teresa rojo- agua en sevilla

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    Observatorio MedioambientalVol. 5 (2002): 193-216 194

    Juan Maestre y Teresa Rojo Divisin de la opinin pblica espaola...

    Bsicamente la problemtica radica en: si solucionar el agua desde un ma-sivo gasto pblico, cuando en cinco aos se va a liberalizar el agua y repercu-tir los costes a regiones y ciudadanos, o solucionar el agua implicando a lapoblacin desde ya en reducir su consumo y aprovechar el agua impulsan-do las nuevas tecnologas medioambientales.

    Ante el carcter, social y tecnolgicamente, insostenible del escenario ten-dencial marcado por el PHN para el agua en Espaa, se recomienda implicar alas entidades ciudadanas en la gestin consorciada de los fondos destinados acampaas de sensibilizacin para el ahorro de agua y la incorporacin de nue-vas tecnologas medioambientales. La metodologa que se recomienda aplicar tanto al diseo de las campaas de sensibilizacin, como para la sensibiliza-cin en s es el Escenario Workshop EASW con observacin del seguimiento.

    PALABRAS CLAVE: Opinin Pblica, debate social, sostenibilidad delagua, planificacin de recursos, poltica hidrulica, Espaa.

    ABSTRACT

    Conflicts and devided opinion over the water strategies have sharpened inSpain during the years 2000-2001, in which the new National Plan on Water

    was drawn up by the Government. The main solution launched by the Go-vernment, in order to cope with increasing water consumption in the longterm, is a large transfer of water from the northern region to southern andeastern regions of the country. Groups of experts and community based asso-ciations consider this strategy scarcely satisfactory as a technical and socialsolution for water.

    Social actors, who are active or passively involved in the decision-makingprocess concerning the future of water resources, give different reasons for their support or rejection of that plan. This article analyzes the arguments ex-pressed by the different social sectors, i.e., the public administration; the pri-vate business and enterprises, the scientific and technological sector, and thecommunity based organizations. With the information they provide, we try tobuilt the structural problematic regarding water sustainability of the comingyears.

    Basically the problematics consist in the following: wether solution is th-rough massive public spending on water transfer, considering that the cost of water will be liberalized in the coming years, and will habe to be paid for byregions and citizens; or throught the inmediate involvement of general popu-lation in reducing consumption and in maximising profit from available wa-

    ter, by means of the new environmental technologies.

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    In the face of conventional scenario of low sustainability, as the one inclu-ded in the National Hydrological Plan in Spain, it is recommended to involvecommunity based citizen organizations in the management of funding, and inthe development of awareness campaigns, for saving water and promoting theimplementation of new environmental technologies. The methodology recom-mended, both for the design of campaigns and for the awareness activities aswell is the Scenario Workshop EASW Methodology with follow-up observa-tion.

    KEY WORDS:

    RSUM

    Les conflits et les divisions dopinions concernant la stratgie de leau enEspagne se sont accentus dans les anne 2000-2001 du fait du rcent PlanHydrologique National, labor par le gouvernement. Ce dernier tabli com-me principale solution le transport massif deau depuis les rgions du Nord(1.050 mill. m3 en provenance de la Rivire Ebro) vers les territoires Sud etEst du pays (lArc Mditerranen). Cette dcision stratgique est considere

    peu satisfaisante dun point de vue technique et social par des groupes dex-perts et par les associations citoyennes.Les acteurs sociaux, protagonistes dans ce processus de prise de dcision,

    expriment diffrentes positions en faveur ou contre le plan hydrologique na-tional. Cet article analyse les arguments des principaux secteurs sociaux con-sidrs, savoir: le secteur public ou Administratif (lEtat); le secteur prive(entreprises); le secteur technico-scientifique (experts); et le secteur associatif (citoyens). A partir de cette information, se construit la problematique structu-relle autour du dveloppement durable de leau dans les prochaines annes enEspagne.

    Cette problematique se pose basiquement dans les termes suivants: la solu-tion provient elle dune dpense publique massive, considerant que dans lesprochaines cinq annes le prix de leau va se librer et le cout des travaux de-viendra la charge des rgions et citoyens? ou bien la solution provient ellede limplication de la population ds maintenant dans le but de controler etrduire la consommation et de profiter des nouvelles technologies au profitdun dveloppement durable de leau.

    Pour impliquer les entits citoyennes dans la gestion des fonds des cam-pagnes de sensibilisation et dans lusage des nouvelles technologies durables

    pour leau, cet article recommende lapplication de mthodes participatives,

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    telles que la mthode des scnarios EASW, pour concevoir un diagnostic (vi-sions du futur) de la problmatique et une stratgie dans les actions entre-prendre favorisant un dveloppement durable de leau en Espagne.MOTS CLS:

    INTRODUCCIN

    El anlisis que se realiza a continuacin sobre la polmica del agua y suplanificacin futura en Espaa se apoya en indicadores de la opinin pblica.

    En trminos operativos la opinin pblica se define como la valoracin expre-sada por una sociedad acerca de una cuestin de inters pblico que llega a suconocimiento.

    La opinin pblica es la voz de los grupos que componen una sociedad yse expresa ante las cuestiones pblicas con la intencin directa o indirecta deinfluir en las decisiones de gobierno. Los miembros de una sociedad argu-mentan as nuestro parecer sobre los asuntos que les afectan y enuncian reco-mendaciones sobre lo que consideran habra que hacer para mayor benefi-cio del conjunto.

    Deca J. J. Rousseau (1750) sobre la opinin pblica, que naci como fuer-za social a mediados del s.XVIII, que lejos de ser la suma de opiniones indivi-duales; es el resultado de un debate en el que por el mero hecho de tener querazonar nuestro parecer, se da la tendencia a sacrificar el inters individualpor el colectivo.

    Metodolgicamente, para analizar la opinin pblica en un pas acerca deuna cuestin, en este caso el futuro del agua, se considera como indicador b-sico la palabra (discurso) expresada por los representantes de los grupossociales, con mayor o menor amplificacin por los medios de comunicacin(MMCC), y tambin las acciones demostrativas (comportamientos). Esto es,

    la opinin pblica de un grupo es registrable y constatable a travs de declara-ciones, imgenes o hechos pblicos relatables; no son meras actitudes comolas que registran las encuestas (aunque stas nos pueden servir de apoyo parael anlisis de tendencias de cambio).

    ltimamente y en al actual contexto, cuando se analiza el posicionamientode grupos sociales ante una cuestin general los sectores sociales que se reco-mienda diferenciar son bsicamente los cuatro siguientes (T. Rojo, 2001) por atriburseles perspectivas sociales bien diferenciadas:

    El sector poltico o la Administracin Pblica como representacin de la

    perspectiva institucional. En el caso del agua estn implicadas la Admi-

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    nistracin Central, los Ministerios correspondientes as como los gobier-nos locales de grandes capitales y gobiernos regionales de los territoriosafectados. El sector empresarial en representacin de la perspectiva de los factoresde produccin y su inversin (inversionistas). En este caso del agua, losclusters empresariales especficamente implicados son el de obra pbli-ca, el de edificacin turstica y urbana, el industrial de gran consumo deagua y el cluster de empresarios agrarios.

