temporalidad e historicidad

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Temporeidad e historicidad: más allá del tiempo vulgar y de la historia como predilección del pasado. David R. Gámez Merced I. Nota preliminar. De los problemas de la filosofía, el ser. De los accesos originarios a éste, la temporeidad. Y es que el tiempo considerado como cuantificación y sucesión de “ahoras”, a decir de Heidegger, no permite la posibilidad de desvelar el fenómeno originario del tiempo y con él, el del ser. Aún más, todo lo anterior clausura la intención de problematizar el tiempo más allá de sus elementos consecuentes (presente- pasado-futuro) y sus repercusiones para una interpretación mediana del ser. Sólo a partir del fenómeno originario de la temporeidad pueden clarificarse dos problemas verdaderamente urgentes para la analítica existencial llevada a cabo por 1 “La penetración ontológica en dirección al “origen” no conduce a cosas ónticamente obvias para el “entendimiento común”, sino que para ella se abre precisamente la cuestionabilidad de todo lo obvio.” Heidegger

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revisión de las nociones de tiempo en Heidegger y las implicaciones en la concepción de la historia.

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Temporeidad e historicidad: ms all del tiempo vulgar y de la historia como predileccin del pasado.

David R. Gmez Merced

La penetracin ontolgica en direccin al origen no conduce a cosas nticamente obvias para el entendimiento comn, sino que para ella se abre precisamente la cuestionabilidad de todo lo obvio.Heidegger

I. Nota preliminar.De los problemas de la filosofa, el ser. De los accesos originarios a ste, la temporeidad. Y es que el tiempo considerado como cuantificacin y sucesin de ahoras, a decir de Heidegger, no permite la posibilidad de desvelar el fenmeno originario del tiempo y con l, el del ser. An ms, todo lo anterior clausura la intencin de problematizar el tiempo ms all de sus elementos consecuentes (presente-pasado-futuro) y sus repercusiones para una interpretacin mediana del ser. Slo a partir del fenmeno originario de la temporeidad pueden clarificarse dos problemas verdaderamente urgentes para la analtica existencial llevada a cabo por Heidegger: i) el origen del concepto vulgar del tiempo y ii) la preeminencia de sta concepcin vulgar del tiempo que oculta y lleva al olvido el sentido del cuidado propio; la temporeidad.[footnoteRef:1] [1: Cfr. Heidegger Martin, Ser y tiempo, Trotta, Madrid, 2003, p. 323.]

Porque el fenmeno originario de la temporeidad abre la posibilidad de seguir problematizando el modo propio del ser del Dasein, la urgencia de desmontar el tiempo de su caracterstica vulgarmente entendida como sucesin del presentarse, comporta una tarea mayormente originaria en la que el Dasein ontolgico-existencialmente es Histrico.[footnoteRef:2] [2: Cfr. Ibid., p. 389-392.]

No obstante, cmo se desvela el fenmeno originario de la temporeidad? Cmo se funda la historicidad en lo desvelado como temporeidad? Qu relacin guardan temporeidad e historicidad? Cul es la intencin heideggeriana de romper con la tradicin vulgar del tiempo?Aunque las demandas arriba establecidas requieren un planteamiento mucho ms complejo, en adelante se resolvern bajo una modalidad ms sinttica que recorrer los siguientes momentos: primeramente habr que dilucidar la intencin de Heidegger en su camino a Ser y Tiempo para encontrar el hilo conductor hacia la tematizacin de la temporeidad (II), consecuentemente tendr que desglosarse el consistir de la temporeidad como unidad originaria del modo de ser del Dasein (III), el momento final estar reservado para describir el acontecer de la fundamentacin de la historicidad desde el fenmeno originario de la temporeidad del Dasein.

II. La intencin heideggeriana en su camino a Ser y tiempo.Ser y tiempo es para Heidegger un punto de partida radical para renovar la tarea de la filosofa, este punto de partida representa para la tarea heideggeriana romper con la tradicin ontolgica que ve al hombre bajo la categora de substancia, contrario a ello, Heidegger inaugura un estudio que tiene que ver con lo que l mismo denomin para el semestre invernal de 1920/21 la experiencia fctica de la vida.[footnoteRef:3] Esto es, afrontar la experiencia de la vida pero no como algo efectivo sino a partir del carcter experienciador de lo histrico. [3: Gonzlez, E. (Coord.), Rostros de la historia y de la temporalidad, UMSNH, Morelia, 2011, p. 220.]

