete a su prójimo y que hace posible una sociedad construida en el amor, construida sobre roca.

María, Virgen Madre, que bajo la advocación del Carmen que supo llevar su hogar en Nazaret, interceda por nuestra Patria para que seamos un pueblo que progresa, que quiere vivir en paz, que en alegre oración agradece a Dios lo que somos y lo que queremos ser.

Termino con la oración del querido Papa Francisco:

"Estrella de la nueva evangelización,Ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,Del servicio, de la fe ardiente y generosa,De la justicia y el amor a los pobres,Para que la alegría del Evangelio llegue hasta los confines de la tierraY ninguna periferia se prive de su luz.Madre del Evangelio viviente,Manantial de alegría para los pequeños,Ruega por nosotros. Amén. Aleluya.

Pablo Lizama RiquelmeArzobispo de Antofagasta