    El sector ciudadano, en representacin del punto de vista de la cultura;valores, normas y costumbres sociales. En este caso del agua estn im-plicadas las asociaciones de usuarios y consumidores, las ecolgicas, laseducativas, las de artesanos y los nuevos movimientos sociales en gene-ral.

    El sector de tcnicos/expertos en representacin de la tecnologa y la ca-pacidad tcnica. En este caso del agua seran las consultoras tcnicas, loscentros de investigacin y las universidades, principalmente.

    En opinin pblica cuando hay grupos implicados que no han expresadosu posicin es por falta de comunicacin con el resto de los grupos o por care-cer de la oportunidad de debatir sobre la cuestin, condicin necesaria paraque los miembros de un grupo adopten una posicin comn. Esta falta de

    oportunidad de expresarse se da muy comunmente hoy en da, en las demo-cracias occidentales, por insuficiente comunicacin intersocial y debate de lascuestiones tcnicas. En los ltimos aos diversos autores han tratado este as-pecto, que se conoce como el Dilema de Collingridge o la espiral del silen-cio (Noelle Neuman, 1995).

    Ante la cuestin del futuro del agua en Espaa que se analiza a continua-cin, se est manifestando el llamado Dilema de Collingridge segn elcual, para cuando la poblacin encuentra el momento o las condiciones paraposicionarse sobre una cuestin u opcin tcnica; suele ser demasiado tardeporque la decisin ya ha sido tomada. (Collingridge, 1980)

    La falta de comunicacin al ciudadano sobre cuestiones tcnicas que leafectan es as el germen del problema de gobernabilidad que deriva en deso-bediencia y descrdito de las instituciones pblicas; actuando de pistn de losmovimientos sociales anti-globalizacin.

    A continuacin, se desarrolla el anlisis. En primer lugar se introducen losdatos bsicos y tendencias vislumbradas por distintos autores sobre la cues-tin del agua en Espaa. Luego, se exponen las posiciones expresadas en losmedios de comunicacin por los distintos grupos sociales. La sntesis nos in-dica las prioridades establecidas por la posicin con ms poder o influencia

    actualmente predominante, la del Gobierno y de las empresas; y se evala su

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    sostenibilidad. Finalmente se concluye presentando los resultados de la in-vestigacin realizada y recomendando ampliar el debate social de una cues-tin sin duda crtica del futuro de nuestra sociedad Mediterrnea.

    I. TENDENCIAS EN EL CONSUMO Y GESTIN DEL AGUAEN ESPAA

    Espaa es un pas con 505.992 km2 de rea superficial y 2.000 km de per-metro de costa. Tiene un clima semirido (pluviometra media escasa, de 650mm anuales) y con recursos de agua irregulares y desigualmente repartidos.Por las diferencias en pluviometra entre su zona norte y sur, se considera di-ferenciado en dos Espaas: la Espaa hmeda (de clima hmedo y pluviome-tra media de 1.350 mm ao; similar a la de los pases Europeos del Norte) yla Espaa seca (de clima seco y precipitaciones medias de 350 mm ao).

    Entre las tendencias que caracterizan la cuestin del agua en Espaa desta-can las siguientes:

    a) Tendencia al aumento insaciable de la demanda.- Ajeno a las tenden-cias de escasez del agua, nuestro pas se ha convertido en un pas dealto despilfarro, siendo el cuarto consumidor mundial de agua per ca-

    pita detrs de EEUU, Canad y la ex-URSS (Ruiz 1993). La demandade agua ha crecido sobre todo en la agricultura ya que entre 1950 y1990 la superficie agraria irrigada pas de 1,5 millones de has a 3,4 mi-llones de has, de tal manera que a la agricultura se le atribuye actual-mente el consumo del 80% del agua del pas (Garca Rey y Martn Ba-rajas, 1999); en los centros urbanos y reas metropolitanas (en el casode la regin metropolitana de Madrid han aumentado entre 1985 y1995 tres veces mas su consumo de agua que su poblacin) y por laafluencia de turistas que se estima que duplican el consumo de agua enislas y reas costeras en la estacin alta (hasta el punto de haber tenidoque transportar agua en barcos para solventar los perodos crticos deescasez de los ltimos cinco aos en la isla de Mallorca o en la provin-cia de Cdiz).

    b) Tendencia a que descienda la cantidad de agua disponible, tanto por elaumento de la irregularidad (espacial y temporal) de las precipitaciones(lluvias), dando como consecuencia el desplome de los caudales de losros. Este problema conlleva a su vez un deterioro de la calidad delagua, sobre todo en verano de baja de caudales (por estas razones exis-ta la tradicin del aljibe en Espaa). El problema se asocia tcnica-

    mente al cambio climtico (Sotelo Navalpotro, 2001).

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    c) La tendencia a que la proteccin y subvencin del precio del agua vayatocando a su fin en el prximo quinquenio. La poltica de la Unin Eu-ropea tiende hacia una liberalizacin de la agricultura, cuyo consumode agua esta hoy en da muy subvencionado. El precio al que se tarifael agua no cubre ni el coste de la gestin diaria; ni la amortizacin delas obras pblicas. En Espaa el agua de regado se factura entre 1 o 2pts el m3; el agua urbana entre 100 y 200 pts el m3, y el agua de mesaembotellada se paga en un comercio a 60.000 pts el m3.

    d ) En un contexto de encarecimiento y descenso de la calidad del agua, laescasa sensibilizacin ciudadana hacia su gestin se considera relacio-nada con el hecho de que el pas haya vivido, en la dcada de los aosnoventa, un periodo de mejora del nivel de vida que ha permitido amuchos comprar el agua de mesa, soslayando el coste adicional querepresenta para las economas domsticas.

    e) Creciente intencin de los gobiernos de los Estados modernos a utilizar la obra pblica como poltica de desarrollo en s misma, estimuladospor la presin corporativa de los ingenieros de caminos, de las empre-sas de obras pblicas y los intereses polticos locales. Tradicionalmentese ha tratado de resolver los lmites de suministro de agua medianteobras pblicas de embalses y canales de regado. Los principales bene-ficiarios de esas obras han sido la agricultura de regado, el crecimiento

    de los centros urbanos o reas metropolitanas y la expansin de las zo-nas tursticas. Ante estas tendencias, estudiadas y perfiladas por distin-tos autores en los ltimos cinco aos, el debate sobre la PlanificacinHidrolgica para los prximos 15 o 20 aos en Espaa ha empezado atener lugar y recogerse por los medios de comunicacin a lo largo del2000-2001, con motivo de la presentacin y aprobacin por el Gobier-no de un Plan Hidrolgico Nacional.