Para Heidegger, la intencin de conectar lo histrico con la vida hace posible la comprensin de la filosofa misma, lo histrico es un fenmeno nuclear, por ello es necesario abrir el mbito de lo histrico, pero no desde las categoras cognoscitivas de lo cientfico, sino desde la significatividad de la experiencia fctica de la vida. As en 1919, ya proclamaba la ruptura con el mundo conceptual tradicional y aperturaba la posibilidad de hundirse en el mbito de lo preteortico, esfera que hace posible el encuentro con la significatividad del entorno, con el mundo que mundea.[footnoteRef:4] [4: Ibid., p. 232 y 233.]

A Heidegger le parece que el mbito teortico de-significa la vivencia de lo vivido, suprime lo significativo, por esto la vivencia deja de ser la vivencia originaria para convertirse en un conocer el mundo, un conocimiento que des-historiza al yo vivenciador. A todo esto, la intencin del filsofo de Merkirch es oponer al yo deshistorizado por lo teortico un yo vivenciador que no hace de sus vivencias un contenido gnoseolgico, sino que las comprende en su significatividad.[footnoteRef:5] [5: Ibid., p. 234-235.]

Esta renovacin del punto de partida viene a reflejarse en la obra Ser y tiempo de 1927, aunque con algunos ajustes que designan la continuidad del camino de Heidegger; la experiencia fctica de la vida, llega a Ser y tiempo como Dasein, que oculta precisamente el carcter fctico, esto es el carcter histrico de la vida.La intencin Heideggeriana en su camino a Ser y tiempo se va delineando como un inters por la vida fctica que desemboca en lo que se ha conocido mejor como Analtica existenciaria del Dasein.

III. La unidad originaria del modo de ser del Dasein: la temporeidad.El tiempo en la tarea heideggeriana resulta ser una de las cuestiones ms fundamentales para pensar al Dasein, la reminiscencia aristotlica en el modo de retrotraer el pensamiento de Aristteles sobre el movimiento y deconstruirlo fuera de la ousa para quedarse con su primeridad ontolgica, trae como consecuencia que Heidegger considere que el movimiento slo se da en los entes, en tanto que para el Dasein (la experiencia fctica de la vida) sea propiamente la movilidad.[footnoteRef:6] [6: Adrian, J., Heidegger y la genealoga de la pregunta por el ser. Una articulacin temtica y metodolgica de su obra temprana. Herder, Barcelona. P. 310-316.]

El reconocimiento de la diferencia entre entes que estn siempre ah y el Dasein como movilidad de la vida va a establecer en el pensamiento de Heidegger que el Dasein en s mismo es facticidad, entendida como una determinacin ontolgica muy especfica de l. Contrario a los entes, el Dasein es un ente inacabado que est en constante proceso y que tiene como esencia la existencialidad, que a su vez no puede pensarse como posicin en el mundo, sino que, incluso toda posicin y movimiento de los intramundanos est fundado sobre la movilidad del Dasein.[footnoteRef:7] [7: Ibid., p. 320 y 321.]

El carcter fctico del Dasein se remite a una Anlitica existenciaria que da cuenta, precisamente, de las condiciones ontolgicas de posibilidad de los diferentes modos de comportamiento del Dasein,[footnoteRef:8] Ser y tiempo entonces permite comprender esta unidad del modo de ser del Dasein a partir de la estructura total del cuidado, que conduce al Dasein al fenmeno originario de la temporeidad.[footnoteRef:9] [8: Ibid., p. 356.] [9: Ibid., p. 359.]

La unidad de los momentos constitutivos del cuidado, existencialidad, facticidad y condicin de cado, hizo posible la primera delimitacin ontolgica de la totalidad del todo estructural que es el Dasein. La estructura del cuidado fue reducida a la siguiente formula existencial: anticiparse-a-s-estando-ya-en (un mundo) en-medio-de (los entes que comparecen dentro del mundo). La totalidad de la estructura del cuidado no se obtiene por acoplamiento de partes y, sin embargo es una totalidad articulada.[footnoteRef:10] [10: Heidegger Martin, Ser y tiempo, Trotta, Madrid, 2003, p. 335.]

La temporeidad entonces, puede extraerse segn la cita anterior de esta manera: segn la estructura del cuidado, el primer elemento articulador es el anticiparse-a-si que se establece en el tiempo futuro, el estar-ya-en que mienta la situacin de arrojado y en s el haber-sido, y el estar-en-medio-de que tiene que ver con la presentacin. No obstante, las situaciones temporeas que anteriormente se enumeraron (futuro, haber-sido, presentacin) no corresponden a lo que Heidegger intenta, desde la experiencia fctica de la vida, abandonar, esto es, el concepto vulgar del tiempo.[footnoteRef:11] [11: Cfr. Ibid., p. 344.]