    En resumen se observan dos grandes tipos de tensiones opuestas en la pro-blemtica tendencial del agua: tensiones tecnolgicas entre un consumo cre-ciente y una cada vez ms limitada disponibilidad del recurso, y tensiones so-ciales entre la tradicin de intervencionismo pblico del Estado en losrecursos respecto a las presiones del comercio mundial para liberalizar la ges-tin del recurso.

    A continuacin se analizan el contenido de las posiciones expresadas por los distintos actores ante el futuro del agua y los aspectos de la polmica quesuscitan.

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    II. POSICIONAMIENTO DE LOS ACTORES SOCIALES

    Los conflictos y divisin de opiniones sobre las estrategias del agua se hanagudizado recientemente en Espaa con motivo de la aprobacin del Proyectodel Plan Hidrolgico Nacional, presentado al Parlamento, que establece la ne-cesidad de trasvasar agua de las regiones del Norte a las regiones del Sur yEste del territorio nacional.

    Los actores sociales protagonistas de este proceso de toma de decisionesalegan distintas razones para situarse a favor o en contra de este plan. Acontinuacin se exponen los argumentos de las principales posiciones socia-les, as como el contexto social y tecnolgico en que se desenvuelve su acti-vidad.

    II.1. SECTORPOLTICO /ADMINISTRACINPBLICA

    La Administracin Pblica, M.o de Medioambiente, elabora un Plan Hi-drolgico en el 2000, precedido de un Libro Blanco del Agua de 1998. Sepresenta como un plan ms moderado que los planes anteriores, a los queacusa de antigua poltica hidrulica de presas y regados, erosin y contami-nacin qumica.

    En la historia el Estado reconoce por primera vez al agua un papel de re-curso estratgico y propugna una nueva cultura de gestin del agua comoactivo econmico, social y ecolgico. El objetivo del plan es lograr un usoracional en trminos de sostenibilidad (mantener el capital natural al menosen su nivel actual), abordando los proyectos desde una perspectiva multidis-ciplinar global e integradora (Rio 92). Declara estar en concordancia con laDirectiva Marco del Agua de la Unin Europea de Septiembre del 2000 enlo que se refiere los criterios de: calidad de agua y respeto de sus funcionesambientales, uso sostenible; e incorpora el concepto Europeo de CuencaHidrogrfica como unidad de gestin en el Mediterrneo (M. Delgado,2000).

    En el anlisis que el plan realiza de la informacin disponible sobre elagua en Espaa, el Ministerio de Medio Ambiente deduce dos ejes de deci-sin: (y) la administracin del agua para el inters general, para lo que aducela existencia en Espaa de cuencas deficitarias y de cuencas excedenta-rias (situacin sobrante en relacin a los usos actuales y previstos...; (x) eldesarrollo econmico y tecnolgico, para lo cual se apoya en la funcin atri-buida por la Ley de Aguas de 1985 al Plan Hidrolgico Nacional: contribuir a impulsar y armonizar el desarrollo econmico y social regional y sectorial

    (Tit.III Ley de Aguas 1985).

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    a) En cuanto a las acciones que proyecta el Plan, vienen a ser en gran par-te dentro de ms o menos lo de siempre2 puesto que su mayor esfuer-zo financiero de los prximos aos se destina a un trasvase masivo deagua del Norte al Sur del pas. Se concibe un Plan de trasvase por elinters general y de solidaridad inter-regional que proyecta el trasvasede 1.050 millones de m3 de agua desde el Ro Ebro hacia el arco Medi-terrneo. Los puntos de destino son el rea metropolitana de Barcelona,los ros Jcar y Segura para el Levante y los ros Almanzora y An-drarax para Almeria, hasta el Campo de Dalas.

    b) El proyecto se prev terminarlo en el ao 2015 y conlleva la construc-cin de alrededor de 200 embalses de apoyo. El agua se conduce desdeel Noro-Este hacia Levante y Andaluca; esto es, hacia las reas metro-politanas de Catalua y Levante, as como hacia las zonas en las que sedesarrolla actualmente la agricultura intensiva Andaluza.

    c) El joven Ministerio del Medio Ambiente (MIMAM) ya ha anunciadoque el 80% (400.000 mil millones de pts.) de su presupuesto para elao 2002 lo va a destinar a obras pblicas hidrulicas (Declaracionesdel Ministro Jaume Matas a la prensa, Diario El Mundo 5/10/01 p. 29).

    Las municipalidades urbanas apoyan la poltica Ministerial de ampliar elagua disponible porque as escapan a los lmites de crecimiento que les impo-

    nen las restricciones de hidrulico. Por otro lado las Regiones como Aragn,de las que se espera cedan el agua, se oponen contundentemente.

    II.2. LAS EMPRESAS

    En Espaa, el conjunto de los sectores y empresas y profesionales y traba- jadores vinculados a las obras pblicas y la construccin se han beneficiadoen los ltimos cincuenta aos de un volumen de obra hidrulica importante ycon la Ley del Plan Hidrolgico Nacional (PHN) recientemente aprobada, seles garantiza un flujo futuro continuado para los prximos aos. Se trata por tanto de sectores con intereses objetivos en el PHN, junto con la agriculturaintensiva del Levante y Sur.

    2 Las polticas del agua han variado escasamente con los partidos polticos en el gobierno locual indica que las estrategias la sostenibilidad del agua es una reflexin a la que el Parlamen-to es casi ajena.. Actualmente el Plan Hidrolgico se ha aprobado con mayora del Partido Po-pular gobernante El plan anterior, redactado por el Partido Socialista, ahora en la oposicin con-

    templaba trasvasar el triple de agua, 3.000 m3

    .

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    II.2.1. Sector de Obras Pblicas

    Las principales obras que han favorecido el desarrollo de este sector en Es-paa han sido la conduccin de aguas urbanas, canalizacin de ros, mejora deredes y embalses.

    Espaa cuenta con 1.300 embalses, que regulan ms del 40% de los recur-sos hdricos globales, siendo uno de los pases del mundo con ms superficieproporcional de embalses. Los embalses han sido un alarde ingenieril y su-puesto una elevadsimo gasto en obra civil; ocasionando despoblamiento, des-plazamiento y reasentamiento de numerosos ncleos de poblacin. Espaacuenta con una capacidad de agua embalsada varias veces superior que Fran-cia, para dar abastecimiento a un territorio y a una poblacin menores (Nare-do, 1997); si bien no cuenta con obras tan grandiosas como el Canal delMidi francs.

    Para disminuir el problema de aterramiento que caracteriza a los embalses,la Unin Europea exige actuaciones de compensacin ecolgica, por lo que laprimera actividad, antes de empezar su construccin consiste en plantar rbolesun ao antes del comienzo de las obras. Esta nueva normativa parece haberseincorporado y as se ha anunciado; por ejemplo en el caso de la construccindel embalse de Melonares en Sevilla (Diario de Sevilla 13/07/2001 p. 31).

    El nuevo embalse aprobado para Sevilla tiene un presupuesto de obra que

    supera los 10.000 millones de pts., de los cuales la Unin Europea aporta el75%. La obra ya se encuentra adjudicada a las Empresas Ferrovial y Sando(Construcciones Snchez Domnguez S.A.). Adems de la construccin delembalse, las obras de compensacin ecolgica se estiman en 7.533 millonesde pts. El coste de la canalizacin del agua desde el Embalse de Melonares aSevilla3 se estima en 13.000 millones de pts. a cargo del presupuesto delAyuntamiento de Sevilla, o de su entidad gestora de aguas EMASESA. (Dia-rio El Mundo, op. cit. ).

    En Espaa, entre 1950 y 1990, dos de cada tres has. nuevas de regado hansido desarrolladas por iniciativa pblica. Esto es un total de 2 millones deHas nuevas de regado en 40 aos (Rosell, Alcntara y Viladomiu, 1995).Este tipo de obra se completa siempre con la inversin privada en las fincasde explotacin a cargo del propietario agrcola.

    La Secretara de Aguas y Costas del MIMAM ha anunciado para el 2002obras de regulacin y acondicionamiento de cauces por valor de 79.000 millo-nes de pts.

    3 Obsrvese que la canalizacin del agua del embalse hasta la ciudad es incluso ms gravosaque la propia construccin del embalse y que el costo recae totalmente sobre las entidades loca-

    les y sus ciudadanos.

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    II.2.2. El sector de la edificacin

    Adems de impulsar la agricultura y ganadera intensivas en el Mediterr-neo, las obras hidrulicas han favorecido el desarrollo del sector de la cons-truccin en aglomeraciones urbanas y el crecimiento de los enclaves tursti-cos, en muchos casos a la par que se realizan obras de regado en esas zonas.

    Lamentablemente, la innovacin en tecnologas sostenibles de nuestro sec-tor de construccin es alarmantemente bajo, ya que opera en un entorno deabundancia ficticia de agua barata.

    El modelo de expansin de las reas metropolitanas (A.M.) ha supuestotambin un fuerte aumento del consumo de agua. Este crecimiento desigual esuna tendencia creciente, as como de las franjas costeras, mientras el interior parece seguir despoblndose (R. Fernndez Duran 1999). Predominan en lanueva edificacin las tipologas residenciales del chalet adosado y las vivien-das unifamiliares con sus correspondientes equipamientos (piscinas, plantasornamentales, csped...); la construccin de segundas residencias, campos degolf y la creacin de parques artificiales metropolitanos, que tambin deman-dan agua de forma considerable.

    En su competencia por atraer residentes de alto estanding de la ciudades,los municipios de las coronas metropolitanas tienden a competir entre s ofre-ciendo equipamientos de lujo. En el A.M. de Sevilla por ejemplo, cuenta ya

    con cuatro campos de golf en su Provincia recientemente se ha anunciadola creacin de otros cuatro ms todos en el entorno del A.M. ( El ABC,17/09/01, p. 47). Significa duplicar la cantidad de campos de golf de un gol-pe. Uno de los campos de golf nuevos, en Olavide, aspira a ser de acceso p-blico y a la comunidad universitaria y se pretende combinar con actividadesprcticas de la licenciatura de Medio Ambiente. Otros campos de golf preten-den construirse en asociacin con parques tecnolgicos o con urbanizacionesresidenciales de lujo.

    Entre los contenidos del PHN figura garantizar abastecimiento a las zonasurbanas y tursticas, especialmente de las Areas Metropolitanas, con lo cual seaugura un futuro prometedor de contratacin de trabajos en el sector de laedificacin, gran beneficiario del PHN.

    II.2.3. El sector industrial

    Por otra parte, las empresas industriales, no abonan el alto coste de depura-cin que implica el tratamiento de sus vertidos (si bien ha entrado en vigor elplan de residuos industriales relativo fundamentalmente a los residuos sli-

    dos). Al mezclarse con las aguas de los barrios residenciales, se dispara an

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    mas el coste de depuracin, con lo cual lo de que el que contamina paga esdifcil de controlar. Las empresas se van incorporando lentamente a las nor-mas internacionales de calidad ambiental (ISSO) o a las Europeas (Environ-mental Management Assessment System - EMAS, de las que la ltima normafue promulgada en el 2001).

    II.2.4. Los empresarios agrarios

    Los empresarios agrarios se posicionan en el Plan Hidrolgico Nacionalcomo agraviados en unos casos y como beneficiarios en otros.

    Los agricultores de la Cuenca del Guadalquivir, a travs de la Federacinde Comunidades Regantes del Guadalquivir (FERAGUA) han anunciado mo-vilizaciones contundentes si el Gobierno no modifica el Plan de Regados( El Correo , 02/10/01 p. 15), por considerar que estn desigualmente benefi-ciados respecto otros territorios.

    En cambio, los empresarios agrarios del la zona de Almera, adems de ser beneficiarios del trasvase programado para el ao 2015, actualmente se bene-fician de inversiones en la construccin de plantas desaladoras. La desaladorade Carboneras que dar riego a Njar se prev terminada en el 2002 y se desti-na principalmente a los cultivos hortofrutcolas de esa comarca. El proyecto

    supone un gasto de 14.775 millones de pts de realizacin de la desaladora yde 8.450 millones de pts de obras de conduccin para impulsar los caudalesde agua tratados en la planta, hacia los depsitos de distribucin ( ABC17/09/01, p. 55).

    La amortizacin de estas obras est lejos de repercutirse sobre sus comuni-dades a corto plazo sino que es asumida por el Estado como se ha venido ha-ciendo en el pasado, en relacin a la mayor parte de estas obras hidrulicas.