Lo entendido como sucesiones de ahoras, el llamado tiempo que contabiliza un movimiento en un antes y un despus, tiene para Heidegger la propiedad de clausurar el encuentro con el fenmeno originario de la temporeidad del Dasein, esto porque el concepto vulgar del tiempo dara a entender que el cuidado que opera el Dasein al dejar-se venir hacia s-mismo para alcanzar una resolucin precursora, parecera que transcurre en el tiempo, y todo el anlisis que se ha hecho sobre el Dasein entonces se viene abajo, porque el carcter del Dasein sera reducido a algo que est-ah, y la intencin heideggeriana consiste en abandonar la cosidad del Ser-ah.En este sentido, aparece tambin la necesidad de abandonar los esquemas del concepto vulgar del tiempo, ya que en cuanto que el Dasein se deja venir hacia s-mismo soportando la posibilidad eminente, da cuenta, por s mismo de que el adelantarse, el dejar-se venir, solo es posible en cuanto que en s mismo es l es venidero, dejar-se-venir es apuntar hacia el fenmeno originario del por-venir.[footnoteRef:12] [12: Cfr. Ibid., p.343.]

De todo lo anterior, se puede resumir que el Dasein es en s mismo temporeidad, porque ello hace posible la unidad de existencia, facticidad y cada, as como tambin temporeidad revela el sentido del cuidado propio en la que la existencialidad en sentido primario, es el futuro,[footnoteRef:13] empero, no entendido desde el concepto vulgar del tiempo, sino desde la temporeidad que temporiza el futuro, el haber-sido y la presentacin. [13: Cfr. Ibid., p. 344-345.]

IV. La historicidad como constitucin ontolgico-existencial del DaseinPosterior a que la analtica existencial en Ser y tiempo logra desmontar el concepto vulgar del tiempo para el estudio de la realidad existenciaria que es el Dasein, y operando una fundamentacin de la temporeidad en el ser mismo del ser-ah por ser el mismo venidero, Heidegger se propone cubrir el remanente de la analtica existencial del Dasein, esto es, el extenderse mismo del Dasein entre el nacimiento y la muerte.

Aunque muchas de las estructuras del Dasein quedan todava oscuras en su detalle, podra parecer, sin embargo, que con la aclaracin de la temporeidad como condicin de posibilidad originaria del cuidado ya hemos alcanzado la originariedad requerida para la interpretacin del Dasein. La temporeidad fue sacada a la luz tomando en consideracin el modo propio del poder-estar-entero del Dasein. La interpretacin temprea del cuidado fue luego confirmada mediante la demostracin de la temporeidad del estar-en-el-mundo ocupndose de l puede el Dasein ser comprendido de un modo todava ms originario que el modo como es comprendido en el proyecto de su existencia propia? [footnoteRef:14] [14: Ibid., p. 389.]

El extenderse del Dasein por tanto remite a la trama de la vida, el modo en que el Dasein recorre, del comienzo a la muerte, esa trama puede graficarse segn el esquema de una secuencia de vivencias, pero, aqu aparece de nueva cuenta el problema de la concepcin vulgar de los fenmenos, en este caso, el de la trama de la vida, puesto que si se considera el extenderse del Dasein del comienzo a la muerte como una sucesin de vivencias, entonces lo nico real verdaderamente son las vivencias del presente, lo sido o lo todava no, carecen de realidad, o peor, de sentido. El Dasein no existe como suma de realidades momentneas de vivencias que se van sucediendo y van desapareciendo. Tampoco se trata de que esta sucesin vaya rellenando paulatinamente un cierto trecho. Porque, cmo podra este espacio intermedio estar-ah si en cada momento slo es real la vivencia actual y si los lmites de ese espacio, es decir, el nacimiento y la muerte, carecen de realidad, en cuanto son algo pasado o por venir? En el fondo, la concepcin vulgar de la trama de la vida no piensa tampoco en un marco que se extendiese fuera del Dasein y lo rodease, sino que lo busca, con toda razn, en el Dasein mismo. Pero la tcita suposicin ontolgica segn la cual este ente sera algo que est-ah en el tiempo, arruina todo intento de aclaracin ontolgica del ser entre el nacimiento y la muerte.