    II.3. LOS TCNICOS EXPERTOS Y LOS INVESTIGADORES DE LAUNIVERSIDAD

    La postura de los tcnicos en este debate es el de la crtica metodolgica yde poner en evidencia errores de anlisis, desde una visin retrospectiva. Seacusa al plan de ausencia de anlisis de impacto ambiental, que se hace por tramos y no de conjunto (Agencia Europea de Medioambiente). Concreta-mente al Plan se le critica que considera despreciables los impactos del tras-vase en el Delta del Ebro; que no se estudia el impacto de los embalses pro-puestos; y que no se especifican tampoco los inputs posibles negativos en laszonas de destino (expectativas de crecimiento de una agricultura que esta de-

    jando de ser rentable, aprovisionamientos para el crecimiento turstico y me-

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    tropolitano con el impacto correspondiente de la saturacin, que dispara losimpactos ambientales).

    La poltica hidrulica es fuertemente criticada desde los crculos tcnicos yuniversitarios en base a diversos argumentos, entre los que destacan los si-guientes:

    II.3.1. Embalses destruyen biodiversidad y empobrecen el suelo

    Los embalses inundan valles frtiles, tienen un impacto sobre la biodiver-sidad, reducen los caudales de los ros afectando a toda la flora y la faunaaguas abajo; con consecuencias en prdida de la fertilidad de los suelos en co-

    tas ms bajas y una reduccin de los deltas, al disminuir los materiales ensuspensin que acarena los cursos de agua.Adems, a pesar de la continua construccin de embalses, desde 1975, el

    volumen de agua retenida sigue siendo muy similar (Ruiz, 1993). Esto se atri-buye a varias razones: que ha llovido menos; a que han aumentado los consu-mos llegando al lmite de gestin de recursos; y al creciente nivel de aterra-miento (se estima que un 20% de la capacidad de los embalses se ha reducidopor aterramiento).

    Por otro lado, los embalses acaban por contaminarse con los fertilizantesqumicos (nitratos) y plaguicidas utilizados crecientemente por la agriculturaintensiva, junto con la contaminacin puntual de prurines de la ganadera es-tabulada.

    Esa contaminacin se trasladara a lo largo de todo el trasvase que el PlanHidrolgico prev desarrollar y que incluye la construccin de mas de 200embalses para llegar a trasvasar los 4.000 hm3, a travs cordilleras, antes dellegar a los usuarios finales.

    II.3.2. Crtica a los trasvases, su impacto y sobrevaloracindel rendimiento final

    El trasvase se considera un tipo de proyecto de muy alto coste para el ren-dimiento que ofrece. Esta crtica encuentra un buena ejemplo de la recienteexperiencia del Trasvase del ro Tajo al Segura, a principios de los aos 1990y cuyas previsiones no se llegaron a cumplir, con repercusiones socioecon-micas gravosas, ya que las inversiones de los agricultores en las zonas de des-tino se vieron frustradas. Es un ejemplo reciente del fracaso y riesgos queconllevan los trasvases.

    El trasvase Tajo-Segura iba destinado a la agricultura hortofrutcola de

    exportacin de la zona de Levante (ahora tambin incluida en este nuevo

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    Plan). Los empresarios agrarios locales pusieron en regado mas de 40.000has de tierra con las espectativas del trasvase. Pero las expectativas nuncallegaron a cumplirse porque ni an en las mejores pocas se pudo trasvasar la cantidad prometida de 1.000 hm3 anuales, la cantidad no lleg nunca a lamitad.

    Esta situacin se agrav durante los ltimos aos de sequa, cuando ni si-quiera exista agua en la cabecera del Tajo para atender un riego de urgenciade 50 hm3. Las prdidas fueron cuantiosas y se llegaron a producir conflictossociales entre regiones espaolas: las guerras del agua; ya que unos se cul-paban a otros.

    II.3.3. Los destrozos ambientales recientes del cultivo de regado extensivo

    El impacto ambiental de los cultivos de regado extensivo se ha empezadoa notar en los ltimos aos, debido a dos casos graves de prdida de patrimo-nio natural. En el caso del Parque Natural las Tablas de Daimiel o las La-gunas de Ruidera, al haberse impulsado cultivos altamente consumidores deagua como el maz y la alfalfa. Para la ganadera estabulada, el entorno se hasecado, avanzando as el erial y la estepa; y adems los agricultores han perdi-do su inversin.

    La otra zona agraria importante de riego extensivo est en Andaluca, es laVega del Guadalquivir con cultivos de regado extensivo; cereales (maz, tri-go) y cultivos industriales (algodn, girasol y remolacha). Siendo gravosoambientalmente el caso del arrozal en torno al Parque de Doana, que ocupa35 miles de hectreas (se genere all el 80% del arroz espaol) y su produc-cin consume 530 millones de m3 al ao (el consumo de Almera se estima enun mximo de 200 millones de m3 para los prximos aos).

    Respecto a la agricultura de regado extensivo el Plan Hidrolgico la cali-fica de agricultura de fuerte impacto ambiental y que crea poco empleo.

    Se estima que los acuferos de la zona llegarn a su lmite en 9 aos, y eltrasvase se prev para dentro de 15 aos.; lo cual supone que adems del es-fuerzo de hacer un trasvase, parece incluso ser una solucin incompleta, quellegara demasiado tarde.

    II.3.4. Encarecimiento previsible del agua por la liberalizacin agrariade la Unin Europea

    Actualmente la agricultura est pagando el agua a 4 y 5 pts. Pero con la

    poltica de liberalizacin de la agricultura de la Unin Europea, las subven-

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    ciones estn llamadas a desaparecer por lo que su capacidad competitiva se-ra menor. Se considera que el coste mximo que podra llegar a soportar elsistema productivo es de 40pts el m3 (incluidos los pagos a la administracinhidrulica, costes internos de las comunidades de regantes, distribucin yaplicacin). El precio del agua trasvasada se facturara sin embargo en 120pts m3.

    II.3.5. La agricultura intensiva mediterrnea en proceso de reorganizacine innovacin

    El Plan hidrolgico rechaza el regado extensivo, esforzndose en favore-cer claramente el modelo de Levante y Almera, de regado intensivo y culti-vos horto-frutcolas.

    Segn analiza Manuel Delgado (2001), la agricultura intensiva de Almeradestinataria del trasvase, Andaluca4 Oriental, es un modelo de agricultura quetuvo expansin escalofriante desde mediados de los aos 1980. La Ley deAgua de 1985 le impuso restricciones por sobreexplotacin de acuferos5, apesar de lo cual la superficie irrigada aument un 225% (FIAPA, citado por M.Delgado). Recientemente se estim que la preparacin de una Ha. de culti-vo en Almera requiere la inversin de 40 millones de pesetas, oscilando en

    torno a los 20 millones de pts. Ha el precio de la tierra (casi la mitad de la in-versin).Ya en 1990 ms de la mitad de la produccin agraria Espaola de hortali-

    zas se obtena en Almera, precisamente una de las zonas ms ridas de Euro-pa, donde en slo 9 municipios hay 30.000 Has de invernaderos.

    Pero su margen de ganancia ha descendido, en los ltimos aos, ya quecada vez reclama ms consumos intermedios para poder producir, habiendopasado los gastos corrientes de suponer un 48% de los ingresos en 1990 a re-presentar un 63% en el ao 2000.(Dato del 5%, en Marzo)

    El PHN subvenciona una agricultura intensiva, de exportacin y escasa re-lacin econmica interna a la regin: excesivo margen comercial de los distri-buidores y poca competitividad potencial para los prximos aos.

    4 Andaluca tiene el 18% de la poblacin de Espaa y un 28% de su produccin agraria. Lapesca tambin predominaba, estando en regresin desde 1980. La industria agroalimentaria vaen aumento.

    5 Se estima que los acuferos de la zona llegarn a su lmite en 9 aos, y el trasvase se pre-vee para dentro de 15 aos.; lo cual supone que adems del esfuerzo de hacer un trasvase, pare-

    ce que incluso es una solucin incompleta, que llegara demasiado tarde.Observatorio Medioambiental

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    II.3.5.1. Un sector primario globalizado y orientado a la exportacin

    El sector primario ha perdido peso en el desarrollo sectorial andaluz en losltimos quince aos, entre 1980 y 1995, al descender de un 60% en 1980 a un30% en 1995 las relaciones econmicas intersectoriales dentro de la Regin6.El sector primario se ha abierto a los mercados internacionales pero tambin seha hecho ms dependiente tecnolgica y qumicamente de las multinacionalesque suministran al sector. Se ha globalizado,segn ha estudiado M.Delgado2001 en base las tablas input-output andaluzas, y se sintetiza a continuacin:

    En 1980la agricultura andaluza cubra sus necesidades de consumosintermedios dentro de Andaluca en un 82%, y quince aos mas tardeslo consume interiormente un 60%. Los productos qumicos quecompra la agricultura andaluza se suministraban en un 74% por Anda-luca mientras que ahora slo es el 26%. Se trata en la mitad de los ca-sos de productos qumicos que van al subsector de frutas y hortalizas.

    Enla ganadera la disminucin de consumos intermedios andaluces estodava mayor pasando de 92% en 1980 a 49% en 1995. Especialmen-te los piensos, procedan en un 94% de Andaluca mientras que quinceaos ms tarde slo proporciona el 35%. Tambin la pesca ha dejadode comprar a otras industrias alimentarias de la regin. Las industrias

    crnicas bajan de 85 a 29% y las lcteas del 96 a 66%. (M. Delgado,2001).

    El sector agrario esta cada vez ms orientado ms a la exportacin. En19807 exportaba el 19% de su produccin, en 1995 exporta casi la mitad de laproduccin (el 42%). De la produccin hortofrutcola se vende actualmentefuera de Andaluca el 80% de la produccin, especialmente a los pases de laUnin Europea (receptor del 62% de lo exportado por este sector). Slo un5,7% de la produccin de frutas y hortalizas se destina a industria transforma-dora.

    En sntesis, la produccin agraria va dejando de estar vinculada a la de-manda interna y se desarticula del tejido productivo, orientndose cada vezms al exterior.

    6 Quiere decirse que de la totalidad de relaciones econmicas intersectoriales que implica-ban al sector primario Andaluz, la mayor parte se producan dentro de la Regin en 1980 (un60%) mientras que slo 15 aos ms tarde, en 1995, han disminuido en peso proporcional a un30%.

    7 Por lo que se refiere a la industria agroalimentaria, fue la mas precoz en relaciones exterio-res, ya exportaba en 1980 el 50% de su produccin, claro que aqu se incluyen sobre todo las

    conservas de pescado porque la conserva de fruta est poco desarrollada en la Regin.

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    En consecuencia se ha pasado progresivamente tambin de una produccinagraria de cereal y cultivos industriales al predominio de las frutas y hortali-zas que se apoyan en la infraestructuras de regado.

    II.3.5.2. Descenso de la ganancia: precio en baja, gastos crecientes y controlde los distribuidores

    Los precios no suben al mismo ritmo para los productos hortofrutcolas,puesto que se trata de mercados con cierta saturacin y controlados por lasgrandes empresas de distribucin que imponen sus condiciones ya que son losque controlan las cuotas de mercado.

    As, el agricultor busca sus mrgenes de beneficio reduciendo los costesdel trabajo y la intensificacion del uso de los recursos naturales; habiendo latasa de ganancia disminuido de un 16% en 1990 a un 2% en 2000 (LpezGalvez y otros, 2000).

    Originalmente la mano de obra familiar era en 1986 el 90% de los casosde la gente empleada en los invernaderos de Almera que en parte se autoex-plotaba para sacarle el mximo a la explotacin en beneficio de la familia.

    Se han incorporado igualmente avances en productos y procesos que hanconvertido a los invernaderos en fbricas de vegetales en los que se trabaja en

    colaboracin con los paquetes tecnolgicos de los grupos empresariales delagrobusiness (lejos de la agricultura tradicional que se desenvolva en ci-clos regulados por las condiciones climatolgicas). De esta manera se pasa deexplotaciones familiares a explotaciones empresariales en las que la mano deobra asalariada representa el 40% de los gastos totales y que contrata entre losemigrantes de fuera de Espaa.

    II.3.5.3. Modelo de agricultura de alta contaminacin de recursosy riesgos salud

    En cuanto al impacto ambiental de esta agricultura, adems de la presinactual sobre los acuferos, destaca el sistema introducido para sacarle mayor rendimiento a la ha. de suelo, se provee un sistema de sustrato o suelo artifi-cial que demanda una media de 70% mas de agua y casi el doble de fertilizan-tes para obtener slo un 25% ms de cosecha. Los sustratos multiplican elagua lixiviada por 6 o 7, frente al sistema de enarenado, y los residuos de fer-tilizantes entre un 10 y un 15 veces ms. De manera que no slo es la necesi-dad de agua sino la cantidad de residuos, lo que hace este modelo de agricul-

    tura poco sostenible.