As, entonces tenemos que una concepcin vulgar de la trama de la vida est emparentada con una concepcin vulgar del tiempo, una pretensin de linealidad que corre de un lado a otro dejando atrs lo sido para encaminarse hacia el por-venir o lo todava-no. La situacin con el Dasein siempre es especfica y por su modo de estar-en-el-mundo y no simplemente estar-ah, le corresponde una aclaracin ontolgica de la trama de la vida desde su propia constitucin temprea, es decir, abandonado el concepto vulgar del tiempo para la comprensin del ser del Dasein, tambin se abandonar la concepcin vulgar de lo histrico como sucesin de eventos, y se optar por el estudio de la movilidad del Dasein mejor significada como el problema ontolgico del acontecer del Dasein.

Primariamente histrico es el ente humano, dice Heidegger. Slo en un sentido secundario lo son los dems entes, la naturaleza misma en cuanto suelo de la historia. El ser histrico originario no es, entonces el mundo pasado tal como viene al presente en cuanto objeto de nuestra re-presentacin; lo originariamente histrico es la existencia humana como tal. Slo en un sentido derivado los dems entes entran en la historia; su historicidad depende del fenmeno primario de que el mundo al que pertenecen estos entes es originariamente abierto con la existencia humana.[footnoteRef:15] [15: Guerra R. et. al. (coords.), Martin Heidegger. Caminos, UNAM, Mxico, p. 51.]

El problema de la historia, siguiendo siempre a Heidegger, deber ser tematizado nuevamente, y slo a partir del ser de lo histrico. Esto irremediablemente remite a la historicidad y a su enraizamiento en la temporeidad.[footnoteRef:16] De esta manera, la profundizacin del fenmeno originario del Dasein como temporeidad que hace posible el cuidado, la facticidad y la cada, permite ahora sacar a la luz que si ste ente es tempreo, no lo es porque est contenido en una trama de sucesiones eventuales vulgarmente entendidas como historia, sino porque el modo de ser del Dasein en su originariedad es ser tempreo y por tanto histrico. [16: Cfr. Heidegger Martin, Ser y tiempo, Trotta, Madrid, 2003, p. 392.]

Solo un ente que es esencialmente venidero en su ser de tal manera que, siendo libre para su muerte y estrellndose contra ella, puede dejarse arrojar hacia atrs, hacia su ah fctico, es decir, slo un ente que como venidero sea cooriginariamente un ente que est siendo sido, puede, entregndose a s mismo la posibilidad heredada, asumir la condicin de arrojado y ser instantneo para su tiempo. Tan slo la temporeidad propia, que es, a la vez, finita, hace posible algo as como un destino, es decir una historicidad propia. [footnoteRef:17] [17: Ibid., p. 401.]

La concepcin de historia que considera con predileccin que slo lo pasado tiene carcter histrico, deber ser replanteada ms all de aquella concepcin vulgar y deber reestructurarse segn el modo de ser de lo histrico.La historicidad es por tanto una elaboracin ms concreta de la temporeidad, por ello el fundamento para la historicidad es la temporeidad, que a su vez fue dilucidada por una forma propia del existir, esto es, la resolucin precursora.

V. Conclusiones

1. La tarea de la renovacin heideggeriana en relacin al abandono de la ontologa clsica resulta, como l mismo lo ha mencionado en Ser y tiempo, necesaria y no arbitraria, ya que el modo de clsico de pensar la existencia era derivada y secundaria, las nociones de tiempo e historia estaban por ello impregnadas de una visin ontolgica que pretenda hacer encajar l mbito de lo existente en el esquematismo lgico de lo teortico.2. El abandono del tiempo vulgar responde a una exigencia ontolgica que da cuenta de que en el mbito del modo de ser del Dasein, lo existencial, no vivencia el tiempo como secuencia ni como lejanos haber-sido o distanciados todava no, sino que en la experiencia fctica de la vida, representan el horizonte desde donde se despliega la existencia.3. La historicidad que encuentra su fundamento en la temporeidad contribuye a una originaria comprensin de lo historia, ya que si la historia no parte del ser de lo histrico, har uso de re-presentaciones de lo-sido en donde se privilegia lo pasado como nico valor histrico evaluado desde el presente, sin tener siquiera un fundamento para lo histrico.4. as, temporeidad e historicidad guardan la relacin de ser fundamento y profundizacin del fenmeno originario de la vida fctica, el Dasein en cuanto tal es en s mismo tiempo e historia.

BibliografaGonzlez, E. (Coord.), Rostros de la historia y de la temporalidad, UMSNH, Morelia, 2011.Adrian, J., Heidegger y la genealoga de la pregunta por el ser. Una articulacin temtica y metodolgica de su obra temprana. Herder, Barcelona.Heidegger Martin, Ser y tiempo, Trotta, Madrid, 2003, 497 pp.Guerra R. et. al. (coords.), Martin Heidegger. Caminos, UNAM, Mxico.1