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    Estudios recientes de ISTAS (Instituto de Investigacin Medioambientaldel Sindicato de Comisiones Obreras) estudi los riesgos para la salud y elcumplimiento de las normativas europeas en materia de sustancias con riesgospara la salud del trabajador; en el marco de un proyecto Europeo de la DG.Empresas. El resultado alertaba sobre los riesgos y medidas a adoptar tanto enla formacin del trabajador como de productos a retirar o sustituir dentro delproceso de trabajo de los invernaderos.

    II.4. ASOCIACIONES DE BASE COMUNITARIA Y DE DEFENSA DEL PATRIMONIO

    Asumiendo los objetivos del Anteproyecto de Plan Hidrolgico Nacional,las asociaciones y grupos de orientacin ecologistas en accin propugnan quelas acciones para la sostenibilidad del agua en nuestro pas deben ir encamina-das a:

    Impulsar la agricultura ecolgica que ha aumentado en Espaa, de ser prcticamente inexistente en 1991 a ocupar cerca de 400.000 Has en el2000 (un 2,5% del total de cultivo).

    Promover una ganadera extensiva, as como una dieta ms variada quela tendencia actual que exagera el consumo de carne y as lograr dismi-

    nuir la huella ecolgica ya que, al contrario que los animales, los ali-mentos vegetales ocupan menos superficie de suelo frtil por caloraobtenida. (Enrique Hernndez Laguna, 2000).

    Por su parte los agricultores de la Regin del Trasvase, en la Regin deAragn, se oponen al mismo sobre todo los partidos regionalistas. Sus protes-tas estn adquiriendo fuerza y van dirigidas tanto al Gobierno Nacional comoal Gobierno de la Unin Europea en Bruselas. Recientemente organizaron unamarcha de protesta a Bruselas.

    En las ocasiones en las que se ha deparado la oportunidad de suscitar de-bates sobre el futuro del agua en las ciudades, las propuestas de los ciudada-nos van dirigidas a que se introduzcan sistemas de gestin compartida entrelos tcnicos de la Administracin y los ciudadanos/usuarios. Una segundapropuesta estriba en introducir nuevas tecnologas para el ahorro del agua;desde sistemas de medida, reutilizacin del agua, grifos adaptados, etc.

    Por otra parte, las asociaciones ciudadanas se muestran cada vez ms parti-darias de una alimentacin sana y saludable; dando lugar tras la crisis de lasvacas locas a unas pautas de consumo en el que las tiendas ecolgicas tienenun mercado en expansin. (EASW Sev99, T.Rojo 2001).

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    III. EL PHN: UN ESCENARIO TENDENCIAL DE BAJASOSTENIBILIDAD

    En base a los distintos elementos del anlisis realizado se evala la soste-nibilidad del Escenario tendencial del agua que proyecta el Plan Hidrolgicoen Espaa como especialmente baja, por las razones siguientes que se enun-cian a continuacin.

    El proyecto del trasvase, que se llevara a cabo en quince aos, se entiendeentre otras cosas como un esfuerzo dirigido al sector de agricultura intensiva8global cuyos mrgenes de ganancia han descendido y se mantiene sobre la re-duccin de los costes laborales. Esto indica que en los prximos aos tendera producirse una concentracin de las empresas para abordar una renovacintecnolgica y de adaptacin a las normativas Europeas cada vez ms estrictasen materia alimentaria y de salud del trabajo.

    La planificacin es de baja sostenibilidad tecnolgica porque si bien dedi-ca una cantidad ingente del presupuesto de Medio Ambiente de los prximosaos a obras hidrulicas, esta lejos de estimular la innovacin tecnolgica delempresariado y los tcnicos de la construccin que manifiestan actualmenteun deficit tecnolgico y formativo importante en materia de equipamientos ysistemas de ahorro de agua, como se puede comprobar en la escasa innova-cin aplicada a nuevas edificaciones, regados y usos industriales.

    La planificacin realizada aparece insostenible tambin socialmente puestoque se ha realizado sin el conocimiento y apoyo ciudadano; cuya colabora-cin en los objetivos del plan se obvian. Por una parte, las perspectivas de queel consumo de agua descienda voluntariamente son bajas dado que el esfuerzoen campaas de sensibilizacin con dicha finalidad, que emprenden las enti-dades gestoras, se ha demostrado de efecto escaso y puramente puntual. Por otra parte, la clara ausencia de asociaciones ciudadanas en el debate del PlanHidrolgico Nacional es una muestra adicional de que se da la espiral del si-lencio. Este silencio se puede considerar una bomba de relojera que estalla-ra con la subida de los precios del agua.

    8 La agricultura intensiva de Almera ha entrado en la dependencia tecnolgica del agrobu-siness y de las cadenas de distribucin internacionales al orientarse de manera creciente hacia laexportacin. Su supervivencia se pone en peligro adicional ya que se enfrenta a la liberalizacindel precio del agua en Europa en los prximos aos, con lo cual tendra que pagar el precio delagua al coste real, sin subvenciones, siendo hace ms que dudoso que se lo pueda permitir.Otros factores de competicin nada despreciables son la presin de los produccin agraria de lospases vecinos del Sur, que tienen acuerdos de libre comercio con la Unin Europea. Por otrolado el Plan Hidrolgico fomenta la megalpolis y la densificacin costera, al orientarse a au-mentar la oferta de agua en areas metropolitanas y zonas tursticas costeras; con lo cual impulsael crecimiento aun mayor de estas aglomeraciones cuyos estilos de vida son altamente despilfa-

    rradores de agua.

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    IV. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES: EL ESCENARIOWORKSHOP EUROPEO EASW

    Desde el enfoque de la opinin pblica, en este trabajo se ha abordado elestudio del papel de los actores y del intercambio de informacin, en los pro-cesos de cambio social ante los retos medioambientales de nuestra sociedadcomo el caso del agua. Este anlisis se ha realizado consultando estudios e in-formes sobre el tema y siguiendo los acontecimientos y manifestaciones a tra-vs de los medios de comunicacin escritos.

    En conclusin se observa la posicin que transmiten los medios de co-municacin (MMCC) de cada uno de los grupos sociales. Del Gobierno/Ad-ministracin pblica anunciando las inversiones. De los agricultores: unosque protestan porque les parece poca9 la inversin; otros porque se oponenal trasvase. Las empresas constructoras transmiten su satisfaccin apare-ciendo en los medios firmando los contratos de obras o en las noticias deadjudicaciones. Por ltimo, los tcnicos la imagen que dan es de opinionesdirigidas a un pblico especializado y difcilmente reconocibles en el debatesocial.

    La ausencia de editoriales de peridicos, as como la escasa presencia deopinin del tejido asociativo indica que la decisin sobre un Plan tan impor-tante se ha tomado sin tener en cuenta la opinin de la mayor parte de la po-

    blacin o ante la neutralidad de la mayor parte de la poblacin; ambos consignificado equivalente.Ante las dificultades de la sostenibilidad del agua y la respuesta social de

    repercutir su coste sobre el usuario; mantenerle al margen del debate sobre sugestin resta competitividad y capacidad de respuesta del pas a los retos quepresenta el sigloXXI.

    La baja sensibilidad ciudadana y empresarial ante la sostenibilidad delagua se explica por el precio subvencionado del agua (bien pblico); el carc-ter anecdtico de las campaas formativas y el hecho de que el escaso debatesocial sobre el Plan Hidrolgico se haya desarrollado a nivel especializado.

    Son bsicamente los tres aspectos siguientes los que estn siendo descui-dados en la agenda de la sostenibilidad del agua:

    1. Elaboracin de un plan hidrolgico con una baja consideracin del me-dio y largo plazo habida cuenta de que el proceso de liberalizacin, dela agricultura y del precio del agua en Europa, convertir al agua en unbien caro, ms si cabe teniendo en cuenta las infraestructuras que se es-tn abordando. Con lo cual se estn tomando decisiones de costes p-

    9

    Amenazas de boicotear los Juegos del Mediterrneo.

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    blicos sin contar con aquellos sobre los que a corto plazo se va a reper-cutir el pago.

    2. La elevada neutralidad de la poblacin en la opinin pblica sobre elPHN es resultado de la deficiencia en informar e implicar a la pobla-cin en el debate sobre los futuros alternativos del agua. La explica-cin se encuentra en parte en el hecho de que la mayor parte de losfondos pblicos para la educacin ambiental en agua los administrandirectamente las empresas gestoras, para las que el ahorro del agua escompletamente contrario a sus objetivos de aumentar su cifra de nego-cio.

    3. El nivel tcnico de los debates indica un escaso esfuerzo divulgativogeneral y la necesidad de incorporar metodologas de debate y sensibi-lizacin innovadoras. Que el 80% del gasto del Ministerio de Medioambiente para 2001 vaya destinado a obras pblicas hace ms que du-doso el esfuerzo pblico por la sensibilizacin.

    Recomendaciones: Metodologa EASW de sensibilizacin socialy opinin pblica

    El nivel de sensibilidad sobre la fragilidad del agua est despegando en

    nuestro pas, siendo el Plan Hidrolgico una oportunidad para que el usuariose vaya implicando en la responsabilidad de la gestin sostenible del agua.Su elaboracin est lejos de la Programacin Integrada de Gestin de la De-manda de Agua, que citan autores como A.Estevan & G.Ballesteros (2000),que se estn realizando con xito en algunos pases (caso de los Angeles enCalifornia) y que siguen los criterios de accin para la sostenibilidad reco-mendados por la Cumbre de Ro de 1992: implicacin ciudadana y enfoqueintegral.

    Actualmente el escenario tendencial del agua en Espaa se vislumbra pocosostenible, tecnolgica y socialmente, porque se plantea una solucin tcnica-mente dudosa y muy cara. En corto plazo su amortizacin deber repercutir sobre los particulares, los cuales ignoran haber elegido esa opcin para losprximos aos.

    Las campaas de sensibilizacin sobre el agua en Espaa son un fracaso,lo cual se puede considerar relacionado con la escasa participacin de las enti-dades ciudadanas en el diseo y ejecucin de su contenido. Se recomiendaque a la vista de que las campaas de sensibilizacin que emprenden las enti-dades gestoras del agua para el descenso voluntario del consumo tienen unimpacto slo puntual, que los fondos de campaas educativas sean gestiona-

    dos en consorcio con las asociaciones ciudadanas.

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    Metodologa participativa y prospectiva EASW

    Como metodologa para el diseo de las campaas, se recomienda aplicar el Escenario Workshop Europeo EASW que facilita el debate y el consensoentre los lderes de grupos sociales sobre los objetivos estratgicos y las acti-vidades a llevar a cabo para implicar a la poblacin en el proceso de cambiotecnolgico y social de inters comn.

    La metodologa EASW se propone para disear participativamente las acti-vidades de sensibilizacin por su flexibilidad y por ser de las pocas metodolo-gas que favorece la interaccin social. Es un mtodo para debatir e intercam-biar puntos de vista y consensuar estrategias sobre cuestiones de inters socialque promueve la Comisin Europea, Dir.Gen. Empresas (T. Rojo, 2001).

    Con EASW se organizan jornadas de uno o dos das de duracin en lasque se reunen a representantes de los distintos sectores sociales, hasta un totalaproximado de treinta personas (6 a 8 por cada uno de los cuatro sectores so-ciales), para reflexionar y debatir juntos en talleres.

    El programa de unas Jornadas EASW consiste en actividades de presenta-ciones generales, talleres por grupos sociales sobre el Escenario de futuro de-seable, plenaria de consenso sobre los objetivos a alcanzar y descanso. Tras eldescanso se realizan nuevamente talleres, pero esta vez sobre los temas crti-cos y reuniendo en cada taller o grupo de trabajo a personas de los distintos

    sectores sociales para la elaboracin de propuestas de acciones concretas des-de una perspectiva tanto interactiva como interdisciplinar.Se coordina as un proceso de debate razonado, contraposicin ordenada

    de puntos de vista, jerarquizacin consensuada de prioridades a alcanzar, con-versacin informal en los descansos; la interaccin sigue con un debate so-cialmente mixto sobre las acciones a emprender y finaliza con una sesin ple-naria de seleccin de aquellas ms viables.

    Se propicia la interaccin formal e informal de las entidades implicadas enel proceso de cambio en curso, que impulsa la comunicacin entre los actoresy facilita que aborden la cuestin de manera que la complejidad de la cuestinsea manejable. Cada taller tiene un ritmo de trabajo de 45 minutos, descansode 15 y otros 45 minutos como mximo en cada sesin. Los debates son mo-derados por monitores de grupo.

    El mtodo permite obtener resultados en tiempo real lo cual posibilita sudifusin o presentacin pblica inmediata. Esta metodologa se viene apli-cando desde 1994 a distintas cuestiones de sostenibilidad social y tecnolgicaen Europa demostrndose un instrumento eficiente para desneutralizar laopinin pblica, avanzar en el cambio social y sentar las bases de una colabo-racin entre las entidades implicadas en el logro de estilos de vida ms soste-

    nibles.

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